T 145 19
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T-332/93
DERECHO A LA INFORMACION
RECTIFICACION DE INFORMACION
MEDIOS DE COMUNICACION-Responsabilidad
Magistrado Ponente:
Dr. JOSE GREGORIO HERNANDEZ
GALINDO
Sentencia aprobada en Santafé de Bogotá, D.C., mediante acta del día doce (12)
de agosto de mil novecientos noventa y tres (1993).
Se revisan los fallos proferidos por el Juzgado Dieciseis Penal del Circuito y por
la Sala Penal del Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá
para resolver sobre la acción de tutela en referencia.
I. INFORMACION PRELIMINAR
La Juez Dieciseis Penal del Circuito de Santafé de Bogotá, D.C., mediante auto
del tres (3) de febrero, asumió el conocimiento de la acción de tutela, ordenó
solicitar al Noticiero T.V. HOY los video cassettes correspondientes a la emisión
del seis (6) de diciembre de 1992 y la rectificación, en caso de haberse
producido, y decretó las pruebas pedidas por la demandante.
Competencia
(...)
"El diario ejercicio de la tarea que cumplen el medio y el comunicador
social va señalando una estela favorable o desfavorable a los intereses de la
colectividad y a la realización de los fines señalados por la democracia a la
libertad de prensa y al derecho a la información, según que se acojan a los
lineamientos trazados por el Constituyente o se separen de sus mandatos.
Así, pues, cabe aquí resaltar que esa capacidad de la cual disponen -como
fenómeno inocultable de la vida moderna- pone en manos de los medios de
comunicación una potencialidad -constructiva o destructiva, según la
utilización que de ella hagan- cuyas dimensiones no están ligadas
necesariamente al tamaño de cada uno en particular pues su poder ha de
medirse proporcionalmente a su área de influencia y en relación exclusiva
con ella. En esta forma, un pequeño periódico de provincia pero el único en
el respectivo municipio gozará, dentro de éste, de un poder muy grande que
lo compromete con esa comunidad particular en cuanto su actividad puede
servirla o perjudicarla, de acuerdo con el sentido en que se oriente". (Cfr.
Corte Constitucional. Sala Tercera de Revisión. Sentencia T-611 del 15 de
diciembre de 1992).
Pero si, además, la información que rompe con tales principios superiores causa
daño en concreto a una persona en su honra o en su buen nombre, o si pone en
peligro su vida o su integridad, quien la produce debe responder en los dos
sentidos que se enuncian puesto que le es imputable no solamente un abuso de
su derecho en detrimento del interés general sino una lesión que afecta derechos
individuales. Ninguno de los dos males puede encubrirse alegando la libertad de
prensa o el derecho a la información.
Rectificar (Del lat. rectificare; de rectus, recto y facere, hacer) tiene, entre
otros, según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, los
siguientes significados: "Reducir una cosa a la exactitud que debe tener";
"Procurar uno reducir a la conveniente exactitud y certeza los dichos o los
hechos que se le atribuyen"; "Contradecir a otro en lo que ha dicho, por
considerarlo erróneo"; "Modificar la propia opinión que se ha expresado antes";
"Corregir las imperfecciones, errores o defectos de una cosa hecha"; "Enmendar
uno sus actos o su proceder".
"El proceso de producción del Derecho continúa en la obra del juez, quien
en lugar de valorar en términos generales tipos de situaciones, tiene que
valorar en términos concretos situaciones individuales. Para eso tiene que
valorar la prueba, valorar los hechos del caso planteado, comprendiendo su
singular sentido, calificándolos, estimar cuál es la regla pertinente, y
valorar cuál debe ser la solución más justa dentro del orden positivo". (Cfr.
RECASENS SICHES, Luis: EQUIDAD. En Enciclopedia Jurídica Omeba.
Edit. Diskrill S.A. Buenos Aires. 1969. Tomo X. Págs. 427 y sigts.).
Ahora bien, la rectificación, cuando hay lugar a ella porque en efecto se haya
constatado que la información no correspondía a los lineamientos
constitucionales, constituye una obligación del medio. No se trata de una
liberalidad o de un acto generoso de su parte. Quien ha sido afectado por la
información hace uso de un derecho del más alto rango, de tal modo que,
dándose las condiciones analizadas, el medio no puede escoger entre acceder a
la rectificación y negarla. Si hubo inexactitud, falsedad o manipulación de la
información, tiene que rectificar.
Así, pues, mal puede entenderse que se rectifique cuando el medio circunscribe
su acción a difundir lo que dice la persona o entidad que ha sido perjudicada con
la información.
Claro está, todo lo dicho vale dentro del supuesto de que en realidad las
aseveraciones difundidas presenten cualquiera de las características enunciadas
(inexactitud, falsedad, tergiversación, falta de objetividad), ya que, de no ser así,
el medio puede reafirmarse en lo dicho, aportando públicamente las pruebas que
acreditan la veracidad e imparcialidad de lo informado.
El caso concreto
Se violó, por tanto, sin género de dudas, su derecho al buen nombre (artículo 15
C.N.); se desconoció su derecho a la honra (artículo 21 C.N.); se presumió
públicamente su culpabilidad sin haber sido deducida ésta por autoridad judicial
alguna (artículo 29 C.N.); se desconoció el principio de la buena fe (artículo 83
C.N.); y, por si fuera poco, el medio de comunicación eludió su responsabilidad
y su obligación de rectificar en condiciones de equidad, violando así el mandato
del artículo 20 de la Carta.
Debe reiterarse la validez de esta doctrina, pero también se hace preciso eliminar
de manera definitiva el argumento a que se acoge TV-HOY, pues él resulta
pernicioso y sumamente grave, en cuanto supone que cuando la Constitución
declara inviolable el derecho de los periodistas a guardar la reserva de sus
fuentes confiere a éstos licencia para informar sin responsabilidad y sin sustento
ni respaldo alguno a sus afirmaciones aunque estén de por medio la honra y el
buen nombre de las personas.
Dice la exfuncionaria:
Tengo una hoja de vida limpia y honesta, mi gestión puede ser investigada,
pues siempre he estado dispuesta a ello".
Tampoco en esta ocasión se rectificó. Valen aquí las mismas glosas que en el
presente fallo se formularon con respecto a la primera forma de "rectificación".
Esto resulta todavía más grave si se tiene en cuenta que el Noticiero TV-HOY, al
insistir en su conducta, ha incumplido un mandato proferido, con arreglo a la
Constitución, por un juez de la República para proteger los derechos
constitucionales de la peticionaria.
Puesto que la Corte en este fallo parte del hecho cierto, ya establecido, de que ha
sido incumplida la sentencia de primera instancia y teniendo en cuenta que hace
tiempo transcurrió el término allí indicado para rectificar, juzga esta
Corporación indispensable impartir una orden que se ajuste a las actuales
circunstancias, sin perjuicio de las sanciones que la juez competente pueda
imponer al medio, de acuerdo con la ley, por el incumplimiento ya consumado.
Toda vez que, por otra parte, existe la posibilidad de que -ya en la materia propia
de la rectificación pedida- el medio demandado esté en capacidad de demostrar
lo que con tanta certidumbre dijo haber comprobado, la rectificación solamente
se ordenará subsidiariamente, es decir, a falta del respaldo probatorio que el
noticiero pueda exhibir respecto de sus afirmaciones. En esto serán modificados
los fallos que se revisan.
Por ello, habiendo concluído la Corte que, con la anotada salvedad, las
sentencias revisadas deben confirmarse, se ordenará al Noticiero TV-HOY, bajo
el apremio de las sanciones legales, acreditar públicamente los motivos por los
cuales aseveró en su emisión del 6 de diciembre haber comprobado la
pertenencia de la solicitante a la guerrilla y la vinculación entre este supuesto y
su retiro de la Secretaría de Hacienda del Arauca; de no ser posible ofrecer
pruebas que permitan concluir en la veracidad de tales afirmaciones, deberá
reconocer el Noticiero públicamente y con la misma importancia y despliegue
otorgados a la información adicional que no ha comprobado tales hechos y
circunstancias (se subraya) y que, por ende, rectifica lo difundido.
DECISION
RESUELVE: