Avenidas Torrenciales Metodo PDF
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Recibido: 26/09/2008
Aceptado: 07/05/2009
RESUMEN
En este artículo se presenta la aplicación de una metodología para la evalua-
ción de zonas de amenaza por avenidas torrenciales, implementada en la cuenca de
la quebrada Doña María. Para esta evaluación de amenazas se utilizaron sistemas
de información geográfica y la técnica de los residuos ponderados, para evaluar
el peso relativo que tenían diferentes factores como la topografía, la pendiente, la
geología y geomorfología, la red de drenaje acumulada, la distancia a los cauces y
el índice de Melton para cada una de las microcuencas. Los resultados obtenidos
permitieron identificar que las microcuencas que mayor amenaza presentaron fueron
la Arenala, la Tablaza, la Limona y la Manguala. Se verificó la amenaza obtenida
mediante reconocimientos de campo y mediante comparación con los resultados
de modelaciones hidráulicas para un caudal de período de retorno de 100 años
incrementado en un 40%.
Palabras clave: avenidas torrenciales, zonas de amenaza, quebrada Doña María.
*
Ingeniero civil, magíster en aprovechamiento de recursos hidráulicos, profesor asistente, Grupo de Investigación y mediciones ambientales
GEMA, Universidad de Medellín, Cra 87 No 30-65, ljmontoya@udem.edu.co, 3405216
**
Joven investigadora, Grupo GEMA, Universidad de Medellín, Cra 87 No 30-65, smsilva@udem.edu.co, 3405216
***
Profesor catedrático, Grupo GEMA, Universidad de Medellín, Cra 87 No 30-65, jegonzalez@udem.edu.co, 3405216
Revista Ingenierías Universidad de Medellín, volumen 8, No. 15, pp. 11-29 - ISSN 1692-3324 - julio-diciembre de 2009/146 p. Medellín, Colombia
12 Luis Javier Montoya Jaramillo, Sandra Milena Silva Arroyave, Juan Esteban González
ABSTRACT
This paper shows the application of a methodology for evaluation of hazard
zones by torrent flow, it was done at Doña Maria basin. Hazard evaluation was done
using geographical information system, and the residual pondered weight method,
for the evaluation of different factors as topography, slope, geology and geomor-
phology, cumulative flow, distance to the rivers and Melton index for each ones to
the affluent basin. The results obtained allow to identify that the little basin that
more hazard presented were la Arenala, la Tablaza, la Limona y la Manguala. These
results also were verified through field recognitions y comparison with the results
of hydraulic modeling for a return period flow of 100 years increased in 40%.
Key words: torrent flow, hazard zones, Doña Maria basin
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Evaluación de zonas de amenaza por avenidas torrenciales utilizando metodologías cualitativas. Caso de aplicación ... 13
1. INTRODUCCIÓN (QWpUPLQRVJHQHUDOHVVHFXHQWDFRQSRFRPR-
nitoreo y registro sobre eventos de este tipo, lo
Las avenidas torrenciales son fenómenos
que dificulta datar adecuadamente los mismos
naturales que aunque tienen una ocurrencia rela-
y contar con una escala temporal que permita
tivamente baja, por su gran potencial destructivo,
asociar un período de retorno a los mismos o
son de particular interés para evaluar los riesgos
una probabilidad de ocurrencia.
naturales a los que se encuentra sometida una
determinada cuenca. Entre las razones que existen (OFRQFHSWRGHDYHQLGDVWRUUHQFLDOHVWLHQHJUDQ
para que este tipo de evento sea tan dañino están variedad de significados, esto debido a que
su naturaleza casi impredecible, la rapidez a la cual diferentes disciplinas han trabajado el tema
ocurre, su corta duración y su largo período de y, por consiguiente, cada uno hace su aporte
retorno así como su distribución poco uniforme distinto al concepto.
en el espacio y el tiempo [1]. ([LVWHQGLIHUHQWHVFDXVDVTXHGDQRULJHQDXQD
En Colombia por las características topográfi- avenida torrencial; entre ellas se pueden men-
cas de la zona andina, este fenómeno se presenta cionar una alta precipitación que genere una
con una relativa mayor frecuencia. Según INGEO- serie de deslizamientos, un deslizamiento de
MINAS “las avenidas torrenciales son una amenaza gran magnitud que origine represamiento en
natural muy común y posiblemente la menos el flujo, la ocurrencia de sismos que produzcan
estudiada en Colombia; sin embargo causan gran- deslizamientos, o la ocurrencia de erupciones
des pérdidas en vidas humanas e infraestructura. volcánicas.
