Aerodinamica I
Aerodinamica I
Aerodinamica I
CAPITULO 1
1.1. INTRODUCCION
Como es sabido cualquier sistema de cargas se puede reducir a una fuerza y a un momento
aplicados en un punto cuyas componentes variarán según el sistema de ejes que se adopte como
referencia. En el cálculo de las acciones del viento sobre un cuerpo que se mueve con velocidad
U∞ a través del aire en calma se suele adoptar un triedro de referencia ligado al cuerpo de modo
que en este sistema el cuerpo está en reposo y es el aire el que incide sobre el cuerpo con
velocidad U∞. En el triedro de referencia elegido el eje x tiene la dirección y el sentido de la
velocidad incidente U∞, el eje z está contenido en un plano vertical, dirigido hacia arriba, y forma
un ángulo de π/2 con el eje x y, por último, el eje y se define de modo que el sistema de ejes
forme un triedro a derechas, tal como se indica en la figura 1.1. Este sistema de referencia se
denomina ejes viento, y la proyección de la fuerza resultante sobre el eje x recibe el nombre de
resistencia aerodinámica, D (llamada también fuerza de arrastre en algunos textos, sobre todo en
aquellos que tratan de Aerodinámica no aeronáutica), se llama sustentación, L, a la proyección
correspondiente al eje z y fuerza lateral, Fy, a la del eje y; de igual modo las componentes (Mx, My
y Mz) del momento según los ejes del triedro de referencia se conocen con los nombres de
momento de balance el correspondiente al eje x, momento de guiñada el del eje z, y momento de
cabeceo la proyección sobre el eje y.
z
U∞
y
x
Fig. 1.1. Definición del sistema de ejes viento.
Así pues, el efecto de la viscosidad se concentra en general a una capa delgada (capa límite) de
forma que sea posible cumplir la condición de contorno de velocidad tangencial nula del fluido
sobre el obstáculo. Salvo en aquellas lecciones en las que específicamente se describa el efecto
de la viscosidad (mecanismo de creación de la circulación sobre un perfil, capa límite sobre
perfiles, capa límite sobre alas, resistencia fluidodinámica), se supondrá a lo largo del desarrollo
de la asignatura que dicho efecto es despreciable. En cualquier caso, resulta inabordable el
estudio analítico de los movimientos en los que se considera el efecto de la viscosidad, salvo que
se suponga que dicho efecto está confinado en la capa límite.
Además se considerará tan sólo el movimiento de fluidos para los que es posible definir una
relación de barotropía. Con este último término se designa a aquellos movimientos de fluidos en
los que la relación entre la presión y la densidad es única en todo el campo fluido. En particular
esta relación existe para los movimientos de líquidos, en los que su densidad es constante y por
tanto independiente de la presión (y de la temperatura) y en el movimiento isentrópico
(adiabático y reversible) de gases, en el que la condición de constancia de la entropía proporciona
una relación simple entre presión y densidad (en la que no interviene la temperatura).
Las ecuaciones diferenciales en derivadas parciales que rigen el movimiento del fluido (supuesto
que sean despreciables los efectos de la viscosidad y de la conducción de calor) son:
Ecuación de continuidad
∂ρ Dρ
+ ∇ ⋅ ( ρV) = + ρ∇ ⋅ V = 0 . (1.1)
∂t Dt
DV = ∂V + V ⋅ ∇V = ∂V + ∇ V 2 − V × ( ∇ × V ) = − 1 ∇p . (1.2)
Dt ∂t ∂t 2 ρ
donde V = V . No se han incluido los efectos de las fuerzas másicas ni de la viscosidad, ya que,
como se ha dicho, se han supuesto despreciables.
Capítulo 1 3
Ds = ∂s + V ⋅ ∇s = 0 . (1.3)
Dt ∂t
Bajo la hipótesis de conducción del calor y efectos viscosos despreciables la entropía puede
considerarse constante a lo largo de cada una de las líneas de corriente. Si, además, la entropía es
constante en el infinito aguas arriba esta constante es la misma para todas las líneas de corriente
(no debe olvidarse sin embargo que en ciertas superficies, de espesor muy pequeño dentro de la
aproximación que estamos considerando, tales como ondas de choque, capas límite, etc, este
valor de la entropía cambia y, en general, crece). La ecuación de evolución de la entropía
sustituye a la ecuación de conservación de la energía y puede ser expresada de una manera
sencilla en el caso de los gases perfectos en la forma
Ecuación de estado
En los dos casos de interés que se consideran la ecuación de estado viene dada por
ρ = constante (1.5a)
p = ρRT (1.5b)
Bajo las hipótesis de viscosidad y conducción de calor despreciables y existencia de una relación
de barotropía, la vorticidad, es decir el rotor del vector velocidad, se conserva. Si, además,
suponemos que en el infinito aguas arriba la velocidad es constante deducimos que allí la
vorticidad es nula y, como debe conservarse, es nula en todo el campo fluido, es decir:
∇×V = 0 . (1.6)
Se puede demostrar que esta última condición es condición necesaria y suficiente para que se
pueda representar la velocidad como el gradiente de una función escalar a la que llamaremos
potencial de velocidades, Φ = Φ(x,y,z,t), es decir
V = ∇Φ . (1.7)
∂V + V ⋅ ∇V = ∂V + ∇ V 2 = − 1 ∇p = −∇ d p
∂t ∂t 2
ρ ∫
ρ
, (1.8)
4 Capítulo 1
y teniendo en cuenta que V = ∇ Φ , V = |∇Φ | esta última ecuación también se puede escribir
como
∂Φ ∇Φ 2 dp
∇
∂ t
+
2
+
ρ
=0
∫ . (1.9)
El hecho de que el gradiente de la cantidad entre corchetes sea nulo implica que dicha cantidad es
constante en todo el campo fluido (aunque, quizás, es función del tiempo) y por tanto
2
∂Φ + ∇ Φ +
∫ρ
dp
= F (t ) . (1.10)
∂t 2
Es conveniente evaluar la integral en la que aparece la presión en los dos casos de interés que nos
van a ocupar. En el caso de los líquidos es trivial ya que, al no ser la densidad función de la
presión, se puede extraer ésta de la integral, obteniéndose finalmente
2
∇Φ
ρ ∂Φ + ρ + p = G(t ) . (1.11a)
∂t 2
Para el caso de gases perfectos, de la definición (en el punto considerado) de la velocidad local
del sonido, a, se deduce
∂p γp
a 2 ≡
dp
= = γ RT = (1.12)
∂ ρ s d ρ ρ
d i a f dρp
d a2 = γ − 1 , (1.13)
2
∂Φ + ∇Φ + a 2 = G(t ) . (1.11b)
∂t 2 γ −1
Finalmente, en el caso usual de suponer el movimiento estacionario y tomar el origen del sistema
de referencia ligado al objeto de interés (avión), que se mueve a velocidad U∞, siendo la presión
en el infinito aguas arriba p∞ (o la velocidad del sonido a∞), las ecuaciones se escriben
2
∇Φ U2
ρ∞ + p = ρ ∞ ∞ + p∞ (1.14a)
2 2
en el caso de líquidos, y
Capítulo 1 5
2
∇Φ 2 U2 a2
+ a = ∞+ ∞ (1.14b)
2 γ −1 2 γ −1
Para obtener una ecuación diferencial para el potencial de velocidades se debe eliminar la
densidad y la velocidad de las ecuaciones de continuidad (1.1) y de Euler-Bernoulli (1.10), en la
que supondremos uniformes e independientes del tiempo las propiedades en el infinito. En estas
condiciones de la ecuación de Euler-Bernoulli se deduce
p 2
∂Φ ∇Φ − U ∞2
∫
dp
=− − . (1.15)
ρ ∂t 2
p∞
∫
d dp
= 1 . (1.16)
dp ρ ρ
p∞
F I LM d F I OP Dp 1 Dp 1 dp Dρ 1
z z
p p
D GG dpJ= G
ρ J M dp G
dpJ = =
ρ J P Dt ρ Dt ρ dρ Dt ρ
= a 2 Dρ
, (1.17)
Dt
H p∞ K MN H p∞ K PQ Dt
p
ρ D d p ρ D ∂Φ ∇Φ − U ∞ ρ D ∂Φ ∇Φ
2 2 2
Dρ
=
D t a 2 D t
=
∫ −
ρ a 2 D t ∂ t
−
2
=− 2
a D t ∂ t
+
2
. (1.18)
p∞
Dρ
= − ρ ∇ ⋅ V = − ρ ∆Φ , (1.19)
Dt
∇Φ
2
a 2D Φ = D ∂Φ + . (1.20)
Dt ∂t 2
6 Capítulo 1
2 D ∂Φ ∇Φ 2 ∂ ∂Φ ∇Φ 2 ∂Φ ∇Φ 2
a DΦ = + = + + ∇Φ ⋅∇ + =
Dt ∂t 2 ∂t ∂t 2 ∂t 2
2 ∂ ( ∇Φ ) ∂ ( ∇Φ ) 1
=∂ Φ + ∇Φ ⋅ + ∇Φ ⋅ + ∇Φ ⋅ ∇ ( ∇Φ ⋅ ∇Φ ) (1.21)
∂t 2 ∂t ∂t 2
{ }
y como en coordenadas cartesianas ∇Φ = Φ x , Φ y , Φ z (los subíndices indican derivación
respecto de la variable), desarrollando la ecuación (1.21) se obtiene
(a 2 − Φ 2x ) Φ x x + (a 2 − Φ 2y ) Φ y y + (a 2 − Φ 2z ) Φ zz − 2Φ xΦ yΦ x y − 2Φ yΦ zΦ y z (1.22)
− 2Φ zΦ xΦ zx = Φ tt + 2Φ xΦ x t + 2Φ yΦ y t + 2Φ zΦ zt
( a2 − Φ 2x ) Φ xx + ( a2 − Φ 2y ) Φ yy + ( a 2 − Φ2z ) Φ zz − 2Φ xΦ yΦ xy − 2Φ yΦ zΦ yz − 2Φ zΦ xΦ zx = 0 .
(1.23)
∆Φ = Φ xx + Φ yy + Φ zz = 0 . (1.24)
∇ ⋅ V = ∇ ⋅ (∇Φ ) = ∆Φ = 0 , (1.25)
En cuanto a estas últimas, debe señalarse que sobre el obstáculo no es posible imponer que sea
cero la velocidad tangencial, ya que hemos despreciado el efecto de la viscosidad (en realidad
aparecerá una capa límite a través de la cual la velocidad se modificará para que se pueda
cumplir la condición de contorno); tan sólo se puede imponer que la superficie del obstáculo
F(x,y,z,t) = 0 sea superficie fluida, es decir
D F = ∂ F + ∇Φ ⋅ ∇ F = 0 . (1.26)
Dt ∂t
Capítulo 1 7
En el caso de que la superficie del obstáculo no varíe con el tiempo la última condición se reduce
a imponer que la componente velocidad del fluido en la dirección normal a la interfase es nula
(Fig. 1.2), es decir
∇Φ ⋅ n = 0 , (1.27)
n ∇Φ
EJERCICIOS
Ejercicio 1.1.
Considere un perfil de ala situado en un túnel aerodinámico bidimensional cuyos techo y suelo
son planos, tal como se indica en la figura. Supuesto que se han medido los perfiles de velocidad
corriente arriba y corriente abajo del perfil, U∞ y U(z) respectivamente, así como las
distribuciones de presión en el suelo del túnel, ps(x) , y en el techo del mismo, pt(x), determine la
resistencia aerodinámica del perfil, d, así como la sustentación producida por el mismo, l, en
función de las distribuciones de presión y de velocidad medidas. Suponga fluido incompresible
de densidad ρ.
pt(x)
U∞ z
x
ps(x)
Ejercicio 1.2.
A πz b( x )
ud ( x , z ) = cos ; para z ≤ ,
x b( x ) 2
b( x )
ud ( x , z ) = 0 ; para z ≥ ,
2
8 Capítulo 1
siendo A es una constante conocida y b(x) el ancho de la estela viscosa del obstáculo.
U∞ − u d
z
U∞
x b(x)
Supuesto que el valor del número de Reynolds es suficientemente alto, mediante la aplicación del
teorema de la cantidad de movimiento a un volumen de control apropiado, calcule la resistencia
aerodinámica, d, del obstáculo, en función de A y b(x).
Teniendo en cuenta que la fuerza calculada no puede depender del volumen de control elegido,
deduzca la ley de ensanchamiento de la estela lejana, b(x), en función de la resistencia d, del
parámetro A y de la variable x.
Ejercicio 1.3.
Considere un perfil volando en régimen incompresible a través del aire en calma (densidad ρ)
con velocidad U∞. Relacione la sustentación del perfil, l, con la circulación, Γ, medida
experimentalmente a lo largo de la línea ABCD. Suponga que la velocidad en la estela del perfil
es horizontal.
A B
ρ, U∞ z
x
Γ=
∫
A BCD A
V ⋅dl
D C
Capítulo 2 1
Se puede decir que, en general, el número de Reynolds será del orden de millones para
este tipo de flujo. Por ejemplo, en un caso extremo en cuanto a tamaño, el Airbus A380
tiene una cuerda media de unos 10,5 m, por tanto, cuando vuela en régimen de crucero a
250 m/s Re=175 106 y cuando despega o aterriza es Re=60 106. Aviones con una cuerda
mas reducida tendrán números de Reynolds en su vuelo mas reducidos, pero en cualquier
caso, de un valor del orden de decenas de millones. Que el número de Reynolds sea muy
grande asegura que los efectos viscosos se reducen a unas capas delgadas (capa límite y
estela viscosa) y que sus efectos son despreciables en el cálculo de fuerzas y momentos.
Para que la estela viscosa sea delgada es esencial que los obstáculos estén bien diseñados
aerodinámicamente, de forma que la capa límite permanezca bien adherida al obstáculo,
lo que es cierto en obstáculos fuselados.
2. gL U ∞2 . Esta hipótesis se cumple también de forma muy realista y lo que implica es
que las fuerzas másicas son despreciables frente a las convectivas. Siguiendo con el
ejemplo anterior, la altura del Airbus A380 es 24,1 m, por lo que, en régimen de crucero,
el valor de esa relación adimensional es 3,8 10-3, y en despegue o aterrizaje 3,7 10-2. De
todas formas, aunque no se cumpliese esta relación la teoría es fácilmente modificable
para incluir este efecto que, fundamentalmente, se reduce a la inclusión de los efectos de
flotabilidad. Este efecto es, sin embargo, fundamental si nos planteásemos el análisis de
un globo o un dirigible.
3. Re Pr 1 . Una vez que el número de Reynolds se ha comprobado que es grande, y dado
que el número de Prandtl es de orden unidad para gases, esta condición se cumple
Capítulo 2 3
las ondas de presión se transmiten a una velocidad muy grande, a∞, comparada con la de
vuelo del avión, U∞. Esto ocurre siempre en los líquidos ideales, donde al considerar que
la densidad no cambia, las ondas de presión se trasmiten a velocidad infinita. En los
líquidos reales, la densidad cambia muy poco como consecuencia de los cambios de
presión y la velocidad del sonido, aunque muy grande, no es infinita. En el caso de los
gases, basta con que M ∞ ∼ 0,3 para que puedan despreciarse los efectos de
En el estudio del movimiento del aire alrededor de un perfil de un ala de un avión, que vuela con
velocidad uniforme, se tomará siempre un sistema de referencia 0xz ligado al perfil. La corriente
incidente no perturbada será igual y de sentido contrario a la velocidad con que vuela el avión en
una atmosfera en calma.
Las componentes de la velocidad en este sistema de referencia las designaremos con las letras
(U ,W ) , como se muestra en la Figura 1.
z W
U
U∞
x
Figura 1. Sistema de coordenadas y componentes de la velocidad.
De acuerdo con las hipótesis generales, el movimiento del aire puede considerarse irrotacional y
por ello (si las componentes de la velocidad son funciones de clase C1) se puede asegurar que el
campo de velocidades deriva de un potencial, es decir, existe una función escalar, el potencial de
velocidades, cuyo gradiente es el campo de velocidades
V = ∇ Φ ⇒ V = (U ,V ,W ) ⇒ U = ∂Φ , V = ∂Φ , W = ∂Φ .
∂x ∂y ∂z
La existencia del potencial de velocidades introduce una simplificación enorme en la resolución
del problema, ya que reduce la ecuación vectorial en la velocidad, a la ecuación escalar en el
potencial de velocidades. Por tanto, en lo que sigue se expresarán todas las ecuaciones en
función del potencial de velocidades, en lugar de en función de las componentes de la velocidad.
La ecuación de continuidad
Puede escribirse, teniendo en cuenta las hipótesis adicionales de movimiento bidimensional
incompresible consideradas en este capítulo, como
∇⋅ V = 0 ,
y escribiendo esta ecuación en el potencial de velocidades se obtiene la siguiente ecuación de
continuidad
2
∇⋅ V = ∇⋅∇ Φ = ∇ 2Φ = ∂ Φ + ∂ 2Φ = 0 (1)
∂ x2 ∂ z 2
y, por tanto, podemos afirmar que el potencial de velocidades cumple la ecuación de Laplace en
bidimensional
Capítulo 2 5
2 2
p + 1 ρ V = p∞ + 1 ρ V∞ ,
2 2
Y escrita en función del potencial de velocidades es
2
p + 1 ρ ∇Φ = p∞ + 1 ρ V∞
2
(2)
2 2
Es importante hacer notar que el coeficiente de presión será positivo siempre que el valor de la
presión en un punto sea superior a la del infinito, compresión, y será negativo cuando sea
inferior a la del infinito, succión.
De (2) y (3) se tiene finalmente
Cp = =
1 2
(
p − p∞ 2 ρ U ∞ − ∇ Φ
2
= 1−
∇Φ
2
.
) (4)
1 ρU 2 1 ρU 2 U 2
∞ ∞ ∞
2 2
Condiciones de contorno
Para resolver la ecuación diferencial (1) es necesario identificar las condiciones de contorno de
cada problema concreto. Tomando como dominio fluido todo el aire que rodea al perfil, y dado
que el volumen fluido debe ser simplemente conexo, el contorno estará compuesto por la
superficie sobre el perfil, Sb, la superficie del infinito, S∞ , y la superficie de cortadura, Sc, como
se indica en la Figura 2.
α
U∞
S∞
Por tanto, será necesario imponer condiciones de contorno en estas superficies que limitan el
dominio fluido:
1. La condición de contorno sobre el obstáculo no puede ser la de velocidad nula, debido a
que se han despreciado los efectos viscosos, y debe ser sustituida por la de velocidad
normal nula, V ⋅ n = 0 , dónde n es la normal exterior a la superficie del contorno. En
términos del potencial de velocidades es ∇Φ ⋅ n = 0 sobre la superficie del obstáculo.
2. La condición de contorno sobre la superficie del infinito expresa que la velocidad en el
infinito es uniforme e igual a V = U ∞ ( cos α ,sin α ) .
∇ 2Φ = 0 , (5)
C.C.: ∇Φ ⋅ n = 0 en Sb, (6)
∇Φ = U ∞ ( cos α ,sin α ) en S∞ , (7)
2. Potencial complejo
Para resolver las ecuaciones (5)-(8) se va a emplear la variable compleja. Por ello se recuerdan a
continuación algunos resultados importantes de la teoría de variable compleja que van a
utilizarse en la resolución de dichas ecuaciones.
Dada una función analítica derivable, f ( t ) , de la variable compleja, t = x + iz , cuyas partes real
−Φ zz = Φ xx ⇔ ∇ 2 Φ = 0 .
De donde se deduce que basta con que el movimiento sea bidimensional incompresible para que
exista Ψ ( x, z ) .
Significado de Ψ ( x, z )
Una vez que está asegurada la existencia de Ψ ( x, z ) , y con ello del potencial complejo, la
siguiente cuestión es saber qué representa esta función. Para averiguarlo se vuelven a emplear las
expresiones (10) en la expresión de la diferencial de Ψ ( x, z )
dΨ = Ψ x dx + Ψ z dz = − Φ z dx + Φ x dz = −Wdx + Udz .
Φ x =Ψ z
Φ z =−Ψ x
dx dz
dΨ = −Wdx + Udz = 0 ⇔ = .
U W
Una vez demostrado que para el movimiento bidimensional, irrotacional, incompresible, existe el
potencial complejo se puede obtener a partir de él la velocidad compleja conjugada simplemente
derivando, como sigue,
= f (t ) = ∂Φ + i ∂Ψ = ∂Φ − i ∂Φ = U − i W .
df
dt ∂x ∂x ∂x ∂z
A los puntos que tienen velocidad nula se les llama puntos de remanso y son puntos
característicos del campo fluido. En ellos el coeficiente de presión, cp, es máximo y vale 1.
Teniendo en cuenta que las líneas Ψ ( x, z ) = cte son líneas de corriente de la configuración
fluida, la condición de contorno (6) puede expresarse empleando la función de corriente diciendo
Capítulo 2 9
que la curva Sb debe ser una línea de corriente, es decir, que la función de corriente debe ser
constante sobre Sb.
Las ecuaciones del movimiento fluido (5)-(9) se pueden expresar empleando el potencial
complejo como sigue:
Encontrar el potencial complejo que cumple (11)
C.C.: Im ⎡⎣ f ( t ) ⎤⎦ = cte en Sb, (12)
5. Gasto y circulación
Tanto el gasto como la circulación son dos magnitudes de gran interés en la Aerodinámica, por
ello se va a calcular a continuación la expresión de cada uno de ellos en función del potencial de
velocidades y de la función de corriente.
Figura 3. Líneas de corriente, línea continua, y curva a lo largo de la cual se calcula el gasto y la circulación.
es decir, el gasto volumétrico es igual al salto de la función de corriente entre los puntos (líneas
de corriente) A y B.
es decir, la circulación es igual al salto del potencial de velocidades entre los puntos A y B.
6. Soluciones elementales
Corriente uniforme
El potencial complejo de la corriente uniforme es
f ( t ) = U ∞ e −iα t .
Para estudiar el campo fluido representado por este potencial complejo se calcula la velocidad
conjugada,
df ⎧U = U ∞ cos α
f (t ) = = U ∞ e − iα = U ∞ ( cos α − i sinα ) = ⎨ .
dt ⎩W = U ∞ sin α
Lo que indica que la velocidad no depende del punto, es uniforme, y corresponde a una
velocidad de módulo U ∞ , que forma un ángulo α con la horizontal, como se representa en la
Figura 4.
α
Figura 4. Corriente uniforme.
Manantial o sumidero
El potencial complejo de un manantial o sumidero situado en el punto to es
Q
f (t ) = ± ln(t − to ) .
2π
Para estudiar el campo fluido representado por este potencial complejo se calculan y estudian el
potencial de velocidades y la función de corriente, parte real e imaginaria del potencial
complejo. Para ello se emplean coordenadas polares centradas en el punto to ,
Capítulo 2 11
⎧Φ = ± Q ln r
f (t ) = ±
Q
2π
ln ( t − to ) = ±
t −t = rei θ
Q
2π (
ln r ei θ ) Q
2π
⎪
= ± ( ln r + i θ ) = ⎨
⎪ Ψ=± θ
2π
Q
.
o
⎩ 2π
Para calcular las líneas de corriente basta con calcular las curvas Ψ ( x, z ) = cte , de donde se
tiene θ = ct e , es decir, las líneas de corriente son rectas que pasan por el punto to .
El punto t = to no es un punto regular del potencial complejo, por tanto ese punto debe ser
extraído del campo fluido y debe incluirse una cortadura en el campo fluido a través de la cual la
función de corriente experimenta una discontinuidad, ψ B ≠ ψ A .
La circulación y el gasto en una línea, ver Figura 5, que rodea al punto to se calcula fácilmente a
partir del potencial de velocidades y de la función de corriente,
Q
Γ = [Φ B − Φ A ] = ± ( ln rB − ln rA ) = 0 ,
2π
y
Q
Q = [Ψ B − Ψ A ] = ± (θ B − θ A ) = ±Q ,
2π
el signo positivo indica que el gasto se inyecta en el campo fluido (manantial) y el signo
negativo indica que el gasto sale del campo fluido (sumidero).
El campo fluido correspondiente a un manantial o sumidero será por tanto como el representado
en la Figura 6.
Torbellino
El potencial complejo de un torbellino situado en el punto to es
f (t ) = i Γ ln(t − to ) .
2π
Para estudiar el campo fluido representado por este potencial complejo se calculan y estudian el
potencial de velocidades y la función de corriente, parte real e imaginaria del potencial
complejo. Para ello se emplean coordenadas polares centradas en el punto to ,
⎧Φ = − Γ θ
f (t ) = i
2π
Γ ln (t − to ) =
t −to = rei θ
i
(
2π
Γ
) iθ
ln r e = i
2π
Γ
( ln r + i θ ) = ⎪⎨
⎪Ψ = Γ
2π
.
ln r
⎩ 2π
Para calcular las líneas de corriente basta con calcular las curvas Ψ ( x, z ) = cte , de dónde se
tiene r = cte , es decir, las líneas de corriente son circunferencias con centro en el punto to .
El punto t = to no es un punto regular del potencial complejo, por tanto ese punto debe ser
extraído del campo fluido y debe incluirse una cortadura en el campo fluido a través de la cual el
potencial de velocidades experimenta una discontinuidad, Φ B ≠ Φ A .
La circulación y el gasto en una línea, ver Figura 7, que rodea al punto to se calcula fácilmente a
partir del potencial de velocidades y de la función de corriente,
Γ
Γ = [Φ B − Φ A ] = − (θ A − θ B ) = Γ .
2π
La circulación a lo largo de la línea es Γ , en realidad la línea no es cerrada ya que empieza y
termina en la frontera del dominio fluido.
Para el gasto se tiene,
Γ
Q = [Ψ B − Ψ A ] = ( ln rA − ln rB ) = 0 .
2π
El campo fluido correspondiente a un torbellino será por tanto como el representado en la Figura
8.
Doblete
El potencial complejo de un doblete situado en el punto to es
iβ
f (t ) = Me , con M , β ∈ .
t − to
Para estudiar el campo fluido representado por este potencial complejo se calculan y estudian el
potencial de velocidades y la función de corriente, parte real e imaginaria del potencial
complejo. Para ello, primero se estudia el caso β = 0 , y a partir de esa solución se encontrará
más fácilmente la correspondiente al caso general. Para ello se emplean coordenadas polares
centradas en el punto to ,
⎧ Φ = M cosθ
f (t ) = M = M
t − to t −t =rei θ r
-i θ
e = M
r
( cosθ − is i nθ ) = ⎪⎨ r
.
o ⎪Ψ = − M s i n θ
⎩ r
Para calcular las líneas de corriente basta con calcular las curvas Ψ ( x, z ) = cte , de dónde se
tiene r = M ′si nθ , es decir, las líneas de corriente son el haz de circunferencias tangentes a una
recta horizontal en el punto to , como se representa en la Figura 9.
⎧ Φ = M cos (θ − β )
iβ
M e−i(θ − β ) = M cos θ − β − is i n θ − β = ⎪ r
f (t ) = Me
t − to
=
r r
( ( ) ( )) ⎨
t −to = rei θ ⎪Ψ = − M s i n (θ − β )
⎩ r
Capítulo 2 15
Se comprueba que la única diferencia con el caso anterior es que en lugar del ángulo θ , se tiene
θ − β . Por tanto, introduciendo este ángulo como se muestra en la Figura 10 se comprueba que
las líneas de corriente son el haz de circunferencias tangente a una recta que pasa por en el punto
to inclinada un ángulo β .
θ −β
θ
β
de donde se comprueba que la velocidad tiende a cero en el infinito como A (θ ) r 2 , por tanto la
velocidad inducida por un doblete se amortigua más rápidamente con la distancia que la inducida
por manantiales/sumideros o torbellinos.
El potencial complejo de un doblete se puede obtener como el límite del de un manantial y un
sumidero de la misma intensidad (gasto), o de dos torbellinos de la misma intensidad
(circulación) y sentidos opuestos. Tomando un manantial y un sumidero de la misma intensidad
situados en a y –a se tiene
Q ⎡ a
() () ()
2 2⎤ 2
Q Q a aQ
f (t ) = ln ( t + a ) − ln ( t − a ) = ⎢1 + t + 0 t −1+ a + 0 a a
⎥ = πt + 0 t
2π 2π t a 2π ⎣ t t ⎦
de modo que para puntos situados a una distancia mucho mayor que la distancia entre el
manantial y el sumidero, ambas singularidades se ven como un doblete de intensidad
M = aQ π . De lo anterior se deduce que tanto el gasto como la circulación en una línea que
rodee a la singularidad son nulos.
A continuación se va a emplear un método que permite resolver configuraciones fluidas que sean
singularidades elementales en presencia de un obstáculo cuyo contorno se pueda expresar con
una ecuación del tipo t = g ( t ) .
Sea f ( t ) = Φ + iΨ el potencial complejo que cumple con todas las condiciones de contorno del
problema que se pretende resolver, salvo la condición de que el contorno del obstáculo sea línea
de corriente. Calculando el conjugado de dicho potencial complejo se tiene f ( t ) = Φ − iΨ , y
Y empleando la ecuación de la curva del contorno del obstáculo para eliminar la variable t , se
obtiene una función de variable compleja analítica, como sigue
F (t ) = f (t ) + f ( g (t )) .
En los puntos situados sobre la curva del contorno del obstáculo será
F (t ) = f (t ) + f ( g (t )) = f (t ) + f ( t ) ∈ ,
t = g (t )
al ser nula su parte imaginaria, es constante, y por tanto la curva será línea de corriente.
Es importante comprobar que el término f ( g ( t ) ) no varía las condiciones de contorno del
Existen dos aplicaciones sencillas y muy útiles que son el teorema del círculo, que permite
calcular el campo fluido alrededor de un círculo en presencia de soluciones elementales, y el
método de las imágenes, que permite calcular el campo fluido creado por una pared en presencia
de soluciones elementales. Ambos se explican en detalle a continuación.
todas las condiciones de contorno de las soluciones elementales, pero no recoge la condición de
que la circunferencia sea línea de corriente.
Tomando un sistema de referencia con origen en el centro del círculo, se puede expresar la
ecuación de la circunferencia como sigue
Capítulo 2 17
a2
t = = g (t ) .
t
De forma que el potencial complejo que recoge las condiciones de contorno de las soluciones
elementales y la de que la circunferencia sea línea de corriente es
⎛ a2 ⎞
F (t ) = f (t ) + f ⎜ ⎟ .
⎝ t ⎠
1. Círculo en presencia de una corriente uniforme
Se quiere resolver el campo fluido debido a un círculo en presencia de una corriente
uniforme. Se toma un sistema de referencia con origen en el centro de la circunferencia y
con el eje x alineado con la corriente uniforme. El potencial complejo, sin tener en cuenta
que la circunferencia sea línea de corriente, es
f ( t ) = U ∞t
y
a 2U ∞
f ( g (t )) = .
t
Finalmente, el potencial complejo del círculo en presencia de la corriente uniforme será
a 2U ∞
F ( t ) = f ( t ) + f ( g ( t ) ) = U ∞t + . (16)
corriente t
uniforme doblete en
el origen de
intensidad
a 2U ∞
Q ⎛ a2 ⎞
f ( g (t )) = ln ⎜ − to ⎟ .
2π ⎝ t ⎠
Finalmente, el potencial complejo del círculo en presencia de la corriente uniforme será
Q ⎡ ⎛ a2 ⎞⎤
F (t ) = f (t ) + f ( g (t )) = ⎢ ln ( t − t o ) + ln ⎜ − to ⎟ ⎥ =
2π ⎣ ⎝ t ⎠⎦
⎡ ⎤
⎢ ⎥
⎢ ⎥ (17)
Q ⎢ ⎛ a2 ⎞⎥
= ln ( t − to )− ln t + ln ⎜ t − ⎟ ⎥ + cte
2π ⎢ manantial sumidero ⎝ to ⎠
⎢ en to en el origen ⎥
⎢ punto inverso a ⎥
manantial en el
⎢ to respecto a la ⎥
⎣ circunferencia ⎦
infinito.
Por tanto el potencial complejo de la ecuación (17) es la solución del problema planteado
ya que cumple con todas sus condiciones de contorno.
De forma que el potencial complejo que recoge las condiciones de contorno de las soluciones
elementales y la de que la pared sea línea de corriente es
F (t ) = f (t ) + f (t ) .
en el campo fluido, ya que representa un torbellino en to , punto que se encuentra fuera del
campo fluido, y la velocidad que induce en el infinito tiende a cero, por lo que tampoco
altera la condición de contorno en el infinito.
Por tanto el potencial complejo de la ecuación (18) es la solución del problema planteado
ya que cumple con todas sus condiciones de contorno.
Como se vio en el apartado anterior, empleando el teorema del círculo puede obtenerse un
potencial complejo que cumple con las condiciones de contorno en Sb y en S∞ para un cilindro
⎪ ( ) ∞ ⎜ ⎟
⎩ ⎝ r ⎠
Las líneas de corriente, Ψ ( r , θ ) = cte , se representan en la Figura 11. Se comprueba cómo las
líneas de corriente están más curvadas cerca del contorno del cilindro, y cómo esta curvatura
decae rápidamente al alejarse del mismo. Ya se vio que el doblete induce un campo de
velocidades cuyo módulo decae con el cuadrado de la distancia, por tanto su influencia decae
muy rápidamente con la distancia, como se observa en la figura 11. Se ha representado también
el campo en el interior del círculo, a pesar de que es un campo irreal, ya que dentro del cilindro
no hay fluido, para mostrar cómo cerca del doblete la influencia de la corriente uniforme es casi
inapreciable y las líneas de corriente son casi iguales que las de un doblete aislado. Esto es así
porque al acercase al doblete, el campo de velocidades tiende a infinito como A (θ ) r 2 , y es por
z 3
x
-1
-2
-3
-4
-5
-5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5
Figura 11. Líneas de corriente alrededor de un cilindro circular en presencia de una corriente uniforme.
Capítulo 2 21
Coeficiente de presiones
Para calcular la distribución del coeficiente de presiones sobre el cilindro se calcula el módulo de
la velocidad sobre el cilindro a partir de la velocidad conjugada
⎛ a2 ⎞
F ( t ) = U ∞ ⎜1 − 2 ⎟ = iθ U ∞ (1 − e −2θ i ) = U ∞ (1 + cos 2θ − isin2θ ) .
⎝ t ⎠ t = ae
El módulo de la velocidad sobre el cilindro es, por tanto,
0.5
-0.5
-1
-1.5
-2
-2.5
-3
0 1 2 3 4 5 6 7
θ
Figura 12. Distribución de presión sobre un cilindro circular en presencia de una corriente uniforme, en
función de la coordenada acimutal θ.
La solución obtenida en el apartado anterior, sólo cumple con las condiciones de contorno en Sb
y en S∞ para un cilindro circular en presencia de una corriente incidente. Ya se vio sin embargo,
que la solución debe cumplir una condición adicional, ecuación (16), para que sea única. Esto
nos indica que la solución obtenida es una solución particular pero que no es la única.
Se podría añadir al potencial complejo estudiado en el apartado anterior, doblete más corriente
uniforme, el potencial complejo de un torbellino en el origen de cualquier intensidad, debido a
que dicho torbellino no modificaría el cumplimiento de las condiciones de contorno sobre la
circunferencia y el infinito.
1. Al ser todas las circunferencias centradas en el origen líneas de corriente del doblete, la
circunferencia con centro en el origen y radio a, sigue siendo línea de corriente de la
configuración que incluye al torbellino.
2. Al tender a cero la velocidad inducida por el torbellino en el infinito, éste no modifica la
condición de contorno en el infinito.
Por tanto el potencial complejo estudiado en el apartado anterior más el de un torbellino de
intensidad Γ en el origen, es el potencial complejo general que cumple con las condiciones de
contorno en en Sb y en S∞ , la condición adicional impuesta por la ecuación (14) determinará el
trem Γ
= −ik ± 1 − k 2 con k = . (19)
a 4πaU ∞
Capítulo 2 23
uniforme. En este caso puede tomarse k = sinγ, de forma que la ecuación (19) puede
escribirse
trem
= −i sin γ ± cos γ .
a
Y los puntos de remanso están sobre la circunferencia de radio a como se muestra en la
Figura 13
g g
P.R. P.R.
uniforme. En este caso puede tomarse k = coshγ , de forma que la ecuación (19) puede
escribirse
trem
= −i ( ∓ sinh γ + cosh γ ) .
a
Y los puntos de remanso están sobre el eje imaginario negativo como se muestra en la
Figura 14.
P.R.
P.R.
Las líneas de corriente divisorias se pueden esquematizar a la vista de la posición de los puntos
de remanso y están representadas en la Figura 15.
