Apunte 1
Apunte 1
Apunte 1
¿Qué es el sonido?
En primer lugar, el sonido es un fenómeno vibratorio. O sea que, si percibimos sonido es porque
hay aire vibrando a nuestro alrededor. Es decir que el sonido es la vibración del aire percibida por
nuestros oídos.
Porque hay un objeto (cuerpo sonoro) que lo está haciendo vibrar. A este cuerpo sonoro se lo
llama “fuente sonora”, y puede ser cualquier cuerpo físico con la facultad de vibrar. Las fuentes
sonoras hacen vibrar al aire que las rodea, y de este modo es como su vibración se propaga y llega
hasta nuestros oídos. Ese aire en estado vibratorio recibe el nombre de “onda sonora”. Entonces,
cuando hablamos de ondas sonoras nos estamos refiriendo al aire cuando se encuentra
reproduciendo la vibración de alguna fuente sonora.
Las ondas sonoras pueden propagarse a través de diferentes medios. Nosotros por lo general las
percibimos por un medio gaseoso, que es el aire. Pero también se pueden propagar por medios
líquidos, como por ejemplo: el agua, o medios sólidos, como por ejemplo: los metales. El medio
que transporta las ondas sonoras recibe el nombre de: “medio de propagación”, pues a través del
mismo se “propagan” las vibraciones producidas por las fuentes sonoras.
Las ondas sonoras las percibimos a través de nuestros oídos, al entrar las mismas en contacto con
el tímpano, que es una membrana sensible alojada al interior de nuestros oídos, lo hace vibrar, y a
esas vibraciones nuestro cerebro las interpreta o decodifica como sonido.
En primer lugar, todas las señales sonoras, o sea, todas las vibraciones percibidas por nuestros
oídos, son, en principio, SONIDOS. Ahora, cuando esas señales sonoras nos resultan molestas,
irritantes, indeseables, o interfieren en la comunicación, son consideradas RUIDOS. Pero, ¿De qué
depende el hecho de que una señal sonora sea considerada sonido o ruido? Por un lado depende
de la percepción personal: Una señal sonora que una persona puede resultarle molesta o irritante,
para otra persona no, por ejemplo: La gente joven escucha rock, y esa música le parece agradable.
Esa misma música, en muchas ocasiones, es considerada “ruido de latas” por la gente de otra
generación. Por otra parte, la calificación de ruido o sonido también depende del contexto: Una
señal sonora en una ocasión determinada me puede resultar agradable y en otra no. Por ejemplo:
El cantar de los pájaros puede resultar agradable a nuestra percepción, pero si una persona está
intentando dormir y el cantar de los pájaros le impide conciliar el sueño, esas señales sonoras
probablemente serán percibidas por esta persona como ruidos.
El modo de acción: nos referimos al modo de “ejecutar” una fuente sonora, es decir: la manera de
“hacerla sonar” a una fuente sonora. Por ejemplo: si la fuente sonora que estoy ejecutando es una
mesa, no emitirá el mismo sonido si la percuto que si la froto.
El mediador: nos referimos al instrumento u objeto con el que accionamos sobre una fuente
sonora. Por ejemplo: si la fuente sonora que estoy ejecutando es un bombo, el sonido que
obtenga del instrumento percutiéndolo con las manos no será el mismo que si utilizase un par de
baquetas.
Podemos decir entonces que el sonido que emita una fuente sonora depende tanto de su
particularidad tímbrica, como así también del modo que accionemos sobre ella y el mediador que
utilicemos para hacerla sonar.
SILENCIO
El silencio, tanto como el sonido, conlleva una importante función expresiva. Si por unos segundos
cerramos los ojos e intentamos imaginar el silencio en diferentes situaciones no daremos cuenta
de que la ausencia de sonido expresa. Realiza este ejercicio e intenta imaginar los siguientes
silencios:
En una capilla
En el campo
En un calabozo
Entre dos personas que se tienen afecto
Entre dos personas que se menosprecian
En soledad
Si has hecho el intento de imaginar estas situaciones habrás entendido que el silencio puede
producir una infinidad de connotaciones de todo tipo, y es por eso que en la música el silencio
tiene tanta importancia expresiva como los sonidos.