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Guia de Atencion Integral Adultos y Adolescentes Con Infeccion VIH - 2013

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Guía de

atención integral para


ADULTOS Y
ADOLESCENTES
CON INFECCIÓN
POR VIH/SIDA
MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA

Magíster Carina Vance


MINISTRA DE SALUD PÚBLICA

Dr. Miguel Malo S.


Viceministro de Gobernanza y Vigilancia de la Salud Pública

Dra. Norma Armas


Subsecretaria de la Vigilancia de la Salud Pública

Dra. Nidia Rodríguez Cadena


Directora Nacional de Estrategias de la Salud Colectiva

Dr. Rodrigo Tobar


Estrategia Nacional de VIH/Sida-ITS

Dra. Gabriela Aguinaga


Directora de Normatización (E)

2
3
4
Tabla de contenido
Capítulo I 13
1.1 Objetivos 13
1.1.1 Objetivo general 13
1.1.2 Objetivos específicos 13
1.2 Epidemiología 13
1.3 Historia natural del VIH 14

Capítulo II. 15
Diagnóstico y seguimiento de adultos
y adolescentes que viven con el VIH
2.1 Pruebas de laboratorio usadas en la infección por VIH 15
2.1.1 Pruebas de tamizaje y confirmatorias 15
2.1.2 Pruebas de monitoreo 22
2.1.3 Métodos de laboratorio para detectar la resistencia del VIH a 24
los antirretrovirales
2.2 Clasificación para la infección por VIH para manejo clínico y pronóstico 25
2.3 Abordaje inicial de una persona que vive con VIH 28
2.3.1 Evaluación clínica 29
2.3.2 Orientación de pares 31
2.4 Inmunización en el paciente con VIH 32

Capítulo III. 34
Tratamiento de la infección por VIH
en adultos y adolescentes
3.1 Introducción 34
3.2 Factores que deben considerarse para inicio del TARGA 34
3.3 Terapia antirretroviral en el Ecuador 36
3.4 Selección de un régimen inicial 42

Capítulo IV 51
4.1 Inicio de targa en pacientes con infecciones oportunistas 51
4.2 Tuberculosis (TB) 52
4.2.1 Diagnóstico de TB pulmonar en personas con infección por VIH 53
4.2.2 Tratamiento de infección tuberculosa latente 57
4.2.3 Tratamiento de tuberculosis pulmonar en personas con coin- 58
feccion TB/VIH
4.2.4 Tratamiento antirretroviral en pacientes con coinfección VIH- 60
TB
4.2.5 Síndrome inflamatorio de reconstitución inmune (IRIS) 62
4.3 Neumonía por Pneumocystis Jiroveci (PCP) 63
4.4 Encefalitis por toxoplasma Gondii 65

5
4.5 Infecciones respiratorias de origen bacteriano 67
4.6 Infecciones intestinales de origen bacteriano 68
4.7 Criptosporidiasis 69
4.8 Infección por bartonella 70
4.9 Criptococosis 70
4.10 Histoplasmosis 72
4.11 Isosporiasis 73
4.12 Candidiasis 74
4.13 Coccidioidomicosis 75
4.14 Paracoccidioidomicosis 76
4.15 Microsporidiosis 77
4.16 Citomegalovirus 77
4.17 Enfermedad por virus del herpes simple (vhs) 79
4.18 Infección por el virus de papiloma virus humano (vph) 80
4.19 Linfogranuloma venéreo 82
4.20 Granuloma inguinal 82
4.21 Sífilis 82
4.22 Enfermedad de chagas 82
4.23 Leishmaniasis 83
4.24 Infección diseminada por el complejo mycobacterium avium 84

Capítulo V 87
5.1 Profilaxis postexposición ocupacional 87
5.2 Profilaxis postexposición no ocupacional 89

Bibliografía 90

Anexos 105

6
PRESENTACIÓN

La condición del Buen Vivir, consagrada en la Constitución del 2008, es


el goce pleno de los derechos de los ciudadanos y ciudadanas que, en el
caso de salud, significa garantizar el acceso universal, gratuito y solidario
a la atención de salud, y brindar inexcusablemente una atención humani-
zada y oportuna a todas las personas que concurran a un establecimiento
de salud.
La Guía de Atención integral para adultos y adolescentes con infección
por VIH se convierte, precisamente, en un instrumento para garantizar el
derecho a la atención de salud y al buen trato, así como para prevenir el
estigma y la discriminación hacia personas que viven con VIH/Sida-ITS.
Esta versión de la Guía actualiza el tratamiento y diagnóstico de acuerdo
con los avances del conocimiento científico a nivel mundial, y sistematiza
las experiencias y el conocimiento de los profesionales que laboran en la
red pública y complementaria de salud en atención médica en VIH/Sida,
pero además, y lo que es más importante, incorpora los aportes de las
personas que viven con la enfermedad, recogidos a través de los canales
de comunicación, cooperación y apoyo mutuo establecidos en el Minis-
terio de Salud Pública y la Estrategia Nacional de VIH/Sida-ITS.
El trabajo de revisión, actualización y consenso de la Guía estuvo a cargo
del Viceministro de Gobernanza y Vigilancia de Salud Pública, mediante
la Dirección Nacional de Normatización y la Estrategia Nacional de VIH/
Sida-ITS; tuvo al frente a un grupo de especialistas clínicos e infectólogos
en VIH/Sida-ITS del país, de reconocida trayectoria profesional, y contó,
además, con la asesoría de la cooperación internacional.
Con la publicación e implementación de la Guia de Atención integral para
adultos y adolescentes con infección por VIH, el Gobierno Nacional y
el Ministerio de Salud Pública aspiran a contribuir a la disminución de la
morbilidad y mortalidad por VIH/Sida, y a la prestación de un servicio de
atención integral, multidisciplinario y de calidad.

Magíster Carina Vance


Ministra de Salud Pública

7
8
INTRODUCCIÓN

El VIH/Sida se ha convertido ya en un problema de salud mundial. El Ecua-


dor no escapa a esta tendencia; sin embargo, la manera de afrontarlo
debe prestar atención a las características específicas de la epidemia en
el Ecuador desde el punto de vista médico, así como en sus dimensiones
social, económica y cultural.
La gravedad y complejidad de la epidemia de VIH/Sida demanda, por tan-
to, de una respuesta transdisciplinaria y multisectorial, además de solu-
ciones integrales y oportunas de prevención, tratamiento y apoyo a los
pacientes. Se requiere una buena práctica profesional, pero también de
la mejor relación del personal de salud con el paciente para mejorar la
consejería y la adherencia al tratamiento.
La Guía de Atención Integral de Adultos con VIH/Sida es una respuesta a
esta demanda, y esperamos que se convierta en una herramienta eficaz
de atención médica para mejorar y garantizar la calidad de la atención,
racionalizar el uso de los recursos en el cuidado clínico, disminuir la va-
riabilidad de la práctica clínica, mejorar la salud de los pacientes y, sobre
todo, garantizarles una buena calidad de vida.
Las guías sobre el manejo del VIH/Sida son de aplicación obligatoria para
la red pública y complementaria en la organización, gestión y control de
procedimientos para el manejo esta enfermedad, en todos los niveles de
gerencia y atención. En tanto instrumento técnico de consulta, contie-
nen la normativa que debe ser aplicada por todos los involucrados en la
atención integral y coordinada en los diferentes niveles, para alcanzar una
atención humanizada y oportuna a los pacientes con VIH/Sida.
Como sucede con toda herramienta, los efectos positivos esperados es-
tán siempre condicionados a su uso correcto y adaptado a las circunstan-
cias particulares; de ahí el empeño que debemos poner para su difusión,
comprensión y aplicación apropiadas.
 
Estrategia Nacional
de VIH/Sida-ITS

9
10
CLASIFICACIÓN DEL NIVEL
DE EVIDENCIA CIENTÍFICA

Las recomendaciones en esta guía están basadas en la evidencia científica al-


canzada y en opiniones de expertos, cada una de las recomendaciones está
clasificada con una letra A, B o C, que representa la fuerza de la recomendación,
y con un número, I, II o III, de acuerdo con la calidad de la evidencia (Cuadro 1).

Cuadro 1.
Clasificación del nivel de evidencia para las recomendaciones

Fuerza de la recomendación Calidad de la evidencia para la


recomendación

A: Recomendación fuerte I: Uno o más ensayos clínicos alea-


B: Recomendación moderada torizados con resultados clínicos
C: Recomendación opcional y/o criterios de valoración de la-
boratorio validados.
II: Uno o más ensayos no aleatori-
zados bien diseñados o estudios
observacionales de cohortes con
resultados clínicos a largo plazo.
III: Opinión de expertos.
Fuente: HIV Guidelines.1

1 HIV Guidelines, disponible en: http://www.hivguidelines.org/clinical-guidelines/rating-scheme-for-recommendations

11
12
1 CAPÍTULO
CAPÍTULO I I

1.1 OBJETIVOS

1.1.1 OBJETIVO GENERAL


Contribuir a la disminución de la morbilidad y mortalidad por VIH/Sida, median-
te la prestación de un servicio de atención integral y multidisciplinario.

1.1.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS


• Definir la normativa para la atención integral de VIH/Sida.
• Establecer las intervenciones y estrategias basadas en la evidencia cien-
tífica, que permitan disminuir la carga de la enfermedad y la mortalidad
por VIH/Sida.

1.2 EPIDEMIOLOGÍA
El VIH/Sida es considerado un problema de salud pública en el mundo, así tam-
bién en el Ecuador, donde se ha observado una tendencia al incremento en el
número de casos nuevos notificados de VIH y Sida, principalmente en los años
2008 y 2009.
En el Ecuador, para el período 1984-2010, se registra un acumulado de 18 739
casos confirmados de infección por el VIH, 8 338 personas que viven con VIH en
fase Sida y un total de 7 030 defunciones. En 2010, se registraron 3 966 nuevos
casos confirmados de infección por VIH y 1 301 nuevos casos de Sida.
La epidemia en el Ecuador es de tipo concentrado, en la cual la prevalencia en
la población general es menor a 1% y en poblaciones más expuestas (HSH fun-
damentalmente) es mayor al 5%.
En 2010, la prevalencia en mujeres embarazadas proxy (aproximada) de la pre-
valencia en la población general fue de 0,18%; la tasa de incidencia de VIH fue
de 27,38 por 100 000 habitantes, y la de VIH en fase Sida fue de 9,09 por 100
000. La media del número anual de muertes a causa del Sida está alrededor de
700, con una tasa de mortalidad 5,08 por 100 000 habitantes. El número de
infecciones es mayor en hombres que en mujeres, y representa una razón hom-
bre-mujer de 2,65 en VIH y de 2,48 para Sida.
El 83,15% de los casos VIH pertenece al grupo etario de 15-54 años y el 82,86%
de los casos Sida está en el grupo de 20-49 años. Al final de 2010, 6 765 perso-
nas que vivían con VIH estaban recibiendo tratamiento ARV.

13
1.3 HISTORIA NATURAL DEL VIH
En la historia natural de la infección por el VIH se diferencian tres etapas: infec-
ción primaria, latencia clínica y fase sintomática. La Figura 1 ilustra la evolución
de la viremia y de la respuesta inmunológica en dichas fases.

Figura 1. Historia natural de la infección por el VIH


HISTORIA NATURAL DE LA INFECCION POR VIH

INFECCIÓN LATENCIA FASE


PRIMARIA CLÍNICA SINTOMÁTICA
SÍNDROME RETROVIRAL INFECCIONES
ASINTOMÁTICO
AGUDO OPORTUNISTAS
1200
1100 SIDA
1000 VIREMIA
900 LINFOCITOS CD4

800 ANTICUERPOS

700
600
500
400
300
200
100
0

0 3 6 9 12 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Semanas AÑOS

Fuente: Modificado por Pallela et al.

14
CAPÍTULO
2 CAPÍTULO
II. DIAGNÓSTICO
II. DIAGNÓSTICO
Y SEGUIMIENTO
Y SEGUI-
DEMIENTO
ADULTOSDE Y ADOLESCENTES
ADULTOS Y ADOLESCEN-
QUE VIVEN
CONTES
ELQUE
VIH VIVEN CON EL VIH
2.1 PRUEBAS DE LABORATORIO USADAS EN LA
INFECCIÓN POR VIH
Las pruebas de laboratorio utilizadas en la infección por VIH se pueden clasificar
en pruebas de tamizaje, confirmatorias, de seguimiento y monitoreo del trata-
miento. Las dos primeras son usadas para el diagnóstico de infección por VIH y
las restantes para monitorear al paciente y evaluar el tratamiento antirretroviral.
Los métodos pueden ser directos e indirectos. Los métodos indirectos recono-
cen principalmente anticuerpos específicos producidos por el sistema inmune
como respuesta a la presencia de virus o bien detectan la respuesta inmune
celular frente al VIH. Los métodos directos permiten detectar el propio virus o
alguno de sus componentes, ya sean proteínas o ácidos nucleicos.

2.1.1 PRUEBAS DE TAMIZAJE Y CONFIRMATORIAS


Las pruebas de tamizaje son conocidas también como pruebas de screening, y
tienen como objetivo principal captar la mayor parte de muestras que reaccio-
nen en el test, pero no dan un resultado definitivo. Por lo tanto, todo reporte
de estas pruebas debe ser notificado en términos de reactivo o no reactivo. Es
importante señalar que un resultado reactivo en pruebas de tamizaje no indica
infección por VIH. Estas pruebas permiten detectar antígenos y/o anticuerpos
contra el VIH y constituyen el primer paso para el diagnóstico de la infección.
Las pruebas confirmatorias, por otro lado, son aquellas que permiten confirmar
si la persona está infectada por VIH. Por esta razón, el resultado de estas pruebas
se reporta como positivo o negativo. Un resultado positivo en test confirmatorio
indica infección por VIH.

2.1.1.1 PRUEBAS RÁPIDAS PARA VIH


Son pruebas cualitativas que permiten detectar anticuerpos y/o antígenos. Pue-
den realizarse en sangre total, plasma y suero, dependiendo del fabricante. No
requieren instalaciones ni equipamiento especial para su ejecución.
Se recomienda su uso:
• Cuando se procesa un número pequeño de muestras.
• Para incrementar la cobertura y acceso al diagnóstico en lugares apar-
tados sin acceso al laboratorio.

15
• En situaciones especiales como embarazadas en fase expulsiva sin nin-
gún control prenatal previo, exposición laboral y no laboral, o en cual-
quier otra situación que requiera un resultado inmediato.

Para mayor información, se recomienda revisar el Manual de normas y pro-


cedimientos para el diagnóstico del VIH, elaborado por el Instituto Nacional
de Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Pérez (actualmente Instituto
Nacional de Investigación en Salud Pública).

2.1.1.2 PRUEBAS DE ELISA PARA VIH


Son pruebas cuantitativas que permiten detectar anticuerpos y/o antígenos.
Pueden realizarse en sangre total, plasma y suero, dependiendo del fabricante.
Para su uso es necesario contar con una infraestructura de laboratorio y el equi-
po lector de Elisa. Permiten analizar grandes volúmenes de muestras.
Para mayor información, se recomienda revisar el Manual de normas y pro-
cedimientos para el diagnóstico del VIH, elaborado por el Instituto Nacional
de Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Pérez (actualmente Instituto
Nacional de Investigación en Salud Pública).
Los test de tamizaje en algunas ocasiones pueden reaccionar durante la prueba
a otros analitos diferentes al VIH, lo que ocasiona un resultado falso positivo.
Algunas de estas situaciones se presentan en el Cuadro 2.

Cuadro 2.
Situaciones que pueden determinar resultados falsos positivos y falsos
negativos en las pruebas de tamizaje
Falsos positivos
Interferencia de:
Anticuerpos como los que se dirigen frente a antígenos de músculo liso, célu-
las parietales, mitocondriales, nucleares, leucocitarios y de células T.
Presencia de anticuerpos IgM frente al core del virus B de la hepatitis y frente
al virus A de la hepatitis.
Anticuerpos frente a antígenos leucocitarios de clase II de células H9 que
pueden estar presentes en mujeres embarazadas multíparas y sujetos poli-
transfundidos.
Enfermedades del hígado como hepatopatía alcohólica grave, cirrosis biliar
primaria o colangitis esclerosante.
Inactivación del suero por calor o positividad a RPR (reaginas plasmáticas).
Procesos hematológicos malignos, como linfomas.

16
Falsos positivos
Infección por VIH-2 u otros retrovirus.
Infecciones agudas por virus ADN.
Vacunación contra la gripe.
Insuficiencia renal crónica y trasplante renal.
Síndrome de Stevens-Johnson.
Anticuerpos anti-VIH-1 adquiridos de forma pasiva, por ejemplo mediante in-
munoglobulinas.

Falsos negativos
Período de incubación de la infección o enfermedad aguda antes de la sero-
conversión (período ventana).
Tratamientos inmunosupresores intensivos o prolongados.
Procesos malignos.
Transfusión de reposición.
Trasplante de médula ósea.
Disfunciones de las células B.
Interferencia de factores reumatoideos.
Equipos que detectan principalmente anti p-24.
Pérdida de estabilidad de los componentes del equipo de reactivos.

2.1.1.3 WESTERN BLOT


Las pruebas confirmatorias tienen altísima especificidad, conservando una alta
sensibilidad. El Western blot es la prueba confirmatoria usada actualmente en el
Ecuador. Detecta anticuerpos contra diferentes proteínas específicas del virus, y
se la utiliza para confirmar la infección por VIH. El Cuadro 3 presenta los crite-
rios para considerar una prueba de Western blot positiva.

Cuadro 3. Criterios de positividad para VIH por la técnica de Western blot


Criterio Positividad frente a:
OMS Dos glicoproteínas cualquiera de la envoltura: gp160,
gp120, gp41
FDA gp24 + p 32 + dos bandas de envoltura (gp41o gp120
o gp160).
CDC gp24 + dos bandas de envoltura (gp41o gp120 o
gp160) o gp41 + (gp120 o gp160).

17
Se considera un Western blot indeterminado cuando la prueba presenta bandas
que no cumplen criterios de positividad. La prueba será negativa cuando no
aparezcan bandas en el test.
Para mayor información, se recomienda revisar el Manual de normas y proce-
dimientos para el diagnóstico del VIH elaborado por el Instituto Nacional de
Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Pérez (actualmente Instituto Na-
cional de Investigación en Salud Pública).

2.1.1.4 DETECCIÓN DE ÁCIDO NUCLEICO VIRAL


Son pruebas que identifican el ARN viral o el ADN proviral mediante PCR en
tiempo real o PCR convencional, respectivamente. Constituyen el método de
elección para confirmación de infección en niños menores de 18 meses naci-
dos de madres seropositivas. De igual manera, estas pruebas son una alternativa
para confirmación de infección en casos con Western blot indeterminado. En
personas con síndrome retroviral agudo y en pacientes con agamaglobulinemia,
deben utilizarse pruebas de detección basadas en ácidos nucleicos.
La Figura 2 presenta el algoritmo utilizado en el Ecuador para conocer si una
persona está infectada con VIH, mientras que la Figura 3 presenta el algoritmo
diagnóstico que se inicia con Elisa.

18
Figura 2. Algoritmo diagnóstico que se inicia con pruebas rápidas

Consejería preprueba y
consentimiento

Prueba rápida NO infección


de tercera No reactiva

Reactiva

Segunda prueba Envío al INSPI para


rápida de tercera análisis debido a lo
generación NO discordante de los
(de principio resultados
diferente) No detectable

Reactiva
Negativo Carga viral

Prueba Western
Blot

Positiva Indeterminado

Infección por VIH Detectable

19
Figura 3. Algoritmo diagnóstico que se inicia con ELISA

Elisa de 4ta. generación No reactiva No infección

No detectable
Reactiva

Segunda Elisa de
No reactiva PCR/Carga viral
4ta. generación


Reactiva Detectable

Infección por VIH


2.1.1.5 INDICACIONES PARA REALIZAR UN TEST DE TAMIZAJE


DE VIH
Para realizar una prueba para VIH se debe contar con el consentimiento de la
persona.
Es necesario tomar en cuenta las siguientes indicaciones para la realización de
una prueba de VIH:
• Pedido voluntario del paciente
• Personas con infecciones de transmisión sexual
• Cuadro clínico y/o de laboratorio sugestivo de infección por VIH u otras
inmunodeficiencias
• Mujeres embarazadas
• Donantes de hemoderivados, órganos, semen, leche materna, células
madre y otros
• Personas con tuberculosis pulmonar o extrapulmonar
• Situaciones de riesgo:
• Personas que tienen relaciones sexuales sin protección

20
• Poblaciones más expuestas: HSH, trabajadoras/es sexuales
• Parejas sexuales de personas bajo estas características y de las per-
sonas que viven con VIH/Sida (PVV)
• Personas que recibieron transfusiones (antes de 1991 en Quito)
• Inseminación artificial
• Trasplante de órganos
• Hemofílicos
• Adictos a drogas por vía endovenosa
• Hijos de madres infectadas con VIH
• Exposición laboral y no laboral

Con respecto a la periodicidad para realización de las pruebas de VIH, se des-


tacan las siguientes situaciones en las cuales la prueba debe ser repetida perió-
dicamente:

• Al personal de salud que sufre exposición laboral, o en casos de


exposición no laboral se realizará al inicio, a los 30 días, a los tres,
y seis meses.
• En parejas serodiscordantes, cada 6 meses.
• Se recomienda dos pruebas al año en HSH sexualmente activos,
PPL.
• En las embarazadas también se recomiendan una prueba basal en
la primera visita prenatal, una segunda prueba en el tercer trimestre
de gestación, y una tercera en el momento del parto.
• Para TS, conforme a las normas que están en vigencia, se realizan
cada tres meses.
No deben realizarse de manera obligatoria pruebas para VIH en los siguientes
casos:
• Admisión o mantenimiento del trabajo
• Migración
• Matrimonio
• Adopción
• Ingreso o permanencia en instituciones educativas, militares y po-
liciales
• Ingreso o permanencia en instituciones de salud, o de realización
de procedimientos quirúrgicos
• Y, de manera general, cuando no exista el consentimiento de la
persona

21
2.1.1.6 CONSEJERÍA PRE Y POSTPRUEBA
La consejería pre prueba está dirigida a proporcionar información verás, actua-
lizada y oportuna sobre el VIH/Sida – ITS, así como una preparación emocional
para recibir el resultado, sea positivo o negativo
La consejería post prueba es importante en resultados negativos para mantener
la sero negatividad mediante la adopción de prácticas que disminuyan el riesgo
de infección; la consejería post prueba de VIH con resultados positivo es funda-
mental para brindar el apoyo emocional y el acompañamiento necesario para
aceptar la infección, hecho reportado como uno de los factores que influyen en
la adherencia al tratamiento.
Para mayor información, se recomienda revisar el Guía Nacional de Consejería
VIH/Sida 2011 del MSP.

2.1.1.7 NOTIFICACIÓN OBLIGATORIA


Todos los casos confirmados de infección por VIH deben ser reportados en los
formatos correspondientes del Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Minis-
terio de Salud SVE-SIDA 002 y 003, son de reporte epidemiológico obligatorio
por los laboratorios y las Unidades de Atención de Salud del Ministerio de Salud
Pública y de la red de salud pública (IESS, FF.AA., Policía y MSP) y complementaria.
Este reporte epidemiológico debe ser enviado a los Distritos en donde se en-
cuentren ubicados y estos a los Zonales correspondientes, los mismos que en-
viaran la información a nivel nacional.
Para mayor información con respecto a los procedimientos de notificación obli-
gatoria, referirse al Manual de normas del sistema de vigilancia epidemiológica
de VIH/Sida e ITS del MSP, 2008.

2.1.2 PRUEBAS DE MONITOREO


Las pruebas de monitoreo se refieren a aquellas que se utilizan para realizar el
seguimiento del paciente infectado y evaluar la eficacia del tratamiento antirre-
troviral. Estas pruebas son el contaje de linfocitos T CD4+ y la cuantificación de
la carga viral.

2.1.2.1 CONTAJE DE LINFOCITOS T CD4+


Esta prueba se utiliza en personas con VIH, al momento del diagnóstico y pos-
teriormente cada seis meses para monitorear la evolución de la respuesta inmu-
nológica, independiente de que la persona esté o no en tratamiento. Se expresa

22
como número de células por mililitro de sangre. Generalmente, cuando la carga
viral disminuye, los linfocitos CD4+ aumentan; sin embargo, puede haber res-
puestas discordantes.
En casos de discordancia entre la clínica y el laboratorio, se debe repetir el con-
teo de CD4+ y/o carga viral para tomar cualquier decisión. A continuación, se
presentan los factores que pueden afectar al conteo de CD4+:
• Variaciones por ritmo circadiano (aumenta en la mañana)
• Presencia de infecciones virales y bacterianas (disminuye)
• Uso de terapia inmunosupresora (disminuye)
• La esplenectomía causa una abrupta y prolongada elevación de los
CD4+, por lo que se deberá correlacionar con el cuadro clínico y carga
viral para la toma de decisiones terapéuticas.
• Factores como el estrés físico, sicológico, embarazo (disminuye)
• Infección por HTLV (aumenta)

2.1.2.2 CUANTIFICACIÓN DE LA CARGA VIRAL


La carga viral (CV) es el término utilizado para describir la cantidad de virus que
existe en una determinada muestra de plasma o suero. Se expresa como núme-
ro de copias de ARN viral/ml. La CV es un marcador de replicación del virus y se
la utiliza para monitorizar el tratamiento ARV, además ayuda a estimar el riesgo
de transmisión, la progresión en el curso de la infección por VIH e incluso ayuda
al diagnóstico en ocasiones puntuales. Esta prueba debe realizarse en el mo-
mento del diagnóstico, y luego cada seis meses, independientemente de que el
paciente se encuentre o no en tratamiento anterretroviral.
En la actualidad, hay varias técnicas que pueden medir la CV de VIH y que em-
plean varios métodos de biología molecular. Estas estiman de forma cuantita-
tiva la concentración de viriones en la circulación, con una sensibilidad de <20
copias de ARN de VIH por ml de plasma. El Cuadro 4 presenta los factores que
pueden afectar a la cuantificación de la carga viral.

Cuadro 4. Factores que pueden afectar a la cuantificación de la carga


viral.
Factores que incrementan Factores que disminuyen la CV
la CV
• Infección activa no VIH y otras en- • Falsamente bajas CV: subtipo no B
fermedades agudas que no se detecta con algunos test
• Inmunizaciones • Infección por VIH 2

23
2.1.3 MÉTODOS DE LABORATORIO PARA DETECTAR LA
RESISTENCIA DEL VIH A LOS ANTIRRETROVIRALES
La aparición de resistencia en VIH es un mecanismo gradual que implica la acu-
mulación de múltiples mutaciones, que incluyen sustituciones genéticas, delec-
ciones, recombinaciones, repeticiones e inserciones.
Cada uno de estos eventos puede envolver uno o más nucleótidos, lo cual pro-
porciona niveles variables de sensibilidad reducida al fármaco debido a su efec-
to diferente en la capacidad de replicación del virus.
Existen dos formas de investigar la resistencia: mediante pruebas genotípicas y
pruebas fenotípicas.

2.1.3.1 PRUEBA DE RESISTENCIA GENOTÍPICA


La prueba de resistencia genotípica detecta el o los cambios especificos pro-
ducidos en el material genético de las enzimas blanco de los fármacos anti-
rretrovirales (transcriptasa inversa, proteasa, integrasa y envoltura). el material
genetico del virus del VIH mutado se compara con el genoma de virus carentes
de mutaciones (virus silvestre).

2.1.3.2 PRUEBA DE RESISTENCIA FENOTÍPICA


La prueba fenotípica mide la resistencia del virus en presencia de determinados
fármacos y a través de técnicas de laboratorio complejas. Se analiza la capaci-
dad de los distintos antirretrovirales, empleados a diferentes concentraciones,
para inhibir la multiplicación viral en cultivos celulares.
La técnica más extendida es el análisis genotípico mediante la amplificación y
secuenciamiento de los genes de la proteasa y transcriptasa inversa del virus.
Estas pruebas se realizan en el Subproceso de Virología del INSPI.

En el país se realizará test de resistencia genotípica a todos los pacientes


que requieran cambio de terapia antirretroviral por segundo fallo tera-
péutico documentado con dos CV sucesivas superiores a 1 000 copias /
ml, luego de verificar adherencia y mientras el paciente mantiene el tra-
tamiento en fallo.

24
2.2 CLASIFICACIÓN PARA LA INFECCIÓN POR VIH
PARA MANEJO CLÍNICO Y PRONÓSTICO
Para orientar el manejo clínico en VIH, existen dos clasificaciones ampliamente
usadas internacionalmente: la del Centro de Control de Enfermedades (CDC,
por sus siglas en inglés) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cual-
quiera de las dos clasificaciones puede ser empleada por los profesionales en el
marco de aplicación de esta Guía. La no disponibilidad de medición de niveles
de CD4+ no debe ser un impedimento para realizar una adecuada clasificación.

Cuadro 5. Determinación de estadíos clínicos de la enfermedad del


VIH en adultos y adolescentes (OPS)
Estadío Condiciones clínicas
Estadío • Asintomático
clínico I • Linfadenopatía persistente generalizada.
Estadío • Pérdida de peso moderada sin explicación (menos del 10% del
clínico II peso corporal)
• Infecciones bacterianas recurrentes de las vías respiratorias su-
periores (evento actual + uno o más en los últimos 6 meses)
• Herpes zóster
• Queilitis angular
• Úlceras orales recurrentes (dos o más episodios en los últimos
6 meses)
• Erupción papular pruriginosa
• Dermatitis seborreica
• Infecciones fúngicas de las uñas
Estadío • Pérdida de peso grave sin causa conocida (más del 10% del
clínico III peso corporal)
• Diarrea crónica sin explicación durante más de 1 mes
• Fiebre persistente sin explicación (intermitente o constante, y
que dura más de 1 mes)
• Candidiasis oral
• Leucoplasia oral vellosa
• Tuberculosis pulmonar (actual)
• Infección bacteriana grave (neumonía, meningitis, empiema,
piomiositis, osteomielitis, artritis, bacteriemia, enfermedad pél-
vica inflamatoria grave)
• Gingivitis estomatitis o periodontitis ulcerativa necrotizante
• Anemia sin explicación (menos de 8g/dl), neutropenia (menos
de 0.5 × 109/l) y/o trombocitopenia (menos de 50 × 109/l) cró-
nica (más de 1 mes)

25
Estadío Condiciones clínicas
Estadío • Síndrome de consunción o desgaste por VIH
clínico IV • Neumonía por Pneumocystis
• Neumonía bacteriana recurrente (episodio actual + uno o más
episodios en los últimos 6 meses)
• Infección crónica por el virus de herpes simple (VHS) (orolabial,
genital o anorrectal durante más de 1 mes, o visceral de cual-
quier duración)
• Candidiasis esofágica
• Tuberculosis extrapulmonar
• Sarcoma de Kaposi
• Enfermedad por citomegalovirus (retinitis o cualquier órgano
que no incluye ganglios, hígado o bazo)
• Toxoplasmosis SNC
• Encefalopatía asociada al VIH
• Criptococosis extrapulmonar (incluida la meningitis)
• Infección diseminada por micobacterias no tuberculosas
• Leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP)
• Criptosporidiasis (con diarrea que dura más de 1 mes)
• Isosporiasis crónica
• Micosis diseminada (coccidioidomicosis, histoplasmosis)
• Bacteriemia recurrente por salmonela no tifoidea
• Linfoma (cerebral o células B no Hodgkin) u otros tumores só-
lidos asociados al VIH
• Carcinoma cervical invasivo
• Leishmaniasis atípica diseminada
• Nefropatía asociada al VIH
• Miocardiopatía asociada al VIH
Fuente: Revised WHO clinical staging and inmunological classification of HIV and case definition of HIV for surveillance, 2006.

Cuadro 6. Clasificación del CDC. Clasificación revisada de 1993 de la


infección por VIH en adultos y adolescentes.
Categorías Categorías clínicas
según CD4+ A B C
Asintomático, linfa- Sintomático Evento
denopatía persistente (No A ni C) definidor
generalizada o infec- de Sida
ción aguda por VIH
1 > 500 cél./mm³ A1 B1 C1
2 200-499 cél./mm³ A2 B2 C2
3 2
< 200 cél./mm³ A3 B3 C3
12
2 Todos los pacientes en las categorías A3, B3 y C1 a C3 son considerados como casos de Sida.

26
Cuadro 7. Sistema de clasificación revisado para la infección por el VIH y defini-
ción más amplia de caso de vigilancia del Sida en adolescentes y adultos3

Categoría A
Paciente asintomático

Linfadenopatía generalizada persistente (LGP), la cual se define como la afec-


tación de dos cadenas ganglionares no contiguas, exceptuando las inguinales.
Primoinfección por VIH.

Categoría B.
Síntomas de infección documentada por VIH y síntomas no incluidos en la
categoría C, que cumplan al menos uno de los siguientes criterios, aunque
no se limitan a ellos:
Angiomatosis bacilar
Candidiasis orofaríngea
Vulvovaginitis candidiásica persistente, frecuente o de pobre respuesta a te-
rapia.
Displasia cervical (moderada o severa), carcinoma cervical in situ
Síntomas constitucionales tales como fiebre (38,5° C) o diarrea de duración
mayor de un mes
Leucoplasia vellosa
Virus herpes zóster que implique al menos dos episodios distintos o más de
un dermatoma
Púrpura trombocitopénica idiopática
Listeriosis
Enfermedad inflamatoria pélvica, particularmente si está complicada con
abscesos tubo-ováricos
Neuropatía periférica

Categoría C:
Eventos definidores de Sida para adultos.

Candidiasis de esófago, tráquea, bronquios o pulmones


Cáncer cervical invasivo
Coccidioidomicosis extrapulmonar
Criptococosis extrapulmonar
Criptosporidiasis con diarrea más de 1 mes

3 Revised Classification System for HIV Infection and Expanded Surveillance Case Definition for AIDS Among Adolescents and
Adults. Disponible en: http://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/00018871.htm/ CDC. 1993 Revised classification system
for HIV infection and expanded surveillance case definition for AIDS among adolescents and adults. MMWR. 1992;41(No. RR-17).

27
Enfermedad por citomegalovirus no localizada en hígado, bazo y sistema
ganglionar
Bronquitis, neumonitis o esofagitis, o úlceras cutáneas crónicas por herpes
simple (mayor de 1 mes)
Histoplasmosis extrapulmonar
Demencia asociada al VIH
Síndrome de desgaste: pérdida de peso > 10% del habitual, más diarrea cró-
nica (más de 2 deposiciones diarreicas durante más de 30 días), o astenia
crónica y fiebre de origen desconocido por más de 30 días
Isosporiasis con diarrea más de 1 mes
Sarcoma de Kaposi en pacientes menores de 60 años
Linfoma no Hodgkin o a células B, o de un fenotipo inmunológico
Desconocido, linfoma primario de cerebro o Sarcoma inmunoblástico
Micobacteriosis por M. avium o M. kansasii diseminada
Tuberculosis pulmonar o extrapulmonar
Nocardiosis
Neumonía por Pneumocystis carinii (actualmente llamado P. jiroveci)
Neumonía bacteriana recurrente, más de 2 episodios en 1 año
Leucoencefalopatía multifocal progresiva
Sepsis por salmonela (no typhi) recurrente
Estrongiloidosis extraintestinal
Toxoplasmosis de órganos internos (cerebral)

2.3 MANEJO INICIAL DE LA INFECCIÓN POR VIH


EN ADULTOS Y ADOLESCENTES
La complejidad del manejo y de la situación de la persona que vive con VIH
requiere de un enfoque integral, donde se garantice confidencialidad, cumpli-
miento, y que, además de las destrezas y experiencia clínica, el profesional de la
salud tenga buena comunicación con el paciente y esté en capacidad de brin-
darle información adecuada y apoyo.
Es necesario incluir en la valoración inicial de la persona que vive con VIH el
análisis de las conductas de riesgo, precisar el estadío de la enfermedad, la ne-
cesidad de tratamiento para prevenir y tratar las infecciones oportunistas y de
terapia antirretroviral.

28
2.3.1 EVALUACIÓN CLÍNICA

2.3.1.1 PRIMERA CONSULTA


La primera consulta es un evento de fundamental importancia en la relación
médico-paciente, ya que marcará las pautas de las consultas posteriores. En
general, la primera consulta demanda más de una visita (habitualmente 2 o 3),
ya que involucra distintos aspectos de la anamnesis, examen físico, medidas
generales de prevención, introducción del tema de la medicación específica,
derivación a las consultas rutinarias con especialistas y, fundamentalmente, la
respuesta a las interrogantes del paciente. La duración de la primera consulta
debe ser como mínimo de 45 a 60 minutos, y las subsecuentes pueden requerir
como mínimo aproximadamente 30 minutos.
La elaboración de la historia clínica debe contemplar una anamnesis completa y
un examen físico detallado con énfasis en los siguientes aspectos:
• Historia sexual y de infecciones de transmisión sexual
• Alergia a medicamentos.
• Historia clínica nutricional
• Historia de desórdenes metabólicos.
• Síntomas generales: tos, fiebre, sudoración, pérdida de peso (descartar
tuberculosis activa)
• Gastrointestinales: disfagia y diarrea, alteraciones en el apetito
• Cavidad oral: candidiasis, gingivitis, leucoplaquia vellosa, lesiones violá-
ceas (Sarcoma de Kaposi, angiomatosis bacilar, histoplasmosis disemi-
nada, etc.)
• Dermatológico: herpes zóster, exantemas, candidiasis ungueal, lesiones
violáceas (Sarcoma de Kaposi), foliculitis
• Respiratorio: tos, disnea
• Sistema nervioso: deterioro mental (memoria, conducta, juicio, lengua-
je), cefalea, convulsiones, test de demencia
• Genitales: úlceras crónicas o recurrentes, condilomas, candidiasis re-
currente
• Antropometría
• Examen genital y rectal
• Fondo de ojo

El Cuadro 8 presenta un resumen de la periodicidad recomendada para las prin-


cipales evaluaciones clínicas y laboratoriales.

29
Cuadro 8. Abordaje inicial y seguimiento del paciente con VIH.
Actividad Inicial Mensual Cada 3 Cada 6 Cada 12
meses meses meses
Anamnesis Ӿ Ӿ
Examen físico Ӿ Ӿ
Consulta salud mental* Ӿ Según plan de acción
Orientación nutricional Ӿ Ӿ
Atención de consejería Ӿ Ӿ
Apoyo de trabajo social Ӿ Según necesidad
Exámenes de laboratorio
Biometría hemática comple- Ӿ Ӿ
ta
Glucosa, creatinina, perfil li- Ӿ Ӿ
pídico, enzimas hepáticas
VDRL Ӿ Ӿ
Serología para hepatitis B Ӿ
(HBs Ag) y C
Elemental y microscópico de Ӿ Ӿ
orina
Coproparasitario Ӿ Ӿ
CD4 +
Ӿ Ӿ
Carga viral Ӿ Ӿ
Rayos X del tórax Ӿ Ӿ
Electrocardiograma Ӿ Ӿ
Interconsultas
Ginecología: papanicolaou y Ӿ Ӿ
colposcopia
Ginecología en fase Sida Ӿ
Ginecología: test de emba- Ӿ
razo
Oftalmología (<100 CD4+) Ӿ
Oftalmología (<50 CD4 ) +
Ӿ
Oftalmología (en caso de te- Ӿ
ner retinopatía por CMV)
Odontología Ӿ Ӿ
* - Anamnesis psicopatológica.
- Test de Karnofsky
- Escala de demencia en VIH
- Evaluación familiar y psicosocial
- Propuesta de plan de acción (de requerirse)

30
La situación clínica, el valor de CD4+ y la CV son los elementos más importantes
para el inicio, el seguimiento y la toma de decisiones en general. Existe una buena
correlación entre las respuestas clínica, inmunológica y virológica. El número de
linfocitos CD4+ es el principal marcador de riesgo de progresión de la infección
por VIH y es el parámetro más importante para decidir el inicio de TARGA; además
nos orienta sobre la necesidad o no de profilaxis de infecciones oportunistas.

2.3.2 CONSEJERÍA Y ORIENTACIÓN DE PARES


La consejería es un elemento central en la primera atención del paciente y de-
ben contemplar los siguientes aspectos:
• Informar clara y objetivamente sobre los aspectos concernientes a la
infección por VIH/Sida y otras ITS.
• Motivar al paciente para que modifique las conductas que lo ponen en
riesgo de adquirir o transmitir la infección por VIH y otras ITS, a través
del uso correcto y consistente del condón4.
• Ayudar al paciente a que comprenda qué significa ser portador del VIH y
las posibilidades de manejo terapéutico de la infección.
• Sugerir y motivar al paciente para que siga las pautas de autocuidado.
• Evaluar el grado de exposición al virus y a otras enfermedades.
• Promover elementos que mejoren el bienestar físico, psicológico y so-
cial del paciente.
• Informar e interpretar las pruebas de laboratorio, con entrenamiento
previo.
• Reforzar los elementos positivos de la persona, como la autoestima.
• Motivar para que la persona cree o se integre a grupos de apoyo.
• Sensibilizar en la necesidad de atender a sus parejas sexuales o contactos.
• Ofrecer consejería a familiares.
La participación de los usuarios de los servicios de VIH/Sida en las acciones
que tienen que ver con su salud es vital para contribuir a detener el avance de
esta epidemia y disminuir su impacto en las personas afectadas. Para ello, en
los servicios de atención integral para el VIH/Sida se establecerán espacios de
coordinación y comunicación entre la Estrategia Nacional del VIH/Sida e ITS, los
prestadores del servicio y las personas que viven con VIH/Sida (PVV).
Como parte de esas acciones de coordinación, en el marco de la atención inte-
gral a las PVV se establecerá la orientación de pares, con el propósito de que los
usuarios puedan recibir información adecuada y oportuna de otra PVV, que haya
pasado por un proceso de aceptación de su condición de salud y se haya prepa-
rado para esta labor de orientación.

4 En las Unidades de Atención a PVV de la red pública y complementaria se le entregará al paciente un mínimo de 30 condones
mensuales.