4
3
1 2
Figura 15. Esquema de las líneas de corriente divisorias del cilindro circular con circulación para k=0, k<1,
k=1 y k>1.
a 2U ∞ iΓ ⎡ a2 iΓ ⎤
F ( t ) = U ∞t + + ln t = U ∞ ⎢ r ( cos θ + i sin θ ) + ( cos θ − i sin θ ) + ( ln r + iθ )⎥ =
t 2π ⎣ r 2πU ∞ ⎦
⎧ ⎛ a2 ⎞ Γ
⎪ Φ ( r ,θ ) = U ∞ cos θ ⎜ r + ⎟ − θ
⎪ ⎝ r ⎠ 2πU ∞
=⎨
⎪Ψ r ,θ = U sin θ ⎛ r − a ⎞ + Γ ln r
2
⎪ ( ) ∞ ⎜ ⎟
⎩ ⎝ r ⎠ 2πU ∞
Las líneas de corriente, Ψ ( r ,θ ) = cte , se representan en la Figura 16. Al igual que en el caso en
que la circulación alrededor del fluido es nula se comprueba cómo las líneas de corriente están
más curvadas cerca del contorno del cilindro, y cómo esta curvatura decae rápidamente al
alejarse del mismo. En este caso, se observa que ha desaparecido la simetría respecto al eje 0x,
las líneas de corriente están deflectadas verticalmente, llegan del infinito aguas arriba con
pendiente positiva y abandonan el cilindro con pendiente negativa. La fuerza que el cilindro
ejerce sobre el fluido para provocar esta deflexión debe tener como consecuencia una fuerza del
fluido sobre el cilindro en sentido opuesto, la fuerza de sustentación.
Capítulo 2 25
z 2
-1
x
-2
-3
-4
-5
-6 -4 -2 0 2 4 6
Figura 16. Líneas de corriente de un cilindro circular con circulación en presencia de una corriente
uniforme.
Coeficiente de presiones
El cálculo de la distribución del coeficiente de presiones sobre el cilindro circular se hace de
forma análoga al caso de no tener circulación. Para ello es necesario calcular la distribución de
velocidad sobre la circunferencia, que se ha representado en la Figura 16 con una línea verde
discontinua. Se comprueba que la velocidad es nula en los puntos de remanso (marcados con un
círculo) y es máxima en el punto t=ai y alcanza un máximo relativo en t=-ai.
En la Figura 17 se representa la distribución del coeficiente de presión sobre el cilindro circular
para dos valores distintos de la circulación. En el caso de menor circulación se observa una zona
de succión en la zona inferior de la circunferencia, que se convierte en una zona de compresión
al aumentar el valor de la circulación. Se observa cómo en los puntos de remanso (marcados con
círculos) se tiene el valor máximo del coeficiente de presión, en torno a estos puntos hay una
zona de compresión que da lugar a una fuerza resultante vertical hacia arriba. En ambos casos la
resultante de la fuerza de compresión es vertical y hacia arriba, aunque se observa que esta
fuerza crece mucho al aumentar la circulación alrededor del perfil. En ambos casos se tiene una
fuerza vertical hacia arriba, que es la fuerza de sustentación, y se comprueba que esta fuerza
crece con la circulación.
Figura 17. Distribución del coeficiente de presión sobre un cilindro circular con circulación para dos valores
distintos de la circulación, mayor en el caso representado en la derecha.
Las hipótesis que se han asumido para el desarrollo de la teoría aplicada incluían que los efectos
viscosos se mantienen confinados en una capa límite delgada y en una estela viscosa delgada. En
la introducción de este capítulo se vio que esto era generalmente cierto para cuerpos con un buen
diseño aerodinámico, pero no es cierto en el caso de un cilindro circular. En este caso existe una
capa límite inicialmente delgada, cerca del punto de remanso anterior, que se va ensanchando a
medida que avanza sobre la superficie del cilindro y que se mantiene adherida mientras el
gradiente de presiones es favorable. Pero a partir de que se alcanza el punto de mínimo valor
relativo del coeficiente de presión, puntos t=ai y t=-ai, se entra en las zonas de gradientes
adversos de presión, los gradientes adversos son muy grandes y la capa límite no es capaz de
superarlos sin desprenderse.
La solución aquí obtenida es sólo válida, por tanto, en la zona en que la capa límite permanece
adherida, y deja de ser válida en la zona en la que la capa límite está desprendida. Una vez que la
capa límite se desprende se forma una estela viscosa. En la zona de la circunferencia dentro de la
estela viscosa la presión es aproximadamente uniforme, presión de base, y es menor que la que
habría si la capa límite no estuviera desprendida, la presión no recupera el valor máximo que se
Capítulo 2 27
alcanza en los puntos de remanso. Por tanto, las fuerzas de presión que empujan en la zona
posterior son menores, lo que da lugar a una mayor resistencia aerodinámica.
El comportamiento de la capa límite es diferente en el caso en que esta sea laminar o turbulenta
La Figura 18 muestra una capa límite laminar y otra turbulenta en el entorno del punto superior
de un cilindro circular en presencia de una corriente uniforme. Se comprueba que la capa límite
laminar se mantiene más delgada al avanzar sobre la pared, pero sin embargo se desprende antes,
formando una estela más ancha.
Figura 18. Capa límite laminar y turbulenta en el entorno del punto superior de un cilindro circular en
presencia de una corriente uniforme.
En general para números de Reynolds bajos la capa límite es laminar y para números de
Reynolds grandes es turbulenta. También es posible forzar la transición de la capa límite laminar
a turbulenta antes de que ésta alcance el punto de máximo relativo del coeficiente de presión, de
forma que esta zona la afronte una capa límite turbulenta, que permanecerá más tiempo adherida.
Sin embargo se mantiene la capa límite laminar en la zona en que los gradientes de presión son
favorables y no hay riesgo de desprendimiento de la capa límite, pues es bien sabido que las
fuerzas de fricción en la capa límite laminar son menores que en la turbulenta, de esta forma se
consigue minimizar la resistencia de fricción en las zonas en que no hay riesgo de
desprendimiento de la capa límite.
En la Figura 19 se muestra una esfera en presencia de una corriente uniforme para dos valores
del número de Reynolds distintos, de forma que en un caso la capa límite es laminar y en el otro
se produce la transición de la capa límite a turbulenta antes del desprendimiento. Aunque las
fotografías corresponden a una esfera y no a un cilindro circular, son suficientemente
representativas de la diferencia en el tamaño de la estela para obtener una idea cualitativa
extrapolable al caso del cilindro circular.
Re=15.000
Re=30.000
Figura 19. Flujo alrededor de una esfera en presencia de una corriente uniforme para Re=15.000 con capa
límite laminar, y Re=30.000 con capa límite turbulenta.
de la capa límite de laminar a turbulenta antes del desprendimiento, la zona en que la corriente se
encuentra desprendida es menor y además la presión de base es mayor que en el caso anterior.
En ambos casos se produce una fuerza de resistencia debido a que la presión en la zona
posterior, en torno a θ = 0 , la corriente desprendida se encuentra a una presión menor que la que
existiría si la corriente respondiera al modelo potencial. Siendo mayor la fuerza de resistencia en
el caso en que la capa límite es laminar que en el que es turbulenta.
Capítulo 2 29
Figura 20. Distribución del coeficiente de presión medidos sobre un cilindro circular en presencia de una
corriente uniforme, en el caso de que la capa límite sea laminar (línea discontinua) o turbulenta (línea
continua). Figura de Bertin y Smith (1989)
Figura 21. Variación de coeficiente de resistencia de un cilindro en función del número de Reynolds.
la distribución de gasto por unidad de superficie sobre el perfil y S es la superficie del perfil.
Como el contorno del perfil es una línea de corriente, no puede haber un gasto neto que
atraviese esa línea y por tanto se debe cumplir
∫ q ( t ) dσ = 0 .
S
o
∫ γ ( t ) dσ = Γ .
S
o
Para calcular las fuerzas que el fluido ejerce sobre el perfil se aplica la ecuación de conservación
de la cantidad de movimiento al dominio fluido representado en la Figura 22, tomando un
sistema de referencia en el que el eje 0x está alineado con la corriente uniforme, que queda de la
forma
∫ ρ V ( V ⋅ n ) dσ = − ∫ pndσ = − ∫ pndσ − D i − Lk .
S = S ∞ + Sb + Sc S = S∞ + Sb + Sc S∞
V ⊥n cont. cont.
U∞
S∞
D = − ∫ pnx dσ −
S∞
∫ ρU ( V ⋅ n ) dσ ,
S∞
(21)
L = − ∫ pnz dσ −
S∞
∫ ρW ( V ⋅ n ) dσ .
S∞
(22)
⎡ ⎛ t ⎞⎤ ⎛ t ⎞ ⎛t ⎞
ln ⎢t ⎜ 1 − o ⎟ ⎥ = ln t + ln ⎜ 1 − o ⎟ = ln t + 0 ⎜ o ⎟ , (23)
⎣ ⎝ t ⎠⎦ ⎝ t ⎠ ⎝t ⎠
introduciendo (c) en el potencial complejo (d) se puede aproximar el potencial complejo en la
superficie del infinito
i ⎡ ⎛ t ⎞⎤ 1 ⎡ ⎛ t ⎞⎤
f ( t ) = U ∞t + ∫ γ ( to ) ⎢ln t + 0 ⎜ o ⎟ ⎥ dσ + ∫ q ( to ) ⎢ln t + 0 ⎜ o ⎟ ⎥ dσ =
2π S ⎣ ⎝ t ⎠⎦ 2π S ⎣ ⎝ t ⎠⎦
i ⎡ ⎛ to ⎞⎤ 1 ⎡ ⎛ to ⎞⎤
γ ( to ) d σ ∫ q ( t ) dσ
2π ∫S
= U ∞t + ⎢ln t + 0 ⎜ t ⎟⎥ + o ⎢ln t + 0 ⎜ t ⎟⎥ =
⎣ ⎝ ⎠ ⎦ 2π S ⎣ ⎝ ⎠⎦
Γ , circulación no hay flujo a través
alrededor del de la superficie del
perfil perfil
iΓ ⎛t ⎞
= U ∞t + ln t + 0 ⎜ o ⎟ .
2π ⎝t ⎠
Y la velocidad conjugada se obtiene por derivación respecto de la variable compleja
2
iΓ ⎛t ⎞
f (t ) = U∞ + + 0⎜ o ⎟ ,
2πt ⎝t ⎠
de donde las componentes horizontal y vertical de la velocidad son
⎧ Γ ⎛ ro ⎞
2
⎪U = U ∞ + sin θ + 0 ⎜ ⎟ ,
⎪ 2πr ⎝r⎠
⎨ 2
(24)
⎪ Γ ⎛ ro ⎞
⎪ W = − 2πr cos θ + 0 ⎜⎝ r ⎟⎠ .
⎩
La proyección de la velocidad en la dirección normal a la superficie del infinito es, por tanto,
2
⎛r ⎞
v ⋅ n = U cos θ + W sin θ = U ∞ cos θ + ⎜ o ⎟ . (25)
⎝r⎠
Para calcular la presión en la superficie del infinito se emplea la ecuación de Bernoulli, que se
puede escribir de la forma
1 1 2
p = p∞ + ρU ∞2 − ρ V =
2 2
1 ⎡⎢⎛
2 2 2 2⎤
1 Γ ⎛ ro ⎞ ⎞ ⎛ Γ ⎛ ro ⎞ ⎞ ⎥
= p∞ + ρU ∞ − ρ ⎜ U ∞ +
2
sin θ + 0 ⎜ ⎟ ⎟ + ⎜ − cos θ + 0 ⎜ ⎟ ⎟ =
2 2 ⎢⎜⎝ 2πr ⎝ r ⎠ ⎟⎠ ⎜⎝ 2πr ⎝ r ⎠ ⎟⎠ ⎥
⎣ ⎦
(26)
1 ⎡ ⎛r ⎞ ⎤
2
1 ΓU ∞
= p∞ + ρU ∞2 − ρ ⎢U ∞2 + sin θ + 0 ⎜ o ⎟ ⎥ =
2 2 ⎢⎣ πr ⎝ r ⎠ ⎥⎦
2
ρΓU ∞ ⎛r ⎞
= p∞ − sin θ + 0 ⎜ o ⎟ .
2πr ⎝r⎠
Introduciendo las ecuaciones (16)-(18) en (a) se tiene
2π
⎡ ρΓU ∞ ⎛ ro ⎞ ⎤
2
para la resistencia. Esta ecuación, D=0, es la Paradoja de D’Alembert e indica que la resistencia
aerodinámica de un obstáculo en una corriente uniforme es nula, siempre que se cumplan las
hipótesis asumidas en el cálculo. Es decir, movimiento potencial bidimensional incompresible, y
siempre que la capa límite permanezca adherida al obstáculo. Si la capa límite se desprende se
genera la llamada resistencia de forma, debida a la baja presión en la zona remansada de la
estela.
Introduciendo las ecuaciones (16)-(18) en (b) se tiene
⎧⎪ 2π ⎡ ρΓU ∞ ⎛ ro ⎞ ⎤
2
⎫⎪
L = − lim ⎨ ∫ ⎢ p∞ − sin θ + 0 ⎜ ⎟ ⎥ sin θ rdθ ⎬
r →∞
⎪⎩ 0 ⎣⎢ 2πr ⎝ r ⎠ ⎦⎥ ⎪⎭
⎧⎪ 2π ⎡ Γ ⎛ ro ⎞ ⎤ ⎡
2
⎛ ro ⎞ ⎤
2
⎫⎪
− lim ⎨ ∫ ρ ⎢ − cos θ + 0 ⎜ ⎟ ⎥ ⎢U ∞ cos θ + ⎜ ⎟ ⎥ rdθ ⎬ = ρΓU ∞ ,
⎪⎩ 0 ⎣⎢ 2πr ⎝ r ⎠ ⎦⎥ ⎣⎢ ⎝ r ⎠ ⎦⎥
r →∞
⎪⎭
para la sustentación. Esta ecuación, L = ρΓU ∞ , es la Fórmula de Kutta, que indica que la
12. Ejercicios
Ejercicio 2.1.
z
z A B
K→0 K→0
x x
K→∞
Q(−a,0) Γ(0,0) −Q(a,0)
K=1
K→∞
ln(t − a) + i Γ ln t ,
Q Q
f (t ) = ln(t + a) −
2π 2π 2π
y la velocidad conjugada
df
=
Q
(
1 − 1 + iΓ 1 = 0
d t 2π t + a t − a 2π t )
de modo que los puntos de remanso vienen determinados por la ecuación t2 + 2iKat – a2 = 0, de
la que se obtiene
tPR = a[– iK ± (1 – K2)1/2], si K<1; tPR = –ia, si K=1; y tPR = ia[–K ± (K2 – 1)1/2], si K>1.
Según esto, tal como se especifica en la figura B, cuando K = 0 los puntos de remanso están en
tPR = ±a, y al aumentar el valor de K se desplazan sobre la circunferencia de radio unidad hacia
el punto (0,−ia), que se alcanza cuando K = 1 (punto de remanso doble). Al seguir aumentando el
valor de K un punto de remanso se mueve por el eje vertical hacia el origen de coordenadas y el
otro hacia z → −∞, pues si K es grande se puede escribir
Dibuje ahora de forma esquemática las líneas de corriente divisorias, indicando claramente la
posición de los puntos de remanso en los siguientes casos: K << 1, K >> 1, K = 1 y K >1 pero de
orden unidad.
Ejercicio 2.2.
Ejercicio 2.3.
Dibuje las líneas de corriente divisorias y los puntos de remanso correspondientes a las
configuraciones fluidas formadas por un manantial Qm y un sumidero Qs alineados en una
corriente U∞ uniforme corriente arriba, en los casos siguientes:
a) El manantial situado corriente arriba del sumidero y ambos equidistantes del origen de
coordenadas, Qm(−a,0), Qs(a,0), considerando las tres posibilidades siguientes: que la intensidad
del manatial sea mayor que la del sumidero,Qm > Qs, que ambas sean iguales Qm = Qs y que sea
Qm < Qs.
b) Que el manantial esté corriente abajo del sumidero y ambos equidistantes del origen de
coordenadas, Qs(−a,0), Qm(a,0), siendo ahora ambos de la misma intensidad, Qm = Qs, pero con
πaU∞/Q > 1, πaU∞/Q = 1 y πaU∞/Q < 1
Ejercicio 2.4.
Ejercicio 2.5.
Ejercicio 2.6.
CAPITULO 2
Se desea calcular la distribución de presión en perfiles de alas largas (figura 2.1) que vuelan a
velocidad suficientemente pequeña (U∞ < 500 km/h) como para poder despreciar el efecto de la
compresibilidad. Como se ha visto en el Capítulo anterior, las hipótesis de número de Reynolds
suficientemente alto (Re >> 1) y capa límite adherida (se desprecia el efecto de la viscosidad al
calcular la presión), número de Mach suficientemente pequeño (M∞ << 1, la densidad, ρ, se
supone constante) y fuerzas de volumen despreciables (gL << U ∞2 ) son condiciones suficientes
para que la circulación del vector velocidad a lo largo de una curva fluida cerrada se mantenga
constante.
z W
U
U∞
x
Fig. 2.1. Sistema de coordenadas y componentes de la velocidad.
Como el avión se mueve a través del aire en calma, el campo relativo al avión (a gran distancia)
es uniforme, es decir, irrotacional y la velocidad, que tiene solamente dos componentes, deriva
de un potencial:
U = ∂Φ , W = ∂Φ .
∂x ∂z
2 2
∆Φ = ∂ Φ2 + ∂ Φ =0 , (2.1)
∂x ∂ z2
que, junto con las condiciones de contorno sobre el obstáculo (velocidad normal nula) y en el
infinito (U = U∞, W = 0), permite encontrar la solución del problema.
Consideremos ahora las propiedades de una función, f(t), analítica de la variable compleja
t = x + iz
f (t ) = Φ( x, z ) + i Ψ( x, z ) ; (2.2)
la condición necesaria para que esta función sea derivable en un dominio D es la existencia de las
cuatro derivadas, ∂Φ/∂x, ∂Φ/∂z, ∂Ψ/∂x, ∂Ψ/∂z, y el cumplimiento de las condiciones de Cauchy-
Riemann en D
= f (t ) = ∂Φ + i ∂Ψ = −i ∂Φ + ∂Ψ ,
df
dt ∂x ∂x ∂z ∂z
2 Capítulo 2
de donde se obtiene
∂Φ = ∂Ψ , ∂Φ = − ∂Ψ ,
∂x ∂z ∂z ∂x
y por derivación cruzada se deduce que tanto la parte real como la parte imaginaria de f(t) son
soluciones de la ecuación de Laplace:
∂ 2Φ + ∂ 2Φ = 0 , ∂ 2Ψ + ∂ 2Ψ = 0 . (2.3)
∂ x2 ∂ z2 ∂ x2 ∂ z2
Se puede demostrar que para que f(t) sea regular en un dominio D son condiciones suficientes
que existan las cuatro derivadas, que sean continuas y que satisfagan las condiciones de Cauchy-
Riemann en todos los puntos del dominio D, y que además sea f(t) continua en D.
Por tanto, la parte real y la parte imaginaria de cualquier función analítica de la variable compleja
t cumplen (2.3). La elección de tal función analítica, que llamaremos potencial complejo,
dependerá de las condiciones de contorno. La parte real, Φ, del potencial complejo f(t) representa
el potencial de velocidades de un movimiento plano, mientras que la parte imaginaria, Ψ,
llamada función de corriente, es constante a lo largo de las líneas de corriente. En efecto, en un
movimiento plano la ecuación de las líneas de corriente es dx/U = dz/W o, lo que es lo mismo,
Udz – Wdx = 0. Si está última ecuación, que es válida a lo largo de las líneas de corriente, es una
diferencial exacta, existirá una función (que llamaremos Ψ) cuya diferencial es nula a lo largo de
las líneas de corriente. Nótese que la condición de diferencial exacta es precisamente la ecuación
de continuidad. El razonamiento anterior se generaliza fácilmente a fluidos compresibles en
movimiento bidimensional estacionario.
El potencial complejo f(t) = Φ(x,z) + iΨ(x,z) existe si existen Φ y Ψ y algunas de sus propiedades
más notables son:
1.- La derivada del potencial complejo es la velocidad conjugada (complejo asociado al vector
conjugado del vector velocidad)
= f (t ) = ∂Φ + i ∂Ψ = U − i W
df
.
dt ∂x ∂x
Capítulo 2 3
3.- El gasto (volumétrico) en el tubo bidimensional limitado por dos líneas de corriente es igual
al salto que experimenta la función de corriente al pasar de una línea a la otra,
B ΨB
G=ρ
∫ (U d z − W d x ) = ρ ∫ d Ψ = ρ [Ψ
A ΨA
B − Ψ A] . (2.4)
4.- Como la ecuación diferencial (2.1) es lineal es lícito superponer soluciones elementales.
Algunas de éstas son:
Q
f (t ) = ln (t − to ) .
2π
f (t ) = i Γ ln (t − to ) .
2π
iβ
f (t ) = M e .
(t − to )
Q Q
f (t ) = l n (t + a ) − l n(t − a ) .
2π 2π
Q
f (t ) =
2π
[ln (1 + a / t) − l n(1 − a / t)] = Qπ at + 0(a 3)
4 Capítulo 2
1 2 3 4
Fig. 2.2. Líneas de corriente (líneas continuas) y equipotenciales (líneas a trazos) correspondientes a 1) corriente
uniforme, 2) manantial, 3) torbellino y 4) doblete de eje real.
LM
f (t ) = U ∞ t +
a2 OP (2.5)
MN t PQ
y la parte imaginaria de f(t) vale
2
Ψ( x, z) = U ∞ z 1 − 2a 2 , (2.6)
x +z
de donde se deduce que la circunferencia x2 + z2 = a2, así como el eje real z = 0, son líneas de
corriente. La velocidad conjugada será:
df LM
a2
= U∞ 1 − 2
OP (2.7)
dt tN Q
y los puntos de remanso estarán por tanto en t = ± a.
En muchos casos interesa la distribución de presiones sobre el cilindro, que se mide fácilmente y
que puede servir para valorar la aproximación de la teoría. Haciendo t = aeιθ se tiene
df
= U ∞ [1 − c os 2θ + is in 2θ ] ,
dt
es decir
1 1
p(θ ) + ρU ∞2 4 sin 2 θ = p∞ + ρU ∞2 .
2 2
p − p∞
cp =
1
ρU ∞2
2
La distribución real de cp sólo se parece a la teórica en las proximidades del punto de remanso
anterior (figura 2.3). En la configuración real, en cuanto que el número de Reynolds es
moderadamente alto la capa límite no es capaz de vencer el gradiente de presiones adverso que
aparece en la vecindad del punto de remanso posterior, en consecuencia la capa límite se
desprende fácilmente si es laminar y más difícilmente si es turbulenta. Donde la capa límite sea
gruesa o esté desprendida la presión real es muy distinta de la calculada en ausencia de
viscosidad, como se puede apreciar en la figura 2.3. La configuración depende del número de
Reynolds: a números de Reynolds bajos la capa límite es laminar y se desprende pronto; al
aumentar el número de Reynolds se produce la transición, la capa límite turbulenta aguanta mejor
el gradiente adverso y se desprende más tarde.
1
cp θ
0
−1
−2
−3
π π/2 0
θ (rad)
Fig. 2.3. Distribuciones de presión potencial (línea continua) y real (círculos) sobre un cilindro circular sin
circulación a un número de Reynolds bajo (capa límite laminar, círculos negros) y a un número de Reynolds
alto (capa límite turbulenta, círculos blancos).
2
f (t ) = U ∞ t + a + i Γ ln t (2.8)
t 2π a
6 Capítulo 2
( ) + i 2π aΓU ( at ) − 1 = 0
2
t (2.9)
a ∞
2
t = −i Γ ± 1 − Γ . (2.10)
a 4π a U ∞ 4π aU ∞
Distinguiremos diferentes casos: cuando Γ/(4πaU∞) = k sea menor que la unidad, k < 1, podemos
hacer k = sinγ y en tal caso las raíces serán t/a = ±cosγ – isinγ. En el caso k = 1 se obtiene la raíz
doble t/a = –i, y cuando k > 1, haciendo el cambio k = coshβ se obtiene t/a = i[±sinhβ – coshβ].
Las diversas configuraciones posibles se esquematizan en la figura 2.4.
4
3
1 2
Fig. 2.4. Configuración fluida alrededor de un cilindro con circulación 1) Γ = 0, 2) Γ < 4πaU∞, 3) Γ = 4πaU∞ y 4)
Γ > 4πaU∞.
La solución obtenida es poco realista, pero será de gran utilidad en capítulos posteriores, pues
presenta varias particularidades que aparecerán más adelante en otros problemas. Dichas
peculiaridades son:
1.- La solución no es única; depende de la circulación, Γ, que puede tomar cualquier valor.
2.- Al variar la circulación varía la posición de los puntos de remanso; por tanto, al fijar la
posición de éstos (no de forma arbitraria) queda definido el valor de la circulación.
3.- La circulación introduce una asimetría en el campo fluido que da lugar a una sustentación.
Sea f(t) el potencial complejo debido a una superposición de manantiales, sumideros, torbellinos,
dobletes, etc, todos situados a una distancia del origen mayor que a. El potencial complejo
debido a dichas singularidades más un cilindro circular de centro en el origen y radio a se puede
obtener fácilmente aprovechando la propiedad de las funciones complejas de variable compleja
Capítulo 2 7
que expresa que la suma de una función compleja y su función conjugada de la variable
conjugada es real, es decir, f(t) + f (t ) ∈ ℜ . Puesto que t = aeiθ representa una circunferencia de
radio a, en la circunferencia el conjugado de t valdrá t = ae–iθ, y por tanto, t t = a2; así pues, si
f(t) es el potencial complejo debido a las singularidades del problema sin considerar el cilindro,
el potencial complejo
2
f (t ) + f a
t
representará el de las mismas singularidades en presencia del cilindro circular. Para estar seguros
de que así es conviene hacer las siguientes comprobaciones:
1.- Que el cilindro es línea de corriente. Esto requiere comprobar que la parte imaginaria de f(t) +
f (a2/t) es nula sobre |t| = a.
2.- Que el nuevo sumando no introduce singularidades en el campo fluido distintas de las que ya
había (nótese que se dice en el campo fluido).
3.- Que el nuevo sumando no modifica la velocidad a gran distancia, la cual depende
exclusivamente de f(t).
A la vista del teorema enunciado se pueden interpretar desde otro punto de vista los resultados
obtenidos en el apartado anterior: el potencial complejo de una corriente uniforme paralela al eje
x es f(t) = U∞t, si ahora se considera una corriente uniforme en presencia de un círculo de radio a,
al potencial complejo de la corriente incidente aislada habrá que sumarle f (t ) = U ∞ t y,
particularizando sobre la circunferencia t = a, se tiene f (a 2 t ) = U ∞ a 2 t , que es el potencial
complejo de un doblete de centro el origen e intensidad U∞a2.
Para aclarar aún más la aplicación del teorema del círculo, hagamos un ejemplo sencillo: en el
caso de un único torbellino situado en t = to, con | to | > a al potencial complejo del torbellino
aislado
f (t ) = i Γ ln (t − to )
2π
f ( t ) = − iΓ ln( t − to )
2π
y como el potencial complejo está definido salvo constante, eliminando el término en ln(−to )
queda finalmente
8 Capítulo 2
2 2
f ( a ) = iΓ ln t − iΓ ln(t − a ) ,
t 2π 2π to
expresión que nos indica que para obtener una línea de corriente circular de radio a, la imagen
del torbellino exterior son dos torbellinos interiores de la misma intensidad que el primero, uno
situado en el origen de coordenadas del mismo signo que el inicial y otro, de signo opuesto
colocado en t = a 2 to . El potencial complejo del problema será pues
2 2
f (t ) + f ( a ) = iΓ ln(t − to ) − ln(t − a ) + ln t .
t 2π to
Respecto a esta solución hay que observar que la circulación sobre la circunferencia es nula (pues
en su interior aparecen dos torbellinos de igual intensidad y sentidos opuestos). Como un
torbellino situado en el origen no modifica la línea de corriente |t| = a, cualquier solución de este
tipo que se sume a la obtenida sigue siendo solución del problema, determinándose la intensidad
de este nuevo torbellino al fijar la posición de los puntos de remanso sobre el círculo (tal como se
ha dicho al final del apartado anterior).
Para calcular las fuerzas sobre un perfil, cuyo contorno suponemos generado por una distribución
de singularidades dispuestas sobre un elemento de línea (figura 2.5), aplicaremos el teorema de
conservación de la cantidad de movimiento a un volumen fluido que contiene el perfil y que tiene
sus fronteras exteriores muy lejos de éste. Para ello tendremos que calcular el campo lejano
inducido por el perfil. El campo de velocidades inducido por el perfil en una corriente uniforme
consta de los siguientes términos
U∞
x
Fig. 2.5. Esquema del perfil, representado por una distribución de singularidades.
c/2
∫ γ (t )ln(t − t )d l
i ,
2π o o o
−c / 2
*
La transcripción al alfabeto latino de los nombres rusos es en algunos casos problemática, pues su escritura puede
ser muy diferente según las reglas fonéticas del idioma en que se exprese. Un caso significativo es el de Yukovski,
nombre que en los textos escritos en francés o inglés aparece como Joukowsky o Joukovski y en las traducciones de
la Editorial MIR como Zhoukovski.
Capítulo 2 9
c/2
∫ q(t )ln(t − t )d l
1 .
2π o o o
−c / 2
Lo único que sabemos, por ahora, sobre γ (to) y q(to) es que si el perfil es de dimensiones finitas
(limitado por una curva cerrada) la suma de las intensidades de manantiales y sumideros es nula.
No sabemos que exista una propiedad análoga para los torbellinos. El potencial total será pues
c/2 c/2
f (t ) = U ∞t + i
2π ∫
−c / 2
γ (to )ln (t − to )d lo + 1
2π ∫
`−c / 2
q(to )ln (t − to )d lo . (2.11)
A gran distancia del perfil podemos hacer la aproximación ln(t–to) = lnt + 0(1/t), y llamando
c/2 c/2
Γ=
∫ γ (t )d l
−c / 2
o o , Q=
∫ q(t )d l
−c / 2
o o =0 ,
el potencial complejo f(t) y la velocidad conjugada f (t ) a gran distancia del perfil valdrán
f (t ) = U ∞t + i Γ ln t + 0 1
2π t () ,
df
dt 2π t
= U ∞ + i Γ 1 + 0 12 .
t
U = U ∞ + Γ s in θ + 0 12 , W = − Γ c osθ + 0 12 ,
2π R R 2π R R
U Γ
p = p∞ − 1 ρ ∞ s in θ + 0 12 .
2 πR R
F 1I
ρRU ∞ cos θdθ + 0
H RK
10 Capítulo 2
R
z
U∞ θ
Fig. 2.6. Volumen de control al que se aplica el teorema de conservación de la cantidad de movimiento.
ρ R U ∞ c osθ U ∞ + Γ si nθ d θ + 0 1
2π R (R) , ρ R U ∞ c osθ − Γ c osθ d θ + 0 1
2π R R ( ) .
Las fuerzas de presión sobre la frontera exterior (prescindiendo del término uniforme p∞ que no
desequilibra), tienen de componentes según los ejes x y z:
( )
− − 1 ρ Γ U ∞ c osθ s in θ R d θ + 0 1
2 πR R ( ) ( )
, − − 1 ρ Γ U ∞ s in 2 θ R d θ + 0 1
2 πR R ( ) .
Falta, por último, la acción del obstáculo sobre el fluido (igual y de signo contrario que la fuerza
que queremos calcular), de componentes –d y –l.
2π 2π
∫( )
U ∞ c osθ + Γ c osθ s in θ d θ = ρ R U ∞ Γ
ρ R U∞
0
2π R ∫ 2π R c osθ s inθ d θ − d
0
, (2.12)
2π 2π
− Γ c os2 θ d θ = ρ R U ∞ Γ
ρ R U∞
∫ ∫ 2π R si n θ d θ − l
2
, (2.13)
2π R
0 0
de donde se obtiene l = ρΓU∞, expresión que se conoce como fórmula de Kutta-Yukovski. Así
pues, la fuerza sobre un perfil es perpendicular a la corriente incidente y, si queremos que el
perfil sustente, la circulación Γ debe ser distinta de cero.
Capítulo 2 11
EJERCICIOS
Ejercicio 2.1.
K→0 K→0
x x
K→∞
Q(−a,0) Γ(0,0) −Q(a,0)
K=1
K→∞
ln (t − a ) + i Γ ln t ,
Q Q
f (t ) = ln (t + a) −
2π 2π 2π
y la velocidad conjugada
df
=
Q
(
1 − 1 + iΓ 1 = 0
d t 2π t + a t − a 2π t )
de modo que los puntos de remanso vienen determinados por la ecuación t2 + 2iKat – a2 = 0, de
la que se obtiene
tPR = a[– iK ± (1 – K2)1/2], si K<1; tPR = –ia, si K=1; y tPR = ia[–K ± (K2 – 1)1/2], si K>1.
Según esto, tal como se especifica en la figura B, cuando K = 0 los puntos de remanso están en
tPR = ±a, y al aumentar el valor de K se desplazan sobre la circunferencia de radio unidad hacia el
punto (0,−ia), que se alcanza cuando K = 1 (punto de remanso doble). Al seguir aumentando el
valor de K un punto de remanso se mueve por el eje vertical hacia el origen de coordenadas y el
otro hacia z → −∞, pues si K es grande se puede escribir
Dibuje ahora de forma esquemática las líneas de corriente divisorias, indicando claramente la
posición de los puntos de remanso en los siguientes casos: K << 1, K >> 1, K = 1 y K >1 pero de
orden unidad.
Ejercicio 2.2.
potencial sometido a una corriente uniforme U∞. Calcule la fuerza necesaria en el caso de un
manantial de intensidad Q.
Ejercicio 2.3.
Dibuje las líneas de corriente divisorias y los puntos de remanso correspondientes a las
configuraciones fluidas formadas por un manantial Qm y un sumidero Qs alineados en una
corriente U∞ uniforme corriente arriba, en los casos siguientes:
a) El manantial situado corriente arriba del sumidero y ambos equidistantes del origen de
coordenadas, Qm(−a,0), Qs(a,0), considerando las tres posibilidades siguientes: que la intensidad
del manatial sea mayor que la del sumidero,Qm > Qs, que ambas sean iguales Qm = Qs y que sea
Qm < Qs.
b) Que el manantial esté corriente abajo del sumidero y ambos equidistantes del origen de
coordenadas, Qs(−a,0), Qm(a,0), siendo ahora ambos de la misma intensidad, Qm = Qs, pero con
πaU∞/Q > 1, πaU∞/Q = 1 y πaU∞/Q < 1
Ejercicio 2.4.
Ejercicio 2.5.
Calcule la trayectoria de un torbellino potencial libre de intensidad Γ que en un instante dado está
en (0,b), en presencia de un cilindro circular de radio R (R < b) situado en el origen, sabiendo que
la circulación alrededor del cilindro es nula.
Ejercicio 2.6.
CAPITULO 4
4.1. INTRODUCCION
En el Capítulo 2 se dedujo que para que un perfil sustente debe tener circulación no nula (Γ ≠ 0).
De igual modo, en el Capítulo 1 se estableció (bajo condiciones que supondremos válidas, que
en este caso particular son ρ = cte, μ = 0, g = 0) que si no hay circulación a gran distancia no la
hay en ningún sitio.
Hasta ahora hemos despreciado el efecto de la viscosidad porque si la capa límite es delgada el
campo de presiones sobre el perfil es el mismo que sin viscosidad. En este capítulo trataremos de
entender cómo se genera la circulación sobre el perfil, lo que nos obligará a revisar la hipótesis
de viscosidad nula. Veremos que la viscosidad juega un papel fundamental a la hora de
configurar el movimiento alrededor del perfil, en particular en la generación de circulación en el
mismo.
Consideremos un supuesto perfil de ala como el de la figura 4.1 volando a través del aire en
calma con velocidad U∞. En la solución potencial del problema hay una línea divisoria que
separa la corriente del extradós de la del intradós. Dicha línea de corriente se bifurca en el punto
de remanso anterior y las dos líneas resultantes salen unidas del punto de remanso posterior. En
la realidad el comportamiento del fluido se asemeja mucho a la solución potencial en las
proximidades del punto de remanso anterior, pero no cerca del punto de remanso posterior. En
efecto, las condiciones son extremadamente adversas para la capa límite en las proximidades del
punto de remanso posterior, por lo que la capa límite se desprende con las consecuencias
siguientes:
a b
Extradós
Intradós
Fig. 4.1. Un perfil rudimentario en corriente potencial (a) y en corriente real (b).
Fig. 4.2. Un perfil de borde de salida afilado en el que no se ha establecido la circulación. Corriente potencial.
Si al iniciar el vuelo, en el momento de arranque, consideramos una curva fluida cerrada que
rodee el perfil, la circulación del vector velocidad a lo largo de ella será nula. Hay que indicar
que la curva fluida rodeará siempre el perfil en su historia posterior, figura 4.3a, y que, en
ausencia de viscosidad, de acuerdo con el teorema de Bjerknes-Kelvin, la circulación seguirá
siendo nula en lo sucesivo.
U∞
a
1 2 3 1 2 3
U∞
b
Fig. 4.3. Curva fluida cerrada rodeando el perfil. (a) Evolución de la curva con el tiempo. (b) Desdoblando el
circuito: cuando se desprende un vórtice de un cierto signo debe aparecer una circulación opuesta alrededor
del perfil.
En realidad hay una viscosidad pequeña pero su efecto está muy localizado y no llega a la curva
fluida en tanto ésta se mantenga alejada del perfil. En cambio se nota en la estela próxima del
perfil, donde hay una zona de acumulación de torbellinos con una vorticidad de signo
determinado. En la figura 4.3b esta zona está representada por un torbellino.
Al dividir el circuito de la curva fluida en dos, como se indica en la figura 4.3b, se comprende
que debe aparecer una circulación a lo largo del circuito que rodea al perfil que compense la que
existe en el circuito de la derecha. La circulación en el circuito de la izquierda debe estar ligada a
curvas que rodean el perfil, única zona donde se nota la viscosidad.
Capítulo 4 3
B A
Fig. 4.4. Fotografía de un perfil sometido a un movimiento impulsivo en la que se aprecian los torbellinos de
arranque, A, y de parada, B (de Prandtl & Tietjens 1934).
A B
A B
A B
1 2 3
Fig. 4.5. Fases del batimiento de alas de la Encarsia Formosa. Al abrirse las alas entre las cuales hay una depresión
(ha habido un "aplauso" previo), el aire exterior es succionado a través de A-B (fases 1-2). Al separarse las
alas (fases 2-3) aparecen circulaciones iguales y de signo contrario alrededor de cada semiala. El proceso
de creación de la circulación es potencial; se cumple estrictamente el teorema de Bjerknes-Kelvin, pero
para predecir correctamente las actuaciones en vuelo de la Encarsia hay que tener en cuenta que la
viscosidad es importante (de Lighthill 1973).
La hipótesis de Kutta establece que la circulación alrededor del perfil debe ser la apropiada para
que el punto de remanso posterior no esté en extradós ni en intradós, sino que esté en el borde de
salida (o desaparezca).
4 Capítulo 4
Una vez que se evita el rebordeo, las corrientes de extradós e intradós confluyen precisamente en
el borde de salida y con presiones iguales (no puede haber diferencias tangenciales de presión).
Como la presión total es uniforme, igualdad de presiones requiere igualdad de velocidades. Si el
borde de salida es anguloso (dos tangentes distintas), la única forma de que las velocidades sean
iguales es que sean nulas, lo que implica la existencia de un punto de remanso en el borde de
salida. En cambio, si el borde de salida es de retroceso (tangente única) las velocidades pueden
ser iguales sin ser nulas y en este caso desaparece el punto de remanso posterior.
Las fuerzas calculables mediante la teoría potencial se deben a las presiones, y se ha visto que
con un modelo potencial el perfil produce sustentación pero no resistencia aerodinámica
(paradoja de D´Alembert). Obviamente la realidad no es así, y aunque la capa límite permanezca
adherida al perfil y no se desprenda, hay al menos una fuerza de rozamiento que da lugar a una
resistencia, normalmente mucho menor que la sustentación.
En la figura 4.7 se ha representado una distribución de presión típica sobre un perfil de ala.
Habitualmente lo que se representa no es la distribución de coeficiente de presión sobre el perfil,
cp[x,zp(x)], sino la distribución de presión a lo largo de la cuerda, cp(x). Formalmente cp(x) es la
proyección según la dirección normal a la corriente incidente de la fuerza adimensional por
unidad de longitud en cada punto. Esta fuerza es proporcional a cp[x,zp(x)]ds, siendo ds el
Capítulo 4 5
3
−cp
2
1
x/c
U∞
0
1
−1
Fig. 4.7. Distribuciones de coeficiente de presión sobre el perfil y a lo largo de la cuerda en un perfil de ala típico.
Las componentes según los ejes de la resultante de las fuerzas por unidad de envergadura se
definen a través de coeficientes:
xbs
cl = 1
c ∫ c (x)dx .
xba
l (4.4)
Posteriormente se demuestra que el coeficiente de sustentación es una función lineal del ángulo
de ataque, α, para ángulos pequeños, y un valor máximo típico de este coeficiente puede ser
cl = 1.5 para un perfil sin dispositivos hipersustentadores. El coeficiente de resistencia cd es una
función más complicada del ángulo de ataque, y un valor mínimo típico puede ser cd = 0.004 en
el caso de un perfil laminar.
Ciertamente el estado de cargas aerodinámicas sobre el perfil no queda definido únicamente por
la sustentación y la resistencia, es preciso conocer el punto de aplicación de estas fuerzas o en su
defecto expresar el valor del momento producido por las fuerzas aerodinámicas en algún punto
de referencia. En Aerodinámica los momentos se suelen referir al llamado centro aerodinámico,
un punto que en régimen subsónico está situado a una distancia c/4 del borde de ataque del perfil
6 Capítulo 4
mca = 1 ρU ∞ c c m ca .
2 2
(4.5)
2
siendo
xbs
cmca = − 12
c ∫ c (x)(x + 4c )dx ,
xba
l (4.6)
habiéndose supuesto al escribir esta última expresión que el perfil se extiende desde xba = −c/2
hasta xbs = c/2.
1,5
cl, cmac
1,0
0,5
−0,5
−1,0
−1,5
−20 −10 0 10 20
α [grados]
Fig. 4.8. Variación con el ángulo de ataque de los coeficientes de sustentación y de momento de cabeceo de un
perfil típico.
0.020
0.016
cd
0.012
0.008
0.004
0
−1.6 −0.8 0 0.8 1.6
cl
Los perfiles laminares se caracterizan por tener capa límite laminar (y resistencia de rozamiento
muy pequeña) para un intervalo de cl determinado. Fuera de este intervalo, aparecen sobre el
perfil gradientes adversos de presión que fuerzan la transición de la capa límite a turbulenta, con
el consiguiente aumento de la resistencia de rozamiento.
Desde los inicios de la aeronáutica ha habido un esfuerzo constante para caracterizar y optimizar
las formas de los perfiles de ala y para determinar sus características aerodinámicas. Gracias a
esta labor de normalización (véase el Apéndice 7B) existen hoy en día catálogos en los que se
recogen las características aerodinámicas de un buen número de perfiles: polares y curvas de
variación con el ángulo de ataque de los coeficientes de sustentación, de resistencia y de
momento de cabeceo (véanse por ejemplo Abbott & van Doenhoff 1949, Althaus 1972, Althaus
1996, Eppler 1990).
EJERCICIOS
Ejercicio 4.1.
c l( ξ ) a) c l( ξ ) b) c l( ξ ) c)
3/4
cl(ξ)=(9/16)(1−ξ2)
9/16
1/2
0 ξ 0 ξ 0 ξ
0 1 0 1/2 1 0 1
8 Capítulo 4
Ejercicio 4.2.
Tabla E4.1
Posición de las tomas de presión en variables adimensionalizadas con la cuerda del perfil
(ξ = x/c, η= z/c) y valores del coeficiente de presión medido en cada toma, cp(ξ,η), a dos valores
distintos del ángulo de ataque α. Los subíndices “e” e “i” indican extradós e intradós
respectivamente
α=0 α = 0.1
ξ ηe ηi −cpe(ξ,ηe) −cpi(ξ,ηi) −cpe(ξ,ηe) −cpi(ξ,ηi)
0.00 0.004 -0.920 1.324
0.02 0.027 -0.022 0.191 0.135 2.195 -0.895
0.04 0.039 -0.031 0.441 0.329 1.960 -0.620
0.06 0.047 -0.035 0.541 0.368 1.794 -0.481
0.08 0.052 -0.039 0.583 0.375 1.695 -0.376
0.10 0.058 -0.042 0.616 0.364 1.583 -0.299
0.15 0.067 -0.044 0.641 0.323 1.404 -0.219
0.20 0.074 -0.045 0.633 0.269 1.250 -0.177
0.30 0.078 -0.040 0.578 0.161 1.017 -0.158
0.40 0.076 -0.033 0.497 0.070 0.819 -0.173
0.50 0.069 -0.024 0.405 -0.007 0.645 -0.197
0.60 0.058 -0.015 0.305 -0.075 0.481 -0.223
0.70 0.045 -0.007 0.204 -0.130 0.329 -0.246
0.80 0.030 0.000 0.099 -0.174 0.181 -0.263
0.90 0.014 0.003 -0.016 -0.206 0.026 -0.268
Capítulo 5 1
CAPITULO 5
TRANSFORMACION CONFORME
5.1. INTRODUCCION
z η
Plano t Plano τ
U∞ U∞
t = F(τ)
x ξ
Fig. 5.1. Diagrama conceptual de la aplicación de la transformación conforme al cálculo de las características
aerodinámicas de los perfiles.
Así pues, se pretende establecer una correspondencia entre los puntos del plano τ, τ = ξ + iη, con
los puntos del plano t, t = x + iz, mediante una función analítica:
t − t o = F (τ o )(τ − τ o ) + 0 (τ − τ o ) 2 , (5.2)
t − to = F (τ o ) ⋅ τ − τ o ,
c h
arg(t − t o ) = arg F (τ o ) + arg(τ − τ o ) .
2 Capítulo 5
c h c h
arg(t1 − t o ) = arg F (τ o ) + arg(τ 1 − τ o ) , arg(t 2 − t o ) = arg F (τ o ) + arg(τ 2 − τ o ) ,
La generalización a dominios finitos, que son los que se tienen en la práctica, se obtiene de las
siguientes afirmaciones:
Sea D un dominio simplemente conexo del plano τ y cuyo contorno sea una curva C
cerrada y sin puntos dobles, y sea t = F(τ) una función regular en D y continua en el
dominio D y en su contorno C. Si t = F(τ) aplica biunívocamente el contorno C en una
curva C' del plano t, cerrada y sin puntos dobles, dicha función también aplicará
biunívocamente el dominio D en el dominio D', limitado por C'.
De lo anterior se deduce que habrá que excluir los puntos singulares de la transformación del
dominio D. A continuación se debe transformar el contorno del dominio para identificar el
contorno transformado y por tanto el dominio transformado. De esta forma, si al recorrer una vez
el contorno C se recorre una sola vez el contorno C', se asegura que la transformación es
biunívoca entre ambos dominios. En todos los puntos en que, además, F (τ o ) ≠ 0 , dicha
transformación será además conforme.
Para el caso enunciado al principio de este Capítulo en el que se trata de transformar el exterior
de un perfil en el exterior de una circunferencia, se puede aplicar el potentísimo teorema de
Riemann, que establece que dado un recinto simplemente conexo con más de un punto frontera,
éste puede transformarse en el interior de un círculo mediante una función analítica, biunívoca y
regular en dicho dominio. El que exista dicha transformación no quiere decir que sea fácil de
obtener en cada caso particular.
Una vez transformados los dominios fluidos mediante una transformación conforme biunívoca se
deben transformar las condiciones de contorno del plano τ al plano t. De esta forma, si se obtiene
el potencial complejo en el plano t, f(t), de forma que cumpla las condiciones de contorno
transformadas a dicho plano, cuando transformemos dicho potencial complejo al plano τ
tendremos:
así pues, la función F(τ) cumplirá las condiciones de contorno en el plano τ y será, por tanto, el
potencial complejo que describe el movimiento del fluido en el problema original.
Dichas condiciones de contorno serán: impenetrabilidad de los obstáculos que haya en el fluido
y sobre los que debe cumplirse Ψ = cte, es decir que sean líneas de corriente, condiciones en el
infinito (que hay que estudiar en cada caso) y las condiciones impuestas en los contornos que
rodean a las singularidades. La correspondencia entre las condiciones de contorno en ambos
planos es la siguiente:
a) Paredes
Las funciones f(t) y F(τ) toman el mismo valor en puntos homólogos de la transformación. Es
decir, si t1 = F(τ1) será f(t1) = F(τ1). De esta forma, si la parte imaginaria de f(t) es constante
sobre una curva del plano t, la parte imaginaria de F(τ) será constante sobre la curva definida por
los puntos homólogos en el plano τ. De esto se deduce que las líneas de corriente en un plano se
transforman en líneas de corriente en el plano transformado.
En resumen, se debe imponer que los transformados de los contornos de obstáculos del plano τ
sean líneas de corriente en el plano t. Como inciso puede decirse que, de la misma manera, las
líneas equipotenciales de un plano se transforman en líneas equipotenciales en el plano
transformado.
Q
F (τ ) → ln(τ − τ o )
τ →τ o 2π
Q (t − to ) Q
f (t ) → ln = ln(t − to ) + cte
t →to 2π F (τ o ) 2π
En el caso en que las primeras n−1 derivadas de F(τo) fueran nulas, el desarrollo de la función de
transformación sería
Q Q Q/n
ln(τ − τ o ) ≈ ln(t − to )1/ n + cte ≈ ln(t − to ) + cte ;
2π 2π 2π
es decir, habría que situar un manantial de intensidad Q/n en el punto homólogo to = F(τo).
τ − τ o = B(t − to ) n + 0 ⎡⎣ (t − to ) n+1 ⎤⎦
Q Q⋅n
ln(τ − τ o) ≈ ln(t − to) + cte
2π 2π
y, por tanto, habría que situar un manantial de intensidad Qn en el punto homólogo to = F(τo).
Se debe tener especial cuidado en los casos en que el punto τo se transforma en el infinito del
plano t.
c) Dobletes
La transformación en este caso es análoga a la hecha para los manantiales y se obtiene que
cuando F (τ o ) sea distinta de cero e infinito la condición de contorno sobre una superficie que
rodea a un doblete en el punto τo se transforma en una condición de contorno en la superficie
homóloga que se representa situando un doblete en el punto homólogo to pero de distinta
intensidad e inclinación que el que se tiene en el plano τ.
Una vez transformadas las condiciones de contorno al plano t se resuelve el problema en este
plano, obteniéndose f(t) y será la transformada de esta función, es decir, F(τ), el potencial
complejo del problema en el plano original. La correspondencia de las velocidades en uno y otro
plano vendrá dada por la expresión
dF df dF dF
v = = =v ,
dτ dt dτ dτ
1º Si dF/dτ es finita y distinta de cero los puntos de remanso en uno y otro plano se
corresponden.
2º Si dF/dτ → ∞ en algún punto τo, la velocidad de dicho punto será finita o infinita
dependiendo del valor de la velocidad v (t o ) en el punto homólogo, por lo tanto habrá
dos opciones:
Capítulo 5 5
Si lo que se transforma es el exterior del perfil en el exterior de una circunferencia, y dado que el
borde de salida de los perfiles es afilado, se comprueba que los ángulos no pueden conservarse
en ese punto, como se muestra en la figura 5.2. Esto significa que no se cumple que la función de
transformación tenga derivada finita o no nula en dicho punto.
2π−β
π
to τo
t – to = A (τ–τo)α ,
α= π .
2π − β
En el caso en que el perfil tenga borde de salida de retroceso será α = 1/2, por lo que la función
de transformación tendrá un cero de orden α = 1/2 y en su derivada un polo.
Por ser la derivada infinita en dicho punto es necesario estudiar con cierto detalle la
correspondencia de velocidades entre planos en ese punto. Como sabemos por la condición de
Kutta, la velocidad debe ser finita en el borde de salida del perfil y para ello es necesario que el
punto to sea punto de remanso (para que df/dt|t=to .dF/dτ|τ=το ≠ ∞). Ahora bien, en el entorno de
un punto de remanso simple la velocidad se comporta como
π
df
→ t − to ∝ (τ − τ o ) 2π − β ,
d t t →to
π π β
df −1
v= dF ∝ (τ − τ o ) 2π − β (τ − τ o ) 2π − β = (τ − τ o ) 2π − β
,
dt t →to
dτ τ →τ o
de forma que si el perfil tiene borde de salida de retroceso, β = 0, no habrá punto de remanso;
mientras que si β ≠ 0, es decir, el borde de salida es anguloso, habrá un punto de remanso.
Utilizaremos transformaciones que estén representadas por funciones regulares que en el infinito
se reduzcan a una identidad (las velocidades incidentes no perturbadas sobre el cilindro circular
y sobre el perfil serán iguales). El desarrollo en serie de Laurent de tales funciones será:
∑ t nn
A
τ =t+ .
n =1
a2
τ =t+ .
t
La transformación de Yukovski tiene el inconveniente de que con ella se obtienen perfiles que
presentan un mal comportamiento en la entrada en pérdida, lo que llevó a otros investigadores a
buscar otras transformaciones más complejas que permitieran obtener perfiles sin este
inconveniente, tratando de evitar además el problema adicional de que los perfiles de Yukovski
tienen borde de salida de retroceso. El método de Theodorsen (véase Thwaites 1960, pp. 125-
128) permite aplicar la transformación de Yukovski a perfiles de forma general a costa, eso sí, de
complicar notablemente el proceso de cálculo. Los perfiles que se obtienen mediante la
transformación de Kármán-Trefftz (Milne-Thomson 1958, pp. 128-131), dada por la expresión:
τ − ka F
t−a I k,
τ + ka
=
H
t+a K
con 1<k<2, permiten obtener perfiles con bordes angulosos (nótese que si k=2 la transformación
de Kármán-Trefftz es la de Yukovski y que para k=1 resulta la transformación identidad).
Más interesante es la transformación de van de Vooren (Katz & Plotkin 1991, pp. 159-161):
τ=
( t − r )k + c ,
( t − δ r )k −1 2
que transforma una circunferencia de radio r = c(1+δ)k−1/2k, en un perfil simétrico con un borde
de ataque redondeado situado en –c/2 y un borde de salida anguloso en c/2, siendo π(2−k) el
ángulo formado por las tangentes de extradós e intradós en el borde de salida y δ un parámetro
que define el espesor relativo del perfil. Los perfiles de van de Vooren se asemejan bastante a las
Capítulo 5 7
to = a(−ε+iδ)
z+ R = a[(1+ε)2+δ2]1/2 = ar
η+ = a(h2+δ2+2δh−1)/(δ+h)
h2 = r2 – ε2
R η+ η− = a(h2+δ2−2δh−1)/(δ −h)
−
x − to x + ξ ξ+ ξ+ = 2a
η− ξ− = −2a[1+2ε2/(1+2ε)]
z−
to = −εa
R = a(1+ε) η+ = 2aε/(1+2ε)1/2
z+
η +
η− = −2aε/(1+2ε)1/2
x−
R ξ− ξ+
to x+ ξ+ = 2a
η− ξ− = −2a[1+2ε2/(1+2ε)]
−
z
to = iδa
z+ R = a(1+δ2)1/2 η+ = 2δa
η +
η− = 2δa
R
x −
to x+ ξ− η− ξ+ ξ+ = 2a
ξ− = −2a
z−
to = 0
R=a η+ = 0
+
z η− = 0
a t + ξ− η+ ξ+
−
o x
−
ξ+ = 2a
x η
ξ− = −2a
−
z
to = 0
R = ka, k>1 η+ = a(k2+1)/k
z+ η+
R η− = −a(k2+1)/k
x− x+ ξ− ξ+
to ξ+ = a(k2−1)/k
η− ξ− = −a(k2−1)/k
z−
8 Capítulo 5
EJERCICIOS
Ejercicio 5.1.
Plano t
Q Q Q
a a
Sustituya ahora las líneas de corriente rectas que aparecen en la configuración analizada por
paredes y considere el recinto limitado por dos paredes. Considere la transformación t = eτ,
donde t es un punto del plano que contiene a los manantiales y τ un punto del plano
transformado.
Esquematice los puntos de remanso y las líneas de corriente, calcule el potencial complejo del
problema transformado y plantee las ecuaciones de conservación de masa y cantidad de
movimiento para el fluido comprendido en el recinto transformado.
Ejercicio 5.2.
Para resolver la corriente de un líquido ideal de velocidad U∞ alrededor del perfil lenticular de la
figura (cuyo extradós e intradós son arcos de circunferencia) se utiliza la transformación
conforme τ = (t−1) /(t+1).
z
β
U∞
x
−1 1
Mediante una nueva transformación (recuerde el ejercicio 2.6), resuelva el problema planteado
en el apartado anterior y calcule, por último, el módulo de la velocidad sobre el perfil del plano t.
Capítulo 5 9
Ejercicio 5.3.
z
U∞
A
iπ
U∞
B C
kU∞
x
E O D
Esquematice las configuraciones fluidas que se presentan en los casos k > 1, k = 1 y k < 1,
dibujando claramente la línea divisoria que delimita el flujo que entra en el canal.
Para estudiar el campo fluido considere la transformación conforme t(τ) definida por la
expresión t − iπ = τ − 1 − lnτ, con esta transformación calcule el transformado del contorno, es
decir, de las paredes sólidas y los infinitos fuera del canal (EA) y dentro del canal (CD). Denote
con primas los puntos transformados en el plano τ.
Especifique las singularidades y los contornos que definen la configuración fluida en el plano τ y
calcule el potencial complejo en dicho plano.
Calcule la velocidad conjugada en el entorno del punto B, escrita en la variable t. Para ello
af
aproxime F t y t(τ) en el entorno de τB’ tomando τ = τB’ + εT (ε << 1) .
Calcule, por último, la componente horizontal de la fuerza que ejerce el fluido sobre la pared
ABC.
Capítulo 6 1
CAPITULO 6
TRANSFORMACION DE YUKOVSKI
6.1. INTRODUCCION
Aunque la aportación de Yukovski fue muy útil en aquellos tiempos, en los que se tenía una idea
bastante rudimentaria de por qué sustenta un perfil, el método seguido por este científico ruso no
tiene en la actualidad mucha aplicación práctica, debido a las razones siguientes:
1. Es una técnica inversa pues se parte de una familia de soluciones conocidas, el cilindro con
circulación, y aplicando la transformación se obtiene una familia de perfiles transformados;
este procedimiento requiere una cierta capacidad de cálculo que hoy en día, con los medios de
cálculo actuales, es trivial, pero que no hace muchos años tenía que hacerse de modo manual.
2. Los perfiles obtenidos mediante la transformación de Yukovski tienen, en cualquier caso,
borde de salida de retroceso, lo que estructuralmente es un inconveniente (sin embargo, 30
años después se volvieron a utilizar bordes de salida de retroceso en los perfiles laminares).
3. Los perfiles de Yukovski suelen presentar un mal comportamiento en la entrada en pérdida,
ya que en estos perfiles el mínimo de presión está muy cerca del borde de ataque en el
extradós y por ello la capa límite se ensancha mucho porque al estar sometida en un recorrido
muy largo a un gradiente adverso de presión. A consecuencia de esto la resistencia
aerodinámica de los perfiles de Yukovski es demasiado grande, y el coeficiente de
sustentación máximo pequeño. Esta es la mayor objeción a la utilización de los perfiles de
Yukovski.
4. Como en todo modelo potencial, se desprecia el efecto de la viscosidad, y no se puede por
tanto predecir la resistencia ni el comportamiento del perfil en las proximidades de la entrada
en pérdida (aunque como se ha dicho esta objeción es común a todos los tratamientos de tipo
potencial).
Estos defectos fueron reconocidos muy pronto y muchos investigadores desarrollaron otras
transformaciones más complicadas –algunas de las cuales han sido mencionadas en el apartado
5.4- con el fin de salvar alguno o algunos de los inconvenientes enumerados (nunca el 4).
Hoy en día los métodos numéricos o los métodos analíticos de perturbaciones han sustituido casi
completamente al uso de la transformación conforme que, además, sólo vale en régimen
bidimensional incompresible, aunque se siguen haciendo aportaciones significativas utilizando el
método de la transformación conforme, sobre todo en problemas de geometría compleja como es
el caso de las cascadas de álabes o de perfiles con multielementos (Thwaites 1960, p. 535 , Ives
1976, Halsey 1979) y también en el análisis de los perfiles en régimen transónico (Volpe &
Melnik 1984, Selig & Maughmer 1992).
soluciones obtenidas son exactas dentro de la validez del modelo potencial, lo que permite
valorar los resultados que proporcionan las teorías aproximadas de perturbaciones, en las que
además de despreciar la viscosidad se introduce otra simplificación adicional.
Por ejemplo, la solución que se obtiene de la corriente alrededor de una placa plana a ángulo de
ataque pequeño mediante la transformación de Yukovski aparece también en la teoría linealizada
de perfiles (Capítulo 7) cuando se quiere representar el efecto de ángulo de ataque, pero hace
falta cierta perspicacia para darse cuenta de que hay que añadir una función que es singular en el
borde de ataque cuando se utiliza la teoría linealizada para estudiar un perfil (plano o curvo) de
espesor nulo. En cambio, si se estudia dicho perfil como transformado de un círculo la función
singular aparece automáticamente.
τ = ξ + i η = a( X + i Z ) + a ,
X + iZ
es decir
ξ = aX(1 + 1 ),
X2 + Z2
(6.1)
η = aZ(1 − 2 1 2 ) ,
X +Z
expresiones que determinan la ecuación del perfil en el plano τ, perfil que se extiende desde el
borde de ataque situado en ξ = −2a[1+2ε2/(1+2ε)] hasta el borde de salida ξ = 2a.
Capítulo 6 3
Supongamos que el perfil está sometido a una corriente uniforme U∞ que forma un ángulo α con
el eje ξ. El borde de salida del perfil está en η = 0, lo que significa, de acuerdo con la segunda de
las expresiones (6.1), Z = 0, es decir, sinθo = −δ/r. El homólogo del borde de salida en el plano t
ha de ser punto de remanso, condición que permite determinar la circulación sobre la
circunferencia. Así pues, consideremos ahora una corriente incidente en el plano t que forma un
ángulo α con el eje x (recuérdese que la transformación de Yukovski es una identidad en el
infinito). El potencial complejo de esta corriente incidente es U∞te−iα y al aplicar el teorema del
círculo el potencial complejo correspondiente a una corriente uniforme y un círculo de radio R es
⎛ 2 ⎞
f (t ) = U ∞ ⎜ (t − to )e−iα + R eiα ⎟ + iΓ ln(t − to ) .
⎝ t − to ⎠ 2π
Nótese que a gran distancia f(t) = U∞te−iα, que representa una corriente incidente de intensidad
U∞ que forma un ángulo α con el eje real, y que la circunferencia ⏐t−to⏐ = R es línea de
corriente.
e 2i(α −θ ) − iΓ ei(α −θ ) − 1 = 0 ,
2πRU ∞
y haciendo θ = θo se obtiene
Γ = 4πRU ∞ sin(α − θ o )
Como sinθo = −δ/r, será cosθo = (1+ε)/r, y sustituyendo estas expresiones en (6.2) se obtiene que
la circulación vale
Γ = 4πaU ∞ [δ + (1 + ε )α ] . (6.3)
Como las líneas de corriente se corresponden en uno y otro plano, la circulación sobre el círculo
será la misma que sobre el perfil, de manera que la expresión (6.3) permite determinar la
sustentación producida por el perfil, pues de acuerdo con la fórmula de Kutta-Yukovski la
sustentación es
l = ρΓU ∞ = 4πa ρU ∞2 [δ + (1 + ε )α ] ,
y el coeficiente de sustentación del perfil, teniendo en cuenta que con los valores de las abscisas
de los bordes de ataque y de salida se obtiene que la cuerda del perfil vale 4a[1 + ε2/(1+2ε)],
resulta ser
4 Capítulo 6
δ + (1 + ε )α
cl = 2π ,
1 + ε 2 /(1 + 2ε )
cl = 2π [δ + (1 + ε )α ] . (6.4)
2
df
= U 2 + W 2 = 4U ∞2 (sin θ − α cosθ + k )2 ,
dt
donde k vale
k=
δ + (1 + ε)α .
δ 2 + (1 + ε)2
Ahora es inmediato calcular el coeficiente de presión sobre el perfil. En la figura 6.2 se muestra
la distribución del coeficiente de presión a lo largo de la cuerda del perfil en el caso ε = 0.1, δ =
0.1 y α = 0.1.
2
−cp
1
x/c
0
1
−1
Fig. 6.2. Distribución de presiones sobre el perfil de Yukovski correspondiente a ε = 0.1, δ = 0.1 cuando el ángulo
de ataque vale α = 0.1 radianes.
z
Plano t η Plano τ
a
θ −2a 2a
U∞ τ = t+a2/t U∞
x ξ
Al igual que en el apartado anterior, como a gran distancia del origen la transformación se
reduce a una identidad (τ = t), la corriente no perturbada tiene que incidir sobre el cilindro
circular formando el mismo ángulo con la horizontal que el que queremos que forme con la
placa.
⎡ 2 ⎤
f (t ) = U ∞ ⎢te −iα + a eiα ⎥ + iΓ ln t . (6.5)
⎣ t ⎦ 2π
Nótese que, igual que antes, el potencial complejo a gran distancia representa una velocidad
uniforme, de módulo U∞, que forma con el eje real un ángulo α, que la circunferencia |t| = a es
frontera de un obstáculo y que, además, hay un torbellino en el origen cuya circulación, Γ, debe
ser la apropiada para que el homologo del borde de salida del perfil (τ = 2a ↔ t = a) sea punto
de remanso. Por tanto, f (a ) = 0 , y de aquí se deduce
iΓ = 2aU i sin α .
2π ∞
Con este resultado podemos calcular el coeficiente de sustentación global de la placa plana, que
será cl = 2πsinα. (Obviamente este resultado se podría haber obtenido directamente de la
expresión (6.2) haciendo δ = 0, ε = 0).
⎡ 2 ⎤
f (t ) = U ∞ ⎢e −iα − a2 eiα + a 2i sin α ⎥ , (6.6)
⎣ t t ⎦
(t ) ⎡ 1− a ⎤
d = U ∞ ⎢cos α − i sin α t⎥
f
F (τ ) = f (t ) t = . (6.7)
dτ 2 ⎢ 1 + ⎥⎥
a
1 − a2 ⎢
⎣ t⎦
t
Nótese que se ha escrito esta última velocidad en función de la variable t a pesar de corresponder
a la velocidad conjugada en el plano τ. A la vista de la expresión de la derivada de la función de
transformación, dt/dτ, podría creerse que F (τ ) va a ser infinita en t = ±a (τ = ±2a). No ocurre tal
cosa porque f (t ) tiene un cero en t = a, de manera que F (τ ) sólo es infinita en τ = –2a.
6 Capítulo 6
Quizás deberíamos preguntarnos por qué toleramos que la velocidad en τ = –2a sea infinita y
somos intolerantes con el borde de salida. La explicación es la siguiente: cuando el ángulo de
ataque α es pequeño, el borde de ataque está muy cerca del punto de remanso anterior, donde
nace la capa límite sobre el perfil, mientras que el borde de salida está muy alejado. La corriente
bordea el borde de ataque porque allí se nota poco el efecto de la viscosidad, mientras que no
bordea el de salida.
Para calcular la velocidad sobre la placa, que es lo que generalmente interesa, obligamos a que t
esté sobre la circunferencia t = aeiθ, en este caso se tiene
LM θ
F (τ ) = U ∞ cos α + tan sin α OP , (6.8)
N 2 Q
que es real, como debe ser. La posición de un punto sobre la placa está definida por el argumento
θ, pues τ = 2acosθ. El intervalo 0 ≤ θ ≤ π corresponde al extradós y π ≤ θ ≤ 2π al intradós. La
expresión (6.8) merece algunos comentarios:
LM
F (τ ) = U ∞ 1 + α tan
θ OP aτ = 2a cosθ f . (6.9)
N 2 Q
6.4. FUERZAS SOBRE LA PLACA
c pe (θ ) = −2α tan θ 0 ≤θ ≤ π ,
2
c pi (θ ) = 2α tan θ 0 ≤θ ≤ π ,
2
estando ambos coeficientes referidos al mismo intervalo de la variable θ (para destacar más la
diferencia entre extradós e intradós puede ser conveniente asignar a puntos enfrentados el mismo
valor de θ). El coeficiente de sustentación local, cl(θ) = cpi(θ) − cpe(θ), será pues
cl (θ ) = 4α tan θ 0 ≤θ ≤ π . (6.10)
2
Esta distribución de sustentación (Fig. 6.4) es muy parecida a las que existen realmente en
perfiles delgados, de pequeña curvatura, a ángulos de ataque pequeños. Obsérvese que la
sustentación se debe por igual a la sobrepresión del intradós y a la depresión del extradós.
Capítulo 6 7
La expresión (6.8) y siguientes nos indican que en la solución potencial aparece una singularidad
en el borde de ataque del orden de la inversa de la raíz cuadrada de la distancia a dicho borde de
ataque. Sin embargo, esta singularidad en el borde de ataque es integrable, y el valor global del
coeficiente de sustentación, cl = 2πα, ya calculado con anterioridad, se confirma
experimentalmente.
32
cl(ξ)/α
16
0
−2a 0 2a
ξ
Fig. 6.4. cl(ξ)/α para la placa plana de acuerdo con la Ec. (6.10). ξ = 2acosθ. Los círculos indican resultados
experimentales.
La resultante de las fuerzas que actúan sobre la placa está aplicada en un punto situado a un
cuarto de la cuerda a partir del borde de ataque. Este punto, el centro de presiones de la placa
plana, es el que en el apartado 4.4 se ha definido como centro aerodinámico, pues al ser el punto
de aplicación de la resultante de las fuerzas de presión generadas por el efecto de ángulo de
ataque, en él el momento de tales fuerzas es evidentemente nulo. En efecto, como la placa se
extiende en el plano τ entre −2a y 2a, su cuerda en este plano vale c = 4a y el punto situado a
una distancia −c/4 del borde de ataque está en ξ = −a. El coeficiente de momento respecto a este
punto será pues
2a
cmca = − 1 2
16a ∫ c (ξ )(ξ + a) d ξ ,
−2a
l
∫
cmca = −α tan θ (cos θ + 1 ) sin θ d θ = 0
0
2 2
La utilidad fundamental de la solución obtenida reside en que la placa plana representa el efecto
del ángulo de ataque en la teoría linealizada. Como se estudia en el Capítulo 7, geométricamente
se genera un perfil sumando algebraicamente las ordenadas de tres efectos: la distribución de
espesores, la línea de curvatura y la placa plana con ángulo de ataque.
Para generar la solución del problema potencial alrededor del perfil como suma de las soluciones
correspondientes a cada uno de estos tres efectos es necesario dar un paso más que unifique las
condiciones de contorno de los tres sumandos. Esto se hace en la teoría potencial linealizada de
8 Capítulo 6
perfiles que veremos posteriormente. En ella la solución de la placa plana que hemos estudiado
proporciona la influencia del ángulo de ataque.
Admitida la validez de esta teoría se comprende que el centro aerodinámico del perfil (punto
respecto al cual el momento de las fuerzas sobre el perfil no depende de α) deberá coincidir con
el centro de presiones de la placa plana para así anular la contribución al momento del único
sumando que depende de α.
Una consecuencia del estudio realizado sobre las fuerzas aerodinámicas que aparecen sobre la
placa plana es la violación aparente de la paradoja de D´Alembert, pues se podría pensar que
como las fuerzas de presión son normales a la placa la resultante de las fuerzas de presión que
actúan sobre ésta será también perpendicular a la placa, lo que significaría que esta resultante
daría una componente perpendicular a U∞ de valor lcosα ≈ l (pues α << 1 como se ha dicho),
que coincide con la calculada, pero también otra componente en la dirección de U∞ de valor
lsinα ≈ lα, en contra de lo dicho en relación con la no existencia de resistencia en los
movimientos potenciales. La explicación a esta aparente discrepancia es que la fuerza normal a
la placa no es la única que actúa sobre la misma, pues además de esta fuerza hay otra en el borde
de ataque, tangente a la placa (figura 6.5) cuya magnitud es la apropiada para que la resultante de
ambas (fuerza normal a la placa y succión de borde de ataque) sea perpendicular a la corriente
incidente y se cumpla estrictamente la paradoja de D´Alembert.
U∞
Fig. 6.5. Esquema de las cargas de presión sobre una placa plana situada a ángulo de ataque α en una corriente
uniforme, U∞, y detalle del campo de velocidades potencial cerca del borde de ataque.
En efecto, de acuerdo con la expresión (6.8), muy cerca del borde de ataque hay un punto de
remanso, tanto más cerca del borde cuanto menor es el ángulo de ataque α. Supongamos que el
ángulo de ataque es muy pequeño y veamos cómo es el campo de velocidades en las
proximidades del borde. Si α es muy pequeño la expresión de la velocidad horizontal, que por
comodidad llamaremos U aunque sea una velocidad calculada en el plano τ, vendrá dada por la
expresión (6.9), es decir
Cerca del borde, en el intradós el valor de θ es próximo a π, pero levemente superior, la tangente
de θ/2 tiende por tanto a −∞ y la velocidad U es negativa. En el extradós ocurre lo contrario, θ es
levemente inferior a π y la velocidad es positiva. Un observador situado en el borde de ataque ve
Capítulo 6 9
que muy cerca de éste la velocidad es negativa (pues viene del punto de remanso) en el intradós
y positiva en el extradós, como se indica en el detalle de la figura 6.5, y que además esta
velocidad se hace infinita en el borde mismo de la placa. Muy cerca de la placa, prescindiendo
del término U∞, aquí mucho menor que αU∞tan(θ/2) en la ecuación (6.10), la velocidad en el
intradós se comporta como
2a −ξ
αU ∞ tan θ = αU ∞ 1− cosθ = αU ∞ ≈ 2αU ∞ a
2 1+ cosθ 2a +ξ ε
EJERCICIOS
Ejercicio 6.1.
Z
z Plano t
Plano T η
γ
ar Plano τ
β
θ γ
aδ ϕ =θ0 X
α ξ
α P.R. x U∞
U∞ aε
10 Capítulo 6
Dado que la constante a sólo sirve para determinar la escala del problema transformado, en lo
que sigue se tomado a = 1. Así pues, en el plano T = t − t0 el potencial complejo a determinar es
el correspondiente al de una circunferencia de radio r en presencia de una corriente incidente
uniforme de intensidad U∞ que forma un ángulo α con el eje horizontal y un torbellino de
intensidad γ situado en T = kreiβ. Será, por tanto:
⎛ 2 ⎞ iγ iγ i(γ + Γ)
f (T ) = U ∞ ⎜ Te −iα + r eiα ⎟ + ln(T − rkeiβ ) − ln(T − r eiβ ) + ln T ,
⎝ T ⎠ 2π 2π k 2π
y la velocidad conjugada
d f (T ) ⎛ 2 ⎞ iγ iγ i(γ + Γ)
V (T ) = = U ∞ ⎜ e −iα − r 2 eiα ⎟ + − + ,
dT ⎝ T (
⎠ 2π T − rke i β
) i
2π T − re kβ
(
2πT
)
La velocidad sobre la circunferencia se obtiene haciendo T = reiθ, es decir:
iθ
V (Re ) = ie −iθ
⎛
⎜ 2U sin (θ − α ) + (
γ 1− k2 ) +
⎞
γ +Γ⎟
,
⎜ ∞ 2πr ⎡⎣1 + k − 2k cos (θ − β ) ⎤⎦ 2πr ⎟
⎝ ⎠
2U ∞sin (ϕ − α ) +
(
γ 1− k2 ) +
γ +Γ
= 0,
2πr ⎡⎣1 + k − 2k cos (ϕ − β ) ⎤⎦ 2πr
F
cp = 1 − G
df dτ I
2
1 df d T
2
H U∞ JK = 1 − U∞2 1 − a2 t 2 ,
pues, evidentemente
d f d f d T d t d f d T V (Reiθ )
= = =
dτ d T d t dτ dτ d t 1 − a 2 t 2
Ejercicio 6.2.
CAPITULO 7
7.1. INTRODUCCION
En los orígenes de la Aeronáutica los perfiles de ala diseñados por los proyectistas antes y en las
dos primeras décadas del siglo XX eran extremadamente delgados, con espesores relativos que
raramente superaban el 4 ó el 5% de la cuerda. Se tenía en aquellos años la idea, equivocada, de
que el espesor era un efecto pernicioso, o cuanto menos poco beneficioso, que contribuía a
aumentar la resistencia sin mejorar la sustentación global del perfil. Estas ideas quizás estuvieran
fundamentadas por una parte en el hecho de que el estudio de los perfiles de Yukovski había
demostrado que el espesor contribuye poco a la sustentación (Capítulo 6) y por otra en que estos
perfiles tenían un mal comportamiento en la entrada en pérdida.
A consecuencia de lo anterior los aviones de la época tenían alas con perfiles delgados, con poca
rigidez estructural, lo que obligaba a que las alas estuvieran fuertemente atirantadas en el
exterior. Estos diseños presentaban también graves problemas en la entrada en pérdida que
limitaban drásticamente la maniobrabilidad de las primeras aeronaves.
Este contexto explica que ante las limitaciones que ofrecía la transformación de Yukovski
(derivadas en gran medida de lo rudimentario de los métodos de cálculo numérico, entonces
manuales y en nada comparables a los existentes hoy en día), algunos investigadores empezaran
a pensar que si fuera posible caracterizar mediante sus líneas de curvatura media aquellos
perfiles para los que no era fácil encontrar la transformación conforme que permite obtenerlos a
partir de círculos, se tendría un método sencillo y directo para el cálculo de la distribución de
sustentación de tales perfiles. Estas ideas empezaron a cristalizar hacia los años 20 merced a
Munk (Alemania y EE.UU.), Birnbaum (Alemania) y Glauert (Inglaterra), quienes pronto se
percataron de que era necesario desarrollar nuevos métodos analíticos -o ensayos en túnel- para
predecir la sustentación y el momento de los nuevos perfiles (Munk 1922, Glauert 1926).
Uno de los métodos analíticos desarrollados, que es el que se estudia en este capítulo, se funda
en lo siguiente: puesto que la ecuación de Laplace que gobierna el potencial de velocidades en
régimen incompresible es lineal, es lícito superponer soluciones; por lo tanto, las características
de un perfil con curvatura, ángulo de ataque y espesor se pueden obtener por superposición de
2 Capítulo 7
las de la línea de curvatura, las de una placa plana, y las de una distribución apropiada de
manantiales que represente el espesor. Esto, como veremos, implica linealizar las condiciones de
contorno, lo que limita la validez del estudio a casos en los que la curvatura, el ángulo de ataque
y el espesor son pequeños, lo cual es una limitación relativa porque si las hipótesis de pequeña
curvatura, pequeño espesor y pequeño ángulo de ataque no se cumplieran se pondría incluso en
duda la existencia misma del potencial de velocidades.
Consideremos un perfil, de cuerda c, definido entre las abscisas a y b, cuya ordenada está dada
por la ecuación z = zp(x) (puede ser necesaria una o varias ecuaciones para el extradós y otra u
otras distintas para el intradós), sometido a una corriente uniforme de velocidad U∞ y paralela al
eje x, según se esquematiza en la figura 7.1.
z Φz
Φx
U∞
x
∂ 2Φ + ∂ 2Φ = 0 , (7.1)
∂x 2 ∂z 2
a) En el perfil habrá que imponer la condición, tal como se estableció en el Capítulo 1, de que la
velocidad, cuyas componentes son Φx y Φz, sea tangente al perfil, es decir
Φ z ( x, z) dz
= p , (7.2)
Φ x ( x, z) z = z dx
p
Capítulo 7 3
Φ 2x ( x, z) + Φ 2z ( x, z)
c p ( x, z) = 1 − . (7.4)
U ∞2
Si el espesor, la curvatura y el ángulo de ataque son pequeños, la ordenada z del perfil también
será pequeña comparada con la cuerda c (que suponemos del orden de la unidad), de modo que
la ecuación del contorno del perfil se podrá escribir como z = εZp(x), donde a ≤ x ≤ b, ε << 1 y
Zp(x) es una función del orden de la unidad, así como sus derivadas (salvo posibles
singularidades).
Si fuera ε = 0 el perfil se reduciría a una placa plana con ángulo de ataque nulo; en este caso la
velocidad valdría en todas partes U∞ y el potencial de velocidades sería Φ(x,z) = U∞x. Si ε es no
nulo, pero pequeño, podemos pensar que el potencial de velocidades diferirá poco del
correspondiente a la corriente incidente no perturbada y, en primera aproximación, podremos
escribir:
∂ 2ϕ ′ ∂ 2ϕ ′
2
+ 2 =0 . (7.6)
∂x ∂z
δ (ε )ϕ ′z ( x, z ) d Zp
=ε . (7.7)
U ∞ + δ (ε )ϕ ′x ( x, z ) z =εZ dx
p
a) en el denominador se desprecia δ(ε)ϕ′x, que es del orden de δ(ε), frente a U∞, que es del orden
de la unidad, con esto la expresión (7.7) queda
ϕ ′z ( x , z ) dZp
δ (ε ) =ε , (7.8)
U∞ dx
z = εZ p
expresión que indica que ha de ser δ(ε) ~ ε. Sin merma de generalidad se puede suponer δ(ε) = ε,
lo que quiere decir que la perturbación es del orden de la causa perturbadora, al menos en este
caso.
ϕ ′z ( x , z ) z =εZ = ϕ ′z ( x , z ) z = 0 +ϕ ′zz ( x , z ) z = 0 εZ p +…
p
y despreciando términos de orden ε y superiores frente a los de orden unidad queda finalmente:
ϕ ′z ( x , z ) dZp
= , a≤x≤b. (7.9)
U∞ dx
z=0
b.a. ze(x)
zc(x)
α
U∞ zp(x)
b.s
Fig. 7.2. Elementos que conforman un perfil de ala: ángulo de ataque, curvatura y espesor.
εϕ ′x ( x ,0 ± )
c p ( x , 0 ± ) = −2 , (7.11)
U∞
En lo que sigue se utilizará el potencial de velocidades de perturbación en vez del dilatado, pues
pocas ventajas reportará ya, una vez linealizado el problema, poner de manifiesto en las
expresiones el orden de magnitud de las funciones implicadas. Así pues, el problema linealizado
del potencial de velocidades de perturbación se define matemáticamente como sigue:
Ecuación diferencial:
∂ 2ϕ ∂ 2ϕ
2
+ 2 =0 . (7.12)
∂x ∂z
Condiciones de contorno:
ϕ z ( x, z ) dzp
= en z = 0±, a ≤ x ≤ b , (7.13)
U∞ z=0 ±
dx
ϕ x ( x ,0 ± )
c p ( x , 0 ± ) = −2 en a ≤ x ≤ b, z = 0± . (7.16)
U∞
Nótese que, como se ha dicho, con esta formulación es lícito superponer soluciones cuando se
descompone el perfil en los efectos de espesor, curvatura y ángulo de ataque, puesto que ahora
todos los problemas parciales han de resolverse en el mismo dominio (limitado por el esqueleto
del perfil y el infinito) y todos han de satisfacer la misma ecuación diferencial (figura 7.3).
Fig. 7.3. Descomposición del problema linealizado en los efectos de espesor, curvatura y ángulo de ataque
6 Capítulo 7
PROBLEMA w ϕ u
Curvatura S A A
Angulo de ataque S A A
Espesor A S S
u ( x, 0− ) − u ( x, 0+ ) 4u ( x, 0+ )
cl ( x) = c p ( x, 0− ) − c p ( x, 0+ ) = −2 = .
U∞ U∞
Capítulo 7 7
u( xo , zo ) − iw( xo, zo )
u( x, z) − iw( x, z) = 1
2πi ∫
1,2,3,4,5
to − t
d to . (7.17)
t = x+iz
1 5
+
to = xo+i0
U∞ 4 2
3
to = xo+i0−
1
Al evaluar la integral hay que tener en cuenta que la contribución de la parte 1 del contorno
desaparece (la velocidad de perturbación es nula a gran distancia) así como que la contribución
de la parte 2 compensa a la de la parte 5, con lo que quedan únicamente las contribuciones de los
tramos 3 y 4, es decir:
⎧⎪ b u( x ,0+ ) − i w( x ,0+ ) b
u( xo,0− ) − i w( xo,0− ) ⎫⎪
u( x, z) − i w( x, z) = 1
2πi ⎨ ∫
⎪⎩ a
o
xo − x − i z
o d xo −
a
∫
xo − x − i z
d xo ⎬ ,
⎪⎭
(7.18)
donde a y b son, respectivamente, las abscisas del borde de ataque y del borde de salida del
perfil.
b +
u( xo ,0+ ) = u( xo ,0− ) ⎫ 1 −2w( xo ,0 ) d x ,
⎬
w( xo ,0+ ) = −w( xo ,0− )⎭
u ( x, z ) − i w( x, z ) =
∫
2π xo − x − i z o
a
(7.19)
ecuación de la que se deduce que el campo de velocidades es equivalente al inducido por una
superposición de manantiales de intensidad 2w por unidad de longitud dispuestos entre a y b.
Separando parte real e imaginaria en la expresión (7.19) se tiene finalmente
b
( x − xo )w( xo ,0+ )
u( x, z) = 1
∫
π ( x − x )2 + z 2
a o
d xo , (7.20)
b
w( xo ,0+ )
w( x, z) = z
∫ dx .
π ( x − x )2 + z 2 o
a o
(7.21)
b +
u( xo ,0+ ) = −u( xo ,0− )⎫ − i 2u( xo ,0 ) d x ,
⎬
w( xo ,0+ ) = w( xo ,0− ) ⎭
u ( x, z ) − i w( x, z )
∫
=
a
2π xo − x − i z o
(7.22)
b
u( xo ,0+ )
u( x, z) = z
∫ dx ,
π ( x − x )2 + z 2 o
a o
(7.23)
b
( x − xo )u( xo ,0+ )
w( x, z) = − 1
∫
π ( x − x )2 + z 2
a o
d xo . (7.24)
Con estas expresiones resulta fácil relacionar la forma del perfil (w(xo,0±)) con la distribución de
presiones sobre el perfil (u(xo,0±)), tanto en el caso simétrico como en el sustentador, pues basta
con particularizar las expresiones obtenidas, (7.20), (7.21), (7.23) y (7.24), haciendo que el punto
efecto sea un punto del esqueleto del perfil. Al hacer este proceso, por ejemplo en la ecuación
(7.24), hay que tener en cuenta que la integral resultante en el problema sustentador cuando el
punto efecto (x,z) es un punto del esqueleto del perfil (z = 0 y a ≤ x ≤ b), es decir, la expresión
b
u( xo ,0+ )
w( x,0 ) = − 1 ×
∫
±
d xo (7.25)
π x − xo
a
Capítulo 7 9
es una integral impropia, pues el denominador del integrando se anula en xo = x, de modo que la
integral (7.25) no tiene sentido más que como valor principal de Cauchy, donde
R| U| R| U|
z z z z z z
b x −δ x +δ b x −δ b
× ∼ d xo = lim S ∼ d xo + ∼ d xo + ∼ d x V = lim S ∼ d xo + ∼ d xo V|
a
δ →0
|T a x −δ x +δ
o
|W |T
δ →0
a x +δ W
Obsérvese que dada la expresión del integrando de (7.25) la contribución de la parte
comprendida entre x–δ y x se cancela con la contribución de la parte comprendida entre x y x+δ.
El significado físico del valor principal Cauchy es que para calcular el campo de velocidades
debido a una distribución de singularidades (aquí torbellinos) en un punto que coincida con una
de tales singularidades se prescinde del efecto de ésta.
b
w( xo ,0+ )
u( x,0 ) = 1 ×
∫
±
d xo , (7.26)
π x − xo
a
que aparece en el problema simétrico al particularizar la ecuación (7.20), aunque ahora las
singularidades son manantiales o sumideros.
b
w( xo ,0+ )
∫
+
w( x,0 ) = lim z d xo (problema simétrico)
z →0 π ( x − x ) 2 + z 2
a o
y
b
u( xo ,0+ )
∫
+ z
u( x,0 ) = lim d xo (problema sustentador)
z →0 π ( x − x ) 2 + z 2
a o
o bien predicen que las velocidades correspondientes son nulas si x está fuera del intervalo [a,b],
o se reducen a identidades si x está en el intervalo [a,b].
⎧⎪x −δ x +δ b ⎫⎪
∫ ∫ ∫
+ z
u( x,0 ) = lim ⎨ ∼ d xo + ∼ d xo + ∼ d xo ⎬ .
z →0 π
⎩⎪ a x −δ x +δ ⎭⎪
De las tres integrales que aparecen en la expresión anterior al hacer el límite, las contribuciones
de la primera y de la tercera son nulas, pues x no pertenece al intervalo de integración de ninguna
de ellas y, por tanto, se está en el caso anterior. Respecto a la segunda, eligiendo δ
suficientemente pequeño se podrá sustituir en el integrando la función u(xo,0+) por su valor en el
punto medio del intervalo, u(x,0+), de manera que la expresión de la velocidad queda
10 Capítulo 7
⎛ x +δ ⎞
d xo
∫
+ +
u( xo,0 ) = u( x,0 ) lim ⎜ lim z ⎟
z →0 ⎜δ →0 π ( x − xo )2 + z 2 ⎟
⎝ x −δ ⎠
y es inmediato demostrar que esta última integral, con los límites señalados, vale la unidad.
Para resolver esta ecuación integral se puede seguir el llamado método de Glauert, cuyo
fundamento se expone a continuación (Glauert 1926). En primer lugar se introduce un cambio de
variables:
∞
u(θ o )
U∞
= ∑ A sin nθ
1
n o .
pues, además, con este desarrollo la condición de Kutta en el borde de salida se cumple
automáticamente, u(b,0+) = u(b,0–) = 0. Hay que notar que el desarrollo anterior no predice el
comportamiento en el borde de ataque, por lo que hay que añadir la singularidad tan(θ/2) en el
borde de ataque. (Dicha singularidad aparece para todos los ángulos de ataque del perfil menos
para el llamado “ideal” o “de proyecto”). Así pues tendremos
∞
u(θ o ) θ
U∞
= A0 tan o +
2 ∑ A sin nθ
1
n o . (7.28)
u(θo )
π sinθo
w(θ ) 1
∫
U∞
= × dθ (7.29)
U∞ π cosθo − cosθ o
0
∞
w (θ )
U∞
= − A0 − ∑ A cos nθ .
1
n (7.30)
Así pues el procedimiento para resolver la ecuación integral (7.29) que aparece en un problema
sustentador directo, en el que se conoce la forma del perfil (el ángulo de ataque y la ecuación de
la línea de curvatura) y lo que se desea es determinar las características aerodinámicas del perfil,
es como sigue: en este caso la condición de contorno sobre el perfil proporciona directamente la
distribución de velocidad vertical de perturbación sobre el mismo:
w (θ ) d z p dz
= = −α + c (7.31)
U∞ dx dx
z
U∞ π 0
a b x
Fig. 7.5. Esquema del perfil y de su esqueleto, con indicación de las abscisas de borde de ataque y borde de salida
en las variables x y θ.
Puesto que en este caso el cálculo de la componente u(θ) exige resolver una ecuación integral,
ecuación (7.29), el método de Glauert requiere que la componente w(θ) sea desarrollada en serie
de cosenos, de modo que teniendo en cuenta las expresiones (7.30) y (7.31), se tiene
π
d zc dzp
π ⎫
A0 = α − 1
π dx
0
∫ dθ = − 1
π dx
0
∫dθ ⎪
⎪
π π ⎬ (7.32)
d zc dzp ⎪
An = − 2
∫
π dx
0
cos nθ dθ = − 2
π dx
0
∫cos nθ dθ , n = 1,2,...⎪
⎪⎭
Nótese que el efecto del ángulo de ataque sólo aparece en el término A0 del desarrollo.
Conocidos los coeficientes An la velocidad de perturbación u(θ) viene dada por la expresión
(7.28). La distribución de coeficiente de presión sobre el extradós del perfil es
12 Capítulo 7
u(θ )
c p (θ ) = −2 ,
U∞
u(θ )
cl (θ ) = c pi − c pe = 4 . (7.33)
U∞
b π π
u(θ )
∫ ∫
cl = 1 cl ( x)d x = 1 cl (θ )sinθ dθ = 2
∫
A
sinθ dθ = 2π( A0 + 1 ) (7.34)
b−a 2 U∞ 2
a 0 0
b
cmca =− 1
(b − a)2 ∫ c ( x)( x − x
a
l ca ) d x = − π ( A1 + A2 ) ,
4
(7.35)
donde xca es la abscisa del centro aerodinámico, situado a una distancia (b−a)/4 del borde de
ataque, es decir, xca = a + (1/4)(b−a). Obsérvese que el coeficiente cmca no depende del ángulo de
ataque, de acuerdo con la definición de centro aerodinámico.
El ángulo de ataque ideal o de diseño de un perfil, αi, es aquél para el que desaparece la
singularidad de borde de ataque, es decir, aquél para el que se consigue que el coeficiente A0 sea
nulo. De acuerdo con la definición de A0 el ángulo de ataque ideal de un perfil vale:
π
d zc
αi = 1
∫
π dx
0
dθ . (7.36)
A1
cl = 2π(α − αi + ) = 2π(α + α sn ) , (7.37)
2
donde αsn = −αi + A1/2 es el ángulo que forma la llamada línea de sustentación nula del perfil
con su cuerda.
La ecuación (7.37) indica que para que el perfil no sustente el ángulo de ataque del mismo tiene
que ser α = −αsn, es decir, cuando la corriente incidente U∞ coincide con la dirección de
sustentación nula del perfil (figura 7.6).
Este método se puede aplicar también a los problemas inversos. En un problema inverso lo que
se conoce es la distribución de presión sobre el perfil y lo que se desea calcular es la forma
(curvatura y ángulo de ataque) que produce esta distribución. Fijado cl(θ) la velocidad de
perturbación u(θ) vale:
Capítulo 7 13
u(θ o ) cl (θ o )
= .
U∞ 4
αSN L.S.N.
U∞ α
El cálculo de la velocidad w(θ) se reduce a resolver la integral (7.29), pero si se desea acometer
la resolución utilizando los desarrollos (7.28) y (7.30) habrá que determinar en primer lugar el
valor de la singularidad de borde de ataque, A0, estudiando el comportamiento de u(π), y
conocida ésta los demás términos del desarrollo serán:
π
u(θ ) θ
An = 2 ⎛⎜ o − A0 tan o ⎞⎟sin nθ o dθ o
∫
π ⎝ U∞
0
2⎠
. (7.38)
Conocida la componente w, la forma del perfil se calcula por integración utilizando la expresión
(7.31), determinándose la constante de integración al imponer, por ejemplo, que la ordenada del
perfil sea nula en el borde de salida, z = b, con lo que se obtiene:
z p ( x ) = −α ( x − b) + z c ( x ) .
El tratamiento del problema de espesor es análogo al expuesto para el problema sustentador, con
la salvedad de que en un problema simétrico las cargas aerodinámicas globales son nulas, como
ya se ha dicho, y que la expresión que relaciona las velocidades de perturbación, en vez de la
ecuación (7.25), es la (7.26):
b
w(xo ,0+ )d xo
u( x,0 ) = 1 ×
∫
±
. (7.39)
π x − xo
a
Introduciendo en esta integral los cambios de variable dados por las expresiones (7.27) se
obtiene:
π
w (θo )sinθ o dθ o
u(θ ) = − 1 ×
∫
π cosθ o − cosθ
0
. (7.40)
∞
w (θ o ) θ θ
U∞
= B0 tan o + B0′ cot o +
2 2 ∑ B sin nθ
1
n o , (7.41)
14 Capítulo 7
∞
u(θ )
U∞
= B0 − B0′ + ∑B1
n cos nθ . (7.42)
Hay que añadir que el resultado anterior no contempla todas las posibilidades que pueden
aparecer en un problema simétrico: por ejemplo, si alguno de los bordes, de ataque o de salida,
del perfil es en cuña en el resultado final aparece una singularidad logarítmica en el
comportamiento de u(θ).
π
θ θ
Bn = 2 ⎛⎜ e − B0 tan o − B0′ cot o ⎞⎟ sin nθo d θo ,
dz
π ⎝ dx ∫
0
2 2⎠
n = 1, 2… (7.43)
En un problema inverso el dato es u(θ)/U∞ y los coeficientes del desarrollo (7.42) valen:
π π
u(θ ) u(θ )
B0 − B0′ = 1
π U∞ ∫
0
dθ , Bn = 2
∫
π U∞
0
cos nθ dθ ,
existiendo una relación adicional entre B0, B’0 y B1 que resulta de expresar que ze(b) = 0
π
w(θ 0 )
∫U
B1
sinθ o dθ o = B0 + B0′ + =0 .
∞ 2
0
a) que sea antisimétrica respecto a z = 0 (pero distinta de cero y por tanto discontinua) al
menos en el intervalo [a,b].
b) que no presente singularidades salvo la cortadura en el intervalo [a,b].
c) que sea finita para t → ∞ .
De entre las múltiples posibilidades para elegir g(t) la experiencia recomienda explorar
funciones del tipo [(t – a)/(t – b)]1/2 o [(t – b)/(t – a)]1/2. Consideremos la primera, sin que esto
presuponga que sea la elegida (la discusión que sigue también es aplicable a la otra) y
analicemos su comportamiento en el extradós y en el intradós del esqueleto del perfil.
te − a r
= 2 ei(θ 2 −θ1) / 2 .
te − b r1
te
r2 r1 θ1
θ2
a b
Fig. 7.7. Esquema de las distancias y ángulos en puntos sobre el extradós y bajo el intradós del esqueleto del perfil.
te − a x −a
→ −i o .
te − b b − xo
Consideremos ahora un punto del semiplano inferior, t = ti. Teniendo en cuenta que el paso de te
a ti no se puede hacer a través de la discontinuidad que representa el perfil, sino que se ha de
hacer bien bordeando por el borde de ataque, a, o por el de salida, b, eligiendo la segunda opción
(obviamente el resultado es el mismo haciéndolo por el borde de ataque) se tiene que cuando ti
→ xo + i0− (lo que implica r1 → b − xo, r2 → xo − a, θ1 → −π, θ2 → 0) la función vale:
ti − a x −a
→i o .
ti − b b − xo
Así pues, la función [(t – a)/(t – b)]1/2 cumple las tres condiciones a), b) y c) exigidas a la función
g(t). Lo mismo pasa con la función [(t – b)/(t – a)]1/2.
16 Capítulo 7
Para ver cuál de las dos posibles candidatas es la apropiada, hay que recordar que df/dt presenta
en un problema sustentador una singularidad del tipo 1/(t − a)1/2 y un cero del tipo (t – b)1/2. Esto
indica que la función apropiada es [(t – a)/(t – b)]1/2, pues si se eligiera la otra, la función
g(t )(df/dt) presentaría una singularidad demasiado fuerte en el borde de ataque.
Así pues, elegimos g(t ) = [(t – a)/(t – b)]1/2 (aunque puede quedar cierta duda sobre si no se
podría haber elegido otra más adecuada). En lo que sigue se disipará tal duda con la aplicación al
caso ya conocido de la placa plana.
⎧⎪ b xo − a u( xo ,0+ ) − i w( xo ,0)
b
xo − a u( xo ,0− ) − i w( xo ,0) ⎫⎪
= 1
2πi ⎨
⎩⎪ a
−
∫
i
b − xo xo − x − i z
d xo ∫
−
a
i
b − xo xo − x − i z
d xo⎬ =
⎭⎪
b
xo − a w( xo ,0)
= i
π ∫
a
dx .
b − xo xo − x − i z o
(7.44)
Antes de separar el primer miembro de (7.44) en parte real y parte imaginaria, que es bastante
complicado, conviene situar primero el punto efecto en el intervalo [a,b]; si se elige, por
ejemplo, el caso t → x+i0+ se tiene:
⎡ b x − a w( x ,0)[x − x + i z] ⎤
x − a ⎡u( x,0+ ) − i w( x,0)⎤ = lim ⎢− 1
b− x ⎣ ⎦ z→0+ ⎢ π
⎣ a
o
∫ o o
b − xo ( x − x)2 + z 2
o
d xo⎥
⎥
⎦
(7.45)
b
x − a w( xo ,0)
u( x,0 ) = − 1 b − x × o
∫
+
d xo ,
π x−a b − xo xo − x
a
expresión que reduce la solución del problema directo al cálculo de una integral.
La aplicación de la expresión anterior al caso de una placa plana, w(xo,0) = −αU∞, con el cambio
trigonométrico introducido anteriormente, da como resultado
π
αU ∞ b − x θ sinθo dθ o
∫ = αU ∞ b − x = αU ∞ tan θ ,
+
u( x,0 ) = × cot o
π x−a 2 cosθ o − cosθ x−a 2
0
que coincide con la solución ya conocida y sirve para valorar el acierto de la elección de g(t).
Capítulo 7 17
Aunque al establecer la formulación del problema linealizado ha quedado claro que las posibles
soluciones del problema han de cumplir la hipótesis de Kutta relativa al borde de salida del
perfil, posteriormente, al obtener la expresión (7.25) a partir de la integral de Cauchy
aparentemente no se ha utilizado en ningún momento la hipótesis de Kutta, y al desarrollar los
métodos de Glauert y de Goldstein, aunque sí se ha mencionado la importancia de la condición
de Kutta, puede parecer que el cumplimiento de esta condición es de importancia secundaria.
Es preciso remarcar que las soluciones obtenidas, bien por el método de Glauert o por el de
Goldstein, cumplen la condición de Kutta, condición que ha sido impuesta al suponer en el de
Glauert un desarrollo en serie de la componente u(x,0+) que cumple la condición de Kutta
(ecuación (7.28)) y en el de Goldstein al forzar la elección de una función g(t) que proporciona
un comportamiento de las singularidades en la componente u(x,0+) compatible con la hipótesis
de Kutta.
Este razonamiento se refuerza al observar que la ecuación integral (7.25) no tiene solución única,
como se puede comprobar por ejemplo suponiendo que la componente u(xo,0+) varía de la forma
u( x o ,0 + ) = U ∞
LM b − xo x −a
+ o
OP,
N xo − a b − xoQ
pues una función de este tipo, que no cumple la hipótesis de Kutta, proporciona la solución
w(x,0+) = 0, que no modifica la forma del perfil. En efecto, sustituyendo la última expresión de
u(xo,0+) en la integral (7.25) se tiene:
b
⎡ b − xo x −a⎤ 1
∫
± U
w( x,0 ) = − ∞ × ⎢ + o dx ,
π ⎣ xo − a b − xo ⎥⎦ x − xo o
a
xo = b + a + b − a cosθ o
2 2
se obtiene:
π
U ⎡ 1 − cosθ o 1 + cosθo ⎤ sinθ o
∫
±
w( x,0 ) = − ∞ ⎢ + dx ,
π ⎣ 1 + cosθo 1 − cosθ o ⎥⎦ cosθ − cosθ o o
0
18 Capítulo 7
LM 1 − cosθ o 1 + cosθ o OP
sinθ o
LM sin2
θo
cos2
OP 2 sinθ cosθ
θo o o
N 1 + cosθ o
+
Q
1 − cosθ o cosθ − cosθ o
= MM 2 +
θo θ P cosθ − cosθ
2 2 2 =
2 PQ
cos2 2 o
N sin o
2
LM 2sin θ2 o
2 cos
2θo OP L 1− cosθ 1+ cosθ o OP
=M 2 2
MN cosθ − cosθ
+
cosθ − cosθ o PP = MN cosθ − cosθ
o
+
cosθ − cosθ o Q
Q
o o
U ∞ ⎡ sinθ sinθ ⎤
w( x,0± ) = − −π +π =0
π ⎢⎣ sinθ sinθ ⎥⎦
Resulta entonces que la variación elegida para u(xo,0+) tiene w(x,0+) = 0, y podríamos sumarle a
cualquier solución que obtuviésemos esta otra sin que cambiase el valor de w(x,0+). Hay, por
tanto, que imponer una relación adicional (la condición de Kutta) para que quede fijado el valor
de u(xo,0+), lo que se ha hecho, como se ha dicho, al elegir la forma de las funciones u(x,0+) y
g(t).
Capítulo 7 19
π
cos nθ o
∫ cosθ
In = x
0
o − cosθ
dθo ,
conviene aprovechar las facilidades que ofrece el cálculo integral en el campo complejo. Para
ello, en primer lugar, aprovechando que cos(π−θo) = cos(π+θo), la integral de Glauert se escribe
como
2π
cos nθo
In = 1 x
∫ dθ ,
2 cos θo − cos θ o
0
2π
sin nθo
Jn = 1 x
∫ dθ ,
2 cos θo − cos θ o
0
cuyo valor es nulo, pues sin(π+θo) = −sin(π−θo). Agrupando ambas integrales resulta:
2π
ei nθo
In + i J n = 1 x
∫ dθ .
2 cos θo − cos θ o
0
(7A.1)
Para resolver la integral (7A.1) se hace el cambio de variable z = eiθo, con lo cual se obtiene que
dθo = –idz/z y también que cosθo = (z + 1/z)/2. Introduciendo estas expresiones en la expresión
(7A.1) se llega a la expresión (7A.2):
In + i J n = −i
∫ zn d z
z 2 − 2 z cosθ + 1
, (7A.2)
z1
−1 1 −1 1
z2
Fig. 7A.1. Camino de integración de la integral (7A.2). En el primer esquema se muestra la circunferencia |z| = 1 y
en el siguiente se muestra el camino de integración en el que se incluyen en el dominio los polos del
integrando.
20 Capítulo 7
Como es sabido la integral (7A.2) a lo largo del camino indicado vale 2πi veces la suma de los
residuos del integrando de (7A.2). Ahora bien, los polos del integrando son las raíces del
denominador
z2 – 2z cosθ + 1 = 0,
es decir z1 = cosθ + isinθ y z2 = cosθ − isinθ. Como ambas raíces están en el contorno, la integral
será la mitad del valor antes establecido, es decir, πi veces la suma de residuos (piénsese que si
se modifica el recinto de integración excluyendo los polos la integral sería nula pues no hay
polos en el interior del recinto, mientras que si se modifica el camino incluyendo los polos la
integral valdría 2πi veces la suma de residuos).
− cos nθ + isin nθ el de z1 ,
2sinθ
cos nθ − isin nθ el de z ,
2sinθ 2
π
cos nθ o
∫ cosθ
In = x
0
o − cosθ
dθ o = π sin nθ .
sinθ
Capítulo 7 21
Como se ha dicho en el capítulo 4, existen diversas publicaciones en las que se catalogan las
propiedades geométricas de familias de perfiles y se facilita información sobre sus características
aerodinámicas. Los perfiles más utilizados en aeronáutica son sin duda los perfiles NACA, cuya
nomenclatura se explica en la tabla siguiente (aunque para una información más detallada el
lector deberá consultar el texto de Abbott & von Doenhoff 1959). Se debe señalar que aunque las
series de perfiles NACA son el intento más conocido y con seguridad con más éxito de
sistematizar la geometría, las características y las prestaciones de los perfiles de ala, existen otros
muchos catálogos de perfiles, algunos para aplicaciones más específicas (véase por ejemplo
Riegels 1961, Althaus 1972, Eppler 1990, Althaus 1996) y que incluso algunas grandes
compañías aeronáuticas han desarrollado perfiles exclusivos para sus productos, tal es el caso
por ejemplo de Boeing y de Airbus.
EJERCICIOS
Ejercicio 7.1.
Como ejemplo de aplicación del método de Glauert consideremos un perfil de cuerda c cuya
línea de curvatura está definida por las expresiones:
LM e j OP , − 1 ≤ x ≤ − 1 ,
zc(x) = εc 1 − 16 x + 1
2
N c 4 Q 2 c 4
L 2 O
z (x) = εcM1 − 16 e x + 1 j P , − 1 ≤ x ≤ 1 ,
c
N 9 c 4 Q 4 c 2
con ε = 0.02. Esta línea de curvatura, formada por dos arcos de parábola, es semejante a las de
los perfiles NACA de la familia de cuatro cifras (véase el Anexo 7B) y lo que se desea conocer
es el valor del ángulo de ataque ideal, αi, la posición de la línea de sustentación nula, αSN, el
coeficiente de sustentación cuando el perfil vuela al ángulo de ataque ideal y el coeficiente de
momento respecto al centro aerodinámico, así como la distribución de sustentación a lo largo de
la cuerda cuando α = αi.
d zc
dx ( )
= −32ε x + 1 = −8ε (1 + 2cosθ ) , 2π ≤ θ ≤ π ,
c 4 3
Capítulo 7 23
d zc
dx 9 c 4 e 9 j
= − 32 ε x + 1 = − 8 ε(1 + 2 cos θ) , 0 ≤ θ ≤ 2π .
3
π ⎡ 2π / 3 π ⎤
αi = 1
π dx
d zc
∫ 8ε
dθ = − ⎢
π ⎢9
1
∫
(1 + 2cosθ )dθ +
∫
(1 + 2cosθ )dθ ⎥ = 8ε 8 3 − 11 π ,
⎥⎦ 9π 3 ( )
0 ⎣ 0 2π / 3
π
d zc ⎡ 2π / 3 π ⎤
A1 = − 2
π dx
0
∫cosθ dθ = 16ε ⎢
π ⎢9
1
⎣ 0
∫
(1 + 2cosθ )cosθ dθ +
2π / 3
∫
(1 + 2cosθ )cosθ dθ ⎥ =
⎥⎦
(
= 16ε 11 π − 2 3 .
9π 3 )
La línea de sustentación nula forma un ángulo αSN con la cuerda del perfil (figura E7.1), que vale
30
αSN 10
U∞ αi x
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
x/c
Fig. E7.1. Esquema de una línea de curvatura formada por dos arcos de parábola unidos en el centro aerodinámico
(a), en este gráfico se indican también el ángulo de ataque ideal y la línea de sustentación nula del perfil.
En el gráfico (b) se muestra la distribución de sustentación a lo largo de la cuerda, cl(x/c)/ε, cuando la
línea de curvatura vuela al ángulo de ataque ideal.
Para el cálculo del coeficiente de momento respecto al centro aerodinámico hay que determinar
además el coeficiente A2, pero quizás convenga calcular primero el término general del
desarrollo:
24 Capítulo 7
π
d zc ⎡ 2π / 3 π ⎤
An = − 2
π dx
0
∫ cos nθ dθ = 16ε ⎢
π ⎢9
1
⎣ 0
∫
(1 + 2cosθ )cos nθ dθ +
∫
2π / 3
(1 + 2cosθ )cos nθ dθ ⎥ ,
⎥⎦
pues si se tiene en cuenta que (1 + 2cosθ)cosnθ = cos(n−1)θ + cosnθ + cos(n+1)θ, las integrales
que aparecen en la expresión de An son inmediatas y el término general vale, para n ≥ 2:
o bien
1 F I
donde k = − 64 3 . Así pues, se obtiene A2 = kε 1 − , y el coeficiente de momento respecto al
9π 2 H K
centro aerodinámico es por tanto:
cmca = − π ( A1 + A2 ) = −0.04 .
4
∞
cl(θ) = 4 ∑ A sin nθ ,
1
n (E7.1)
Supongamos ahora que el perfil (la línea de curvatura) está articulado en el punto x = c/4, de
modo que la parte del perfil comprendida entre c/4 y c/2, el timón, puede girar alrededor de la
articulación; lo que se desea ahora es conocer, en función del ángulo de deflexión del timón, δ, el
coeficiente de sustentación del perfil y el momento producido en la charnela por las fuerzas
aerodinámicas que actúan sobre el timón (momento que deberá equilibrar el mecanismo de
accionamiento del timón). Como en teoría potencial linealizada es lícito superponer soluciones,
parece recomendable descomponer el problema planteado en dos: uno en el que sólo se
considere la línea de curvatura (ya resuelto en los párrafos anteriores) y otro en el que sólo
aparezca el efecto de la deflexión del timón, tal como se indica en la figura E7.2.
Capítulo 7 25
Fig. E7.2. Descomposición de una línea de curvatura con un timón en dos problemas elementales más sencillos.
Para resolver el problema del timón, la primera observación es que cuando éste se deflecta un
ángulo δ << 1, el ángulo de ataque del perfil se incrementa en δ/4. La ecuación la línea de
curvatura a considerar ahora es
dzp
= 0 , π ≤θ ≤ π ,
dx 3
dzp
= −δ , 0 ≤ θ ≤ π ,
dx 3
y utilizando de nuevo las expresiones que relacionan la forma del perfil con los coeficientes de
los desarrollos (7.32) resulta
π π /3
dzp
a0 = − 1
∫
π dx
0
dθ = δ
π ∫ dθ = 13δ ,
0
π π/3
dzp
an = − 2
∫
π dx
0
cos nθ dθ = 2δ
π ∫ cosnθ dθ = 2nδπ sin n π3 .
0
Es importante observar que al deflectar el timón se modifica el valor del ángulo de ataque ideal
del perfil. Si la deflexión es δ, se ha dicho que el ángulo de ataque es δ/4, de modo que de la
definición de a0 = αδ – αiδ se obtiene αiδ = αδ – a0 = δ/12. Así pues, si el ángulo de ataque ideal
de la línea de curvatura sin deflexión era αio = 0.013 radianes, al deflectar el timón será αi = αio
+ αiδ = 0.013 + δ/12.
(
clδ = 2π a0 +
a1
2 ) (
= 2πδ 1 + 3 = 4.873δ ,
2 2π )
de modo que el coeficiente de sustentación del perfil (línea de curvatura inicial con timón
deflectado) es cl = clo + clδ = 0.29 + 4.873δ. La distribución de sustentación a lo largo de la
cuerda correspondiente al problema del timón (figura E7.3) es
∞
clδ = a0 tan θ +
2 ∑ a sin nθ ,
1
n (E7.2)
26 Capítulo 7
6
c l/ δ
4
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
x/c
Fig. E7.3. Distribución de sustentación a lo largo de la cuerda, cl(x/c)/δ, correspondiente al problema de la placa
plana con timón representado en la figura E7.2.
Para calcular el coeficiente de momento en la charnela, habrá que sumar el momento producido
por la distribución de sustentación asociada a la deflexión del timón, expresión (E7.2), y el
producido por la distribución generada por la línea de curvatura calculada anteriormente,
expresión (E7.1). Sumando ambas distribuciones se tiene
∞
cl(θ) = clo(θ) + clδ (θ) = a0 tan θ +
2 ∑ (a
1
n + An)sin nθ ,
z
c/2
cmch = 12
c
e
cl(x) x − c d x ,
4 j
c/ 4
π/3
cmch = 1
8 ∫ c (θ )(2cosθ − 1)sinθ dθ .
0'
l
⎡ π /3 ∞ π/3 ⎤
8⎢ 2 ∫
cmch = ⎢a0 tan θ (2cosθ − 1)sinθ dθ +
1
∑ (an + An )
∫ sin nθ (2cosθ − 1)sinθ dθ ⎥
⎥⎦
⎣ 0 1 0
y como
tan θ sin θ(2 cos θ − 1) = 2 sin2 θ (2 cos θ − 1) = (1 − cos θ)(2 cos θ − 1) = − cos 2θ + 3 cos θ − 2 ,
2 2
sin nθ(2 cos θ − 1) sin θ = 1 cos(n − 2)θ − cos(n − 1)θ + cos(n + 1)θ − cos(n + 2)θ ,
2
se obtiene finalmente
Capítulo 7 27
⎡
( ) ( ) ( )
cmch = 1 ⎢ 5 3 − 2π a0 + 3 3 + π (a1 + A1) − 2 3 − π (a2 + A2 ) +
8⎣ 2 3 8 6 16 6
∑(
∞
+1 1 sin(n − 2) π − 1 sin(n − 1) π + 1 sin(n + 1) π −
2 n−2 3 n −1 3 (n + 1) 3
3
n+2 3 )
− 1 sin(n + 2) π (an + An )⎤
⎦⎥
Ejercicio 7.2.
Calcule la línea de curvatura y el ángulo de ataque a que debe estar situada, para obtener una
distribución de sustentación triangular como la representada en el ejercicio 4.1.
Ejercicio 7.3.
( )
z p (ξ ) = ±ε1c (1 − 2ξ ) 1 − 4ξ 2 + ε 2c 1 − 4ξ 2 , ε1, ε 2 << 1, ξ = x / c, ξ ≤1 2.
Ejercicio 7.4.
Ejercicio 7.5.
28 Capítulo 7
U∞ −c/2 c/2
x
δ(t)
Establezca la condición que se debe cumplir para que el proceso pueda considerarse casi-
estacionario y por tanto sea aplicable la teoría potencial linealizada de perfiles, y en el supuesto
de que se cumpla la condición anterior, utilizando el método de Glauert calcule en función del
tiempo el ángulo de ataque ideal, el coeficiente de sustentación global y el coeficiente de
momento respecto al centro aerodinámico.
Ejercicio 7.6.
Determine z(x) para que la distribución de sustentación a lo largo de la cuerda sea constante y de
valor l(x) = kρU∞2/2. Calcule la velocidad en el punto x = 0, z = 1.
Ejercicio 7.7.
La línea de curvatura de una familia de perfiles de doble curvatura que se extiende entre x = 0 y
x = c puede aproximarse en la forma z/c = εf(x/c) , donde ε << 1 y la función f(x/c) es un
polinomio de tercer grado cuyas tres raíces son reales. La familia está caracterizada por el
parámetro a, 0 ≤ a ≤ 1, que sitúa el punto intermedio de la cuerda donde la ordenada del perfil se
anula. Suponiendo aplicable la teoría linealizada, calcule y represente la velocidad vertical sobre
el perfil.
Calcule y esquematice el perfil de la familia cuyo centro de presiones no varía con el ángulo de
ataque.
En el caso en que la corriente incidente U∞ sea paralela a la cuerda del perfil, determine el valor
del coeficiente de sustentación en función de parámetro a (represéntelo), calcule también los
perfiles de máxima, nula y mínima sustentación así como el perfil que tiene el centro de
presiones en el punto medio de la cuerda.
Capítulo 7 29
Ejercicio 7.8.
La línea de curvatura de un perfil que vuela en el seno de un líquido ideal con velocidad U∞ está
formada por un tramo recto y una curva de tercer grado con pendiente nula en el origen y de
valor ε/4 en el borde de ataque, dada por la expresión:
zc(ξ) = 0, 0 ≤ ξ ≤ 1/2
Calcule el ángulo de ataque ideal y la línea de sustentación nula (haga un esquema del perfil y su
línea de sustentación nula). Calcule el coeficiente de sustentación global y el coeficiente de
momento respecto al centro aerodinámico.
Repita lo solicitado en el párrafo anterior considerando ahora que la corriente incide en sentido
contrario. Compare los resultados obtenidos en un caso y otro.
Ejercicio 7.9.
Considere la línea de curvatura zc(x) = εc[1−(2x/c)2], ε <<1, −c/2 ≤ x ≤ c/2, volando a ángulo de
ataque nulo a través de aire en calma con una velocidad de 200 m/s. Dos partículas
(macroscópicas) que en un momento dado se encuentran en el borde de ataque, recorren el perfil:
una por el extradós y la otra por el intradós ¿Cuánto tiempo transcurre desde que llega al borde
de salida una hasta que llega la otra?
Ejercicio 7.10.
i) El coeficiente de sustentación, cl, debe valer π/24 cuando el perfil vuela con ángulo de ataque
nulo, α = 0, y π/8 cuando vuela al ángulo de ataque ideal, αi.
ii) El coeficiente de momento respecto al punto medio del perfil ha de ser cmo= π/32 cuando el
ángulo de ataque es el ideal.
m
zc ( x ) = ∑ an x n .
0
Determine el valor mínimo de m compatible con las ligaduras enunciadas. Calcule la ecuación de
la línea de curvatura, el valor del ángulo de ataque ideal y la posición de la línea de sustentación
nula (dibuje la línea de curvatura y la línea de sustentación nula).
Capítulo 3 1
CAPITULO 3
3.1. INTRODUCCION
Los resultados del Capítulo anterior sobre el movimiento potencial bidimensional de líquidos
ideales, cuya sencillez derivaba de la existencia de un potencial complejo, f(t), función analítica
de la variable compleja t = x + iz, pueden ser generalizados a otras configuraciones de interés.
En la primera parte de este Capítulo nos vamos a referir a movimientos potenciales estrictamente
axisimétricos. Entendemos por estrictamente axisimétricos aquellos movimientos en los que las
magnitudes fluidas dependen exclusivamente de dos variables: una, x, medida a lo largo del eje
de revolución y la otra, r, que indica la distancia a dicho eje. El movimiento tiene lugar a lo largo
de planos meridianos y las magnitudes fluidas son independientes de la coordenada azimutal, θ.
Desde este punto de vista el movimiento resulta ser muy semejante al bidimensional; además de
la función potencial, existe función de corriente con propiedades análogas a las correspondientes
al movimiento plano, salvo que en este caso ambas funciones no son conjugadas armónicas,
como ocurría en el Capítulo 2.
La ecuación diferencial del potencial de velocidades sigue siendo lineal, por tratarse de líquidos
ideales, y es posible encontrar soluciones particulares del tipo manantial-sumidero, doblete,
torbellino, etc... lo que, por superposición, permite abordar la solución de problemas
relacionados con cuerpos axisimétricos cuya línea meridiana tenga una forma arbitraria.
La última parte del Capítulo está dedicada al estudio del campo de velocidades inducido por
líneas de torbellinos de forma cualquiera, no necesariamente axisimétrica. Esta parte tiene, como
veremos, una aplicación importante en el estudio de las configuraciones sustentadoras.
U = ∂Φ , W = ∂Φ . (3.1)
∂x ∂r
2
ΔΦ = ∂ Φ + ∂ 2Φ + 1 ∂Φ = 0 (3.2)
∂x 2 ∂r 2 r ∂r
dx dr
=
U ( x, r ) W ( x, r )
U ( x , r ) dr − W ( x , r ) dx = 0 . (3.3)
Si el primer miembro de (3.3) representa una diferencial exacta, será posible encontrar una
función Ψ(x,r) que se mantenga constante a lo largo de cada línea de corriente, es decir, una
función tal que cumpla dΨ = 0 a lo largo de cada una de ellas. Para ver si ocurre tal cosa,
recurrimos a la ecuación de continuidad, como hicimos en el Capítulo 2. En este caso se puede
escribir dicha ecuación como
∂ ( rU ) + ∂ ( rW ) = 0
∂x ∂r
expresión que pone de manifiesto que el primer miembro de (3.3) no es una diferencial exacta,
pero que es posible encontrar un factor integrante, r, de forma que podamos escribir
y, por tanto:
U = 1 ∂Ψ , W = − 1 ∂Ψ , (3.5)
2πr ∂r 2πr ∂x
donde el factor 2π se introduce por conveniencia, como se verá posteriormente. Esta función de
corriente es conocida como la función de corriente de Stokes.
Para gases ideales, la ecuación de continuidad (en la que aparecen las derivadas de ρrU y ρrW)
sugiere utilizar como factor integrante 2πrρ/ρ∞, siendo ρ la densidad en cada punto del fluido
y ρ∞ una densidad característica constante que se introduce exclusivamente para que Ψ
mantenga las dimensiones físicas del caso incompresible.
Con el fin de escribir la ecuación diferencial que cumple Ψ, observamos que el rotacional de la
velocidad tiene en este caso solamente una componente, perpendicular al plano meridiano, cuyo
valor es
(
∇ × V = ∂U − ∂W uθ ,
∂r ∂x )
y, por lo tanto, la condición de irrotacionalidad se reduce a la ecuación:
( ) (
∂ 1 ∂Ψ + ∂ 1 ∂Ψ = 0 .
∂x r ∂x ∂r r ∂r ) (3.6)
Analicemos ahora una propiedad que tiene su análoga en el movimiento plano. En el Capítulo 2
vimos que el salto que experimenta el valor de la función de corriente al pasar de una línea de
corriente a otra es igual al gasto volumétrico del líquido que fluye entre ambas. Consideremos la
superficie S engendrada girando alrededor del eje de revolución la curva plana OAP, tal como se
esquematiza en la figura 3.1. El flujo másico que entra, de izquierda a derecha, en el dominio
limitado por la superficie valdrá
dx
−dr dr
r dx
w P
A
u
O
x
G=ρ
OAP
∫ 2πr (U d r − W d x) ,
ΨP
G=ρ
∫ dΨ = ρ ( Ψ
ΨO
P − ΨO ) . (3.7)
Dado que la función de corriente se define salvo constantes, se puede asignar a ΨO el valor nulo,
con lo que ΨP representa el gasto volumétrico que fluye por el interior del cuerpo de revolución
limitado por la superficie generada girando alrededor del eje x la línea de corriente que pasa por
P.
Puesto que las ecuaciones diferenciales que deben satisfacer Φ(x,r) y Ψ(x,r)son lineales, es
interesante buscar soluciones particulares sencillas que permitan posteriormente resolver
problemas más complicados por superposición. Es posible obtener algunas de estas soluciones
por consideraciones de tipo físico, como veremos a continuación.
U = U∞ , W=0 .
De acuerdo con la expresión (3.1), la función potencial será, salvo una constante arbitraria
donde se ha tomado la constante de forma que Ψ(x,0) = 0, como se ha indicado con anterioridad.
Q
VR = ,
4πR 2
Q
Φ( x, r ) = − , (3.10)
4π x 2 + r 2
Q x Q r
U= , W = . (3.11)
4π
( )
2 3/ 2 4π
( )
3/ 2
x2 + r x2 + r 2
⎛ ⎞
Q⎜ x ⎟
Ψ( x, r ) = ⎜1 − 1/ 2 ⎟
(3.12)
2
⎜
⎝
x2 + r 2 ( ) ⎟
⎠
donde la constante ha sido calculada con la misma condición que en el ejemplo anterior. Nótese
que si Q es negativo la velocidad radial está dirigida hacia el origen, en cuyo caso tendremos un
sumidero.
Φ( x, r ) = M x , Ψ( x, r ) = − M r2 . (3.13)
4π
( ) 2
( )
3/ 2 3/ 2
x2 + r 2 x2 + r 2
3.4. TORBELLINOS
∇·V = 0,
(3.14)
∇×V(x) = C.
Hay que resaltar que el campo vectorial C es nulo en el exterior a D como ya se ha dicho.
La primera de las ecuaciones (3.14) indica que V(x) deriva de un potencial vector A(x), pues
escribiendo
V = ∇×A, (3.15)
dicha ecuación se cumple automáticamente. Hay que advertir que el problema de calcular el
potencial vector A, supuesto conocida la velocidad V, a partir de la expresión (3.15) no tiene
solución única y en lo que sigue se utiliza esa posible libertad en la elección de A para imponer
la condición adicional
∇·A = 0. (3.16)
ΔA = −C, (3.18)
que es una ecuación diferencial vectorial del tipo de la de Poisson. Una ecuación, escalar, de este
tipo aparece, por ejemplo, cuando se trata de calcular el potencial de velocidades (A) debido a
una superposición de manantiales de gasto conocido (C) distribuidos en un dominio D. La
contribución al potencial de un manantial vale, según la expresión (3.10), el gasto dividido por
4π veces la distancia entre el punto donde está situado el manantial y el punto donde se calcula
el potencial A, y la contribución de todos los manantiales será la integral de volumen, extendida
a D, de todos los efectos elementales.
C ( xo )
A(x) = 1
4π ∫
D
r
dv (3.19)
Hay que demostrar ahora que el campo vectorial dado por (3.19) cumple la condición (3.16) y
que por tanto es solución no sólo de (3.18) sino también de (3.17). De la ecuación (3.19) se
deduce que la divergencia del potencial vector vale:
4π ∫
∇ ⋅ A(x) = 1 C ( xo ) ⋅ ∇ 1 d v ,
D
r
(3.20)
Nótese que en esta expresión el operador ∇ se aplica exclusivamente sobre las funciones que
dependen de x (y no sobre las que dependen de xo), que es el punto donde se mide el efecto. Se
comprueba fácilmente que, tal como ha sido definida la función r, se cumple
∇ 1 = −∇ o 1 ,
r r
expresión en la que con el subíndice o se indica que el operador ∇o actúa sobre funciones que
dependen de xo, que es el punto donde está situada la causa.
C ( xo ) 1
C ( xo ) ⋅ ∇ 1 = −∇ o ⋅ + ∇o ⋅ C ( xo ) ,
r r r
y como el segundo miembro del corchete es nulo porque C es un campo solenoidal, utilizando
esta última expresión la ecuación (3.20) se convierte en
C ( xo )
∇ ⋅ A(x) = − 1 ∇ o ⋅
4π ∫
D
r
dv . (3.21)
Consideremos ahora que el flujo de C a través de cada uno de los elementos del contorno S del
dominio D ha de ser nulo, pues lo contrario implicaría la existencia de zonas exteriores a S en las
que C no sería nulo, en contradicción con lo supuesto al principio de este apartado. De acuerdo
con este razonamiento la integral que aparece en el segundo miembro de la igualdad (3.21) será
nula, de acuerdo con la fórmula de Gauss-Ostrogradski, y se cumplirá en consecuencia la
condición adicional (3.16).
Establecido que ∇⋅A = 0, para calcular V basta con aplicar el operador rotacional a los dos
miembros de la expresión (3.19), con lo que se tiene
Capítulo 3 7
4π ∫
V(x) = − 1 C ( xo ) × ∇ 1 d v
D
r
C ( xo ) × r
V(x) = 1
4π ∫
D
r3
dv . (3.22)
Apliquemos la fórmula (3.22) al caso en que el dominio D sea un tubo delgado de torbellinos.
Antes de hacerlo es conveniente mencionar dos características fundamentales de los tubos de
torbellinos; ambas derivan del hecho de que, siendo ∇⋅C = 0, el flujo del vector torbellino a
través de diferentes secciones rectas del tubo se mantiene constante y en consecuencia se debe
cumplir que:
1) La circulación del vector velocidad a lo largo de líneas cerradas que rodean una sola vez al
tubo de torbellinos es constante. Dicha constante, Γ, se llama intensidad del tubo de torbellinos y
viene dada por
∫
Γ = (∇ × V) ⋅ ndσ = C ⋅ ndσ .
Σ
∫
Σ
Dicho esto, consideremos el tubo de torbellinos de la figura 3.2, cuya configuración geométrica
está definida por su línea media C, un elemento de la cual llamaremos dxo, y área de la sección
recta σ(xo).
x
dxo r
σ
Supuesto el tubo delgado, el vector torbellino medio en cada sección será paralelo a dxo y su
valor en función de Γ será
Γ d xo
C ( xo ) = .
σ ( xo ) d xo
8 Capítulo 3
b g
dv =σ xo dxo .
Sustituyendo estas dos expresiones en la ecuación (3.22) se obtiene la ley que determina la
velocidad inducida por un hilo de torbellinos, conocida como ley de Biot-Savart, y que es
análoga a la de inducción magnética:
d xo × r
V ( x) = Γ
4π ∫
C
r3
, (3.23)
donde, en este caso, la integral está extendida a la línea media del tubo de torbellinos, C.
En muchos casos el tubo de torbellinos está formado por segmentos rectilíneos y es interesante
particularizar (3.23) a uno de tales segmentos. Supongamos que queremos calcular la
contribución a la velocidad en P del segmento de torbellino AB contenido en el plano definido
por el torbellino y el punto P, tal como se indica en la figura 3.3. Consideremos un elemento
infinitesimal dxo del hilo de torbellinos. De la geometría de la configuración se deduce que
h = rsinθ y, por tanto, sinθdr + r cosθdθ = 0; además se tiene que dxo = – dr/cosθ , por lo que
el módulo del integrando de (3.23) valdrá
B
θ2
θ+dθ
dxo
θ r+dr
xo r
h
P
Γ
θ1
Así pues, de acuerdo con (3.19), el módulo del vector velocidad será
dicho vector será, en el caso de la figura 3.3, perpendicular al plano del papel y dirigido hacia él
desde la posición del lector. Obsérvese que si el segmento de torbellino es infinito serán θ1 = 0 y
θ2 = π, y el resultado obtenido coincide, como era de esperar, con el correspondiente al
torbellino bidimensional estudiado en el Capítulo 2.
Capítulo 3 9
EJERCICIOS
Ejercicio 3.1.
⎡ a3 ⎤
Ψ( x, r ) = U ∞ πr 2 ⎢1 − ⎥ .
⎣ ( 2
x +r 2)3/ 2
⎦
U =1− a3 3 2
+ 3 2 a r2 5/ 2 , W =−3 a3 xr .
2 2 3 / 2 2 (x + r ) 2 ( x 2 + r 2 )5 / 2
U∞ (x + r ) U∞
U 3 W = − 3 sin θ cos θ ,
= sin 2 θ ,
U∞ 2 U∞ 2
9
c p = 1 − sin 2 θ .
4
Si se compara esta expresión con la obtenida en el Capítulo 2 para el caso de un cilindro circular
(cp = 1 − 4sin2θ) se observará que las presiones sobre la esfera son menores que sobre el cilindro,
como era de esperar, pues una esfera perturbará menos que un cilindro del mismo diámetro.
1/ 2
x = − 1 ⎛⎜
Q ⎞
.
2 ⎝ πU ∞ ⎟⎠
La línea de corriente divisoria, distinta del eje x, tiene una asíntota horizontal corriente abajo del
manantial cuya distancia al eje, a, se determina por consideraciones de gasto, pues es evidente
que muy lejos del manantial, donde la velocidad de la corriente vuelve a valer U∞ el gasto que
10 Capítulo 3
pasa por el tubo de corriente generado por la línea de corriente divisoria vale Q, de modo que
será πa2U∞ = Q, de donde resulta:
1/ 2
a = ⎛⎜
Q ⎞
⎟ .
⎝ πU ∞⎠
Así pues, la configuración fluida es como se indica en la figura E3.1: la línea de corriente
divisoria, cuya pendiente es siempre positiva, delimita un cuerpo de revolución de longitud
infinita y de radio máximo a.
Ψ=
Q
2 ( )
1 − x + πr 2U ∞ ,
R
donde R = (x2 + r2)1/2. Hay que observar que el valor de Ψ debe variar a lo largo del eje x, pues
en él está situado el manantial. En efecto, sobre el eje x es r = 0, de modo que R = |x|; por tanto la
función x/R = x/|x| vale 1 si x > 0 y –1 en el caso x < 0, de modo que la función de corriente vale
Ψ = 0 si x > 0, y vale Ψ = Q si x < 0
z
Ψ=0
a
U∞ Ψ=0 Ψ=Q
Q x
d Ψ=0
Fig. E3.1. Configuración fluida generada por una corriente uniforme U∞ y un manantial tridimensional de
intensidad Q situado en el origen.
Q
2 ( )
1 − x + πr 2U ∞ = Q ,
R
o bien
r2 =
Q
2πU ∞ (
1+ x .
R )
Antes de seguir conviene definir una escala en el problema fijando el valor del parámetro a. En
lo que sigue se ha elegido a = 1/2, de modo que el diámetro del tubo de corriente que pasa por el
punto de remanso vale la unidad en el infinito corriente abajo. Con esta elección la ecuación de
la línea de corriente divisoria es
x= 8r 2 − 1 . (E3.1)
4(1 − 4r 2)1/ 2
Capítulo 3 11
U = 1+ Q x = 1+ 1 x , W = Q r = 1 r ,
U∞ 4πU ∞ R3 16 R3 U ∞ 4πU ∞ R3 16 R3
2 2
c p(x, r) = 1 − U +2W = − 1 x3 + 1 4
8 R
FH IK . (E3.2)
U∞ 32R
Ahora bien, teniendo en cuenta la relación entre las variables x y r a lo largo de la línea de
corriente divisoria, ecuación (E3.1), se tiene
R2 = x 2 + r 2 = 1 , (E3.3)
16(1 − 4r 2)
habiéndose elegido r en vez de x como variable de trabajo por que de esta forma se obtienen
expresiones más sencillas y compactas.
p
U∞ po
po
p
po − p = po − p∞ − (p − p∞)
12 Capítulo 3
po − p po − p∞ p − p∞
= − = 1 − cp ,
1 ρU 2 1 ρU 2 1 ρU 2
2 ∞ 2 ∞ 2 ∞
de modo que la relación entre la velocidad U∞ y las presiones a lo largo de la superficie del tubo
es
U∞ = FG 2(p − p) IJ 1/ 2
H ρ(1 − c ) K . (E3.5)
o
p
Así pues, midiendo la diferencia de presión entre ambos orificios y conociendo la curva de
variación del coeficiente de presión, expresión (E3.4), la igualdad (E3.5) permite calcular la
velocidad de la corriente incidente. En un tubo Pitot, para evitar errores debidos a una posible
desalineación del tubo respecto a la corriente incidente, en vez de una única toma lateral de
presión suele haber varias repartidas en una sección situada razonablemente lejos de la toma de
remanso, donde se supone que la presión es ya la estática de la corriente incidente, p∞. En este
caso, si fuera p = p∞, se tendría que en la toma de estática es cp = 0 y la ecuación (E3.5) queda
reducida a
F 2(p − p ) I ∞
1/ 2
U∞ =
H ρ K o . (E3.6)
F 2(p − p) I 1/ 2
U=
H ρ K o , (E3.7)
de modo que dividiendo la expresión (E3.7) por la velocidad correcta, dada por la ecuación
(E3.5) se tiene
U
U∞
b
= 1 − cp g
1/ 2
. (E3.8)
1,2
U/U∞
0,8
0,4
0
−1 0 1 2 3 4 5
x
Fig. E3.3. Variación con la distancia x del cociente U/U∞ dado por la expresión (E3.8).
Aunque el ejercicio resuelto sirve para ilustrar el funcionamiento de un tubo Pitot, hay que
señalar que la geometría del cuerpo obtenido con la superposición de un manantial
tridimensional y una corriente incidente es inadecuado para el fin propuesto, debido a que, como
se puede apreciar en la figura E3.3, al inicio del obstáculo se genera un gradiente adverso de
presión.
Ejercicio 3.2.
Con la configuración anterior se pretende simular la corriente en las proximidades del buje de la
toma de aire de un reactor. Para simular una carena circular se añade ahora otra distribución
uniforme de manantiales de gasto volumétrico por unidad de longitud Q′/2πa situados en la
circunferencia: x = 0, r= a. Suponiendo Q′ ~ Q << U∞πa2, para esta nueva configuración dibuje,
sin realizar cálculo alguno, las líneas de corriente divisorias y los puntos de remanso, y escriba
expresiones aproximadas de la situación de los puntos de remanso.
Ejercicio 3.3.
Dicho anillo se coloca en presencia de una corriente uniforme axial, U∞. En este caso, estudie la
situación de los puntos de remanso y de las líneas de corriente divisorias en los distintos casos
posibles y calcule la fuerza que el fluido ejerce sobre el anillo de singularidades.
14 Capítulo 3
Ejercicio 3.4.
Ejercicio 3.5.
R
x
Γ
Ejercicio 3.6.
Una configuración de torbellinos que aparece como solución elemental en la teoría de alas es la
herradura de torbellinos, que consiste, tal como se indica en la figura E3.4, en dos tramos de
torbellino rectos de longitud infinita paralelos entre sí (AB y CD) unidos por un tercer tramo
(BC) perpendicular a los anteriores.
P
y
θC
D
C
Γ a
Γ
x
θB Γ a
B
A
WAB = −Γ ⎡1 − cos(θ + π ) ⎤ = −Γ ⎛1 + x ⎞ ,
4π( y + a) ⎣ B 2 ⎦ 4π( y + a) ⎜ 2 2 ⎟
( y + a) + x ⎠
⎝
y+a y−a
WBC = −Γ [ cosθ B − cosθ C ] = −Γ ⎛⎜ − ⎞ ,
4πx 4πx ( y + a) 2 + x 2 2 2 ⎟
⎝ ( y − a) + x ⎠
WCD = Γ ⎡1 + cos( π − θ ) ⎤ = Γ ⎛1 + x ⎞.
4π( y − a) ⎣ 2 C ⎦ 4π( y − a) ⎜ 2 2 ⎟
( y − a) + x ⎠
⎝
Capítulo 3 15
Hay dos límites de la velocidad inducida de particular interés, uno es cuando el punto P está muy
lejos de la cabeza del torbellino, cuando x → ∞, y el otro es cuando el punto P pertenece al eje y
(x = 0).
En el primer caso (x → ∞) las velocidades debidas a cada uno de los tramos son:
expresiones que obviamente coinciden con las que se obtienen en un problema bidimensional
con dos torbellinos de intensidades Γ y −Γ situados respectivamente a distancias –a y a del
origen y = 0.
Para analizar el segundo límite hay que observar que un hilo de torbellinos recto no puede
inducir velocidad en sí mismo, de modo que para calcular la velocidad en el eje y hay que
eliminar la contribución del segmento BC. Así pues, en este caso es
W = WAB + WCD = − Γ (
1 − 1
4π y + a y − a
. )
Nótese que la velocidad inducida por la herradura de torbellinos en x = 0 es la mitad de la que se
obtiene en x → ∞, lo que está en consonancia con el hecho de que un observador situado en
x → ∞ ve torbellinos que respecto a su posición se extienden desde −∞ hasta +∞, mientras que
un observador en x = 0 ve torbellinos de la mitad de longitud (desde x = 0 hasta +∞).
Que la velocidad inducida por la herradura de torbellinos en la cabeza sea la mitad de la inducida
lejos de ésta, en la cola de la herradura, es un resultado que se utilizará posteriormente en el
Capítulo 11, al plantear la teoría del ala larga de Prandtl. Una última observación respecto a los
resultados obtenidos para la herradura de torbellinos es que la velocidad inducida, perpendicular
al plano z = 0, es positiva en ⏐y⏐ > a, cualquiera que sea x (con x > 0) y negativa entre las dos
colas del torbellino, en ⏐y⏐ < a (obviamente los resultados serán los contrarios si se considerara
una herradura con circulación opuesta a la del caso resuelto), hecho que será también recordado
cuando se analice la teoría del ala larga.
Capítulo 9 1
CAPITULO 9
9.1. INTRODUCCION
En los Capítulos anteriores se han analizado varios modelos de flujo incompresible alrededor de
obstáculos, es decir movimientos en los que la densidad del fluido es constante en todo el
dominio. Desde un punto de vista estrictamente matemático densidad constante es sinónimo de
movimiento incompresible, lo que significa velocidad del sonido infinita (a = (∂p/∂ρ)s) y número
de Mach nulo (M = U/a). Es obvio que movimientos incompresibles no existen en la naturaleza,
pues aunque pueda alcanzar valores muy elevados, la velocidad del sonido en los fluidos es
finita. Sin embargo, hay multitud de situaciones en las que siendo la velocidad del sonido finita
la velocidad relativa entre el obstáculo y el fluido, U∞, es muy pequeña comparada con la del
sonido corriente arriba del obstáculo, a∞, de modo que el valor del número de Mach de la
corriente incidente, M∞, resulta muy pequeño. Este es el caso de las aeronaves que se desplazan a
través del aire con números de Mach de vuelo inferiores a 0.3 (por fijar un valor de referencia).
Para delimitar las diferentes características del régimen incompresible y del régimen
compresible, y dentro de este último las particularidades de los casos subsónico, transónico,
supersónico e hipersónico, supongamos un obstáculo bidimensional sometido a una corriente
incidente uniforme de intensidad U∞. En un sistema de referencia ligado al cuerpo las
perturbaciones producidas por el obstáculo se desplazan relativamente al fluido con la velocidad
del sonido a∞ y a la vez son arrastradas convectivamente por la corriente uniforme con velocidad
U∞. En el límite incompresible (a∞ → ∞) las perturbaciones alcanzan instantáneamente todos los
puntos del dominio fluido, pero si la velocidad del sonido es finita la perturbación tardará un
cierto tiempo en recorrer la distancia entre el punto causa y el punto efecto en consideración.
Es ilustrativo analizar el lugar geométrico de los puntos hasta donde ha llegado la perturbación al
cabo de un cierto tiempo, t. En este tiempo la perturbación habrá sido arrastrada por la corriente
una distancia U∞t y se habrá movido respecto al fluido, en todas las direcciones, una distancia
a∞t, tal como se indica en los esquemas de la figura 9.1. Si U∞ << a∞ (M∞ << 1) la perturbación
viaja prácticamente de modo isotrópico (figura 9.1a), pero conforme aumenta el valor de U∞ se
produce una asimetría en el campo fluido y tal como se indica en la figura 9.1b las
perturbaciones en la presión producidas por el obstáculo tienden a concentrarse aguas arriba del
cuerpo. Este efecto es perceptible incluso a muy bajas velocidades y es la causa del efecto
Doppler por el cual se explica que el sonido que percibe un observador estático sea distinto
cuando ve acercarse un móvil que cuando lo ve alejarse (piénsese que si el móvil estuviera
produciendo una perturbación armónica, por ejemplo, haciendo sonar una bocina, las ondas
sonoras se comprimen corriente arriba, con lo que la frecuencia será más alta y el sonido más
agudo, y lo contrario cuando se aleja).
a
U∞
b c
a∞t a∞t
U∞ U∞
U∞t U∞t
Fig. 9.1. Lugar geométrico alcanzado por la perturbación producida por un obstáculo según aumenta el valor del
número de Mach de vuelo, M∞.
Conforme aumenta la velocidad de vuelo las ondas de presión aguas arriba del obstáculo se van
juntando y tienden a colapsar (figura 9.1b). En este régimen de vuelo, a números de Mach
moderadamente altos pero todavía en régimen subsónico, coexisten sobre el obstáculo zonas en
las que el movimiento es subsónico y zonas en las que es supersónico. En efecto, si nos fijamos
en lo que ocurre por ejemplo en un perfil sustentador, las enseñanzas aprendidas en Capítulos
anteriores indican que la corriente ha de acelerarse en el extradós del perfil y decelerarse en el
intradós, de modo que en el extradós, aunque la corriente incidente es subsónica (U∞ < a∞), al
sumar a ésta la componente de perturbación la corriente local puede ser supersónica (U∞ + u > a)
en una zona más o menos amplia del extradós, como se indica en la figura 9.2b. La aparición de
una zona supersónica sobre el obstáculo es la frontera donde se inicia lo que se conoce como
régimen transónico (M∞ ≈ 1).
Todavía en régimen transónico (M∞ ≈ 1) pero con una corriente incidente levemente supersónica
(M∞ > 1) se produce un cambio radical en la configuración fluida en las proximidades del perfil:
aparece una onda de choque desprendida delante del borde de ataque del perfil tras la cual la
corriente local, decelerada en la onda de choque, es subsónica (véase la figura 9.2d). Debido a la
perturbación generada por el perfil la corriente se acelera y vuelve a ser levemente supersónica
sobre el perfil para finalmente sufrir una nueva deceleración en el borde de salida a través de un
complejo sistema de ondas de choque cuya forma recuerda la cola de un pez.
Si el número de Mach de la corriente incidente sigue aumentando y el borde de ataque del perfil
es afilado, llega un momento en el que el flujo alrededor del perfil es enteramente supersónico
(salvo en la capa límite), régimen que se caracteriza porque en todo el dominio fluido es M > 1,
como se ha dicho, y por la aparición de ondas de choque en las que las propiedades del fluido
sufren discontinuidades (a escala macroscópica, claro está) así como zonas con ondas de
expansión. La frontera entre la parte supersónica del régimen transónico y el régimen
Capítulo 9 3
supersónico propiamente dicho, no está nítidamente definida (al igual que ocurre por el lado
subsónico). En el apartado 9.2.1 se presenta una estimación del rango de aplicación del régimen
transónico, cuyos límites son tanto mayores cuanto mayor es el espesor relativo del obstáculo.
M>1
M∞<0.7
M∞≈0.8
a
b
M>1
M∞≈0.95
M>1
M∞≈1.2 M<1
c
M>1
d
M∞>5 M>1
Fig. 9.2. Esquemas de las configuraciones fluidas alrededor de un perfil para distintos valores del número de Mach
de vuelo, M∞.
Volviendo a los esquemas de la figura 9.1, se observa que en el régimen supersónico, al ser U∞ >
a∞ la perturbación originada en el punto causa queda confinada en una región situada aguas
abajo del obstáculo, región que se conoce con el nombre de cono de Mach y cuyo semiángulo, δ,
cumple la relación sinδ = a∞/U∞ = 1/M∞, como se deduce del esquema de la figura 9.1c. Quizás
el rasgo más distintivo del régimen supersónico es que al quedar la perturbación confinada en
una región posterior al punto causa y al ser la corriente supersónica en todos los puntos del
dominio fluido, en un movimiento potencial la perturbación no puede viajar corriente arriba
(aunque esto no es del todo cierto en un flujo real, pues cerca del perfil habrá una capa límite con
una subcapa subsónica por la que sí pueden viajar corriente arriba las perturbaciones).
A velocidades supersónicas altas (un límite puede ser M∞ = 5) las ondas de choque que nacen en
el borde de ataque están muy inclinadas (recuérdese que δ = arcsin(1/M∞)), la intensidad de la
onda de choque aumenta, con el consiguiente aumento de la temperatura detrás de la
discontinuidad, en la región fluida situada entre la onda y el obstáculo (la capa de choque, figura
9.2e). Si el número de Mach es suficientemente alto la capa de choque se hace tan estrecha que
puede interaccionar con la capa límite y la temperatura puede aumentar tanto que se produzcan
reacciones químicas en el fluido (en particular la disociación de las moléculas de Nitrógeno y
Oxígeno). Este régimen se denomina hipersónico y es el régimen característico en la reentrada
de vehículos en la atmósfera, sean misiles o vehículos espaciales.
(a 2 − Φ 2x )Φ xx + (a 2 − Φ 2y )Φ yy + (a 2 − Φ 2z )Φ zz − 2Φ xΦ yΦ xy − 2Φ xΦ zΦ xz − 2Φ yΦ zΦ yz = 0 (9.1)
donde la velocidad local del sonido está relacionada con la velocidad local del fluido a través de
la ecuación
γ −1⎡ 2 γ −1 2
a2 + Φ + Φ 2y + Φ 2z ⎤ = a∞2 + U∞ . (9.2)
⎣ x
2 ⎦ 2
Φx fx + Φ y f y − Φz = 0 (9.3)
y en el infinito tendremos
Esta condición, como veremos, no se cumple en algunos casos como no sea con la colaboración
de la viscosidad.
Respecto al borde de salida, no se puede asegurar a priori que se deba cumplir con carácter
general la condición de Kutta en dicho borde de salida, pues por ejemplo, el mecanismo físico
que fuerce el cumplimiento de esta condición en supersónico es inimaginable.
p
a2 = γ (9.5)
ρ
p p∞
γ = . (9.6)
ρ ργ∞
Φ( x, y, z) = U ∞ x + δ (ε )ϕ ′( x, y, z) = U ∞ x + ϕ ( x, y, z) , (9.7)
donde ϕ′ y sus derivadas son del orden de la unidad, y lo único que se sabe de δ(ε) es que ha de
tender a cero cuando ε tiende a cero. Introduciendo la expresión (9.7) en la (9.2), se tiene
Capítulo 9 5
Tras la sustitución de (9.8) en (9.1) se pueden eliminar los términos que son pequeños. Esta
eliminación es obvia salvo, quizás, en lo relativo al factor a2 − Φx2 que multiplica al término Φxx.
Para este caso, de (9.8) y (9.7) se deduce
ϕ′
a 2 − Φ 2x = a∞2 − U ∞2 − (γ + 1)U ∞δ (ε )ϕ ′x + O(δ 2 ) = a∞2 ⎡⎢1 − M ∞2 − (γ + 1)δ (ε )M ∞2 x ⎤⎥ + O(δ 2 ) . (9.9)
⎣ U∞ ⎦
d1 − M iϕ ′ 2
∞ xx + ϕ ′yy + ϕ ′zz = 0 .
Para linealizar las condiciones de contorno despreciamos todo término que con seguridad es
menor que alguno de los que se han de conservar, con lo que la ecuación (9.3), tras introducir el
desarrollo (9.7),
ϕ ′z z = 0
= ∂F . (9.10)
U∞ ∂x
Para calcular la expresión linealizada del coeficiente de presión aventuramos la hipótesis (que se
confirmará por la consistencia del desarrollo posterior) de que tanto la presión como la densidad
difieren poco de los valores de referencia en el infinito corriente arriba, es decir:
p = p∞(1 + ε~p) ; ~
p ∼1
~) ;
ρ = ρ ∞(1 + ερ ~ ∼1 .
ρ
Entonces será
6 Capítulo 9
p
ρ
=
p∞ ⎡
ρ∞ ⎣ ( )
1 + ε ( p − ρ ) + O ε 2 ⎤ .
⎦
De (9.6) se deduce ~ ~ + O(ε) y, por tanto, la expresión (9.8) se podrá escribir como
p = γρ
p γ −1
a2 − a∞2 = γε~
p ∞ d i
+ O ε 2 ≡ −(γ − 1)εU∞ϕ ′x + O ε 2
ρ∞ γ d i,
resultando finalmente
~
pp∞ 2ϕ ′x
cp = ε = −ε , (9.11)
1 ρ U2 U∞
2 ∞ ∞
(1 − M∞2 )ϕ xx + ϕ yy + ϕ zz = 0 , (9.12)
∂f
ϕ z z = 0 = U∞ , (9.13)
∂x
ϕx
c p = −2 , (9.14)
U∞
En los apartados anteriores se ha mencionado repetidas veces el régimen transónico, una banda
de valores del número de Mach de la corriente incidente en torno a M∞ = 1 para los que
coexisten sobre el perfil zonas de flujo subsónico con otras de flujo supersónico. En el apartado
9.2, al plantear la linealización del potencial de velocidades se ha despreciado el término εϕ′x
frente a 1−M∞2, expresión (9.9), en la hipótesis de que el primero es mucho menor que el
segundo. Esto no es así en régimen transónico pues se comprende que en este régimen 1−M∞2
puede ser tan pequeño como se quiera, y no estaría justificado despreciar un término, εϕ′x, del
mismo orden que uno de los retenidos en la ecuación linealizada.
Así pues, en régimen transónico habrá que replantear la importancia de los distintos términos
que aparecen en la ecuación diferencial del potencial de velocidades, en particular los dos que
multiplican a las derivadas segundas respecto a la variable x y cualquier otro que con seguridad
deba ser retenido en la ecuación linealizada. Según esto, en el caso de un perfil los términos a
comparar son:
(M 2
∞ )
− 1 ϕ ′xx , ε (ϕ ′x / U ∞ )ϕ ′x x , ϕ ′zz .
Capítulo 9 7
Fuera del régimen transónico está justificado despreciar el segundo de los términos frente a los
otros dos, que son del mismo orden y mayores que aquél.
Una observación fundamental al analizar el régimen transónico es que en éste las longitudes
características según los ejes x y z no son del mismo orden. Esta conclusión es evidente sin más
que analizar lo que ocurre en la parte supersónica del régimen transónico. Se ha dicho que las
perturbaciones quedan confinadas dentro del cono de Mach cuyo semiángulo es δ =
arcsin(1/M∞), de modo que δ → π/2 cuando M∞ → 1, lo que indica que la distancia a recorrer
para estar por ejemplo en la frontera del cono de Mach es mucho menor según el eje x que según
el eje z. Por tanto, si se toma la longitud característica paralela al eje x como unidad, y
suponemos que la paralela al eje z es del orden de lz (que no es necesariamente del orden de la
unidad, contrariamente a lo que ocurre en régimen subsónico), de la condición de contorno se
deduce que ϕ′z ∼ ϕ′/lz ∼ U∞, luego ϕ′ ∼ U∞lz. Nótese que en este régimen el proceso de
derivación respecto a z cambia el orden de magnitud de la función derivada.
(1 − M ) ϕ′ ∼ ( 1 − M ) l U
2
∞ xx
2
∞ z ∞ / c2 ,
ε (ϕ ′x / U ∞ )ϕ ′x x ∼ ε l z2U ∞ / c3 ,
U∞
ϕ ′zz ∼
lz
De aquí se deduce que si los términos primero y tercero deben ser del mismo orden tendrá que
ser
lz ∼ c ∼ c ,
1 − M ∞2 1 − M∞
Finalmente, para que el primer término (y, por lo tanto, el tercero) sea mucho mayor que el
segundo es necesario que se cumpla:
3/ 2
1 − M∞ >> ε .
Desigualdad válida tanto para el caso subsónico como el supersónico, y que marca el límite de la
zona transónica. Nótese que cuanto menor es el espesor del perfil menor es la amplitud de la
zona transónica.
Como se ha visto, el problema compresible subsónico linealizado está gobernado por una
ecuación diferencial lineal reducible a la de Laplace mediante dilatación de las variables y por
8 Capítulo 9
unas condiciones de contorno idénticas a las que aparecen en régimen incompresible. Esto
indujo a Prandtl y a Glauert casi simultáneamente (1928) a tratar de obtener soluciones de
problemas compresibles subsónicos y linealizados a partir de soluciones de problemas
incompresibles linealizados. El método fue utilizado posteriormente por Ackeret para relacionar
entre sí soluciones supersónicas, pero la utilidad de esta segunda aplicación es pequeña.
Para comprender el método, supongamos que se han definido en forma matemática (ecuación
diferencial y condiciones de contorno) dos problemas subsónicos: el 1 y el 2. Si mediante un
cambio apropiado de variables se puede escribir la ecuación diferencial y condiciones de
contorno del problema 1 exactamente en la misma forma que las que definen el problema 2, el
cambio de variables en la solución del problema 1 (que se ha podido obtener incluso
experimentalmente) proporcionará la solución del problema 2 (sin necesidad de recurrir a nuevos
experimentos).
∂ϕ j ∂z j ∂z p j
1º En la forma en planta: = .
Uj ∂x j
z j =0±
∂ϕ j ∂x j
Coeficiente de presión: c p j = −2 .
Uj
Observando que si se toma como función ϕj/Uj la velocidad incidente deja de aparecer
explícitamente en las ecuaciones y que si se eligen como variables x j ; 1 − M 2j y j ; 1 − M 2j z j , el
número de Mach desaparece de la ecuación diferencial (pero aparece en las condiciones de
contorno), de estas dos consideraciones se deduce que con el cambio de variables:
1 − M22 1 − M22
x1 = x2 ; y1 = y ;
2 1z = z2 ,
1 − M12 1 − M12
y el cambio de función:
U1
ϕ1(x1, y1, z1) = A ϕ (x , y , z ) ,
U2 2 2 2 2
siendo A una constante arbitraria, la ecuación diferencial del problema 1 se convierte en la del
problema 2.
Falta, por último, escribir las condiciones de contorno del problema 1 en las variables del 2, es
decir
Capítulo 9 9
∂ϕ 2 ∂z2 z
2 =0 = 1
1 − M22 ∂
(
LM
,
1 − M22
y)
OP ,
U2
z x
MN
A 1 − M12 ∂x2 p1 2 1 − M12 2 PQ
que sólo se corresponderán con las condiciones del problema 2 si se cumple por una parte que la
forma en planta del ala del problema 2 se obtiene a partir de la del problema 1 por la afinidad:
1 − M22
x1 = x2 ; y1 = y2 .
1 − M12
y, por otra que las ordenadas del ala 2 se corresponden con las del ala 1 por la relación
2
1 1 − M2 z = z .
A 1 − M12 p1 p2
Hay que notar también que con los cambios establecidos la segunda y tercera condiciones de
contorno se corresponden. Respecto a los coeficientes de presiones, si se escribe cp en función
1
de las variables del problema 2 se obtiene: cp = Acp .
1 2
Para poder aplicar la analogía los perfiles han de ser afines, por lo que se podrá escribir
donde τi y τ son parámetros pequeños que miden lo que se separan los perfiles de sus esqueletos
(es decir, miden los posibles efectos de espesor relativo, flecha de la curvatura y ángulo de
ataque) y f(x) es una función de orden unidad (la misma en ambos casos).
Así pues, en este caso tendremos que las formas en planta se corresponden, ya que xi = x y
ambas envergaduras son infinitas (pues se trata de perfiles). La correspondencia entre
condiciones de contorno exige que se cumpla
A
τi = τ,
1 − M ∞2
10 Capítulo 9
Si se quiere saber lo que le ocurre a un perfil dado cuando vuela a distintos números de Mach
(todos subsónicos) se elige A = 1 − M ∞2 , para que sea τ = τi cualquiera que sea el número de
Mach y, por tanto:
c pi
cp = . (9.15)
1− M ∞2
Es decir, los coeficientes de presión aumentan conforme aumenta el número de Mach de vuelo.
Obviamente, el coeficiente de sustentación local variará con el número de Mach como lo hace el
coeficiente de presión, e igual ocurre con el coeficiente de sustentación global del perfil; así pues
será
cli
cl = . (9.16)
1 − M ∞2
En la figura 9.3 se ha representado la función (9.16). A la vista de este gráfico se concluye que la
sustentación del perfil aumenta conforme lo hace el número de Mach de vuelo, y que en el límite
M∞ → 1 el coeficiente de sustentación sería infinitamente grande. Es evidente que este resultado
es una imperfección de la teoría y que el comportamiento real de un perfil no puede ser así.
Incluso dentro de la validez de la teoría linealizada que se está manejando, este resultado (cl →
∞ si M∞ → 1) es incorrecto pues cuando el número de Mach se aproxima a la unidad la ecuación
(9.12) deja de ser válida (limitación transónica). Los círculos en la figura 9.3 representan el
comportamiento real del perfil, mucho menos optimista que el predicho por un modelo potencial.
0.8
0.7
cl
0.6
0.5
0.4
0.3
0 0.2 0.4 0.6
M∞0.8 1
Fig. 9.3. Variación con el número de Mach de vuelo, M∞. del coeficiente de sustentación de un perfil según la
fórmula de corrección por compresibilidad de Glauert (línea continua) y en un caso real (símbolos).
c pi
cp = , (9.17)
2 c pi M∞2
1 − M∞ +
2 1 + 1 − M2
∞
que ha sido adoptada prácticamente por la totalidad de la industria aeronáutica desde los años
cuarenta.
Antes de entrar en el cálculo de las características de los perfiles en vuelo supersónico aplicando
la teoría potencial linealizada, es conveniente recordar, puesto que la ecuación a resolver es
ahora de naturaleza hiperbólica, algunos detalles matemáticos. Consideremos la siguiente
ecuación diferencial, en derivadas parciales, de tipo semi-lineal, dependiente de las variables x,
z,
∂ξ ∂x 2 ∂η ∂x 2
= − dz = − B − B − AC , = − dz = − B + B − AC .
∂ξ ∂z dx A ∂η ∂z dx A
Donde sea B2 > AC (problema hiperbólico) las características son reales. Escribiendo la ecuación
(9.18) en coordenadas características, ξ, η, ésta queda reducida a ϕξη + D(ξ,η,ϕξ,ϕη) = 0.
β 2ϕ xx − ϕ zz = 0 , donde β = M ∞2 − 1 , (9.19)
que es hiperbólica en todo el dominio fluido. Las características en este problema son ξ = x−βz =
cte, η = x+βz = cte, y en estas coordenadas características la ecuación (9.19) se puede escribir
como ϕξη = 0, cuya solución general es: ϕ(x,z) = F1(x−βz) + F2(x+βz). En esta última expresión
F1 representa una perturbación que se propaga sin amortiguarse a lo largo de las lineas ξ = cte, y
F2 otra que se propaga a lo largo de η = cte. Teóricamente, en la aproximación que estamos
desarrollando, ambas perturbaciones llegan hasta el infinito.
Hay que notar que las dos condiciones de contorno (ϕ y ∂ϕ/∂n) que precisa la ecuación
diferencial no se pueden imponer de forma indiscriminada, como se aclara en el esquema de la
figura 9.4. En efecto, parece claro que si el contorno corta una sola vez a las dos familias de
características (Fig. 9.4a), al dar dos condiciones se pueden calcular F1 y F2 y, por tanto, ϕ en
cada punto del dominio. Pero si el contorno corta dos veces a las familias de características la
12 Capítulo 9
Por último, si el contorno coincide con una de las características (figura 9.4c), el problema queda
indeterminado (lo que está de acuerdo con la definición de característica) porque no hay manera
de calcular la función asociada a las características que discurren paralelamente al contorno.
A
a b c
D
η = cte ξ = cte
B
C
En el caso de un perfil que vuela en régimen supersónico, en cada punto del esqueleto del perfil
(donde se imponen las condiciones de contorno) confluyen dos características, una que llega
lateralmente desde el infinito corriente arriba y otra que va hacia el infinito corriente abajo. La
perturbación, que es constante a lo largo de las características, se desplaza con la velocidad del
sonido, y como no puede adelantar al perfil se concluye que en la zona influida por el extradós
será F2(x + βz) = 0, mientras que en la zona influida por el intradós tendremos F1(x − βz) = 0
Como la perturbación no se amortigua (al menos en esta teoría) el infinito queda parcialmente
perturbado. Lo que en la realidad ocurre es que a gran distancia del perfil la teoría no es válida y
las supuestas características paralelas convergen (formando una onda de choque de intensidad
finita) o divergen.
La solución en la zona influida por el extradós (zona1 en la figura 9.5a) será ϕ(x,z) = F1(x − βz),
donde F1 se obtendrá de la condición de contorno
∂ϕ d F1 dz
= −β = U∞ e ,
∂z z =0 dx dx
de modo que es
U U
F1 ( x ) = − ∞ ze ( x ) , ϕ ( x , z ) = − ∞ ze ( x − βz )
β β
ϕ ( x,0) 2 dze
c pe = −2 x = . (9.20)
U∞ β dx
Capítulo 9 13
Procediendo de forma semejante en la zona influida por el intradós se obtiene ϕ(x,z) = F2(x +
βz), donde
U∞ U∞
F2 ( x ) = zi ( x ) , ϕ ( x , z ) = zi ( x + βz )
β β
2 dzi
c pi = − (9.21)
β dx
Hay que observar que en la solución obtenida las líneas de corriente reproducen exactamente el
perfil trasladado. Las perturbaciones quedan localizadas en zonas limitadas por características.
En particular el extradós no influye sobre el intradós.
0 1
z = ze(x) z = ze(x)
U∞ U∞
3
z = z i( x ) z = z i( x )
2
Fig. 9.5. Zonas que aparecen en un perfil que vuela aislado (a) y esquema de la presión sobre el perfil (b).
También hay que remarcar que aunque el perfil sea simétrico respecto a x = 0 el campo de
presiones no lo es. En efecto, en el extradós del perfil (zona 1 en la figura 9.5a) si dze/dx > 0
tenemos compresión, la fuerza es hacia abajo y hacia atrás, mientras que si dze/dx < 0 tenemos
succión, la fuerza es hacia arriba y hacia atrás. De modo análogo, en la zona 2 si dzi/dx < 0,
tenemos compresión, la fuerza es hacia arriba y hacia atrás y si dzi/dx > 0, tenemos succión, la
fuerza es hacia abajo y hacia atrás (figura 9.5b).
Sea el perfil dado por su ecuación z = z(x), a ≤ x ≤ b. Si separamos los efectos de espesor, E(x),
curvatura, C(x), y ángulo de ataque, la ecuación del extradós se escribirá como ze(x) = E(x) +
C(x) + α(b−x), y el coeficiente de presión valdrá
2 F dE + dC − α I
− 1 H dx dx K
c pe = .
2
M∞
La ecuación del intradós será zi(x) = −E(x) + C(x) + α(b−x), y el coeficiente de presión en esta
zona
14 Capítulo 9
2 F − dE + dC − α I .
c pi = −
2
M∞ −1 H dx dx K
La distribución de coeficiente local de sustentación será:
4 Fα − dC I
cl ( x ) = c pi − c pe =
2
M∞ −1 H dx K ,
resultado que indica que en la teoría potencial linealizada de perfiles en régimen supersónico la
distribución de sustentación de una placa plana es uniforme, muy distinta que en subsónico y que
el centro aerodinámico está en el punto 1/2 de la cuerda, más atrás que en subsónico.
∫
cl = cl ( x) d x = 4α
a
b−a β
.
Para calcular la resistencia que aparece en supersónico (resistencia de onda) habrá que proyectar
hacia atrás las fuerzas elementales de presión, que son perpendiculares al perfil (recuérdese la
figura 9.5b). La componente horizontal (y hacia atrás) de la fuerza de presión que actúa sobre un
elemento dx del extradós del perfil será proporcional a
dze 2 F dze I 2 dx
− 1 H dx K
c pe dx = .
dx 2
M∞
LMF dE I 2 + F dC I 2 OP dx +
z H dx K PQ b − a 4α 2
b
4
− 1 a MNH dx K
cd = .
2 2
M∞ M∞ −1
El primer término del segundo miembro se llama resistencia de onda forma y se debe a los
términos que no contribuyen a la sustentación. Aparece aunque el perfil no sustente. La
interpretación del segundo sumando, que se debe a la sustentación, es muy sencillla, y basta con
recordar que en supersónico no puede haber succión de borde de ataque.
La teoría potencial linealizada tiende a subestimar la presión y da, en general, peor aproximación
que en incompresible. Hay un efecto de interacción onda de choque-capa límite, que se extiende
Capítulo 9 15
corriente arriba del borde de salida del perfil (a lo largo de la parte subsónica de la capa límite) y
que tiende a aumentar la presión por encima de lo predicho teóricamente.
EJERCICIOS
Ejercicio 9.1.
Se desea diseñar una línea de curvatura que, para el ángulo de ataque ideal, tenga coeficiente de
sustentación, cl, y coeficiente de momento respecto al borde de ataque, cmo, dados, de forma que
en el desarrollo en serie trigonométrica de la distribución de sustentación a lo largo de la cuerda
se tome el menor número de términos posible.
Ejercicio 9.2.
Ejercicio 9.3.
L
z = ±ε M F 2x I 3 F 2x I 2 2x O
MNH c K − H c K − c + 1PPQ,
1 x 1
ε << 1, − ≤ ≤
2 c 2
Ejercicio 9.4.
p∞
M∞>1 α<<1
c 3h 2βh<c<3βh
p∞
h β = M∞2 − 1
p∞
Ejercicio 9.5.
Repita el ejercicio anterior suponiendo ahora que la placa está situada en un canal bidimensional
por el que circula una corriente supersónica.
M∞>1 α<<1
c 3h 2βh<c<3βh
h β = M∞2 − 1
Ejercicio 9.6.
Para los distintos casos que pueden presentarse; haga un esquema de las características,
señalando entre qué valores de β se aplica cada caso. Calcule, en cada caso, la variación de cl
con β e indique cómo varía con β la posición del centro de presiones de la cola.
z
2c
α
ze = −εx(x+4)
M∞ x
−4c c 2c
zi = εx(x+4)
Ejercicio 9.7.
x
Una pareja de perfiles bidimensionales, δ
como la que se muestra en la figura, vuela
con velocidad uniforme en régimen h/2
M∞
supersónico. Calcule y dibuje la variación x
x h/2
δ
c/2
c
Capítulo 9 17
2
con β ≡ M∞ − 1 del coeficiente de resistencia del conjunto, comparado con el que tendrían
ambos perfiles si volasen aislados, en el rango 1 < 2βh/c.
Capítulo 11 1
CAPITULO 11
11.1. INTRODUCCION
Hasta que se inició el desarrollo de las aeronaves para vuelo supersónico las alas de los aviones
eran típicamente alas rectas, con alargamientos grandes, donde el alargamiento es el cociente
entre la envergadura del ala y la cuerda media de los perfiles que la conforman. Como en un ala
aparecen efectos tridimensionales que no pueden ser explicados utilizando únicamente una teoría
de perfiles, desde los albores de la Aerodinámica se han hecho esfuerzos para disponer de teorías
y métodos de cálculo que permitieran diseñar alas y determinar sus características
aerodinámicas. Quizás por esto la teoría de la línea sustentadora de Prandtl se publicó mucho
antes de que se publicara la teoría potencial linealizada de alas en régimen incompresible.
La primera contribución reseñable a la teoría de alas largas se debe sin duda a Lanchester, quien
ya a principios de siglo expuso las ideas físicas que gobiernan el comportamiento aerodinámico
de las alas largas. Lanchester sustituyó el ala por un torbellino ligado al ala, y como un torbellino
no puede nacer ni terminar en un punto del dominio fluido, sino que ha de nacer y morir en el
contorno o formar un circuito cerrado (recuérdese el Capítulo 3), como el torbellino ligado ha de
terminar en los bordes marginales del ala, su continuación debe manifestarse como dos
torbellinos libres que escapan de la misma cerca de los bordes marginales y que son arrastrados
por la corriente para formar una estela turbillonaria aguas abajo del ala, tal como se indica en la
figura 11.1 (Lanchester 1907).
Fig. 11.1. Esquema de los torbellinos desprendidos cerca del borde marginal del ala según Lanchester (1907).
Aunque en los trabajos de Lanchester se recogen las ideas físicas sobre las que descansa la teoría
de la línea sustentadora, fue sin embargo Ludwig Prandtl quien unos años después sistematizó y
simplificó adecuadamente los conceptos físicos implicados en la teoría de la línea sustentadora,
formulando una teoría para las alas largas que se conoce en la literatura como la teoría del ala
larga de Prandtl (Prandtl 1921). Esta teoría, que descansa sobre unas pocas hipótesis sólidamente
contrastadas por la experiencia, permite abordar con un tratamiento matemáticamente sencillo el
problema de la sustentación de las alas largas (aunque la formulación de Prandtl admite solución
analítica en contadas ocasiones, como se verá posteriormente).
El modelo del ala larga de Prandtl tiene como es natural limitaciones, y aunque con esta teoría se
puede determinar con una aproximación razonable la distribución de sustentación a lo largo de la
envergadura del ala, teniendo en cuenta efectos tales como la forma en planta del ala y la
distribución de ángulos de ataque (lo que permite incluir en el análisis la influencia del
accionamiento de superficies de mando y de dispositivos hipersustentadores), la teoría de Prandtl
2 Capítulo 11
La teoría del ala larga se resume en una ecuación transcendente que liga la distribución de
sustentación de un ala larga con su forma en planta y su distribución de ángulos de ataque, la
ecuación de Prandtl, que en general no se puede resolver de forma analítica, como ya se ha
dicho. En 1938, H. Multhopp transformó la ecuación integral de Prandtl en un sistema lineal de
ecuaciones algebraicas, sistema que resolvió por iteración. Resolver hoy día un sistema lineal de
ecuaciones algebraicas con los medio de cálculo actuales no plantea dificultades, pero sigue
siendo necesario utilizar el método de Multhopp para reducir la ecuación integral de Prandtl al
sistema de ecuaciones algebraicas. El método de Multhopp demostró, en su tiempo, ser aplicable
a alas rectas de gran alargamiento, cualquiera que fuera la forma en planta y la torsión. En 1950
Multhopp generalizó su método al cálculo de alas de cualquier alargamiento (Multhopp 1950),
generalización que ha sido la base de la mayoría de los métodos numéricos que se utilizan
modernamente para calcular alas en régimen subsónico, estacionario o no, dentro de la validez
de la teoría linealizada.
Aunque la teoría de Prandtl recoge en su formulación, a pesar de su sencillez, gran parte de los
conceptos físicos que gobiernan el comportamiento en vuelo de las alas largas, con el tiempo ha
ido cayendo en desuso debido por una parte a las limitaciones propias de esta teoría y por otra al
crecimiento explosivo de la capacidad de cálculo, que ha permitido abordar numéricamente
modelos de la teoría del ala mucho más complejos y completos. Aun así, la teoría de Prandtl
sigue siendo una herramienta de gran utilidad para muchos cálculos preliminares. Esta teoría ha
ido, además, sufriendo mejoras a lo largo del tiempo y todavía en nuestros tiempos, más de 70
años después de la publicación de la teoría de Prandtl, siguen apareciendo trabajos basados en
teorías generalizadas de la línea sustentadora de aplicación a configuraciones mucho más
generales que las de las alas rectas (Guermond 1990, Guermond & Seiler 1991, Iosilevskii
1995).
La teoría del ala larga de Prandtl está fundamentada en el siguiente razonamiento: es sabido que
en teoría potencial el efecto perturbador de un perfil (bidimensional), exclusivamente
sustentador, se representa mediante hilos de torbellinos, de eje paralelo al eje y, cuya intensidad,
que depende de la forma del perfil, se mantiene constante porque las propiedades no varían con
la coordenada y.
Los torbellinos libres, como todas las superficies turbillonarias, son superficies fluidas que
siguen la dirección de la corriente local, formando una estela detrás del ala. En primera
Capítulo 11 3
aproximación (teoría linealizada) se puede suponer que los hilos de torbellinos libres son
paralelos a la corriente incidente no perturbada y que la estela de torbellinos es por tanto plana.
Γ2
Γ1−Γ2
Γ1
Γ(xo,yo+Δyo)
Γ(xo,yo) − Γ(xo,yo+Δyo)
U∞
Γ(xo,yo)
El campo aerodinámico inducido por el ala se calcula superponiendo los efectos de los
torbellinos ligados y libres. El efecto de los ligados se calcula como se haría para el perfil
bidimensional correspondiente, pero sometido a una velocidad que es la suma vectorial de la
velocidad de la corriente incidente no perturbada U∞ más la inducida por los torbellinos libres
(esta es la hipótesis de Prandtl, cuya validez fue comprobada de forma rigurosa muchos años
después).
Así pues, dentro de la validez de la teoría del ala larga de Prandtl, las cabezas de los torbellinos
forman un segmento de torbellinos de intensidad variable (todavía desconocida), segmento que
está situado en x = 0, z = 0 y que tiene una longitud b, igual a la envergadura del ala.
Es claro que los torbellinos ligados no inducen velocidad en el eje y, y respecto a los libres, la
velocidad inducida por estos en una sección (0,y,0) del ala valdrá, de acuerdo con la ley de Biot-
Savart:
4 Capítulo 11
b/2
d Γ( yo )
wi ( y ) = − 1 ×
4π ∫ y − yo
−b / 2
. (11.1)
Según establece la hipótesis de Prandtl, el campo aerodinámico próximo al perfil que está
situado en la sección y será idéntico al del mismo perfil supuesto perteneciente a una
configuración bidimensional, pero con un ángulo de ataque efectivo αef dado por:
b/2
d Γ( yo )
α ef ( y ) = α ( y ) − 1 ×
4πU ∞ ∫
y − yo
−b / 2
, (11.2)
donde α(y) es el ángulo de ataque geométrico del perfil. Dicho ángulo de ataque se define como
el que forma la corriente no perturbada con la dirección de sustentación nula del perfil (figura
11.4).
línea de sustentación
αef nula (LSN)
α(y)
U∞
w(y)
Fig. 11.4. Esquema del perfil y del campo de velocidad en las proximidades del mismo según la teoría del ala larga
de Prandtl.
Para escribir la ecuación de Prandtl basta con expresar la sustentación del perfil situado en la
sección y de dos formas distintas pero equivalentes; utilizando por una parte la fórmula de Kutta-
Yukovski se tiene:
l ( y ) = ρΓ( y )U ∞ ,
d cl ⎡ ⎤
b/2
d Γ( yo )
1 1
∫
2 ⎢α ( y ) − ⎥ ,
l ( y ) = ρU ∞c( y ) ×
2 dα ⎢ 4πU ∞ y − yo ⎥
⎣ −b / 2 ⎦
d cl ⎡ ⎤
b/2
d Γ( yo )
1
Γ( y ) = U ∞c( y )
2 dα ⎢
⎢α ( y ) −
⎣
1
4πU ∞
×
∫
−b / 2
y − yo
⎥ ,
⎥
⎦
(11.3)
Capítulo 11 5
donde c(y) es la cuerda y dcl /dα la pendiente de la curva de sustentación del perfil considerado.
Tanto la cuerda como el ángulo de ataque, c(y) y α(y), pueden variar de una sección a otra del
ala, mientras que dcl / dα se suele suponer constante.
Para resolver la ecuación (11.3) es conveniente definir las siguientes variables adimensionales:
b b
variable independiente, θ, θo; y = cosθ , yo = cosθ o
2 2
circulación adimensional, G(θ); Γ(y) = bU∞G(θ)
cuerda adimensional κ(θ); c(y) = bκ(θ)
π
d cl ⎡ d G(θo ) ⎤
1
G(θ ) = κ (θ )
2 dα ⎢
⎣
1
⎢α (θ ) − ×
∫
2π cosθo − cosθ
0
⎥ .
⎥
⎦
(11.4)
Supongamos ahora que se desarrolla la distribución G(θ) en serie de senos (con lo cual se tiene
automáticamente sustentación nula en los bordes marginales del ala)
∞
G(θ ) = ∑ A sin nθ .
1
n (11.5)
Sustituyendo este desarrollo en la expresión (11.3) y teniendo en cuenta que las integrales que
aparecen en el segundo miembro de la expresión (11.4) son la integral de Glauert (Capítulo 7),
se obtiene finalmente:
∞ LM ∞ OP
∑ ∑
dc
An sin nθ = 1 κ(θ) l α(θ) − 1 nAn sin nθ . (11.6)
1
2 dα MN 2 sin θ
1
PQ
Expresión que permite calcular los coeficientes del desarrollo en serie de la distribución de
circulación adimensional, An, para cada forma en planta, κ(θ), y cada distribución de ángulos de
ataque, α(θ). Hay que decir que, salvo en casos excepcionales que se discuten posteriormente, el
cálculo de los coeficientes An sólo puede ser aproximado.
Como la ecuación (11.6) es lineal en la distribución de ángulos de ataque α(θ), el cálculo de los
coeficientes An para diferentes ángulos de ataque del ala se puede simplificar notablemente, pues
basta, como se explica a continuación, con calcular los coeficientes An para dos distribuciones de
ángulos de ataque del ala.
Se define la torsión del ala, ε(θ), como la ley que expresa el ángulo que forma la línea de
sustentación nula del perfil situado en θ con la línea de sustentación nula del perfil central
(figura 11.5), es decir ε(θ) = α(θ) – α(π/2), o bien α(θ) = ε(θ) + α(π/2). Introduciendo esta
expresión en la ecuación (11.6) tendremos:
6 Capítulo 11
∞ ∞
dc ⎡ ⎤
∑ 1
An sin nθ = 1 κ (θ ) l ⎢ε (θ ) + α (π/2) − 1
2 dα ⎢
⎣
2sinθ ∑1
nAn sin nθ ⎥ ,
⎥⎦
(11.7)
ε(θ) LSN(θ)
α(θ)
LSN(π/2)
α(π/2)
U∞
w(θ)
Fig. 11.5. Esquema de un perfil genérico del ala y el perfil central de la misma. La torsión es el ángulo formado por
la línea de sustentación nula de un perfil genérico con la línea de sustentación nula del perfil central.
∞
GI (θ ) = ∑I sin nθ ,
1
n (11.8)
a la que existe sobre el ala cuando la corriente incidente no perturbada U∞ sopla en la dirección
de sustentación nula del perfil central (α(π/2) = 0). La ecuación (11.7) para la distribución inicial
será por tanto:
∞ LM ∞ OP
∑ ∑
dc
In sin nθ = 1 κ(θ) l ε(θ) − 1 nIn sin nθ . (11.9)
1
2 dα MN2 sin θ
1
PQ
Restando esta expresión a la (11.7) y dividiendo por α(π/2) resulta:
∞ LM ∞ OP
∑1
2
dc
an sin nθ = 1 κ(θ) l 1 − 1
dα MN
2 sin θ ∑
1
nan sin nθ
PQ , (11.10)
La distribución
∞
ga (θ ) = ∑a
1
n sin nθ (11.11)
se conoce con el nombre de distribución de circulación adicional unitaria para ángulo de ataque
un radián, y a la vista de la expresión (11.10) se calcula considerando un ala sin torsión, de la
misma forma en planta que el ala dada, y cuyos perfiles están a un ángulo de ataque geométrico
de un radián (pasando por alto el hecho de que para un ángulo de ataque de un radián no valdría
formalmente la teoría linealizada).
Capítulo 11 7
An = In + α(π/2)an . (11.12)
b/2 ∞ π
L=
∫
−b / 2
l ( y )d y = 1 ρ b2U ∞2
2 ∑ A ∫ sin nθ sinθ dθ = 12 ρb U
1
n
0
2 2π
∞ 2 A1 , (11.13)
cL = L = πΛ A1 , (11.14)
1 ρU 2 bc 2
2 ∞
Se define la línea de sustentación nula del ala como aquella dirección ligada al ala tal que cuando
la corriente incidente no perturbada U∞ tiene esa dirección el ala no sustenta, y se define la
distribución de sustentación básica como la que se tiene sobre el ala cuando la corriente no
perturbada incide según la dirección de sustentación nula del ala. Según estas definiciones,
supongamos que se modifica el ángulo de ataque del ala, medido todavía respecto a la dirección
de sustentación nula del perfil central α(π/2), hasta conseguir que la sustentación del ala sea
nula. Según la expresión (11.14), para que el ala no sustente tiene que ser A1 = 0, así pues,
expresando el coeficiente A1 en función de los coeficientes correspondientes de las
distribuciones inicial y adicional unitaria será:
A1 = I1 + α (π 2)a1 = 0 ,
de donde se obtiene que la línea de sustentación nula del perfil central ha de formar un ángulo
α(π/2) = −αo = −I1/a1 con la corriente incidente no perturbada, U∞, cuya dirección marca, de
acuerdo con lo dicho, la posición de la línea de sustentación nula del ala.
Según lo dicho, el ángulo de ataque del ala, medido respecto a la dirección de sustentación nula
del ala es por tanto:
α w = α (π 2) + α o . (11.15)
∞
GB = ∑ B sin nθ ,
2
n (11.17)
en la que, evidentemente, es B1 = 0.
De acuerdo con los resultados obtenidos en el apartado anterior el coeficiente de sustentación del
ala es cL = (πΛ/2)A1 = (πΛ/2)a1αw, donde a1 es el primer término del desarrollo en serie de
Fourier de la distribución de circulación adicional unitaria para ángulo de ataque un radián y αw
es el ángulo de ataque del ala, medido respecto a la dirección de sustentación nula del ala.
Evidentemente, dcL/dαw = (πΛ/2)a1.
π ∞ π
π a = 1 d cl ⎛1 − a1 ⎞ κ (θ )sinθ dθ − 1 d cl
2 1 2 dα ⎜⎝ 2 ⎟⎠ ∫ 4 dα ∑na ∫κ (θ )sin nθ dθ
2
n . (11.18)
0 0
Fácilmente se comprueba que la primera de las integrales que aparecen en el segundo miembro
de (11.18) vale
∫κ (θ )sinθ dθ = Λ2 ,
0
(11.19)
pues expresando esta integral en la variable y, κ(y) = c(y)/b, sinθdθ = 2dy/b, el integrando es
2c(y)dy/b2. En cambio, el resto de las integrales de (11.18),
∫κ (θ )sin nθ dθ (n ≥ 2)
0
∞ π
∑na ∫κ (θ )sin nθ dθ = Λ4 τ
2
n
0
, (11.20)
Capítulo 11 9
donde τ, que sólo depende de la forma en planta, está tabulado en muchos textos (para alas de
forma en planta rectangular τ es del orden de 10−2, véase, por ejemplo, Abbot & von Dohenhoff
(1959), pags. 11-17). Sustituyendo las expresiones (11.19) y (11.20) en (11.18) se obtiene por
último
d cL d cl dα
= (1 − τ ) , (11.21)
dα w d c dα
1+ l
πΛ
expresión que indica claramente que la pendiente de la curva de sustentación del ala es menor
que la del perfil.
En la teoría del ala larga de Prandtl lo que formalmente se calcula es la sustentación sobre cada
uno de los perfiles suponiendo que el ángulo de ataque es el efectivo, distinto del geométrico en
virtud de la velocidad vertical inducida por los torbellinos de la estela. La sustentación global de
cada perfil se determina empleando modelos potenciales (recuérdese el razonamiento que
conduce a la expresión (11.3)) y, por tanto, ha de cumplirse la paradoja de D´Alembert que
establece que la resistencia de cada perfil es nula. Esto es así ciertamente, pues la fuerza
aerodinámica sobre cada uno de los perfiles del ala es perpendicular a su corriente incidente
local, Ul, que es la suma vectorial de la velocidad incidente no perturbada, U∞ y la vertical
debida a la estela, wi(y) -como se indica en la figura 11.6- y en este sistema de referencia
asociado a Ul se cumple estrictamente la paradoja de D´Alembert. Sin embargo, la fuerza de
sustentación así obtenida no es normal a U∞, lo que proporciona una componente de la fuerza
aerodinámica en la dirección de avance del ala: la resistencia inducida.
resultante
sustentación
w(y)/ U∞
Ul
U∞ resistenci
w(y) a
Fig. 11.6. En cada perfil del ala la resultante de las fuerzas de presión es perpendicular a la corriente local Ul y al
descomponer esta fuerza según las direcciones de los ejes viento aparece una componente de fuerza en la
dirección de U∞.
Así pues, dentro de la validez de la teoría del ala larga de Prandtl, la resistencia inducida de las
alas procede de la inclinación hacia atrás de la fuerza sobre el perfil por efecto de la velocidad
inducida. También se puede deducir su existencia considerando la energía que los torbellinos
comunican a la estela y en cursos posteriores se presentará un método para el cálculo de esta
fuerza de resistencia completamente general, válido para cualquier forma en planta del ala, larga
o no, y aplicable tanto en régimen incompresible como compresible. Volviendo a la explicación
basada en la inclinación de la fuerza debida a la velocidad inducida, y teniendo en cuenta que
10 Capítulo 11
según el esquema de la figura 11.6 una velocidad vertical negativa produce una contribución
positiva a la resistencia, la resistencia inducida del ala será:
b /2 π ∞ ∞
∫ ∑ A sin pθ ∑ qA sin qθ dθ
w( y)
Di = −
∫
−b /2
l ( y)
U∞
d y = 1 ρ b 2U ∞2
4
0 p =1
p
q =1
q
∞
=
8 ∞ ∑
1 ρ b2U 2 π nA2
n =1
n . (11.22)
∞ ∞
cL2 ⎡ An2 ⎤
cDi = πΛ
4 ∑ 1
nAn2 =
πΛ ⎢⎢
⎣
1+ ∑2
n ⎥ .
A12 ⎥⎦
(11.23)
1) Entre todas las alas que con un alargamiento dado producen el mismo coeficiente de
sustentación cL, la de mínimo coeficiente de resistencia inducida cDi es aquella en la que la
distribución de sustentación es elíptica, G(θ) = A1sinθ.
⎡ ∞ ∞ ∞ ⎤
cDi = πΛ ⎢
4 ⎢
⎣
∑2
nBn2 + α 2 ∑
1
nan2 + 2α ∑ 2
nBnan ⎥ ,
⎦⎥
(11.24)
expresión que indica que la resistencia inducida es mayor que la suma de las debidas a las
sustentaciones básica y adicional. La interpretación física es la siguiente: para una distribución
de sustentación, por ejemplo la básica, la resistencia inducida es, como siempre, suma de
productos de sustentaciones por deflexiones. Al añadir una nueva sustentación, que en este caso
es la adicional, se tienen los siguientes nuevos sumandos:
Estos dos últimos sumandos son iguales (como se demuestra a continuación) y su suma es el
doble producto que aparece en la expresión (11.24).
b/2 b/2 ⎡ b / 2 d Γ( y ) ⎤
ρ
Di = − ρ
∫
−b / 2
Γ( y )wi ( y )d y =
4π ∫
−b / 2
Γ( y ) ⎢ ×
⎢⎣ −b / 2 y∫− y
o ⎥d y =
o⎥
⎦
b/2 b/2
ρ
=−
4π ∫ ∫
−b / 2 − b / 2
d Γ d Γ ln y − y d y d y
d y d yo o o . (11.25)
La ecuación (11.25) es simétrica en y e yo lo que quiere decir que si Γ(y) y Γ(yo) representan dos
distribuciones de circulación distintas, se obtendrá la misma contribución a la resistencia
inducida multiplicando la primera sustentación por el ángulo de ataque inducido por la segunda,
que multiplicando la segunda sustentación por el ángulo de ataque inducido por la primera.
El momento de cabeceo, My, de un ala se obtiene sumando los momentos de cabeceo de los
perfiles. Los momentos de cabeceo obtenidos utilizando la teoría del ala larga son seguramente
ilusorios. La razón es que con dicha teoría se pierde información de lo que ocurre a lo largo de la
cuerda pues se sustituye cada perfil real por un torbellino que proporciona la misma sustentación
global, pero no se dice nada del momento respecto al centro aerodinámico. Unicamente
invocando la hipótesis de Prandtl (cada perfil conserva sus propiedades bidimensionales salvo el
ángulo de ataque efectivo) se recupera el valor del coeficiente de momento de cada perfil.
Otra inconsistencia de la teoría, que sólo se salva si los perfiles que forman el ala tienen centro
de presiones fijo, está relacionada con la situación del segmento que debe sustituir al ala. Se
supone universalmente que coincide con la línea de centros aerodinámicos (línea de puntos 1/4),
aunque realmente debería coincidir con la línea de centros de presión, la cual depende del ángulo
de ataque salvo que el centro de presiones coincida con el aerodinámico.
En cambio lo relativo a los momentos de balance y guiñada depende de lo que ocurre a lo largo
de la envergadura, y la teoría del ala larga permite predecir dichos momentos. Los coeficientes
de momento de balance y de momento de guiñada se definen normalmente como
Mx
cMx = . (11.26)
1
2
b g
ρU 2 bc b
Mz
cMz = . (11.27)
1
2
b g
ρU ∞2 bc b
12 Capítulo 11
Así pues, teniendo en cuenta que los momentos son positivos cuanto tienen la dirección de los
ejes (véase la figura 11.7), un elemento diferencial de ala situado a una distancia y del eje x y con
una sustentación l(y) produce un momento yl(y)dy = ρU∞Γ(y)ydy, de modo que el momento de
balance del ala es:
z y
Mz
My
U∞
Mx x
Fig. 11.7. Sistema de ejes viento y definición de los momentos producidos por las cargas aerodinámicas sobre el ala.
b/2
M x = ρU ∞
∫ Γ( y) y d y .
−b / 2
(11.28)
Sustituyendo en esta ecuación Γ(y) = bU∞Γ(θ), con Γ(θ) desarrollado en serie según la expresión
(11.5) y teniendo en cuenta que ydy = −b2sin2θdθ/8 se tiene:
π
3 ∞
Mx = ρU ∞2 ( ) ∑ A ∫sin nθ sin2θ dθ = 161 πρU b A
b
2
1
n
2 3
∞ 2 ,
0
cM x = πΛ A2 . (11.29)
8
De forma análoga un perfil del ala situado a una distancia y del origen contribuye a la resistencia
inducida con –l(y)w(y)dy/U∞, y este diferencial de resistencia inducida produce un momento
respecto al eje z de valor l(y)w(y)ydy/U∞; sustituyendo en esta última expresión l(y) = ρU∞Γ(y),
el momento de guiñada del ala resulta:
b/2 π ∞ ∞
( )∫∑ ∑qA sin qθ )cosθ dθ
3
∫
w( y )
M z = ρU ∞ Γ( y ) y d y = − ρU ∞2 b ( Ap sin pθ )( , (11.30)
U∞ 2 q
−b / 2 0 p =1 q=1
donde, al igual que en el caso del momento de balance, para escribir la segunda de las integrales
(11.30) se han sustituido Γ(y), w(y)/U∞, la variable y y su diferencial por las expresiones
correspondientes en la variable θ. Para calcular el momento de guiñada es preciso una cierta
manipulación del integrando de la expresión (11.30), teniendo en cuenta que
Capítulo 11 13
∞ ∞ ∞ ∞
( ∑ A sin pθ ) (∑
p =1
p
q=1
qAq sin qθ )c osθ = 1 (
2 ∑ A s in( p + 1)θ )∑ qA s in qθ +
p =1
p
q =1
q
∞ ∞
+1(
2 ∑
p =2
Ap sin( p − 1)θ ) ( ∑ qA sin qθ ) ,
q=1
q
se obtiene finalmente:
∞
cM z = − πΛ
16 ∑(2n + 1) A A
n =1
n n +1 . (11.31)
1 dc A
A1 sin θ = κ (θ ) l α (θ ) − 1 ,
LM OP (11.32)
2 dα 2 N Q
expresión en la que, conocido el coeficiente A1 = 2cL/(πΛ), son incógnitas la forma en planta,
κ(θ), el ángulo de ataque α(π/2) y la torsión α(θ) – α(π/2). La pendiente de la curva de
sustentación de los perfiles, dcl /dα, se supone conocida y de valor igual o muy próximo a 2π.
A la vista de la ecuación (11.32), una primera solución es la correspondiente a un ala sin torsión,
con α(θ) constante. En este caso la distribución de cuerdas es elíptica, pues fijado el
alargamiento, Λ, la forma en planta es
κ (θ ) = 4 sinθ , (11.33)
πΛ
y el ángulo de ataque el necesario para que el coeficiente A1 alcance el valor fijado de antemano.
La ventaja de esta solución es que la distribución de sustentación es elíptica a cualquier ángulo
de ataque (sólo hay distribución adicional) y los inconvenientes son que el ala de forma en planta
elíptica presenta dificultades constructivas (cajón de borde de ataque, larguero de borde de
salida) y entrada en pérdida por toda el ala a la vez (salvo efectos de forma del perfil). También
hay que añadir que la interferencia con el fuselaje destruye parte de las ventajas.
Una segunda solución consiste en fijar la forma en planta, κ(θ), por consideraciones
constructivas, y calcular la ley de ángulos de ataque, α(θ), que satisface la ecuación (11.32). El
inconveniente de esta segunda alternativa es que la distribución de circulación sólo es elíptica a
un ángulo de ataque.
14 Capítulo 11
Las alas de forma en planta elíptica fueron muy usadas en aviones desarrollados al final de las
década de los 30, aunque pronto dieron paso a las alas trapezoidales, sólo un poco inferiores en
prestaciones y más fáciles de construir (figura 11.8).
a c
Fig. 11.8. Plantas de tres aviones proyectados hacia 1935. a) El Supermarine Spitfire Mk.XIV es probablemente el
avión de ala elíptica que se ha construido en mayor número. b) Su rival, el Messerschmidt Bf.109 tenía
ala trapezoidal. Debido a lo robusto de su diseño y fácil mantenimiento fue elegido para equipar la
aviación alemana en detrimento del Heinkel 72 (c) que tenía ala elíptica y que fue escasamente utilizado.
Por último, es interesante tener una idea de cómo de grande tiene que ser el alargamiento Λ para
que valga la teoría de Prandtl. La respuesta no puede darse sólo en términos de valores de Λ,
pues hay que precisar también con qué grado de detalle se quiere conocer la sustentación a lo
largo de las cuerdas. La figura 11.9 (Prandtl and Tietjens, 1934, pp. 208-210) muestra que la
teoría de Prandtl proporciona resultados muy aceptables aunque Λ sea pequeño cuando se está
interesado en los valores globales de los coeficientes de sustentación y resistencia inducida del
ala, cL y cDi. En los recuadros (A) y (C) se presentan datos experimentales correspondientes a
alas de forma en planta rectangular y distintos alargamientos. Dichos datos experimentales se
muestran corregidos en los recuadros (B) y (D) de la manera siguiente: se ha supuesto que
correspondían a alas con distribución de sustentación elíptica a lo largo de la envergadura y
utilizando las expresiones de cL y cD para alas largas con sustentación elíptica se han corregido
los valores obtenidos de manera que el alargamiento valga 5 en todos los casos en vez de ser el
valor correspondiente a cada ala.
Capítulo 11 15
1,6 1,6
A
cL cL B
1,2 1,2
0,8 0,8
0,4 0,4
0,0 0,0
-0,4 -0,4
-10 0 10 20 -10 0 10 20
α α
1,6 1,6
C D
cL cL
1,2 1,2
0,8 0,8
0,4 0,4
0,0 0,0
-0,4 -0,4
0,00 0,08 0,16 0,24 0,00 0,08 0,16 0,24
cD cD
Fig. 11.9. Variación con el ángulo de ataque α del coeficiente de sustentación global cL de alas de diferentes
alargamientos (A) y polares de dichas alas (C). En los recuadros (B) y (D) se presentan los mismos datos
que en (A) y (C) pero reducidos como si el alargamiento fuera 5 en todos los casos.
A1 c
α ef = α (θ ) − = α (θ ) − L ,
2 πΛ
ángulos de ataque efectivos serán iguales, de modo que sus ángulos de ataque (medidos respecto
a la dirección de sustentación nula del perfil central) estarán en la relación
cL c
α ′(π 2) − = α (π 2) − L
πΛ′ πΛ
cL 1 1
α ′(π 2) = α (π 2) + ( − ). (11.33)
π Λ′ Λ
De igual modo, expresando que el coeficiente de resistencia de un ala es suma del coeficiente de
resistencia de fricción, cDo y del coeficiente de resistencia inducida, se tiene
cL2
cD = cDo +
πΛ
cL2
c′D = cDo + .
πΛ′
Admitiendo que los coeficientes de resistencia de fricción son iguales, al restar las expresiones
anteriores se obtiene
cL2 1
′ = cD + ( − 1 ) .
cD (11.34)
π Λ′ Λ
Estas expresiones de α´(π/2) y c´D han sido las utilizadas para corregir los resultados de los
recuadros (A) y (C) para obtener los que se muestran en los recuadros (B) y (D). Que los
resultados corregidos se superpongan con tanta precisión indica que la teoría del ala larga sirve
para calcular los coeficientes cL y cD cualquiera que sea Λ. Estos resultados se interpretan
fácilmente con la teoría del plano de Trefftz, que se expone en las asignaturas de Aerodinámica
continuación de ésta.
Como ha quedado establecido en el apartado 11.6, una de las ventajas de las alas largas es que
para un valor dado del coeficiente de sustentación la resistencia inducida del ala disminuye con
el alargamiento, expresión (11.23), por lo que si sólo se tuviera en cuenta esta condición al
diseñar el ala interesaría que el alargamiento fuera el mayor posible. Desgraciadamente este
criterio de diseño es contradictorio con otros requisitos de índole estructural, pues es claro que si
se aumenta el alargamiento del ala aumenta también el momento flector producido por las
fuerzas de sustentación en la raíz del ala, lo que obligará a tener que reforzar la estructura del ala
aumentando en consecuencia su masa.
Un sencillo ejemplo ayudará a entender mejor esta argumentación. Supongamos un ala plana de
forma en planta elíptica volando a través del aire en calma con velocidad U∞. Como el ala es
Capítulo 11 17
y la resistencia inducida del ala, de acuerdo con la expresión (11.23) cDi = cL2/(πΛ), vale
c2
Di = 1 ρU ∞2 S L . (11.36)
2 πΛ
b/2 b/2
Mo =
∫ l( y) y d y =
0
ρ bU ∞2
∫ G( y ) y d y .
0
Introduciendo el cambio 2y/b = cosθ y teniendo en cuenta que G(y) es elíptica, expresión
(11.35), se obtiene
Mo = 1 ρb3U∞2 A1
12
M o = 1 ρU ∞2 S 3/ 2Λ1/ 2 L .
c
(11.37)
6 π
Las expresiones (11.36) y (11.37) indican que, fijadas las condiciones de vuelo, ρ y U∞, la
superficie en planta del ala S (lo que equivale a fijar la carga alar) y el coeficiente de
sustentación cL, la resistencia inducida varía como Λ−1 mientras que el momento flector de la raíz
del ala lo hace como Λ1/2, de modo que, como se ha dicho anteriormente, aumentar el
alargamiento mejora el valor de la resistencia inducida pero al mismo tiempo penaliza la masa
del ala ya que será precisa una estructura más robusta.
Como en las alas las mayores variaciones de la distribución de sustentación se suelen producir
cerca de los bordes marginales, la intensidad de los torbellinos de la estela será
consecuentemente mayor cerca de dichos bordes. Cualquier actuación que tienda a disminuir la
intensidad de estos torbellinos (lo que significa suavizar la distribución de sustentación cerca de
los bordes marginales) será por tanto beneficiosa desde el punto de vista de la resistencia. Esto se
puede conseguir, como sabemos, prolongando el ala, diseñando la forma de la prolongación de
modo que suavice el gradiente de sustentación cerca del borde (Jones, 1990, pp. 113-114), y para
evitar que aumente el momento flector se colocan estas prolongaciones del ala no en el plano del
ala, sino perpendicularmente a dicho plano: se tienen así las aletas de borde marginal
(denominadas “winglets” en inglés) cuyo aspecto típico se puede apreciar en la figura 11.10.
18 Capítulo 11
Fig. 11.10. Fotografía y vistas frontal y en planta del avión CASA 212-400, donde se pueden apreciar las aletas de
borde marginal del ala.
La influencia de las aletas de borde marginal tanto en la resistencia inducida como en otras
características del avión han sido analizadas por van Dam, Holmes & Pitts (1981), Asai (1985),
Kuhlman & Liaw (1988) y Eppler (1997) entre otros, y para ilustrar los beneficios de estos
apéndices de las alas, en la figura 11.11 se muestra la polar de un avión con una ala con y sin
aletas de borde marginal.
1.6
c L2
0.8
0
0 0.04 0.08 0.12 0.16
cD
Fig. 11.11. Polar de un avión monomotor con un ala provista de aletas de borde marginal, círculos blancos, y
desprovista de aletas, círculos negros (de van Dam, Holmes & Pitts 1981).
Capítulo 11 19
EJERCICIOS
Ejercicio 11.1.
Para fijar los conceptos, supongamos un ala, inicialmente plana, de forma en planta elíptica,
envergadura b y alargamiento Λ >> 1, tal como se muestra en la figura E11.1 (obsérvese que la
forma en planta es una elipse distorsionada, de forma que los centros aerodinámicos de los
perfiles quedan alineados sobre el eje y).
b/2 b/2
x
Fig. E11.1. Forma en planta de un ala elíptica con alerones.
Sin entrar en detalles constructivos, supongamos que el ala está provista de alerones (que se
deflectan antisimétricamente) situados uno en –b/2 ≤ y ≤ − 3 b/4 y el otro en 3 b/4 ≤ y ≤ b/2.
Cuando un alerón es deflectado un ángulo δ << 1 la línea de sustentación nula de cualquier perfil
con alerón gira un ángulo kδ respecto a la línea de sustentación nula que tenía el mismo perfil en
el caso δ = 0.
Supuesto que la masa del ala es M y que el ala se desplaza horizontalmente respecto al suelo a
través del aire en calma, con velocidad U∞, se desea conocer el ángulo de ataque del ala y los
coeficientes de fuerzas y momentos en función del ángulo de deflexión de los alerones.
Como el ala es de forma en planta elíptica las cuerdas de los perfiles siguen la ley
a
c(y) = co 1 − 2y / b f
2 1/ 2
,
que con el cambio trigonométrico 2y/b = cosθ queda c(θ) = cosinθ. De este modo la forma en
planta adimensional del ala, κ(θ) = c(θ)/b, teniendo en cuenta que la superficie de la forma en
planta es S = πcob/4 resulta
co
κ (θ ) = sinθ = 4 sinθ .
b πΛ
∞ ⎛ ∞ ⎞
∑ 1
an sin nθ = 4 sinθ ⎜1 − 1
Λ ⎜ 2sinθ
⎝
∑ 1
nan sinθ ⎟ ,
⎟
⎠
∞
1
4 ∑(Λ + 2n)a sin nθ = sinθ ,
1
n
a1 = 4 , an = 0 , n ≥ 2 ,
Λ+2
Al deflectar los alerones la ley de ángulos de ataque, constante cuando δ = 0 pues se ha dicho
que el ala es inicialmente plana, se modifica de modo que los ángulos de ataque aumentan en una
cantidad kδ en la porción de ala ocupada por un alerón (por ejemplo el situado en y > 0) y
disminuyen en –kδ en el opuesto. Según esto, la torsión a considerar para el cálculo de la
distribución de circulación inicial (figura E11.2) es
ε (θ ) = κδ , 0 ≤ θ ≤ π/6 ⎫
⎪⎪
ε (θ ) = 0 , π/6 ≤ θ ≤ 5π/6⎬ ,
⎪
ε (θ ) = −κδ , 5π/6 ≤ θ ≤ π ⎪⎭
ε(θ) kδ
−b/2,π
y,θ
b/2,0
− kδ
Fig. E11.2. Torsión del ala al deflectar los alerones.
∞
ε (θ ) = kδ ∑ en cos nθ ,
0
de modo que
π π
ε (θ ) ε (θ )
e0 = 1
π kδ∫0
dθ , en = 2
∫
π kδ
0
cos nθ dθ , n ≥ 1 .
⎡π / 6 π ⎤
2
π⎢
⎣0
∫
en = ⎢ cos nθ dθ −
5π / 6
∫
cos nθ dθ ⎥ = 2 ⎡⎣1 − (−1)n ⎤⎦ sin n π ,
⎥⎦ nπ 6
Capítulo 11 21
e2 p = 0 ⎫⎪
, p = 1,2,3...
e2 p −1 = 4 sin(2 p − 1) ⎬
π
(2 p − 1)π 6 ⎪⎭
∞ ⎡ ∞ ⎤
∑ 1
I n sin nθ = 4 sinθ ⎢ε (θ ) − 1
Λ
⎣⎢
2sinθ ∑
1
nI n sin nθ ⎥ ,
⎦⎥
∞ ∞
1 kδ
4 ∑
n =1
( Λ + 2n ) in sin nθ = ε (θ )sinθ = kδ sinθ ∑e
p =1
2 p −1 c os(2 p − 1)θ =
∞
= 1 kδ
2 ∑ (e
p =1
2 p −1 − e2 p +1)sin 2 pθ ;
i2 p −1 = 0 ⎫
2(e2 p −1 − e2 p +1) ⎪
, p = 1,2,3,...
i2 p = = 8 ⎡ 1 π
sin(2 p − 1) + 1 sin(2 p + 1) ⎬
π ⎤
Λ + 4p π(Λ + 4 p) ⎣⎢ 2 p − 1 6 2p +1 6 ⎦⎥⎪⎭
Nótese que la distribución de circulación inicial sólo tiene términos pares, lo que significa que
esta distribución de circulación es antisimétrica, en consonancia con la torsión. La distribución
de circulación a lo largo de la envergadura (figura E11.3) es, por tanto
∞ ∞
G(θ ) = ∑ 1
An sin nθ = 4α sinθ + kδ
Λ+2 ∑i
p =1
2 p sin2 pθ ,
ga
gi
Fig. E11.3. Distribuciones de sustentación adicional unitaria, ga(θ), e inicial reducida, gi(θ), a lo largo de la
envergadura en un ala de forma en planta elíptica provista de alerones, tal como se detalla en el texto.
22 Capítulo 11
Hay que señalar que en este caso, al ser I1 = 0, la línea de sustentación nula del ala coincide con
la línea de sustentación nula del perfil central, por lo que el ángulo de ataque del ala α es el
mismo se mida respecto a la dirección de sustentación nula del ala o la del perfil central. Como
la sustentación ha de equilibrar al peso del ala, L = Mg, donde g = 9.81 m/s2 es la aceleración de
la gravedad terrestre, el ángulo de ataque del ala es
Mg (Λ + 2)
α= ,
πρU ∞2 b2
2
L = 1 ρU ∞2 ScL = 1 ρU ∞2 b πΛ 4 α = Mg ,
2 2 Λ 2 Λ+2
∑
2
cDi = πΛ nAn2 = πΛ ⎡⎣(a1α )2 + 2 I 22 + I 42 + ...⎤⎦ = 4πΛα 2 + J (kδ )2 .
4 4 (Λ + 2)
1
donde
∞
J= ∑ 2 p(i2 p )2 .
p =1
CMx = πΛ I 2 = kδ πΛ i2
8 8
y el de guiñada
Ejercicio 11.2
l1(θ )
= 4 [0.2sinθ + 0.04sin3θ + 0.05sin5θ ]
1 ρU 2 c π
2 ∞
Capítulo 11 23
l2 θ af
= 4 sinθ + 0.04 sin 3θ + 0.05sin 5θ
1 ρU 2 c π
2 ∞
Calcule la pendiente de la curva de sustentación y calcule los ángulos de ataque del ala en uno y
otro caso, indicando claramente respecto a qué dirección están medidos dichos ángulos de
ataque.
Ejercicio 11.3.
Gb (θ ) = −ε sin3θ
2y
; cosθ =
πΛ b
Calcule el coeficiente de sustentación, cL, del ala cuando el viento no perturbado incide según la
dirección de sustentación nula del perfil central. Calcule también el ángulo que forma la
dirección de sustentación nula del ala con la del perfil central, indicando claramente, mediante
un dibujo, el convenio de signos utilizando para definir dicho ángulo.
Ejercicio 11.4.
Considere un ala plana de masa M, volando con velocidad U∞ a través del aire en calma. El ala
tiene forma en planta elíptica, alargamiento Λ >> 1, envergadura b y está provista de un flap
situado en y ≤ 2 b / 4 . Sabiendo que el efecto de la deflexión del flap, δ, sobre la sustentación
de cada perfil viene dado por ∂cl/∂δ = 2πk, donde k es constante, calcule en primer lugar el
ángulo de ataque del ala, supuesta en vuelo horizontal, uniforme y sin deflexión de flap (δ = 0).
Con el fin de estudiar la maniobra de aproximación (ala suficientemente alejada del suelo), se
supone que el ala sigue una trayectoria rectilínea, con un ángulo de descenso casi nulo.
Admitiendo que el movimiento es casi-estacionario, determine el valor de la deflexión del flap,
δ, en función de la velocidad de vuelo, suponiendo que el plano fijo del ala se mantiene al mismo
ángulo de incidencia respecto a la corriente incidente no perturbada que en el caso resuelto
anteriormente.
24 Capítulo 11
Ejercicio 11.5.
wc (0,0,0) − w s (0,0,0)
αI =
U∞
donde los subíndices "c" y "s" indican con y sin paredes, respectivamente.
Ejercicio 11.6.
Considere un ala larga, plana, de alargamiento Λ >> 1, de forma en planta elíptica que vuela a
ángulo de ataque α en el seno de la atmósfera en calma. Suponga que, debido al efecto de
espesor, la pendiente de la curva de sustentación de los perfiles utilizados varía
en la forma ∂cl/∂α = 2π(1+0.8e), siendo e el espesor relativo de dichos perfiles. Sabiendo que la
ley de espesores varía como
k LM F I OP
2y 2
e( y) =
0.8 MN H K PQ
1−
b
, k ≈ α << 1
calcule, dentro de la validez de la teoría del ala larga de Prandtl, la distribución de circulación
adimensional, G(θ) , los coeficientes globales de fuerzas y momentos y la pendiente de la curva
de sustentación del ala.
Para facilitar dicho cálculo, suponga que los coeficientes de la distribución de circulación
adimensional, An, pueden desarrollarse en la forma: An = Ano + kA´n, donde los Ano representan el
valor de An del problema k = 0. Desprecie consistentemente infinitésimos de orden superior.
Ejercicio 11.7.
Un avión de masa M, que dispone de un ala plana de forma en planta elíptica, de envergadura b y
alargamiento Λ >> 1, se mueve en vuelo horizontal rectilíneo y uniforme con velocidad U∞ a
través del aire en calma. Calcule el ángulo de ataque del ala y el coeficiente de resistencia.
Se desea estudiar el efecto que produce el vuelo en formación con otro avión de la misma masa
M, provisto de un ala también de envergadura b y alargamiento Λ >> 1, estando en todo
momento las líneas de puntos 1/4 en la misma recta y separadas una distancia constante, d.
Para simplificar el problema se sustituye la segunda ala por un hilo de torbellinos en herradura
de intensidad Γ. Estime el valor de Γ en función de los demás datos del problema y calcule y
dibuje la velocidad vertical en el eje y debida a la herradura de torbellinos wT, en el intervalo |y|
≤ b/2.
Capítulo 11 25
Aproxime el valor de wT sobre el ala elíptica cuando b/d << 1 (en la forma wT = cte·(1+cte·y),
despreciando términos de segundo orden). Determine en este caso la distribución de ángulos de
ataque a introducir en la ecuación de Prandtl para el cálculo del ala elíptica. Calcule el nuevo
ángulo de ataque del ala elíptica para que ésta continúe en vuelo horizontal, rectilíneo y con la
misma velocidad U∞ y calcule el coeficiente de resistencia y compárelo con el calculado en el
caso de ala aislada ¿Qué ventajas o inconvenientes tiene el vuelo en formación?
Ejercicio 11.8
Un ala de forma en planta elíptica y alargamiento 10, está formada por perfiles semejantes de
modo que la distribución de espesores y el espesor relativo máximo son los mismos para todos
los perfiles y las líneas de curvatura responden a la ecuación
R| L b 2 x − xm g OP 2 U|V
zc
S| MN
= f ( y) 1 −
Q |W
c( y )
T c( y )
donde f(y) = 0.05(2y/b)2, c(y) es la cuerda del perfil en la sección y y xm(y) es el punto medio del
perfil. Todas las cuerdas están en el mismo plano.
Si dicho ala vuela a M∞ = 0.6 a través del aire en calma, con un ángulo de ataque (el que forma el
plano de las cuerdas con U∞) α = 0, defina el ala homóloga que hay que estudiar a M∞ = 0 para
poder aplicar las reglas de semejanza.
Determine las relaciones entre los coeficientes de presión, las distribuciones de circulación
adimensional, G(θ), los coeficientes globales de sustentación y de momento respecto al eje y de
las dos alas, real y homóloga.
CAPITULO 12
RESISTENCIA AERODINAMICA
12.1. INTRODUCCION
D=
∫∫ ⎡⎣(τ − pι) ⋅ n ⎤⎦ ⋅n d s = ∫∫ (τ ⋅ n ) ⋅n d s − ∫∫ pn ⋅n d s ,
S
c u
S
c u
S
c u (12.1)
U∞ nc
nu D
campo fluido lejos del obstáculo que a lo que ocurre en la superficie del obstáculo (expresión
(12.1)).
Tabla 12.1
Tipos de resistencia aerodinámica
Algunas de las resistencias de origen potencial han sido calculadas en Capítulos anteriores en el
caso particular de pequeñas perturbaciones (resistencia de onda en el caso de perfiles en régimen
supersónico y resistencia inducida en alas largas) y en las asignaturas de Aerodinámica que
preceden a ésta serán objeto de estudio otros tipos de resistencia potencial.
c f ( x) = 0.664 , (12.2)
(Rex )1/ 2
c f ( x) = 0.0583 , (12.3)
(Rex )1/5
c ∫
c f = 1 c f ( x)d x ,
0
(12.4)
Capítulo 12 3
1/ 2 c
c f = 0.664 ⎛⎜ ν ⎞⎟
c ⎝U∞ ⎠ ∫ xd x = (Re1.328)
0
1/2
c
1/ 2
, (12.5)
siendo ahora Rec el número de Reynolds basado en la cuerda de la placa, Rec = U∞c/ν.
De igual modo, si la capa límite fuera turbulenta en toda la placa el coeficiente de resistencia de
fricción sería en este caso:
1/5 c
c f = 0.0583 ⎛⎜ ν ⎞⎟
c ⎝U ∞ ⎠ ∫ xd x = (Re0.073)
0
1/5
c
1/5
, (12.6)
c flaminar
= 18.2 , (12.7)
c fturbulenta ( Re )3/10
c
de manera que, considerando un valor típico del número de Reynolds, Rec ≈ 5×106, se obtiene
que el cociente entre ambas resistencias de fricción vale 0.18, de forma que en este ejemplo la
resistencia de fricción es unas 5.6 veces mayor si la capa límite es turbulenta que si es laminar.
Suponiendo este resultado trasladable al caso de un avión en vuelo de crucero, y teniendo en
cuenta que la resistencia de fricción del ala de un avión viene a significar entre el 20% y el 25%
de la resistencia total de la aeronave, se comprende ahora la importancia del control de la capa
límite en los cuerpos aerodinámicos.
Si el movimiento es compresible también existe una solución de semejanza para la capa límite
laminar sobre la placa plana, si bien el proceso de resolución es ahora algo más complicado ya
que en la solución intervienen también el número de Mach, el número de Prandtl y la condición
de contorno térmica en la superficie del cuerpo (que en los casos límite puede ser adiabática o
permanecer a temperatura constante, Tw). En el caso compresible, sin gradientes adversos, la
ecuación (12.5) adopta la forma
T
c f = 1.328 F ( M ∞, Pr, w ) , (12.8)
(Rec )1/ 2 T∞
donde T∞ es la temperatura de la corriente incidente (para más detalles véase Schlichting 1960,
Capítulo 15, o Anderson 1991, Capítulo 17). En la figura 12.2 se ha representado el producto
cf(Rec)1/2 en función del número de Mach de vuelo M∞ para una placa plana en los casos
adiabático y de temperatura constante. Nótese que la resistencia de fricción es menor en el caso
adiabático (mayor temperatura superficial que en el caso de temperatura constante), lo que
significa que a velocidades elevadas puede ser interesante que la temperatura superficial del
cuerpo sea alta a fin de disminuir la resistencia de fricción.
4 Capítulo 12
1.4
c f Re c
1.2
Tw /T∞=1
1.0
Adiabático
0.8
0.6
0 4 8 12 16
M∞
Fig. 12.2. Variación con el número de Mach de vuelo, M∞, del coeficiente de resistencia de fricción multiplicado
por el número de Reynolds, cf(Rec)1/2, en el caso de una placa plana con capa límite laminar sin
gradientes adversos y número de Prandtl Pr = 0.75 (de Anderson 1991).
Por supuesto los resultados de la placa plana sólo son una aproximación de la capa límite sobre
un perfil, donde el problema es aún más complicado: la presión exterior no es constante, pues la
corriente se acelera pasado en punto de remanso del borde de ataque y se decelera sobrepasado
en pico de succión del extradós, de forma que cerca del borde de ataque se tiene primero un
gradiente favorable de presión y poco más tarde un gradiente adverso que alteran el
comportamiento descrito mediante las expresiones (12.2) y (12.3).
En el caso real de un perfil con capa límite parcialmente turbulenta el problema solo es
abordable numéricamente e incluso así el tratamiento es muy complejo debido por una parte a la
dificultad de generar mallas de integración que se adapten a todas las particularidades del
problema y por otra a la dificultad intrínseca que significa el manejo de los modelos de
turbulencia al uso, que todavía no reproducen en sus formulaciones toda la complejidad de los
movimientos turbulentos.
A todo lo anterior hay que sumar otra dificultad más, que es el fenómeno de la transición de la
capa límite de laminar a turbulenta, que habría que predecir con exactitud dónde se produce para
poder estimar con precisión el valor de la resistencia de rozamiento.
El parámetro básico que determina la transición es el número de Reynolds crítico, que es el valor
del número de Reynolds para el ocurre aquella. Se admite, por ejemplo, que en una placa plana
la transición tiene lugar cuando el número de Reynolds es del orden de 5×105, pero la
experiencia enseña, sin embargo, que el número de Reynolds al que se inicia la transición y la
distancia en la que ésta ocurre depende de la magnitud de las perturbaciones impuestas y de las
peculiaridades de la corriente exterior. En la Tabla 12.2 se resumen los efectos de algunos de los
factores que pueden modificar la transición.
Tabla 12.2
Factores que modifican el fenómeno de transición en la capa límite
Factor Comentario
Rugosidad La transición se adelanta (el número de Reynolds crítico disminuye) tanto más
superficial cuanto mayor es la rugosidad superficial del cuerpo.
Temperatura El espesor de la capa límite decrece si la temperatura es baja, de modo que enfriar
superficial la superficie del cuerpo puede retrasar la transición.
Gradientes Un gradiente favorable retrasa la transición y al contrario un gradiente
de presión desfavorable la adelanta.
Número de En general el número de Reynolds crítico disminuye conforme aumentan los
Mach efectos de la compresibilidad.
− cp
x/c
Fig. 12.3. Distribución de coeficiente de presión en el extradós de un perfil en el caso de capa límite adherida (línea
continua) y en el de capa límite desprendida (línea a trazos).
Algunas de las características del fenómeno del desprendimiento han sido ya analizadas en el
Capítulo 9 al describir los mecanismos de entrada en pérdida de los perfiles. Conviene señalar
otra vez que la resistencia de presión depende fuertemente del número de Reynolds, pues este
parámetro determina el carácter laminar o turbulento de la capa límite y, repitámoslo una vez
más, una capa límite turbulenta es más resistente a los gradientes adversos que una capa límite
laminar. Esta dependencia del número de Reynolds de la resistencia de presión es
particularmente espectacular en el caso de cuerpos romos redondeados, tal es el caso de cilindros
y esferas. En la figura 12.4 se muestra la configuración fluida alrededor de una esfera para dos
valores del número de Reynolds, uno inferior y el otro superior al valor del número de Reynolds
crítico.
Fig. 12.4. Configuración fluida alrededor de una esfera. El número de Reynolds en la fotografía de la izquierda es
Re = 2.85×104, capa límite laminar, y en la de la derecha Re = 3.90×104, capa límite turbulenta antes del
desprendimiento (de Mironer 1979).
6 Capítulo 12
Ambos tipos de resistencia viscosa, de fricción y de presión, se manifiestan corriente abajo del
obstáculo como un cierto déficit de cantidad de movimiento en la estela del cuerpo, por lo que si
se conoce el campo de velocidades corriente abajo, en vez de la expresión (12.1) es más sencillo
aplicar la ecuación de balance de la cantidad de movimiento a un volumen de control apropiado
(recuerde los ejercicios del Capítulo 1).
En la Fig. 12.5 se ha representado la variación del coeficiente de resistencia, cD, con el número
de Reynolds de algunos obstáculos sencillos. Estos coeficientes de resistencia están definidos
como:
cd = d , cD = D , (12.2)
1 ρU 2 2a 1 ρU 2 πa 2
2 ∞ 2 ∞
siendo la primera expresión válida para los obstáculos bidimensionales y la segunda para la
esfera. En los obstáculos considerados en la figura la resistencia es fundamentalmente de
presión.
1.6
cD, cd
1.2
A B
0.8
C
0.4
0
10 102 103 104 105 106 107
Re
Fig. 12.5. Variación con el número de Reynolds, Re, del coeficiente de resistencia, cd, de dos obstáculos
bidimensionales de radio a: cilindro circular (A) y disco circular normal al viento incidente (B), y del
coeficiente de resistencia, cD, de una esfera, también de radio a (C) (de Batchellor 1967).
La resistencia inducida se debe a la estela de torbellinos que se genera corriente abajo del ala. En
el Capítulo 11 se ha estudiado la forma de calcularla para el caso de alas largas (teoría del ala
larga de Prandtl) y en cursos posteriores se presentan otros métodos de cálculo aplicables a
cualquier tipo de ala (teoría del plano de Trefftz).
Capítulo 12 7
En la figura 12.6 se muestra una curva típica de variación del coeficiente de sustentación con el
coeficiente de resistencia de un avión. De forma general la relación entre ambos coeficientes se
puede expresar como
0.4
cL
0.2
0
0 0.02 0.04
cD
Fig. 12.6. Polar del avión F-106 A a M∞ = 0.9 (de Bertin & Smith 1998)
Así pues, el coeficiente de resistencia del avión se compone de tres sumandos, los dos primeros
constituyen la resistencia parásita (independiente del coeficiente de sustentación y que por tanto
existe aunque la sustentación generada sea nula) y el tercero la resistencia inducida.
Para cada avión la importancia relativa de los distintos sumandos depende del tipo de aeronave
y de la misión, pero a grandes rasgos, en el caso de un avión subsónico de transporte, se puede
decir que casi el 50% de la resistencia aerodinámica del avión es resistencia de rozamiento, la
resistencia inducida viene a ser el 35% del total y el resto, en torno al 15%, es debida a otros
efectos tales como interferencias entre componentes del avión, efectos de compresibilidad si el
régimen de vuelo es subsónico alto, etcétera.
El término cDo incluye las resistencias de fricción y de forma, y al mimo contribuyen el ala, el
fuselaje, las góndolas de los motores, la cola y cualquier otro elemento que defina la geometría
externa de la aeronave. Para un estimación correcta de este sumando hay que tener en cuenta
además las posibles interacciones entre componentes, siendo un ejemplo típico la interacción
entre las capas límites de fuselaje y ala. En efecto, en la raíz del ala la capa límite del ala no es la
que se tendría si la capa límite naciera en el punto de remanso anterior, pues esta zona está
barrida por la capa límite que llega del fuselaje. En consecuencia la capa límite del ala cerca de
la raíz puede estar en peores condiciones que la del resto de las secciones del ala, de forma que
esta zona resulta más sensible a los efectos de los gradientes adversos de presión. Por ello es
recomendable que la unión de ambas superficies, ala y fuselaje, sea objeto de un diseño muy
cuidado, introduciendo superficies de acuerdo entre los dos elementos para minimizar los efectos
de la interferencia entre ambas capas límite. Como las gradientes adversos son más severos en el
extradós del ala, se comprende que este efecto interactivo es más notable en aviones de ala baja
que en aviones de ala alta.
Un valor típico de cDo puede estar en torno a 0.020, y la contribución a este valor de los diversos
elementos se reparte entre un 50% para las alas, un 40% para el fuselaje y las góndolas y el resto,
un 10%, es debido a la cola. A la vista de estos números, teniendo en cuenta que la contribución
del ala es básicamente proporcional a su área en planta, resulta claro que interesará reducir el
área en planta tanto como sea posible, lo que conduce a que la configuración óptima es la que
tiene la carga alar máxima.
cL2
kcL2 = . (12.5)
πΛe
donde e es el factor de eficiencia del avión, cuyo valor oscila entre 0.60 y 0.95. Esta expresión
cuadrática con e constante es apropiada para aviones de alas rectas en régimen de crucero. Si se
quiere mantener la misma ley cuadrática para otras situaciones (por ejemplo cerca de la pérdida
o para aviones con alas cortas en flecha) las desviaciones respecto a la expresión (12.5) se suelen
tener en cuenta suponiendo que el factor de eficiencia no es constante, sino función de los otros
factores que afectan a la polar del avión. Por último, el término de resistencia de onda se
manifiesta a velocidades altas aunque todavía subsónicas (régimen transónico), y crece muy
rápidamente con el número de Mach.
En resumen, el parámetro más significativo que determina las prestaciones del avión es la
relación entre la sustentación y la resistencia, L/D. Los valores típicos de L/D para distintos tipos
Capítulo 12 9
de aviones en vuelo subsónico son: veleros (20-40), aviones de transporte comercial (12-20),
cazas supersónicos (4-12).
Capítulo 8 1
CAPITULO 8
8.1. INTRODUCCION
1
Mg = L = ρU∞2 Sc L , (8.1)
2
A la vista de esta expresión resulta patente que en vuelo de crucero, cuando la velocidad de
vuelo U∞ es elevada, para satisfacer la igualdad (8.1) el valor del coeficiente de sustentación del
ala no precisa ser muy grande (un valor típico puede ser cL = 0.4), pero si la velocidad de vuelo
U∞ disminuye será preciso aumentar en consonancia el valor del coeficiente de sustentación del
ala, de modo que para mantener el vuelo estacionario a velocidades pequeñas (por ejemplo, en la
aproximación al aterrizaje) será preciso aumentar el ángulo de ataque del ala con el fin de
conseguir mayor coeficiente de sustentación. Con esto aumentan los gradientes adversos de
presión sobre los perfiles del ala, lo que puede dar lugar, de sobrepasarse el valor del ángulo de
ataque correspondiente al valor máximo del coeficiente de sustentación, clmax, a la entrada en
pérdida.
El comportamiento del ala durante el despegue y aterrizaje limita la carga alar del avión (la
relación entre el peso y el área de la superficie sustentadora, Mg/S), razón que ha impulsado la
realización de extensos estudios sobre entrada en pérdida de perfiles y alas, coeficiente de
sustentación máximo y formas de aumentarlo. Durante el vuelo de crucero la entrada en pérdida
es un fenómeno anormal, la probabilidad de que ocurra es de uno en 105, pero hay que asegurar
que el comportamiento del avión es satisfactorio en una serie de casos críticos de entrada en
pérdida que están fijados en las normas (viraje, paro de un motor, salida del tren de aterrizaje,
etc.).
Los fenómenos que se detallan en este Capítulo se presentan, en aviones normales, a números de
Reynolds (basados en la velocidad de vuelo y en la cuerda del perfil) del orden de 106. Como es
sabido, a estos números de Reynolds la viscosidad se aprecia sólo en la capa límite, que es muy
delgada, y en la estela viscosa. A los efectos que vamos a considerar, la capa límite tiene las
siguientes propiedades:
2) Al avanzar sobre la superficie del obstáculo la capa límite se ensancha por dos razones (el
razonamiento que sigue se refiere a una capa límite bidimensional): en primer lugar, debido a
2 Capítulo 8
los esfuerzos cortantes, cada lámina fluida dentro de la capa límite decelera por viscosidad a
la lámina inmediata exterior y es decelerada por la lámina inmediata interior; la cantidad de
movimiento que pierde el fluido se emplea en equilibrar la acción tangencial que la pared
ejerce sobre él (resistencia de fricción o de rozamiento). La segunda razón para el
ensanchamiento está en los gradientes adversos de presión: cuando la capa límite avanza en
presencia de un gradiente adverso de presión la pérdida de cantidad de movimiento será
mayor, pues además de contrarrestar el rozamiento en la pared, habrá que contrarrestar
también el gradiente adverso de presiones (por el contrario, cuando el gradiente de presiones
es favorable, la capa límite se acelera y gana cantidad de movimiento, lo que ayuda a
equilibrar el rozamiento en la pared)
3) En presencia de un gradiente adverso de presión las láminas fluidas más cercanas a la pared
se deceleran comparativamente más que las más alejadas. En efecto, de acuerdo con el primer
punto de esta relación, todas ellas están sometidas al mismo gradiente adverso, pero las más
alejadas, que tienen mayor cantidad de movimiento, luchan contra ese gradiente adverso en
condiciones más favorables. A consecuencia de esta deceleración las partículas próximas a la
pared terminan por retroceder en vez de avanzar, y en la zona en la que ocurre este retroceso
la capa límite está desprendida (figura 8.1). Hay que añadir que la primera propiedad
enunciada, que se funda en que la capa límite es delgada, puede dejar de ser válida incluso
antes del desprendimiento. En estas condiciones la viscosidad influye en el campo de
presiones sobre el obstáculo.
p1 p1 < p2 < p3
p3
Fig. 8.1. Perfiles de velocidad típicos en una capa límite laminar en presencia de un gradiente adverso de presiones:
el fluido se va frenando cerca de la pared y puede producirse una situación en la que retroceda en vez de
avanzar (la capa límite está desprendida).
4) La capa límite puede ser laminar o turbulenta. En el primer caso las láminas fluidas se
mueven ordenadamente y entre ellas hay sólo un intercambio viscoso (a escala molecular) de
cantidad de movimiento. En el segundo caso las láminas, que inicialmente se movían
paralelamente entre sí, se entrecruzan de forma muy complicada y el intercambio de cantidad
de movimiento tiene lugar a escala macroscópica.
La capa límite laminar es inestable y se mantiene como laminar sólo en la parte delantera del
perfil. De este modo una vez que aparecen y se amplifican las perturbaciones introducidas por el
perfil, la capa límite pasa a turbulenta a través de un proceso de transición, no lineal y complejo
cuya explicación sobrepasa el propósito de estas páginas, pues en cierta medida todavía es objeto
de especulación (véanse por ejemplo Schlichting 1960, capítulos 16 y 17, Malik 1990).
Debido a que la mezcla turbulenta es más eficaz que la laminar, el perfil de velocidades de la
capa límite turbulenta es más lleno que el de la laminar (figura 8.2), y por ello la capa límite
turbulenta presenta dos características en cierto modo antagónicas: la capa límite turbulenta
Capítulo 8 3
produce elevado rozamiento en la pared, razón por la que en vuelo de crucero interesa retrasar la
transición (la manera más racional de conseguirlo es utilizar perfiles laminares, proyectados de
forma que se retrase lo más posible la zona de gradiente adverso de presión). La segunda
característica a destacar de la capa límite turbulenta es una mayor insensibilidad a los gradientes
adversos de presión que la capa límite laminar, y por ello
puede ser de interés introducir generadores de a b
turbulencia para retrasar el desprendimiento de la capa
límite en las situaciones en que el desprendimiento esté
próximo.
Stratford ha publicado criterios bastante sencillos, que proporcionan resultados muy ajustados a
la realidad, para predecir la posición del punto de
Fig. 8.2. Perfil de velocidades típico en una
desprendimiento en el caso de capa límite laminar capa límite laminar (a) y en una
(Stratford 1954) y en el de capa límite turbulenta turbulenta (b).
(Stratford 1959).
Como ya se ha dicho, el coeficiente de sustentación máximo determina la carga alar del avión y
este es el motivo por el que se ha dedicado bastante esfuerzo al estudio de la entrada en pérdida
de los perfiles, con el doble objeto de predecir su comportamiento por una parte y, por otra,
desarrollar dispositivos hipersustentadores para aumentar dicho coeficiente de sustentación
máximo.
En líneas generales, el mecanismo de entrada en pérdida de los perfiles se puede resumir como
sigue: cuando el ángulo de ataque es grande aparece un pico negativo de presión en el extradós,
cerca del borde de ataque del perfil, por lo que corriente abajo de este pico de succión la presión
aumenta y se tiene por tanto un gradiente adverso de presión que puede forzar el
desprendimiento de la capa límite y la entrada en pérdida del perfil. La capa límite, que nace en
el punto de remanso anterior próximo al borde de ataque, al llegar al pico de presión es laminar,
y corriente abajo de este punto se puede presentar, dependiendo de la forma de la distribución de
presión y del valor del número de Reynolds, alguna de la situaciones siguientes:
curvatura en el borde de ataque está relacionado normalmente con el espesor, será posible
clasificar las formas de entrada en pérdida de los perfiles de acuerdo con su espesor.
La distribución de presiones en los perfiles delgados (considere como caso límite la placa plana)
presenta un pico de presiones muy acusado cerca del borde de ataque, que produce el
desprendimiento laminar inmediato. En cambio, en los perfiles gruesos (considere un perfil
elíptico de poca excentricidad) la distribución de presiones es bastante plana, por lo que es de
esperar que en esta situación se presente primero la transición de laminar a turbulento y, muy
posteriormente, el desprendimiento de la capa límite turbulenta.
De acuerdo con este razonamiento, se suelen distinguir tres tipos básicos de entrada en pérdida
de perfiles según sea el espesor relativo del perfil, t/c (Palme 1953, Torenbeek 1976) Hay que
advertir que aunque existen otras formas de entrada en pérdida distintas de las explicadas aquí,
en la mayoría de los casos se trata de mezcla o superposición de los tipos básicos.
Tipo A. Este tipo de entrada en pérdida se inicia por el borde de salida y es característico de los
perfiles gruesos (t/c > 0.15), en los que la capa límite pasa a turbulenta antes de desprenderse. El
mecanismo de entrada en pérdida es el siguiente (figura 8.4): al aumentar el ángulo de ataque la
capa límite del extradós engruesa progresivamente, hasta que para valores de ángulo de ataque
del orden de 10° se desprende por el borde de salida. Aumentando más el ángulo de ataque el
punto de desprendimiento se adelanta gradualmente, de modo que la pendiente de la curva de
sustentación disminuye progresivamente, pero sin hacerse negativa porque la succión de borde
de ataque, que contribuye muy eficazmente a la sustentación, sigue aumentando al aumentar el
ángulo de ataque. Aproximadamente cuando la zona desprendida llega hasta la mitad de la
cuerda se obtiene el valor máximo del coeficiente de sustentación, clmax. Un valor típico de clmax
para un perfil simétrico de espesor relativo 0.18 puede ser clmax = 1.5.
Hay que destacar que las curvas de variación de los coeficientes de sustentación y momento son
muy suaves. No hay un cambio brusco en el valor de las fuerzas globales cuando el perfil entra
en pérdida. También es interesante observar que al avanzar el desprendimiento disminuye la
presión en el extradós del perfil cerca del borde de salida, lo que produce momento de picado.
Tipo B. Entrada en pérdida con desprendimiento cerca del borde de ataque y formación de una
burbuja corta; es característica de perfiles de espesor medio (0.08 < t/c < 0.15). El mecanismo
de entrada en pérdida se describe en la figura 8.5.
En los perfiles medios la capa límite se desprende laminarmente en el borde de ataque para un
ángulo de ataque mucho menor que el que corresponde a clmax (configuración b de la figura 8.5).
La capa de cortadura resultante del desprendimiento de la capa límite pasa muy rápidamente a
Capítulo 8 5
turbulenta y se adhiere, formando una burbuja pequeña, cuyo tamaño es del orden del 1% de la
cuerda del perfil. En estas circunstancias la distribución de presión sobre el perfil es la potencial
salvo en la zona de la burbuja y como ésta es muy pequeña, las fuerzas y momentos globales
sobre el perfil son los mismos que sin desprendimiento. En el coeficiente de sustentación global
no se nota la presencia de la burbuja.
a b
−cp −cp a c
cl
b
d
−1 x/c −1 x/c b
a
c d
−cp −cp c
α
−1 x/c −1 x/c d
Fig. 8.4. Entrada en pérdida por el borde de salida (tipo A). En los dibujos de la izquierda se muestran los esquemas
de las distribuciones de presión en el extradós, en el centro los esquemas del proceso de desprendimiento
(la capa límite no está dibujada a escala) y a la derecha la curva de variación del coeficiente de sustentación
cl con el ángulo de ataque α.
a b a
−cp −cp
cl c
b b d
−1 x/c −1 x/c
c d c a
−cp −cp
α
−1 x/c −1 x/c d
Fig. 8.5. Entrada en pérdida con formación de una burbuja corta (tipo B). En los dibujos de la izquierda se muestran
los esquemas de las distribuciones de presión en el extradós, en el centro los esquemas del proceso de
desprendimiento (la capa límite no está dibujada a escala) y a la derecha la curva de variación del
coeficiente de sustentación cl con el ángulo de ataque α.
Al aumentar el ángulo de ataque el desprendimiento se adelanta hacia una zona del extradós en
la que la curvatura de la pared es muy grande, lo que dificulta la readherencia de la capa de
cortadura. A esto se añade el que la energía cinética del fluido que circula en el interior de la
burbuja, arrastrado por la corriente exterior, aumenta tanto que la presión inmediatamente
corriente abajo de la burbuja es incapaz de obligarle a recircular. Estos dos factores contribuyen
a que la burbuja explote y a que las fuerzas sobre el perfil varíen súbitamente. La curva cl en
6 Capítulo 8
función α, que sería una recta de acuerdo con la teoría potencial linealizada, cae bruscamente, y
el coeficiente de momento se hace acusadamente negativo (de picado).
Aunque como se aprecia en la figura 8.7 el valor de clmax alcanzable con perfiles de espesor
medio puede ser mayor que el que se obtiene con perfiles gruesos (tipo A), este tipo de entrada
en pérdida puede ser peligroso en alas rectas porque se presenta sin avisar, aunque en el caso de
alas en flecha o en delta es beneficioso (véase en Aerodinámica II el capítulo de entrada en
pérdida de alas).
Tipo C. Corresponde al caso de entrada en pérdida con desprendimiento cerca del borde de
ataque y formación de una burbuja larga, es característico de perfiles muy delgados con el borde
de ataque redondeado (figura 8.6).
a b a
−cp −cp cl
c
b d
−1 x/c −1 x/c
b
c d c a
−cp −cp
α
d
−1 x/c −1 x/c
Fig. 8.6. Entrada en pérdida con formación de una burbuja larga (tipo C). En los dibujos de la izquierda se muestran
los esquemas de las distribuciones de presión en el extradós, en el centro los esquemas del proceso de
desprendimiento (la capa límite no está dibujada a escala) y a la derecha la curva de variación del
coeficiente de sustentación cl con el ángulo de ataque α.
Para valores muy pequeños del ángulo de ataque se forma una burbuja de recirculación que
explota para un cierto ángulo de ataque crítico. La formación de esta burbuja se debe a que la
capa límite es todavía muy delgada y se desprende muy cerca del borde de ataque. La capa de
cortadura resultante pasa a turbulenta a cierta distancia del punto de desprendimiento, y se
readhiere formando una burbuja larga que disminuye
ligeramente la pendiente de la curva de sustentación. Al 1,4
aumentar el ángulo de ataque, el punto de readherencia se
clmax
retrasa progresivamente, hasta que coincide con el borde de
salida, en cuyo momento se alcanza el clmax. Superado este
1,2
ángulo de ataque no hay readherencia. La curva de
sustentación presenta una zona redondeada en las
proximidades del máximo y la curva de momento respecto al
centro aerodinámico muestra una tendencia muy acusada al 0,8
picado. 0 0,1 0,2
t/c
En la figura 8.7 se ha representado la variación con el Fig. 8.7. Variación con el espesor relativo,
espesor relativo del coeficiente de sustentación máximo de t/c, del coeficiente de sustentación
máximo, clmax, de varios perfiles de
perfiles afines. El número de Reynolds es Re = 6 x 106 en
la familia NACA 63
todos los casos.
Capítulo 8 7
1) Aumentando la curvatura.
2) Controlando la capa límite. Bien inyectando cantidad de movimiento en la subzona de baja
energía cinética, o succionando esta subzona.
3) Aumentando el área efectiva del ala mediante superficies sustentadoras auxiliares (flaps) que
se desplazan al mismo tiempo que se deflectan, con lo que aumenta la cuerda del perfil.
En la Tabla 8.1 se detallan los valores de los ángulos de deflexión típicos y los coeficientes de
sustentación máximos en alas (en flecha) provistas de dispositivos hipersustentadores que se
extienden a lo largo de una fracción de la envergadura. Observe que se evita aumentar
demasiado la resistencia durante el despegue, y por eso las deflexiones son menores en el
despegue que en el aterrizaje.
Tabla 8.1
Valores típicos del ángulo de deflexión de algunos dispositivos hipersustentadores y coeficiente
de sustentación máximo del ala (dividido por el coseno del ángulo de flecha) alcanzable con
estos dispositivos hipersustentadores (de Torenbeek 1976)
En los párrafos siguientes se especifican las características más notables de diversos dispositivos
hipersustentadores pasivos (que no requieren para su funcionamiento otra energía que la
necesaria para su despliegue). En cada caso se da una indicación del incremento de sustentación
que se puede alcanzar con el dispositivo hipersustentador en consideración, Δcl, así como el
valor de αmax, que es el ángulo de ataque del perfil básico para el que se consigue el valor
máximo del coeficiente de sustentación.
Flap de intradós
0,2
Flap normal
Δcd 60º
45º
50º Flap con ranura doble
0,1 45º
0
0 1 2
Δcl
Fig. 8.8.Características aerodinámicas de varios dispositivos hipersustentadores pasivos (de Torenbeek 1976).
a b
c d
e f
Flap con ranura simple, Δcl ≈ 65% / αmax ≈ 16° (figura 8.9e).
Aumenta la curvatura y controla la capa límite. El aire que pasa de intradós a extradós por la
ranura succiona la capa límite de la parte fija del perfil. En el flap se forma una nueva capa límite
muy delgada lo que permite deflexiones de hasta 40°. Muy sensible a la forma de la ranura,
determinada muchas veces por la cinemática de la deflexión. No incrementa mucho la
resistencia, pues la corriente no se desprende.
Flap con ranura doble, Δcl ≈ 70% / αmax ≈ 18° (figura 8.9f).
Superior al anterior cuando la deflexión es grande porque se retrasa el desprendimiento sobre el
flap. La máxima perfección aerodinámica se consigue con sistemas en los que los dos elementos
se ajustan separadamente. Las cargas aerodinámicas sobre el elemento intermedio son enormes.
En aviones con cargas alares muy grandes se usan flaps con triple ranura.
Flap Fowler con ranura doble, Δcl ≈ 100% / αmax ≈ 20° (figura 8.9h).
Superior al anterior. Las secciones del flap se mueven unas respecto a otras para conseguir la
mayor eficacia a cada deflexión. Existen con triple ranura. Las únicas limitaciones son la
complicación estructural y el peso.
g h
i j
k l
m n
Alula y flap con ranura simple, Δcl ≈ 75% / αmax ≈ 25° (figura 8.9m).
El álula impide el desprendimiento cerca del borde de ataque que aparece a veces cuando se
acciona el flap. Las variaciones que experimenta el momento respecto al centro aerodinámico se
pueden compensar parcialmente por la combinación de dos efectos contrarios.
Alula y flap Fowler con ranura doble, Δcl ≈ 120% / αmax ≈ 28° (figura 8.9n).
Aumenta la curvatura y el área proyectada. La ranura del flap succiona la capa límite anterior y
el álula la estabiliza en las proximidades del borde de ataque. Es la combinación óptima. Existen
configuraciones con triple ranura. Al igual que en el caso anterior se pueden compensar las
variaciones en los momentos.
En los últimos cuatro ejemplos reseñados parte o toda la hipersustentación se consigue con el
álula. Es frecuente leer que el álula sirve para controlar la capa límite, lo que es impreciso y se
presta a confundir álula con ranura (quizás a esta confusión contribuya también que las palabras
utilizadas en inglés para designar a álula y ranura –slat y slot respectivamente- son muy
parecidas). Los resultados obtenidos en el ejercicio 6.1 pueden contribuir a clarificar estos
conceptos. Siguiendo el ejemplo de Smith (1975) el efecto del álula sobre el perfil se puede
aproximar mediante el de un torbellino situado en la proximidad del borde de ataque. Dado que
las velocidades inducidas por el torbellino en el perfil son contrarias a las que aparecerían en el
extradós del perfil aislado cerca del borde de ataque, este campo de velocidades inducido por el
torbellino decelera el fluido en el extradós, de modo que se reduce el pico de succión. De esta
forma la capa límite se encuentra en mejores condiciones, el gradiente adverso es menor, y se
puede aumentar más el ángulo de ataque sin que el perfil entre en pérdida.
Por ejemplo en la figura 8.10 se ha representado la variación con el ángulo de ataque del valor
mínimo del coeficiente de presión en el extradós de un perfil de Yukovski, cpmin, y del
coeficiente de sustentación del perfil, cl, en los casos de perfil con álula y perfil sin álula (estos
Capítulo 8 11
resultados se han obtenido aplicando el modelo presentado en el ejercicio 6.1 con los valores
numéricos ε = 0.057, δ = 0.120, k = 1.3, β = π, y γ = 0.05).
8
−cpmin A1
cl A2
4 C1
B1 B2
0
5 6 7 8 9 10
α
Fig. 8.10. Variación con el ángulo de ataque, α, del valor mínimo del coeficiente de presión en el extradós de un
perfil de Yukovski, cpmin, y del coeficiente de sustentación del perfil, cl, en los casos de perfil con álula
(γ ≠ 0) y perfil sin álula (γ = 0).
En este ejemplo el coeficiente de sustentación del perfil con álula es sólo un 0.3% mayor que el
del perfil sin este dispositivo hipersustentador de borde de ataque (ambas curvas resultan
indistinguibles en la figura 8.10), pero aun así el efecto beneficioso del álula es claro.
Supongamos que el perfil está a un cierto ángulo de ataque, por ejemplo a α1 = 7º, en estas
condiciones el mínimo de presión del perfil sin álula vale cpmin1 = −6.07 (punto A1) y el
coeficiente de sustentación cl1 = 1,55 (punto B1). Si el álula está activada, al mismo ángulo de
ataque la intensidad del pico de succión es cpmin2 = −4.83 (punto C1) y el coeficiente de
sustentación prácticamente el mismo (cl = 1.56 en vez de 1.55). Nótese que para recuperar el
primer valor de cpmin, en este segundo caso se puede aumentar el valor del ángulo de ataque hasta
α2 = 7.7º (punto A2), y que a este segundo ángulo de ataque el coeficiente de sustentación vale
cl2 = 1.64 (punto B2), un 6% mayor que cl1 y con un gradiente adverso semejante.
Hay que decir que a un ángulo de ataque dado en un perfil con álula la sustentación sobre el
perfil básico disminuye porque se suaviza el pico de succión, pero como el coeficiente de
sustentación del álula es grande se comprueba que el segundo efecto supera ligeramente al
primero, es decir, la sustentación que actúa sobre el álula es algo mayor que la disminución de la
sustentación sobre el perfil básico.
En resumen se puede decir que la ranura (slot) comunica energía a la capa límite impidiendo que
se desprenda, pero sin modificar la corriente exterior, mientras que el álula (slat) modifica la
corriente exterior e impide que se desprenda la capa límite porque suaviza el gradiente adverso
de presión. Ninguno de los dos dispositivos incrementa la sustentación cuando no hay
desprendimiento.
a 9
a
8 c
cl
b
7
d
c 6
b
e
5
d 4
3
−2 −1 0 1 2
cd
e
Fig. 8.11. Características aerodinámicas de varios dispositivos hipersustentadores activos: a) flap soplado, b) flap
soplado exteriormente, c) extradós y flap soplados, d) ala aumentadora y e) empuje vectorial (de Kuethe
& Chow 1986).
zona exterior turbillonaria muy grande, lo que aumenta la resistencia. Las ganancias obtenidas
están limitadas por la posible entrada en pérdida por el borde de ataque. Da momento de picado.
Son los dispositivos de mando del avión y su accionamiento produce las fuerzas aerodinámicas
necesarias para la maniobra. En general se aborda el estudio teórico del comportamiento de
timones y alerones mediante la teoría potencial linealizada, pues las deflexiones de estos
dispositivos de mando son normalmente pequeñas. La teoría no predice muy correctamente los
momentos de charnela, que son los que capta el piloto directa o indirectamente, porque el efecto
de la viscosidad puede ser apreciable en la zona posterior del perfil, y esa zona es que la que
contribuye en exclusiva o muy fundamentalmente a los momentos de charnela. El efecto de
ranura, paso de la corriente de intradós a extradós en las proximidades de la articulación, se
introduce en la teoría potencial linealizada utilizando técnicas asintóticas.
En los aviones en los que la maniobra de accionamiento de timones y alerones no está asistida
por actuadores eléctricos o hidráulicos (como ocurre en las aeronaves pequeñas), las fuerzas que
debe hacer el piloto para accionar los dispositivos de mando son proporcionales al área de la
parte móvil del dispositivo y al cuadrado de la velocidad de vuelo. En aviones moderadamente
grandes y rápidos, con el fin de reducir la fatiga del piloto e incluso ayudarle a superar su
incapacidad, hay que compensar aerodinámicamente las fuerzas de forma que se reduzcan los
momentos de charnela (de no ser así habrá que recurrir a sistemas actuadores intermedios, pero
estos mecanismos pueden ser pesados y costosos).
14 Capítulo 8
a b
cb cf cb cf
0 0
∂cmh/∂α
−0.004 −0.004
∂cmh/∂α
−0.008 −0.008
∂cmh/∂δ ∂cmh/∂δ
−0.012 −0.012
0 0.2 0.4 0.6 0 0.2 0.4 0.6
cb / cf cb / cf
Fig. 8.12. Compensación aerodinámica por desplazamiento del eje de la charnela (a) y compensación aerodinámica
interna (b). Para cada caso en los gráficos se muestra la variación de las derivadas del coeficiente de
momento de charnela respecto al ángulo de ataque del perfil, α, y respecto a la deflexión del timón, δ, en
función del parámetro cb/cf.