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América Latina .El libro recoge versiones corregidas de varios de sus ensayos publicados en la
revista Amauta y otros trabajos suyos redactados entre 1931 y 1937, durante la persecución
Este libro y parte de el recoge las ideas bergsonianas, temperadas por la función histórica de
Orrego recuerda los juicios críticos que Alberto zum Felde y Luis Monguió hicieron a la limitada
difusión de la primera edición (1939). Luego, discurre sobre las civilizaciones precolombinas,
cuyos gérmenes vitales, unidos a los de Europa, han transfundido a Latinoamérica. Ante esta
realidad, el ensayista peruano recomienda al latinoamericano tallar, tajar y bruñir la piedra bruta
contesto socio-politico .
INDICE
INTRODUCION ........................................................................................................................ 2
GLOSARIO.............................................................................................................................. 13
CONCLUSIONES ................................................................................................................... 15
¨Estamos ya bastante lejos de las culturas y de los gobiernos localistas, que fueron, por
excelencia, las culturas y los gobiernos medioevales. El torreón y la almena fueron todo el
castillo feudal e importaban, desde el punto de vista del espíritu, la restricción absoluta y
plenaria de toda universalidad. El señor, el castellano, era el señor en el sentido más alto de la
palabra: administraba la espada y la horca que constituían los signos y los instrumentos
efectivos de su dominio. Sabemos que la monarquía fue, entonces, sólo una abstracción moral
o jurídica y que el Soberano era tan abstracto y tan débil en el terreno de las realidades
políticas y militares que su actitud natural y habitual era una actitud defensiva, frente a las
insolencias y a los latrocinios de sus vasallos. El Poder concreto, el Poder de facto, el Poder
.Efectivamente, según su análisis, durante la edad media habían surgido en Europa culturas y
gobiernos localistas. Ellos estuvieron ausentes de todo sentido de universalidad. El señor feudal
poseía en forma absoluta los signos e instrumentos del dominio; en él residía el poder concreto,
el poder de facto. La monarquía era una entidad abstracta en lo moral y jurídico; el soberano era,
Constituyó una etapa necesaria y lógica dentro del proceso de la cultura occidental y tuvo,
.Este localismo constituyó, históricamente, una etapa ineludible y lógica del proceso de la
célula política y cultural. La restricción de espacio físico tuvo su correlato lógico en la restricción
del espíritu. Pero este espíritu medieval tuvo unidad y cumplió rol trascendente en la constitución
era de la Monarquía. A la unidad celular de la parroquia, sucede una unidad de más amplio
circuito; la unidad de la Nación. A la congruencia biológica del fundo sigue una congruencia
realidad política, económica y militar. Reside en él, el Poder de facto, el Poder concreto, y la
.Una unidad de mayor amplitud sucedió a la unidad celular parroquial. Quedó atrás la
soberano reside el poder de facto, el poder concreto en la realidad política, económica y militar.
Pero el clima del feudalismo se prolongó hasta la revolución francesa, pese a la conformación de
absolutista, de manera que dicho espíritu recién terminó en 1789. La aseveración “El Estado soy
yo” es reemplazada por el Estado es la Nación. Y aunque con resabio parroquial, aparece el
nacionalismo europeo. Desde fines del siglo XVIII, la cultura occidental adquiere lo de la unidad
guerras. La beligerancia vivida por Europa ha obedecido a la tensión entre las fuerzas
desgarradoras del pasado y las fuerzas dinámicas del porvenir, entre el patriotismo parroquial o
Desde entonces acá, toda la cultura occidental es una cultura nacionalista, pero, el
patriotismo europeo no tiene aún otro sentido que el de la restricción localista. La parroquia
medioeval se prolonga, un poco más dilatadas sus fronteras, hasta nuestros días, el objetivo
paneuropeo de Napoleón choca contra la parroquia feudal, y ella es hasta el presente el gran
nacionalista lucha, con patetismo trágico, por hacerse patriotismo paneuropeo. En este
forcejeo, surge, a veces, la petipieza o el paso de comedia que anuncia, sin embargo, la
madurez y el logro del futuro. La historia contemporánea está llena de estas zarzuelas u
querramos hacer una paradoja. ¿Hemos aludido, acaso, a la Liga de las Naciones?
III. NACIONALISMO Y PATRIOTISMO CONTINENTALES
o topográfico. Basta viajar, expresaba el publicista italiano, unas pocas horas en Europa, para
que el paisaje, la forma de gobierno, la lengua, la religión, las costumbres, la raza y el espíritu
cambien de un modo radical. Efectivamente, de Paris a Berlín o a Londres hay más distancia
sicológica que de México a Buenos Aires, y hay más extensión histórica, política y etnológica
que entre el Río Bravo y el Cabo de Hornos. Mientras en Europa, la frontera es, hasta cierto
Latina es una simple convención jurídica, una mera delimitación caprichosa que no se ajusta
los Estados. Mientras en Europa, con frecuencia, los pueblos originan y constituyen los
Estados, en América, el pueblo es una gran unidad y los Estados son meras circunscripciones
artificiales. Mientras pueblo y Estado en Europa son casi sinónimos porque hacen referencia
a las mismas realidades, porque éste es la traducción política y jurídica del estado económico,
físico y anímico de aquél, en América Latina pueblo y Estado tienen un sentido diferente y, a
veces, hasta antagónico, porque Estado es una simple delimitación o convención que no
designa una parcela substancial de la realidad. En Europa, el Estado fue una fuerza
francesa que ligó los feudos dispersos y rivales en una entidad política y vigorosa. En América
Latina es una fuerza atomizadora y disgregrante. Las diferencias entre los pueblos de
Indoamérica son tan mínimas y tenues que no logran nunca constituir individualidades
separadas, como en el Viejo Mundo. De norte a sur los hombres tienen el mismo pulso y la
misma acentuación vitales. Constituyen, en realidad, un solo pueblo unitario de carácter
Así se comprende que, mientras el nacionalismo parroquial en Europa tiene que vencer
no tiene ningún obstáculo natural, tradicional o atávico para ascender y alcanzar un nivel
Latina, es el engendro del caos, del mundo inferior y abisal, de las fuerzas ciegas y negativas,
de la ausencia de un gran estilo político constructor que sea consciente de los supremos
nacionalismo fronterizo desempeñó una gran misión histórica y, por eso, sus raíces más
servil de la vida europea nos impuso. Si en Europa, la pugna de los nacionalismos es una
caso; y éste, a su vez, debe ser superado por el gran paneau del patriotismo continental del
remata en un gran círculo que abraza un horizonte histórico más vasto. Es preciso conservar
enfocada da por resultado que el enano aparezca como un gigante o que éste aparezca como
un enano. De allí esa miopía, cundo no daltonismo completo, de nuestros estadistas y hombres
públicos frente a los acontecimientos capitales de nuestros países y frente a los movimientos
nacionalismo latinoamericano hay la misma distancia que del sepulcro a la cuna del pasado
vagido de un nacimiento. Para nadie más que para el hombre americano de hoy, existe la
contemporáneo.
Londres hay más distancia sicológica que de México a Buenos Aires, y hay más extensión
histórica, política y etnológica que entre el Río Bravo y el Cabo de Hornos; que en América
Latina las fronteras fueron impuestas por una simple convención jurídica, una mera delimitación
espirituales y económicas de los Estados: son ellas meras circunscripciones artificiales, porque
las diferencias entre los pueblos latinoamericanos son tan mínimas y tenues que no logran nunca
constituir individualidades separadas como en el Viejo Mundo. En América, los hombres tienen
el mismo pulso y la misma acentuación vitales. Constituyen, en realidad, un solo pueblo unitario
(ORREGO, 1957)
IV. EN EL TRANCE DRAMÁTICO
.En este capítulo Orrego continua con la idea anterior explica cómo el sentido interno y
les exigen a los latinoamericanos solidaridad, mancomunidad y unión para conformar un vasto
Como el niño, en su primera edad, el hombre latinoamericano ha vivido hasta hoy regido
sólo por el instinto que regula las ciegas fuerzas biológicas de su estructura orgánica.
Empero, los pueblos, como los hombres, no pueden quedarse en esa etapa infantil del instinto
so pena de renunciar a sus destinos superiores. Prolongar la edad pueril más allá de los
. La América Latina atraviesa, quizás, el instante más crítico y dramático de su vida y está
en el trance de sus decisiones vitales que asumen mayor trascendencia. Nada define mejor que
esta cuita trágica que el to be or not to be de Hamlet, aunque el símil sea resobado.
caos, es tanto como morir y disolverse. La contextura de nuestros pueblos, el sentido interno y
organismo que rija encarne de realidad política, económica y cultural, nuestros destinos
humana.
Tras una serie de disquisiciones sobre conocer, saber, cultura, civilización, mito, realidad y
vehículos necesarios de las intuiciones generales latinoamericanas para perfilar los lineamientos
definidores del carácter y la esencia específica de su tarea por desarrollar en la historia universal.
Para ello, los pueblos deben tener una tarea por delante, un mito diría su amigo José carlos
interrelación de los acontecimientos porque cada país vive científica, artística, económica y
políticamente en función del globo entero. Tal vez por esta premisa, nuestro pensador expresa la
caos para entonces forjar una modalidad política, social y económica propia, ceñida a la
sistematización científica de Marx. Más adelante, sin embargo, el escritor censura a los partidos
servidores de Moscú, que creían que la revolución latinoamericana debía seguir el mismo camino
Occidental de los siglos centrales de la Edad Media (entre los siglos IX al XV, aunque no hay
acuerdo entre los historiadores sobre su comienzo y su duración, y esta varía según la región),1 y
en la Europa Oriental durante la Edad Moderna, caracterizado por la descentralización del poder
político; al basarse en la difusión del poder desde la cúspide (donde en teoría se encontraban el
emperador o los reyes) hacia la base donde el poder local se ejercía de forma efectiva con gran
autonomía o independencia por una aristocracia, llamada nobleza, cuyos títulos derivaban de
gobernadores del imperio carolingio (duques, marqueses, condes) o tenían otro origen (barones,
caballeros, etc.).
Monarquía: Forma de gobierno en la que la jefatura del Estado reside en una persona, un
rey o una reina, cargo habitualmente vitalicio al que se accede por derecho y de forma
hereditaria.
Unionista: una corriente política irlandesa que defiende la unidad con Gran Bretaña
constituye la encrucijada histórica donde oriente y occidente se dan la mano para alumbrar un
nuevo mundo superior. y culmina en otra gran obra hacia un humanismo americano aquí están
históricos , procedentes de las antiguas culturas mexicano- andinas , que están incorporándose a
la cultura occidental pese a la creencia hasta ahora generalizada de que la cultura europea
.Orrego asume una misión universal al pueblo de la Nueva América ,En nuestro continente, a
través del mestizaje se está consumando la “Unidad fisiológica del género humano”; la
económicamente en grandes boques territoriales, por que las fuerzas históricas actuales rebasan
http://journal.upao.edu.pe/PuebloContinente/article/viewFile/622/583