Evaluación Psicologica y Psicometría
Evaluación Psicologica y Psicometría
Evaluación Psicologica y Psicometría
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PSICOMETRÍA EN EL CONTEXTO DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
La Evaluación Psicológica es considerada, en la actualidad, como aquella disciplina de la psicología que se ocupa de la exploración y análisis del
comportamiento de un sujeto o grupo de sujetos humanos, a los niveles de complejidad que se estime oportunos (motor, fisiológico, cognitivo), con
distintos objetivos básicos y aplicados (detección, descripción, diagnóstico, selección, orientación, predicción, explicación, intervención, cambio,
valoración, investigación), a través de un proceso de toma de decisiones en el que se conjuntan, utilizan y aplican una serie de dispositivos, tests y
técnicas de medida y/o evaluación (Fernández, 1996).
También se reconoce que la evaluación psicológica es un procedimiento multirrasgo, ya que se pueden evaluar diferentes atributos de la persona;
multimétodo, puesto que se utiliza más de un método de obtención de información y/o multijueces, lo usual es que participe más de un evaluador a
lo largo del proceso; se trata así de un concepto típicamente multidimensional (Garaigordobil, 1998).
Garaigordobil (1998) considera que, para que un proceso pueda considerarse como evaluación psicológica, debe reunir tres requisitos:
a) La determinación de un contexto y un objetivo, esto es, un evaluador, un evaluado, una técnica o procedimiento de medida y una interpretación
de los valores obtenidos.
b) La existencia de un marco teórico que permita la ubicación de las hipótesis.
c) Poseer un sistema de categorías que permita la clasificación del evaluado
La evaluación psicológica es un proceso indispensable en toda intervención, ya que, por lógica no podemos planear una intervención si antes no
tenemos información acerca del problema del cliente, información que sólo nos la puede proporcionar una correcta evaluación.
“Prueba” era el término usado para referirse a todo, desde la administración de una prueba hasta la interpretación de la evaluación de la misma. Es
en esta etapa histórica en que la palabra “prueba” adquiere una posición tan poderosa como la que sustenta. Sin embargo, para la época de la
Segunda Guerra Mundial comenzó a surgir una distinción semántica entre “prueba” y otro término más incluyente “evaluación”. Si bien es cierto que
subsiste aún hoy día la ambigüedad en el uso de dichos términos, para nuestros objetivos definiremos “evaluación psicológica” como la recopilación
e integración de datos relacionados con la psicología con el propósito de hacer una valoración psicológica, lograda con el uso de herramientas como
pruebas, entrevistas, estudios de caso, observación conductual y aparatos y procedimientos de medición diseñados en forma especial (Cohen y
Swerdlik, 2001). Definiremos “prueba psicológica” como el proceso de medir variables relacionadas con la psicología por medio de dispositivos o
procedimientos diseñados para obtener una muestra de comportamiento (Cohen y Swerdlik, 2001).
Por su parte entendemos que definir lo que entendemos por tests requeriría un extenso apartado, ya que históricamente se registran polémicas en
torno a su conceptualización. Sin embargo, siguiendo a Anastasi & Urbina (1998) entendemos que un test es un instrumento de evaluación
cuantitativa de los atributos psicológicos de un individuo. La Asociación de Psicólogos Americanos (1999), propone una conceptualización abarcante
y exhaustiva al definir a un “Test” como “un procedimiento evaluativo por medio del cual una muestra de comportamiento de un dominio
especificado es obtenida y posteriormente evaluada y puntuada empleando un proceso estandarizado”.
La evaluación en psicología, en un sentido estrecho, se refiere a diagnosticar, es decir, a detectar la presencia de un estado, un conocimiento, una
patología, etc., de acuerdo al campo en donde se esté evaluando. En un sentido amplio, el término de evaluación no se restringe sólo a diagnóstico,
sino a todo un proceso cuya meta consiste en identificar, rotular, seleccionar, plantear objetivos, intervenir, pronosticar y volver a evaluar si los
objetivos planteados se alcanzaron; su finalidad estriba sobre todo en su utilidad para la toma de decisiones.
Con base en todo lo dicho hasta aquí, a la hora de realizar una particular evaluación psicológica de un sujeto el evaluador tendrá que tener en cuenta
los siguientes grupos de variables:
En todo caso, lo importante a resaltar aquí es que el evaluador debe lograr la especificación del comportamiento objeto de estudio.
2. Condiciones personales
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Mg. Rosa Alfaro V.
ELABORACIÓN DE INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN PSICOLÓGICA
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La predicción y explicación del comportamiento mediante el análisis y especificación de una serie de variables de la persona o de la personalidad.
Es de común acuerdo que los seres humanos cuentan con una serie de competencias, habilidades, destrezas o atributos psicológicos que son
ciertamente estables y que pueden ser entendidos como disposiciones de respuesta o repertorios básicos de conducta. Así, por ejemplo, si una
persona es más o menos «inteligente», tiene un mayor o menor autocontrol o un mayor o menor nivel de ansiedad, serán condiciones personales
que habrá que indagar si procede según el caso. Tales repertorios han sido construidos a lo largo de la vida y tendrán carácter explicativo en
dependencia tanto de la edad del sujeto como de la propia naturaleza del constructo de que se trate, así como de su apoyatura empírica.
3. Condiciones ambientales pasadas
Se sabe una importante porción de la varianza, tanto del comportamiento como de las variables de personalidad, es explicada mediante las
condiciones ambientales históricas del sujeto, es decir, su historia de aprendizaje. Así, en los casos en los que sea preciso, el evaluador deberá
recabar información mediante entrevistas realizadas al sujeto y sus allegados, así como a través de informes técnicos, registros u otros
dispositivos de medida no reactivos de todas aquellas condiciones ambientales consideradas relevantes relativas a la crianza, educación y
desarrollo producidos en los distintos contextos (familiar. escolar. social, laboral. físico. etc.) del sujeto.
4. Condiciones ambientales actuales
El ambiente actual es considerado la fuente explicativa en el estudio del comportamiento. Así pues, son de inexcusable examen aquellas
condiciones ambientales que pudieran provocar, mantener y controlar el comportamiento objeto de estudio. Un listado esquemático de tales
condiciones es el siguiente: 1) Estímulos físicos y sociales relevantes con propiedades elicitadoras, discriminativas o reforzantes. 2) Situaciones
facilitadoras o inhibidoras del comportamiento adaptativo. 3) Situaciones problemáticas físicas y sociales relacionadas con el comportamiento
objeto de estudio. 4) Contextos actuales relevantes (familiar, escolar, laboral, interpersonal, etc.).
5. Condiciones biológicas
Finalmente, aunque el objeto de la psicología es el comportamiento (y no lo biológico), el psicólogo debe estar preparado para identificar en qué
casos se requerirá la intervención de otro especialista a la hora de complementar con evaluaciones biológicas. Desde luego, conviene enfatizar
que no siempre se requiere la consideración de estos factores y que, por tanto, la evaluación de las condiciones biológicas puede ser tan sólo
necesaria en el contexto de aplicación clínico o psicopatológico
Para lograr lo anterior, la evaluación psicológica no se conforma únicamente con aplicar algún tipo de prueba o instrumento con la finalidad de
conocer el estado actual de un sujeto o grupo de sujetos en cuanto a algún atributo o problema psicológico, sino que va más allá y éste sólo sería el
primer paso de un proceso que involucra una toma de decisiones que comprende, a su vez, seleccionar y plantear objetivos de terapia, seleccionar
las técnicas y estrategias para la intervención, evaluar continuamente para constatar que los objetivos planteados se van alcanzando así como para
detectar posibles problemas en su consecución y evaluar para ver si las metas finales se han alcanzado. De este modo, la evaluación no representa
por tanto un fin en sí misma, sino que persigue un objetivo eminentemente práctico y como tal está al servicio de la disciplina: su objetivo
fundamental no es la explicación sino la búsqueda de medidas prácticas de intervención.
La importancia de la evaluación psicológica entraña un concepto muy importante que se refiere a las inferencias que de ella pueden derivarse,
inferencias basadas en las respuestas que se dan en la situación de evaluación. Como mínimo, el proceso de evaluación supone que la conducta a
evaluar por medio de algún instrumento específico, es una muestra de los repertorios de conducta que el evaluado posee; representa lo que el
individuo ha aprendido como resultado de su interacción con el entorno social.
Sin embargo, así como no todas las evaluaciones son iguales, tampoco lo son sus fines. Al respecto, podemos considerar que dentro del proceso de
evaluación psicológica existen estrategias selectivas y estrategias modificativas; dentro de las primeras se busca la optimación a través de la selección
adecuada ya sea de personas –en determinadas condiciones, elegir a las personas con un criterio de ejecución o clasificarla de acuerdo a dicho
criterio- o de condiciones –se parte de unos individuos concretos y la estrategia consiste en buscar las condiciones idóneas que mejor se adapten a
cada uno de ellos de acuerdo al criterio de optimación-. Por otra parte, en la estrategia modificativa se busca una forma de actuar buscando la
optimación a través de la modificación tanto de las conductas de las personas como de las condiciones. Dentro de esta última estrategia se debe
considerar que para que sea útil nos debe proporcionar los elementos suficientes para determinar tanto el método modificativo en cada caso
concreto, así como poder verificar la efectividad del mismo una vez utilizado (Pawlik, 1980).
A este tipo de diagnóstico que utiliza la estrategia modificativa –en oposición al que usa la estrategia selectiva y que presupone por tanto que el
individuo posee la cualidad evaluada como un rasgo permanente de su conducta, se le llama diagnóstico de proceso, en el que se considera que la
conducta es susceptible de cambiar a través de diferentes procesos modificativos.
Sin embargo, sea el diagnóstico del tipo que sea, el objetivo final que persigue toda evaluación es la toma de decisiones. Esta toma de decisiones
presupone la existencia de alternativas entre las cuales hay que elegir. Se podría considerar entonces a la intervención psicológica como todo aquello
que al final de un proceso evaluativo se puede implementar como consecuencia de dicho proceso.
La evaluación psicológica puede desarrollarse dentro de los ámbitos de aplicación o de investigación. En el primer caso, el psicólogo asume el rol de
usuario de técnicas, y esto no se trata de ser un mero testista sino que debe ser un especialista formado, con amplia experiencia práctica y gran
capacidad interpretativa sustentada por un extenso bagaje teórico. En el segundo caso, el principal objetivo es la generación de nuevos conocimientos
que serán transferibles al campo de aplicación. En este contexto, el especialista se desempeñará como investigador, utilizando las técnicas de
evaluación psicológica como instrumento de recolección de datos, orientados a obtener la información empírica que servirá para corroborar o refutar
las hipótesis de trabajo que se hubieren formulado a la luz de un modelo teórico dado.
Además, existe otra inserción posible para el psicólogo investigador, y ella es la de especializarse en el diseño, construcción y adaptación de técnicas
de evaluación psicológica; en este caso, las herramientas no son el medio utilizado para lograr un fin, como sucede en el ámbito de aplicación o de
investigación hasta ahora mencionado. En esta circunstancia, el investigador se especializará en el área de la Psicometría, donde los test serán un fin
en sí mismo. A pesar de que tradicionalmente se ha entendido la Psicometría, como la disciplina que se ocupa de la construcción de pruebas, esta
consecuencia es una atribución del primer objetivo que se refiere a la formulación o generación de modelos psicométricos. Las pruebas son
simplemente, un desarrollo tecnológico derivado de los modelos teóricos de corte psicométrico.
La definición de psicometría se ha desarrollado fundamentalmente en torno a los medios o instrumentos que utiliza –los tests- y el objeto que
persigue con su uso – la medida de los fenómenos psicológicos.
Considerando la finalidad de la psicometría, ésta adquiere todo su significado en relación con el área de la psicología en la que desempeña un papel
fundamental: la evaluación psicológica. De esta manera, la medida de los fenómenos psicológicos mediante el desarrollo y la administración de los
tests no es más que un parte del proceso general de evaluación (Fernández-Ballesteros, 1997).
La psicometría en este sentido, contribuye al desarrollo de la evaluación psicológica proporcionando teorías, métodos y técnicas que, en última
instancia, permite describir, clasificar, diagnosticar, explicar o predecir fenómenos psicológicos objeto de medida. Es importante destacar que los
modelos psicométricos formulados para explicar o comprender fenómenos, están siempre referidos a las diferencias individuales entre las personas.
Debe resaltarse que la finalidad última que guía el desarrollo y la administración de tests es la de contribuir a la recogida de las evidencias necesarias
que permitan a los psicólogos tomar una decisión u orientar alguna acción.
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Mg. Rosa Alfaro V.