La Esteatosis Hepática
La Esteatosis Hepática
La Esteatosis Hepática
Dr. Gerardo Clemente Ricote, Hepatólogo del Hospital Nuestra Señora del Rosario
- Sobrepeso
- Obesidad central (abdominal)
- Dislipidemia
- Resistencia a la insulina
- Diabetes Mellitus tipo 2
Prevalencia
Cuando los pacientes asocian varios factores de riesgo, la prevalencia se sitúa entre el 80-
100%.
Cifras similares se obtienen en las publicaciones realizadas en pacientes candidatos a realizar
cirugía bariátrica.
Relacionado con el aumento de la obesidad en la edad pediátrica y adolescentes, se está
produciendo en los últimos años un incremento de los casos de HGNA en ellos. Trabajos
publicados en EE.UU. comprueban prevalencias, en estas edades, de entre el 10-15%,
encontrándose con una relativa frecuencia lesiones hepáticas crónicas e incluso cirrosis.
En las décadas pasadas la enfermedad por depósito de grasa a nivel hepático se consideraba
benigna al compararla con las etiologías etílicas y virales. En la actualidad, se ha comprobado
que en la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), la evolución hacia cirrosis y sus
complicaciones, no en infrecuente incluyendo el desarrollo de carcinoma hepatocelular (CHC)
Estos datos, junto con el aumento de prevalencia anteriormente indicado, la relación existente
entre HGNA y riesgo cardiovascular y la mayor prevalencia para el desarrollo de ciertos tipos
de cáncer, hacen de la esteatosis hepática un claro problema se salud que se concreta en:
Etiología
Se clasifica como primaria cuando se relaciona con los factores que alteran la resistencia
periférica de la insulina.
En la práctica clínica diaria la mayor parte de los pacientes con EHNA presentan sobrepeso u
obesidad, Diabetes Mellitus tipo II y/o dislipemia.
FIG 1
Etiología de la esteatosis hepática no alcohólica (Esteatosis hepática no alcohólica. Puesta al
día Llorenç Caballería Rovira, Pere Torán Montserrat, María Antonia Auladell Llorens y Guillem
Pera Blanco Aten Primaria. 2008;40(8):419-24)
Los factores etiológicos más importantes son los primarios, es decir, los relacionados con los
componentes que constituyen el síndrome metabólico (SM):
• Obesidad,
• Diabetes Mellitus tipo 2
• Dislipidemia
• Hipertensión arterial
El HGNA constituye el componente hepático del SM, siendo la resistencia periférica a la
insulina la alteración fundamental. Ésta facilita en ocasiones la aparición de trastornos
inflamatorios (relacionados con TNF alfa e IL 6), disfunción mitocondrial, estrés oxidativo,
dando lugar a esteatohepatitis y, finalmente, fibrosis.
Patogenia
El segundo impacto implica que la acumulación de ácidos grasos produce estrés oxidativo,
inflamación, necrosis celular y fibrosis que puede evolucionar.
FIG 2
Esquema de la patogenia de la esteatosis hepática no alcohólica. (Esteatosis hepática no
alcohólica. Puesta al día Llorenç Caballería Rovira, Pere Torán Montserrat, María Antonia
Auladell Llorens y Guillem Pera Blanco Aten Primaria. 2008;40(8):419-24)
La resistencia periférica a la insulina se produce por la infiltración del tejido adiposo por
macrófagos, lo que supone una respuesta inflamatoria con producción de adipoquinas. Éstas
conllevan la aparición de efectos favorecedores de la inflamación y fibrosis. Esta situación se
incrementa, a nivel hepático, por aumento del factor de necrosis tumoral alfa e interleuquina
6.
En el comienzo de la inflamación del tejido adiposo son muchos los factores implicados, siendo
los más importantes:
• Isquemia relativa
• Hipoxia inducida por factor-1
• Microflora intestinal selectiva
• Respuesta inflamatoria mediada por la microflora y hormonas como leptinas
Las células progenitoras hepáticas están normalmente quiescentes y forman parte de los
procesos de reparación como respuesta al daño hepático. Estas células proporcionan una
fuente secundaria de hepatocitos a través de la transformación epitelial-mesenquimatosa
(EMT). La EMT hace a los hepatocitos menos vulnerables a la apoptosis, aunque su activación
actúa indirectamente en las células estrelladas hepáticas promoviendo fibrosis hepática.
La activación de la vía de señalización Hedgehog (genes que activan una serie de proteínas-
Hedgehog- que participan en el sistema de señalización intercelular) da lugar a la conversión
de células estrelladas hepáticas quiescentes en miofibroblastos. Éstas, a su vez, producen
factores quimiotácticos para los linfocitos T citotóxicos naturales (NKT). Estos linfocitos
segregan citocinas profibróticas, que activan los miofibroblastos.
El estadio de fibrosis, se ha relacionado directamente con el grado de activación de la vía
Hedgehog, en pacientes con EHNA. En estudios realizados en ratones se ha demostrado que la
inhibición de la vía Hedgehog puede revertir la fibrosis hepática.
La autofagia es otro de los procesos de limpieza que tienen lugar dentro de los hepatocitos.
Supone la autodigestión de proteínas y orgánulos no deseados. La autofagia puede influir
también en las células estrelladas hepáticas protegiéndolas contra la apoptosis. El
envejecimiento disminuye la autofagia. Esta capacidad parece estar inhibida en el hígado graso
no alcohólico en caso de obesidad y resistencia a la insulina. Igualmente ocurre ante la
exposición a ácidos grasos saturados (AGS) in vitro.
Por todo lo anterior, el resultado final es la menor eliminación de las mitocondrias dañadas, un
mayor estrés oxidativo, aumento del estrés del retículo endoplásmico, activación de la vía de
señalización de la cinasa Jun N-terminal (JNK)/c-Jun y, consecuentemente, empeoramiento de
la resistencia a la insulina. Mientras que las vías anteriores favorecen el estrés del retículo
endoplásmico, el exceso de AGS afecta independientemente al retículo endoplásmico
activando un proceso adaptativo llamado respuesta de la proteína desplegada.
Normalmente, esta respuesta conlleva la inducción de la autofagia, pero cuando la exposición
a AGS es prolongada se produce aparición de proteínas de detección del estrés, como el factor
6 de transcripción activado (ATF6), enzimas 1 que requieren inositol (IRE1) y cinasa del retículo
endoplásmico de tipo PKR. Éstas activan vías apoptósicas a través de la vía JNK. El resultado
final es el aumento del estrés del retículo endoplásmico, que, a su vez, activa la vía Hedgehog,
aumentando la fibrosis hepática.
El papel de la microflora intestinal en el desarrollo del HGNA está cada vez más claro. Algunos
trabajos sugieren que la microbiota intestinal es distinta en pacientes con EHNA. La
proliferación bacteriana en el intestino delgado en caso de una derivación yeyunoileal o de una
derivación duodenal (procedimientos utilizados en el pasado para tratar la obesidad), se ha
asociado con el desarrollo de EHNA. Esta alteración se reducía con la administración de
antibióticos y revertía con la revisión del procedimiento quirúrgico.
Queda por dilucidar la interacción exacta entre todos los factores patógenos propuestos.
ABREVIATURAS UTILIZADAS
AGL ácidos grasos libres
AGS ácidos grasos saturados
AUROC área bajo la curva
ARFI Acoustic radiation force impulse imaging
CAP patrón de atenuación controlado
CHC carcinoma hepatocelular
CK-18 citoqueratina 18
cHDL colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad
DM2 diabetes mellitus tipo 2
EHGNA enfermedad por hígado graso de causa no alcohólica
EHNA esteatohepatitis no alcohólica
ELF Score Enhanced Liver Fibrosis
EMT transformación epitelial-mesenquimatosa
EO Estrés oxidativo
ERE Estrés de retículo endoplásmico
ET elastografía de transición
GLP-1 péptido similar al glucagón 1
HGNA hígado graso no alcohólico
HOMA Homeostasis Model Assessment
HTA hipertensión arterial
IL-6 interleucina 6
LPS lipopolisacárido
LDL moléculas de colesterol de baja densidad
MCP1 proteína quimiotáctica de monocitos-1
NFS NAFLD Fibrosis Score
PCR proteína C reactiva
RM resonancia magnética
RPI resistencia periférica a la insulina
SM síndrome metabólico
TNF α factor de necrosis tumoral alfa
TGR5 receptor acoplado a la proteína G
VC virus C de la hepatitis