Poema de Safo
Poema de Safo
Poema de Safo
Pero
además de estas obras tiene otros poemas donde recoge el ambiente en que vivía y
también tiene himnos a diversas diosas (Artemis, Hera, Afrodita...). Safo arranca en
estos himnos de la poesía popular, peor la forma en una poesía nueva ya que expresa
en ella sus propios sentimientos. Con horna de la poesía popular crea una íntima y
personal. Conocemos el esquema de los epitalamios gracias a Safo. Los epitalamios
eran canciones de boda que se entonaban por dos coros, uno de chicos y otro de
chicas. El cortejo nupcial en Grecia se hacía del modo siguiente: a la cabeza estaban
los novios y detrás del novio los chicos y de la novia las chicas. Cada cual adulaba al
de su sexo. A la novia se la comparaba con una manzana roja y al novio con un tallo.
Había también diálogos e intercambio de palabras entre unos y otros de los coros.
También se compara a la novia con el jacinto pisoteado en la montaña y al novio con
Ares (dios de la guerra). Tenemos entre esta poesía popular la canción albada (de la
mañana) para despertar a los novios.
Esta poesía popular es la base en la que se inspira Safo para construir su propia
poesía. En la suya predomina siempre el amor y este tiene un fundamento religioso
pero es agridulce. El amor se considera un dios y, como tal, merece un respeto. Para
los griegos negarse al amor era una blasfemia, una barbaridad. A Safo no le
interesaba la política por eso no tiene ningún poema de este tema. El único monotema
que predomina es el amor que está unido por un lado al carácter religioso (Afrodita y
Ares), y por otro a la naturaleza. En sus poemas se funden religión y naturaleza. Safo
vive sólo por y para el amor. Cuando ya es mayor sólo le queda la contemplación de
la belleza y del Sol.