Trabajo de Suelos
Trabajo de Suelos
Trabajo de Suelos
Rocas igneas
Se originan a partir de un magma (rocas fundidas a muy alta temperatura). El
término ígneo deriva del latín igneus, es decir, ardiente. Las rocas ígneas se
solidifican cuando se enfría el magma, sea bajo tierra o en la superficie. Las más
antiguas tienen al menos 3.960 millones de años, mientras que las más jóvenes
apenas se están formando en estos momentos. El granito es la roca ígnea más
corriente, aunque existen más de 600 tipos. Hay dos tipos de rocas ígneas que se
distinguen porque en un caso el magma alcanza la superficie terrestre antes de
enfriarse y endurecerse, y en el otro no. El magma que cristaliza bajo tierra forma
rocas ígneas intrusivas. El que alcanza la superficie antes de solidificarse forma
las rocas ígneas extrusivas.
- Rocas ígneas intrusivas : Las rocas ígneas que se forman en
profundidad se enfrían más lentamente que las formadas en superficie, por lo que
tienden a ser de grano más grueso y no contienen inclusiones gaseosas o de
vidrio. Los grandes cristales normalmente se empaquetan de forma compacta,
confiriendo un aspecto granuloso a la roca. Hay dos tipos de rocas ígneas
intrusivas. Las hipoabisales se forman justo debajo de la superficie, normalmente
en diques y sills. Las rocas plutónicas se forman a mayor profundidad y se
emplazan en forma de plutones y batolitos. Las rocas ígneas intrusivas quedan
expuestas a la superficie si las rocas que las cubren desaparecen por efecto de la
erosión.
- Rocas ígneas extrusivas : Si el magma alcanza la superficie terrestre
antes de enfriarse, forma rocas ígneas extrusivas de grano fino, también llamadas
rocas volcánicas, ya que el magma surge por los volcanes. Las rocas ígneas
extrusivas tienen formas fluidas y cristales de poco tamaño que crecen
rápidamente, y suelen contener inclusiones de vidrio y de gas.
- Composición : Las rocas ígneas están compuestas esencialmente por
silicatos, generalmente ortosa, plagioclasa, cuarzo, mica biotita, olivino, anfíboles y
piroxenos. Cada tipo de roca ígnea contiene distintas proporciones de estos
minerales.
- Clasificación : Las rocas ígneas se clasifican según la cantidad de sílice
que contienen. También se pueden agrupar por el tamaño de los cristales. El tipo
de magma, la forma en que viaja hasta la superficie y la velocidad de enfriamiento
determinan la composición y características como el tamaño del grano, la forma de
los cristales y el color. El tamaño del grano indica si una roca ígnea es intrusiva
(de grano grueso) o extrusiva (de grano fino). Las primeras, como el gabro, tienen
cristales de más de 5 mm de diámetro; las rocas de grano medio, como la dolerita,
tienen cristales de entre 0,5 y 5 mm de tamaño; por último, las de grano fino, como
el basalto, tienen cristales de menos de 0,5 mm. La forma de los cristales es otro
indicador del origen de la roca. Un enfriamiento lento permite que los minerales
tengan tiempo de desarrollar cristales bien formados (idiomórficos). Un
enfriamiento rápido sólo permite la aparición de cristales mal formados
(alotriomórficos). El color puede ayudar a establecer la composición química de
una roca. Las ácidas de color claro contienen más del 65 por ciento de sílice. Las
básicas son oscuras, tienen un bajo contenido en sílice y una mayor proporción de
minerales ferromagnesianos oscuros y densos como la augita. Las intermedias se
sitúan entre las dos anteriores en cuanto a composición y, por lo tanto, también en
color.
Rocas sedimentarias
Se forman en la superficie terrestre o cerca de ella. Normalmente, la roca se
fragmenta y se disuelve por acción de la meteorización y la erosión, las partículas
se sedimentan y los minerales disueltos cristalizan a partir del agua y forman
sedimentos. Los componentes de la roca fragmentada son transportados por el
agua y el hielo y, enterrados a poca profundidad, se convierten en nuevas rocas.
Las rocas sedimentarias se disponen en capas, las más recientes situadas sobre
las más antiguas, lo que permite a los geólogos conocer la edad relativa de cada
capa. Las rocas sedimentarias suelen contener fósiles, que pueden ser de utilidad
tanto para datar las rocas como para determinar su origen. Existen tres grupos
principales: orgánicas, detríticas y químicas.
- Rocas sedimentarias orgánicas : Las rocas sedimentarias orgánicas se
forman a partir de restos vegetales o animales. Por lo general contienen fósiles, y
algunas están compuestas casi íntegramente de restos de seres vivos. Por
ejemplo, el carbón se forma a partir de capas de material vegetal comprimido. La
mayor parte de la piedra caliza procede de restos de criaturas marinas.
- Rocas sedimentarias detríticas : Las rocas sedimentarias detríticas están
constituidas por partículas de rocas más antiguas que pueden estar situadas a
cientos de kilómetros. Las rocas de origen se fragmentan debido a la lluvia, la
nieve o el hielo, y las partículas resultantes son arrastradas y depositadas como
sedimentos en desiertos, en playas o en los lechos de océanos, lagos y ríos. Las
rocas detríticas se clasifican de acuerdo con el tamaño de las partículas que
contienen. La arenisca es un ejemplo de roca sedimentaria detrítica.
- Rocas sedimentarias químicas : Las rocas sedimentarias químicas se
forman a partir de minerales disueltos en el agua. Cuando el agua se evapora o se
enfría, los minerales disueltos pueden precipitar y formar depósitos que pueden
acumularse con otros sedimentos o formar rocas por su cuenta. Las sales son un
ejemplo habitual de rocas sedimentarias químicas.
- Formación de rocas sedimentarias : El proceso que convierte los
sedimentos no consolidados en roca se denomina litificación. A diferencia de las
rocas metamórficas, las sedimentarias se forman cerca de la superficie terrestre,
bajo presiones y temperaturas relativamente bajas. Los sedimentos más antiguos
quedan enterrados bajo las nuevas capas y se van endureciendo gradualmente
por la compactación y la cementación. La compresión que sufren esos sedimentos
para formar rocas se denomina compactación. A medida que se van amontonando
las capas de sedimentos, las más inferiores van quedando aplastadas por el peso
de las superiores. El grado de compresión que pueden soportar depende del tipo
de sedimento. El sedimento de grano fino se puede reducir a una décima parte de
su grosor original en un proceso del que se obtiene la argilita (roca constituida por
arcillas), mientras que la arena se puede comprimir muy poco. Los sedimentos
suelen contener una gran cantidad de agua entre las partículas que se expulsan
durante la compactación. Los componentes minerales disueltos pueden cristalizar
a partir de esa agua y cementar los sedimentos. Los cementos minerales más
comunes son la calcita y el cuarzo.
- Clasificación de las rocas sedimentarias : La apariencia de una roca
sedimentaria queda determinada por las partículas que contiene. Características
como el tamaño y la forma del grano o la presencia de fósiles pueden ayudar a
clasificar este tipo de rocas. El tamaño de los granos de las rocas sedimentarias
varía mucho, desde grandes cantos hasta las minúsculas partículas de arcilla. Los
conglomerados y las brechas, compuestos de guijarros y cantos rodados, son las
rocas sedimentarias de grano más grueso; la arenisca está formada por partículas
del tamaño de granos de arena y el esquisto es la roca sedimentaria de grano más
fino. La forma de los granos que integran las rocas sedimentarias depende de
cómo éstos se han transportado. La erosión del viento crea partículas de arena
esféricas y guijarros angulosos. La del agua origina partículas de arena angulosas
y guijarros esféricos. Los fósiles son restos animales o vegetales conservados en
capas de sedimentos. El tipo de fósil que contiene una roca indica su origen. Por
ejemplo, un fósil marino sugiere que la roca se formó a partir de sedimentos
depositados en el lecho oceánico. Los fósiles suelen aparecer principalmente en
rocas sedimentarias, nunca en las ígneas y raramente en las metamórficas.
Rocas metamórficas
En la profundidad de la corteza terrestre, las temperaturas y las presiones son
altísimas. Dentro de nuestro planeta, el grupo de minerales que compone una roca
se puede transformar en otro que sea estable a presiones y temperaturas
superiores. Las rocas situadas cerca de un cuerpo de magma caliente se pueden
transformar por la acción del calor. Las rocas que han sido enterradas a gran
profundidad por la acción de placas tectónicas convergentes pueden
transformarse por el aumento de la presión y de la temperatura. Ese cambio se
denomina metamorfismo, un proceso que puede modificar cualquier tipo de roca,
sea sedimentaria, ígnea o incluso metamórfica. Por ejemplo, la piedra caliza, que
es sedimentaria, puede convertirse en mármol, y el basalto, que es ígneo, en una
roca verde, anfibolita o eclogita.
- Temperatura y presión : Cuanto mayor sea la profundidad a la que esté
enterrada una roca, más calor y mayor temperatura soportará. Con cada kilómetro
de profundidad la temperatura aumenta unos 25°C y la presión, unas 250
atmósferas. El aumento de la temperatura y de la presión puede transformar las
rocas en dos aspectos: pueden cambiar el conjunto de los minerales presentes en
la roca preexistente (la paragénesis) y formar un conjunto nuevo, y también
pueden cambiar el tamaño, la forma y la disposición de los cristales en la roca.
Ambos procesos pueden causar la destrucción de los cristales preexistentes y
generar cristales nuevos por recristalización. El metamorfismo tiene lugar con
temperaturas de 250 a 800°C; con temperaturas superiores a 650°C, las rocas se
pueden fundir para formar magma y una roca "mixta" denominada migmatita.
- Metamorfismo regional : A medida que se forman las montañas, grandes
cantidades de roca se deforman y se transforman debido a un proceso llamado
metamorfismo regional. Las rocas enterradas a poca profundidad descienden a
mayores profundidades, donde a temperaturas y presiones superiores se pueden
formar nuevos minerales. Una zona que ha sufrido el proceso de metamorfismo
regional puede ocupar miles de kilómetros cuadrados. Este tipo de metamorfismo
se clasifica en grado bajo, medio y alto en función de las temperaturas
alcanzadas. La pizarra, el esquisto y el gneis son ejemplos de rocas afectadas por
el metamorfismo regional.
- Metamorfismo de contacto : El metamorfismo de contacto se da cuando
las rocas son calentadas por un cuerpo de magma. Los fluidos liberados por ese
proceso pueden atravesar las rocas y seguir transformándolas. La zona afectada
situada en torno a una intrusión ígnea o un flujo de lava se denomina aureola. Su
tamaño depende del de la intrusión y de la temperatura del magma. Los minerales
de la roca original pueden transformarse de modo que la roca metamórfica
resultante sea más cristalina, y en el proceso pueden desaparecer componentes,
como los fósiles. Las corneanas son el resultado habitual del metamorfismo de
contacto.
- Metamorfismo dinámico : El metamorfismo dinámico es una forma
secundaria de metamorfismo que se da cuando las rocas son comprimidas a
causa de los grandes movimientos de la corteza terrestre, en especial a lo largo de
sistemas de fallas. Grandes masas de roca se superponen a otras rocas y, en los
puntos donde entran en contacto, se forman unas rocas metamórficas
denominadas milonitas.
- La clasificación de las rocas metamórficas : Las rocas metamórficas
presentan una serie de características comunes. El análisis de la estructura, el
tamaño del grano y el contenido mineral puede ayudar a clasificar estas rocas. El
término textura hace referencia a cómo se orientan los minerales en el seno de
una roca metamórfica. La orientación de los cristales indica si la roca se ha
formado como consecuencia de un aumento de presión y de temperatura, o bien,
sólo por un incremento de esta última. En las rocas metamórficas de contacto, los
minerales suelen estar ordenados al azar. En las de metamorfismo regional, la
presión a la que se ha visto sometida la roca suele provocar que determinados
minerales se alineen. El tamaño de los cristales refleja el grado de calor y presión
al que se ha expuesto la roca. En general, cuanto más altas hayan sido la presión
y la temperatura, mayores serán los cristales. Por ejemplo, la pizarra, que se
forma bajo poca presión, es de grano fino; el esquisto, que se forma a
temperaturas y presiones moderadas, es de grano medio; y el gneis, formado a
altas temperaturas y presiones, es de grano grueso. La presencia de
determinados minerales en las rocas metamórficas puede ayudar en el proceso de
identificación. El granate y la cianita se dan en el gneis y el esquisto, mientras que
en la pizarra suelen encontrarse cristales de pirita.
La diferencia entre erosión y meteorización. Entendemos por meteorización la
rotura o la disgregación de una roca sobre la superficie de la Tierra, en la que se
formas un manto de roca alterada, regolito, que permanece in situ. El concepto de
erosión incluyen la denudación o degradación, es decir, la meteorización y el
transporte del material.
Corresponden al conjunto de desigualdades que constituyen el relieve de nuestro
planeta. Estas desigualdades no son uniformes, hay eminencias y depresiones.
Las más grandes depresiones o concavidades de la Tierra están cubiertas por
agua, formando océanos y mares; el nivel del mar se toma como punto de
referencia.
Existe el relieve continental y el relieve submarino.
Relieve Continental
Las principales formas del relieve continental son:
1) Montañas: Son las formas más elevadas del relieve, es decir, son las más
grandes elevaciones del terreno. Lo común es que estén dispuestas en cadenas
de gran longitud, llamadas Cordilleras. En algunos casos de una cordillera
principal se desprenden cordones que se extienden en diversas direcciones.
Cuando las montañas de una región forman un conjunto poco definido en cuanto a
su dirección y disposición, constituyen un macizo. Los lugares elevados donde
parecen converger varias cadenas se llaman nudos.
Es muy raro que las cadenas montañosas ocupen el centro de los continentes. La
mayoría se distribuye en la periferia, casi siempre al borde del océano, y aunque
forman una alineación continuada nunca conservan una dirección recta.
2) Cordillera: Son agrupaciones o conjuntos de montañas que se hallan en
cadenas. En América del Sur, bordeando el Océano Pacífico, se encuentra la gran
cordillera de los Andes.
3) Cerros o Colinas: Son pequeñas y suaves elevaciones de la Tierra, que
pueden presentarse aisladas o agrupadas.
4) Mesetas: Son llamadas también altiplanos, por ser relieves casi planos o
planos y por hallarse a cierta altura con respecto al nivel del mar (200-5000). En
nuestro continente, existe un enorme altiplano que se halla compartido entre Chile,
Perú y Bolivia.
Las mesetas en algunos casos tienen una población densa, cuando sus
condiciones climáticas son favorables.
5) Llanuras: Corresponden a relieves que se hallan a poca altura sobre el nivel
del mar, menos de 200 metros, pero siguen recibiendo el mismo nombre aun
cuando se eleven suavemente hasta 300 metros o poco más, para ponerse en
contacto con una zona montañosa y que además son sectores planos, tienen un
escaso desnivel y su pendiente es suave. Son muy usadas para los distintos
cultivos. En la región de la pampa argentina existen extensas llanuras dedicadas a
los cultivos.
Son superficies totalmente horizontales o levemente onduladas.
6) Valles: Son sectores planos rodeados de cerros o montañas por los cuales
atraviesa un río (nosotros vivimos en el Valle Central, el cual está rodeado por la
Cordillera de Los Andes y por la Cordillera de La Costa siendo atravesado por el
río Mapocho).
7) Depresiones: Corresponden a los distintos sectores hundidos de la superficie
terrestre, es decir, son regiones de hundimiento (se hallan bajo el nivel del mar o
bien bajo en nivel de las regiones circundantes). Por ejemplo, la depresión
intermedia en Chile, entre las cordilleras, la de los Andes y la de la Costa.
Los distintos tipos de relieve terrestre se muestran en el siguiente esquema:
Relieve Submarino
El fondo oceánico presenta iguales accidentes geográficos que el suelo de los
continentes. Innumerables exploraciones científicas han revelado la existencia de
un relieve submarino con rasgos característicos. En el relieve submarino,
protegido por las aguas, no actúan los agentes erosivos (de desgaste), por lo cual
predominan las formas redondeadas, niveladas, de suaves pendientes.
Si bien en el suelo submarino prevalecen las extensiones llanas, las últimas
exploraciones oceánicas han revelado la existencia de relieves montañosos, de
carácter volcánico, muy escarpados.
En los océanos se pueden considerar las siguientes regiones naturales:
a) Plataforma Continental: de 0 a - 200 metros
b) Región Batial: de – 200 a – 1.000 metros
c) Fosas Abisales o fosas Marinas: de – 5.000 a – 11.000 metros
a) Plataforma Continental: Se considera desde la superficie del agua (nivel del mar
en la línea costera) hasta alcanzar los 200 metros de profundidad. Los continentes
no terminan de golpe en las orillas del mar, sino que continúan debajo del agua,
formando un zócalo en suave o rápido declive. La plataforma submarina guarda
estrecho parecido con el relieve continental cercano.
b) Región batial: Se extiende desde donde termina la plataforma continental o
submarina (borde continental) hasta los – 1.000 metros. A partir del borde, el suelo
marino tiene un declive abrupto muy acentuado; esta pendiente rápida se conoce
con el nombre de talud.
c) Región abisal: Se extiende desde los – 1.000 metros hasta los – 5.000. Esta
región se llama también zona pelágica; en este fondo oceánico predominan los
depósitos de origen orgánico, es decir, los formados con restos de animales o
vegetales reducidos a finísimo polvo y llamados
fangos.
d) Fosas: Después de los – 5.000 metros se encuentran cavidades muy
estrechas, pero de gran extensión, llamadas fosas. Las mayores profundidades
oceánicas se han medido en esas fosas, que se encuentran en zonas fuertemente
dislocadas o de grandes plegamientos. Abundan especialmente en el océano
Pacífico, en el borde exterior de las guirnaldas insulares que enfrentan al
continente asiático.
