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Grupos Etnicos

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Etnia Otomí

El otomí es un pueblo indigena que habita


un territorio discontinuo
en el centro de México. Está emparentado lingüística mente con el
resto de los pueblos de habla otomangueana, cuyos antepasados
han ocupado la Altiplanicie Mexicana desde varios milenios antes
de la era cristiana. Actualmente, los otomíes habitan un territorio
fragmentado que va del norte de Guanajuato al sureste de Tlaxcala.
Sin embargo, la mayor parte de ellos se concentra en los estados
de Hidalgo, México y Querétaro. De acuerdo con las estadísticas de
la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de México, la población étnica otomí
sumaba 646.875 personas en la República Mexicana en el año 2000, lo que les convierte en el quinto
pueblo indígena más numeroso del país

Vestimenta
El vestido de la mujer otomí, consiste en un chincuete o “enredo” de lana muy amplio y largo de color
azul marino o negro, con líneas verdes, anaranjadas y amarillas; y una blusa de popelina de color blanco,
manga corta con bordados en motivos florales, faunísticos o geométricos, o bien una combinación de
ellos. Es característico de la indumentaria otomí el uso del quexquémetl, que puede ser de algodón, lana
o artisela en varios colores.
Actividad Económica
En las temporadas "libres" del ciclo agrícola, los hombres y mujeres otomíes emigran hacia las zonas
metropolitanas de las ciudades de Toluca y México, con objeto de emplearse en el sector secundario o
terciario de la economía, a fin de complementar sus ingresos. Las mujeres generalmente se emplean
como trabajadoras domésticas.

La actividad agrícola, particularmente el cultivo de maíz,


constituye la principal actividad económica de los otomíes;
quienes, además, crían ovejas, cerdos, vacas, caballos y
especies menores como pollos y conejos, entre otros, ya sea
para auto consumo o para la venta, sin que ello les genere
ingresos económicos suficientes. En diversos municipios, los
otomíes se dedican también a la producción y comercialización
de artesanías y otros productos útiles para el trabajo
doméstico.

Historia
Los otomíes o hñähñu aparecen como un pueblo ligado a los Olmecas de Nonoualco y a los estratos más
antiguos del Alto Altiplano. Fueron los primeros pobladores del Valle de Tula, incluso antes de la llegada
de los Toltecas.
Las primeras noticias de la existencia de los otomíes aparecen en el año de 3 toctl (1274 a. de C.), cuando
ocurrieron las migraciones de Xicomostoc, lugar mitológico donde partieron en peregrinación las siete
tribus, que se establecieron a lo largo y ancho del territorio mexicano, en su recorrido pasaron por
Xilotepec,Acxotlan, Tepexí y Xiquipilco, las hordas otomianas que se establecieron en la serrania de
Xiquipilco, sobrevivieron con la recolección de frutas y verduras silvestres (quelites), con la caza de
animales y pezca en ríos. Muchos años después formaron parte de un señorio muy grande y poderoso
junto con los pueblos de xilote, Xocotitlan, Cahuacan, Xila y Mazahuacan.
Durante las invasiones tarascas que pretendian conquistar el valle de Matlatzinco, ocurrió una batalla
en terrenos de Xiquipilco en 1442, donde los tarascos al mando de su señor "Tzitzic Pandecuare", logran
penetrar hasta el pueblo de Xiquipilco siendo ahi derrotados por el gran guerrero Tlicuetzpalin,
causandoles una baja de hombres. a partir de ese momento el gobernante de los tarascos se convirtió
en aliado del pueblo otomí de Xiquipilco.

En el 12 toctl (1478) fecha en la que ocurre la invasión Azteca al valle de Matlatzinco hace su aparición
Axayacatl gobernante azteca que tubo un un combate cuerpo a cuerpo contra Tlicuetzpalin (en nahuatl)
Ûbo tzanga (en otomí cuyo significado es "lagartija negra"), mismo en el que Axayacatl fue vencido con
una herida en la pierna que lo dejaría liciado para el resto de sus días.

A la llegada de los españoles a tierras del valle de Toluca, Gonzalo de sandoval, brazo derecho de
Hernan Cortés se comprometía someter la provincia de Jiquipilco en menos de quince días,
sin embargo se topó con un pueblo habitado por hombres recios que preferían morir en el campo de
batalla antes que verse vencidos y doblegados.
en el enfrentamiento de los otomíes contra los españoles hace su aparición un notable guerrero de esta
pequeña patria a quien se le conocía con el seudónimo de ÑÁ-DO "cabeza de piedra", que era muy hábil
en el manejo del T'-én do (onda),. cabeza de piedra junto con sus seguidores causan una gran baja
entre los soldados y caballos de Sandoval.

El combate mas grande y sangriento tuvo lugar en el paraje


llamado NDONGU, donde el ejercito de sandoval tuvo la mayor
baja de hombres, en vista de tan enorme perdida Sandoval pide
refuerzos y en menos de tres días llega en enorme ejercito de
Intlixóchitl, y solo de esta manera se logró la victoria de los
españoles, que con manipulacion de los pueblos sembraron la
semilla del odio entre los pueblos mexicanos, pero jamas
lograron el sometimiento ideológico de los otomíes, que
celosamente guardan sus raíces en la profundidad de
su identidad lenguaje y tradiciones camufladas de catolicismo.
Permaneciendo así hasta en la actualidad.

Despues, con la evangelización en la que perecierón junto con los viejos sabios, muchos conocimientos
de medicina, arquitectura, astronomía, por mencionar algunos.
en la parte norte del territorio otomí la corona espanola tuvo dificultades en su administracion, debido
a frecuentes enfrentamientos y entre otomíes y españoles.

El corregimiento de Metepec al cual pertenecía jiquipilco, no se daba abasto, con tantos problemas con
los otomíes, como respuesta el virrey de nueva España en 1622 nombra a miguel de la rivera gobernador
de este lugar dejando a los principales caciques españoles el control de este lugar imponiendo supuesto
orden como consideraran pertinente, es decir con malos tratos y miserias.

Mas tarde los otomíes regalaron una campana para la catedral de la Ciudad de México a cambio de que
se les des obligara pagar el diezmo y de trabajar en las minas. dicha campana se le conoce con el nombre
de "Doña Maria" y esta colocada en la torre oriental de la catedral de México.

En 1810 al enterarse el pueblo otomí de la promulgación de la independencia el pueblo se sublevo al


mando del párroco de la localidad, Francisco Soria, quien simpatizaba con el movimiento insurgente,
atacaron y encarcelaron a los españoles que se encontraban en el pueblo, y los dueños de las haciendas
que se enriquecieron con la explotación de la fuerza de trabajo otomí fueron vencidos y pasados por
armas.
En la actualidad los otomíes son gente muy pacífica y participativa en el desarrollo de sus comunidades,
pero cuando se trata de defender los intereses del pueblo ante malos dirigentes pueden unirse en
linchamientos, no sin antes procurar llegar a acuerdos justos
Ubicación
Se asentaron en la región central del país desde principios del siglo XVI. Actualmente se localizan en
una gran porción del territorio estatal; también se les encuentra en el Valle de México o en el Valle de
Toluca. Sin embargo, su mayor concentración se tiene en el centro-norte de la entidad, hasta los límites
con los Estados de Hidalgo y Querétaro, la excepción es el municipio de Amanalco, localizado hacia el
sur del Estado.
El pueblo otomí o hñähñu es el segundo en la entidad por el tamaño de su población, al contar, de
acuerdo con datos del II Conteo de Población y Vivienda 2005 del Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática, con 83,352 personas que declararon hablar la lengua.
La población otomí, se encuentra asentada mayoritariamente en 21 municipios:
ocho son de alta marginación: Aculco, Amanalco, Acambay, Chapa de Mota,
Villa del Carbón, Morelos, Temascalcingo y Temoaya; cinco son de marginación
media: Jilotepec, Jiquipilco, Otzolotepec, Soyaniquilpan y Timilpan; seis son de
baja marginación: Capulhuac, Lerma, Ocoyoacac, Tianguistenco, Xonacatlán y
Zinacantepec; y dos, son de muy baja marginación: Metepec y Toluca.

Tradiciones
Persisten ciertas costumbres que hablan del espíritu
tradicional de la población. Son prácticas que afloran en
momentos cruciales de la vida, en los usos cotidianos o en los
festejos. Entre los grupos otomíes, se conservan con gran
fuerza las costumbres relacionadas con el "moshte" (ayuda
durante la época de cosechas, algún festejo familiar, o un
velorio), el trueque y la celebración del "día de muertos".
Día de muertos.- Se celebra con la preparación de un altar con
ofrendas para esperar la visita de las almas de los difuntos. La
ofrenda para los "muertos chiquitos" incluye chocolate, leche,
pan, frutas y dulces, entre otras cosas; en cambio, para los
difuntos adultos se preparan los alimentos que más preferían
en vida, botellas de licor, pulque y cigarros. La ofrenda se adorna con un sahumerio, calaveras de azúcar,
borreguitos de alfeñique, velas y flores de cempasúchil.
Fiestas
Las principales fiestas están relacionadas con el calendario litúrgico y las conmemoraciones cívicas
como el 5 de mayo, 16 de septiembre y 20 de noviembre, que en general incluyen vistosos desfiles. Las
festividades de mayor tradición pertenecen al culto católico. La fiesta más importante se celebra el 25
de julio en honor al "Señor Santiago". Casi todas las comunidades del municipio celebran su fiesta
titular en medio de prácticas religiosas y profanas que incluyen música, flores, incienso, danzas,
ofrendas, velas, portadas florales para los templos, cohetes, globos aerostáticos, fuegos artificiales,
procesiones, juegos mecánicos, comercio ambulante y baile de feria.
Jiquipilco el Viejo celebra a Santiago Apóstol el martes siguiente a la fiesta de la cabecera. En San José
Las Lomas hay peleas de gallos el 19 de marzo. Otras fiestas importantes son la de Nuestro Padre Jesús
(tercer domingo de enero), la Semana Santa, la Santa Cruz, los Fieles Difuntos, la Virgen de Guadalupe,
Navidad y Año Nuevo.
Música
Existen algunas piezas musicales de tradición otomí con riesgo de desaparecer, a saber: Chimarecú,
Naki ma Tosho Njú y Rosa María, Chicashti Deni. En otros tiempos durante los casamientos se bailaba
el Chimarecú al final de la fiesta para despedir a los compadres.
ETNIA LOS SERIS
Características:

Los seris se nombran como los Conca’Ac cuyo significado es “La Gente”. El término seri en cambio proviene del
vocablo yaqui que significa "hombre de la arena".

La lengua de los Seris forma parte de la familia Hokano, actualmente hablan seri,
español y algunas palabras en inglés, las indispensables para decir el precio de las
mercancías.

Localización:

Actualmente, el grupo se halla asentando fundamentalmente en los poblados costeros


de Punta Chueca, municipio de Hermosillo y Desemboque, municipio de Pitiquito
situados en una área desértica. Durante la temporada de pesca, la mayor parte de los
seris, incluyendo mujeres y niños, se trasladan a dos campamentos, denominados El
Sargento y Las Víboras.

Antecedentes Históricos:

Antiguamente era una tribu nómada que dominaba un extenso territorio costero que
abarcaba desde lo que hoy se conoce como Tepoca, hasta el sur de Guaymas, incluyendo la Isla Tiburón y adyacentes,
el que defendían de las incursiones de los pimas, pápagos, sobas y ópatas.

Durante el periodo colonial e independentista la tribu fue intentada de conquistar mediante las armas primero, y
luego mediante la religión. Ambos métodos fracasaron sobresaliendo el hecho de ser la única tribu del estado de
Sonora que no se convirtió al catolicismo. Pero las consecuencias de esta resistencia fueron la lenta pero constante
disminución de la población producto de guerras y discriminación.

Posteriormente, les fueron arrebatadas partes dentro de su área de recorrido. Este hecho tuvo amplias
consecuencias en sus condiciones de vida, pues significó su exclusión de regiones con abundante caza y pesca.

Al finalizar la década de 1920 emigraron de la Isla Tiburón al continente debido fundamentalmente al agotamiento de
la fauna que les servía de alimento. Es a partir de entonces cuando empezó a darse el proceso de sedentarización del
grupo.

Economía:

Los Seris se dedican en primer termino a la pesca y en segundo a la elaboración


de artesanías de palofierro (una madera dura y hermosa endémica de la zona) y
por último a la recolección de jojoba.

Fiestas y manifestaciones culturales:

Entre las festividades importantes se encuentran la Fiesta de la Caguama de


Siete Filos, de Año Nuevo, de la Pubertad y de las Canasta. En la actualidad se
realizan pocas fiestas colectivas, aunque anteriormente se hacían celebraciones
de nacimiento, de pubertad de las niñas. El protestantismo ha influido para que su vida ceremonial sea más austera,
aun cuando no ha podido erradicar el alcoholismo.
El mes de mayo es la fiesta por la pesca de la caguama y el mes de julio es la recolección de la pitahaya. Bailan sobre
una concha de tortuga al compás de una música monótona. En la cabeza se colocan una corona de carrizo y unas
orejas de coyote y se apoyan en un bastón largo adornado con listones de colores. Toman bebidas fermentadas que
ellos mismos fabrican. La dura se prolonga toda la noche entre bailes y cantos.

El gobierno del estado de Sonora nos habla sobre la organización religiosa del grupo:

Los seris se caracterizan por su pensamiento mágico. Poseían leyendas de tipo mágico-religioso donde se menciona la
existencia de poderosas fuerzas misteriosas que se concentraban en espíritus o animales y que podían ser maléficas o
benéficas, porque un hombre podía ser capaz de dominar.

Los seris son el único indígena, de las llamadas culturas en el desierto, que han resistido a convertirse a cualquier tipo
de religión cristiana, llámese católica o protestante.

