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Como Hacer Jabon Casero

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Como hacer jabon casero

Jabon Casero 10 de mayo del 2015 No hay comentarios





Calificación: 3,09/5 (22 votos)

El poder aprender como hacer jabon casero hoy en día puede ser una
idea excelente por varias razones, por un lado está la de poder crear tus
propios jabones totalmente artesanales y a tu propio gusto o
necesidades, no todos tenemos el mismo tipo de piel ni gustos en cuanto
a olores, por otro lado también es una buena fuente de ingresos por lo
que podrías dedicarte a la fabricación y venta como complemento a tus
ingresos mensuales.

Como nota curiosa para saber más de ello, existen datos desde la época
de los antiguos griegos y romanos de su elaboración, ya en esa época se
elaboraba jabón para lavar sus prendas y como higiene personal. Esto lo
conseguían al hervir grasa animal junto a una mezcla de cenizas de árbol
y el uso de agua.

Hoy en día existen muchas más posibilidades para la realización de tu


propio jabon casero, añadiendo diferentes concentrados para poder
darle color y que no quede descolorido, también se le pueden añadir
aceites esenciales con lo que mejorar el jabón o darle un buen olor, en
este articulo os mostraremos una de las posibles maneras para que
podáis elaborar vuestro propio jabón casero con aceite, lo que también
repercutirá en la protección del medio ambiente, como a continuación
comprobareis.

Cómo hacer Jabón casero con aceite usado.

Cómo hacer Jabón casero usando para ello aceite usado vegetal, con
lo que lograremos reciclar de manera eficiente el aceite una vez utilizado.
Cada día se estila más la utilización y fabricación casera de jabón, como
forma de ahorro y de respeto del medio ambiente. El aceite crea una fina
capa en la superficie del agua, con lo evita su oxigenación causando la
destrucción del ecosistema de la fauna y flora de los ríos y acuíferos, tan
solo un litro de aceite usado que se tire por el desagüe puede llegar a
contaminar más de 1000 litros de agua, otra buena razón para reciclarlo.
La fabricación de este tipo de jabón no sólo es buena desde el punto de
vista medioambiental como os indique anteriormente, sino que también
es ideal para la piel, la ropa y para nuestros propios bolsillos al ser muy
económico y una manera de ahorrarnos un poco de dinero mes a mes.

El método que vamos a utilizar es en frío y se puede utilizar cualquier


aceite vegetal de cocina que se haya usado, eso sí, previamente lo
tendremos que colar para eliminar las posibles impurezas tras su uso,
también podremos usar aceite sin usar, eso ya lo dejo a vuestra propia
elección.

Consejos antes de elaborar tu jabon:

• Es recomendable trabajar en un lugar bien ventilado.


• Usar gafas y guantes protectores, pues la sosa caústica es muy
corrosiva y no debe entrar en contacto con tu piel.
• No utilizar recipientes de metal (aluminio, hierro,etc) sólo acero
inoxidable o plástico duro.
• Revuelve la mezcla con ayuda de un palo de madera o de plástico.
• Tener a mano un termómetro de precisión pues a la hora de mezclar el
aceite con la mezcla del agua y la sosa cáustica deben estar a la misma
temperatura.¡¡Mucho cuidado!!

Ingredientes para hacer el jabon:

• 1 kilo de Aceites usados y colados.


• 800 gramos de Agua Destilada.
• 150 gramos de Sosa caústica

Preparación del jabon:


Se diluye la sosa cáustica en el agua OJO!! Nunca hacerlo a la inversa
pues la reacción química que se produce puede provocarnos importantes
quemaduras en la piel, ir agregándola poco a poco y lentamente y con
mucho cuidado, ya que puede producir vapores que son muy tóxicos.

A continuación se producirá una reacción química de la sosa caustica


que liberará calor, pudiendo hasta llegar hasta los 80º. Mucho cuidado
con ello y esperar a que enfríe, esté preparado que obtendremos se lo
conoce como lejía caustica.

Vierte lentamente la lejía cáustica sobre el aceite, siempre y cuando


estén aproximadamente a la misma temperatura, que no haya más de 5
grados de diferencia a ser posible, para ello se puede calentar el aceite
hasta que llegue a unos 40º de temperatura más o menos, que sería la
ideal para realizar la mezcla, removiendo en forma constante y en el
mismo sentido, para evitar que se corte el jabón, también se puede
utilizar una batidora para que la mezcla se haga más rápida con una
velocidad baja, con mucho cuidado para que no nos salpique.

Sabremos cuando esta ya bien en el momento que tenga una espesura y


consistencia similar al de la mahonesa, si se desea, se puede aromatizar
y colorear, agregando los colorantes naturales y los aceites esenciales,
eso siempre y cuando la mezcla tenga una temperatura igual o más baja
a los 40ºC.
Por último se vuelca la mezcla obtenida en los moldes que deseéis, que
pueden ser de silicona, plástico o madera, se debe tapar con un film de
cocina y cubrir con un paño para que el calor se mantenga y enfrié poco
a poco, una buena recomendación es untar con un poco de aceite los
moldes para un mejor desmoldado.
Esta mezcla la dejaremos reposar durante un día o dos para luego
proceder a su desmoldado y su posterior corte a los tamaños deseados
si el molde que utilizamos es grande. Es importante dejar endurecer
durante aproximadamente un mes o mes y medio para que se culmine
satisfactoriamente el proceso de saponificación. Después ya lo podréis
utilizar, vender o regalar.

Aquí os dejo un interesante vídeo sobre la realización de jabón casero.

Para completar un poco más el artículo os dejo una pequeña guía sobre
los colorantes que puedes usar para los jabones.

Colorantes naturales para los jabones.

