MCFF Tesis
MCFF Tesis
MCFF Tesis
Programas de doctorado:
Psicogerontología: Cambio y Optimización (1997-2011)
Psicología Clínica y de la Salud (2012-2015)
La presente tesis consiste en una aproximación al estudio del abuso sexual infantil (ASI) y del
incesto padre-hija (o padrastro-hijastra) desde la evaluación del modelo de las cuatro
precondiciones para la pedofilia de Finkelhor (1984) y la exploración de la constelación
familiar. El ASI se da cuando un adulto que posee deseos y cogniciones ejecuta conductas
impropias de carácter sexual hacia un niño o, en el incesto, de un padre hacia una hija. Este
tipo de incesto constituye el ASI intrafamiliar más prevalente, siendo a su vez, uno de los
maltratos infantiles más comunes y menos estudiados. El estado de la cuestión incluye la
conceptualización, el marco jurídico, la evolución histórica, la perspectiva de género y otras
perspectivas teóricas, así como el modelo de las precondiciones de Finkelhor (1984), su
aplicación al incesto y los actores del incesto. El trabajo empírico se realiza en dos contextos
sociales de Barcelona caracterizados por ser entornos en los que se identifica y trata el ASI: los
centros penitenciarios donde cumplen condena los agresores y los equipos de atención a la
infancia y a la adolescencia (EAIA), que tratan a las familias. Mediante la utilización de la
metodología mixed methods se realizan dos estudios: (i) con entrevista semiestructurada
analizando cuantitativamente el ASI y cualitativamente el incesto objeto de estudio; (ii) estudio
de caso múltiple en que se analiza los casos de ASI de los EAIA cuantitativamente y el incesto
cualitativamente. Los hallazgos muestran que la mayoría de ASI son incestos (la mitad de ellos
son del tipo estudiado) cometidos por padres biológicos que habían abusado sexualmente de
la hija durante años desde la etapa preadolescente. Los agresores parecen tener como
motivaciones la congruencia emocional y la activación sexual, las desinhibiciones internas
suelen ser la falta de control de impulsos y el consumo de drogas, mientras las externas son la
búsqueda de oportunidad (por ejemplo, la madre ausente), siendo figuras autoritarias o
custodias que invaden el espacio íntimo de la hija y, progresivamente, abusan de ella mediante
manipulaciones, coacciones y amenazas, en ocasiones, extensibles también a la madre u otras
hijas. Las familias son herméticas, presentan negligencia en el cuidado de los hijos, maltrato
físico y sexual, así como abuso de sustancias y comorbilidad. En ambos estudios coinciden
tanto la evolución del incesto, siendo más severo en los EAIA, como los perfiles. El modelo
explica al fenómeno del ASI y del incesto, excepto en que los padres cuidadores también
abusan sexualmente de las hijas; la constelación familiar también es característica, excepto por
la unión apegada de sus miembros y el silencio.
PhD abstract:
This PhD thesis examines child sexual abuse (CSA), focusing specifically on father-daughter (or
stepfather-daughter) incest using the preconditions model of paedophilia defined by Finkelhor
(1984) and the family constellations approach. Incest is the most prevalent form of CSA, yet it
is also one of the least studied child maltreatments. The state of the art includes
conceptualization, legal and historical development, the gender and other theoretical
perspectives, and Finkelhor’s model (1984) and its application to incest and the agents of
intrafamilial CSA. The empirical work is done in two social contexts in Barcelona in which CSA
and incest have been identified and addressed: (i) prisons where sex offenders are serving
sentences, and (ii) childhood and adolescence care teams (namely EAIA) that deal with families
affected by these offences. Using a mixed-methods research approach, two studies were
conducted: an interview-based study and a multiple-case study, in which CSA cases were
quantitatively explored, and incest qualitatively analysed, in prisons and in the work of the
EAIA team, respectively. The findings show that most cases of CSA are incest (at least half are
of the type studied), usually committed by biological parents who sexually abused their child
over a period of years starting in preadolescence. The apparent motivations of the offenders
are emotional congruence and sexual arousal, with internal and external disinhibitions (i.e.,
lack of impulse control and drug use, and looking for the opportunity [e.g., absent mother]);
they are generally authoritarian or caregiver fathers who invade the intimate space of the
daughter progressively to manipulate her, behaviour that is sometimes extended to the
mother or to other daughters. Families are typically hermetic, show negligence in child care,
exhibit substance abuse and comorbidity, and conduct physical and sexual abuse. The
evolution and profiles of incest are consistent across the two studies. The preconditions model
successfully explains the phenomena of CSA and incest, except for the fact that caregiver
fathers also sexually abused their daughters; the family constellation is characteristic, except
for the bond between members and the silence.
A la memoria de la Doctora y Profesora Victoria Sau, por animarme a hacer esta
tesis doctoral y abordar el tema del incesto padre-hija;
A la Doctora y Profesora María Jayme Zaro, por apoyarme en esta última etapa de
redacción del manuscrito y orientarme para que este largo trabajo de investigación
llegara a buen puerto;
A los que sufren el abuso sexual infantil y/o a los que tratan a aquellos que lo han
vivenciado, pues han colaborado en esta investigación permitiendo conocer mejor
este tipo de incesto para prevenirlo;
ÍNDICE DE CONTENIDOS
1.6.3. La adaptación del modelo a los factores que definen los pedófilos .. 58
La presente tesis aborda la temática del incesto como un tipo de abuso sexual
infantil (ASI) inherente a la pedofilia, que forma parte de los trastornos mentales
en la segunda mitad del siglo XX, siendo estas décadas las de mayor productividad de
carácter científico y divulgativo en el estudio del ASI, de la pedofilia y del incesto. Por
todo lo anterior, dichos estudios continúan vigentes y son relevantes para esta
investigación.
dentro del campo del ASI, puesto que ha permitido explicar factores y procesos
sido examinado de manera crítica y sistemática durante las tres últimas décadas (Ward y
Hudson, 2001) ni ha sido aplicado al análisis del incesto como ASI en el seno de la
revisión conceptual del ASI y del incesto como pedofilia enmarcada en las parafilias,
derechos del niño y su protección legal y penal (entre los que se encuentra el delito de
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 2
histórica, (iv) una revisión de las principales teorías que han tratado el ASI y el incesto,
seguidas por los modelos explicativos de esta clase de maltrato infantil para, finalmente,
1.1.CONCEPTUALIZACIÓN
a las diferentes perspectivas que han tratado este tipo de maltrato infantil. El presente
dos últimos trastornos están siendo explicados a través de la última edición del Manual
Cortés Arboleda, 1997), pero éste se aborda desde tres aproximaciones: (i) la propia de
los organismos oficiales, los servicios de protección al menor y de los juzgados (que
científico (que suele estar muy referida y acotada al contexto de investigación) y; (iii) la
más usual es medir el maltrato en función de las agresiones físicas al niño por parte del
adulto; en el caso del incesto por parte de uno o ambos padres —ya sean éstos
biológicos o no—, del compañero sentimental del progenitor que tiene la custodia o de
cualquier otro adulto al que se le delegue el cuidado del niño (por ejemplo, un canguro,
un vecino, otro familiar, etc.). Se considera que las conductas de maltrato físico infantil
pueden variar en función de la gravedad del daño inmediato infringido al niño, la clase
infantil incluye tanto, los daños demostrables como, aquellas agresiones físicas (por
ejemplo, arrojar algo al niño, empujarle, agarrarlo, abofetearle, zurrarle, etc.) que, pese a
emocional. De tal manera que, la conducta de maltrato físico infantil constituye también
niño, ya que muestra sus efectos negativos sobre él (como por ejemplo, las lesiones, la
posteriores.
manifiestan ignorando o negando las peticiones de ayuda del niño —en el primer
causar terror al niño amenazándole a él o a uno de sus seres queridos con matarlo,
sociales (por ejemplo, encerrándole en una habitación durante horas); (iv) corrupción,
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 4
(por ejemplo, la hija como madre subrogada que ha de hacer la comida, limpiar la casa,
etc.) y que interfieren en su desarrollo (por ejemplo en el ámbito educativo por culpa de
los cuidadores del niño (Cortés Arboleda, 1995) en lo referente a la atención médica, la
supervisión, las cuestiones relativas a la custodia, las condiciones del hogar, la nutrición
falta de aseo del niño o el descuido de su vestimenta son fácilmente detectables por
otros adultos.
los padres desertan o dejan solo al niño y éste tiene que valerse por sí mismo (cuando no
está capacitado para ello); la misma conducta es extensible en los casos en los que se
sobre la hora de recogida, o bien se le deja a cargo de alguien incapacitado para cuidarle
(ya sea por edad, por deficiencia, por trastorno mental, etc.). Otros casos radicales de
reconocimiento de que éste cursa con el descuido no solo en el desarrollo físico, sino en
más psicológica del descuido, que se denomina ―abandono emocional‖, se define como
la falta de respuesta persistente por parte del cuidador a las señales, a las expresiones
anteriores es más complejo de precisar. Resulta difícil definir el abuso sexual a niños
con criterios unificados que delimiten este maltrato. Existen diferencias dependiendo de
la edad del agresor y de la víctima, en las conductas incluidas en el acto sexual abusivo
1998, 2000).
(López, 1992), el perpetrador del abuso debe tener entre 5 y 10 años más que su
víctima. Otros expertos (Finkelhor, 1979) consideran, como condición necesaria para el
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 6
abuso, que haya al menos, una diferencia de 5 años entre ambos, siempre que el niño
años. A parte de la diferencia de edad, otros expertos relacionan el ASI con una relación
Capafons, 1996).
conducta de ASI, se afirma que la conducta sexual entre un adulto y un niño es siempre
inapropiada (Wolfe, Wolfe y Best, 1988), aunque en el caso de este tipo de abuso, se
añade el criterio de coacción (a través del engaño, la fuerza física o la presión) junto con
la mayoría de los casos de ASI se produce un pacto secreto, con formas de presión más
o menos sutiles (por ejemplo, el adulto da regalos, dinero al niño), lo cual funciona
como un gancho para él, logrando mantener la conducta de agresiones sexuales por el
ASI: (i) una relación de desigualdad (en referencia a la edad, la madurez o el grado de
poder entre el agresor y la víctima), y (ii) la utilización del niño como objeto sexual
(incluyendo los contactos o interacciones con él, pues éste es utilizado para la
estimulación sexual del agresor, según Hartman y Burgess, 1989). Ambos criterios
and Neglect (NCCAN) en 1978; para este centro, se da la conducta de ASI en los
contactos e interacciones entre un niño y un adulto agresor sexual que usa al menor para
estimularse sexualmente. Dicha conducta puede ser cometida por una persona menor de
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 7
18 años cuando éste sea significativamente mayor que el menor (la víctima) o bien
cuando el agresor sexual esté en una posición de poder o de control sobre el menor.
sexual es un maltrato activo al menor, por parte de: (i) un adolescente cinco años mayor
que él; o (ii) un adulto desde una posición de poder o autoridad sobre aquél; en todo
excluyentes: (i) el incesto, si el abuso sexual al niño es en el seno familiar, por parte del
padre, padrastro, hermano, tío, abuelo, primo, o de la madre, hermana, tía, abuela,
prima; (ii) la violación, cuando el adulto que abusa sexualmente del menor procede de
fuera de la familia y constituye el ASI un acto físico (por ejemplo, desde los
intencionados en las zonas erógenas del niño para forzar y permitir que éste se lo haga
igual al adulto; (iv) el abuso sexual sin contacto físico cuando el maltrato sexual al
menor no implica contacto directo con el agresor sexual (por ejemplo, ―incesto
emocional‖, que se produce cuando la niña es utilizada por el padre para satisfacer las
1.1.4. El incesto
Mundial de la Salud (OMS, 1986; citado en Grillo, 2012), este abuso sexual se produce
cuando el niño es víctima de un adulto o de una persona mayor que él, con fines de
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 8
con un niño, como resultado de forzarlo a una relación de carácter explotador debido a
prevalencia de esta conducta, este tipo de abuso sexual parece aumentar a lo largo de los
pertenece al género femenino, el incesto ocurre con mayor frecuencia en familias donde
un padre o padrastro abusa sexualmente de una hija o hijastra y, que ésta tiene entre 9 y
responsabilidad del menor (Cortés y Cantón, 1997). El incesto es el tipo de ASI más
frecuente y prolongado a lo largo del tiempo. Grillo (2012) ha indicado que el incesto es
considerarse también patógeno desde el contexto en el cual tiene lugar, en este caso (el
Children (2001) añade que esta conducta impropia es un subtipo de maltrato o de trato
negligente, por acción o por comisión (por ejemplo, tocamientos) o bien, por omisión
Save the Children (2001), el NCCAN en 1978, ya estableció que este subtipo de
maltrato postnatal de carácter sexual, hace referencia a cualquier clase de placer sexual
con un menor víctima por parte de un mayor agresor desde una posición de poder o
autoridad.
aspecto clave es utilizar al niño como objeto gratificante para las necesidades o deseos
mujeres‖, adoptada por Naciones Unidas en 1993 (World Health Organization [OMS],
1997), define la violencia de género como ―Cualquier acto (…) que resulta en daño
por lo que dicha violencia sucede en el seno familiar de múltiples formas (por ejemplo,
actividad sexual entre el menor (usualmente niña) y una persona mayor que conoce la
víctima (un varón al que el niño tiene confianza) que la fuerza y la coacciona (por
ejemplo: mediante dinero, amenazas). El agresor del incesto acostumbra a ser un padre,
padrastro, abuelo, tío, hermano, primo u otro varón de confianza en la familia; por lo
que implica una dimensión psicológica de la traición cometida a la víctima por parte de
riesgo de minimizar la prevalencia del incesto, que al igual que otros maltratos de
género, apenas se conoce la punta del ―iceberg‖, y como consecuencia de ello, avisa del
riesgo de que se suela culpar a la víctima (por ejemplo, la niña provoca el abuso o bien
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 10
lo imagina), o a su madre (por ejemplo: de causante del abuso, al rechazar las relaciones
sexuales con el agresor o por conspirar con él, al no informar del hecho).
En cuanto a la tipología del incesto, Finkelhor (2005) afirma que entre todos los
tipos el que sucede entre padre-hija es el que recibe mayor atención, por ser el más
prevalente. Seguido muy de cerca del incesto entre hermanos, normalmente entre
entre hermanas). Por otro lado, existe una variedad de familiares, a parte del padre y de
ser otros miembros de la familia, como los tíos, los abuelos o los cuñados, perteneciente
familiar extrema en el seno familiar. Cabe señalar que puede ocurrir el incesto por parte
El incesto padre-hija es el más dañino de los ASI, según Herman (1981a), que
fue la primera autora que indicó su consideración como problema de salud mental. Sus
detectado durante la segunda mitad del siglo XX. Este tipo de incesto se ocasionaba en
existentes. En aquella época, ya se señalaba que este tipo de incesto ocurría en todas las
clases sociales, tanto en las áreas urbanas, como en las rurales (Finkelhor, 1979) y que
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 11
era muy difícil de detectar, incluso por parte de la propia víctima, ya que toda la familia
conspira al unísono por mantenerlo en silencio. Este tipo de agresión sexual se repite
durante un largo periodo de tiempo, entre uno a cinco años de duración, formando parte
familiar.
realiza Giberti (1999, 2002, 2005; citado en Salanueva y González, 2008), que aborda la
esta manera, pone de manifiesto que este tipo de incesto padre-hija ha permanecido a lo
a hijos. Dichas pautas son utilizadas por el adulto que expresa la agresividad,
autora prosigue con una crítica dirigida a las sanciones legales relativas al incesto como
corruptora del delito y, dada la extrema dificultad para probar los delitos intrafamiliares,
incestuoso de un padre hacia una hija, de cualquier otro tipo de incestos, puesto que el
2010). Este incesto paterno filial implica un ataque gravísimo a la identidad de la hija,
aunque hay menos datos disponibles (Adler y Schutz, 1995). Prácticamente en la mitad
duración es de entre 1 y 4 años. Las relaciones sexuales incestuosas entre los hermanos
tienen una frecuencia de una o dos veces por semana. Las estrategias son variadas, y
van desde la atención positiva a las amenazas. Como consecuencia de ello, las víctimas
hacia el agresor sexual. Además, parece que en la dinámica parental se incluyen malos
familiar las causas etiológicas de este incesto. En síntesis, en el incesto entre hermanos
descripción del incesto entre primos, que es el más prevalente después del incesto entre
Según, Cantón Duarte y Cortés Arboleda (1997) los estudios de prevalencia han
demostrado que el incesto con otros familiares, que son externos al núcleo familiar,
considera ASI intrafamiliar, parece bastante prevalente, por detrás del incesto entre los
hermanos y del incesto entre los primos, pero se sitúa por delante del incesto con otros
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 13
mitad de los agresores sexuales son tíos menores de 20 años, hermanos de la madre
(apenas se narra algún caso de una tía que agreda al sobrino). Una cuarta parte de los
la niña cuando los padres salen, a modo de canguro o cuando los dejan alguna noche en
su casa. En estos casos los abusos sexuales se habían originado bajo coacción y
maltrato.
con el estereotipo de que los abuelos son personas cariñosas y entrañables. Éste consiste
permanecer viviendo en casa de ellos. Se ha detectado que los abuelastros realizan más
este tipo de incesto en comparación con los abuelos genéticos, coincidiendo aquéllos en
En tercer lugar, apenas parece haberse detectado este abuso sexual entre abuela y
nieto. Del mismo modo, suelen ser muy escasos los abusos entre un cuñado y el niño.
empírico apenas se detecta, aunque existe la crítica de que se debe al trabajo habitual
considera a las madres asexuadas y a los padres como potenciales agresores sexuales
(Lawson, 1991, 1993). Los clínicos han puesto de manifiesto formas sutiles de abuso
sexual en esta díada, que no implican coacción ni contacto físico, incluso a veces, no
son detectados como abusos por lo que no se registran como tales (por ejemplo: desde
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 14
descrito cuatro tipos dentro de este incesto (Bolton, Morris y MacEachron, 1989): (i) el
abuso sutil, que son conductas que puede que no tengan intencionalidad sexual pero que
niño (por ejemplo, exhibicionismo del cuerpo desnudo de la madre); (iii) abusos
perversos, conductas que humillan la sexualidad del niño (por ejemplo, criticar el
desarrollo sexual del niño); (iv) abuso sexual manifiesto, contacto sexual entre madre e
hijo mediante coacción para que guarde silencio; (v) abuso sádico, conductas sexuales
diagnósticas de salud mental, como posibles expresiones de las mismas; en el caso del
DSM-5, el incesto lo relaciona con: (i) el trastorno parafílico de la pedofilia, (ii) como
clasificación de los trastornos mentales actuales, así como para proporcionar soporte a
Sección Segunda, una serie de criterios diagnósticos y códigos entre los que se
encuentran los denominados trastornos parafílicos. Este término proviene del griego,
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 15
siendo su origen etimológico las palabras: (i) para, que significa ―junto a‖, y (ii) filein,
sinónimo de amar, que hacen referencia a los desvíos de índole sexual. La mayor parte
al respecto, acerca del diagnóstico de Pedofilia en los criterios del DSM-5, lo realiza
atraídos por niños prepúberes, algunos sí presentan dicha sexualidad (a la que equipara
sus impulsos sexuales a adultos). Por razones obvias, la pedofilia se considera negativa,
pero ello no significa que se deba identificar a esta clase de personas como ―mala
gente‖. La sociedad tiene la responsabilidad de proteger a los niños, por este motivo, las
personas que experimentan dicha atracción por ellos pueden necesitar asistencia
psiquiátrica para resistir a la tentación de actuar ante los impulsos que sienten. Sin
experimenta. En la actualidad y con el fin de que sean diagnosticadas según este último
años), que consiste en la excitación sexual intensa y recurrente del adulto derivada de
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 16
fantasías, deseos o comportamientos sexuales que cumplen tres criterios: (A) durante un
periodo de al menos seis meses, (B) con cumplimiento de dichos deseos causando
años más que la víctima, que es menor de 18 años. Dentro de este trastorno mental, el
manual especifica que se debe indicar: (i) si este desvío es de tipo exclusivo (solo se
siente atracción por los niños) o no exclusivo (atracción por niños y adultos), (ii) si la
femenino), (iii) o está limitado al incesto (ASI intrafamiliar) o no (ASI fuera del
contexto familiar).
La crítica de Berlin (2011) radica en que como pedófilos se debería atender tanto
dirigidos hacia los niños) como a la diferencia cuantitativa (el impulso existe
la definición aportada por el DSM cuando inicia la descripción del trastorno pedofílico
como ―la excitación sexual intensa y recurrente‖, debido a que la intensidad es un factor
acuerdo con el actual DSM, una persona de sexualidad pedófila, únicamente podría ser
desencadenado acciones que hayan causado problemas de relación y (iii) hayan sido con
un niño que, como mínimo, sea cinco años menor que el pedófilo. Se aboga a que
acción alguna. Estas acciones son tomadas como medida de salud mental para el
dicho abuso sexual se cometiera en el hogar con la agresión a un hijo). No obstante, esta
continúa señalando Berlin (2011: 243-244) ―Una persona no tiene pedofilia en primer
lugar porque sea su preferencia tenerla, y que su preferencia sea el que no sucumba a
tipo de ASI, de modo que este abuso sexual es inherente a la parafilia. Se describe como
cualquier actividad sexual con un niño que esté destinada a proporcionar satisfacción
sexual a uno de los padres. Entre dichas actividades, se describen las caricias en los
indecente. Por otro lado, la explotación del niño puede incluir contacto físico, por parte
una probabilidad razonable de ocasionar un daño físico y/o psicológico en él, por
carácter general, de los derechos del niño, entre los que se encuentra el derecho a los
Declaración de Derechos Humanos de Naciones Unidas del año 1948 que, pese a su
carácter general, reconoce de forma explícita, en su artículo 25, que ―La maternidad y la
ellas cabe destacar la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, que fue
ratificada por España en 1990 y que, en su artículo 9, reconoce que los Estados
Miembros que ratifiquen la citada norma ―Deben velar por el niño en caso de maltrato‖
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 19
ulterior de los casos antes descritos de malos tratos al niño‖. Este artículo continúa con
legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo‖. Con respecto a la temática
concreta del abuso sexual al niño, la mencionada Convención recalca de forma expresa,
contra ―Todas las formas de explotación y abuso sexuales y que adoptarán todas las
materiales pornográficos‖.
año 1992, en el que se aprueba la Carta Europea de Derechos del Niño y dónde se
señala, en el apartado g) del artículo 7, que ―Todo niño deberá ser protegido contra toda
en la temática concreta del abuso sexual infantil, el Convenio del Consejo de Europa
ratificado por España en 2010. Este Convenio tiene como objeto prevenir y combatir la
Convenio:
c) por «víctima» se entenderá todo niño que sea objeto de explotación o abuso
sexual.
intencionales:
presente Convenio, entre los que se encuentra, el citado en el apartado ―d) que el
delito haya sido cometido por un miembro de la familia, una persona que
de 2012, por la que se establecen normas mínimas sobre los derechos, el apoyo y
derechos.
política social española, al incluirse dentro del Capítulo III ―Principios rectores
los menores‖.
considerado el cuerpo legal que regula sustancialmente las materias jurídicas civiles de
carácter común en España, que prevé y desarrolla la protección del menor, en concreto,
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 23
específica sobre la protección del menor, entre las leyes existentes, cabe destacar la Ley
como tales a ―los menores de dieciocho años que se encuentren en territorio español,
salvo que en virtud de la ley que les sea aplicable hayan alcanzado anteriormente la
orientación sexual‖.
Las medidas para facilitar el ejercicio de los derechos del menor, entre los que
están aquéllos que deban ejercer los que sean ―víctimas de abusos sexuales‖.
de abuso‖.
Penal, norma jurídica que define los delitos y faltas que constituyen los presupuestos de
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 24
la aplicación de la forma suprema que puede revestir el poder coactivo del Estado: la
noviembre, del Código Penal que de forma expresa y con carácter general contempla la
Dentro de este Título el ―Capítulo I. De las agresiones sexuales‖ prevé varios tipos
artículos 178 y 179. Asimismo, este Código contempla en el Capítulo II, del mismo
Título, varios delitos relativos a ―abusos sexuales‖, señalando los tipos de conductas
mismas. Por último, el ―Capítulo II bis. De los abusos y agresiones sexuales a menores
de dieciséis años‖ establece tipos específicos con penas de cárcel en los artículos 183 al
183 quarter. Es importante remarcar para esta investigación que, el artículo 183, señala
―1. El que realizare actos de carácter sexual con un menor de dieciséis años, será
castigado como responsable de abuso sexual a un menor con la pena de prisión de dos a
seis años.
será castigado por el delito de agresión sexual a un menor con la pena de cinco a diez
3. Cuando el ataque consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o
introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 25
responsable será castigado con la pena de prisión de ocho a doce años, en el caso del
4. Las conductas previstas en los tres apartados anteriores serán castigadas con la pena
d) Cuando, para la ejecución del delito, el responsable se haya prevalido de una relación
marco jurídico vigente, sólo aparece como tal dentro de los tipos agravantes en los que
perpetrada por una persona que ―Se haya prevalido de una relación de parentesco, por
Humanidad, siendo silenciada por diversos motivos (por ejemplo, culturales, afectivos).
Ha sido denostada por la ruptura de la norma del tabú cultural del incesto, que protege
Este tipo de conducta sexual humana se ha estudiado desde comienzos del siglo
XX con Freud, que consideró traumáticas esta clase de experiencias sexuales entre
A mediados del siglo XX, entre los años 1932 y 1949, Kinsey estudió la
―Informe Kinsey‖ que elaboró con sus colaboradores (Kinsey et al., 1953; Kinsey,
Pomeroy y Martin, 1975). Este estudió se elaboró mediante entrevistas realizadas a una
entrevistadas informaron haber sufrido abuso sexual por parte de un hombre adulto.
Según Crosson-Tower (2015), este estudio también puso de manifiesto la aparición del
intergeneracional, identificando que dicho abuso sexual había sido también perpetrado
prepúberes de las mujeres encuestadas que identificaban como adulto agresor al padre,
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 27
al abuelo, al tío o a los consuegros, aludiendo al incesto. Este porcentaje mostraba, por
por los varones adultos) o ginefilia (atracción sexual por las mujeres adultas). Estos
masculino.
sociedad y la comunidad científica se sensibilizan entonces ante el trato a los niños, que
no han gozado de consideración y de ―buen trato‖ a lo largo de los siglos. Sin embargo,
no fue hasta la década de 1970 en que la ciencia social avanzó lo suficiente para dar
Inglaterra y Gales se recogieron un total de 2 137 casos registrados en 1986, en los que
se destacó el incremento del abuso sexual en un 31,5 %, que continuó aumentando hasta
anglosajones, se observa en ellos que en la década de los 80 empieza el interés por los
este tipo de ASI, que en todo caso, parecía ir en aumento afectando, al menos, a una
encontró que el 47 % afirmaba haber sufrido abusos sexuales infantiles sin haberlos
denunciado, encontrándose una prevalencia aún superior de los abusos sexuales, tanto
en varones como en mujeres (el 18,9 % manifestaron haber sido víctimas de abusos
sexuales: en los varones el 15,2 % y en las mujeres el 22,5 %). Por lo que, en nuestro
país, parecería que, en la década de los 90, la estimación de prevalencia de los abusos
sujeto de más edad. El menor por su edad no puede entender el porqué del contacto y en
tratándose únicamente desde el punto de vista judicial en la mayoría de los países. Por
ejemplo, como citan Marcelli y De Ajuriaguerra (1993: 460) resumiendo algunos datos
han sido víctimas, en algún período de sus vidas, de abusos sexuales; en cambio, en
Francia se cree que existen entre 40 000 y 50 000 casos de abusos sexuales por año,
donde en el 80 % de los casos, las víctimas son niñas y en el 20 % son niños. En el 30-
Por otra parte, son escasos los incestos madre-hijo. De igual forma, existen
relaciones incestuosas entre los niños y los restantes miembros de la familia (por
La literatura del ASI durante el s. XXI es escasa, a pesar de que los organismos
La OMS, en la nota descriptiva número 150 (WHO, 2014a), indica que: (i) una
cuarta parte de los adultos informan de haber abusado físicamente de un niño, (ii) 1 de
cada 5 mujeres y 1 de cada 13 varones informan haber sufrido ASI; por lo que se apela a
que incluya programas efectivos dirigidos a dar soporte y enseñanzas a los padres, así
como para destacar la importancia de mantener el cuidado de los niños y de las familias.
OMS confirma que la proporción de los programas de prevención del ASI es del 37 %
con diferencias considerables entre regiones que engloban 133 países (ordenadas de
mayor a menor porcentaje): América (92 %), África (44 %), Pacífico oeste (35 %), Este
mediterráneo (31 %), Europa (29 %) y Sud-este de Asia (0 %). No obstante, parece que
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 30
decir, aportando datos concretos de este ASI intrafamiliar; si no que se lo trata asociado
En Europa hay preocupación por el ASI, la explotación del niño, así como el rol
organizado y el tráfico de seres humanos, entre los que sitúa al ASI, pero no especifica
incesto como ASI a nivel pan-europeo (May-Chahal y Herczog, 2003), detectando entre
2010 realiza estadísticas a través The National Child Abuse and Neglect Data System
del abuso sexual, entre las cuales el 1,3 % fallece y el 6,2 % es reconocido por los
informe en 2013 (U.S. Department of Health & Human Services, 2013) registra una
ligera reducción del ASI (9 %) y de los fallecimientos (1 %); sin embargo , añade
información novedosa, como: el dato relativo al género del agresor, donde el 87,8 % son
varones (el 8,6 % mujeres y el 3,6 % se desconoce), asimismo el dato relativo a los
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 31
niños en cuidado tutelar, respecto a los que están en hogares con prestación de servicios
relación al maltrato infantil en el siglo XXI e indica que: ―Hasta finales del siglo XX no
intolerable y no una forma adecuada de educar a los niños‖ (Centro Reina Sofía,
Ministerio de sanidad, política social e igualdad, Gobierno de España, 2011: 20); lo que
detectado (4,84 %) y el único maltrato que se da más en las niñas (puesto que el
agresor familiar (el padre biológico [50 %] o los hermanos de la víctima [50 %]).
en el ámbito familiar, el 0,89 % de abuso sexual (el 1,58 % entre los 8 y 11 años y un
0,052 % entre los 12 y los 17), siendo de nuevo éste superior en las mujeres (1,13 %)
que en los hombres (0,66 %) –por ejemplo, en el caso de la franja de edad la pre-
pubertad [8-11 años], el porcentaje de niñas abusadas casi llega al 2 %. Otro dato
relevante es, que dentro del maltrato infantil, el que se da con mayor frecuencia es el
ASI (16,67 % de casos, que se afirma que se reiteran diariamente), seguido del maltrato
explicita que, del total de agresores del informe, el 21,26 % de los encuestados dice
haber maltratado a algún menor de su familia, pero ninguno declara haber cometido el
ASI ni incesto.
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 32
Los trabajos más recientes se centran en generar guías de buenas prácticas para
el abordaje del ASI por parte de los profesionales de un territorio determinado (Orjuela
López y Rodríguez Bartolomé, 2012; Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
[UNICEF], Asociación por los Derechos Civiles [ADC], 2013). En las monografías,
según describe Sanmartín Espulgues (2008b), que es el coordinador del centro Reina
además de víctimas de abuso sexual, pueden llegar a ser de la misma forma agresores
sexuales de tal hecho, según explicita López (1997). El 20 % del ASI está causado por
otros menores. Según Inglés Prats (2000) el abuso sexual es el cuarto tipo de maltrato
segunda mitad del siglo XX, siendo las décadas de los años 80-90, las más productivas
Figura 1.- Diagrama de barras por décadas de investigación científica del incesto padre-
hija desde 1940 a 2015 (donde cada barra son 10 años de producción) [extraído de la
abordar los fenómenos vitales desde una misma realidad (por ejemplo, realizando
sexo y de género se centran en los roles sexuales (en la actualidad se denominan roles
tener en cuenta sus diferencias; según Sau (1988, 1989; Jayme y Sau, 2004) las
en los humanos hay tantos géneros como sexos, (ii) la conducta de género se aprende y
En la actualidad, según Barberà (1998; citado por Jayme Zaro, 2002) el género
se considera desde su: (i) aspecto social (hombre, mujer), (ii) aspecto subjetivo
entre hombres y mujeres), (iv) consideración como proceso psicológico que interviene
estímulo (que elicita respuestas diferenciales en la interacción social -lo que sustenta la
designar todo lo construido por las sociedades para estructurar y ordenar las relaciones
dominio del género masculino. Como construcción socio-cultural, detrás del género hay
mecanismos.
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 35
construcciones tales como, la mujer ha de preocuparse por los demás antes que por ella
misma y ha de estar dispuesta a servir, mientras que el hombre ha de decidir sobre los
y concreta emerja como inferior y subordinada a la cultura del hombre. En resumen, los
conceptos principales de la teoría del género son: (i) la distinción entre lo biológico y el
género, (ii) el género como principio básico de organización social en las sociedades
conocidas, (iii) el género como principio de jerarquía, (iv) el género como asignación al
nacer, (v) la identidad de género, (vi) cómo se instituye el género, (vii) la variabilidad
El aprendizaje del ser masculino tiene como punto de partida el creerse con el
control de todas las emociones y sentimientos hacia sí mismo, los demás y las
situaciones en general, por lo que los varones desarrollan un espacio emocional limitado
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 36
continuamente que se es hombre (Seidler, 2002; citado por Chaves Jiménez, 2012). La
sociedad patriarcal define al varón como un ser potente con mandato y autoridad, con la
poder sobre el resto de las personas para que éstos crean que puedan ser dueños del
poder y del conocimiento. Este poder y complicidad lo convierten en un ser con derecho
físico (Sau, 1995; citado en Jayme y Sau, 2004). La identidad de sexo resulta del juicio
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 37
del individuo acerca del propio cuerpo como varón o mujer, basándose en tres
componentes (Bem, 1978; citado en Jayme y Sau, 2004): (i) la preferencia sexual, (ii) la
identidad de género y (iii) la identidad del rol de género. De esta manera, según Sau
ser varón o mujer con una doble vertiente: la colectiva (que implica la adaptación de la
género se refiere a las características de la propia persona que ésta no puede controlar,
aportando algunos elementos teóricos para tratar de analizar el mismo. Según Quirós
Ferlini (2014: 52), el incesto ―Se encuentra ligado a la posición de poder manifestada
como la propiedad física de quienes están bajo su mando (…) tanto la mujer como los
niños, niñas y adolescentes, que pasan a ser su propiedad‖. La problemática del incesto
patriarcal, en la cual las mujeres, los niños y las niñas de la familia son considerados por
sus hijas y está ligado a raíces de género. Según Meza y Mata (2003), la dinámica del
incesto se identifica en la relación entre tres variables: el poder (masculino; por ejemplo,
género (como construcción social de dicha dicotomía sexual por medio de roles y
estereotipos; por ejemplo, mujer como cuidadora de los hijos, varón como autoridad
ejecutiva).
límite (TLP; Barnard y Hirsch, 1985; Marcus, 1989). Cabe señalar que el TLP, en el
DSM-5 (Sección II; APA, 2014) lo describe como un patrón de inestabilidad en las
efecto del incesto se utiliza como modelo el concepto de identidad como constructo
mediador, puesto que el incesto irrumpe en el desarrollo del límite entre la realidad
interna y la externa de sus actores. Este defecto puede explicar, en el caso del varón
otros, por lo que esta disrupción coincide con el aspecto del TLP en tener la identidad
difusa, inestabilidad afectiva y defensas primarias, así como toma de riesgos con
para controlar la ira). Del mismo modo, se observa una preponderancia de casos de
desarrollo intelectual; APA, 2014) de la hija, unida a una situación familiar muy
Paoloni-Giacobino, 2010).
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 39
Por otra parte, se señala en escasos trabajos, desde la teoría del género en
causa o víctima del mismo, sino como un actor más del contexto socio-familiar (Birns y
extraordinario poder que es ejercido por la figura masculina del padre como agresor
sexual y como persona que amenaza a la madre y a la hija para que mantengan el
incesto padre-hija, las diferencias de género incluían la culpa del agresor sexual, de la
sido cuestionada desde la perspectiva de género (Ehrmin, 1996). Otro tema abordado
hija (LaBarbera, 1984) y sus posibles consecuencias en relación con los otros miembros
de la familia. Otra explicación es que las hijas tratan de existir ante los ojos de la madre,
estudios que analizan el incesto desde el punto de vista de los profesionales que tratan
dichos casos (médicos, psicólogos, trabajadores sociales). Attias y Goodwin (1985) han
profesionales del género femenino son más realistas acerca de la alta frecuencia del
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 40
hipotéticos casos que pueden devenir en abusos sexuales reales. De este modo, sugieren
el uso del role playing y los debates relativos a los sentimientos, relacionados con el
género, como parte de la formación en incesto padre-hija, tanto a clínicos varones como
mujeres.
En esta sección se realiza una aproximación al estudio del incesto desde una
perspectiva histórica y teórica. Se inicia con las teorías unifactoriales y se prosigue con
Las teorías sobre el tabú del incesto son muy diversas, disciplinares y
unifactoriales, porque se basan en explicar el ASI y el incesto desde una sola dimensión
antropología. La norma del tabú del incesto se considera universal en las casi cinco mil
sociedades estudiadas según O’Donouhe y Geer (1992) y López (1994, 1995). Esta
norma posibilitó la paz en el clan familiar al favorecer las alianzas con otros clanes por
incremento de las relaciones sociales. El tabú del incesto se extiende de manera menos
antropológicas son las más consistentes, en la explicación de la norma del tabú del
incesto al poner de relieve que el mantenimiento de la paz familiar no sería posible sin
Levi Strauss (1949) indica que la cultura existe porque aparecen reglas para
condicionar el funcionamiento instintivo. El tabú del incesto sería la regla universal para
cultural de los hijos y, donde se les cubre las necesidades de nutrición, afecto y
entre miembros de una familia, sean parientes consanguíneos o no (por afinidad) y que
atenta contra los valores, las pautas y las normas culturales para que la familia logre su
exogamia.
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 42
carácter congénito y natural, normalmente hacia la figura paterna del sexo opuesto (por
ejemplo, del niño a la madre o, inversamente, de la niña al padre). En el caso del niño
Los teóricos psicodinámicos postulan que las causas de la pedofilia son los
problemas intrapsíquicos del adulto, que tiene una fijación o regresión a estadios del
fálico. Según Juda (1986) las teorías psicoanalíticas en relación con el incesto son: la
teoría freudiana y la teoría psicológica del yo; la primera porque enfatiza los impulsos
por los conflictos en la estructura de la personalidad (ello, yo, superyó), así la pedofilia
se daría por conflictos edípicos sin resolver (el padre, pedófilo, usa a la niña como
relacionarse con mujeres adultas). La pedofilia, de este modo, puede actuar como
defensa del ―yo‖, la víctima como un ―yo idealizado‖, detectándose una personalidad
narcisista que intenta ―dar amor que un día no tuvo y que le hubiera gustado recibir, a
un niño que tiene cerca y que de alguna manera le recuerda a sí mismo‖ (Cantón Duarte
1.5.1.3. La sociología
Desde la sociología, según Levi Strauss (1956), el papel del tabú del incesto ha
familia nuclear elijan objetos amorosos fuera del grupo. El incesto refleja la
considera que es la cultura la que determina, desde lo social, la impronta que luego será
Cortés Arboleda, 1997). A las niñas se las incita a que expresen de manera física sus
emociones, en tanto que a los niños se les socializa para mostrarse distantes, al no
poder que detentan en las familias, y de este modo, sus hijas las adoptan como modelo
Se ha de destacar que los controles externos tradicionales del comportamiento sexual (la
infantil, de fácil acceso en la Red, unido a la sexualización de los niños en los medios de
comunicación, todo ello hace que las normas sexuales ya no estén tan claras. Todos
estos factores pueden interactuar y reforzar entre sí la aceptación cultural del abuso
sexual infantil.
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 44
éstos, se hipotetiza que las primeras experiencias sexuales se realizan con otros niños,
que mediante el refuerzo de la excitación y del orgasmo pueden provocar una activación
condicionada ante las señales físicas de los niños. Este aprendizaje se consolida
activación ante estímulos. Para evitar las recaídas, se administra la terapia cognitivo-
conductual.
muerte. Y en este sentido, autores como Bittles (2001), relacionan aspectos genéticos
con el tabú del incesto y señalan, en particular, que una de las causas para la evitación
sexuales con miembros de la propia familia que están en la etapa de la primera infancia.
Este hecho puede ser explicado por los resultados biológicos adversos asociados con los
y minusvalía intelectual.
por consanguinidad o por afinidad (por ejemplo, el vínculo legal o social); por lo que la
(Marazziti, Poletti, Dell'Osso, Baroni y Bonuccelli, 2013) muestran que aspectos como
los celos también tienen origen biológico y se transmiten hereditariamente, por lo que
ante una situación ambiental determinada pueden expresarse esta vulnerabilidad, tanto
en familias consanguíneas como afines, pudiendo producirse una cercanía física de los
varones adultos a las mujeres jóvenes del grupo familiar (endogamia, que tiene la
Los autores Kelly y Lusk (1992; citados en Cantón Duarte y Cortés Arboleda,
1997) afirman que el factor biológico más importante relacionado con la pedofilia es el
sexo del adulto. La mayoría de los agresores sexuales son varones, por lo que es posible
que los factores biológicos desempeñen un papel especifico, puesto que parece que los
hombres se activan más fácilmente ante estímulos sexuales con independencia del
contexto. Del mismo modo, se ha indicado que existe la posibilidad de que las mujeres
neuroimagen, etc.), pero éstos aún son escasos según Becerra García (2011), el cual
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 46
realiza una revisión para hacer una aproximación etiológica del trastorno pedofílico
potenciales evocados ante estímulos de adultos y una mayor actividad subcortical y una
Finkelhor (2005) describe que las explicaciones del incesto desde el seno
familiar, como método de tratamiento clínico, unido al creciente interés por parte de los
observado con mayor frecuencia. Este tipo de incesto ocurre en familias con
determinadas características: (i) con aislamiento social (por ejemplo: pobres, rurales o
gestionan como pueden sus propias crisis y cambios vitales; (ii) el papel de confusión
(por ejemplo, la sociopatología porque ésta afecta a sus miembros), (iii) la supremacía
masculina (por ejemplo, la forma en la cual los varones, como grupo dominante, ejercen
el control sobre las mujeres de la familia); la fragmentación social (por ejemplo, la falta
de apoyo e intimidad que son sustituidas, por el abuso sexual, el cual resulta de un
Se basa en los factores socioculturales que residen en el origen del ASI (Cantón
Duarte y Cortés Arboleda, 1997), destacando tres componentes específicos del mismo:
(i) la mayor parte de los abusos sexuales denunciados los cometen varones adultos
contra las niñas, (ii) bajo ningún concepto se puede considerar a la víctima como
responsable del abuso, (iii) la principal causa de abuso sexual es la naturaleza patriarcal
de la sociedad. Según estos teóricos, hay que contemplar el ASI como un problema de
sociedad. El varón es socializado para buscar su propio interés sexual fuera del contexto
de una relación romántica, para mostrarse fuerte, dominante y llevar la iniciativa en las
relaciones sexuales, en tanto que la mujer es educada para ser sumisa, sensible, poco
asertiva y pasiva en el rol de las relaciones sexuales. Actualmente estos roles asignados
relaciones igualitarias.
rígidas, y en las que parece haber un método efectivo de socialización de las niñas con
dominancia masculina. Los padres agresores sexuales suelen ser ―buenos proveedores‖
tiránicos, que imponen su voluntad en todos los miembros de la familia y los aíslan
económicamente de sus maridos, así como tolerantes a niveles extremos de los abusos
para preservar la relación marital. Las hijas aprenden de las madres que han de ser
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 48
sumisas y suelen ser las hijas mayores, que empiezan a ser abusadas durante la infancia
o en la etapa prepúber.
pedófilo con niñas, pero no estudia a las mujeres que cometen abusos sexuales ni
ASI y el incesto por múltiples factores. Estos modelos son más complejos que las
Ward (2000) una serie de características del modelo merecen un examen más cercano.
dentro del modelo. Una vez que estas vías etiológicas son identificadas y distinguidas
entre sí, llega a ser difícil explicar por qué un camino específico conduce a un
Barbaree (1990) enfatizan la pérdida de control de los impulsos, indicando que las
personas que cometen los delitos sexuales, es debido al fracaso en la inhibición de los
impulsos desviados. Sin embargo, la evidencia empírica indica que algunos agresores
Otra debilidad es la afirmación que los adolescentes varones tienen dificultades para
distinguir los impulsos sexuales de la agresión porque éstos están generados por las
básicos y las capacidades comparten estructuras neurológicas ha sido puesta en duda por
los resultados de varios estudios (Kolb y Whishaw, 1995; Symons, 1979; Tooby y
Cosmides, 1992).
ser los más significativos en la etiología de los agresores sexuales: (i) la excitación
sexual, (ii) procesos de pensamiento, (iii) control emocional, y (iv) los problemas de
personalidad o los desórdenes. Estos autores aducen que ―Muchos agresores sexuales
del modelo para explicar adecuadamente las relaciones que existen y las interacciones
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 50
que tienen lugar entre los cuatro factores etiológicos del modelo. Otra deficiencia del
Una tercera deficiencia es el fracaso del modelo en explicar la forma en que los factores
funcionan como motivaciones para abusar (Ward, 2000; Ward, Polachek y Beech, 2006;
Stinson, Sales, y Becker, 2008). Ward (2001) argumenta también que Hall y Hirschman
existe un conjunto único de factores que contribuyen al problema del abuso sexual.
en los diferentes grupos de síntomas, Ward y Siegert (1990; citado en Stinson et al.,
2008; Ward et al. 2006) crearon cinco vías causales diferentes para el desarrollo del
intimidad que describe un agresor que se aprovecha de una oportunidad para abusar
sexualmente, en el caso en que su pareja no esté disponible. Este agresor sexual tiene
soledad. En segundo lugar, la vía desviada de los guiones sexuales sugiere que los
agresores sexuales han distorsionado los procesos de pensamiento que guían sus
comportamientos sexuales íntimos. Esto implica que tienen una confusión fundamental
la causa primaria del comportamiento sexual abusivo con los niños. Los agresores
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 51
sexuales en esta categoría demuestran tener problemas importantes que regulan los
común avalan creencias culturales consistentes con su estilo de vida agresor. En quinto
lugar, la vía múltiple de los mecanismos disfuncionales involucra a todos los grupos de
síntomas asociados a las anteriores vías, sin mostrar rasgo permanente entre ellos.
Este modelo carece de base de evidencia sustancial, los datos que apoyan los
que las personas en las cinco vías comparten muchos de los mismos rasgos y no son
las actitudes y las creencias desviadas, donde los autores al igual que otras teorías
de la personalidad por parte del varón están presentes en las relaciones con las mujeres.
como una explicación etiológica de la agresión sexual por Stinson, et al. (2008). A
validez.
No obstante, hay soporte empírico para muchos de los postulados del mismo,
incluyendo las experiencias negativas del desarrollo, las distorsiones cognitivas y una
falta de control emocional que se producen en las agresiones sexuales. Sin embargo,
algunos de los vínculos hipotetizados han sido criticados por ser inverosímiles, ya que
no parece haber una respuesta simple de por qué la gente adquiere un comportamiento
sexual agresivo. El problema del agresor sexual es demasiado complejo para atribuirlo
solo a un único modelo. En este sentido, los modelos multifactoriales proporcionan una
porqué de los intereses sexuales desviados, que no se encuentran en todos los agresores
sexuales. Esta característica es la que hace difícil generalizar el modelo a la mayor parte
explicación o causa del comportamiento sexual agresivo. A pesar que existen muchas
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 53
Las teorías que habían tratado el tema del incesto eran de carácter
agresor desde un solo factor, a modo de causa única de este fenómeno (por ejemplo, las
surgir propuestas que combinaban múltiples factores para explicar este ASI, donde uno
de los autores más importante ha sido Finkelhor (1978, 1984, 1986). En la actualidad
(1984), ya que éste fue el primero que apareció y que permanece aún vigente.
hija, por ser el ASI más prevalente a nivel intrafamiliar. En esta primera propuesta,
incluye seis factores en la etiología del incesto: (i) las características personales del
agresor, (ii) el rol de la madre, (iii) un medio familiar descuidado o negligente, (iv) un
cierto aislamiento subcultural, (v) unos límites sexuales familiares pobres y, (vi) unos
factores de oportunidad.
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 54
A pesar de que, su evolución teórica se amplia para proponer otro modelo que
(Finkelhor, 1984), que resulta ser la primera teoría integrada del ASI y que ofrece una
explicación a la naturaleza del por qué y del cómo puede existir este tipo de agresión
sexual en nuestras sociedades. Este modelo, a diferencia del primero, es más extenso, al
puesto que se focaliza en cuatro factores, a modo de condiciones previas, que explican
sexualmente a un menor. Ésta puede ser de índole diversa, donde aparecen tres factores
como los más prevalentes: (i) la congruencia emocional (mantener una relación
infantiles, narcisismo, etc.), el arousal sexual (la excitación sexual tiene lugar con el
niño; por ejemplo, esta activación sucede con el menor, como fuente de gratificación
infancia del agresor, a la atribución errónea del contenido sexual a las señales de la
para encontrar las necesidades emocionales y sexuales por los caminos más prosociales
disponibles por varias razones de índole del desarrollo [por ejemplo, los sentimientos de
ejemplo: las experiencias sexuales traumáticas con otro adulto, el miedo a las mujeres,
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 55
los problemas de pareja]). Estos tres factores pueden aparecer de forma independiente o
combinados.
manera que los medios tienen un papel facilitando dichas motivaciones, ya que, en
ocasiones, es el sentido en que la publicidad trata a las mujeres y a los niños, como si se
que tiendan a verlos no solo como objetos sino como posesiones. Además, alerta con el
varones hacia los niños o bien por el fallo de inhibición de los impulsos.
internos, es decir, los elementos propios de la persona que deberían reducir y eliminar
las motivaciones precedentes (como pueden ser el sentido moral, la ética, o el miedo a
ser descubierto) parecen no funcionar, y como consecuencia de ello, las causas de este
un niño puede impedir que dicho deseo se convierta en un acto, mediante inhibiciones
internas, pero a veces éstas fallan. En este contexto, no ayudan las actitudes y las
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 56
creencias que generen distorsiones cognitivas que causen que algunos varones puedan
hombres de identificar las necesidades de los niños). Finkelhor explica que algunos de
estos desinhibidores pueden ser temporales (como el alcohol) o permanentes (como las
creencias distorsionadas).
externos, lo que explica que el agresor soslaya los elementos contextuales que impiden
límites afectivos con éste, actúan en un medio donde falta una adecuada supervisión del
mismo). El agresor sexual debe localizar la oportunidad para intimidar con el niño, pero
En resumen, los miembros de la familia, los vecinos y los iguales son los que, en
primer lugar, pueden ejercer una influencia inhibidora en las acciones de un potencial
agresor. Finkelhor (1984) comenta que hay un número de condiciones que incrementa la
enfermedad, una madre que no está cerca de su hijo, un aislamiento social de la familia,
una ausencia de supervisión del niño, las condiciones inusuales del dormir, y sobre todo
la oportunidad de estar junto al niño que facilita las posibilidades de abusar del mismo.
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 57
A todo ello cabe sumar los factores sociales como: la ausencia de soporte a las madres,
la erosión de las redes familiares, la ideología de la santidad familiar (la familia buena),
es decir, pasar por encima de la capacidad que pueda tener el niño de evitar o de
resistirse al abuso sexual (por ejemplo, tomando la ventaja de una relación de confianza
con el niño o bien de una relación con el cuidador de éste, utilizando estrategias como
sexual que utiliza el agresor para envolver al niño antes de abusarlo con la finalidad de
asegurar el secreto y la aceptación de intimidad con el adulto a lo largo del tiempo. Por
ello, hay que tener una especial atención con los niños inseguros, necesitados de apoyo,
pueden ser los más vulnerables a este tipo de actuaciones por parte de algunos adultos;
junto con aquellos niños que mantengan un inusual grado de confianza con un potencial
La resistencia a este tipo de abusos por parte del niño se relaciona también con el
hecho de que reciba información o educación sexual en edades tempranas, así como el
conocimiento de lo que es una agresión física y coercitiva, pues los niños no dejan de
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 58
ser seres impotentes ante determinados factores socio-culturales que pueden contribuir a
Con este modelo se explica, por primera vez, que el ASI es un fenómeno
multifacético, relacionado con una gran variedad de necesidades que tienen algunos
aportación de Finkelhor en 1984 (según Ward y Hudson, 2001) es que deja claro que es
comportamiento del ASI, ya que éstas parecen ser el detonante del comportamiento de
abuso sexual. La idea básica de dicho modelo es que los agresores sexuales de niños
actúan siguiendo una secuencia temporal, de modo que, una vez se establece alguna de
causalmente de la anterior.
empírica con pedófilos, lo que ha proporcionado una lista de cuatro factores que los
con otros adultos o cuando el niño parece satisfacer estas emociones del adulto; estas
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 59
evidencias de esta motivación incluyen que los pedófilos: (i) se sienten atraídos por los
estos agresores sexuales el poder cubrir esta necesidad de dominancia que no logran
conseguir en otros aspectos de sus vidas ejerciéndola sobre el niño; (ii) son inmaduros
psicológica y socialmente; (iii) tienen falta de autoestima; (iv) han sido sexualmente
niño.
precondición (Finkelhor, 1984), la excitación sexual, que queda evidenciada por: (i) las
erecciones ante las imágenes de niños; (ii) que el acto del ASI genera la condición de
excitación sexual hacia el niño; (iii) que la experiencia de abusadores sexuales durante
con pornografía infantil o anuncios en los que los niños son tratados como objetos
sexuales.
adulto no estén disponibles a su alcance, sea debido a motivos internos, por lo que se
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 60
(Finkelhor, 1984), dado que hay: (i) una dificultad de relación con las mujeres; (ii) unas
las dinámicas edípicas no resueltas; (v) las perturbaciones en las relaciones adultas tanto
pregunta: ¿Por qué el adulto no es disuadido de este interés mediante las prohibiciones
cometer ASI, ya que aparece en él una ausencia de freno ante las normas existentes de
prohibición relativas a tener sexo con los niños, por lo que este factor de nuevo se
asocia a la segunda precondición del modelo original (Finkelhor, 1984). Las razones por
la cuales esto ocurre son diversas argumentándose que hay: (i) un desorden de los
impulsos; (ii) una senilidad; (iii) una deficiencia mental; (iv) un consumo excesivo de
alcohol; (v) un fallo en el mecanismo de evitación del incesto (por ejemplo, el agresor
es un padrastro); (vi) hay una situación de estrés; (vii) o existe una tolerancia al incesto
Finkelhor (citado en Wald y Hudson, 2001) sugiere que los tres primeros
factores (la congruencia emocional, la activación sexual y el bloqueo) explican por qué
algunos individuos desarrollan un interés sexual hacia los niños; en cambio, el cuarto
comportamiento de abuso sexual. De esta manera, la idea clave es que estos cuatro
factores están reagrupados en las cuatro precondiciones que deben ser satisfechas antes
de que ocurra el ASI; de modo que los tres primeros factores (1, 2 y 3) están asociados a
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 61
relación con el proceso de agresión, más que con las causas del mismo. Las
secuencia temporal, en la cual, cada una es necesaria para que la siguiente pueda tener
lugar.
Esta adaptación del modelo de las precondiciones (Finkelhor y Araji, 1986) sitúa
al incesto en los dos últimos factores: el bloqueo y la desinhibición. Describe que este
matrimonial (u otras crisis transitorias) en las que, por alguna razón, la mujer se ha
alienado afectivamente del hombre, mientras que éste está demasiado inhibido o es
porque las hijas no son biológicas (caso de las hijastras), o porque el padre no ha estado
entre padre e hija, más aún, si ésta es una hija biológica y ha convivido con ella desde su
incluidos en este tipo de agresión sexual. Por ejemplo, que este tipo de pedófilos sea
tímido o inefectivo a nivel personal puede ser debido a que éste es el perfil de agresores
que son arrestados; del mismo modo, la baja autoestima de estos agresores puede ser
explicada por el proceso de arresto y la condena. Además, los grupos control de sus
estudios eran estudiantes universitarios. Por ello, a inicios de los 90, se comienza una
línea de investigación que parece proporcionar soporte parcial a este modelo (Howells,
sin embargo, parece no haber explicado el por qué alguien puede poseer la motivación
del abuso sexual a niños? En este sentido, Howells (1994) destacó que el poseer unas
otros factores (la excitación sexual), pueden ser dos de los factores más importantes que
expliquen el ASI, pero también advierte que no son causas directas de esta agresión.
Manifiesta la confusión existente entre el interés del desvío sexual, es decir, lo que
Finkelhor insiste en que parece que una baja implicación en el cuidado de los hijos
puede llegar a convertirse en un factor de riesgo, puesto que esta conducta parental
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 63
mejora en general las capacidades y los sentimientos parentales. Este factor parece ser
más relevante que la insatisfacción marital y otros abusos severos por parte del padre
Howells (1994) también critica que este modelo de precondiciones contiene una
las atribuciones, y las teorías de aprendizaje, lo que puede suponer correr el riesgo de
explicada por dos teorías: la psicoanalítica como déficit personal y por la teoría de
desarrollado un marco teórico, en vez de una teoría substantiva, por ello se lo considera
Ward y Hudson (2001), que a pesar de ser considerado como el modelo más importante
taxonomía que incluya la diversidad inherente al ASI, pero que hasta el momento, no ha
proporcionado una estructura que permita adecuar la información de éste para tratar a
los agresores sexuales; dado que los tratamientos a agresores sexuales están basados en
culturales que se producen en el abuso sexual del niño. Se aboga hacia la comprensión
de las causas de este tipo de abuso sexual a los niños, así como a su desarrollo y
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 64
mantenimiento a lo largo del tiempo, como los elementos más relevantes de cara a la
En cuanto a las causas, no se sabe por qué algunos varones no canalizan las
motivaciones de forma más sana (es decir, no resuelven sus frustraciones con
manera que las relaciones íntimas dejen de constituir una preocupación), especialmente,
si las causas no son la activación sexual resulta complejo para los autores más críticos
del ASI. No se sabe por qué, si hay necesidades emocionales, éstas no son cubiertas por
otro tipo de soporte o se transforma en amistad con los niños, en vez de agresión sexual
hacia ellos; de forma similar, no se sabe por qué ante la excitación sexual hacia los
niños, no se busca ayuda. En resumen, falta detallar cómo los factores psicológicos de
vulnerabilidad hacia este tipo de agresión sexual se conectan con los motivos para
producir el ASI (por ejemplo, hay que descartar que la personalidad antisocial sea la
única que explique algunas de las características detectadas en los agresores sexuales
estudiados, como la baja autoestima o el sentido de impotencia; del mismo modo hay
que estudiar las potenciales comorbilidades, por ejemplo, con el uso de sustancias como
el alcohol). Por último, una perspectiva del desarrollo parece necesaria en el modelo de
las precondiciones, pues no parece causal que la mayor parte del ASI se de en víctimas
prepúberes.
vulnerabilidad y orientar de forma más efectiva los tratamientos a los agresores de ASI.
obtuvieron 166 resultados evaluados por expertos, procedentes de las revistas científicas
1980, considerada la más fructífera en este campo, debido a que en las siguientes
flujo de una revisión sistemática según la declaración Preferred Reporting Items for
The PRISMA Group, 2009: Urrútia y Bonfill, 2010), que establece unas normas para
orden de frecuencia de mayor a menor hasta 4): Child Abuse & Neglect (14), Journal of
Child Sexual Abuse: Research, Treatment, & Program Innovations for Victims,
Survivors, & Offenders (8), Social Casework (5), Psychological Reports (4), Journal of
Interpersonal Violence (4); de las cuales 156 eran artículos (por ejemplo, el resto eran
(81), padres (56), relaciones padre-hijo (43), abuso del niño (28), etc. La clasificación
de estos resultados en la base de datos se relacionaba sobre todo con: trastornos del
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 67
psicoanalítica (12), entre otros. Los grupos de edad de estos trabajos son diversos,
masculina (64). Por último, la metodología más utilizada es el estudio empírico (80),
seguido del estudio de caso clínico (17), el estudio cuantitativo (7), la revisión de la
literatura (6) o la entrevista (4) u otro tipo de estudios (por ejemplo, cualitativo (3),
longitudinal (3).
disfuncional que suele tener lugar entre la diada padre-hija, siendo el primero el agresor
relativo a aspectos más concretos de este ASI en la estructura familiar y el tipo de roles
Las causas del incesto que se han descrito son diversas, aunque ha sido la
del fenómeno. Diamond (1989) examina el rol etiológico del incesto como fantasía
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 68
relación a la memoria y al inconsciente para tratar a las víctimas. De modo que las
fantasías y los deseos forman parte de las motivaciones que preceden a los
comportamientos.
Las motivaciones del incesto son múltiples; Maddock y Larson (1995) han
las relaciones (por ejemplo, se puede dar el ―polincesto‖ al haber múltiples agresores
través de este maltrato físico; (iv) la rabia, cuando el agresor es hostil y sádico, es el
caso más severo puesto que la víctima se encuentra en un gran peligro. En ocasiones, el
hija. Los pocos trabajos localizados los realizan médicos, psiquiatras y forenses (Pribor
y Dinwiddie, 1992), que son los que suelen atender a este tipo de víctimas y agresores.
propias víctimas (Pribor y Dinwiddie, 1992). Estos comportamientos descritos por parte
de las mismas, hacen referencia a una larga lista de conductas sexuales a las que han
cunnilingus, fellatio, intento de coito, coito anal, uso de dibujos y películas sexuales
sobre la niña, uso del visionado obligado de pornografía, sexo grupal, otras actividades
El incesto endogámico que se realiza entre miembros unidos por lazos de sangre,
como la díada padre-hija, puede ser individual o múltiple, no obstante las pautas de
relación son las mismas, en lo que hace referencia al tratamiento de las víctimas. En las
familias incestuosas, los roles familiares están confusos. De acuerdo con Barudy (1998),
cualquier gesto puede dar lugar a malentendidos que pueden ser interpretados como
físicas de cariño, que van adquiriendo connotaciones sexuales (por ejemplo, conductas
hasta que la niña llega a la adolescencia, época en la cual los contactos sexuales son
completos). Sigue persistiendo la confusión en los roles del padre y de la hija, en cuanto
otros estados emotivos según McCarthy y Byrne (1988). Dichas respuestas, ante el
fenómeno del incesto han legitimado una serie de acciones dirigidas a la protección del
niño, pero también han culpabilizado a las madres y castigado a algunos de los padres
(por ejemplo, las condenas penitenciarias). El incesto comprende las relaciones sexuales
entre los componentes de una familia, en este caso padre-hija, existiendo una
prohibición explícita del mismo, mediante las leyes y las costumbres sociales. En la
literatura se lo denomina como ―el tabú del incesto‖; según Vázquez Mezquita (1995),
afecta a todos los miembros de la constelación familiar con graves consecuencias que
van más allá del padre y la hija, alcanzando incluso a la madre y a los hermanos.
último dilema como el fenómeno que se produce cuando las hijas, al llegar a la
adolescencia, son rechazadas por sus padres de forma aparentemente fría, tanto por los
impulsos que surgen por parte del padre, como por parte de la hija. Es decir, que existen
trabajos que atribuyen de la misma manera a la hija, las características facilitadoras del
incesto (de Chesnay, 1985). Según Quirós Ferlini (2014), los factores externos
dadas‖ y modeladas. De modo que las variables interrelacionadas que explican este
fenómeno pueden ser: (i) el género, (ii) las conductas aprendidas de poder-sumisión,
En cuanto al desarrollo del incesto (Sgroi, Blick y Porter, 1982) suele existir
compromiso: la niña es llevada hacia una relación más intensa con el padre (padrastro),
sexuales, que pueden ser normalizadas mediante juegos y actividades (por ejemplo, en
tocamientos a la penetración de uno o varios tipos; (iii) el estadio del secreto: en el cual
existen una serie de esfuerzos por parte del agresor para asegurar la privacidad, de la
proteja al niño, excepto cuando el agresor sea el padre, en cuyo caso las familias
acostumbran a ser menos consideradas con el niño, por lo cual es necesario protegerle
de los conflictos de lealtad familiar, que pueden llegar a ser tanto o más perjudiciales
que el propio incesto; (v) el estadio de la represión, los profesionales se asocian con la
familia para tratar de afrontar la situación con la intención de poder gestionar las
primeros son necesarios para la existencia del abuso sexual, los tres últimos hacen
incesto como ―el síndrome de acomodación del abuso sexual del niño‖, dado el
que involucra a su propia familia. Por lo que, en este contexto, no resulta extraño que la
sucedido en dicho entorno durante mucho tiempo. Ello produce la frecuente retracción,
miedo a las represalias y, en ocasiones, la percepción del niño como culpable. Según
Collins, Griffiths y Kumalo (2005) solo el 30 % de las víctimas (que suelen ser niños
accidental y el resto son los testigos, los que desvelan el incesto, normalmente otro
familiar. No obstante, incluso de adultos, las víctimas siguen temiendo las represalias,
por miedo, vergüenza o estigmatización a la familia; ya que es común que haya habido
intentos de revelación anteriores con consecuencias negativas para el niño, que han
hecho que las sufriera, al mismo tiempo transformándolos en seres reacios a una nueva
revelación; (por ejemplo, Roesler y Wind (1994) hallaron que el 51,9 % de los que
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 73
revelación). Por ello, hay una serie de síntomas y comorbilidades que se han
revivir o evitar el trauma) y los fallos de relación (el esfuerzo por agradar a los demás).
víctima gestiona este incesto, indicando que para evitar la fragmentación psicótica,
tras meses o años de perpetuación, ya que el acto de este tipo de conducta sexual
serie de aspectos: (i) Duración de la conducta: ocupa un periodo de la vida del agresor y
de la víctima, esto es, implica un periodo relativamente largo que puede ir desde meses
a años o en las primeras etapas del desarrollo del niño: (ii) Coacción física y
psicológica: tiene como objetivo mantener el silencio del abuso sexual en torno a tres
ejes (Intebi, 1998; Soria y Hernández, 1994): (i) el agresor sexual posee una autoridad
moral delante del niño, ya que es de mayor edad que él y goza de su confianza; (ii) el
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 74
secreto al que somete al niño durante el curso de la relación sexual abusiva, se establece
misma; (iii) Severidad del abuso: grado de severidad del abuso sexual realizado (desde
los tocamientos, hasta las penetraciones; deChesnay, 1985) que es más probable que se
produzca cuando la duración del abuso ha sido superior a un año, así como es más
frecuente que se comuniquen los incestos cuya severidad ha sido menor (Farrell, 1988);
el abuso ha salido a la luz (por ejemplo, las personas implicadas, las posturas de los
familiares, los apoyos clínicos y/o sociales recibidos); (v) Edad de la víctima: en el
momento de la revelación del incesto (Farrell, 1988) suele ser entre los 12 y 25 años.
agresor (el familiar adulto que ejerce este tipo de agresión sexual) y la víctima (el
menor, niño en etapa infantil o adolescente que recibe este tipo de maltrato sexual, por
parte de un adulto padre [biológico o no] de su núcleo familiar primario, es decir, con el
que convive). Por ejemplo, la asociación FADA (Pereda, Polo y Navales, 2004), que
centra su atención en el ASI en general, ha indicado respecto al agresor que suele ser un
penetración anal.
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 75
De estos roles derivados del incesto existen estudios tanto sobre los agresores
sexuales por un lado, como sobre las víctimas y el proceso de victimización, por otro.
qué determinantes parecen haber ocasionado que realice el acto de agresión sexual hacia
acostumbra a ser más holístico, es decir, se aborda en él la naturaleza del abuso y las
agresiva que constituye un delito, aunque ello afecte tanto a la persona victimizada
como a sus familiares. En tercer lugar, a parte de los dos actores principales en el
incesto, se estudia también el rol del otro progenitor de la constelación familiar, que no
es agresor y que forma parte de la misma, la madre biológica. Por último, en pocos
significativas entre ambos tipos (deChesnay, 1985; Groff, y Hubble, 1984). A pesar de
desarrollo caracterizado por la ausencia de empatía por parte del padre, que es incapaz
son centrales en este agresor sexual, estableciéndose en algunos casos una fantasía
marital hay una alta incidencia de disfunción y uso de alcohol. Sin embargo, Weiner
(1962), mediante una exploración con una batería de test proyectivos y de inteligencia
(Rorschach, WAIS, Bender-Gestalt, and TAT), observó que los padres agresores no
Por otro lado, Herman y Hirschman (1981) observaron que el estilo patriarcal de
toma de decisiones maritales se asociaba al incesto padre-hija; de modo que las familias
las convicciones paternas) y cómo rasgos de las mismas incluyen un dominio paternal
rígido y externo (la configuración de las relaciones humanas establecidas fuera del
ámbito familiar según las premisas paternas aprendidas en el seno de la familia). Los
hallazgos en relación a los padres agresores señalan que las creencias de éstos son:
educar a sus hijos en relación con el sexo, actuar como cabeza de familia por lo que han
de ser obedecidos sin cuestión alguna, saciar sus propias necesidades sexuales con sus
hijos y ser dueños de los mismos. De modo que estos padres justifican su
agresores suelen haber sido víctimas de la misma conducta durante su infancia, tienen
disfuncionales. Este último aspecto es tratado por Intebi (1998), señalando que la
disfuncionalidad existe a nivel de los vínculos familiares, siendo éstos graves, severos y
incesto es un tipo de abuso sexual especialmente grave porque suele deteriorar las
relaciones familiares, que ya resultan conflictivas. Indica que las estrategias de este tipo
previa que se tiene con la hija. Es común, según López Sánchez (1999), que el padre
agresor se aproveche de una situación confusa o ambigua, incluso que utilice la sorpresa
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 78
víctima.
Existe una amplia literatura relativa a la víctima del incesto padre-hija, que
desde su detección es abordada por la perspectiva médica (por ejemplo, por indicadores
duración y la frecuencia) de este tipo abuso sexual. Por ejemplo, Yorukoglu y Kemph
(1966) describen dos víctimas de incesto las cuales no presentan un daño severo debido
a una sana formación funcional del ego antes de sufrir la experiencia incestuosa. Pereda
(2011) lo trata como la resiliencia del niño o de la niña víctima de abuso sexual familiar,
al explicar que a pesar de esta agresión consiguen superar esta experiencia y convertirse
víctima clásica es la hija mayor (Herman, 1981b; Herman y Hirschman, 1981), que con
una madre con cierta discapacidad o con ausencias extensas, ha de mantener un rol de
abuso sexual puede continuar durante años o puede sustituirse como víctima a la
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 79
hermana mayor por otra hermana menor. De forma similar, Prince (1981) indica que el
inversión de rol madre-hija aparece en el estudio de Levang (1988), junto con las
relaciones conflictivas entre la madre y la hija, incluso con la existencia del desapego
entre ambas.
(1989) realizó un estudio de caso con una mujer de mediana edad víctima de incesto
más permanente que otro tipo de señales sexuales. De forma similar, Rowe y Savage
(1988) tratan los problemas de relaciones con otros adultos, incluidas las relaciones
sexuales, en mujeres que han sufrido el incesto padre-hija, puesto que en ellas, incluso
queda afectado a largo término, según Brunngraber (1986); en cambio, como los efectos
a corto plazo, estas víctimas soportan mejor las dificultades emocionales, las sociales,
sentido de control en su rol maternal, que obtenían poco soporte paternal de sus
cuadro clínico suele incluir la baja autoestima, la dificultad con las relaciones íntimas y
Los estudios centrados en las madres de familias con incesto padre-hija son
todavía escasos. Según Salter (1988), se suele achacar a la madre la responsabilidad del
incesto (por ejemplo, el placer perverso, ya que han de saberlo, el reconocer el dolor
causado y el tomar una decisión respecto a la perpetuación del problema). Sin embargo,
la realidad es más compleja (deChesnay, 1982), pues no todas las madres son
conscientes del incesto, porque los padres de forma inteligente desvían las posibles
la madre sospecha, a veces la idea es tan dolorosa que prefiere no afrontarla y de forma
alcoholismo; según Herman y Hirschman, 1981), no poseen el control sobre sus cuerpos
(de forma similar a la víctima) y tienen varios hijos. Un perfil frecuente ha sido el de
culpa que siente la madre a causa del conocimiento del incesto padre-hija; lo divide en
cuatro aspectos: (i) las madres son partes activas en la facilitación de los contactos
sexuales; (ii) hay una responsabilidad indirecta de las mismas en el abuso sexual; (iii)
no imponen límites que prevengan el incesto y (iv) conocen las conductas abusivas
aunque no las admiten. En este sentido, deChesnay (1985) señala como factor
significativo ―la distancia maternal‖, medida con indicadores de calidad y cantidad para
consenso relativo a este factor, pues por razones varias, las madres no parecen mantener
una disponibilidad emocional hacia sus familias, facilitando uniones ilícitas como la de
este tipo de incesto. No obstante, Herman (1981a) señala que frecuentemente los padres
siguen manteniendo relaciones sexuales con sus esposas y con sus hijas
simultáneamente.
los vínculos disfuncionales del núcleo familiar; una perspectiva teórica derivada de la
Teoría del Balance y la Teoría General de Sistemas (la familia incestuosa como sistema
hija en familias incestuosas, como medio para entender las dinámicas de interacción
como característica que sirve para mantener la integridad de la unión familiar (Gutheil y
hipersexualizada; de modo que los estudios que culpabilizan a la madre por intolerante,
frígida o esposa ausente que no satisface las necesidades sexuales del marido, no serían
suficientes para explicar la conducta del agresor, aunque parece claro que éste tiene
cierto grado de insatisfacción sexual y que, por alguna razón, elige aliviarla con su
propia hija, en vez de hacerlo mediante otro mecanismo (por ejemplo, la masturbación,
tras la autorevelación del incesto padre-hija, la madre presenta una alta prevalencia de
Myquel, Braccini y Darcourt (1980) describieron casos en los que la madre presentaba
una ambivalencia sádicomasoquista, pues en el primer caso, era ella la que hacía de
afirmaba haber permitido el incesto durante largo tiempo. Por lo tanto, la figura de la
Los estudios empíricos con familias incestuosas muestran unos patrones que se
una mujer menor por parte de un hombre adulto, que suele ser la figura paterna. Gordon
y O’Keefe (1984) afirman que, a pesar de ser un comportamiento tabú, las agresiones
estados puntuales que expliquen este abuso, además su prolongada duración alega al
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 83
Smith, Webber y Robinson (1991), las hijas tienen niveles de autoestima menores, sus
madres informan de que sus hijas tienen más problemas comportamentales y las
familias incestuosas afirman ser altamente conflictivas, organizadas y con una baja
en comparación con otras no incestuosas, son iguales en cuanto al ajuste del estatus
marital, la autoestima de las madres o el nivel de psicopatología de los agresores y/o las
víctimas.
diversos estudios empíricos. Selby, Calhoun, Jones y Matthews (1980), mediante una
encuesta a clínicos que trataban familias con incesto padre-hija obtuvieron sus
sexuales en relaciones no incestuosas. Segundo, las hijas solían ser vistas como sumisas,
violencia o las amenazas para obtener la cooperación sexual de las hijas, mientras que
las madres eran débiles o incapaces de ayudarlas. Tercero, eran familias que se
riesgo a atender en relación con el incesto padre-hija. Strobel, Kuo, O’Keefe, Beard y
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 84
Swindell (2013) han identificado cuatro factores: (i) tener padres cuya relación incluye
incesto hasta cinco veces; (ii) tener familias que aceptan dicho incesto; (iii) tener
madres sin afecto relativo al incesto (madres que no besan ni abrazan a sus hijas); (iv)
tener familias monoparentales donde la madre es la única figura paterna y/o hay un
Levang (1988) comparó éstas con otros tipos de familias sin incesto y descubrió que las
familias con incesto padre-hija mostraban menos risas y disfrute en sus conversas, así
En resumen, el incesto padre-hija parece ser uno de los incestos más prevalentes,
adolescencia. Este tipo de abuso constituye un tipo de violencia intrafamiliar que parece
tener una larga duración y sus consecuencias son negativas. Sin embargo, la
familia.
agresor niegue el incesto, haya un duelo y se replantee la dinámica familiar; a parte del
legal del agresor. En ocasiones puede ser cuestionable el apoyo ante este abuso sexual,
al menos del modo percibido por parte de la víctima, que ha de ser familiar y social.
Parece que las víctimas desarrollan psicopatología relativa al estrés del abuso
INTRODUCCIÓN: el incesto como abuso sexual infantil (ASI) 85
depresión, la baja autoestima) y éstas parecen tener dificultades para un desarrollo sano.
Las secuelas para la víctima pueden durar toda su vida, aunque parece que
Las secuelas psicológicas del abuso sexual en menores son diversas, según Courtois
(2010), los factores que generalmente agravan la psicopatología son: la mayor duración
efectos de los abusos sexuales son muy variados, pues dependen del tipo de agresión, la
edad del agresor y la edad de la víctima, el tipo de relación entre ambos, la duración de
El efecto a corto plazo del abuso sexual, según Finkelhor (1985), señala una gran
cantidad de trastornos en base a los datos clínicos como: los miedos, la compulsividad,
de humor, las ideas de suicidio, la fatiga, la pérdida de apetito, las dolencias corporales,
consiste en la adaptación del niño al abuso sexual, en base a una autoinculpación y una
disonancia cognitiva que supone vivir una experiencia cognitiva y emocional disonante.
las conductas de los menores abusados sexualmente era el siguiente: el miedo, la ira y la
hostilidad. Siguiendo a Glaser (1991) hay una serie se secuelas consideradas en orden a
su relevancia variable: (i) la confusión y la ansiedad, que aparecen más cuando el menor
es más pequeño; (ii) la culpa, la angustia y la depresión, que aparecen en mayor medida
con el aumento de la edad en el niño, (iii) la sexualidad inapropiada (el abuso sexual los
vuelve más susceptibles a una posterior victimización, pues sus relaciones están
Los efectos a largo plazo son similares a los de corto plazo, destacando según el
estudio de Pribor y Dinwiddie (1992), las víctimas de incesto presentan unas tasas
alcohol.
cuestión- de las personas más relevantes para el menor. A veces la negación, la falta de
Si hay una denuncia de los hechos por parte del niño ante la policía, ésta se
búsqueda del abogado defensor y la preparación del juicio. El ambiente del núcleo
adelante a los hijos con su trabajo y ayudas de la familia extensa. Si no hay recursos
acogida, o bien la familia extensa puede contribuir con su ayuda a paliar las pérdidas
económicas y emocionales que la destrucción del núcleo familiar experimenta ante tan
súbito y terrible golpe a la convivencia familiar. Por ello, es muy difícil denunciar los
durante largo tiempo, obviamente a costa del sufrimiento psíquico de los menores-,
puesto que la eclosión del abuso sexual supone una serie de pérdidas irreparables en el
seno de la constelación familiar, y donde a partir de la cual ―ya nada es lo que era‖.
denuncias anuales, de las que el 0,3 % son de delitos contra la libertad sexual, de estas
11 000 denuncias, 3 500 son de delitos a menores, y dado que hay 7 313 424 menores
de 18 años en España, la incidencia de ASI anual sería del 0,5 % (teniendo en cuenta
que se denuncian el 10 %). Esta misma autora indica que, sin embargo, cuando se hacen
estudios de prevalencia las cifras son mayores. Por ejemplo, López, Carpintero,
Por su parte, Cantón-Cortés, Cantón, Justicia y Cortés (2011), con una muestra de 1 529
En Cataluña, Pereda Beltrán (2006) halló una prevalencia de ASI del 15,5 % en
(2001) realizado en el hospital San Juan de Dios de Barcelona, entre los años 1992 y
2000, identificaron de forma retrospectiva que, la principal vía de llegada de los casos
de ASI era a través de la familia, en concreto el 34 % de los casos eran comunicados por
juzgados, 7,3 % policías, etc.); de los cuales un 75 % de la víctimas eran niñas, que en
El tipo de agresión más frecuente fueron los tocamientos (82 %) y la menos común la
penetración (21 %). Por último, el 74,5 % de las veces el agresor es un familiar o
sexual.
MÉTODO: INVESTIGACIÓN MIXED METHODS 89
dentro de la constelación familiar nuclear, tanto desde la díada padre e hija como en
naturaleza de este maltrato infantil en el seno de la familia. Para ello, se parte de las
descripciones del fenómeno del ASI y del incesto realizadas por las personas implicadas
en este tipo de abuso sexual (como los familiares), así como por las que no lo están (los
profesionales clínicos, sociales, educativos, médicos, jurídicos, las fuerzas del orden,
ASI y del incesto, a partir del estudio de casos relatados por los agresores sexuales
pedagogos), que atienden los ASI y el incesto en los EAIA. Se pretende encontrar la
género, que parece afectar tanto al género masculino (el del agresor) como al femenino
(el de la víctima).
fenómeno del ASI y del incesto, desde el modelo de las precondiciones de Finkelhor
del agresor (como una perspectiva insider o émica, la cual significa que se aborda el
problema desde dentro del fenómeno); y (iii) el observado por los profesionales de
varios de los EAIA de la provincia de Barcelona, que atienden los casos de ASI e
incesto (a través de una perspectiva outsider o ética, que analiza el fenómeno desde
fuera).
relacionada con los factores explicativos del ASI y del incesto; éstas serían las
siguientes: ¿En qué poblaciones o zonas de Barcelona hay más ASI e incesto?, ¿Cuál es
el origen del ASI y del incesto?, ¿Qué condiciones o factores suelen confluir para que
ambos fenómenos tengan lugar? Con el fin de poder dar respuesta a estas preguntas, la
presente tesis plantea aplicar el Modelo de Finkelhor (1984) teniendo en cuenta sus
MÉTODO: INVESTIGACIÓN MIXED METHODS 91
tampoco los inhibidores internos en los agresores sexuales?‖ (por ejemplo, la moral, la
ética, el factor religioso, etc.); la tercera precondición consistiría en ―¿Por qué fallan
delito, el temor al ser descubierto in situ realizando la conducta impropia, etc.); la cuarta
precondición es: ¿Qué estrategias emplea el agresor sexual para superar la resistencia
inicial del niño a la conducta impropia‖. Por otra parte, se persigue también averiguar
los elementos que producen el mantenimiento del ASI y del incesto durante un periodo
de tiempo, de la misma forma que se intenta conocer cómo transcurre la vida de una
familia incestuosa, o ¿En qué momento, cómo y quién desvela el ASI y el incesto? Por
último, se intentará estudiar si el ASI y el incesto podrían ser una cuestión de género.
incesto: ¿Cómo son las familias en las que aparecen estos fenómenos?, ¿Cómo es el
agresor del ASI y del incesto?, ¿Cómo percibe el agresor el abuso sexual?, ¿Cómo se
gesta y se mantiene una conducta de abuso sexual hacia un hijo o una hija o hijastra?,
segunda parte consiste en la forma en que aparece este fenómeno en nuestra sociedad:
¿Qué ASI y qué tipos de incestos se detectan? Y, por último, ¿Qué factores acontecen al
cotidiana de las instituciones; donde se encuentran los informantes, tanto desde el punto
de vista émico (la prisión, en el caso de los agresores sexuales) como ético (en el EAIA,
y válidas.
el autor para que tenga lugar el abuso sexual de un niño o de un hijo (incesto).
agresor (por ejemplo, el padre), de la víctima (por ejemplo, la hija) y, en algunos casos a
Los dos objetivos se articulan a través del análisis de los fenómenos del ASI y
del incesto, de manera retrospectiva, partiendo de las dos fuentes distintas que originan
ASI y el incesto (ético). Ambos estudios son, a su vez, estudios mixed methods o los
Teddlie, 2003).
comprensión de las cuestiones estudiadas, a la vez que, generan nuevas ideas con
relación a las mismas. Esta metodología va a permitir intentar dar respuesta a las
tiene una relevancia importante; ésta última se centra de modo específico en los
(familiares tratados por los EAIA). Además, este abordaje metodológico mixto permite,
en primer lugar, afrontar de manera más efectiva el estudio del complejo fenómeno del
MÉTODO: INVESTIGACIÓN MIXED METHODS 94
ASI y del incesto, mediante las distintas aproximaciones generadas. En segundo lugar,
la metodología híbrida procura el análisis los datos numéricos y textuales con el fin de
objetivos de la investigación.
ayudan a determinar varios tipos de diseños híbridos (Creswell, 2003; Morgan, 1998;
Morse, 1991): (i) el investigador puede otorgar la misma prioridad o la importancia a las
―qual‖ para la cualitativa, teniendo en cuenta que cuando existe un método dominante o
más importante, éste se representa con letras mayúsculas (QUAN, QUAL), mientras que
el método menos importante aparece con letras minúsculas (quan, qual). Por otra parte,
el símbolo ―+‖ es utilizado para indicar un diseño simultáneo, mientras que la flecha
―→‖ se refiere a un diseño secuencial. Así, podemos establecer cuatro bloques que dan
lugar a nueve diseños híbridos (Johnson y Onwuegbuzie, 2004) (véase Figura 3).
MÉTODO: INVESTIGACIÓN MIXED METHODS 95
(Creswell, 2003; Greene, Caracelli y Graham, 1989; Morgan, 1998): (i) la triangulación,
cuantitativa y cualitativa para lograr que esos resultados sean más fiables; (ii) la
través de uno de los métodos, los resultados obtenidos en el otro; (iii) el desarrollo, en el
cual uno de los métodos (normalmente, el menos importante) ayuda en algún aspecto a
idéntico en ambos estudios. Según Maxwell (1996) éste es interactivo entre varios
ambos métodos. Así como, siendo más extensible aún, obteniendo una convergencia
entre los hallazgos de ambos estudios, para lograr incrementar la validez interna de la
investigación (Jick, 1979). Sin embargo, a pesar de que ambos estudios tienen un diseño
descriptiva de todos los casos de ASI (incestuosos o no; N = 22) de los agresores
sexuales, que aceptaron ser entrevistados en los centros penitenciarios citados; (ii) es el
idéntica al anterior incluye muestra y submuestra, con técnicas de análisis distintas: (i)
MÉTODO: INVESTIGACIÓN MIXED METHODS 97
es la estadística descriptiva de todos los casos de ASI (incestuosos o no; N = 37) de los
(véase Figura 4): (i) nivel 1, las fuentes o las personas de las cuales se extrae toda la
información relativa del fenómeno de estudio (tanto de los agresores sexuales como de
las familias tratadas por los profesionales), (ii) nivel 2, los centros en los cuales se
recoge esa información o settings (los centros penitenciarios, los EAIA), (iii) nivel 3, la
de cada estudio son distintos. En el estudio 1 es el tipo de centro penitenciario: (i) Can
Brians 1 o (ii) Quatre Camins; en el estudio 2 los EAIA: (i) del distrito de Sant Andreu
contexto de la prisión está basado en una batería de preguntas validada por Salter
(1988); de la misma forma que, los contenidos extraídos de los informes de las familias
Figura 4.- Unidades de análisis del diseño de investigación híbrido, de más molares
los agresores que cumplen condena con pena de cárcel por este delito, a los cuales se les
entrevista siguiendo una batería de preguntas validada por Salter (1988); y (ii) dirigido a
los profesionales de los EAIA, que detectan y tratan el incesto, una vez es desvelado, a
partir de las entrevistas con las familias, a los cuales se les solicitó la observación de los
informes de los casos para elaborar los protocolos. En ambos casos se pidieron los
presentación a los dos directores de ambos centros penitenciarios. Del mismo modo, se
obtuvo permiso de los profesionales (psicólogos) que atendían a los reclusos y que
facilitaron, a su vez, el acceso a los módulos; por último, a los propios reclusos
seleccionados para su posterior lectura. Los psicólogos de los EAIA custodian estos
con la provisión de material para poder extraer las notas de ellos, todo bajo la máxima
[UB], 2010).
aproximación al significado de los abusos sexuales cometidos por los citados sujetos. El
punto de partida son sus experiencias vitales (por ejemplo, la sexualidad, el deseo o la
profundización de este tipo de abusos sexuales desde la perspectiva del agresor. La parte
condena según los relatos de vida que describen y las repuestas proporcionadas a las
las representaciones cognitivas de los agresores sexuales que han cometido el delito de
relativas a la sexualidad y a este tipo de ASI intrafamiliar descritas por los reclusos
familiar, atendiendo a la figura del agresor, la víctima y otros familiares (por ejemplo, la
después de ser desvelado el abuso sexual. Es un estudio de caso (Creswell, 2007; 2014),
través de 36 casos, bajo un sistema que los tiene unidos (los EAIA). Stake (1995, 2005)
dice que más que una metodología es una estrategia de selección de los casos a estudiar
dentro de un sistema (por ejemplo, el cual ofrece múltiples perspectivas del fenómeno),
denominándolo ―estudio de caso múltiple (o colectivo)‖; mientras Yin (2003) añade que
podría considerar como un estudio de tipo documental (Riba, 2007), que ha sido
(Cataluña).
marco familiar desde la perspectiva de los profesionales de los EAIA, una vez que éste
haya sido denunciado. Se describe, (i) si aparece mención de las cuatro precondiciones
del modelo de Finkelhor (1984), el tipo de ASI y el perfil de los agresores y las
colección y la interpretación de los mismos es adecuada, a partir del uso de dos técnicas
concepto clásico (Campbell, 1957; Campbell y Stanley, 1963): la validez interna. Esta
mismos. Por la estrategia y controles sobre los datos llevados a cabo en el estudio; ésta
es un tipo de validez esencial, dado que sin ella, la validez externa puede estar
momentos (el futuro); ello depende, en gran medida, del muestreo empleado y del
tamaño de la muestra.
con mayor detalle y, a la vez, la que genera el mayor interés, dado que pretende analizar
de consideraciones‖ (Maxwell, 1996: 87). Se han utilizado en esta tesis seis de las siete
características descritas por Maxwell en 2009 (citado en Yin, 2011): (i) una implicación
riqueza de los datos (inicialmente más de cuarenta entrevistas a agresores en dos centros
penitenciarios- –de las cuales tuvieron que eliminarse 18 por no cumplir el criterio de
agresores de ASI y los casos de familias con ASI de los EAIA), (v) las estadísticas
descriptivas en las cuales se realiza una radiografía del ASI, con sus precondiciones y
comparación explícita de los resultados en dos settings (prisión vs. EAIA), dos grupos
de informantes (agresor vs. profesional) y dos eventos (condena por delito de agresión y
abuso sexual a un menor de 16 años vs. detección y tratamiento por ASI); este último
aspecto está conectado con la triangulación por fuentes: de primera mano (entrevistas)
integración‖. Lo cual hace referencia a que, dada la complejidad de esta cuestión en una
nomenclatura de los mixed methods, así como una serie de criterios evaluativos propios
mixed methods con nueve tipos de estrategias para garantizar la validez, de las cuales se
seleccionan las primeras ocho, que son propiamente metodológicas, con su nombre y
utilizar la perspectiva émica de los agresores de forma precisa, así como la ética de los
mediante la superación de los puntos débiles de un método con el otro, por ejemplo, en
ambos estudios se parte de un estudio cuantitativo con toda la muestra disponible, para
tamaño menor, en la que se emplea el método cualitativo, para estudiar el incesto; (iv) la
secuencia, aplicar primero una técnica de análisis y luego la otra en cada estudio
para tratar de aproximarse al todo, como algo superior a la suma de las partes; y (viii) la
llevados a cabo para comprobar si las medidas son estables durante un periodo de
contenidos de los EAIA); (iii) la transcripción inmediata de las entrevistas por la misma
investigadora; (iv) las notas de campo (el diario realizado en el estudio de los casos de
2.5. PARTICIPANTES
accesibles por otras vías y que constituyen el material verbal o textual del estudio; estos
padre-hija, por lo que se los puede clasificar como autoinformantes actuales e internos
émica de la muestra investigada (grupos de reclusos condenados por ASI de los centros
investigación. Los criterios de inclusión fueron: (i) los reclusos mayores de edad; (ii) de
género masculino; (iii) que entendieran y hablaran bien el castellano o catalán; (iv) que
estuvieran cumpliendo condena por ASI (reclusos por delito de agresiones y abusos
en el estudio cuantitativo: no haber cometido el ASI (por ejemplo: abuso sexual a una
hermana siendo ambos adultos) y, en el estudio cualitativo, (ii) en el caso del incesto,
de casos de ASI y que conforman la muestra de la parte cuantitativa del estudio y que se
Los 22 agresores sexuales bajo condena que fueron entrevistados eran hombres
de mediana edad (media [M] de 46,86 y desviación típica [DT] de 11,17), la mayoría de
nacionalidad española, casados, con formación académica de secundaria (la mayor parte
(padrastro-hijastra), la edad media era de 49 años (con tres Modas [Mo] de 48, 54, 65
dos solteros, uno de ellos convivía con una compañera de trabajo y la hija de ésta. El
nivel de estudios predominante era la secundaria de tipo formación profesional (FP) (5).
Las profesiones eran de asalariados (9), autónomos (3), en paro (3) y uno no lo
específica.
http://benestar.gencat.cat/ca/ambits_tematics/infancia_i_adolescencia/proteccio_a_la_in
fancia_i_ladolescencia/el_sistema_catala_de_proteccio_a_la_infancia_i_ladolescencia/e
Cataluña, 34 son del área de Barcelona (13 son de Barcelona ciudad, 4 del área
(http://benestar.gencat.cat/web/.content/03ambits_tematics/07infanciaiadolescencia/prot
eccio_infancia_i_adolescencia/sistema_catala/eaia/pdf/llistat_EAIA_2015.pdf);
Barcelona.
MÉTODO: INVESTIGACIÓN MIXED METHODS 108
una parte de los EAIA seleccionados fueran de la zona de costa (Sant Andreu, Corts-
Sarrià-Sant Gervasi y Mataró) y de la zona interior (Manresa). Este esfuerzo por escoger
En las 37 familias en las que se ha detectado y tratado el ASI por parte de los
EAIA de la provincia de Barcelona, la mayoría (89 %) son tratadas por incesto. Suelen
Entre los casos analizados destacan las familias tratadas por incesto, que residen en una
en zonas de nivel alto. En cuanto al género de la víctima del ASI suele ser el femenino y
padrastro), de los cuales 11 eran del primer tipo de incesto biológico (65 % de los
2.6. INSTRUMENTOS
lenguaje y los datos textuales con la finalidad de permitir que la persona entrevistada (el
para interrogar a los reclusos condenados por este delito (la batería de preguntas abiertas
de Salter, 1988).
agresores de las cuatro precondiciones del modelo de Finkelhor (1984) y las variables
propias del ASI. Por su parte, el análisis de datos cualitativos textuales se hace a partir
temas. Se concluye con descripciones que presentan la esencia del fenómeno (la
incesto y la sexualidad masculina; para ello hizo falta una gran experiencia de la
habilidad y tacto, al ser un tema social tabú, manteniendo capacidad de escucha flotante
(por ejemplo, al ser realizada en una sala del centro penitenciario, donde únicamente
preguntas validada previamente por Salter (1988; véase Figura 5). Esta batería focaliza
el tema del ASI, desde el relato de vida y la sexualidad, hasta el mismo abuso sexual
acabando con las propias expectativas del agresor. Las entrevistas fueron adaptadas al
utilizado no fue una tarea compleja, al contrario, fue rápida de llevar a término; la
Pregunta nº 5 ¿Cuáles son sus miedos más grandes y cómo los está tratando?
Pregunta nº 7 ¿En su vida actual qué metas tiene a corto y a largo plazo?
Figura 5.- Batería de preguntas del incesto adaptadas por la autora de la tesis al
codificación para explorar los datos: (i) las entrevistas seleccionadas en función de las
preguntas de la batería Salter para focalizar los temas relativos al ASI y del incesto
la evolución del ASI y del incesto, así como los perfiles del padre, de la hija y de la
madre entre alguna otra característica emergente (por ejemplo, la existencia de culpa
Salter, prácticamente en el mismo orden. Se describe cada una en función de: (i) un
citas codificadas de distintos reclusos por categoría (sin referenciar características de los
nube de palabras como figura resumen (en la cual aparecen en el centro con mayor
tamaño las palabras con más frecuencia en el total de respuestas de los 16 reclusos, y así
preguntas clave por tratar el incesto (números 3, 4 y 6), se añade el mapa ramificado
relación con el resto por proximidad, esto es, con una jerarquía direccional [red de
conexiones] para explorar el contexto que rodea a las palabras del nodo seleccionado).
casos), con un instrumento semiestandarizado (la tabla de doble entrada, donde se sitúan
en las filas los casos y en las columnas las categorías y subcategorías a observar en
MÉTODO: INVESTIGACIÓN MIXED METHODS 113
todos los casos). Ello ha facilitado la observación de los datos registrados por los EAIA
transcribía cada caso (por ejemplo, la fecha de lectura, el motivo de consulta del EAIA,
los temas o los códigos incrustados, unos dentro de otros (véase capítulo 3 de
recomienda localizar temas en cada caso (within-case analysis) para ver posteriormente
se reportan las lecciones aprendidas del caso (Lincoln y Guba, 1985) con lo común y
2.7. PROCEDIMIENTO
entrevista) y para los entrevistados (invitaron a todos los agresores de ASI, de los
basó en acordar una serie de visitas periódicas a cada centro penitenciario, siguiendo los
rigurosos y estrictos protocolos propios de los módulos para su acceso, que supervisó el
personal de cada prisión. En cada visita se realizaba, al menos, una entrevista a una
persona condenada por dicho delito. De modo que la investigadora estuvo visitando las
prisiones (con una frecuencia aproximada de dos veces al mes) durante un largo periodo
de tiempo (tres años), asistida por los profesionales de la prisión y siguiendo los
agresión y abuso sexual a menores de 16 años, informantes del estudio 1. Los centros
http://justicia.gencat.cat/ca/ambits/reinsercio_i_serveis_penitenciaris/serveis_penitencia
tarde, de los directores de los citados EAIA, se procedió a programar una serie de visitas
periódicas (de frecuencia semanal). Con la finalidad de revisar los expedientes para
MÉTODO: INVESTIGACIÓN MIXED METHODS 115
extraer las notas de, como mínimo un caso de una familia con ASI tratada tras la
denuncia del delito, aunque algunos informes eran tan extensos que requirieron más de
una visita (por ejemplo, hasta 5 visitas por caso extenso). A diferencia de los centros
cada uno de ellos. Rápidamente se detectó que, en algunos de ellos (por ejemplo, el
EAIA de Mataró) el número de casos de incesto era superior a otros (como pueden ser
(hijastra), al pretender conocer todos los casos de ASI y todos los tipos de incesto. En la
2.8.1. Estudio 1
incesto) y las variables categóricas (por ejemplo, las precondiciones del modelo de
(Krippendorf, 1990), una estrategia de análisis que utiliza los datos textuales para tratar
inferencias acerca de las temáticas tratadas a través de las preguntas de Salter (como por
ejemplo, [i] relato de vida, [ii] sexualidad, [iii] deseo de abuso sexual, [iv] incesto, [v]
miedos, [vi] drogas e incesto, [vii] metas y [viii] prisión), objetivando y sistematizando
que responden los agresores en cada pregunta, conectándolo con las características
sexual, así como la génesis y evolución del incesto en una familia, por último, las
Para visualizar el sistema de categorías con las tres fases de codificación véase
Figura 6.
Figura 6.- Captura de pantalla de NVivo v.10, visualización de nodos con el sistema de
categoría que incluye: (i) características sociodemográficas, (ii) batería de Salter (1988)
y (iii) otros códigos sobre el relato del incesto (por ejemplo, fenómeno en tiempo)
MÉTODO: INVESTIGACIÓN MIXED METHODS 118
2.8.2. Estudio 2
variables de tipo categórico y una continua. Se realiza un breve análisis inferencial entre
la variable grupo de ASI (incesto, no incesto) y las variables categóricas (por ejemplo,
escrito; en este caso, los informes realizados por dichos profesionales). Estos textos
(informes) son los documentos que van a conformar el corpus textual, que constituye el
de este tipo de datos era que provenían de fuentes de segunda mano, pues las habían
recogido previamente los profesionales de los EAIA; además, tuvieron que ser
De tal manera que había que proceder al análisis mediante unidades de análisis propias
de este estudio, que han sido diseñadas a posteriori en función de las preguntas
MÉTODO: INVESTIGACIÓN MIXED METHODS 119
iniciales, los objetivos de investigación del estudio y los datos recogidos relativos al
modo de protocolo, en las que las filas contienen los casos, mientras las columnas las
excluyente.
transcripciones en función de las unidades de análisis (véase Figura 7). De modo, que se
han hecho de forma simultánea los análisis intra y entre casos (within-case and cross-
case analyses).
introductoria. Se hace referencia al tipo de EAIA: (i) Sant Andreu, (ii) Corts-Sarria-Sant
Gervasi, (iii) Mataró, (iv) Manresa; la fecha de lectura del caso: con día, mes y año; el
motivo del caso: el tipo de ASI y el tipo incesto; el genograma con las características
biológico o no, la profesión). Respecto a los EAIA, los casos de incesto padre
(padrastro) -– hija -(hijastra) provenían de los cuatro Equipos de Atención, por orden de
una tabla clave. Se hace referencia a las características de los actores principales del
si es cuidador de la hija o no, si tiene una alianza con la hija o no, si tiene empatía o no,
los secretos, si culpa, si tiene una conducta acting-out o si ha sido abusado sexualmente
masoquista o con culpa (Salter, 1982). Cuarto, otros miembros familiares relacionados
(hijastra) de la familia mediante una tabla clave. Se hace referencia a las características
modelo de incesto de Finkelhor (1978) describe las características del agresor, el rol
congruencia emocional ¿Por qué relacionarse con una niña?, excitación sexual ¿Por qué
excitarse con ella?, bloqueo ¿Por qué no están disponibles fuentes de gratificación
inicio/fin víctima (1ª Infancia [0-2 años], Pre-escolar [2-5 años], Escolar [5-10 años],
agresión sexual (tocamientos, cunnilingus, fellatio, intento de coito, coito: vaginal y/o
MÉTODO: INVESTIGACIÓN MIXED METHODS 122
anal, uso dibujos y películas sexuales con niños, visionado porno, sexo en grupo);
dinámica familiar (incesto como hábito, roles de género clásicos [padre dominante,
revelación/denuncia (quien: hija, madre, hermano, abuelos, amigos; por qué: mayoría de
3. RESULTADOS
comparación con los que no lo tenían que eran solteros (χ2(1) = 6.45, p < .05) (véase
Tabla 1).
Nacionalidad
Estado Civil
Centro penitenciario
Can Brians 1 68.80(11) 83.30(5)
Formación académica
Profesión
años, es decir, que el rango era de 38 años; siendo la mayor parte de mediana edad y con
durante el relato de la entrevista (véase Tabla 2). Los resultados mostraron que, tanto si
los inhibidores internos. Por su parte, son muy presentes las referencias explícitas a la
superación de los inhibidores externos y, del mismo modo, las referencias a cómo se
Precondición 1
Precondición 2
Precondición 3
Precondición 4
abordan que éste ha sido en igual medida para unos positivo y otros negativo (véase
ASI y, en los dos casos en que aparece, son de condenados con el agravante de
casos de incesto que la homosexualidad (χ2(1)= 17.26, p < .001). El número de víctimas,
(χ2(1)=6.14, p < .05). Por último, el tipo de ASI más común implica coito, seguido de
de abuso sexual, cabe destacar que casi se llega a observar la existencia de diferencias
Tabla 3. Descripción de los factores del ASI extraídos de la muestra de agresores por delito de
agresión y abuso sexual a menores de 16 años, con o sin agravante por parentesco (porcentaje
[%] y frecuencia [n] para variables categóricas y test de chi-cuadrado, o media [M] y desviación
típica [DT] para la variable continua con el test de T de Student de grupos independientes)
Pasado familiar
Sí 12.50(2) 0(0)
No 6.30(1) 0(0)
Otras parafilias
Sí 18.80(3) 0(0)
No 81.30(13) 100(6)
Sí 6.30(1) 16.70(1)
No 93.80(15) 83.30(5)
Agresión física
Sí 31.30(5) 16.70(1)
No 68.80(11) 83.30(5)
Adicciones y consumos
Sí 75.00(12)* 16.70(1)*
No 25.00(4) * 83.30(5)*
Tipos de abuso(*)
Nota: *** p < .001; ** p < .01, * p < .05, (*) cuasisignificación estadística (en este caso, * p =.058)
3. RESULTADOS 128
años con agravante de parentesco padre (padrastro) -– hija -(hijastra) en las dos
Los tipos de familias de procedencia del agresor sexual condenado eran diversos
numerosas, pero en todo caso con gran número de hermanos entre 3 y 11, con orígenes,
claramente positivas (por ejemplo, ―Me he criado en el seno de una familia numerosa,
donde había muy buen ambiente y alegría; los padres se preocupaban mucho de
(por ejemplo, “Mi infancia fue complicada, por las dificultades que experimentaba en la
relación que sostenía con mi padre (…) Me venían recuerdos de las muchas discusiones
tarde‖); 1 claramente inexistentes (por ejemplo, ―Soy hijo de madre soltera y me crié
familias humildes con varios hermanos, con dinámicas de mucha interacción entre los
valoran el dinero ganado (por ejemplo, ―He disfrutado mucho con el trabajo y he
ganado mucho dinero‖; ―Ganaba mucho dinero porque estaba sólo y tenía muchas
los 20 años, excepto uno que se casó al acabar la treintena con una mujer discapacitada)
y formaron rápidamente su familia, también con varios hijos (de 1 a 6), o se unieron a
parejas que aportaban también hijos a la relación (por ejemplo, ―Soy casado, tengo un
hijo con mi mujer y varias hijas que ella ha aportado al matrimonio‖). Algunos relatan
que la convivencia familiar era difícil (por ejemplo, ―El problema mayor de mi familia
ha sido la droga‖).
mucha facilidad para los contactos sexuales y mucha permisividad‖), las suposiciones
relativas al incesto (por ejemplo, ―En España veía las cosas con un punto de vista más
ofrecer un patrón de respuesta similar en los informantes. Para todos fue temprana (por
ejemplo, ―En mi infancia entorno a los seis años ya sentía el despertar de mis zonas
recibir abrazos y caricias sexuales‖; ―Mi primera experiencia sexual fue con 10 años‖),
con niños y niñas del barrio (por ejemplo, ―Allí empecé con toqueteos y caricias en
juegos con las niñas vecinas‖; ―De pequeño cuando yo tendría 9 o 10 años tuve
relaciones sexuales con las vecinas‖; ―A los 8 o 9 años empecé a relacionarme con las
adolescencia que tienen la primera novia y/o relaciones sexuales (por ejemplo, ―Hacia
su vida (por ejemplo, ―Muy pronto y me casé siendo muy joven y de aquella relación
tengo una hija de veinte años, aunque mi mujer y yo nos separamos más tarde.
Posteriormente conocí a una joven, testigo de Jehová, con la que me casé y tuve un
hijo. Ella aportaba a la relación dos hijas de cuatro y seis años respectivamente‖);
incluso estas relaciones afectivas eran simultaneadas (por ejemplo, ―Tenía una relación
mujer‖; ―Mi mujer se quedó embarazada de mi primera hija y por ello nos casamos. Sin
mejores -, que las que sostenía con mi mujer (…). Yo simultaneaba las dos relaciones
afectivas‖).
Por otro lado, algunos participantes afirman haber mantenido relaciones sexuales
con prostitutas (por ejemplo, ―De joven he mantenido numerosas relaciones sexuales
con prostitutas hasta que conocí a mi mujer‖). Un caso, presenta a parte de la pedofilia,
también la zoofilia (por ejemplo, ―A los quince años a estancias de un joven pastor que
en la Figura 9.
3. RESULTADOS 132
del abuso sexual?‖) ofrece patrones distintos en los informantes en función de si los
enamoré de mi hija. De siempre sentía por ella una atracción que iba en aumento‖;
―Con mi hija había un lazo de amor. Esto me ocurrió cuando yo tenía 36 años y mi hija
13, yo estaba muy unido a mi hija, que me pedía las cosas a mí, la niña tenía celos de la
madre y quería recibir caricias‖) y manifiestan haber perdido el control (por ejemplo,
3. RESULTADOS 133
―Cuando yo tenía 37 años perdí la cabeza por mi hija mayor que tenía 16 años, a mí se
me fue la cabeza y tuve varias veces relaciones sexuales con mi hija‖; ―Es una especie
de descarga, unas ganas de masturbarte y ya está. Son unos momentos que te quedas
como absorto y cuando lo terminas te quedas muy mal‖); algo que normalmente parece
que iba asociado a insatisfacción marital (por ejemplo, ―El amor que sentía por la hija
era diferente del que tenía por la mujer, con la que cada vez, discutía más y se llevaba
peor‖) pero en otros casos había satisfacción marital, aparte de abuso sexual a la hija
(―Las relaciones con mi mujer eran buenas, así como nuestras relaciones sexuales‖).
de la/s hija/s comienza a sentir atracción sexual hacía estas, siendo la relación marital
satisfactoria (por ejemplo, ―Comienza tocar y acariciar sexualmente a sus hijas a partir
de los 13 años, fecha en la cual nota que experimenta sentirse atraído por ellas. (….)
Yo tenía normalmente relaciones sexuales con mi mujer y me llevaba bien con ella”;
“Cuando la pequeña cumplió los doce años, (…) la cama (…) caricias, (…), así
comenzó todo”).
El tercer patrón es más propio de los padrastros que conviven con las madres y
sus hijas adolescentes y mantienen relaciones sexuales con ambas (por ejemplo, ―Me fui
a vivir con una compañera de trabajo para compartir vivienda, tenía una hija de 12
años a la que cogí mucho aprecio, me gustaba bastante y a la chica le caía bien,
empezamos a intimar los dos, me caía en gracia y me encapriché de ella, comencé con
caricias y toqueteos para más tarde mantener relaciones sexuales. La madre que no
conocía la relación que sostenía con la hija, me propuso matrimonio.‖; ―Cuando vino
nuestra hija del internado para vivir en casa, a los 12 años los ojos se me iban detrás
conmigo (…) Mi mujer no se daba cuenta de nada‖; ―Una de las niñas se me acercaba
3. RESULTADOS 134
(…) a veces me acompañaba en el coche, cuando yo iba a realizar algún trabajo por
encargo, poco a poco comenzamos a tener relaciones sexuales cuando ella tendría 14
años y así durante algunos años (…) Mi mujer nunca ha creído lo que pasó”; ―La
relación con la hija mayor – la hijastra – siempre fue de mucha facilidad, estaba
hablar como una persona mayor. La vida de matrimonio comenzó a ser cada vez más
difícil”).
de su deseo de incesto, asociado a la atracción sexual que siente el adulto por un niño
(pedofilia), que en este caso es una hija. En general afirman que tenían continuo
contacto físico (por ejemplo, ―Había mucho contacto físico con mi hija, la niña me
conmigo‖; ―En mi familia mi hija, la mayor, era muy de estar en compañía del padre
estaba encima de mí‖; ―Las niñas han estado siempre muy próximas a mí‖). En
concreto, ellos argumentan ser los que las cuidaban (por ejemplo, ―He estado mucho
tiempo en paro, a veces, durante periodos de cinco y seis meses, y he tenido que
ocuparme del cuidado la casa y de los hijos‖; ―Yo me quedé en casa y arreglaba a las
niñas por las mañanas, las vestía y las acompañaba al colegio‖; ―Me considero un
hombre cariñoso y tierno y me he sentido rechazado durante mucho tiempo por parte
de ocho de la tarde a ocho de la mañana‖), las bañaban (por ejemplo, ―De pequeña
de baño y así forzaba la intimidad de mi hija, cuando ella estaba en él.‖), dormían con
3. RESULTADOS 135
ellas (por ejemplo, ―Cuando venía un poco bebido, la hija venía a su cama siempre y
añade posteriormente, quizás la hija se haya enamorado de él‖), entre otras conductas
de ―cuidado‖ (por ejemplo, ―Cuando las niñas eran pequeñas, yo las cuidaba, les
ejemplo, ―La sensación de sentir la conducta del deseo de abuso sexual por mi hija
apareció cuando ella era una cría de ocho o nueve años. He de decir que en aquella
época, las relaciones sexuales con mi mujer eran buenas‖; ―Comencé a fijarme en mi
adolescencia (por ejemplo, ―Tenía fantasías sexuales con la hija y comenzó cuando ella
Además, la escena que relatan cómo inicial de este abuso se repite en varios
casos, siendo en el comedor, en el sofá mientras ven la TV (por ejemplo, ―un día en el
sofá viendo una película, se echaba a mi lado y le gustaba que le rascara la cabeza era
verano y estaba en bañador, yo en ese momento había bebido unas cervezas y como
además tomaba pastillas para calmarme los nervios, comenzamos a rozarnos (…) yo
me excitaba‖; ―La primera vez los dos estábamos en el sofá y ella de espaldas a mí, fue
la que me excitó ya que ponía el pompis encima de mis genitales‖; ―Cuando mi hija
tenía trece o catorce años compramos una torre y durante la siesta, mi hija estaba a mi
―Estaban encima mío en el sofá y venían conmigo a la cama, para hacernos cosquillas.
Al principio todo era sin malicia‖; ―Me sentaba con la pequeña en el sofá y la
perdón. Esto ocurría siempre en el sofá y en la ducha‖); en el baño (por ejemplo, ―La
atracción sexual que yo experimentaba ocurría sólo en mi casa, con mis hijas. Ésta
3. RESULTADOS 136
nunca me pasaba con otras mujeres de fuera de casa. La relación con mi hija mayor
duró desde los 13 hasta los 22 años. La mayor excitación sexual la sentía cuando mi
completas en el coche‖).
se refiere, yo no he sentido atracción sexual por ninguna de mis hijas y mucho menos
por la pequeña, que es la que me ha acusado en cuestión‖; ―Yo no hacía nada, era cosa
de las hijas de mi mujer, sobre todo de una de ellas más que de las otras, yo no soy
culpable de nada y lo que pasó no lo acepto‖). Otros lo justifican con las drogas, que
porque tengo mal vino, (…) la niña por arrepentimiento le contó a la madre lo que
alcohol presente y además tomaba pastillas para dormir. Era algo que no podía evitar
y actué dándome cuenta de ello, sabía que estaba mal, pero no podía evitarlo‖; ―Me
encargaba de ducharla, limpiarla, a veces iba bebido y así comencé a darle vueltas a la
cabeza en pensar en lo que no debía de pensar, en tener relaciones sexuales con ella‖)
o por lo fácil que les resulta dadas las circunstancias (por ejemplo, ―Con ella me
satisfacía, porque lo veía tan fácil, quizás si hubiera habido algún impedimento, por su
La cuestión relativa al incesto por abuso sexual de una hija o hijastra (realizada
con el cuestión ―¿Hábleme del delito por el cual está cumpliendo condena?‖) ofrece
patrones distintos.
3. RESULTADOS 138
El primer patrón sólo tiene la condena de incesto y lo reconoce (por ejemplo, ―El
motivo por el que está en prisión es por haber tenido relaciones sexuales con sus hijas,
primero con una de ellas de 18 años y posteriormente con una de 13 años‖; ―Por
agresión sexual a una menor en cuya casa convivía con su madre‖; ―Por haber
cometido incesto con mi hija (…) He forzado muchas veces a mi hija a tener relaciones
permiso para salir a la calle con los amigos y así desde los 12 años hasta los 18‖;
―Fueron cinco años de relaciones sexuales con mi hija, desde los 11 hasta los 16.Hacía
dos coitos por semana con ella, utilizando el coito interruptus y a veces dormía con la
niña, cuando su madre trabajaba por la noche‖; ―Tengo una condena de veinte años de
duración por abuso sexual de mi hija mayor‖; ―Por haber mantenido relaciones
sexuales con mi hija mayor durante años. Siento que he destrozado a mi familia y que
creo que no tendré nunca su perdón‖; ―Por abusos sexuales a mis dos hijas. He sido
consciente de lo que hacía, ya que me encontraba bien, en buen estado de salud”; “Por
El segundo patrón, además del incesto, hay otro tipo de maltratos en la familia:
maltrato a la mujer (por ejemplo, ―He pagado mucha condena porque llevo nueve años
de cárcel, por motivo de los celos, la bebida, el alcohol, los golpes y los malos tratos
que he infligido a la mujer”), que en ocasiones la consideran culpable del incesto (por
acompañaba y recogía a los niños del colegio. Se mantenían muy pocas relaciones
sexuales entre nosotros, lo cual no era fácil de aguantar, cuando él quería tenerlas, ella
lo rechazaba y cuando no las hacían, ella las pedía‖; ―El delito de incesto que cometí
duró tres años desde los 11 a los 13 años. Por aquel entonces yo tenía muy pocas
de otra manera, pero los celos, las peleas y los problemas, quizás lo de mi hija sea una
venganza contra mi mujer por el daño que me ha hecho y por darme celos‖; ―Mi mujer
presentó una denuncia por violación hacia ella y en la misma denuncia figuraban
también las violaciones a las niñas. Me condenaron a cuarenta años de prisión por los
pequeña‖; ―He sido acusado de violar sucesivamente a dos de mis hijas y de tener
relaciones sexuales con otra durante mucho tiempo. Pero yo no soy responsable de lo
sucedido‖).
Figura 11.- Mapa ramificado extraído a través de la pregunta 4 ―¿Hábleme del delito por
sexual?‖) ofrece un patrón, en general común, que parece confirmar la asociación entre
alcohol y este tipo de incesto entre los que consumen esta droga, que son 10 de la
―Sí, el alcohol estaba siempre presente‖; ―Muchas veces cuando lo hacía sobre todo en
el coche estaba algo bebido‖); que lo relacionan con el descontrol y la agresividad (por
ejemplo, ―Si, si estaba. Ante el alcohol en mi casa y en mi país había un freno, aquí no,
yo estaba supe desbocado‖; ―He sido bebedor y hecho relaciones sexuales bajo efectos
del alcohol, que me produce mucha agresividad.‖); normalmente cervezas (por ejemplo,
―A veces sí, me gusta tomar cerveza y estar algo animado cuando tengo relaciones
sexuales‖, ―es habitual para mí beber cerveza y hacer relaciones sexuales‖) o cubatas
(por ejemplo, ―En muchas ocasiones he bebido cubatas antes de tener relaciones
alcohol‖; ―no me gusta el alcohol‖; ―No bebo, nunca me ha gustado‖; ―No acostumbro
a beber cuando tengo relaciones sexuales‖). Véase la nube de palabras relacionadas con
compartir la cama (por ejemplo, ―La niña dormía en la misma habitación y en la misma
cama con la madre”), el sofá (por ejemplo, ―Un día en el sofá viendo una película (…)
estaba en bañador, comenzamos a rozarnos‖; ―La primera vez los dos estábamos en el
sofá y ella de espaldas a mí, fue la que me excitó‖) o el baño (por ejemplo,
3. RESULTADOS 142
―Procurándole tocamientos en los genitales a la vez que le pedía perdón. Esto ocurría
bañera a jugar conmigo‖); (ii) la incapacidad de inhibición sexual (por ejemplo, ―Yo
rara vez he sabido estar a solas en la vida‖; ―De siempre sentía por ella una atracción
que iba en aumento‖; ―Tenía fantasías sexuales con la hija‖; ―Cuando las niñas eran
pequeñas, yo no sentía atracción sexual hacia ellas. Ésta comenzó hacia los 13 o 14
años‖; ―Me encapriché de ella, comencé con caricias y toqueteos para más tarde
mantener relaciones sexuales‖; ―Cuando vino nuestra hija del internado para vivir en
casa, a los 12 años los ojos se me iban detrás de ella‖; ―Comencé a enamorarse de la
niña volviéndome loco por ella‖); (iii) la alianza afectiva entre el padre/padrastro e hija
(por ejemplo, ―La mayor, era muy de estar en compañía del padre vamos que estaba
siempre pendiente de mi‖; ―Yo estaba muy unido a mi hija, que me pedía las cosas a mí,
la niña tenía celos de la madre‖, ―Con mi hija había un lazo de amor‖; ―en tanto que
con la niña siempre me sentí muy próximo‖; ―La hija me llenaba afectivamente, pero no
padre/padrastro (por ejemplo, ―Veía las cosas con un punto de vista más machista‖).
El desarrollo del incesto, en todos los casos, duró años (desde 3 a 6 años; por
ejemplo, ―Las relaciones sexuales las he tenido con las niñas y las he mantenido
durante años‖) y era sistemático con una frecuencia variada (por ejemplo, ―A veces
pasaban 8 meses sin tocarla, pero luego el deseo volvía‖; ―Con las hijas, únicamente
han sido relaciones sexuales esporádicas, durante el mes de Agosto, las vacaciones de
Navidad y de Pascuas‖; ―Cuando pasaban dos meses, me venían las ganas de tener
Parece que, en varios casos, existían conflictos con la madre (por ejemplo, ―La
buena compenetración que existía entre la hija y el padre hacía rebajar la importancia
del acto sexual en cuestión, (…) él estaba mal con la mujer, que tenía más capacidad de
decisión que él y tenía una cuenta a parte con el hijo‖; ―Se mantenían muy pocas
relaciones sexuales entre nosotros, lo cual no era fácil de aguantar, cuando él quería
tenerlas, ella lo rechazaba‖; ―La niña mayor me quería más a mí que a mi mujer, yo la
mi mujer‖); ésta, en ocasiones, había presenciado algún episodio (por ejemplo, ―La
madre se enfadó conmigo, porque me dijo acusándome que yo había dado un beso a la
niña. Yo le pedí disculpas (…) más tarde (…) me perdonó y volví a vivir con ella y con
su hija (…) nos fuimos todos de viaje., allí la niña se enfermó de una infección vaginal y
se tenía que quedar sola en casa‖) o, a veces, un hermano (por ejemplo, ―En la casa
había conciencia de estas relaciones, ya que el hijo las había presenciado‖). En algún
caso culpabiliza la madre (por ejemplo, ―La hija echó la culpa del mantenimiento de las
relaciones sexuales con el padre a la madre‖; ―Salíamos las dos niñas y yo a dormir
fuera y si una de ellas estaba castigada -por mí-, ya que no quería que fueran unas
abandonadas, como su madre y a veces les pegaba con el cinturón, mientras una de las
niñas dormía, que normalmente era la mayor, yo tenía relaciones sexuales con la
pequeña‖). Alguno cita el secreto del incesto (por ejemplo, ―Yo supliqué a la niña que
consentía en hacerlo, yo no le daba permiso para salir a la calle‖; ―Yo tenía el poder,
etc.‖; ―Me denunciaron por tocamientos sexuales y por intento de violación en la figura
tocamientos con la hija menor‖) a coitos vaginales (por ejemplo, ―La niña se enfermó
de una infección vaginal‖; ―Yo tenía relaciones sexuales con mi hija‖; ―Las relaciones
sexuales con mi hija eran con penetración vaginal y a veces eran un tanto dolorosas‖;
―Hacía dos coitos por semana con ella, utilizando el coito interruptus y a veces dormía
ejemplo, ―Comencé con caricias y toqueteos para más tarde mantener relaciones
sexuales‖).
familiar: la madre (por ejemplo, ―Después de la infección vaginal, la niña fue llevada al
nuera, las tías, incluso las amigas. Tras la denuncia, pocos siguen en contacto con la
mujer o las hijas (por ejemplo, ―En estos momentos sólo me relaciono familiarmente
familiar (por ejemplo, ―Como consecuencia de todo lo ocurrido, se han acabado las
buenas relaciones entre las mujeres de mi casa, y los demás hijos varones no se hablan
con ellas‖) y estructural (por ejemplo, ―La niña pequeña vivió un año o dos con la
acogida. Ahora la hija mayor ha tenido un hijo y se ha dado a la droga‖; ―Mi mujer
hijos fueron todos a parar a un centro de acogida, porque no se les podía atender‖).
Laidus, 1997) (por ejemplo, ―A veces me pregunto ¿Por qué he hecho este daño a mi
rechazan (por ejemplo, ―No lo acepto, ni lo aceptaré nunca‖, ―Mi familia me ha querido
Se observan dos tipos de figuras paternas: (i) los padres muy autoritarios y
forma parte de ello (por ejemplo, ―He forzado muchas veces a mi hija a tener relaciones
permiso‖, ―Aquí, en la prisión, me engordo, porque no chillo como cuando había peleas
en la casa, ahora como no me enfado y no me peleo con la gente, estoy más tranquilo y
he aumentado de peso‖); (ii) los padres que ejercen de ―amo de casa‖, justificado
normalmente por sus periodos de paro, aprovechando las ausencias de la madre para
realizar el incesto (por ejemplo, ―Con la niña siempre me sentí muy próximo, cuando
atenderla‖, ―Me he ocupado siempre de las niñas, ya que la madre trabajaba en turnos
de ocho de la tarde a ocho de la mañana‖; ―Tenía problemas con el trabajo que empezó
tiempo en casa al cuidado de las niñas. Cuando la mujer tenía turno de noche, me
La hija o hijastra frecuentemente abusada era la mayor (n=8; por ejemplo, ―En
mi familia, mi hija, la mayor, era muy de estar en compañía del padre‖), solo en tres
casos también la menor junto a la mayor (por ejemplo, ―Las relaciones sexuales las he
tenido con las niñas‖), excepto en un caso (por ejemplo, ―La pequeña era dulce y
Las niñas, en general, según la perspectiva del padre (o padrastro) agresor, eran pre-
ambivalente, pues en la mitad de casos parece no ser consciente del incesto (por
ejemplo, ―Yo tenía normalmente relaciones sexuales con mi mujer y me llevaba bien
con ella‖; ―Mi mujer no se daba cuenta de nada‖; ―Mi mujer declaró a los jueces
durante el juicio, que nunca vio ni observó nada‖; ―La hija mayor había denunciado a
la madre por encubridora, y a pesar de que mi mujer declaró que no había visto nunca
nada‖; ―Creo que mi mujer se negaba a ver lo que pasaba, creo que sus ojos no querían
ver‖) y en la otra mitad sí lo sabe (por ejemplo, ―Pasado el tiempo, un día la madre se
enfadó conmigo, porque me dijo acusándome que yo había dado un beso a la niña (…)
evitar eso, me callé, acepté la conducta y por ello estoy en prisión‖; ―Mi mujer se daba
cuenta de que algo pasaba, sentía los problemas que había y sólo quería que yo fuera
por el buen camino‖; “La hija declaró en el juicio que la madre nos había pillado
encontró haciendo relaciones sexuales de besos y tocamientos con la hija menor, pero
En algunos casos había insatisfacción marital (por ejemplo, ―En aquella época
las relaciones sexuales con mi mujer eran escasas‖), se relatan celos entre madre e hija
(por ejemplo, ―La besaba y la acariciaba frecuentemente, con lo cual ello daba lugar a
aumentar los celos de mi mujer‖; ―La mujer se peleaba y discutía mucho con la niña, y
tenía celos de ella porque yo pasaba más tiempo y hablaba más con la hija que con ella
3. RESULTADOS 147
y con el niño”; “De siempre ha habido una lucha entre la madre y la hija por celos que
sentían ambas por el cariño hacia el padre, ya que la niña siempre estaba pegada a
discapacidad (por ejemplo, ―Me casé a los 37 años, por lo civil, mi mujer es una buena
Las 37 familias en las cuales se ha detectado y tratado el ASI por parte de los
EAIA son analizadas, como muestra del estudio de caso múltiple (véase Tabla 4). Las
tratadas por ASI intrafamiliar provienen de los EAIA externos a la ciudad de Barcelona,
ninguna de las variables referidas, a las características del lugar en el que reside la
familia con ASI. En cuanto al género de la víctima del ASI, aunque parece ser el
femenino se observa una cuasisignificación estadística a favor dicho género, por encima
del género masculino, en el caso del incesto (χ2(1)=3.74, p = .053). Por su parte, el
género del agresor suele ser el masculino en la mayoría de casos de ASI (con o sin
incesto).
3. RESULTADOS 148
Tabla 4 . Descripción de la muestra de los casos de los EAIA por delito de agresión y abuso
sexual a menores de 16 años, con o sin agravante por parentesco (porcentaje [%] y frecuencia
[n] para variables categóricas y test de chi-cuadrado).
EAIA
Población
Contexto
Nivel socioeconómico
Nota: *** p < .001; ** p < .01, * p < .05; (*) cuasisignificación estadística (en este caso, * p = .053)
Nota a): De la n=37 hay un caso que no es “Incesto” ni “No incesto”, ya que es una denuncia anónima falsa.
3. RESULTADOS 149
Hay 17 casos analizados padre (padrastro) – hija (hijastra), 51,5 % del total
(pues 16 casos no pertenecían a este tipo de incesto, sino a otros; véase Tabla 6).
En relación a la evaluación del modelo de Finkelhor (1984) con los datos de las
muestras de familias que han sufrido ASI y que han sido tratadas por los EAIA de la
bastante información hace referencia a estas precondiciones (véase Tabla 5). En cuanto
todos los casos de incesto (97 %), de éstos, algo menos de la mitad afirma que se hace
implican la invasión de la intimidad del niño, como dormir o bañarse con él). La
precondición 4, también recogida en todos los casos de incesto analizados (100 %), en
Variable % (n)
Precondición 1 (n = 7)
b)
Presencia 85.70(6)
b)
Ausencia 14.30(1)
Precondición 2 (n = 32)
Presencia 45.50(15)
Ausencia 54.50(18)
Precondición 3 (n = 33)
Presencia 63.60(21)
Ausencia 36.40(12)
Precondición 4 (n = 33)
Presencia 60.60(20)
Ausencia 39.40(13)
Nota a): De la N = 37 hay un caso que no es “Incesto” ni “No incesto”, ya que es una denuncia anónima falsa
En cuanto a las variables relativas al ASI de los casos de los EAIA analizados,
se observa que parece haber una sexualidad ―heterosexual‖ en los casos de incesto y
―homosexual‖ en otros tipos de abuso sexual, aunque esta relación no parece clara, al no
tipos de sexualidad implicada entre sus miembros. En cuanto a las variables ―agresión
madre‖, se da en los casos de incesto, respectivamente, (χ2(2)agresión física = 6.55, p < .05;
χ2(2)consumo drogas= 6.55, p < .05; χ2(2)negligencia parental = 6.11, p < .05; χ2(2)ausencia madre= 6.05, p
< .05). El tipo de incesto más prevalente es el de ―padre-hija‖, que contiene la mitad de
los casos de incesto tratados por los EAIA, seguido del incesto ―entre hermanos‖ con
casi una quinta parte de los casos, seguido de ―otros tipos‖ muy variados (padre-hijo,
abuelo-nieta, entre primos, abuela-nieta y una familia con polincesto). El tipo de abuso
sexual más frecuente en los incestos era casi un 40 % de ellos de penetraciones y cerca
Tabla 6. Descripción de los factores del ASI extraídos de la muestra de casos de los EAIA por
delito de agresión y abuso sexual a menores de 16 años, con o sin agravante por parentesco
(porcentaje [%] y frecuencia [n] para variables categóricas y test de chi-cuadrado, o media [M]
y desviación típica [DT] para las variables continuas con el test de U de Mann-Whitney)
Agresión física
SÍ 57.60(19)* 0(0)*
NO 15.20(5) * 0(0)*
3. RESULTADOS 152
Adicciones y consumos
SÍ 45.50(15)* 0(0)*
No 27.30(9) * 0(0)*
Negligencia parental
SÍ 57.60(19)* 33.30(1)*
No 30.30(10)* 0(0)*
Madre ausente
SÍ 63.60(21)* 33.30(1)*
No 24.20(8) * 0(0)*
Tipo de incesto
Padre-hija 51.50(17)
Padre-hijo 9.10(3)
Abuelo-nieta 9.10(3)
Multiabuso 9.10(1)
Abuela-nieta 3.00(1)
Tipo de abuso
Tocamientos 18.20(6)
Mastrubación 3.00(1)
Coito 39.40(13)
NS/NC 39.40(13)
Note: *** p < .001; ** p < .01, * p < .05, (*) cuasisignificación estadística (en este caso, * p =.058)
Nota a): De la n=37 hay un caso que no es “Incesto” ni “No incesto”, ya que es una denuncia anónima falsa
3. RESULTADOS 153
familias nucleares pequeñas: con un padre (o padrastro), una madre, la hija (o hijastra)
abusada y hermanos. Solo a veces, había otros familiares (por ejemplo, abuela, tío)
dentro del núcleo familiar; aunque existían familias nucleares y extensas conviviendo en
el mismo hogar, con los padres, los abuelos (por ejemplo, maternos o paternos, en
ningún caso los de ambos parentescos), los tíos (por ejemplo, también maternos o
acogida, procurándose que, al menos, los fines de semana ésta conviva con la familia
extensa, normalmente en casa de las abuelas. Al menos tres familias son de segundas
uniones y aportan hijos al núcleo familiar que también son abusados sexualmente.
motivos laborales, destinos laborales de los padres) o que los abusos se han producido
maltrato manifiesto, es decir, el 57,6 % de las familias), hay consumo y adiciones a las
drogas y al alcohol (15, esto es, un 45,5 %). Se han eliminado los incestos de otros
tipos, es decir, los realizados por abuelos, hermanos, vecinos, amigos, mayordomos u
abuso sexual durante años (por ejemplo, desde los 2 años de edad) con todo tipo de
conductas abusivas (desde tocamientos a penetraciones). A veces, ocurre que si hay más
de una hija se abusa de la misma forma en todas ellas, reportándose el caso de algún
hermano también abusado. Al menos, tres hijas de las hijas abusadas en este estudio han
también contra la madre y el resto de los familiares, ya sea ésta de tipo verbal o física.
estar en paro, se dedica al cuidado de los hijos y de la casa. De esta manera ejerce el
otras drogas, en algunos casos, así como puede padecer otras adicciones
textualmente que de cara a la gente, estos padres son muy hábiles mostrando muy
buena imagen social, pero de puertas para adentro en el hogar existe una familia
confusión de roles (por ejemplo, duermen en la misma cama los padres y la hija).
el abuso sexual a nivel familiar. Consume drogas (sobre todo alcohol), pornografía y
comete otros delitos (por ejemplo, alterar el orden público, delitos contra la salud). Es
contrario, socialmente aceptado, con una baja autoestima, impulsivo, con falta de
3. RESULTADOS 155
marital.
siendo las responsables del cuidado de la casa, de los hermanos y del padre; otras, en
cambio, son pasivas y muy dependientes del padre. En la submuestra hay, al menos, un
par de casos de hijas con discapacidad mental. Durante el abuso, algunas afirman haber
efectuado varios intentos de escapismo (por ejemplo, pernoctando fuera de casa siempre
que pueden, con sus amigas) y de suicidio (por ejemplo, autolisis), ya que han pasado
mucho miedo por temor al padre. Son familias herméticas en cuanto a este tema del
(por ejemplo, por motivos laborales) el sentirse sola con el padre en el hogar.
consumiendo pornografía, o bien yendo desnudas por la casa, incluso acostándose con
los hijos en la cama). Por otro lado, existen madres que son incapaces de proteger a los
hijos (por ejemplo, las que sufren trastornos psiquiátricos varios como paranoia,
ausente‖ que aparece en el 63,6 % de los casos de incesto (21). La madre valora en
mayoría de los casos. Esta última razón, se muestra como una causa relevante, que en
con la hija abusada es, o bien, distante y fría, o bien, fusionada. En general, se habla de
madres con dificultades en las relaciones sociales. No obstante, hay algún caso de
que no han sabido detectar el incesto. No obstante, en cuanto lo han conocido por el
que pueden ser también abusados o bien mantenerse al margen del incesto; los abuelos,
que ante el desvelamiento del incesto son las figuras parentales que cuidan de los hijos,
sobre todo por la figura paterna, el rol de las adicciones y de las conductas
y atenciones del padre hacia la hija (por ejemplo, la asea, la viste, duerme con ella en la
misma cama, le hace continuos regalos). Por otro lado, cuando la figura de la madre se
3. RESULTADOS 157
refleja como posible causa del incesto suele ser por su ausencia, por motivos laborales
normalmente (por ejemplo, tiene una profesión en la que trabaja por las noches).
El desarrollo del incesto parece ser lento y tener una duración de años (por
ejemplo, se han detectado periodos que van desde los 17 meses a los 12 años), en la
más de una hija, suele ocurrir que se abuse de todas ellas. El inicio del abuso sexual se
momento más frecuente de inicio de este tipo de ASI, que se extiende desde la infancia
ante el que hay coacciones y amenazas diversas, incluso de muerte. Las víctimas
denuncia del incesto, a modo de bloqueo mental del grupo familiar que guarda un pacto
quieren que los padres y la familia se separen (por ejemplo, ―Lo que hice, lo hice por mi
familia y esperaba que ellos me respondieran‖ explicita la hija abusada de 16 años que
desde los 13 había ingresado en un centro de acogida bajo la supervisión del EAIA y el
padre había sido enviado a prisión). En ocasiones los vínculos afectivos entre el padre y
la madre son ambivalentes (por ejemplo, el amor-odio) y, por ende, afecta al resto de
4. DISCUSIÓN
doctoral en relación con otras investigaciones previas, tanto de carácter teórico como
empírico (en España u otros países), que han abordado el estudio del ASI y del incesto.
Los objetivos de la presente investigación han sido: por una parte, evaluar el
modelo de las precondiciones de Finkelhor (1984) para el ASI y el incesto con muestras
provincia de Barcelona); por otra parte, explorar la estructura familiar incestuosa, sus
que han abordado desde problemas diferentes, tales como: la conducta de los menores
supuestos del abuso sexual (Juárez López, 2002); las consecuencias psicológicas y el
malestar en las víctimas (Pereda Beltrán, 2006); las consecuencias del abuso sexual en
2010); la prevención del ASI en Internet (Pulido Rodríguez, 2010); la relación entre la
primera vez en España, el estudio del incesto evaluándolo desde el modelo de las
momento presente, dado los escasos estudios contemporáneos que existen sobre la
situación de este maltrato infantil a partir del año 2 000. Este apartado resulta necesario
para ubicar con mayor precisión los datos que aporta el presente trabajo comprendidos
en este periodo en el que escasamente existen fuentes —exceptuando las tesis doctorales
relación con los trabajos de este investigador (Finkelhor 1978, 1979, 1985, 1986, 2005)
o en colaboración con otros autores (Araji y Finkelhor, 1985; Finkelhor y Araji, 1986;
Williams y Finkelhor, 1995), desde una perspectiva crítica (Howells, 1991, 1994; Ward,
2004; Hernández García, 2006; Quirós Ferlini, 2014; Meza y Mata, 2003; Sau, 1993).
víctima, sino también a la figura materna (deChesnay, 1982; Salter, 1988), para abordar
Hirschman, 1981). Por último, cabe resaltar que mediante la combinación de hallazgos
abusan sexualmente de un hijo (o hijastro) menor de edad, que suele ser una niña.
Esta primera precondición se recoge en todos los casos del primer estudio y
solamente en una cuarta parte de los casos del segundo; sin embargo, cuando se
explicitan las motivaciones en la mayoría de los casos de ambos estudios es para afirmar
que éstas están presentes como antecedente del ASI y del incesto.
activación sexual. En los casos de los padres biológicos condenados, éstos afirman: de
otro, haber sentido atracción sexual hacia ellas cuando entran en la etapa prepúber o
primera adolescencia y por último, que esta activación sexual había ido en aumento,
DISCUSIÓN 161
caso de los padrastros condenados, solo se recogieron evidencias vagas relativas a cierta
congruencia emocional descrita como aprecio o cercanía con la hijastra, una referencia
clara y evidente en cuanto a la activación sexual que sentían hacía ésta y a la madre
forma similar, tanto en los agresores en prisión como los tratados en los EAIA, aparece
claramente la motivación de activación sexual, como erección ante la imagen del niño
desnudo.
emocional con las mujeres del núcleo familiar (madre e hija), tanto si había agravante
Lo que parece claro en relación con los condenados por agresión sexual es que el abuso
información explícita (Finkelhor y Araji, 1986; Howells, 1991, 1994; Ward y Hudson,
2001) sobre qué puede explicar la activación de estas dos motivaciones de abuso sexual
hacia un niño o un hijo. Exceptuando unos pocos casos de ASI en los que sí aparecen
con la aparición de fantasías sexuales con la hija que se convierte en mujer, con la
primera causa hace referencia a las fantasías sexuales (Diamond, 1989) que aparecen
DISCUSIÓN 162
como: ―Dar vueltas a la cabeza en pensar en lo que no debía pensar‖) que preceden a la
motivación y, por ende, a la conducta de abuso sexual del menor. La segunda causa,
relacionada con la pérdida y el duelo por un ser querido, se da en un caso de ASI sin
parecía haber sido la muerte de la madre (con la que convivía). Tras su fallecimiento, se
que era niño. Del mismo modo, la pérdida del trabajo resulta en varios casos de
agresores con agravante de parentesco como uno de los motivos principales para
casa, asume el rol de ―amo de casa‖ y, en ocasiones, siente envidia hacia la madre —
que trabaja fuera del hogar— por lo que ello representa, y, así tras cuidar en exceso a la
hija, acaba cometiendo incesto. Otras veces, en cambio, parece que el agresor
1984), según se deriva de sus narraciones, sobre todo durante la noche, cuando la madre
cumple ese turno laboral. La tercera causa, relacionada con las diferencias culturales
algo común en su lugar de origen, un dato que afirman trabajos similares al presente que
parentesco argumentan haber estado con prostitutas, sin embargo este hecho no ha
evitado el incesto. Incluso algún padre agresor sexual reconoce claramente que la
excitación sexual solo ocurría en su casa con sus hijas, nunca fuera del hogar. Teniendo
en cuenta que la mayor parte de agresores sexuales incestuosos (en el caso de los
condenados) ya tenían una pareja sexual (la madre), no se sabe por qué mantenían
relaciones con las dos (madre e hija; Herman, 1981a). ¿Qué razón les llevó a agredir
también a las hijas? Del mismo modo, en los casos de los EAIA, ¿Por qué los hombres
que cometen incesto necesitan realizar este comportamiento con otro miembro de la
parece haber bloqueos de esta desviación por caminos más prosociales (por ejemplo,
ejerciendo actividades o profesiones que les permitan estar cerca de niños sin cometer
ASI). Únicamente en los casos de los EAIA encontramos datos que evidencian algunos
de estos caminos fallidos que pueden haber facilitado la objetivización del niño como
pornografía infantil.
el niño (o hija o hijastra) por un inusual afecto e instinto que suele iniciarse en la etapa
prepúber del niño (entre los 8 y los 13 años, cuando según ellos, empiezan a
al. 2004) que comprende desde los 18 a los 40 años, según la teoría de Erikson (2000).
No obstante, cabe mencionar que los casos reportados por los EAIA han mostrado algún
caso en que la activación sexual ha aparecido en la primera infancia del niño (por
ejemplo, las erecciones del padre ante el bebé desnudo). Desde la perspectiva de género,
podría entenderse que el varón adulto pueda ver a la mujer y a las hijas como objetos
similares. En estos casos la conducta de incesto tiene una duración muy extensa que
ocupa años de forma continua o interrumpida. Según los agresores incestuosos, en este
sexual perpetrado. Esta precondición ha sido la más difícil de investigar desde el punto
de vista del agresor. Por ejemplo, solo uno de los agresores sexuales condenados
manifestaba explícitamente que no podía evitar esta conducta impropia, que agredía
sexualmente siendo consciente de que estaba mal. Por ello, parece que las únicas
razones aludidas para que no actuaran las inhibiciones usuales que impiden
los casos de agresores con agravante de parentesco. Por su parte, en el caso de las
familias atendidas por los EAIA, la mayoría de los informes recogen información
La pérdida del control en el abuso sexual ha sido descrita por los agresores
sexuales como pérdida o falta de control de sus impulsos sexuales ante la activación
sexual al estar en contacto con el menor (Marshall y Barbaree, 1990; Proulx et al. 1999;
DISCUSIÓN 165
literalmente con expresiones tan coloquiales como ―Se me fue la cabeza y tuve varias
veces relaciones sexuales con mi hija‖ o ―Los ojos se me iban detrás de ella‖. De nuevo,
parte de los casos de ASI e incesto de los agresores sexuales condenados y de los casos
de los EAIA (aunque no siempre se asocia el consumo de droga como causa del abuso
con su violencia y que parece relacionarse con el abuso sexual a la menor. Aparte del
alcohol, aparecen otras drogas (pastillas para dormir, calmar la ansiedad, etc.). La droga
donde el 62,5 % de los agresores de incesto afirman que estaba presente (en forma de
sexual del niño. En cambio, un 37,5 % de los condenados con agravante de parentesco
Tanto en los casos relatados por los agresores como en los descritos por los
EAIA, aparecen algunos casos de retraso mental y uno de trastorno mental (por
ejemplo, en un caso del primer estudio aparece una hija esquizofrénica y una madre con
que en los casos de los EAIA, hay dos casos con hijas deficientes). Sin embargo, en
ninguno de los casos estudiados el agresor parece haber presentado deficiencia alguna, o
En lo relativo a los inhibidores internos, cabe destacar que en el caso del incesto
parece que los agresores sexuales suelen ser hombres casados, o dicho de otro modo:
adultos que necesitan una pareja afectiva para la vida cotidiana. Esta inferencia se extrae
observa una diferencia estadísticamente significativa entre los casados que suelen
cometer incesto y los no casados que suelen cometer otros ASI. Asimismo, en la parte
cualitativa de este mismo estudio 1, alguno de los agresores incestuosos afirma que no
abordamos este punto desde la perspectiva de género, vemos que alguno de los
agresores incestuoso manifiesta explícitamente que él ―Veía las cosas desde un punto de
vista machista‖, por lo que consideraba necesaria una estructura familiar jerárquica
patriarcal (Cantón Duarte y Cortés Arboleda, 1997; Chaves Jiménez, 2012; Hernández
García, 2006; Herman, 1981b). Este esquema podría explicar que, en algunos casos,
elementos externos del ASI ha sido narrada por casi todos los agresores sexuales
condenados y aparece en todos los casos de los EAIA analizados; siendo en los
general, cómo parece que se gesta el ASI o incesto: mediante la inclusión del adulto en
agresor cuando el ASI era extrafamiliar por parte de un adulto sin parentesco alguno con
el niño (por ejemplo, un vecino que cuidaba de los niños de otro vecino). Según los
agresores sexuales había varias oportunidades de intimidad con el niño (Ward y Siegert,
1990; citado en Stinson et al., 2008; Ward et al. 2006), una alta frecuencia de contacto
físico, incluso en el caso de los padres (padrastros) apelan a que la hija (hijastra) les
hacía mucha compañía y pasaban mucho tiempo con ellas, incluso por las noches.
Parece claro que en la mayor parte de los casos analizados no había una
supervisión adecuada del niño, dado que los agresores sexuales explicitan que las
aproximación a los menores justificando que ellos era sus cuidadores, los predilectos
por parte de las hijas (hijastras), siendo los que cumplían con las tareas del hogar en
relación con el cuidado del menor, tareas que tradicionalmente han sido competencia de
la madre, es decir, del género femenino en el ámbito familiar. Por ejemplo, cuidaban de
la casa y de los hijos (o del niño en ausencia de los padres cuando no había parentesco
alguno, a modo de canguro), las bañaban, las vestían, las alimentaban, las llevaban a la
son propios de los dos géneros en relación con un menor, como compartir la cama o el
observa que, a pesar del cuidado de los hijos desde la primera infancia (por ejemplo,
cambiándoles lo pañales cuando son bebés), los padres (biológicos o no) han abusado
la afirmación relativa a que un factor protector del ASI pueda ser el haber realizado
cuidados paternos desde la primera infancia (Finkelhor y Araji, 1986). De hecho, este
cuidado excesivo de los menores que se ha descrito parece debilitar los límites de
intimidad del propio niño y, a su vez, facilitar la invasión de esta esfera privada del
menor por parte del adulto agresor, que localiza lugar y oportunidad para perpetrar el
abuso sexual de forma que se minimicen las posibles consecuencias negativas (algún
abordarla (especialmente en el caso del incesto), tanto los agresores sexuales como los
casos de los EAIA, todos tratan cuestiones relativas al ASI e incesto, los agresores
sexuales confirman datos de dicho forzamiento y los casos de los EAIA hacen
tratadas.
resistirse a esta agresión continua y enmarcada en su propio hogar (en la mayor parte de
los casos), probablemente por la naturaleza del fenómeno que ocurre durante la infancia
además, por parte de una persona a la que se le tiene confianza, que suele ser una figura
protectora como la paterna, que asume el rol de cuidadora, mientras está ausente la otra
DISCUSIÓN 169
(u otras), como la figura materna. Esta inferencia se realiza a partir de ambos estudios,
pues tanto en los discursos de los agresores condenados como en los datos de los EAIA,
apenas aparecen ASI puntuales, es decir, que hayan sucedido una sola vez, si no que la
mayor parte de ellos son temporales (han durado años) y son de incesto, sobre todo, del
confianza que les tenía el niño como padre, como padrastro o como cuidador, tal y
como Finkelhor (1984) describió. Ellos mismos explicitan en las entrevistas que la
Este hecho justificaría, por parte del agresor, la concesión tanto de la hija como la del
congruencia emocional no deja de ser una condición necesaria que facilita la concesión
Parece evidente que estos adultos son manipuladores hábiles (Sosa y Capafons,
1996), pues la búsqueda de oportunidad unida a la consecución repetida y cada vez más
grave (pues inician el abuso con tocamientos y la mayor parte finaliza con
relacionada con los cuidados excesivos que pueden ser un inicio de los denominados
aparecen también otro tipo de sobornos, de mayor a menor sutilidad, como: (i)
haciéndoles cosquillas de modo afectivo pero con una finalidad última de carácter
sexual, pues afirman que era una forma de ―tontear‖ y que ya se sentían excitados
DISCUSIÓN 170
sexualmente. La segunda estrategia resulta un clásico del ASI, la coacción ejercida por
el abuso de confianza (Kilpatrick, 1992), que parece ser el tipo de violencia más
ejercida para garantizar el silencio de la víctima durante los años en los que ocurre el
abuso sexual de la misma; entre otras formas de imposición del abuso sexual variadas
(engaño, chantaje), con diferentes gradaciones que incluyen desde el premio (por
ejemplo, regalos, permiso para salir de casa o dinero) hasta el castigo (con todo tipo de
hijastra) que no contaran nada del abuso sexual, que mantuvieran el secreto. La tercera
En todo caso, desde la perspectiva de género, parece claro que el ASI, y sobre
todo el incesto, constituyen un abuso de poder (Meza y Mata, 2003; Quirós Ferlini,
2014). Uno de los agresores condenados con agravante de parentesco afirmó que ―Él era
el que tenía el poder‖, que ―Él engañaba a la hija que siempre caía en sus redes‖. No
obstante, sigue quedando poco claro por qué determinados adultos, normalmente
hombres, tienen esta necesidad de poder y de control, o por qué no pueden canalizarla
de una forma más adaptativa (por ejemplo, siendo jefes en sus respectivas profesiones o
líderes en un equipo deportivo, etc.). En este sentido, si algún resultado queda patente es
que en los análisis cualitativos de ambos estudios (en especial del primero), la palabra
―casa‖ es la que obtiene mayor frecuencia en las preguntas analizadas, así mismo el
incesto es el tipo de ASI más prevalente en ambos estudios. De ello se desprende que la
DISCUSIÓN 171
violencia de género, dado que la agresión sexual ocurre en el hogar, con la hija y, en
envergadura que el de la esposa parecen ejercer las ―tareas hogareñas‖ que clásicamente
se atribuyen a la mujer en el seno familiar, incluido el cuidado de los hijos, pero además
sido descrito como tal en otras publicaciones del tema, quizás porque era menos común,
(padrastro-hijastra) estudiados.
acompañada de otro familiar (la madre). Prácticamente, en todos los casos estudiados,
cuando hay datos relativos al desvelamiento, ha sido por la víctima o por algún familiar,
incluso por amigas o vecinos de la misma. El resultado, aparte de la condena del agresor
ocasiones, las consecuencias son muy trágicas (por ejemplo, la hija abusada cae en la
patriarcado (padre dominante, madre débil e hija sumisa; Herman y Hirschman, 1981) y
otra en la que parece haber inversión de roles (padre ―amo de casa‖, como figura débil,
y madre ―trabajadora‖, a modo de proveedora, e hija indefensa, sobre la cual este tipo de
figura masculina sigue cometiendo incesto). Lo que parece evidente en ambos estudios
no dicen y explican los agresores sexuales condenados y como se detecta en los EAIA.
Del mismo modo, parecen ser familias infelices dado el nivel y las formas de violencia
literatura parecen estar muy apegados unos a otros (Vázquez Mezquita, 1995) si
no parecen ser un factor en la realización del ASI, puesto que hay una variedad amplia
en la cual se muestran todo tipo de opciones, que tampoco parecen asociarse con este
tipo de agresiones sexuales a menores. Del mismo modo, no muestra ser un factor
decisivo que el agresor utilice la prostitución como elemento de satisfacción sexual. Los
DISCUSIÓN 173
primeros hallazgos que aparecen apuntar a posibles factores del ASI y del incesto por
parte del agresor sexual son, que los agresores sexuales de menores de ambas muestras
los que cometen incesto (en este tipo de ASI destaca que la conducta de abuso más
prevalente desde edades tempranas, que habían tenido (incluso simultaneado) varias
relaciones afectivas; en cuanto a los agresores sexuales de los EAIA, eran personas con
sexuales en el hogar).
afirman haber maltratado a la mujer y a los hijos, incluso argumentan el incesto como
una forma de castigo a la mujer —en especial el padre agresor ―amo de casa‖— y
manifiestan que la violencia era una forma de funcionar del núcleo familiar. En los
casos de los EAIA, se pone en evidencia que los padres o bien son antisociales o bien
tienen muy buena imagen social. No obstante, de puertas para adentro de la casa son
barones muy agresivos con sus familias, y que aparte de ser pedófilos, cometen otros
fuerte, dominadoras, antisocial o socialmente bien aceptadas, con una baja autoestima,
violentos.
DISCUSIÓN 174
La hija que es agredida sexualmente por incesto suele ser la mayor (Herman,
1981b; Herman y Hirschman, 1981), pero también aparecen varios casos de agresores
sexuales que han abusado sexualmente de todos sus hijos, independientemente del sexo
En los casos de los EAIA, explican que eran niñas que habían hecho varios
intentos de escapismo durante su infancia, o bien siendo una niña solitaria, aislada y
descrita tras el desvelamiento, las definen con estrés postraumático, con baja autoestima
(Dadds et al., 1991), y cierto descontrol de los impulsos y emociones, que en algunos
casos llegan al intento de suicido. Algunas parecen ser hiperactivas habiendo ejercido el
rol de madres subrogadas (Levang, 1988), mientras que otras son el extremo opuesto,
Las víctimas estudiadas a partir de los relatos de los agresores sexuales y de los
casos de los EAIA han mantenido el secreto por coacción y amenazas durante años
primero de los agresores sexuales condenados. Para la mitad de los condenados con
agravante de parentesco y de los casos de los EAIA, la madre o bien no era consciente
del incesto o bien era la encubridora principal del mismo, negándose a verlo o actuar
(Alexander, 1995; Levang, 1989) o la unión familiar (Gutheil y Avery, 1977; Lustling
et al. 1966). En este último supuesto de culpabilidad (Salter, 1988), los agresores
entre ellas por el afecto del padre; lo que también podría entenderse como una visión de
carácter narcisista (Finkelhor, 1984) por parte del agresor sexual, como consecuencia de
familiar (Marazziti et al. 2013). Por su parte, los EAIA recogen la relación entre madre
e hija observando dos polos radicales: una relación fría y distante o una fusión entre
rol de subrogada a la hija o, por otro lado, que la madre literalmente está ausente del
trabajar en turnos de noche, lo que facilitaba el abuso sexual de la hija por el padre. Este
incesto.
En los casos de los EAIA, las madres se definen como poco preservadoras, han
violencia por omisión del cuidado de los hijos, pero en ningún caso son las agresoras
sexuales. Se argumenta que son incapaces de proteger a los hijos de la violencia ejercida
por el padre, incluso se describen como perfiles psicopatológicos de algunas madres con
padre.
DISCUSIÓN 176
Gran parte tanto los agresores sexuales condenados como los descritos en los
casos de los EAIA afirman haber maltratado física y sexualmente a la madre, mediante
golpes y violaciones repetidas, agresiones que han sido, en ocasiones, extensibles a los
hijos. Por lo que parece que el maltrato de género está asociado al ASI intrafamiliar.
En ocasiones hay insatisfacción marital, los condenados afirman que las mujeres
no querían tener relaciones cuando ellos querían y, justifican el abuso a la hija, por
haber pocas (o ninguna) relación sexual con la mujer (la madre). Pero, como también se
ha descrito, otros condenados afirman haber tenido relaciones sexuales tanto con su
proporcionan datos para inferir que básicamente hay dos tipos de familia con incesto, la
proveedor y asume el rol del cuidado de los hijos a los que abusa sexualmente. En el
segundo estudio, los casos de los EAIA, nos permiten hacer una serie de inferencias
respecto a las familias con ASI, en el que el 89 % de las mismas son tratadas por
incesto. Parece haber más familias incestuosas tratadas por estos equipos de
significativas entre estos dos contextos, por lo que en todos ellos, así como en todas las
aunque las clases altas son menos intervenidas por los EAIA.
DISCUSIÓN 177
masculino, aunque se dan algunos casos en los que el género se invierte. En cuanto a la
sexualidad del agresor, de nuevo, como en el primer estudio, los agresores sexuales que
cometen incesto suelen ser heterosexuales, aunque en esta segunda muestra y estudio
resto de variables estudiadas en las familias tratadas, en las que se da la agresión física,
la madre.
En cuanto a los casos de familias incestuosas, solo la mitad de los casos son del
tipo padre (padrastro) -– hija -(hijastra), el resto son muy variados (ordenados de mayor
y multiabuso o polincesto), por lo que se confirma la alta prevalencia del incesto padre-
hija tal y como se afirma en la literatura (Cantón Duarte y Cortés Arboleda, 1997;
aunque esta mayor prevalencia no es una mayoría respecto a los tipos de incesto
detectados, siendo éstos además mucho más variados de los que indicaba el estado de la
contraria a la literatura, el tipo de abuso sexual perpetrado suele ser mediante los
menor pero más grave al prevalecer las penetraciones (Cooper y Cormier, 1990; Pribor
y Dinwiddie, 1992).
Por otro lado, el perfil de familia con ASI o incesto, aunque no parece haber un
genograma claro que se repita, la mayor parte de las veces, sí aparecen características de
DISCUSIÓN 178
las familias en ambos estudios. Los abusos se producen: (i) en casa, en el vehículo
(ludopatía); respecto al agresor sexual, (iv) suele ser un padre biológico (en el 56 % de
los casos del primer estudio y el 65 % de los casos del segundo); (v) suele ser el que
la familia o está en paro y hace de ―amo de casa‖ y/o cuidador del niño o hijo; en cuanto
a la víctima, (vii) se suele abusar de una hija (o hijastra) y si hay más de una, ésta
acostumbra a ser la mayor o bien se abusa de todas las hijas; (viii) algunas hijas
abusadas han intentado suicidarse; (ix) en relación a la madre suele estar ausente,
condenados por un delito de agresión y abuso sexual a menores de 16 años con (o sin)
agravante de parentesco padre (padrastro) -– hija -(hijastra). Los agresores sexuales eran
adulto joven. Un hallazgo relevante ha sido que el incesto se observa en los casados,
mientras que otros ASI sin agravante de parentesco son más propios de los solteros. La
DISCUSIÓN 179
ASI, parece demostrarse que el incesto es el abuso sexual más prevalente en los
condenados de Barcelona a partir del año 2000, a pesar de no ser el ASI el más
estudiado en estas dos últimas décadas por los organismos nacionales o autonómicos.
hija -(hijastra) es, a su vez, el más prevalente en ambos estudios (estudio 1: la mayoría
[72 %] son casos de incesto padre-hija; estudio 2: la gran mayoría [89 %] son casos de
agresores, se produce de una forma arbitraria, sutil y tiene una duración considerable
seguir la tipología descrita por Bolton et al. (1989) para el caso del incesto madre-hijo
como se observa en ambos estudios (por ejemplo, el dormir en la cama con el niño
baño, hacer referencia al desarrollo sexual del niño a la coacción y al silencio). Suele
aparecer de forma gradual (en los padres que dicen enamorarse de las hijas y, en
general, tener insatisfacción marital) o repentina (de los padres o padrastros que dicen
sentir excitación sexual hacia las hijas, a pesar de estar satisfechos sexualmente con su
(hijastra), característica de los pedófilos que cometen incesto. Recuérdese que estos
varones solían mostrar una sexualidad precoz y/o hipersexualización, es decir, una
DISCUSIÓN 180
sexualidad intensa (Frude, 1982). Del deseo, las fantasías (como afirmaba Diamond
ellas ganándose su confianza, creando una alianza afectiva entre ellos y sus hijas
el sofá), de fácil accesibilidad para ellos (sexto factor de oportunidad del modelo de
rol autoritario en el que el sexo se relaciona con castigos, a un rol de cuidador de las
niñas que usa el sexo con recompensas) pasan a los abusos más severos (por ejemplo,
las penetraciones), tal como Barudy (1998) ya señalaba. Además, aunque el alcohol está
agresor actúa durante años (el periodo de adolescencia de la hija o hijastra), de forma
conciencia de la madre respecto al abuso, pues el padre (padrastro) suele agredir cuando
la madre está ausente (por ejemplo, por horarios laborales, porque ella se queda en casa
(1997), el incesto padre-hija puede ser considerado un tipo de violencia de género hacia
o adultez (Farrell, 1988), cuando la hija (hijastra) y/o la madre lo denuncian, entre otras
Los casos de ASI registrados por los profesionales de los EAIA, en especial los
por los presos dada la severidad del abuso sexual descrito. De los 19 casos de incesto,
solo 5 son perpetrados por padrastros, por lo que de nuevo predominan los padres
biológicos y las constelaciones familiares en las que conviven padre, madre, hijas y, a
género hacia las hijas y madres (incluso hijos pequeños) aparece en 14 casos en los que
se describe al padre como maltratador de la familia (no solo como perpetrador del
despóticas. Por tanto, en la mayor parte de los casos no aparece explícito este perfil de
padre autoritario, controlador y con poder de decisión, que marca las reglas de
propias del agresor, según el primer factor del modelo de incesto de Finkelhor, 1978).
El consumo de drogas tampoco parece un determinante del incesto, ya que solo aparece
casos y no aparecía en las entrevistas es el descuido por el cuidado de los hijos (por
ejemplo, en cuanto a higiene y alimentación) que está presente en 6 casos (el medio de
muy variado, sin embargo encontramos las siguientes características que se repiten
un fuerte temperamento que lo hace violento y maltratador (por ejemplo, golpea a los
hijos y a la mujer físicamente), aparte de agresor sexual; suele ser el único responsable
DISCUSIÓN 182
hijas presentan baja autoestima, bajo control de impulsos, miedo hacia el padre (o
padrastro), se sienten solas y aisladas (características del cuarto factor del modelo de
hay casos de discapacidad, escapismo y suicido. La madre suele ser encubridora del
protección a las hijas; que suele ausentarse de la casa con frecuencia y que delega los
según el segundo factor del modelo de incesto de Finkelhor, 1978); y en alguna ocasión,
El inicio del incesto es más precoz y con abusos sexuales más severos de lo
descrito en el estado de la cuestión. Hay casos que relatan dichos abusos desde la
primera infancia: desde los 2 años (por ejemplo, con tocamientos), los 3 años (por
ejemplo, el padre se bañaba con la niña y tenía erecciones) y los 4 años (por ejemplo,
con penetraciones). A pesar de estos casos, el periodo más habitual donde se perpetran
estos abusos es durante la segunda infancia (entre los 6 y 8 años: lo anterior más
felaciones, sexo oral y otros tipo de agresión sexual) y, algún caso se sitúa en la
años). Por lo tanto, los casos suelen darse durante la infancia a edades más tempranas de
las relatadas por los agresores en el primer estudio. Cabe destacar que, a menor edad de
la víctima, mayor es el distress y mayores son las consecuencias negativas derivadas del
A la hora de abordar las posibles causas, en los informes apenas aparecen los
éste confidente de su hija o haber sido víctima de incesto en su infancia en algún caso.
Según Faller (1988), un tercio de los padres y un cuarto de las madres han sido niños y
nuestras muestras. El desarrollo del incesto de ambos estudios realizados sigue los
estadios descritos por Sgroi et al. (1982), es decir, el compromiso, la interacción sexual,
el secreto, la revelación y la represión. Asimismo, el incesto tiene lugar durante años del
tener todo tipo de sensaciones, pensamientos y cometer acciones varias de abuso sexual
penetraciones.
miembros de la constelación familiar sin límites sexuales claros (quinto factor del
modelo de incesto de Finkelhor, 1978), que causan una especie de bloqueo mental,
pacto de silencio y de coacciones del padre (padrastro) a la hija (hijastra) (por ejemplo,
chantaje emocional, castigos o premios y regalos, según el rol del agresor). Dado que
con cambios de carácter, en general las víctimas reconocen tener miedo al padre.
Coincidiendo con el estudio de los agresores reclusos, en estos casos los padres también
realidad.
La revelación del incesto suele ser por parte de la hija (hijastra) en edad adulta
(en este caso suele ser la hija menor), o, si es una niña, a través de la madre siempre que
ésta le de apoyo (lo que no suele ser común). También hay algún caso que ha sido
desvelado por personas conocidas de la niña y la madre (vecinas) o por las maestras. El
retraso de los años en cuanto a la revelación del incesto ha sido estudiado: parece que
negativas, tardan mucho más tiempo en desvelar la agresión que otro tipo de menores
que han sufrido abusos (Goodman-Brown, Edelstein, Goodman, Jones y Gordon, 2003).
teórico. Sin embargo, en este estudio se ha añadido más documentación relativa al perfil
este tipo de incesto, que en la literatura escaseaba. En este sentido, en lo referente a las
DISCUSIÓN 185
como apuntaban los psicodinámicos, que acaban por materializarse mediante un proceso
este estudio aporta una tipología original de padre-agresor, que en la literatura clásica se
se observan otro tipo de roles radicalmente distintos, como por ejemplo, el del padre
cuidador que normalmente por estar en paro, permanece más tiempo en el hogar y carga
con más frustraciones, etc. Otro aspecto que difiere de alguna de las aportaciones de
alta implicación en el cuidado de los hijos (con otros factores) podría pasar de ser un
factor protector (Williams y Finkelhor, 1986) a ser un factor de riesgo, tal y como ya
advertía Giberti (según Teubal, 2010). Ello lo convierte en un tipo de maltrato todavía
más grave con consecuencias en la identidad de la hija al alterar el puesto que ocupa
y/o para descargarse sexualmente de la excitación sexual ante la hija cuando hay
(como por ejemplo, vengarse la mujer); (ii) excitación sexual: por lo que identifican
DISCUSIÓN 186
marital), hipersexualidad, etc.; (iii) bloqueo: por algún tipo de beneficio percibido por el
agresor como mantener unida la familia ―patológicamente‖, por comodidad, etc.; (iv)
parece que no es capaz de proteger a la hija, por múltiples razones (por ejemplo,
literatura. En este punto consideramos importante añadir que los intentos de suicidio se
dieron por parte de los padres-agresores, en al menos dos entrevistados, y por parte de
constelación familiar nuclear del incesto padre (padrastro) - hija (hijastra), atendiendo
Las limitaciones de este estudio son, en principio, las propias del método
(Tashakkori y Teddlie, 2003) y el acceso a los casos de ambas muestras de los estudios
realizados.
DISCUSIÓN 187
forma no digital. En cuanto al tema del incesto padre-hija, se ha efectuado mediante una
las revistas de prestigio como los libros en castellano localizados sobre esta cuestión
fueron publicados entre las décadas de 1970 y 1990, por lo que parece que este tema se
ha dejado de investigar en los últimos veinte años (véase Figura 1), lo cual aporta valor
a esta tesis doctoral. En cuanto al ASI, se procedió a utilizar tanto el buscador Tesis
digital, las tesis doctorales leídas en las universidades de Cataluña y otras comunidades
y la British Library de Londres, así como contactando con asociaciones diversas de ASI
fuente relevante para elaborar el marco teórico y realizar la discusión del ASI y el
sido un reto. Se han realizado dos estudios híbridos, cada uno de los cuales contiene una
parte cuantitativa con estadísticas, básicamente descriptivas, que dan soporte a los
estudios convergen en varios puntos que señalan aspectos relevantes del ASI y del
incesto, proporcionados tanto por los reclusos-agresores como por los informes de los
EAIA, lo que incrementa la validez de los hallazgos. Además, se han tomado medidas
DISCUSIÓN 188
para garantizar la fiabilidad del estudio e incrementar su validez interna (por ejemplo,
nacional e internacional, dado que han surgido, por ejemplo, tipologías nuevas de
nuestro entorno, pues el perfil de reclusos agresores difería en algunos aspectos del de
los EAIA y, en éstos últimos, en los entornos de mayor nivel adquisitivo se detectaban y
esfuerzo, una larga trayectoria acompañada por dos direcciones que siempre han
(padrastro-hijastra), que por sí mismo constituye una aportación original a esta temática
falta profundizar en lo subyacente a las motivaciones del ASI, tal y como apuntaban
máxima para conocer y prevenir tanto el ASI como el incesto. Respecto a la segunda
precondición, hay que indagar con agresores sexuales de diversa tipología estén o no
clara, pero la falta de acciones ligadas, por ejemplo, a estudiar si la prevalencia de este
tipo de maltrato se da más en familias cuyas madres tengan trabajos con turnos de noche
(como son las enfermeras) para poner las medidas de protección. La cuarta precondición
las denuncias de este tipo de maltrato, como indicaba el mismo Finkelhor, la educación
género y el incesto, sería interesante apuntar hacia esta línea de investigación, puesto
pedófilo de tipo incestuoso. Así como sería necesaria también una reflexión e
DISCUSIÓN 190
que pueda extenderse a otras provincias de España o a otros países. Un buen ejemplo de
ello es el estudio del ASI en España con muestras comunitarias (Pereda y Forns, 2007).
muestra al azar de casi mil mujeres adultas norteamericanas, encontró que el 17 % había
Cuarto, dado que los patrones de agresores sexuales que han emergido de los
a los padrastros, pues hay resultados contradictorios. Gordon (1989) encontró resultados
especialmente en los casos de los EAIA. Sin embargo, en base a los datos obtenidos de
ASI que tratan estos equipos de profesionales son de incesto y no se observa esta
diferenciación entre consanguinidad o no, al igual que en las entrevistas a los reclusos-
agresores.
DISCUSIÓN 191
el caso de incesto padre-hija (padrastro-hijastra), abundan menos que los de los padres-
dentro de la constelación familiar, en comparación con otros registrados por los EAIA,
vacaciones. Por tanto, cabe prestar atención a este tipo de incesto y al resto de casos, ya
que según Cyr, Wright, McDuff y Perron (2002) el incesto entre hermanos,
especialmente, no difiere del incesto padre (padrastro) – hija (hijastra) con la finalidad
de prevenir y atender de forma más adecuada a las víctimas así como a los agresores de
la familia.
CONCLUSIONES 192
5. CONCLUSIONES
materia y con los resultados empíricos procedentes del uso de la metodología de mixed
generación del incesto dentro de la constelación familiar nuclear, tanto desde la díada
puede enfocar el estudio del ASI y del incesto; siendo varias de ellas compatibles entre
CONCLUSIONES 193
sí (por ejemplo, algunas teorías con algunos modelos explicativos, como la teoría del
concretamente a la evolución histórica del estudio del ASI y del incesto, pone de
una extrapolación del modelo de Finkelhor (1984) aplicado al incesto, dado que está
considerado como uno de los más relevantes y extendidos a nivel internacional sobre
pedofilia, pudiendo además derivarse de un modelo anterior del mismo autor que se
relación de poder y de dominio del género masculino con respecto al femenino (Seidler,
2002; citado por Chaves Jiménez, 2012). Las figuras implicadas en el ASI, agresor
masculino versus femenino, lo que apoyarían las tesis de Quirós Ferlini (2014: 52) y
Meza y Mata (2003), así como la teoría feminista (según Cantón Duarte y Cortes
Arboleda, 1997).
La cuarta conclusión explicita que las características de los actores del incesto
analizados en los dos estudios empíricos; mostrándose vigentes los estudios realizados
durante la segunda década del siglo XX, desde los datos aportados por el informe
que ha sido escasamente aplicada al ámbito del ASI, posiblitando que en futuras
investigaciones sea más extendido su uso, ya que mixed methods se considera adecuada
para analizar las fuentes de datos de distinta naturaleza que existen sobre el ASI y el
hospitales, EAIA, penitenciarías, juzgados, etc.). Aunque cada vez más se persigue
testimonios que informen de primera mano sobre estos fenómenos, tales como:
En esta tesis doctoral, el modelo de Finkelhor (1984) ha sido validado con datos
empíricos del presente siglo XXI proporcionados por agresores sexuales condenados
años, con o sin agravante por parentesco, junto con los expedientes de casos extraídos
de los EAIA de la provincia de Barcelona. Los hallazgos han mostrado que dicho
modelo sigue vigente para proporcionar una explicación multifactorial de la génesis del
resistencia del niño), siendo el de Finkelhor (1984) el más completo de los modelos
emocionales y sexuales hacia las mismas, independientemente de las que sienten por la
cónyuge (la madre). Una aportación original de esta tesis es la detección de dos factores
que parecen subyacer en dichas motivaciones (Howells, 1991, 1994; Ward y Hudson,
relaciona con situaciones de pérdida, es decir, el abuso sexual del niño puede deberse a
impropia (como son: la muerte de un ser querido o la pérdida de un trabajo). Del mismo
mediante un conflicto con la cónyuge que se incrementa con el tiempo (por ejemplo, el
sentir envidia por tener más trabajo, más amigos, etc.), que aparece asociado a la
progresiva subrogación de la hija mayor (que realiza las tareas domésticas que
los mecanismos subyacentes en ellos podrían solicitar ayuda clínica antes de llevar a
término la conducta sexual impropia, como apuntaba Berlin (2011), siendo éste un
posible factor protector de cometer los delitos del ASI y del incesto. En cuanto al
bloqueo descrito por Finkelhor (1984; Finkelhor y Araji, 1986) parece que las fuentes
pedófilo, ya que aunque estén disponibles y las utilice no parecen sustituir a la conducta
de ASI o al incesto.
CONCLUSIONES 196
suele apelar a la alta violencia en el seno familiar, al bajo control de impulsos que
motiva la pérdida de control del agresor sexual (como indicaba el modelo integrado de
drogas). En cambio, las desinhibiciones externas señaladas por Finhekhor (1984) para
cometer el ASI o el incesto parecen estar bastante claras, especialmente las relativas a la
búsqueda de la oportunidad de cometer dicha conducta sexual impropia con el niño, que
familias, las caracterizadas por una jerarquía de dominio patriarcal (padre déspota) y
alto nivel de violencia intrafamiliar ejercida por el padre (Herman y Hirschman, 1981;
teoría feminista), que se produce en la mitad de los casos de ASI, siendo a su vez
agresor sexual (incesto); o bien una familia en la cual la jerarquía la encabeza una
madre proveedora, normalmente con un empleo que implica turnos de noche y un padre
(o padrastro) que hace de ―amo de casa‖ (padre cuidador), ya que tiene un empleo
(como indicaba el modelo de vías de Ward y Siegert, 1990). Este segundo tipo de
que el perfil clásico del padre déspota, como ya advertía Giberti (citado en Teubal,
2011).
CONCLUSIONES 197
casa, el hogar, normalmente en espacios íntimos (dormitorio, cuarto de baño, etc.) que
el pedófilo comparte con el niño con finalidad sexual. Este abuso sexual constituye en
sí mismo un abuso de poder (Quirós Ferlini, 2014) que podría ser evitado, si el niño
sexual en algunas escuelas, aunque en menor número que en décadas anteriores (como
por ejemplo, la década de los 90 en España), el tratamiento de este posible ASI debería
integrarse con contenidos específicos en dichos programas, de tal forma que fueran
Herman y Hirschman, 1981; Salter, 1988). De hecho, como ya apuntaba Kinsey et al.
drogas. La víctima suele ser prepúber cuando se inicia el abuso sexual y en ocasiones
CONCLUSIONES 198
menor, pues se han detectado casos en la primera infancia. La hija mayor (Herman,
quedarse a solas con el padre en la casa. Algunas hijas hacen de madres subrogadas
(Levang, 1988). La madre sigue siendo ambivalente (Nutchiel et al. 1980) manteniendo
oportunidad de cometer ASI e incesto; y la segunda sería que parece que existen
constata que se da en todas las zonas de Barcelona estudiadas (capital, no capital, costa
cualquier tipo de familia, pues los genogramas eran muy variados y estaban
representadas todas las clases sociales (aunque la alta no era tan tratada por los EAIA
como la media-baja).
el incesto, pero esta tesis ha aportado aspectos subyacentes a los mecanismos que
estudios. Los factores confluyentes de que ambos fenómenos tengan lugar son los
de que proporcionar cuidados al hijo desde la primera infancia era un atenuante para
cometer incesto-. Del mismo modo, las características de las constelaciones familiares
descritas y de sus actores podrían de la misma manera ser consideradas como elementos
CONCLUSIONES 199
que desembocan en estos tipos de abusos sexuales (por ejemplo, la negligencia parental;
Cortés Arboleda, 1995). Por último, el ASI y el incesto podrían considerarse una
claramente que el género masculino acostumbra a ser en la mayor parte de los casos el
agresor y el género femenino la víctima, siendo esta última quien, durante su primera
modelo de las precondiciones de Finkelhor, que continúa siendo el más completo de los
existentes para abordar la génesis del ASI y de la constelación familiar al mostrarse que
continúa aún vigente. Sin embargo, la tríada padre (padrastro) - hija (hijastra) - madre
debe ser más estudiada para poder detectar los casos a tiempo, es decir, antes de que
tenga lugar la conducta sexual impropia (por ejemplo, tan pronto el potencial agresor
sexual pueda detectar alguno de los mecanismos subyacentes citados que actúan como
investigue menos que en otras décadas, el fenómeno del incesto pervive y la repercusión
incrementado y las familias tienen más dificultades económicas y menos recursos para
subsistir, sigue siendo necesario conocer, detectar y tratar estos y otros posibles ASI.
Debido a que la pérdida de empleo, en algunos de los varones estudiados, parece que
fue el detonante del inicio del incesto y podría ser éste un aspecto relevante a estudiar en
6. REFERENCIAS
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