Los continentales no tiene plataformas submarina (es de escaso desarrollo) en
aquellos de sus litorales en que se elevan cadenas montañosas; en estos casos,
el suelo submarino es un talud brusco, que baja rápidamente hasta insondables
profundidades.
INTRODUCCION
Las teorías sobre la génesis del suelo reflejan el nivel alcanzado en el
conocimiento científico de los suelos, en un momento dado, y en el fondo
incluye el concepto mismo de suelo.
Al aumentar el conocimiento de los suelos a lo largo del tiempo, han habido
cambios en el concepto de suelo y en consecuencia, han cambiado también
las teorías sobre su génesis. Hasta hace un siglo, era común considerar al
suelo como roca desintegrada, mezclada con materia orgánica
descompuesta. Esta idea fue reemplazada, primero en Rusia y luego en
otros pases, por el concepto de que los suelos eran más que roca
meteorizada y que tenían perfiles, constituidos por horizontes relacionados
genéticamente. En consecuencia, la antigua teoría sobre la formación del
suelo, basada en la meteorización exclusivamente, resultó insuficiente y se
necesitó una nueva teoría para explicar la formación del perfil del suelo y su
diferenciación en horizontes.
La formación del suelo pasó a ser considerada como el producto de la
meteorización, más ciertos cambios adicionales que en Rusia se
atribuyeron fundamentalmente, a la acción del clima y la vegetación,
aunque la importancia del material madre del suelo, el relieve y el tiempo,
no fueron ignorados.
Los estudios de Dokoutchaiev y sus discípulos y colegas se centraron
fundamentalmente en grandes grupos, o tipos de suelos característicos,
cada uno con una morfología determinada. Los estudios edafológicos en
Europa Occidental y en América inspirados en los conceptos rusos,
siguieron naturalmente la misma orientación. La consecuencia lógica fue
que suelos muy diferentes en su morfología y en sus propiedades físicas,
fisicoquímicas, químicas y biológicas deban originarse por procesos
esencialmente diferentes, tanto en su naturaleza como en su intensidad. A
estos procesos se les designó con nombres derivados de los nombres de
los suelos que originaban; a veces el nombre del proceso no se derivó del
nombre del suelo, sino de alguna característica prominente de él.
La evolución posterior de la ciencia del suelo, particularmente en las
últimas décadas demostró que aquellas concepciones eran erróneas a
veces, pero sobre todo muy simplistas. La sistematización de los procesos
de la edafogénesis en compartimientos estancos resultó incongruente y
francamente contradictoria con la distribución y asociación geográfica de
los suelos.
A medida que progresaron los estudios de levantamiento y caracterización
de suelos, se comprobó que en todo el mundo eran comunes las formas
transicionales entre tipos de suelos diferentes y que entre dos tipos
cualesquiera, podían existir varios intergrados, constituyendo toda una
gama entre los extremos. Si los suelos formaban pues un “continum” donde
el pasaje gradual de unos a otros era lo normal los procesos que los
originaban no podan tener límites netos y rígidos.
Actualmente se acepta que en los procesos de formación y evolución de los
suelos intervienen una serie de procesos simples (en términos relativos)
que son comunes a
todos los suelos pero que según las condiciones, se manifiestan con mayor
o menor intensidad. De la combinación particular de procesos simples o
elementales existentes en un lugar dado, depender la naturaleza del suelo
formado. Cada tipo de suelo no es pues el producto de un proceso
específico distinto en su naturaleza a los que originan otros tipos de suelo,
sino que es el resultado de una combinación particular de procesos simples
que se caracteriza por la intensidad con que se manifiesta cada uno de
estos últimos. Cuanto mayores sean las diferencias entre dos tipos
cualesquiera de suelos, mayores serán las diferencias en intensidad de los
diversos procesos elementales que, actuando conjuntamente, les dieron
origen a uno y otro.
Este concepto, en apariencia simple, pero que es el resultado de análisis
de numerosísimos estudios realizados en diversos pases, constituye la
base del enfoque moderno de la interpretación de los procesos de
formación del suelo. Ha sido elaborado, desarrollado y expuesto por
autores de diferentes nacionalidades.
Simonson (1959), lo expuso en su “Esbozo de una Teoría Generalizada de
Génesis del Suelo”. Gaucher, G. (1968), se expresó en términos similares
al señalar que la identificación de un tipo de suelo se basa en el análisis del
“proceso tipogénico” que le da origen; este último se define por la
asociación de procesos elementales que lo constituyen. Wright y Bennema
(1965), se han manifestado en términos similares al analizar el concepto de
renovabilidad del suelo como recurso natural.
Cabe hacer aquí una acotación importante, referida al rol e importancia de
la meteorización de las rocas, y formación y acumulación del material
parental de los suelos y su ubicación en los procesos de edafogénesis.
También aquí la concepción tradicional resulta muy simplista. En efecto, ha
sido habitual el considerar a la meteorización y la formación del material
parental como procesos geológicos, diferentes y anteriores a los procesos
edafológicos de formación del suelo.
Modernamente, se ha visto que esto no es así, y que a veces es hasta
imposible, según las definiciones clásicas, la identificación del material
parental de ciertos suelos formados a partir de rocas ígneas. Tal lo que
demostró Brewer (1964), al estudiar un suelo sobre diorita; este autor
concluyó que la evaluación cuantitativa de los cambios mineralógicos
ocurridos durante la edafogénesis sólo era posible si se tomaba como
material original del suelo a la roca fresca. Naturalmente que este concepto
choca con la definición clásica del material parental del suelo al que se
consideró como “el material suelto producido por la alteración de las rocas”.
En el caso de suelos formados sobre rocas ígneas o metamórficas la duda
se plantea acerca de cual es el grado de alteración necesario para aceptar
que la roca se ha transformado en material parental. Como normalmente
hay una transición gradual entre la roca fresca y el producto de alteración,
el material parental es indefinido, salvo que se acepte la sugerencia de
Brewer y entones no cabe duda que la meteorización es parte de la
formación del suelo, más aún, si se tiene en cuenta, que aún después de
formado el suelo puede continuar la alteración de los minerales. Volviendo
a la concepción de Dokoutchaiev, que sigue siendo aceptada en la
actualidad, sobre la importancia del clima, organismos vivos, roca madre,
relieve y tiempo, en la formación del suelo, cabe sin embargo hacer una
puntualización. Estos factores son la causa última de la formación y
evolución de los suelos; actuando simultáneamente, en muy diversas y
numerosas combinaciones, según sus intensidades y características
relativas, originan perfiles definidos por sus secuencias de horizontes y
propiedades físicas, químicas y biológicas de cada uno de estos horizontes.
Pero, las causas inmediatas del desarrollo de una sucesión particular de
horizontes en el suelo, se
encuentran en realidad en los procesos físicos, químicos y biológicos que
son operativos en ese perfil particular. Estos procesos dependen
obviamente de los factores de formación, pero éstos establecen
únicamente las condiciones en que aquellos van a actuar: los procesos
son, en definitiva, los que “producen el perfil del suelo”.
Según los conceptos expuestos precedentemente, existen procesos
simples o elementales, que se asocian para dar lugar a otros más
complejos, los procesos tipogénicos. Los tipos de suelos que estos originan
tienen una expresión geográfica regional y constituyen las grandes zonas
de suelos del mundo, caracterizadas generalmente no sólo por sus suelos
sino también por un clima y una vegetación propias.
Así, la zona de suelos negros, oscurecidos por la materia orgánica con alto
porcentaje de cationes bivalentes (fundamentalmente calcio), coincide con
el área bioclimática de la estepa. Algo similar ocurre en Francia donde los
suelos Pardos Lixiviados (diferenciados) son característicos de bosques de
hoja caduca de la zona húmeda.
Pero a su vez, dentro de estas zonas bioclimáticas junto a los suelos
típicos, existen otros suelos, que difieren de aquellos en uno o más rasgos
importantes, debido a la acción preponderante de algún factor local; roca
madre de composición “extrema”, hidromorfismo muy acentuado,
concentraciones elevadas de sales o álcalis.
En consecuencia el estudio de los procesos de formación del suelo puede
analizarse a tres niveles, en el entendido de que esto no responde más que
a la necesidad de facilitar o simplificar la exposición, sin que signifique una
jerarquización de unos procesos en relación a otros:
1. Procesos generales de formación del suelo, también llamados simples o
elementales, que son los que “prescindiendo de la intensidad variable y las
modalidades particulares que pueden adoptar” alteran las rocas y minerales
y originan el perfil del suelo con su secuencia de horizontes genéticos.
2. Procesos regionales de formación del suelo, también llamado
tipogénicos (Gaucher, G., 1968), que no constituyen sino una asociación de
procesos simples, caracterizada por la intensidad y modalidad particular
que adopta cada componente elemental. Estos procesos producen los tipos
o grandes grupos de suelos, que caracterizan las regiones principales de
suelos del mundo, más o menos coincidentes con zonas bioclimáticas.
3. Procesos locales de formación del suelo, debidos a la acción
predominante de un factor edafogenético local, que originan dentro de una
región bioclimática, suelos que aún presentando numerosos caracteres en
común con los suelos característicos del área, poseen algunas diferencias
significativas con éstos. Son suelos, por ejemplo, mal drenados de las
áreas deprimidas, o los suelos halomórficos desarrollados en condiciones
que favorecen la acumulación de sales o álcalis. Todos estos suelos
ocupan por lo común superficies restringidas dentro de la región donde
aparecen.
De los tres procesos expuestos más arriba, en este texto se tratará
únicamente el que corresponde a Procesos Generales de Formación del
Suelo, los demás se tratarán en profundidad en otras publicaciones.
PROCESOS GENERALES DE FORMACION DEL SUELO
Crompton (1962) agrupa a los procesos de formación del suelo en cuatro
grupos:
1. Meteorización
2. Translocación
3. Ciclo Orgánico
4. Erosión - Aporte Superficial
Wright y Bennema (1965), consideran que estos procesos pertenecen a
tres regímenes:
1. Descomposición
2. Orgánico
3. Rejuvenecimiento
El primero, incluye los procesos de Meteorización y Translocación de
Crompton, los otros dos corresponden al Ciclo Orgánico y a los procesos
de Erosión - Aporte Superficial de Crompton. El enfoque de Wright y
Bennema y el de Crompton son, pues, casi idénticos.
Gaucher, G. (1968) distingue por una parte, los Procesos Elementales y los
Procesos Tipogénicos, y por otro distingue, dentro de la edafogénesis, dos
tiempos: la formación y la evolución del suelo.
La formación del suelo incluye:
– Desintegración y descomposición de la roca madre (meteorización).
– Acumulación de materias minerales: aluvionamiento, coluvionamiento y
aporte eólico.
– Acumulación de materia orgánica.
La evolución del suelo incluye:
– Migración de materias orgánicas y minerales tanto solubles como
coloidales, descendentes o ascendentes.
– Acumulación de los productos de la migración, ya sea en un horizonte
profundo (B o C) o en la superficie.
Tiempo atrás, Robinson (1960) hizo una sistematización de los procesos
edafogenéticos bastante similar. Separó la meteorización, de la formación
del suelo propiamente dicha, aunque señaló lúcidamente que “la iniciación
del desarrollo del perfil
no detiene la meteorización, sino que los dos procesos pueden ser
simultáneos”. Puntualizó además que “los procesos de meteorización sólo
cesan cuando el suelo cesa de contener minerales meteorizables” y que
“en muchos suelos rocosos superficiales la formación del suelo comienza
con la meteorización”. Dentro de los procesos de desarrollo del perfil, el
mismo autor incluyó la acumulación de materia orgánica y los fenómenos
de eluviación (lavado de sustancias desde los horizontes superiores hacia
los inferiores del perfil) e iluviación (acumulación de dichas sustancias). Aún
distinguió eluviación mecánica que afecta a la arcilla, y eluviación química,
en la que estableció un orden de migración para los distintos compuestos:
sales solubles y medianamente solubles, bases intercambiables,
sesquióxidos de hierro y aluminio, materia orgánica y sílice. Aunque
Robinson no los llamó expresamente procesos simples o elementales,
parece evidente no obstante que los consideró como tales y que los
procesos complejos o tipogénicos eran los que daban origen a los “grupos”
de suelos. De acuerdo a lo expuesto por Crompton, Wright y Bennema,
Robinson y Gaucher, los procesos elementales de formación del perfil del
suelo son los siguientes:
1. Meteorización de las rocas y minerales.
2. Acumulación y evolución de la materia orgánica.
3. Translocación de compuestos solubles o coloidales en el perfil.
4. Rejuvenecimiento del suelo (aporte de material fresco) por distintas vas.
A estos se les podría agregar al desarrollo de la estructura del suelo,
reconocido expresamente por Brewer (1964), como proceso de formación
del suelo.
OTROS PROCESOS GENERALES DE FORMACION DEL SUELO
Aparte de la meteorización, existen otros procesos generales de formación
del suelo que ya fueron enumerados precedentemente y que serán
considerados a lo largo del curso según se indica a continuación.
La acumulación y evolución de la materia orgánica se considera más
adelante, junto a la identificación y caracterización de los diferentes tipos de
humus del suelo y de los compuestos orgánicos que los integran.
El desarrollo de la estructura del suelo se tratar en el capítulo dedicado a
propiedades físicas de los suelos.
Finalmente, la translocación de compuestos solubles o coloidales en el
perfil y el rejuvenecimiento del suelo se considerarán al analizar los
factores y procesos de la formación del suelo.
2. SUELO:
Se conoce como suelo la parte
superficial de la corteza terrestre,
conformada por minerales y partículas
orgánicas producidas por la acción
combinada del viento el agua y
procesos de desintegración orgánica.
Factores químicos: los minerales de las rocas, al entrar en contacto con el agua o el
aire, se disuelven o se oxidan, dando origen a sustancias con propiedades diferentes
a las de los minerales primitivos.
Entre las piedras del suelo, se fue infiltrando el agua y el aire. El agua comenzó a
disolver diferentes materiales, a mezclarlos, y el oxígeno del aire, a su vez, inició su
oxidación logrando, entre ambos, una lenta descomposición de las rocas y la
formación de nuevos compuestos de pequeño tamaño y espesor. En esta etapa de
meteorización, las rocas sufrieron cambios químicos.
Factores biológicos: los animales y plantas hacen que las rocas se fragmenten en
trozos más pequeños, por la presión de las raíces de las plantas al crecer y por la
acción de los animales al excavar; estos restos de animales y plantas a través del
tiempo después de un proceso largo de descomposición, forman lo que se llama
humus.
Mientras más humus se encuentre en un terreno más fértil es. Pero es importante
saber que el humus se agota entre otras razones por la tala, la quema, y la mala
utilización del terreno entre otras.
Entre los contaminantes más tóxicos productos de los deshechos industriales se encuentran:
el plomo, mercurio, arsénico, selenio... así como los fertilizantes, pesticidas, plaguicidas y
raticidas...
Algunos suelos fértiles se pueden volver pobres para el cultivo de ciertas plantas debido a la
acumulación excesiva de sustancias químicas y otros productos de desecho absorbidos por
el suelo.
Sembrar árboles que sirvan de rompevientos para que disminuyan el impulso del
viento y no destruyan los sembradíos.
Evitar la tala y la quema descontrolada por sus efectos para la erosión y la eliminación
de microorganismos
Enriquecer el suelo añadiendo abonos que sustituyan los elementos nutritivos que
han tomado los vegetales.
Tipos de Suelos
Si eres observador y sobre todo si te gusta
contemplar la naturaleza, habrás podido
observar cuando sales de paseo, de viaje a
otras ciudades o dentro de tu misma ciudad
como el paisaje cambia.
Para que un suelo posea verdadero valor agrícola, debe reunir tres condiciones
fundamentales.
2. - Contener bastantes partículas mayores (grava y arena) para que sea poroso y así
las raíces reciban suficiente aire para mantener viva la planta.
3. - Poseer los elementos químicos necesarios para nutrir las plantas. Cuando el
suelo no posee estos nutrientes, pueden agregarse fertilizantes o abonos.
Estas condiciones hacen de los suelos el mejor de los recursos naturales, pero es
bueno también recordar que el suelo es un recurso natural que se agota como se
agota el agua y debemos cuidarlo y protegerlo, no sólo para nosotros, sino para las
generaciones futuras.
Rocas y Minerales
La corteza terrestre está constituida
básicamente por los minerales y las
rocas,�al mismo tiempo, minerales y rocas
son comunes a la vida del hombre... en el
caso de los minerales, por ejemplo, usamos
la sal cuando hacemos la comida, la parte
negra e interna de los lápices con que
escribimos está hecha de grafito, la tiza es
de yeso, el hierro está presente en los
automóviles y muchos otros objetos de uso
diario, el aluminio se usa para hacer las ollas
y hay�minerales que los usamos como
joyas: como los diamantes, esmeraldas...
usamos las rocas para hacer los pisos de las
casas, es el caso del granito, mármol, la
pizarra.
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Parte mineral:
Materia orgánica:
Moléculas orgánicas naturales: Son las sintetizadas por los seres vivos, y se llaman
biomoléculas, las cuales son estudiadas por la bioquímica.
La línea que divide las moléculas orgánicas de las inorgánicas ha originado polémicas
e históricamente ha sido arbitraria, pero generalmente, los compuestos orgánicos
tienen carbono con enlaces de hidrógeno, y los compuestos inorgánicos, no. Así el
ácido carbónico es inorgánico, mientras que el ácido fórmico, el primer ácido graso, es
orgánico. El anhídrido carbónico y el monóxido de carbono, son compuestos
inorgánicos. Por lo tanto, todas las moléculas orgánicas contienen carbono, pero no
todas las moléculas que contienen carbono, son moléculas orgánicas.
Aire:
Actualmente se conocen los componentes del aire con bastante exactitud. Éstos
pueden ser divididos en:
Componentes universales: agua (en sus 3 estados) y polvo atmosférico (humo, sal,
arena fina, cenizas, esporas, polen, microorganismos, etc.).
Agua:
Es una sustancia cuya molécula está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de
oxígeno (H2O). Es esencial para la supervivencia de todas las formas conocidas de
vida. En su uso más común, con agua nos referimos a la sustancia en su estado
líquido, pero la misma puede hallarse en su forma sólida llamada hielo, y en forma
gaseosa que llamamos vapor. El agua cubre el 71% de la superficie de la corteza
terrestre.[2] En nuestro planeta, se localiza principalmente en los océanos donde se
concentra el 96,5% del agua total, los glaciares y casquetes polares tiene el 1,74%,
los depósitos subterráneos (acuíferos), los permafrost y los glaciares continentales
suponen el 1,72% y el restante 0,04% se reparte en orden decreciente entre lagos, la
humedad del suelo, atmósfera, embalses, ríos y seres vivos. [3] Contrario a la creencia
popular, el agua es un elemento bastante común en nuestro sistema solar y esto cada
vez se confirma con nuevos descubrimientos. Podemos encontrar agua
principalmente en forma de hielo; de hecho, es el material base de los cometas, y el
vapor compone la cola de ellos.
Microorganismos:
También llamado microbio u organismo microscópico, es un ser vivo que sólo puede
visualizarse con el microscopio. La ciencia que estudia a los microorganismos es la
microbiología. «Micro» del griego μικρο (diminuto, pequeño) y «bio» del griego βιος
(vida) seres vivos diminutos.
Los microbios tienen múltiples formas y tamaños. Si un virus tuviera el tamaño de una
pelota de tenis, una bacteria sería del tamaño de media cancha de tenis y una célula
eucariota sería como un estadio entero de fútbol.
Son diminutos seres vivos que pueblan el suelo, pero que no están contabilizados en
porcentaje (Bacterias, hongos, algas,..)
Seres vivos:
Estas moléculas se repiten constantemente en todos los seres vivos, por lo que el
origen de la vida procede de un antecesor común, pues sería muy improbable que
hayan aparecido independientemente dos seres vivos con las mismas moléculas
orgánicas. Se han encontrado biomarcadores en rocas con una antigüedad de hasta
3.500 millones de años, por lo que la vida podría haber surgido sobre la Tierra hace
3.800-4.000 millones de años.
Todos los seres vivos están constituidos por células (véase teoría celular). En el
interior de éstas se realizan las secuencias de reacciones químicas, catalizadas por
enzimas, necesarias para la vida.
Elementos nutritivos:
Estos ya están incluidos dentro de los apartados de orgánico y mineral, los debemos
nombrar debido a su importancia para la supervivencia de las plantas.
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo ha sido elaborado con la finalidad de desarrollar los
aspectos más resaltantes del tema relacionado con los suelos, los cuales
abarcan la cubierta superficial de la mayoría de la superficie continental
de la Tierra. Es un agregado de minerales no consolidados y de partículas
orgánicas producidas por la acción combinada del viento, el agua y
los procesos de desintegración orgánica.
Los suelos cambian mucho de un lugar a otro. La composición química y
la estructura física del suelo en un lugar dado, están determinadas por el
tipo de material geológico del que se origina, por la cubierta vegetal, por la
cantidad de tiempo en que ha actuado la meteorización, por la topografía y
por los cambios artificiales resultantes de las actividades humanas. Las
variaciones del suelo en la naturaleza son graduales, excepto
las derivadas de desastres naturales.
LOS SUELOS
1. Definición de Suelos:
Es la capa más superficial de la corteza terrestre, que resulta de la
descomposición de las rocas por los cambios bruscos de temperatura y por
la acción del agua, del viento y de los seres vivos.
El proceso mediante el cual los fragmentos de roca se hacen cada vez más
pequeños, se disuelven o van a formar nuevos compuestos, se conoce con
el nombre de meteorización.
Los productos rocosos de la meteorización se mezclan con el aire, agua y
restos orgánicos provenientes de plantas y animales para formar suelos.
Luego el suelo puede ser considerado como el producto de
la interacción entre la litosfera, la atmósfera, la hidrosfera y la biosfera. Este
proceso tarda muchos años, razón por la cual los suelos son
considerados recursos naturales no renovables. En el suelo se desarrolla
gran parte de la vida terrestre, en él crece una gran cantidad de plantas, y
viven muchos animales.
2) Componentes del Suelo
Se pueden clasificar en inorgánicos, como la arena, la arcilla, el agua y el
aire; y orgánicos, como los restos de plantas y animales. Uno de los
componentes orgánicos de los suelos es el humus. El humus se encuentra
en las capas superiores de los suelos y constituye el producto final de la
descomposición de los restos de plantas y animales, junto con algunos
minerales; tiene un color de amarillento a negro, y confiere un alto grado de
fertilidad a los suelos.
Fase Sólida: Comprende, principalmente, los minerales formados por
compuestos relacionado con la litosfera, como sílice o arena, arcilla o greda
y cal. También incluye el humus.
Fase Líquida: Comprende el agua de la hidrosfera que se filtra por entre las
partículas del suelo.
Fase Gaseosa: Tiene una composición similar a la del aire que respiramos,
aunque con mayor proporción de dióxido de carbono ). Además, presenta
un contenido muy alto de vapor de agua. Cuando el suelo es muy húmedo,
los espacios de aire disminuyen, al llenarse de agua.(CO
3) Propiedades y Textura de los Suelos
Entre las propiedades de los suelos se encuentran: El color, distribución del
tamaño de las partículas, consistencia, textura, estructura, porosidad,
atmósfera, humedad, densidad, pH, materia orgánica, capacidad de
intercambio iónico, sales solubles y óxidos amorfos-sílice alúmina y óxidos
de fierro libres.
Las propiedades físicas de los suelos dependen de la composición
menerológica, de la forma y del tamaño de las partículas que lo forman y
del ambienteque los rodea. El tamaño, la forma y la composición química
de las partículas determinan la permeabilidad, la capilaridad, la tenacidad,
la cohesión y otras propiedades resultantes de la combinación de todos los
integrantes del suelo.
Otra propiedad física de los suelos que hay que considerar es la
temperatura, que tiene como fuente principal la irradiación solar.
Las propiedades físicas permiten conocer mejor las actividades agrícolas
fundamentales como el laboreo, la fertilización, el drenaje, la irrigación, la
conservación de suelos y agua, así como, el manejo adecuado de los
residuos cosechas. Tanto las propiedades físicas como las químicas,
biológicas y mineralógicas determinan, entre otras, a la productividad de los
suelos.
4) Clases de Textura de los Suelos
Los suelos muestran gran variedad de aspectos, fertilidad y características
químicas en función de los materiales minerales y orgánicos que lo forman.
El color es uno de los criterios más simples para calificar las variedades de
suelo. La regla general, aunque con excepciones, es que los suelos
oscuros son más fértiles que los claros. La oscuridad suele ser resultado de
la presencia de grandes cantidades de humus.
A veces, sin embargo, los suelos oscuros o negros deben su tono a la
materia mineral o a humedad excesiva; en estos casos, el color oscuro no
es un indicador de fertilidad.
Los suelos rojos o castaño-rojizos suelen contener una gran proporción de
óxidos de hierro (derivado de las rocas primigenias) que no han sido
sometidos a humedad excesiva. Por tanto, el color rojo es, en general, un
indicio de que el suelo está bien drenado, no es húmedo en exceso y es
fértil.
Los suelos amarillos o amarillentos tienen escasa fertilidad. Deben su color
a óxidos de hierro que han reaccionado con agua y son de este modo señal
de un terreno mal drenado.
Los suelos grisáceos pueden tener deficiencias de hierro u oxígeno, o un
exceso de sales alcalinas, como carbonato de calcio.
La textura general de un suelo depende de las proporciones de partículas
de distintos tamaños que lo constituyen. Las partículas del suelo se
clasifican como arena, limo y arcilla. Las partículas de arena tienen
diámetros entre 2 y 0,05 mm, las de limo entre 0,05 y 0,002 mm, y las de
arcilla son menores de 0,002 mm.
En general, las partículas de arena pueden verse con facilidad y son
rugosas al tacto. Las partículas de limo apenas se ven sin la ayuda de
un microscopioy parecen harina cuando se tocan. Las partículas de arcilla
son invisibles si no se utilizan instrumentos y forman una masa viscosa
cuando se mojan.
4) Horizontes del Suelo
Se define como Horizontes a las capas que forman el suelo. El perfil de un
suelo ideal comprende los siguientes horizontes:
Horizonte A: Llamado también Horizonte de Lavado por estar expuesto a
la erosión y lavado de la lluvia. Es la capa mas superficial del suelo,
abundan las raíces y se pueden encontrar los microorganismos animales y
vegetales, es de color oscuro debido a la presencia del humus.
Horizonte B: Recibe el nombre también de Horizonte de Precipitación, ya
que aquí se acumulan las arcillas que han sido arrastradas por el agua del
horizonte, es de color mas claro que el anterior y está constituido por
humus mezclado con fragmentos de rocas.
Horizonte C: Se le conoce también como Subsuelo o Zona de Transición,
está formado por la roca madre fragmentada en proceso de desintegración.
Horizonte D: Es la capa más profunda del suelo, está formado por la roca
madre fragmentada, por lo que también recibe el nombre de Horizonte R.
5) Factores que influyen en la formación de los Suelos
Los principales factores que influyen en la formación de los suelos son:
Factores Litológicos: Son aquellos que se refieren a la naturaleza física y
química de la roca madre, la cual puede ser de cualquier tipo.
Factores Biológicos: Son aquellos que están representados por los seres
vivos (plantas, animales, microorganismos), los cuales juegan un papel
importantes en el desarrollo de los suelos.
Factores Topográficos: Son aquellos que se derivan de la ubicación
geográfica de los suelos.
Factores Climáticos: Son los más importantes en la formación de los suelos
ya que el clima establece las condiciones de temperatura y humedad.
- El aumento de la temperatura influye de manera decisiva en muchas de
las reacciones químicas que se desarrollan en los suelos, con lo cual se
hace mas intenso el proceso de desintegración de las rocas.
- El aumento de la humedad o de las precipitaciones es favorable para el
aumento de los compuestos orgánicos y la disminución de las sales en los
suelos.
- El exceso de precipitaciones ocasiona un intenso lavado del suelo y por
consiguiente lo deja estéril.
Factores Temporales: El tiempo es otro factor necesario para que el resto
de los factores que influyen en la formación de los suelos puedan actuar.
6) Formación de los Suelos
El suelo es resultado de la interacción de cinco factores: El material
parental, el relieve, el tiempo, el clima, y los seres vivos. Los tres primeros
factores desempeñan un rol pasivo, mientras que el clima y los seres vivos
participan activamente en la formación del suelo.
El material parental o roca madre es el sustrato a partir del cual se
desarrolla el suelo. De éste se deriva directamente la fracción mineral del
suelo y ejerce una fuerte influencia sobre todo en la textura del suelo.
El clima influye en la formación del suelo a través de la temperatura y la
precipitación, los cuales determinan la velocidad de descomposición de los
minerales y la redistribución de los elementos; así como a través de su
influencia sobre la vida animal y vegetal.
Los seres vivos (plantas, animales, bacterias y hongos) son el origen de la
materia orgánica del suelo, y facilitan su mezcla con la materia mineral.
El relieve afecta a la cantidad de agua que penetra en el suelo y a la
cantidad de material que es arrastrado, sea por el agua o el viento.
El tiempo es necesario para un completo desarrollo del suelo. El tiempo de
formación de un pequeño volumen de suelo es muy largo (1 cm3 de suelo
puede tardar entre 100 y 1000 años en formarse) pero su destrucción es
muy rápida.
7) Criterios para la Clasificación de los Suelos
Los criterios más considerados para la clasificación de los suelos los
Petrográficos, los genéticos y los climáticos.
1. Clasificación Petrográfica: Es aquella que toma en cuenta el predominio
de uno de los integrantes de la fracción mineral del suelo, de donde
resultan suelos silíceos, arcillosos, calizos, salinos, etc.
2. Clasificación Genética: Es aquella que toma en cuenta el proceso que dio
origen a los suelos. Esta divide los suelos en:
Suelos Autóctonos: Son aquellos que resultan del proceso de
desintegración de las rocas de un lugar, sin que los materiales
desintegrados sean transportados a otros, por los que estos se quedan
cubriendo la roca madre.
Suelos Alóctonos: Son los que se forman por los componentes que han
llegado de fuentes de suministro alejadas del lugar de depósito.
3. Clasificación Climática: Está relacionada con las condiciones climáticas
8) Clasificación de los Suelos
La clasificación de los suelos suele basarse en la morfología y la
composición del suelo, con énfasis en las propiedades que se pueden ver,
sentir o medir. A continuación se presentan algunas clasificaciones.
Clasificación Nº1
- Suelos Zonales: Suelos que reflejan la influencia del clima y
la vegetación como los controles más importantes.
- Suelos Azonales: Son aquellos que no tienen limites claramente
definidos y no están mayormente influenciados por el clima.
- Suelos Intrazonales: Son aquellos que reflejan la influencia dominante
de un factor local sobre el efecto normal del clima y la vegetación. Ej.: los
suelos hidromorficos (pantanos) o calcimorficos formados por calcificación.
Clasificación Nº2
- Suelos Exodinamorficos: Son aquellos suelos que reflejan la influencia
del clima y la vegetación.
- Suelos Exodinamorficos: Son aquellos suelos influenciados por el
material parental.
Clasificación Nº3
- Pedocales: Suelos con acumulación de carbonatos de calcio,
generalmente están en ambientes áridos y semiáridos.
- Pedalfers: Suelos con alta lixiviación y segregación de Al y Fe ,
generalmente están en ambientes húmedos.
9) Tipos de Suelo
Existen básicamente tres tipos de suelos: los no evolucionados, los poco
evolucionados y los muy evolucionados; atendiendo al grado de desarrollo
del perfil, la naturaleza de la evolución y el tipo de humus.
1. Los suelos no evolucionados
Estos son suelos brutos muy próximos a la roca madre. Apenas tienen
aporte de materia orgánica y carecen de horizonte B.
Si son resultado de fenómenos erosivos, pueden ser: regosoles, si se
forman sobre roca madre blanda, o litosoles, si se forman sobre roca madre
dura. También pueden ser resultado de la acumulación reciente de aportes
aluviales. Aunque pueden ser suelos climáticos, como los suelos
poligonales de las regiones polares, los reg (o desiertos pedregosos), y
los ergs, de los desiertos de arena.
2. Los suelos poco evolucionados
Los suelos poco evolucionados dependen en gran medida de la naturaleza
de la roca madre. Existen tres tipos básicos: los suelos ránker, los suelos
rendzina y los suelos de estepa.
Los suelos ránker son más o menos ácidos y tienen un humus de
tipo moder o mor. Pueden ser fruto de la erosión, si están en pendiente, del
aporte de materiales coluviales, o climáticos, como los suelos de tundra y
los alpinos.
Los suelos rendzina se forman sobre una roca madre carbonatada, como la
caliza, y suelen ser fruto de la erosión. El humus típico es el mull y son
suelos básicos.
Los suelos de estepa se desarrollan en climas continentales y mediterráneo
subárido. El aporte de materia orgánica es muy alto, por lo que el horizonte
A está muy desarrollado. La lixiviación es muy escasa. Un tipo particular de
suelo de estepa es el suelo chernozem, o brunizem o las tierras negras; y
según sea la aridez del clima pueden ser desde castaños hasta rojos.
3. Los suelos evolucionados
Estos son los suelos que tienen perfectamente formados los tres
horizontes. Encontramos todo tipo de humus, y cierta independencia de la
roca madre. Los suelos típicos son: los suelos pardos, lixiviados,
podsólicos, podsoles, ferruginosos, ferralíticos, pseudogley, gley y
halomorfos (solonchaks, alcalinos, solonetz y solods).
Los suelos pardos son típicos del bosque templado y el tipo de humus es
mull.
Los suelos lixiviados son típicos de regiones de gran abundancia de
precipitaciones en el clima templado, dominados por los procesos de
lixiviación. El tipo de humus también es mull.
Los podsoles son suelos de podsolización acentuada; es decir, tienen gran
acumulación de elementos ferruginosos, silicatos y alumínicos en el
horizonte B. La lixiviación arrastra estos elementos del horizonte A al B. El
humus típico es el mor.
Los suelos podsólicos tienen una podsolización limitada. Son de color ocre
claro o rojizo. El tipo de humus es mor. Tanto este como el anterior son
típicos de los climas templados.
Los suelos ferruginosos se desarrollan en los climas cálidos con una
estación seca muy marcada. A este tipo de suelo pertenece el suelo rojo
mediterráneo. Se caracterizan por la rubefacción de los horizontes
superficiales. En ocasiones se desarrolla la terra rossasobre roca madre
caliza.
Los suelos ferralíticos se encuentran en climas cálidos y muy húmedos. La
roca madre está alterada y libera óxidos de hierro, aluminio y sílice. Son
suelos muy lixiviados. Estos suelos pueden tener caparazón si se ven
sometidos a la erosión o a migraciones masivas de coloides.
Los suelos gley son suelos hidromorfos, en los que los procesos de
descomposición de la materia biológica se hacen de manera anaeróbica, y
la carga orgánica es abundante y ácida. Se encuentran en condiciones de
agua estancada. Es un suelo asfixiante, poco propicio para la vida. La
presencia de agua es permanente, como ocurre en la orilla de los ríos y
lagos. Es de color gris verdoso debido a la presencia de hierro ferroso.
Los suelos pseudogley son semejantes a los gley; pero la capa freática es
temporal, por lo que se alternan los períodos húmedos con los secos. Este
suelo y el anterior suelen tener humus de turba.
Los fenómenos de hidromorfia son los responsables de la lixiviación de los
suelos y de la capacidad de estos para contener vida en las épocas secas.
Si la hidromorfia no es muy acusada tendremos otro tipo de suelo.
Los suelos halomorfos presentan abundancia de cloruro sódico, ya sea de
origen marino o geológico. Según el grado de saturación y de lixiviación se
distinguen:
Suelos solonchaks, que aparecen en regiones con una estación muy seca,
debido a los fenómenos de migración ascendente de los coloides salinos, y
no tiene horizonte B.
Suelos alcalinos, que aparecen en climas ligeramente más húmedos, se
trata de suelos solonchaks que reciben aportes de agua dulce.
Los suelos solonetz son alcalinos y reciben aportes minerales y orgánicos
producto de la lixiviación. Estos coloides forman un horizonte B salino, pero
el horizonte A está menos saturado.
Los suelos solods que tienen una lixiviación más intensa que los solonetz,
lo que permite que se produzcan fenómenos de podsolización.
10) La Estructura del Suelo
Se refiere a la manera en que las partículas del suelo se agrupan en
fragmentos mayores. Las partículas irregulares de aristas y vértices agudos
dan lugar a una estructura en bloques con forma de nuez. Si las partículas
son más o menos esféricas, la estructura es granular. Algunos suelos tienen
estructura prismática o en columnas, formada por prismas o columnas
verticales de tamaño comprendido entre 0,5 y 10 centímetros.
La estructura laminar consiste en trozos planos en posición horizontal. La
estructura influye en la proporción de agua que es absorbida por el suelo,
en la susceptibilidad del suelo a la erosión y en la facilidad de cultivo.
11) Características Hídricas de los Suelos
Agua Estructural: Esta contenida en los minerales del suelo (hidromica,
óxidos hidratados, etc.) solamente son liberados en procesos edáficos
Agua Hidroscópica: Es Agua inmóvil, es removida solamente por
calentamiento o sequía prolongada.
Agua Capilar: Es agua retenida en los microporos por fuerza de capilaridad,
el agua de los capilares mayores puede percolar pero no puede drenar
fuera del perfil
Agua Gravitacional: Es agua retenida en los macro poros y puede drenar
fuera del perfil.
12) Algunas técnicas para la protección de los suelos
1. No dejar los suelos desnudos, sin vegetación, porque los vegetales
forman una capa protectora contra los agentes que causan la erosión de los
suelos como el agua y el viento.
2. Se debe practicar la rotación de cultivos y sembrar plantas leguminosas,
como la alfalfa, que restituyen el nitrógeno a los suelos empobrecidos.
3. Dejar descansar el suelo después de cada cosecha, así se evitará el
desgaste acelerado de los nutrientes.
4. Se debe evitar el uso de fertilizantes químicos, ya que éstos matan los
organismos del suelo y contaminan las aguas subterráneas, que luego se
utilizan para el consumo humano y animal.
13) Los Suelos Venezolanos
El Programa del Inventario Nacional de Tierras de Venezuela ha realizado
un intenso esfuerzo de investigación. Ha adoptado un sistema de
clasificación de la séptima aproximación taxonómica internacional. Esta
clasificación tiene la ventaja de tornar en cuenta los factores genéticos de
los suelos, como ya se expresará en el capítulo metodológico.
La gran variedad de climas, relieve, litología, vegetación y drenaje hace que
Venezuela posea una gran variedad de suelos.
Alfisoles
Son suelos de moderado desarrollo, livianos en superficie, con acumulación
de arcilla en el subsuelo, frecuentemente salinos.
Los subsuelos más frecuentes son: Aqualfs, Ustalfs y Udalfs. Ocupan una
porción considerable del territorio venezolano.
En el Zulia son característicos del glacis pleistoceno sometido al clima
correspondiente del bosque muy seco tropical. Se les encuentra así a
ambas márgenes del Lago, entre los paralelos 10° y 11° de L.N. Allí
predomina el suborden Ustalfs asociado a Ultisoles (Ustults) y a
Inceptisoles (Tropepts).
Cubren una estrecha franja del piedemonte oriental de la Cordillera de los
Andes, desde el río Canagua, en el extremo suroeste hasta el río Turbio, en
el extremo noreste. Aquí se encuentran los dos subórdenes Ustalfs y Udalfs
asociados a Entisoles (Fluvents) y Ultisoles (Ustults).
En el estado Guarico cubren una extensa región comprendida entre los
paralelos 8°20' LS y 10° LN y los meridianos 64" 30' y 66°40' de L.O donde
predominan los Ustalfs y los Aqualfs asociados con Ultisoles (Aquelts),
Inceptisoles (Tropepts) y Entisoles (Fluvents).
Ultisoles
Son suelos con buen desarrollo del perfil, ácidos, pocos salinos, pobres en
nutrientes y con eluviación de arcilla.
Sus subórdenes van de mal a bien drenados, y se denominan Aquults,
Ustults y Udulfts.
Se les encuentra en el piedemonte de Perijá y en las viejas terrazas
pleistocenas sometidos al clima correspondiente del bosque húmedo
tropical, con más de 2000 mm de precipitación anual y temperaturas
superiores a los 24° C. Allí predomina el suborden, bien drenado. Udults.
En el piedemonte oriental de la misma Cordillera una angosta faja (50 Km.)
va desde el río Canagua en el noreste hasta el río Apure en el suroeste.
Predominan los Udults asociados a Ustults.
En los apureños, entre los ríos Apure y Arauca, donde predomina el
suborden mal drenado: Aquults asociado con Inceptisoles (Aquepts),
Alfisoles (Aqualfs) y Entisoles (Fluvents y Aquents).
Al sur y centro del estado Guárico donde predominan los Aquults asociados
con Inceptisoles y Alfisoles de los subórdenes mal drenados.
Oxisoles
Son suelos residuales, producto de la intensa meteorización. Se
desarrollaron durante largo tiempo en viejos aluviones aterrazados y sobre
rocas de gran estabilidad. Son suelos muy lixiviados con alto contenido en
hierro y aluminio.
Sus subórdenes más comunes son Aquox (mal drenados), Ustox
(moderadamente drenado) y Udox (bien drenados).
Ocupan una extensa región en el piedemonte meridional de la cordillera del
interior, norte y centro del estado Guárico hasta al sur de Calabozo, donde
predomina el suborden Ustox.
Son los suelos característicos de las mesas orientales de Anzoátegui y
Monagas, donde también predominan los Ustox. Bordean en una faja de
unos 80 Km. de ancho la margen norte del río Meta, donde los Ustox son
predominantes.
Son suelos con carencia de humedad, propios de las zonas áridas y
semiáridas. Son salinos o arcillosos en el subsuelo, característica que
define a los Orghisoles y a los Agrisoles como subórdenes.
Cubren la Guajira y gran parte del estado Lara, dos tercios de Falcón, la
costa del estado Sucre y gran parte del estado Nueva Esparta. En todos los
casos predominan los Orthids.
Histoles
Propios de las llanuras deltaicas, son ricos en materia orgánica, inmaduros,
mal drenados y no estructurados.
Cubren el litoral atlántico en el Delta Amacuro.