Una forma barata y totalmente natural de colorear los jabones


artesanales y darles también un poco de perfume, es usando especias o
infusiones de plantas, lo que nos permitirán obtener bonitos colores y
aromas naturales. Las especias se pueden se pueden usar directamente
en polvo, mientras que en el caso de las plantas, es necesario realizar
una infusión bien concentrada previamente, para obtener los colorantes y
aromas que deseemos obtener.

Para realizar los concentrados de las infusiones, se colocaran 3 partes


de plantas por 1 de agua es muy fácil, por ejemplo usaremos 3 tazas de
hierbas frescas por una taza de agua, para ello usaremos un recipiente al
fuego, tapado hasta que el agua alcance la ebullición, cuando comienza
a hervir la infusión, reducimos el fuego al mínimo para que esta siga
cociendo lentamente, hasta que el líquido se haya reducido más o menos
a la mitad, y las plantas que usemos hayan soltado su color, luego lo
dejamos enfriar lentamente, lo colamos bien y lo podremos guardar en un
tarro de vidrio añadiendo un poco de alcohol y también unas gotas de
algún conservante natural, como por ejemplo el aceite, la Vitamina E, etc.
Y luego guárdalo en algún lugar seco y preferentemente también lo más
oscuro posible De todos modos, es recomendable no realizar mucha
cantidad de una sola vez (no más de 50 o 100 ml), para que pueda
conservarse sin problema alguno.

Los ejemplos de colorantes que se pueden conseguir que os muestro a


continuación a base de infusiones de diferentes plantas o polvo de
diferentes especias, habitualmente no causaran posibles
contraindicaciones a nuestra piel, tampoco conseguiremos lograr colores
muy vivos, por el hecho de que no son pigmentos muy estables y la
intensidad que logremos irá disminuyendo con el paso del tiempo poco a
poco, aunque también os digo que vale mucho la pena tenerlos muy en
cuenta para realizar variedad de tonalidades en nuestros jabones
naturales.

Ejemplos de donde conseguir colores naturales.

Color rojo: con infusiones de raíz de Alcaneta o con Flores de Bignonia


roja.
Color amarillo: con polvo de Jengibre, Raíz de lirio, Azafrán, cúrcuma,
curry y polen, o con infusiones de Caléndula o de Manzanilla Común.
Color verde: mediante infusiones de Menta, Té verde, u hojas de
Romero.
Color rosa: con infusiones de Remolacha o de pétalos de Rosas.
Color morado: con infusiones de Flor de Violetas o flor de lavanda.
Color marrón: con polvo de Henna, Canela o Cacao.
Color azul: con infusiones de Bayas de ciprés, Flor de lirio azul o
Manzanilla Romana.
Si quieres hacer jabón casero para uso cosmético o apara lavar tu
ropa, te recomiendo que le eches un vistazo a los siguiente artículos
sobre otras clases de jabones que podremos realizar en casa de manera
facil:

Jabón liquido casero para lavadoras.


Jabon casero de glicerina.
Jabon de Aloe Vera.
Jabon de Lavanda

ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK

El jabón es uno de los productos químicos que más habitualmente usamos en las tareas de
limpieza. Como todo lo que nos rodea, es un compuesto químico, y muy fácil de preparar. Así
que vamos a ponernos manos a la obra, y vamos a aprender cómo funciona y cómo
preparar jabón.

¿Cómo actúa el jabón?


Los jabones son sales de ácidos grasos, producidos mediante una reacción química
conocida como saponificación. En esta reacción la grasa reacciona con la sosa para producir
jabón y glicerina.

Cada molécula de jabón tiene una cadena muy larga con muchos átomos de carbono y con
una cabeza con un grupo ácido. Son algo así como un espermatozoide donde la cola se trata
de alejar todo lo posible del agua y se aproxima a la grasa (es hidrofóbica) y la cabeza
siempre que pueda se sentirá atraida por esta molécula (es hidrofílica).

Se dice que esta molécula es anfipática.


ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK

El agua por sí sola es incapaz de eliminar las manchas más difíciles, como todos sabemos es
necesario añadir un poco de jabón.
Los jabones son emulsionantes, esto quiere decir que permiten al agua mezclarse con el
aceite.
Lo que hará el jabón es aislar las gotas de aceite rodeándolas, impidiendo que entren en
contacto directo con el agua, encerrándose dentro de esas envolturas hechas de jabón, la
suciedad será arrastrada por el agua, y por fin desaparecerá.

CREATAS IMAGES/CREATAS/THINKSTOCK

¿Cómo se hace jabón?


La preparación de jabón se hace mediante una reacción conocida como saponificación.
Para esta reacción tradicionalmente se han usado aceites animales o vegetales.

Lo que os propongo es reciclar el aceite usado después de cocinar transformándolo en jabón.

La receta es la siguiente:

Materiales
 Guantes de goma protectores.
 Una cuchara de madera o un utensilio para remover de acero inoxidable.
 Un recipiente grande para hacer la mezcla.
 3 litros de aceite de oliva usado.
 3 litros de agua.
 200 gramos de harina.
 500 g de sosa.
 100 gramos de sal.
 También se puede usar suavizante para la ropa, aceites esenciales o plantas aromáticas.
 Paciencia.

Procedimiento

ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK

Para preparar jabón seguiremos los siguientes pasos:


1. En primer lugar tendremos que medir el aceite, y lo ponemos en un cuenco. Para que se
quede más limpio podemos usar harina como blanqueante. Lo ideal sería dejarla uno o
dos días hasta que la harina se vaya al fondo del recipiente.
2. Ahora ponte los guantes, hay que tener cuidado con el uso de la sosa caústica. La sosa
caústica es hidróxido de sodio (NaOH), y es dañino por ingestión, inhalación,
contacto con piel y ojos. Así que hay que usarlo con precaución, y mejor en un espacio
abierto. Añade la sosa al agua y agita, preferentemente con un utensilio de acero
inoxidable o de madera. Observarás que la mezcla se calienta, por eso se dice que la
disolución de sosa en agua es exotérmica (desprende calor). La disolución a veces lleva
un rato, ten paciencia.
3. Ahora vertemos con cuidado la disolución de sosa sobre el aceite, mejor si lo hacemos
cuando aún está caliente.
4. A agitar, y a seguir demostrando esa paciencia que te caracteriza. Puede llevar tres
cuartos de hora fácilmente conseguir que la mezcla espese, momento en que sabrás que
has terminado. Cuando notes que la cuchara de madera deja un surco tras de sí, será un
buen momento para parar.
5. Ahora añade la esencia de tu elección y la sal y dale un poco más.
6. Échalo en un molde y deja que se endurezca durante dos o tres días. Cuando esté duro,
sácalo del molde y déjalo al aire libre un par de semanas. Dale la vuelta y déjalo un par
de semanas más.
7. Disfruta.
Seguro que ya conocías alguna otra receta para preparar jabón, ¿por qué no la compartes?

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 Quimica

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Publicado por: David Bañon - Mayo 27, 2013

2Comentarios
yenori solano lopez dijo:

Me gustaría saber las proporciones exactas para hacer jabón donde la leche de cabra sea el
ingrediente principal, les agradecería mucho su ayuda, estoy tratando de armar mi propio
negocio. Gracias desde Costa Rica.
JUE, 2013-11-21 19:13

orlando dijo:

Hay dos cosas con las que se puede hacer jabón, uno es que en vez de utilizas la sosa se
utilice algo natural como la lejía que se extrae de la ceniza de la madera, ala cual se le agrega
agua y tamiza el resultado de esto remplaza la sosa, otra cosa es remplazar la harina por
dióxido de titanio.
La señora de costa rica lo único que debe hacer es extraer la grasa de la leche de cabra y
remplazarla por el aceite de la formula y así obtiene lo deseado. Espero que este comentario
le pueda servir de algo. Mis mejores deseos y suerte.
MAR, 2014-01-28 06:20

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Cómo elaborar jabones caseros con glicerina

¿Te gustaría aprender a elaborar en tu propia casa jabones a base de glicerina? Si es


así, presta atención al siguiente artículo, donde te enseñaremos paso a paso
como hacer tu propio jabón de glicerina, con diseños divertidos y originales
para ti y tus seres queridos, además de aromas y colores que se adapten a tus
gustos o preferencias.
En primer lugar deberíamos mencionar la importancia del uso de jabones adecuados
para tu tipo de piel. Y uno de los jabones con Ph más parecido al de nuestra piel es
justamente el jabón de glicerina, por lo que consigue limpiar tu piel, eliminando las
impurezas sin dañarla ni resultar nocivo.
Es un jabón muy versátil por lo que puede ser utilizado para pieles grasas o que
padecen de acné, así como también para pieles finas y delicadas.
Anímate a hacerlos en la comodidad de tu casa, asegurándote que no tendrán
detergentes ni otros componentes que puedan dañar tu piel.

Los ingredientes que necesitarás son:


 1 tableta de glicerina (base de glicerina). La puedes adquirir en alguna tienda de
productos naturales o en farmacias.

 Aceite de oliva
 Hierbas medicinales

 Colorantes naturales

 Esencias aromáticas

Utensilios..
 Una cacerola

 1 recipiente de plástico duro (resistente al baño María)

 Moldes de silicona resistentes al calor (puedes variar las formas y tamaños).


 Papel de cocina

Elaboración
1. Debes cortar la glicerina en pedazos pequeños
2. Colocar la cacerola con agua sobre el fuego
3. Colocar los trozos de glicerina en un recipiente de plástico duro, y colocarlo sobre la
cacerola con agua.
4. Debes ir removiendo con la ayuda de un palillo hasta que se deshagan.
5. Les recomendamos untar los moldes de silicona con aceite de oliva, de esa manera
los jabones se podrán quitar con mayor facilidad una vez fríos. Otro truco sería que
luego de verter la mezcla en los moldes los rocíes con alcohol. Luego de tu primera
experiencia notarás que alternativa te funciona mejor.
6. Añade las hierbas aromáticas que sean de tu gusto en los moldes (manzanilla,
lavanda, etc.)
7. Una vez que la glicerina se encuentre líquida debes colocarla en cada molde, sin
llegar al tope.
8. Puedes añadir colorantes naturales y aromatizantes a tu gusto y removerlos por un
momento.
Y listo, ¡ahora a esperar a que se enfríen! A temperatura ambiente durante al
menos 30 minutos, pero si tienes poca paciencia y no quieres esperar mucho
tiempo, puedes llevar los moldes a la nevera para que se enfríen más rápido.

Una vez que se encuentren fríos puedes proceder a retirarlos de los moldes de
silicona, si los bordes presentan irregularidades, los puedes eliminar con la ayuda de
un cuchillo para que se vean más estéticos.
Ahora prepárate para disfrutar de un delicioso baño con un jabón súper natural
y beneficioso para tu piel, y lo más importante hecho con tus propias manos.
Si quieres variar los tamaños y formas de tus jabones ya depende de tus ganas y
creatividad, sólo debes buscar moldes de silicona con diversas formas y tamaños.

En cuanto a los aromas puedes añadir los que quieras, y con los colores sucede
lo mismo. ¿No te parece divertido e incluso relajante elaborar tus propios jabones?
Disfrutando de diferentes colores y aromas en cada elaboración.

Importante…
Una opción interesante para que el jabón de glicerina sea más duro y no se deshaga
con mucha facilidad al contacto con el agua consiste en agregar sal de mesa a la
mezcla.
Una cucharada de sal disuelta en un poco de agua puede ser agregada al jabón aún
estando caliente para que se diluya con mayor facilidad. De esa manera tu jabón de
glicerina casero ofrecerá mayor solidez y duración.

Aceite de olivaGlicerina

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El jabón (del latín tardío sapo, -ōnis, y este del germánico saipôn) es un producto que sirve
para la higiene personal y para lavar determinados objetos. Se puede encontrar en pastilla, en
polvo, en crema o en líquido.

2 imágenes equivalentes de la estructura química del estearato de sodio, y un jabón tradicional.

El jabón generalmente son sales sódicas o potásicas resultadas de la reacción química entre
un álcali (generalmente hidróxido de sodio o de potasio) y algún ácido graso; esta reacción se
denomina saponificación. El ácido graso puede ser de origen vegetal o animal, por ejemplo,
manteca de cerdo o aceite de coco. El jabón es soluble en agua y, por sus
propiedades detersivas, sirve comúnmente para lavar.

Tradicionalmente es un material sólido. En realidad la forma sólida es el compuesto "seco" o


sin el agua que está involucrada durante la reacción mediante la cual se obtiene el jabón, y la
forma líquida es el jabón "disuelto" en agua, en este caso su consistencia puede ser muy
viscosa o muy fluida.

Índice
[ocultar]

 1 Historia del origen del jabón


 2 Tipos
 3 Acción detergente
 4 Métodos de obtención
o 4.1 Primer método
o 4.2 Segundo método
o 4.3 Variantes
o 4.4 Farmacéutica
o 4.5 Fabricación industrial
 5 Véase también
 6 Referencias
 7 Enlaces externos
Historia del origen del jabón[editar]
Como ocurre con otros muchos productos no está claro cuando ni cómo se inventó el jabón, y
diversos pueblos y leyendas se atribuyen su invención.
Según la leyenda en Europa se descubrió en Italia. Según cuentan en el Monte Sapo, cerca
de Roma, se hacían sacrificios ceremoniales de animales. En ese mismo monte ardían fuegos
para la realización de esas ceremonias de sacrificio. Según cuenta la leyenda cuando llovía el
agua arrastraba la grasa animal y las cenizas de esos fuegos, que bajaban por riachuelos
hasta la base del monte. Los esclavos que lavaban la ropa de sus amos en las aguas que
bajaban desde ese monte descubrieron que esas aguas la limpiaban mejor e indagando en la
razón de esto descubrieron cómo hacer jabón.

Los restos de jabón más antiguos son de origen babilonio y datan del 2800 A.C.

Tipos[editar]

Jabón para afeitar.

Existen innumerables tipos de jabón; científicamente no pueden estar marcadas por la


consistencia, el olor, la forma, el color, la textura, o sus propiedades limpiadoras o
terapéuticas. Algunos de los más conocidos tipos de jabones son:

 Jabón de Marsella.
 Jabón de Castilla.
 Azul y blanco portugués.
 Jabón de Brea.
 Jabón de coche.
 Para afeitar.
 Jabón de Alepo. Fabricado en Alepo, Siria, utilizando extractos de laurel y aceite de oliva.
 Jabón Liquido.
 Jabón de aceite.
 Jabón de glicerina.
Acción detergente[editar]
Los jabones ejercen su acción limpiadora sobre las grasas en presencia del agua debido a la
estructura de sus moléculas. Éstas tienen una parte liposoluble y otra hidrosoluble.
El componente liposoluble hace que el jabón «moje» la grasa disolviéndola y el componente
hidrosoluble hace que el jabón se disuelva a su vez en el agua.

Las manchas de grasa no se pueden eliminar sólo con agua por ser insolubles en ella. El
jabón en cambio, que es soluble en ambas, permite que la grasa se diluya en el agua.

Cuando un jabón se disuelve en agua disminuye la tensión superficial de ésta, con lo que
favorece su penetración en los intersticios de la sustancia a lavar. Por otra parte, los grupos
hidrofóbicos del jabón se disuelven unos en otros; mientras que los grupos hidrofílicos se
orientan hacia el agua generando un coloide, es decir, un agregado de muchas moléculas
convenientemente orientadas. Como las micelas coloidales están cargadas y se repelen
mutuamente, presentan una gran estabilidad.

Métodos de obtención[editar]

Caja de jabón "Amigo del Obrero" de México. De la colección del Museo del Objeto.

En esencia el proceso de obtención del jabón, sea industrial o artesano, consta de tres fases:
saponificación, sangrado y moldeado.

Saponificación: se hierve la grasa en grandes calderas, se añade lentamente soda


cáustica (NaOH) y se agita continuamente la mezcla hasta que comienza a ponerse pastosa.
La reacción que ha tenido lugar recibe el nombre de saponificación y los productos son el
jabón y la lejía residual que contiene glicerina: grasa + soda cáustica → jabón + glicerina.

Sangrado: el jabón obtenido se deposita en la superficie en forma de gránulos. Para que cuaje
de una manera completa se le añade sal común (NaCl). Esta operación recibe el nombre de
sangrado o salado; con ella se consigue la separación total del jabón (que flotará sobre la
disolución de glicerina), de la soda cáustica (que no ha reaccionado) y de agua.

Moldeado: ya habiendo realizado el sangrado, el jabón se pasa a otro recipiente o vasija


donde se le pueden añadir perfumes, colorantes, productos medicinales, etc. Entonces,
todavía caliente, se vierte en moldes, se deja enfriar y se corta en pedazos.
Tradicional jabón de Marsella.

El jabón líquido está constituido principalmente por oleato de potasio, preparado por
lasaponificación del ácido oleico con hidróxido de potasio. También es muy usado (por ser
más económico), el estearato de sodio o palmilato de sodio, análogo al anterior, usando ácido
estearílico, esteárico o palmítico e hidróxido sódico, respectivamente.

En la actualidad hay dos métodos de obtención del jabón, ambos basados en lasaponificación.

Primer método[editar]
En el primer método se produce la saponificación directamente sobre la grasa, se hace
reaccionar el álcali con la grasa, y se obtiene el jabón y glicerina. Este método tiene como
desventaja que es más difícil la separación de la glicerina y el jabón.

Segundo método[editar]
En este método primero se produce la ruptura química de la grasa, y se obtiene la glicerina y
los ácidos grasos; éstos se separan antes. Luego se produce la sal del ácido graso y los
alcalinos.

Variantes[editar]
También se le suele agregar colorantes, cargas (para abaratar el costo), glicerina, etc.

Farmacéutica[editar]
En farmacéutica se puede utilizar amoníaco u otro alcalino, o un óxido metálico, sobre aceites,
grasas o resinas, y se mezcla a veces con otras sustancias que no producen saponificación.

Fabricación industrial[editar]
Las materias primas se mezclan con agua hasta que forman una pasta. Después se realiza la
atomización, que consiste en transformar la pasta en polvo:
 La pasta pasa por un tubo a presión y entra en una gran torre, donde es "rociada" con aire
caliente a contracorriente.
 El aire evapora el agua de la pasta y se forma el polvo (es más o menos fino según la
presión con la que ha salido del tubo y el diámetro de los orificios del "rociador").
 Algunos de los ingredientes, que no pueden resistir la temperatura del aire caliente o la
humedad, se añaden al polvo obtenido después de la atomización.
 A continuación, el polvo se revuelve en un tambor giratorio.
 Finalmente, pasa por un cedazo que separa las partículas demasiado finas o gruesas,
esto hace un contraste en los diferentes tipos de jabones que podemos encontrar en los
mercados.

Definicion:
El jabon es un agente limpiador o detergente que se fabrica utilizando grasas vegetales y
animales y aceites. Químicamente, es la sal de sodio o potasio de un ácido graso que se
forma por la reacción de grasas y aceites con álcali.
Historia del jabón:
Existen documentos que mencionan el uso de muchos materiales jabonosos y agentes
limpiadores desde la antigüedad. Los agentes purificantes que se mencionan en el Antiguo
Testamento no eran verdaderos jabones, sino un producto hecho únicamente con cenizas de
corteza de árbol. En el siglo I d.C., el historiador romano Plinio el Viejo describió las diversas
formas de jabones duros y blandos que contenían colorantes, conocidos comorutilandis
capillis, que utilizaban las mujeres para limpiar sus cabellos y teñirlos de colores brillantes. La
producción de jabón era común en Italia y en España durante el siglo VIII. Alrededor del siglo
XIII, cuando la industria del jabón llegó a Francia desde Italia, la mayoría de los jabones se
producían a partir de sebo de cabra, con ceniza de haya que proporcionaba el álcali. Tras
distintos experimentos, los franceses desarrollaron un método para la fabricación del jabón
utilizando aceite de oliva en lugar de grasas animales. Alrededor del año 1500 introdujeron sus
descubrimientos en Inglaterra. Esta industria creció rápidamente en ese país y en 1622 el rey
Jacobo I le concedió privilegios especiales. En 1783, el químico sueco Carl Wilhelm Scheele
simuló de forma accidental la reacción que se produce hoy en el proceso de hervido de la
fabricación del jabón (descrito más adelante), cuando el aceite de oliva, hervido con óxido de
plomo, produce una sustancia de sabor dulce que él denominó Ölsüss, pero que hoy se
conoce como glicerina. El descubrimiento de Scheele permitió al químico francés Michel
Eugéne Chevreul investigar la naturaleza química de las grasas y los aceites que se usan en
el jabón. Chevreul descubrió en 1823 que las grasas simples no se combinan con el álcali
para formar el jabón, sino que se descomponen antes para formar ácidos grasos y glicerina.
Mientras tanto, en 1791, el químico francés Nicolas Leblanc inventó un proceso para la
obtención de carbonato de sodio o sosa, utilizando sal ordinaria, que revolucionó la fabricación
del jabón. En algunas zonas del continente americano, el jabón se hacía principalmente en el
ámbito doméstico utilizando grasas animales derretidas. Sin embargo, hacia 1700, los
habitantes de algunas zonas obtenían la mayor parte de sus ingresos de la exportación de
cenizas y grasas empleadas en la fabricación del jabón.
Ingredientes:
Las grasas y aceites utilizados son compuestos de glicerina y un ácido graso, como el ácido
palmítico o el esteárico. Cuando estos compuestos se tratan con una solución acuosa de un
álcali, como el hidróxido de sodio, en un proceso denominado saponificación, se
descomponen formando la glicerina y la sal de sodio de los ácidos grasos. La palmitina, por
ejemplo, que es el éster de la glicerina y el ácido palmítico, produce tras la saponificación
palmitato de sodio (jabón) y glicerina. Los ácidos grasos que se requieren para la fabricación
del jabón se obtienen de los aceites de sebo, grasa y pescado, mientras que los aceites
vegetales se obtienen, por ejemplo, del aceite de coco, de oliva, de palma, de soja (soya) o de
maíz. Los jabones duros se fabrican con aceites y grasas que contienen un elevado
porcentaje de ácidos saturados, que se saponifican con el hidróxido de sodio. Los jabones
blandos son jabones semifluidos que se producen con aceite de lino, aceite de semilla de
algodón y aceite de pescado, los cuales se saponifican con hidróxido de potasio. El sebo que
se emplea en la fabricación del jabón es de calidades distintas, desde la más baja del sebo
obtenido de los desperdicios (utilizada en jabones baratos) hasta sebos comestibles que se
usan para jabones finos de tocador. Si se utiliza sólo sebo, se consigue un jabón que es
demasiado duro y demasiado insoluble como para proporcionar la espuma suficiente, y es
necesario, por tanto, mezclarlo con aceite de coco. Si se emplea únicamente aceite de coco,
se obtiene un jabón demasiado insoluble para usarlo con agua fresca; sin embargo, hace
espuma con el agua salada, por lo que se usa como jabón marino. Los jabones transparentes
contienen normalmente aceite de ricino, aceite de coco de alto grado y sebo. El jabón fino de
tocador que se fabrica con aceite de oliva de alto grado de acidez se conoce como jabón de
Castilla. El jabón para afeitar o rasurar es un jabón ligero de potasio y sodio, que contiene
ácido esteárico y proporciona una espuma duradera. La crema de afeitar es una pasta que se
produce mediante la combinación de jabón de afeitar y aceite de coco.
Funciones:
La mayoría de los jabones eliminan la grasa y otras suciedades debido a que algunos de sus
componentes son agentes activos en superficie o agentes tensoactivos. Estos agentes tienen
una estructura molecular que actúa como un enlace entre el agua y las partículas de suciedad,
soltando las partículas de las fibras subyacentes o de cualquier otra superficie que se limpie.
La molécula produce este efecto porque uno de sus extremos es hidrófilo (atrae el agua) y el
otro es hidrófugo (atraído por las sustancias no solubles en agua). El extremo hidrófilo es
similar en su estructura a las sales solubles en agua. La parte hidrófuga de la molécula está
formada por lo general por una cadena de hidrocarburos, que es similar en su estructura al
aceite y a muchas grasas. El resultado global de esta peculiar estructura permite al jabón
reducir la tensión superficial del agua (incrementando la humectación) y adherir y hacer
solubles en agua sustancias que normalmente no lo son. El jabón en polvo es una mezcla
hidratada de jabón y carbonato de sodio. El jabón líquido es una solución de jabón blando de
potasio disuelto en agua.
A finales de la década de 1960, debido al aumento de la preocupación por la contaminación
del agua, se puso en entredicho la inclusión de compuestos químicos dañinos, como los
fosfatos, en los detergentes. En su lugar se usan mayoritariamente agentes biodegradables,
que se eliminan con facilidad y pueden ser asimilados por algunas bacterias.
Impacto ambiental:
Los jabones son sustancias que alteran la tensión superficial (disminuyen la atracción de las
moléculas de agua entre sí en la superficie) de los líquidos, especialmente el agua. Este tipo
de sustancias se denominan tensoactivas. Los jabones se utilizan como agentes limpiadores
debido a la estructura singular de estos iones orgánicos especiales. Cuando un objeto está
sucio, casi siempre se debe a la adhesión de capas de grasa o aceite que a su vez contienen
polvo y partículas extrañas. Si el objeto es lavado con agua no se elimina gran parte de la
suciedad, sin embargo, cuando se agrega jabón al agua, puede disolverse para dar iones
carboxilato, estos iones tienen un extremo iónico que es muy soluble en agua y un extremo de
la cadena larga de hidrocarburos tiene una fuerte atracción para las moléculas de aceite y
grasa, los extremos que atraen al aceite penetran en las capas de aceite y grasa y las
disuelven y a su vez, los extremos iónicos se siguen disolviendo en agua, éstos tienden a
hacer que se desprendan las partículas de grasa y aceite a la solución, de manera que se
puedan remover. Esta clase de acción limpiadora se denomina acción detergente.
Los jabones presentan la desventaja de que si se usan en agua dura, tienden a formar sales
con los cationes de los metales formando "natas" que neutralizan su acción. Una alternativa a
este problema, surgió cuando se empezaron a sintetizar otros compuestos orgánicos a partir
de compuestos químicos del petróleo, que tienen acción detergente por lo que se les
denomina en forma genérica como detergentes. La mayoría de los detergentes son
compuestos de sodio del sulfonato de benceno substituido, denominados sulfatos lineales de
alquilos (las), hay otros que son los alquilbencen sulfatos de cadena ramificada (abs) que se
degradan mas lentamente que los las. El extremo sulfato es soluble en agua y el extremo del
hidrocarburo es soluble en aceite, cumpliendo con ésto las características de los jabones
antes mencionadas. La ventaja de los detergentes es que no forman natas con el agua dura.
Por su amplia utilidad los detergentes se usan tanto en la industria como en los hogares, sin
embargo, puesto que se emplean en grandes cantidades constituyen una fuente de
contaminación del agua. En cuanto a la biodegradabilidad, tanto los detergentes como los
jabones son biodegradables, pero la biodegradabilidad se ve limitada si estos compuestos se
encuentran en exceso en un cuerpo de agua.
En el mercado se encuentran cuatro tipos de detergentes sintéticos: detergentes aniónicos,
que contienen comúnmente como grupos solubles, sulfatos y sulfonatos de sodio; detergentes
catiónicos, que son principalmente compuestos cuaternarios de amonio, detergentes no
iónicos como los productos de condensación del óxido de etileno con materiales fenólicos o
ácidos grasos y detergentes biológicos los cuales contienen enzimas para eliminar algunos
tipos específicos de manchas de la ropa.
Los detergentes aniónicos y especialmente los sulfonatos, son los que se utilizan más,
cuestan poco y son estables en aguas duras. Los detergentes catiónicos poseen las mejores
propiedades bactericidas y bacteriostáticas, pero son bastante caros y sólo se usan en
instituciones de salud para limpieza de utensilios. Los detergentes no iónicos tienen una
aplicación industrial algo mayor que la doméstica. Por ultimo los detergentes biológicos, a los
cuales se les llama así cuando además de contener uno de los surfactantes (las ó abs)
contienen enzimas con lo cual proporcionan mayores ventajas en el lavado de la ropa; se
encuentran muy distribuidos en el mercado a precios accesibles.
Uno de los principales problemas que causa el uso de detergentes, es que los de tipo
comercial deben contener ciertos aditivos que se pueden convertir en graves contaminantes
del agua. Entre los principales aditivos están pequeñas cantidades de perfumes,
blanqueadores, abrillantadores ópticos, estos últimos son tinturas que le dan a la ropa un
aspecto de limpieza; y los agentes espumantes; es importante recalcar que la producción de
espuma de un detergente esta determinada por el tipo de surfactante que éste contenga, así
de este modo, los surfactantes aniónicos producen abundante espuma, los surfactantes
catiónicos producen una cantidad muy limitada de espuma y los surfactantes no iónicos casi
no producen espuma, además de que la formación de espuma es ayudada por ciertos aditivos
espumantes que se agregan a la fórmula, ya que la gente tiende a relacionar la capacidad de
producción de espuma con la capacidad limpiadora, aunque la producción de espuma no tiene
nada que ver con la eficacia del detergente. Además de los antes mencionados, el principal
aditivo de los detergentes es un compuesto llamado tripolifosfato de sodio, al que se le
denomina en forma genérica como fosfato. Actualmente se encuentran en el mercado los
llamados detergentes antibacteriales, los cuales contienen agentes bactericidas, esto en parte
es bueno pero si se usa este detergente en exceso, entonces el agente bactericida llega a los
cuerpos de agua y mata una buena proporción de los microorganismos presentes en éste,
disminuyendo la capacidad de los microorganismos para degradar al detergente.
Hasta 1970 un detergente típico de lavandería de gran potencia contenía 50% de tripolifosfato
de sodio (fosfato) y sólo un 18% de las (Dickson, 1980), que como se mencionó anteriormente
es el las el que tiene la acción detergente, desde entonces algunos fabricantes han reducido el
porcentaje de fosfatos. El aditivo de fosfato (tripolifosfato de sodio) se le conoce como
formador, estos formadores tienen tres funciones básicas: primero, actuando como bases,
hacen que el agua de lavado sea básica esto es, un pH alto necesario para la acción del
detergente; en segundo lugar, los fosfatos reaccionan con los iones del agua dura, como los
iones calcio y magnesio, en tal forma que éstos no llegan a interactuar con el detergente, no
limitando así su acción limpiadora, y en tercer lugar, ayudan a mantener las grasas y el polvo
en suspensión para que se puedan eliminar durante el lavado.
El inconveniente empieza cuando ya se ha desechado el detergente fosfatado, los fosfatos
son arrastrados por el drenaje y la mayoría de las plantas de tratamiento de aguas negras no
están diseñadas para eliminar fosfatos y por lo tanto, éstos pasan al medio ambiente acuático
a través del efluente de las agua negras. Se calcula que alrededor del 50% de los fosfatos de
las aguas negras provienen de los detergentes, el porcentaje restante se deriva de
compuestos fosforosos de desechos humanos y animales y fertilizantes de fosfato. El
problema de los fosfatos, es que actúa como elemento nutritivo para algas y plantas acuáticas,
lo que a su vez provoca la degradación de las aguas naturales.
Entre otros aditivos importantes se encuentran los enzimas, los cuales por lo general son
sustancias de naturaleza proteínica, que se encargan de catalizar las reacciones en los seres
vivos. La tecnología de enzimas en los detergentes se desarrolló a partir de la década de los
años 60, como una herramienta más de éstos para atacar ciertos sustratos (generalmente
protéicos) específicos. Las más comunes son las llamadas proteasas, las cuales degradan
restos de proteínas; y las lipasas que pueden atacar restos de sustratos lípidos que son los
que comúnmente se adhieren a la ropa y a ellas se les adhieren el resto de la suciedad como
polvo, restos de otros compuestos orgánicos etcétera. Los detergentes que contienen enzimas
se les llama detergentes biológicos.
Principales problemas ocasionados por desecho desmedido de los detergentes.
Dentro de los principales problemas podemos mencionar los siguientes:
 Espuma:
En las plantas de tratamiento de agua provoca problemas de operación, afecta la
sedimentación primaria ya que engloba partículas haciendo que la sedimentación sea más
lenta, dificulta la dilución de oxígeno atmosférico en agua y recubre las superficies de trabajo
con sedimentos que contienen altas concentraciones de surfactantes, grasas, proteínas y
lodos.

 Toxicidad en la agricultura:
Al utilizar aguas negras que contengan detergentes para irrigación, se pueden contaminar los
suelos y por consiguiente, los cultivos. Así por ejemplo se ha observado que el abs inhibe en
un 70% el crecimiento de las plantas como el girasol en concentración de tan sólo 10 ppm. y
en un 100% a 40 ppm.

 Toxicidad en la vida acuática:


No es posible dar un valor límite de toxicidad debido a que la sensibilidad de cada organismo
varía con relación a la especie, tamaño, tipo de detergente y otros factores físicos del medio
ambiente.
 Eutrificación:

La palabra proviene del griego "bien alimentado"; constituye un proceso natural de


envejecimiento, en el que el lago sobrealimentado acumula grandes cantidades de material
vegetal en descomposición en su fondo. Esto tiende a llenar el lago y hacerlo menos profundo,
más tibio y con gran acumulación de nutrientes. Las plantas se apoderan del lecho del lago
conforme se va llenando y se convierte poco a poco en un pantano para transformarse por
último en un prado o un bosque. Es un proceso natural de envejecimiento de un lago que se
puede desarrollar en un periodo de cientos de años. Al ingresar grandes cantidades de
detergentes, de los que aproximadamente como vimos anteriormente el 50% en peso son
fosfatos, los cuales son excelentes nutrientes para las plantas, y éstos sumados con los
nutrientes ya existentes en un cuerpo de agua, se acelera el proceso de eutrificación antes
mencionado, a tan sólo cuestión de unas décadas. Si hay un excesivo crecimiento de las
plantas acuáticas, éstas tienden a cubrir la superficie del cuerpo de agua, impidiendo el libre
intercambio de oxígeno y bióxido de carbono; al morir estas plantas, se descomponen en el
lago consumiendo el oxígeno presente en éste, al cabo de un tiempo ya no hay oxígeno
disponible y la descomposición tiene que hacerse de forma anaerobia, esto es, en ausencia de
oxígeno, dando por consecuencia productos secundarios como metano, amoniaco, sulfuro de
hidrógeno y otros compuestos que le confieren al cuerpo de agua un olor desagradable. Otro
factor que se debe tomar en cuenta, es que los peces presentes en el cuerpo de agua también
necesitan oxígeno disuelto en el agua para poder respirar y si éste se consumió con la
degradación de las plantas muertas, entonces también los peces morirán. Todos estos
procesos implican como consecuencia una degeneración de la calidad de las condiciones,
tanto del agua como de la vida animal y vegetal del cuerpo de agua.
 Desperdicio de fósforo:

Otra desventaja de usar grandes cantidades de fosfatos en los detergentes, es que el fósforo
es uno de los elementos vitales necesarios para el crecimiento de cultivos alimenticios y que
se utilizan profusamente en fertilizantes que contienen fósforo en forma de fosfato. Sin
embargo, las fuentes de fosfatos son limitadas y a futuro se podrían reducir al grado en que se
pudiera afectar la producción de alimentos. En vista de esto, el uso de fosfatos en los
detergentes, en forma desmedida, constituye un desperdicio de uno de los recursos más
importantes en la naturaleza y una fuente de contaminación importante.

 Efectos de enzimas activas:


Como se mencionó anteriormente, algunos detergentes contienen enzimas, las cuales atacan
sustratos orgánicos específicos. El problema se presenta al usar exceso de estos detergentes,
con lo cual se desechan enzimas activas al drenaje, las cuales al llegar a los cuerpos de agua
provocarán daños en los seres vivos presentes en éstos, por acción directa sobre ellos o
sobre los nutrientes que componen su dieta alimenticia.

 Otros efectos:
Entre otros efectos secundarios producidos por los detergentes es que afectan procesos de
tratamiento de las aguas residuales, por ejemplo: cambios en la demanda bioquímica de
oxígeno y en los sólidos suspendidos, efectos corrosivos en algunas partes mecánicas de las
plantas, interferencias en el proceso de cloración y en la determinación de oxígeno disuelto y
algunos aditivos en los detergentes pueden intervenir en la formación de flóculos
(agrupaciones de partículas suspendidas).
Fabricación:
Saponificación:

 Preparación de un jabón:
En general un jabón es una sal sódica o potásica de ácidos grasos. Se obtiene por hidrólisis
alcalina de ceras, grasas, cebos y aceites, una cera es un éster natural de peso molecular alto
formado por alcoholes monohidroxilados de cadena lineal larga y ácidos grasos superiores de
cadena recta. A temperatura ambiente son sólidos.
La saponificación consiste en la hidrólisis alcalina de un éster.
El alcohol monohidroxilado produce en la saponificación de la cera, y el glicerol en el caso de
una grasa, se recuperan de las aguas madres por destilación en vacío.
En la preparación de jabones solubles si se emplea KOH se obtienen los llamados “jabones
blandos” y con NAOH “jabones duros”. Algunas veces emplean hidróxido de amonio.
Cuando se saponifica con hidróxidos de hierro, calcio, magnesio, plomo, cobre y otros
metales, se obtienen jabones insolubles que no tienen acción detergente.
La acción detergente o limpiadora de los jabones se debe a que disminuyen la tensión
superficial del agua (desde 71,8 dinas/cm2 a 25 ºC, para el agua pura, hasta 25 a 30
dinas/cm2). Esto se atribuye a que la parte hidrófila (-COONa) del jabón se disuelve en agua,
y la otra parte hidrófoba (R) de la molécula, va formando emulsión alrededor de las partículas
de suciedad, las cuales pueden ser arrastradas por el agua, algunos agentes tensoactivos se
emplean comúnmente tales como los detergentes y sales de amonio cuaternarias. En estos
últimos la carga del ión responsable de la misma acción en un jabón ordinario. Esto es, los
jabones comunes son limpiadores aniónicos y las sales de amonio cuaternario son limpiadoras
catiónicos y conocidos como jabones invertidos, general mente son germicidas.
A veces se emplea trietanolamina para formar jabones pero en este caso estos jabones son
solubles en agua y en solventes orgánicos.

 Reactivos:
o 40 ml. de grasa vacuna fundida
o 70 ml de solución de Na (OH) al 40%
o 70 ml de solución saturada de ClNa

 Parte experimental:
Coloque en un recipiente 100 gr de grasa vacuna y caliente hasta que funda. Adicione 35 ml
de una solución de Na (OH) al 40%. Caliente con una llama pequeña agitando continuamente
durante tres minutos para acelerara la saponificación, añada los 35 ml restantes de la solución
de Na (OH) al 40% y continúe calentando por un espacio de 20 minutos. Agregue 70 ml de
solución saturada de ClNa mientras se lo calienta por un espacio de 3 a 5 minutos.
Por ultimo lo pasamos a un vidrio reloj con un papel filtro y lo presionamos con otro papel
colocado encima para poder secarlo.

 Reacción de saponificación:
O
H2C O C R
CH2OH R COO Na
HC O C R´ + 3 NaOH aq. CHOH + R´ COO Na
CH2OH R´´ COO Na
O Glicerol Sales sódicas
de ácido graso
H2C O C R´´ (jabón)
Triacilglicerol
 Objetivo:
Separar el glicerol (1, 2,3 propanotriol) del ester que forman la grasa.
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