31
2.4 INMUNIZACIÓN EN EL PACIENTE CON VIH
El Cuadro 9 presenta las recomendaciones de vacunación para PVV, las indica-
ciones específicas y dosis.

Cuadro 9. Vacunas recomendadas para personas que viven con VIH


Vacunas Observaciones Dosis
Generales
Neumococo Recomendada en pacientes con 1 dosis
CD4+ mayor de 200 cél./mm3.
Considerar en pacientes con CD4+
menores de 200 cél./mm3 y en
aquellos que hayan recibido vacu-
nas en un lapso mayor de 5 años.
Influenza Recomendada. Revacunación anual
estacional La respuesta es reducida en pa-
cientes con CD4+ menor a 200
cél./mm3.
Hepatitis B Recomendada en pacientes con 3 dosis 0, 1 y 6 meses
antígeno de superficie negativos. en pacientes con CD4+
mayor a 200 cél./mm3.
Se recomienda admi-
nistrar una 4 o 5 dosis
si no hay una respuesta
adecuada.
Tétanos Recomendada en todos los pa- Se utiliza el mismo es-
cientes, de acuerdo con la reco- quema que para los
mendación de adultos. adultos y niños sin in-
fección con VIH más el
refuerzo cada 10 años.
Específicas
Hepatitis A En el caso enfermedad hepática 3 dosis cuando los
crónica, hepatitis crónica por virus CD4+ son mayores a
B o C, usuarios de drogas IV, HSH y 300 cél./mm³
hemofílicos.
Fiebre Amarilla Recomendada en el caso de viajes Cada 10 años
a zonas endémicas.
No vacunar con valores menores
de 200 CD4+.

32
Vacunas Observaciones Dosis
Rabia Administrar en todos los pacientes 5 dosis: los días 0, 7, 14,
expuestos. Se recomienda la vacu- 21 y 28
na de virus inactivado en células
diploides humanas. Asociarla a in-
munoglobulinas si el paciente no
fue vacunado previamente.
Meningococo En pacientes que tengan asplenia Tetravalente conjugada
anatómica o funcional, viajeros 1 sola dosis 0,5 ml
a áreas endémicas, personas en
contacto cercano con caso.
HPV De acuerdo con las indicaciones
del Programa Ampliado de Inmuni-
zaciones (PAI)

33
CAPÍTULO
3 CAPÍTULO
III.III.
TRATAMIENTO
TRATAMIENTO
DEDE
LALA IN-
INFECCIÓN
FECCIÓN POR VIH EN ADULTOS
ADULTOS YYADO-
ADOLESCENTES
LESCENTES

3.1 INTRODUCCIÓN
El diagnóstico temprano y el inicio oportuno del tratamiento ARV constituyen
el elemento central en la atención integral y una intervención fundamental en
prevención primaria y secundaria. Las personas que viven con el VIH deben par-
ticipar activamente en el proceso de atención y estar informadas de las posibi-
lidades de tratamiento ARV existentes, así como del tratamiento para las enfer-
medades oportunistas.
El principal reto al elegir las intervenciones consiste en reducir la morbilidad
y mortalidad de las personas afectadas, mejorar su calidad de vida y reducir el
riesgo de transmisión del VIH. Antes de iniciar la terapia antirretroviral, el pacien-
te debe compartir y comprender los objetivos del tratamiento y la necesidad de
una adecuada adherencia.
Los objetivos del tratamiento ARV son:
• Reducir la morbilidad y prolongar la supervivencia
• Mejorar la calidad de vida
• Restaurar y preservar la función inmunológica
• Suprimir al máximo y por el mayor tiempo posible la reproducción viral
• Evitar la transmisión materno infantil

3.2 INDICACIONES Y FACTORES DEBEN


CONSIDERARSE PARA INICIO DE TARGA
El inicio de TARGA debe basarse en los siguientes elementos: las manifestacio-
nes clínicas, el conteo de CD4+, la carga viral plasmática y las comorbilidades
asociadas (nivel de evidencia AII)5. Dentro de estos se destacan los siguientes
factores que deben tomarse en cuenta en el inicio de la TARGA:
• Estadío clínico
• Recuento de Linfocitos T CD4+
• Carga viral
• Comorbilidades, infecciones oportunistas y otras condiciones
• Tuberculosis
5 Documento de consenso de Gesida y PNS sobre el tratamiento antiretroviral del adulto. Enero 2012).

34
• Hepatitis B y C y otras hepatopatías
• Diabetes y otros desórdenes metabólicos
• Patología renal
• Embarazo (o la posibilidad de embarazo)
• Demencia y otras condiciones del SNC
• Citopenias
• Las potenciales interacciones medicamentosas.
• Alergias
• Los posibles efectos adversos
• Depresión u otras condiciones psiquiátricas.
• Uso de drogas ilícitas u otras adicciones químicas
• El potencial de adherencia al tratamiento
• La edad y el sexo

De forma general, la TARGA debe iniciarse en todos los pacientes sintomáticos


de las categorias B y C (Cuadro 7) y en todos los pacientes asintomáticos con un
recuento de CD4≤ 500 células/mm3.

Cuadro 10. Indicaciones para el inicio de la terapia antirretroviral


En caso de: Se recomienda:
Síntomas o antecedentes de Sida Iniciar tratamiento antirretroviral (AI)
CD4 ≤ 350 cél/mm
+ 3
Iniciar tratamiento antirretroviral (AI)
CD4 ≤500 cél/mm
+ 3
Recomendar tratamiento antirretroviral (AII)
CD4 >500 cél/mm y
+ 3
Iniciar tratamiento antirretroviral (BI)
• Cirrosis hepática(AII)
• Carga viral más de 100 000 co-
pias
• Mayores de 55 años de edad
• Riesgo cardiovascular elevado
según escala Framingham
• Coinfección con hepatitis B
cuando esta requiera tratamiento
• Coinfección con hepatitis C
• Mujer embarazada (AI)
• Nefropatía asociada a VIH (AII)
• Parejas serodiscordantes
Fuente: BHIVA guidelines for the treatment of HIV-1 infected adults with antiretroviral therapy.

35
3.3 TERAPIA ANTIRRETROVIRAL
Para decidir cuáles son los regímenes que deben prescribirse, se debe tener en
cuenta la eficacia, toxicidad y tolerancia de los ARV. El Cuadro 11 presenta los
medicamentos antirretrovirales disponibles para su uso en el Ecuador.

Cuadro 11. Clasificación de los antirretrovirales existentes en el Ecuador


ITRN ITRNN IP Inhibidor de Inte-
grasa
Zidovudina (AZT) Efavirenz (EFV) Lopinavir + Rito- Raltegravir (RLV)
Lamivudina (3TC) Nevirapina navir
Didanosina (ddI) (NVP) (LPV/RTV)
Abacavir (ABC) Te-
nofovir (TDF) Etravirina (ETV) Saquinavir (SQV)
Emtricitabina (FTC) Atazanavir (ATV)
Darunavir (DRV)
La adopción de un régimen combinado de tres fármacos en un comprimido de
una toma diaria, como el esquema preferencial, representa la forma más simple
de optimizar la TARGA. Estos regímenes combinados se asocian a una mejor ad-
herencia, calidad de vida y también a una mejor tasa de supresión virológica. En
el Ecuador están disponibles las siguientes ARV en dosis fija combinada: AZT+
3TC, ABC+ 3TC, TDF+ FTC y TDF+FTC+EFV.

3.3.1 SELECCIÓN DEL RÉGIMEN PREFERENCIAL


Los esquemas disponibles son prescritos en las unidades de segundo y tercer
nivel de atención, que cuentan con profesionales de salud capacitados para la
atención de VIH, de acuerdo con la prestación de servicios establecida para el
respectivo nivel.
El tratamiento de elección de la infección por VIH-1 en el momento actual consiste
en una combinación de al menos tres fármacos, que incluyan dos ITRN + un ITRNN,
o, en el caso de existir contraindicación para este último, dos ITRN + IP/r. Con la
mayoría de estas combinaciones se puede conseguir CV <50 copias/ml en >70% de
casos, a las 48 semanas. Se preferirán los ARV en dosis fijas combinadas (Cuadro 12).
El esquema inicial de elección será TDF/FTC/EFV, con las siguientes alternativas:
• En caso de enfermedad renal preexistente no utilizar TDF. En estos ca-
sos el esquema recomendado es ABC/3TC+ EFV.
• Si se encuentra contraindicado el uso de ABC, sustituirlo por AZT.
• En caso de trastornos neurosiquiátricos, el esquema recomendado es
TDF/FTC + ATV/r
• En embarazadas, seguir guías de PTMI.

36
Cuadro 12. Esquemas recomendados para el tratamiento inicial con TAR-
GA
I y II fármaco: nucleosidos III fármaco: no nucleosido o, IP
Preferido: Preferido:
TDF (300 mg diario) + FTC (200 EFV 600 mg diario
mg diario)
Alternativo: Alternativo:
ABC* (600 mg diario) + 3TC (300 ATV 300 mg diario/ r 100 mg diario
mg diario) o
o NVP (200 mg BID con inicio de 200 mg
AZT (300 mg BID) + 3TC (150 mg diario por 2 semanas) en mujeres con CD4+
BID) < 250 y en varones con CD4+ < 400
*Tener precaución con CV mayores a 100 000 copias.

El esquema TDF/FTC/EFV en dosis fijas combinadas se recomendó como uno


de los esquemas óptimos en la reunión de expertos realizada en Londres en
abril del 2011, sobre prioridades a corto plazo para la optimización de la TARGA,
organizada por la OMS6. Las características que debe tener un esquema óptimo,
y con las que cumple el esquema TDF/FTC/EFV, son:
• Seguridad y eficacia: un esquema óptimo debe ser equivalente o supe-
rior a los medicamentos disponibles actualmente, y debe requerir míni-
mo monitoreo de laboratorio.
• Tolerancia: debe tener mínimos efectos adversos y toxicidades, y redu-
cir el fracaso del tratamiento.
• Durabilidad: debe presentar una alta barrera a la resistencia, y tener una
vida media larga para permitir flexibilidad en el horario de la toma de
dosis y minimizar la probabilidad de generación de resistencia como
resultados de dosis perdidas.
• Estabilidad: debe ser estable al calor y de almacenamiento sencillo du-
rante largos períodos de tiempo, con estabilidad molecular.
• Conveniencia: debe ser adecuado para la toma una vez al día en dosis
fijas combinadas (idealmente una pastilla al día).
• Poblaciones especiales: debe ser efectivo en todas las poblaciones, y en
combinación con el tratamiento de otras afecciones médicas: hombres
y mujeres de todas las edades, personas con coinfecciones, incluyendo
tuberculosis, malaria y hepatitis virales.
• Costo: debe estar disponible al menor precio sostenible.

Sobre el uso de los esquemas preferenciales y alternativos (Cuadro 13) deberán


tenerse en cuenta las siguientes consideraciones principales:
• No utilizar TDF en caso de enfermedad renal preexistente. En estos ca-
sos el esquema recomendado es 3TC + ABC + EFV
• Evitar el uso de AZT en pacientes con anemia moderada o severa (he-
6 OMS. Short term priorities for antiretroviral drug optimization. Meeting report. London, UK. 2011.

37
moglobina menor de 8 g/dl a nivel del mar, y en otras regiones menor
a 10 g/dl).
• No debe utilizarse EFV en las siguientes condiciones: hipersensibilidad a este
medicamento, en pacientes con trastornos neurosiquiátricos y en quienes
tengan trabajos nocturnos o con ocupaciones que requieran precisión. En
estas circunstacias el esquema recomendado es TDF + FTC + ATV/r
• Con respecto al uso de ABC, debe tenerse precaución con CV mayores
a 100 000 copias.
• Antes de comenzar la terapia con ABC, se debe informar sobre la re-
acción de hipersensibilidad. Si hay sospecha de hipersensibilidad a este
medicamento, debe suspenderse definitivamente y no reiniciarlo. En el
futuro, el país debe propender a la realización de HLA B 5701. Si se con-
traindica el abc sustituirlo por azt
• Para el caso de pacientes que reciben en su esquema de inicio, como
tercera droga ATV/r y que presenten efectos secundarios a esta, se re-
comienda reemplazarla con LVR/r, DRV/r o RAL, con previa autorización
del Comité Técnico de la Estrategia Nacional del VIH/Sida, del MSP.
• En embarazadas seguir las recomendaciones de las guías de PTMI.

La utilización de los esquemas preferenciales y alternativos anteriormente ci-


tados en esta guía se aplicará únicamente a los pacientes naive (pacientes que
nunca han recibido TARGA) a partir de la publicación oficial de estas.

3.3.2 FALLO TERAPÉUTICO


Se define como respuesta virológica adecuada cuando la CV es < 50 copias/ml
a las 24 semanas (sexto mes) de tratamiento. Cualquiera de las siguientes situa-
ciones define como fracaso virológico:
a) CV detectable a las 24 semanas de iniciada la TARGA en situación
de máxima adherencia, o
b) Si tras alcanzar una CV indetectable, esta vuelve a ser detectable
en dos determinaciones consecutivas con al menos cuatro se-
manas de intervalo. Se recomienda intervenir con reforzamiento
en adherencia antes de repetir la CV.
De acuerdo a las Guías para el uso de agentes antirretrovirales en adultos y ado-
lescentes infectados con HIV-1 publicadas por el Departamento de Salud y Ser-
vicios Humanos de Estados Unidos; las implicaciones clínicas de niveles de RNA
viral en el rango entre 48 y 200 copias/mL en un paciente recibiendo TARGA
son controversiales. Se considera que este rango no significa replicación viral en
curso con emergencia de resistencia. Un análisis retrospectivo mostró que usar
el nivel de >200 copias/mL como falla virológica tiene el mismo valor predictivo
que el nivel de >50 copias/mL. Niveles persistentes de RNA viral mayores de

38
200 copias / mL a menudo están asociados con evidencia de evolución viral y
acumulación de mutaciones de resistencia a medicamentos, esto es particular-
mente común cuando los niveles son mayores de 500 copias / mL. Niveles de
RNA viral en plasma persistentes en el rango de 200 a 1.000 copias / mL, deben
por lo tanto ser considerados como falla terapéutica.
Es muy importante tener presente que si se lleva a cabo la determinación de CV
tras un proceso viral intercurrente o luego de ser vacunado (por ejemplo, de la
vacuna antigripal o frente a la hepatitis B), pueden existir rebotes transitorios de
la CV, por lo tanto, en tales situaciones se recomienda un nuevo análisis después
de cuatro semanas.
En caso de fallo virológico, se debe citar al paciente lo más pronto posible,
para revisar la adherencia y la presencia de otras enfermedades o condiciones
que pudieran afectar a la respuesta al tratamiento. En forma multidisciplinaria se
debe enfatizar la adherencia, asegurar que hay disponibilidad de medicamentos
y repetir la carga viral después de cuatro semanas de buena adherencia.
Ante un fracaso virológico, es recomendable repetir la CV para confirmarlo y
se debe cambiar la TARGA lo antes posible, con el fin de evitar la acumulación
de mutaciones y la elevación de la CV, facilitando de este modo la respuesta al
nuevo tratamiento.
Los blips son valores aislados de CV cerca del umbral de detección en pacientes
en TARGA y con CV suprimida, que vuelve a reportarse como suprimido en el
control posterior sin cambio de la TARGA. Habitualmente, son valores < 200
copias/ml. En la mayoría de estudios, los blips aislados no se asocian a mayor
riesgo de fracaso. En un paciente con blips frecuentes, debe evaluarse la poten-
cia de la TARGA y especialmente la adherencia al tratamiento.
Como TARGA alternativo en caso de fallo virológico se recomienda un inhibidor
de la proteasa reforzado (IP/r) con dos análogos nucleósidos (ITRN). ATV/r y LPV/r
son los IP/r de elección para TARGA de rescate. Se recomiendan opciones simpli-
ficadas con un segundo ITRN. Si en el régimen preferencial se utilizó AZT, utilizar
TDF + 3TC ( o FTC) como ITRN de base en el régimen alternativo. Si en el régimen
de primera línea se administró TDF, utilizar AZT + 3TC como ITRN de base en el
régimen de segunda línea. El Cuadro 13 presenta los regímenes recomendados
para el cambio de los esquemas de primera línea preferenciales y alternativos.

Cuadro 13. Esquemas de segunda línea según los esquemas


preferenciales y alternativos de primera línea
Si el régimen previo fue: El régimen nuevo debe incluir:
TDF/FTC/EFV AZT/ 3TC+ ATV/r
ABC/3TC+ EFV AZT/ 3TC + ATVr
TDF/FTC + ATVr AZT/3TC+ DRV/r o LPV/r
AZT/3TC+EFV TDF/FTC+ATV/r

39
Para el caso de esquemas utilizados en primera línea y que no sean los anterior-
mente mencionados (preferencial o alternativo), la modificación del esquema
ARV deberá ser recomendado por el Comité de Resistencias Interinstitucional.
Sin embargo, el Cuadro 14 presenta pautas generales para tener en cuenta des-
pués del primer fallo.

Cuadro 14. Pautas generales sobre cambio de TARGA ante fallo terapéutico
Si el régimen previo fue: El régimen nuevo debe incluir:
2 AN +1 NN 2 distintos AN + IP/r (de preferencia ATV/r o,
DRV/r o LPV/r como alternativos)
2 AN + SAQ/r o 2 distintos AN + ATV/r o LPV/r
2 AN + ATV/r 2 distintos AN + DRV/r o LPV/r
2 AN + LPV/r 2 distintos AN + DRV/r

Recomendaciones
• Se debe buscar conseguir CV indetectable (<50 copias/ml) en cualquier
tratamiento de rescate (A-I).
• La nueva TARGA debe contener tres fármacos antirretrovirales total-
mente activos (AI). Si no es posible diseñar una TARGA de rescate con
tres fármacos activos, la combinación de dos plenamente activos y
otros que conserven cierta actividad puede resultar eficaz en una eleva-
da proporción de pacientes.
• El cambio de la TARGA por fracaso virológico debe efectuarse de modo
precoz para evitar la acumulación de mutaciones y facilitar la respuesta
al nuevo tratamiento (BII). En la elección de la nueva TARGA, se deben
analizar las causas que motivaron el fracaso (adherencia o interacciones
medicamentosas), la historia farmacológica, las toxicidades que haya
presentado y las mutaciones de resistencia previas (CII).
• Deben evitarse los análogos de timidina, especialmente d4T, si existen
otras alternativas en cualquiera de las líneas del tratamiento de rescate
(C-I).
• No se deben realizar interrupciones estructuradas de la TARGA en situa-
ciones de fracaso virológico con el objetivo de aumentar la eficacia del
tratamiento de rescate (A-I).

3.3.3 MANEJO DEL PACIENTE CON FALLA A MÁS DE UN


ESQUEMA (SEGUNDO FALLO Y SUBSIGUIENTES)
El tratamiento tras el fracaso de al menos dos líneas de TARGA se denomina
terapia de rescate avanzado. En esta situación, la mayoría de los enfermos ha

40
experimentado fracaso con las tres familias de antirretrovirales más utilizadas:
ITRN, ITRNN e IP. Es indispensable, por ello, un estudio genotípico que deter-
mine qué antirretrovirales se encuentran activos. Esta prueba debe realizarse
mientras el paciente esté recibiendo aún el tratamiento en falla y con cargas
virales mayores de 1 000 copias/ml.
El esquema de segundo fallo debe ser manejado únicamente en el tercer nivel
de atención y debe ser analizado por el Comité de Resistencias Interinstitucio-
nal. El objetivo de un esquema de rescate es lograr la completa supresión viral
por el mayor tiempo posible. Se deben revisar los antecedentes de resistencia
y toxicidades previas, así como la historia de ARV recibidos. Debe tratarse al
paciente con una combinación de fácil adherencia con al menos dos fármacos
activos, preferiblemente tres, que podrían incluir:
• Un IP reforzado (DRV/r) o Tripanavir, que por el momento no existe en
el país
• Uno o dos ITRN; considerar agregar 3TC o FTC para mantener la muta-
ción M184V, que mejora la respuesta al TDF y AZT
• Inhibidor de Integrasa (RAL)
• ITRNN de segunda generación: ETV
• Inhibidor de CCR5: MVC

Existen numerosos ensayos clínicos que han comparado diferentes tratamien-


tos de rescate. En todos ellos, se han utilizado un IP/r, una pareja de ITRN, y el
fármaco nuevo en evaluación. Son estudios difícilmente comparables entre sí
por la heterogeneidad de la población, tratamientos previos, criterios de efica-
cia, tiempo de seguimiento y tipo de terapia optimizada, utilizada dependien-
do de los fármacos disponibles comercialmente en la época de realización del
estudio.
Tanto ENF, como TPV/r, DRV/r, ETR, MVC y RAL han demostrado superioridad
frente a placebo en todos los parámetros de eficacia en sus respectivos estu-
dios principales, siempre en combinación con el mejor tratamiento optimizado
disponible en el momento de realización del estudio. No existen estudios com-
parativos entre ellos en TARGA de rescate.
La experiencia con el Lopinavir/r (LPV/r) en terapia de rescate se ha obtenido de
los ensayos clínicos realizados por el resto de IP/r, que utilizan LPV/r como IP
comparador. Tanto TPV/r como DRV/r han demostrado superioridad respecto
a LPV/r en este escenario. LPV/r no es un fármaco de elección en TARGA de
rescate avanzado.
El Darunavir/r (DRV/r) es un inhibidor potenciado de la proteasa que presenta
una alta afinidad por la proteasa y es muy potente in vitro e in vivo frente a la
cepa salvaje y las mutantes con resistencias a múltiples antirretrovirales, inclu-
yendo IP/r. Es el IP/r de elección en una TARGA de rescate avanzado, a dosis BID

41
(600/100 mg BID), y debe incluirse siempre en este régimen, hay pocos casos
de toxicidad grave o resistencia, que son muy infrecuentes.
La Etravirina es un ITRNN de segunda generación activo frente a determinadas
cepas de VIH-1 con mutaciones de resistencia frente a EFV y NVP.
Si no es posible el cambio, mantener el esquema que se encuentre utilizando a pe-
sar del fallo, con el fin de demorar la progresión clínica y el deterioro inmunológico.

Recomendaciones:
• En pacientes con fracaso virológico avanzado se debe realizar un estu-
dio de resistencia y una prueba de tropismo para confeccionar el mejor
régimen alternativo (A-I).
• La prueba de resistencias debe realizarse mientras el paciente está re-
cibiendo el tratamiento fallido o lo más precoz tras la suspensión (A-II).
• Si se dispone de test genotípicos previos, se debe tener en cuenta el
conjunto de mutaciones detectadas (genotipo acumulado) (B-II).
• DRV/r es el IP de elección en fracaso avanzado (A-I). La dosis habitual
debe ser 600/100 mg BID, aunque en casos sin mutaciones frente a
DRV puede utilizarse la dosificación 800/100 mg QD, especialmente en
sujetos que no presenten mutaciones primarias en la proteasa (A-I).
• No se recomienda suspender definitivamente la TARGA en pacientes
con fracaso virológico avanzado y sin opciones terapéuticas de resca-
te, incluso aunque reciban pautas con resistencia demostrada (B-II). En
esta situación debe buscarse un tratamiento basado en fármacos que
disminuyan la capacidad replicativa viral y no añadan más resistencia a
la ya existente (p.e. 3TC o FTC o TDF), y deben vigilarse estrechamente
las cifras de linfocitos CD4+ y la CV (BII)

3.4 VIH Y LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR


A medida que más pacientes infectados por el VIH logran la supresión virológica
con la terapia antirretroviral, la mortalidad relacionada con el VIH ha disminuido.
Las investigaciones realizadas por ANRS, concluyen que los pacientes infecta-
dos por VIH con reconstitución inmunológica (lograr un recuente de CD4+ >
500 células/mm³) mediante el tratamiento antirretroviral a largo plazo alcan-
zan tasas de mortalidad similares a las de la población en general. Sin embargo,
aunque la mortalidad relacionada al VIH ha disminuido, la mortalidad no rela-
cionada con el VIH, incluyendo la muerte por enfermedad cardiovascular (ECV),
se ha mantenido relativamente constante. Como resultado, las condiciones no
relacionadas con el VIH representan una proporción cada vez mayor de muerte
en el grupo de personas que viven con VIH, que han respondido a la terapia
antirretroviral.

42
El riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras condiciones no Sida au-
menta con la edad en pacientes con y sin infección por el VIH, pero la prevalen-
cia de estas enfermedades según la edad es mayor en la población VIH positiva.
La Organización Mundial de la Salud predijo que en el año 2030, la enferme-
dad isquémica del corazón y la infección por VIH se encontrarán entre las tres
causas de mortalidad global más importantes. Las asociaciones probables y
posibles sinergias entre las dos enfermedades han sido y son objeto de estudio,
dada su importancia en la epidemiología mundial.

3.4.1 El VIH y el factor de riesgo cardiovascular


Numerosos estudios poblacionales muestran tasas más altas de enfer-
medad cardiovascular en pacientes infectados por el VIH en relación con
personas no VIH positivas de la población general. Un estudio de co-
horte internacional, un estudio realizado en Francia y tres en los Estados
Unidos, encontraron mayores tasas de enfermedad cardiovascular en
relación con la exposición a antirretrovirales o al estado serológico del
VIH. Los estudios de EE.UU. son observacionales y todos ellos encuen-
tran mayores tasas de infarto agudo de miocardio (IM) o enfermedad
coronaria (EC) en pacientes con VIH.
El grupo de investigación del Hospital General de Massachusetts analizó datos
clínicos de registro en casi 4 000 pacientes infectados por el VIH y los pacientes
sin VIH en un sistema de atención médica en Boston. La tasa de ocurrencia de
episodios de infarto agudo de miocardio fue significativamente mayor en el gru-
po VIH (11 vs 7 eventos por 1 000 personas-año). El riesgo relativo ajustado (RR)
de infarto agudo de miocardio fue de 1,75 para la infección por VIH (p <0,0001)
y relativamente alto en los análisis estratificados por sexo para las mujeres in-
fectadas por el VIH (RR: 2,98) en comparación con los hombres infectados por
el VIH (RR 1,40) que para las mujeres y los hombres sin VIH. El mayor riesgo
entre los pacientes con el VIH puede decirse que estuvo presente en todos los
grupos de edad analizados. El análisis multivariado al ajustar por la demografía y
factores comunes de riesgo cardiovascular, confirmó que la infección por el VIH
es un predictor independiente de infarto agudo de miocardio en esta población,
multiplicando el riesgo casi por dos veces .

3.4.2 Efecto de la terapia antirretroviral en el riesgo de


enfermedades cardiovasculares
Gran parte de nuestro conocimiento actual sobre el efecto de la terapia antirre-
troviral sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular viene de la cohorte D: A:
D, un estudio prospectivo observacional de cohortes en el cual los investigado-
res han monitoreado > 30 000 pacientes infectados por el VIH en 212 clínicas
desde 1999. Una limitación de esta cohorte es que no incluye un grupo control

43
sin VIH. Los primeros resultados publicados en 2003 se actualizaron en 2007
y en 2010.
En el D: A: D inicialmente, los investigadores encontraron un mayor riesgo re-
lativo de infarto agudo de miocardio con el aumento de la exposición a la tera-
pia antirretroviral. El análisis ajustado por datos demográficos, el año, la historia
personal y familiar de enfermedad coronaria, el tabaquismo y el índice de masa
corporal determinado que todos los años de exposición antirretroviral aumentó
el riesgo relativo en un 16%. En los resultados iniciales, este riesgo se relacionó
con inhibidores de la proteasa pero no a los NNRTI.
El segundo factor de riesgo más importante es el tabaquismo, por lo que parte
de la meta en el tratamiento del riesgo cardiovascular en VIH es el dejar de fu-
mar (Cuadros 15 y 16).

Cuadro 15. Factores de riesgo cardiovascular no modificables


Sexo (masculino)
Edad: hombres >45 años; mujeres>55 años
Historia familiar
Historial previo de ECV (Enfermedad Cardiovascular)
Menopausia precoz

Cuadro 16. Factores de riesgo cardiovascular modificables


Hipertensión arterial (HTA)
Diabetes Mellitus (DM)
Tabaquismo
Dislipidemia
Obesidad (IMC>31)
Sedentarismo, Estrés
Resistencia Insulina
CD4+<200

44
3.4.3 Manejo del riesgo cardiovascular

3.4.3.1 Manejo de la dislipidemia


Los lípidos en ayunas deben ser revisados anualmente, al inicio de la terapia an-
tirretroviral y después de cualquier cambio del tratamiento. Pravastatina y Ator-
vastatina son las estatinas de primera línea para pacientes con infección por el
VIH. La Atorvastatina debe iniciarse con la dosis más baja posible y ajustados al
alza sobre la base de la respuesta del paciente y la tolerancia. Simvastatina y Lo-
vastatina no deben utilizarse en combinación con Ritonavir, o inhibidores de la
proteasa potenciados. Pocos datos existen sobre las interacciones que implican
las estatinas más recientes y los nuevos antirretrovirales. Raltegravir y Maraviroc
no parecen tener efectos significativos sobre los lípidos. Entre los IP los de me-
nor riesgo cardiovascular han demostrado ser Atazanavir y Darunavir.

3.4.3.2 Dejar de fumar


Unos pocos estudios han abordado las terapias para dejar de fumar en pacientes
con infección por el VIH. Considerando que los resultados de estos estudios han
diferido, el Swiss HIV Cohort Study demostró que las intervenciones contra el
tabaquismo son eficaces en pacientes con infección por el VIH. Breves, fuertes,
contundentes y repetidos mensajes deben tener como objetivo ayudar a los
pacientes a dejar de fumar.

3.4.3.3 Manejo de la diabetes


Los estudios muestran que el cambio en el estilo de vida puede ayudar a los
pacientes con tolerancia alterada a la glucosa, y las recomendaciones actuales
para tratar la diabetes en los individuos infectados por el VIH son las mismas
que en la población general.

3.4.3.4 Estrategia antirretroviral


Individualmente los medicamentos antirretrovirales difieren en sus perfiles de
riesgo cardiovascular; estas diferencias deben considerarse en relación con el
riesgo cardiovascular subyacente cuando se planifica el tratamiento. La supre-
sión virológica sigue siendo el objetivo principal de la terapia antirretroviral, pero
los datos indican que esto podría disminuir el riesgo de complicaciones no in-
fecciosas, tales como enfermedades cardiovasculares, además de tratar el VIH.
Para efectos de tratamiento, en estas guías consideraremos tres escenarios de-
pendiendo de la terapia ARV y del nivel de riesgo cardiovascular según la escala
de Framingham (Figuras 4 y 5).

45
Figura 4. Escenario 1. Manejo del paciente con dislipidemia antes de iniciar
TARGA

Dislipidemia antes
de iniciar

RIESGO FRAMINGHAM

RIESGO<20% Y MENOS
DE 2 FACTORES RIESGO >20%
DE RIESGO

MODIFICAR ESTILO MODIFICAR ESTILO


DE VIDA Cuadro 17 DE VIDA Cuadro 17

Control 8 semanas Control 8 semanas

META:LDL LDL LDL LDL


<100 mg/dL >100mg/dL <70MGDL <70MGDL

Mantener Inicio de Mantener Inicio de


medidas terapia medidas terapia
higiénico hipolipemiante higiénico- hipolipemiante
dietéticas Cuadro 18 dietéticas Cuadro 18

46
Figura 5a. Escenario 2. Manejo del paciente en TARGA con ITRNN+ITRN

TARGA con
ITRNN+ITRN

RIESGO FRAMINGHAM

RIESGO<20% Y RIESGO>20% Y
LDL <100 mg/dL LDL >70 mg/dL

MODIFICAR ESTILO
MODIFICAR ESTILO DE VIDA (a), inicio de
DE VIDA Cuadro 17 hipolipemiantes
Cuadro 18

Control Control
8 semanas 8 semanas

META:LDL LDL > LDL <70 LDL>70


<100 mg/dL 100 MGDL mg/dL mg/dl

Mantener Mantener
Inicio de Considerar
medidas medidas
terapia cambio
higiénico- higiénico-
hipolipemiante de EFAVIRENZ
dietéticas dietéticas y
Cuadro 18 a RALTEGRAVIR
Cuadro 17 farmacológicas
o IP de mejor
perfil (ATV o DRV)
MANTENER
ITRN evitando
los análogos
de la timidina

47
Figura 5b. Escenario 3. Manejo del paciente con dislipidemia en
TARGA con AZT+3TC+IP/r

DISLIPIDEMIA CON
AZT+3TC+IP/r

RIESGO FRAMINGHAM

RIESGO<20% Y RIESGO>20% Y
LDL <100 mg/dL LDL >70 mg/dL

MODIFICAR ESTILO MODIFICAR ESTILO


DE VIDA Cuadro 17 DE VIDA Cuadro 17;
E INICIO DE
TERAPIA
HIPOLIPEMIANTE
Cuadro 18
Control 8 semanas

Control 8 semanas
LDL <100 MGDL

Mantener medidas
LDL <70 mg/dL
higienico-dietéticas

LDL <70
Mantener medidas mg/dL
higiénico-
dietéticas Tabla 2,
considerar
suspender
Control 6 hipolipemiantes
Cambio de
IP/r a EFV

LDL<100 LDL<100
mg/dl mg/dl

Control 6 Control 6
Cambio de
Control 6 IP/r a EFV

LDL >70
mg/dL
LDL Cambio de
<100 mg/dl TARGA:
TDF+FTC
+RAL
o DRV o ATV

48
Cuadro 17. Modificaciones en estilo de vida
Evitar consumo excesivo de hidratos de carbono
Aumentar frutas, vegetales, legumbres, cereales (25-
DIETA 30 gr de fibras por día). Reducir el 30% de calorías to-
tales, el 7% de grasas saturadas. Limitar el consumo de
alcohol. Consumir leche, yogur, queso descremados.
No consumir mantequilla. Utilizar aceite de girasol o
soya para la cocción de alimentos (3 TSP por día). Hue-
vos sin yema 3 veces por semana. No vísceras ni em-
butidos. Consumir pescado 3 veces por semana.
EJERCICIO Caminar, correr, nadar, montar bicicleta 30 minutos a 1
hora 3 veces por semana.
TABAQUISMO Suspender el consumo de tabaco.

Cuadro 18. Medicamentos hipolipemiantes para el tratamiento


de elevacion del LDL
FÁRMACO GENÉRICO DOSIS EFECTOS USAR USAR
ADVERSOS CON IP/r CON
ITRNN
Atorvastatina 10-80 Síntomas Iniciar dosis Considerar

mg QD gastrointestinales, bajas (max .40 dosis altas

dolor de cabeza, mg)


Fluvastatina 20-80 insomnio, Considerar Considerar

mg QD rabdomiolisis dosis altas dosis altas


Estatinas Pravastatina 20-80 (raro), hepatitis Considerar Considerar

mg QD tóxica dosis altas dosis altas

Rosuvastatina 5-40 mg Iniciar dosis Iniciar

QD bajas (max. dosis bajas

20mg)
Simvastatina Contraindicado

49
Cuadro 19. Medicamentos alternativos ante ausencia de respuesta en
el tratamiento de elevación de LDL
Acido 100-150 mg 3 Ruborización ,
Nicotínico a 5 veces /día elevación de la
transaminasas
Ezetimibe 10 mg QD Generalmente bien Se recomienda
tolerado con estatinas

3.4.3.5 Tratamiento de hipertrigliceridemia


Si los triglicéridos son >500 mg/dl, se la tratará independientemente de la con-
centración de colesterol, con fibratos como Gemfibrozilo o Fenofibrato. Dosis
inicial de 600 mg día, con una dosis máxima de hasta 1200 mg día. Con valores
de 200 a 499 mg/dL iniciar cambios estilo de vida.
En caso de hipertrigliceridemia refractaria pueden añadirse ácidos grasos omega 3.
Se deben monitorizar los niveles de triglicéridos, una vez iniciados los fibratos,
cada 6 meses.
Para calcular el riesgo de acuerdo con la regla Framingham se puede consultar
en la siguiente dirección electrónica: http://www.nhlbi.nih.gov/guidelines/cho-
lesterol/

50
CAPÍTULO
4 CAPÍTULO
IV. TRATAMIENTO
IV. TRATAMIENTO
Y Y PRE-
PREVENCIÓN
VENCIÓN DE DE ENFERMEDADES
ENFERMEDADES OPOR-
OPORTUNISTAS
TUNISTAS E INFECCIONES
E INFECCIONES
DEDE
TRANS-
TRANSMISIÓN
MISIÓN SEXUAL
SEXUAL

4.1 INICIO DE TARGA EN PACIENTES CON


INFECCIONES OPORTUNISTAS AGUDAS
Las ventajas de la TARGA en el curso de una infección oportunista (IO) aguda
incluyen la mejoría de la función inmune que potencialmente puede contribuir
a la resolución de la IO. El beneficio del inicio de la TARGA ha sido demostra-
do para las IO cuyos tratamientos son limitados o cuya efectividad es incierta.
Existen reportes de resolución de cuadros clínicos de criptosporidiosis, micros-
poridiosis, leucoencefalopatía multifocal y progresiva, y de Sarcoma de Kaposi,
que luego del inicio de la TARGA han mejorado tanto su función inmune como
su IO aguda. Otro beneficio del inicio de la TARGA es disminuir el riesgo de una
segunda IO.
En cambio, los argumentos en contra del inicio de TARGA en procesos agudos
de IO son:
1. Toxicidad e interacciones medicamentosas
2. El síndrome de reconstitución inmune

La suma de efectos tóxicos entre tratamientos de IO y regímenes de TARGA


puede dificultar la identificación específica de qué droga es la responsable del
evento. Las interacciones medicamentosas pueden llevar a que los tratamientos
sean subterapéuticos, como el caso de los pacientes con tuberculosis.
Por otro lado, el síndrome de reconstitución inmune ha sido descrito para infec-
ciones micobacterianas, neumonía por Pneumocystis jiroveci, toxoplasmosis,
hepatitis B, citomegalovirus, herpes zóster y criptococosis. Este síndrome se
caracteriza por fiebre y reaparición de las manifestaciones clínicas de las IO o de
nuevas manifestaciones, semanas después del inicio de la TARGA. Es necesario
determinar la recrudescencia de la IO o de toxicidades a drogas o de nuevas IO.
El manejo de esta es con antiinflamatorios o corticoides. Se debe anotar que el
mayor número de reportes está relacionado con tuberculosis, donde el paciente
puede presentar fiebre, linfadenopatía, aumento o nuevos infiltrados pulmona-
res y compromiso de sistema nervioso central; tales reacciones paradójicas son
más frecuentes en pacientes que inician TARGA en un estadío muy avanzado.

51
Las reducciones de la CV y el incremento marcado de recuento de CD4+ han
sido asociadas con la presencia de reacciones paradójicas en pacientes con
enfermedad por TB o MAC. Aunque la mayoría de reacciones ocurren dentro
de las primeras semanas luego del inicio de la TARGA, algunas veces se pueden
presentar varios meses después del inicio de esta.

4.1.1 MANEJO DE IO AGUDA DURANTE LA TARGA


Las IO que se presentan luego del inicio de la TARGA (usualmente dentro de las
primeras 12 semanas) pueden representar una forma de reconstitución inmune
o una reconstitución inmune parcial con la presencia de una nueva IO que no
fue evidente antes de comenzar la TARGA. Aunque puede ser un desafío grande
para el paciente y el médico, usualmente se recomienda que se mantenga la
TARGA y se hagan todos los esfuerzos posibles para tratar la nueva IO.

4.1.2 CUÁNDO INICIAR TARGA EN UNA IO


No existe consenso de cuál es el momento óptimo para el inicio de TARGA en
la presencia de una IO recientemente diagnosticada. Los parámetros que se
toman en cuenta dependen de:
• Efectividad de la terapia para la IO
• Riesgo de interacciones medicamentosas
• Evaluación de los riesgos y consecuencias de desarrollar un síndrome
de reconstitución inmune
En los casos de criptosporidiasis, microsporidiosis, leucoencefalopatía multifo-
cal progresiva y Sarcoma de Kaposi, los beneficios de la TARGA están claramen-
te demostrados (AIII). En los casos de MAC, PCP o meningitis por criptococo,
debería iniciarse la TARGA lo antes posible, de acuerdo con el estudio mencio-
nado anteriormente.

4.2 TUBERCULOSIS (TB)


La TB es la enfermedad oportunista más frecuente y causa del 13% de muertes en
pacientes con infección por VIH. Por ello, el manejo del paciente con coinfección
TB-VIH debe realizarse de manera conjunta por un equipo que integre a estas dos
disciplinas, tanto a nivel nacional como local, y así se lo está haciendo en el país.
La política actual de los gobiernos de la región y de la OMS es reducir la carga de
tuberculosis y VIH en las poblaciones afectadas por ambas enfermedades, y los
objetivos de las actividades colaborativas en materia de TB/VIH son:
1. Establecer mecanismos de colaboración entre los programas de lucha con-
tra el VIH/Sida y control de tuberculosis.

52
2. Reducir la carga de enfermedad por tuberculosis en personas que conviven
con el VIH/Sida.
3. Reducir la carga de enfermedad por VIH/Sida en las personas con tubercu-
losis.
En todo paciente con diagnóstico de TB debe realizarse la investigación de in-
fección por VIH y viceversa: en todo paciente con diagnóstico de infección por
VIH debe realizarse la búsqueda exhaustiva de TB.
La infección por TB puede ocurrir en cualquier momento, y con cualquier valor
de CD4+. En pacientes coinfectados la tuberculosis extrapulmonar (TBE) es más
frecuente que la tuberculosis pulmonar. Con valores de CD4+ >200 cél./mm³,
las manifestaciones clínicas y radiológicas pueden no guardar diferencias con
pacientes sin VIH. Sin embargo, en pacientes coinfectados con CD4+ <200 cél./
mm³, la sintomatología puede ser menos típica, menos evidente, con ausencia
de cavitación en la RX de tórax, enfermedad extrapulmonar (adenopatías, derra-
me pericárdico, síntomas del sistema nervioso central, entre otros) y enferme-
dad diseminada.
Los hallazgos histopatológicos, están en relación con el estado inmunológi-
co. Así vemos que en pacientes con inmunosupresión severa, existe ausencia
o formación incompleta de granulomas, lo que puede dificultar y subestimar
el diagnóstico. De igual manera los estudios de imagen pueden ser normales
o presentar manifestaciones atípicas. En caso de la bacteriología, esta puede
cursar con estudios de baar negativos

4.2.1 DIAGNÓSTICO DE TB EN PERSONAS CON INFECCIÓN


POR VIH
Los adultos y adolescentes con VIH deben ser evaluados regularmente para
descartar TB sea latente o activa con los flujogramas clínicos establecidos a
continuación (Figura 6 y 7). Para definir si el paciente es candidato al tratamien-
to de la infección tuberculosa latente (ITL) mediante la terapia de prevención
con isoniacida (TPI), se deben seguir los pasos de la Figura 6.

53
Figura 6. Para diagnosticar TB pulmonar en PPV

PACIENTE VIH +

Sin síntomas: tos, fiebre, Con síntomas: tos, fiebre,


pérdida de peso, pérdida de peso, sudoración
sudoración nocturna u otros. nocturna u otros.

Terapia preventiva No TPI


con Isoniacida

Diagnosticar TB
u otra patología

Figura 7. Para descartar TB pulmonar en PPV

Diagnosticar TB
u otra patología

Rx Tórax, 2 baciloscopías
de esputo
o esputo inducido o LBA

BK (-) Bk (+)
Rx normal Rx normal
o anormal o anormal

PCR en tiempo real para


Cultivo, PSD: PCR en tiempo
diagnóstico de TB y cultivo
real para descartar resistencia
o Rifampicina, Nitrato reductasa
PCR (-) y/o PCR (+) y/o Griess y y PSD de proporciones
cultivo (-) cultivo (+) Proporciones

Diagnóstico
referencial
con otra TB activa
patología
y tratarla
Evaluación especializada
para determinar conducta

Tratamiento antituberculoso en
No TB Sí TB el PCT (DOTS), ajustar tratamiento
si hay resistencia

Terapia preventiva
con Isonacida

54
Aquellos pacientes que no presentan ninguno de los siguientes síntomas: tos,
fiebre, pérdida de peso o sudoración nocturna (valor predictivo positivo en au-
sencia de estos cuatro síntomas es 97,9%). Otras manifestaciones clínicas tienen
poca probabilidad de tener TB activa.
Por otro lado, en PVV con síntomas respiratorios, se solicitará radiografía de
tórax, dos baciloscopías de muestra de esputo o esputo inducido o LBA. Si la
baciloscopía es negativa y la radiografía es normal o anormal, se solicitaría PCR
en tiempo real para diagnóstico de TB y cultivo para confirmar el diagnóstico y
descartar resistencia a medicamentos antifímicos.
Si la baciloscopía es negativa, la radiografía es normal o anormal y el PCR en
tiempo real (-) y/o cultivo (-),se debe realizar diagnóstico diferencial con otras
patologías y tratarlas. Se reevaluará el caso de manera conjunta entre los espe-
cialistas de TB y VIH. Si se determina que no es TB, proporcionar el tratamiento
correspondiente y tratamiento para infección tuberculosa latente con isoniaci-
da. Si se determina que es TB activa, administrar el tratamiento antituberculosis
(DOTS).
Si la baciloscopía es negativa, la radiografía es normal o anormal y el PCR en
tiempo real (+) y /o cultivo (+), se trata de TB activa. Si se realizó PCR en tiempo
real, también se determinará sensibilidad o resistencia a Rifampicina. Una vez
obtenido el cultivo, se hará PSD por los métodos de nitrato reductasa y de pro-
porciones, y se inicia DOTS.
En cambio, si la baciloscopía es positiva, y la radiografía normal o anormal, se
realizará PCR en tiempo real y se procederá como en el caso anterior.
Las enfermedades que se tomarán en cuenta principalmente en el diagnóstico
diferencial de TB son las siguientes: neumonías bacterianas, micóticas y vira-
les, neumonías por Pneumocystis jiroveci, histoplasmosis, absceso pulmonar y
bronquiectasias.
En el caso de sospecha TB extrapulmonar, seguir los pasos de la Figura 8.

55
Figura 8. Para diagnosticar TB extrapulmonar

PPV CON SÍNTOMAS


NO RESPIRATORIOS

Focalizado en un No focalizado
órgano o sistema (difuso)

Diagnóstico de TB mediante Diagnóstico de TB mediante Rx


biopsia y/o aspiración para BK y de tórax, eco abdominal, esputo
cultivo (médula ósea, ganglios, inducido y biopsia y/o aspiración
LCR, hígado, articulaciones, etc.). para BK, cultivo, PCR en tiempo
PCR en tiempo real y tipificación. real, tipificación. Si se confirma
Si se confirma Mycobacterium Mycobacterium tuberculosis,
tuberculosis, realizar prueba de realizar prueba de sensibilidad a
sensibilidad a drogas anti TB: drogas anti TB: método propor-
método proporciones Canetti. ciones Canetti.

Evaluación especializada para Evaluación especializada para


determinar conducta determinar conducta

No es TB No es TB
TB activa TB activa
activa activa

Tratamiento antituberculoso para enfermedad de


TB activa en el PCT (DOTS)

Diagnóstico diferencial con otras patologías y


tratarlas, y terapia preventiva con Isoniacida.

56
La tuberculosis extrapulmonar, cuya comprobación bacteriológica del diagnós-
tico se obtiene en menor proporción que en los casos pulmonares, debe incluir
cultivos y estudio histopatológico. Debe realizarse biopsia o aspiración de médula
ósea, ganglios linfáticos, articulaciones, hígado u otros, de acuerdo con el caso.
Los estudios cito-químico y bacteriológico de líquidos y exudados (líquido pleu-
ral, pericárdico, cefalorraquídeo, sinovial y peritoneal) son muy útiles en el diag-
nóstico de TB extrapulmonar. También puede ser de utilidad la determinación de
ADA (adenosin deaminasa) como apoyo diagnóstico. Tanto en los líquidos como
en las biopsias, se deben realizar cultivos para TB, PCR en tiempo real, tipificación
y sensibilidad a drogas, y debe procederse como en los casos anteriores.
Además, los estudios de imagen, tales como eco de abdomen; TAC de cráneo,
tórax y abdomen; RMN de cráneo, u otros pueden ser necesarios como apoyo
diagnóstico en TB extrapulmonar.

Consideraciones especiales de la infección por VIH en pacientes con tuber-


culosis:
• En todo paciente con TB se debe ofertar la prueba voluntaria para
tamizaje de VIH, con la respectiva consejería.
• Por la posibilidad de que pueda existir una prueba de VIH falsamen-
te negativa, en pacientes coinfectados con inmunodepresión severa,
se recomienda repetir la misma cuando el estado inmunológico haya
mejorado.

4.2.2 TRATAMIENTO DE INFECCIÓN TUBERCULOSA LATENTE


El tratamiento de infección tuberculosa latente debe ser instaurado en las per-
sonas que viven con VIH/Sida, siempre y cuando se haya descartado enferme-
dad tuberculosa activa. Se estima que el riesgo anual de reactivación de TB la-
tente a TB activa en la población general es de 12,9 por 1 000 personas por
año; mientras que el riesgo en personas con infección por VIH se incrementa a
35-162 por 1 000 personas por año.
Se debe tomar en cuenta que la infección latente es asintomática. En el diag-
nóstico de ITL se utiliza el test de tuberculina (TST) y/o la prueba de IGRA
(Interferon Gamma Release Assays), los cuales tienen una especificidad de
56%-95% el primero y 92%-97% el segundo. La prueba IGRA tiene menos re-
actividad cruzada con vacunación previa con BCG (bacilo Calmette-Guérin).
En las dos pruebas, se pueden observar falsos negativos en inmunosupresión
severa.
Al no disponer de estas pruebas, y con base a la evidencia del beneficio de tratar
la infección tuberculosa latente (itl) en pacientes portadores de vih. Esta guía
recomienda seguir el algoritmo de la Figura 6. En los pacientes con cd4 > 350
cel/ml, las manifestaciones clínicas de la tb pueden ser similares a las de los pa-

57
cientes no portadores, no así en pacientes con mayor inmunodepresión cuyos
cuadros pueden ser atípicos y a menudo con manifestaciones extrapulmona-
res, lo que dificulta el diagnóstico. Los adultos, adolescentes y embarazadas en
quienes se ha descartado TB activa, deben recibir nueve meses de tratamiento
para ITL con isociancida como parte de un paquete de atención integral del VIH.
Este tratamiento no incrementa el riesgo de desarrollar TB resistente a isoniaci-
da, por lo que esta inquietud no debe ser una barrera para administrarlo.
Se recomienda ITL a las PVV con las siguientes condiciones:
• Después de haber descartado con toda seguridad TB activa.
• Si no existió una enfermedad tuberculosa anteriormente curada.
• Después de descartar que la PVV sea contacto de un caso de TBMDR.
• Donde se garantice el monitoreo, control y adherencia a la TPI.
• En PVV privadas de la libertad.
La administración de arv no excluye el uso de isoniacida para el tratamiento de
itl. La isoniacida se administra en dosis de 5mg/kg/dïa, máximo 300 mg/dïa en
una sola toma durante 7 días a la semana por nueve meses. Para evitar la neu-
ropatía periférica añadir piridoxina 50 - 100 mg/día. Recordar que el tratamiento
de itl se administra por una sola vez. Se establece por una sola vez, durante
nueve meses. Añadir Piridoxina 50-100 mg/día.

4.2.3 TRATAMIENTO DE TUBERCULOSIS PULMONAR EN


PERSONAS CON COINFECCION TB/VIH
En los casos nuevos de tuberculosis pulmonar con comorbilidad TB/VIH, la pri-
mera fase del tratamiento de la tuberculosis será similar a los casos nuevos de
TB sin evidencia de VIH, es decir, por dos meses; sin embargo, se extenderá
el tratamiento durante la segunda fase, administrándose H y R con frecuencia
diaria (cinco días por semana en pacientes ambulatorios y siete días por semana
en hospitalizados), por siete meses (2HRZE/7HR). El número total de dosis es de
225. Los Cuadros 20 y 21 presentan los medicamentos de primera línea y las
alternativas de dosis fijas combinadas.
En TB meníngea, ganglionar, pericárdica, intestinal, renal, articular, ósea u otras
extrapulmonares, el tratamiento será por nueve a doce meses (2HRZE/10HR),
con extensión igualmente de la segunda fase.
Esta extensión del tratamiento en la segunda fase es tanto para el esquema uno,
como dos (Cuadros 22 y 23).
En los casos de coinfección tb/viH con antecedentes de tratamiento para tb,
los antifímicos se administrarán cinco días por semana en casos ambulatorios
y 7 días en los casos hospitalizados. El número total de dosis es de 198 ( 2hr-
zes-1hrze/6hre).

58
En los casos de coinfección TB/VIH, con TB meníngea, ganglionar, ósea u otras
extrapulmonares, el tratamiento es por doce meses (2HRZES–1HRZE/9HRE);
por lo tanto, el número de dosis total es de 264.
Igualmente tomar en cuenta que la dosis de H es 5 mg/kg, con un máximo dia-
rio de 300 mg.
Cuadro 20. Medicamentos antituberculosos de primera línea
Medicamentos de Modo de Potencia Dosis recomendada
Primera línea acción por Kg de peso
Isoniacida (H) Bactericida Alta 5 300 mg
Rifampicina (R) Bactericida Alta 10 600 mg
Pirazinamida (Z) Bactericida Baja 25 1,5 g
Etambutol (E) Bacteriostático Baja 15 1,2 g
Estreptomicina (S) Bactericida Baja 15 1g

Cuadro 21. Medicamentos antituberculosos en combinacion a dosis


fijas
Medicamentos Concentración Forma farmacéutica
esquema uno
Isoniacida + H 75 mg + R 150 mg + E Tableta recubierta
Rifampicina + 275 mg + Z 400 mg
Etambutol +
Pirazinamida
Isoniacida + H 150 mg + R 150 mg Tableta
Rifampicina
Etambutol Tableta E 400 mg Tableta
Estreptomicina S1g Polvo para inyección

Cuadro 22. Esquema 1.


Dosis en pacientes con peso menor de 50 kg
(Posología en dosis diarias cinco días por semana)

Dosis Rifampicina Isoniacida Pirazinamida Etambutol


Dosis diaria 10 mg/kg 5 mg/kg 25 mg/kg 15 mg/kg
Dosis máxima 600 mg 300 mg 1,5 g 1,2 g

59
Cuadro 23. Esquema 2.
Dosis en pacientes con peso menor de 50 kg
(Posología en dosis diarias 5 días por semana)

Dosis Rifampicina Isoniacida Pirazinamida Etambutol Estreptomicina


Dosis 10 mg/kg 5 mg/kg 25 mg/kg 15 mg/kg 15 mg/kg
diaria
Dosis 600 mg 300 mg 1.5 g 1.2 g 1g
máxima
En el caso de que en una PVV se diagnosticara TB DR, esta debe ser evaluada
por el médico consultor respectivo y presentarse el expediente correspondiente
para indicar el tratamiento para TB DR que corresponda. Ver Normas Nacionales
de TB.

4.2.4 TRATAMIENTO ANTIRRETROVIRAL EN PACIENTES


CON COINFECCIÓN VIH-TB
La instauración de targa tiene como objetivo el lograr la supresión máxima del
arn viral en el plasma (carga viral indetectable), la restitución inmunológica y la
prevención de enfermedades oportunistas, por lo tanto, debe ser ininterrumpi-
da, indefinida, razonada, informada y aceptada.
Está demostrado que el uso de ARV reduce la tasa de mortalidad, así como la in-
cidencia y recurrencia de TB, por lo tanto, todo paciente con infección por VIH
y diagnóstico de TB activa debe iniciar de inmediato tratamiento con ARV (AI).
El tratamiento de TB debe ajustarse a los mismos principios generales que en
resto de la población (AI). Sin embargo, es importante tomar en cuenta algunas
consideraciones: la Rifampicina es inductora de la actividad de la enzima hepá-
tica citocromo p450 (CYP), que metaboliza los IP y los INNTR, lo que disminuye
las concentraciones sanguíneas de estas drogas, que por su parte pueden esti-
mular o disminuir la actividad de esta enzima hepática, alterando la concentra-
ción sanguínea de la rifampicina. Si bien la Rifampicina induce el metabolismo
de NVP y EFV, es menos marcada en este último, por lo cual EFV es el NN prefe-
rente en el tratamiento ARV, en dosis estándar, ya que estudios muestran buena
respuesta clínica, inmunológica y virológica.
Los ITRN, en cambio, tienen pocas interacciones metabólicas. AZT y ABC se glu-
coronizan; 3TC, FTC, d4T y TDF se eliminan principalmente por vía renal. Por otro
lado, la Rifabutina no tiene efectos significativos sobre la farmacocinecia de los
ITRNN con excepción de la Rilpivirina ni sobre los IP, por lo que se recomienda
reemplazar la Rifampicina por Rifabutina (aún no disponible en el país) cuando el
esquema de ARV incluya IP (AII).
La Rifampicina reduce también las concentraciones de Maraviroc. Por otra par-

60
te, induce el metabolismo del Raltegravir, por lo cual se recomienda usar este
en dosis de 800 mg dos veces al día.
Se debe tomar en cuenta que cuando se administran conjuntamente los ITRN
e Isoniacida, existe el riesgo de potenciar los efectos de neuropatía periférica,
sobre todo con DDI y d4T. La afectación hepática puede darse tanto con ARV
como con antifímicos, particularmente con INH, RFP y Pirazinamida, por lo cual
debe haber un monitoreo constante.
En vista de las importantes interacciones medicamentosas y efectos adversos
de la asociación de antirretrovirales y antifímicos, los esquemas que se reco-
miendan son los siguientes:
Los esquemas de preferencia incluyen 2 ITRN + 1TRNN
El esquema de elección es TDF + FTC (o 3TC) + EFV.
De existir contraindicación para el uso de TDF, las alternativas en el orden si-
guiente son:
ABC + 3TC + EFV**
AZT + 3TC + EFV**7
En el caso de que exista contraindicación para el uso de EFV debido a embara-
zo (primer trimestre), intolerancia u otros problemas, se pueden utilizar como
alternativas:
Otro ITNN como la NVP o, un IP reforzado (ATV/r, DRV/r, LPV/r) con Rifabutina
en lugar de Rifampicina.
Otras opciones son las siguientes: un inhibidor de la integrasa, IP sobre-reforza-
do con RTV, doble dosis de LPV/r, así:
• Raltegravir 800mg c/12h
• LPV/r 400/400 mg c/12h*8
• SQV/r 500/400 mg c/12h
• LPV/r 800 mg/200mgr c/12h*
Todos estos, combinados con TDF/ FTC o 3TC.
El inicio del tratamiento antirretroviral, en pacientes con TB, se recomienda con
base en los valores de CD4+, así*:
• Para pacientes con conteo de CD4+ < 200 cél./ mm³, la terapia ARV debe ser
instaurada en las 2-4 semanas del inicio del tratamiento antituberculoso (AI).
• En pacientes con CD4+ entre 200-500 cél./mm³, se recomienda ini-
ciar la terapia antirretroviral durante las 2-4 primeras semanas o, como
máximo, en las 8 semanas de comenzada la terapia para la tuberculosis
(AIII).
7 ** Utilizar ABC con precaución cuando la CV sea mayor a 100.000 copias. En pacientes con anemia (< Hb 8 g/ dL a nivel del
mar y < 10 g/ dL en la sierra), no se utilizará esquemas que contengan AZT.
8 * Estos regímenes se asocian a niveles elevados de toxicidad y requieren de un monitoreo constante

61
• En los pacientes con conteo de CD4+ >500 cél./mm³, se recomienda
iniciar la terapia antirretroviral durante las 8 semanas del tratamiento de
tuberculosis (BIII).
En el caso de que el paciente fuera diagnosticado de TB mientras se encuentra
en TARGA que incluya IP, se debe reemplazar esta por EFV o Nevirapina en la
dosis habitual. De no ser posible este cambio, reemplazar Rifampicina por Rifa-
butina (evidencia AII) o utilizar las otras alternativas mencionadas.

4.2.5 SÍNDROME INFLAMATORIO DE RECONSTITUCIÓN


INMUNE (IRIS)
Es una consecuencia adversa de la restauración de la respuesta inmune a un
patógeno específico, durante los meses iniciales de TARGA, con una incidencia
de entre 10% y 25%, que puede presentarse por alguna enfermedad oportunista,
pero más frecuentemente con la TB, en la que hay dos modalidades:
• Paciente con un cuadro de TB asintomático que inicia terapia ARV, con
aparición posterior de signos y síntomas de TB activa.
• Paciente con mejoría clínica de su tratamiento de TB y que al iniciar ARV
presenta recrudecimiento del cuadro de TB.

El espectro clínico es semejante al de la TB, pues se presenta con fiebre alta,


agrandamiento o presencia de linfadenopatías, empeoramiento o presentación
de lesiones extrapulmonares nuevas, lesiones del sistema nervioso central, de-
rrame pleural y/o pericárdico, abscesos de partes blandas, empeoramiento de
los hallazgos radiográficos, etc. Los pacientes con prueba de tuberculina nega-
tiva pueden presentar conversión de esta.
El IRIS se presenta con mayor frecuencia en pacientes con inmunodepresión
grave, con cifras de CD4+ menores a 100 cél./mm³, y que hacen elevaciones
importantes de CD4+ y disminuciones rápidas de CV.
El IRIS asociado a probable TB debe reunir los tres siguientes criterios:
1. Una respuesta clínica inicial al tratamiento antituberculoso, con base en la
combinación de alguno de los siguientes factores: control o cesación de
la fiebre, alivio de los síntomas pulmonares, disminución del tamaño de los
ganglios linfáticos y desaparición de los signos de irritación meníngea (de-
pendiendo de los síntomas o signos existentes).
2. Nuevos episodios febriles sin ninguna causa identificable y/o uno o más de
los siguientes: empeoramiento a aparición de disnea, estridor, incremento
en el tamaño de los ganglios, desarrollo de abscesos, aparición de dolor ab-

62
dominal con evidencia ecográfica de adenomegalias abdominales, síntomas
inexplicables del SNC.
3. Adecuada adherencia a TARGA y al tratamiento antifímico.
El IRIS asociado a TB confirmada, debe reunir los siguientes tres criterios:
1. Radiología que muestre aparición o empeoramiento de linfadenopatía intra-
torácica, infiltrados pulmonares, derrame pleural, adenomegalias abdomina-
les, hepatoesplenomegalia.
2. Una buena respuesta virológica y/o incremento en el conteo de CD4+, y/o la
seroconversión del PPD de negativo a positivo, y/o una adecuada adherencia
a los tratamientos antirretroviral y antituberculoso.
3. Adecuada exclusión de otras condiciones que podrían explicar las manifes-
taciones clínicas del paciente, tales como falla del tratamiento antifímico u
otras infecciones concomitantes, tumores o reacciones alérgicas.
En cuanto al manejo de este síndrome, no existe un tratamiento específico, por
lo que se debe tomar en cuenta lo siguiente:
• Descartar otras causas como el fracaso del tratamiento antituberculoso
o probable drogorresistencia.
• Durante el IRIS está indicado mantener los dos tratamientos (AIII).
• Las manifestaciones no severas pueden ser tratadas sintomáticamente
con AINES, sin modificar la TARGA y ni el antifímico.
• Los casos severos pueden requerir un tratamiento con Prednisona o
Metil Prednisolona 1 mg/kg, con reducciones graduales en 1-2 semanas.

4.3 NEUMONÍA POR PNEUMOCYSTIS JIROVECI


(PCP)
En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
• Trimetropin/Sulfametoxazol es el tratamiento de elección (AI) en dosis
de 15 a 20 mg/kg/día (basados en Trimetropin) VO o IV dividida en 3
dosispor 21 dias.
• Corticoides: pacientes con hipoxemia < 70 mm Hg (corregir según la
altura) o gradiente A-a >35 mm Hg, deberían recibir corticoides: pred-
nisona 40 mg VO BID por 5 días, 40 mg VO QD por 5 días y 20 mg QD
por 11 días, los cuales deben ser iniciados tan pronto como sea posible,
idealmente, dentro de las primeras 72 horas de iniciada la terapia con
TMP/SMX.

63
El régimen alternativo es el siguiente:
• Clindamicina 600 mg IV cada 8 horas o 600 mg VO cada 6 horas más
Primaquina 15 a 30 mg VO por 21 dias (BI).148-150.

Consideraciones generales:
• La resistencia del P. jiroveci por mutación está relacionada con la ex-
posición a las sulfas, pero no parece ser asociada a fracaso terapéutico.
• La mortalidad sin tratamiento es del 100% y con terapia adecuada es del
15%, debido a que la respuesta es lenta. Las reacciones adversas al TMP/
SMX han sido notadas entre el 25% y el 50%, las principales son: rash,
fiebre, leucopenia, trombocitopenia, aumento de nitrogenados, hepati-
tis e hipercalemia. 

Prevención de la enfermedad:
Indicaciones para el inicio de profilaxis primaria:
• Pacientes con CD4+ < 200 cél./mm³(AI)
• Historia de candidiasis orofaríngea (AII)
• Enfermedad marcadora de Sida o pacientes con CD4+ menos de 14%
(BII)
• Temperatura de 38oC durante más de 2 semanas, descartando otras
causas (BII)
• Cuando no sea posible el monitoreo frecuente de CD4+, iniciar qui-
mioprofilaxis con recuento de CD4+ > 200 cél./mm³ pero < 250 cél./
mm³ (BII)9
• Droga de elección/dosis:
• Trimetoprim / Sulfametoxazol (TMP/SMX) es el tratamiento de elec-
ción(AI). 135- 136.
• Un comprimido simple 80/400 mg por día (AI). De existir alergia al
TMP/SMX intentar pauta de desensibilización. (BI)
• La duración del tratamiento es de 21 días (AII).

Drogas alternativas:
• Si el TMP- SMX no es bien tolerado, la alternativa es Dapsone (BI) o Dap-
sone + Pirimetamina + acido folínico (BI).

Suspensión de la profilaxis primaria:


• Pacientes con TARGA y CD4+ > 200 cél./mm3 por más de 3 meses (AI)

9 Kaplan JE, Hanson DL, Navin TR, Jones JL. Risk factors for primary Pneumocystis carinii pneumonia in human immunodefi-
ciency virus-infected adolescents and adults in the United States: reassessment of indications for chemoprophylaxis. J Infect Dis
1998;178:1126–32. 86

64
Restitución de la profilaxis primaria:
• Podría ser restituida si el recuento de CD4+ es < 200 cél/mm³ (AIII).
Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria:
• Pacientes con antecedentes de neumonía por PCP, debería administrar-
se crónicamente profilaxis secundaria con TMP-SMX .(AI)
Suspensión de profilaxis secundaria:
• La profilaxis secundaria podría ser descontinuada en pacientes que han
incrementado el CD4+ por encima de 200 células, por lo menos los úl-
timos tres meses como resultado de la TARGA (AI).
Restauración de profilaxis secundaria:
• Si el recuento de CD4+ disminuye < 200 cél./ul (AIII).
• Si existiera recurrencia de infección por PCP con contaje > 200 cél./
mm³ (CIII).

4.4 ENCEFALITIS POR TOXOPLASMA GONDII


En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente (AI):
El régimen recomendado como primera línea a nivel mundial es Pirimetamina,
dosis de carga 200 mg, luego entre 50 y 75 mg/día/VO más Sulfadiacina 1000 a
1500 mg/día/ dosificadas cada seis horas VO, más ácido folínico VO 10 a 20 mg
/dia (AI). Sin embargo, el país no cuenta con Sulfadiacina.
Si no se dispone de este esquema, se puede utilizar Pirimetamina más Clindami-
cina, más ácido folínico (BI). Debido a la elevada falla observada con dosis bajas,
la dosis de 600 mg de Clindamicina cada 8 horas está recomendada (CIII).
En el país, debido a la disponibilidad de medicamentos, el tratamiento de elec-
ción TMP-SMX. Si hay deterioro de la conciencia, usar Clindamicina parenteral.
Consideraciones generales:
• La dosis de ácido folínico puede ser incrementada hasta 50 mg/día para
reducir la toxicidad de la Pirimetamina.
• Duración de la terapia: de 6 a 8 semanas (BII). La duración de la terapia
aguda puede prolongarse más de seis semanas (hasta 8 semanas), si ha
existido una respuesta parcial clínica y radiológica.
• Los anticonvulsivantes podrían ser administrados en pacientes con his-
toria de convulsiones (AIII), aunque no profilácticamente a todos los pa-
cientes (DIII).
• Corticoides (dexametasona) pueden ser utilizados cuando existe efecto
de masa con lesiones focales o edema (BIII).

65
Prevención de la exposición:
• Todos los pacientes VIH positivos deben recibir orientación para evitar
el contacto con las diversas fuentes de infección (BIII). Ej.: no comer
carnes crudas, lavar vegetales, evitar contacto con heces de gatos y pe-
rros, etc.
Prevención de la enfermedad:
Inicio de la profilaxis primaria:
Pacientes con CD4+ < 100 cél./mm3 (AII):
• Droga de elección/dosis:
• TMP/ SMX: Una tableta de dosis doble cada día (AII).
• Drogas alternativas: si no es tolerado TMP/ SMT, la alternativa es Dap-
sona- Pirimetamina más ácido folínico, lo cual también es efectivo para
neumocistis jiroveci, (1 tableta 2 días a la semana).
Suspensión de la profilaxis primaria:
• Descontinuar en pacientes ques hayan respondido a la TARGA con un
incremento de CD4+ > 200 cél./mm³ por más de 6 meses en dos resul-
tados diferentes (AI).
• Se recomienda observación clínica permanente por el riesgo de
recaídas.
Restauración de profilaxis primaria:
• Podría ser reinstalada en pacientes con disminución de recuento de
CD4+ < 200 cél./mm³ (AIII).
Prevención de recurrencia:
profilaxis secundaria.
Droga de elección:
• Pirimetamina 25 - 50 mg/dia.VO + Leucovorina oral 10 - 15 mg/día.(AI)
Drogas alternativas:
• TMP/ SMX: una tableta de dosis doble cada día (AII).
• Clindamicina 300-450 mg cada ocho horas + Pirimetamina oral 25 a 75
mg día + Leucovorin 10 a 15 mg al día (BI).
Suspensión de la profilaxis secundaria:
• Paciente en TARGA con incremento sostenido de CD4+ > 200 cel. /
mm3 por más de seis meses.
• Carga viral indetectable por más de seis meses.
• Se recomienda observación clínica permanente por el riesgo de
recaídas.

66
Restauración de la profilaxis secundaria:
• La terapia crónica de mantenimiento podría ser reintroducida si el re-
cuento de CD4+ < 200 cél./mm³ (AIII).
En caso de embarazo:
Puede administrarse TMP/SMX al igual que la descrita para PCP (AIII), por el
riesgo potencial asociado al tratamiento con pirimetamina, la quimioprofilaxis
con esquemas que tengan este fármaco debe suspenderse hasta después del
parto (CIII).

4.5 INFECCIONES RESPIRATORIAS DE ORIGEN


BACTERIANO
Consideraciones generales:
• La neumonía bacteriana es una de las causas de morbilidad relacionadas
con el VIH.
• Las personas que viven con VIH tienen 7,8 veces mayor probabilidad de
desarrollar neumonía que la población general.
• El mayor predictor de infecciones bacterianas es el recuento de CD4+.
• Los agentes etiológicos más frecuentes son: Streptococcus pneumo-
niae seguido por Haemophilus influenzae, Pseudomonas aeruginosa y
Staphylococcus aureus.
• La infección por S. pneumoniae es seis veces más frecuentes en perso-
nas que viven con el VIH (PVV) que la población general. Mientras que la
bacteriemia es 100 veces más frecuente.
• La incidencia de neumonía por H. influenzae es 100 veces más alta en
PVV, la mayoría de infecciones es causada por cepas no encapsuladas.
• La recurrencia con el mismo o diferente serotipo es de 8% a 25% más
frecuente dentro de los 6 meses en PVV.

Tratamiento:
Las terapias deben ir dirigidas hacia los agentes más frecuentes, en especial S
pneumoniae y H. influenzae.
Los regímenes deben incluir: Como primera elección, betalactámicos/inhibidor
de betalactamasa (IBL) + macrólidos o fluoroquinolonas de 4ta generación (Le-
vofloxacina o Moxifloxacina)
El uso de otros regímenes antibióticos en el manejo de neumonías debe ser
validado por el Comité de Infecciones.
En pacientes con CD4+ < 100 cél./mm³ e historia de infecciones previas por

67
Pseudomonas, bronquiectasias, neutropenia absoluta o relativa habría que con-
siderar la cobertura antimicrobiana más amplia, que incluya fármacos con acti-
vidad antiseudomonas y estafilocócica.
Prevención de la exposición:
No hay forma efectiva de prevenir la exposición a Streptococcus pneumoniae y
Haemophilus influenzae.
Prevención de la enfermedad:
• Se indicará a todos los pacientes con CD4+ >200 vacuna antineumo-
cócica que se encuentre validada en la actualidad en recomendaciones
internacionales, siempre que no hayan recibido la vacuna en los últimos
cinco años, incluyendo embarazadas.
• En los pacientes que requieran de TARGA, deberán esperarse dos meses
de iniciada esta antes de la vacunación.
• La incidencia de infección por H. influenzae tipo B es baja, por lo que no
se recomienda su vacunación (DIII).
• La administración de TMP/SMX como profilaxis para PCP disminuye la
frecuencia de infecciones respiratorias de origen bacteriano (AII).
• En pacientes con neutropenia secundaria al VIH o al tratamiento farma-
cológico, se puede suspender la medicación causante (CII) o adminis-
trar factor estimulante de colonias de granulocitos (CII).

4.6 INFECCIONES INTESTINALES DE ORIGEN


BACTERIANO
Prevención de la exposición.
• Evitar el consumo de alimentos crudos o con cocción incompleta.
• Sugerir el lavado de frutas y verduras con agua clorada o hervida (BIII).
• Insistir en el lavado de manos y de utensilios que hayan estado en con-
tacto con alimentos crudos.
• Evitar ingerir quesos blandos y alimentos elaborados (embutidos, fiam-
bres, salchichas) por la asociación existente con la listeriosis.
• Evitar adquirir animales domésticos menores de seis meses de edad
(BIII).
• Evitar contacto con animales con diarrea, así como el contacto con sus
heces (BIII).
• Evitar el contacto con reptiles (lagartijas, iguanas, tortugas) (BIII).
• Durante los viajes, insistir en las medidas antes mencionadas y evitar el
consumo de alimentos de dudosa procedencia (AII).
El tratamiento del agua con yodo o cloro puede ser menos efectivo que la
ebullición, pero es una alternativa cuando no hay forma de hervir el agua (BIII).

68
Tratamiento:
• Pacientes con gastroenteritis por salmonela pueden recibir TMP/SMX
160/800 mg cada 12 horas durante 14 días en casos leves.
• En casos severos o con bacteriemia o CD4+ < 200, ciprofloxacina 750
mg cada 12 horas o trimetroprim sulfa, y prolongar este tratamiento por
4-6 semanas.
Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria.
• Pacientes con bacteriemias por salmonela necesitan tratamiento a largo
plazo (2-3 meses) a iguales dosis. La Ciprofloxacina o TMP/SMX son las
drogas de elección (BII).
• Los contactos domésticos deben ser investigados para saber si son por-
tadores asintomáticos de salmonela o shigella, y que reciban tratamien-
tos adecuados (CIII).
Consideraciones especiales:
Embarazo:
Pacientes con gastroenteritis por salmonela, deben recibir tratamiento con Am-
picilina, Cefalosporinas de tercera generación o TMP/SMX (BIII). No administrar
quinolonas.

4.7 CRIPTOSPORIDIASIS
En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
Iniciar TARGA debido a que el incremento de CD4+ a más de 100 cél./mm³ cura
la enfermedad.
Tratamiento sintomático: hidratación (AIII), suplemento nutricional y agentes
antidiarreicos una vez descartadas otras causas de diarrea (BIII) .
Regímenes alternativos:
• La efectividad es variable, por lo que su recomendación está limitada
(CIII).
• Nitazoxamida 500 mg c/12 h VO por 14 días.
Prevención de la exposición:
• Evitar el contacto con heces humanas o de animales. Debe lavarse las
manos después del contacto con heces humanas o de animales do-
mésticos, y después de haber estado en contacto con tierra.
• Deben abstenerse de mantener conductas sexuales que las expongan al
contacto con heces, como las relaciones oro-anales.

69
Prevención de recurrencia:
No hay regímenes eficaces.

4.8 INFECCIÓN POR BARTONELLA


En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
Eritromicina 500 mg c/6h/VO o Doxiciclina 100 mg/VO BID, por 2-3 meses (AII)
Regímenes alternativos:
Azitromicina 600 mg/día o Claritromicina 500 mg c/12 h.VO de 2 a 4 meses
Consideraciones generales:
• Doxiciclina es la droga de elección en afectaciones del sistema nervioso
central (AII).
• Los pacientes que presentan recaídas deberían ser tratados de por vida
(AIII) .
Prevención de la exposición:
• Existe un riesgo potencial de transmisión de esta enfermedad por los
gatos (CIII).
• Las personas infectadas por VIH no deberían exponerse a situaciones en
que puedan recibir rasguños de gatos (BIII).
• No se ha confirmado el beneficio de realizar pruebas rutinarias o seroló-
gicas a los gatos para detectar infección por bartonella (DII).
Prevención de la enfermedad:
No hay datos que respalden el uso de quimioprofilaxis (CIII).
Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria.
Se ha recomendado el uso de Macrólidos o Doxiciclina.(CIII) de por vida en caso
de una recaída
Consideraciones especiales:
Embarazo:
En caso necesario se recomienda Eritromicina u otro macrólido, no usar tetra-
ciclinas.

4.9 CRIPTOCOCOSIS
En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
• Fase de inducción: Anfotericina B deoxylato 0,7-1 mg /kg /día por 14
días (AI) + Fluocitosina 25 mg/kg oral c/ 6 horas por 2 semanas, en caso
de no disponer de Fluocitosina asociar Anfotericina con Fluconazol 400
mg diarios.

70
• Fase de consolidación: Fluconazol 400 mg/día/VO por ocho semanas
(AI).
• Fase de mantenimiento: Fluconazol 200 mg/día/VO. Considerar la sus-
pensión del tratamiento después de un año en pacientes virológica-
mente controlados con ARV, con CD4+ igual o menos de 100 cél/mm³;
restaurándolo si los CD4+ disminuyen de 100 cél./mm³.
• Iniciar ARV a las 2- 10 semanas de inicio de la terapia antifúngica.
• IRIS ocurre en alrededor del 30 % de pacientes con VIH y criptococo-
sis meníngea. Si el IRIS es moderado, continuar con tratamiento ARV y
antifúngico; si es severo con incremento de ICP, considerar corticoides
por 2- 6 semanas.
• La profilaxis primaria no está recomendada.
• Se recomienda observación clínica permanente por el riesgo de recaídas.
Regímenes alternativos:
Fluconazol 800 mg/día PO o IV por 14 días, luego Fluconazol 400 mg VO por
ocho a 10 semanas.
Consideraciones generales:
• El manejo de la hipertensión endocraneal (presión de apertura > 200mm
H2O) es fundamental. Se debe realizar punción lumbar diaria durante las
dos primeras semanas, con el objetivo de drenar una cantidad de líqui-
do necesario y reducir la presión intracraneana hasta en un 50% (AII).
• La repetición de la punción lumbar es necesaria para el control de la
presión intracraneal, para el seguimiento del tratamiento o ante la pre-
sencia de nuevos síntomas.
• Ante la persistencia de hipertensión intracraneal más allá de dos sema-
nas, se recomienda derivación ventrículo peritoneal o drenaje lumbar
(BIII). 
• El antígeno sérico para criptococo es muy útil para el diagnóstico inicial,
pero no sirve de ayuda en el manejo, dado los cambios en los títulos que
no se correlacionan con la respuesta clínica.
• El cultivo positivo de LCR predice un peor pronóstico.
• La anfotericina requiere estricto monitoreo de las funciones renal y he-
pática (CIII).
• Las reacciones adversas relacionadas con la infusión de anfotericina pue-
den controlarse con la administración de Acetaminofén, Difenhidramina
o corticoides, 30 minutos previos a la infusión. (CIII).
Prevención de la exposición:
Las personas infectadas por el VIH no pueden evadir por completo la exposición
al Criptococcus neoformans.
Prevención de la enfermedad:no existe

71
Prevención de recurrencia:
Profilaxis secundaria. Pacientes que han completado la terapia inicial deben re-
cibir terapia crónica de mantenimiento con dosis supresivas de 200 mg día VO
de Fluconazol, hasta que el contaje de CD4+ suba a más de 100 cél./mm³ por
más de seis meses. (AI).
Drogas alternativas al Fluconazol: Itraconazol V.O. 200 mg/día en casos de into-
lerancia. Debe resaltarse que Itraconazol tiene menor eficacia, mayor riesgo de
toxicidad hepática y resistencia cruzada con Fluconazol (BI).
Suspensión de profilaxis secundaria:
Paciente libre de síntomas en TARGA con incremento sostenido de CD4+ > 200
cél./mm³ más de seis meses.
Restauración de la profilaxis secundaria:
Pacientes en quienes el recuento de CD4+ disminuya a < 200 cél./mm³ (AIII)
Consideraciones especiales:
Embarazo:
• No se debe administrar profilaxis con Fluconazol o Itraconazol durante
el embarazo (DIII).
• De ser necesario, se indicará Anfotericina B.

4.10 HISTOPLASMOSIS
En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
Episodios severos: Infección aguda Anfotericina B 0,7 mg/kg/día por 3 a 10 días
(AI), en consolidación itraconazol 200 mg /c/12h por 12 semanas (AII).
Se define como caso severo cuando se presenta uno o más de los siguientes
síntomas: temperatura mayor a 39 grados centígrados, tensión arterial sistólica
menor a 90 mm Hg, PO2 menor de 70, pérdida de peso mayor de 5%, Hb menor
de 10 gr/dl, neutrófilos menos de 1000/ml, ALT mayor a 2,5 veces los límites
normales, creatinina mayor de dos veces el límite normal, albúmina menor de
3,5 gr/ml, disfunción de otro órgano o Karnofsky menor de 70 puntos.
Episodios menos severos y leves: Itraconazol 200 mg VO c/8h por tres días,
luego 200 mg/c/12h por 12 semanas (AII).
Profilaxis secundaria:
• Recordar la interacción medicamentosa entre Efavirenz e Itraconazo
(puede tenerse niveles plasmáticos subterapeúticos de Itraconazol), por
lo que no se recomienda utilizar el efv como parte de targa en pa-
cientes con histopasmosis en tratmiento con Itraconazol.

72
• Itraconazol 200mg/c día hasta que CD4+ > 200 cél.
• Para suspender profilaxis secundaria debe haber recibido más de un año
de Itraconazol y TARGA exitosa por más de 6 meses.
Consideraciones generales:
• El Itraconazol puede ser usado como tratamiento inicial de histoplas-
mosis leve a moderada sin compromiso del sistema nervioso central.
• El Fluconazol es inferior in vitro frente al itraconazol, pero es recomen-
dado como alternativa en pacientes que no toleran el Itraconazol (CII).
• En meningitis, el medicamento de elección es la Anfotericina por 12 a 16
semanas seguidas por terapia de mantenimiento (AII).
Prevención de la exposición:
Pacientes con CD4+ < 200 deben evitar llevar a cabo actividades asociadas con
riesgo mayor de exposición (levantar polvo, limpiar corrales de aves, remodelar o
demoler edificios antiguos, explorar cavernas habitadas por murciélagos o aves)
(CIII).
Inicio de profilaxis primaria:
No se recomienda.
Opcional en pacientes con <150 cél./mm³ CD4+ con alto riesgo de exposición
o que habiten en lugares con tasas elevadas de incidencia (10 o más casos/100
habitantes por año) (CI).
Droga/dosis: Itraconazol VO 200 mg/día (CI) de por vida.
Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria.
Indicación:
• Pacientes que hayan completado la terapia inicial deben de recibir te-
rapia crónica de mantenimiento hasta tener CD4+ > 200 cel/mm3 por
más de 6 meses. (AI)
Droga/dosis: Itraconazol V.O. 400 mg/día (AI).
Consideraciones especiales:
Embarazo:
No debe administrarse Itraconazol, de ser necesario se indicará Anfotericina B.

4.11 ISOSPORIASIS
Tratamiento:
Lo más importante es el soporte con líquidos y electrolitos, así como la suple-
mentación nutricional en pacientes mal nutridos (AIII).

73
Régimen preferido:
El régimen de elección es Trimetropin/Sulfametoxazol forte (AI) 160/800 VO
BIDpor 10 días (AII).
Régimen alternativo:
• Pirimetamina 50 a 75 mg/día VO + acido folínico 5 a 10 mg/día por 10
días
• Ciprofloxacina 500 mg BID/VO por 10 días
Consideraciones generales:
La duración de la terapia no está bien establecida.
Prevención de la enfermedad:
• El uso de TMP/SMX está indicado en pacientes con CD4+ menos de 200
cél/mm3 (AI).
• Es necesario explicar los mecanismos de transmisión por consumo de
agua o alimentos contaminados y las medidas higiénicas adecuadas
(CIII).
Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria.
• El TMP/SMX Forte 1 tab/día dos veces por semana (AI).
• También puede ser efectivo tres veces por semana (BIII).

4.12 CANDIDIASIS
En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
Orofaríngea:
• Opción 1: Nistatina 500.000 unidades 4-6 buchadas cuatro a cinco por
día (BII)
• Opción 2: Clotrimazol 10 mg (triturado) oral, cinco veces por día, por
siete a 14 días, tópico (no deglutir)
• Opción 3: Fluconazol 200 mg/día el primer día y 100 mg del día 2, por
siete a 14 días, cuando el contaje de CD4+ es < a 50 cél./mm3
Esofagitis:
Fluconazol 200 mg/día/VO por 14 a 21 días.
Vulvovaginitis:
• Azoles tópicos (AII) ( Clotrimazol, Butaconazole, Miconazol, Tioconazol)
por 3 a 7 días
• Itraconazol en solución oral (AII)
• Fluconazol oral (AII) 150 mg dosis única

74
• Cuando la vaginitis es severa o existen episodios recurrentes, el trata-
miento es oral o tópico por siete días o más (AIII).
Consideraciones generales:
• Los ARV disminuyen la frecuencia de candidiasis en mucosas.
• El problema con el uso frecuente de fluconazol es la resistencia.

Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria.


• En casos de recurrencias frecuentes o graves, se puede considerar la
administración de Fluconazol crónico o intermitente (CI).
• En pacientes con candidiasis esofágica, sobre todo recurrente, se podría in-
dicar fluconazol 100 a 200 mg cada día (BI) hasta que CD4+ > 200 cél./mm3.
Consideraciones especiales:
Embarazo: no deben indicarse azoles de absorción sistémica durante el emba-
razo (DIII).

4.13 COCCIDIOIDOMICOSIS
En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
Proceso pulmonar difuso o diseminado (no meníngeo):
• Anfotericina B 0,5 a 1 mg/kg/dia IV. (AII)
Duración: hasta la mejoría de los síntomas, en general 500 a 1000 mg
como dosis total.
• Enfermedad leve:
Fluconazol 400 a 800 mg/día. VO o Itraconazol 200- 400 mg/día. (BIII)
Meningitis: Fluconazol 400 a 800 mg/día. VO o Itraconazol 200 a 400
mg/día, VO c/8–12 horas (AII).

Consideraciones generales:
• Anfotericina B intratecal podría ser agregada cuando hay compromiso
meníngeo y fracaso con Fluconazol (CIII).
• Ciertos especialistas asocian el uso de azoles más Anfotericina (BIII).
• Lesiones focales requieren desbridamiento o drenaje.
Prevención de la exposición:
• Evitar actividades que tengan mayor riesgo de infección, exposición a
tierra removida, excavaciones, tormentas de polvo, etc. (CIII).
Prevención de la enfermedad:
• No se recomiendan las pruebas de coccidioidina (esferulina) en áreas
endémicas para diagnóstico (DII).
• Las pruebas serológicas no parecen tener mayor utilidad y no deberían
efectuarse (DIII).

75
• No se recomienda profilaxis primaria.
Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria.
• Pacientes con infección documentada deben recibir terapia supresora
de por vida. (AII). Droga / dosis:
• Fluconazol V.O 400 mg / día ó (AII).
• Itraconazol VO 200 - 400 mg dos veces al día
Suspensión de la profilaxis secundaria:
Aunque los pacientes que reciben profilaxis crónica de mantenimiento tienen
bajo riesgo de recaídas cuando su recuento de CD4+ es > 100 cél./mm³ en
respuesta a la TARGA, el número de pacientes que han sido evaluados es insufi-
ciente como para recomendar la suspensión de la profilaxis.

Consideraciones especiales:
Embarazo:
• Están contraindicados los azoles en dosis altas y prolongadas durante
el embarazo.
• Anfotericina B es una alternativa en caso que requiera.

4.14 PARACOCCIDIOIDOMICOSIS
Tratamiento:
• En casos severos: Anfotericina B 0,5 – 1 mg/día (IV).
• Si paciente tolera la vía oral, administrar Itraconazol 400 mg/día.
• Alternativos: Ketoconazol o Fluconazol 400 mg/día VO.

Prevención de la exposición:
No existen medidas que puedan recomendarse para evitar la infección en zonas
endémicas.
Prevención de la enfermedad:
• No existen recomendaciones.
• La profilaxis con TMP/SMX podría reducir la frecuencia de reactivación
de la paracoccioidomicosis.
Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria. Enfermedad documentada.
Droga/dosis: Itraconazol 100 mg /día.

Drogas alternativas:
• Ketoconazol 200 mg /día o
• TMP / SMX un comprimido simple cada 12 horas (BII).

76
Consideraciones especiales:
Embarazo:
Es poco frecuente, la Anfotericina B es la droga de elección.

4.15 MICROSPORIDIOSIS
En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
• La TARGA con restauración inmune e incremento de CD4+ > 100 cél./
mm³ se asocia con resolución de los síntomas.
• Enfermedad intestinal: Albendazol 400 mg BID. VO hasta que CD4+
sean > 200 cél./mm³.
• Enfermedad diseminada: Itraconazol 400 mg VO QD, más Albendazol
400 mg BID hasta que CD4+ sean > 200 cél/ul (CIII).
Prevención de la exposición:
• Lavado minucioso de las manos y otras medidas de higiene personal.
• Existe la posibilidad de transmisión zoonótica o de contaminación am-
biental.
Prevención de la enfermedad y recurrencia:
• No se conocen fármacos eficaces.
• La suspensión de la profilaxis después de la recuperación inmune con
TARGA se desconoce, aunque es razonable sobre la base de mantener
un incremento sostenido de CD4+ > 200 cél./mm³ por > 6 meses. (CIII)

4.16 CITOMEGALOVIRUS (CMV)


Tratamiento:
El manejo de la infección por CMV en PVV debe realizarse en un centro del III
nivel, que posea un equipo multidisciplinario que incluya a un oftalmólogo.
Régimen preferido
• Ganciclovir 5 mg/kg/IV cada 12 horas por 14 a 21 días, luego Valganci-
clovir 900 mg/VO/día, hasta que se recupere el sistema inmunológico.
• Valganciclovir 900 mg BID por 14-21 días seguido de 900 mg VO hasta
que se recupere el sistema inmunológico.
• Retinitis por CMV:
Ganciclovir intraocular implante cada seis a ocho meses más *Valganci-
clovir 900 mg BID por 14 a 21 días, luego 900 mg/día (AI). Estos pacien-
tes deben ser tratados en los hospitales de III nivel. 12-15% de pacientes
van a tener esta patología, se calculará el número de dosis a adquirir.

77
Regímenes alternativos para lesiones periféricas:
• Ganciclovir implante más Valganciclovir 900 mg VO QD.
• Ganciclovir 5 mg/kg/IV cada 12 horas por 14 a 21 días, luego Valganci-
clovir 900 mg/VO/día.
• Ganciclovir 5 mg/kg/IV cada 12 horas por 14 a 21 días, luego Ganciclovir
5 mg/kg/día/IV.

Consideraciones generales:
• La elección de la terapia podría individualizarse basada en la localización
y severidad de la lesión, el grado de inmunosupresión y otros factores
como adherencia (AII) .
• Lesiones pequeñas periféricas no son tratadas a veces si la TARGA va a
implementarse.
• El tratamiento debe administrarse hasta que la recuperación inmune
ocurra y el recuento de CD4+ sea > 100 cél./mm³ por 6 meses. (AIII)
Enfermedad extraocular:
Gastrointestinal, neurológica y pulmonar
Régimen preferido (BII):
• Valganciclovir 900 mg/BID /VO con comidas por tres a cuatro semanas
o Ganciclovir 5 mg/kg/IV/BID por tres a cuatro semanas.

Consideraciones generales:
• Todos los pacientes con esofagitis sintomática deberían ser tratados.
• La indicación para tratar colitis es menos clara por la pobre respuesta.
• La duración del tratamiento es de 21 a 28 días hasta que los síntomas
hayan disminuido.
• En afectación neurológica es variable y requiere el inicio precoz del tra-
tamiento.
• El tratamiento de viremia sin evidencia de afectación de órganos no está
recomendado (DIII).

Prevención de la exposición:
• No se recomienda la detección sistemática de anticuerpos; sin embar-
go, puede considerarse en pacientes con recuentos de CD4+ < 50 cél./
mm3 (BIII).
• Recomendar la utilización de condones de látex (AII).
• Mayor riesgo en contactos con niños (BI).
• El lavado de manos puede disminuir la exposición (AII).
• Control serológico en el caso de requerimiento de transfusiones san-
guíneas.

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Prevención de la enfermedad:
• Pacientes con CD4+ < 50 cél./mm3 deben realizarse periódicamente
exámenes de fondo de ojo (CIII).
• Tratamiento antirretroviral está indicado inmediatamente.

Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria.


• Si hay antecedentes de enfermedad previa documentada, deberá recibir
terapia supresora hasta CD4+ mayor a 100 cél./mm³ en seis meses (con
intervalo de tres meses) y luego de una valoración oftalmológica (AI).

Drogas/dosis:
• Retinitis:
• Ganciclovir implante de liberación lenta cada 6 a 9 meses + Ganciclovir
V.O. 1 a 1,5 g tres veces al día (AI).
• Valganciclovir 900 mg diarios para terapia de mantenimiento.

Suspensión de profilaxis secundaria:


• En pacientes con recuentos de CD4+ > 100 cél./mm3 por más de 6 me-
ses (BII).
• Pacientes deberían mantener monitoreo con el oftalmólogo para de-
tección temprana de recaída de CMV o vitritis/uveítis por reconstitución
inmune (AIII).

Consideraciones especiales:
Embarazo:
• No se recomienda la administración de Ganciclovir durante el embara-
zo (DIII).
• En casos de enfermedad recurrente por CMV durante el embarazo, se
recomienda la profilaxis (AIII).

4.17 ENFERMEDAD POR VIRUS DEL HERPES SIM-


PLE (VHS)
Régimen preferido:
Lesiones orolabiales:
• Aciclovir 400 mg TID VO por siete a 10 días (AI)
• Valaciclovir 1 g VO BID por siete a 10 días (CIII)

79
Las lesiones genitales podrían ser tratadas con
• Aciclovir o Valaciclovir por siete a 14 días (AII)
Lesiones mucocutáneas moderadas a severas
• Aciclovir endovenoso (AII) 5 mg/kg c/8h por cinco a 10 días. Seguido de
terapia oral con Aciclovir o Valaciclovir, que debe mantenerse hasta la
resolución de las lesiones.
Encefalitis:
• Aciclovir 10 mg/kg cada ocho horas/IV por 14 a 21 días (AII).

Queratitis:
• Trifluridine es la droga de elección, una gota cada dos horas, no exceder
de nueve gotas al día por 21 días (AII) .
Prevención de la exposición:
• Recomendar el uso de condón de látex (AII).
• Abstenerse de mantener contacto sexual cuando presente lesiones her-
péticas orolabiales o genitales visibles (AII).

Prevención de la enfermedad:
No se recomienda ningún régimen de profilaxis (DIII).

Prevención de las recurrencias:


Indicado cuando existen más de seis episodios al año.

Drogas y dosis:
• Aciclovir 200 mg tres veces al día VO o 400 mg cada 12 horas (AI).
• Valaciclovir 500 a 1000mg/día (CIII).

Condiciones especiales:
Embarazo:
• Pacientes con recurrencias graves y/o frecuentes de enfermedad geni-
tal podrían recibir profilaxis con Aciclovir (BIII).
• No se han notificado resultados adversos debido al Aciclovir.

4.18 INFECCIÓN POR EL VIRUS DE PAPILOMA


VIRUS HUMANO (VPH)
En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
• Podofilina solución o gel al 0,5%, vía tópica cada 12 horas por tres días,
puede repetirse por cuatro semanas (BIII).

80
• El Imiquimod, crema al 5%, se aplica tres noches no consecutivas por
semana durante 16 semanas (BIII).
• Para lesiones complejas o multicéntricas, o aquellas lesiones de difícil
acceso, algunas recomendaciones son las siguientes (CIII):
• Crioterapia con nitrógeno líquido, puede repetirse cada una a dos
semanas por tres o cuatro veces (BIII).
• Ácido tricloroacético o bicloroacético puede repetirse semanal-
mente cada tres a seis semanas.
• Tratamiento quirúrgico (BIII).
Consideraciones generales:
• Ningún tratamiento es uniformemente efectivo, por lo que no se puede
recomendar un tratamiento único para todos los pacientes. La frecuen-
cia de recaídas es alta, por lo que se recomienda que más de una opción
puede ser requerida para lesiones refractarias o recurrentes.
• La eficacia de la Podofilina es de alrededor del 40% y el 60%.
• La eficacia del Imiquimod es el 30% al 70%.
• La eficacia del nitrógeno líquido es del 60% al 80%.
• La eficacia del ácido tricloroacético es del 60% al 80%.
Prevención de la exposición:
• Se recomienda el uso de condón de látex para evitar el riesgo de expo-
sición a enfermedades de transmisión sexual a pesar de que no se ha
demostrado beneficio específico para VPH (AII).
• Se debe realizar Papanicolaou cada seis meses el primer año. Si esos
resultados son normales, el examen deberá repetirse anualmente (AII).
• Si el examen de Papanicolaou indica células escamosas atípicas de sig-
nificancia indeterminada (CEASI), se recomienda Papanicolaou cada
cuatro a seis meses por dos años. Si se presenta un segundo informe
con CEASI, habría que realizar colposcopia (BIII).
• Pacientes con diagnóstico etiológico de lesiones intraepiteliales esca-
mosas de alto riesgo o carcinoma de células escamosas deberán some-
terse a colposcopia y biopsia dirigida.

Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria.


Las recurrencias son más frecuentes en pacientes VIH +, por lo que deben ser
controlados por medio de exámenes frecuentes de detección citología y en los
casos indicados, por medio de examen colposcópico (AI).

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4.19 LINFOGRANULOMA VENÉREO
Tratamiento de elección: Doxiciclina 100 mg oral dos veces al día, por 21 días.
Tratamiento alternativo: Eritromicina oral cuatro veces al día por 21 días.

4.20 GRANULOMA INGUINAL


Tratamiento de elección: Doxiciclina 100 mg VO dos veces al día por 21 días.
Tratamiento alternativo: Azitromicina 1 gr VO una vez por semana durante tres
semanas y hasta que las lesiones desaparezcan. O Ciprofloxacina 750 mg VO,
dos veces al día por tres semanas y hasta que las lesiones desaparezcan. O Eri-
tromicina 500 mg VO, cuatro veces al día por tres semanas y hasta la desapari-
ción de las lesiones.

4.21 SÍFILIS
La sífilis (Sf) latente temprana se trata con Penicilina benzatínica 2,4 millones
unidades IM en una dosis única.
La Sf latente tardía o la de duración no conocida se tratan con un total de Pe-
nicilina benzatínica 7.2 millones de unidades, administradas semanalmente, por
tres semanas, 2.4 unidades cada semana.

4.22 ENFERMEDAD DE CHAGAS


En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
• Benznidazol 5 a 8 mg/kg/día por 30 a 60 días dividido en dos dosis (AIII)
• Nifurtimox 10 mg/kg/día por 90 a 110 días dividido en 3 a 4 dosis (BIII)

Consideraciones generales.
• Todavía falta establecer el impacto de la TARGA y la reconstitución in-
mune, pero es probable que el mantener una función inmune normal
disminuya la reactivación del T. cruzi.
• Hay información limitada entre las interacciones entre las drogas para el
tratamiento del Chagas y TARGA. (CIII)

Prevención de la exposición:
• Se debe evitar el contacto con heces del triatominos (chinchorro) (CIII).

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• Tratamiento de la vivienda para evitar los insectos (zonas endémicas).
• Rastreo de sangre y hemoderivados para detección de anticuerpos anti
Trypanosoma cruzi (AI).

Prevención de la enfermedad:
• En países endémicos, realizar pruebas serológicas específicas (BIII).
• Pacientes con menos de 200 CD4+ realizar vigilancia estrecha ante pro-
bable reactivación a través del examen directo del LCR y sangre (BIII) (si
la epidemiología y la clínica lo ameritan).
• En pacientes con TARGA no se justifica profilaxis.
• No hay recomendaciones para profilaxis primaria.

Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria.


• Indicación: enfermedad documentada
• Droga y dosis: Benznidazol: 5 mg/kg/día, tres veces por semana (BIII).
• Droga alternativa: Nifurtimox: 5- 10 mg/kg/día, tres veces por semana
(BIII).

Consideraciones especiales:
• Embarazo:
• Se recomienda tratamiento pese al riego de toxicidad (CIII).

4.23 LEISHMANIASIS
En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
• Antimoniales pentavalentes, 20 mg/kg/día IM o IV (AII).
• La duración del tratamiento es de tres a cuatro semanas (CIII).
• Anfotericina B 0.5-1 mg/kg/día (máximo 50 mg/día) (AII).

Consideraciones generales:
• La Anfotericina B se considera tan efectiva como los compuestos anti-
moniales (AII).
• La dosis óptima de la Anfotericina B no ha sido determinada, se sugiere
de 0,5 a 1 mg/kg/día con un total de dosis de 1,5 a 2 g (BII).
• Existen reportes acerca de que pacientes que reciben TARGA tienen
mejor evolución.

Prevención de la exposición:
• Educación respecto a la vía de transmisión.
• Recomendar el uso de repelentes, mosquiteros u otros medios para re-
ducir el riesgo de picadura por flebótomos (CIII).

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Prevención de la enfermedad:
No hay experiencias que permitan recomendar medidas.

Prevención de recurrencias:
Indicación: enfermedad documentada
• Pentamidina: 4 mg/kg IV una vez al mes (AII).
• Anfotericina B: 0.8 mg/Kg/día semanales en tres dosis (AII).
• Glucantine 20mg/kg IM una vez al mes

Droga alternativa:
Itraconazol: 200 mg/vía oral 2 veces por día (BIII).

4.24 INFECCIÓN DISEMINADA POR EL COMPLEJO


MYCOBACTERIUM AVIUM
En cuanto al tratamiento, el régimen preferido es el siguiente:
• Claritromicina 500 mg BID VO + Etambutol 15 mg /kg/día VO (AI).
• Agregar una tercera droga cuando CD4+ < 50 cél/ul, carga MAC alta
o fracaso de la TARGA. Rifabutina 300 mg diaria con modificación de
dosis a base de componentes de TARGA o Amikacina 10 a 15 mg /kg/día
o ciprofloxacina 500 a 750 mg BID VO o Levofloxacina 500 mg qd VO.

Régimen alternativo:
Azitromicina 500 a 600 mg/día + Etambutol 15 mg/kg/día VO

Consideraciones generales:
• Puede iniciar la TARGA simultáneamente o dentro de una a dos semanas
(CIII).
• Pacientes con síntomas moderados o severos de reconstitución inmu-
ne podrían recibir inicialmente antiinflamatorios no esteroides (CIII), si
los síntomas no mejoran se podrían agregar corticoides 20 a 40 mg de
Prednisona/día (CIII).
• El fracaso terapéutico es definido por persistencia de los hemocultivos
positivos entre las cuatro y las ocho semanas.
• En casos de usar tres drogas, es incierto cuál es la mejor, estudios con
Rifabutina sugieren que mejora la sobrevida y reduce la resistencia.
• La resistencia a Claritromicina y Azitromicina es inusual aun en quienes
están con profilaxis primaria.
• Dosis mayores a 1 g por día de Claritromicina han sido asociadas con un
aumento de la mortalidad y no deberían usarse.

84
• Se han observado mayores reacciones adversas cuando se usa Rifabu-
tina junto con Claritromicina u otras drogas que inhiben el citocromo
p450 Isoenzima 3A4, llevando a un mayor riesgo de uveítis.
• El test rutinario de muestras respiratorias y gastrointestinales para MAC
no está recomendado ( DIII).

Prevención de la exposición:
No existe recomendación específica para evitar exposición, pues el microorganismo
se encuentra normalmente en el ambiente, por ejemplo, en los alimentos y el agua.
Prevención de la enfermedad:Inicio de profilaxis primaria:
• Recuento de CD4+ < 50 cél./mm3 (AI)
• Azitromicina o Claritromicina, en las siguientes dosis:
• Azitromicina VO 1200 mg a la semana (AI)
• Claritromicina VO 500 mg cada 12 horas (AI)

Suspensión de profilaxis primaria:


Pacientes que hayan respondido a la TARGA y tengan > 100 cél./mm3 por > tres
meses (AI).

Restauración de la profilaxis primaria:


Reintroducir si el recuento de CD4+ es < 50 cél./mm³ (AIII)

Prevención de recurrencia: profilaxis secundaria.

Indicación:
Pacientes con enfermedad diseminada documentada deberían recibir terapia de
profilaxis secundaria o de mantenimiento al menos durante 12 meses, y con un
aumento de CD4+>100 cél./mm3 durante seis meses por lo menos.

Droga y dosis:
Claritromicina oral 500 mg cada 12 horas + Etambutol oral 15 mg/kg/día (AI),
con o sin Rifabutina oral 300 mg /día (AII).

Suspensión de profilaxis secundaria:


Quienes hayan recibido más de 12 meses de tratamiento para MAC y estén asin-
tomáticos y presenten un incremento sostenido de CD4+ > 100 cél./mm3 (> seis
meses).

Restauración de la profilaxis secundaria:


Recuento de CD4+ < a 100 CD4+ cél./mm3 (AIII)

85
Embarazo:
• Las indicaciones son iguales que las normas para adultos y adolescentes
(AIII).
• Se podría retardar el inicio luego del primer trimestre.
• Azitromicina es la droga de elección (BIII), Claritromicina ha demostrado
teratogenicidad en animales y podría ser usada con precaución.

86
CAPÍTULO
5 CAPÍTULO
V. PROFILAXIS
V. PROFILAXIS POSTEXPO-
POSTEXPOSICIÓN
SICIÓN OCUPACIONAL
OCUPACIONAL
Y NO OCUPA-
Y NO
OCUPACIONAL AL VIH
CIONAL AL VIH

5.1 PROFILAXIS POSTEXPOSICIÓN OCUPACIONAL


La profilaxis postexposición (PPE) es una medida secundaria para prevenir la in-
fección por el VIH cuando la prevención primaria ha fallado, se recomienda para
personas con una exposición de riesgo al VIH esporádica. El riesgo individual de
adquirir la infección VIH después de una exposición depende de la probabilidad
de infección VIH en la persona fuente, del tipo de exposición y de la suscepti-
bilidad de la persona expuesta. El cálculo del riesgo de transmisión depende de
la prevalencia de la infección VIH en la población a la que pertenece la persona
fuente y del riesgo estimado del tipo de exposición. Es preciso recordar que siem-
pre se deben aplicar las precauciones universales en todos los pacientes. A con-
tinuación, algunas consideraciones en relación con los riesgos de transmisión.

Riesgo de transmisión ocupacional del VIH:


Percutánea: 0.3% (0.2% – 0.5%, 95% IC) 10
Membranas mucosas: 0.09% (0.006% – 0.5%, 95% IC) 11, 12

Sobrevida del VIH al medioambiente:


• Concentrado de 10 millones de partículas virales (> 100 000) es posible
detectar supervivencia viral luego de entre uno y tres.
• Desecación causa rápida inactivación del virus (horas).
• Cada nueve horas disminuye en 10 veces el riesgo de infecciosidad. 13

Bases para PPE:


• 24 horas: se infectan células dendríticas en el sitio de inoculación.
• 48-72 horas: migración a ganglios linfáticos regionales.
• Cinco días: se detectan virus en sangre periférica. 14
10 Attia S, Egger M, Muller M, Zwahlen M, Low N. Sexual transmission of HIV according to viral load a antiretroviral therapy: syste-
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87
Recomendaciones para PPE ocupacional al VIH: 15
• De ser posible, se debe valorar el caso fuente de la exposición, en re-
lación con su estado serológico, su condición clínica, inmunológica y
virológica.
• Deben valorarse el estado serológico de la persona expuesta y las ca-
racterísticas de la exposición (AIII).
• La administración de la PPE debe ser realizada en las primeras cuatro
horas de la exposición, máximo hasta las 72 horas (AII). No es recomen-
dable la PPE después de las 72 horas (AIII).
• La duración de la PPE debe ser de cuatro semanas (AII).
• Cuando existe sospecha de resistencia a ARV en la persona fuente, se
deben incluir fármacos sin resistencia cruzada (AIII).
• Cuando existen dudas sobre la necesidad de administrar PPE, se debe
administrar la primera dosis y ser valorada su continuación por un ex-
perto (AIII).
• Se debe realizar serología para VIH, hepatitis B y C al inicio y en los me-
ses 1, 3 y 6 (BIII).
• Se debe valorar el cumplimiento y la tolerancia a los ARV.

Cuadro 24. Tratamiento recomendado en la PPE, de acuerdo con


el tipo de exposición.
Exposición PPE recomendada si: tipo de ex- Fuente
posición
Sangre u Penetración SC o IM con aguja IM/ VIH-1 +, o desconoci-
otros fluidos IV o sistema IV do pero con factores
potencialmente de riesgo
infecciosos
Accidente percutáneo con instru- VIH-1 +, o desconoci-
mento cortante o aguja IM/SC o do pero con factores
sutura de riesgo
Contacto > 15 min. con mucosas o
piel no intacta.
Secreciones Sexo anal o vaginal VIH-1 +
genitales Sexo oral receptivo con eyacula- VIH-1 +
ción
UDVP Intercambio de jeringuilla o agujas VIH-1 +

Régimen terapéutico recomendado (AIII):


TDF+FTC+LPV/r, o 3TC+AZT+LPV/r como esquema preferencial.

15 Documento de consenso de Gesida y PNS sobre el tratamiento antirretroviral del adulto. Enero 2012

88
5.2 PPE NO OCUPACIONAL

Cuadro 25. Riesgo de transmisión del VIH tras una exposición a


una fuente infectada
Tipo de exposición Riesgo estimado de trasmisión

Transfusión de sangre 90- 100


Recepción anal 0,1-3,0
Recepción vaginal 0,1-0,2
Penetración vaginal 0,03-0,09
Penetración anal 0,06
Sexo oral-genital receptivo 0-0,04
Pinchazo percutáneo con aguja 0,3 [0,2-0,5 IC95%]
Compartir material de inyección 0,67
Fuente: Fisher.16

Tomar en cuenta las siguientes consideraciones en PPE no ocupacional:


• El tratamiento debe ser individualizado.
• La persona debe recibir una atención integral.
• Debe incluir la profilaxis de otras enfermedades de trasmisión sexual.
• Debe valorarse la posibilidad de embarazo.
• El tratamiento es similar a la PPE ocupacional (AIII). Tomar en cuenta
que los fármacos que mayor concentración tienen en el tracto géni-
to- urinario son: TDF, FTC, 3TC y AZT. Los IP/r, ATV y LPV mantienen
concentraciones menores a los ITRN. EFV es teratogénico y presenta
una concentración genital 10% inferior a la plasmática, por lo cual no es
aconsejable. 17, 18

16 Fisher. Int J STD&AIDS 2006 (UK Guideline)


17 Smith K, *Powers KA, Kashuba AD, Cohen MS. HIV-1 treatment as prevention: the good, the bad, and challenges. Curr Opin HIV
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102
PROFESIONALES QUE PARTICIPARON
EN LA REVISIÓN, ACTUALIZACIÓN Y
CONSENSO DE LAS GUÍAS

Dra. Alicia Espinoza Barcia (MSP-Guayas)


Dr. Alexis Ortiz (Policía)
Dra. Ana Paulina Celi (FFAA)
Dr. Carlos Ramiro Arroba Orquera (MSP-Pichincha)
Dr. Fernando Mosquera (IESS)
Dra. Grace Margaret Loza Erazo (MSP-Pichincha)
Dr Alberto Castillo (MSP-Pichincha)
Dr. Javier Ochoa (MSP-Cuenca)
Dr. Juan Francisco Vaca (MSP-Imbabura)
Dr. Julián Chuquizala (MSP-Guayas)
Dr. Marcelo Chiriboga (INH-Pichincha)
Dr. Manuel Augusto González González (INH-Guayas)
Dr. Nelson Ignacio Cevallos Salas (MSP-Pichincha)
Dr. Patricio Gonzalo Hernández Manrique
Dra. Rosa Nohemí Terán Terán (MSP-Pichincha)
Dra. Zulema Heredia (IESS-Guayas)
Dr. Simon Beltran (IESS-Pichincha)
Dr. Fredy Reyes (MSP-Guayas)
Dr. Washington Alemán (MSP-Guayas)
Dr. Rodrigo Tobar (MSP)
Dr. Luis Morales (MSP)

103
104
ANEXOS
ANEXO 1. DEFINICIONES DE TOXICIDADES.
(INSTITUTOS NACIONALES DE SALUD DE EE.UU.)
Anemia moderada o severa. Hemoglobina menor de 10 g/dl (Región Interandi-
na) 8 g/dl (Costa) o caída de la hemoglobina de más de 3,5 g/dl.
Brote cutáneo severo. Brote con componente vesicular, ampolloso o desca-
mativo, o que se acompaña de fiebre y/o compromiso de mucosas (en pacien-
tes que reciben Nevirapina y desarrollan brote cutáneo severo, debe investigarse
la coexistencia de toxicidad hepática).
Intolerancia gastrointestinal refractaria. Náusea severa o vómito severo (im-
pide considerablemente ingesta de alimentos y dura por lo menos 48 horas, o
causa depleción de volumen detectable con signos vitales/ortostatismo); dia-
rrea severa (más de siete deposiciones al día o interferencia con funcionamiento
social o laboral, o signos de depleción de volumen) que no mejora con terapia
farmacológica y dietaría.
Hipercolesterolemia de riesgo y refractaria. Hipercolesterolemia que está por
encima de valores especificados a pesar del manejo óptimo con terapia hipoli-
pemiante (dosis máximas toleradas de estatinas permitidas por lo menos duran-
te tres meses). Valores especificados:

• Colesterol total:
– Superior a 200 mg/dl en pacientes con riesgo cardiovascular bajo (0-1 factor
de riesgo cardiovascular adicional).
– Superior a 180 mg/dl en pacientes con riesgo cardiovascular intermedio (dos
o más factores de riesgo cardiovasculares adicionales), o en pacientes con
enfermedad coronaria o su equivalente (diabetes, enfermedad arterial caro-
tidea, enfermedad vascular arterial periférica).

• Colesterol LDL:
– Superior a 160 mg/dl en pacientes con riesgo cardiovascular bajo.
– 130 mg/dl en pacientes con riesgo cardiovascular moderado.
– 100 mg/dl en pacientes con enfermedad coronaria o su equivalente.

Hepatitis clínica. Náuseas, vómito y dolor abdominal, sin otra explicación alter-
nativa con elevación de transaminasas y bilirrubinas de cualquier nivel.
Hepatitis paraclínica severa y persistente. Elevación de transaminasas por en-
cima de cinco veces el límite normal superior, y que no mejora a pesar de con-
tinuar el tratamiento antirretroviral en un período de cuatro a ocho semanas.

105
Hiperbilirrubinemia intolerable. Hiperbilirrubinemia indirecta por encima de
2,5 veces el límite normal superior y que el paciente no puede aceptar desde el
punto de vista estético.
Hipertrigliceridemia moderada o severa y refractaria. Triglicéridos repetidos
superior a 750 mg/dl, a pesar del manejo nutricional y farmacológico durante
por lo menos seis meses.
Hiperglicemia moderada y refractaria. Glucosa en ayunas por encima de 126
mg/dl, que no mejora con al menos tres meses de dieta y ejercicio.
Hiperlipidemia de riesgo y refractaria. Cumple con la definición de hipertrigli-
ceridemia moderada o severa y refractaria, y/o de hipercolesterolemia de riesgo
y refractaria.
Lipoatrofia moderada. Pérdida de grasa subcutánea de la cara, las extremidades
y las nalgas, detectable en el examen físico por el trabajador de la salud.
Lipodistrofia moderada. Acumulación anormal de grasa en el cuello, pecho o
abdomen, detectable al examen físico por el trabajador de la salud.
Nefritis por Indinavir. Parcial de orina anormal con sedimento y creatinina re-
petida por encima de dos, sin evidencia de urolitiasis ni otra explicación.
Neuropatía periférica severa y refractaria. Alteración de la sensibilidad, que
afecta el funcionamiento social y laboral del paciente, y que no mejora con
tratamiento médico.
Neutropenia severa. Contaje absoluto de neutrófilos menor de 500/mm3.
Pancreatitis clínica. Elevación consistente (repetida) de amilasa y/o lipasa,
acompañada de síntomas concordantes (dolor abdominal, náusea, vómito, con
o sin fiebre).
Síndrome de hiperlactasemia. Debilidad, dolor abdominal, pérdida de peso,
náuseas y/o vómito, con o sin disnea, y niveles elevados de lactato (> 2 veces
límite normal superior), y acidosis con brecha aniónica aumentada. Es frecuente
encontrar elevación de las transaminasas, por lo cual en presencia de esta anor-
malidad de laboratorio se debe investigar este síndrome.
Síndrome de hipersensibilidad al Abacavir. Iniciación durante las primeras ocho
semanas de tratamiento con Abacavir de un brote cutáneo asociado con dos de
los siguientes síntomas: gastrointestinales, fiebre, respiratorios, mialgias, y ma-
lestar general; o tres de los síntomas mencionados sin brote cutáneo.
Síntomas neurosiquiátricos severos y refractarios. Síntomas neurosiquiátricos
que interfieren con el funcionamiento social y laboral, y que no mejoran en un
período de cuatro a seis semanas a pesar del manejo médico.
Urolitiasis. Dolor lumbar y/o abdominal con evidencia de hematuria en el par-
cial de orina y/o documentación radiológica de obstrucción de la vía urinaria,
y/o eliminación en la orina de cálculos macroscópicos.

106
ANEXO 2
La siguiente tabla procura resumir los efectos adversos más importantes, su ma-
nejo farmacológico y no farmacológico, y el grado de severidad que indica su
descontinuación.

EFECTOS ADVERSOS ITRN


Antirretroviral Efecto adverso Manejo efecto Indicación
adverso suspensión
ITRN Toxicidad Sustitución del Síndrome de
mitocondrial fármaco, tratamiento. hiperlactasemia
(acidosis láctica y Coenzima Q,
esteatohepatosis)- Carnitina, Riboflavina
efecto de clase

Intolerancia Antieméticos Intolerancia


gastrointestinal (metoclopramida, gastrointestinal
prometazina), refractaria
antiácidos.
AZT Anemia y/o Eritropoyetina vs. Anemia moderada o
neutropenia suspensión del severa, neutropenia
fármaco severa sin otra
explicación

Cefalea refractaria
Cefalea, astenia, Acetaminofén, (descartar otras
insomnio AINES causas antes de
atribuir a AZT)

Suspensión del
Lipoatrofia Roxiglitasona y/o tratamiento si es
suspensión del intolerante para
fármaco si es severa e pacientes y es por
intolerante. lo menos moderada

107
Antirretroviral Efecto adverso Manejo efecto Indicación
adverso suspensión
d4T Neuropatía Amitriptilina o Neuropatía severa y
periférica neuromoduladores refractaria
y/o suspensión del
tratamiento

Pancreatitis Suspensión del Pancreatitis clínica


fármaco
Suspensión del
Lipoatrofia Roxiglitasona y/o tratamiento si es
suspensión del intolerante para
fármaco si es severa e pacientes y es por
intolerante lo menos moderada

Hipertrigliceridemia
severa refractaria
Hipertrigliceridemia Dieta (recomendada
por nutrición
idealmente) y
gemfibrozilo
ddI Pancreatitis Suspensión del Pancreatitis clínica
fármaco
Neuropatía severa y
Neuropatía Amitriptilina refractaria
periférica neuromoduladores
gabapetin vs.
suspensión del
tratamiento
3CT Toxicidad mínima ------ -------
ABC Hipersensibilidad Suspensión del Hipersensilidad
fármaco, no reiniciar
TDF Insuficiencia renal Ajustar la dosis Sustituir con
de acuerdo con clearance < a 10
el clearance de
creatinina
FTC Toxicidad mínima --------- -------------

108
EFECTOS ADVERSOS ASOCIADOS A INHIBIDORES
DE PROTEASAS
Antirretrovirales Efectos Adversos Manejo Indicación
suspensión
IP (Todos) Hiperlipidemias, Dieta, ejercicio, Hipertrigliceridemia
hiperglicemia Gemfibrozilo, severa refractaria;
(excepto Pravastatina, hipercolesterolemia
Atazanavir) Atorvastatina moderada refractaria

Lipodistrofia Cambio de Intolerancia por parte


régimen, cirugía del paciente y al
Riesgo plástica menos moderada en
incrementado severidad
de sangrado en ---
hemofílicos

Intolerancia Metoclopramida, Intolerancia


gastrointestinal loperamida, gastrointestinal severa
dependiendo de y refractaria
PI se puede o no
usar antiácidos

Elevación de Cambiar régimen Hepatitis clínica o


transaminasas/ si severa hepatitis paraclínica
hepatitis refractaria
ATV Hiperbilirrubinemia No requiere Intolerancia estética
indirecta tratamiento (sin del paciente
consecuencias
clínicas)

NVP Diarrea (10 – 30%) Calcio oral, Intolerancia


Loperamida gastrointestinal severa
y refractaria

SQV Hipoglicemia en Manejo agudo -----


diabéticos

Cefalea Acetaminofén

LPV/RTV Diarrea Loperamida Intolerancia


gastrointestinal severa
y refractaria
Astenia ------
DRV Hipersensibilidad Usar con Sustituir el fármaco
cruzada con sulfas precaución el
fármaco

109
EFECTOS ADVERSOS DE LOS ITRNN
Antirretroviral Efecto adverso Manejo Indicación
suspensión
NVP Brote cutáneo Antihistamínicos Brote cutáneo
(15%-30%) Cremas tópicas severo
Compromiso
mucoso
Fiebre

Hepato-toxicidad Sustituir el fármaco si Hepatitis clínica o


(mayor riesgo las transaminasas se hiperbilirrubinemia
en mujeres con elevan más de 5 veces o transaminasas
enfermedad lo normal más de 5 veces del
hepática de base, límite superior de lo
y CD4+ mayor de normal
250)
EFV Brote cutáneo (ver Nevirapina) Brote cutáneo
(5-10%) severo

Hepato-toxicidad Hepatitis clínica


o hepatitis
paraclínica severa

Síntomas Tomar medicamento Síntomas


neurosiquiátricos en la noche y con neurosiquiátricos
estómago vacío. severos
Puede requerir refractarios
suspensión del
tratamiento (2%).

110
Abreviaturas utilizadas:
3TC Lamivudina.
ABC Abacavir.
ADN Ácido desoxirribonucleico.
ALT Transaminasa glutámico-pirúvica
Anti HBc Anticuerpo Anticore hepatitis B.
ARN Ácido ribonucleico.
ARV Antirretroviral.
ATV Atazanavir.
AZT Zidovudina.
BK Bacilo de Koch
BID Dos veces al día (cada 12 horas).
CDC Centros de Control y Prevención de Enfermedades (EE.UU).
CV Carga viral.
DRV Darunavir.
ddI Didanosina.
EFV Efavirenz.
ELISA Ensayo Inmunoabsorbente Ligado a Enzimas.
ENVIH Estrategia Nacional de VIH/Sida e ITS.
FDA Administración de Drogas y Alimentos (EE.UU.).
FTC Emtricitabina.
GAS Gestión de Adquisición de Suministros.
HBs Ag Antígeno de superficie de hepatitis B.
IgG Inmunoglobulina G.
IP Inhibidores de proteasa.
IP/r Inhibidor de proteasa reforzado
IESS Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
IO Infecciones oportunistas.
ITRN Inhibidores de la transcriptasa reversa nucleósidos.
ITRNN Inhibidores de la transcriptasa reversa no nucleósidos.
ITS Infecciones de transmisión sexual.
IV Intravenoso.
LDL Lipoproteínas de baja densidad.
LPV Lopinavir.
MSP Ministerio de Salud Pública del Ecuador.
NAIVE No han tenido tratamiento antirretroviral previo.
NVP Nevirapina.
OMS Organización Mundial de la Salud.
PCR Reacción en cadena de polimerasa.
PTMI Prevención de la transmisión materno infantil
PPD Derivado proteico purificado (tuberculina).

111
PPE Profilaxis postexposición.
PPL Personas privadas de la libertad.
PVV Personas viviendo con VIH/Sida.
QD Una vez al día.
RAL Raltegravir.
RTV Ritonavir.
Rx Radiografía.
SIDA Síndrome de inmuno deficiencia adquirida.
TARGA Terapia antirretroviral de gran actividad.
TB: Tuberculosis.
TDF Tenofovir.
TMI Transmisión materno infantil.
TS: Trabajadoras sexuales.
VIH Virus de la Inmunodeficiencia Humana.
VPH Virus del Papiloma Humano.
VO Vía oral.

112

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