Las Fuentes Del Curriculum
Las Fuentes Del Curriculum
Las Fuentes Del Curriculum
Las fuentes del currículum permiten detectar los contenidos y la forma en que se debe
dar el proceso de enseñanza-aprendizaje, contemplando las necesidades sociales,
culturales y los propios intereses de los alumnos. Por lo tanto, alimentan todo el
proceso del desarrollo del currículum. La educación, ya sea escolarizada,
semiescolarizada o a distancia, necesita mostrar un desarrollo durante la formación del
individuo, a esta acción se le suma el diseño del currículum. El cual presenta una
propuesta de intervención en donde se articulan diversas disciplinas, las cuales tienen
como fin dar respuesta al:
DISEÑO DESARROLLO En este sentido el currículo,
busca hacer evidentes los
¿Que ¿Como
enseñar? enseñar?
contenidos que lo integran y
organizar las acciones
¿Cuando pedagógicas que lo constituyen.
enseñar y
evaluar?
Cuando hablamos de ¿Qué enseñar? nos referimos al proceso del diseño curricular en
donde integramos el sustento teórico que nos permitirá llevar a cabo la propuesta
pedagógica; en este primer momento se da respuesta a los fines y las formas que
perseguimos en la etapa del diseño curricular.
Cuando hablamos del desarrollo del currículo nos referimos al ¿Cómo? y ¿Cuándo?
enseñamos y evaluamos. Este proceso, podemos decir que es ya la operación o la
forma de llevar a cabo la propuesta curricular.
1. Fuente Sociológica.
Esta fuente nos proporciona la información necesaria para establecer el vínculo entre
las necesidades de la sociedad y las acciones que requiere emprender la escuela.
2. Fuente Psicológica.
Esta fuente busca dar respuesta al “cuándo enseñar”, en donde según Piaget de
acuerdo al grado de apropiación de contenidos y de la evolución de sus procesos de
asimilación, el individuo está en condiciones de apropiarse de contenidos más
complejos. Lo anterior, responde a una etapa específica de desarrollo. Por lo tanto, se
habla del proceso de aprendizaje del alumno.
Esta fuente nos permite profundizar en las diversas dimensiones que caracterizan el
desarrollo:
3. Fuente Epistemológica.
Epistemologia
Contenidos Interdisciplinariedad
cientificos
• Las posibles relaciones y aportes que se puedan generar con otras disciplinas.
4. Fuente pedagógica.
• La evaluación
• Estrategias de enseñanza
• Recursos, etc.
La teoría de Piaget
Aunque las implicaciones educativas del modelo piagetiano no son muy claras
y el autor nunca las pretendió, parece evidente que, según su teoría, el
desarrollo cognitivo del alumno en un momento determinado o a lo largo de
un estadio condiciona en gran medida el tipo de tareas que puede resolver y,
en definitiva, lo que es capaz de aprender. Se deduce que hay que adaptar
los conocimientos que se pretende que aprenda el alumno a su estructura
cognitiva.
La teoría de Vigotsky
Este concepto es de gran interés, ya que define una zona donde la acción del
profesor es de especial incidencia. En este sentido la teoría de Vigotsky
concede al docente un papel esencial al considerarle facilitador del desarrollo
de estructuras mentales en el alumno para que sea capaz de construir
aprendizajes más complejos.
La teoría de Ausubel
Las investigaciones sobre las concepciones alternativas han dado lugar a otra
visión del aprendizaje que ha dominado la enseñanza de las ciencias en las
dos últimas décadas y que está siguiendo un interesante proceso evolutivo.
Resnick (1983) la ha denominado visión constructivista, porque de esta forma
se quería hacer especial hincapié en el papel del que aprende. Las
características fundamentales de esta visión las resume Driver (1986) en las
siguientes:
Además, los modelos de cambio conceptual han sido criticados por no tener
en cuenta suficientemente la concepción social del aprendizaje, así como los
aspectos afectivos que parecen tener gran incidencia en la construcción de
conocimientos. Cada vez se constata más que el desarrollo cognitivo no se
produce al margen de las variables afectivas, sociales y motivacionales. Es
preciso, por lo tanto, tener en cuenta las investigaciones que se han realizado
en los últimos años sobre estas relaciones a fin de tenerlas presentes al
diseñar las estrategias de enseñanza-aprendizaje.
Para que los alumnos tengan éxito en las tareas deben atribuirles el mayor
sentido. Para ello debe explicarse su finalidad, el interés que tiene para su
vida, con qué otras se relaciona, a qué proyecto responde. Deben percibir que
es posible realizarlas aunque con esfuerzo, y deben sentir que se les
proporciona la ayuda necesaria, que se cree en sus posibilidades, que se les
ayuda a potenciar su autonomía y su autoestima, que se les valora el
esfuerzo y que se les anima a seguir aprendiendo. Los profesores tienen que
ser conscientes de todas las interacciones que se producen y deben procurar
crear un clima presidido por el afecto.
La metacognición
A finales del siglo XIX los científicos confiaban en que las grandes verdades
de la ciencia ya habían sido reveladas, y en muy poco tiempo se
completarían. Esta concepción de la ciencia, entendida como un cuerpo de
conocimientos acabado, se corresponde con un diseño curricular científico
basado exclusivamente en una secuencia de contenidos conceptuales
definitivos, de verdades incuestionables, organizados según la lógica de la
materia, y transmitidos por un docente dueño absoluto del saber, cuya
autoridad es indiscutible.
El empirismo inductivista
A partir de los años 50, se inicia una etapa en la que la enseñanza de las
ciencias se concibe como un aprendizaje de las formas de trabajar de los
científicos. Se toma como base de su enseñanza el conocimiento y práctica
de los métodos científicos. Los contenidos conceptuales, protagonistas
indiscutibles de la etapa anterior, pasan a un segundo plano y son sustituidos
en importancia por los procesos. Millar y Driver (1987) resumen los supuestos
que subyacen en esta nueva tendencia en los siguientes:
Por otra parte, han surgido abundantes críticas a la existencia en sí misma del
llamado método científico, como conjunto de reglas perfectamente definidas y
seriadas que, si se siguen de forma mecánica, conducen al conocimiento
(Popper, 1962, Piaget, 1969, Bunge, 1972, Hempel, 1976). Para Chalmers
(1982), no hay una concepción intemporal y universal de la ciencia o del
método científico.
El falsacionismo de Popper
Lakatos, al contrario que Popper, opina que ninguna teoría puede ser falsada,
aunque existan datos empíricos. Todas las teorías, en la medida que no lo
explican todo, conviven con anomalías. Ante ellas se puede o no tenerlas en
cuenta o incorporarlas al cinturón protector, quedando el núcleo a salvo.
Al contrario que Kuhn, Lakatos defiende que el núcleo puede ser modificado
según criterios científicos no arbitrarios. La falsación se produce cuando se
encuentra otra teoría mejor y no, como indicaba Popper, cuando aparecen
hechos que la falsan. El problema es determinar cuándo una teoría es mejor;
según Lakatos, ha de de ser capaz de explicar los problemas que ya
explicaba la anterior y de predecir nuevos hechos.
Por último, el autor reflexiona sobre las dificultades de los profesores para
abordar la enseñanza de la naturaleza de la ciencia en la educación
secundaria, desde una buena perspectiva histórica, económica, sociológica,
filosófica, ética, etc. Pone ejemplos en los que basa esta consideración, al
indicar que los pocos materiales curriculares que se han elaborado para
ayudar a los profesores a exponer la naturaleza de la ciencia no le parecen
demasiado adecuados
Por otra parte, en el Proyecto 2000+ (UNESCO, 1993) se destaca: «No hay
ninguna esencia única para el contenido de ciencia y tecnología que sea
adecuada para todos los países».
Todo esto no quiere decir que no se deban analizar las tendencias existentes
a nivel internacional, que reclaman actualmente que se dé un especial
protagonismo a las relaciones en el currículo entre la ciencia y la sociedad.
Tenerlas en cuenta puede permitir a los países incorporarlas según su
contexto y ahorrar tiempo aprendiendo de los errores ajenos.
Durante los años 50, en los EE.UU, preocupados por los avances científicos
de los soviéticos al poner éstos en órbita el primer satélite del espacio, se
produjo un gran interés por la enseñanza de las ciencias, ya que parecía un
aspecto fundamental para mantener una posición de superioridad científica.
Fue considerado un problema de Estado y para el desarrollo de los proyectos
de enseñanza de las ciencias se contó con grandes presupuestos federales.
Fruto de este esfuerzo fueron los proyectos sobre enseñanza de las ciencias
de esa época: «Biological Sciences Curriculum Study» (B.S.C.S.); el «Chem
Study»; el «Chemical Bond Approach»; el «Harvard Project Physics»; el
«Science: a Process Approach»; el «Elementary Science Study», etc. Todos
ellos recibieron fondos federales, a menudo de la National Defence Education
Act.
Estos nuevos cursos encontraron en algunos casos, como el referido a la
enseñanza de la biología, oposición entre sectores significativos de la
población. En Texas, por ejemplo, se plantearon debates televisivos entre los
partidarios y los opositores de la introducción en el currículo de ciencias del
estudio de la evolución y de la sexualidad humana. Este ejemplo muestra
hasta qué punto existen discrepancias sobre la función de la escuela en la
sociedad, sobre todo en cuestiones donde están implicados aspectos de
moral y religión.
Esta idea de destacar las relaciones C/T/S en el nivel secundario inferior del
currículo de ciencias coincide también con la opinión de Daniel Gil (Seminario
de Quito, 1993), que reitera la necesidad de poner en el currículo de ese nivel
un mayor énfasis en las relaciones C/T/S y en la elaboración de productos, a
fin de reforzar en los alumnos el interés por la tarea.