Andragogia
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Andragogia
Rafael Porter nos cuenta que el alumno llega a nosotros con sus necesidades, es
deber nuestro ayudarle a encontrar el camino a donde vamos y definir como
llegaremos. Significa que es una tarea colectiva, no la hace el alumno solo,
tenemos que ayudarle a encontrar como ya apuntamos, su propia estrella polar. Si
se tiene una idea de lo que queremos, entonces tenemos medio camino recorrido,
la otra mitad es llegar allí.
Lamentablemente, en el momento que un adulto se acerca a una escuela para pedir
información sobre como ingresar a determinado programa es muy común escuchar
frases como: -No puedo; -No quiero; -Tengo miedo; -Me da vergüenza y otras
respuestas parecidas.
“El “no puedo” puede ser interpretado de dos formas: (1) Me parece muy difícil y (2)
No sé como hacerlo. Es deber de nosotros animar al interesado o interesada para
demostrarle que sus temores aunque razonables tienen solución.”
Y si la respuesta es: “No quiero”; en este caso es bueno declarar el respeto por la
decisión de la persona y procurar una nueva entrevista por si cambia de opinión.
Nos interesa de todas formas, en un ser humano que puede mejorar su vida si
estudia y no debemos darnos por vencidos tan luego. Cuando ya no hay más que
hacer, solo nos queda advertir lo que sería perderse esta oportunidad.
Cuando nos dan una respuesta como “Me da vergüenza o tengo miedo”, debemos
aceptar estas excusas con naturalidad, claro que nos da vergüenza y claro que
todos sentimos miedo a lo desconocido.
La educación no promete un camino fácil, si así fuera, mucha gente que se
graduaría año con año; pero esta es una tarea para valientes. Es un reto que traerá
grandes beneficios al que estudia, a su familia y a su comunidad; por añadidura, a
todo el país. El lema del Instituto de Educación a Distancia es: Al que cree, todo le
es posible. Dicho por Jesús a Nicodemo en Marcos 9:23
Todo esto significa que quienes trabajamos con adultos nos convertimos en
consejeros y que como tales debemos tener mucha paciencia con los adultos; las
experiencias si bien son una rica fuente de recursos para relacionar el aprendizaje,
también son recuerdos de cosas que no salieron bien y por lo tanto debemos ser
muy cuidadosos al tratar con nuestros alumnos. Timothy Foster escribió un libro de
279 páginas sobre la práctica de aconsejar; sin embargo para ahorrarle la lectura a
quien talvez lo obligaron a hacerlo, dice desde el inicio que todo el texto puede
resumirse en dos palabras: “comprensión y cuidado”
Comentario: Es típico que el adulto se queje de la falta de tiempo. Esta limitación
surge del hecho de compatibilizar su posible aprendizaje con otras
responsabilidades vitales, (familia, trabajo, etc.) y, en consecuencia, le produce
impaciencia y ansiedad. Su deseo de rentabilizar al máximo su dedicación al estudio
puede conducirle a rechazar cualquier teorización de tipo abstracto, y sobrevalorar
casi exclusivamente lo práctico y concreto
4TA SEMANA
La capacidad de aprender en el adulto,
El aprendizaje en la vejez tiene una relación muy fuerte con la motivación que la
persona mayor tenga para iniciar una tarea, desarrollar un proyecto o profundizar
en un tema. La psicogerontóloga Olga Sanz, autora y colaboradora en
Infoelder.com nos explica este interesante tema, el cual está en total relación con
el envejecimiento activo.
Interesarse por aprender cosas nuevas en esta edad es el mejor modo sin duda
alguna de luchar contra los sentimientos de soledad y contra el aislamiento; es la
forma de demostrarse a uno mismo que aún queda mucho por hacer y que la
finalidad de sus actividades ya no están, por suerte, en la obligación de aprobar una
asignatura o en la necesidad de sacar unas oposiciones o de obtener un ascenso,
sino en el propio “saber por saber”, en el disfrute de “aprender porque disfruto
aprendiendo, porque me interesa esta actividad de forma personal”.