Codice
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CÓDICES MEXICANOS
XII
Libro de la vida
texto explicativo del
CÓDICE MAGUABECHIANO
FERDINAND ANDERS (Viena) / MAARTEN JANSEN (Leiden)
LUIS REYES GARcíA (México)
(Comisión Técrúca Investigadora)
LIBRO BE lA VIDA
texto explicativo del llamado
CÓDICE MAGLIABECHlANO
CL.xnI.3 (B.R232)
Biblioteca Nacional de Florencia
Introducción y explicación
ISBN 968-1~1
Prólogo
I
~O_""""~"'"t.I de la Biblioteca Nacional de Flo-
L MANUSCRITO PlCfÓRICO MEXICANO
rencia que aquí publicamos es uno de los pocos códices que lleva
su propio titulo escrito en la portada. como una frase que resume el contenido,
tal como lo vieron los monjes españoles: "Libro de la vida que los yndios anti-
guamente hazian y supersticiones y malos ritos que te:nian Y guardavan". Por el
bibliotecario italiano que al principio del siglo XVIII lo tuvo en su colecciOn, se
llama también Códice Magliabechi o Códice rrwgliabechiano.
Al igual que códices como el Vaticano A o el IxtUIxochitl, que publicamos
en esta misma colección, el Magliabechiano es un "docmnento b"JcultumI", ya
que contiene su propio comentario, escrito en español, en el siglo XVI, el cual
fiJ1lcicma como una llave para el desciframiento de los códices religiosos pre.co-
loniales. La información que contiene, tanto en sus pinturas como en el texto
aplicativo, es de extraordinaria importancia para nuestro entendimiento de
la cultura espiritual mesoamericana.. A la vez, es un interesante producto de la
llamada "conquIsta espiritual" de MtJdco, durante la que los frailes españo-
les docmnentaron la religión indígena precisamente con el fin de combatJrla y
destruirla.
Las numerosas referencias que los estudios modernos del Máico antiguo
hacen de nuestro códice, asi como la cantidad de Uustraciones tomadas de tI
en la literatura popular, muestran la repercusión y la importancia de los datos
ah! transmitidos.
Para la presente edidÓll nos basamos en la publicación facsimilar hecha.
por la Akademi8che Druck-und Verlagsanstalt en 1970. Ahora añadimos al
análisis codJcológico que la acompa11a una paleografla y un estudio del choque-
encuentro entre Mesoamtrica y Europa, que form6 precisamente el complejo
ambiente hJst6rico.cultura1 en el que se orlgin6 el Magliobechiano.
Andera y Jansen concibieron este libro exp1tcativo y escrlbieron la mayor
parte, haciendo la intetpretaci6D del códice y de su contexto. Davilar ayud6
con la traducción y actuaJt zad 6D del estudio original de Andera (1970), con la
paleografIa del texto Y con algunas notas aclaratorias. Van 't Hooft contribuyó
con datos y textos regtst:rad08 durante su ~ de campo en la comunidad 7
PRÓLOGO naua" de Nanayatla en la Huasteca hidalguense. Estos ejemplos de la tradi-
ciOn 000 nos permiten salir del marco estrictamente histórico y ver los resul-
tados del sincretismo religioso hoy en día.
Como comisión técnica completamos con este tomo la colección de 13
códices en que se trabajó durante los años 1988-1994. Fue éste tul esfuerzo
personal para hacer tma contribuciOn cientifica a las reflexiones acerca del ini-
cio del colonialismo en las Amtricas, hace cinco Siglos. Nos movió el ideal de
hacer más accesible la herencia literaria indígena como monumento cultural y
fuente histórica que tiene tul valor único para la humanidad. La presente
co1ecciOn, sin embargo, es solamente tul paso; muchos otros manuscritos pic-
tóricos, verdaderos tesoros artísticos, esperan todavía su ediciOn adecuada, su
intexpretaciOn y su divulgación entre los primeramente interesados. Espera-
mos que se encuentren los recursos humanos y los medios concretos para que
se pueda continuar esta labor en el futuro.
Durante el proyecto recibimos la colahoracion y el apoyo de muchos indivi-
* En esta obra el lector enoontxará voces como naua (como es éste el caso), nauatJ, etc.,
eacriw 881, en cursivas, sin bache y sin acento, en vez de nahua y náhuatl. En efecto, la ReaJ.
Academia Española prescribe, en voces hlspenas, el uso de la bache en las silabas hua, hue
(huarache, huevo, aldehuela, etc.), no tanto por razones etimológicas (huevo < laUn ooum), sino
como signo grifico de una cuestión fonol~ en estas silabas la hu- no desempeña función de
vocal sioo de fonema 00Il80JUiDtlc(J IW;/:/w,t.bo/. La mJsma razón tiene la preecdpciÓll del uso
de la hache en la silaba hte, en que hi- representa el fonema consonántico /YI o 1'/: bJ.er·
lla -ltu.baI.
Sin embargo, dicen los autores en el libro apllcattvo del Códice borbórúro: "Originalmente,
108 aztecas -al IgUal que otros pueblos m~erlcan08- registraron 8U8 textos literarios y
fi1oe6ñcos en l1bros pJctogralfieos como este c6düx. Después de la inV'Bllión española se introdu-
jo el alfabeto laUno, que peonitJ6, tanto a los misl.oneros españoles (como fray Bernardino de
Sahag6u) como a los intelectuales inc:Ugeuas mismos, eec:rlbir fonéticamente los relatos b.l8tórI.-
a)8, rdJglosos Y de todo tipo."
Aai pues, los autores consideran que, desde el siglo XVI, el ntuuJtl Be ha eacrito con caracteres
latlnoa ~ no meramente que _ voces Be baJan españolizado-. Por ello, en estos l1bros
ClIplJcat.ivos de los códices, _ voces se consideran en la misma forma que las de cualquier otro
idioma dJsUnto del espaiiol, y como tales se eecrlben en curstvas (como eecrlbidamos, P . gr., la
palabra &anoesa nal~). Ceo ar:epc:i6D de las cltae ___ que Be reapetan las graJlas de 1.. obras
ClOIIMIItada&-, !le procura, en la medida de 10 poefble, no eepañoJizu 188 voces del nauatl. El uso
de cuntvaa no rige, poi' 1IUpIlC8to, para nombres propios -o. gr., Quetza1coat1-, como no eecri-
birlamos, por ejemplo, F~ en cunhaa. En gencml ~ Siempre-, la ortagratla que BigUeIl
108 autores ee la de fray Al~ de Molina (Vocabularto en 1englU.l ooastel1ana g medcana...
[1671], Porr6a, MbIco, 1970) y, &obre todo, la de fray Bernardino de Sahag6n y _ Informan-
te. (C6dIca ~ y C6dfcr fIormUno) . De acuerdo con este cnterio ort.ogrüco, la hache
marca _1IIIpInId6n; P. gr.,~l,nju)i.kiI: "ftrgonzoeo'. Bo cuanto a los acentos, sa1vo
l1IrU acepc:l-. 1M peJabrae en 1llJUClt1_ . . - (]a peu6ltlma allaba ea la t60ica: /nA.~,
8 /pL~ot1/), poi' lo caal esta lequa JIO prcdM de acento ¡V41ico. {E.] .
duos e instituciones, a 'q uienes sólo podemos expresar nuestro sincero agra-
decimiento en técminos generales.
En las comunidades indígenas muchas personas nos brindaron su hospita-
lidad Y compartieron desinteresadamente sus conocimientos y sentimientos
con nosotros, lo que fue esencial para el trabajo interpretativo. Desde el inicio
la colaboración y orientación permanentes deGabina Aurora ptrez Jiménez
(m.ixteca) han empujado y guiado este proyecto.
La sección de Arqueologia e Historia Cultural de América Indígena de la
Universidad de Leiden nos dio la infraestructUra y el ambiente de trabajo ade-
cuados, así como varios apoyos concretos, para hacer y coordinar las investiga-
ciones y la redacción de los comentarlos. Varios colegas y estudiantes nos alen-
taron con su interés y nos ayudaron con sus fructíferas sugerencias. Los
equipos de las dos editoriales, en Graz y 'en México, trabajaron con mucho
entusiasmo y profesionalidad en la publicación de los tomos sucesivos de la
colección. Queremos expresar nuestra gratitud personal a todos y mencionar
aquí específicamente a aquellos con quienes estuvimos trabajando directa-
mente. En la Akademtsche Druck-und Verlagsanstalt, el señor Ewald Linke ,
cuídó, junto con Andera, la calidad de las ediciones facsimilares. En el Fondo
de Cultura Económica, la señora María del Carmen Farías coordinó las edicio-
nes con mucha eficiencia y comprensión, logrando resolver todos los proble-
mas propios de un proyecto de esta magnitud, mientras que los señores Axel
Retif Y Guillermo Hagg hicieron una magnifica labor en la corrección de los
textos, enmendando errores de todo tipo y contribuyendo de manera sigui-
ficaU\'B al contenido con sus sugerencias y observaciones. A ellos y a todos los
colaboradores directos e indirectos del proyecto decimos: ¡Muchas gracias! ,
,
." .i
PRlMERAPARTE
Introducción
l. El códice y su historia
lil e
.J ' l. -
lNTRODUCCIÓN reina de Prusia y por el rey Luis XIV de Francia. Para nosotros son particular-
mente interesantes sus contactos con otras personas que aparecen en la histo-
ria de los códices mexicanos:
8 Tampoco se sabe cómo ~ a FlORDda el Códice NuttalJ. Para dar una idea de la variedad
de coatactos azarosos que acaso coastituyenm el camino por doode puó tal documeuto, qur.re.
m08 aquf eJabonr ~te este ejemplo, como oont:iDuaci6a de lo dkho ea el reepectm>
Ubro aplicatlw (Anders, JIIDIIeD Y Ptrez JImález, 1992). El C«Ut:e NuttalJ es _ preclO8a
cr6nica mixteca precolooia1 can algunas gloeIIIs españolas del siglo XVI, eacritaa ~ente
por un moqje o un hombre de la Iglest.a. Un <lito sugerente ea que el dmntnioo fray Antoaio de la
Serna, que babia estado muy actnv ea la ~6Il de la Mildeal Alta (...tuc la deecripc:I6a
que tie BU Vida da fray Ftaaci8co de Bargoa en BU Palestra Htatorltll: fue vtcario de loa CIIIIlft:Iltoe
de YIlllhuit1an, Tepowolula, 118ldaoo Y COOrtlaJmaca, y 11cg6 a provtadal), murI6 chuaate un
viIge a Roma, ea mano de 1604, ea Elor-euda, ea el COIIftII.to de Nuestra Sc:üona de la Navela.
Para la lIIIUte de la biblioteca de este oonvento domintcslO, ~ el eetudio de Odaadi (1968).
" "Se refiere CII:huImImente a M&Ico. Scga.Ia mitad del atglo lM. Obra de un art:I8ta mal·
amo ea cu.ato aloa dfbujoe. Hauy Hanieae, 7 de mayo de 1886." 17
OO"RODUCCIÓN a trabajar para lograr pronto una edición. En el mismo año, el gobierno italiano
le dio el permiso necesario. Ya en 1891, Nuttall anunció su descubrimiento du-
rante la reunión de la American Association for the Advancement of Science,
en Washington (Parmenter, 19(6). El Peabody Museum prometió su apoyo. El
Bollettino deUe pubbUcazioni itaUane, órgano de la Biblioteca Nazionale Cen-
trale, en su nÚlIlero del 30 de abril de 1892, publica la noticia sobre la repro-
ducción fotográfica y cromolitográfica del manuscrito, costeada por Nutta1l
misma. Pero, por diversas lllZOIle8, entre otras el trabajo dedicado al Códice
Zouche-NuttaU, que descubriera en 1898, la edición del Códice magliabechiano
no se realizó. Mientras, Nutta1l prestó su copia a varios colegas para que pu-
dieran es1ndfar el documento, entre ellos Francisco del Paso y Troncoso, Nico-
lás I.e6n. Stewart Culin, Cad Curman y Eduard Seler. Este último publicó en
diversos articu10s Y ponencl as una gran parte del códice antes de que Nuttall
pudiera hacer su propia edición.
En 1902, el duque de Loubat se comunicó en dos ocasiones con Zelia Nut-
tall, avisándole que tenía un trabajo terminado sobre el códice y que lo publi-
cada si ella no daba a conocer su propia edición. Por eso, finalmente, en 1903,
Nuttall editó un fAl'8irnfl incompleto, bajo el tiMo The Book of Life of the
Ancient Mexican.s, con una breve introducción. Aunque la fecha de esta publi-
cación es 1903, en verdad no vio la luz hasta 1904, con una distribución muy
limitada. No se llevó a cabo por la prometida contribución del Peabody Mus-
eum., sino por el apoyo económico de dos ricas amigas de Nuttall. las señoras
Crocker y White1aw-Rdd. La publicación fue hecha por el departamento de
Antropologfa de la Unhersidad de California, Berkeley, gradas a su Fund for
.Archaeological ~h in Ma:ico. El amplio comentarlo que Zelia Nuttall se
habla propuesto nunca se material.izó, aunque consta que ella trabajó en él y
en repetidas ocasiooes anunció su publicación.
La edición de 1903 es incompleta, entre otras cosas porque se censuraba
una parte, en vista de la moral imperante. Tres páginas vacías no fueron inclui-
rlas, Y se discontim JÓ la secuencta de los sJgnos de los años en el p. 17v (= Nut-
tall, f. 1m). Las diez p6g1nas que faltan. junto con la extraña numeración de la
p. 2v del original como la segunda p6glna en el libro de Nutta1l (en realidad
Nuttall, f. Iv), awsan una diferencia en la numeración de las p6g1nas a partir
del f. 28, por lo que la última p6glna del códice se designa en la edición de
Nuttal1 como f. 8Or, en ftZ de 92r, que le COITe8pOI1de por su postcl6n en el ori-
ginal.1O En UD08 caeos la proporci6n del tamaño de las ilustraciooes es iDeo-
rrecta. Y adem6s se montó malla p. 76 (m Nuttall, f. 64). Los colores usados no
c:.oacua:dan con el orJgInal: el azul es verde y el ~ es demasiado vivo.
10 Cuap6¡_ ... _ _ _ a l la WIia de CIIIIIlDI'daoci Nattall cIt6 ... propia lIIUIIaIICI6u,
lB pero tIIm1IUa _e"""''''1I6maue del .........
En el mismo año en que apareció este libro de Nuttall, el duque de Loubat EL CÓDICE y SU ffiSTORlA
financió otra edición, llamada Codex Magliabecchiano XIlI.3. Manuscrit Mexí-
caín Post-colombíen de la Biblioth.eque de Florence. Reproduít en Photochromo-
graphie aux frais du Duc de Louhat. Corresporu:úmt de l'Institut. Danesi, Rome
MDCCCCIV. Esta edición, sin comentario, es más completa que la de Zelia
Nuttall, pues abarca todas las páginas del original, incluso el folio vacío y la
nota de Harrisse, pero faltan algunos diseños del borde de la página y del prin-
cipio del manuscrito. También falta parte de la numeración (véanse las pp. 16
Y 17). Los colores no son correctos tampoco, pues el rojo es demasiado vivo, el
azul demasiado oscuro y, en vez del pardo claro de todos los dibujos de cuero
pos, caras y plumas, se usó un color gris neutro.11
En 1947 apareció en México la edición de la Librería Anticuaría Guillermo
M. Echaniz, que lleva el mismo nombre que la edición de Nuttall, pero en
español: Libro de la vida que los indios antiguamente hazian y supersticiones y
malos ritos que tenían y guardavan. Manuscrito pictorico mexicano postcorte-
siano conservado en la Biblioteca Nacional de Florencia, Italia. Esta edición
consiste en dibujos calcados y coloreados a mano.
En 1970 se produjo una edición fotográfica facsimilar en la serie de códioes
de la Akademische Druck·und Verlagsanstalt (ADEVA), en Graz. Por la fotogra-
Ba en color, la introducción y la descripción detallada supera en mucho las
publicaciones anteriores del manuscrito. Cuidó la edición y escribió el libro in-
troductorio Ferdinand Anders, quien corrigió también la transcripción del nom-
bre, usando "magliabechiano" y "Magliabechi", de acuerdo con la ortografia
italiana, en vez de la acostumbrada pero errónea escritura de este nombre, con ,
doble ce. Esta edición ha sido la base para los estudios modernos y también
.,
para la presente edici6n.l 2
La publicación más reciente del códice, de Elizabeth Boone Hi11 (1983), es
en realidad una reimpresión de la edición de Nuttall, pero esta vez junto con
un comentario nuevo y amplio, escrito por Boone misma. El título del trabajo
de Nuttall es el mismo: The Book ofLife ofthe Ancient Mexi.cans, pero el nom-
bre que Boone da al códice es el establecido por Anders: Codex MagliabechL
El original del Libro de la "ida consiste en 92 páginas o folios de papel
11 Boone obeerva: "the printe.d colOl'S only occasiooaUy match thdr &aming Ollt.lmea, 8Dd fue
quality oí the Une ls poor. No preliminary sketches are visible in fue 1904 editiou. although
the crasures 0Il foli06 18 recto and vaso, 19 recto and 22 rectD are shown. The aambera indio
cating fue bcgtrming oí each gathe:dDg are included, 8Dd all the pages are reproduced, iDcluding
fue flyleafwith Harrisec'sllOte" (198S, p. 17).
12 En dicha ediciÓll Y e:n la praleDu no se ha iDcluido el papelito con la obIenación eecrlta
a mano de Hcmy Barriese, cuya reproducciÓll facsúntl se puede e:ncontrar en la edición de
Loubat (1904). 19
1,
1NTItODUCCIÓN Original Original
Loubat (1904) Nuttall (1903) Loubat (1904) Nuttall (1903)
Gnu (1970) GrCl% (1970)
México (1995) México (1995)
Ir 1 [= Ir] 47 55
1v (sin texto) falta 48 S6
2r (sin texto) falta
2v 2 [= Iv] 49 87
8 8 50 88
4 4 51 S9
5 5 52 40
6 6 68 41
7 7 54 42
8 8 55 48
9 (sin texto) falta 56a 44
10 (sin texto) falta 57 45
11 9 58 46
12 10 59 47
18 11 60 48
14 12 61 49
15 18 62 50
16 14 63 51
17 15 64.a 52
18 falta 65a 68
19 falta 66 54
20 falta 67 55
21 falta 68 56
22 falta 69 57
28 falta 7f1> 58
24 falta 71 59
25 falta 72 60
SS falta 7S- 61
27 falta 74 62
28 16 75 63
29m 17 76
77
64
65
8(}1> (ll) 18
81 aro 19 78 66
82 (JV) 20 79 67
38M 21 80 68
54 (VI) 22 81 69
56 (VII) 23 82 70
86 (VIII) 24 88 71
W1 (DO 25 84 72
88 00 S6 85 78
89 (XI) 27 86 74
Tabla de concordancia 40 (XII) ss 87 75
76
4l (XIII) 29· 88
48 (XIV) 80 89 77
al"ramtlpoJ*ll Baraa. DE&- 48 (XV) 81 90 78
SI 91 79
c:dptio " " (XVI) 80
. . (XVII) 38 9B
b l'h*Iapo¡.ra Iknaa, D6-
46 (XVIII) 84
CIIIIa Sqpmda
europeo, de 152.5 x 210 mJlim.etros.18 El aspecto del códice mismo sugiere ELCÓDICEysumsroRIA
que estA completo. Los 92 fr., a acepción de tres, llevan pinturas en el lado
anverso de la página (indicado con la letra r de "recto"), y muchos están acom-
pañados con glosas en español al lado reverso de la página (indicado con la
letra D de ''verso''). Estas glosas (a mano izquierda, cuando se abre el códice)
siempre son comentarios sobre la pintura que sigue (a mano derecha).
El papel, un poco amarlllento por su antigüedad, se ha conservado bien. La
letra es bastante legible en todas partes, Y hay pocas palabras o letras daña-
das. En los JI. 1-5,9-16,62,64 y 71, se o~ los finos vestigios de carcoma,
sobre los que posteriormente fue pegado papel. El f. 76 fue arrancado, pero
posteriormente fue cosido y reforzado con gasa. Otro ejemplo de tal refuerzo se
nota en el f. 64.
Actualmente, el original del códice está encuadernado con una cubierta mo-
derna de cuero de color oecuro de 166 x 217 mJlim.etros. 14 El volumen con-
tiene algunos folios que se le agregaron después: los fr. III (no contado) + 1 (no
contado) + 92 + III' (no contado), pues ai prlndpio yal final del libro, como
guardas, se utilizó papel de barba, sin filigrana. Sigue una hoja más antigua,
que tampoco es parte de la obra original, en que se escribió con lápiz la si-
guiente nota: "XIII Anon: vida de los Yndios".
En la p. Ir hay d08 signaturas, en la parte superior derecha, con tinta: D.3.,
Y en la inferior izquierda, con lápiz: B.R 232. En 108 fr. Ir Y 92v hay además
una impresión roja de un troquel con el tato "Biblioteca Nazionale Centrale
Firenze Mes", con la corona real encima. En 1883 se procedió a inventariar el
manuscrito. Es posible que en ese tiempo se haya realizado la encuadernación,
que Del Paso y "froncoeo mencionó en 1898.15 Después de la segunda página
siguen nueve cuadernos, cada uno compuesto de cinco pliegos. Estos cuader-
nos están m1merados, del 1 al 9, 10 cual demuestra su antigua unidad. Los
números se ven en el centro de la parte superior de las pp. &, 1&, 23r, 33r,
43r, 53r, 63r, 7& y BSr. Esta m1meracilm falta por completo en la reproducción
de Nutta11 (1903), pero en la edición de Loubat (1904) sí aparecen los números
3, 4, 7 y 8, aparentemente incluidos por casualidad.
Atención especial merecen Ia8lfneas de los márgenes en las pp. 20-34, 86-
13 NuttaD (1908, p.XVIl) y Del Puo Y Troacoeo (1898, p.68) aeñalaroa que d --=rtto
JDedfa 1515 x 212 millmetros, pero Booae menctona las cifras de 16 x 22 CCDtfmetro8. De las
COIIIpII1'IIdoa coa otras edJdone8 basta ahora pnbl!cadas, ae deeprmde que d papel no ha
8fdo recortado mM, porque, de ea . ., ae hubJenm produddo p&dfdas en d tato Y en loe dibu-
jos en loa foIioe 11, l2, 13, 1M y srT.
14 Para tmnar las fot.osnúIaa pamla edJdlIn de Andas (1970), se abrl6 d maml8C!"!to y se
cucaade:m6 de nuevo.
111 Del PMo Y Troacoeo (1898, p. 68) habla de "1IDl cabia1a de cartmx:Illo puesta en Italia... 81
38, 58-59, 66 Y 07. En parte se nota que fueron producidos por un
objeto obtuso, Y en parte se trazó la línea encima con una pluma
gris. QJ.rlzá se trate aquí de una reprodUCCión del tamaño de un
original o prototipo ahora extraviado (vtase abajo). Tambitn los
puntos señalados en el titulo, p. Ir, pueden referirse a los aparta-
dos en la portada de tal prototipo. En la sección que trata de los
años se corrigieron unos círculos superfluos en los fr. 1Sr a 19r y
21va22r:
..
C6dIce magt..........fJmo (If. 89 g 91). caso, de las iniciales del fabricante. En los Códices matritenses de
a b e
Variantes de la mano abierta (Mena, 1925).
Las ftlJgrruu:u del Códice wtJcano A (8788). Las dos primeras. a y b son del interior Y las e y d se encuentran en las
~ de cubierta del manuscrito.
Sahag6n esta filigrana de "la mano con flor" aparece con otra que consiste
en un hombre con un bastón (un peregrino caminando), colocado dentro de
un clrculo con una cruz trebolada encima. Mena estableció que este peregri-
no apareció en la Nueva España desde 1548. Ambas filigranas forman parte
del Códice Thdela, que estA emparentado con el MagliDbechi. El peregrino en
el clrculo se e:ncu.entra además en el Códlce Mendom, combinado con las le-
tras "AMI".17
Durante todo el sJg10 XVI, España importó mucho papél desde Italia, Fran-
cia Y 108 Paises Bajos, por 10 que papeles con filigrana id<ica Y de uso ro-
mente aparecen también en Nueva España: No es posible dar una fecha más
preciBa en cuanto a las filigranas menclonadas.18
Cabe obeerwr que las filigranas del Códlce oaticanus A (Vot. Lat. 3738), que
probahIemente es copia del C6dIce ~remensúJ, discrepan de 108 manus-
critos Ja deecritos. Alli se ven: 1) una Ancora pintada dentro de un cfrculo,
eadma del cual está una estrella de seis ptmtas, Y 2) un cordero con una ban-
dera (a¡¡nJM dei), también colocado dentro de un drculo. Las hqjas de cubierta
tienen en elIado izqukrdo de la pégIna una azucena en un circulo doble y en
el lado dem:ho un cartucho con la iDscripci6n: "Antonio Fomari/C. Fabrlano".
.1 I
~I
- -¡--- [EE]] CódJce Tudcla (Museo de Amtdca)
Posición de filigranas en algunos rnanuacritos: una hqja es recortada por la mitad Y después las dos rnedia8 hqJas son
dobladaa, por eso la parte s.uperior de la filigrcuw. se De en un lado del foUo y la inforiqr en el otro.
Cabe observar que las 1lligranas del Códice vaticanus A (Vat. Lat. 3738), que
probablemente es copia del Códice tellerlano-remensis, dJscrepen de los lI18IlU8-
critos ya descritos. Alli se ven: 1) una áncora pintada dentro de un circulo,
encima del cual está una estrella de seis puntas, Y 2) un cordero con una ban-
dera (agrw.s dei.), tambitn colocado dentro de un circulo. las hqJas de cubierta
tienen en el lado izquierdo de la p6giDa una a.zucena en un circulo doble y en
el lado derecho un cartucho con la inscrlpc:I.6n: "Antcmio Fomarl/C. Fabriano".
las dimensiones de ios folios de los IIl8I1U8Crltos son muy diferentes entre
sto De ellos, el Códice vaticano A tiene los folios de mayor tamaño ( 466 x 296
millmetros). En cuanto al Códice te~remensis, Hamy menciona en su in-
troducción las dimensiones de 820 x 220 millmetros, mientras que el fat:sfmO
tienen p6gJnaa de 830 x 260 mOfmetros. El Códice Mendoza mide 820 x 215
millmetros. De tamado similar es el maw"nito sahaguntlno de Florencia, el
Códice florentino (Cod. 1Aur. Medie. Palat. 218-220), de 805 x 210 mOfmetros,
.INIlfODUCClÓN sino que forma parte de un conjunto o "familia" de documentos íntimamente
relaeionados. Cuatro man11scritos pictóricos (todos en papel europeo) pertene-
cen a este grupo, llamado "magUabechiano":
Betas Y otru m.ucbae ceTf'mOOfaa ordenadas por el demoaJo teman los JndJoe de
esta tIe:ml, las cuaJa, por ser muy ftrlaa, y mi intento tratar del deecubrimiento Y
coaquiIIta de la Nueva Eapda, DO Jas eacrfbo por e::xt.emIo, contento con haber dado
en c:ate pdmaO UbIO de esta mi cr6Dfal algIma DOtlda de loa rttoa Y costumbres
que en ata Uema habla -jJOl'QUe DO era razón que habteado de e8Crlbir el des-
cabdmIad.o y cuaqutBta de dla, DO dfJeae primero algo que a 8U tntdige:Dcla per-
taIcdP--, ftIIlitIbMIome en lo demú a UD Ubro que eobre esto estA hecho, el cual,
alo que pIaIBo, ..Jdm JIIaID alu&••• [Ubro 1, cap. 81].
Los textos del grupo no son iguales, solamente coinciden en parte, y en EL CÓDICE y SU HISIORIA
otras hay notables discrepancias. Algunos contienen dibujos o textos 1Ínicoe,
especlficoe para este o aquel manuscrito. En cuanto al contenido, los textos
muestran numerosos paralelos, pero no forman una sola entidad completa o
consistente. No existe, pues, un texto coherente con respecto a, por ejemplo, el
calendario. Los cuatro códices mencionados tienen tanto dibujos como textos.
El materlal se presenta en segmentos; cada segmento tiene un distinto dios o
rito como tema. Hay un dibqjo en la página derecha Y el texto correspondiente
estA abajo o en la página izquierda.
La relación precisa entre todos estos códices y crónicas que forman el
Grupo magIiahechiano es dificil de establecer y sigue siendo tema de debate
cientifico. El Códice mogliabechiano no es el original del que derivan los de·
más: muchos errores en los textos españoles ~ytlautecutl por Mict1ante·
cuhtli, ecacurcatl por ecacozcatl, trecuzis por tecuciztU (p. Sv)- demuestran
que se trata de una copia. Pero en los demás miembros del grupo vemos los
mismos errores.
Después de algunas primeras observaciones de Nutta11 al respecto, el Gru..
po magIiahechiano fue definido por Robertson (1959; véase también Glass Y
Robertson, 1975). Luego el estudio de Andas que acompaña la edición facsi·
milar del MagUabechi.ano (1970) ha precisado más el problema, especialmente
en cuanto a la definición del posible prototipo, el proto-M.agliabechiano. Des-
pués de una investigación amplia, Andas (1970) había establecido que el ~
dice mogliabechiano mismo no fue el prototipo, sino que fue copiado de un ori·
ginal similar, ahora desaparecido. El Grupo magUahech isJlO, obeerY6, se puede
dividir en dos subgrupos, a 106 que designó con las letras A Y B. El subgrupo A
consiste en el Códice mogUabechi.ano y d06 documentos estrechamente vincu·
lad06 a él, a saber: el Códice IxtULxocIútl Y la obra de Cervantes de Salazar. Al
subgrupo B pertenecen el Códice Thdela Yel t.exto Costumbres.
Partiendo de la edición y el estudio de Andas (1970), autores como WUker·
son (1974), Boone (1988) Y Riese (1986) han elaborado esta idea de un "úbol
genealógico" de 106 documentos del grupo, llegando a coocluaiooes diferentes.
La materia es complicada, pues hay que comparar y cotejar con cuidado y pre.
cisión tanto las im6genes como 106 textos. Además, varios mam1fllTttoe 80D de
di8cfl acceeo y los investigadores Wl8Il a menudo dlferen.tes lIOIIlbn:s para re·
ferir&e a 106 originales.
Siguiendo sugerencias de Ángel MarIa Garibay y WJgberto Jim&1ez More-
no, WiJkerson ha propuesto la bip6tests de que el autor del prototipo del Gru.-
po magliabechiAno fue nada meDOS que &ay Andrés de Olmos. Sabem06 que
Audr6i de Olmos aad6 en EapaJla, aprmrtmadamente en lfiOO; se afilió a la
orden &anct....na mú o meDOS en 1510 y lleg6 a MlJdco en 15S8, junto
li t
INmODUCCIÓN con fray Juan de Zumárraga, un hombre influido por el hunumista holandés
Erasmo. De 1533 a 1589 Olmos fungió como profesor en el Colegio de la Santa
Cruz de TIatel01co, donde enseñó filosofia y lógica. Además, Olmos tenía un
doctorado en cánones y derecho civil. En 1583, recibió la orden del obispo
Sebastián Ranúrez de Fuenleal y Martín de Valencia de escribir un libro con-
cerniente a la historia indigena de la región Máico-11axcala·Te.xcoco. El Cole-
gio de la Santa Cruz era famoso 'por su m.an.era humanista de trabaJar, lo que
se aprecia en el mttodo con el que Andrés de Olmos obtuvo su información:
interrogó a sus estudiantes y los asistió en el trabajo -más tarde, fray Bemar-
dino de Sahagún usarla el mismo mttodo para escribir su famosa obra enci-
c1optdica-. De este libro de Olmos, se han extraviado tanto el original como
las copias Y el resumen que el mismo Olmos hizo después. Los escritoe que
con certeza se sabe son de su autoria son su gramática del naua.tl, su Huehue-
tlatoUi y algunos tratados (véase Baudot, 1990).
En 1589, fray Andrés de Olmos dejó el Colegio de la Santa Cruz de TIate-
10Ico y llegó a ser abad del monasterio de Hueytlapan, en el actual estado de
Puebla. Cuatro años después, salió de aquel monasterio para ir al de Tecama-
chalco, donde fue guardián. En 1553 pidió autorización para fundar un monas-
terio en Pánuco (Meade, 1960).
La teorla acerca de que el prototipo del Grupo magHahechiano fue recopila-
do durante esta JnvestJgación de Olmos, ya por tI mismo o ya por otros que le
ayudaron, es muy sugerente, pero, por lo pronto, carece de ptUebas. Hay indi-
cios en su favor, pero tambit:n problemas y elementoe inexplicables. Es cierto,
por ejemplo, que las referencias a la región de Cuernavaca (estado de More-
los), que son tan prominentes en el Grupo magUabechiano, tienen su paralelo
en el 2hztado de HechJcerú:JS y Sortilegios, de Olmos:
Sabréis que cuando yo, fray Andrés de OIm08, allá vtvfa, en la reglón de Cúemava·
ca, quiz4 ya hace veinte ados [± 1588], un hombre casado vtvfa en un templo; me
dJjo que oyó que ti, el hombre·tecolote (el DIablo), !le apareci6 a un hombre y le
lD8Dd6 que Damara a alguaoe en secreto; para que all4, a la entrada del boeque fue·
ran, para que en BU preseDda cumplieran con ti; y de este modo 10 hicieron. Luego
fiIeroo. fI8B1T8doa, en una casa fueron eucerrados; yo vi a algunos de d1os, e inteno-
p a aquel a quien !le apued6 el DJahlo, a aquel que por BU causa 8IlÚ1ó amones-
tad6n para m.ortificaree; Yle Int.errogat para que me dijera cómo !le apared6, cómo
le habl6 [1990, p. 48].
Pues es de saber, que en el año de mil y quiJúentos Y treinta Y tres, siendo presi-
dente de la &al Audiencia de Mbico D . SebasWn Ramirez de Fue:nlea1 (obispo
que a la sazón era de la isla Española), Y siendo custodio de la órden de nuestro
Padre S. Francisco en esta Nueva España el santD varón Fr. Martin de Va1eucta. por
ambos a dos fue encargado el p&dre Fr. Andrés de Olmos de la dicha orden (por ser
la mejor lengua meJdcaDa que entonces habfa en esta tierra, y hombre docto Y dis-
creto), que 8IICIlSe en unllbro las antlgüedades de estos naturales indios, en espe-
cial de Mbico, y Tezcuco, y TIaxcala, para que de ello hubiese alguna memoria. Y lo
malo y fuera de tino se pu.d.iese mejor refutar, y si algo bueno se bailase, se pudiese
notar, como se notan y tienen en memoria muchas cosas de otros gentiles. Y el
dicho p&dre lo hizo asi. que habiendo visto tDdas las pinturas que los caciques Y
prlDcfpales de estas provindas t.enfan de sus antiguallas, y habitodo1e dado los
más andaDOS respuesta a todo lo que les quiso preguntar. hizo de todo ello un libro
muy copioso, y de él se sacaron tres O cuatro trasuntos que se enviaron a &paña., y
el original dió d~ a cierto relJgloso que también iba a Castilla, de suerte que
no le quedó copia de este libro, aunque le quedó memoria de lo priDcipal que en tI
se contenta, por haberlo inquirido por divtt:sas veces con mucho cuidado y aten-
ción. y haberlo escrito y tratado de ello en largo tiempo; y como después de algunos
años, teniendo notic1a algunas per8OD8S de autoridad en España de cómo el dicho
padre Fr. Andrts de Olmos habla recopilado estas antlgu:allas de los indios, acudie-
sen a pedtrselas, y entre ellos un cierto prelado obispo a quien no podfa dt;Jar de
satisfacer, acordó de recouer sus memoriales y hacer un ep1l0g0 o suma de lo que
en el dicho libro se contenfa, como lo hizo [1971, pp. 75-76].
La razón por la que algunos piensan que Olmos pudo haber sido el autor, o,
mejor dicho, el compilador, del prototipo del Grupo magliabecbtano es que su
i:rabgo fue muy conocido en el siglo XVI y era utilizado por cronistas fiun0808
como MotolJn:ia, Las Casas.Mendieta, Zurita y Torquemada. Wi1kerson opma
que quizá el prototipo del Grupo mag1tahechtauo no consista en un 8010 ma-
nuscrltD, pues Mendieta dice que aistJan varJas copJas del "l1bro copi08O" de
Olmos.19 Esta refereoda se puede interpretar como iDdicio de que aquellos
tatos eran copias completas, pero esto no es B8f necesariamente: tambitn es
posible que se ~ tratado de coplas select.tvas de distintas pertee. Seg6n
WilJrerson, tanto el CódIce TudeIa como la cr6nica l1amada HIlItorl4 de ... Mexi-
19 ECect:tnmarte cdatal _ pam ~ que tmItD la 1Iút.arlta de loe Meaa.u.. por_
l'rIaan. CIIIIIO la H~ da MecItJqw 'UlU••..,., puU de]a . . percUda de 0Im0e (Gmibay,
197'9, lDbQd M d6n). 19
canos por sus Pinturas pueden ser copias en este sentido, y juntos quizá consti-
tuyan una parte considerable del "libro copioeo" de Olmos.
Wilkerson ve la crónica Costumbres como una copia directa Y tardía del Có-
dice Tudela. En el Códice magliabechiano están dos terceras partes de los asun·
tos tratados en el Tudela, pero hay notables diferencias. Las Uustraclones del
MagUabechi.ano a menudo son mAs completas o van acompañadas de interpre-
taciones distintas (por ejemplo, pp. 82r, 85r y ~v) o inás acabadas; la cuenta
ca1eodárlca en la parte final del Tudela falta en el Magliobechiano. De ah.i,
Wilkerson concluye que el Magliabechiano es de una fecha mAs tardía que el
Códice Tudela, pero que fue hecho con base en una copia anterior a éste --1lD.
proto-Mag1iabex:hisno-, en la que no aparecía todo el material que ahora ve·
mos en el Tudela. La Crónica de la Nueva.España, de Francisco Cervantes de
Salazar, parece ser 1Ul tato abreviado del Códice Thdel.a; enriquecido con datos
complementarlos tomados de diferentes fuentes.
Hay tres argumentos principBles que apoyan la tesis de Wilkerson. Primero,
el material de Olmos proviene de una época muy temprana, y lo mismo vale de-
cir acerca del Grupo magl.iabechJano. &. segundo luga¡; sabemos que el trabajo
de Olmos era w}uminoeo, de modo que pudo haber incluido el prototipo del Gru-
po magUabtthiano junto con otros tatos. El tercer argumento se refiere a ~ mo-
tivacl6n de Olmos y a la manera en que obtuvo la informaci6n para su trabaJo:
era fnmcieca no, dedkado a la evangeUzaci6n Y a la "lucha contra el demonio";
visitó los Bitios mendonados en el Grupo magUabex:hiano, era 1Ul hombre bien
educado que enseñaba en 1Ul iDstituto hw:nanista. YdooJinaba no 8610 el nauatl,
sino tambiln el-totDoaco yel UlJ8teco. Este último punto consti~ a la vez 1Ul
8JllUDlCIlÍO en contra de la tesis de WUkerson: como gran conocedor del nauatl
y autor de una gramática de esta leugua, Olmos dtfld1mente pudo ser responsa-
ble de las muchas eacr.lturas defectuosas Y los etrore8 ort.ográ.ficos que apare-
cen en el Grupo maglfabechfano. Por otra parte. hay que tomar en cuenta lo que
dice MaIdieta eobre 811 obra, JIl que es una de nuestras prtndpales fuentes:
y JO que eato acdbo, teniendo aIg6n daeo de lIIIbu eatas anttguallas, ha muchos
do& que acadf al mismo padre R ADd.rts, como a fuente de doude todos los arroyos
que de ata mat.a1a han ttatado emanaban, y él me dijo en cuyo poder hallarla ata
al dltIma ra:opd""'" acdta de al pmpIa 1D8IIO, Yla hube Ytuve en mi poder; Yde
ella y ele otzoe eecr1toe cid padre Pr. Todbto [de Benawnte, Motolmia), 1DlO de los
prbDaOe doce, eeqat 10 que en este lJbro de los antiguos rttoe de los Indios eecrl·
bo••• U971, p. 76].
Creemos que 108 autores de estos comentarlos a las pinturas lndfgaIaa de estos dos
c6dices [TudeIa YMagUabechiJ, fueron misioneros y que coafecdonaron estos c6di-
cea, como Be dke en otra parte, para ilustrar aobre la rdJgllm Y CO!'*"unhrea de estos
tndJoe a los millionaoe que Iban llegado a Mtjk:o, y para que, a modo de 1IIlIe8tra-
do. \'ie:nm en la Corte del rey de Ea!p6a . . creax::Iu, rltlJ8 Yc:oatumhra. F.utre los
m ....... roe "'1Ipdnla UD08 .......... loe c6dX:a W ..... para datratrIoe, poi" juz-
pdoe lDBtrumeDtoe ldoWrlcoe Y ot:roe los lww:aben tambtb!, pero para ...miar-
loa, para CIJIIOCU aquel muado precort.eeIaDo, CIOIl ol!feto de ortadar mú eficazmen-
te la Cliiiiftlllillll de loe 1DdkJa. •• No ea poIIIbIe llftIdmtIr DI en ~ qaIi:D pudo
la' d IIIÚOI" del teUo Y d ox.ficoc!nnedar de lIIIaUo c6dIce (1980, p. 40]. 81
INrRODUCCIÓN FJ gran historiador mexicano Wigberto Jim&1ez Moreno, en su erudito epi-
logo de la edición del Códice Tudela, reseña la tesis de Wilkerson, presentando
CODSideraclones propias en pro y en contra:
la hip6teais de este llltimo autor, que asigna a Olmos la patemidad del "Códice Tu-
dela", es muy sugestml y dJgoa de ser tDmada en COIl8idemd6n aunque, para acep-
tarta plenamente, babrfa que explk:ar, entre otras cosas (y 8610 como una muestra
de 108 problemas inherentes a tal identlficaci6n), cuándo y en qué 1lUUlUa pudo
~ Fr. Andrés las BingUlares notJdas que aporta sobre los yopis, pues no sabe-
mos que los franciacanos hayan ~o alli en los primerOS tiempos loo.]
No cabe duda de que, aparte de lo ya comentado, hay otras razones que iDcli-
narfan a atribuir a Olmos la patemidad del prototipo de los códices Tudela y Ma-
gllabea:hi, el cual podrla identificarse con el "libro muy copioso" que compuso di-
cho fraile, tal va entre 1588 y 1546, mientras la "Suma", posterior, datarla de poco
antes de lMlS, contemportnea, por tanto del Códice Tudela. la elaboración del
prot.otJpo de éste y del MagJJabecclú debe situarse antes de 1547, puesto que de-
bieron tI'an8carrlr algtmos años antes de que smgIe8en ambos documentos, que ya
aIstlan alrededor de 1555 [. ..] Como la oomposiciópD del "libro muy copioso" de
NorA: RiaIe l!oIntctiza l~ difereDia mode1oe de Booue Yde ti mJsmo en eetos cuadros.
• Documentos pe:rdJdoe cuya eDJtencI· IIC posIWa.
1) 1& &milia de lrlUlmchit1, que CODSiBte en: la primera parte del C6dice
Ixtllb:ocItltl, la tercera parte del C6dice ~ytla ("Modos"), y la HIstori4
AntWua de N#zIco, de VeytJa ("Veyt:Ia");
B) la fiunJlJa de Cenantee, que estA funnada por: Cenantes de Sa1azar y el
C6dice rnaglIabechi.an;
8) la familia c:epaM1a,a la que pertenecen: el ~ Tudela, las cr6nicas
.ne.tas y c..c.tumbra, . . como la obra de Herrera.
C ••trmP...to atila tft8 famU_ Y c:.oaaideraDdo elanentoe como las man-
- . el talo, el anka de loe capltuloe Y el de las fiat.ee gmeralee, Rlc8e dabo-
81
Flato.
« 1787)
NorA: Rie8e IIIntetJza 108 difere:nt.es moddoe de Boooe y de él mismo en estos cuadros.
• Documentos perdid08 cuya Cldstencta Be postula.
ro una tabla de las complejas relaciones entre ellas. De estas familias, Riese
pa.rte para postular los respecttws prototipos mediante dos modelos: prefiere
la teorfa de que el Cócl.Ice magUabechtano es copia de un códice perdido desig-
nado como "Rictos y Costumbres", que a su ~ fue copja del proto-Maglia-
btthfAD(), pero, como alternativa, mantiene también el modelo más eenciIlo de
Andera, en el que el Cócl.Ice magUabechtano se presenta como copia directa
de un proto-Magllabechiano.
Concluimos que la idea de que el grupo se deriva de un proto-M.ag1iabechia-
no, ahora perdido, ha mostrado su utilidad, pero, a la ~, con los datos ahora
dtspnnibJes, raulta dJBcil avanzar uuls: en el material e:xisten ambfgiiedades y
problemas no resueltos que impiden afirmadoaes más pred8as.
86
SEGUNDA PARTE
El Grupo magliabechiano
como fuente histórica ,
11. La satanización de Uitzilopochtli
fI] OMO CONCWSlÓN DEL EXAMEN POBMENORIZAOO del origen del Grupo
msg1i a bechiano, podemos a1inpar que éste surgi6 como parte de
la actividad misionera de los frailes españoles. Queremos ahora profimdizar
algo más en ese contexto histórico-cultural, el complejo y traumático choque
espiritual entre Mesoamérlca y Europa.
Cualquier di8cusión acerca de las culturas americanas nativas en estos
años se realiza dentro del marco de la conmemoraci6n del quinto centenario
del ~ de Crist6bal CoI6n en 1492. Efectivamente, es 1UUl fecha Y UD hecho
muy importante para la historia europea, porque significó la ealida de la tpoca
medieval, el principio de la apen si6n colonial y, como tal, el :ink:io del des-
&rollo capitalista-industrial en los siglos posteriores. Para los pueblos indíge-
nas aignific6 el eometimiento a poderes atranjeros y la hlstauraci6n de una je-
ra.rqufa colonial. Las relaciones de explotación entonces establecidas perduran
hasta hoy ciJa. La fecha de 1492 señala entoaces más que UD simple aconteci- 89
1
EL GRUPO miento del pasado: es un momento ideológico que tiene consecuencias sociales
MAGUABECHIANO
-y hasta traumáticas- para nuestra realidad de hoy.
COMO FUENTE msromCA
Este carácter ideológico implica que hay muy diferentes visiones acerca
del hecho y de su significado. Pasando por alto la presencia de seres humanos
en el hemisferio occidental durante más de 30 000 años, la visión de España y
de los conquistadores dice que Colón fue el "descubridor de América". Pasan·
do por alto la injusticia Y la violencia que sufrieron los pueblos indígenas, las
repúblicas latinoamericanas prefieren hablar del "encuentro de dos mundos".
Cuando examinamos las relaciones históricas entre los americanos nativos y
los europeos, concluimos precisamente que nunca hubo un verdadero encuen-
tro entre los dos mundos. La visión de los pueblos indígenas mismos hace
hincapié en los efectos negativos de la colonización: el genocidio y el eíno-
cidio. Y frente a eso su propia ·r esistencia: su lucha de quinientos años en
defensa de su dignidad humana.
Este gran proceso constituye de manera ineludible el marco histórico y con-
textual para los actos políticos Y los estudios científicos de nuestro tiempo. En
este capítulo queremos rastrear algunos detalles de aquel proceso y, así, clari-
ficar algo más del contexto original en el que se inscribe nuestro manuscrito.
El término "indios", con su carga discriminatoria, ya remite a la historia:
Colón estaba en camino a Asia, llamada "India" en aquel entonces. Pensaba,
con Toscanelli., que a su vez se basaba en Ptolomeo, que la circunferencia de
la nerra era relativamente corta, de modo que parecía muy factible llegar a
China. Sus contrincantes (basándose en Erat6stenes) pensaron que la distan-
cia era tan grande que se les antojaba cosa imposible llegar al otro lado del
globo cruzando la gran extensión del .océano. Entretanto, los Reyes Católicos
tenían interés político en establecer relación con el khan de China, para foIjar
con él-una alianza en contra de los moros, amenaza constante también después
de ia toma de Granada en 1492 y la tmifieación de España. Hubo desde luego
interés general por difundir el cristianismo, legitimar el poder supremo de los
reyes medievales y buscar materialea para el comercio. En la época de Colón
existían muchas nociones preconcebidas sobre las islas lejanas del Oriente, así
como sobre las del Poniente. Estaban más allá del horizonte conocido y, por
eso, constituyeron el terreno de la ficción, visto a la vez con añoranza o fasci-
nación y con miedo o con horror. Allí se situaban el Paraíso y los imperios de
un cristianismo primordial, pero allí también vivian gigantes, antropófagos,
amazonas y otros seres bárbaros O inhumanOS.
Esta doble fascinación.existe hasta hoy día: culturas y pueblos diferentes,
exóticos, son vistos por el europeo en parte como primitivos Y holTOl"0808, en
parte como paradisiacos y no contaminados. La astrología medieval eneeña
40 además que los habitantes de las tierras tropicales están regidos por Saturno,
un planeta que va muy despacio: por eso son flojos. Mientras que los europeos LA SATANIZACIÓN
DE UITZII.OfUCIlIU
caen bajo la Luna, que va muy rápido, de modo que son enérgicos. Esta noción
del europeo enérgico y eficiente se ha hecho muy popular, aunque pocos saben
que se basa en la astrología y no en alguna realidad observada.
Colón no encuentra al kJum. Para cubrir este fracaso, empieza a interesar-
se cada vez más en las posibilidades de colonización: las gentes que encuentra
son amables, ya que 10 reciben con la que se convertiría en proverbial corte-
sía; son mansos, dispuestos a colaborar y a regalar todo (!); no tienen ninguna
religión todavía, son como "vírgenes" que esperan la protección, la orientación
y la obra civilizadora de los españoles. Los que más tarde les oponen resisten-
cia armada son feroces caru'bales, de carácter inhumano. Ahora sabemos que
probablemente no hubo tal canibalismo, pero este estereotipo negativo fue una
legitimación muy importante para la expansión colonial. Vemos la presencia de
esta propaganda antiindígena también en el Códice Magliabechi (p. 7Sr).
Esta y otras imágenes contribuyeron a la noción de terra nulJius, de que la
tierra allí era de nadie, y que, en otras palabras, cualquier colonización era le-
gítima y deseable. Hasta hoy persiste esta idea. Se coloniza la región 1lDl8Z6n.i-
ca con la convicción de que allí no hay gente. Y, cuando nuestros libros escola-
res afuman que Colón fue el que descubrió América, continúa la noción de que
la población original en realidad no vale, no necesita ser tomada en cuenta, no
tiene el mismo estatus ni la misma dignidad humana que los europeos.
Luego se realiza la colonización de las islas y del continente, en el siglo XVI
principalmente. En primer lugar, los protagonistas son los españoles, después
también los porblgueses e ingleses, los holandeses y franceses. La conquista
fue posible por una tecnología militar superior (espadas y lanzas de fierro, ar-
mas de fuego, especialmente cañones, carros con ruedas, caballos, barcos con
compás, etc.), que además sacó ventaja de la división y del asombro de los in-
dígenas. Pero esta 'rentaja militar fue interpretada por los vencedores en otros
términos, por ejemplo: como prueba de una cultura y una religión superiores Y
más verídicas. Loe conquistados eran vistos como auúbalee inhumanos, o se-
micivilizados pero pecadores (sodomitas>, en todo caso by> el dominio de
los demonios. Hay esta noción de superioridad cultural (como legitimaci6n
de imperlalismo) subsisk en teorias que atribuyen a los pueblos en cuestión
una "mentalidad pre16glca" y un "arte primitivo"; deben ser integrados en
la "civilización moderna"; es decir, deben convertir8e en un proletariado anó-
nimo, que sirva de reserva Industrial. La pobreza en que ~ no se analiza
como cou.secuenda de la explotación colonial, sino como pnJeba del atraao de
su cultura.
Otra IqJitimaciÓl1 se buec:aba en el campo legalistA. Se ha invocado el dere-
cho humano (1) de hacer el libre comercto en todas partes, de tener un mar 41
ELGRUPO libre para el mismo fin. Los que impedían tal derecho de libertad (europea)
MAGUABECHIANO debfan, justamente, ser castigados y sometidos. Además el papa Alejandro VI
COMO FUENTE HISTORIO
babfa otorgado a los Reyes Católicos el derecho de colonizar el Nuevo Mundo.
:&ta fue la base del requerimiento: se lefa una .declaración en este sentido a la
población indfgena, y si no se sometía voluntariamente, podJa ser sojuzgada
por la fuerza. Esta costumbre parece muy absurda hoy día, pero algo semejan-
te encontramos en la ficción de los gobiernos actuales que exigen a sus pobla-
clones indJgenas obediencia a leyes en cuya redacción nunca pudieron partici-
par cabalmente.
Los códkes de la época colonial temprana 80Il testimonios vivos del com-
plejo proceso de interacción y con:flicto entre ctvilizaciones distintas. Tanto en
su composición como en su historia reflejan la lucha intelectual de los euro-
peos que trataron de dominar lo extraño e incorporarlo en su propia visión del
mundo, visión que, de modo lento y seguro, ~ las cadenas del pen-
saiDiento dogmático y la inadecuada cosmologfa del medioevo. La colonización
no 8610 tuvo enormes consecuencias para los colonizados, sino tambitn para
los colonizadores, y constituye 1m capitulo extraordinario, si bien doloroso, de
la común historia de las ideas. Las imágenes y los objetos concretos del "Nue-
vo Mundo" tuvieron una repercusión coaespondiente en la ico:nografta Y la
imaglnacilm del "Viejo Continente".
En el siglo XVI muchos elementos y productos de la cultura material meso-
americana llegaron a las tierras de donde procedfaD los conquistadores. Pron-
to se distribuyeron por toda Europa, pasando de mano en mano,codk::iados
por los dtveraoe coleccionistas de ~ aótJco8, y muchos fueron a parar en
gabJnetes especiales, a cuya formación primero se dedicaron solamente los
reyes y la alta nobleza. después tambié:n la rica burguesia Y las ml micipali-
dades. En estos gabinetes no 8610 fueron reuuidas obras de arte, sino tambitn
pruebas del iDge:oio U:cnJco, curiosidades naturales, defor:madones y fen6me-
nos atraordJnarioe, en suma: todo lo notable. Estas colecciones fueron loe pre-
CU1"801"e8 de loe "gabinetes de arte e histmia natural".
Deede la obra fimdame.nta1 de Julius WI1 SchlO88et' (1908) el concepto de
gabJDete de arte Y curloekIades ("Kuust- und Wunderlrarnmem") es de uso
CIOIDÍal en la Jit:eratura de la historia del arte. l La moda de coleccionar estos
~ aninaoB Be orlgIn6 en Fnmda e Italia, deade doade Be dJ8pe:rB6 hasta
las d.naaaa artIdades fendales alernanaa, y desde a1lt, por loe 1Iabsbargo, en-
t ve.- Jo. CIItudJoe de Schdcbc:r (1979), Iobl (1988), Impey '1 MIIc:Grqp (19815). PApe-
....Imrnte __ loe~ de arte al d __ deAlemmlta ~ d de Nmaabag-trata
d arUcaJo de BrfImmp '1 Aadcn (1970). v~ 10 dJcbo __ la bi8tDrIa de la coIecd6a. e ID-
t.apl!e:t.cI(a de . . c6dJcea al d ...., eaPbUto cid CcJdtor ~1It;q¡er al ata .m.ma
• cake "'"
tró en España. Además, existían las colecciones del rey de Dinamarca y de las LA SATANIZAClÓN
DB urrzII.OfOCH11.
ciudades independientes. Más tarde surgieron también, como ya se dijo, los
gabinetes de la burguesía.
La adquisición de aquellos objetos que ahora reconocemos como tesoros de
valor único, generalmente era asunto de un reducido circulo de aficionados.
Sólo en pocos casos se registraron datos detallados de compra o donación. Hoy
lamentamos este descuido y anonimato en la formación de las colecciones tem-
pranas, pero hay que recordar que solamente en las últimas décadas se ha
concedido reconocimiento pleno a " lo otro", 'y su aprecio de acuerdo con SU
propio ser y significado.
Un ejemplo hermoso de tal documentación nos dejó Albrecht Dürer [Dure-
ro] en el diario de su viaje por los Países Bajos, donde registró su admiración
para "die Ding, die man dem KOnig aus dem neuen gulden Land hat gebracht"
[las cosas que se habían traído para el rey desde el país de oro]. Leemos:
Und. ich hab aber all mein Lebtag nichts gesehen, das mein Herz also erfraret hat als
diese Ding und. hab mich oerwund.ert der subtiIen Ingenia der Menschen in frernDen
Landen.
[Y no he visto en toda mi vida nada que haya alegrado tanto mi corazón como estas
cosas, y me he admirado de los sutiles ingenios de la gente en paises e:xtraiios].8
iii
a b e
Diferentetl ~mplos del penacho de plutnaJJ de quetsal (quetza1apmecayotl): a) un guerTf!NJ ooliente (Vaticano A);
b) Axayacatl, rey azteca durante BU ataque a Tlatelolco (Códice Cozcatzin). con el quetza1apanecayotl como
estandarte; e) sacerdote de Ueueteotl, el Dios del Flrego (Borb6njco. p. 26); d) TopUtma, el "'papa- de Thla (Du-
nin); e) el rey azteca representado como Te.catUpoca (Piedra de Tizoc); O el SdIor 4 Jaguar, Uder tolteca (Códice
Nutta1l. p. 76).
d e f
EL GRUPO las vemos en el Códice Magliabechi (p. 89), donde aparece en compañía de
MAGIJABECH1ANO TIaloc y de Xiuhtecuhtli-.
COMO FUENTE HISTÓRICA
Asimismo, es interesante notar que tanto el Topiltzin descrito por Durán
como el Señor 4 Jaguar, rey tolteca que interviene de manera decisiva en la
biografia del Señor 8 Venado y realiza junto con él una expedición a la costa
oriental (Códice Nuttall), llevan un penacho similar.
No es imposible que el penacho de Viena haya pertenecido a Moctezuma y
que haya sido regalado por él a Cortés, pero faltan pruebas de ello. De cual-
quier modo, el que se le haya llamado "penacho de M~" no tiene que
ver con esta historia, sino que se inscribe en la moda equivocada de los tiem-
pos anteriores de atribuir cualquier objeto precioso y exótico al famoso rey
azteca. Como vimos, en el siglo XVI se tomó por "sombrero moro", pero más
tarde, en el inventario de 1788, se describió como "falda india" (indianische
Sclulrze), y cien años después como "capa". Así, recibi6 el nombre de "capa de
Moctezuma" de la misma manera arbitraria en que una capa de plumas que se
encuentra en los Museos Reales de Arte e Historia en Bruselas, procedente de
Brasil (!), ha sido asociada erróneamente con el rey azteca.
A partir de que Zelia Nuttall lo identificó como penacho, se comenzó a lla-
mar el "penacho de Moctezuma", con la connotación nacionalista de ser una
especie de "corona del imperio azteca". El signo de la dignidad real del uey
tlatoani. sin embargo, no era tal penacho, sino la diadema o "corona real con
piedras preciosas" (xiuhuit.wl.l.iJ, que aparece, por ejemplo, en la cabeza del
señor difunto venerado en el Códice Maglú:Jbechi (p. 72).
La historia de las colecciones está llena de tales interpretaciones equivo-
cadas. lo mismo vale decir para toda la representación de las culturas indíge-
nas en los países colonizadores. Como el material visual original eÍa poco y
extraño, los artistas europeos se empeñaron en elaborarlo, adornarlo y"perfec-
cionarlo" de acuerdo con el gusto y las expectativas de su tiempo. La imagen
europea de los aztecas e incas, jl.mto con los indígenas del Brasil y de Virginia,
fue un cliché del nativo americano, y su religión fue vista como una concepción
distorsionada por el diablo. Los sacrificios humanos y el culto hacia figuras en
forma de animales, así como la acusación de antropofagia, fueron, para mu-
chos europeos, elementos claros de 10 pecaminOSO y del nefasto paganismo. 6
Dos partidos se eufrentaron en el debate ideológico sobre el car6cter del
"Nuevo M1Uldo" y sus habitantes: una corriente pro indfgena y otra hostil a
ellos. La primera JUIcl6 de los intereses misioneros de los frailes mendicantes.
1 &u f'rn6mcno. *-le Juqo. C8 mucho mM ~ de 10 que aqaf pod_ rdierir en
. -palabm.. ~ pcK ejr:mplo, a loa ata.. eetDdioe de Keen (1971), Lcmaire (1986)
'1 M.-.a (1990). El CIIdcter trgdenc!oeo de la 1ICUMeI/Jn de caufbaI!NDO ya lo ~ comentado
ca _ _ Ihoe ~ del Grapo BcqIa; ~ ~ el UI4l1ai8 de AreDs (1979).
que, en su empeño por fotjar en América el reino milenario, el nuevo Jeru-
salén, profetizado en el Apocalipsis, se esfol"ZllTOIl en la protea::iÓll y educaciÓll
de los nativos, dejando una gran cantidad de fuentes históricas sobre el Méxi-
co antiguo, desde la perspectiva, por supuesto, cristiana.6
A fines del siglo XVI, el sentimiento pro hispano llegó a predominar. Las
ideas del siglo xvn acerca de México fueron determinadas esencialmente por
las obras de L6pez de Gómara (1511-1566?), capellán y biógrafo del conquis-
tador, y del latinista Cervantes de Sala.zar (1514?-1575). Por otra parte, se
hizo también popular el aborrecimiento de la conquista y sus atrocidades, es-
pecialmente en los países que estaban en guerra contra España, de modo que
en Europa noroccidental se formó una corriente muy critica, denominada "la
leyenda negra", que tenía sus principales pilares en el manifesto apologético
de fray Bartolomé de las Casas sobre la Destrucción de las Indias 0cddenta1es
(Sevilla, 1552), y, más influyente aún, en la Historia del Mondo Nuooo, de Giro-
lamo Benzoni (Venecia, 1565).7
\l.
~¡
La coronación de MOCÚ!RlIII1
con la dtadem4 mal (Durdn).
,.
iW-~~~ -r,I
6 Para esta ·vi8i6n mileuariata de Joa ~ franct ........ , ft.Me el eetudio c:IMIco de
PbeJan (1972). aai como Baudot (1990). .
7 Remitimos a la tntrodacc:KJD de Amlers a la edtd6a ck la obra de BaazoaI al Gns (1989),
aat como al euaayo del mismo autor dedicado aprdfi.-.nente a la coaqaI8ta aptrttual (1974).
Comp6rcae t.ambttn el estudio de Maltbr (1988). ~ r.. c-. emte _ _ bIbIfo.
graSa; IIN':II<;'InMmoe tan e6Io las pablicacianea de I-a lfImIDe (19158, 1974), ~ (1970>.
Batat1lm J SaInt-Lu (1976). 47
EL GRUPO A la vez que los frailes y clérigos eran los que defendían a la población
MAGUABECHIANO
COMO FUENTE mSI'ÓRICA
nativa, también eran los enemigos más tenaces Y violentos de la antigua re-
ligión. En la primera época de cristian i Qd6n de las tierras conquistadas se
aun6 a la destrucción de templos y monumentos religiosos indígenas una "de-
monización" de la fe precolonial. Las primeras noticias muestran este fe-
nómeno: se habla de "su falsa religi6n", o, como en el tílulo del Códice Ma-
gUabechi, de "sUpersticiones y malos ritos que tenían". El objetivo de la
evangelización era "liberar" a los conquistados de su idolatría pagana, que
fue comparada con la de los antiguos griegos y romanos. Vieron a los indíge-
nas como presos en la casa de servidumbre de Satanás, que anhelaban su
salvación, como los israelitas en Egipto. La figura de Cortés fue presentada
como un "nuevo Moisés". Para los españoles, Satanás había tratado de imitar,
o remedar como mono, la obra del Dios cristiano. Prácticas y conceptos reli-
giosos mesoamericanos que tenían paralelos en el cristianismo, o que habían
sido interpretados en este sentido y reportados en estos términos -<:omo
el bautismo, el matrimonio, la penitencia, el ayuno y una especie de comu-
ni6n-, fueron considerados como claras pruebas de tal actividad antagónica
e imitadora del diablo. El mismo fray Andrés de. Olmos escribi6 en su Trata-
do de HechicerúJs y Sortilegios -una pequeña obra demonol6gica española
traducida al nauatl-:
Hay sobre la tierra d06 congregaciones: una es muy buena y la otra muy mala. Aque·
lla que es muy buena se llama iglesia católica, y la que es muy mala se llama igle·
sia diabólica. Muy honrosa es la morada de Di06 y muy deshonrosa la morada del
Diablo(... ]
m, el Diablo, mucho quiere remedar en todo a la Sancta Iglesia, quiere falsi·
ficarlo todo; por eso él hace a menudo Execramentos que se hacen bajo forma
de uuclooes. Como quiere hacerl06 parecer, hacerl06 aparentar a 106 Sanctos Sa·
cramentos, contrahace las unciones benditas, porque Cristo significa ungldo( ... ]
V asi algunas va:es quiere burlarse de 106 Sanctos Sacramentos( ...] [1990, pp. 23,
36,37].
A auMa de él. de él. del DJablo, a va:es se recuerda que hubo espantoeos efustoDes
48 de tIIIDgl"e, c:rlmeDes; mucha sangre se esparcía asi en su morada, en Mbdco, y este:,
por todas partes se hacía cuando llegaron los hombres de Castilla. Jtmtos comúm LASATANIZACIÓN
carn.e de hombres, la comúm delante de la gente. No tiene cuenta las C088S que ha DE UIl'ZIl.OFOCH1U
hecho para burlarse de la gente el Diablo. Pero, ahom, ya que no puede el Diablo
engañar a los cristianos para que, apartados o ante la gente, ofrezcan su sangre
comoBllCrlficto[... J, se pasa la vida buscando aún algo para burlarse de ellos, de
estos malos cristianos que son sus devotos para que sólo maten a escondidas. Así
cuando lo invocan., ti pide a sus nahuales que se despoje a alguien. Así ante vieje-
cttas malvadas vendrán a nacer hijitos queridos, niños, para que les chupen la san-
gre. Muchas C08IlS de a1lfcción, desdichadas, enseña el Diablo a las parteras, a las
que dan a luz a los niños, de tal modo que com.an. que sea comida su sangre. Innu-
merables maldades, Increíbles, inspira el Diablo a la gente para burlarse de ella,
para afligirla, para engañar a los que se extravian, a los que le sirven [1990, p. 69J.
MISTA MAYORDE
$V MAG~DE LAS
iNDÍASXSI,1CORONisTA
DE CASTÍLLA _
~~ 8eñi'r--.?
FrontUpú:io de la DeacrJpc:i6o
de las Indias Occidentales
(Madrid, 16(1), de AntonIo
deHerrno.
EL GRUPO
MAGLIABECHIANO
COMO FUENl'E mSfÓRICA
DESCRIPTlO
....
1 N O 1 A:. O e e lOE N-
TA LI S.
-.
ANTONIO DE HERRERA.
s-",..0ijr66-,.."......... f'H I t 11"
JlI . I~I".,..,..'I'."...
ACCUUI. '1 N"T [T A.L1011. v .. I N..
. . O,Q4cault. DtWlpOMt.~ "'11I:_"""la.
I----:..~:;t(::~::::::t:. el.
U " . I CO . . . . 'NT
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---·~··.,..-""--·-II~~~~~~~~J
..... oop-,.. ..............
-'="";:::.J:';..;:::::'"-
,..._.
,aANCOI Va TJ.
S....... Hac4... 1G1ua. TINooJori ck Ir,.
_s.Joás M. OC. XX IV
~deJaDl!alda~
de la HJRJda Geuaal de loe Hccboe
de loe Cutd.... ea 1M Wu y1lara
Ftnae del Mar 0cáD0 (1Iodrid, ltlOlJ,
de AIItonIo delhlnwa.
dibujo sigue el diseño más tradicional del Tudela, que muestra la ceremonia LA SATANlZACIÓN
DE UITZILOPOCHlLI
en perfil, mientras que el pintor del Magliabechi la representa de tres cuartos,
como era la convención europea.
A la obra de Herrera siguió una edición en latín, en la colección, muy difun-
dida, de Theodor de Bry, en que se copiaron las viñetas.!1 Allí se reiteró tam-
bién la interpretación errónea de la figura de Mictlantecuhtli (Magliabechi,
p . 73) como Hoitzilopochtli, summus Me.ricanorum Deus, "Uitzilopochtli, sumo
dios de los mexicanos". Así, esta imagen entró en la compleja historia de las
representaciones del dios tribal azteca en el arte europeo, especialmente en
las ilustraciones de los libros que trataban del México antiguo. Las primeras
fuentes, como Sahagún y Durán, todavía cercanas a la tradición nativa, lo dibu-
jaron como un guerrero, con su lanzadardos (atlatl) en forma de serpiente, su
escudo con cinco plumones y una Serpiente de Fuego (xiuhcoatl) en la espal-
da, como su naual ("animal compañero"). .
Cabe observar que cuando misioneros cristianos describen
otra religión, es muy común que recalquen el apecto extraño
de aquellos dioses, ya que no entienden su simbolismo. De
ahí que sea fácil su representación como "monstruos" y su
identificaci6n con los demonios. Para explicarse la religiosi-
dad del otro, esos autores generalmente no son capaces de un
entendimiento profundo o empatía con valores y experiencias
diferentes a los de su propio esquema cultural, sino que re-
curren a la suposici6n ~dentemente falsa- que encubre
un profundo sentimiento de miedo e inseguridad, que los
impulsa y, al mismo tiempo, los apresa- 12 La traducción inter-
cultural de los términos se hace de manera demonizante: la
religi6n de los otros es llamada "idolatría", sus dioses son
calificados como "demonios", sus sacerdotes y curanderos
como "hechiceros", el respeto y la piedad como "temor", y la
representación de lo sobrehumano es vista como "monstruo-
sa". Damos como ejemplo 1UUl sola cita de un cronista fran-
ciscano:
13 Un grabado aemc:jlmte --pero sin las vtiieta8 de Herrera- se enox:ntra en una obra holan-
d_ de divulgaci6a: De ~ en ~ Weer'I!ld, de Montaaua (1671). Un antecedente
dUecto de la figura dmb6IJca lIJlIII'CCC en la parte saperior del frontillpldo de A~ Pan
Quorta. de la co1ea:i6a de ]k &y, en que viene Incluida una traducct60 de la obra de Gtrolamo
Bauad allaUn. r.-alu de murciélago Y las patas de chivo _ elementos JlI"OPfo8 de la icono-
gn8a del diablo en el arte medieval; la colOClld6u de la cara en el tDnIo probablemente fue
hlfInrnc!e de la bapDitaDdol que !le dio • Iaa ~ p1fD t an •• en la repreeentad.... europea de 106
habttantee de Amtrica (l'áee Maaoo, 1990).
LA SATANlZACIÓN
DE UTIZlLOI~OCHn.I
Representación de una
ceremonia nativa en la isla
Hispanio1a, según 'I'heodor de
Bry (lámina 24 de la parte IV
de la colección de relatos de
viqjes a las Indi4s occidentales
Y orientales. Franlrfurt, lS91J).
N6tae la representac:idn de la
deidad como diablo, de acucmlo
con d conapto-clklaé europeo
• 71 .o.. del "fdoIo pagano •.
EL GRUPO
MAGLIABECHIANO
COMO FUENTE mSI'ÓRICA
El Templo Mayor con los dioses representados como demonios, según los códices Durán Y Ramíre.z.
sobre el vientre, una flor, de la que colgaba una cuarta perla. El ombligo es re·
presentado en forma de una flor abierta.
Si bien la colección de la BJblioteca Mlmictpal de Nümberg, madre de pos-
teriore8 colecciones de arte en aquella dudad, fue incorporada a otras, y gran
parte de ... materiales se ha perdido, estajoya extraord.inarla Y Bfn tgualse ha
conservado alH y se ha hecho fiunoea pred88mente higo el nombre de "Vlztz-
liputzJi". Durante largo tiempo fue ~ de varias atribudones y especula-
ciones acerca de 811 origen Y 811 significado tconográfico, pues 108 tmestIga-
dores desconfiaTOll de los antiguos datos de la tradJciÓll. Pero lae fuentes
lUet6riaIs hablan en realidad una lengua fnequfroca. Más que por su wIor
60 material y arUstico, la pieza tiene importancia como testimonio tridimensional
El dios asteca ~ Sitten UDd McImmgen
der Wilden In AmerIlm, ~ Johann Georv
Punmann (1790).
o
1~~0
El mono en la ironogrofla mexicana: a) como un determinante mántico de los
O días, Vaticano B, p. 86; b) como el día del dios Xochiptlli-Macuilxochit~ el dios
d
o de las ThJres y las Artes, Borgia, p. 13; e) como elemento de unjeroglifo toponi-
mico, Nuttall, p. 7; Y d) como uno de los bebedores de pulque. Vaticano B, p. 78.
Le Démon, qui a toujours été le singe de la Divinité, avoit affecté de faire retenir
aux Idolatres les usages qu' i1s avoient pris de la vraye Religion.
Bildni.S eines Jndianischen Ahgotts: wie solches mit aus Jndien Hemusgebracht,
und in der Bibliothec Zu Nurnberg Verehret worden.
[Imagen de un ídolo de los indios: como tal fue traído de las Indias y honmdo en la
Biblioteca de Nümberg.J
19 El cIbigo Ldhuitz cm hijo del bibliotecario de la dudad. Sobre tI, fta&e Htrech Y Wiirfd
(1766, pp. l~l86), uf como ChrtaUan Gott1idJ Jiicher. AIIgemeúIes ~LuiaIft, tomo
n, coIamua 1849 (I.dp&tg, 1760). 66
EL GRUPO Luego, hay unas notas eruditas:
MAGUABECHIANO
COMO FUENI'E msróRICA
[Mexicanum hoc Idolum:) QuOClDlque oculo miselli hujus intueor exuvias, Cerc.o-
pithecum ostendunt. Vt enim huic popul.o nulla alterlus vitae erat soücitud.o; ita
opti.o iUis dabatur c.olendi, quod maxime probabat cupiditas. Ex .omntbus autem
Simiam in preti.o habuisse videntud quibus sacra expredisse, ex Maffao et Balbo
accepimus. In prlmis huc illa V.ossü pertinent 1.3. ldoL cap. 75. Inter quae haec
Linsch.otani refert; Lusitanos A 1554 capta insula Seylon, non contentos eam vas-
ta.rl, templum etiam in monte Adami spoliasse, nihil ver.o praeter CÍstu1am in-
venisse, auro gemmique pretiosam, simiae dentem servantem, pro qu.o R.eguli
Septtngenta ducatorum millia .offerebant. Episcopi tamen monitu in cineres redac-
tum, dispersumque esse .. .
[.Acerca de este ídol.o mexicano:) Por d.onde mir.o el exterior de este infeliz, me
muestra un Cercopithecus [h.ombre m.onstruoso en f.orma en mon.o). Com.o, pues,
este puebl.o no se preocupaba nada sobre la .otra vida, así se les daba la opción de
adorar 1.0 que más apr:obó su deseo. De todos, sin embarg.o, parecen haber aprecia-
d.o más a los simios, para l.os que, según nos dicen Maffaeus y Balbus, han arre-
g1ad.o lugares de culto. A esto se refieren especialmente las .observaciones de Vos-
8ius (l-8. ldoL cap. 75), en las que menci.ona este relato de Linsch.oten: cuand.o los
portugueses conquistaron la isla Ceylán en 1554, n.o se contentaron con destruirla,
sino que también saquearon el templ.o en el monte de Adán, per.o n.o hallaron alli
más que 1DJA cesteci11a, preciosa por su .or.o y gemas, que conservaba el diente de un
simi.o, por el que los reyezuelos .ofrecían 700000 ducados. No .obstante, por la ex-
hortación del-obispo fue reducid.o a cenizas y dispersad.o al viento ... )
.¡r
111. La mexicanización de Cristo
Son los indios tan aficionados a estos bailes, que, como otras veces he dicho, aun-
que estén todo el día en ellos, no se cansan, y aunque después acá se les han qui.
tado algunos bailes y juegos, como el del batey (= pelota] y patol de frijoles, se les
ha permitido, por darles contento, este baile, con que, como cantaban alabanzas
del demonio, canten a1abanzas de Dios, que sólo merece ser alabado; pero ellos
son tan inclinados a su antigua idolatría que si no hay quien entienda muy bien la
lengua, entre las sacras oraciones que cantan mezclan cantares de su gentilidad,
y para cubrir mejor su dañada obra, comienzan y acaban con palabras de Dios,
interponiendo las demás gentílicas, ablyando la voz para no ser entendidos y
levantándola en los principios y fines, cuando dicen " Dios". Cierto seria mejor des-
nudarlos del todo de las reliquias y rastros de su gentilidad, porque ha acon-
tecido, según dicen religi0606 de mucho crtdito, estar haciendo el baile a1re-
dedor de una cruz y tener debajo de ella soterrados los ídolos y parecer que
sus cantares los enderezaban a la cruz, dirigitndolos con el corazón a los ídolos
[Libro 1, cap. 20]. 69
EL GRUPO Por lo mismo, los frailes terúan interés especial en las costumbres indíge-
MAGUABECHlANO
nas que mostniban alguna semejanza con elementos cristianos o De ahí las re-
COMO FtJEN'rn mSTÓRICA
ferencias al consumo de una imagen divina hecha de masa, que se comparaba
con la comunión (Magliabechi, ppo 32v, 37v) y a una forma de autosacrificio de
los niños, que se comparaba. con el bautismo (Magliabechi, p o33v)0 A la vez no-
tamos la preocupación por la traducción de "infierno", noción que no corres-
ponde a la de "lugar de los muertos" (Mictlan), sino a la de "reino del Diablo",
es decir "casa del hombre-búho" (tlacatecolotl ichan), como se explica en Ma-
gliabechi, po 64v. 1
Fray Pedro de Gante, aquel franciscano flamenco que fue uno de los prime-
ros misioneros en México, describió con detalle en algunas cartas las circuns-
tancias de la predicación, y en ellas revela cómo el interés en la cultura nativa
le ayudó a encontrar formas más efectivas de evangelización:
PQr razones como ésta entendemos el interés de los monjes en los bailes,
cantos, vestimentas y otros elementos de las ceremonias mesoam.ericanaso Otra
parte de su recopilación de datos "etnográficos" servía para poder ejercer
con perspicacia y eficiencia su P'lpel de persiguidores del paganismoo Éste
fue el conocimiento que aplicaron en sus confesionarios: así interrogaban a
los indJge:nas:
¿Tieues todavia guardada alguna imagen de:l demonio, o sabes que otro la tenga
eacoadida?
Por relación de la divina Escritura sabemos que no hay, ni puede haber más Dios
que lUlO, Creador de todas las cosas .. . Siguese de aqui claramente que Huitzi-
lopochtli DO es dios, ni tampoco Tlaloc, ni tampoco Qpdzalcoatl; Cihuacoatl DO es
nerra,
diosa ... el Sol, ni la Luna, ni la ni la Mar, ni ninguno de todos los otros que
adorabais, ni son dioses, todos son demonios ... Oh mal aftllturados que adoraron
y reverenciaron y honraron a tan malas creaturas ... y por honrarlos ofredan SU pro-
pla sangre Yla de sus hijos, y los corazones de sus prójimos. .. Esta fue la C8U8Il que
todos vuestros antepasados tuvieron grandes trabajos, e continuas guerras, ham-
bres Ymortandades, y al fin envió Dios contra ellos a sus 8ieno8 SUS criatiaDos, que
los destruyeron a ellos y a todos sus dioees; y si algunos ~ hay ahora, es por-
que hay algunos idólatras entre voeottos [ ... ] [Ubro 1, ConfUtacl6n].
esta doctrina [ ...] ha estado en papeles y memorias hasta este año de 1564, porque
antes 110 hubo oportunidad de ponerse en orden ni convertirse en lengua mexicana
bien congrua y limada: la cual se volvió y limó en este Colegio de Santa Cruz d e
TIatelo1co este sobredicho año con los colegiales más hábiles y entendidos en len-
gua mexicana y en la lengua latina [ ...] de los cuales uno se llama Antonio Vale-
riano, vecino de Azcapotza1co, otro Alonso Vegerano, vecino d e Cuauhtitlan, otro
Martín Iacobita, vecino de este TIateIolco, y Andrés Leonardo, también de TIatelol-
co. LimÓ8e asimismo con cuatro viejos muy pláticos, entendidos así en su lengua
como en todas sus antigüedades [ ...]
Aunque se dice que para escribir este diálogo se usaron algunos apuntes
acerca de la primera confrontación entre los Doce Apóstoles y los sacerdotes
aztecas en 1524, el texto, redactado en 1564, es obviamente una obra lite-
raria, que dice más sobre el pensamiento cristiano-humanista de Sahagún y
sus alumnos que sobre la religión precolonial. Recordemos que hasta los his-
toriadores de aquella época tenían la costumbre de reconstruir o inventar los
discursos de los personajes históricos, a tono con los gustos de sus leCtores.
Precisamente por eso es interesante ver cómo se recreó el coloquio 40 años
después, pues nos permite conocer a fondo el punto de vista franciscano y tam-
bién BU grado de comprensión de las tradiciones mesoamericanas.
Antes de aplicar la doctrina cristiana, los autores presentan la visión de los
sacerdotes indígenas, no como un rechazo subversivo a la evangelización. sino
como una reflexión digna de personas respetables, que después reconocerán la
verdad del razonamiento de los misioneros. Aquí vemos de nuevo el uso de los
datos culturales recogidos por los frailes: tanto las metáforas y modos elegan-
tes de hablar del nauatl. como las referencias a Teotihuacan y Tula, a Mictlan y
11alocan sirven para dar autenticidad a la obra.
En la posición que se atribuye a los sacerdotes aztecas se identifican varios
puntos de coincidencia entre ambas religiones. lo que de antemano facilita
comp1cader la posterior CODVer8ilm de ellos al cristianismo. Para llegar a una
cIaIIde !le trMI8d6 • CriIIto . . . Uaru ·Jrm_ delllOrte. _oe en loe dnmaa Iit6rgk:oe de
7.1 Maleo 1a.m.utudlJa del ~ por el G6IaJota (e(. lDIdahl RavIcz, 1970).
"segunda generación" de indígenas conversos y de mestizos, fue importante LA MEXICANIZACIÓN
lograr una conexión intelectual entre ambos mundos y reconocer el valor de los DECRISfO
primeros. Podemos decir que, por una parte, en los Colloquios el mensaje cris-
tiano fue "mexicanizado", buscando los términos adecuados en nauatl, y que,
por otra, la religión mesoameriCWla fue "platonizada", presentada de manera
abstracta, como un monoteísmo místico. Se pasó por alto la multitud de fuer-
zas divinas, propia del politeísmo, descalificándola, y haciéndola pasar como
la mala influencia de Lucifer y sus demonios; se enfocó hacia un 8010 dios,
identificado con títulos generales como "Nuestro Señor" (totecuyo), "el por
quien se vive" (ipalnemoani), "el invisible e intocable como noche y viento"
(yoalli ehecatl), y "el que está cerca y alrededor" (tloque nauaque). Original-
mente, éstos 80n títulos del supremo y poderoso Tezcatlipoca, pero al presen-
tarlos de manera impersonal, se vaciaron de aquel contenido mesoamericano y
se transformaron en el medio para introducir el concepto cristiano de Dios
Padre.
Así se fo1j6 la idea de que atrás del politeísmo mesoamericano había existi-
do ya una fe monoteísta primordial. Lo mismo ocurrió en el Perú, donde la
descripción modificada del dios creador Viracocha fue usada para proyectar
hacia el pasado ideas monoteístas y evocar una especie de "cristianismo pre-
his~o". En este marco, algunas costumbres semejantes a las cristianas
(comunión, bautismo, confesión, etc.), así como los temas narrativos compa-
rables (creación, diluvio, concepción virginal, etc.), cobraron importancia ideo-
lógica.
Para aplicar la existencia de tales "ideas cristianas" en la cultura indigena
se recurrió a la "razón natural" que había hecho que los filósofos antiguos lle-
garan a descubrir "la verdad", o 'l a teoría de una predicación del evangelio en
épocas remotas -particularmente popular era la idea de que Santo Tomás
había visitarlo el continente americano-.
Tenemos aquí, entonces, una alternativa para la idea de que las coinciden-
cias entre ambas religiones se debían simplemente a la imitación burlona de
Satanás. Esta alternativa, por supuesto, era ab:activa para los indígeuas y los
mestizos, ya que restituía prestigio a sus raíces precoloniales. Bien sabemos
que posteriormente tales especulaciones obtuvieron una carga política: la prln-
cipallegitimaciÓD de la conquista española había sido el mandato de predicar
la verdadera religión, y la teoría de que una variante del cristianismo ya hu-
biese estado presente antes de la invasión colonial constituía para todos los
que se identificaron con América una base ideológica para reclamar la inde-
pendencia (cf. Lafaye, 1977).
Las escuelas fundadas por los frailes, como el mencionado Colegio de la
Santa Cruz en TIatelolco, reemplazaron los antiguos cabnecac. La emoeñan?l8 78
Lo. ~ del6lglo n7 rnue8tnJllla contúuddtJd de la id«Jlog(a ~ con IJU demonologúJ propia, tanto
en el tato como en ta. au.tracIonea (frag Alon8o de MolintJ, Coofeatmuuio Mayor en la lengua mateana y caste·
Daaa. Mhdco 1669, ff. 700 Y 7(0).
fue una parte esencial de la actividad misionera. Obras contemporáneas elo- LA. MEXICANIZACIÓN
DE CRISTO
gian esta labor y la representan en sus grabados.
Para nosotros es de interés especial el hecho de que los misioneros tam-
bién recurrieran al uso activo de la pictografla mesoamericana para sus fines.
Desde antes, ya en Europa, se habían usado imágenes pintadas para la predi-
cación y para comunicar m~or los relatos bíblicos (en la llamada Biblia Pallpe-
rum, "Biblia de los Pobres"). En México, los frailes, observando la existencia
de la escritura pictórica, intensificaron esta práctica. El cronista franciscano
fray Gerónimo de Mendieta la describe con detalle y menciona explícitamente
la actividad de fray Jacobo de Testera en este respecto:
Algunos usaron Wl modo de predicar muy provechoso para los indios por ser con-
forme al uso que ellos tenían de tratar todas sus cosas por pintura. Y era de esta
,
a leer; México, 1569.
J
,
J
J
M~ii~....nl
¡¡¡¡¡¡a¡M J
JlsbcOdef6blklmn
opqr%fst,u~p;tt'~
75
EL GRUPO manera. Hacían pintar en un lienzo los artículos de la fe, y en otro los diez man-
MAGIiABECHlANO damientos de Dios, y en otro los siete sacramentos, y los demás que querían de
COMO FlJElIITE mSTÓRICA
la doctrina cristiana. Y cuando el predicador quería predicar de los mandamientos,
colgaban el lienzo de los mandamientos junto a él, a un lado, de manera que con
una vara de las que traen los alguaciles pudiese ir señalando la parte que quería.
y así les iba declarando los mandamientos. Y lo mismo hacía cuando quería
predicar de los artículos, colgando el lienzo en que estaban pintados. Y de esta
suerte se les declaró clara y distintamente y muy a su modo toda la doctrina cris-
tiana. y no fuera de poco fruto si en todas las escuelas de los muchachos la tuvie-
ran pintada de esta manem, para que por allí se les imprimiera en sus memorias
desde su tierna edad, y no hubiem tanta ignorancia como a veces hay por falta esto
[Libro m, cap. 29].
[. .. ] una de las partes adonde Oos dominicos] aportaron con este celo y fervor fue a
las montañas y sierras de la Zapoteca Alta, donde [ ... ] había llegado [ ... ] fray Gon-
wo Lucero L .. ] y como el fuego del espíritu COD8UDÚa la ignorancia de aquella
lengua serrana, halló entre las llamas de su caridad unos caracteres dictados del
Eepiritn Santo para expltcanJe Y dar a entender a aquella rudua gcntillos princi-
pales misterios de nuestra Santa Fe, levándolos pintado con la propiedad posible
con otros de las penas de los condenados, y gloria de los justos, y con la lengua
me:JdcaDa que sabía ya muy bien, Y que era la general que coma en todo el reino,
por medio de aIgunos pdndpales y mandones <de quienes usaban para la comuni-
cación de la monarquía de Moctezuma) les explicaba el devoto Y apostólico varón 10
que conterúan aquellas pinturas, a que acudían de las partes más remotas a la fama
de la novedad, y, como ottos atenienses al Maestro de las Gentes, le pedfan y roga-
ban con humJldes demostraciones les declarase una y mUChas veces aquello, con
76 ~ celebraban su admiración [. .. ] [Burgoa, Palestra Historial., cap. 12].
LA MEXICANIZACIÓN
DE CRISI'O
~ un fi'aIIe en-
. . WIfI encJI"ftW
.... la docCrfna con lG . . de frnd.
"...",.".. Acnta del predicador;
......We,.. ... JWW, duI!rrIw" mo-
n • tPo El dIbIfIo /i1nrt4 ptIrlie de tGda
_ ....." . .....?"WIl tIInIIta (COfII4
de . . . . . DfIIIo lWadá. RbdIDd-
caCJw' 'P , . _ . . .rrr ...........
• .. BIiIIada edeP"S'HI» • rs' e • • ,
• ~. JI....."" 1971.).
Otra elaboración de este mismo método era la preparación de "catecismos LA MEXICANIZACIÓN
DECRISI'O
pictográficos"; aunque los dibujos de estos libritos están muy lejos del magní-
fico estilo de los códices precoloniales, ya primera vista parecen algo primi-
tivos y caricaturescos, conforman un capítulo especial e interesante de la gran
tradición de escritura mesoamericana. En honor del arriba mencionado fray
Jacobo de Testera y su empleo de lienzos pintados en la predicación, estos
catecismos pictográficos han recibido el nombre algo arbitrario de "testeria-
nos".8 Proceden sin duda de la "escuela franciscana", pero en su creación par-
ticiparon varios autores. Mendieta describe cómo los indígenas mismos se
ingeniaron fo~s para memorizar los textos de la predicación cristiana en el
tiempo que todavía no se había difundido plenamente el conocimiento y el uSo
de la escritura alfabética:
Unos íban contando las palabras de la oración que aprendian con pedrezuelas o gra-
nos de maíz [ ... ] Otros buscaron otro modo [ ...] y era aplicar las palabras que en su
lengua conformaban algo en la pronunciación con las latinas, Y ponianlas en un
papel por orden [ .. .) El vocablo que ellos tienen que más tira a la pronunciación
de Pater es pantu, que significa una como banderita con que cuentan el nÚJnero de
veinte. Pues para acordarse del vocablo Pater; ponen aquella banderita que signi-
fica pantli, y en ella dicen Pater. Para noster¡ el vocablo que ellos tienen más su pa-
riente, es nochtU, que es el nombre de la que acá llaman tuna los españoles [ ...] Así
que, para acordarse del vocablo noster; pintan tras la banderita una tuna, que ellos
llaman nochtU, y de esta manera van prostguiendo hasta acabar su oraci6n. Y por
semejante manera hallaban otros semejantes caracteres y modos por donde ellos se
entendían para hacer memoria de 10 que habíande tomar de coro. Y lo D1ism.o usa-
ban algunos que no confiaban de su memoria en las confesiones, para acordarse de
sus pecados, llevándolos pintados con sus caracteres (como los que de nosotros se
confiesan por escrito); que cierto era cosa de ver, y para alabar a Dios [. .. ]
Esto que digo fué en el principio de su conversión. que después como todos los
dom.iDgo6 y fiestas de guardar, antes del sermón y de la misa se les dice y ha dicho
siempre dos o tres YeCes la doctrina, estando todo el pueblo junto en el patio de la
iglesia, harto descuidado y torpe serA el que con tanta con tin1lación y frecuenda DO
la tomare de coro. Y para las confesiones DO han 1IlC11eS!er otros caracteres, que ya
saben leer y escribir en su lengua, y muchos en la nuestta [Ubro m, cap. 28].
La memoria del USO de estos lihritos está presente todavía a fines del siglo
xvm, cuando Granados y Gálvez los describe en sus Tardes americanas, ins-
tructiva obra en forma de diAlogo entre tUl indígena y tUl español sobre la cul-
tura mexicana:
Español: Hace pocos años, que con la ocasión de vivir en una población chichimeca,
me intimé con UD viejo cacique, cristiano Y de buenas intenciones, y, tratando de
esta misma materia, me manikstó tUl cuademillo, que se compondrfa de 50 o 60
hojas, Y en él estampedas tm88 figuras tan honibles, que creyendo fueran algunos
embelecoe de 8U8 heclücerfas y supersticianes, me conturbé de tal modo qUe el
repoeado audano, conociendo mi iDquietDd Y sobreealto, con disimulado ~
me dijo: ..Aqai t.teae, SeDar Gachupfn. las princtpII1es oracl0Qe8 del cat.edanlo". ID·
cele bI8tanda por que me explicara el aen1ido de aquellos lIlOl1IItruoaos figuroaes,
Y oomeepondkudo a mis deseos, comenzó por el Padre Nuestro, CUJ08 primeros
nep eran 1Il108 lDClIdIIos abrazados de QIl veuer:able AncIano, en dem08tradÓD
de rogar Y pedir, pUando UD campo azul é8te, Y aqudlos tUl lieDzo poblado de
úboIa. etc., Y....pwmoJe que por qat 1I8IIben de aqudlas ~ Jiguras en
c:o.. tan . . . . . ., !le voht6 a eoardJ; d.cfIndome: "SeDar DÚO, el que mmca rió Di
CIOIIOCI6laa Ietru cid AB.C. 110 eem cuIpIdo caJaztlarlas por paJJllos de tinta o pe-
qndnr10e JII.CIII8Duoe que bma la tral'alU'L Puem de que eemejultes figurea, cügo
80 rdratoe, DO d9m de decir algtma propoid6a coa _ oripuIlea. Betoe fUaoo ...,.
robos que los primeros católicos hicieron a mis antiguos, con el laudable fin de que LA. MEXICANIZACIÓN
los neófitos y recién convertidos aprendieran con más facilidad los primeros rudi- DECRIsro
mentos de la Fé Católica" [1778, pp. 10-11].
Es notable que tanto Mendieta como Acosta puntualizaran que estos catecis-
mos pictográficos eran obra de los mismos indígenas. La evidencia iconográfica
intexna, por otra parte, apunta hacia la influencia de los talleres o escuelas de
los conventos españoles. Los autores obviamente habían sido formados por los
frailes y copiaron en libros pequeños, "de bolsillo", el modo de instrucción de
aquéllos a través de imágenes, incluyendo a la vez algunas técnicas de la tradi-
ción pictográfica precolonial. Es posible que los frailes mismos intervinieron
como inspiradores y supervisores de este proceso creativo. Pocos catecismos
pictográficos de este tipo han sobrevivido, p.oy sólo se conocen unos 35 (Glass,
1975); uno de ellos (en la Biblioteca Nacional de Madrid; censo de G1ass: 8(6)
lleva la firma de fray Pedro de Gante, quien ganó fama por su labor intensiva en
la predicación y enseñanza general.
En las pp. 85-96 reproducimos un manuscrito que pertenece al mismo gru-
po que el mencionado catecismo de Pedro de Gante: el Libro dA! oraciones del
Museo Nacional de Antropología e Historia de México (inventario 35-53; censo
,
,-<
la mano derecha j.
el pon Y el vino de la misa ~
.... _dos
z:
día (sol) "'.•
. . . . . .,
~.~-, ~~\
~:
ffl
;:.~.z o cielo _ _ , hombre
+
11
de manera sencilla, pero claramente identificables, así como los signos para
mujer
j lO
, etc. Efectiva-
ca ~Iicada Ream_ a oan Pedro coo las 1Iaves XI.. a ... Pablo
coo la eopooda tJ.. a san Mlguel """'" hombre aIBdo ~ (oIngeI) con
• ~ JIIIbIM ea apraaJatnL
lA MEXlc.t.NI7AClÓN
M.
DE CRISTO
. - es """""""lado en la cruz
. .
7. pero cuando _ _ una
~
.
una.,........
~
d. cuya boca sakn _ _ _
~~
2·~ una ..... d._
grandes _ se lee como ''voluntad"; el *.A sifprifica "visible" o "señal"; y
fP)" -a,:PJ
estarfraltea6, owlverlacara, ~ "visible" e "invisible"; del mis-
mo modo, la negación es representada como una persona vuelta en dirección
~ftt¡~ .~~ IJ
contraria a la lectura ~ ~ [no jurar, no hurtar]; la bended1a it
ir
V1ndohnnenai8 , p. 2: AiIo -4 CcUIa, día -4 Venado
jiu! la focIw. sagrada de la jiurdod6n del lugar•••
-jtl'
la cara de Dios - _ ~ se lee como "lUlte Dios" o "a Dios" (ef nauatl: íxpantzin-
eo), yes el símbolo de la virtud o.el poder divino, así como la santidad o lo
santo se representan como bulto (Envoltorio Sagrado), y los SIUltos y las san-
do €j , que se lee iluitl, "día, fiesta", en nauatl, que aquí significa: "nombre",
"orden" ....-ee parece al signo de cuatro volutas orientadas a las cuatro direc-
sentan "la eternidad". Una flecha en un arco F/f)" se lee "eterno", posi-
ELGRUFO blemente la escritura fonética de ce mitl, "una flecha", y cemicac. "para siem-
MAGUABECHIANO
roMO PUENlE HISTÓRICA
pre", en naua.tl. De la misma manera, un animaHto ~ ~ se usa para
decir "as! sea". El concepto "todo" es representado por medio de un dedo que
q~
~
-QUJJ11JJJ
bija A N (cf. Magliobechi, pp. 3 Y 88.), Y se lee como "obra" o, con 1Dl dedo
88
LA MEXICANIZACIÓN
DECRISI'O
~
.....~ 9
EL LIBRO DE ORACIONES
Amén, Jesús •
98
Iv. El sincretismo religioso
[I]
~
A INIENSA PREDICACIÓN MASIVA DE LOS FRAILES no logro hacer total-
mente tabula rasa en la mente de los pueblos indigenas_ Los
mesoamericanos mismos no se limitaron a un papel pasivo, sino que inter-
vinieron como protagonistas en todo este proceso, y combinaron los conceptos
cristianos convenientes con el potente substrato de su m11eoaria cultura espi-
ritual. Se forjó, asi. una nueva corriente religiosa, nutrida de la fusión de valo-
res y visiones de ambos mundos. Este fenómeno, conocido como "sIncretis-
mo", no se limita, por supuesto, a la época colonial. La combinación y mezcla
de contenidos espirituales se habia producido J'tl antes de la conquista espa-
ñola. Mesoambica era una extensa región, con una historia cultural compleja,
en la que muchos pueblos diferentes estuvieron en contacto continuo por m11es
de ados. Este contacto resultó en la equiparación e identificación de diferentes
dioses, reconocidos como distintas manifestaciones o títulos de un 8010 poder
divino. En la iconografIa religiosa precolonial --en ios libros de la sabiduria,
conocidos como códices; por ejemplo los del "Grupo Borgia"-, a menudo en-
contramos casos en que una imagen divina combina atributos de diferentes
dioses, lo que dificulta la identificación precisa.
El Códice FfdénJdry-Mayer (pp. 5-14, por ejemplo) presenta una serie de dei-
dades con sus dJas sagrados y con "mesas" en las que se han colocado manojos
contados (de tallos de pasto, flores, hqJas o ramas de ocote), como ofrendas.
Parece que se trata de cinco grupos de dos dioses cada uno. El primer pereooa-
je de cada grupo es una deidad 880dada con la luz, lo precioso o el mafz; su
compaüe:ro es un complemento, a veces mascuUno, a veces femenino.
El primer dios (FfdénJdry-Mager; p. 6) tieue la boca decorada en forma de
marlpoaa. caract.etistica de Macuibochitl (cf. Magliabeclú. p. 6Or); por otra
parte, el cita que lo acompaDa, 1 Muerte, es consagrado al Sol entre los mJxte-
cos. El segundo dios, su compañero, es representado como un hombre anciano:
puede &el' int.erpretado como la Luna, perotambitn como Tcmaaatecuhtli. el
Seilor primordjal de la creaci6n Yde la fertUidad.
El primero de la eegmuIa ~ (F~Mager; p. 7) se identifica ficll-
mente como XochIplJU-TIazopilli, por BU deoorad6n COIljade Y iba Y poi' 8U 99
EL GRUPO
MAGUABECHIANO
COMO R1ENIE msróRlCA
11 11 11 11 11 11 11 11 11 11 -11-11-11-11-11-11-11-11-11-11
U 11 U 11 11 11 11 11 11 11 -11-11-11-11-11-11-11-11-11-11
11 11 11 11 11 11 11 11 11 11 -II-II-n-n-II-II-n-II-II-n
~.JID>Q 11- 1f @ 1f O ~ l) ó la
FejérvAry-Mayer, pp. 8-7.
día 1 Flor (c:f. Magliabechi, pp. 35r, 47r-48r). Es el dios de la alegría y de las
fiestas, relacionado con la deidad del maíz. Su compañera es una mujer joven,
también decorada con discos de jade, además de dos plumas largas en su toca-
do. El contexto y la iconografia sugieren que se trata de Xochiquetzal. El signo
de jade en su falda, sin embargo, y el vapor que saJe de su boca hacen posible
también identificarla con ChaIchiuhtlicue, "La de la falda de jade", la diosa de
las aguas (c:f. Magliabechi, p. 31r).
El primero de la tercera pareja (Fejérváry-Mager, p. 9) parece ser de nuevo
un di06 solar. nene un tocado distintivo y enigmático, que contiene una gran
voluta blanca y un elementD ~ que se asemeja a la cornamenta de un venado,
pero que también podría ser una comente de sangre (c:f. el omamentD, dificil
de interpretar, en el tocado de Uitzilopochtli, en Magliabechi. p. 43r). La ima-
gen de su compañera (FejérrJáry-Mayer, p. 10) no tiene elementos diagnósticos:
se parece a la diosa de la p. a, pero sin las d06 plumas largas. Obviamente,
para 106 intérpretes originales del códice, la identidad de ambos dioses no
se prestaba a confusiones, de modo que cualquier precisión iconográfica salia
sobrando.
La cuarta pareja comienza con una diosa (F~Mayer; p. 11), que se
asemeja a las d06 anteriores (pp. a y 10), con la diferencia de que su quech-
quemitl Y parte de su falda son de color ~ (y no blanco). Probablemente se
trata de una diosa del Maiz, llamada Xilonen por 106 aitecas (c:f. Magl.itJbechi,
100 p. 36r). Su compañero (p. 12) es un Sedor Azul con Cara ~ que aparece
EL SINCRE'IlSMO
REUGIOSO
g~;~g~gg
~~.~.
1111111111 UUU!I UU!I U
1111111111 iUUUUUUl!1 -II-II-n-II-II-II-II-II-II-II
1111111111 !IUUU !UUI!I -1I-n-II-II-n-II-II-Il-II-11
-11-11-11-.11-11-11-11-11-11-11-11
Fejérváry-Maye.r, pp. 6-5.
varias veces en los códices pero que es dificü de identificar, pensamos que es
el dios de la riqueza y de los mercaderes, llamado yacatecuhtli por unos y
Xolotl por otros.
La quinta pareja comienza con el dios Venus, TIauizcalpantecuhtli (Fejérvá-
ry-Mayer, p. 13). Su compañero es tuJa deidad de cuerpo oscuro, con tuJa másca-
ra en su frente, y de quien salen mutas oscuras (FejénJáry-Mayer, p_ 14): tiene
rasgos de un dios del pulque, pero pensamos que es un dios de la noche y de la
oscuridad (yoaltecuhtli), que forma un conjunto natural con el planeta luciente.
La fácil combinación de atributos y la consecuente ambigüedad iconográ-
fica son propias de tuJa espiritualidad basada en la aperiencia directa, no en
un canon teológico de prescripciones y formulaciones fijas. Precisamente, esta
ausencia de dogmas, esta pluralidad del mundo divino y esta elasticidad de
los conceptos favorecían la relativamente fácil adaptación de la cosmovisión
tnesoamericana al cristianismo y la traducción de los términos europeos al ro-
cabula.rio propio. Como coneecuencia de tal 6amosis cultural, en la época colo-
nial temprana se produjeron nuevas e bltereeantes unidades creatmls en las
que con frecuencia es posible señalar los distintos elementos e identificar el
origen de cada uno, pero no se pueden ya separar o disecar los componentes
sin destruir la obra. Hay que respetar estas creackmes literarias y artist.icas
del sincretismo como ejemplos de un género propio, hermoeo e interesante; no
SOn corruptas ni decadentes, no hay ninguna IPÓIl para querer "purificarlas"
de los elementos cristianos. 101
EL GRUPO
MAGUABECHIANO ___ ~~Sil
-- :- ----
COMO FtJ'ENffi HlSlÚRICA
:
-~~.M~_~_~~
11-11-11-11-11-11-11-11-11-11-11 11-11-11-°11-11-11-11-11-11-11-11-
11-11-11-11-11-11-11-11-11-11-11- 11-11-11-11-11-11-11-11-11-11-11-
11-11-11-11-11-11-11-11-11-0-11- 11-11-11-11-"-11-"-1'-11-11-'1-
Feyéváry-Mayc-, pp. 12-11.
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1 El kzto maya fue publicado por Emn- (1988, p. 80), COIl _ tl'IIducci6D tItferalte. que,
JIlTd-mente por DO ftCOIIOCU la rebIct6a COIl d Ifbm bdJUco del Apoca....... ~dc claric:IIId. lOS
EL GRUPO
MAGUABECHIANO
COMO FUEN1'E msróRICA
Uno de los protagonistas más importantes del sincretismo fue el dios Quet-
zalcoatl, la Serpiente Emplumada, que es el remolino y, como tal, tul impor-
tante naual ("animal compañero" o alter ego) de las personas fuertes y pode-
rosas. Un hombre-dios de tal nombre fue el más famoso rey de Tula <Topiltzin
Quetza1coatl), que había ido a la costa del Golfo para convertirse allí en el pla-
neta Venus. Como deidad, Quetzalcoatl desempeña un papel esenqaI en diver-
sos relatos sagrados eobre la creación -'Véase, por ejemplo, el texto eobre la
creación del murciélago y de las flores en MagUabech.i, p. 61v-. Según otro de
esos relatos, bajó al inframtuldo y trajo de allí huesos para crear al ser huma-
no. Este detalle, así como su nacimiento sobrenatural (de una virgen), su re-
chazo del sacrificio humano, su carácter de sacerdote-curandero primordial
-sabio, predicador y penitente- Yel signo cruciforme (referencia a los puntos
cardinales) que a veces lleva como atributo fueron los ingredientes para rela-
cionarlo con Jeeucristo_ 8
La interpretación cristiana de esta figura no se ve en el Códice Magliabechi,
pero si unas décadas después en los códices TelIeriano-remensis y Vaticano A.
1. El Ueyi Ajakatl (Gran Espíritu Azul) crea a la primera gente de maíz. Los
hombres no trabajan, solamente cantan, juegan y tocan música; viven como si
fueran niños. No se preocupan por alimentarse, ya que cada persona tiene una
mazorca de maíz en el mentón, y come algunos granos cuando tiene hambre.
2. Una persona, sin embargo, jala su mazorca hasta que la quiebra, y el
Gran Espíritu,4 triste de ver al hombre perezoso, se arranca los ~ para ya no
3 Más adelante !le presentan a1gunos textos que Anuschka van't Hooft registró Y analizó du-
rante su trabajo de campo en Nanaya(la, Xochiatipan, Hidalgo, en 1998-1994. Muchos habi-
tantes de la comwUdad, con su hospitalidad, paciencia Y odentaciOlle&, alentaron e bJderon
posible este trabajo. Orientaciones sumamente valiosas dieron el profesor RdUglo Miranda San
RomAn, el maestro Luis Reyes Garcfa Y el profesor ndeÍOO&o Maya Hem6Ddez. Para las trans-
cripciones y traducdones de los textos fue esencial la ayuda del profesor RdUglo Miranda San
RomAn, uf 00II10 la de Fellciano HemAndez Ramirez, quien tambI.ál aclaro muchas dudas Y
resolvió varios interrogantes.
4 SUles ha publicado una YUSión: de este relato coamog6oko (1978, p . 18; 1986, p. 108>, na-
frado por- Maya, en que el Gran &pfritu .Be Dama Naauat.zin. F.Dcontramos a este dios en la
Leyenda de los ~ doode Nanauat}. el buboeo, se arroja al fuego para c.oowrt:Irse en el aol
(~de los aoIn, 1975, pp. 121-122). l.Ds ftCino8 de ~yatla (ya) DO c::oDOCal a Naaa-
uatztn: _ tatos ~ _ eobre "Dios". 106
ELG1WPO ver más al mundo. Empieza la desgracia. Los hombres tienen que cultivar la
MAGI.IABECHlANO
tleaa, las mujeres se embarazan y sufren partos doloroeos.
COMO FUENTE HISTÓRICA
3. El diluvio (véase más adelante). Dios hace que un gran diluvio acabe con
la primera genemción de humanos. Sin embargo, algunos hombres sobreviven,
y empiezan a hacer fuego.
4. Dios manda aves a la tierra para saber qué lastima sus ojos (el humo del
fuego de la gente), y transforma a los sobrevivientes en monos. Un hombre,
que se habia escondido con su perra, se transforma en zopilote. Luego, el zopi-
lote y la perra se convierten en hombre y mtüer, regenerando de esta manera a
la humanidad.
6. La mtüer se embsraza por el olor de un teokumtitl ("árbol divino", el ce-
dro rojo), por lo que sus descendientes tienen el color de este árbol. El hom-
bre, enojado por haber sido excluido de la procreación, se apropia de los actos
relJgi0808 y prescinde de la mujer para ejecutar tareas religiosas.
6. El hijo de la mujer regenera a la humanidad. Enseña y organiza a la
sociedad, dicta todas las leyes. Con él empiezan la autoridad, el trabajo, las
relaciones sociales.
7. Inicio del cumnderismo, la medicina tradicional, la transmutación. 5
11 Los ekte rdatoe c:oemog6aicoB IlOl1 ___ Idos de acuerdo con la tnfOl"1ll8d6n del proCeaor
Mayalfcm6nda (com. pen.,jaIdo de 19(4). Cuatro de loII t.e1to8 ya han sido ttgIatrado& y ro-
mmtMoe por tl adI!Iao (1979-1980).U. qfalratlldgPifica litaalmente "aire grade". FJ acije-
ttro cual DO !le eat!lWDtia al el lIOIIIbrc _ -....ata clart&c.ctlln acaca del tbmtno !le debe al
JII"CIfe-" MaJa BendDdez. La ~ de garta pdmoniJalea a l lDOII08 bma parte
tuIIJIta de la lIIItIpa ~. . .,.. azta:a de b cIJIco aoJa (m.ee, por ~, el CdcUce lJCItt-
_ A. p. 6r, y el Itbtv apIicatbo COlltlll.....Ientr. al cata coJecct6n), lIIIl CImIO al el Popol
VuIL CuaIi*ue d relato ........Iedo por Wdtlaau 0981, p. 884), doade ~ DO !le qIdaal
pendpar!le wehat _ _
pp. 1!0-118 Y 114-118; StUes, Maya y CutfIJo, 19815, pp. 28-86). TIIIIIbféa los lICI6t«:otr COIIOOeIl
el mJamo rdato c.oamog6oioo, como DOS iDfiIr:ma Laughltn (1909, p. 8(8).
7 Ea el Popal Vuh, 10& gemdoe HuDahpu y XbaJaDque CDCUeDt:nm el mtmlo fio:n6mmo. cuaa-
do tumbua lIIOIlte y, al dfa 1IIgIdart.e, todoa loe úboIa vadw::a. a atar al pie. Ea el Popal Vuh,
sin embargo, este ~ 110 estA relacJooado can el dihmo. Ea la ftDIlm de NImayatla, el CIIJIU¡jo
1ewnta a 108 6rlJolea 0IIIl pUabrae. Ea el tato de StJla (1978, p. 11) el 0IIDI';I0 MIta JIUIl de-
vohu allllOllte lIIl a.ated« estado. TIIgIIrt ha ra:opIIado uua ftDIlm al la que el CIJIWiIo ~-
ta el lIIOIlte 0IIIl_ 0I"lMa. lA JmportaDda cid odD qutá se clc:rtft de ... _ ftlIlda8 que
en la rruodlcfna tradldonal actual .IJIcluya¡ este lfquJdo, , . !IICII!'4opadaa .... Sahag6a.
8Comp6lue en Vaticano A. p. aov, la hJatoI'Ia ~ de CIuurtico, que fUe el pdmer-=rlfi-
cado. cJeepaia de c:oma un paICIIdo IIIIIIII0; el humo que lIUbI6 al cielo euqj6 a Tl'4IIICIItrcvbtli,
quku le echó una maIclkilJu, de modo que se "tOhteee perro: ÚDa ftDIlm mili aa- se CDCUeD-
tra en la Lqmd4 de loe Soles (f[ I·m. que relata c6mo la pdmaa pMTJa hwuaa que se eah6
cid dJhnIo, ac:gndlda en un aueuae ~ u6 . . . . . loe J>"CN'«- l!8te humo lIUbI6 al
cielo Y molat6 tuato a loe dioIIaI que ~ ala pMTJa al puros. 107
li
EL GRUPO una aura, condenándolos a comer cam.e podrida para siempre. Al tercer ángel
MAGlJABBCHIANO Dios lo reoompens6 transformándolo en chuparrosa.9
COMO FUENTE HISI'ÓRICA
90tra w:ndlJa del mJIImo tato (Maya Hem4Ddez, como pers.) relata que 10& bombra 8Obre-
1'trialteIt _tz...m.rm.dOll en zopBot.ea, ..no UD hombre, quJea, 00II SIl perra, queda en la tJe-
rra. C - d ~ _ 00II_ puientes, que ahont lIOII zopilotea, Be adapta a _ coat:umbrn.
De.puee. 8U pena al caaw:rtIda en. Dl1Jjer. de modo que pueda! rqeoerar la vida humana en
la üenL Ba la ftlWI6a de T....,t (1988, pp. 191-197) tambJbl Be encueutta el epI8odIo de la
108 para.
,....
lajke kampa incha. AjBikoj incha, yajuantl 8a8. llegaron a sus casas contentos, por- EL SINCREIlSMO
pakiyaya pampa kipeualtijkeya DOpa te- que ya habian empezado ese 1:rabajo para RELIGIOSO
kitl para sampa ya no kitokase DOpa sin- otra vez sembrar maíz. Esa tarde todavfa
tli. Napa tiotlak noja tetlanejke paro to- pidieron para al amanecer seguir rozan-
niliski noja yase tIayiti paro más uqi ma do, para que se hiciera más grande la
eli napa mili. milpa.
3. Tonilito nopa tetat uan DOpa Uro- 3. Al otro día ese padre y sus hijos
neua kikuitejke ini machete, iniateko, ini agarraron su machete, su galón, su som-
sombrero uan yajkeya, mouika, uan noja brero y se fueron, llegaron donde habian
ajsitoj kampa tlaxtoke paro tokase sintli tumbado para sembrar maíz, pero se sin-
pero moknesoke kema ajaitoj, teipa ipa tieron tristes cuando llegaron después a
nopa kampa nopa tlaxtoya, pampa ajaito, ese monte donde habian rozado, porque
kiitatoj nopa kuatini yonse axm.otsontek- al llegar vieron que de esos árboles ni
tok, yonse BXUetstok. Nopa kuatini, kua- WlO estaba cortado, ni uno se había caí-
mekatini, nopa xiuime nochi mantoke, do. Esos árboles, bejucos, esas hierbas,
yonse kuauitl axkana uetstok. Uajkino todos estaban en pie. Ni Wl palo se había
moiluiaj nopa tetat ika ikoneua.: caído. Entonces se dijeron ese padre y .
sus hijos:
"¿Paro kenke Rama ne kuatitlamitl "¡JJor qué esas hierbas todavía están
noja mejki, para kenke ne lduitini noja levantadas? Nosotros ayer tumbamos
mejke? Uan tojuantin yalo kuali titlaxke, bien, tumbamos mucho, y empezamos a
UeJ:Í tit1axke, uan tikonanke tikuamaxi· cortar las ramas, bien cortamos las ra-
ma, kuali t:ikuama.xinke. Nochi ni kuatini mas. Todos los árboles estaban tirados. Y
tlen tepejtoya. Uan nama, ¿para kenke ahora, ¿por qué no se ve que cortamos el
axnesi tIa tikintsonteki ni kuatini? Na· monte? Ahora todo el monte está todavfa
ma nochi kuatitlamitl saya e1tok como como ayer temprano esturo, lo fuimos a
yalo ijnalok elto tikitatoj. Pero Rama sam· Vt'7. Pero ahora otra vez vamos a cortar".
pa titsontekise".
4. Uajka DOpa tetat uan DOpa ikoneua 4. Entonces, ese padre y sus hijos, con
ika sekinok itlanejme pues noja kiko- otros peones suyos, pues, otra vez em-
nankeya tekiti. Nopa ya eU ika ome tonal. pezaron a trabajar. Con eso ya hadan dos
Kikonanke tekiti tektti, naja nijki ueyi dias. Empezaron a ~, trabajar, otra
tekitike. Uan tiotlak eUto, moiluiaj: vez trabajaron mucho. Y se hizo tarde, se
dijeron:
¿"Nama sampayauo thneximaee ne "Ahora otra vez _os a cortar los
kuatini tlen t.epejtokeya, más¿kuaU tiue- árboles que estaban tirados, mejor los va-
jueloee, más kuaU titsont.e.ktee uan tild- mos a cortar en pedacitos, mejor los
tase mostla¿tlen noja meuas". _os a picar. y vamos a va- si ma:iiana
todavia se levantan".
Uajkino nopa tonati ika ome tonal eli, Entonces con ese dfa ya se hadan dos,
tiotlak naja ualAgkeya iDcha, mofluiJre pa- Y ea 1& tarde otra vez eJe fueron a _
ra ayi meua8 napa kuatini kampa kitson- casas. Se dijeron que ya no iban a leuD-
tejkeya uan más kiuejudo pcjke. Nopa taree esos árboles donde ya cortIUon, Y 100
'¡
ELGRUFO tiotlak elitoya no noja tetlanejke uan empezaron a cortarlos en pedazos muy
MAGLIABECHIANO kema tonilito nopa tetat uan nopa Uro- pequeños. Se hiu> tarde, otra vez pidie-
COMO FUENTE mSI'ÓRlCA
neua kinkuitejke tlqekanke noja yajuan- ron peones y cuando al otro día ese padre
tin ajsitoj inimila uan tJaneme axteipa- y sus hijos se fueron, se adelantaron y lle-
ajsitoj. Pero kiitatoj nopa kuatitlamitJ garon a su milpa -los peones no llegaron
saya ya, axk.ana motsontejtok nopa kuati- luego-. Fueron a ver ese monte: sola-
ni, kuamekatini, nochi mejtoke, axk.ana mente él estaba (como antes), no estaba
nesi tia tlaxtoya kentsi, lrualtsi kuatit- cortado, y esos árboles, bejucos, todos
lamitJ e1tok noja. estaban en pie, no se veía que hubieran
rozado, ni un poquito. El monte estaba
íntegro.
5. Uajkino moiluijke nopa tetat uan 5. EntoJices se dijeron ese padre y sus
ikoneua: hijos:
"Nama mejor ayikana titIayise" uan "Ahora mejor ya no vayamos a rozar"
moiluiyaya: ·pues ayi tekitise". y "Pues ya no vamos a trabajar". Pero vie-
Pero kinitalre intlanejua nopa yaui ron que sus peones allí iban llegando otra
naja ajsitoj yano.Uajkino moiluijke: vez. Entonces se dijeron:
·Bueno, itstokeya noja De totlanejua, "Bueno, ya están nuestros peones,
nama que eyi tonal eliti timaldlise ni te- ahora ya van a ser tres días, vamos a ha-
kitl, pero, pues, ualtokeya ni totlanejua, cer este trabajo, pues ya vinieron nues-
pues Jdpi para tekitise noponi". tros peones. Se tiene que trabajar allí".
6. Naja kipixke tnyolo para kichiua&e 6. Todavia tuvieron corazón para ha-
nopa tekitl. Sampa ya no momankeya cer ese trabajo. Otra vez se juntaron el
noja tetat uan !ka ikoneua uan !ka ini- padre y sus hijos con sus peones. Em-
tlanejua_ Kikonanke noja tekiti tekiti te- pezaron a t:ra.byar, trabajar, t:ra.byar un
kiti se tonal, axkana lIlO6euike uan más día, no descansaron y más se cansaron
motlaxikoltijke pampa kine:jke kitson- porque quisieron cortar más hasta abajo,
tekise más hasta tlalisko, hasta tlaltitJa, hasta la tierra, para que ya no se levan-
para ayiluma ma meua napa kuauitl, no- taran esos 6rboles, ~ y hierbas_ Así
pa lruamekatl, DOpa lduitini. Te:ipa ijIdnJ hicieron. Con ese, tres días trabIyaron.
Idc:hbgke_ Napa !ka eyi tonal tekitijke.
7. Te:ipa tiotlak noja kikatejke kuatit- 7. Después, en la tarde, dejaron el
lamitl, moiluiaj: monte, diciendo:
"Ma ~", uaJajke tlane:me uan "Ya nos vamos". Se fueron los peones,
DOpa, este den tetat ya m~ tlen Uro- pero el padre se quedó, sus hijos también
ueua DO ualajke bicha. San apenas DOpa se fueron a la casa. Solamente el padre,
tetat ,.u m~ lmatItla. para ~ él se quedó en el monte, porque"quiso ver
küta8 tlachJretl kbdeua DOpa kuatini, qué era 10 que levantaba a los Arboles, los
napa In-mebme, U8D ae.Idook DOpa ldui- bejucos y otras hierbas, por qué se levan-
tini. lrEake para. meua. ~ DOpa te- taban. Se quedó ese padre y cwmdo ya
tat U8D bma ,. ~ di DOpOni se hizo medianoche, alU el hombre fue
tbIch.ijtD lIOpI tIa1ratl Jrema ~ ,. • wr, cuando escuchó que loe bejucos gri-
110 ~ U8D ~ ptD'G De kuame- taban Y cuando eecuchó eee homIx-e, hi-
kame tsajtsij uan kema kikajtejki nopa ciernn ruido, hicieron ruido, estaban en- EL SINCREllSMO
tlakatl, nopa kuatini, .nopa kuamekatl derezándose esos árboles, bejucos, hier- REUGIOSO
san tlatlatsiktsi, san tlatlatsiktsi, me} bas, todo, hacían ruido y se enderezaban.
tikate nopa kuatini, nopa kuamekatini,
xiuime, nochi, san sauaka mejtikate.
8. Uan teipa noponi nopa tlakatl mo- 8. Yel hombre pensó:
yolojui:
·¿Para lrenke noja meua uan niitstok " ¿Por qué todavia se levantan y yo
nikan.i uan ne tikintsontejke yalo hasta estoy aquí y los cortamos ayer hasta la
tlaltitla uan Dama para kenke noja me- tierra, Y ahom por qué todavía se levan-
naya?" tan?".
Yajki esquina, tlatIachiltinemi nauí Se fue a las esquinas, fue a ver en las
tlaesquina yajki tle imila, axtleno kiita cuatro esquinas. Fue a su milpa, nada
pero kuatini ya mejtikate achiyok. Uajka veía pero los árboles ya estaban ende-
noponi ualajki kampa tlatlajko mili, no- rezándose un poco más. Entonces, en
poni ya kiitako se kuatochi lokotsijtok, medio de la milpa, allí, él vio a un con~
noponi yejtok mero kampa tlajko tlatlax- sentado, allí mero, en el centro, estaba
pa, kiiluiyaya uan kinilui: sentado y decía:
"Kuatini, kuamekame, xiuitini, ¡xime- "Árboles, bejucos, hierbas, ¡leván-
uakayal, ¡ximeuakaya!, axkana intepejto- tense ya!, ¡levántense ya.!, no van a estar
se, inteikneltsitsi, ¡ximeuakaya!, ¡ximo- tirados, pobres, ¡levántense ya.! , ¡leván-
ketsakaya noja.!". tensel".
9. Uajka kiitak nopa tIakatl najka 9. Entonces vio ese hombre que ese
nopa kuatochi ya ijkini eua nopa kuati- conejo así levantaba los árboles. El hom-
ni, nopa tlakatl kualanki uan moUui: bre se enojó y se dijo:
"Uajka ne kuatochi kineua ni notlax- " Entonces el conejo levanta mi roza-
tlax ya ijkinok kichina para kuatitlamitl n . do, él es quien hace así al monte".
KuaIanki DOpa tlakatl. Kiklxti ima- Se enojó el hombre. Secó su machete,
chete, kineki.yaya kitsontekis nopa kua- quería machetear al conejo, pe:ro ese ca-
tochi, pero nopa kuatochi momaoouik, nejO se defendió, habló con el hombre y
kikamoui nope tlakatl uan kiiluijki: le dijo:
"¡Amo xinechmijtil, na axtikijtos ax- "¡No me mates! No digas que fJOY malo
kuali no)'Olo o fiero nonem iUs, yeka ni- o que es feo mi comportamiento porque
kineua napa kuatitlamitl. Na nijneki. ni- levanto el monte. Te quiero avisar, hom-
mitayolmelauas tlakatl, ¡ayimo ximoilni bre: ya no pienses que vas a trabajar
ta noja titekitis!, wln ne mokoneua uan todavía, y tus hijos Y otros hombres ya no
sektnok tlakam.e ¡ayikana ximoiluika tla piensen que todavia van a rozar, que van
noja intlayiBe iDldchiuase se neyi tekitl! a hacer un gran trabaJo, porque ahom va
pampa nama eliki san tlapik intekiti- a ser !nútllsu ~. Ya no van a ver sus
se. Ayikana inkiitase Imoelo, imno8i o elotes, su mai% o su frijol, su cacahuate,
Imoetl, imoJceDl18, clúIi, ayikana iDldeli- chile, ya no van a productr, y por ceo dije
tise uan ydm na Dtki.lu.I DOpa kuatitlam.itl que se levante el monte, que DO esté tira-
IDa mena axkana IDa t.epejtoke". do". 111
EL GRUPO 10. Tapa nopa tlakatl tla kiüui nopa 10. Después ese hombre dijo al co-
MAGUABBCHIANO kuatochi: IH<Jo:
COMO FUENrn HISTÓRICA
" ¿Van para lrenke kuatochi, para tren· " ¿Y por qué, conejo, por qué dices que
ke tikijtD ayikana roa titekitika pa=pa ya no trabajemos porque ya no va a pro-
ayi elis, ayi tijkuateuase?". ducir, ya no comemos?"
Vajka nopa kuatochi tlaoaoldlik, ki· Entonces el conejo respondió, le
nankilik nopa tlakatl uan külui: respondió al hombre y le dijo:
·Bueno, ta tlakatl, ayimo ximUchiuaka "Bueno, ~ hombre, ya no vayan a ha-
tal uan De sekinok mochaneua, ayikana cer milpa tú Y los otros vecinos, ya no
ximUchiuaka pa=pa san tlapik. Ayikana vayan a hacer milpa, porque es inútil. Ya
inkikuajt.euase, ayikana tlaelis". no van a comer, ya no va a producir".
"¿Van para 1unke, ta kuatochi", kiij- u¿Y por qué, tú conejo", dijo el hom-
toki napa tlakatl, kitlatsintokili, "kua· bre, le preguntó, "conejo, por qué ya no
tochi, para kenke ayikana tlaelis?" va a producir?"
11. ·Ah, bueno, ualga na nimitsiluis 11. "Ah, bueno, entonces te voy a de-
lrenke para nikijt.oa axt.1aelis. Nama ayi' cir por qué digo que no va a producir.
kana t1aelis pampa Dama tipoliuiseya. Ahora ya no \'a a producir porque ahora
Peuas uetsis uetsis uetsis uan uetsis atl ya nos vamos a perder. Va a empezar a
uan tipoliuise, san nenka int.ekitise uan llover, llover, llover y llover, y nos vamos a
ayikana intlalO1sse. V~ nama, ta tla· perder. En balde vamos a trabajar y ya no
katl, nimitsyolmelaua, tlen nama moneki van a comer. Entonces, ahora tú, hombre,
tijchiuas, xijchiua se kuaaleanoa, xijchiua. te aviso que ahora es necesario que ha-
se ueyi ImaaJglIy'll tlen inmiyak inme- gas, haz una canoa, haz una gran canoa,
chaxilis. Ta axtijpi uapali, pues, xikona- que alcance para muchos de ustedes. Tú
De, xikuat.eki uan xijchiua uapali uan no tienes tablas, pues empieza, corta, y
teipa tijchiuas nopa ueyi akanoa kampa haz tablas, y después vas a hacer esa
ta tikaJalds, molmnaJa lealald...." uan gran canoa, en donde vas a entrar tú, y
addDok mochaneua tia no kinaxilis, pero van a entrar tus hijos, Y otros vecinos, en
mondd ya xüwoane oama nopa t.ekitl. caso de que también alcance. Pero es
r Xijchiua nopa kUAalea-. uan ayikana necesario que desde ahora empieces el
mili pampa ya ayi uajka peua uetsi atl. Ta trabajo. Haz la canoa y ya no hagas mil-
Xlmotxiuiltis uaJka nopa atl miyak elis pa, porque ya no tarda en llowr. Apúrate,
uan tipoliui !le, immechpol08 san sampa. va a haber mucha agua y nos vamos a
V.gka D&IDIl xijchiua nopa tekitl, xijko- perder, ustedes se van a perder a la vu.
D8DIl napa akanoa punpa aetsis atl Entonces, ahora haz el traba,jo, empieza
ompouali tcmal, ompouali toual. uan DOpIl la canoa, porque va a llovu Cl1Ilrenta
atl peuaa 1IlOIIIiyaldlia_ Peuas tlejkos tkj- dfas, cuarenta dfas, y esa agua va a em-
koe tlejkoe haata, ueJja 9iti h4sta De pezar a awnentame. Va a empezar a su-
ilaikak. UaD ta tijch tu. . DOpa kuaabnoa., bir, subir, subir, beata a]o mejor va a lle-
DOpOIIi tnlpJaldee JDOknneua, ~ lb se- gar hasta el cielo. Y tú .,.. a hacer la
kmok moc:bllJlClJ&. v.o DIL, como mkua· canoa, a1U VIlO a entrar tus Jqjos, tú:, con
tochi, _ D1moeenta DOpIl _ _ _ ikuitla· otros ft.CiDoe, y yo, como soy conejo, JO
112 pe. UIID b:aopa, DOpIl atl mds m.iyaJdlja, voy a sentarme encima de la canoa. Y aai
T
pero tojuanti titlejkose ipa nopa akanoa. el agua va a aumentarse más, pero nos- EL SINCRE'IlSMO
Uan na san ikuitlapa nimoseu1s", kiijtojki otros vamos a subir en esa canoa. Y yo, RELIGIOSO
nopa kuatochi. solamente encima voy a sentarme", dijo
el conejo.
12. Uan nelia nopa tlakatl kikonanki 18. y de vema, el hombre empezó a
kichiua nopa akanoa. Pejki tekiti tekiti hacer la canoa. Empezó a trabajar, traba·
uan kichityki ueyi kuaakanoa uan nell san Jar, y entonces hizo una canoa grande.
kion-tlamiltik nopa küluia nopa akanoa.
Uan neli ~ uetsi uetsi uetsi uetsi y de veras empezó a nova, nova, no-
atl, Panok sempoali tonal, sempouali uan va. Pasaron veinte días, treinta, el agua
majtlaktli, atl miyak eIkiya. U~kino no- se había hecho mucha. Ent:onces entra-
poni kalajkeya nopa tetat ika ikoneua ika ron el padre y sus hijos con otros vecinos,
sekinok tla inchaneua kalajke ipa aka- entraron en la canoa, y de veras el agua
noa. Uan ne1i ~ miyakili atl más, uan empezó a aumentarse más, y empezó
~ kintlanana, kintlanana, kintlanana, a alzarlos, los alzó, los alzó, los estaba
kintlejkoui1tijti, kintlejlmui1ti, wykapa ell- subiendo, los subía, alta se hizo el agua,
toya nopa atl, miyak eIki pero nopa aka- mucha hubo, pero la canoa no se h1mdía.
noa ya axkana ueli atsintlauetsi. Kintlej- Los subía, los subía, y el coru:jo estaba
kouilti, kintlejkouilti uan nopa kuatochi sentado encima de la canoa.
nopa akanoa ikuitlapa yejtok.
13. U.gki napa elki lwsta .ysito achka 13. Y así fue hasta llegar cerca del
iluikak. Nopa kuatochi kiitato seyok tlali cielo. El conejo vio que había otra tiara
eltok ipan ne iluikak uan momajkajki en el cielo y se an:ntó, pero ese conejo se
pero nopa kuatochi mokauato ipa ne uaj- quedó aniba. Ahora _os que aniba en
kapa. TIen Dama tojuanti tikiitaj ipa. ne la Luna está pegado 1m conejo. Hace
uaJkapa ne metstli ipa tlaskitok se kua- años, cuando se perdieron en la tierra,
tochi. Nopa uajkajki kema polijke ipan ne el agua subió a aqutllos en la canoa. El
tlali kintlejkolti atl ipe akanoa. Napa conejo se quedó, está pegado en la Luna.
kuatochi momajkaki tlaskitok ne metstli Por eso ahora _os que la Luna tieue 1m
ipa. Uan ydm nama tikitaj ne JIldBtli ]d- conejo.
pixtok se kuatochi. ya mokauato nepe
metstli ipa napa kuatochi.
14_ Uan nopa D1a8CUAlme, no, este, atl 14. En cuanto a los hombres, el agua
noja pcjki kaxani kuani uan kaxani otra wz se ~, se a80j6, y Be aftojó,
lwsta kampa .gsiko no;a tlalte:paktipa . hasta que vino a llqar a la tierra. Uc:g6
~ !pan ne tlalchi uan ya tlachiyalmJ a la tiara y Be wfa que muchos (anima-
miyak tlatepejtoke, este, pitaome, seki les) estaban tinIdos: puercos, aIg1U1oa ca-
kaname, seki De torome, miyak tlamij- ballos, alguou reses, muchoe e8taban
mijto1re. Uan Y9Jantln tJronenkeya mo- JIIIII!:I1Il& Y la F* empeII6 a CIJIIIa' -Po
fla1a ..]Uya nIkani, motlakualtiya. J\Iuiyak empeHl'OII a CDIIIa': aabroeo lICDÜIm que
ldmachUtya tJa1ma. comfan..
Uajka napa t.ot.dm t1e Iluikak tetok, Eatcocea, Dios, que ~ en d ddo Y
tlat ldaeIdyaya JdupoIoa, DWJOIouijId: que queda cIaaaidos, peDII6: 118
1:
EL GRUPO M¿Para kenke noja nikijnekui poktli? "¿Por qué todavía huelo humo? Huelo
MAGUABECHlANO Nikijnekui para axtlakualka nepa ¡pan que no está limpio allá en la tierra, y yo
COMO FUENI"E msróRICA decía que los destruí. ¿Por qué veo ahora
tlali, uan na nikijtD para nikinpolo. ¿Van
para kenke nama noja nikitak para que todavía están? No todos
itstoke? Axnochi poliuijtDke, yeka tech- se perdieron, por eso nos humean, hue-
poktla titlanekuij axajuiyak". len feo".
15. Vajkino, romo ya napa toteko kin- 15. Entonces, como Dios tiene ánge-
piya ángeles, teipa se ángel kiualtitlanki les, después mandó a un ángel, para que
ma tlachiaki, uan ualpatlankt hasta ne fuera a ver, y éste vino volando, desde
iluikak tlachiyaki ipan tlalchi. Ajsiko el cielo vino a la tierra, a ve r. llegó a la
pantlaltipakti ya no kipakti tle tlakua ipa tierra, a él también le gustó lo que co-
ne tlalchi, mokajki, uan ayikana tlejkok. mían en la tierra, se quedó y ya no subió.
No mokauako nikani, kikonanki tlakua. También vino a quedarse aquí, empezó a
romero
Teipa nopa toteko kichixki para axtlej- Dios lo estuvo e sperando, pero ya no
ka nopa ángel tlen ldualtitlanki ipan subió el ángel que había mandado a la
tlaltipakti, moilui: tierra. Pensó:
M¿Para kenke llXlIIllAgki noja, para ken- "Por qué no regresó aquí, por qué no
ke axuala? Van nikilui san ma onnemfld regresa? Y le dije que nomás viniera lue-
san ma ontlachiyati uan ma ajsiki para go, que solamente fuera a ver y que vinie -
ma nechiluis tlake onka, uan axuala". ra para decirme qué hay, pero no viene".
16_Teipa seyok kiualtitlankt, ni eli ika 16. Después mandó a otro, ron Ute ya
ame ualtitlankt. Sampaya no mokauako, eran dos los que mandaba. Otra vez se
no mokauako, konanki tlakuas. No mo- vino a quedar, también se vino a quedar,
kauako tJakua nikani ipan tlalchi. empezó a romero También vino a quedar-
se para comer aquí en la tierra.
Naja J0I8Jankt" napa toteko uan m~ Otra vez se enojó Dios, y pensó: " ¿Por
yoIoui: •¿Para kenke ayikana ualaui tlen qué todavía no vienen mis ángeles que
niJdntit.Ianjk no ángeles? ¿11ake san an- mandé? ¿Qpé. es lo que hay en la tierra?
ka para tlaltipaktlJ? ¿Para kenke ayi ua- ¿Por qué todavía no vienen, si solamente
laui? ¿11ake san koonita onka?" van a ver qué hay'?"
Teipa moilui: "Nama nijtitlanis seyok Después dijo: "Ahora voy a mandar a
ángel-. otro ángel".
17. 11m eyt ángeles Idnualtitlankl has- 17. Con éste eran tres los ángeles que
ta tlaltipa. Van nopt eyi ya kena lI8Il an- mandaba a la tierra. Y el tercero, él sí,
tladúyalrD. K1ijnejId para den da onka solamente vino a ver. Olió que lo que ha-
UIIjatyak. poteua. ThmUktoke nochi da- bia aquf no era sabroso, que apestaba: se
ptyahne uan ya napa tlakuatikati den hablan muerto todos los animales. y eso
napa itBtoJa itIItoke ipan fJalUpaktlt. Van era lo que estaban com.kndo ellos que alli
t1en JdaaltitbmId 0IIle, DO nopoai iniuaya estaban en la tierra. Y los dos que Dios
itstoke. Van teipa ya den ika eyi diyaya habia mandado, tambiáJ. alU estaban con
...., ipan tlaIchi. nimIIIItai patlanteJki ellos. Y daputa, el t.ereer 6ngel que vino
114 aoja, tlejkok huta tDteko tmako 9'to. a la tierra imDedwtamente ~ ~1an-
,
Dan noponi ya kipouilito kiflui para ax· do, subi6, hasta que lleg6 a las manos de EL SINCREIlSMO
kuali tle onka ipan De tlaltipaktli. Ya tle Dios. Y allí le fue a contar, le dijo que no RELIGIOSO
nepa itstoke mase:ualme uan ni ome ónge- estaba bien lo que había en la tierra, que
les tlen temoke. Yajuantin t.la.pejpenaj tlen allí estaban las gentes y los dos ángeles
n e pitsome milrtokeya, torome miktojke que bajaron. Ellos estaban juntando los
uan sektnok miyak tlamantli tle axajui· puercos que ya se habían muerto, las re'
yak, tlen ipoteua. Ya nopai kikuaj, yeka ses muertas y otras muchas cosas que no
para seki temoke no ayikana ualajke. son buenas, que apestan. Eso comian, por
eso los otros que habían bajado no regre·
saban.
18. Uan kiijto totek:o: 18. Y dijo Dios:
-Bueno, ma mokauaka tla kinekij "Bueno, que se queden si quieren es-
itstose nepa tlakuase tlen axajuiyak, tar allá para comer 10 que no es sabroso.
nopa eliti ükaya ininemilis kejnopa ells, S- será para siempre su suerte, que así
kejnopa elise" kiijto tDteko. sea", dijo Dios.
Uan neli, tlen nopa san nemiko ni· Y de veras, el que vino luego subi6 Y le
ma tlejkok uan kipouillto tlake onka ni· fue a contar qué hay aquí en la tierra, al
ka tlaltipaktli ya tlen ne nama tikiluiaj que ahora llamamos chuparrosa. A ése
uitsitsili. TIen nopa ajsito ualajki moka· que vino primero, que vino a quedarse a
uako kik:ua tlen nopa potena nakatl, na· comer carne apestosa, ahora a él le de-
ma ya De tikiluiaj tsajpilotL TIen !ka ome cimos zopilote. Al segundo que mandó
kiualtitlanki nojki mokauako ya De ki· Dios y que también vino a quedarse, él
kuapijki eIki chajma. TIen !ka eyi kiuaIti· se convirtió, se hizo aura. Al tercero que
tlanki, como ya axkinejki mokauas tla· mandó, como él no quiso quedarse a co-
kuas tle axajuiyak, ya kichiujki uitsitsili, mer lo que no es sabroso, a él Dios hizo
tle !ka eyi eli. chuparrosa. el que fue el tercero.
Nama yeka ne lÚtsitsili ya axkana Ahora, por eso, el chuparrosa no come
kikua t1a axajuiyak. Ya ipa nemi ipa ne lo que no es sabroso. ti. siempre anda en
xochitl, san xochiatl kionitinemi. Uan ne las flores, solamente agua de flores anda
tsajpilotl uan chajma nochipaya hasta tomando. Y el zopilote y el aura, siempre
nama kikuaj tlen poteua, tla axajuiyak. hasta hoy, comen lo apestoso, lo que no
essabroeo.
presenta un ojo del dios Nanauatzin ~te había tirado sus dos qjos: uno cayó EL SINCREI1SMO
REUGIOSO
en la Huaxteca, donde fue encontrado; el otro cayó más al sur, en el área donde
confluyen los ríos Coatzacoalcos y Papaloapan.l0 Los indígenas bailan en busca
del ojo perdido, pero si lo encuentran, esto significará el fin del mundo (Stiles, ,
1985, p. 102). Por este relato se puede entender el significado del baile de los
xochitini. Los hombres bailan en busca del ojo del dios. Su baile es 1n1 deber, y
así lo sienten los danzantes, pues declaran que ven su acto como un compro-
miso importante.
No solamente en los relatos cosmogónicos encontramos unidades que expli-
can el origen y la razón de lo que existe en la naturaleza. Hay otros textos
que llevan en parte, o en su totalidad, cierto contenido etiológico. Uno de estos
relatos es la historia de Chikomexochitl, 7 Flor, antiguo dios que también
aparece en el Códice Magliabechi (p. 47r). Chikomexochitl es el medio por el
cual los espíritus o sabios enseñaron la danza, el canto, la música, la palabra,
la tecnología y las otras expresiones de sabiduría; es representado como un
muchacho rubio, que lleva consigo el bien y el mal. Su violencia, manifestación
negativa, se revela en desastres, con los que castiga a la gente por sus malos
actos.
Existe un relato que narra el nacimiento de Chikomexochitl y las aventuras
de su juventud. En un pasaje de esta historia se cuenta cómo nacieron el sapo y
los animales que pican. Un hombre recibe la orden de llevar al mar un guaje
con cenizas y tirarlo al agua. Chikomexochitl ordena al hombre no abrir el
guaje. Sin embargo, el hombre desobedece, destapa el guaje, y de ahí sale un
enjambre de insectos, que de inmediato 10 pican. Por las picaduras, le crecen
bultos, así el hombre da existencia al sapo.u En otro episodio, Chicomexo-
chitl, agradecido con la tortuga por la ayuda que le ofreció, pinta la concha del
animal, para que se vea bonito. Por eso, la tortuga tendrá para siempre estrías.
La antigua religión mesoanlericana era politeísta: respetaba y rendía tribu-
to a una gran cantidad de deidades, asociadas con diferentes fenómenos de la
naturaleza y de la sociedad. En sí mismas, estas deidades generalmente no
eran buenas ni malas; su aspecto dependía de las circunstancias; por ejemplo,
10 Texto relatado por el profeaor Maya HemAndez. Interpretamos Nans!1stzln como el Sol,
pero hoy es ldenti1i.cado con san Juan, Dueño de las aguas del cielo, santo cuyo dia (24 de junio)
coiDclde, mAs o menos, con elllOlsticio de vaano.
11 Este relato lo contó Eulalio HemAndez CatarlDa, de la comunidad de Hueyajtetl, en mayo
de 1994. La Yet"Bi6n de MartIn Leynes, naua dellll1UUd.pto de Chicontepec, Veracnu;, es UD poco
diferente: tentado, el hombre abre el 8WYe, con lo que da origen a todos los 811lmaks que
pueden picar. Al enteranIe de esto, ChiJmniaoc:httl Be ~ toma al hombre de los pies y de
las JDIUWB Yle da wdw basta t:nmafonDarIo en sapo. Como el hombr-e fue pk:ado, el sapo t1eDe
la apark:ncla que lo au-actcriza (OJpln, 1988, pp. 101-108). 117
EL GRUPO el dios de la lluvia era bueno cuando daba suficiente agua para la siembra,
MAGLlABECHIANO
pero malo cuando causaba inundaciones. Con la evangelización se introdujo la
COMO FUENI'E HISTóRICA
dicotomía bueno-maJo, como concepto central para ver el mundo, y no sólo
el terrenal sino también el mundo de los poderes divinos. Se produjo así una
categorización en dos campos: el conjunto bueno de Dios, las vírgenes y los
santos, por una parte; y el grupo malo de los diversos demonios, por otra. Los
dioses mesoa.mericanos fueron distribuidos en estos dos campos: en parte
fueron identificados con santos, en parte fueron considerados demonios. 12
El mismo proceso se observa en la conceptualización del Más Allá. En la
época precoloniallos dioses escogían a los humanos en la hora de su muerte, y
los llevaban al reino al que pertenecían. Los más conocidos eran:
1) la Casa del Sol O"onatiuh Ichan) en el Oriente, adonde iban los valientes que
habían muerto en la guerra o en el sacrificio, convertidos en brillantes colibries
que chupaban las flores; en tanto, las m4ieres muertas en el parto, transfor-
madas en manifestaciones poderosas de la diosa madre Ciuacoatl, tenían su
territorio en la parte occidental del cielo.
2) TIalocan, el reino del dios de la lluvia, destino de los que morían a causa de la
acción de TIaloc: los ahogados, los tocados por el rayo, o los que morían por
enfennedades "acuáticas" (caracterizadas por bubas, pus, etc.).
a) Mict1an, el macabro inframundo de Mictlantecuhili, adonde iban los muertDs
comunes.
1& Para _ trwUm!cgto m6a lIIIIplio de eate tema, _ _ loe li1xoe ~ de loe c6dicea
118 Laud Y Ft:Jlrv6rll-lIf111'/1" CIl cata coIecdea
La curación mesoamericana tenia, y tiene, dos aspectos fimdam.entales, EL SINCREIlSMO
REUGIOSO
vinculados uno con el otro. El primero se dirige a los disturbios netamente &i·
cos: la medicina herbolaria, basada en una teoría que categoriza todo el coso
mos (tanto las partes del cuerpo, las edades y las enfermedades mismas, como
las zonas ecológicas, los días y las plantas) en términos de influencias divinas
y, fimdamentalmente, en la oposición de las calidades "caliente" y "frío", que
en este marco no representan diferencias de tempemtura sino influencias del
Sol (caliente) y de la lluvia o la nerra (frío). Esta parte fue adoptada rápida·
mente por los españoles, interesados en las propiedades de la flom y fauna del
Nuevo Mundo y abiertos a la dicotomía de "frío" y "caliente", que coincidía con
las teorías de Hipócmtes (véase López Austin, 1980).
El segundo aspecto es la parte religiosa que se dirige al sentimiento y a la
mente del enfermo, y que corresponde a la templa psicológica occidental.
A través de ceremonias con rezos, limpias y ofrendas, se busca restablecer la
armonía del individuo con el cosmos. Esto se vincula con el arte adivinatorio
(interpretación de sueños, presagios, baraja, etc.), para hacer el diagnóstico de
la enfermedad y el pronóstico de su remedio, así como todo el complejo de ex-
periencias, que se suele llamar naualisrrw. Esta parte fue rechazada y conde-
nada por la Iglesia, que la consideró "bnyería" y "superstición", pero no fue
vencida: a pesar de las muchas persecuciones, sobrevive en la periferia, pues
está íntimamente unida al otro aspecto de la medicina, y forma parte integral
de la cosmovisión, del modo de pensar y sentir de los pueblos indígenas.
Hoy día en las comunidades nauas de la Huaxt:eca, así como en muchas
partes del México rural, el médico indígena tradicional sigue actuando como
intermediario entre su cliente y estas fuerzas sobrenaturales, y emplea el rezo
para invocar la ayuda de los espíritus al curar a su paciente. Los rezos, que son
parte importante del tratamiento -como medio para entrar en contacto con
las fuerzas sobrenaturales-, pertenecen a la tradición omI.; no se escuchan en
la Iglesia. sino en la casa del tepqjtyketl. el médico tradicional o curandero.
Los rezos no están escritos en ningún documento; el tepqjtjjketllos aprende de
la boca de su maestro. No todas las enfermedades requieren rezos. En algunos
casos, el médico tradicional se contenta con administrar una medicina herbal,
pero a veces su paciente necesita la ayuda de los poderes divinos, ya que ellos
son los que han causado su enfermedad, o son el factor det.emUnante para
remediar su situación. En tales casos., su invocación a través de los rezos es
indispensable. Como dice un curandero totonaca:
1 ",
EL GRUPO les; también tenemos como medicina a los animales, el agua, la tierra, la lumbre, el
MAGUABECHlANO aguardiente, las piedras, los rezos y las promesas [citado en Vázquez Olmos y Juá-
COMO FUENTE mSfÓRICA
TeZ Hemández, 1993, p. 78].
180 11 Fpaploe de ta&ea _ han eldo regIetDdoe por Anmoai, 1990, pp. 217-288, 246-247.
_ '1 J
el apoyo de los poderes divinos. La limpia con alumbre se ~ta en los casos EL SINCREI'lSMO
REUGIOSO
de enfermedades de las cuales se piensa que son obra de los aires. El curan-
dero usa siete ramas de apasotl tlaspouastli, siete chiles, siete bolas de sal
gruesa y alumbre. Los cuatro ingredientes se queman en un brasero, y se for-
ma una figura. El curandero reza. En el alumbre se delinea una efigie del sitio
donde pasó el paciente y cay6 enfermo. Por la figura, el curandero sabe dónde
el enfermo tom61a enfermedad; puede ser un camino, un pozo o un monte, para
mencionar solamente algunas posibilidades. El alumbre pued.e reproducir ade-
más la enfermedad del paciente. Puede ser, por ejemplo, que el enfermo haya
visto los restos de una limpia, el alumbre quemado. Estas limpias pueden con-
tagiar a una persona con la misma enfermedad que padecía la persona irres-
ponsable que tiró los restos de su limpia. Por eso, tales restos deben ser tira-
dos donde nadie los pueda encontrar. Si el enfermo no los pide, el curandero
los tira.
Para la limpia con vela, los que así lo desean pueden acudir a una curan-
dera y pedir este tratamiento. Para encontrar trabajo, para hacer un buen tra-
bajo, para recuperar dinero perdido, para que venga alguien, o no se aleje, para
limpiar la ropa de viaje, para saber si una persona está viva o muerta, para ali-
viarse de cualquier enfermedad ... la limpia puede servir para muchas cosas.
y se pueden pedir cuantas limpias uno quiera.
~ curandera empieza por rezar a los santos, teniendo en su mano las dos
velas que le ha dado el paciente. Mirando a su altar, donde ha colgado retratos
de algunos santos, toca con las dos velas a cada santo que está rezando. Les
pide ayuda para el paciente, que se encuentra de pie a sus espaldas. Después,
el paciente debe sentarse en una silla, dando la espalda al altar; la curandera
toca su cabeza, brazos, pecho, piernas y espalda con las dos velas; entre tanto,
reza a los santos para que cuiden del paciente, para que no se hable mal de la
persona, para que Dios le ayude, para que le quite la pena que tiene. Luego
enciende las dos velas y repite la limpia, tocando al paciente con el cabo de las
velas, mientras reza para su bienestar.
Después del rito, la curandera coloca las velas en el altar. Por la manera en
que arden, el curandero deduce algunos datos; por ejemplo, el fuego que arde
bien indica que la limpia va a surtir efecto y que el paciente es muy querido
por la gente de su comUJlidad.
En total, la limpia dura cinco minutos. Pero la tarea del médico tradicional
no termina ahí. Durante siete noches va a rezar por su paciente, para procumr
10 que necesita.. Cada día va a encender las velas, hasta que se consuman. El
rezo de la limpia nunca es el mismo, aunque algunos elementos son constan-
tes. Siempre se reza por el bienestar del paciente, para que no le pase nada. El
lenguaje es siempre diferente; no hay rezos fijos. 121
.,
Presentamos aquí un ejemplo del rezo para un oerapojpoualistu, realizado
EL GRUPO
por la curandera Ana Maria Hernández Ramírez (70 años) en Xochiatipan
MAGIJABBCHIANO
COMO FtJENm mSfÓRICA (abril, 1994). La curandera pide a los santos que den su ayuda y protección a
su cliente, llamada Ana (la investigadora AntJscbka van't Hooft). El texto. que
guarda el estilo caract.eríBtico del lenguaje fonnal mesOamericanO, es un
elocuente testimonio de 10 que hemos llamado la politeizad6n Y la mcxicani-
zacl6n del criBtj lUJi smo. 14
.. .
[D
•
. . ..
• URANTE CINCO SIGLOS, LOS AMERICANOS NATIVOS Y los europeos se han
enfrentado de diferentes formas. Esta confrontación sigue vigente
e incluso constituye el fondo de múltiples problemas actuales en cuanto a eco-
nomía, desarrollo, cultura, educación, derechos humanos, etdtera. El conflic·
to entre dos mundos, en el que el grupo dominante, invasor y colonialista ha
sojuzgado y marginado con BU superior tecnologfa militar a los habitantes ori-
ginales, ha creado una situación de iJ:úusticia social, de tal modo que falta una
convivencia respetuosa, pues la dignidad de los indigenas es pisoteada 1
...
Es cierto también que, antes de la llegada de los europeos, existían en va- "
rias partes de Ambi.ca estructmas estatales como la de los aztecas e lDcas que
tenían sometidos a otros pueblos y les oblJgaben a pagar tributo. Los se:ñorios
mesoamedcanos antiguos recunian a menudo a la violencia, a la guerra, en
la que los enemigos vencidos podJan ser ejecutados a través de sacrificios hu-
Dl8II08, rituales que, desde 14 perspecUva actual, pueden considerarse tan re-
pugnantes como las crueldades de las guerras europeas. la persecución de los
cristJanos por los antiguos romanos, o la de las "bngas" por las autoridades cris- ;
tianas (en el mismo siglo XVI). Los sacrificios humanos en Mesoambi.ca siguen
siendo tema de debate: ¿en ~ se realizaban tantos sacrificios?, ¿alstJa
el cautbausmo como nos quieren hacer creer los conquistadores o los misioue-
ros e&pmioles, los enemigos declarados de la religión indfgena?l
l Para ampliar este tema, rrrommd_ la lectma de obna c:omo las de ftm1at Lqorrda
(1971), Penot Y Pte:l8wail: (1979), 80Dfil DataDa (1981), WoIf (1988), l.aIWre (1986), Sbnat·
hafm (1988) Y UIbea y Sbu~ (1998). Ea loe 6ltImos dJa: lIIloa, la d......,.,
de loe paebIoe too ...... CDIIIO paebIoe Drt_attc oo1mtnuJoe ha ~ _ _ _ dlmaa-
~ la poIIId6n
aI6n tpcIaa a la c:ra:leDte ateud6o. tntenwctonaJ, taDto poi" la revtat6a que hi80 la <>qpmtzad6n
Intf:mec:!meJ de TrabqJo de eu obeoldo COIn'aÚO 107 mtqp:adouJIIta Ycrear d lIUe'ft) CIIIlftDio
169, como poi" la 1abor del Grapo de TrabIdo lIObre Pueblos Tud...... de la <>qpmtzad6n de
las Nado.e tJmdaa (GtDi:In), que _Imente ha rm.do loe aconteetmtmt.oe que úecbm
a 10a paebloe ~ y que ha dmondo, coa ":pu. n.a0tJt8 de _ .m- pueb1oa, _
dedencMn de loe den:IChoe de ao. padJIoe tnd. . . .
lSobI'c ate tema, _ _ . . . . . . ClO...«O*. . . . . a ao. cOdIcr:a.Bor6dlllco, . . . . y L.Id..
EL GRUPO En términos de la atención actual a los derechos humanos, el compor-
MAGLlABECHIANO
tamiento de los antiguos aztecas, mayas u otros pueblos no tiene relevancia:
COMO FUENTE mSTóRlCA
aquellos estados ya pasaron definitivamente a la historia, y no tiene sentido
revivir ahora una polémica contra ellos. 10 mismo vale decir respecto del com-
portamiento de los conquistadores españoles: criticarlos ahora es sobremane-
ra gratuito. 10 que sí imWrta es examinar y, hasta donde sea posible, combatir
los procesos de injusticia social y las prácticas racistas que continúan vigentes
en nuestros días.
El problema central que actualmente afecta a los pueblos indígenas es la
combinación de la discriminación de su cultura (resultado directo de la impo-
sición de otra cultura durante la colonización) con la explotación económica, la
dependencia y la pobreza creada (propia del capitalismo dependiente y perifé-
rico). Estos aspectos se vinculan y se condicionan uno a otros, como un círculo
vicioso, que niega la dignidad de personas, pueblos y culturas Y que, a la vez,
produce y pretende legitimar la violación de los derechos humanos en muchos
países. Se trata entonces de un problema eminentemente político que no fue
causado por los indígenas, o su cultura, sino que sus raíces se remontan al pro-
ceso de la colonización.
El etnocidio, el ataque a la cultura indígena, fue muy acentuado durante la
época colonial, y estuvo siempre vinculado a una política de poder ("imperia-
lismo cultural"). A la primera fase annada de la conquista, siguió una penetra-
ción más lenta, la llamada "conquista espiritnal", así como una penetración
económica. Éstas camb:iaron profundamente la vivencia de las comunidades.
en cuanto a la tecnologia y en cuanto a la convicción religiosa.
Por otra. parte., los indígenas han logrado incorporar los elementos nuevos a
su cu1tum tradicional. Se ha fOljado un sincretismo, en el que los valores de
las dos religiones se han combinado y equiparado mediante un proceso de tra-
ducción: se combinó el ~ escatológico del cristianismo con el eje ecológico de
la religión indígena. los dioses se trad~eron en santos, etcétera. De ese proce-
so nació una nueva unidad: la cultura indígena tradicional de hoy día.
Ya en el siglo pesado se formularon teorías que pretendían "latinizar" a la
sode4ad y acabar con el "lastre de los restos indígenas", a través de una
homogenizaclón nacional. Pero no fue sino hasta los años cuarenta del siglo XX
cuando realmente se comenzó a poner en prictica esta visión. El desarrollo de
las cOJllUllicadones lo hizo posible: caminos y escuelas, radio y televisión. Así
empe:z6 una "conquista moderna", que causó mayor desintegración de las
comunidades indigcDas. Este proceso, que implica una confrontación profunda
de l'IIloIa y de visiones aocia1es, hoy es el fondo ,r eal de la viole:nda en el
campo-
Laa BItes iIadfgcuea, loe antiguos reya, después llamados "caciques", en
su mayoría fueron cooptados por el colonizador en un sistema de gobiemo in- PROBLEMAS
directo. Con el tiempo sus privilegios se erosionaron, y la independencia re- COl'lIEX1UALES
E INIRÍNSECOS
publicana acabó con la nobleza indígena.. Nació entonces una nueva especie de DE LA. DISCIPLINA
"caciques capitalistas", los ricos locales: no nobleza hereditaria, reconocida
-por lo menos originalmente- como legítima por su gente, sino impostores
violentos e ilegítimos, que dominan a la comunidad con su fuerza económica y
mediante el terror. Las acostumbradas relaciones patr6n-cliente, establecidas
en la época colonial, siguieron vigentes_
En este y en otros aspectos, las independencias nacionales so significaron
la descolonización, sino la continuación de la estructura colonial, ahora inter-
na. La política industrial-capitalista sigue usando las estructuras coloniales y
caciquiles, y choca violentamente con las tzadiciones comunitarias, con las
ideas modernas sobre la protección del ambiente y con el anhelo general de
mayor igualdad y democracia, anhelo arraigado en la conciencia de ser colo-
nizado y en quinientos años de lucha por la dignidad humana..
Con la explotación fisica de los recursos vienen aunadas la dominación y la
explotación espirituales. En primer lugar, los misioneros -inicialmente los ca-
tólicos y, después, de todas las creencias- han tratado de ganar las almas y,
con ellas, construir sus imperios eclesiásticos. Posteriormente, el estado-
nación mismo ha propagado otros símbolos, no menos impresionantes. para
unificar, adiestrar y controlar la mente de los pobladores. Estos procesos han
llevado en sí un profundo ataque a la identidad: siempre se busca hacer tabula
rasa e imponer la visión de los dominantes. La consecuente desintegración es-
piritual de las comunidades, a su vez, se mostró como suelo fértil para nuevas
~y~detodotipo.
En este escenario entran los científicos, generalmente de origen muy dife-
rente a las comunidades investigadas. Para muchos, los pueblos indígenas han
sido y son un simple objeto de estudio, sin voz propia, sin participación en
nivel igualitario y sin capacidad para conocer o aprovechar los resultados. Lo
irónico es que muchos investigadores simpatizan con los pueblos que es-
tudian; pero, institucionalmente, son aliados de los poderosos, quienes los
apoyan y los usan de acuerdo con sus intereses. En tiempos recientes se ha
empezado a denunciar fuertemente esta situación y se han desarrollado ape-
rimentos para romper las relaciones verticales entre "investigador-e:xperto" e
"informante", para crear una colaboración igualitaria, partiendo de la con-
vivencia humana y de la intersubjetividad respetada. Pero la verdad nos obliga
a reconocer que estamos aún muy lejos de ver este idealismo personal y oca-
sional transformado en práctica común.
Aquí hay que advertir otra posible trampa. Diversos autores han exaltado
al indlgena, pero a la vez han llegado a utilizarlo como un objeto vado para
.h J
EL GRUPO proyectar en él sus propias inquietudes filosóficas o sentimentales. El ejemplo
MAGLI.ABBCHIANO
más temprano es el de la Utopía de Tomás Moro: una sociedad ideal en una
COMO FUENI'E HISTÓRICA
isla frente a la costa americana. Así nació, por ejemplo, la idea del "salvaje no-
ble", como figura de ficción contraria al mundo burgués con su etiqueta rígida.
Los románticos idealizan a los indígenas, pero a la vez los separan de la
realidad, los ~rtan al país de Nunca Jamás (Never never land) de Peter
Pan. Así, se .exagera el respeto por la naturaleza como la alternativa perfecta
para la visión materialista-mecánica del cosmos. El indígena es convertido en
un "ser cósmico", que no puede tener hambre ni puede man~ar computadoras
o cohetes. El indígena americano como concepto europeo es contrapuesto a
todo 10 que se asocia con el mundo de la tecnología moderna. Como conse-
cuencia, se condena a estos hombres a una existencia idílica y anacrónica, un
zoológico, y se les priva de su derecho a lograr su propio desarrollo, ése que
puede hacerlos partícipes de los logros de la humanidad. 8
El peor reflejo del estereotipo romántico se ubica en el negocio turístico.
Las ruinas del pasado, los mercados folclóricos del presente y las comunida-
des indígenas mismas son presentados como ol?;etos de consuma; ahí, por
definición, no hay problemas: no se advierte la pobreza, sino solamente lo pin-
torescO. Exposiciones museográficas de arte popular tienden a reproducir la
misma imagen idealizada y comerciable. Todas estas imágenes tienen en
común que el indígena mismo desaparece tras las categorías e intereses de los
dominantes: se vuelve un ser invisible, tanto para la ciencia como para la
política; y, como ser invisible, se convierte en objeto fácil de ser usado, explota-
do, manipulado y reprimido_ Se vuelve un ser menos real, de modo que la con-
ciencia mundial no se inquieta demasiado cuando se violan sus derechos, o
cuando es masacrado. Además, sus problemas no encajan en los esquemas
acostumbrados de confrontación Este-Oest.e o Norte-Sur, de modo que dificil-
mente se lleguen a comprender.
Esta invisibilidad, esta presencia negada y esta participación impedida
están íntimamente relacionadas con el proceso de etnocidio (o genocidio cul-
tural) que se ha llevado a cabo hasta hoy y que a menudo se transfonna en
intentos de genocidio real, en masacres, como las que hemos tenido que ver
recientemente en gran eeca1a en Guatemala o Perú, y, en menor cantidad pero
en cada caao con igual dolor, en otros países_
.'
ELG.IWPO ción mucho más detallada y profimda sobre el deS8.ITOllo cultural y el mtUldo
MAGUABECHlANO espiritual de la América antigua. la que jamás podrían haber proporcionado las
COMO PUENI'E HISTóRICA
excawciones arqueológicas. En ellos, el mtUldo precolombino babla de una
manera directa y propia. De ahí su atracción estttica y filosófica para el gran
p6blico, especialmente para las mentes creativas: las imágenes de los códices
más famosos han sido uHHzadas innumerables Vttes desde sus primeras edi-
ciones; fueron ejemplo para la ttad1ción muralista mexiana de los años veinte
del presente siglo, y aún hacen sentir su influencia en el arte gráfico.
Aunque a prlinera vista sus imágenes parecen poco realistas, cuando nos
acostumbramos a su lenguaje nos damos cuenta de que son representaciones
auténticas de su época., tanto en los detalles de la cultura material Oa indu-
mentarla, por ejemplo) como en la composición de las escenas. Hay que cono-
cer, y tomar en cuenta, las convenciones de esta escritura pictórica. Por qem-
plo, la cabeza humana es más grande en relación con el resto del cuerpo: esto
es asi porque en esta parte del cuerpo se indica muchas veces el nombre del
individuo u otros datos importantes de éste. Para escribir los nombres de los
lugares (que por sí son unidades fonéticas), con frecuencia se usan juegos de
pe.labras y homónimos, que crearon una posibilidad real de escritura fonética.
Es erróneo llamarla "escritura de rébus", ya que el rébus es una especie deje-
roglifo; aquí no se trata de crudgratnas ni de adivinanzas cifradas, sino de una
escritura rica Ycompleja que quiere comunicar contenidos claros.
El aqunto de códices mexicanos conservados es único en la historia. de la
literatura antigua. pero representa sólo tUl segmento de su totalidad que ha
llegado a noeotro8 de manera accidental. El corpus de los textos precoloniales
se complementa con inscripciones en piedra, frescos y cerámicas pintadas
-basta se habla de "códices en cenbnJca"-, pero éstaS, por más valiosas que
sean. se relacionan más con una fotognúia instantánea, pues les falta el contex-
to que da una nanaci6n continua. Contamos, por otra parte, con los documen-
tos escritos durante la época colonial, en español o en lenguas indígenas (en
los que se utiliza el al&beto). Son de carácter jurldico, administrativo y/O eco-
nómJco, y se conservan en los archivos nacionales, reglonales y municipales.
Pueden arrqIar luces sobre el contenido de los códices mismos, e Jncluso con-
tienen a ftICe8 elementos pktórlcos con glosas.
La interpretaci6n de la pJct.ogra1Ja meeoam.erJcana es una actividad com-
pleJa, pues conlleva una 8erle de problemas generales, tanto teóricos como
prictIcos. Menclooamos algunos:
188
BLGRUPO sentimiento neoazteca de cualquier corriente científica tiene una notable
KAGUABECHlANO
influencia en este respecto, así como las grandes e.xpos1ciones para todo
COMO FUENIE mSTóRICA
público que identifica a todo México con los aztecas; o la falsa identifica-
ción de todo el Pení con los incas. Excesos de este fenómeno son los sen-
timientos nacionalistas o apansionistas: se adueñan 4e los antiguos hé-
roes y símbolos para configurar determinada politica o para identificar
determinado gremio profesional.
6 Ea DUeIItro8 comentarios hemos teuido que titar repetidamente las 1ntapretad0ne8 astra·
lliItM de la mitologla. procedentea de la vtaión pIIIIhabiloafsta de priDdpioa de 1IigIo. &fas se
han dtfjmdtdo ntenMmente debido a la traducci6n Y pub1tcadlm, en 1968. del Cornmtarlo al
C6dice Borgfa, de Bduud Seler; obra fundamental de la primera dkada del siglo. Sus ec:oe se
""CPCben en 9IIrioe eetudioe modemoe. El "mttodo" del aeúalJ8mo y de) pIIIIhabilODiamo ha
9IIeltD a . . - - - en la fimtaek-. teorfa eobre llUpUeafaII tnflnenct;" etnobindulstae en Meeo-
186 lIDIbica.
Esta costumbre se combina de manera nefasta con el actnal auge de la teo- PROBLEMAS
OONfEX1UALES
rización abstracta (recurso común de varias interpretaciones estructuralistas y
E INrRlNsF.cos
fenomenológicas ahistóricas), que usa modelos construidos como espejismos DE lA DISCIPLINA
de situaciones muy distintas y hace caso omiso del contexto cultura.l especí-
fico. Es un método atractivo para principiantes, pues les permite diseñar rápi-
damente grandes esquemas, sin el necesario conocimiento de fondo, pero los
aleja cada vez más del mundo cultural indígena mismo.
La crítica desmitificad ora no quita valor a las preciosas fuentes; todo lo
contrario: las convierte en fundamento para definir una identidad dentro de
la realidad pluricultural. Este aspecto es muy importante y es acorde con las
exigencias modernas que piden la relevancia y la actualización del dato his-
tórico.
La investigación de los códices dentro del estudio de la América antigua no
ha de ser idilio soñado ni clasificación filatelista. Aún descconocidos por el
gran público, se han logrado ya notables desciframientos de secciones que se
consideraban impenetrables. En los últimos 30 años se ha presentado una can-
tidad notable de publicaciones que permiten el estudio comparativo y profun-
do. La disciplina que estudia las civilizaciones de la América antlgwl se ha
dividido en muchas parles y corrientes. Muchos centros especializados se han
creado en Europa y en el hemisferio occidental. Pero las bibliografias mues-
tran claramente el estado crítico en el campo de la edición y, en consecuencia.,
de la interpretación de los manuscritos pictóricos.
Nuestro tiempo está llamado a revelar y publicar las fuentes, ya que ahora.,
más que antes, existe la infraestructura técnica necesaria. Sin la presencia de
colecciones de fuentes suficientemente accesibles y completas, no es posible la
interpretación de la historia cultural de la América indígena. No debemos
ignorar el hecho de que la técnica de reproducción puede tener vital importan-
cia en el entendimiento de la fuente, y que no se pueden investigar cuestiones
estéticas y de contenido sin buenas ediciones facsimilares.
La relativamente reducida cantidad de códices mexicanos es justo 10 que
da gran valor a cada ~ conservada.. Es muy importante que esta docu-
mentación se presente de la mejor manera posible. Series comenzadas tienen
que ser continuadas. Algunas fuentes llaman la atención por su valor estético:
la mayor parte de éstas ya ha sido publicada alguna vez en forma facsimilar,
Pero habría que editar también los códices menos atractivos a los ojos de un
no especialista, en cuanto a su estilo, pues éstos contienen informaciones esen-
ciales para entender la civilización antigua. Aquí se presenta la cuestión de
financiamiento, pues se trata de publicacionea carisimas. para un mercado
muy reducido de posibles compradores.
Un programa serio y exhaustivo de publicaciones de estos materlales es 187
BLGRUPO indispensable para avanzar en su estudio y entendimiento. Igualmente, es
MAGLlABECHIANO importante como servicio al público en general, especialmente para los
COMO J'lJENTE msróRICA herederos de aquella gran civilización mesoamericana, quienes generalmente
no tienen acceso a las obras de SUS ancestros. Las ediciones facsímílares no
han de ser objetos de lujo para unos cuantos .b ibliófilos, sino fuentes para la
conciencia cultural de todos los interesados.
188
TERCERA PARTE
Contenido
del "Libro de la vida"
Contenido del manuscrito
"
(titulo y sección 1 [pp_ lr-lOv])
Página2v
Estas figuras y todas las siguientes hasta la octava hoja, son las mantas o vesti-
dos que las indios usaban en las fiestas que adelante se dirán con todos los días
que las tales fiestas traian de solem.nidad -como entre nos{otros] las fiestas
traen octavarios.
Página8r
lIS
CONl"BNIDO DEL Página3v
"IJBRO DE lA VIDA"
Cuatro mantas, cada una con su decoración particular:
~ ~ ~ 5 . tilmatl o manta nytlautecutl [= MictlantecuhtliJ o el señor de los
muertos. La manta contiene la figura del pinauiztli, un animalito
•
que se consideraba agüero de alguna afrenta ~ el Tudela recibe
~ ~ la glosa correspondiente-o Según parece, el texto del Magliabechi
se refiere a otra manta, no pintada aquí pero sí en el Tudela, junto
~ ~ ~ a la del pinauiztli, decorada con una calavera rodeada por .. ~ es-
telares".
144
• Páginallr
Cuatro mantas, cada una con su decoración particular:
9 . manta del corazón del diablo o de en moldar. Las palabras finales
no se explican y probablemente son otra vez una copia errónea del
texto original. El manuscrito Fiestas describe esta figura como
"una como a modo de calabaza".
PágiTILI. 4v
146
~11;;:;:'J,;::;;;::::;;';r.~~f.;::;,;:;' Códice Tudela; p. 86v
46 MANl'AS DECORADAS
~I ~~.
~
~
15. manta de cinco Rosas. El elemento decorativo es \Ul rosetón de pa-
pel que se ciñe en la parte baja de la espalda. Aquí aparece como
atributo de Macuilxochitl, 5 Flor, dios de las Fiestas.
147
CONIENIDO DEL Página5r
"LIBRO DEU VIDA"
Cuatro mantas, cada una con su decoración particular -posiblemente los nom-
bres de las mantas lB y 20 han sido cambiados-:
16 I II
'[1~
[1 lB. manta de ataduras. Es una manta blanca cubierta con gotas de
1, hule.
1t l~
148
Códice Thdela, p. 87r 45 MANTAS DECORADAS
1IIIIIInnl
'11'"111111
In'"11I1I
Págína5v
11"111111111"11111
Cuatro mantas, cada una con su decoración particular: 111'1111 tU\ 1111111'
21. manta de agua de araña .1. [el quappach-atocagotimatli de Saha-
gúnJ. Araña es tocatl en nauatl. término que encontramos tam-
1IIIIIIUIIIIIUnll
bién en la palabra tocapeyotl, "tela delgadísima".
22. manta de un solo señor o de cinco Rosas. Los colores florales son
propios de M.acuibwchitl, 5 Flor, dios de las Fiestas. El elemento
central se lee tambU:n como ilhuitl. "día de fiesta".
23. manta de j(cara tuerta. El nombre naua de la greca decorativa es
xícalcoliuhqui, ''jicara torcida", y aquí se combina con piel de ja-
guar, de modo que se trata del oceloxicalco liuhqui ttlmatli de Sa-
hagún.
Págúul6r
Página 6D
Página 7r
Página 7v
Página8r
", J! ti ~
"lL '. 38. manta del sol. El nombre sugiere que se trata otra v.ez del tona·
tiuhyo tilmatli de Sahagún. El motivo de círculos concéntricos
(@) ' rojos es propio del escudo de Xipe (tlauh teuilacachiuhqui chima·
lliJ, compárese la p. 30 de nuestro códice.
Página8v
1116
VII. Los 20 signos de los días
1 Pedernal-7 Movimiento
(sección 2 [pp. llv-14r])
® ®® ®®® ®®®®
1 Véase la dl8cusioo del calendario malOlUllerlcano en los JJm08 aplk:aOvos de los códJce8
Borbónico, Vaticano B e IxtUh:ocltttI. en esta cole.ccloo. 167
PÁGINA llv: CuATRO SIGNOS
@ @@ @@@ @@@@
@@@@ @@@@ @@@@ @@@@
~o' , ""
.
,.,.°rJ1
(7 Lagartija] (8 Serpiente]
[5VientD] [6 Casa]
chicume cuezpa1.i[ n), chicuei coatl, que quiere
macuili e[h}ecatl, ~ cale, que quiere
que quiere decir siete decir ocho culebras.
queel es cinco "lentos. decir seis casas.
lagartijas.
@ @@
®®®® @@@@@ @@@@@ @@@@@
®®®®® @@@@@ @@@@@ @@@@@
~
~
[9 Muerte] chicunIlui
miquútli, que quiere decir (10 Venado]
matlactlfi) rnasatl,
~
(11 Conejo]
matJa[c}li u[nlce
[12 Agua]
matJa[c}tU ame atl,
nuew muertos. El que que quiere decir doce
que quiere dedr die% tochtli, que quiere decir
rIt:Ire en este día d1am que aguas.
cierrIOs o besti4s. once COIIif/o5.
t!II 6t!iItIl ~ eIb que ha
de morir '-fIo. yofm:en
.aaI/ido al demonio por
que [. pera que] le dé
okfa.
118
.LOS so SIGNOS
PÁGINA.l2v: CUATRO SIGNOS
DE LOS DlAs
®@@
@@@@@ @@ ®@@
@@@@@
@ @@
@@@@ @@@@@ @@@@@ @@@@@
~
~
(5 Águila) [6 Zopilote] [7 Movimiento]
[4 Jaguar]
rnacuil cuau[hJ tU, ~ c:h.icunae uli[nJ -la
nam op!lotl, que quiere
que quiere decir cinco cracacoa[uhJ tUi]. primera silaba breoe
decir cuatro tigres.
águilas. que quiere decir seis y la última luenga-. que
águilas amarlllas. quiere decir tfemble
la tierra.
1159
CONl1!NlDODEL PAGINA 13v: Los NOMBRES CALENDÁRICOS
MLJBRO DE LA VIDA"
Estas figuras de esta otra parte, que son las dichas, que son veinte, son de los
veinte días que cada fiesta de las que adelante están pintadas tenían para dar
nombre al que nacía en estos días; poníanle un nombre de uno de éstos, aunque
había otros muchos nombres y cosas que en la tierra nacían. de donde les daban
nombre.
PAGINA 14R
180
VIn. "Xiuhmolpilli", el ciclo de los 52 años
1 Caña-l3 Conejo
(sección 3 [pp. 14v-28r])
Estas que se siguen son las figruas de las pinturas con que los indios pintaban
sus años, donde es de notar que el comienzo es el primero dia de ma1%O de su año
y es la primera fiesta del año, que se llama rílomani[li] ztli (Ofrenda de jilotes].
y así de esta fiesta en veinte en veinte dIo.s Y así las otras fiestas como están pin-
tadas adelante, saloo que la última que llaman yzcali (Crecimiento] tiene vein-
ttdnco dIo.s, donde es de notar que siempre comienza el año en un día de cuatro
(signos]: del uno que llaman acatl (Caña] y de aIli toman nombre, o en otro que
lltJman. caJ.[l] t [Casa) y de alli toman nombre, o en otro que llaman tecpGtl [pe-
dernal] y de aIli toman nombre, y de otro que llaman tochtli [Conejo] y de alll
toman nombre. Y de cuatro en aratro años traen su cúculo, ClUlllmtando el nú-
mero de los años Y tomando a recibir el ml$mo nombre con que comeuó, hasta
trece años Y luego comienza el año del ~ año de Iosprtnaeros, Y ase de los
otros, hasta cumpUr cincuenta Y dos años, donde el que llega a cumplirlos se
tiene por oú:Jo. El primer año se llama (1) acaa.. en el cual entró el marqués en
esta tierra (1519) al fin tUl [dol De manera que son trece figuras las que se
siguen que son los trea! meses con que hadan un, año. 161
l~.~~ . ~ [IJ[i~[i [1]
~~:~~ [i}~ iJ m1l ~~.[I]
~::~ ~~~G]li~I)(rI]
~:~ fiJSirm:[ij ~ ~[I]
\la!XOO) ex!IGlI!lCX!> ~ CXl~ ~<!)(!X" <!X:>!X!X!l0C!le00 CXl0!1!1!X!o::a:' ~ $
=~ ~E]E~~É].~
. ~~ ir~. [I]~~ (lrI]
~~~ [(ij~(I1mll~§
PAGINAS 15R-27v " XIUHMOLPOILIft,
EL CICLO
DE LOS 62 AÑOS
Página 15r Esta figura de arriba se dice acatl [(1) Caña].
Esta figura de arriba se dice tecpatl [(2) Pedernal].
Página 15v Esta figura se dice calli [(3) Casa].
Esta figura se dice tochtli [(4) Conejo].
Página 16r Esta figura se llama acatl y caña [(5) Caña].
Esta figura se dice tecpatl [(6) Pedernal].
Página 16v Estafigura se dice calli [(7) Casa].
y esta se dice tochtli [(8) Conejo].
Página 17r En estas figuras se dice lo mismo que en las dichas a cada una
como está dicho siendo de una semejanza. [9 Caña, 10 Pedernal].
Página 17v [11 Casa, 12 Conejo]
Página 18r [13 Caña, 1 Pedernal]
Página 18v [2 Casa, 3 Conejo]
Página 19r [4 Caña, 5 Pedernal]
Página 19v [6 Casa, 7 Conejo]
Página 20r [8 Caña, 9 Pedernal]
Página 20v [10 Casa, 11 Conejo]
Página 21r [12 Caña, 13 Pedernal]
Página 21v [1 Casa, 2 Conejo]
Página 22r [3 Caña, 4 Pedernal]
Página 22v [5 Casa, 6 Conejo]
Página 23r [7 Caña, 8 Pedernal]
Página 23v [9 Casa, 10 Conejo]
Página Mr [11 Caña, 12 Pedernal]
Página 24v [18 Casa, 1 Conejo]
Página 25r [2 Caña, 8 Pedernal]
Página 25v [4 Casa, 5 Conejo]
Página 26r [.6 Caña, 7 Pedernal]
Página 26v [8 Casa, 9 Conejo]
Página 27r [10 Caña, 11 Pedernal]
Página 27v [12 Casa, 18 Conejo]
Página 28r: Cuando esta figura dicha fenecúJ. Y los tnt:Uo. llegaban a ella a tIer
€k este tiempo que habÚJlt pasado en "ida todt:u estas cuentas. que son cincuen-
ta Y dos, dedan que ya habÚJlt atado los aiIos Y eran "lejos y jubIlodos. 168
.ti .'
IX. Las 18 veintenas
(sección 4 [pp. 28v-46r])
Ir \:
Ii..
~ .( ~ 18 periodos de
N SEGUIDA SE PRESENrAN lAS FIESTAS que marcan los
20 días que confonnan cada año solar. l La sección correspondien·
te en el Códice Thdela ocupa las pp. 11-28, Y en el Códice Ixtlih:ochitllas pp.
94r-102v. Cervantes y Salazar (Libro 1, cap. 19) describe las fiestas de las
primeras diez veintenas.
En las fuentes del siglo XVI difieren las indicaciones en cuanto a la corres-
pondencia de estas veintenas con los meses del año cristiano, en parte a causa
del año bisiesto calculado por los europeos, en parte por la confusión acerca del
inicio del periodo mismo, ya que los mexicanos antiguos, según parece, cele-
braban generalmente la fiesta principal al fin de la veintena a la que esta fiesta
dio su nombre. La celebración de TIacaxipeualiztli, el 21 de marzo, como se-
ñala la p. 30 de nuestro manuscrito, valía para los años 1532-1535. El fecha-
miento correspondiente del Códice Thdela (p. 12v) señala el día 20 de marzo,
lo que valía para los años 1536-1539.
PAGINA28v
vaUcano
1 Compérmae las eea:ioae8 OCAte'8pCIi1dientes en loe c6dia:a Borb6nico, A e~
clUtl, con _ tapectiYoII comentado&, en _ta coIea::illD. Estadios CÜIIkOB de ata mataia 80Il
los de Kabler y Gfbeou (1961) Y de Cuo (1967). Muchoe de loe demeatoe k:oaogrificoa se
pueden identificar con la ayuda de loe Informantes de Sahapn (19fi8). 166
grano se llaman xílotl, de donde sale Xilomani-
[lilztli, que quiere decir que tiene en la mano jilo-
tes. En esta fiesta sacrificaban niños. El demonio se
llama Tlaloc en mexicano. Ahogaban en canoas
estos niños.
La figura es la siguiente.
pÁGINA29R
PAGINA 29v
F'tgura del sacrificio gladiatorlo entre un guerrero vestido como ){¡pe, atado a
la piedra redonda (temalacatl), y un guerrero-jaguar, con la pin1nra facial del
dios Tezcatl.ipoca (tres lineas negras horizontales en su cara).
PÁGINASOv
La figw-a es la siguiente.
PAGINA31R
A 10 de abril: tocoztu.
Figura de Chalchiuhtlicue, la diosa del Agua, con una bolsa
de copa! y una espiga de maiz.
PAGINA.31v
Esta fiesta se llama gCl(:itocoztU [guei tocozili, Vey Tozoztlil porque pon{an
al demonio cañas con hojas, y todo era de malees, que entre ellos se llama
tuctU [mata de maiz antes que espigue]. y en esta fiesta ofreclan mucho
maú y tamales con frijoles masados al demonio. Yen esta fiesta los niños en
amaneciendo echaban en sus templos de esta hq¡a de mai.z. El demonio a
quien se hada esta fiesta se llamaba E{:euteutl [Centeotl] que quiere decir
dios del maú. Yen esta fiesta ofredon (= dedicaban] los padres a los niños
de teta al demonio, como en sacrf/ido. y convidaban a comer a sus parientes.
LI.ámase esto ~ (te-izo, "88IIgnU'''1 que es entre ellos sacrificio.
168 La. figura es la siguiente.
PAGINA32R
PAGINA32v
PÁGINASSR
PAGINA33v
PAGINA34R
PAGINA.84v
PAGINA35R
Escena de una comitiva de un hombre que toca el caracol y dos hombrea que
cargan en andas, adomadas con plantas de maiz, a una pe1"801Ul que repaeeen-
ta al dios Xochipilli, como hombre-ave, ricamente ataviado, con su atrlbato, la
vara con el corazón, en la mano.
rÁGINA35v
PAGINA36R
PAGINA36v
PÁGINAS7R
PAGINA37v
La loa veintena, Uey Miccailuitl, "Gran fiesta de los muertos", o Xocotl uetzi,
"La fruta cae".
Esta figura llamaban los indios Huei mica[i] Uwitl, que es gran fiesta [de los
muertos]. Otros la llaman Xucutl gu,ep. [Xocotl uetzi], porque en ella levan-
taban un árbol muy alto, en cuya cumbre estaba sentado un indio, al cual su-
biendo otros indios, g trepando por unos cordeles que estaban atados al ár-
bol, derribaban de allC abajo al que estaba arriba, y le tomaban unos tamales,
que ellos llaman ~ [teo-tzoalli, "amaranto sagrado"] que quiere decir
"pan de dios -. Y por tomar uno más que otro, lo derribaban abajo, donde los
indios se mataban por tomar de ello como pan bendito. Y después echaban en
el fuego al que derribaban del árbol g le embañaban [= embarraban] la ca-
beza, porque [= para que], aunque se asase, no le hiciese daño el fuego a los
cabellos ni cabeza, para que después le comiesen asado y la cabeza desollada
se vistiese el cuerpo otro y bailase con ella delante
el demonio a quien la fiesta era dedicada, que lla-
man Huc teutl [= Ueue teotl, "Dios Vi*", un títu-
lo de Xiuhtecuhtli, el dios del Fuego].
La fiesta es la siguiente.
PÁGINA.S8R
Esta figura y fiesta llamaban los indios Uchpaniztli que quiere decir MBa_
rrimiento-, porque en ella pontan al demonio que ellos llaman T~ (Toei],
que quiere decir "Nuestra Abuela", una escoba en la mano. En esta fiesta
sacrificaban ind.úJ.s en los cues [templos] que estaban en frente de los ca-
minos. Hacían grandes bailes y borracheras y estas i.ndiás que sacrificaban
las desoUaban Y otras oesttan SUS peUejos para bailar delante [de] este de-
monio.
La figura es la siguiente.
PÁGINAS9R
Esta fiesta llamaban los indios pachtU [Pachtontli], que es unas hierbas par-
dillas como cordeles enmarañados, los cuales los indios cuelgan de los rosa-
les, para que aUi crezcan muy largas y grandes. y hacen en los are [ i] tos guir-
naldas de ellos para la cabe%a. El demonio que en esta fiesta se celebraba era
T~atepoca [Tezcatlipoca], que quiere decir -Espejo ahumeador". Y sacrifi-
caban indios, echándolos vivos en el fuego, y algunos se escapaban y huían.
Y está [pintado] el sacrificadero de gradas altas, por las cuales subían los
que habían de sacrificar hasta arriba. Por esto otros llaman esta fiesta teutle-
co, que quiere decir ·subida a dios ". Y en esta fiesta celebraban otro demonio,
que se decía Ome tuchtli [2 Conejo], que es el dios de las borracheras.
La figuro. es la siguiente.
PAGINA40R
Esta fiesta llamaba.n los indios hue[O pachtU, que quiere decir "grande yer-
ba:, de las [miSDJ88 hierbas] que en estotrajiesta [de la veintena anterior) .
Dice era fiesta del pueblo. Y por esto pintaban una cuesta y encima una cule-
bra, la cual cubrian de masa de tamales, que ellos [llaman] "coa1tica [coaI-
tica] quipepechoa·. Y este diablo se llamaba Suchi.queral.e [Xochiquetza1).
y sacrificaban una india. Y en este mismo día celebraban otra fiesta, que se
llamaba PUauana, [que] quiere decir "Borrachera de los niños·, porque en
ella los niños bailaban con las niñas, Y el uno al otro se daban. a beber hasta
emborracharse y des[puésl cometían el uno al otro sus fealdades y fornicios.
Estos indios eran ya grandecillos, de nueve o die% años. Esta bellaquería no
se usaba universalmente, sino en los tlaIhuicas, que son tierras llanas de re-
gadio donde calienta el soL
La figura es la siguiente.
PAGINA41R
PÁGINA41v
Esta fiesta llamaban los indios quechule (Quecholli], que quiere decir Msaeta·
que por otro nombre llaman m.itl (flecha], porque en ella hadan muchas sae-
taso y con eUas y con arcos bailaban este dia delante el demonio, que se lla·
maba Mizcoatl (Mixcoatl]. y de este nombre de este demonio se nombran
algunos principales como por dictado en.el pueblo. 3 Y luego otro día siguiente
iban a caza con estas saetas. Y cuatro días antes ayunaban a solo pan Y
agua., sin comer ají (chile] ni otra cosa. una vez al dia hacia la noche. A este
demonio pintaban los ojos negros, y uno como palo blanco por las narices, y
en la mano un palo labrado como garabato que ellos llamaban mircoatl xono-
quitl (xonecuilli].
La figura es la siguiente.
PÁGINA 42R
8 Esded!': el nombre del dios Mm:oatJ fue usado como titulo o llOIDbr-e de boa« poi' algImas
perIODII8 de alto estatua. En vista dellllgnlficado de11lO1Dbn ("Serpiente de Nubes">. Interpre·
tamos eetalruc como rdaeuda ti poder _li,Uco. Es postbIe que el tato alada a las ac:dv:I.
dada del hombre-dioa Aachte Mfm:oatI ea loa a60e 1588-1687 ('f'taK GrusmaId. 1988, aal
como el libro explicatno del ~ Loutl en esta coIecd6a). 177
OONI'BNIDO DEL PAGINA42v
"UBRO DE lA VIDA"
La 15& veintena. Panquetzaliztli, "Ensalzanrlento de banderas".
PAGINA43R
PAGINA43\'
Esta finta !le l1amaba atemuzt1e (AtemoztliJ que quiere decir ·BojamJento de
Q(JII4., porque en ella pedúJn a su dios agua para comenzar a sembrar los
maIcea. El demonio que en ella se festejaba !le llamaba TIaloc. que quiere decir
-con tierra-, porque su In/fuenda era en lo que nada en la tierra. Esta fiesta
por la mtIIIO" parte htJc:fDn los caciques Y IIeñores. 11 est08 señores socrificoban
. . . . cuefiU ~ 11 ofrecúm pb¡mqJes 11 en el agua oJwgoban niños. en
178 lugar que les dJae .., dIDrJ GtJUIL
PAGINA44R LAS 18 VEINIENAS
PAGINA44v
Esta fiesta se llamaba Tititl -las dos sílabas breves-. El demonio que en
ella se festejaba se deda Ciuacoatl, que quiere decir "Mqjer culebra ". En esta
fiesta celebraban la fiesta de los finados. Y sus honras eran de esta manera,
que tomaban un manojo de ocotl, que en España se llama "tea ", Y oestíanle
con una manta o camisa. Si era mujer el firwdo, vestíanle [al manojo de oco-
te] con sus enogu.as, y ponúutle delante escudillas o pucheros y otras cosas de
casa. y si era señor y oaliente hombre, vestíanle una manta rica y mLJStel Y
bewte, Y un rrumojo de tea. Yel bezote era de una caña de ámbar o de cristal,
que eUos llaman tecacatl [te:nzacatl], que se solían poner cuando bebÚUl o bai-
laban en los ore[i}tos, colgados de un agujero que tenían hecho encima de la
barba en el labio, y poníanle sus plumajes atodos al colodrlllo, que eUos lla-
man tlalpUoni [atado de plumas] y muclws perfumes. Y sentábanle en un pe-
tate 1IObre.su Iqui.pal [k:palli, "trono"], y ponían alli much.a corn.Ida. y coru7i-
daban allt a los principales. Y disponían ¡,.go a la tea Y quemdbase todo 17'9
CONmNIDO DEL cuanto allí tenían puesto. Y esta memoria que cada año les hacían sus hijos o
MLJBRO DE U. VIDA"
parientes llamaban quixebilotia [hacer su imagen, ixiptla) , que quiere decir
que ponían su figuro. o memoria.
PÁGINA45R
PÁGINA45v
La 1Ba veintena, Izcalli, "Crecimiento" con los cinco "días superfluos" (nemon-
temí).
Esta fiesta tiene reinticinco dias a la cuenta de los indios. Celébrase el dia de
san Giliberti confesor. Este demonio, de quien en esta fiesta se hace memoria,
se decia Xuctecutl [Xiuhtecuhtlt]. En ella sacrljicabon dos indios que se lla-
maban úcocaDque [~uque, Ixcozauhqui] y el otro comulco [~mulco,
Tzonmolco), y hacían gran borrochera en los amtos o bailes. Esta fiesta se
llamaba ]pt:IJlU ~ acento en la penúltima sílaba-o Cala a cuatro dias de
febrero. En esta fiata ninguna persona comia nada sino bledos enmasados y
pan, pero esto era en Múleo.
Xiubtecuhtli. "Señor del Año, del Cometa, Turquesa o Hierba", es el dios del
Fuego. Jxrozauhqui, "el de la cara amarilla", es otro tftulo u otra manifestación
180 de la misma deidad. Tzanmoko era uno de 8U8 templos.
La fiesta de la 6a veintena Etzalcualiztli en tres miembros del Grupo magliabechiano:
Códice Magliabechi, p. 34r, Códice Ixtlilxochitl. p . 96v. y Códice Tudela, p . 16r (según
Boone, 1983).
PAGINA46R
Izcali a cuatro de febrero, última fiesta del año a la cuenta de los indios, trae
reinticinco dÚJS, es dia de san GUiberti confesor.
181
X. Las fiestas 1 Flor y 7 Flor
(sección 5 [pp. 46v-48r])
rGI
I.QI E mATA DI! OlAs FESmOS d=iro del ciclo de 260 dias (d tona/poa.
Ui), de modo que son fiestas movibles dentro del año solar. El
dios festejado es Xochipilli. el " Príncipe de las Flores", patrono de la alegria,
de la belleza y de las fiestas en general. Compárese Tudela., pp. 29-30, y Cer-
vantes de Salazar, Libro l, cap. 28.
00000
~g
PÁGINA 47v: EL DÍA 1 FLoR
Esta es lU1Q. fiesta que los indios llamaban Ce suchitl [1 Flor), que quiere decir
fiesta de lU1Q. rosa que cae veinte dlas después de la pasada. En ésta se hacía
lo mismo que en la precedente.
PÁGlNA48R
Estos mismos inventaron el modo de hacer el vino de la tierra [pulque]; era mu-
jer la que comenzó y supo primero agujerar los magueyes, para sacar la miel
de que se hace el vino, y llamábase Mayauel, y el que halló primero las ralees
que echan en la miel se llamaba Pat.ecatl. Y los autores del arte de saber hacer
el pulcn~, as( como se hace ahora se decfan Tepuzt.ecatl, Quatlapanqut, 1111oa,
Papaztac, Tzocaca, todos los cuales inventaron la manera de hacer el pulcre en 1
el monte llamado Chichinauhia, y porque el dicho vino hace espuma también
llamaron la monte Popozonaltepetl, que quiere decir monte espumOSO; y hecho
el vino convidaron los dichos a todos los principales, viejos y vi~ en el mon-
te que ya estA refmdo, donde dieron a comer a todos y de beber del Vino
que hablan hecho, y a cada uno estando en el banquete dieron cuatro tazas de
vino, y a ninguno ctDco por que no se enborracbafM".J\ (Historia gmeral. Libro X,
cap. 29]. 186
CONIENIDO DEL .Acerca del uso del pulque, fray Gerónimo de Mendieta observa:
MLlBRO DE LA VIDA"
Después que se conquistó esta Nueva España, luego por todas partes comeZ8ron
todos los indios a darse al vino [pulque) y a emborracharse así hombres como mtye-
res, así principales como plebeyos... y esto introdujo fácilmente con la gran mu-
danza que hubo de apoderarse los españoles de esta tierra, quedando los señores
natumIes y jueces antiguos acobardados sin la autoridad que antes tenían de ejecu-
tar sus oficios. Y con esto se tomó general licencia para que todos pudiesen beber
hasta caer, y irse cada uno tras su sensualidad, lo que no era en tiempo de su gen-
tilidad.
Antes estos naturales condenaban por muy mala la beodez, y la vituperaban
como entre nuestros españoles, y la castigaban con mucho rtgor. El uso que antes
tenían del vino era con licencia de los señores o de los jueces, y estos no la daban
sino a los viejos y viejas de cincuenta años arriba o poco menos, diciendo que de
aquella edad la sangre se iba resfriando, y que el vino era remedio para calentar
y dormir. Y estos bebían dos o tres tazuelas pequeñas, o cuando muchQ hasta cua-
tro, y con ello no se embeodaban, porque es vino el suyo que para emborrachar
han de beber mucha cantidad. Mas lo de Castilla poco les basta, y a todos ellos,
hombres y m~s. les sabe bien. En las bodas y en las fiestas y otros recocijos
podfan beber largo. Los m.é dicos muchas veces daban sus medicinas en una taza
de vino. A las parrldas era cosa muy común darles en los primeros días de su parto
a beber un poco de vino, no por vicio. sino por la necesidad. La gente plebeya y
trabajadora cuando acarreaba madera del monte, o cuando traían grandes piedras.
entonces bebían unos más y otros menos para esforzarse y animarse al trabajo
[Libro lI, cap. SO].
En la lista del Cót#ce Magliabechi las dos primeras imágenes han sido inter-
cambiadas, de modo que van con el texto equivocado. La figura de Papazt.ac
está en la p. SOr, mientras que el comentarlo a la imagen de la p. 49r se en-
cuentra en la p_ 49v.
Esta fiesta es de un demonio que está aquí que se llama Papaztac, que era
uno de cuatrocientos dioses borrachos que los indios tenúm de diversos nom-
bres, pero en común se Ilanwban todos Totochti[ nl que quiere decir MConejos-.
Y cuando los indios tenúm segado [ a} 11 cogidos sus maúles. se emborracha-
ban 11 bcdItJban. ÚII1OCtJndo a elite demonio 11 a otros de estos cuatrocientos. Y
188 así de laa figuras que llOIl adelante hadan 10 mismo.
PÁGINA49R LOS DIOSES DEL PULQUE
PAGINA50R
, PAGINA51R
188
PAGINA 52v: PABTECATL, "SEÑOR DE lA HIERBA LOS DIOSES DEL PULQUE
QUE SE ECHABA PARA HACER EL PULQUE (EL OCPATU) "
PAGINA53R
~ El demonio es el siguiente.
PAGINA54R
1 Tezcatzc:mcatl ce \MM) de loa priDdpales dioees del PWqtx en la lista de Sahagiin (IJbro 1,
cap. 22). Camp6n:ee el hmmo de este dios: TotochUR incide tamUonmtI (Sahag(m. Ubro n,
Aptodicc 6). 189
CONI1!NIDODEL PÁGINA 54v: TLALTBCAYOUA, "DuEÑo DEL CONJUNTO
MUBRO DE LA VIDA" DE LOS HABITANIES DE LA TIERRA"
PÁGINA55R
PÁGINA56R
PÁGINA57R
191
PAGINA 57v: MAYAUEL, lA DIOSA DEL MAGUEY LOS DIOSES DEL PULQUE
Este demonio siguiente se Uamaba Mayauel. que quiere decir m.aguey porque
el zumo que de él salia era borrachera y [por él] baüan.
PAGINA58R
••
' -..J'
Este demonio siguiente se lla-
maba Ttilch.uP rniluatzin].
PAGINA59R
198
XII. Los juegos y los bailes
(sección 7 [pp. 59v-64r])
-
lIl A MAYOR PARTE DE LAS DEIDADES EN F.SfA SECCIÓN están asociadas con
fiestas y bailes y se caracterizan por tm pectoral de concha corta-
da, que se conoce como ogoalli (véase MagUobecJú, p. Sr). El primero y más
importante es Macuilxochitl, 5 Flor, el principal dios de juegos, flores y alegria.
En cierto sentido se continúa entonces con el tema de la sección anterior.
En la Usta se incluyen también dos manifestaciones de Quetzalcoe.t1. Com·
párese Thdela, pp. 42-48, Y Cervantes de Salazar. Libro 1, cap. 28.
Éste es juego que los indios tenían Y Uamábanle patole (patolli], que es como
juego de dados encima de un petate, pintado en la figura siguiente. Y éstos
que así de estos juegos son maestros inoocaban
al demonio que ellos llamaban Macuilsuchitl. que
quiere decir cinco rosas. Invocábanle para que les
diese dicha para ganar.
PÁGINA6O:R
1 Para _ de8'ldpcl6n del paldIl aJItigUo ve.ee Dada, RU-. cap. 18 (1987,1, pp. 1988)1).
c.o ha ,..,..U.do 1M aq1u de _ wu:IuIte -.dema (1915). 1915
CONIENIDO DEL PAGINA 6Ov: QuEIzucoA1L-EBEcA1L
"LIBRO DE LA VIDA" (cf. Tudela, p. 42r, e Ixtlilxochitl, p. 103r)
Este demonio era uno de los dioses que los indios tenían. Su nombre era Que-
{:a1coatl, que quiere decir MPluma de culebra-o Éste teman por dios del aire.
Éste pintaban la cara de la nariz abajo de madera como una trompa por don-
de soplaba al aire, que ellos decían que era del dios. Y encima de la cabeza le
ponían una coraza [coroza] de cuero de tigre, Y de ella
salía por penac/w un hueso del cual colgaba mucha
plwp,a de patos de la tierra, que ellos llamaban xumutl,
y en fin estaba del pico atado un pájaro que se llama
vicici1i [uitzilin, "colibrí"], Cuando se celebraba la fies-
ta, los indios ofrecían a este ídolo ayutli ["calabazas"],
que son unos melones de la tierra. Éste dicen que jire hijo
de otro dios que llaman Mictlantecutli, que es señor del
lugar de los muertos, Y es [hermano] de otro ídolo que
llaman Xulutl que quiere decir un modo de pan que eUos
tienen hecho de bledos y maíz.
PAGINA61R
Este demonio que aquí está pintado dicen que hizo una gran fealdad nefanda.
que este [Que}~l estando lavándose, tocando con sus manos el miem-
bro viril. echó de sí la simiente Y la arrojó encima de una piedra. YaUi nació
el murciélago al cual enviaron los dioses que mordiese a una diosa que eUos
llamaban ~ que quiere decir Rosa. que le cortase de un bocado lo
que tiene dentro del miembro femenino. Y estando ella durmiendo, lo cortó y
lo trqJo delante de los dioses Y lo lavaron. y del agua que de ello derramaron
salieron rosas que no hUelen bien. Y después el mismo murciélago Uevó aque-
Ila rosa al Mtctlantecutli, y allá lo lavó otra Ve% y del agua que de ello salió
salieron rosas olorosas que eUos Umntm such.ile8, por derioodón de esta diosa
196 que ellos llaman SuchI.que(:aL Y así tienen que las rosas olorosas vinieron del
otro mundo, de casa de este LOS JUEGOS
y LOS BAILES
ídolo que ellos llaman Mictlan-
tecutli. Y las que no huelen di-
cen que son nacidas desde el
principio en esta tierra. 2
PAGINA62R
El demonio es el siguiente.
PÁGINA63R
El aoa1/ido lawnaIIo en el Grupo ~ en ". cddú:a MagJtaba=bi, p. 70r; Tudda, p 68r. 11 en el frontIspI-
cio de la ....,.. IJIJcGdo. de la w.taria gr:aaal. de Herrera, p. 48 (-.gdn Boone. 1988).
con cuchillos de pedernal aparece también en la
representación de Xocrupilli (pp. 35r. 47r y 6Or) Y
de Techalotl (p. 64r). Adelante de él camina un sa-
cerdote que carga un t.ecomate de tabaco en la es-
palda y viste una túnica sacerdotal (xicoUi) con el
mismo motivo.
PAGINA64R
Esta figura es de un demonio que los indios tenían por dios del lugar
donde iban los muertos, que ellos Uaman Michtlam [Mictlan], que quiere
decir "Lugar de muertos-, el cual nombre algunos
[frailes] naguatfljatos [= hablantes del nauatl] han
apropiado al infierno, Y es gran falsedad, (ya] que ellos
no 00] tenían por tal nombre. Y así cuando les predican
los frailes que si fueren malos guardadores de la fe de
dios que irán al Mictlan no se les da nada a los indios,
(ya] que así como así han de ir allá. Hanles de decir
ichan t1acateculotl ["la casa del hombre·búho"], que
quiere decir "en casa del demonio-o Llaman los indios
Mictlantecutl[i], que quiere decir señor del lugar [de la
muerte].
PÁGINA65R
PÁGINA66R
A la izquierda: la fosa fiínebre es cavada con coas. Alrededor están los fami-
liares Y amistades, lamentándose. A la derecha; se dan ofrendas -bebida de
chocolate, tenate con tamales, tenate con carne y una manta nueva- al fardo
mortuorio, adomado y colocado en un petate. Dos ojos estelares representan la
oscuridad de la noche ~ trata entonces de una vigilia-o
En los códices Tudela e IxtULrochitllas dos escenas están organizadas verti-
calmente: abajo nuestra escena izquierda y arriba nuestra escena derecha. El
formato del MagUabechi no penniti6 copiar la disposición original de las fi-
guras, por lo que se dividi6 la escena original en dos escenas, que se colocaron
una alIado de la otra_ A esto se debe también el doble texto del comentario.
PAGINA68R
.... D
Fardo mortuorio conjoyas, plumas, vasos y una piel de jagUar.
e •
(cf. Tudela, p. 6Or)
PAGlNA69R
PÁGINA 70R
Sacrificio humano encima de UDA pinhnide, que por 108 caracoles en el techo
se identifica como un templo de UitzilopochtJi (pero DO el Templo MaJor, ya
que DO es UD templo doble).
OONTENIDO DEL PÁGINA 7Ov: CEREMONIA DE INVESTIDURA
"LIBRO DE LA VIDA" (el Tudela, p. 51Jr, y Cervantes de Salazar, Libro J, cap. 26)
Esta figura es de cuando alzaban a algww que fuese señor o mandón o tuvie-
se algún oficio honroso en su república, donde es de notar lo primero que al
que alzaban por tal señor estaba desnudo en cueros delante de los que habla-
ban Y le platicaban cómo y con qué solicitu4 se había de haber con su oficio.
Al cual ponían delante del demonio que ellos tenían por dios del fuego, que se
llamaba Xuotecutl OOuhtecuhtli1, donde ofrecían sacrificio de incienso que
ellos Uamaban copole. Y le ponían nombre nuevo y perdla el que tenía antes,
y mandábanle que una noche durmiese al resisterio de la noche o del cielo,
desnudo, sin manta alguna. Y poníanle por oestidura que deootaba el oficio:
una manta y un barrlJete de calabaza ammi11a con sus cintas coloradas por
las asas, y como carguilla se lo echaban al cuello, y poníanle así cargado
delante el demonio susodicho. Donde protestaba ser fiel en su oficio y servirle
y barrerle el patio, él o sus sujetos. Y ayunaba cuatro días a sólo pan y agua.
comiendo a la noche tan solamente; coda vez que algún mandado iba le da-
ban a beber a él y a los que iban con éL
PÁGINA 71R
Ésta es una figura de cuando los indios hacían memoria de sus finados en la
fiesta que llaman TititL Como antes [p. 44v] en la misma fiesta es dicho de
la figura de aquel de quien se hacía memoria: era como la que aquí está pues-
ta., que es la siguiente. Y porúanLe en la nariz una eosa de papel azul que ellos
llaman yacaxuitL (yacaxiuitl, "turquesa de la nariz"], que quiere decir nariz
de hierba,2 y por detrás de La cara. La euaL es de madera, Le hinchían de plu-
ma de gallina, de lo menudo blanco. Y por penacho Le ponian una vara, col-
gando de ella unos papeles, que ellos llaman amat~ y en La cabeza por tocado
le porúan unas hierbas que ellos llaman mali maLi [= malina11i). Y del colo-
drillo le salía otro penacho, que ellos llaman pantolole [= pantololli, "bande-
ra inclinada"], que es de pape~ Y por las espaldas Ueno de papeles, Y su
bezote, y al cuello le colgaba por joyel un animalito que ellos llaman jilotl
[= xolotl], y el joyel llaman xulocuzeatl [= "collar de xolotl"] y era de papel
pintado y una vara revestida de papel a manera de cruces. Y débqjo una
carga de pliegos de papel y cacao, comida y delante dos otros o más indios
que sentados cantaban y tañían con un atabal, que ellos llaman vevetl [= ue-
uetl, "tambor"] -las ves vocales. Y esto hacían cada año, hasta cuatro años
después de la muerte del difunto y no más.
PAGINA 72R
I El comentarista coufunde xiuUl "turquesa" con xtuitl, "hiaba". ObvIamente !le trata de UDIl
nartpra de tmqueea.
a Comp\rauIe loe omamartoe azulea, loa lIlgaoe de la realeza, en la t:receDa 1 PaIemal.
CdtIIcr boriJ6nico, p. 10. La pintura fadal del difunto combina loa colora de ~kxwtl y loe
CONI1!NIOO DEL PÁGINA 72v: ANrROPOFAGIA RrnJAL
"UBRO DE LA VIDA"
(cf Tudela, p. 6I.J.r)
Esta figura es donde se muestra el modo nefando que los indios usaban el día
que sacrificaban a sus idolos hombres, que luego allí delante del demonio, que
ellos llaman Mictlantecutl{i}, que quiere decir MSeñor del Lugar de los Muer-
tos·, como en otras partes está dicho.
Ponian muchas tinajas de cocina de aquella carne humana y la daban
Y repartían a los principales Y mandones y a
los que seroían al templo del demonio, que ellos
llamaban tlamagatl [= tlamacazqui, "sacerdo-
te"]. y éstos repartían de lo que les habían dado
entre sus amigos y parientes. Dicen ellos que les
sabía como la carne del puerco les sabe ahora. Y
por esto es por ellos la carne del puerco muy de-
seada.
PAGINA 73R
Éste es un soorificotlor pequeño, que los indios ofrecían incienso o papel con
sangre a sus dioses, donde es de sober que de en cinco en cinco veces tenían
un cu [= templo] o sacrificadero para en común sa.crificar allí, Y tenían tam-
bién de en oetnte en oeinte dias otro mayor, el cual era dedicado a un idolo de
sus dioses, en quien ellos tenían derHJdón. Y cada barrio hacúl otro templo
grande, donde tenían otro fdoIo, que dedan ellos que era guarda del barrio, al
cual acorrían con sus peticiones en sus necesidades. Donde es de notar que
clx-s del Fuego COII el "«!lo rodeado por oecurldad yeetreDu" de Paynal y AtlmJa ~
de SabItpa. 1968, pp. 114, 140). El cnm«Dtar:I8ta del TudeIa oompua esta ac:auL COlIJa <:ere-
lIIIIIda fimaaria J*"a MoctaI_ IL
nunca pedían sino cosas temporales, como es de comer y vida y en esto
fenecían su oración. El dia que caía la fiesta de este ídolo sólo aquel barrio lo
festtdaba y no los otros.
PAGINA 74R
Una mujer y un hombre dirigen sus oraciones a un altar con un gran incen-
sario, flanqueado por flores.
Ésta es una figuro. de una diosa que los indios tenían que se llamaba Atla-
coa.ya. que ~ decfr .Agua oscura· o ·eosa
triste·, en cuya jil!Sta !ICIC1ifi-
coban indio6 Y les daban a comer a sus dioses que eUos llamaban Totoch1tl,
que ~ decfT .~., que eran cuatrocientos cuando menos.
La doncella iba vestida toda de blanco, con ciertos sartales de piedras a la gargan-
ta; echaban en la sepultura rosas y floras; los padres hacían gran llanto, Y de ahí a
un poco se alegraban, diciendo que el solla quería para sí, y encomendábanla luego
a una diosa que se llamaba Atlacoaya, en cuya fiesta sacrificaban indias, las cuales
daban a comer a los dioses que, por número, eran cuarenta [Libro 1, cap. 31].
PAGINA 75R
Ésta es una figura que ellos llaman Cipmitl [Tzitzimitl], que quiere decir una
saeta, y lo pintaban como a un hombre muerto, ya descamado, sino s6lo
entero en los huesos, y lleno de corazones y de manos alrededor del pescuezo y
de la cabeza.
PAGINA 76R
811
XIv. Diversos ritos
(sección 9 [pp. 76v-92v])
PAGINA 77R
Ésta es WUl manera de medicina diabólica que los indios médicos tenían y es
que ctJaJ'UÜJ alguno estaba enfermo llaman al médico, mujer u hombre, y luego
el tal médico, para ver qué fin había de haber la enfermedad, ponía luego
delante de si un idolo, y delante el enfermo, al cual idolo le llamaban ~al
coatl [Q1.tetza1coatll, que quiere decir "Plumaje culebra 8, y él en medio, puesto
encima de un petate, puesta una manta de algodón blanca encima, tomaba
en la mano veinte granos de maíz, que es de lo que ellos hacen pan, y echába.-
los encima de la manta, como quien echa unos dados. Y si los tales granos
Iwdan en medio vacuo o manera de campo, de manera que los granos estu-
viesen alrededor, era señal que le habían de enterrar aUí, que quería decir que
moriría de aquella enfermedad. Y si un grano caía sobre otro, decía que su
enfermedad le había venido por sodomítico. Y si los granos de maíz se aparta-
ban la mitad a una parte y la mitad a otra, de manera que se pudiese hacer
WUl raya derecha por medio, sin tocar a ningún
grano, es señal que la enfermedad se ha de apartar
del enfermo y sanar. a
PAGINA 7SR
a RemJUmoe .10 dIclJo aobre d arte adivtDatorio en loa l1broe aplicat:hoe de loa áJc:lk,ea V4-
eKano B Y ~IID1P, en ata mkccilIIL
aC"lIlJ... _ d rdato ..".00 de la regI6a de Cuemav.:a., aeg6D d cual ~. junto
CIIIIl Ctpectnwl '10mm0c0, bnart.6 el calendario (Mendid&, lJbro U. cap. 14). Ea varlII8 fUenta
()wtukoetl ~ CDDO d MCCrdote-tldiYtJlo.aulmero arquetfpIc.o (cf. Ruiz de Alan:6D,
814 Tratado n, cap. 1 y1'rllt8do V, cap. 1).
PÁGINA 7Bv: CuLTO A M1Cll.ANI1!CUHIU lAS l'II!SrAS
1 FLOR Y 7 FLOR
(cf. Tudela, p. 5Ir)
Ésta es otra figrua donde se muestra el modo que los indios tenían en hacer
penitencia. Y es que ponían en un alto sentado a un {dolo que ellos llaman
Mictlantecutli, que quiere decir ·Señor de los muertos', 9 delante de él sacri-
ficaban de las orejas, 9 otros de las lenguas, 9 otros de las pantorrillas. y esto
era que pasaban !IU$ orejas 9 !IU$ lenguas con unas pÚtJS muy agudas 9 así
hacían penitencia.
PÁGINA 79R
Falta el texto, pero se ttcOI1struyó con base en el comentario del Códice 1i.tdela:
Ésta es la manera que tenían los indios de esta NUI!rXl España de jugar a la
pelota, coda I,UIO en su puesto, y el que venda al otro en eljuego y le hada per-
der el salto a la pelota en el puesto del otro, ganaba la postura, Y si tocaba la
pelota a alguna cualquiera parte del cuerpo, fuera de los codos con que ju-
gaban o de las caderas- o de la palma. perdia. y el que
acertaba meter la pelota por el tlachtemalocatl. que es la
rueda que está a los lados, ganaba, Y tenia libertad de
quitar las mantas a todos cuantos les estaban mirando
el juego, y todos los que podían le huían. Jugaban escla-
vos y mantas y plumas a este juego.
PÁGINABOR
Sin deecripcl6n.
El dibujo estA puesto de lado. Banderas de papel
están levantadas desde el suelo, como ofrenda a los
dioses de las montañas; a 1D1 lado hay una jícara y
UDa8 tortJllas de forma caprichosa (xonecuU10, he-
chas eepecta1mente pera la ceremonia.
'Pam _ dacalpd6D de ate JaqfO. ftMe, por ejemplo, d 1tbro de SchdBcr, lk,-o e
816 lJIS6a (198&).
PAGINA 81v: BAILE CON TAMBORES IASFIESTAS
(cf. Tudela, pp. 66r y v, y Cervantes de Salazar; Libro l, cap. 20) 1 FLORY 7 FLOR
Falta el texto, pero se reconstruyó con base en el comentario del Códice Tudela:
Esta pintura es la manera de bailar qr.re tenían los indios de esta tierra en
general; uno tañía el teponaztle y otro el atabal, y porú'an el demonio delante,
según la fiesta era. y los señores andaban conforme a la devisa del demonio o
al baile qr.re bailaban, y andaban para tal demonio, Y los principales Y la de-
más gente andaban alrededor en el patio. Estos indios qr.re tañían los instru-
mentos era gran faror qr.re el señor le daba al qr.re le daba el cargo una fiesta.
y había indios qr.re por qr.re [= para que] les dJ;jasen tañer una fiesta. qr.re ordi-
nariamente tocaba tres días con sus noches, se hacían esclaro del señor para
qr.re dende tres días le sacrificasen al demonio, Y esto tenían por bienaventu-
ratLZ'a. Terú'an delante el pulque, qr.re es vino de maguey, con qr.re se emborra-
chaban, y bailando y bebiendo, y después qr.re se calentaban con el sol y con el
"ino, se caían y los parientes Y mujeres o hermanos les sacaban y llevaban, y,
en tomando en sí. "olvían al areito.
PAGINA82R
817
CONIllNIDO DEL PÁGINA B3R: FLoRES
-LIBRO DE lA VIDA" (cf. Tudela, p. 68r)
Sin descripción.
Flores de plantas que crecen de la tierra. asociadas con serpientes. Posible-
mente representaciones del ololiuhqui ~ planta alucin6gena-, usado en la
curación. Sahagún dice al respecto:
Sin deecdpci6n.
Tal vez es pertinente lo apuntado por Cervantes de Salazar:
Tañan y adoraban por dioses ( ... ] algunos Arboles, como cipreses, cedros, encinas,
aute 10& cualea hadan sus sacrificios; y porque el cristiano entienda, si 108 viese,
CUIIIIdo eran adorados por dioses 108 tales Arboles, 8IIbd que 108 plantaban por
muc:ha «den al cIenalor de ... tuart.es. y uf. pera DllIIIifestadón de esto, ha queri-
do DIoe que, pcmkDdo una cruz entre estos 6rlJolea, Be aequeo luego, como 1ICOIl'te-
d6 en Santa Fu, legua y uiedia de Mbioo. Delante de estos Arboles ponfan 10&
iDdios fue¡o Y88humaio de copal [ ...] [Ubro 1, cap. 18].
Uno de los dioses del Pulque prepara la olla; a un lado están las raices que se
echaban dentro. Una mujer sirve jicaras de tma t:i.ruya grande a los que están
bebiendo.
Estos monqJos son de una raú con que hadan el vino que se llama ocpatu.
Ésta era la que escanctaba el vino a los demás hasta que los emborraduIba. 219
CONTENIDO DEL PAGINA. 86R: CEREMONIA PARA EL FUEGO
"LIBRO DE lA VIDA" ( cf. Tudela, p. 72r)
Sin descripción.
El dios Xiuht.ecuhtli es representado en forma de un tlacuache (?),6 rodeado
por l1amas Y humo. AlIado deJ fogón, se ofrecenjícaras de pulque o incienso.
Falta el texto, pero se reconstruyó con base en el comentario del Códice Thdela:
PAGINA87R
1El tato del Códtoe 7Udfta. p . lar, ~ que d ~o G _.-fa __ Jaque lUIda
tID&JagartVa. como agüero. Botonca los pantoe pKdea repR8CIltar los dDcD dfu ~
en los que !le rca1.tza eata prueba. 1'01' otra .-u. Ja ~ ee puede CIIt.eadCI' como d
CONI'ENIDO DEL PAGINA 87v: SACRIfiCIO DE SANGRE A MICfLt\NTECUlnU
"LIBRO DB lA VIDA" (el Tudela, p . 76r)
Éste es un diablo muy solemnisado en sus ritos, el cual siempre tenia gran
sed por [= de] sangre ~ Y así cada y cuando que se ofrecía tiempo u
oportunidad para ser adorado no había de haber ningún impedimento. Y hase
de notar que juntamente con ser común a todas las horas este sacrificio de
este demonio, habla una ley que ninguno había de entrar en su templo si no
sacrificaba una escudilla de sangre humana y juntamente con esto había de
llevar ensangrentada la mano derecha el que lo iba a sacrificar. Y esto hacían
por que [= para que] este diablo les fuese favorable al
tiempo de su muerte, en cuya memoria ponian a sus
pies de este demonio muchas ca.lcweras y huesos de
muertos, significaru:1o que era señor de la muerte. Y en
estando ofrecido. esta sangre, ponian una escalera de-
trás de él Y subían por ella y derramábansela encima de
la cabeza, en señal que lo recibla y ponia sobre su ca-
be%a este sacrificio para no lo olvidar al tiempo de la
muerte de aquel que lo ofrecía. El tener la boca abierta
Y la lengua sacada y encarrúzada significa jamás ·decir
de [= que] no a sacrificio que le ofreciesen.
PÁGINA88R
PÁGINAB9R
- ella 5 ~ qIIC UaIe _ JXOPo ftIar 1IIIIaticD-dtII........,ce tIIIaJ:JItD CD d pIIIII del Templo
'.m.
...,... _ _ ~ ~ de Sehapn Vá8e d 0JdIcr .&rpIG. pp. 47-18, '1 JIIIaÚ'O
CID. e.t.c, CD atac".mea
LASFlESTAS
1 FLORY7FLOR
188
CONI'ENIDO DEL PAGINA 91R: 1'LALoc y CruACOAlL
"LIBRO DE LA VIDA"
PÁGINA92v
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Índice
Pr6logo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Primera Parte
INTRODUCCIóN
1. El códice y su historia 13
Segwu1aParte
EL GRUPO MAGLIABECHIANO COMO FUENfE HiSTóRICA
Tercera Parte
CONIENIDO DEL "LIBRO DE lA VIDA"
',::
CUAKI'A mIrra XI. Los dioses del Pulque (pp. 48v-59r). . . . . . . . . . . . . . . . . .. 185
BlBUOGRAFiAE ÍNDICE
XII. Losjuegos Y los bailes (pp. 59v-64r) . . . . . . . . . . . . . . . . .. 195
XIII. La muerte (pp. 64v-76r) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 201
XIV: Dtrersos ritos (pp. 76v-92v) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
BIBLIOGRAFíA E íNDICE
BibUograf{a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227
trul.i«. . 0. • • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 237
-
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grms. de Gvarro Casas. En su composiciÓD se emplearon
tipos Tiffany de 24:86, 18:24. 14:18, 11:14, 10:18 y 9:1S pun0
tos de pica. Se tiraron 8000 ~j~mplarelJ. La coordJuactÓD editorial
es de hel Retif. La correcci.ó n con los autoreB y el cuidado de edlciÓD
ha sido responsabilidad de Guillermo Hagg. La revisiÓD, fonnaclÓD Y
diseño de p4gina es de Alejandra Garcia, habiendo corrido por cuenta de
Franci8co Mwloz InclAn el diseño general del libro. Carl08 Haces
diseñó el estuche, fabricado en Encuademadora La Anttgaa. S-
calle de Ángel Rico 84, 09200 MtDco, D.F. Las capitulares
(O Fondo tú Cultura Económica) son obra de Blanca Luz
Pulido y Patricia Pulido. Tnvo a BU cargo la correc·
ción de pruebas Muceta Pimentcl. La prepara-
ción de ilustmctones y de orIgIDales me-
c4nic08 ha sido efectuada por Patricia
Martfnez HemAnda. La coordiDa-
ciÓD de este proyecto es reepon-
aabiliciad-de Socorro Caao Y
Marla del C - PIIdIIa