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2 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la
construcción de la imagen urbana fundacional
de la ciudad de La Plata (1882-1932)
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 3
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional
de la Ciudad de La Plata (1882-1932) por Cristina Vitalone, María Marta Aversa, Marianela
Novoa Farkas, Roberto Delage. - 1a ed. - La Plata: Laboratorio de Entrenamiento
Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica - LEMIT, 2015.
110 p.; 32x22 cm.
ISBN 978-987-3838-05-7
CDD 363.69
Título:
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional
de la ciudad de La Plata (1882-1932)
Editor:
Laboratorio de Entrenamiento Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica
Diseño y diagramación:
Sebastian Marquez
Cantidad de ejemplares: 50
4 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
INDICE
PRESENTACIÓN 7
BIBLIOGRAFÍA 119
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6 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
PRESENTACIóN
La finalidad de salvar parte de esas veladuras planteó Las muestras de agradecimiento por parte de los familiares
la necesidad de profundizar los estudios y crear nuevos de los ingenieros seleccionados para profundizar en
conocimientos sobre la vida y obra de un número sus vidas y obras, se pusieron de manifiesto no sólo
significativo de ingenieros civiles cuyo ejercicio de la durante el transcurso del primer encuentro sino también
profesión en el ámbito privado se desarrolló, con mayor en los contenidos de correos electrónicos recibidos con
o menor grado de intensidad, principalmente en el sector posterioridad. En esa oportunidad Eduardo Corti destacó
del casco urbano comprendido entre avenidas 1,7, 44 y 60, “la importancia del proyecto” y en forma personal la
entre las últimas décadas del siglo XIX y tres primeras del emoción de “revivir la memoria de mis antepasados, y
XX. Cabe señalar que la selección de ese sector, parte de darle una dimensión poco conocida por mí a sus vidas”;
la llamada por algunos especialistas “Área Histórica” del mientras que Fanny Eulalia Pereyra Villa Monte expresaba
casco fundacional de la ciudad de La Plata, no es aleatoria. su gratitud y disposición “para darles la información que
Tiene su fundamento en un registro de documentación heredé de mi mamá, respecto a mi abuelo Villa Monte.
de obras realizado entre los meses de marzo de 2011 Respetando a las familias de los que construyeron en la
y junio de 2012, en el marco del proyecto “Rescate de ciudad naciente, armando sus historias de vida honran
Planos Históricos del Archivo de Obras Particulares a la ciudad”. El segundo encuentro, realizado el 27 de
de la Municipalidad de La Plata”, convenido por la marzo de 2015 contó, nuevamente, con la presencia de
administración local con el Laboratorio de Entrenamiento los descendientes de los ingenieros Isaac Villa Monte
Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica de la y Ceferino Corti, y el intercambio de información con
Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia Florencia Urrutia (nieta del Ing. Juan Urrutia); Julio
de Buenos Aires (LEMIT-CIC) a través del “Programa de Barrios (nieto del Ing. Julio A. Barrios) y Fernando Pedro
Planificación y Gestión Estratégica Urbana y Territorial”. Marreins (nieto del Ing. Juan Marreins).
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 7
provinciales, argentinos y extranjeros. Completa esta presenta a los ingenieros Emilio A. Corti y Juan
primera parte, una aproximación conceptual a las Marreins, lamentablemente con datos incompletos pese al
tipologías y corrientes estilísticas más utilizadas por esfuerzo realizado con sus familiares descendientes para
los profesionales de la ingeniería y la arquitectura en la profundizar en sus vidas y tareas profesionales privadas.
producción de edificios para viviendas y equipamientos Por ello consideramos que este trabajo es, a la vez,
sociales y culturales durante la última década del siglo producto y prólogo de nuevas reflexiones y búsquedas en
XIX y primeras del XX. torno a la importancia de rescatar del olvido las obras de
los ingenieros e ingenieros-arquitectos que coparticiparon
La segunda, “Obras y Protagonistas”, elaborada con de la construcción de una imagen urbana respetuosa de
el paciente y fructífero trabajo de los arquitectos María los preceptos de las teorías higienistas para lograr la tan
Marta Aversa; Marianela Novoa Farkas y Roberto ponderada unidad de escala de la Ciudad de La Plata en
Delage centra la atención en las biografías, servicios las tres primeras décadas del siglo XX.
profesionales y planos de proyecto de obras seleccionadas
de los ingenieros Isaac Villa Monte; Ceferino Corti;
Juan Urrutia; Félix Nieva y Julio Barrios. También Mgr. Arq. Cristina E. Vitalone
8 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
Parte 1
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 9
10 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
En el campo de las ciencias de la construcción, una ocupar “el lugar que les corresponde en la arquitectura”.
línea poco explorada de investigación es la referida a la
participación de un importante número de profesionales Parafraseando a los arquitectos franceses César Daly
ingenieros civiles e ingenieros-arquitectos que, de forma (1811-1894) y Gabriel Davioud (1824-1881), Álvarez
individual o en sociedad con sus pares, otros arquitectos por sobre todo entendía que la nueva arquitectura de
y/o maestros mayores, proyectaron, dirigieron y/o fines del siglo XIX y principios del XX, había dejado
ejecutaron numerosas obras privadas que influyeron, de lado “la esterilidad del pasado y la servidumbre de la
decisivamente, en la formación de la imagen urbana del copia” con el acuerdo “real, completo y fructífero” entre
casco fundacional de la ciudad de La Plata. ingenieros, arquitectos, maestros mayores, incluso artistas
y otros hombres de ciencias, sin olvidar que si bien la
No faltan, sin embargo, los trabajos académicos que “función más positiva, más eficiente y compleja” de la
de algunos de ellos, relevaron sus acciones como ingeniería civil era comprendida como “la que se encarga
responsables de la construcción de obras públicas en de tareas referentes al riego y desagüe, puertos, caminos,
el seno de diferentes organismos del estado provincial ferrocarriles y estructuras resistentes de todo tipo”, a
durante los primeros cincuenta años de vida de la nueva juicio de Raúl Ondarts (1964:18), iniciado el siglo XX la
capital de la provincia de Buenos Aires. mayoría de las especialidades de esa profesión también
tenían su aplicación en el campo civil urbano.
Basta la lectura de los documentos “Profesionales que
intervinieron en la fundación de La Plata” (MOP-PBA, Recordemos con Tartarini (1982) que si bien se le
1935) y la “Acción profesional en la fundación de La “asignaba mayor importancia a los estudios de ingeniería,
Plata” (Tartarini, 1982), para comprender la interacción más ligados a la idea de progreso material […] era claro en
de esos perfiles profesionales como integrantes del aquella época que el ingeniero que desease actuar en obras
personal del Departamento de Ingenieros de la provincia de arquitectura de alguna importancia se preocupara por
de Buenos Aires en “los trabajos de la fundación” y en el adquirir la necesaria especialización”.
proceso de materialización, sobre territorio, del proyecto-
ciudad bonaerense más importante del siglo XIX. Ambos Esa complementariedad de saberes, y quehaceres, entre
documentos listan nombres de profesionales e idóneos con ingenieros, arquitectos y maestros mayores, en numerosos
diferentes grados de responsabilidad para “levantar los casos titulaciones reunidas en un mismo profesional,
planos de la nueva ciudad y de varios edificios públicos” primó en la construcción de las obras privadas que, entre
por encomienda del decreto del 7 de mayo de 1881, o como 1882 y 1932, conformarían la imagen urbana fundacional
miembros y colaboradores de las comisiones creadas ad de la ciudad de La Plata.
hoc para los estudios “de las localidades apropiadas para
establecer la nueva capital” y el “concurso de planos y Numerosos autores sostienen que esa imagen urbana
presupuestos para los edificios públicos”, entre otras. fundacional se caracterizaba por la unidad de escala y
lenguajes formales de y entre la edilicia pública y privada,
Menos conocido es que cesadas sus funciones en la en otros términos, definida como la expresión visual de
administración pública, algunos de esos profesionales una armónica relación entre los parámetros espaciales,
desarrollaron una intensa actividad privada y, por físicos y funcionales de diferentes fases y modalidades
consiguiente, coparticiparon junto a arquitectos, maestros del proceso de ocupación y explotación de las parcelas
mayores y artesanos en el proceso de construcción de la urbanas entre los años 1882 y 1932.
imagen urbana del casco fundacional de la ciudad de La
Plata (Tartarini, 1982: 12) (MOP-PBA, 1935: 7-21). De Paula (1984:228-229), por ejemplo, entiende que
“Dardo Rocha, en cuanto planificador de La Plata, tenía
En palabras de Emilio Rebuelto (1943:452) la ausencia el concepto de lograr, como resultado final, una imagen
de trabajos vinculados con el ejercicio profesional privado eminentemente urbana y ordenada de la ciudad” y, Gazaneo
de los ingenieros, se explica teniendo en cuenta que la (et al. 1983:122), que “inequívocamente las iluminadas
ingeniería era considerada “una actividad que en su origen ideas con las cuales los arquitectos de las primeras épocas
estuvo destinada a ejercerse por intermedio exclusivo intentaron impulsar, armónica y ordenadamente” su futuro
del Gobierno, única entidad a la cual le interesaba y a la desarrollo.
cual le era posible acometer la construcción de caminos,
canales, puertos y, en general de Obras Públicas, (más Nació, también muy tempranamente, la necesidad de
tarde) pasó el ingeniero a colaborar en la ejecución de reglamentar la edificación con la finalidad de alcanzar
proyectos destinados a satisfacer necesidades colectivas, el ideario de construir “en breve término” los edificios
tales como los transportes ferroviarios, las comunicaciones públicos y privados de la nueva capital de la provincia
marítimas, la instalación de puertos, y la provisión de agua de Buenos Aires. El 4 de noviembre de 1882 el gobierno
potable a las ciudades”. provincial concretó esa aspiración al promulgar el
decreto que podemos titular primer reglamento general
La construcción civil privada era “casi siempre más de construcciones privadas o germen de una importante
arquitectura que ingeniería”, por tanto ejercida por serie de normativas que, entre 1882 y 1932, orientaron
los ingenieros cuando los trabajos públicos citados el desenlace volumétrico de los islotes o manzanas del
“escaseaban”. Sin ánimo de controversia, a mediados del casco urbano fundacional. Esa primera reglamentación
siglo XX Rebuelto planteaba el debate sobre la relación garantizaba la unidad de escala y lenguajes formales
entre arquitecto e ingeniero; la composición arquitectónica cuidando que los edificios tuvieran “la misma altura
y la construcción; el arte y la técnica, para el arquitecto en cada cuadra, y las cornisas en un mismo nivel” y
Álvarez (1943:716) resuelta después de la utilización del promoviendo “un orden uniforme de arquitectura” en “los
hierro cuando “los métodos del ingeniero” comenzaron a frentes de cada plaza” (MLP-DM, 1882).
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 11
La prensa local también alababa ese ideario común al El segundo período se inició a mediados de la década
reconocer en 1885 que “la arquitectura en los últimos de 1900, cuando la ciudad comenzó, lentamente, a
tiempos” había cobrado un gran impulso “dando paso dar muestras de cierta reactivación en el sector de la
a los lineamientos artísticos de los edificios que se construcción, destacándose la materialización de proyectos
levantan obedeciendo las reglas de las diferentes escuelas de petites hotels, diferentes tipologías de casas de patio,
arquitectónicas dando así una idea de la cultura y de la residencias palaciegas y de renta, en las primeras décadas
civilización del pueblo. En el caso de La Plata, continúa, del siglo XX donde pareció haberse alcanzado la imagen
“el Gobierno […] ha principiado levantando hermosos urbana más cercana a la prevista por los fundadores de la
monumentos arquitectónicos y los particulares sólo ciudad.
han tenido que seguir esa iniciación” para consolidar
imágenes urbanas donde “la arquitectura monumental La especulación inmobiliaria, por su parte, encontró en
de instituciones pronunciaba, en voz alta, un discurso esa reactivación económica un aliciente para acrecentar
netamente ecléctico, en tanto las viviendas repetían frases los beneficios en torno a la construcción de edificios en
de ese discurso, pero en forma mesurada. La diversidad altura que, con mayores o menores cualidades en términos
estaba controlada por los catálogos historicistas, y así se funcionales y estéticos, fueron promovidos desde el estado
obtenía la unidad del lenguaje urbano. La continuidad era municipal, frente al convencimiento de que debían estar
casi una ley” si bien el paisaje urbano del casco fundacional “embargados también por la tarea de previsión estudiando
reconoce dos períodos clave de formación (Diario El Día, las necesidades que han de sobrevenir en el futuro”.
1885) (Gazaneo et al, 1983:123).
Esa comunión de intereses entre gobiernos locales y
El primero, entre 1882 año de fundación de la ciudad, de mercado inmobiliario se manifestó en 1911, cuando
intensiva construcción de la edilicia pública y privada funcionarios públicos, empresarios, inversores privados y
y, 1890 cuando la crisis socio-económica se reflejó “en profesionales, ingenieros, arquitectos y maestros mayores,
los revoques cuarteados y sin enjalbegar de los frentes, comenzaron a concentrar sus esfuerzos con la finalidad
en las baldosas fugitivas de las aceras, en el desmayado de producir tanto normativas de carácter general como
operar de tiendas y almacenes”; en el resentimiento del disposiciones de estímulo para impulsar la construcción de
comercio y, en general, en la despoblación y el éxodo de “edificios modernos de pisos”. Pero también, para lograr
todos los que al principio contribuyeron a los primeros las que podríamos llamar primeras transformaciones en la
pasos de la ciudad y con ellos, en el alejamiento del imagen urbana de diferentes áreas del casco fundacional.
“lujo y la animación social junto a las familias de altos
funcionarios, agiotistas y políticos”. En ese contexto la Comenzó entonces un fuerte cuestionamiento a la
falta de iniciativas para el desarrollo de la industria y las construcción de edificios en baja altura, argumentando
grandes obras públicas y la inacción de los gobiernos “de la administración local que “si bien los edificios públicos
tránsito, como alguien los ha calificado, sin otro norte que responden á las exigencias de una ciudad capital”, al
el provecho personal”, fueron causas más que suficientes mismo tiempo la edificación particular se resentía “por
para que el valor de la tierra disminuyera (Vitalone, 2015). falta de relieve cuando se trata de las grandes plazas y
avenidas”. El tema fue instalado en la agenda pública
por el Comisionado Municipal Luis María Doyhenard
(gestión 1910-1913), pero sin desprenderlo de su debate
en relación a las influencias de las teorías higienistas, tan
caras a los médicos como a los urbanistas de la segunda
mitad del siglo XIX y primeras décadas del XX (Vitalone,
2014).
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para ser evaluado en el marco de esa disposición (ver Juan la misma, fijaban el plano límite sobre el que solamente
Urrutia, 2º parte). podían construirse “casillas para las maquinarias de
los ascensores, salidas de escaleras, los tanques y los
Esos avances dieron lugar en 1924 a la sanción de otra ornamentos”, como por ejemplo: cúpulas, flechas,
ordenanza para regular, nuevamente, la altura máxima de minaretes u otros motivos puramente decorativos, que “en
edificación, manteniendo este parámetro en relación con forma alguna, podrán ser locales habitables”.
los anchos de calle para los edificios “que se construyan
en los frentes de la Diagonal 80 de 1 a Plaza San Martín Hasta la sanción de la normativa de 1932, la unidad de
(calle 6); Avenida Independencia (avenida 7) de Plaza escala y la armonía de lenguajes formales, se establecía,
Italia a Plaza Rocha y a las calles de Circunvalación de además, por las formas de ocupación de las parcelas,
las Plazas San Martín y Moreno” (MLP, 1938:1924). generalmente, entre medianeras; muros de fachadas
Esta normativa también incorporó el concepto de altura sobre línea municipal; selección de un repertorio de tipos
mínima de edificación y retomó de las anteriores el arquitectónicos y soluciones tecnológicas de escasas
premio estímulo para el “mejor edificio construido” cuya variantes y en buena parte común al manejado por
fachada reuniera “un carácter arquitectónico definido”. ingenieros, arquitectos, maestros mayores, constructores
y artesanos (ver 2º parte). En ese lapso temporal, la
Por último, citemos el reglamento de “Construcciones y aparición de nuevos materiales como el hierro, el cemento
Edificación” de 1932 que, respetó la altura mínima de y el hormigón armado permitirían el cambio de escala
la normativa de 1924 extendiéndola a todos los edificios y de tipologías edilicias, progresivamente, basadas
frentistas a calles “47, 48 y 49 de 7 a Diagonal 80 y 51 y en la eficacia funcional y en una concepción austera y
53 de 1 a 12” (MLP,1938: 1932), pero no así la máxima racional de la estética. Bajo todas esas ópticas, la imagen
que a partir de entonces y hasta 1949 sería la resultante de urbana fundacional de la ciudad de La Plata entre 1882 y
“multiplicar por 1.60 el ancho de la calle correspondiente 1932, fue beneficiaria de la construcción de importantes
a su frente”. Las fachadas retiradas de la línea municipal, bienes privados según proyectos y/o bajo la dirección de
podían elevarse “un tercio” de la altura máxima formando ingenieros formados y especializados tanto en facultades y
un ángulo de 60º “hacia el interior de la propiedad, con escuelas de universidades extranjeras, como provinciales
el plano horizontal”. La altura máxima, más el tercio de y nacionales argentinas.
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 13
Ingenieros, formación y acreditación en la provincia de Buenos Aires.
Antes de 1870, fecha de egreso de la primera promoción agrimensores y maestros mayores en al ámbito bonaerense
de ingenieros del Departamento de Ciencias Exactas, cuando, como consecuencia de la federalización de
indistintamente llamado Facultad creado en 1865, en el la ciudad de Buenos Aires en 1880, se nacionalizó la
seno de la Universidad de Buenos Aires (1821), toda la universidad provincial (RO-PBA, 1881).
tarea de ingeniería estuvo en las hábiles manos de expertos
foráneos, precursores y maestros de los argentinos, a El decreto del Departamento de Ingenieros que establecía
partir de entonces “agrimensores, ingenieros geógrafos, las atribuciones del reorganizado en 1875, menciona
ingenieros civiles, ingenieros mecánicos, ingenieros los nombres de los principales funcionarios a su cargo,
industriales, doctores en ciencias físicas, en matemáticas, entre los que figuran algunos de los primeros egresados
además de otras especialidades”. Gracias a la gestión de de la Universidad de Buenos Aires: los ingenieros civiles
Juan María Gutiérrez, rector de la Universidad de Buenos Francisco Lavalle, presidente, y los vocales Adolfo
Aires entre 1861 y 1874, se contrataron a prestigiosos Büttner, Luis Silveyra Olazábal y Jorge Coquet, además de
profesionales italianos para ejercer la docencia en esa Carlos Stegman; tres vocales agrimensores, Carlos Encina,
alta casa de estudios: entre otros, Bernardino Speluzzi German Kühr y Edgardo Moreno y un secretario, Félix
(1835-1898), ingeniero y matemático; Emilio Rossetti Malato, también agrimensor (RO-PBA,1875:126-127).
(1839-1908), ingeniero y Pellegrino Strobel (1821-1895),
naturalista (Tartarini, 1982). El plan de estudios de la Entre otras funciones los ingenieros Luis Silveyra
carrera de ingeniero también autorizaba para actuar como Olazábal, Santiago Brian y Luis A. Huergo fueron
agrimensor. nombrados el 10 de enero de 1890 por el Departamento
de Obras Públicas del Ministerio homónimo (1885) para
De esa facultad, dedicada a la enseñanza de las estudiar los “puentes que sean necesarios en los caminos
matemáticas, puras y aplicadas, y a la historia natural, generales de las secciones Norte, Oeste y Sud de la
egresaron en 1870 los primeros ingenieros, la gran Provincia” (RO-PBA, 1890), y, nuevamente, por decreto
mayoría de destacada actuación en distintos organismos y del 7 de mayo de 1881.
academias del estado provincial y nacional, y algunos de
ellos en trabajos públicos para la fundación de la ciudad de Desde entonces, unos y otros, sólo podían ejercer
La Plata desde 1881: el ingeniero y doctor en matemáticas “oficialmente” esas profesiones en la provincia de Buenos
Valentín Balbín (1851-1901), los ingenieros civiles Jorge Aires con títulos de facultades nacionales y extranjeras
Coquet (1844-1901); Luis Silveyra Olazábal (1849-1902); debidamente “reconocidos” por el Departamento de
Matías Sánchez (1845-1896); Francisco Lavalle (1841- Ingenieros, dependiente del Ministerio de Gobierno hasta
1909); Adolfo Büttner (1849-1912); Luis A. Huergo 1885. Asimismo podían ejercer esas funciones los “que en
(1837-1913); Carlos Olivera (1843-1918); Santiago Brian adelante los obtuvieran” de ese mismo departamento que,
(1849-1923); Guillermo White (1844-1926); Guillermo por el decreto citado, podía expedir títulos profesionales
Villanueva (1849-1925), ingeniero geógrafo y Miguel de “Ingenieros, Maestros Mayores y Agrimensores, a
Sorondo (¿?) y Zacarías Tapia (¿?-1898). Pléyade a la los que se presenten solicitándolos y sean aprobados en
que se llamó “los doce apóstoles” por la dignidad con los exámenes y pruebas a que se sometan” para gozar de
que ejercieron su magistratura profesional. Recordemos las mismas ventajas que los titulados en las facultades
en este punto que el primer diplomado ingeniero de esa nacionales (RO-PBA, 1881: arts.1 y 3).
promoción fue Luis Augusto Huergo el 6 de junio de 1870
(ver Anexo biográfico). El Departamento de Ingenieros mantuvo esta última
atribución hasta 1903, año de egreso de la primera
En el ámbito de la provincia de Buenos Aires, será el promoción de ingenieros de la Universidad de la Provincia
Departamento de Ingenieros, reorganizado por decreto de Buenos Aires creada en 1897.
del 19 de abril de 1875 el que concentrará a numerosos
profesionales de las disciplinas de ingeniería, arquitectura, El programa de materias que debían rendir los postulantes,
agrimensura y maestros mayores, auxiliares técnicos, ante un jurado reunido ad hoc, para solicitar los diplomas de
niveladores, sobrestantes, dibujantes, etc., locales y esas diferentes especialidades profesionales fue aprobado
extranjeros. Decimos reorganizado porque ese instituto el 20 de enero de 1882. En el caso de los Ingenieros eran
público nació el 23 de octubre de 1821 como Departamento nueve: álgebra superior; geometría analítica; geometría
de Ingenieros Arquitectos, fue sustituido por la Comisión descriptiva; cálculo diferencial e integral; mecánica
Topográfica en 1824, reinstalado en el mismo año de racional; mecánica aplicada; hidráulica; construcciones y
1824; absorbido por el Departamento de Topografía y arquitectura. El punto 10 del programa sumaba un trabajo
Estadística en 1826; reorganizado en 1875 y, finalmente, que, a modo de tesis, consistía en la “preparación de
internalizado en el Ministerio de Obras Públicas creado proyectos en general con todos los detalles, cálculos y
en 1885. presupuestos”.3 (RO-PBA, 1882a) (ver viñeta V1).
3
Septiembre de 1885 fue testigo de la creación del tercer Ministerio de la provincia de Buenos Aires, el de Obras Públicas que se sumó a los ya
existentes de Gobierno y Hacienda (RO-PBA, 1885a: 902-904). A partir de entonces el Departamento de Ingenieros quedó bajo su órbita.
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de edificios; historia de la arquitectura; higiene de los Aires y ante-proyecto de obras para evitar en lo posible las
edificios; dibujo arquitectónico y de ornamentación, inundaciones según los datos generales y conocimientos
y como los ingenieros la preparación de proyectos en topográficos que posea el interesado, debiendo manifestar
general con todos los detalles, cálculos y presupuestos. si cree ó no conveniente la utilización de los cursos de
De Agrimensor: álgebra superior; geometría analítica; agua actuales”.
geometría descriptiva; cálculo diferencial e integral;
topografía y geodesia y, de Maestro Mayor: aritmética; Roberto Martínez, ingeniero civil en 1894, aprobó el
álgebra hasta las ecuaciones de segundo grado; geometría examen para “optar al título de Ingeniero Civil” el 11
plana y del espacio; construcciones de mampostería, de diciembre de 1890 y, si bien no se han encontrado
hierro y carpintería para edificios; conocimiento de los antecedentes sobre su tema de tesis, el 17 de agosto de
materiales de construcción y su empleo; formación y 1894 consta en el libro de actas que ante la presentación de
cálculo de presupuesto, evaluación de propiedades; dibujo un “proyecto” el Departamento de Ingenieros le extendió
lineal y un “certificado de haber practicado un año con un el título solicitado.
Arquitecto o Ingeniero”.
Como en los casos de “reconocimiento” de diplomados
La Carta Orgánica del Departamento de Ingenieros4, ingenieros civiles, nacionales o extranjeros, las decisiones
sancionada el 17 de octubre de 1890, amplió esas sobre el proceso de otorgamiento de temas de tesis y
atribuciones al otorgamiento de diplomas de “perito diplomas por parte del Departamento de Ingenieros,
tasadores en los ramos de albañilería, carpintería, herrería quedaron asentadas en el libro de actas mencionado, de
y bienes raíces, previo examen con arreglo a programas y la siguiente forma: “En Buenos Aires á los tres días de
reglamentos aprobados por el Poder Ejecutivo” que, ante Octubre de mil ochocientos ochenta y tres, venidos en el
falta grave, podía inclusive suspenderlos temporariamente. Salón de Exámenes los Señores Presidente y Vocales del
Asimismo ratificó las obligaciones de revalidar los títulos Departamento de Ingenieros Dn. Luis Silveyra, Dn. Félix
“que no sean de las facultades instituidas por la Nación” R. Rojas y Dn. Rómulo Otamendi, con el objeto de recibir
y suscribir todos los proyectos elaborados por ese el examen general de Ingeniero Civil, que había solicitado
departamento “por persona que tenga títulos competentes, rendir el agrimensor Dn. Rodolfo Moreno procedieron
otorgado directamente ó revalidado en el país” (RO-PBA, á interrogarlo sobre las diversas materias que forman el
1890c). programa formulado por el Departamento y resultó ser el
juicio de los Señores Examinadores que el Señor Moreno
Bajo esas condiciones, entre 1882 y 1895, el Departamento debe ser aprobado como en efecto lo fue, señalándosele
de Ingenieros expidió ocho diplomas a personas idóneas con arreglo al art. 10 del programa la preparación de un
que, por experiencia y conocimientos y en algunos casos proyecto de puente para Ferro Carril de dos vías. Con
acreditando otros títulos, aprobaron exámenes y tesis estribos de albañilería de veinte metros de luz. El puente
de materias diversas para obtener el correspondiente a deberá ser de hierro” (MOP-AHG,1882-1932: foja 1).
Ingeniero Civil (MOP-AHG, 1882-1932: ver fojas 1-2-3- Esa tesis presentada, evaluada y aprobada un año más
4-14-15-22-31): tarde, hizo acreedor al agrimensor Moreno del título de
ingeniero civil el 7 de febrero de 1884.
Pedro Benoit, con diplomas de agrimensor en 1861 e
ingeniero civil en 1882, según actas de exámenes que Un caso que reviste rasgos singulares por la destacada
constan a fojas 6, vuelta, y 90 del “libro 1º de Agrimensores trayectoria profesional que desarrolló con posterioridad a
(1824-1882)”, ratificado en la primera hoja del Libro de su titulación, es el de Justo Pascali que como lo hemos
Actas de Exámenes de Ingenieros Civiles (1882-1932) adelantado fue aspirante al diploma de ingeniero civil en
(ver viñeta V2); 1886, no habiendo satisfecho los requerimientos del jurado
en esta primera presentación. Según consta en Actas de
Rodolfo Moreno Montes de Oca, agrimensor-ingeniero Exámenes del Departamento de Ingenieros, el 6 de febrero
civil en 1884, con la preparación de un proyecto de “puente de 1886 se reunieron en el salón de exámenes los señores
para Ferro Carril de dos vías. Con estribos de Albañilería Vice-Presidente del Departamento de Ingenieros, el vocal
de veinte metros de luz. El puente deberá ser de hierro”; Vicente Isnardi, el ingeniero Dn. Juan B. Rivera, y los
agrimensores Don Germán Kuhr y Don Carlos Glade
Carlos de Chapeurouge, agrimensor- ingeniero civil en con el objeto de recibir el examen general de Ingeniero
1885 con un “proyecto de puente de hierro para doble vía, Civil que había solicitado rendir Dn. Justo Pascali (y)
de cuatro tramos de veinte metros cada uno”; procedieron á interrogarle sobre las diversas materias que
formaba el programa del Departamento, resultando ser el
Mario Bigi, ingeniero civil en 1886 con “una Estación juicio de los Señores Examinadores que el señor Pascali
de Trenes de Ferrocarril en una línea. Ciento cincuenta se hallaba en el caso de ser aprobado, como en efecto lo
kilómetros de desarrollo”; fue. Y con arreglo al artículo 10 del programa se le señaló
la confección de un proyecto de un canal de riego cuyos
Justo Pascali, ingeniero civil en 1888, con un primer datos le serán dados por el vocal encargado de la sección
tema sobre “canal de irrigación” en 1886 y, dos años más de Hidráulica Dn. Vicente Isnardi. Así terminó el acto,
tarde con “detalles de esclusas”. firmando los señores examinadores (Octavio Pico, Vicente
Isnardi, Juan B. Rivera, Germán Kuhr y Carlos Glade,
Francisco Seguí, ingeniero civil en 1888, con “un refrenda Luis Monteverde, Secretario)”.
proyecto de Hospital para trescientas camas”;
Aprobado el examen sobre temas del Program General, le
Francisco Estévez, ingeniero civil en 1888 con “un fueron dados los siguientes datos por el señor vocal de la
proyecto de saneamiento para la provincia de Buenos sección Hidráulica Dn. Vicente Isnardi para la confección
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 15
de un “Proyecto de un canal de irrigación. Condiciones: particulares” y establecía los requisitos para acceder a los
la cantidad de agua de que puede disponerse es de cien cargos jerárquicos, presidente, directores de sección e
metros cúbicos por segundo, sacada de un Río navegable. inspectores, de las diferentes oficinas de ese departamento:
El terreno que se quiere irrigar está separado en dos partes “ingeniero diplomado en el país ó en el extranjero, pero
iguales, por un valle paralelo al curso del Río y cuyo punto en este caso, con título revalidado ante una facultad de la
más bajo, está diez metros más alto que el nivel de aguas Nación” para las secciones de ferro-carriles e hidráulica;
bajas ordinarias del Río y las barrancas del valle, suben en puentes y caminos y arquitectura y dibujo y, “agrimensor
el sentido transversal, cincuenta centímetros por cada cien diplomado por las facultades de la Nación ó por el
metros, (distancia horizontal) hasta encontrar la barranca Departamento de Ingenieros de la Provincia ó revalidado
del Río siendo de diez centímetros por ciento, la pendiente en ellas”, en el caso de la sección de geodesia y catastro
en el sentido longitudinal. (RO-PBA, 1890c: arts. 17,18,19). Como hemos señalado,
para ejercer libremente la profesión u ocupar cargos en la
El riego debe hacerse sobre ambas barrancas del valle gestión pública los títulos debían ser “reconocidos” por
debiendo empezar a los quinientos metros de la barranca el Departamento de Ingenieros de la provincia de Buenos
del Río, y siendo su duración de seis meses en el año, y la Aires y en el caso de los otorgados por universidades
rotación de diez días. La cantidad de agua necesaria para extranjeras previa “reválida” en la Universidad Nacional
el riego de una hectárea, está dada por un caudal constante de Buenos Aires (RO-PBA, 1890c: art. 3.2, 7 y 21).
de un cuarto de litro por segundo. Con estos elementos
determinar la superficie que se puede irrigar, proyectar las Entre 1882 y 1908, el Departamento de Ingenieros
obras necesarias para dejar establecido el riego, formular reconoció 191 títulos de ingenieros civiles expedidos
la memoria descriptiva, los cálculos y presupuestos”. por el Departamento de Ciencias Físico Matemáticas, a
partir de 1874 renombrado de Ciencias Exactas, Físico-
En el mismo libro leemos al margen de la foja 6: 21 de Matemáticas y Naturales de la Universidad Nacional de
enero de 1888, “En esta fecha se tomó en consideración el Buenos Aires; dos (2) de la Escuela Nacional de Ingenieros
proyecto encomendado a D. Justo Pascali cuyos detalles se de San Juan, correspondientes a Camilo Aguiar y Abrahan
consignan al pié de esta acta, habiéndosele nombrado una Tapia, egresados en 1894 y 1897 y “reconocidos” en 1901
Comisión para examinarle, la que se expidió aconsejando y 1898, respectivamente. Los ingenieros civiles Bautista
su rechazo en vista de las deficiencias que presentaba. Aramburu, Guillermo Juárez y Alberto Romagroso, todos
Sometido el dictamen de la comisión á la consideración egresados entre 1901 y 1904 de la Facultad de Ciencias
del acuerdo de esta misma fecha, éste resolvió aprobar en Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional
un todo dicho dictamen, y encomendar al señor Pascali de Córdoba, acreditarían sus títulos ante ese departamento
un nuevo proyecto que se consigna a f. 14 de este libro”. en los años 1901, 1902 y 1908.
La foja 14 transcribe el nuevo proyecto “Detalles sobre En el mismo período, y con la misma finalidad, once (11)
esclusas, encomendado á D. Justo Pascali”: “Sobre un río fueron los ingenieros civiles que formados en academias
cuya sección es aproximadamente recta, con un caudal y escuelas extranjeras reconocieron sus diplomas en ese
de (ilegible) metros cúbicos de agua por segundo, hay departamento (MOP-AHG, 1882-1932):
un trayecto de 40 kilómetros en que la pendiente es de
1m 30 por kilómetro, la rapidez de la corriente en este 1890: Alfredo Friedel, Escuela Politécnica de Zurich-
trayecto y la consiguiente reducción de la desembocadura Suiza.
interrumpen la vía de navegación del río. A uno y otro lado
de aquel trayecto el río es navegable y su pendiente es 1892: Carlos M. Agote, Escuela Central de Artes y
de 10 centímetros por kilómetro. El río es imaginado por Manufacturas de París-Francia.
barrancas de 3 metros de base por 2 de alturas y tiene 30
metros de ancho en la base. El terreno natural está á 13 (o 1893: Casimiro Rechnievrosky, Escuela Politécnica de
15) metros más alto que el nivel de aguas bajas […] Las Zurich-Suiza.
mayores crecientes alcanzan a la mitad de esta altura.
1893: Carlos Paquet, Escuela Politécnica de París-Francia.
Proyectar las obras necesarias para habilitar la navegación
en el trayecto indicado; poniendo en comunicación sus 1893: Alfredo Del Bono, Escuela Politécnica de Milán-
partes navegables, arreglándolo para embarcaciones del Italia
mayor porte que permitan las condiciones enunciadas, y
teniendo cuidado que las esclusas que se proyecten no
puedan ser causas de inundaciones. Formular el proyecto,
presupuesto, planos y memoria descriptiva. El fondo del
río es de tosca”.
16 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
1895: Constante Izaut, Academia de Laussane-Suiza. Del personal designado entre 1882 y 1891 en diferentes
secciones de ese departamento, algunos destacaron,
1896: Enrique Perrier, Escuela Politécnica de Zurich- cesadas sus funciones, en la producción de obras
Suiza. privadas durante las primeras décadas del siglo XX: entre
otros el ingeniero- arquitecto Isaac Villa Monte (¿?-1923),
1897: Edward Ingelow Pitman, Escuela Científica del sobrestante de obras por decreto del 9 de noviembre de 1883
Estado de Nueva Jersey-EEUU. y Benjamín Sal (1862-1924), inspector general; Ceferino
Corti (1863-1928), ingeniero de 2º clase; Florentino
1898: Adolfo Niebuhr, Escuela Politécnica de Karlsruhe- Ramorino y Rómulo Merlo (1866-1920), ingenieros de 4º
Alemania. clase de la Sección Hidráulica y Arquitectura y este último
en 1891, de la sección ferrocarriles (RO-PBA, 1890b y
1898: Jorge Delpech, Escuela Central de Artes y 1891)
Manufacturas de París-Francia.
Entre 1903 y 1905, se sumaron a la producción de obras
1903: Giuseppe Poli, Escuela Politécnica de Bologna- públicas y, en menor grado, privadas algunos de los
Italia. primeros ingenieros civiles diplomados en la Facultad
de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad de la
Los reconocimientos de títulos quedaron asentados Provincia de Buenos Aires creada en 1897 con sede en
formalmente en el libro de actas que testimoniaba dichos la ciudad de La Plata: Vicente Añón Suárez (1879-1953);
procedimientos: “Habiéndose presentado Don Alfredo Emilio Corti (1869-1944), Juan Iturbide, Alfredo Glade,
Friedel exhibiendo título de Ingeniero Civil expedido Adrián Pereyra Míguez (1880-1916), Carlos González,
por la Escuela Politécnica de Zurich con fecha veinte de Pedro Elgorreaga y Rodolfo Ruis.
Marzo de mil ochocientos ochenta y tres y constando en
su dorso que lo ha revalidado ante la Facultad de Ciencias Esa Universidad fue fundada en el marco de los preceptos
Físico Matemáticas de la Capital de la Nación con fecha de la constitución de la provincia de Buenos Aires que
diez y seis de Diciembre de mil ochocientos ochenta establecía que ese Estado podía fundar una casa de altos
y nueve, queda reconocido como tal Ingeniero Civil en estudios y, en su cumplimiento acudió el gobernador
esta Provincia. La Plata, Enero 29 de 1890” (MOP-AHG, Udaondo con la firma de un decreto el 14 de febrero de
1882-1923: foja 20). 1897 y, otro el 5 de julio del mismo año para establecer bajo
su órbita una Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas.
En 1917, Juan Dillon solicitaba la “reinscripción” de Esta Universidad fue transferida a la Nación en 1905.
su “diploma de Ingeniero de la Facultad de Ciencias
Exactas de la Universidad de Buenos Aires otorgado La universidad provincial contó entre sus primeros
el 23 de Abril de 1875” alegando “que ya lo ha hecho docentes con varios profesionales cuyos nombres
anteriormente anotándosele en libros que ya no existen” estaban fuertemente vinculados con funciones técnico-
y, dejando en claro, la relevancia de sus antecedentes en el administrativas relativas a la producción de obras públicas
entonces Ministerio de Obras Públicas de la provincia de en el ejido de La Plata: Pedro Benoit (1836-1897),
Buenos Aires. En el mismo año, también se reconoció la ingeniero, arquitecto y agrimensor; los citados ingenieros
trayectoria de José Vicente Ramírez, cuando “exibe (sic) civiles Julián Romero (1856-1929) y Jorge Coquet y, entre
su diploma de Ingeniero Civil, otorgado por la Facultad de otros, el agrimensor más tarde ingeniero geógrafo Luis
Ciencias Físico Matemáticas de la Universidad Nacional Monteverde (1859-1925); Ángel Etcheverry (1861-1925);
de Buenos Aires en 22 de agosto de 1883” y por constar Rodolfo Moreno Montes de Oca (1852-1929); Benjamín
en esa repartición “que el P.E. le ha confiado trabajos así Sal (1862-1924); Julio Ringuelet (Francia- 1915); Carlos
como el extinguido Departamento de Ingenieros le ha Glade (1826-1906); Carlos M. Albarracín y Edelmiro
recibido y aprobado mensuras” (MOP-AHG, 1882-1932: Calvo, entre otros (ver Anexo biográfico).
fojas 114 y 116).
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 17
V.1.
“El Departamento de Ingenieros, creado por Rivadavia en los albores de nuestra nacionalidad y presidido entonces
por el ingeniero FRANCISCO LAVALLE , secundado por los ingenieros JORGE COQUET, PEDRO BENOIT
y otros, lleva adelante el proyecto del trazado (de La Plata) y los diferentes estudios, a través de sus secciones
Geodesia, Obras Públicas, Puentes y Caminos y Trabajos Catastrales […] Proyectistas de todo el mundo concursan
sus ideas, mereciendo ser recordados entre otros: Los arquitectos alemanes STIERS (Municipalidad, premio al
mejor proyecto) y HEINE y HAGEMANN (Legislatura), únicos premiados, mientras que, por encargues directos,
actuaron el ingeniero alemán HAGEMANN y el sueco ABERG (Museo), el ingeniero italiano PINAROLI (Pasaje
Dardo Rocha, inicialmente estación de ferrocarril), y argentinos y extranjeros de Buenos Aires como el arquitecto
DORMAL (Casa de Gobierno), el agrimensor-ingeniero-arquitecto BENOIT (Departamento de Ingenieros,
Ministerio de Hacienda y Gobierno, Policía, Capilla San Ponciano y último proyecto de Catedral), el arquitecto
BÜTTNER (Palacio de Justicia), el arquitecto ALGELT (Consejo de Educación), el arquitecto BUSCHIAZZO
e ingeniero VIGLIONE (Banco de la Provincia y Universidad, edificio éste ocupado inicialmente por el Banco
Hipotecario), el ingeniero WALDORP (Puerto), etc.
Es un equipo de ingenieros, arquitectos, agrimensores y maestros mayores, encabezados por PEDRO BENOIT, el
que conduce la gran empresa, en la que colaboran diferentes especialidades. En pocos meses se construyen calles
y obras de salubridad, se levantan edificios magníficos, palacios y viviendas, y el siglo XIX consagra en el país una
de sus obras más representativas. El Departamento de Ingenieros se instala en su nuevo palacio (Avenida 7 entre
56 y 57 en 188) y desde allí irradia su pujanza civilizadora. El ingeniero ha sido uno de los grandes protagonistas
y se siente en la ciudad como habitante con máximo derecho. Es su momento de auge […]
En esa época la ingeniería argentina estaba recién en sus comienzos: no todos los aún escasos agrimensores,
ingenieros y arquitectos del país obtenían sus títulos en las Universidades de Córdoba o Buenos Aires, sino
que muchos de ellos los debían a resoluciones de reparticiones administrativas, como del mismo BENOIT. De
los técnicos que colaboraron en la fundación varios eran de Buenos Aires o extranjeros y, cumplida su tarea,
abandonaron la ciudad, y la profesión de ingenieros para entonces en ésta por su época más penosa, agravada por la
crisis de 1890. Superada luego la etapa de artificialidad, convertida en un hecho definitivo e irreversible, la ciudad
comienza un lento proceso de crecimiento orgánico y entra en el nuevo siglo con renovado ímpetu. Va afirmando
su personalidad, dentro del canon marcado por sus fundadores” (RI-CIPBA, 1963).
18 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
V.2.
Pedro Benoit nació en Buenos Aires el 18 de febrero de 1836 y falleció el 4 de abril de 1897. Obtuvo título de
Agrimensor en 1861, otorgado por el Departamento Topográfico; diploma de arquitecto por reconocimiento de
idoneidad de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la Universidad de Buenos Aires, en sesión del 23 de
enero de 1879 previa presentación de un proyecto y, de ingeniero civil en 1882 expedido por el Departamento
de Ingenieros. “Pedro Benoit (era) un carácter, un pensamiento, y una acción, a la vez. Su obra fue de belleza,
de ciencia, de técnica, de pasión deliberada y desinteresada; y su labor inmensa es el monumento efectivo de su
nombre […] Donde más descollante ha sido su papel, donde más servicios ha prestado, fue en los trabajos de
fundación y erección de la capital de la provincia: la ciudad de La Plata”.
Transcripción de las Actas de examen que lo acreditaron como agrimensor e ingeniero civil:
“Buenos Ayres á diez y nueve de Abril de 1861, los Señores Presidente y Vocales del Departamento Topográfico,
reunidos en Acuerdo ordinario, teniendo en consideración que su oficial 1° Don Pedro Benoit ha demostrado tener
los conocimientos necesarios para el ejercicio de la profesión de Agrimensor público, como se comprueba por los
trabajos científicos que ha ejecutado por órden y la aprobación del Superior Gobierno y del mismo Departamento
en los Pueblos de San José de Flores, Morón, Merlo y la Magdalena y otros. Por estos fundamentos, acordaron se
le estendiese (sic) diploma de Agrimensor, eximiéndole de toda otra prueba, y lo firmaron en el día de la fecha”
(firman Saturnino Salas, Mariano Moreno, Juan Fernández y Antonio Malaver) (MOP-AHG, 1824-1882: foja 6
vuelta)
“Buenos Aires, Marzo 14 de 1882: habiendo en esta fecha el agrimensor Pedro Benoit, rendido exámen para
optar al título de Ingeniero Civil, y mereciendo la aprobación unánime de sus examinadores, el Departamento de
Ingenieros en consecuencia, resuelve, se estienda (sic) al señor Benoit, el diploma correspondiente que lo acredite
como Ingeniero Civil de esta Provincia. Se anota en el presente libro de agrimensores, por no haber sido abierto
aun el que debe servir especialmente para el título de Ingeniero Civil” (firman Jorge Coquet y Luis Monteverde)
(MOP-AHG,1824-1882: foja 90)
Nota al margen: “Marzo 21 de 1882. En esta fecha se espide (sic) el diploma ordenado. Véase libro 1° de Ingenieros
Civiles, pág. 1° (firma Luis Monteverde)”
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 19
Ingenieros y actividad privada en el municipio de La Plata (1900-1932).
En 1900 el “Honorable Concejo Deliberativo del municipio un grupo de “constructores y profesionales” inscriptos
de La Plata” sancionó una ordenanza que, de acuerdo con entre 1900 y 1905 en un documento lamentablemente
Micheli (1999:57), establecía una medida “acorde con la desaparecido. Registrados en 1905, constan como
importancia y responsabilidad de la edificación urbana” “constructores” Santiago Carbone, Pedro Catella y Carlos
al disponer que “las personas que firmen los planos ó Vilar; en 1901 el ingeniero Salvador Maurí y en 1900,
memorias descriptivas de obras, deberán presentar título también constructores, Florentino Ramorino, Fernando
de ingeniero, arquitecto ó maestro mayor” y que, a la Cerdeña, Francisco Querel, Alfredo Glader; Orión Verga
vez, la Oficina Técnica Municipal llevaría un “registro Brambilla (reinscrito arquitecto en 1920), y el arquitecto
de todas las personas que hagan inscribir su título” Rómulo Merlo.
(MLP,1908:1900).
Cabe señalar que en 1929, se sancionó la ley provincia
En 1908 otra disposición, reglamentaria de la anterior, de Buenos Aires nº 4048 que reguló “las profesiones
reintrodujo esa instancia creando el “Registro de de ingeniero en todas sus especialidades, arquitecto y
Constructores” para que todos los profesionales agrimensor, dentro de las limitaciones de cada título,
inscribieran sus títulos previa evaluación del “mérito de los que solamente podían ser ejercidas “por personas que
antecedentes y certificados que acompañen tal petición”, tengan diploma expedido por una universidad nacional”,
por parte de una Comisión de Admisión constituida o en caso de extranjeras “previa calificación por las
por el Director y Subdirector de Obras Públicas, el universidades nacionales, de las funciones a que los
Jefe de la Sección Arquitectura y el delegado que habilita el título expedido por aquéllas”. Esa ley establecía
“anualmente designe el Centro Provincial de Ingeniería” tres categorías profesionales y determinaba los alcances
(MLP, 1910:1908). A partir de entonces, en los planos de las actividades que, cada una, podía desarrollar:
incorporados a los expedientillos de obras constan dos y/o 1º categoría: ingenieros de todas las especialidades y
tres firmas de profesionales responsables, reuniendo las de arquitectos, proyecto, dirección y/o construcción de todo
cierta envergadura al ingeniero, el arquitecto, al maestro tipo de obra sin limitación alguna. 2º categoría: maestros
mayor y/o constructor. mayores de obras, proyecto, dirección y/o construcción
de hasta planta baja, un subsuelo, tres pisos altos y
Una vez registrados en el municipio intervendrían de dependencias en azotea, exceptuándose las construcciones
forma individual o asociados en la producción de un que requieran estructuras especiales no contempladas en
diverso espectro de “tipos de obras privadas” tanto sus respectivos planes de estudio. 3º categoría: Todos los
para el equipamiento comercial, social y cultural, como títulos de constructor otorgados por institutos oficiales y
residencial de viviendas unifamiliares y multifamiliares. autorizados, proyecto, dirección y/o construcción de hasta
En general, podemos inscribir estas últimas en los tipos planta baja, un subsuelo, un piso alto y dependencias en
señalados por Pacheco (2006:49-56): casas de patio; azotea, exceptuándose las construcciones que requieran
casas chorizo; hoteles particulares o petit hotel; chalets; estructuras especiales no contempladas en sus respectivos
casas compactas racionalistas y casas de renta definidas, planes de estudio. A partir de entonces las municipalidades
en 1922, por un reglamento de construcciones como los no podían habilitar para construir obras de arquitectura,
edificios que, perteneciendo en propiedad a una o más a quienes no estuvieran comprendidos dentro de esas
personas físicas o jurídicas y destinado a la locación de categorías (RO-PBA, 1929).
unidades unifamiliares, “consten de cuatro o más viviendas
completas, independientes, con accesos directos o pasajes
interiores o cajas de escaleras” de, por lo menos, “una
habitación, una cocina y un baño”6 (MLP, 1938:1932).
20 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
Un breve paneo por las obras de algunos de esos
profesionales ingenieros ejemplifican parte de los procesos
que nos acercan a su coparticipación en la construcción de
la imagen urbana fundacional al interior y, en algunos casos
seleccionados fuera del mismo, del sector comprendido
entre las avenidas 1, 7, 44 y 60.
7
En el lapso que media entre la fundación de la ciudad de La Plata (1882) y la sanción de la ley 4048 (1929) no hemos encontrado documentos de
archivo que puedan aclararnos con certeza el sentido de las “categorías de 1°, 2°, 3° y 4° clases”. Algunas fuentes consultadas sostienen que hacen
referencia a las diferentes jerarquías y responsabilidades funcionales que cumplían los ingenieros designados en el Departamento de Ingenieros.
Otras, a rangos relacionados con sus cuatro especialidades y titulaciones: ingenieros, arquitectos, agrimensores y maestros mayores.
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 21
Vivienda de Miguel Osorio (1911)
Rómulo Merlo (1866-1920), como Florentino Ramorino,
ingeniero de 4º clase en la sección Hidráulica y
Arquitectura del Departamento de Ingenieros en 1891,
había ingresado el 1º de marzo de 1884 al Colegio Militar
de la Nación y egresado como “Teniente 2º de Artillería de
Línea y Mayor” en 1888. En 1893, lo encontramos con el
título de Maestro Mayor incluido en la nómina oficial de
“recibidos e inscriptos en el Departamento de Ingenieros
de la Provincia de Buenos Aires”, titulación que sostiene
hasta aproximadamente 1900. En este año se inscribió
en el registro municipal como “arquitecto”, acreditando
como proyectista, director y/o constructor, numerosas
intervenciones en obras privadas dentro y fuera del
sector comprendido entre avenidas 44, 60, 1 y 7. Rómulo
Francisco Merlo afianzó su multifacética labor profesional
como maestro mayor, ingeniero y arquitecto, alimentada
por los conocimientos y experiencias adquiridos en
calidad de “militar de escuela”, “jefe de nuestra guardia
nacional” y funcionario público “inteligente y honesto”
que supo aplicar en otras obras que “se elevan en La Plata
y en la Provincia, como notas de solidez y buen gusto”
(ver viñeta V3).
22 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
Indalecio Coquet (1874-1929), con título de ingeniero
civil de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales de la Universidad Nacional de Buenos Aires el
14 de julio de 1902, fue reconocido por la provincia de
Buenos Aires el 6 de agosto del mismo año (MOP-AHG:
1882-1932: foja 60). Por un corto período fue Director
de Tierras y Geodesia (1913-1914) y de Obras Sanitarias
(1921-1922) de la provincia de Buenos Aires.
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 23
Vicente Añón Suárez (1879- 1953), con título de
ingeniero civil reconocido en 1908, fue uno de los
primeros egresados de la Facultad de Ciencias Físico-
Matemáticas de la Universidad de la provincia de Buenos
Aires en 1903 (MOP-AHG, 1882-1932: foja 14). Se
registró en la comuna en el año 1914 y el 20 de abril de
ese mismo año presentó un plano de obra “a edificar” para
el primer edificio del “Círculo de Oficiales de Mar”, que
sito en avenida 44 entre calles 2 y 3 mantuvo su fachada
original hasta mediados del siglo XX, según un plano de
1945. Añón Suárez en 1928 integró la primera comisión
directiva del Centro de Ingenieros de la provincia de
Buenos Aires y, también, ejerció “con notable acierto” el
cargo de Director de Obras Públicas del municipio de La
Plata, en una época que se caracterizó por las “iniciativas,
progreso acelerado y realizaciones” (García Balado, 1954:
67) (A-MLP, 1914, 1945) (ver Anexo Biográfico).
24 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
Asilo de Ancianos “Andrea Ibáñez de Marín” (1907)
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 25
Casa de Renta y locales comerciales de Breyer Hnos (1910)
26 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
V.3.
Rómulo Francisco Merlo nació en la provincia de San Juan el 21 de agosto de 1866 e ingresó el 1º de marzo de
1884 al Colegio Militar de la Nación donde estudió fortificaciones; topografía; matemáticas; cosmografía; física
y química; historia nacional y general; geografía; idiomas, francés e inglés; caligrafía y gramática, telegrafía;
dibujo lineal y topográfico; esgrima de florete y gimnasia para egresar con el grado de Teniente de Artillería,
el 26 de diciembre de 1888. Es probable, también, que esos conocimientos hayan sido afianzados en la Oficina
de Ingenieros del Estado Mayor General, donde a partir de 1886 “los ex Alumnos del Colegio Militar” podían
aspirar al Diploma de Oficial de Ingenieros Militares, preferido para dictar las cátedras de esas ramas científicas.
Durante un período de cinco años los aspirantes a Oficiales Ingenieros repasaban y estudiaban materias vinculadas
con las ciencias matemáticas y militares: álgebra superior; trigonometría rectilínea y esférica; dibujo lineal y
topográfico; caminos y ferrocarriles; geometría analítica; geodesia; dibujo; puentes; fortificación pasajera; geodesia
y astronomía; cálculo diferencial e integral y fortificación permanente. Interesa señalar que además debían cursar
“simultáneamente en la Facultad correspondiente de la Universidad” de Buenos Aires, geometría descriptiva;
construcciones, mecánica y arquitectura.
En 1893, lo encontramos con el título de Maestro Mayor incluido en la nómina oficial de “recibidos e inscriptos en
el Departamento de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires”. Rómulo Merlo formó parte de una Comisión
Municipal que disponía los procedimientos que debían observarse para acordar “excepciones del servicio Militar
á la Guardia Nacional” y en 1897 editó un libro sobre “Elementos de Fortificación” en calidad de “Teniente 2º de
Artillería de Línea y Mayor, 2º Gefe de Regimiento de Artillería de Guardias Nacionales de la Provincia de Buenos
Aires”. Ese documento “fácil, sencillo y al alcance aún para la tropa”, estaba preparado e ilustrado por el propio
Merlo con la finalidad de servir al dictado de conferencias en las academias para oficiales que, años antes, habían
incorporado el tema “fortificación” en sus programas de estudio.
En 1908 fue incorporado al registro de constructores como arquitecto en ejercicio desde el año 1900. Desde
entonces el fructífero quehacer profesional de Rómulo Merlo, bajo su responsabilidad y firma en calidad de
maestro mayor, ingeniero o arquitecto, quedó testimoniado en un gran número de planos de proyecto de obras
privadas, algunos además pruebas de indudable valor por la calidad de sus dibujos, realizados por el propio Merlo
o por la profesora de dibujo de enseñanza primaria e industrial Susana Lassus.
Especialista, también, “en materia ferrocarrilera fue muy eficaz su desempeño, en la respectiva sección del
Ministerio de Obras Públicas (y) asesor en la construcción de la línea al Meridiano Vº, muere en julio de 1920
siendo fiscal de cuentas de la sección Ferrocarriles, Caminos y Anexos de ese ministerio y con 30 años de servicios
en la Provincia” (Auge, 2014).
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 27
V.4.
“Bajo este epígrafe leemos en “La República” del domingo último, que el ingeniero argentino, Sr. Büttner, acaba
de presentar á la Corporación Municipal un aparato de su invención, destinado á modificar ventajosamente el
sistema actual de extracción de basuras. El interés que nos inspiró la lectura de este anuncio, su importancia
directa en relación á la higiene, á la administración y á la economía, nos obliga á buscar más amplias informaciones
cerca de la autoridad misma en cuyo poder se halla el modelo del aparato en tamaño natural. De ellas resulta,
que este aparato no solo modifica ventajosamente el sistema actual de extracción de basuras, sino que lo cambia
radicalmente, desterrando para siempre ese espectáculo repugnante, nauseabundo é incivil de la exposición de
los cajones de basura en todas las puertas de casa de la ciudad hasta cerca del mediodía, y en algunas calles hasta
mucho después del medio día.
Hé aquí en lo que consiste este aparato: Practícase una excavación de medio metro de profundidad y á sección
cuadrada, dentro de la cual se coloca un tubo de hormigón de 36 centímetros de luz, el cual lleva en su cara superior
un marco de fundición de forma cuadrada. Este marco sirve de apoyo para sostener un balde hecho expresamente,
que se introduce dentro del cilindro ya desierto, y está además provisto de una tapa circular que responde a la
forma cilíndrica del balde. Durante el día, el balde se tiene en el interior de las casas, y sirve para depositar en él
las basuras. Por la noche, al cerrar las puertas de calle, se coloca en su sitio, quedando así oculto á la vista de los
transeúntes. El costo del aparato que su inventor designa con el nombre BALDE HIGIÉNICO, queda reducido
a unos 300 pesos moneda corriente, suma insignificante, que creemos, no solo que se pagará sin esfuerzo por el
vecindario, sinó con gusto, con tal que se le ahorre la molestia del actual detestable procedimiento.
El sistema del Sr. Büttner goza de muchas ventajas, que nos permitimos enumerar para que se comprenda bien
la necesidad imperiosa de adoptarlo. Efectuándose de noche (como debe efectuarse) el servicio de la limpieza,
en primer lugar nos libra de los innumerables inconvenientes que á cada paso ofrecen los carros que cruzan
todo el municipio, apestando el espacio, impidiendo el curso de los tramways é interceptando las demás vía
de comunicación; y luego después, desaparece el asqueroso espectáculo de los rebuscadores y de los perros,
revolviendo en pleno día y en presencia de la población entera tanta inmundicia, las mas veces en fermentación;
todo lo cual nos haría creer (si no estuviéramos persuadidos de lo contrario) que en nuestra tierra hasta las
autoridades desconocían los principios mas triviales de la higiene pública. Por otra parte el sistema del Sr. Büttner
establece una completa independencia del servicio entre el propietario y el basurero. El propietario hace depositar
el balde de noche al cerrar las puertas de calle, y el basurero pasa á la madrugada y lo recoge sin molestar á nadie.
Finalmente, el sistema del Sr. Büttner ofrece á la Municipalidad una importantísima economía (que no es cosa
de despreciar en estos tiempos) por cuanto reduce el servicio á la mitad del tiempo; y esta reducción de tiempo
facilita además la quema de basuras, porque se concluye de recogerlas antes que amanezca el día. Y por si alguien
cree que pueden existir inconvenientes en hacer el servicio de noche, especialmente en las calles sin empedrar,
es conveniente añadir que se nos ha asegurado que tales inconvenientes han sido salvados por el propio Büttner,
quien se ofrece a tomar á su cargo el servicio de limpieza bajo condiciones ventajosísimas para el Municipio (de
Buenos Aires)” (Büttner,1879).
28 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
V.5.
Oreste Santospago, “nació en Bussi (Pescara-Italia) en 1874. Realizó estudios técnicos en la ciudad de Aquila, y en
1896 se trasladó a la Argentina. Luego de haber vivido durante pocos años en la Capital Federal, fijó definitivamente
su residencia en la capital bonaerense, dedicándose durante más de sesenta años a la construcción de innumerables
obras privadas y públicas”. Falleció en La Plata en 1963.
Entre las primeras obras de su empresa en la ciudad de La Plata pueden mencionarse la refacción de la antigua
estación de ferrocarril (hoy Pasaje Dardo Rocha) y la de la Casa de Gobierno de La Plata; la Escuela de Electrotécnica
para la Universidad de La Plata; los Tribunales de Dolores y Mercedes (Buenos Aires); la Cárcel de Mercedes; el
Hospital San Roque; los Hospitales Regionales de Dolores y Junín (Buenos Aires); la Asistencia Pública de La
Plata y los Pabellones del Hospital Melchor Romero.
En 1928 efectuó un contrato con el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para la construcción simultánea de
ciento diez edificios escolares. La empresa edificó asimismo las Escuelas Normales de Pehuajó y Junín; el Colegio
Nacional de Junín; la Escuela de Artes y Oficios San Miguel en La Plata. Los depósitos en el Regimiento 7 de
Infantería (La Plata) y el Cuartel de Comunicaciones (City Bell); Cuarteles del Regimiento 15 de Caballería en
Junín. Muchos puentes, caminos y muelles fueron construidos también por la empresa Santospago y Di Renzo”
(Revista Comentarios, 1938) (Revista La Propiedad, 1929).
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 29
V.6.
“El ingeniero Di Renzo era oriundo de Roma (Italia) y llegó a la República Argentina en el año 1910.
Aquilató los conocimientos de nuestra profesión en nuestra Facultad de Ingeniería y, durante su paso,
La Reforma lo contó en su movimiento al que se abrazó con la sinceridad y la nobleza que le era
característica”. Egresó de la Facultad de Físico Matemáticas de la Universidad Nacional de La Plata con
el título de ingeniero hidráulico y civil el 20 de diciembre de 1923. “Su nombre y su figura adquirieron
nítidos contornos y, profundos relieves al aunar sus esfuerzos a los de Don Oreste Santospago (1874-
1963) en la prestigiosa empresa constructora que realizó obras de gran magnitud (RI-CIPBA, 1956).
En efecto, después de un cuarto de siglo de ininterrumpida labor, Oreste Santospago “asoció a sus
actividades al Ingeniero Eugenio Di Renzo, sobrino suyo”, constituyendo así la sociedad constructora
Santospago y Di Renzo” (Petriella et al.).
Fue miembro del Consejo Profesional de la Ingeniería trabajando con sorprendente entusiasmo en la
ley 4048 que reglamenta esa profesión. Integró la Comisión del Centro de Ingenieros y asumió su
presidencia en 1954. Fue también Presidente de la Comisión de Clasificación del Registro de Licitadores
de la Provincia y perteneció a la Comisión Asesora del Ministerio de Obras Públicas a partir de 1955.
Su enfoque inteligente y claro de los problemas profesionales de la Ingeniería en sus relaciones más
diversas, le permitieron por gravitación ocupar los destacados cargos representativos a que lo llevaron
sus colegas de la Cámara Argentina de la Construcción (Delegación La Plata), de la que era socio
fundador, a dos años de constituida, desde 1948 hasta 1955. Fue también miembro de la Comisión
Asesora del Ministerio de Obras Públicas en representación del Centro. Falleció en la ciudad de La
Plata en 1956.
Decía el Agrimensor Juan F. Lilli, presidente del Centro de Ingenieros en ocasión de cumplirse el primer
aniversario del fallecimiento de Eugenio Di Renzo, “Su eficiencia notoria y sus dotes vigorosas de
organizador, fueron constantemente requeridos por las instituciones sociales interesadas en el bien
público, […] en todo instante su ponderado criterio y su decidido espíritu de concordia llevado al
máximo sin contrariar su intimidad y el inalienable principio de justicia, fueron cualidades estimables
que dichas asociaciones supieron apreciar” (RI-CIPBA, 1957).
30 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
Obras de Ingenieros, entre el academicismo y el racionalismo
La producción de obras privadas de los profesionales que organizaba en dos y hasta tres niveles espacios
ingenieros, arquitectos, ingenieros-arquitectos y maestros públicos, privados y de servicios, “denotando una clara
mayores entre 1882 y 1932, se desarrolló en torno a diferenciación funcional”. Emplazados en lotes entre
diferentes necesidades funcionales y tipología edilicias medianeras y en esquinas de importantes dimensiones,
para viviendas, uni y multifamiliares, y equipamientos generalmente retirados de la línea municipal, para
urbanos, sociales y culturales (cines-teatros, hospitales, Gazaneo (et. al, 1983), junto a otras tipologías, marcan
iglesias, mercados, clubes, salones sociales, etc.) “uno de los capítulos más importantes de la construcción
bajo la influencia de diversos lenguajes formales: el de la ciudad, donde se entrecruzan dos tipos de búsquedas
academicismo, italiano y francés; el antiacademicismo y el asoleamiento y la representación dada las características
algunas de sus vertientes, art nouveau, secesión vienesa, valiosas de esa situación ejemplar”. En los terrenos de
modernismo catalán, floreal o Liberty; el pintoresquismo esquina pequeños, “la casa se ubica sobre la medianera
caracterizado por tomar los rasgos más notorios de y se abre un patio que da a la esquina por el que se realiza
ciertas arquitecturas regionales como por ejemplo los el acceso”.
chalets suizos, los edificios californianos, el colonial
y acercándonos a la década de 1930, el movimiento En los albores del siglo XX aparecen también las “casas
moderno y sus diferentes expresiones estéticas: art de renta” o edificios multifamiliares de viviendas que
decó; funcionalismo, expresionismo, estilo náutico, “irrumpieron en el bajo perfil de la ciudad” como
neoplasticismo, entre otros. verdaderos antecedentes de los futuros edificios en altura
del movimiento moderno (Pacheco, 2007:56). Las casas o
En ese lapso temporal, los tipos predominantes en la edilicia edificios de renta comprendían un conjunto de unidades
residencial fueron las “casas de patios” y sus subtipos, funcionales que pertenecían a un mismo propietario o a
incluyendo la denominada “casa chorizo”. Las primeras una sociedad que las arrendaba, generalmente, a personas
desarrolladas en terrenos amplios, contaban con uno o del sector social de status medio de la ciudad.
más espacios abiertos que articulaban, sucesivamente, los
sectores públicos y privados con galerías y jardines, y “al Esta tipología, era fruto del aumento del valor de la tierra
fondo” los de servicios donde solían alojarse gallineros, que “advierte a los propietarios la necesidad de construir
establos y huertas. Uno de sus subtipos es la casa con con el nº de pisos y comodidades susceptibles de producir
patio lateral, y su variante más popular la “casa chorizo”, una renta en relación” a ese valor (Album de La Plata,
la “casa del gringo”, o más específicamente la casa 47º Aniversario). Las casas de rentas representaban el
contra medianera de una galería, desarrollada en terrenos inicio del edificio vertical, desarrollados desde principios
estrechos y alargados, se corresponde con la mayoría de del siglo XX hasta la década del ´30. En algunos casos
las plantas de viviendas familiares construidas entre 1882 se combinaban planta baja con local comercial y plantas
y 1920 (Vitalone et al. 1982). Organizadas en base a un superiores con viviendas: salas, dormitorios y demás
acceso por “zaguán a galería” y habitaciones dispuestas dependencias en torno a un hall principal asociado al
sobre una de las medianeras favorecían el crecimiento palier del ascensor y la escalera.
lineal de forma aditiva, según lo requerían las necesidades
de la familia. Como en el caso de los petit hotels, también en ellas se
enfatizaban elementos de fachadas sobre los accesos y/o
Esta tipología presentó algunas variantes de planta y remates de esquinas con torres, miradores, mansardas y,
composición de fachadas hacia la década del ’20 con como hemos señalado, con estilos que variaban desde
la incorporación del garaje y su portón y sobre éste la la “maniera italiana” y “el academicismo clasicista
ventana de una nueva habitación. El lenguaje formal de francés” hasta las alternativas antiacadémicas, incluyendo
las fachadas fluctúa entre las expresiones más sobrias, influencias cruzadas del modernismo, la secessión vienesa
sólo con molduras y cornisas de remate, y ausencia de y “los romanticismos eclécticos en algunas oportunidades
decoración, a aquéllas con un alto grado de tratamiento pintoresquistas”.
ornamental en herrerías, carpinterías y muros que
apelaban a la iconografía del academicismo, en general, Hasta la década de 1930, los sistemas constructivos
para representar el “status” de sus propietarios. Del evolucionaron desde aquellos de muros de mampostería
mismo modo algunos profesionales para el tratamiento portante de 45 o 30 cm de espesor en medianeras y
de la fachada recurrieron a volumetrías con “entrantes exteriores, tabiques interiores en mampuestos de 15
y salientes” generando espacios de transición entre los cm., cubiertas de chapa de zinc con tirantería de madera
públicos y privados, efectos de sombras y planos que o perfilería de hierro, a la incorporación de técnicas
jerarquizaban sectores dentro de su composición general. de bovedillas, columnas de hierro y caja muraría de
mampostería de ladrillos en las variantes de dos plantas
Así como la casa chorizo fue el tipo dominante de la de la casa chorizo, como asimismo en sus contemporáneas
arquitectura doméstica popular, hasta la década de casas de renta, aunque progresivamente se destaca
1930, para numerosos autores en el mismo período las el empleo de la tecnología del hormigón armado que
grandes residencias o los palacios inspirados en los reemplazó la descripta en cuanto a sus elementos
hoteles particulares franceses fueron representativos estructurales.
de las habitaciones burguesas. El “petit hotel”, entre
otras expresiones, respondía a una “tipología compacta De la mano de profesionales ingenieros y arquitectos
y de carácter centrifugo”, con un hall distribuidor influidos por el movimiento moderno, aparece la casa
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 31
unifamiliar compacta, de una o dos plantas con resoluciones economía de tiempo y coste para su realización, unida a la
técnicas de mayor complejidad y confort; lenguajes del aprovechamiento mayor de las superficies cubiertas”
formales más abstractos y volúmenes de geometría (Revista La Propiedad, 1929).
simple, líneas rectas y austeridad decorativa y los edificios
“en torre” a partir de la sanción de la ordenanza de 1932. La liberación de la altura de edificación en los instrumentos
“Si bien es cierto”, afirmaba la Revista La Propiedad en legales de la década de 1930 que dejaron de lado la
noviembre de 1929, “que la edificación actual de líneas ajustada relación “higienista” con los anchos de calles y
rígidas y rectas, de pisos exprimidos, constituye un estilo avenidas; la creciente incorporación de las estructuras de
opuesto, con los antiguos tan ampulosos y ornamentales, hormigón armado, los avances tecnológicos del ascensor
estos a pesar de todo, no han perdido su magnificencia y el lenguaje formal del racionalismo emergente, ocultan
e incomparable mérito arquitectónico” (Revista La progresivamente el principio de unidad de escala y
Propiedad, 1929). armonía de lenguajes formales en la imagen del casco
urbano fundacional de la ciudad de La Plata.
Podemos colegir con Gazaneo (et al., 1983) que entre 1882
y 1932, ingenieros, ingenieros-arquitectos, arquitectos y Como veremos en el siguiente apartado, también el
constructores con sus primeros trabajos “fueron dibujando lenguaje del movimiento moderno fue incorporado por
el rostro de las casas valiéndose del orden y la seguridad los ingenieros civiles que actuaron localmente en el
que brindaban los estilos ya consagrados y confirmados sector comprendido entre avenidas 44,60,1 y 7 y que,
por las normas del buen gusto de la época”, muchos de en las dos primeras décadas del siglo XX, adherían a
ellos avanzando progresivamente hacia la sobriedad del expresiones formales del academicismo, e inclusive del
racionalismo. A fines de la década de 1920, el órgano antiacademicismo y el pintoresquismo. Algunas de esas
oficial de la Asociación de Propietarios de Bienes Raíces obras también vincularon a esos profesionales con otros
y de fomento local de La Plata, le informaba a sus ingenieros y arquitectos, y reconocen la labor conjunta con
asociados que: “cada vez más se va adoptando el estilo constructores de importante trayectoria en la considerada
americano de construcción, que consiste en la supresión etapa de consolidación de la imagen urbana fundacional
total de ornamentos exteriores, presentando frentes lisos, de la ciudad de La Plata: Francisco, Atilio y Ernesto
sin salientes, ni capiteles, ni balaustres. Arquitectura de Giacobbe, Juan Brughetti, Juan Campos, Felipe Borroni,
sencillez única, que si bien no presenta perspectiva, por su Pedro Gualdoni, Santos Farroni y Santos dal Prá, entre
uniformidad simplista, tiene sin embargo, la ventaja de la muchos otros.
32 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
Parte 2
Obras y Protagonistas
De izquierda a derecha sentados: Ángel Fiorini; Roberto Parkas; Luis Couyet; Tomás Márquez; Ing. Luis Monteverde;
Dr. Dardo Rocha; Constructor Plácido Almaestre; Ing.Arq. Isaac Villa Monte; Francisco Bertoletti; Miguel Villanueva.
De pie: Pedro Fiorini; José María Ramos; Roque Sala; Carlos A. Fajardo; Benito Silva; José María Mendía; Dr. Carmelo
Pucciarelli ; Carlos Rocha; Carlos Benoit; Jorge Susini; Juan B. Rivera; Ing.Arq. Ceferino Corti; Luis Lambruschini;
Constantino Gómez; José Sganzini; Sargento Guzmaán; Luper Dupuy. En Revista Nuevo Mundo. Año I Nº 18, 15 de
noviembre de 1924.
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 33
34 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
Ingeniero-Arquitecto Isaac Villa Monte (¿? - 7 de abril de 1923)
Isaac Villa Monte, que falleció en la ciudad de Córdoba y Oficios de La Plata. En 1892 fue inspector de obras
el sábado 7 de abril de 1923 cuando se hallaba de salubridad de la ciudad de Buenos Aires; en 1893,
cumpliendo una misión encomendada por la Dirección de inspector del edificio para casa municipal de Olavarría y,
Ferrocarriles del Estado, “era un hombre de labor, (que) en 1899, la municipalidad de Azul le aprobó los planos
con honestidad y competencia ocupó importantes cargos para mataderos públicos. En 1902 fue elegido inspector
en la administración nacional y provincial, llamándole el general de la Municipalidad de La Plata a cargo del
gobierno a colaborar en asuntos que se relacionaban con embellecimiento del cementerio en 1903. Asimismo fue
su profesión, desempeñándose con indudable competencia árbitro del gobierno nacional para evaluar los perjuicios
y honestidad”. Las obras de la catedral “actualmente en causados por un incendio en la Intendencia de Marina y
construcción”, continúa el Diario “El Día” del 8 de abril proyectista de la nueva sede, asesor técnico de la obra de la
de 1923, “se iniciaron bajo su inteligente control, siendo Escuela Superior de Guerra en Buenos Aires (1904-1906);
además, autor de varios planos de edificios particulares director técnico de edificios escolares de varios distritos
construidos en esta ciudad (La Plata). Durante varios de la provincia (1905-1909). Jurado en el concurso de
años fue director técnico de edificios escolares, inspector planos para el Jockey Club La Plata (1908); miembro de la
general de la municipalidad y últimamente administrador Comisión del Centenario de Mayo (1910); director técnico
del telégrafo de la provincia”. de la obra de la Catedral (1914); inspector jefe del dragado
del Delta del Paraná (1917) y entre otras actividades,
En la misma fecha, el Diario “El Argentino” reseñaba delegado por el municipio de La Plata al Congreso de la
la prolífera actuación de “uno de los propulsores más Habitación en 1921 (Diario El Argentino, 1923).
entusiastas del progreso de la ciudad de La Plata y antiguo
servidor en la administración pública provincial”. Desde El Diario “La Reacción” de Buenos Aires, aportaba en
1872 a 1880 formó parte del personal de la policía de 1901, un dato poco conocido de su multifacética labor
la ciudad de Buenos Aires, cargo al que renunció para profesional al señalar que “el ingeniero Isaac Villamonte
dedicarse al desempeño de su profesión de ingeniero (sic) acaba de instalar en el Chaco Autral una Fábrica
-arquitecto. Fue entonces que se lo incorporó al personal de Extracto de Quebracho, en cuyo establecimiento
técnico encargado del estudio de la ubicación de la nueva se ha invertido la suma de ciento veinte mil pesos
capital y en 1883 como auxiliar de la Comisión de la traza aproximadamente. En calidad de socio industrial está a
de La Plata o, en otros términos, fue uno de los primeros cargo de la Dirección Técnica interna del establecimiento,
sobrestantes de las obras públicas de la ciudad por decreto la administración de fondos, el uso de la firma social y
del 9 de noviembre de 1883, y de la construcción de las relaciones comerciales con Hamburgo que es donde
puentes en la misma. Dos años más tarde, en 1885, el se exportará el producto”. Por entonces, representante del
gobierno de la provincia de Buenos Aires lo comisionó Sr. “Villamonte” era otro ingeniero Antonio R. Bonelli
para inspeccionar el material y uso de los mismos en los “encargado del montaje de los motores y calderas y demás
talleres para el ferrocarril de la localidad de Tolosa. maquinarias” (Documentos de Archivo privado).
Proyectó y dirigió la construcción del primitivo Hospital Su labor profesional se vinculó tanto con las obras
de Niños, ubicado en la manzana entre calles 14, 15, 65 y públicas como privadas. Respecto a estas últimas en el
66 e inaugurado el 6 de setiembre de 1894; fue segundo casco fundacional comprendido entre avenidas 44, 60,
jefe de niveles y delineaciones en el Departamento de 1 y 7 tuvo intervención en 13 obras, entre 1902 y 1922,
Ingenieros y, en 1887, jefe de la oficina de trenes para aunque como se ha señalado por fuera de este sector
organizarla. El mismo Isaac Villa Monte destacaba su labor y en las dos últimas décadas del siglo XIX ya había
profesional en una nota elevada al Ministerio de Hacienda proyectado, dirigido y ejecutado edificios privados de
en diciembre de 1887: “Los trabajos que he hecho, desde el gran envergadura al servicio de la población, como por
15 de diciembre de 1883 que me encuentro en esta ciudad ejemplo el “Mercado 25 Mayo” para el abastecimiento
(La Plata) son: traza y nivelación de las tierras destinadas de la población que, presentado “a construir” en 1887 por
al Hospital Melchor Romero, adscripto al ingeniero los señores Olmos y Ahumada, reconoce la autoría de dos
Isnardi. Estudios de puentes dentro del ejido (y colocación ingenieros Isaac Villa Monte y Francisco Seguí (Vitalone
de puentes sobre el arroyo “El Gato”). Delineación de at al., 2006). Inaugurado en 1888, pervive en mínima parte
solares. Inspección de los primeros trabajos de afirmados; en la esquina oeste del encuentro entre calles 50 y 16. Por
construcción de casas para empleados y otros trabajos que fuera del sector, también, en 1910 proyectó y dirigió la
constan en el Departamento de Ingenieros” (AH-PBA, Casa del Maestro (Asociación de Maestros de la Provincia
1887). de Buenos Aires) cuyo proyecto original concebido
“con la monumentalidad que caracterizaba, en la joven
Entre 1887 y 1890 proyectó y dirigió el Mercado 25 ciudad, a los edificios públicos” tuvo concreción parcial,
de Mayo, el Hospital Italiano y la Escuela de Artes levantándose tan sólo el ala sobre la avenida 60.
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Ingeniero-Arquitecto Ceferino Corti (1863- 30 de abril de 1928)
Desde las últimas décadas del siglo XIX, el ejercicio arquitectura en el departamento de ingeniería, cargo en el
profesional de Ceferino Corti estuvo vinculado con el cual se jubiló. En unión con el señor Emilio B. Coutaret
proyecto, la dirección y/o construcción tanto de obras obtuvo, en concurso público, el primer premio de la
públicas como de numerosas privadas. Nació en La Plata municipalidad de Bahía Blanca para el nuevo edificio de
en 1863 y en 1891 ya revestía como ingeniero de 2º clase esa repartición. En idénticas condiciones se hizo cargo de
en la sección Hidráulica y Arquitectura del Departamento la construcción de los edificios de las municipalidades de
de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires, situación Tres Arroyos, Coronel Suarez y Azul. Realizó las obras del
que parece sostener hasta 1901. Policlínico de esta capital y ejecutó varias construcciones
particulares”.
Entre otras actividades, en 1894, por ejemplo, el
Departamento de Instrucción Pública le aceptó su Como ingeniero-arquitecto Ceferino Corti registró su
propuesta para efectuar reparaciones en la escuela Normal firma en la municipalidad de La Plata en 1914, si bien
Mixta de La Plata (fundada en 1888 en calle diagonal 77 en el casco fundacional relevado encontramos parte de
entre 5 y 47). A dicho “industrial”, como lo mencionaba su prolífera producción a partir de 1907. Efectivamente,
una resolución del Ministerio de Justicia, Culto e en el sector comprendido entre las avenidas 1,7,44 y 60
Instrucción Pública publicada en el Boletín Oficial de la proyectó, dirigió y/o ejecutó 116 obras entre los años 1907
República Argentina (BO-RA, 1894), le fueron asignadas y 1928, siete de ellas con el arquitecto, pintor y escultor
esas obras en licitación privada frente a la necesidad de Emilio Coutaret (1863-1949). Este último, egresado de la
ejecutar las “reparaciones que existen proyectadas por el Universidad de Le Havre y nacido en Thiers (Francia), en
departamento de obras públicas, no sólo con el propósito 1885 había cubierto una plaza de dibujante en la Dirección
de cumplir terminantes disposiciones de la municipalidad Ejecutiva de Obras, Sección Puerto La Plata, del mismo
(de La Plata) que ha ordenado la ejecución de trabajos departamento y, entre otras actividades, colaborado con
relacionados con la higiene pública en uso de las facultades el ingeniero Pedro Benoit y el arquitecto Ernesto Meyer
que le acuerdan las disposiciones vigentes, sino también en el proyecto y construcción de la Catedral de La
con el objeto de colocar ese edificio en las condiciones Plata, donde también diseñó la imagen de la Inmaculada
normales de aseo y comodidad que de tal suerte respondan Concepción que se levanta en sus jardines (RO-PBA,
eficazmente á su destino”. 1885). En la Guía General de la provincia de Buenos Aires
(1913-1914), consta que hacia 1913 la sociedad “Corti y
Leemos en una columna del Diario “El Argentino” de Coutaret” tenía sus oficinas en un edificio de calle 4 Nº
mayo de 1928 “Fundador de La Plata, don Ceferino 949. Ceferino Corti falleció en La Plata el 30 de abril de
Corti contribuyó a sus progresos y puso al servicio de 1928 (Documentación de Archivo Privado).
su ornato sus conocimientos profesionales de director de
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Ingeniero Emilio A. Corti (1869- 15 de julio de 1944)
Emilio A. Corti, hermano del citado Ceferino, nació en de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la
la ciudad de Buenos Aires el 24 de noviembre de 1869 y provincia de Buenos Aires, “En Diciembre 1903 en los
falleció en La Plata el 15 de julio de 1944. El 5 de octubre estudios de desagüe de Barracas al Sud, como ingeniero
de 1903 se diplomó ingeniero civil en la Facultad de ayudante. Desde el 24 de Mayo al 31 de Agosto de 1904,
Ciencias Físico Matemáticas de la provincia de Buenos como 2º Gefe (sic) de la 2º Comisión Estudios del F.C.
Aires, acreditándose el mismo día (MOP-AHG, 1882- Meridiano. Desde 1 Setiembre á 23 de noviembre de
1932: foja 62). 1904, estudio de gabinete, proyecto del F.C. Meridiano
5º. Desde Setiembre 1º á Diciembre 31 de 1910 Director
Según datos obtenidos de su legajo archivado en el del Camino afirmado de Buenos Aires á San Martín”.
Registro del Personal Civil de la Administración Pública
entre 1888 y 1932 desempeñó diversas funciones en El 7 de enero de 1904 y, nuevamente en 1928, se registró
reparticiones de Gobierno y Obras Públicas del ejecutivo en el municipio de La Plata, acreditando 20 obras
provincial: Archivero (1888-1889); Compilador (1890), construidas entre 1905 y 1932 en el sector comprendido
Auxiliar y Dibujante ( 1893-1904); Inspector de obras, entre avenidas 44, 60, 1 y 7. Fuera de ese sector destaca
Director y Jefe de Sección (1905-1932) del Ferrocarril del el proyecto de vivienda unifamiliar de 1928 para el Sr.
Oeste; también inspector del Censo, en el Departamento José Scarpinelli, ejecutado por su propietario en calidad
de Ingenieros y en la Dirección de Arquitectura, de constructor en un lote de esquina entre calles 49 y
Ferrocarriles, Máquinas y Electricidad, entre otras (RPC, 15. Para Vallejo (web 2007) la vivienda Scarpinelli es,
Legajo 4549). junto a las Belou (del ingeniero Vilar, 1926 en avenida
53 y 6); Guzzetti (de los Ingenieros Vilar y Urrutia,
La siguiente reseña adjunta al legajo citado, nos ilustra 1926 en avenida 51 y 10) y la Casa de España (de los
con mayor detalle sobre algunas de sus actividades: ingenieros Vilar y Urrutia, 1928 en 6 esquina 54), una
“Desde Mayo 24 á Diciembre 31 de 1893 en campaña en de las manifestaciones más significativas del estilo
los estudios de desagüe de Ajó y Maipú. Desde Agosto 1º neocolonial, alentado por el proyecto de la Casa de Renta
á Dbre. 15 de 1894 en los estudios de desagüe de Tuyú, de los ingenieros Juan Urrutia y Antonio Vilar, construido
Coronel Vidal y Ayacucho” y, ya egresado ingeniero civil en el encuentro de las avenidas 7 y 51 en 1923.
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Ingeniero Juan Marreins (1878- ¿?)
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Ingeniero Juan Urrutia (1891- 20 de setiembre de 1962)
Juan Urrutia nació en La Plata el 30 de mayo de 1891 y ciudad de Buenos Aires, su labor profesional en la ciudad
falleció en la ciudad de Buenos Aires el 20 de setiembre de La Plata estuvo asociada con la obra del ingeniero Juan
de 1962. Estudió y recibió diploma de ingeniero civil el Urrutia, si bien en el sector relevado entre avenidas 44,
13 de junio de 1917 otorgado por la Facultad de Ciencias 60, 1 y 7, aún perviven algunas de su sola autoría.
Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional
de Buenos Aires y el 3 de setiembre, del mismo año, fue En la producción de obras del ingeniero Juan Urrutia
reconocido por la provincia homónima para ejercer la se pueden distinguir dos etapas: una entre la primera
profesión en todo su territorio (MOP-AHG, 1882-1932: década del siglo XX y 1930, donde prima la realización
foja 120). Una nota publicada en el Boletín del Centro de casas de rentas y viviendas unifamiliares, de fachadas
de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires de 1967, caracterizadas por diversas expresiones del lenguaje
destacaba “por su hombría de bien, su capacidad e formal del academicismo, plantas bajas articuladas con
inteligencia, habiéndose distinguido en la conducción de plantas altas con la introducción de ascensor y mansardas
numerosas obras de importancia” a quién había integrado típicas del clasicismo francés. Como se mencionó algunas
la primera comisión directiva de esa institución creada en de ellas proyectadas y ejecutadas en sociedad con el
1928 (B-CIPBA, 1967). ingeniero Antonio Vilar. La década 1930 abre otra etapa
de su labor fundamentalmente individual u asociado con
Dedicado sólo a la producción de obras privadas, compartió otros profesionales, ocasionalmente con Antonio Vilar,
parte de su vida profesional con el ingeniero y arquitecto donde incorporó el lenguaje de líneas y volúmenes
Antonio Vilar (1888-1966) y con su hermano Carlos más depurados del movimiento moderno y fachadas
Mercedes (1891- 1986), arquitecto, ambos oriundos de limpias de ornamentación y abordó diversos programas
la ciudad de La Plata, este último uno de los principales funcionales como cines, hospitales, sedes sociales, entre
iniciadores del movimiento moderno en Argentina en la otros. Liernur y Aliata (2004:138) reconocen su obra
década del ´40 (Liernur y Aliata, 2004: 166). como innovadora y antecedente del racionalismo a nivel
local: primero “sus casas de rentas fueron precursoras por
Antonio Ubaldo Vilar, también considerado uno de los introducir a comienzos de la década de 1910 el ascensor”
principales exponentes de la primera generación de y promediando la década siguiente “el hormigón armado
ingenieros que, en Argentina, suscribió a los postulados en grandes estructuras”.
del movimiento moderno, obtuvo el título de ingeniero
civil en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y En el sector del casco fundacional comprendido entre
Naturales de la Universidad Nacional de Buenos Aires avenidas 44,60, 1 y 7, encontramos la firma del ingeniero
el 17 de noviembre de 1916 y en la provincia de Buenos Juan Urrutia en veintinueve (29) planos de proyectos de
Aires fue reconocido “como tal” el 2 de enero de 1917 obras presentados al municipio para construir, refaccionar
(MOP-AHG, 1882-1932: foja 108). Desde su graduación y/o ampliar entre los años 1917 y 1930, y siete (7), entre
y hasta la obtención del primer premio del concurso del 1913 y 1929, en sociedad con el ingeniero Antonio Vilar
Banco Popular en 1926 que lo radicó definitivamente en la sumando un total de 36.
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Ingeniero Julio Alberto Barrios (1897- 28 de abril de 1964)
Nació en La Plata el 28 de octubre de 1897 y se graduó Entre sus múltiples realizaciones cabe destacar el
Ingeniero Civil e Hidráulico en la Universidad Nacional “Paddock” del hipódromo del Jockey Club de La Plata y
de esta ciudad en 1923, iniciando su profesión en 1924 el moderno edifico en el encuentro de avenida 7 y calle 55
como ingeniero en jefe de la Comisión de Estudios que le deparó en 1940 un premio a la mejor casa de renta,
de Obras Sanitarias de la provincia de Buenos Aires “considerada desde el punto de vista de su distribución,
y participando, activamente, en la primera comisión etc.” ; la construcción del edificio del Instituto Médico
directiva del Centro de Ingenieros de la provincia de Platense y las nuevas instalaciones del Club Estudiantes,
Buenos Aires, creado en 1928. Desde 1926 hasta 1935 sin olvidar esas dos magníficas realizaciones que son el
prestó servicios como ingeniero jefe de la Oficina Técnica Hotel Hermitage y el Chateau de Montenac en la ciudad
de la Caja Popular de Ahorros perteneciente al Ministerio de Mar del Plata (Diario El Argentino, 1940). En 1960
de Hacienda de la provincia de Buenos Aires y, entre 1940 formaba parte también del directorio de dos importantes
y 1941, fue también miembro de su directorio. Trabajó empresas “Juan F. Tetamanti” y “Viviendas Bonaerenses”,
como ingeniero y tasador en los Bancos “El Hogar brindando día a día nuevas manifestaciones de su fecundo
Argentino” (1928-1950) y “Río de la Plata” (1940-1946), talento. Barrios (1938) entendía que, bajo la óptica de
entre otras múltiples actividades (Diccionario Biográfico la función social de la ingeniería, un edificio “que se
Contemporáneo, 1948). levanta no es sólo la solución de un problema individual
de rentabilidad o vivienda, es un problema público de
“Su labor profesional fue una ininterrumpida sucesión de belleza, un problema económico de confort, un problema
obras de cuya magnitud dará prueba cabal de que ellas social de seguridad e higiene”.
pasan de las 1600”, contándose la casa del Círculo de
Periodistas, el muelle de pescadores y la iglesia Stella Poco conocida es sin embargo su actividad como perito en
María de Punta Lara; la Asociación Profesional del Turf; casos de juicios de mensura como por ejemplo el iniciado
la Agremiación de Empleados por reunión; el Instituto por Tomás Folino “a los efectos de ratificar la superficie
Médico de Quilmes; la Capilla de las Hermanas de Jesús, de un terreno de su propiedad” en la ciudad bonaerense de
en 57 entre 9 y 10; el Colegio de las Hermanas Canossianas Avellaneda. Nombrado por el juzgado interviniente el 7 de
en Berisso y ampliaciones del establecimiento de la agosto de 1931 e instruido por la Dirección de Geodesia,
misma Orden del barrio Los Hornos”. Para Liernur y Catastro y Mapa del Ministerio de Obras Públicas de
Aliata ( 2004), el ingeniero Julio Barrios se distingue por la provincia de Buenos Aires, Julio Barrios realizó la
“la heterogeneidad lingüística con que aborda una gran diligencia de mensura en mayo de 1932, mereciendo la
diversidad de temas arquitectónicos” que induce a asociar aprobación de esa dirección, que consideró la operación
su actitud a la de los “eclécticos de la generación anterior. practicada “técnica y geométricamente bien ejecutada” y
Según este esquema, su adscripción a la Arquitectura “conforme a lo prescripto en las Instrucciones generales
Moderna no supera la manipulación de ciertos recursos para Agrimensores, Código de Procedimientos en lo Civil
expresivos, tales como fachadas blancas y despojadas, y Comercial y demás disposiciones vigentes” (MOP-
incorporación de volúmenes cilíndricos o superficies AHG, 1932).
curvas, ventanas circulares y otros elementos afines a la
arquitectura náutica”. Su estudio desarrolló en forma En el sector comprendido entre avenidas 44, 60,1 y 7,
paralela obras “en estilo”, como la sede del Jockey Club encontramos 5 obras de su autoría construidas entre 1924
de la Provincia de Buenos Aires, en la ciudad de La Plata, y 1932, período que se corresponde con la primera etapa
o recurrió al pintoresquismo californiano, como en la de su ejercicio profesional, según Liernur y Aliata, más
citada Iglesia Stella Maris de Punta Lara. próximo en expresiones formales a los “eclécticos de la
generación anterior”.
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Ingeniero Félix Nieva (1896- 17 de marzo de 1981)
“El Centro de Ingenieros Provincia de Buenos Aires Consejos de Desagües y de Obras Públicas, y del Consejo
reconoce en el ingeniero Nieva a un distinguido consocio Permanente de Servicios Eléctricos de la Provincia de
desde la primera hora de la Institución, en el lejano año Buenos Aires. Representó al Estado provincial integrando
1928” (RI-CIPBA, 1981). Así reza un texto de la revista numerosas comisiones especiales, entre ellas formó parte
editada por ese Centro al rendirle homenaje a su “socio de la Comisión Redactora del Código de Aguas para la
fundador”, integrante con el ingeniero Vicente Añón provincia de Buenos Aires en 1936, un proyecto que
Suárez, entre otros, de la primera comisión en 1928 y sancionado en 1939 recogió antecedentes del derecho
directivo, en el año de su fallecimiento (1981). provincial comparado y el derecho internacional. Entre
1942 y 1944 fue presidente de la Asociación Mutualista
Nació en Carhué, partido de Adolfo Alsina el 23 de de Empleados de Obras Públicas, fundada en 1935, y
junio de 1896. Estudió en el Colegio Nacional y egresó con Napolitano (1972) agregamos que se reintegró a la
ingeniero civil e hidráulico de la Facultad de Ciencias administración pública por invitación del Interventor
Exactas, Físico, Matemáticas y Astronómicas de la Federal en la Provincia, doctor Félix Trigo Viera, para
Universidad Nacional de La Plata el 23 de febrero de formar parte de su gabinete como Ministro de Obras
1922, acreditándose en la provincia un día más tarde Públicas, función que desempeñó entre 1962 y 1963,
(MOP-AHG, 1882-1932: foja 159). Ese mismo año fue culminando así su carrera administrativa en la provincia
nombrado en la Dirección de Puentes y Caminos del de Buenos Aires.
Ministerio de Obras Públicas de la provincia de Buenos
Aires y al escindirse esa repartición, pasó a integrar el Terminada esa larga etapa en la función pública, ejerció
plantel profesional de la nueva Dirección de Hidráulica, la actividad profesional privada, actuando con la firma
donde fue ocupando todos los cargos técnicos hasta llegar Gilbert y Cía., en la Capital Federal y como ingeniero
a Director, función que desempeñó, ininterrumpidamente, consultor para las obras de aprovechamiento de recursos
durante 16 años. hídricos en las provincias de Salta y Tucumán. En 1923
ratificó su firma en el Registro de Patentes y Constructores
Dejó la Dirección de Hidráulica al ser nombrado del Municipio de La Plata para ejercer como proyectista,
Subsecretario de Obras Públicas de la provincia de Buenos director y/o ejecutor de obras y, entre 1922 y 1927,
Aires, función que cumplió hasta el día que renunció para acreditó 9 obras en el sector comprendido entre avenidas
jubilarse en la administración provincial. Fue, asimismo, 1, 7, 44 y 60, destinadas preferentemente a viviendas de
miembro del Consejo de Vialidad, presidente de los familia, muchas de ellas demolidas.
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anexo biográfico
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Añón Suárez, Vicente (1879-1953).
“Este homenaje tributado a un año de su lamentable desaparición material (1953), permite evocar y poner de relieve,
con la perspectiva del tiempo, que sedimenta las acciones y perfila los caracteres, toda la amplitud de su obra múltiple y
valiosísima, su contribución a la ingeniería y a la sociedad y destacar el volumen de su personalidad moral, de la que se
desprenden elevados ejemplos y enseñanzas de su conducta durante una larga existencia fecunda y laboriosa. En todas
sus actividades y funciones, a través de toda su vida, se distingue por la vocación, como aptitud natural desarrollada,
a la ingeniería y a sus problemas, y sobre todo por un sentido innato del deber, por su dedicación, energía, integridad,
sinceridad, y permanente entusiasmo que ponía en todas sus acciones, cualquiera fuera el carácter de ellas; ya sea como
profesional, profesor, funcionario, ciudadano o, en su ejemplar vida de familia. Esos atributos están presentes en todos
sus antecedentes profesionales ya sea como estudiante, ejerciendo con el carácter de ayudante topógrafo excursiones
de estudios geológicos en la Comisión de Límites con Chile, en zonas tan virtualmente alejadas como el sur de la zona
cordillerana; o después de egresado en 1903, en diversas comisiones de estudio de líneas ferroviarias en Santa Fe,
Mendoza, Chaco, en líneas de montaña en Córdoba y en Inspección de Ferrocarriles Nacionales actuando en la zona
norte con asiento en Tucumán; y más tarde como Director Técnico para la construcción del Cable Carril de Chilecito a
la Mejicana. En todas estas funciones o trabajos se pone de manifiesto ese cariño a nuestra noble profesión de ingeniero
que lo distinguió toda su vida y que le hace preferir el modo de vivir accidentado, adquiriendo experiencia, carácter y
capacitación profesional, experimentando la maravillosa sensación de las realizaciones ingenieriles, a la vida cómoda
o muelle de ocupaciones secundarias.
Después de ese período sus funciones dirigentes se hacen más importantes y de responsabilidad, y en esta ciudad
(La Plata) ejerce con notable acierto el cargo de Director de Obras Públicas de la Municipalidad en una época que se
caracterizó por las iniciativas, progreso acelerado y realizaciones; es también entonces, Profesor y Vicedirector de la
Escuela Industrial: y luego, su experiencia, versación y profundos conocimientos, se ponen al servicio de la Cátedra
como Profesor en nuestra Facultad de Ingeniería, en donde sus grandes méritos y aptitudes lo llevan a desempeñar
exitosamente los eminentes cargos de Consejero Académico, Delegado Interventor, culminando como Decano de la
Facultad […] Su vocación de ingeniero lo induce a actuar ya sea como ingeniero consultor o Representante Técnico de
empresas de construcciones Navales […] realiza una notable tarea en el Ministerio de Obras Públicas de esta provincia
(Buenos Aires) ocupando el elevado cargo de Subsecretario del Ministerio; y por la creación de los Consejos de Obras
Públicas y Vialidad, en ese período, fue Presidente de dichos organismos, en sus primeros años de funcionamiento, en
los cuales tuvo preponderante intervención en el Proyecto de las Leyes y Reglamentación de Obras Públicas y Vialidad,
que se sancionaron creándose, por la primera Ley el Consejo Profesional de Ingeniería, el que ha tenido una función
y gravitación fundamental en el ejercicio de nuestra profesión, no sólo en nuestra provincia sino también en todo el
país. En sus múltiples actividades, más tarde, ocupó el cargo de Administrador del Ferrocarril Provincial, desde 1935 a
1945; después nuevamente Subsecretario de Obras Públicas; ejerció la dirección de la revista del Centro Universitario
y la Dirección, también de las Publicaciones de la Facultad de Ciencias Físico-matemáticas; e incansablemente con su
espíritu e inteligencia en plena luminosidad, en el momento de su desaparición era miembro del Consejo Profesional
de la Ingeniería; representando a los ingenieros civiles. En todas esas actividades denotaba una destacada personalidad:
racional, cuidadoso en los detalles, profundamente analítico, firme en sus convicciones y claro en sus conclusiones; pero
siempre animado de una naturaleza intensamente humana. En todos los organismos que presidió lo hizo con dignidad e
imparcialidad, distinguiéndose por la serenidad y mesura en que basaba su juicio orientador y la habilidad para expresarlo
en palabras concisas y con una perfecta dicción” (Texto en R-CIPBA, 1953--1954).
104 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
Balbín, Valentín (1851-1901).
“Era uno de los más jóvenes estudiantes del primer grupo inscripto en el Departamento de Ciencias Exactas de la
universidad bonaerense iniciada en 1865. Había cumplido recién 14 años cuando ingresó en el departamento citado
obteniendo su diploma de ingeniero, el año 1870, con su celebrado trabajo sobre aguas corrientes. Los desvelos de
Rivadavia y Carlos Pellegrini no habían podido dotar de aguas purificadas a Buenos Aires, hasta que la epidemia de
cólera de 1868 –no muy bravía- determinó el alzamiento de la población. Don Juan Coghlan inició hacia 1869 los
primeros trabajos de dotación de agua a la ciudad y la visión de Balbín le hizo advertir, siendo casi un niño, que
el problema afectaba contornos de real tragedia, según se comenzó a ver no mucho después. Apenas diplomado el
ingeniero Balbín, fue becado por el gobierno de la provincia para trabajar junto a otro gran ingeniero inglés, encargado
entonces, en 1870 de proyectar el puerto de Buenos Aires: el ingeniero de la Trove Bateman.
Comprendió entonces que debía continuar sus estudios por lo que se alejó del país, rumbo a Inglaterra, donde
permaneció varios años, visitando obras públicas importantes, hasta que se radicó en la alta escuela de Oxford, de
universal fama entonces como hoy, donde obtiene el título de doctor en ciencias matemáticas. Al regresar a su patria,
se incorpora inmediatamente al profesorado de la Facultad de Matemáticas y vigila con gran autoridad los estudios de
tal ciencia elemental y superior, convirtiéndose en poco tiempo en un eminente especialista de los altos estudios, y de
los secundarios. No sorprenderá pues, que en 1887 lo encontremos ya designado académico titular de la Facultad de
Ciencias Físico Naturales y profesor y académico después de la Facultad de Filosofía y Letras, a la cual lo vinculaban
sus conocimientos filológicos. En 1896 se le designa académico honorario de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales, titulo el más alto a que pueda aspirar un estudioso. Poco antes, 1892, fue llamado a dirigir el famoso Colegio
Nacional de Buenos Aires, que salía de una ardua crisis y no solo logró purificarlo, sino que levantó sus estudios y
encumbró su profesorado, llevando el histórico centro de estudios a honroso y envidiable lugar en América. Lo inclinó
así por el campo del humanismo, ennobleciendo sus programas de enseñanza. Toda esta labor directiva y didáctica fue
motivo de que se le designara miembro honorario de grandes instituciones mundialmente conocidas: de la Academia
de Ciencias Exactas de Madrid; de la Universidad de Halle; de la “Academie d´ Instruction Publique” de Francia; de la
Sociedad Antonio Alzate de Méjico. La propia Facultad de Ciencias Fisicomatemáticas de Buenos Aires, le otorga en
1886 “Honoris Causa” el título de Doctor en Ciencias Fisicomatemáticas.
Su labor técnica de ingeniería, no fue menos numerosa que la tarea científica. Desde joven y después de volver de
Europa, ingresó como inspector general de obras hidráulicas de la Nación; en ese periodo, construye el conducto de
aguas del potrero de los Funes “San Luis”. Se ocupó luego del sistema de pesas y medidas, entonces anticuado en el
país y en el trazado del meridiano que por el este limitaba la provincia de Buenos Aires. Varios años después se reintegró
a su especialidad de hidráulica como director de las obras del Riachuelo asegurando la organización de ese importante
departamento portuario de la capital. Finalmente actuó en la Dirección de Hidráulica del nuevo Ministerio de Obras
Públicas, en el que tuvo, como en la facultad y en otros cargos precedentes, que imponerse a todos, cuando se pretendía
afectar su dignidad científica.
He aquí como refiere el prestigioso ingeniero Enrique Chanourdie este aspecto de Valentín Balbín: “la dignidad: este fue
el rasgo típico de su carácter moral y no es el que menos ha de recordar al doctor Balbín a la consideración de las futuras
generaciones”. Y otro eminente maestro, Carlos María Morales, decía respecto de Valentín Balbín: “él inició la reforma
de la enseñanza en nuestra Facultad de Ciencias Exactas y allí fue maestro en la más amplia acepción de la palabra,
enseñando cuánto sabía y hasta dónde convenía, prodigándose por así decir.” En este mismo orden, fue el reformador de
los estudios de la Escuela Nacional de Minas de San Juan, lo que le procuró la posibilidad de efectuar un largo análisis
que contemplaba el aspecto más actual, para la época, en este tipo de estudios, forjando un plan de enseñanzas que dio
hermosos frutos por largo lustros.
Tuvo también Balbín una larga actuación, como era natural, en la Sociedad Científica Argentina, de la que fue presidente
en tres periodos, 1880, 1884 y 1887 en una época en que se sucedían al frente de aquellas instituciones los hombres
más eminente del país: Guillermo Rawson, Luis Huergo, Estanislao Ceballos, Ángel Gallardo, Carlos Berg, Francisco
Lavalle. Fue igualmente director de los Anales de la misma sociedad científica precediendo a Berg, Ceballos, Morales
y Gallardo. No extrañará pues que en el brevísimo cuadro de los socios honorarios de la antigua sociedad, aparezca el
nombre de Valentín Balbín en el octavo lugar en orden cronológico.
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 105
“Balbín se dedicó a diversas traducciones de los matemáticos renombrados de su tiempo: Schotke, Casey, Merriman,
Wolsey Johnson, Richardson, Ramsay y varios más. Su obra personal tuvo verdadera trascendencia desde la primera
hora y se tradujo en su obra de 1884, relativa al sistema de pesas y medidas […] Este trabajo tuvo resonancia especial
y dio lugar a la adopción de los sistemas nuevos internacionales para suplantar al reinante que se hallaba desconectado
con los restantes del mundo. En 1887, apareció de su mano el trato de cuaterniones (extensión de los números reales,
similar a los números complejos), cuya fama excedió ampliamente los límites territoriales y de América. Poco después
inició la publicación de la revista de matemáticas elementales. En otro rumbo, más siempre dentro de los lindes de
sus especialidad, tuvo que estudiar en 1895 cuestiones atinentes a la defensa nacional, las que tomaron forma en un
verdadero tratado “fortificaciones de campañas” que prestó grandes servicios al país, en los momentos difíciles que se
atravesaban. Valentín Balbín, falleció en 1901, antes de cumplir medio siglo, esto es en plena juventud espiritual, pues
había continuado estudiando y meditando sobre grandes problemas” (Texto en RI-CAI, 1945).
Nació en Gualeguaychú en el año 1849 y alcanzó el diploma de ingeniero civil en 1870, con el primer grupo de egresados
de esa carrera en el Departamento de Ciencias Exactas, inaugurado en 1865, de la Universidad de Buenos Aires. “No
bien terminó su carrera, a invitación del ingeniero Bateman contratado por el gobierno provincial para dirigir los trabajos
del puerto de Buenos Aires, se incorpora a dichos estudios en donde inicia su práctica profesional, que continua junto
a otro gran ingeniero inglés, Don Juan Coghlan ocupado por entonces en proyectar y construir puentes para facilitar la
vialidad nacional, cuando las líneas férreas eran aun incipientes en el país. De aquí pasa el ingeniero Brian al campo que
había ser de su vocación incorporándose al ferrocarril oeste en donde también se hallaba Coghlan; entonces tenía Brian
sólo 24 años. Sin desentenderse de los grandes problemas nacionales ni de los restantes intereses públicos, pasa a ser
en 1876 ingeniero principal y en 1878 gerente del mismo ferrocarril oeste. Abandona entonces, 1886, el ferrocarril y se
dedica a la acción privada, instituyendo un estudio de arquitectura que tuvo gran renombre en su tiempo y desde el cual
ejecutó numerosas obras de importancia.
Al desprenderse la provincia de Buenos Aires del ferrocarril oeste, el directorio londinense lo designa representante
legal en Buenos Aires y así reanuda su contacto con esta poderosa actividad pública que se hallaba entonces en su
proceso ascendente más pronunciado, hacia 1891. Su eficacia, decisión y honestidad bien asentada, lo llevan luego a
representarla técnica en las comisiones locales de los ferrocarriles Sud; Buenos Aires y Rosario; Central Argentino y
en Dock Sur de Buenos Aires. Desde ellos propicia insistentemente la electrificación de algunos tramos principales así
como el bajo nivel de Once a Caballito.
En la acción universitaria, aparece Santiago Brian constantemente, por elección gubernamental y por gravitación propia,
designándoselo Profesor de Construcciones en el Departamento de Ciencias Exactas. La gran crisis universitaria de
1874, uno de los tantos movimientos profundos que agitan a las instituciones vitales y vigorosas, determinó en Buenos
Aires, la transformación del Departamento de Ciencias Exactas, que se desdobló en dos instituciones: Facultad de
Matemáticas y Facultad de Ciencias Físico Naturales. El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires lo designa miembro
titular de la Academia, en la Facultad de Matemáticas; academia que era a la vez, entonces, cuerpo directivo del instituto.
Desde ella intervino en la dirección de los estudios con iniciativas constantes de perfeccionamiento y así, cuando la
universidad se nacionalizó en virtud de la capitalización de Buenos Aires de 1880, pasó a integrar la nueva Academia de
la Facultad de Ciencias Fisicomatemáticas, por superior resolución del 16 de febrero de 1881.
Nuevas crisis azotaron a la universidad, casi nunca nacidas en su escuela de matemáticas o ingeniería; convulsiones
prolongadas agitaron sus aulas, sus estudios se modificaron o trastornaron, sintiéronse otros acentos y alientos y la
reforma de 1906 puso en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, otros hombres y otras directivas […] Nada
es tan difícil como distinguirse entre un grupo de académicos, cada uno de los cuales es un eminente especialista, rodeado
del reconocimiento público, por su larga acción científica, por su incesante espíritu de iniciativa, por su encumbrado
desinterés y dedicación a los intereses colectivos. Sin embargo, Santiago Brian logró señalarse entre sus colegas de la
academia quienes lo designaron para ocupar la presidencia del alto cuerpo que desempeñó durante cinco años, no los
menos propicios, por cierto, para el alto cuerpo. No sorprenderá, pues, que se le designara socio honorario del Centro
Argentino de Ingenieros, del Club de Ingeniería de Río de Janeiro, miembro del Instituto de Ingenieros Civiles de
Londres y de otras instituciones de magnitud.
106 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
Al final de su vida, tocóle realizar una obra de gran importancia nacional e internacional. Se le llamó para organizar,
dirigir y presidir un certamen de tanta jerarquía como el Congreso Sudamericano de Ferrocarriles, que debía constituir,
con los años, y acaso desde la primera hora, un verdadero instrumento gobernante, un vínculo de unión continental, un
centro de acción, coordinación, simplificación y una vía general de progreso para toda la América Austral. Eran los años
consagratorios de 1910. La Argentina llegaba hacia el final de una etapa magnifica de desenvolvimiento, aquella que
inauguraba en 1852, los proscriptos de la tiranía. Estaban gestando la nación bajo el signo del pensamiento elaborado
por Alberdi, por Mitre, por Sarmiento, continuadores efectivos y fundamentales de la obra de Mayo; pero las décadas
corridas desde 1810, algo habían agregado a las luces del espíritu universal y lo que en 1810 fue una vibración europea
trasladada al Plata, volviendo los ojos a la América, potencia en formación, en 1860, fue una vibración americana,
que volvía los ojos a Europa, eterno milagro de juventud y poderío y creación; que venía a la América con la sangre
Europea, con la alta tecnología del siglo, con capitales europeos, y entre ellos con el fulguroso plan del riel. Pero en 1910
era preciso dar un paso nuevo en la marcha augural de la nación; este paso era el de retornar los ojos a los hermanos
de América sin abandonar el vínculo sagrado de Europa. Una de las fórmulas de este retorno, fue el primer Congreso
Sudamericano de Ferrocarriles, ya mencionado, que congregó representantes de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay,
Perú, Uruguay y Venezuela, y que en los subsiguientes certámenes reuniría a todos los países sudamericanos.
La iniciativa de la gran reunión con quien hacía una nueva política ferroviaria, trasponiendo de cada nación al conjunto
de naciones, correspondió al Ingeniero Civil Santiago Brian, quien a principios de 1906 propuso al Ministerio Nacional
de Obras Públicas, la celebración del quincuagésimo aniversario de la inauguración del primer ferrocarril argentino con
una exposición y un congreso ferroviario sudamericano. El proyecto fue acogido por el superior gobierno por decreto
del 1° de Marzo de 1906 firmado por el presidente Figueroa Alcorta y el Ministro Orma. El Ingeniero Carlos Maschwittz,
durante su ministerio de obras públicas, recibió con viva atención las sugestiones de Brian que permitieron dar forma
al Congreso, transformándose posteriormente en la entidad que aún subsiste, “Asociación Internacional Permanente
del Congreso Sudamericano de Ferrocarriles”, la cual acaba de transformarse en Panamericana a impulsos del actual
presidente, Doctor Leguizamón y el Secretario General, Ingeniero Núñez Brian, celebrándose el quinto Congreso en
Montevideo, en 1945.
Aun nos faltaría agregar la acción del Ingeniero Santiago Brian en la Sociedad Científica Argentina, de la cual en 1872,
figuro entre los fundadores. Durante muchos años, Brian intervino en las discusiones científicas y técnicas de la gran
entidad, alcanzando a la presidencia de la institución en el año 1883, sucediendo en el alto cargo al eminente naturalista
Doctor Carlos Berg” (Texto en RI-CAI, 1945).
Nació en Alemania en 1849 y falleció en Buenos Aires en 1912. “Su producción más importante forma parte significativa
de la denominada arquitectura ecléctica de fines del siglo XIX. Cursó estudios en la Facultad de Ciencias Exactas de la
Universidad de Buenos Aires donde ingresó en 1865 y donde egresó en 1870, con una tesis sobre Ingeniería Ferroviaria.
Fue uno de los primeros ingenieros civiles graduados en el país (Diploma N°2). En 1871 se trasladó a Alemania, de
donde egresa con el título de Arquitecto. Esta circunstancia incidirá en su producción ecléctica, nutrida en los cánones
formales y de composición, divulgados por la École, pero inspirada en modelos de innegable carácter germánico. Fue
vocal del Departamento de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires (1875) y miembro de la Academia de la Facultad
de Matemáticas. En Buenos Aires, realizó la Casa Central del Banco Popular Argentino (1898: Bartolomé Mitre y 25 de
Mayo), la Casa Drabble (Avenida de Mayo y Chacabuco), la casa Ruggero Bossi (Sarmiento entre Uruguay y Paraná), la
conocida como “Primera Casa de Departamentos” realizada para Méndez Gonçalves (Callao entre Santa Fe y Charcas),
innumerables residencias y casas de renta. En La Plata fue nombrado miembro del jurado para el Concurso Internacional
de Edificios Públicos, aunque al poco tiempo renunció a su cargo (1881). En esta ciudad realizó el palacio de Justicia
y Cárcel (1883) construido por los empresarios Fiorini y Ferrandi. Este edificio, actual sede de Tribunales, posee estilo
neo renacimiento, con acento germano en la composición de los volúmenes, patio central y cuerpos esquinero exentos.
Como en otros edificios de la época, se combinan elementos ornamentales neo renacentistas con empinadas mansardas
y otros detalles afrancesados.
No obstante, la austeridad y sobriedad de Büttner denotan su formación germana y relacionan su eclecticismo con el
de otros arquitectos argentinos formados en ese país. Dentro de esta corriente, en su versión romántica realizó obras
como el castillo de Rafael Obligado sobre el Rio Paraná, una serie de pintorescos chalets en Ramos Mejía y la cárcel
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 107
de Mercedes, de neta influencia “medievalista”. En sociedad con Otto von Armin proyectó una importante iglesia en
Chacabuco (1879). Fue miembro fundador de la SCA (Sociedad Científica Argentina, 1886) e Ingeniero del Banco de la
Nación Argentina y del Banco Popular Argentino (Texto en Liernur y Aliatta, 2004),
“El ingeniero civil Jorge Coquet, nacido en Buenos Aires el 23 de abril de 1844 y fallecido en 1901 fue bien conocido
por su amplia actuación profesional y docente; figuró entre los primeros alumnos que se inscribieron en la Facultad
de Ciencias de Buenos Aires, siguiendo los estudios de la especialidad, con el grupo de ingenieros italianos, que se
contrataron para regentear los estudios de ingeniería. Tanta fue la dedicación de Coquet que cinco años después de
terminar sus estudios, era ya designado Académico de Ciencias Exactas, cargo al que sólo llegan los especialistas
avezados por larga y honda actuación profesional […] Terminados sus estudios, tardó Coquet en preparar su proyecto
final, lo que hace en 1878 con su trabajo sobre “Trazado de caminos carreteros” y así obtiene el diploma de ingeniero
civil. Su bibliografía ya contaba entonces con una obra: “El manual de reducción de pesas y medidas argentinas y
extranjeras” el que era de gran utilidad, el año 1873 en que apareció.
Coquet se recibió en el momento en que la disputa por la determinación de la capital del país, era candente. Las
perturbaciones que este problema introdujo en la marcha política del país, son bien conocidas y parecieron una
prolongación de la diferencia entre federales y unitarios. Hacia 1880, se llegaba a la solución anhelada por todos,
separándose la ciudad de Buenos Aires de la provincia homónima para convertirse en capital de la República. Se decidió
en consecuencia erigir la nueva: Jorge Coquet, tuvo parte importante en la ubicación de la ciudad por fundarse y así
se le designa en 1882, presidente de la Comisión para el concurso de planos con que debía dotarse a la ciudad de La
Plata, edificios cuya majestad –dentro de los recursos provinciales en la época- está aún hoy a la vista y luego se le
encarga preparar el proyecto de trazado de quintas y chacras para la misma ciudad. Se vinculó así el ingeniero Coquet
al Departamento de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, en el cual su autoridad tanto fue creciendo, que ya en
1884, se le designaba presidente del alto cuerpo.
Dos importantísimos problemas tuvo que afrontar Coquet en esos instantes, aparte de la ciudad de La Plata: el trazado
y amojonamiento de los caminos generales de la provincia de Buenos Aires y el Estudio de los desagües de la zona
inundable del sur. El primero permitió dotar a la provincia de una red extraordinariamente extendida, que abarcó toda
su área, más grande que la de Francia, en rutas de 50 metros de ancho. El segundo, el estudio de los desagües, cuestión
esta que afectaba cuantiosos intereses, en constante progresión ascendente, por la valorización y mejoramiento de las
tierras, por la mayor y más alta calidad de las haciendas, que en tropas inmensas pacían en esas zonas. Estos trabajos
consagraron al ingeniero Jorge Coquet, Académico de Ciencias Exactas de Buenos Aires y lo pusieron entre el grupo
directivo de la especialidad. Tanto que pronto se le llamó a la alta docencia, en donde debería ofrecer otros frutos.
La Constitución de la provincia de Buenos Aires, establecía entre sus luminosos preceptos, el de que ese Estado debía
poseer una casa de Estudios universitarios. Federalizada Buenos Aires, la Universidad que en ésta funcionaba, –por
Rivadavia, establecida en 1821- pasó a la Nación con la ciudad epónima. En cumplimiento de la Constitución, el gobierno
de La Plata, dispuso la fundación de otra Universidad, en esta ciudad, una Facultad de Ciencias Físicomatemáticas, de
modo que se llamó a la fundación a un grupo de ingenieros, entre los cuales figuraba –era el año 1897- el ingeniero Jorge
Coquet al cual se le asignó el altísimo cargo de Vicerrector, desempeñando a la vez una cátedra en la naciente Facultad.
Las difíciles tareas de organización universitaria, ocuparon al ingeniero Coquet intensamente, y más aún se le reclamó
en él pues en 1899, se le designaba decano de la Facultad de Ciencias Fisicomatemáticas, cargo en el que sustituía a
un eminente profesional, el ingeniero Julián Romero, primer decano de esa casa. La Universidad naciente surgida por
decreto del gobernador Udaondo, se estableció en la sesión fundacional del 14 de febrero del año 1897, constituyéndose
en ese acto el Consejo Superior del que fue designado rector el ex gobernador Dardo Rocha y vicerrector Jorge Coquet.
La Facultad de Ciencias Físicomatemáticas, se instaló el 5 de julio y tuvo entre sus consejeros a Jorge Coquet” (Texto
en RI-CAI, 1946).
Nació en Dolores (provincia de Buenos Aires) el 2 de octubre de 1861. Hizo sus estudios graduándose de ingeniero.
Durante de Marcelino Ugarte e Ignacio Irigoyen, desde 1902 a 1910 el ingeniero Etcheverry desempeñó el Ministerio
de Obras Públicas y una diputación nacional hasta 1916, destacándose también por su desempeño y laboriosidad como
108 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
miembro del antiguo Departamento de Ingenieros y del Consejo General de Educación. La ciudad fundada por Dardo
Rocha ha de recordarle como el gran propulsor de su progreso inicial, al haberla dotado de sus obras de salubridad y
pavimentos; ampliación de las aguas corrientes y alumbrado eléctrico; por la urbanización del tradicional Paseo del
Bosque, surgido del viejo parque de la Estancia de los Iraola, donde construyó sus avenidas amplias y bellas, el lago y
su isla y el jardín zoológico.
Dispuso, asimismo, a favor de La Plata, el traslado de la estación vieja del ferrocarril del Sud –hoy Ferrocarril General
Roca-, que fue refaccionado transformándolo en el actual Pasaje Dardo Rocha. Con singular y versátil idoneidad
identificó también su nombre con el canal de navegación exterior y otras obras de canalización en las islas del Delta,
volviendo su mirada hacia el sur lejano, con obras de irrigación en Patagones para beneficiar a 300.000 hectáreas que
eran improductivas y hacia el desértico Oeste con la traza del Ferrocarril Provincial de La Plata al Meridiano Vº, con
punta de riel en Mira Pampa. Otros caminos afirmados y la Ley General de Caminos dieron noticias de otros positivos
aportes del distinguido ciudadano y eminente profesional al progreso bonaerense. Falleció en La Plata, el 20 de agosto
de 1925, tras haber fundado en ella un hogar prestigioso con descendencia. Una estación del partido de La Plata lleva
su nombre (Cútolo, 1969).
“Luis A. Huergo nació en Buenos Aires el 1° de noviembre de 1837. Al inaugurarse los cursos en el Departamento de
Ciencias Exactas que fundara Juan María Gutiérrez el día 16 de Junio de 1865, Luis Huego se inscribió teniendo por
profesores a los grandes especialistas italianos contratados: Bernardino Speluzzi, Emilio Rosetti y Juan Ramorino. Ya
entonces poseía Huergo el título de Agrimensor, obtenido en el Departamento Topográfico. La primera promoción de
ingenieros civiles correspondió al grupo en que formaba Huergo, teniendo su diploma el número uno de los expedidos
por ese departamento en junio de 1870. Apenas diplomado, el gobierno de la provincia de Buenos Aires, comisionó
al ingeniero Huergo para contratar y fiscalizar en Europa la construcción de 118 puentes que luego se instalaron en la
provincia […].
En 1872 fue Huergo elegido senador provincial y transformado el Departamento de Ciencias Exactas en Facultad de
Matemáticas (1874 y en 1891 por la nueva modificación, en Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales) consejero
académico. Más tarde se le encarga proyectar el aumento del caudal del Salado, con canales procedentes de los ríos
Tercero, Cuarto y Quinto. Luego estudió y proyectó un tramo del ferrocarril Pacífico Buenos Aires a Villa Mercedes de
San Luis y la dársena San Fernando, al norte de la capital.
Federalizada Buenos Aires, Huergo presentó al gobierno nacional, su proyecto de puerto sobre la costa para dar acceso
desde las aguas hondas, a las naves ultramarinas que llegaban de Europa en creciente cantidad. Por la misma época
proyectó el “Dock Sud” del Riachuelo, el ensanche de la ciudad de Córdoba, las obras portuarias y sanitarias de la
Capital del Paraguay y el famoso canal de navegación de Córdoba al río Paraná.
Numerosos cargos ocupó el ingeniero Huergo y entre ellos diputado y senador provincial de 1870 a 1874 y Ministro
de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires. Actuó en otras reparticiones nacionales y en numerosas entidades
privadas. Entre éstas citaremos dos que contribuyó a fundar y que presidió con éxito y honor: el Centro Argentino de
Ingenieros (1895) y la Sociedad Científica Argentina. Don Luis Huergo fue el primer presidente titular de la Sociedad
en 1872 y nuevamente en 1878 y 1881, entre otros períodos, e ilustró los “Anales” de la Sociedad con numerosos
trabajos dispersos en centenares de volúmenes que ya comprenden, así como en su sala de conferencia con sus lecciones
y discusiones. En los Congresos técnicos y científicos tuvo siempre una actuación descollante, llegando a presidir el
extraordinario Congreso Científico Internacional Americano de 1910, organizado por la Sociedad Científica Argentina.
Si es imposible detallar aquí la totalidad de la obra estudiada, proyectada, construida y dirigida por el ingeniero Huergo,
no es menos imposible referir a su labor bibliográfica, extendida en numerosas conferencias, estudios, folletos y tratados
con que ilustró a sus tiempos y a no pocos de los cuales es preciso recurrir a cada instante” (Texto en RI-CAI, 1945).
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 109
Lavalle, Francisco (1841-1909).
“Este inolvidable maestro, nació por el año 1841, en Montevideo. Sus primeros estudios lo llevan a la carrera de
agrimensor título que obtiene en 1860 en el Departamento Topográfico de Buenos Aires y al fundarse, cinco años
después, el Departamento de Ciencias Exactas de la Universidad porteña se inscribe en la carrera de ingeniería. Cursa así
y obtiene su diploma con aquel famoso grupo de ingenieros civiles a los que se llamó, por su elevado espíritu público,
los “doce apóstoles”. Sus méritos de estudiante, que los profesores le asignan, determinan su primer premio pues se le
otorga una beca para perfeccionar estudios en Europa. De regreso, forma en el grupo fundador de la Sociedad Científica
Argentina, audaz empresa para el momento, en que todas las investigaciones científicas en el campo del movimiento
territorial, sólo se realizaban por laudables esfuerzos personales. La Sociedad, tuvo por primer presidente a D. Luis
Huergo; el segundo, fue el ingeniero Francisco Lavalle que llenó el cargo con el decoro que le acompañara sin cesar. El
mismo cargo desempeñó luego en otras dos ocasiones. Siendo aun muy joven, se le llama a dictar cursos en la escuela
de ingeniería asignándosele dos cátedras que su alto espíritu matemático lleva con gran erudición: Cálculo diferencial
e integral y Álgebra superior y geometría analítica. Poco tiempo se mantiene en la enseñanza porque la profesión lo
reclama y absorbe casi totalmente.
Don Francisco Lavalle fue designado en 1874 Académico de Ciencias Matemáticas y poco después delegado de la
Facultad homónima al Consejo Superior Universitario de Buenos Aires. Intervino pues el ingeniero Francisco Lavalle,
en toda la época formativa de la Facultad de ingenieros local. Dueño de una cultura integral, dejó las huellas de su saber
y de su pericia, que en parte alguna exigen mayor universalidad que en la alta dirección universitaria, a la cual una
profunda, pero exclusiva, especialización puede esterilizar los esfuerzos cuando se requiere clara visión humana de los
problemas públicos y sociales de la hora.
Mientras desempeñaba la docencia universitaria correspóndele también ocupar la presidencia del Departamento de
Ingeniería de la provincia (de Buenos Aires), que se creaba, y en el cual se mantiene seis años, hasta 1881. En ese
intervalo estudia con el ingeniero Benoit el plan regulador de la ciudad de La Plata, uno de los más perfectos que se
conocen, en el que se han seguido todos los preceptos que luego serían las bases de la planeología urbana […] Poco
después, en 1881, se le encarga –y realiza con éxito absoluto- la nivelación general de la provincia de Buenos Aires,
cuya extensión, que excede a la de Francia, debía determinar esfuerzos colosales. Al mismo tiempo y con el auxilio de
sus resultados altimétricos, planea el primer proyecto de convenientes desagües para las zonas de inundación del río
Salado y del San Borombón.
Desde ese momento, 1883, inicia su labor de empresa constructora, precediendo así a las poderosas entidades que iban
a acaparar ese radio de acción en la República. En esa calidad contrata la construcción del puerto de La Plata, cuya
magnitud a nadie se oculta, y que en su hora, constituía el único acceso de aguas hondas que se proyectara en la margen
derecha del río de la Plata. En Buenos Aires y en la Argentina se entraba hacia 1890 en el campo de las grandes obras
públicas, cuya aparición se engendraba en el crecimiento majestuoso de la ciudad y en el progreso general extraordinario
de la república. Francisco Lavalle se apercibió para esta nueva importante acción y penetró en la ruta de las grandes
construcciones. Obtuvo así en 1894 el contrato para las obras de clarificación de aguas de la gran capital, entonces
de 616.000 habitantes. Se decía generalmente, por esa época, que las obras de provisión de aguas de Buenos Aires,
figuraban entre las más importantes y perfectas del mundo […]
De no menor cuantía fue la obra del murallón sobre el Plata que Francisco Lavalle construyó para el Ferrocarril Buenos
Aires a Rosario. Las tempestades del gran estuario son conocidas: los pamperos del sudoeste y las sudestadas alzan
o atraen sus aguas y agitan con más violencia que lo hicieran en el propio mar. El murallón de Lavalle enfrentó estos
huracanes en varias épocas con indiferencia absoluta, revelando la propiedad y calidad de las obras ejecutadas. Al año
siguiente, en 1897, construye don Francisco Lavalle, la cloaca máxima de Buenos Aires, que pronto iba a llegar a un
millón de habitantes. Obra importantísima de ingeniería por los terrenos que debía atravesar el gran conducto, todo lo
salvó el ingeniero Lavalle con pericia perfecta.
En 1903, afronta el ingeniero Lavalle dos obras de enormes dificultades: el ferrocarril de Jujuy a la Quiaca y el puerto
de la ciudad de Paraná. El ferrocarril se desarrollaba en las difíciles zonas precordilleranas montañesas. Jujuy hállase a
la altura de 1.236 metros sobre el mar y la Quiaca a la de 3.442 metros. Zona de grandes lluvias estivales, entre bosques
y quebradas, entre tierras firmes y deleznables, de roca viva y aglomerados desagregables, se pasa de un valle a una
110 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
cumbre y de una región pétrea a otra friable, las dificultades de esta obra eran variadas y sucesivas, pero las pudo superar
la sabiduría técnica de don Francisco Lavalle, después de brava lucha en los elementos locales.
En este campo de la ingeniería, pasa luego D. Francisco Lavalle a construir las grandes obras de saneamiento de la
ciudad de Córdoba, que inicia en 1904. A poco andar, Córdoba llegaría a ser una población de cien mil habitantes y su
mortalidad se acercaba a treinta fallecimientos anuales por mil habitantes, siendo la mortalidad tifoidea de cinco por mil
habitantes. Merced a las obras construidas por Lavalle, la mortalidad general debía descender a la tercera y a la quinta
parte de la tifoidea. Fue ésta la última gran construcción del ingeniero Francisco Lavalle, quien fallecía poco después, a
los 68 años de edad, en medio del general respeto y del aprecio de todos por las altas dotes de su espíritu estudioso y la
austeridad de sus costumbres privadas y públicas” (Texto en RI-CAI, 1945)
“El ingeniero geógrafo Luis Monteverde, si bien nacido en la ciudad de Buenos Aires, era hombre de La Plata, porque
así lo quiso su voluntad y así lo determina su vivísima actuación pública. Vió pues la luz, Monteverde, en la ciudad de
Buenos Aires el 21 de septiembre de 1859, alcanzó a vivir solo 66 años. Desde muy joven se le ve comprometido con
audaces empresas, así en 1881 realiza una acción de varios meses como topógrafo, cuando se realizaba la campaña del
desierto, contra el indio nómada. Poco después en el mismo año interviene en los trabajos previos a la fundación de
la ciudad de La Plata, en la hermosa meseta que le sirvió de asiento; desde entonces se radica en la nueva magnífica
capital, modelo de urbanismo, primero y de proceloso crecimiento después. Ninguno entregó tanta devoción y labor al
engrandecimiento de la bella ciudad y al progreso de la provincia, que era eficaz manera de concurrir al poderío patrio.
En 1885, se dedicó a diversas empresas culturales que funda y estimula en La Plata, entre las cuales deben anotarse el
Centro de Bellas Artes y la Biblioteca, lo que ha de completar después –siendo ya gobernador de la provincia- con la
fundación del Museo de Bellas Artes de La Plata.
La Constitución de la provincia de Buenos Aires, determinaba que el estado debía sostener una casa de altos estudios
en su distrito. Monteverde fue el más fervoroso propulsor de esta obra y cuando en 1890 dictábase la ley de erección de
la Universidad platense, nadie puso tanto empeño como él para lograr la creación y tal fue esta campaña que al fin en
1897 el Gobernador Udaondo ordena la erección del instituto, y lo encargó con Romero, Coquet y Benoit de organizar la
Facultad de Ciencias Físicomatemáticas. Luis Monteverde poseía diploma de agrimensor expedido por el Departamento
Nacional de Ingenieros, título que más tarde hizo suyo, primeramente la Universidad provincial de La Plata y más tarde
la Universidad nacional en la que ella se transformó por obra del famoso Ministro de Instrucción Pública, doctor Joaquín
V. González.
Organizada la Facultad de Ciencias Fisicomatemáticas de la Provincia, se le designa vicedecano para el primer periodo
funcional y decano para el segundo, ejerciendo en realidad el decanato casi cuatro años hasta 1903. En esta función le
preocupo la enseñanza práctica y la forma de excursiones y visitas de estudios, entre los cuales organizó las de Sierra de
la Ventana y Puerto Militar de Bahía Blanca, que se hicieron famosas por su alta eficacia. Terminado su decanato, se le
designo delegado del Consejo Superior Universitario, en el que se mantuvo hasta que la Universidad, siendo Monteverde
Intendente Municipal de La Plata, afirmó públicamente, con vibrante entereza, que la Municipalidad, entonces
modestísima, tomaría a su cargo el mantenimiento del alto instituto. De tal tipo de constructores y de universitarios era
don Luis Monteverde.
Reseñemos ahora la vida política de este hombre puro y severo tanto consigo mismo, como con los demás. Pero antes
de ello repitamos las palabras que le decía en una famosa necrología el reputado ingeniero Vicente Añon Suarez: “Este
batallador que desde tan joven ha de velar por la responsabilidad de sus actos, iniciado tan tempranamente en una
vida de tanto trabajo; en tareas de valor práctico tan inmediato, nunca descansa, movido por mil preocupaciones de
valor colectivo. Prodiga sus fuerzas. Intransigente en su credo político. Honesto y justo, sus sentimientos se inclinaron
siempre al bien”.
Luis Monteverde fue Intendente Municipal de esa ejemplar urbe que es la ciudad de La Plata, modelo de trazado, de
ordenación, de carácter y luminosidad; a la que llegaron ora el soplo de la pampa con el pampero liviano, ora el Plata
con su sonoro tremolar, ya los tibios del norte, ya los frescos del austro. Monteverde quiso mantenerla en su bello
sentido, en cuya creación tanta parte le tocara y tuvo la dicha de ver como la pequeña ciudad nacida en 1882 se trocaba
en cuarenta años en la metrópolis de belleza y saber que alcanzó a contemplar en 1922. La provincia de Buenos Aires
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 111
sintió la sostenida devoción que Monteverde le tuviera y quiso por ello utilizarla en bien de la patria toda llevándolo
a la diputación provincial por dos períodos y luego a la senaduría de la legislatura local. Los anales de ambos cuerpos
míranse enriquecidos por la obra múltiple y eficaz de Monteverde, cuya mirada no se detenía hasta alcanzar el íntegro
panorama de los intereses públicos […]
Nadie ignora las vicisitudes políticas de la provincia de Buenos Aires, desde que comenzó a actuar Monteverde en
1885 hasta su fallecimiento en 1925. Nadie habrá olvidado el crudo realismo que en esos ocho lustros, se enseñoreó del
gobierno local, en la lucha triunfante que la provincia tuvo que librar para atravesarlos, engrandeciendo sin cesar, en los
períodos de gran depresión financiera, como las de prosperidad completa: Monteverde los cruzó altanamente y limpio
el corazón sin que jamás fuera tachado ni en el fragor de la contienda política de un pensamiento egoísta ni una actitud
deshonesta, ni una sombra en su clara conducta.
Arquetipo de la virtud sencilla, exaltada en el hogar, en la tertulia amiga, en el comité, en las salas de las leyes, en el
ejercicio del poder, con mesura empuñado. Llegó así con la frente despejada a ser electo vicegobernador de Buenos
Aires, en el período que integra –como fórmula del radicalismo- con el Dr. Crotto. Este no pudo completar su período,
fueron tan vivas las fuerzas que levantó en derredor que debió declinar la alta magistratura a los tres años de gobierno.
De este modo, se vio exaltado Monteverde a gobernador de la Provincia. Sólo un año le correspondía gobernar Buenos
Aires, en el año 1921. Pero en ese año pudo desplegar el noble y levantado signo de su consciencia. Se rodeó de
ministros que representaban su propia dignidad, y que desempeñaron las funciones públicas a la vez como padres y
maestros irreprochables […]
La carrera política de Monteverde –si a ella puede aplicársele el nombre de política- termina en el Congreso Nacional, en
el que se incorpora a la Cámara de Diputados en 1923. La Guerra Mundial había pasado, la humanidad parecía sonreír
de nuevo tras los barbaros de la contienda humana y la Argentina entraba en tiempos de renovado esplendor. Siendo
gobernador proyectó sanatorios de tuberculosos en Sierra de la Ventana; institutos radiológicos; mejoras universitarias,
organismos y playas atléticas de muchas hectáreas de extensión, reformas de mejoramiento edilicio; en el Congreso se
mantuvo en esas regiones y sólo la muerte puso fin a sus actividades generosas” (Texto en RI-CAI, 1946).
“Olivera nació en Buenos Aires el 3 de marzo de 1843, falleciendo el 15 de julio de 1918. Desde los primeros instantes
de su vida estudiantil advirtióse en Olivera, lo que sería en él constante característica: su juicio ponderado y selecto. Su
diploma de ingeniero civil se consagra con una tesis sobre trazado de ferrocarriles y lo obtiene en 1870 de la Facultad de
Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, integrando así aquel anímico grupo de nóveles ingenieros de ese
año, que se llamó los “ doce apóstoles”.
Sus primeros trabajos fueron hidráulicos iniciándose con sus estudios que se hicieron famosos referentes a los ríos San
Juan y Mendoza y del río Paraná frente a Rosario y San Pedro. Estos estudios le absorbieron varios años llegando así al
cargo de Inspector General de Hidráulica del Departamento de Ingenieros Civiles de la Nación. Sus trabajos le permiten
iniciar las conversaciones científicas que organizara en 1878 la Sociedad Científica Argentina. A los pocos meses de
egresar del Departamento con su diploma de Ingeniero el gobierno de Malaver lo invita a incorporarse a las comisiones
de estudios del puerto de Buenos Aires que presidía el gran ingeniero inglés Bateman y su ayudante el ingeniero Revy
también inglés. Allí comienza la práctica hidrológica e hidráulica de Olivera.
Más tarde, las faenas agrícolas, fundamento económico y financiero de la Nación atraen el cuidado de Olivera, quien se
dedica a ellos con el fervor de su actividad incesante y contribuye con su esfuerzo a conquistar los mercados europeos
que desde entonces fueron tributarios de la agricultura argentina. En estas actividades Olivera, aplicó sus luces y su
entusiasmo, que puestos al servicio de las faenas agrarias, debían dar bien pronto preciados frutos. Concurrió así a fundar
la Sociedad Rural Argentina entidad de incomparable grandeza, dirigiendo luego los “Anales” de esa Sociedad en sus
periodos de formación […]
Algún tiempo después, con motivo del crecimiento de nuestra red ferroviaria, que avanzando por las grandes llanuras
argentinas, iba comunicando todas las ciudades importantes, Carlos Olivera se ocupó de un problema que comenzaba
a interesar: la ubicación de las estaciones férreas en las ciudades. Olivera lo examinó con atención y estableció algunas
leyes que revelaban su conocimiento singular de esa otra materia. Esto ocurría en 1884. Incorporado después, en 1892,
112 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
al Concejo Deliberante de la ciudad de Buenos Aires, que entonces tenía 550.000 habitantes y se debatía aun en la gran
crisis económica de 1890, Olivera tuvo la oportunidad de estudiar el reglamento de construcciones, revisar su evolución
histórica con gran erudición y proponer un reglamento orgánico, que por algunos años consiguió mejorar los caracteres
edilicios de la gran urbe del sur.
Muchas otras iniciativas tuvo durante su actividad de Concejal, las cuales, apoyadas por su autoridad, entonces consagrada
ya, se abría fácil camino entre sus colegas del cuerpo deliberante. Poco antes de fallecer, en el Centro Nacional de
Ingenieros su nombre era la bandera de acción y todos lo rodeaban con respeto, por lo cual en 1915 se le designó socio
honorario. El gobierno central le había encomendado la misión de fiscalizar en Europa los materiales ferroviarios que
requería el Ferrocarril Oeste, perteneciente entonces a la provincia de Buenos Aires y luego fue designado miembro del
directorio de dicho ferrocarril.
En sus estudios del río Mendoza, Olivera después de efectuar una somera descripción de esta gran corriente, examina las
obras de la bocatoma de San Juan que ejecutara el ingeniero Dumesnil, refiere los materiales utilizados, los objetivos que
tuvieran, y el resultado que podía alcanzarse. El estudio del río San Juan que hace Olivera para esas horas (1878) era sin
duda un avanzado aspecto de las necesidades públicas del momento y así plantea, la importancia de su encausamiento,
las defensas de la ciudad epónima requiere, al carácter de las inundaciones y los peligros que entrañan y postula la
imperiosa acción indispensable para el urgente desarrollo de la ingeniería y sus obras del país. Este trabajo sobre el río
San Juan, publicado en los Anales de la Sociedad Científica Argentina de 1881 comprende varios problemas que revelan
el hondo conocimiento y la clara visión del ingeniero Olivera, pues en la introducción trata de los ríos cordilleranos
y toda la región andina del levante, examina el régimen del gran río, sus sinuosidades y las variaciones del lecho, las
velocidades de su corriente, el movimiento y marcha de materiales de arrastre, sus crecientes periódicas y ocasionales,
su pendiente total y media, el valle del Zonda, el valle de Tulum, efectos y peligros de las inundaciones” (Texto en RI-
CAI, 1946).
“Había nacido el 3 de mayo de 1856 y era porteño, falleciendo a los 73 años. Su vocación lo conduce a los estudio de
ingeniería que cursa en Buenos Aires, terminándolos en el año 1877, si bien sólo obtiene su diploma de Ingeniero Civil
en 1885 con la tesis “Estudio de una Línea Férrea en la Provincia de Entre Ríos”. Su primera campaña profesional lo
lleva a la Patagonia donde efectúa un trabajo de mensura de 400 leguas en Chubut. Lejanas, ingratas, desiertas regiones,
donde la lluvia escasea, los vientos soplan violentamente, la nieve se amontona en gruesas capas.
Todavía su futura especialidad no asomaba, pero existía oculta a no dudarlo, pues cuando apareció posesionase de su
espíritu y se aposentó en él como un lugar predestinado. Julián Romero debía ser hidráulico de eminente actuación
y cuando retornó a la Facultad de Ciencias en la que había formado su versación por esa rama del saber, lo condujo
a la cátedra de la especialidad y en ella profesó por décadas. En 1892 era profesor de hidráulica en Buenos Aires y
de inmediato se advirtió que era un expositor preciso y recio para el cual el cuerpo de doctrina era un organismo de
riguroso e impecable sentido orgánico, sin nubes ni eclipses. Dominaba en absoluto la hidráulica matemática y este
dominio se diseñaba en todas sus conferencias magistrales que constituían raciocinios sin defectos. Su fama empezó a
correr presurosamente y en poco tiempo fue uno de los hidráulicos de más prestigio del país. Inmediatamente entró en
el estudio de los desagües llamados del Sur de la Provincia de Buenos Aires. La escasa pendiente, la baja altura sobre el
mar, el régimen pluviométrico de la zona media de esa provincia, la naturaleza del suelo y del subsuelo, determinaban
procesos de sequía e inundaciones que se sucedían pendularmente, provocando grandes perjuicios en esa zona rica del
país”. Fue el primer decano de la Universidad Provincial, entre 1897-1899; Ministro de Obras Públicas en 1901 y, entre
otros servicios públicos, presidente del Departamento de Ingenieros en 1905 (Texto en RI-CAI, 1946).
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 113
Sal, Benjamín (1862-1924).
Nació en la ciudad de Tucumán, el 3 de julio de 1862. Cursó los estudios en la Universidad de Buenos Aires donde se
graduó de ingeniero civil en 1890, con un proyecto titulado “Faro metálico de enrejado en alta mar, sobre un escollo
de granito”, que mereció diploma de honor de la Provincia de Buenos Aires, llegando a presidir la repartición. En
1907, presentó un estudio sobre las obras del llamado Canal del Norte, demostrando la no factibilidad del mismo,
tarea que le fue encomendada por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, don Ignacio Irigoyen. Fue uno de
los profesores fundadores de la Facultad de La Plata, desempeñando la cátedra de Topografía y actuó de profesor en el
Colegio Nacional de la Universidad de La Plata, y en la Escuela Industrial, así como en la Escuela de Comercio. Ejerció
el decanato de la Facultad de Ciencias Físico - Matemáticas de La Plata, en el período 1903-05, y brevemente en 1911.
Murió en La Plata, el 8 de agosto de 1924, a los 62 años de edad (Cútolo, 1983).
Nació el 25 de junio de 1845 en San Juan “y pertenecía a una familia ilustre que dio al país estadistas que gobernaron
esa provincia y firmantes del acta de independencia argentina. El origen de sus antepasados debe buscarse entre los
compañeros del fundador Garay cuando repobló la ciudad de Buenos Aires en 1850. Desde muy niño vivió en Buenos
Aires, residiendo en el hogar de uno de los más grandes y más puros hombres de estudio y de gobierno de la época: don
Guillermo Rawson.
Ingresó en 1865 en el Departamento de Ciencias Exactas de la Universidad y realizó en él todos los estudios de la carrera
de Ingeniería Civil […] En 1873 a pesar de su juventud figuraba ya como Ingeniero del Ferrocarril del Oeste, propiedad
entonces de la provincia de Buenos Aires. Casi inmediatamente se lo lleva al Ferrocarril Andino, donde ocupa el cargo
de Administrador General en el momento en que la vía férrea se arrienda a la empresa Rogers, mas en 1878, cuando cesa
dicho arrendamiento, y el ferrocarril retorna al Estado, continúa en el alto cargo, desempeñado con verdadera pericia.
Era entonces el ferrocarril, el gran motor del país; aquel compartía el signo fundamental de la marcha general de éste,
con el imperante aforismo de Alberdi: gobernar es poblar. Con el riel y el inmigrante se elaboraba la unidad geográfica
y el desarrollo étnico de la Nación. Muchas décadas habían de pasar antes de que estos dos objetivos, depusiesen su
imperioso albedrío a la conciencia gobernante.
Los ingenieros argentinos, lo comprendieron así y por ello, en gran medida se dedicaron a la especialidad ferroviaria,
donde tanto descollaron brillantemente […] Matías G Sánchez pasó del Andino al Ferrocarril Central Norte, en que
actuó como Administrador General. Por esa época también ocupa un tiempo el cargo de Inspector General de Puentes
y Caminos de la Nación, lo que le permite –empresa colosal entonces- formular un plan integralista de los caminos del
país. Después de actuar un tiempo en sus asuntos personales, fue llamado de nuevo a la administración del ferrocarril
andino, en el que permaneció hasta su fallecimiento: 1890 a 1896.
En esa oportunidad y en la época en que las relaciones internacionales argentinas, se hallaban un tanto agitadas por el
oeste, Sánchez proyecta una línea ferroviaria estratégica a lo largo de los Andes, de la que sólo se construyó el tramo
San Juan –Jachal, en una de cuyas estaciones, figura el nombre de Sánchez, en recuerdo de su hábil proyecto. En esa
época los capitales ingleses, merecían en el país grande justificado predicamento, así como la Argentina despertaba gran
confianza en Europa, entre las naciones de emigración de hombres y de dinero […] En esta confianza que inspiraba el
país a los capitales ingleses, entraban los ingenieros argentinos pues aquellos los llevaron a los cargos directivos de
114 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
las empresas de capital británico y así los ferrocarriles estuvieron en las manos de Brian, White, Gallardo, Villanueva,
Sánchez, etc.
Falleció Sánchez en plena madurez del espíritu y cuando su preparación técnica hallábase en condiciones de producir los
mejores frutos. Había intervenido activamente en aquel período histórico en que el engrandecimiento nacional adquiría
caracteres inequívocos de gran poderío, era de construcción, de incorporación a la vida mundial de nuestras llanuras
ilimitadas, en que toda la zona bien regada por las lluvias se fue transformando de comarcas inmensas vacías, en praderas
de pan llevar […] El ingeniero Sánchez alcanzó a vivir sólo cincuenta años falleciendo el 17 de marzo de 1896” (Texto
en RI-CAI, 1946).
“El ingeniero civil don Luis Silveyra, nació en el año 1849 en la ciudad de Montevideo, falleciendo a los 53 años en la
plenitud de su espíritu. Pertenecía Silveyra a la vigorosa generación de laboriosos que inició los estudios de ingeniería
en el país constituyendo los doce fundadores a los que se designaba con el singular apodo de los “doce apóstoles”. La
escuela inaugurada en 1865, contaba con un grupo de especialistas italianos de renombre, contratados por el rector
Juan María Gutiérrez, eminente polígrafo y publicista, de la gran época en que le correspondió actuar. Luis Silveyra se
diplomó de ingeniero civil en 1870 en la Facultad de Ciencias de Buenos Aires con una tesis que llamó la atención de
la Universidad por la cual ésta dispuso su publicación; versaba sobre “Las vías públicas de la ciudad de Buenos Aires”.
Terminados sus estudios, entra Silveyra en las tareas profesionales con el gran ingeniero inglés Bateman y con el
igualmente notable ingeniero también inglés Juan Coghlan que estudiaba puentes en los ríos y arroyos de la provincia
de Buenos Aires. Transformado el Departamento de Ciencias Exactas de la Universidad porteña y dividido en 1874 en
las Facultades de Ciencias Matemáticas y Ciencias Físico-naturales, la primera que otorgaba los títulos en matemáticas
y de ingeniería civil, llamó a los ingenieros egresados de las aulas del Departamento para regir sus enseñanzas y entre
ellos al ingeniero Luis Silveyra. El rector de la Universidad don Vicente Fidel López, lo propuso al gobierno de Buenos
Aires para “catedrático de 2º y 3er. año del curso de Construcciones, puertos, caminos e hidráulica”; quedó designado en
marzo de 1874. Desde joven pues se inició en la docencia superior a la que se mantuvo constantemente vinculado como
didacta y como académico y consejero.
Al organizarse la nueva Facultad mencionada, en 1874, Luis Silveyra fue designado académico, en la época en que
las Academias científicas tenían a su cargo la dirección de las facultades universitarias. Silveyra tuvo una actuación
de primera fila en la Academia, interviniendo constantemente en sus deliberaciones y decretos con renovado espíritu
director. El primer decano de la nueva alta escuela fue don Luis Huergo; el segundo fue don Luis Silveyra, el cual la
manejó con tanto acierto que fue reelegido, de modo que estuvo a su frente desde 1883 hasta 1891.
El Decanato lo llevó a ser miembro del Consejo Superior Universitario, y en él, la severa disciplina de su espíritu,
lo convertía en una cátedra de austera ecuanimidad y de invariable espíritu de justicia. El año 1891 determinó otra
reorganización de la Universidad y así la Facultad de Ciencias Físico-matemáticas, cambia en designación por la actual
de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, constituyendo el gran complejo que abarca los estudios de matemáticas, física,
química, ingeniería y agrimensura, arquitectura y ciencias naturales en sus diversas ramas. También en esta Facultad fué
Silveyra llamado al decanato, ejerciéndolo durante el período 1895-1899. Los hombres traídos de Italia en 1865, habían
ya abandonado la Facultad y la cátedra estaba en manos de los hijos espirituales del instituto y remodelaban su marcha
con visión interna más acordada a las realidades nacionales del momento, intensamente vivas.
A la vez que participaba activamente en los estudios superiores de Buenos Aires, la vida profesional lo reclamaba,
incorporándose al Departamento de Ingenieros de la Provincia, del que fue presidente en 1875. En el Ferrocarril Oeste
estuvo al frente de la inspección general y en el Departamento de Ingenieros Civiles de la Nación ocupó el cargo de
Director.
La capitalización de Buenos Aires, en 1880, al determinar la erección de la ciudad de La Plata, crea numerosos
problemas de ingeniería, entre los cuales debe afrontar Silveyra el del arroyo del “Gato”, desagüe de la nueva ciudad,
cuya rectificación y canalizamiento, proyecta y realiza en 1882, llevando las aguas pluviales de La Plata, hasta la
desembocadura en el Plata, zona de Punta Lara, a través de los esteros que en esa parte separan la playa ribereña de las
INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932) 115
barrancas de la ciudad. Análogamente se le encarga estudiar un puerto marítimo, en las desembocaduras del río Quequén
Grande, Provincia de Buenos Aires. Fue también de los primeros en estudiar el problema de los desagües del sur, zona
central de la propia provincia. La extensión de esta gran llanura, su escasa altitud y pendiente, el régimen pluviométrico
de su cuenca, la naturaleza del fecundo suelo, todo contribuye a crear grandes dificultades en los períodos pluviosos
que regularmente se descargan sobre esta comarca. Silveyra comenzó a acumular elementos de juicio para afrontar las
respectivas obras, que hoy (1945), más de medio siglo después, aún determinan perplejas reflexiones.
El ingeniero Luis Silveyra no intervino jamás en las actividades políticas ni fue hombre de comité; si bien siempre se le
miraba allegado a los problemas de interés público y a las empresas que reclamaban la atención del país. A pesar de ello,
se debió entregar a las luchas comunales, incorporándose al Concejo Deliberante de la ciudad de Buenos Aires, cuando
el desorbitado crecimiento de la urbe, creaba sin cesar argumentos de estudio, en los que a los ingenieros correspondía
delicada y extensa parte. El consejo de Silveyra, fue allí, siempre, el de la experiencia y reflexión crítica. Empero la
Universidad, seguía reclamando su espíritu y como sus predilecciones se inclinaban igualmente hacia ella, no tardó en
dedicarse fervorosamente al instituto superior (Texto en RI-CAI, 1945).
Guillermo Villanueva “Que nació en la ciudad de San Juan el 18 de abril de 1849, pertenece al primer grupo de
estudiantes del Departamento de Ciencias Exactas fundado en 1865 en la Universidad de Buenos Aires por la preclara
visión de Juan María Gutiérrez y entró a formar parte de la pléyade de ingenieros, a los que llamaron los 12 apóstoles,
como únicos egresados y diplomados de aquel grupo. Su título de ingeniero civil data del año1870 y su tesis para optar
al grado, versó sobre el importante y promisorio tema para entonces del “Sistema General de Caminos y Puentes para la
República Argentina”, su actividad profesional se prolongó desde entonces hasta el año 1912 de su fallecimiento. A poco
de recibir el diploma se le envía becado a Europa para perfeccionar sus estudios, a su regreso a Buenos Aires comienza
a incorporarse a la especialidad ferroviaria alcanzando el cargo de inspector general de ferrocarriles de la provincia de
Buenos Aires. Se mantiene en esta especialidad por varios años por entonces las vías férreas constituían el problema
de más alto interés general siguiéndole desde luego los servicios sanitarios que en 1869 iniciaban su acción. En el año
1882 fue el encargado de dirigir la construcción del Ferrocarril de Villa Mercedes a San Juan en una época en que aun
por cierta zona sudoeste del país, los indios con sus correrías contestaban el dominio nacional. Inmediatamente se lo
designó administrador del Ferrocarril Andino de donde pasa a ser director del Departamento Nacional de Ingenieros
Civiles. Posteriormente pasa a su lúcida actuación en el saneamiento del país por medio de obras de ingeniería donde
tuvo tanta parte.
En Buenos Aires las obras de salubrificación se habían iniciado en el año 1869 bajo la dirección del ingeniero inglés
Juan Coghlan, a raíz de las epidemias de la cólera que atravesando el Atlántico llegaron al Plata en 1868. El flagelo
de la fiebre amarilla de 1871 que produjo más de 13.000 defunciones en una ciudad de 180.000 habitantes, aceleró el
proceso sanitario hacia 1889, veinte años después de iniciadas las obras de saneamiento eran reputadas como las más
adelantadas del mundo, ese año se dispuso arrendar las obras que construía el gobierno nacional, a una empresa privada.
Poco tiempo estuvieron fuera del Estado las obras de Buenos Aires y ya en 1891 volvían al gobierno nacional desde cuyo
momento el ingeniero Villanueva iba a tener participación decisiva en la organización y consolidación de estos servicios
consagrándolos como una empresa de la mayor cuantía y responsabilidad […]
Villanueva presidió el saneamiento de la capital federal por los métodos de ingeniería desde 1890 a 1910 con la breve
interrupción de tres años de su ministerio nacional. El primer ensayo en gran escala de la acción estatal en una industria
de servicio público en el país tuvo un éxito ejemplar. Durante el periodo de Villanueva se extendió a toda la población
porteña el servicio de agua purificada, las obras cloacales apenas iniciadas en los años de arrendamiento de estos servicio,
tuvieron enorme impulso, se proyectaron los servicios de salubrificación de Buenos Aires. Hacia toda la Argentina, se
iniciaron los trabajos en las capitales de trece de la catorce provincias y en otras ciudades más El vertiginoso crecimiento
de la ciudad de Buenos Aires y de otras veinte ciudades del país no lograron dominar al ingeniero Villanueva que
vigilaba solícito el movimiento demográfico para mantenerse a tono con sus dictados. Basta referir que la mortalidad
general de la ciudad de Buenos Aires descendió en los veinte años del período de Villanueva desde 30 a 15 por mil
habitantes. Las infecciones y las epidemias propias de las ciudades centenarias desaparecieron casi por completo de la
ciudad. Queda así presentada en breve síntesis la obra potente del ingeniero Villanueva, fallecido el 15 de julio de 1912”
(Texto en RI-CAI, 1946).
116 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
White, Guillermo (1844-1926).
“Como Huergo, era White uno de los ingenieros llamados “los doce apóstoles” ingresados al Departamento de Ciencias
Exactas, fundado en la Universidad de Buenos Aires en 1865 por Juan María Gutiérrez. Nacido White en la ciudad de
Dolores, en 1844, desde joven inició los estudios de agrimensura, incorporándose muy luego a los de ingeniería civil.
Fue pues, alumno de Rosetti, Speluzzi y Ramorino, alcanzando en 1870 el mencionado título; el de agrimensor procedía
del Departamento Topográfico de la provincia de Buenos Aires.
Contratado en 1870 por el ingeniero inglés señor Bateman para proyectar el puerto de Buenos Aires, el gobierno de la
provincia instituyó tres becas para que los jóvenes recién egresados, trabajaran a su lado; de ellas se le acordó una al
ingeniero White el 19 de noviembre de aquel año. En 1871, colaboró White con otro famoso ingeniero inglés, don Juan
Coghlan, el cual inició la ejecución de los servicios de agua potable de la ciudad, que correspondería a Bateman llevar
adelante. Con esta visión de los problemas de ingeniería, llegó White a la materia de su especialización, es decir a los
trabajos ferroviarios, lo cual no lo apartó del todo, por cierto, de los demás objetivos de la ingeniería, pues lo vemos
determinar el meridiano de cinco grados oeste de Buenos Aires, que separa la provincia del territorio de La Pampa, así
como los otros límites de ésta con San Luis y Córdoba, tareas que no podrían llamarse fáciles ni cómodas en tiempos
del presidente Avellaneda.
Designado ingeniero principal del Ferrocarril Oeste, en 1872, realiza un viaje de estudio y perfeccionamiento por Europa
y al regreso fija las normas para trazar la línea férrea Chivilcoy-Bragado. Alcanza en seguida la dirección de la oficina de
ingenieros de la Nación, donde actúa con verdadero rigor y eficacia. En el campo del riel, cúpole la ventura de impulsar
la obra poderosa de extenderlo por el país correspondiéndole la del tramo de Córdoba que se hizo llegar al río de las
Piedras, y otros ramales.
En 1886 se debatía en Buenos Aires el problema del puerto local: los ingenieros argentinos se congregaban entonces en
derredor del proyecto dentado del ingeniero Huergo, en tanto que los ingenieros de Europa se inclinaban por el sistema
eslabonado. Por desdicha el gobierno central se decidió por el proyecto llamado Madero, que tantos perjuicios causó y
causa al país: White se enroló entre los partidarios del plan dentado y desde su cargo de presidente del Departamento de
Ingenieros, defendió el sistema lógico, impugnando con valentía la fórmula Madero. Como no pudiera lograr el triunfo
de su visión patriótica, abandonó el cargo referido, para no signar con su complicidad el fatal error que el gobierno
cometía.
En 1886 se incorporó a las comisiones locales de los ferrocarriles del Sur y de Buenos Aires a Rosario, elevándose a la
presidencia de ambas comisiones al año subsiguiente. Igual cargo ocupó, al propio tiempo, en la Compañía de tranvías
ciudad de Buenos Aires. Bien se conoce la importancia substancial que tuvo el ferrocarril en el engrandecimiento del
país, desde el primer tramo construido por Wheelwright hasta los últimos tiempos. No es exagerado establecer que se le
deben el avance de la inmigración, el crecimiento de la producción, el desarrollo del comercio exterior, la consolidación
del trabajo, la unidad territorial, la unificación moral e intelectual del país, el aumento del intercambio, etc. El ingeniero
White comprendió desde el primer momento que sólo por el riel se podía conquistar el territorio nacional y llevar al
país por senderos de indestructible grandeza, y la posteridad, a que pertenecemos, sabe que no se equivocó este vidente
pensamiento constructor. Entre las grandes conquistas de White, cuéntase la de haber logrado que el comité central de
Londres, del Ferrocarril del Sud, ordenara la ejecución de la línea al Neuquén, solicitada urgentemente por el gobierno
federal, por razones vinculadas a la defensa nacional. Esta fue la obra pública, ejecutada con capitales extranjeros,
que más afianzara el predominio de la Nación en los territorios del sur contribuyendo al gran desarrollo del valle del
río Negro y la ulterior explotación petrolífera de Plaza Huincul. Los gobernantes con quienes trató este considerable
problema, se llamaron José Evaristo Uriburu y Benjamín Zorrilla.
El mismo ferrocarril construía después, pero siempre en tiempos del ingeniero White, y a precio de costo, los canales de
irrigación de la presa del río Negro. Correspondió también a White presidir el Comité local de la “Compañía del dock
sur” de Buenos Aires, cuyo valor como auxiliar del puerto local, nadie ignora.
Egresado de la Facultad de ingeniería en 1870, ya al año subsiguiente debió ocupar la cátedra de cálculo diferencial e
integral, que fundara en 1865 el eminente matemático italiano don Bernardino Speluzzi, lo que le valió la designación
de miembro del famosísimo Instituto de ingenieros civiles de Londres. Creada la Facultad de Ciencias Matemáticas de
Buenos Aires en 1874, se le designó académico de número primero y honorario después, lo que sucede, esto último, el 27
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de abril de 1905. El primer nombramiento llevó la firma del gobernador Acosta y es de 31 de marzo de 1874. Refundidas
las Facultades de Matemáticas y de Ciencias Físico-naturales en la de Ciencias Físico-matemáticas, por la gran reforma
que siguió a la nacionalización de la Universidad en 1880, don Guillermo White fue designado Académico de la Facultad
nacionalizada. La Facultad le designó luego, delegado titular al Consejo Superior Universitario en compañía del doctor
Pedro N. Arata. Las actividades societarias científicas contaron con White, pues fue presidente de la Sociedad Científica
Argentina, la gran institución, en tres períodos: 1877, 1883 y 1887. Fue también director de los Anales de esa sociedad
en otros tres períodos: 1878, 1884 y 1887. Fue asimismo presidente del Centro Nacional de Ingenieros en el segundo
período de este poderoso instituto, hasta el año 1896” (Texto en RI-CAI, 1945).
118 INGENIEROS Y OBRAS PRIVADAS, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)
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