Demografía:

El gobierno del estado de Sonora nos habla sobre la cantidad de habitantes:

La tribu seri ha decrecido sensiblemente en los últimos cuatro siglos debido fundamentalmente al extermino del que
fueron víctimas durante el siglo pasado y a las epidemias que han azotado a la población. Durante el México
Independiente se calculaba que su número llegaba a 1,500, pero de acuerdo a estimaciones recientes, existen 455
solamente.

Aunque según datos del Instituto Nacional Indigenista (INI) la cantidad de habitantes en 1995 había logrado
recuperarse para sobrepasar los 500 individuos.

Problemática:

La creación de cooperativas pesqueras les permitieron incorporarse al


mercado nacional, sin embargo la crisis de la década de los ochenta echo por
tierra el respaldo gubernamental necesario para que funcionara la
comunidad. La discriminación por parte del mestizo y la falta de
oportunidades casi llevó a la muerte por inanición a la tribu.

La apertura de la zona al turismo y la venta de artesanías logró salvar a la


población, sin embargo la falta de apoyos por parte del gobierno ha evitado
que puedan volver a pescar con fines comerciales. La discriminación hacia el grupo ha disminuido en los últimos años,
muchas han logrado salir de la comunidad y estudiar regresando a sus tierras para fomentar el desarrollo
comunitario.

Otro gran problema reside en el saqueo que están sufriendo sus reservas naturales por parte de pescadores piratas,
en cuanto a mar respecta, y taladores ilegales de palofierro, en cuanto a artesanías respecta.
LOS TARAHUMARAS
Los tarahumaras o rarámuris son una comunidad indígena asentada en el norte de
México. La mayoría se concentra en las tierras altas de la Sierra Madre Occidental, México,
otros viven en las barrancas. Estos indígenas lograron permanecer relativamente sin la
influencia de la cultura mexicana hasta hace poco, debido principalmente a las duras
condiciones de los terrenos que habitan y su poca disposición a interactuar con foráneos.
Muchos tarahumaras se mueven entre los dos climas contrastantes de la Sierra Madre. Las
tierras altas, con un clima fresco, proporcionan madera y tierra para pastorear ovejas, ganado
y cabras. Allí también se cultivan trigo y arroz.
El clima tropical de las barrancas permite el cultivo de árboles frutales y tabaco. Muchos de
los que viven en las tierras altas migran a las barrancas para escapar de los duros inviernos
y mantener sus rebaños a salvo.
A pesar de las presiones externas, los tarahumaras han mantenido muchas de sus prácticas
culturales tradicionales. Durante el siglo XVI, los misioneros cristianos lograron que esta etnia
incorporara varios elementos europeos a su estilo de vida.

Historia
Probablemente los antepasados de los tarahumaras o rarámuris llegaron de Asia, hace
aproximadamente unos veinte mil años. Sin embargo, las huellas humanas más antiguas que
se han encontrado en la cordillera (sierra) son las famosas puntas de lanza de Clovis. Estas
armas se usaron durante la megafauna del Pleistoceno y datan de hace 15000 años.
A la llegada de los conquistadores en el siglo XVI, los tarahumaras o rarámuris cohabitaban
con los guazapares, los chínipas, los pimas y los témoris. En ese mismo siglo comienzan los
descubrimientos de yacimiento de cobre, oro y plata en la región. Para la explotación de estas
minas los españoles empezaron a usar la mano de obra de estas etnias.

Llegada de los jesuitas


A partir del siglo XVII comenzaron a llegar los misioneros jesuitas. Estos también se sirven de
la mano de obra indígena y construyen grandes misiones, que comenzaron a atraer a cientos
de indígenas establecidos alrededor.

Bajo la conducción de los misioneros, se establecieron sembradíos de chícharo, papa,


garbanzo, trigo, manzana y durazno. Estas plantaciones eran regidas por españoles y, de
nuevo, la mano de obra corría por parte de los indígenas.

En la medida en la cual las plantaciones crecieron, también lo hicieron los pueblos alrededor
de las misiones. Todas estas etnias tenían sus diferentes lenguas y rasgos culturales; sin
embargo, los españoles comenzaron a llamarlos tarahumaras por igual. Esta denominación
persiste hasta la fecha.

Características de los tarahumaras

Población

A comienzos del siglo XXI, la población tarahumara era aproximadamente de 70,000. El


territorio habitado por esta etnia indígena es una meseta alta, cortada por profundas
gargantas y barrancas.

Asentamientos dispersos

Los asentamientos están dispersos. Generalmente, se trata de grupos de casas llamados


ranchos. Cada casa tiene una habitación y está construída en piedra o troncos. Es habitual
que se movilicen con las estaciones.

Cultivos

El clima en estas tierras es bastante fresco, pero las condiciones no son especialmente
adecuadas para la agricultura. No obstante, los tarahumaras cultivan maíz, frijoles, calabaza
y papas. Estos son cultivados en pequeñas bolsas de tierra. También tienen cabras y ganado.

Añadieron los cultivos de trigo, garbanzo, chícharo, papa, manzana, durazno y ciruela, entre
otros.
Artesanía

En cuanto a la artesanía, las principales son cerámica, tejido de


manta y cestería.

Resistencia física

Quizás la característica más destacada de los tarahumaras es


su habilidad para correr grandes distancias sin cansarse. De
hecho, se denominan a sí mismos rarámuri (el de los pies
ligeros).

Además, los tarahumaras tienen un conocimiento extenso del


territorio que ocupan. Pueden cazar animales rápidos, como
ardillas y venados. En el caso de los venados, solían correr
detrás de ellos hasta lograr que el animal se cansara.

Por otra parte, son buenos buceadores. Para pescar solo se lanzaban al río y atrapaban a los
peces con las manos.

Vestimenta
Dos hombres tarahumaras, fotografiados en Tuaripa, Chihuahua, México

Antes de la colonización de los españoles, los tarahumaras fabricaban su propia ropa con los
materiales que tenían a mano. Generalmente, utilizaban las fibras de las plantas y las pieles
de los animales salvajes.

Luego, en el siglo XVII, comenzaron a tejer con lana. Más tarde, comenzaron a adquirir telas
de algodón tejido y otros textiles importados para confeccionar sus prendas de vestir.

En la década de 1930, la mayoría de la ropa tarahumara estaba cosida en muselina y otras


telas fabricadas en otros lugares. Sin embargo, la costura era realizada por las propias
mujeres.

En la actualidad, muchas mujeres tarahumaras siguen haciendo bordados, sobre todo en


blusas, taparrabos y corpiños. Los diseños, con hilos de bordado comerciales, enfatizan las
formas de vida: floral, humana y animal. De igual manera incluyen figuras geométricas que
pueden representar entidades tales como el sol y la luna.
Mujeres

El traje tradicional de las mujeres tarahumaras es un diseño que data de la época de la


Colonia. Usan faldas amplias de pliegues (sipúchaka), acompañadas con blusas holgadas
(mapáchaka).
Al principio, para la confección tanto de la falda como de la blusa usaban algodón blanco.
Progresivamente han ido introduciendo colores fuertes y brillantes en la confección.
Ambas prendas, la sipúchaka y la mapáchaka, son reversibles: están cosidas de cierta forma
para que la ropa se pueda voltear y usar por ambos lados. Para el diario, usan de una a cinco
faldas. Si hace frío usan más y si hace calor usan menos. Como signo de elegancia, en las
fiesta pueden usar hasta siete faldas.

Hombres

Los hombres usan calzones cortos (wisiburka) y con un pico de tela que sobresale de atrás.
Acompañan sus wisiburka con camisas blancas de pliegues y mangas amplias. Se ajustan los
calzones con una faja tejida con colores llamativos. El cabello va sujeto con una banda blanca
o de colores llamada koyera.

Con relación al calzado, usan sandalias de suela de goma de llanta y correas de cuero
(huaraches). En cuanto a las mujeres, en sus huaraches las correas de cuero son
reemplazadas por cintas decorativas.

Tradiciones y costumbres

Andar y correr descalzos

Aproximadamente el 90 % de la población vive en el estado de Chihuahua y ocupan un


territorio extenso que recorren a pie. Esta práctica proviene de la creencia que el espíritu de
los antepasados está en la tierra. Por lo tanto, caminar es ponerse en contacto con los
ancestros.
Precisamente, rarámuri significa “el pueblo de pies veloces o de pies ligeros”. Los indios
tarahumaras o rarámuris son reconocidos por su resistencia física. Algunos miembros de esta
etnia han participado en maratones en Colorado y Los Ángeles, y han ganado en 1993, 1994
y 1997.
En las competencias en las que no han ganado, han finalizado en los puestos de honor. Resalta
el hecho de que prefieren correr descalzos o con sus sandalias tradicionales que con zapatos
deportivos modernos.

Kórmina

Este pueblo basa su filosofía de vida en la tradición conocida como kórima, la cual viene de
una ley ancestral que pide que todos los rarámuris se ayuden.

Esta ayuda incluye la aceptación en el grupo como parte de la familia. Siempre que se trabaja
bajo las leyes de la kórima, la persona que da la ayuda es pagada con comida y bebida.

Cada vez que una comunidad se reúne para ayudar a alguien, el trabajo termina en música y
fiestas alegres. En la actualidad los tarahumaras o rarámuris han aprendido a convivir con la
sociedad moderna.
LOS HUICHOLES
Otro dato importante de este grupo es que el significado
de su nombre quiere decir “la gente evidentemente en su
lengua. Además que su localización aunque ya ha sido
nombrada se enfocan en la Sierra Madre Occidental.
La lengua que emplea este grupo de indígenas es llamada
“Etnomino”, el cual tiene su origen de otra ya existente
llamada “Nahuatl”, es decir, es una adaptación de la
misma y por algunos errores de pronación se originó el
idioma de los huicholes.

La lengua étnica del Huichol


La lengua Huichol es una lengua to-azteca que se clasifica por un tono armónico y verbos
alargados.
Es hablado por más de 20.000 personas. Los indios Huicholes se refieren a su lengua nativa
como Wixarika en lugar del huichol, al que ya no desean que se les llame.
También son conocidos como Tecual, Vaniuki y Guisara por aquellos en los lugares
circundantes.
Características físicas y culturales
Su físico es igual al de otros grupos de la región, con piel morena, estatura baja en ambos
casos del sexo, además de tener cabello liso negro, algo bastante característicos de los
grupos mexicanos indígenas.

La vestimenta en mujeres

Esta vestimenta es muy simple, normalmente las


mujeres usan una blusa de color rojo corta.
Además de tener pañuelos en el cabello que
hacen que su cabello sea tapado pero este
pañuelo tiene que ser floreado y la
implementación de collares de chaquira son
comunes.
La vestimenta en hombres
Esta cultura tiene como característica principal en su vestimenta es que no tienen desnudez,
así que es un rasgo que los diferencias entre otros grupos. Los hombres en este caso usan
pantalones de manta largos y camisas de mangas largas.
Las prendas que usan ambos sexos tienen diseños bastante llamativos y elaborados que se
hacen a mano con algodón, algo que los hace verse vivos y entender que su cultura se
enfoca en los colores alegres.
Usan sombreros de palma en algunas ocasiones que tienen implementaciones de chaquira
también y usan una capa doblada en los hombros para entonces ser acompañados por
aretes y accesorios formados también por chaquira, algo que usan todos en la cultura

La religión de los indios Huicholes


Las personas Huichol son extremadamente religiosas, lo que a menudo se ilustra en su obra
de arte. Las cuatro deidades principales son la trinidad de maíz, el águila, el ciervo azul y el
cactus peyote.
El mara’akame o shamman, es una persona extremadamente importante, ya que es el
intermediario de los dioses.
Las visiones dictadas desde el mara’akame a menudo se muestran en obras de arte y joyas
huicholes. La gente Huichol se adhiere firmemente a su religión y los intentos de convertirlos
al cristianismo y otras religiones se han encontrado con una protesta extrema.
Se tiene que saber que la mayoría de los indígenas poseen la misma religión, además que
se tiene que mencionar que la religión wixarica y la cora son prácticamente las únicas en
todo el país.
En pocas palabras, que hay un 50% en todo el territorio nacional. Éstas especialmente se
enfocan en una creencia prehispánica sin tener mucha relación con el catolicismo aunque lo
implementan igualmente.
Por ende, el otro 50% de la población mexicana actualmente practica el catolicismo, siendo
esta la religión predominante en todo el mundo.
Hay algunos puntos principales en la religión de este grupo, el cual se enfoca en el sol que
en su idioma se le hace llamar “Tau”, maíz, águila, ciervos y peyote, los cuales se
consideran como descendientes de “Tau”.
Conoce mas sobre las actividades religiosas de los Huicholes en este
Costumbres culturales
Las festividades de los huicholes son generalmente enfocadass para celebrar la divinidad,
los cuales son eventos en donde las danzas son predominante y pocos variados aunque
todas tienen características prehispánicas notorias.
Sus pasos son sencillos y además de las danzas las bebidas son comunes en este tipo de
eventos, uno de los principales es el famoso “tejuino”, que tiene una base de maíz
fermentado que tienen un sabor bastante particular y atrayente para estos grupos étnicos.
Este es uno de los grupos que aun en la actualidad poseen sus tradiciones muy intactas y
ejecutan sus creencias como lo hacían sus ancestros.
Aunque, de la misma manera se puede decir que desean encontrar una relación con la
cultura actual o como ellos llaman “occidental”.
Controversias con relación al grupo étnico wixarika
Una de las controversias más resaltantes que rodea a este grupo, es que el gobierno federal
dio la orden de explorar una mina muy importante para estos indígenas en la zona de
Wirikuta, la cual es un territorio sagrado para ellos.
Este evento, sin dudar alguna, formó muchas críticas hacia el gobierno de México aunque
otros apoyaban la propuesta.
Sin embargo, no queda duda de que los territorios sagrados de estos grupos étnicos tienen
que ser respetados por cultura propia, además que son los que han formado la cultura del
país.
Hoy en día, no se tiene una cuenta exacta de la cantidad de población que conforma a
los Huicholes, pero en el año del 2003 los resultados arrojados dieron tener una población
conformada por 43.929 de habitantes.

La cultura india Huichol


El pueblo Huichol ha sobrevivido cultivando tabaco y minando. Los pesticidas utilizados para
producir tabaco han creado muchos problemas de salud entre las personas huicholes.
La falta de trabajo viable también ha provocado que muchos Huicholes emigren de las tierras
comunes. La invasión de tierras por las comunidades mexicanas vecinas ha causado el
desplazamiento y el aumento de la pobreza de muchas personas Huicholes.
Los matrimonios se arreglan entre parientes lejanos en cada distrito. Los distritos están
determinados por la ubicación del templo.
El pueblo Huichol trabaja diligentemente para preservar sus herencias y resistir los cambios
de cultura provenientes del exterior.
El Centro para la Supervivencia Cultural, la Fundación Danza del Venado y el Centro de
Investigación Wixaritari se han establecido para promover y proteger el patrimonio de los
Huicholes.

El arte de los indios Huicholes.


El arte Huichol es a menudo una ilustración obtenida de las visiones del chaman. El pueblo
Huichol es conocido por sus hermosas Nieli’kas, que se crean para exhibir en sus santos
templos y cuevas.
Huevos con cuentas, cabezas de jaguar y intrincados cuadros de hilados son un sello distintivo
de la obra de arte Huichol.
Jaguar Huichol
Cuencos ceremoniales y estatuillas pintadas a
mano también son una parte célebre del Huichol.
Los eventos celestes, como los eclipses solares y
lunares, se representan a menudo en las
ilustraciones Huicholes utilizando colores brillantes
y técnicas tradicionales hechas a mano.
Las máscaras coloridas son un aspecto hermoso del
arte indígena huichol desarrollado para reflejar la pintura facial durante las ceremonias
religiosas.
La mayoría de los indios Huicholes llevan su vida en el noroeste central de México, en la
Sierra Madre ubicada hacia la región Occidental del país.
Su territorio se encuentra ubicado aproximadamente a 60 millas al este de San Blas en la
costa del Pacífico al norte de Guadalajara. Estimar la población de huichol es difícil, pero
había al menos 8,000 a fines de los años setenta.

Sustento y economía
Los Huicholes son agricultores de subsistencia. Su cultivo principal es el maíz, pero también
cultivan frijoles y calabacines y ocasionalmente crían ganado.
La vegetación varía con la altitud, pero los árboles cubren gran parte del paisaje. Para cultivar
aquí, los Huicholes han talado y quemado la vegetación natural.
El suelo es pobre y el rendimiento de los cultivos es bajo, lo que hace que la desnutrición sea
común.
La ganadería pequeña se ha vuelto una de las más importantes en el mundo huichol. Aunque
rara vez comen carne, conservan la leche y el queso.
La venta de carne de res proporciona una importante fuente de ingresos para el Huichola
común. Ellos también venden madera y maíz en exceso para comprar otros alimentos y más
ganado.

Estructura cultural
El Huichol tiene una estructura entrelazada que comparte relación con su vida política y social,
combinando la estructura de las tradiciones repleta de grandes costumbres con una impuesta
por el gobierno mexicano.
La unidad básica, el rancho, consiste en unas pocas familias nucleares que viven y cultivan la
misma tierra en forma de bolaños.
El rancho es también el centro de la actividad religiosa. Una colección de ranchos es una
ranchería, con un centro llamado el pueblo para fiestas, venta de ganado, escuelas, negocios
legales, reuniones políticas y otros asuntos.
Este pueblo es el lugar de la burocracia de los indígenas Huicholes, conocida como la
gobernación, que gobierna una colección de rancherías llamada comunidad. La estructura
política Huichol contiene cinco rancherías.
El gobierno mexicano ha impuesto una presidencia para mediar las disputas entre los
Huicholes y los partidos externos. El sistema político está cambiando a medida que el gobierno
trata de armonizar sus deseos con las costumbres tradicionales Huicholes.
La religión Huichol es compleja y elaborada y difícil de separar de las prácticas sociales y
políticas.

Su religión y las tres deidades principales


Las 120 deidades de los Huicholes incluyen tres dioses principales: Tatemari, Tayau y
Kauyumaki. Tatemari, “el fuego de nuestro abuelo”, es el dios principal, el gobernante sobre
la división de los dioses.
Dirigió a la tribu en la primera cacería de peyotes, construyó su primer templo y enseñó a los
huicholes a comportarse.
Tayau es “nuestro padre sol”, el dios del sol. Es peligrosamente poderoso y puede enviar
desgracias como advertencias o castigos.
Kauyumaki, “persona de ciervo sagrado”, es el dios tramposo, a veces inteligente y en
ocasiones estúpido, pero con poderes mágicos.
Él enseñó al Huichol muchas cosas a través de historias, incluso sobre la privacidad del sexo.
A menudo se cree que se había comportado de manera cuestionable antes de volverse
sagrado.

La gran caza del peyote


El evento principal en la práctica religiosa Huichol es la gran caza del peyote, una
peregrinación anual que tiene ya varios años de ejecución.
Se actúa como un deseo de regresar a la fuente de toda vida y sanarse a uno mismo. Para la
caza, los huicholes viajan 300 millas a su paraíso, Wirikuta.
La peregrinación traza el viaje de los Antiguos de la tribu.
Comienza con una ceremonia frente a la comunidad mientras los peregrinos declaran los
nombres de todas las parejas sexuales ilícitas que hayan tenido.
Durante el viaje, que generalmente se hace a pie, los peregrinos llegan hasta el punto de
compartir las características de los dioses.
Cuando los peregrinos llegan a Wirikuta, cazan al dios ciervo, la fuente del peyote, su objetivo
es buscar el peyote y todos comen un pedazo de la primera planta encontrada.
Recolectan suficiente peyote para el suministro de un año y luego comen lo suficiente para
poder ver las misteriosas visiones de origen aun desconocido.
A través del chamán se habla con los dioses para asegurar la regeneración de las almas de
los peregrinos.
El peyote es central porque mediante el los dioses llaman al chamán. La peregrinación se
puede realizar varias veces en la vida de una persona y generalmente se considera un
privilegio.

Problemas actuales de esta comunidad


A pesar de las influencias mexicanas, los Huicholes han conservado la mayor parte de sus
costumbres y prácticas tradicionales.
Sin embargo, los Huicholes no están aislados de los problemas modernos. La tala de los
bosques afecta tanto a la producción de madera como a la calidad de la tierra.
Este proceso también limita los campos disponibles para el pastoreo de ganado. La ganadería,
a su vez, ha dañado gravemente la calidad del suelo y la producción de cultivos ha sufrido.
Los Huicholes también tienen problemas para mantener la tierra porque el gobierno mexicano
posee casi toda la tierra.
El gobierno dicta cuándo y cómo se usará la tierra. A medida que se ha vuelto cada vez más
difícil continuar con su agricultura tradicional.
Así muchos Huicholes abandonan sus etnias para ir a las ciudades en busca de un nuevo lugar
o sitio que les aporte una forma de vida distinta. Sin necesidad de pedir ayuda, estas personas
solamente quieren establecerse sin problemas.
Pero son muchos los elementos que juegan en contra para estos grupos étnicos, ya que el
mundo moderno del norte del país avanza de manera desenfrenada.
Además el poco concomimiento sobre las nuevas tecnologías les dificulta el acceso al campo
laboral de las ciudades modernas.

El legado de los Huicholes


No obstante, en San Luis Potosí. Son bien recibidos los emigrantes del grupo de los Huicholes.
Mas que todo en los campos ganaderos donde existe la posibilidad de trabajar dignamente.
Aquí también se puede trabajar viendo artesanías en varios abastos comerciales y visitar
museos que resaltan la historia acerca de la conquista española y la resistencia Huichola.
En otros estados del país también suelen ser recibidos, parte de todo esto las políticas y leyes
constitucionales mexicanas.
Este pueblo aunque se encuentre disperso en gran parte del país, durante el 2017 y 2018 fue
una etnia de música, información, rituales, artesanías de cerámica y estambre que siempre
será recordada en la historia originaria de México.
Si deseas obtener mayor información al respecto de esta comunidad, puedes ingresar a la
página web Wiki-kuta.

Datos curiosos
Este es uno de los grupos indígenas que más representación ha tenido en diversas áreas, una
de ellas ha sido en la industria musical, en donde un famoso grupo nacional compuso una
canción llamada “Cusinela”, la cual está en idioma huichol.

Otro dato interesante es que en la actualidad también se ha implementado esta cultura en la


industria cinematográfica, con documentales como “Huicholes: Los últimos guardianes del
peyote”, la cual fue lanzada en 2005.
En el año del 2014 el director Nicolás Echeverría lanzó su proyecto titulado “Eco de la
montaña”, que relata la historia de los grupos wixarica para defender su territorio de la
modernización, especialmente de la explotación minera de sus campos.

El desinterés del gobierno también se ve reflejado en la cinta, siendo bastante importante en


la compresión de este grupo étnico y de la importancia del respeto a las costumbre de los
antepasados del país y de la relevancia que juegan los mismos hoy en día.

La Universidad de Guadalajara realizo el siguiente documental:

“El documental Huicholes: los últimos guardianes del peyote, un trabajo independiente que
muestra a los diferentes actores en el conflicto que libran los wixáricas contra una minera
canadiense que pretende explotar el territorio sagrado de Wirikuta.”

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