La Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial
“La primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918, puede considerarse como la señal del auténtico comienzo de la crisis
de Europa, tras los primeros síntomas advertidos con anterioridad. El complejo tema de las responsabilidades y las causas de
esta guerra ha dado fundamento a una larga y apasionada polémica historiográfica, y su el motivo inmediato que la
desencadenó en el complicado contexto internacional de los bloques de Estados, fue el enfrentamiento entre Servia y Austria
por la cuestión de los Balcanes y el atentado de Sarajevo, hay también unas causas y fuerzas profundas, como son: la situación
y el proceso económico capitalista, los acontecimientos políticos internos de los Estados europeos con la fuerza de los
nacionalismos, las rivalidades y conflictos en la política internacional que se radicalizan ante las cuestiones balcánicas, y el
sistema de alianzas internacionales de los bloques de Estados que lleva a transformar un problema localizado y concreto en
una guerra general, consecuencia de los tratados vigentes.”
“La guerra de 1914-1918 representó la desastrosa apertura de este trágico siglo. No sólo por la terrible estela de muertos
y devastación que dejó tras de sí; no sólo por las injusticias, las frustraciones, los gérmenes de nuevas guerras que, después
del fracaso de la Paz de Versalles, heredaron los europeos y los demás pueblos, […], dio origen a una cultura bélica, del odio y
de la barbarie. La guerra de 1914-1918 produjo y difundió mundialmente los horrores y las neurosis destructorias del siglo XX.
Así -y solamente así- fue la Gran Guerra”
LE GOFF, J. (2002): “Introducción a Historia Ilustrada de la Primera Guerra Mundial”. Susaeta, Madrid, p. 6
B- El Nacionalismo: la ideología nacionalista adquirió gran fuerza en los primeros años del siglo XIX, […] se fue
acrecentando en todos los pueblos por diferentes razones. En las naciones imperialistas, los avances tecnológicos y el
desarrollo del capitalismo fomentaban entre sus habitantes un orgullo nacional que justificaba la rivalidad con el resto de
las potencias, [junto] a un sentimiento de superioridad hacia los pueblos no industrializados, en la medida que podían
dominarlos e imponerles sus condiciones económicas y políticas.
DELAGADO DE CANTÚ, G. (2006): “El Mundo Moderno y Contemporáneo”. Pearson Educación, México, p. 5
C- La “Paz Armada”: Las rivalidades surgidas en Europa, producto del Imperialismo y del Nacionalismo, llevaron a la
creación de sistemas de alianzas entre las naciones europeas. De esta forma surgió la Triple Alianza, formada por
Alemania, Austria-Hungría, e Italia; y la Triple Entente, conformada por Francia, Rusia y Gran Bretaña. Una vez finalizada
la Guerra Franco-Prusiana en 1871, Europa ingresaba en una fase de paz relativa. Aún así, las potencias europeas
comenzaron a prepararse para una futura guerra, desarrollando
ÁLVAREZ, G., BARAHONA, M. (2010): Ob. Cit., p. 15
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En el primer mapa nos muestra el sistema de alianzas antes de la Primera Guerra Mundial, el segundo nos muestra las
guerras balcánicas y los cambios territoriales en esa zona.
Teniendo en cuenta el primer mapa menciona ¿cuáles son los bandos enfrentados en el conflicto? Tomando en cuenta su
posición territorial (geopolítica) describe las ventajas y desventajas de cada uno.
“Tres características contribuyen a singularizar la Primera Guerra Mundial con relación a conflictos precedentes: su
duración, su extensión en el espacio, ciertas formas nuevas e inéditas.
Duración: “Es desacostumbrada. Habría que remontarse hasta las guerras napoleónicas para encontrar conflictos que
duren varios años. Las únicas guerras largas que Europa ha conocido desde entonces son guerras que se han desarrollado en
ultramar (...) conflictos coloniales entablados a miles de kilómetros de las metrópolis, ó conflictos internos (...) La estrategia de
los beligerantes se basa en el postulado de una guerra corta en que la decisión será tomada desde los primeros encuentros: es
la guerra de movimiento (...)
Extensión geográfica: “La duración tendrá como primera consecuencia la extensión en el espacio (...) Desde el principio,
la guerra toma proporciones insólitas: consecuencia directa del sistema de paz armada. El juego de compromisos que supone
el sistema de alianzas arrastra durante las primeras semanas, a numerosos países al conflicto (...) Pero las dimensiones del
conflicto no se limitan al continente europeo: se extendió a los demás países por un proceso doble. Por un lado, en razón de
los lazos que someten los territorios coloniales a las potencias europeas (...) las colonias siguen a las metrópolis, participan al
esfuerzo de la guerra, proporcionan combatientes y sirven incluso d teatro de operaciones (...). Por otro lado, la determinación
de algunos Estados (...) es el razonamiento de Japón que cree más ventajoso entrar en guerra que permanecer neutral (...)
Adaptaciones de los Estados: a) políticas: “Es un primer momento la guerra trajo en todas partes una estabilización de
la situación interna. Sin dudarlo, los Parlamentos aprobaron los medios financieros necesarios para la contienda,
retirándose luego a segundo plano y dejando libre el campo al poder ejecutivo (...) en cierto sentido, era natural que los
políticos cediesen en un principio el primer puesto a los militares, ya que la futura evolución política dependía en primer lugar
del resultado de las operaciones militares (....) b) económicas: “esos millones de hombres (soldados en combate) deben ser
abastecidos, hay que asegurar su aprovisionamiento en municiones (...) Por tanto, hubo que forjar de la nada una industria de
guerra, crear fábricas de armamentos, reclutar mano de obra de reemplazo, en gran parte femenina, que sustituyó a los
hombres enviados al frente (...) Fue necesario establecer la dirección de la economía: el Estado debe reglamentar, controlar,
organizar, racionar las riquezas que se agotan y que no están proporcionadas con la necesidades de la industria de guerra
(...)”
REMOND, René (1984): “Introducción a la historia de nuestro tiempo”, T.III,
Editorial Siglo XX, Bs Aires, 1984, p.10-12
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Las Trincheras: relatos de testigos
“En medio del estancamiento, el año 1917 significo el año de inflexión. Las nuevas armas volvían la guerra cada vez más
destructiva sin que pudiera verse el desenlace. Los soldados estaban desmoralizados, en las ciudades había huelgas y protestas.
Por otra parte, el emperador austrohúngaro había muerto a fines de 1916, mientras que el Zar Nicolás II abdicó en marzo de
1917 y Rusia se debatía en medio de la agitación revolucionaria. Ambos bandos necesitaban una acción que definiera la
contienda.
En esta situación, fue decisiva la incorporación de Estados Unidos al bando aliado. Norteamérica había sido fundamental
en el suministro de alimentos y municiones, y muchos intereses económicos estaban en juego si se perdía la guerra. También
influyó la voluntad del presidente Wilson de apoyar de una manera más afectiva. Así fue que en abril de 1917 un millón de
soldados estadounidenses pasaron a engrosar las filas aliadas.
De todas formas, hubo todavía victorias para el bloque alemán. En junio los aviones bombardearon Londres, en octubre
infligieron una catastrófica derrota a los aliados en Caporetto. En 1918, el gobierno revolucionario ruso abandonó la guerra,
firmando con Alemania la paz de Brest-Litovsk. En contraposición, dos victorias aliadas en julio y agosto (la segunda batalla del
Marne y la de Amienso) detuvieron el avance alemán y abrieron camino a las conversaciones de paz.
ARTAGAVEYTIA, L. Y BARBERO, C. (2016). “Historia 3: Mundo, América Latina y Uruguay 1850-2000”.
Santillana, Montevideo, p. 99.
“La guerra produjo, aproximadamente, ocho millones de muertos y seis millones de inválidos.
En el plano político, tres imperios autoritarios se derrumbaron: el Imperio del azar, transformado en Rusia comunista; el
Imperio otomano, reducido a Turquía, y el Imperio Austrohúngaro que fue desmantelado tras la guerra.
Las fronteras de Europa se reconfiguraron totalmente, como se puede apreciar en el mapa.
Las diferencias sociales se acentuaron con el enriquecimiento de los fabricantes de armas y el empobrecimiento de los
pequeños inversionistas, los retirados y los asalariados afectados por la inflación. Las mujeres adquirieron un nuevo sitio en la
sociedad, y se volvieron indispensables durante toda la guerra, en el campo, las fábricas, las oficinas, las escuelas.
Por otra parte, la economía europea se vio seriamente afectada con la guerra, perdiendo su hegemonía en el ámbito
económico, el cual sería ocupado por Estados Unidos y Japón. Estados Unidos se convirtió en el principal acreedor de los países
europeos.”
AA.VV (2010): “Historia, Geografía y Ciencias Sociales”. Zig-zag S.A Santiago de Chile, p. 73
Ejercicio N° 4:
Análisis de la situación de la mujer durante la “Gran Guerra”