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PROCEDIMIENTOS DE ENFERMERIA – IV CICLO MEDICINA

Contenido y objetivos

De acuerdo con el enfoque propuesto en el marco conceptual y los principios,


métodos y aplicaciones, esta Unidad plantea cómo la Prevención y control de
Infecciones, Cadena de infección, Principios de Prevención y control de Infecciones.
Definicion, Cadena de Infección, Proceso Infeccioso hospitalario. Mecanismos de
control. Asepsia Médica: Medidas de Bioseguridad. Y demostración y práctica de la
Técnica de Lavado de Manos Clínico, Práctica de la técnica del vestido con ropa
aséptica.
Al culminar la presente unidad el estudiante será capaz de:
 Identificar y formalizar el marco conceptual básico de la prevención y control de
Infecciones.
 Conoce el contexto de la cadena de infección, la transición epidemiológica,
incluyendo la historia natural de la enfermedad y la dinámica de propagación de la
enfermedad en la población.
 Describe los elementos básicos del proceso Infeccioso hospitalario así como sus
mecanismos de control.
 Describe los lineamientos de la asepsia Médica y medidas de Bioseguridad.
 Definir el alcance de las medidas de prevención y control de enfermedades.

INTRODUCCION:

El examen de las tendencias históricas en la enfermedad destaca la importancia de los


macro determinantes de la salud y de los riesgos de enfermar en las poblaciones, así
como la necesidad de tomarlos en cuenta al diseñar intervenciones de control y
prevención en salud pública.

El conocimiento epidemiológico sobre las enfermedades permite clasificarlas y obtener


una medida de su importancia y posibilidad de prevención. El conocimiento de la historia
natural de una enfermedad nos permite prevenir y, por tanto, la posibilidad de intervenir
efectivamente sobre ella. En un sentido amplio y con fines prácticos, la prevención suele
clasificarse en cuatro categorías o niveles, que se corresponden con las diferentes fases
de desarrollo de la enfermedad.

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Asimismo las condiciones cambiantes de salud representan riesgos para la población y
retos para los servicios de salud. Por tanto los trabajadores de la salud en general están
expuestos a diferentes factores de riesgo biológico por el contacto directo e indirecto,
permanente o temporal, con material orgánico proveniente de la atención de pacientes:
sangre, fluidos corporales, secreciones y tejidos, o a la manipulación de instrumental
contaminado. Estas situaciones conllevan exposición a riesgos biológicos de diversa
etiología, entre los que merecen destacarse las hepatitis B y C y el virus de
inmunodeficiencia humana, no solo por los efectos individuales sino también por su
impacto en el campo de la salud pública.

Por otra parte, el proceso de atención al paciente genera diariamente residuos de


diversa índole que ameritan un manejo correcto, pues de ello depende no solo la
prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, sino también la
prevención de enfermedades en la población de usuarios y la comunidad en general.

La prevención de la enfermedad cada día es un asunto de mayor interés en todos los


sectores y es prioridad del sector salud proteger a sus trabajadores de los efectos que
puede generar su labor. El incremento de exposición ocupacional a enfermedades
infectocontagiosas observado en los últimos años, hace necesario enfatizar en la práctica
de medidas de bioseguridad y adecuado manejo de los residuos hospitalarios, por parte
del personal que labora en entidades de salud.

Riesgo de Infecciones en el Personal de Salud

El riesgo de adquirir una infección o transmitirla en el hospital es bien conocido y


requiere de medidas de prevención. El trabajo hospitalario constituye un riesgo para la
adquisición de infecciones como resultado de la atención de los pacientes y también la
transmisión de infecciones de los trabajadores de salud a los pacientes. La exposición a
patógenos transmitidos por la sangre puede ocurrir de muchas maneras. Aunque las
heridas por pinchaduras con agujas son la forma más común de exposición para los
trabajadores del cuidado de salud, los patógenos transmitidos por la sangre también
pueden ser transmitidos a través de las membranas mucosas y contacto con la piel
dañada o lesionada de los trabajadores.

Una cultura de prevención en el personal de salud, orientada hacia el auto cuidado,


garantiza unas buenas prácticas de bioseguridad y un buen uso de los elementos de
protección personal. Los estándares universales de bioseguridad abarcan todos los
campos de la salud, implican la protección tanto para el prestador de servicios como
para quienes reciben la atención sanitaria. Desde esta perspectiva el profesional de salud

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debe ser formado y capacitado con el propósito brindar calidad en la atención que
presta mediante la protección y prevención en la salud.
1.1.Prevención y control de Infecciones:

Principios científicos:

Definicion de infección: Es la entrada y desarrollo o multiplicación de un agente


infeccioso en el organismo de una persona o animal.

Las infecciones son causadas por microorganismos pequeños que solo se pueden ver a
través de microscopio. (Aire. Piel, personas animales, plantas, suelo agua.
Algunos MO normalmente están en la piel y sus tractos respiratorios, intestinal, y genital.
(flora normal) Otros MO no se encuentran por lo regular sobre o dentro del cuerpo estos
se conocen como patógenos, todos pueden causar infecciones o enfermedades.

Entre los agentes Biopeligrosos se encuentran: ciertas bacterias, hongos, virus,


rickettsias, chlamidias, parásitos, productos recombinantes, alérgenos, cultivos de células
humanas y animales y los agentes infecciosos potenciales que contengan estas células,
viroides, priones y otros agentes infecciosos.

El riesgo concierne a aquel que trabaja directamente con estos agentes biopeligrosos, a
aquellos que trabajan en el mismo lugar físico y también a todos aquellos que estando
fuera del lugar podrían estar conscientemente o inconscientemente en contacto con los
desechos producidos por este trabajo de laboratorio. De ahí entonces que es necesario
tener claridad sobre las diferentes situaciones de riesgo, así como sobre los niveles de
Bioseguridad que permitan proteger internamente y externamente al Hombre de estas
contingencias.

Grupo de riesgo 1 (riesgo individual y poblacional escaso o nulo) Microorganismos que


tienen pocas probabilidades de provocar enfermedades en el ser humano o los animales.
Grupo de riesgo 2 (riesgo individual moderado, riesgo poblacional bajo) Agentes
patógenos que pueden provocar enfermedades humanas o animales pero que tienen
pocas probabilidades de entrañar un riesgo grave para el personal de laboratorio, la
población, el ganado o el medio ambiente. La exposición en el laboratorio puede
provocar una infección grave, pero existen medidas preventivas y terapéuticas eficaces y
el riesgo de propagación es limitado.
Grupo de riesgo 3 (riesgo individual elevado, riesgo poblacional bajo) Agentes patógenos
que suelen provocar enfermedades humanas o animales graves, pero que de ordinario

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no se propagan de un individuo a otro. Existen medidas preventivas y terapéuticas
eficaces.
Grupo de riesgo 4 (riesgo individual y poblacional elevado) Agentes patógenos que
suelen provocar enfermedades graves en el ser humano o los animales y que se
transmiten fácilmente de un individuo a otro, directa o indirectamente. Normalmente no
existen medidas preventivas y terapéuticas eficaces.

1.2.Cadena de infección

Enfermedad transmisible: Es cualquier enfermedad causada por un agente infeccioso


específico o sus productos tóxicos, que se manifiesta por la transmisión de este agente o
sus productos, de un reservorio a un huésped susceptible, ya sea directamente de una
persona o animal infectado, o indirectamente por medio de un huésped intermediario,
de naturaleza vegetal o animal, de un vector o del medio ambiente inanimado

El modelo tradicional (tríada epidemiológica) ilustra a las enfermedades infecciosas como


el resultado de la interacción entre el agente, el huésped y el ambiente. Específicamente,
la transmisión ocurre cuando el agente sale de su reservorio o hospedero a través de una
puerta de salida y es llevado a través de algún modo de transmisión a entrar a través de
una puerta de entrada a un hospedero susceptible a quien infecta.

Los agentes pueden ser infecciosos o no infecciosos y son necesarios, pero no siempre
suficientes, para causar la enfermedad; los agentes no infecciosos pueden ser químicos o
físicos. Los factores del huésped son los que determinan la exposición de un individuo:
su susceptibilidad y capacidad de respuesta y sus características de edad, grupo étnico,
constitución genética, género, estado socioeconómico y estilo de vida. Por último, los
factores ambientales engloban al ambiente social, físico y biológico.

La enfermedad en la población es un fenómeno dinámico y su propagación depende de


la interacción entre la exposición y la susceptibilidad de los individuos y grupos
constituyentes de dicha población a los factores determinantes de la presencia de
enfermedad; además, considera que toda causa precede a su efecto (el llamado
principio de determinismo causal). En consonancia con este enfoque, existen dos
modelos de causalidad en epidemiología ampliamente aceptados: la Triada
Epidemiológica y el modelo de Causas Componentes, que se describen brevemente a
continuación. La Triada Epidemiológica es el modelo tradicional de causalidad de las
enfermedades transmisibles; en este, la enfermedad es el resultado de la interacción
entre el agente, el huésped susceptible y el ambiente (Figura 2.2)

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Historia natural de la enfermedad

La historia natural de la enfermedad es el curso de la enfermedad desde el inicio hasta


su resolución. En otras palabras es la manera propia de evolucionar que tiene toda
enfermedad o proceso, cuando se abandona a su propio curso. El proceso se inicia con la
exposición de un huésped susceptible a un agente causal y termina con la recuperación,
la discapacidad o la muerte. En la Figura 2.4 se presenta el modelo tradicional de la
historia natural de la enfermedad y su relación con los niveles de prevención propuestos
por Level y Clark. En esta figura se delimitan claramente el periodo prepatogénico y
patogénico, el primero de ellos antes de la enfermedad y refleja el momento de la
interacción del agente, el ambiente y el huésped. El periodo patogénico muestra los
cambios que se presentan en el huésped una vez realizado un estimulo efectivo. El
horizonte clínico marca el momento en el que la enfermedad es aparentemente clínica.
En este modelo se remarca la importancia de las diferentes medidas de prevención que
se pueden llevar a cabo dependiendo del momento en que se encuentre la enfermedad,
así las actividades de prevención primaria se desarrollan en el periodo prepatogénico y
están encaminadas al fomento a la salud y a la protección específica; en la prevención
secundaria las acciones son el diagnóstico precoz, el tratamiento temprano y la
limitación del daño y la prevención terciaria se enfoca en la rehabilitación.

Cadena epidemiológica de las enfermedades infecciosas:

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Para entender las relaciones entre los diferentes elementos que conducen a la aparición
de una enfermedad transmisible, el esquema tradicional es la denominada cadena
epidemiológica. El esquema busca ordenar los llamados eslabones que identifican los
puntos principales de la secuencia continua de interacción entre el agente, el huésped y
el medio.

1. Agente causal: Es un factor que puede ser un microorganismo, sustancia química, o


forma de radiación cuya presencia excesiva o relativa ausencial es esencial para la
ocurrencia de la enfermedad.

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Agente infeccioso; Factor necesario en una enfermedad transmisible. Es el organismo vivo,
potencialmente capaz de producir la enfermedad infecciosa. Estos agentes biológicos
poseen características como:

MICROORGANISMO
MICROORGANISMO

VIRUS HONGOS – PROTOZOOS


BACTERIAS
Acelulares, constituida Cándida tiña
Seres vivos por material genético
unicelulares. Toxoplasmosis,
cubierta por proteínas.
disentería amebiana.
liberan toxinas . Son parásitos
intracelulares

Antigenicidad o inmunogenicidad: Es la habilidad de inducir inmunidad específica.


Vulnerabilidad al ambiente, a las sustancias químicas y agentes físicos y terapéuticos. Las
poblaciones (cepas) de especies microbianas están sujetas a cambios impredecibles lo
que lleva a la selección natural de formas (sea por mutación o por cambios en los
equilibrios de la población microbiana) que son capaces de sobrevivir y las cuales a
menudo resultan en cepas resistentes a los medicamentos
Infectividad: es la capacidad del agente infeccioso de poder alojarse y multiplicarse
dentro de un huésped.
Patogenicidad: es la capacidad de un agente infeccioso de producir enfermedad en
personas infectadas.
Virulencia: es la capacidad del agente infeccioso de producir casos graves y fatales.

“La capacidad de los agentes para infectar y producir enfermedades en los seres
humanos depende también de la susceptibilidad del huésped”.

Las enfermedades infecciosas se producen cuando un organismo vivo habita y se


multiplica sobre o dentro de otro, perjudicándolo a través de la producción de sustancias
tóxicas o bien lesionando, digiriendo o destruyendo una parte o la totalidad de su
estructura celular. Estos organismos dañinos suelen ser microscópicos —virus, bacterias

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y protozoos— pero también existen organismos mayores, como los hongos, las lombrices
y los artrópodos.

Según el grado más o menos elevado de complejidad alcanzado por su organización


biológica, los microbios se dividen en dos grupos principales: los virus y las bacterias.
Otros microorganismos, de estructura intermediaria, constituyen especies distintas.

Los virus

Los virus son organismos muy pequeños, que enferman al ser humano y que solo
pueden vivir adentro del núcleo de una célula. Una vez que han logrado introducirse,
toman el control de los mecanismos naturales de la célula para la cual está programada y
comienza a reproducirse. Este proceso de multiplicación destruye a la célula.
La médula ósea cuando nota este impedimento celular comienza una “guerra” creando
anticuerpos naturales y esa es la única forma que tiene nuestro cuerpo para evitar el
ataque viral. Hay algunos fármacos creados en laboratorios pero solo para algunos tipos
de virus y el costo es muy elevado.
El tratamiento, por el momento, se efectúa a través de la prevención en forma de
inmunización, que produce los anticuerpos en nuestro sistema antes de que ataque el
virus. En los últimos tiempos abundan las investigaciones sobre los
virus encógemeos (que producen cáncer) que, al parecer, estimulan las células para que
sean malignas.
A los virus se les llama “filtrables” porque son capaces de atravesar los poros muy finos
de los filtros de porcelana; se les llama también “ultravirus” porque no se pueden
descubrir al microscopio ordinario. Pero se distinguen de las bacterias por otras
características diferentes de las de sus dimensiones extremadamente reducidas (del
orden de la milésima de miera).

En efecto, procedimientos de laboratorio han permitido aislar algunos de ellos y precisar


algunas de sus particularidades. La principal es su incapacidad de desarrollarse fuera de
la materia viva, mientras que las bacterias se pueden cultivar en medios apropiados. Las
alteraciones y modificaciones que producen en aquella permiten generalmente
identificar al virus a su familia.

Las bacterias:

Una de las particularidades de las bacterias es la de ser visibles al microscopio ordinario,


pues son muchas mas grandes que los virus.. Su tamaño varía desde unas décimas de
miera (una miera = una milésima de milímetro) a unas mieras, pero la mayor parte son
de dimensiones suficientes para quedar retenidas por los filtros de porcelana. Están
formadas por una célula única, comparable a la célula humana, que tiene un núcleo y se
presentan generalmente en forma de bastoncillos o esferas.

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Algunas están dotadas de cilios vibrátiles que les permiten moverse, otras tienen la
facultad de producir corpúsculos resistentes, las esporas, gracias a las cuales pueden
vivir a marcha lenta en condiciones desfavorables: es el caso del bacilo del tétanos.
Su poder destructor se ejerce tanto a nivel de un tejido privilegiado (como en la difteria
por ejemplo), puesto que el microbio se instala electivamente en la retrofaringe) en el
que liberan sustancias químicas tóxicas que acarrea la sangre, tanto a nivel del
organismo en su conjunto cuyo equilibrio comprometen con su proliferación.
Se dice entonces que hay septicemia, es decir infección generalizada. Pero muy a
menudo unen la toxicidad a una gran capacidad de multiplicación, con el peligro de una
invasión masiva del organismo.
Existen dos grupos de fármacos que sirven para tratar la infección bacteriana. El primer
grupo, los bacteriostáticos, impiden la multiplicación de las bacterias. El segundo grupo,
los antibióticos, destruyen las membranas celulares o canales metabólicos de las
bacterias, o bien actúan como venenos directos.
Para encontrar el fármaco antibacteriano adecuado a la bacteria infecciosa hay que
cultivar la bacteria en un recipiente y agregarle láminas impregnadas de antibióticos.
Con un antibiótico eficaz, la lámina presentará un espacio yermo a su alrededor donde
no puede crecer el organismo. En este caso, se dice que es “sensible” al antibiótico.

Los hongos

Los hongos constituyen, con toda probabilidad, el grupo de organismos más extendido,
pues residen en prácticamente todas las especies animales y vegetales así como en su
habitat. Por consiguiente, apenas hay diferencias entre determinados anillos en el
césped y la tina en la piel. La característica forma de anillo en crecimiento indica que hay
hongos en ambos medios.
Son muy pocos los hongos que infectan a los seres humanos, y la mayoría de éstos
colonizan sobre todo la superficie (piel, uñas y pelo). Si embargo, hay diferencias
geográficas. En América del Norte, por ejemplo, hay muchos hongo invasores, que
producen enfermedades como la pulmonía. Estos hongos no se encuentran en Europa.
Las esporas de los hongos, llevadas por el viento, pueden causar asma y muchas alergias
en lo: seres humanos, pero no son infecciosas en si sentido más estricto.

2. Reservorio

El reservorio de un agente es el hábitat donde vive, crece y se multiplica normalmente. Los


reservorios incluyen personas, animales y el ambiente; el reservorio puede ser la fuente de
transmisión de la infección a los humanos. Por ejemplo, el reservorio de Clostridium
botulinum es la tierra, aunque la fuente de la mayoría de las infecciones son las comidas
enlatadas que contienen esporas de C. botulinum.

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Tipo de reservorio:

a) Reservorios humanos. Muchas enfermedades infecciosas comunes tienen un


reservorio humano; las enfermedades que se transmiten persona a persona sin
intermediarios incluyen las enfermedades de transmisión sexual, el sarampión, la
parotiditis, las infecciones estreptocócicas, la mayoría de los patógenos respiratorios y
muchos otros. Se logró erradicar la viruela después de identificar y aislar el último caso
porque el ser humano es el único reservorio del virus. Existen dos tipos de reservorio
humanos:

 personas con infecciones asintomáticas.


 portadores.

Un portador es una persona que no tiene manifestaciones clínicas pero que puede
transmitir la enfermedad. Los portadores pueden ser asintomáticos (nunca tienen
manifestaciones clínicas), en incubación o convalecientes que son capaces de transmitir la
enfermedad antes o después de que padecen la enfermedad clínica). Un portador crónico
es alguien que es reservorio de un agente (como el virus de la hepatitis B o Salmonella
typhi) por mucho tiempo (meses o años) después de la infección inicial. Es muy común que
estos portadores transmitan la enfermedad a otros porque no saben que son infecciosos y
por eso no realizan actividades para reducir la transmisión. De otra manera, las personas
sintomáticas tienen menos probabilidad de transmitir la infección porque tienen más
probabilidad de diagnosticarse y tratarse, reduciendo así la oportunidad de infectar a los
demás.

b) Reservorios animales. Las enfermedades infecciosas que se transmiten de los animales


vertebrados a los humanos se llaman zoonosis. En general, éstas enfermedades se
transmiten de animal a animal con el humano como un huésped incidental. Estas

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enfermedades incluyen la brucelosis (vacas, cabras y cerdos), el ántrax (ovejas), la peste
(roedores), la triquinosis (cerdos) y la rabia (murciélagos, perros y otros mamíferos).

c) Reservorios ambientales. Las plantas, la tierra y el agua también son reservorios de


algunos agentes infecciosos. Muchos hongos, como los que causan la histoplasmosis,
viven y se multiplican en la tierra. El reservorio primario del bacilo de la enfermedad de
los Legionarios son las colecciones de agua, incluyendo las de los tanques de
enfriamiento y los condensadores de evaporación.

3. Puerta de salida

Las puertas de salida son las rutas que toma el agente para abandonar el hospedero
fuente o reservorio. La puerta de salida generalmente corresponde al sitio donde se
localiza el agente. Por ejemplo, el bacilo de la tuberculsosis y los virus de la influenza salen
del tracto respiratorio, los esquistosomas a través de la orina, el Sarcoptes scabiei a través
de las lesiones cutáneas y el enterovirus 70, un agente de la conjuntivitis hemorrágica, a
través de las secreciones conjuntivales. Algunos agentes que se transmiten por la sangre
pueden salir a través de la placenta (rubéola, sífilis, toxoplasmosis) mientras que otros
salen a través de la piel (vía percutánea), a través de heridas o agujas (hepatitis B) o a
través de vectores que se alimentan de la sangre (como la malaria),

4. Mecanismos de transmisión

Después que el agente sale de su reservorio natural, puede transmitirse al huésped


susceptible en varias formas, que se clasifican como:

 Directa
 contacto directo
 por gotas
 Indirecta
o aerosol
o a través de un vehículo
o a través de un vector
 mecánico
 biológico

En la transmisión directa, hay una transferencia inmediata del agente desde su reservorio
natural al huésped susceptible por contacto directo o aerosol. El contacto directo ocurre a
través de besos, contacto de piel a piel o relaciones sexuales; el contacto directo también
se refiere al contacto con la tierra o la vegetación. Por ejemplo, la mononucleosis

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infecciosa ("la enfermedad del beso") y la blenorragia se transmiten de persona a persona
por contacto directo; las uncinarias se transmiten por contacto directo con tierra
contaminada. La transmisión por aerosol se refiere al rocío con gotas relativamente largas
y con un rango corto que se produce cuando se tose, estornuda, o aún habla; se clasifica la
transmisión por gotas como contacto directo porque la transmisión es por un rocío directo
a una distancia de pocos metros, antes de que las gotas entre en contacto con el suelo.

En la transmisión indirecta, un agente se transmite de su reservorio a un huésped


susceptible a través de partículas suspendidas en el aire o intermediarios animados
(vectores) o no animados (vehículos).

La mayoría de los vectores son artrópodos tales como zancudos, pulgas o garrapatas, que
pueden transmitir el agente con mecanismos puramente mecánicos. Por ejemplo, las
moscas transmiten la Shigella en sus patas; las pulgas transmiten la Yersinia pestis (el
agente de la peste) en sus intestinos y lo deposita en la piel de un nuevo hospedero. En la
transmisión mecánica, el agente no se multiplica ni se transforma de ninguna manera
dentro del vector; en contraste, en la transmisión biológica, el agente realiza parte de su
ciclo de vida dentro del vector antes de ser transmitido al nuevo huésped. Cuando el
agente se transforma dentro del vector, el vector sirve como huésped intermediario y
como medio de transmisión a la vez.

Los vehículos que pueden transmitir un agente indirectamente incluyen la comida, el agua,
los productos biológicos (sangre) y objetos no animados (pañuelos, sábanas y bisturís
quirúrgicos). Tal como sucede con los vectores, los vehículos pueden transmitir el agente
pasivamente (el agua o la comida pueden transmitir el virus de la hepatitis A) o puede
proporcionar un ambiente dentro del cual un agente puede crecer, multiplicarse o producir
una toxina (por ejemplo, la comida enlatada puede proporcionar un ambiente dentro del
cual el C. botulinum puede producir su toxina).

La transmisión por vía aérea es por partículas suspendidas en el aire. Hay dos tipos de
partículas: el polvo y los núcleos de las gotas; el polvo del aire contiene partículas
infecciosas provenientes de la tierra y material de las superficies que se suspendió en el
aire. Los núcleos de las gotas son los residuos de gotas secas, tienen un tamaño menor que
5 micrones y pueden permanecer suspendidos en el aire por períodos largos; pueden ser
transportados a distancias largas y entrar fácilmente a los pulmones durante la inhalación.
Por eso, son una vía importante de transmisión de algunas enfermedades. Por ejemplo, la
tuberculosis se cree que se transmite con mas frecuencia indirectamente, a través de los
núcleos de las gotas, que directamente por gotas. La enfermedad de los legionarios y la
histoplasmosis se transmiten por vía aérea.

5. La puerta de entrada.

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Un agente entra a un huésped susceptible a través de una puerta de entrada, la cual debe
dar acceso a los tejidos dentro de los cuales un agente puede multiplicarse o una toxina
puede actuar. Con frecuencia, los organismos utilizan la misma puerta para entrar a un
nuevo hospedero que para salir del hospedero fuente de infección. Por ejemplo, el virus de
la influenza sale del tracto respiratorio del hospedero fuente y entra por el tracto
respiratorio del nuevo huésped. La vía de transmisión de muchos agentes patógenos
intestinales es la vía fecal-oral porque los organismos salen con las heces, son transmitidos
a través de las manos no bien lavadas y después son transferidos a través de un vehículo
(como comida, agua o cubiertos) a la boca de un nuevo hospedero. Otras puertas de
entrada incluyen la piel (uncinariasis), las membranas mucosas (sífilis, tracoma) y la sangre
(hepatitis B).

6. El Hospedero

El último eslabón de la cadena de infección es el hospedero susceptible. La susceptibilidad


del huésped depende de factores genéticos, de la inmunidad adquirida específica y de
otros factores que influyen en la capacidad del individuo para resistir una infección y
limitar su patogenicidad. La constitución genética de un individuo puede aumentar o
disminuir su susceptibilidad. Los factores generales que protegen contra una infección
incluyen la piel, las membranas mucosas, la acidez gástrica, los cilios del tracto respiratorio,
el reflejo de la tos y la respuesta inmunológica no específica.

Los factores generales que pueden aumentar la susceptibilidad incluyen la desnutrición, el


alcoholismo, la enfermedad y los tratamientos que influyen negativamente en la respuesta
inmune. La inmunidad adquirida específica se refiere a los anticuerpos protectores contra
un agente específico; los individuos pueden adquirir anticuerpos protectores de dos
maneras:

1) se pueden desarrollar anticuerpos como respuesta a una infección, una vacuna o un


toxoide, a lo que se denomina inmunidad activa;

2) se puede adquirir anticuerpos maternos antes del nacimiento a través de la placenta o


recibir inyecciones de antitoxinas o de inmunoglobulinas hiperinmunes, a lo que se
denomina inmunidad pasiva.

La cadena de infección puede interrumpirse cuando un agente no encuentra un hospedero


susceptible y ocurre si hay una alta proporción de personas resistentes al agente. Esta
situación limita la transmisión porque disminuye la probabilidad de contacto entre las
personas infectadas y las personas susceptibles. Este concepto se llama inmunidad de
rebaño. El grado de inmunidad de rebaño necesaria para prevenir o abortar una epidemia
depende de la enfermedad. Teóricamente, la inmunidad de rebaño significa que no todos
los miembros de una comunidad tienen que ser resistentes (inmunes) para prevenir la
transmisión u ocurrencia de un brote.

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Finalmente, se pueden realizar prácticas para proteger las puertas de entrada de un
huésped susceptible o reducir la susceptibilidad del huésped potencial. Por ejemplo, una
máscara y unos guantes pueden proteger a un odontólogo de la sangre, las secreciones y
las gotas de saliva provenientes de un paciente y al mismo tiempo, proteger al paciente del
odontólogo. Los antibióticos profilácticos y la vacunación pueden aumentar las defensas
de un huésped potencial.

Aspectos estructurales y funcionales

La piel intacta y las membranas mucosas proveen al cuerpo de una cubierta


impermeable a muchos parásitos vivos y agentes químicos. Las membranas mucosas son
más fácilmente penetrables que la piel intacta, y sirven a menudo de puerta de entrada a
varios agentes patógenos. Los reflejos como la tos y el estornudo, por ejemplo,
representan un esfuerzo para limpiar las vías respiratorias de sustancias dañinas. Las
secreciones mucosas, como las lágrimas y la saliva, tienen una acción limpiadora simple
y pueden también contener anticuerpos específicos contra microbios patógenos. Otros
mecanismos de defensa son las secreciones gástricas (acidez gástrica), el peristaltismo y
los anticuerpos inespecíficos. Un germen que penetra la cubierta protectora del cuerpo
se enfrenta a una variedad de mecanismos de defensa inmunológica, tanto de tipo
celular (linfocitos T, macrófagos y otras células presentadoras de antígenos) como de tipo
humoral (linfocitos B, anticuerpos y otras sustancias).

El deterioro inmunológico, como en el caso del virus del SIDA, o el uso de drogas
inmunosupresoras, o enfermedades crónicas facilita la multiplicación de otros gérmenes
como el de la tuberculosis o de agentes oportunistas como el Pneumocistis carinii. Otro
ejemplo más común es la ocurrencia de bronconeumonía bacteriana como episodio
terminal en personas con enfermedad crónica no infecciosa.
La edad es un factor de gran importancia puesto que la ocurrencia y gravedad de las
enfermedades varían según la edad del huésped. Las enfermedades eruptivas de la
infancia son ejemplos de cómo la edad influye en la ocurrencia de las enfermedades
contagiosas.
Las diferencias en susceptibilidad debidas intrínsecamente al sexo son más difíciles de
demostrar. Sin embargo, se conoce por ejemplo que la susceptibilidad a ciertas
infecciones de transmisión sexual como la gonorrea o la clamidiasis es mayor en mujeres
que en hombres debido, en parte, a consideraciones anatómicas, fisiológicas y a la
presencia de coinfecciones (dos o más infecciones simultáneamente)
El grupo étnico y el grupo familiar son también características relevantes del huésped.
Los miembros de un grupo étnico comparten muchos rasgos genéticamente
determinados que pueden incluir, además de las características físicas obvias (el

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fenotipo), un aumento en la susceptibilidad o resistencia a los agentes específicos de
enfermedad.
Los efectos del estado nutricional y las infecciones están íntimamente relacionados y a
menudo se potencian entre sí. La desnutrición grave provoca un deterioro en la
respuesta inmune y esto conlleva a un aumento en la susceptibilidad a enfermedades
bacterianas. Cuando un niño sufre de desnutrición protéico-calórica aumenta la
probabilidad de que algunas enfermedades se presenten en su forma más grave y, con
ello, aumenta su riesgo de complicaciones, secuelas y discapacidad permanente.

Proceso Infeccioso hospitalario. Mecanismos de control.

Infecciones intrahospitalarias

Las infecciones intrahospitalarias (IIH) o también llamadas infecciones asociadas a la


atención de salud (IAAS); son infecciones adquiridas durante la estancia en un hospital y
que no estaban presentes ni en período de incubación al momento del ingreso del
paciente. Estos eventos son un problema de salud pública importante debido a la
frecuencia con que se producen, la morbilidad y mortalidad que provocan, y la carga que
imponen a los pacientes, al personal sanitario y a los sistemas de salud.

El paciente se verá expuesto al riesgo de una infección por el solo hecho de recibir
atención en un centro hospitalario, particularmente cuando requiera tratamientos o
procedimientos invasivos.
• Las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS) producen un impacto en los
pacientes, sus familias, el personal y los centros de atención médica.
• La epidemiología puede ayudar al personal de un determinado centro a comprender la
ocurrencia, magnitud, distribución y severidad de las infecciones asociadas a la atención
en salud.
• Entender la epidemiología inherente a las infecciones asociadas a la atención en salud
puede contribuir a dar prioridad a problemas y definir estrategias de prevención y
control eficientes.
• Comprender cómo opera la cadena de infección, especialmente los modos de
transmisión, ayuda al personal a prevenir la ocurrencia de IAAS.
• La información sobre la ocurrencia de infecciones asociadas a la atención en salud,
desagregada por huésped, agente y ambiente, así como por su distribución
espaciotemporal, resulta muy útil para la planificación de estrategias de prevención y
evaluación de intervenciones preventivas.

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Definicion de Infecciones asociadas a al a atención de salud (IAAS):

Una infección contraída en el hospital por un paciente internado por una razón distinta
de esa infección.

Una infección que se presenta en un paciente internado en un hospital o en otro


establecimiento de atención de salud en quien la infección no se había manifestado ni
estaba en período de incubación en el momento del internado. Comprende las
infecciones contraídas en el hospital, pero manifiestas después del alta hospitalaria y
también las infecciones ocupacionales del personal del establecimiento.

Se entiende por infección hospitalaria o enfermedad yatrógena, aquella que se adquiere


durante la hospitalización por una causa ajena al proceso patológico del paciente y que
puede manifestarse mientras permanece ingresado o posteriormente, cuando es dado
de alta.

En el transcurso de estos últimos años, el problema de las infecciones hospitalarias se ha


convertido en un tema de actualidad. El hospital, por sí mismo, constituye un medio
específico que facilita y favorece la propagación de la infección, ya que en él conviven en
estrecha relación individuos con diferentes patologías y profesionales sanitarios. Aunque
la imagen que ofrece el hospital a la sociedad, es de un lugar seguro, en el que se suelen
resolver de forma favorable las patologías que presentan los individuos, ni el paciente ni
sus familiares, e incluso en la mayoría de los casos, el personal sanitario, son conscientes

16
de que el paciente tiene muchas posibilidades de adquirir durante su hospitalización,
una enfermedad diferente a la patología que le obligó a ingresar.

Este tipo de riesgo de infección puede contemplarse en cuatro vertientes.

- El que aporta el enfermo a otros enfermos hospitalizados.

- El que aporta el enfermo al personal hospitalario.

- El que aporta el personal hospitalario al enfermo.

- El que aportan las condiciones del medio hospitalario al enfermo y al personal


del hospital.

Este riesgo recíproco enfermo-personal asistencial, constituye una cadena


epidemiológica, aunque, en toda infección hospitalaria, juega un papel
importante los factores secundarios el medio ambiente hospitalario.

Para poder resolver o paliar este problema es imprescindible que los


profesionales sanitarios tomen conciencia del concepto “infección hospitalaria”,
ya que son las actividades sanitarias colectivas, originadas por actos inadvertidos
o por inhibiciones de los actos higiénicos elementales, las que las producen.

Así pues, son actos típicamente yatrógenos: Abuso o uso inadecuado de


antibióticos. Uso inadecuado o limitado de antisépticos y desinfectantes.
Práctica innecesaria de técnicas traumáticas. No lavarse las manos. Uso
incorrecto de técnicas quirúrgicas (mascarillas, circulaciones). Inadecuación del
personal y del material.

Aunque se lleven a cabo las medidas higiénicas pertinentes, numerosos estudios


han demostrado que la infección hospitalaria no puede eliminarse
completamente, pero sí reducirse. El tanto por ciento de infección hospitalaria
considerado tolerable en un hospital general, oscila entre el 3 y el 15%. Sin
embargo, su incidencia se acerca a cifras más altas.

Por todo lo expuesto, podemos decir que, la higiene hospitalaria no es solo un


conjunto de técnicas encaminadas a evitar la infección, sino también una actitud
de toda persona que trabaja en un centro asistencial.

Importancia de las IAAS:

17
Las infecciones contraídas en los establecimientos de atención de salud están entre las
principales causas de defunción y de aumento de la morbilidad en pacientes
hospitalizados. Son una pesada carga para el paciente y para el sistema de salud pública.

 Agravan la discapacidad funcional y la tensión emocional del paciente y, en algunos


casos, pueden ocasionar trastornos discapacitantes que reducen la calidad de la vida.
Son una de las principales causas de defunción.
 Los costos económicos son enormes.
 Una estadía prolongada de los pacientes infectados es el mayor factor contribuyente
al costo.
 Una estadía prolongada aumenta no solo los costos directos para los pacientes o los
pagadores, sino también los indirectos por causa del trabajo perdido.
 El mayor uso de medicamentos, la necesidad de aislamiento y el uso de más estudios
de laboratorio y otros con fines de diagnóstico también elevan los costos.
 Agravan el desequilibrio existente entre la asignación de recursos para atención
primaria y secundaria al desviar escasos fondos hacia el tratamiento de afecciones
potencialmente prevenibles.

Principales tipologías de infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS)


Hay cuatro tipos principales de IAAS, todas asociadas a procedimientos invasivos o
quirúrgicos. Ellos son:
1. Infección de tracto urinario asociada al uso de catéter (ITU-CA)
2. Neumonía asociada al uso de ventilador (NAV)
3. Infección de sitio quirúrgico (ISQ)
4. Infección del torrente sanguíneo asociada al uso de catéter (ITS-CVC)

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Factores epidemiológicos relacionados a IAAS
Los tres grupos de factores de riesgo para IAAS son: factores huésped, factores agente y
factores ambientales. A continuación, el detalle de cada factor de riesgo:

Factores huésped
Los factores huésped afectan el riesgo de una persona a la exposición y resistencia a la
infección. Los pacientes que se internan en un centro de atención médica generalmente
llegan en mal estado de salud, con bajas defensas contra bacterias y otros agentes
infecciosos. La edad avanzada, el nacimiento prematuro y la inmunodeficiencia (asociada
a drogas, enfermedades o irradiación) constituyen un riesgo general, mientras que
ciertas patologías conllevan riesgos específicos. Por ejemplo, la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica aumenta la posibilidad de infección de tracto respiratorio.

Otros factores huésped asociados con un mayor riesgo de IAAS incluyen tumores
malignos, infección con el virus de inmunodeficiencia humana, quemaduras graves y
ciertas enfermedades de la piel, desnutrición severa, coma, diabetes mellitus,
enfermedad broncopulmonar, problemas circulatorios, heridas abiertas y traumas.

Factores agente
Un agente infeccioso puede ser una bacteria, virus, hongo o parásito.
La mayor parte de las IAAS se asocian a una bacteria o virus; a hongos ocasionalmente y
a parásitos, muy rara vez. Hay 2 tipos principales de bacterias que causan IAAS: cocos
Gram-positivos (Por ej. Staphylococcus y Streptococcus) y bacilos Gram-negativos (Por
ejemplo, Acinetobacter, Pseudomonas, Enterobacter y Klebsiella).

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Epidemiología de las infecciones asociadas a la atención en salud
Factores ambientales: En esta categoría entran los factores extrínsecos que afectan ya
sea al agente infeccioso o al riesgo de una persona de verse expuesta a este agente. Los
factores ambientales relativos a IAAS incluyen el ambiente animado e inanimado que
rodea al paciente. El ambiente animado se refiere al personal de atención en salud, otros
pacientes en la misma unidad, familia y visitas. El ambiente inanimado incluye el
instrumental y equipos médicos, así como las superficies ambientales. Otros factores de
riesgo asociados al ambiente de atención en salud son las condiciones de salubridad,
limpieza de la unidad, temperatura y humedad, así como las técnicas de diagnóstico y
maniobras terapéuticas empleadas.

Principios de Prevención y control de Infecciones.

En un sentido amplio y con fines prácticos, la prevención suele clasificarse en cuatro


categorías o niveles, que se corresponden con las diferentes fases de desarrollo de la
enfermedad.
• Prevención primordial; se dirige a evitar el surgimiento y la consolidación de patrones
de vida sociales, económicos y culturales que se sabe contribuyen a elevar el riesgo de
enfermar; éste es el nivel de prevención más recientemente reconocido y tiene gran
relevancia en el campo de la salud poblacional; las medidas contra los efectos mundiales
de la contaminación atmosférica o el establecimiento de una dieta nacional baja en grasa
animal saturada son ejemplos de prevención primordial.

• Prevención primaria; se dirige a limitar la incidencia de enfermedad mediante el


control de sus causas y factores de riesgo; implica medidas de protección de la salud, en
general a través de esfuerzos personales y comunitarios; la inmunización, la
pasteurización de la leche, la cloración del agua, el uso de preservativos o la
modificación de factores y comportamientos de riesgo son ejemplos de prevención
primaria. Los enfoques estratégicos individual y poblacional revisados hacen referencia
básica a la prevención primaria.

• Prevención secundaria; que se dirige a la curación de las personas enfermas y la


reducción de las consecuencias más graves de la enfermedad mediante la detección
temprana y tratamiento precoz de los casos; su objetivo no es reducir la incidencia de la
enfermedad sino reducir su gravedad y duración y, en consecuencia, reducir las
complicaciones y la letalidad de la enfermedad. Los programas de tamizaje poblacional,
como las campañas masivas de examen de Papanicolaou para detección y tratamiento
precoces del cáncer de cuello uterino, son ejemplos de prevención secundaria.

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• Prevención terciaria; se dirige a reducir el progreso y las complicaciones de una
enfermedad ya establecida mediante la aplicación de medidas orientadas a reducir
secuelas y discapacidades, minimizar el sufrimiento y facilitar la adaptación de los
pacientes a su entorno; es un aspecto importante de la terapéutica y la medicina
rehabilitadora. La prevención terciaria implica una atención médica de buena calidad y
es difícil de separar del propio tratamiento de la enfermedad.

Medidas de control

Los servicios de salud a nivel local tienen que mantener una doble acción; por un lado,
proveer atención a las personas según sus necesidades individuales y, por otro,
desarrollar acciones dirigidas a la población en su conjunto, según normas y prioridades
establecidas.

En un sentido amplio, ambas acciones implican la aplicación de medidas de control; en el


primer caso, el control de la enfermedad en las personas, a través de servicios de salud;
en el segundo caso, el control de la enfermedad en la población, a través de programas
de salud. El término control implica la acción sobre un elemento observado a fin de
conseguir su retorno a un nivel esperado. De hecho, el diccionario de epidemiología de
Last define control como la acción reguladora, restrictiva, correctora, restauradora de la
normalidad.

Clásicamente, en la salud pública se ha definido control como el conjunto de medidas,


acciones, programas u operaciones continuas y organizadas dirigidas a reducir la

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incidencia y la prevalencia de una enfermedad a niveles lo suficientemente bajos como
para que no sea ya considerada un problema de salud pública.

Dirigidas al agente

Las medidas de prevención y control pueden dirigirse a la destrucción del agente y/o a
evitar el contacto entre huésped y agente.
• Destrucción del agente (desinfección): el empleo de quimioterápicos, la cloración del
agua y la esterilización del equipo quirúrgico son ejemplos de estas medidas.
• Evitar el contacto huésped-agente: las acciones fundamentales se dirigen a:
– Aislar y limitar el movimiento de los casos altamente contagiosos cuando existe un
gran número de susceptibles en el área o aislar a los más susceptibles (aislamiento,
cuarentena, cordón sanitario).
– Buscar, identificar y tratar a los enfermos y portadores, a través de la detección,
diagnóstico, notificación, tratamiento y seguimiento de casos hasta su período de
convalecencia y total recuperación (alta epidemiológica), sea a través de las actividades
de vigilancia o por investigación de campo.

Dirigidas al reservorio
Dependiendo de la naturaleza, las medidas de control pueden dirigirse a los reservorios
humanos, animales o ambientales.
• Reservorios humanos (casos clínicos y subclínicos y portadores, convalecientes,
crónicos e intermitentes)
Aislamiento y cuarentena.
– Quimioterapia, como tratamiento profiláctico para eliminar el agente de pacientes
infectados.
– Inmunización para evitar el estado de portador.

• Reservorios animales:
– Inmunización de animales salvajes y mascotas contra la rabia.
– Control sanitario y quimioterapia masiva de ganado para consumo humano, incluso
eliminación de los animales (teniasis, encefalopatía espongiforme).
– Eliminación de garrapatas de ciertas mascotas.

• Reservorios ambientales:
– Desinfección de áreas contaminadas con heces de aves y murciélagos.
– Eliminación de criaderos de mosquitos.
– Tratamiento de torres de enfriamiento y máquinas de aire acondicionado que pueden
alojar Legionella pneumophila.

Dirigidas a la puerta de salida

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El agente suele salir del reservorio humano y animal por vías fisiológicas, tales como la
respiratoria y la digestiva. El control de la vía de salida respiratoria es el más difícil y, por
ello, históricamente ha dado lugar a medidas de aislamiento y cuarentena de los
pacientes. Las medidas de control entérico, o sea, bloqueo de la vía de salida digestiva,
comprenden mas bien acciones de eliminación del agente por medio de la desinfección,
incluyendo la aplicación continua de medidas de higiene personal básicas. La vía
percutánea se puede bloquear evitando punciones de agujas y picaduras de mosquito y
la vía genitourinaria empleando preservativos; en ocasiones, la salida del agente por vía
transplacentaria, usualmente efectiva para contener infecciones, puede ser bloqueada
mediante la aplicación de medidas terapéuticas, como la administración de
antiretrovirales en mujeres gestantes infectadas por el VIH. En estos casos se intenta
evitar la contaminación de agujas, la infección del vector y el contagio a otra persona, es
decir, la medida de bloqueo de la puerta de salida se dirige al reservorio de la
enfermedad, usualmente el individuo enfermo o infectado.

Dirigidas a la vía de transmisión

El ambiente, como uno de los elementos básicos de la cadena de transmisión, requiere


de estrictas medidas de control, especialmente de tipo permanente, para evitar la
aparición de enfermedades transmisibles. Entre las principales medidas están: • Evitar
que el agua, los alimentos y el suelo sean contaminados con excretas humanas o
animales u otros materiales biológicos potencialmente peligrosos para la salud.

Interrumpir la transmisión a través de vectores o huéspedes intermediarios; estas


medidas son generalmente complejas por que requieren un conocimiento detallado del
comportamiento del agente causal, del intermediario y de la propia ecología donde la
enfermedad prevalece. Varias medidas han sido diseñadas para interrumpir el ciclo vital
del agente transmitido por vectores; estas medidas varían según la enfermedad en
cuestión pero las más comunes incluyen algunas de las siguientes:
– Evitar el contacto entre el vector y el sujeto infectado.
– Prevenir la infección del vector con el agente.
– Tratar al sujeto infectado para que deje de ser fuente potencial de infección.
– Exterminar al vector.
– Prevenir el contacto entre un vector infectado y una persona susceptible.

Dirigidas a la puerta de entrada

Habitualmente la puerta de entrada es biológicamente similar a la puerta de salida del


agente y las medidas de control también. Evitar la punción con agujas, las picaduras de
mosquitos, limpiar y cubrir las heridas y usar preservativos, son ejemplos de medidas de

23
control dirigidas a bloquear la puerta de entrada. En este caso, las medidas de bloqueo
de la puerta de entrada se dirigen al huésped susceptible, a diferencia de las de bloqueo
de la puerta de salida, que se dirigen al reservorio (el paciente), según hemos visto. Las
puertas de entrada respiratoria y digestiva son también las más difíciles de controlar; de
hecho, la aplicación de medidas masivas de eliminación o destrucción del agente por
medio de desinfección son las únicas que protegen estas puertas de entrada en el
huésped susceptible; si aquellas fallan, estas también y, por tanto, la enfermedad se
propaga con facilidad. Esto explica en parte la alta prevalencia de enfermedades de
transmisión respiratoria y digestiva, así como la importancia de mantener sistemas de
abastecimiento de agua y saneamiento con apropiado control de calidad, entre otros
aspectos relevantes.

Dirigidas al huésped susceptible

Por su carácter, estas medidas pueden ser de dos tipos: inespecíficas o específicas.
• Inespecíficas. Estas medidas están encaminadas a influir sobre el estilo de vida a través
de la promoción de la salud individual, la influencia de la sociedad, la familia y el grupo
social de pertenencia o referencia, como elementos claves para desarrollar
comportamientos saludables que eviten la enfermedad en la población.
Dependen tanto de valores sociales como de intervenciones sanitarias. Las más comunes
incluyen mantener medidas higiénicas personales y colectivas, incluyendo una dieta
balanceada, programar tiempo de descanso y ejercicio, tomar precauciones universales
para el cuidado de personas enfermas, etc.

Estas medidas generales son aplicables a todo tipo de riesgo, enfermedad y daño y su
importancia para el control de enfermedades transmisibles es enorme.

En el contexto de los servicios de salud, sean asistenciales, de salud pública y


epidemiología, de laboratorio o apoyo diagnóstico, es de especial importancia considerar
la aplicación rutinaria de medidas universales de bioseguridad, para protección del
personal de salud, los pacientes bajo cuidado y la propia población; las medidas de
bioseguridad son esencialmente medidas de control de riesgos con potencial epidémico.

• Específicas. Estas medidas están encaminadas a mejorar la habilidad del huésped para
resistir el ataque de agentes productores de la enfermedad, ya sea disminuyendo su
susceptibilidad, aumentando su resistencia o disminuyendo su nivel de exposición al
daño específico. La aplicación de vacunas, el uso profiláctico de productos
inmunológicos o farmacológicos y la aplicación de medidas curativas y de rehabilitación
en general son ejemplos de estas medidas.

24
Asepsia Médica:

La palabra asepsia es de origen griego; significa ausencia o falta de materia séptica, es


decir, de alguna bacteria o microbios que puedan causar infección.
La asepsia es también el conjunto de procedimientos que impiden la introducción de
gérmenes patológicos en determinado organismo, ambiente y objeto.

Definición:

La asepsia designa el hecho de prevenir enfermedades infecciosas impidiendo la


contaminación por bacterias, microbios, parásitos u otros gérmenes en un área
determinada. Su objetivo es reducir la proliferación de agentes patógenos y la
transmisión de virus. Asepsia implica la descontaminación de un espacio incluyendo aire,
equipos, material y la utilización de antisépticos en la superficie del cuerpo. La asepsia es
total en cirugía y en las habitaciones estériles. La falta de asepsia puede causar la
penetración de microorganismos en el cuerpo, especialmente durante la cirugía y
causar infecciones graves.

Asepsia: Procedimientos que permiten reducir al máximo la transmisión de


microorganismos patógenos y que se encuentran en el medio ambiente.
Ausencia de microorganismos patógenos

Como tal, el término asepsia está íntimamente relacionado con la medicina. La asepsia
médica consiste en una serie de procedimientos y medidas en los centros clínicos y en
los materiales para evitar la llegada de microorganismos patógenos, transmisión
de virus, etc.
Clasificación:

Asepsia médica. Permite reducir la transmisión de microorganismos productores de


enfermedades de una persona a otra, ya sea directa o indirectamente. Comprende las
prácticas para excluir microorganismos de una zona limitada.

Asepsia quirúrgica. Permite mantener libres de microorganismos (estéril) las áreas y los
objetos, tanto los que se usan como los que se guardan. La asepsia quirúrgica es solo
aplicable con rigor al material y equipo, pero no al organismo ni a los tejidos vitales.

BIOSEGURIDAD:

25
1. Definición

Bioseguridad es una doctrina de comportamiento encaminada a lograr actitudes y


conductas que disminuyan el riesgo del trabajador de la salud de adquirir infecciones en
el medio laboral. Compromete también a todas aquellas otras personas que se
encuentran en el ambiente asistencial, ambiente este que debe estar diseñado en el
marco de una estrategia de disminución de riesgos.
Según el ministerio de Salud "Es el conjunto de medidas preventivas que tienen como
objeto proteger la salud y seguridad del personal, de los pacientes y de la comunidad;
frente a diferentes riesgos producidos por agentes biológicos, físicos, químicos y
mecánicos".

La bioseguridad es el conjunto de medidas mínimas a ser adoptadas, con el fin de reducir


o eliminar los riesgos para el personal, la comunidad y el medio ambiente, que pueden
ser producidos por agentes infecciosos, físicos, químicos y mecánicos.
La bioseguridad se realiza en conjunto, el personal que debe cumplir las normas de
bioseguridad, las autoridades que deben hacerlas cumplir y la administración que debe
dar las facilidades para que estas se cumplan.

Debe existir un responsable de bioseguridad en cada centro de salud, quien deberá


controlar la capacitación y entrenamiento necesarios sobre bioseguridad de todas las
personas que trabajen o ingresen a los mismos, así como monitorizar el cumplimiento de
lo establecido en las normas vigentes.

La disminución de la probabilidad de infección es la esencia del control de


la contaminación microbiológica, relacionados con una correcta técnica aséptica y
aislamiento apropiado.
Bioseguridad es entonces el término empleado para reunir o definir las normas
relacionadas con el comportamiento preventivo del personal frente a riesgos propios de
su actividad diaria.

Hoy se busca con la buena organización de la bioseguridad evitar cualquier tipo de


problema, físico o psíquico y hace énfasis en los protocolos de cuidados especiales para
quienes están expuestos al mayor riesgo, como laboratoristas, patólogos, personal de
enfermería, internos y médicos. Sin las propias normas de Bioseguridad el personal de
cualquier condición que trabaja dentro de una institución de salud, puede ser causante o
victima de riesgos prevenibles en su gran mayoría.

La bioseguridad muestra la forma correcta de proteger y protegernos de una posible


contaminación y sus consecuencias. Conforma la verdadera barrera de seguridad que

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existe en toda relación paciente- personal de salud. Pero la relación no culmina allí, una
vez que el paciente se retira deja en el centro de salud elementos que pueden ser
peligrosos. Por lo cual también es importante el manejo adecuado de material de
desecho y de muestras. Finalmente en este proceso existe riesgo constante el cual
conocemos como contaminación, el cual tiene su origen en una falla en la bioseguridad o
error humano.

2. Principios

2.1. Universalidad:

Las medidas deben involucrar a todos los pacientes de todos los servicios,
independientemente de conocer o no su serología.
Todo el personal debe seguir las precauciones estándares rutinariamente para prevenir
la exposición de la piel y de las membranas mucosas, en todas las situaciones que
puedan dar origen a accidentes, estando o no previsto el contacto con sangre o cualquier
otro fluido corporal del paciente. Estas precauciones, deben ser aplicadas para TODAS las
personas, independientemente de presentar o no patologías.

2.2. Uso de barreras:

Comprende el concepto de evitar la exposición directa a sangre y otros fluidos orgánicos


potencialmente contaminantes, mediante la utilización de materiales adecuados que se
interpongan al contacto de los mismos.
La utilización de barreras (ej. guantes) no evitan los accidentes de exposición a estos
fluidos, pero disminuyen las consecuencias de dicho accidente.

2.3. Medios de eliminación de material contaminado:


Comprende el conjunto de dispositivos y procedimientos adecuados a través de los
cuales los materiales utilizados en la atención de pacientes, son depositados y
eliminados sin riesgo.

3. Precauciones Universales
3.1. Precauciones Universales:
Son medidas para reducir el riesgo de transmisión de enfermedades infectocontagiosas
relacionadas con el trabajo del Equipo de Salud.
Estas precauciones deben ser agregadas a las Técnicas de Barrera apropiadas para
disminuir la probabilidad de exposición a sangre, otros líquidos corporales o tejidos que
pueden contener microorganismos patógenos transmitidos por la sangre.

27
3.2. Técnicas de Barrera
Procedimientos que implican el uso de ciertos dispositivos de Protección Personal como
por ej: gorros, anteojos de seguridad, guantes, mandiles, delantales y botas, con el
objeto de impedir la contaminación con microorganismos eliminados por los enfermos, y
en otros casos que microorganismos del personal sanitario sean transmitidos a los
pacientes.

Es necesario reconocer que tanto la piel, mucosas o cavidades del cuerpo, se encuentran
siempre colonizadas por microorganismos conociéndose éstos como flora endógena:
virus bacterias, hongos, a veces, parásitos que no afectan al portador porque sus
barreras defensivas se encuentran intactas, pero pueden ser introducidos y
transformarse en patógenos en los tejidos de los mismos u otras personas sanas o
enfermas cuando tales defensas son dañadas (lesiones de la piel, mucosas o heridas
quirúrgicas).

3.4. Barreras Primarias

Tal y como su nombre indica, las llamadas barreras primarias son la primera línea de
defensa cuando se manipulan materiales biológicos que puedan contener agentes
patógenos. El concepto de barrera primaria podría asimilarse a la imagen de una
"burbuja" protectora que resulta del encerramiento del material considerado como foco
de contaminación.
Cuando no es posible el aislamiento del foco de contaminación, la actuación va
encaminada a la protección del trabajador mediante el empleo de prendas de protección
personal.

3.4.1. Lavado de manos

Es la forma más eficaz de prevenir la infección cruzada entre paciente, personal


hospitalario y visitantes. Se realiza con el fin de reducir la flora normal y remover la flora
transitoria, para disminuir la diseminación de microorganismos infecciosos.

La higiene de manos es la principal medida cuya eficacia para prevenir las infecciones
asociadas a la atención de salud (IAAS) y difundir la resistencia antimicrobiana ha sido
demostrada.

El lavado de manos consiste en la frotación vigorosa de las manos previamente


enjabonadas seguida de un aclarado con agua abundante, con el fin de eliminar la
suciedad, materia orgánica, flora habitual y transitoria y así evitar la transmisión de estos
microorganismos de persona a persona.

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Objetivos:
Según el tipo de lavado de manos:
a) Lavado de manos convencional: Eliminar la suciedad y reducir microorganismos
transitorios de la piel.
b) Lavado de manos quirúrgico: Eliminar la flora transitoria y al máximo la flora
residente de las manos.
Recursos materiales:
- Agua tibia.
- Jabón de arrastre líquido, con PH neutro para la piel.
- Jabón antiséptico: solo indicado para las técnicas instrumentales agresivas o
de alto riesgo de infección para el paciente (Gluconato de clohexidina 2%).
- Solución antiséptica alcohólica.
- Toallitas de papel desechables.
- Lavabos ubicados en la proximidad del área de trabajo, preferentemente dotados de
grifos accionados por palanca o pedal, para que no sea necesario accionarlos
manualmente.

3.4.2. Técnica de lavado de manos:

Guía de lavado de manos OMS.

La higiene de manos puede realizarse ya sea mediante una fricción con un limpiador en
base a alcohol o con un lavado con agua y jabón. Los jabones se encuentran disponibles
en formatos barra, láminas, polvo y líquido, pero, para dar cumplimiento a las pautas,
deben colocarse junto a fuentes de agua potable y ser reabastecidos según sea
necesario. El jabón corriente presenta una mínima actividad antimicrobiana, sin
embargo puede usarse para lavado de manos debido a que la fricción mecánica elimina
muchos de los microorganismos transitorios.

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Los antimicrobianos más comunes en productos para higiene de manos son: alcoholes,
clorhexidina, cloroxilenol, hexaclorofeno, yodo y yodóforos, compuestos cuaternarios de
amonio y triclosán. Todos son efectivos contra bacterias Gram-positivas y Gram-
negativas; los alcoholes y yodóforos han demostrado la máxima eficacia.

La eficacia de los limpiadores de manos en base a alcohol depende de su calidad,


cantidad usada, duración de la fricción y cobertura completa de la superficie de las
manos. Estos parámetros también se aplican al lavado con agua y jabón. Los limpiadores
de manos con 60 a 80% de alcohol son satisfactorios, siempre y cuando cumplan con los
estándares recomendados (Norma Europea o de la American Society for Testing and
Materials [Sociedad norteamericana de testeo y materiales, ASTM)

Cuándo realizar higiene de manos


El enfoque “Mis cinco momentos para la higiene de manos resume las indicaciones para
higiene de manos recomendadas por la OMS en cinco momentos específicos para los
que se requiere lavado de manos. Estos son: 1) antes de tocar a un paciente, 2) antes de
realizar procedimientos limpios o asépticos, 3) después de exposición o riesgo de
exposición a fluidos corporales, 4) después de tocar a un paciente y 5) después de tocar
el entorno de un paciente.

3.5. Protección Personal:

Se define el equipo de protección individual como cualquier equipo destinado a ser


llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que
puedan amenazar su seguridad o su salud, así como cualquier complemento o accesorio
destinado a tal fin.

A. Protección Corporal

La utilización de mandiles o batas es una exigencia multifactorial en la atención a


pacientes por parte de los integrantes del equipo de salud.
Recomendaciones:
• Usar bata, chaqueta o uniforme.
• Esta ropa protectora deberá ser quitada inmediatamente antes de abandonar el área
de trabajo, en lugares como sala de operaciones y UCI..
• Deberá ser transportada de manera segura al lugar adecuado para su decontaminación
y lavado en la institución.

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B. Protección Ocular Y Tapaboca

La protección ocular y el uso de tapabocas tiene como objetivo proteger membranas


mucosas de ojos, nariz y boca durante procedimientos y cuidados de pacientes con
actividades que puedan generar aerosoles, y salpicaduras de sangre.
Anteojos o lentes de Seguridad:
♦ Deben permitir una correcta visión.
♦ Deben tener protección lateral y frontal, ventilación indirecta, visor de policarbonato,
sistema antirrayaduras y antiempañantes.
♦ Deben permitir el uso simultáneo de anteojos correctores.
♦ Deben ser de uso personal.
♦ Serán utilizados todo el tiempo que dure el procesamiento de las muestras y el
fraccionamiento de las unidades de sangre. Cualquier excepción a esta regla, debe estar
incluida en el programa de bioseguridad del servicio.

Uso de Anteojos de Seguridad con Lentes correctores y de contacto:

- Lentes Correctores: Las personas cuya visión requiere el uso de lentes correctoras deben
utilizar uno de los siguientes tipos:
♦ Gafas de seguridad con lentes protectoras graduadas.
♦ Gafas de protección ocular que se pueden llevar sobre las gafas graduadas sin que
perturben el ajuste de las mismas.
- Lentes de Contacto: Las personas que necesiten llevar lentes de contacto durante los
trabajos de laboratorio deben ser conscientes de los siguientes peligros potenciales:
♦ Será prácticamente imposible retirar las lentes de contacto de los ojos después de que
se haya derramado una sustancia química en el área ocular.
♦ Los lentes de contacto interferirán con los procedimientos de lavado de emergencia.
♦ Los lentes de contacto pueden atrapar y recoger humos y materiales sólidos en el ojo.
♦ Si se produce la entrada de sustancias químicas en el ojo y la persona se queda
inconsciente, el personal de auxilio no se dará cuenta de que lleva lentes de contacto.
La utilización de lentes de contacto en el laboratorio debería considerarse con detalle,
dando una mayor importancia a la elección de la protección ocular para que se ajuste
perfectamente a los ojos y alrededor de la cara.

3. Tapaboca:
♦ Debe ser de material impermeable frente a aerosoles o salpicaduras.
♦ Debe ser amplio cubriendo nariz y toda la mucosa bucal.
♦ Puede ser utilizado por el trabajador durante el tiempo en que se mantenga limpio y
no deformado.
Esto dependerá del tiempo de uso y cuidados que reciba.

31
4. Protección de los pies
La protección de los pies está diseñada para prevenir heridas producidas por sustancias
corrosivas, objetos pesados, descargas eléctricas, así como para evitar deslizamientos en
suelos mojados. Si cayera al suelo una sustancia corrosiva o un objeto pesado, la parte
más vulnerable del cuerpo serian los pies.
No se debe llevar ninguno de los siguientes tipos de zapatos en el laboratorio:
♦ Sandalias
♦ Zuecos
♦ Tacones altos
♦ Zapatos que dejen el pie al descubierto

Se debe elegir un zapato de piel resistente que cubra todo el pie. Este tipo de calzado
proporcionará la mejor protección.

5. Protección de las manos

a. Guantes
El uso de éstos debe estar encaminado a evitar o disminuir tanto el riesgo de
contaminación del paciente con los microorganismos de la piel del operador, como de la
transmisión de gérmenes del paciente a las manos del operador. Las manos deben ser
lavadas según técnica y secadas antes de su colocación. De acuerdo al uso los guantes
pueden ser estériles o no, y se deberá seleccionar uno u otro según necesidad.

b. Tipos de Guantes:
♦ Plástico - protege frente a sustancias corrosivas suaves y sustancias irritantes.
♦ Látex - proporciona una protección ligera frente a sustancias irritantes, adecuado para
la manipulación de sangre (algunas personas pueden tener una reacción alérgica al látex
que puede acabar en un problema médico).
♦ Caucho Natural - protege frente a sustancias corrosivas suaves y descargas eléctricas.
♦ Neopreno - para trabajar con disolventes, aceites, o sustancias ligeramente corrosivas.
♦ Algodón - absorbe la transpiración, mantiene limpios los objetos que se manejan,
retarda el fuego.
♦ Amianto - aislante o resistente al calor.

3.5. Barreras Secundarias

El diseño y construcción de un Centro de Salud, hospitalización, Hemoterapia o Banco de


Sangre (lo que en Seguridad Biológica se conoce como "barreras secundarias")
contribuye a la protección del propio personal del servicio o unidad, proporciona una
barrera para proteger a las personas que se localizan fuera del mismo (es decir, aquéllas

32
que no están en contacto con los materiales biológicos como, por ejemplo, personal
administrativo, enfermos y visitantes del Hospital) y protege a las personas de la
comunidad frente a posibles escapes accidentales de agentes infecciosos.

La barrera o barreras recomendadas dependerán del riesgo de transmisión de los


agentes específicos. Por ejemplo, los riesgos de exposición de la mayor parte del trabajo
en instalaciones del nivel de Bioseguridad 1 y 2 serán el contacto directo con los agentes
o exposiciones a contactos inadvertidos a través de medio ambientes de trabajo
contaminados.

Las barreras secundarias pueden incluir la separación del área de trabajo del acceso al
público, la disponibilidad de una sistema de descontaminación (por ejemplo, autoclave)
e instalaciones para el lavado de las manos.

Cuando el riesgo de infección por exposición a un aerosol infeccioso está presente,


quizás sea necesario implementar un mayor nivel de contención y barreras secundarias
múltiples para evitar que los agentes infecciosos se escapen hacia el medio ambiente.

Dichas características de diseño incluyen sistemas de ventilación especializados para


asegurar el flujo de aire direccional, sistemas de tratamiento de aire para descontaminar
o eliminar agentes del aire de escape, zonas de acceso controladas, esclusas de aire en
las puertas de acceso al laboratorio o edificios o módulos separados para aislar al banco
de sangre.
1. Debe estar adecuadamente ventilado e iluminado, y los servicios de agua y luz deben
funcionar satisfactoriamente.
2. Los suelos, paredes y techos deben ser impermeables al agua, de forma que permitan
una limpieza a fondo y una posterior descontaminación.
3. Las mesas de trabajo para el procesamiento inmunoserológico, inmunohematologico y
fraccionamiento deberán estar ubicadas en un área apropiada, alejada de las áreas de
atención al donante.
4. Las mesas de trabajo deben confeccionarse de material sólido con superficies lisas,
impermeables y de fácil Limpieza.

Las normas de seguridad aplicadas son de responsabilidad profesional, moral y legal del
trabajador.
La práctica de la bioseguridad requiere del deseo de parte del trabajador de protegerse y
proteger a sus compañeros siguiendo una relación de reglas.
La mayoría de los accidentes e infecciones están relacionados a:
♦ Uso inadecuado de equipos
♦ Errores humanos: malos hábitos
♦ No uso de medidas de protección

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LIBROS DE REFERENCIA PARA REVISAR:

MOPECE Organización Panamericana de la Salud Organización Mundial de la Salud


Módulo de Principios de Epidemiología para el Control de Enfermedades (MOPECE)
versión electrónica de libre distribución en idioma español
www.paho.org/bra/index.php?option=com_docman&task=doc......

WHO, Prevención de las infecciones nosocomiales GUÍA PRÁCTICA 2a edición Revisores


G. Ducel, Fundación Hygie, Ginebra, Suiza J. Fabry, Universidad Claude Bernard, Lyon,
Francia L. Nicolle, Universidad de Manitoba, Winnipeg, Canadá.
http://www.who.int/csr/resources/publications/ES_WHO_CDS_CSR_EPH_2002_12.pdf

FONDECYT - CONICYT (2008) Manual de bioseguridad


http://bioterio.ufro.cl/images/documentos/2_-
_Manual_de_Normas_de_Bioseguridad_-_CONICYT_.pdf

BIBLIOGRAFIA:

 CNSB 2004. Proyecto de Estrategia Ambiental Nacional de Seguridad Biológica.


C. Habana.
 Código de Etica para el Equipo de Salud Asociación Médica Argentina. 2001. Siglo
XXI. Año 1
 Fascículo de Bioseguridad Secretaría de salud Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires 2012.
 Gestión. Operación Mantenimiento. Limpieza del recurso físico conformado por
el Hospital xxxx y los Centros de Salud yyyy, vvvv, zzzz. Pliegio de Bases y
Condiciones. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Subsecretaría de Logística
y Emergencia. Dirección General de Infraestructura y Renovación de Edificios.
 Manual de Gestión de Residuos Patogénicos. Secretaría de Salud. Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires 2008.
 Publicación de Sociedad Argentina de Administración de Organizaciones de
Atención de la Salud y Salud Pública. Volúmen 3 nº 3 2000
 Rodríguez O, Argote E. Curso de capacitación en bioseguridad. Asunción: CDFAO;
2002.
 Manual de Bioseguridad en
 SUAREZ LARREINAGA, Carmen Luisa y BERDASQUERA CORCHO, Denis.
Enfermedades emergentes y reemergentes: factores causales y vigilancia. Rev
Cubana Med Gen Integr [online]. 2000, vol.16, n.6, pp. 593-597. ISSN 1561-3038.

34
 Cieza J, Pinares F, Hinostroza J, Estremadoyro L, Loza C. Factores de riesgo para
infección por hepatitis C en dos unidades de diálisis de Lima, Perú. Rev Med Exp
2001; 18(1-2): 5-9.
 Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. Exposición a la sangre.
Lo que deben saber los trabajadores de la salud. Departamento de Salud y
Servicios Humanos. Atlanta: CDC; 2005 [revisado 9 May 2005; citado 6 Jun
2007]. Disponible en: http://www.cdc.gov/spanish/prevencion/exposangre.htm.

 Díaz JA. Propuesta para la vigilancia de la salud de los trabajadores


especialmente sensibles. MAPFRE Seguridad 2005;97:41-55.

 Pardo Z. Análisis de riesgo biológico en el cepario de microorganismos de la EPB


“Carlos J. Finlay”. Tesis de Maestría. La Habana; 2003.

35
GLOSARIO DE TERMINOS

ACCIDENTE DE TRABAJO: “Todo suceso repentino, que sobrevenga por causa o con
ocasión del trabajo y que produzca en el trabajador una lesión orgánica, una
perturbación funcional, invalidez o muerte.”
AISLAMIENTO: Medida de contención preventiva de bioseguridad mediante la cual una
persona enferma es sometida por parte del equipo de salud competente, a controles
especiales destinados a evitar el agravamiento de su estado o ha que pueda llegar a
afectar la salud de los demás.
ASEPSIA: Técnicas y actividades encaminadas a dar una atención al paciente con
elementos descontaminados.
AUTOCUIDADO: Observancia particular y determinada que una persona hace por si
misma de un conjunto de principios, recomendaciones y precauciones, destinados a
conservar la salud, incluyendo la promoción de la salud, la prevención de la infección por
VIH/SIDA y la minimización de las repercusiones físicas, psicológicas y sociales que
causan la misma.
BIOSEGURIDAD: Conjunto de medidas preventivas destinadas a mantener el control de
los riesgos laborales procedentes de agentes biológicos, físicos o químicos, logrando la
prevención de impactos nocivos.
CASO DE INFECCIÓN OCUPACIONAL: Todo trabajador de la institución de salud con
antecedente de accidente de trabajo con exposición probable a riesgo biológico y que
desarrolle marcadores positivos para HIV, HVC, HVB ó mixta en los períodos de tiempo
conocidos.
CONDUCTAS DE RIESGO: Acción o conjunto de acciones y actividades que asumen las
personas, exponiéndose directamente a la probabilidad de infectarse.
ENFERMEDAD PROFESIONAL: Todo estado patológico permanente o temporal que
sobrevenga como consecuencia obligada y directa de la clase de trabajo que desempeña
el trabajador, o del medio en el que se ha visto obligado a trabajar, y que haya sido
determinada como enfermedad profesional por el gobierno Nacional.
EXPOSICIÓN MUCOCUTANEA: Es la posibilidad de adquirir una enfermedad
infectocontagiosa por el contacto con microorganismos, al haber perdida de continuidad
de la piel de manos y brazos, causada por abrasiones, quemaduras, laceraciones y
dermatitis entre otras.
FLUIDOS CORPORALES: Líquidos emanados o derivados de seres humanos, incluyendo
pero sin limitarse a sangre, líquido cefalorraquídeo, sinovial, pleural, peritoneal, y fluidos
pericardicos; semen y secreciones vaginales.
FUENTE DE EXPOSICIÓN CONFIRMADA: Paciente fuente positivo para VHB. VHC, ó VIH.

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RIESGO: Toda situación en una operación que encierra la posibilidad de producir una
lesión o un accidente. También se define como la probabilidad de ocurrencia de un
evento, sea este un accidente, una enfermedad, la complicación de ésta o la muerte.

SALUD OCUPACIONAL: Es la planeación, organización, ejecución y evaluación de las


actividades de medicina preventiva, medicina del trabajo, higiene industrial y seguridad
industrial tendientes a preservar, mantener y mejorar la salud individual y colectiva de
los trabajadores en sus ocupaciones y que deben ser desarrolladas en su sitio de trabajo
en forma integral e interdisciplinaria.

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