Solamente entre 1985 y 1995, mas de 40 avenidas (VGLItFLODVRFLDUXQDSUREDELOLGDGGHRFXUUHQ-
torrenciales altamente destructivas ocurrieron en cia a los fenómenos detonantes de las avenidas.
el país, con más de 200 pérdidas de vidas humanas 1RUPDOPHQWHQRVHFXHQWDFRQHVWLPDFLRQHVGH
y cuantiosos daños a viviendas, sistemas de gene- umbrales entre intensidad de la precipitación
ración de energía, carreteras y tierras cultivables” y generación de deslizamientos. Los umbrales
[1]. Polanco y Bedoya [2], utilizando la base de para la generación de avenidas torrenciales de
datos de DesInventar, refieren que en Antioquia orígenes diferentes a altas precipitaciones son
(exceptuando los municipios del valle de Aburrá), de difícil definición.
un 15% de los desastres naturales reportados entre /RV IOXMRV GH ORGRV JHQHUDGRV VRQ GH GLItFLO
los años de 1920 y 1999 corresponde a avenidas modelación. Los parámetros como la densidad
torrenciales. de la mezcla, el volumen de sedimentos, el
Para planificar adecuadamente la ocupación caudal de la avenida son de difícil estimación.
del territorio y en particular una cuenca hidrográfi- (VWLPDUHOYROXPHQGHVHGLPHQWRVDVRFLDGRVD
ca, es necesario tener en cuenta la amenaza asociada un evento con cierta probabilidad de ocurren-
a avenidas torrenciales y especialmente en cuencas cia puede ser difícil.
urbanizadas en las que sus posibles efectos adversos
/DPRGHODFLyQPDWHPiWLFDGHOIHQyPHQRQR
sobre la población, la economía y la infraestructura
se encuentra del todo establecida.
urbana son muy altos.
Uno de los principales inconvenientes para de- La mayoría de los trabajos realizados en ave-
limitar la amenaza por este tipo de eventos consiste nidas torrenciales se concentran en estudiar las
en la dificultad de predecir su ocurrencia. Entre características de zonas en las que se ha presentado
estos se pueden mencionar: un evento torrencial. González et al. [1] estudian
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la avenida torrencial y los movimientos en masa Se concluyó que las zonas urbana y sub-urba-
relacionados que ocurrieron el 31 de enero de na, al pie de los cerros noroccidentales de Ibagué,
1994 en la cuenca del río Fraile, fenómeno que pueden ser severamente afectadas por flujos de
generó severas consecuencias para los habitantes tierra y avalanchas originados en la zona monta-
del poblado de Florida (Valle del Cauca). En ñosa, así como por inundaciones. A largo plazo,
dicho estudio se analizaron diversas causas del la posibilidad de daños es mucho mayor ya que
fenómeno, y se encontró que muchos aspectos aumenta la probabilidad de que sucedan eventos
geomorfológicos (como el tamaño de la cuenca; como sismos y lluvias de gran magnitud capaces
el intervalo entre la precipitación y la descarga de detonar deslizamientos más numerosos y de
pico; la forma de la cuenca; la localización en altas mayor tamaño que los ocurridos en años recientes.
montañas con relieves abruptos y clima húmedo; Piedrahíta y Hermelín [4] analizan la avenida
la variabilidad en la descarga; y la red de drenajes) torrencial del río Tapartó (municipio de Andes,
influyeron en la generación del evento. Antioquia), ocurrida en la noche del 25 al 26 de
Se concluyó que la avenida torrencial en el río abril de 1993, la cual dejó depósitos de los flujos
Fraile en 1994 fue un evento de gran magnitud de lodos transportados por el río con un espesor
con un período de retorno posible medido en promedio de 30 cm y causó socavación del lecho
cientos de años. Algunas características geomor- del río. Dichos autores asociaron la ocurrencia de
fológicas intrínsecas hacen de esta cuenca un área dicho evento a fuertes lluvias de gran intensidad,
propensa a la generación de avenidas torrenciales; altas pendientes y desprendimientos de material
sin embargo, la ocurrencia de una inundación de sólido en la parte alta de la cuenca. Mediante el
grandes proporciones, que deje grandes depósitos análisis de 7 depósitos previos en la cuenca, en-
torrenciales, requiere una combinación particular cuentran una recurrencia de estos eventos de 280
de precipitación y de saprolito removido. años para este tipo de avenidas en el río Tapartó.
Barreto y Ruiz [3] realizan un estudio Hermelín et al. [5] presentan una descripción
sobre la amenaza por avenidas torrenciales de la avenida torrencial de San Carlos (Antioquia)
en el sector noroccidental de la ciudad de en el año de 1990.
Ibagué (departamento de Tolima). Se elaboró Flores et al. [6] presentan un estudio sobre
un inventario de desastres y se analizó la la cuantificación e identificación de los tipos de
cronología de los movimientos de masa y las movimientos de masa ocurridos en la cuenca expe-
avenidas torrenciales. Con la base cartográfica rimental de San José de Galipán y su contribución
(ortofotografía y modelo digital del terreno) y al desastre de Vargas (Venezuela) de 1999.
trabajo de campo, se levantó información de En una primera etapa se caracterizó el sitio de
capas de geología y cobertura de la zona. De igual estudio, se estudiaron las características físicas y hu-
modo se tomaron muestras de material superficial manas de predisposición al riesgo de movimientos
y del lecho de las quebradas, se corroboró el uso de masas y flujos torrenciales, se realizó un trabajo
y cobertura del suelo, se realizó un levantamiento de fotointerpretación, el cual, conjuntamente
topográfico de secciones en los cauces y, al con visitas de campo y la información geológica
inventariar los procesos denudativos, se obtuvo recolectada, permitió identificar y cartografiar los
un mapa de susceptibilidad a movimientos de diferentes procesos encontrados. Se encontró que
masa y avenidas torrenciales, el cual fue la base la causa principal de estos flujos torrenciales estuvo
para establecer criterios de calificación de cada asociada a los siguientes factores: presencia de altas
uno de los factores dentro de la evaluación. pendientes, ocurrencia de lluvias de baja intensi-
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dad por un período de dos semanas produciendo la ción máxima, sismo, aumento de caudales de
saturación de los suelos, un evento extraordinario la corriente, entre otros. El porcentaje de denu-
donde se registró una precipitación acumulada de dación depende de la magnitud de la anomalía,
911 mm en tres días y la presencia de abundantes el uso del suelo, la pendiente del terreno y la
sedimentos, rocas meteorizadas, espesores variables susceptibilidad a los deslizamientos y/o a la
de suelos, y caídas de bloques. erosión, la cual depende de las características
Diferentes enfoques se pueden adoptar para geológicas. La profundidad de denudación
enfrentar el problema de estimar zonas de amenaza depende de la profundidad del perfil de me-
ante avenidas torrenciales. Una primera alternativa teorización y de la morfología del terreno.
cuando se cuenta con eventos recientes, posibles &iOFXOR GH ORV FDXGDOHV GH DJXD VH HVWLPDQ
de reconstruir, es asociar dicho evento a un de- los caudales de agua disponible la forma y
terminado período de ocurrencia y delimitar las características del probable hidrograma para
zonas afectadas por el evento. El problema de esto la precipitación máxima esperada, suponiendo
es que no en todas las zonas se cuenta con eventos solamente aportes de agua sin tener en cuenta
recientes y en este caso la delimitación sería con el sólidos. Este análisis requiere de información
fin de impedir que se ubique población en zonas sobre precipitación, respuesta de las corrientes,
afectadas, pero no permitiría prevenir a los habitan- uso del suelo y morfología de la cuenca.
tes ante la ocurrencia de un determinado evento.
&iOFXORGHOYROXPHQGHVHGLPHQWRVVHFDOFXOD
Siguiendo la misma idea, una posibilidad es
el volumen de sedimentos que se incorporaría
buscar depósitos aluvio-torrenciales en la cuenca
a la avalancha al momento de la precipitación
y delimitarlos como zonas de riesgo; sin embargo,
máxima, especificando el volumen de sedimen-
el hecho de que en el pasado se hayan presentado
tos finos y gruesos.
eventos en un lugar determinado no es garantía
de que en el futuro se presenten también (aunque &iOFXORGHORVFDXGDOHVGHDYHQLGDWRUUHQFLDOVH
puede ser un buen indicador), pues en la cuenca debe realizar para cada sección o punto de con-
se podrían haber presentado cambios que faciliten trol incluyendo la suma de líquidos y sólidos.
que nuevas zonas se encuentren amenazadas, o que 'HILQLFLyQGHOWLSRGHIOXLGRHOWLSRGHIOXLGR
zonas que antes no lo estaban hayan disminuido depende de la concentración y tipo de sedi-
su amenaza. Además, algunos depósitos podrían mentos. El tipo de fluido determina cuál de
haber sido lavados (algunos resultantes de flujos los modelos matemáticos es el recomendado
de pequeña magnitud), por lo que se podrían para la modelación.
disfrazar algunas zonas. Esta metodología podría
&DOLEUDFLyQGHOPRGHORHVQHFHVDULRFRPSDUDU
ser completada considerando la geomorfología
los resultados del modelo con información his-
de la cuenca y dando alguna conectividad a los
tórica de la zona de estudio y con los resultados
diferentes depósitos. Otra alternativa consiste en
obtenidos mediante otras metodologías.
la modelación. Suárez [7] considera que dentro de
las variables de importancia para la modelación de Aunque actualmente se encuentra disponible
las avenidas torrenciales se encuentran: gran cantidad de modelos, con diferentes grados
$QiOLVLV GH ODV FDUDFWHUtVWLFDV JHROyJLFDV \ de complejidad, predecir los datos necesarios para
geotécnicas: se requiere definir el porcentaje y alimentarlos es difícil. Sin embargo, la modela-
profundidad de denudación de cada subcuenca ción aporta valiosos elementos al monitoreo del
en el momento de ocurrencia de la precipita- comportamiento de las avenidas torrenciales, del
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mismo modo que permite una mejor comprensión rocas de todos los tamaños y lodo húmedo que
de los procesos involucrados y apoya la definición aparece súbitamente en el fondo de un cañón pre-
de zonas de riesgos. cedido por un ruido sordo. Mientras la pared pasa
La modelación matemática hace una contri- el canal permanece lleno, con un torrente de es-
bución importante al mejoramiento en la gene- combros compuestos de lodo y bloques, rodando,
ración de advertencias por fenómenos peligrosos chocándose y moliéndose entre sí. Cuando llega a
[8]. Un tercer enfoque, muy cualitativo, es el que un abanico aluvial arrasa estructuras, vehículos y
se presenta en este artículo, en el cual a partir de cubre carreteras, cultivos y campos como un tapete
sistemas de información geográfica se realiza una de escombros que lentamente se va deteniendo
ponderación de diferentes factores con el fin de dejando un montículo frontal”.
identificar zonas sujetas a mayor probabilidad de Suárez [7] considera que una avenida torren-
amenaza, entendiendo estas como aquellas zonas cial es “el fenómeno de erosión en masa que inclu-
que recogen mayor número de factores de riesgo. ye el desprendimiento, transporte y depositación
Con el fin de esclarecer un poco el proceso de las de grandes masas de suelo, por acción del agua.
avenidas torrenciales se parte de algunas defini- Las masas en movimiento se comportan como un
ciones previas, que permitan delimitar un poco fluido pero su comportamiento es diferente al de
el fenómeno que se piensa estudiar. Luego se los flujos de sedimentos, especialmente debido a la
describe la metodología empleada, se presentan alta concentración de sólidos”. Una terminología
los resultados de la aplicación y la verificación de común para clasificar las avenidas torrenciales se
estos mediante reconocimiento en campo y de basa en criterios físicos que tienen en cuenta la
modelaciones hidráulicas. viscosidad y la turbulencia del flujo. De acuerdo
con este criterio los flujos se dividen en tres cate-
2. DEFINICIONES PREVIAS gorías: flujos de lodo, flujos hiperconcentrados y
flujos de detritos.
El concepto de avenidas torrenciales tiene Según la base de datos de Desinventar de la
gran variedad de significados debido a que di- Corporación Osso [11] “una avenida torrencial es
ferentes disciplinas han trabajado el tema y por un flujo violento de agua en una cuenca, a veces
consiguiente cada uno hace su aporte distinto al reportado como creciente (súbito, rápido), o como
concepto. En términos sencillos se puede definir torrente”. Se aplica cuando “la avenida transporta
una avenida torrencial como “el aumento del troncos de árboles y/o abundantes sedimentos
caudal en un cauce con volúmenes excepcionales, desde finos hasta bloques de roca”. “Pueden ser
en el cual, el fluido además de agua contiene una generados por lluvias, por ruptura de represamien-
mezcla de escombros compuesta por suelo, roca y tos o por abundantes deslizamientos sobre una
material vegetal. Este fenómeno está restringido a cuenca. Excluye los aludes porque estos implican
cauces relativamente pequeños de ríos de montaña desprendimiento de hielo o nieve”.
y no se produce en ríos con cuencas grandes, de- Piedrahíta y Hermelín [4] presentan la
bido a que los agentes naturales que las provocan siguiente definición: “los eventos hidrológicos
afectan sólo áreas pequeñas” [9]. torrenciales consisten en la ocurrencia súbita de
De acuerdo con Johnson citado en Castillo caudales pico de corta duración y gran velocidad,
[10] se define un flujo de escombros (avenida que transitan a lo largo de canales en cuencas hi-
torrencial con poca agua y alta cantidad de rocas, drográficas de montaña, normalmente de tamaño
suelo y escombros) como “una pared de bloques, reducido”.
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Origen y causas de las avenidas torrenciales Aburrá (también llamado río Medellín). Tiene
su nacimiento en la vereda Astilleros (sur occi-
Las avenidas torrenciales se generan por causas
dente del municipio de Medellín, corregimiento
hidrometeorológicas (lluvias concentradas), sísmi-
de San Antonio de Prado) y su desembocadura
cas (enjambres de deslizamientos cosísmicos), de
al río Medellín está ubicada en el municipio de
inestabilidad de vertientes (bloqueo de un cauce
Itagüí. En la parte alta y media de la quebrada se
por un deslizamiento y posterior ruptura del di-
encuentra el corregimiento de San Antonio de
que), o por erupciones volcánicas y deshielo o por
Prado (municipio de Medellín) y en la parte baja
acumulación de capas gruesas de cenizas sueltas.
se encuentra el municipio de Itagüí. La figura 1
Las avenidas torrenciales también se pueden pre-
presenta la localización geográfica de la cuenca de
sentar por otras causas como son deshielo al final
la quebrada Doña María.
del invierno o lluvias concentradas asociadas a
Los principales parámetros geomorfológicos
ciclones tropicales [9].
para la cuenca de la quebrada Doña María se
3. DESCRIPCIÓN DE LA ZONA presentan en la tabla 1, en la cual se destacan sus
DE ESTUDIO altas pendientes.
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El estudio realizado por AMVA y UNAL [13], rentes condiciones, además, permite calcular pesos
hace mención a la presencia de depósitos de tipo relativos a cada una de las variables a considerar en
aluvio-torrencial en la quebrada la Candela, la el desencadenamiento de las avenidas torrenciales.
Limona, y la Manguala, y de depósitos intercalados La propuesta parte de la combinación de
(intercalación de depósitos de flujos de lodos, de diversos parámetros previamente normalizados
flujos de escombros, aluviotorrenciales, y aluvia- y se basa en la forma como dichos parámetros
les, en zonas deprimidas), en quebradas como la afectan, de forma individual, la intensidad de un
Macana, y la Manguala. evento torrencial. Dichos mapas normalizados, se
combinaron mediante un sistema de pesos ponde-
rados, donde los valores de dichos pesos relativos
4. DATOS Y MÉTODOS
se obtuvieron a partir de un análisis jerárquico,
Para el estudio de las avenidas torrenciales y entre las diferentes parejas de parámetros consi-
la definición de los niveles de amenaza ante dicho derados. Se realizó un análisis de sensibilidad de
evento, se empleó una metodología basada en el los parámetros considerados dentro del proceso
análisis multicriterio de diversos parámetros que de evaluación multicriterio, del cual se obtuvo
dan razón de la posible intensidad de una avenida un grupo último de pesos relativos a considerar.
torrencial. Hay que aclarar que la amenaza por Los límites de los niveles de amenaza empleados
avenidas torrenciales integra gran cantidad de se definieron teniendo en cuenta un análisis de
fenómenos hidrológicos, físicos, hidráulicos, entre zonas críticas evidenciadas a partir del ejercicio
otros, y en general una descripción completa de de sensibilidad antes mencionado. Los resultados
todos estos fenómenos es compleja, por lo que se finales se cotejaron con la información histórica
presenta una metodología que intenta combinar disponible, y con información de campo, para
diferentes factores para, de forma general, iden- verificar la pertinencia de los resultados. A con-
tificar posibles zonas de amenaza por avenidas tinuación se describe el manejo de cada variable:
torrenciales en una cuenca, que serían donde Para el caso de la cuenca de la quebrada Doña
varios factores se combinan. No se pretende dar María, se utilizó el modelo digital de elevación
una descripción completa del fenómeno o realizar (MDE), el mapa de geología y geomorfología, la
un análisis absoluto del mismo, así que las zonas red de drenaje acumulada, el mapa de pendientes,
obtenidas mediante esta metodología deben ser el mapa de distancia a los cauces y el mapa con el
interpretadas simplemente como referencias de índice de Melton para las microcuencas presentes
análisis para un manejo de las mismas. en la zona de estudio [13].
La metodología utilizada se basa en el método
presentado por Ordóñez y Martínez [15], quienes 4.1 Factores considerados
proponen analizar riesgos naturales (identificación en la ponderación
de zonas de amenaza por inundaciones y por
El modelo digital de elevación (MDE) es un
deslizamientos) mediante los sistemas de infor-
mapa que se obtiene a partir de la cartografía
mación geográfica, utilizando técnicas de análisis
de la zona de estudio, y consiste básicamente en
multivariado. Para la aplicación de este modelo se
construir un mapa digital en el cual, por medio de
empleó el software IDRISI Kilimanjaro, el cual tiene
una extrapolación o interpolación de las curvas de
la capacidad de superponer varias capas temáticas
nivel presentes en el mapa cartográfico, se permite
con el fin de obtener un resultado a partir de dife-
a cada píxel adoptar un valor sobre la altura del
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terreno; de esta forma se obtiene un mapa con las Se le dio entonces mayor importancia a aque-
diferentes elevaciones presentes para este caso en la llas microcuencas que presentan valores altos según
cuenca de la quebrada Doña María. Para el estudio el índice de Melton; de esta forma, dichas micro-
se empleó un tamaño de píxel de 10 x 10 metros. cuencas tendrán mayor relevancia al momento de
La red de drenaje acumulada se obtiene a partir ejecutar el modelo.
del MDE mediante la opción Flow la cual permite,
a medida que el cauce se dirige a su desembocadura, 4.2 Funciones de normalización
acumular el número de celdas que descarguen en y transformación
dicho punto. Se quiso con este temático asignar a
cada píxel en la microcuenca un peso de acuerdo Los factores considerados para la ponderación
con la cantidad de puntos que descargasen en ella tienen diferentes unidades y representan otros
y luego, mediante el proceso de normalización para efectos, por lo que no se puede hacer una compa-
la red de drenaje, se asignó una calificación mayor ración directa entre ellos. Para poder combinarlos,
a los puntos en que drenarán un mayor número de es necesario llevarlos todos a una escala común. En
celdas. El índice de Melton se calculó para las mi- este caso se llevarán todas las variables a una escala
crocuencas que conforman la quebrada Doña María entre 0 y 1, donde 0 representa un valor en el cual
clasificando la torrencialidad de cada una de ellas; la variable no favorece la generación de amenazas
este cálculo hace parte del mapa de microcuencas. por avenidas torrenciales y 1 un valor en el cual el
Hay que aclarar que este índice no fue diseñado favorecimiento de amenazas por avenidas torren-
para cuencas en zonas ecuatoriales; sin embargo, ciales sería muy alto.
se utilizó como índice de torrencialidad. Para cada Además de asignar valores entre 0 y 1, se quiere
microcuenca se empleó la siguiente ecuación: representar el comportamiento de la variable, de
tal forma que sea consistente y si al aumentar una
índice de Melton = (H max – H min) × S–0.5 (1)
determinada variable se aumenta el favorecimiento
Donde Hmax y Hmin (en km) son la cota de de la amenaza, entonces el índice se debe aumentar
altura máxima y mínima de la microcuenca y S, y si, por contrario, al aumentarlo, se disminuye el
es el área de la microcuenca expresada en km2. índice, debe disminuir. Para facilitar este proceso de
Una microcuenca presenta torrencialidad cuando normalización, se utilizaron funciones sigmoidales
el índice de Melton presenta valores superiores a crecientes o decrecientes, como las presentadas
0.5 según [16]. Para esta capa temática se realizó en la figura 2. Dichas funciones permiten asignar
un análisis para comparar la torrencialidad entre umbrales inferiores y superiores y presentan un
las microcuencas. Dicho análisis se hizo aplicando comportamiento más o menos lineal en zonas
la siguiente ecuación: intermedias, permitiendo ajustar lo más aproxima-
(IMi – M min) damente posible el comportamiento de las variables
Comparación Torrencialidad = (2)
(M max – M min) a la ocurrencia del evento. Por ejemplo, en el caso
Donde: IMi = índice de Melton de la de la pendiente (para este estudio en específico)
microcuenca cuando ésta tiene valores superiores al 70%, la
IM min = Valor Mínimo del índice probabilidad de ocurrencia es casi nula (se califica
de Melton de todas las con 0); cuando la pendiente varía entre 5% y 70% la
microcuencas amenaza aumenta casi de forma lineal; pero cuando
IM max = Valor Máximo del índice se presentan valores inferiores a 5% la amenaza es
de Melton de todas las alta y, por consiguiente, se adopta un valor de 1.
microcuencas
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1
Para normalizar la amenaza de las capas te-
0.8
máticas de geología, geomorfología e índice de
Melton de la microcuencas, no se aplicó ninguna
0.6
función matemática, pues se tenían pocos valores
Índice
0.7 M = ¦ pi xi (3)
0.6
Donde: M = índice de amenaza
Índice
0.5
0.4
p = pesos asignados a cada factor
0.3
0.2
x = factores
0.1
El análisis se realiza mediante la aplicación
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450 500 MCE (evaluación multicriterio) la cual permite
Distancia a los ríos (m)
introducir las capas temáticas y sus pesos relativos y
(b) sigmoidal decreciente el programa de forma automática realiza el álgebra
de mapas. El resultado que arroja la evaluación
Figura 2. Función sigmoidal decreciente multicriterio es un mapa con valoraciones entre
Fuente: elaboración propia adaptada de [15] 0 – 1, donde 0 significa la mínima amenaza por
avenidas torrenciales mientras que 1 es la máxima
La tabla 2 presenta las capas temáticas que amenaza del mencionado evento.
se normalizaron, el rango en el que se realizó la
normalización y la función aplicada en el proceso. 4.4 Asignación de pesos relativos
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Valoración Significado
1/4 El factor fila es moderadamente menos importante que el factor de la respectiva columna.
1/6 El factor fila es moderadamente menos importante que el factor de la respectiva columna.
1/9 El factor fila es extremadamente menos importante que el factor de la respectiva columna
1 Igual importancia del factor de la fila y de la columna
4 El factor fila es moderadamente más importante que el factor de la respectiva columna
6 El factor fila es fuertemente más importante que el factor de la respectiva columna
9 El factor fila es extremadamente más importante que el factor de la respectiva columna
la cual permite, de forma cuantitativa, identificar Se realizó un análisis de sensibilidad con di-
cuál o cuáles son las variables con mayor peso en ferentes ponderaciones, con el fin de comparar la
la ocurrencia. Este modelo consiste en una matriz sensibilidad frente a diferentes ponderaciones; para
de doble entrada donde se listan, tanto en filas ello se generaron seis escenarios diferentes. En la
como en columnas, las capas temáticas. El análisis tabla 4, se presentan los valores de ponderación
de valoración se hace confrontando la relevancia empleados para obtener dichos escenarios.
del factor fila respecto al factor columna. La tabla
3 presenta dicha escala de valoración.
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En la figura 3 se presentan los mapas de amenaza obtenidos con los escenarios de ponderación 1 y 6.
821000 824000 827000 83000 833000 821000 824000 827000 83000 833000
N N
W E W E
1184000
1184000
1184000
1184000
S S
1180000
1180000
1180000
1180000
1176000
1176000
1176000
1176000
1172000
1172000
821000 824000 827000 83000 833000 821000 824000 827000 83000 833000
amenaza 1 amenaza 6
0-0.2 0-0.2
0.2-0.4 0.2-0.4
0.4-0.6 0.4-0.6
0.6-0.8 0 385 770 1,540 2,310 3,080 0.6-0.8 0 385 770 1,540 2,310 3,080
Meters 0.8-1 Meters
0.8-1
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Como resultados finales de este cuadro, se lo que está de acuerdo con lo expuesto por Mi Río
observa que la amenaza por avenidas torrenciales et al. [14] en cuanto que las corrientes ubicadas en
está muy localizada en la parte media-baja de la la margen derecha, son las que presentan historial
cuenca de la quebrada Doña María, coincidiendo de eventos torrenciales en la microcuenca.
con las zonas donde se encuentran los depósitos Porcentaje de la Cuenca en Amenaza Alta
y donde las pendientes favorecen la depositación Mapa de Amenaza 1
de materiales. En la parte media-alta de la cuenca, 70.000
61.073
60.000
aunque pueden presentarse zonas muy pequeñas 50.000
con valores de amenaza altos, no son muy repre-
Porcentaje
40.000
sentativos y de forma general se puede decir que 30.000
1184000
como de amenaza baja (94.87% del área de la mi- W E
crocuenca), de 0.5 a 0.7 como de amenaza media
S
o moderada (3.84 % del área de la microcuenca),
y de 0.7 a 1 como de amenaza alta por avenidas
1180000
1180000
torrenciales (1.29% del área de la microcuenca),
obteniéndose así el mapa de las zonas con amenaza
por avenida torrencial, para la microcuenca de la
1176000
1176000
aluvial de la misma; las quebradas la Arenala, y la 821000 824000 827000 83000 833000
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Se evaluó el nivel de amenaza, considerando que en la llanura aluvial los datos coincidieron más
el dominio de la mancha de inundación, como la o menos bien, pero que el modelo hidráulico no
zona de amenaza alta por avenidas torrenciales, representaba las zonas presentadas por el modelo
excepto en el tramo correspondiente a la llanura multicriterio para las zonas de montaña, pues el
de inundación de la quebrada Doña María, donde primero consideró solamente la inundación gene-
se utilizó el criterio de comparación de la profundi- rada y no los deslizamientos asociados. La figura
dad máxima del flujo versus el producto de dicha 7 presenta una combinación de los resultados,
profundidad, con la velocidad máxima del flujo, donde en la zona de montaña, y de piedemonte,
propuesto por López et al. [18] y se obtuvo, así, se acogió la evaluación obtenida a partir de la eva-
el mapa de amenaza por avenidas torrenciales, a luación multicriterio, y en la zona correspondiente
partir de la modelación. En la figura 6 se presentan a la llanura aluvial de la quebrada Doña María, se
los resultados obtenidos. agregaron ambos resultados, teniendo como crite-
rio el dominio de la amenaza alta, sobre la amenaza
820000 824000 828000 832000
media y baja; así, se obtuvo el mapa (a asignación)
final de la amenaza por avenida torrencial.
1186000
1186000
1183000
1183000
1180000
1180000
1177000
1177000
1174000
Bajo
Medio
1171000
1171000
Amenaza por
avenidas torrenciales
0 950 1.900 3.800 5.700 7.600
alta Meters N
W E
Figura 6. Zonas de amenaza por avenidas
S Mapa de amenaza
torrenciales, a partir del modelo de tránsito 0 0.5 1 2 3 4 por avenida torrencial
hidráulico HEC-RAS Kilómetros
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De la figura 7 hay que mencionar que la timbres de Itagüí. En la parte baja de este afluente,
metodología asignó como amenaza alta algunos se aprecia una cantidad de rocas de diámetros del
sitios en donde no se poseen registros históricos orden de los 0.5 m (que no corresponden a residuos
de avenidas torrenciales (especialmente en las que- del lavado de la matriz, figura 8a), que por su forma,
bradas la Isabela, La Montañita, y la Cascada), sin tamaño, textura, estructura, etc., son indicativas de
embargo, dichos resultados pueden ser evidencia la gran competencia de la quebrada, y dan pie a
de zonas que muestran un potencial importante pensar que dichas partículas pudieron haber sido
a desencadenar y sufrir los efectos de eventos de depositadas por eventos del tipo torrencial. En la
tipo torrencial, que deben ser corroborados por quebrada la Limona, la cual se encuentra en la
estudios de geomorfología fluvial y estratigráficos parte media de la microcuenca, sobre la margen
antes de planificar el uso de dichas zonas, pues en derecha, de la quebrada Doña María, se observó la
ellas se presenta la unión de factores que propician presencia de rocas de tamaño considerable (figura
la aparición de eventos torrenciales. 8b) lo que posiblemente indica que estas han sido
transportadas por eventos extraordinarios, tal vez
5.4 Recolección de evidencias en campo del tipo torrencial, apoyado esto en las evidencias
Con el fin de constatar en campo las tenden- reportadas de depósitos aluvio-torrenciales en las
cias mostradas por los modelos, se realizó un reco- proximidades del cauce activo de la quebrada.
nocimiento a las zonas evaluadas como de amenaza Del trabajo de campo antes descrito, se evi-
alta por el análisis multicriterio, estas fueron las denció de forma general, que dichas corrientes
quebradas la Arenala, la Tablaza, la Limona, y la presentan indicios sobre el cauce activo, evidencias
Manguala. de un comportamiento torrencial, y son candi-
La quebrada la Tablaza se encuentra en la parte datas a ubicarse en el rango de la amenaza alta a
baja de la microcuenca de la quebrada Doña María, moderada, comportamiento similar al obtenido
y desemboca a ésta en cercanías de la empresa Cur- previamente.
Figura 8. (a) Quebrada la Tablaza, detalle material depositado en el lecho del cauce.
(b) Quebrada la Limona, detalle material del lecho
Fuente: Elaboración propia
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MANJARO al análisis de riesgos naturales y problemáticas [17] D. Vandine, Debris flow control structures for forest Engi-
medioambientales, Madrid: RA-MA, 2003. neering.: Ministry of Forest, British Columbia, 1996.
[16] A. Iroume, “Transporte de sedimentos en una cuenca [18] J. López, R. Garcia, M. Bello et al., “Analysis and Map-
de montaña en la Cordillera de los Andes de la Nove- ping of Debris Flow in Alluvial Fans (Part I: Methodo-
na Región de Chile,” Bosque (Valdivia), vol. 24, no. 1, logy Description).” in XX Congreso latinoamericano
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