ANEXOS
Esquema de Clasificación de Textura de los Suelos
Fra Agente
Aren Fran nco Arcillo de
Textura
oso co lim so agregaci
oso ón
Terron
Tensión
Ásp Ásp Sua oso
Tacto superficia
ero ero ve o plás
l
tico
Suave
Drenaje Exce Bue Sua Materia
o
interno sivo no ve orgánica
pobre
Agua Alta
disponib concentr
Medi
le para Baja Alta Alta ación de
a
las electrolito
plantas s
Bajo
Agua
Medi potencial
transpor Baja Alta Alta
a electrocin
table
ético
Bajo
Labranz Me potencial
Fácil Fácil Difícil
a dia electrocin
ético
Bajo
Erosión Medi Baj potencial
Alta Baja
eólica a a electrocin
ético
4. FERTILIDAD
Es una propiedad que se refiere a la cantidad de alimentos que pasean es
decir, a la cantidad de nutrientes.
Cada uno de los nutrientes cumple sus funciones a saber
4.1. NITROGENO (N)
· Ayuda al desarrollo de las plantas
· Da al follaje n color verde
· Ayuda a que se introduzcan buenas cosechas
· Es el elemento químico principal para la formación de las proteinas
4.2. FOSFORO (P)
· Ayuda al buen crecimiento de las plantas
· Forma raíces fuertes y abundantes
· Contribuye a la formación y maduración de los frutos.
· Indispensable en la formación de semillas.
4.3. POTASIO (K)
· Ayuda a la planta a la formación de tallos fuertes y vigorosos.
· Ayuda a la formación de azucares almidones y aceites.
· Protege a las plantas de enfermedades.
· Mejora a la calidad de las cosechas.
4.4. CALCIO (Ca)
· Ayuda al crecimiento de la raíz y el tallo de la planta
· Permite que la planta tome fácilmente los alimentos del suelo.
4.5. MAGNESIO (Mg)
· Ayuda a la formación de aceites y grasas
· Es el elemento principal en la formación de clorofila, sin la cual la planta
no puede formar azucares.
Un suelo fértil es aquel que contiene los elementos nutritivos que las
plantas necesitan para su alimentación, estos alimentos los adquiere el
suelo enriqueciéndolos con materia orgánica.
Un suelo pobre o carente de materia orgánica es un suelo estéril y por lo
tanto es improductivo.
5. ACIDEZ −ALCALINIDAD
En general las sustancias pueden ser acidos, alcalinas y neutros.
Químicamente sabemos que una sustancia es acida porque hace cambiar a
rojo el papel tornasol azul; sabemos que es alcalina o basica, porque hace
cambiar a azul el papel tornasol rojo. Sabemos también que una sustancia
es neutra porque no hace cambiar ninguno de los indicados.
Durante el proceso de humificación o sea de putrefacción del mantillo o
materia orgánica para convertirse en humus, intervienen las bacterias y los
hongos en cuyo trabajo van elaborando sustancias ácidas, por esto las
tierras negras y polvorosas generalmente son ácidas, pero para
contrarrestar su acidez, los agricultores aplican cal, que en contacto con el
agua forman sustancias alcalinas.
En general los suelos ácidos son los menos productivos por su acidez se
puede corregir haciendo
encalamiento.
5.1. P.H:
La acidez del suelo mide la concentración en hidrogeniones (H+), en el
suelo los hidrogeniones están en la Solución, pero también existen en el
complejo de cambio.
5.2. SALINIDAD DEL SUELO
Es la consecuencia de la presencia de sales en el suelo, más solubles que
el yeso. Por sus propias características se encuentran tanto en la fase
sólida como en la fase liquida por lo que tiene una extraordinaria movilidad.
La salinización natural del suelo es un fenómeno asociado a condiciones
climáticas de aridez y a la presencia de materiales originales ricos en sales,
como sucede con ciertas morgas y molasas. No obstante existe una
salinidad adquirida por el riego prolongado con aguas de elevado contenido
salino, en suelos de baja permeabilidad y bajo climas secos subhúmedos y
más secos.
La salinidad no siempre tiene que ir asociada a un pH alcalino, sino que
cuando se alcanzan valores muy ácidos se produce la solubilización de
sales alumínicas que pueden generar una elevada conductividad con un
riesgo añadido, la presencia de aluminio soluble en cantidades suficientes
para ser tóxico para la mayoría de las plantas. Por ello cuando el pH baja
de 3.5 se consideran salinos los suelos con conductividad superior a 8
dS/m, como en el caso de la alcalinidad.
La recuperación de los suelos salinos puede efectuarse por un lavado de
mismo por inundación con aguas libres de sales, siempre que exista calcio
suficiente en la solución para mantener floculadas las arcillas y permitir una
permeabilidad aceptable. No obstante es conveniente la instalación de un
sistema de drenaje artificial, mediante la instalación de tubos porosos bajo
el suelo o, al menos, bajo la zona de enraizamiento de las plantas, como
puede apreciarse en la figura de la izquierda.
Para asegurarse de la eliminación de las aguas cargadas de sales se debe
instalar una red de evacuación del líquido procedente de los tubos de
drenaje, como se aprecia en la figura de la derecha. Deben colocarse con la
suficiente pendiente para que el agua no permanezca demasiado tiempo en
dicha red y sea absorbida por el suelo.
Los colectores principales son los encargados de eliminar las sales de la
zona que se está recuperando, en ellos se produce una fuerte
concentración de las sales por efecto de la evaporación del agua, siempre
intensa al tratarse de zonas secas con escasa humedad ambiental. Debe
procurarse un flujo rápido hacia el canal principal.
Por último las aguas debes ser evacuadas hacia un curso de agua cuyo
caudal sea suficiente para diluir las sales aportadas y no transferir el
problema a las zonas vecinas.
Muchas de estas zonas salinizadas se encuentran en áreas deltaicas por lo
que el drenaje puede hacerse directamente al mar, que es la mejor manera
de no salinizar otras zonas.
Cuando la salinidad va acompañada de sodicidad, la alcalinización
producida por el sodio favorece la dispersión de la arcilla, su movilización y
la impermeabilización del suelo. Todo ello dificulta el lavado hasta que no se
lleva a cabo una eliminación del sodio.
El sodio abundante de la solución hace que el complejo de cambio del
suelo se encuentre saturado o semisaturado por este elemento; por este
motivo la primera acción a tomar es desorberlo del complejo de cambio
para que pueda ser eliminado por arrastre de la solución del suelo con el
agua añadida. El desplazamiento del sodio del complejo solo puede
hacerse mediante su intercambio con otro catión, siendo de elección el
calcio por su mayor capacidad de ser adsorbido y por ser un elemento
inocuo. Ya observamos esta acción del calcio a la hora de elevar el pH, de
modo que males opuestos se combaten con el mismo remedio
Propiedades biologicas
El suelo se define como la capa superficial de la corteza terrestre, formada
por un grupo de elementos, que le proporciona a las plantas sostén,
almacenamiento de nutrientes, agua, aire y microorganismos, los cuales
unidos permiten el desarrollo normal de las plantas.
La materia orgánica es formada por la descomposición de residuos de
origen de vegetal y animal, es importante para el suelo por ser fuente de
elementos nutritivos para las plantas, disminuye la erosión y mejora las
propiedades físicas del suelo.
El humus es el resultado de la descomposición de la materia orgánica que
se encuentra en el suelo y procede de restos vegetales y animales muertos.
Al descomponerse en humus, los residuos vegetales se convierten en
formas estables que se almacenan en el suelo y pueden ser utilizados
como alimento por las plantas. La cantidad de humus afecta también a las
propiedades físicas del suelo tan importantes como su estructura, color,
textura y capacidad de retención de la humedad. El desarrollo ideal de los
cultivos depende del contenido en humus del suelo. El humus se agota por
la sucesión de cosechas, y el equilibrio orgánico se restaura añadiendo
humus al suelo en forma de abono orgánico.
Del suelo se requiere que tenga buena disponibilidad de nutrientes para las
plantas, posea buena capacidad de retención de agua, tenga buena
aireación y permita un buen desarrollo de la raíz. Por tal motivo se requiere
que el suelo posea bunas propiedades químicas (contenido de nutrientes),
físicas y biológicas.
Un suelo con buenas propiedades físicas se caracteriza por tener una
buena aireación, un buen drenaje, una buena textura, buena consistencia y
un color oscuro (indica alto contenido de materia orgánica). Un suelo con
malas propiedades físicas es muy difícil y costoso mejorarlo, en cambio un
suelo con malas propiedades químicas es más fácil solucionarlo,
simplemente agregándole los nutrientes que necesita.
Las propiedades biológicas del suelo son muy importantes, ya que esta
constituida por la microfauna del suelo, como hongos, bacterias,
nematodos, insectos y lombrices, los cuales mejoran las condiciones del
suelo acelerando la descomposición y mineralización de la materia
orgánica, además que entre ellos ocurren procesos de antagonismo o
sinergia que permite un balance entre poblaciones dañinas y benéficas que
disminuyen los ataques de plagas a las plantas.
http://wikipedia/.
CONTAMINACION Y AGENTES CONTAMINANTES: