Bosquejo de Apocalipsis
Bosquejo de Apocalipsis
Bosquejo de Apocalipsis
1:1–20: Prólogo
Introducción: El apocalipsis que fue revelado para dar testimonio, trae la bendición (1:1–
3)
Saludo: Juan saluda a las iglesias en nombre del Padre, del Espíritu Santo y del Hijo cuya
obra redentora aporta un nuevo estatus a las iglesias, todo para la gloria de Dios (1:4–8)
2:1–3:22: Las cartas a las siete iglesias: Cristo anima a las iglesias a dar testimonio, les
advierte en contra de las concesiones hechas, y las alienta a escuchar y a dejar de
transigir para heredar la vida eterna
4:1–5:14: Dios y Cristo son glorificados porque la resurrección de Cristo demuestra que
tienen soberanía sobre la creación para condenar y redimir
Los cuatro primeros sellos: Cristo utiliza fuerzas celestiales amenazantes para poner a
prueba a la gente a lo largo de la historia de la Iglesia para que se purifiquen o sean
castigadas (6:1–8)
El sexto sello: Dios demostrará su justicia ejecutando el juicio final contra el mundo no
creyente (6:12–17)
Ángeles evitan que las fuerzas amenazadoras inicien su actividad destructora sobre la
tierra hasta que los creyentes reciban protección espiritual para que no pierdan su fe (7:1–
8)
El séptimo sello como conclusión de la serie de sellos: Se describe el juicio final de nuevo
como respuesta formal a la petición de los santos en 6:10. Que Dios castigue al mundo no
creyente (8:1–5)
Las primeras seis trompetas: Dios responde la oración de los santos utilizando ángeles
para ejecutar sus juicios sobre los perseguidores, conduciendo hacia el juicio final (8:6–
9:21)
Se le encomienda de nuevo a Juan que profetice sobre el juicio, respecto al cual Él
paradójicamente se regocija y se lamenta (10:1–11)
El decreto de Dios asegura su presencia entre los suyos y su testimonio eficaz, lo cual
conduce a una aparente derrota y culmina con el juicio a sus opresores (11:1–13)
La séptima trompeta: Dios establece el reino consumado y ejecuta el juicio final (11:14–
19)
Dios lleva a cabo su gloria recompensando a los creyentes y castigando a la bestia y a sus
seguidores al final de la historia (14:1–15:4)
15:5–16:21: El juicio de las siete copas: Dios castiga a los impíos durante la era entre
advenimientos y finalmente en el último día a causa de su persecución e idolatría
Las primeras cinco copas: Dios castiga a los impíos durante la era entre advenimientos
privándoles de su seguridad terrenal a causa de su persecución e idolatría (16:2–11)
Las copas sexta y séptima: Juicio final del sistema mundial del mal (16:12–21)
La influencia del estado y del sistema económico-religioso del mundo, su alianza y la caída
de ambos (17:1–18)
Los santos que no se dejaron comprometer por la idolatría van a regocijarse por el juicio
de Dios porque esto demuestra la integridad de su fe y la justicia y gloria de Dios y
conduce a la consumación del reino de Dios y a la unión con su pueblo (18:1–19:10)
Cristo revelará su soberanía y la fidelidad a sus promesas juzgando a los que fueron
aliados de Babilonia para así reivindicar a su pueblo (19:11–21)
20:1–15: El milenio queda inaugurado durante la era de la Iglesia ya que Dios limita los
poderes engañosos de Satanás y los cristianos muertos quedan reivindicados reinando
en el Cielo. El milenio concluye con el resurgimiento del engañoso asalto de Satanás a la
Iglesia y con el Juicio final
Satanás será liberado para volver a engañar a las naciones, de ahí que intenten aniquilar
de nuevo la Iglesia (20:7–10)
El juicio final sucederá al final de la historia cósmica: todos resucitarán y serán juzgados
según sus obras y los culpables recibirán castigo eterno (20:11–15)
22:6–21: Conclusión
G. K. Beale, The Book Of Revelation : A Commentary On The Greek Text, x–xvi (Grand
Rapids, Mich.; Carlisle, Cumbria: W.B. Eerdmans; Paternoster Press, 1999).
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