Pestalozzi
Pestalozzi
Pestalozzi
Educativos (Colombia)
ISSN: 1900-9895
revistascientificas@ucaldas.edu.co
Universidad de Caldas
Colombia
PESTALOZZI REVISITADO:
DISQUISICIONES TEÓRICO-FORMATIVAS
SOBRE “PSICOLOGIZACIÓN” DE
LA ENSEÑANZA, DOCTRINA DE LA
INTUICIÓN, FORMACIÓN ELEMENTAL,
ENSEÑANZA ELEMENTAL Y EDUCACIÓN
ELEMENTAL
Andrés Klaus Runge Peña1*
Resumen
89
En el escrito se cuestiona la concepción de Pestalozzi como intelectualista. Para
ello se muestran los alcances de su doctrina de la intuición, la cual no se reduce a
un simple intelectualismo. Se llama la atención sobre los diferentes tipos de intuición
que considera Pestalozzi y se muestra que la intuición no es sólo un problema de
1
Licenciado en Educación Inglés-Español de la Universidad de Antioquia. Doctor en Ciencia de la Educación
de la Universidad Libre de Berlín. Profesor de Pedagogía y Antropología Pedagógica de la U. de A. y
Coordinador del Grupo de Investigación sobre Formación y Antropología Pedagógica e Histórica (FormaF).
Correo electrónico: aklaus@ayura.udea.edu.co
Recibido 2 de julio de 2010, aprobado 27 de agosto de 2010..
Andrés Klaus Runge Peña
ABSTRACT
This paper questions Peatalozzi’s conception as intellectualist. For this purpose, the
scope of his doctrine about intuition which is not reduced to a simple inttelectialism
is presented. Attention is called on the different types of intuition sonsidered by
Pestalozzi and it is shown how intuition is not only a problem of method. Finally,
in the third part, the misunderstanding of the fundamental in Pestalozzi’s approach
is studied in detail and an interpretation of the framework of categorial theories is
offered.
Ya han pasado poco más de dos siglos desde que vio la luz El método de Johann
90 Heinrich Pestalozzi (1746-1827) y casi un siglo, en 1915, desde que contamos
con su traducción al español gracias a Lorenzo Luzuriaga. Si bien este trabajo fue
escrito en 1800, su publicación se dio post mortem en 1828. En él se encuentran,
como lo dice el maestro Luzuriaga, “las ideas matrices que Pestalozzi desarrolla un
año después extensamente en el Cómo Gertrudis enseña a sus hijos” (Luzuriaga
citado en Pestalozzi, 1915: 6) y sobre las que vuelve en 1802 en su Wesen und
Zweck der Methode (Esencia y finalidad del método). Asumimos la traducción del
mencionado escrito como pretexto para iniciar nuestras disquisiciones teórico-
formativas sobre algunos aspectos fundamentales del pensamiento pedagógico de
Pestalozzi. A partir de acá se busca plantear que los intereses de este autor, en lo
2
Otras obras de Pestalozzi en español son Las veladas de un ermitaño y El libro de las madres, ambas de 1911,
Leonardo y Gertrudis de 1913, el Canto del cisne” de 1927 y Cómo enseña Gertrudis a sus hijos de 1932. 91
3
De Pestalozzi se vino a tener idea en nuestro país, según los autores de Mirar la infancia (Sáenz Obregón,
Saldarriaga y Ospina, 1997, tomo 1: 12 y ss.) entre 1845 y 1847 –prácticamente medio siglo después de que
salieran a la luz sus producciones más importantes– gracias a José María Triana, quien tradujo el Manual
británico de enseñanza mutua y difundió el Manual de enseñanza mutua para las escuelas de primeras letras
(1845), el Manual que deben tener presentes los profesores de las escuelas para la enseñanza de la gramática
castellana, según el método de Pestalozzi, extractado de sus obras (1946) y el Manual que contiene los
diversos cursos en que se divide la enseñanza de la aritmética mental según el método de Pestalozzi, y reglas
que deben practicar los maestros para hacer buen uso de los cuadros (1847). Estos textos “supuestamente”
se basaban en “la” pedagogía de Pestalozzi –pongo acá el “supuestamente” y el “la” entre comillas porque,
de un lado, las referencias directas a Pestalozzi no son claras y, del otro, porque preferiría no hablar para este
caso de la pedagogía de Pestalozzi, sino, más bien, de su método de enseñanza–. Era, pues, una época en la
que comenzábamos a ser pestalozzianos en Colombia, o mejor, en que comenzaba a tener lugar un proceso de
recepción o apropiación del pensamiento y las ideas de este autor, curiosamente y al parecer, sin haberlo leído
todavía en su profundidad y de primera mano.
Andrés Klaus Runge Peña
92 4
“Ich suche den menschlichen Unterricht zu psychologisieren” (Pestalozzi, 1978: 30). En adelante las
traducciones corren por cuenta del autor a no ser que se especifique lo contrario. En lo posible, se citan también
las versiones al español después del punto y coma.
5
“ich suche ihn mit der Natur meines Gesites und mit derjenigen meiner Lage und meiner Verhältnisse in
Übereinstimmung zu bringen” (Pestalozzi, 1978: 30).
6
Cf.: Silber (1973: 136).
7
Una de las pretensiones de este escrito es mostrar las diferenciaciones entre formación (Bildung), educación
(Erziehung) y enseñanza (Unterricht). Diferenciaciones que poco o nada se han considerado en las traducciones
al español y que juegan un papel central en el contexto de habla alemana. El problema que ha surgido con las
traducciones al español de estos conceptos es que por su causa se ha invisibilizado el campo de las teorías de
la formación y muchos planteamientos del pensamiento antropológico-pedagógico.
8
En Pestalozzi, como en Rousseau, el término naturaleza tiene múltiples sentidos. Existe algo así como una
naturaleza metafísica, a un orden natural preestablecido con sus leyes; esta se refiere también al mundo natural,
es decir, a la naturaleza física; pero alude de igual manera a la naturaleza humana que remite tanto a una suerte
de humana conditio como a lo natural en el hombre, a la naturaleza animal.
del mundo –del orden de las cosas–, sino a partir del sujeto y el despliegue de
sus fuerzas, más exactamente, a partir de la capacidad humana de comprender y
apropiarse del mundo. Se trata, con otras palabras, de una enseñanza que no está
ya más centrada en la transmisión, sino en la formación (Bildung)9. Así, las leyes
que rigen la enseñanza no son para Pestalozzi aquellas que resultan del orden
objetivo de las cosas, sino las que resultan de las formas humanas de concebir,
tratar y comprender el mundo. Por tanto, como finalidad educativa no se trata
tanto de conocer las cosas –en tanto dadas en el mundo–, sino de desarrollar las
capacidades para conocerlas. En su sentido formativo amplio, de desplegar las
capacidades en el niño que le permitirán, a partir de su propio desarrollo, comprender
tales objetos y devenir humano. De allí también y precisamente la idea de un método
de conformidad con –las leyes de– la naturaleza –humana– en la línea de Jean-
Jacques Rousseau. Leyes que encuentran su punto medio en la totalidad del ser,
punto que no es más que el ser humano mismo:
Pero también esta ley de tu naturaleza gira nuevamente, con toda su amplitud, en
torno a una segunda. Gira en torno al punto medio de todo tu ser y este punto central
eres tú mismo. No lo olvides, hombre: todo lo que eres, todo lo que quieres, todo lo
que debes, parte de ti mismo. Todo tiene que tener un punto central en tu intuición
física y ésta la eres tú mismo. (Pestalozzi, 1978: 14; 1915: 14)
En el discurso didáctico contemporáneo se habla de una enseñanza ya no centrada en los contenidos sino
9
Llegamos con ello al punto medular de su teoría del conocimiento, a saber: a sus
planteamientos sobre la intuición y el concepto.
10
Antropología y pedagogía quedan implicadas en un estrecho vínculo que se retroalimenta en variadas formas
como, por ejemplo, en la relación teoría del conocimiento-teoría de la enseñanza o en la relación teoría del
aprendizaje y teoría de la educación.
11
“Nach diesen Gesetzen habe ich gesucht, die Elmente alles Wissens zu vereinfachen und sie in eine Reihenfolge
von Darstellungen zu bringen, deren Resultat psychologisch dahin wirken soll, umfassende Kenntnis der Natur,
allgemeine Heiterkeit in den wesentlischen begriffen und kraftvolle Übung in den wesentlichsten Fertigkeiten
auch bei der niedersten Volksklasse zu verbreiten" (Pestalozzi, 1978: 30-31).
12
Cf.: Runge Peña (2008).
13
Cf.: Pestalozzi (1978 y 1999).
14
“Freund! Wenn ich jetzt zurücksehe und mich frage: Was habe ich denn eigentlich für das Wesen des
menschlichen Unterrrichtes gelesitet? –so finde ich: Ich habe den höchsten obersten Grundsatz des Unterrichts
in der Anerkennung der Anschauung als dem absoluten Fundament aller Erkenntnis festgesetzt und mit
Beseitigung aller einzeln Lehren das Wesen der Lehre selbst und die urform aufzufinden gesucht, durch welche
die Ausbildung unsers Geschlechts durch die Natur selber bestimmt werden muss” (Pestalozzi, 1978: 155).
15
Cf.: Pestalozzi (1978: 165; 1999: 100).
Andrés Klaus Runge Peña
Su fuente general son los cinco sentidos; la impresión (Eindruck) simple, que deja
sobre los sentidos todo aquello que es [que existe AKR], es lo exterior de la intuición,
la intuición externa. El juicio de mi espíritu sobre esa impresión y el sentimiento de
agrado (Behaglichkeit) o desagrado (Unbehaglichkeit) que este mismo produce en
mí, es lo interior de la intuición, la intuición interior.
(La intuición externa es la fuente de la interior; no obstante, en tanto tal, tan solo aviva
los fundamentos del juicio. Pero solo la interior le da a la exterior un valor humano).
externa le ofrece los “datos” (lo concreto particular) a nuestro conocimiento, pero es
el “sentido interno” el que le da valor; este último viene dado entonces en el marco
de una intuición externa o de alguna vivencia. De allí también la idea de que las
intuiciones sensibles como datos se presenten como algo confuso que debe ser
aclarado mediante el concepto.
Así pues, si bien en la actividad sintetizadora que aparece como parte de la intuición
externa ya hay una construcción humana, esto no basta para que el ser humano
sea visto como un ser íntegro y en armonía, ni para que se hable propiamente de
conocimiento claro. Además de ello, el hombre tiene que pensar –tanto de un modo
teórico como práctico– y buscar, como lo dice Pestalozzi, en el fondo de su corazón.
De allí que este autor llegue incluso a proponer que la intuición interna venga dada
gracias a un “sentido interior” que resulta del corazón. Con lo que dicha intuición
interna se desdobla nuevamente con sentidos distintos: por un lado, referida a
los sentidos y, por el otro, referida a dios –a lo trascendente–. Esta otra intuición
espiritual se despliega desde nuestro corazón y le permite al ser humano percibir
el mundo más allá de cómo se le presenta en tanto dato y de darle así un sentido
y un valor. Es a partir de esta experiencia interna que el ser humano establece el
vínculo con dios y se percata, en consecuencia, de un orden natural como orden
divino. Vemos que las intuiciones son de varios tipos y que, en concordancia con
ello, la formación humana no se circunscribe únicamente a una formación intelectual.
La intuición, al surgir también del “fondo del corazón”, no viene dada solo en el
marco de la observación contemplativa, sino que presupone un vivenciar y un
actuar en los que el ser humano no necesariamente entra en relación con lo dado
de un modo objetivamente –como lo sostiene por ejemplo Luzuriaga–, sino de un
modo afectivo, valorativo, moral y religioso. Las intuiciones que de acá resultan se
encuentran encadenadas a vivencias valorativas en las que las aspiraciones no son 97
simplemente contemplativas, sino afectivas, morales y religiosas. Precisamente la
intuición interna que se tiene de sí mismo hace alusión a todo esto y es el punto
del cual la formación moral parte.
Los sentimientos, a partir de los cuales resultan las primeras semillas sensitivas
de la moralidad de nuestro género, son los fundamentos esenciales de nuestra
intuición interna, y por ello la formación elemental para el amor, el agradecimiento
y la confianza es formación elemental para la intuición interna; y la formación
elemental de la intuición interna no es otra cosa que formación elemental para la
moralidad, que en su esencia se basa en leyes de la naturaleza sensitiva, a partir
Andrés Klaus Runge Peña
El concepto y lo elemental
Como para Pestalozzi la intuición sin concepto es ciega y confusa –lo que
recuerda a Kant en el sentido de que el conocimiento resulta de los sentidos y del
entendimiento– y no puede llevar a un conocimiento claro, es necesario prestarle
atención entonces a esa otra parte del conocimiento, a saber: al concepto. Con
ello llegamos a otro punto medular del pensamiento pestalozziano, a saber: el de
98 lo elemental. Esta es quizá la idea más conocida y difundida de Pestalozzi, pero la
más malentendida con respecto a su método elemental. En Pestalozzi lo elemental
no significa ni simple, ni fácil, ni sencillo; lo cual es también un malentendido cuando
se habla de educación o enseñanza elemental. Lo elemental remite a las partes
estructurantes de todo conocimiento. Se refiere, por tanto, a las partes irreductibles
o indivisibles. Esas partes elementales y estructurantes de todo conocimiento
Pestalozzi las denomina número, forma y palabra, y son las que están en la base
17
Tal es el propósito, por ejemplo, de las actividades corporales que plantea Pestalozzi con las que se busca que
el niño reconozca su propio cuerpo.
18
Cf.: Runge Peña (2009).
Este planteamiento básico sobre lo elemental se puede hacer más compresible desde
el marco de las teorías de la formación. La formación elemental (Elementarbildung),
en el sentido de una formación formal, o mejor, formación categorial, se concibe, en
primer lugar, como opuesta a una formación material o centrada en el contenido;
a lo que Pestalozzi denomina una “forma positiva de enseñanza”. Categorías, en
segundo lugar, son las formas generales y básicas de la comprensión humana,
con cuya ayuda se concibe la realidad. Fomentarlas, desarrollarlas es, por tanto, el
propósito de una “Kunstbildung” y del método elemental en el sentido de Pestalozzi.
Un dominio seguro de las categorías es la condición para un conocimiento del
contenido, de lo positivo.
También lo dice al final de su Wesen und Zweck der Methode (esencia y finalidad
del método) de 1802:
Creo que se me ha permitido decir todo del método de enseñanza tal y como
realmente es. Pero ahora veo con serenidad: no puedo hacerlo. Aquél mismo me
llevó, a través de la verdad de su esencia, a reconocer los vacíos que todavía hay
en él, al verlo como medio general de la formación humana. Es desde luego cierto:
lleva también a través de una formación intelectual aislada del hombre con mano
fija hacia la verdad y al círculo de sus situaciones. Pero la garantía de éxito de ese
hacer, la garantía de hacer que el hombre total con sus fuerzas y con todas sus
inclinaciones se acomode a sus situaciones y relaciones, como se debe acomodar
a ello si él en todo su ser concuerda consigo mismo y para lo inmutable de sus
relaciones deba convertirse en eso que tiene que convertirse para sí mismo, si
debiera corresponderle al fin de cada buen hombre: esa garantía no se la ofrece al
hombre la formación intelectual más perfecta, ni se la puede dar. Y queda por fuera
de toda contradicción: es una consecuencia de la esencia de nuestros fundamentos
el que esa garantía se le pueda dar al hombre sólo mediante la subordinación de su
formación intelectual a la de su formación moral […] Hombres de mi época, con estas
palabras veis vosotros el punto en el que me encuentro al considerar mi empresa. He
transformado mi vida para poder llegar hasta aquí en donde me encuentro y hasta
la tumba voy a continuar, dedicándole mi tiempo y mis fuerzas, con aquellas partes
de la empresa que todavía están por trabajarse. (Pestalozzi, 1978: 229)
Lastimosamente muchas de estas especificidades, por ejemplo, las que tienen que
ver con la distinción entre formación, educación y enseñanza, o las que tienen que
ver con la distinción entre el arte de la formación, arte de la intuición, arte de la 101
educación con respecto a la formación y a la intuición, han quedado invisibilizadas
en las traducciones que se han hecho de los trabajos de este autor. Estos matices
no son en nada irrelevantes y han llevado, como dijimos, a que las reflexiones sobre
la formación hayan sido ignoradas o subsumidas en el contexto de las reflexiones
sobre la educación o la cultura.
Anschauungskraft
ple
últi tiv as
o m voli
de l iv as, INTUICIÓN
t ét ica as, afect Anschauung
sin nsitiv
dad s, se
Uni ognitiva
So n c Intuición externa Fundamento de todo Intuición interna
Aussere Anschauung conocimiento
Innere Anschauung
El arte de la intuición (Anschauungkunst) como tarea del método (enseñanza) elemental para la formación
elemental (Elementarbildung) del ser humano
CONOCIMIENTO Elementos:
Erkenntnis - Forma
CONCEPTO
- Número
Begriff
- Palabra
FORMACIÓN CATEGORIAL
Resubjetivación –apropiación, interiorización- de lo objetivo con cabeza, corazón y mano
Lo primero que hay que resaltar es que en sus reflexiones sobre formación
elemental Pestalozzi enfatiza en el proceso de desarrollo de la fuerza intuitiva
(Anschauungskraft). En el Canto del cisne dice: “La idea de formación elemental
[…] no es otra que la idea de conformidad con la naturaleza en el despliegue y
formación de las disposiciones y fuerzas del género humano” (Pestalozzi, 1826)20.
102
Con respecto a la formación, Pestalozzi plantea:
El ser humano no solo tiene que saber lo que es verdadero, tiene también que
poder y querer lo que es correcto. Ese principio incontrovertible divide la formación
elemental de mi género fundamentalmente en tres partes:
20
“Die Idee der Elementarbildung [...] ist nichts anderes als die Idee der Naturgemäßheit in der Entfaltung und
Ausbildung der Anlagen und Kräfte des Menschengeschlechts” (Pestalozzi, 1826).
Pestalozzi se nos presenta también como uno de los precursores de una formación corporal formal, lo cual
21
lo convierte en una persona clave dentro de la historia de la educación corporal. En ese sentido, Pestalozzi
propone el desarrollo de una gramática del movimiento corporal humano, un ABC de las artes, entendidas
estas en el sentido de capacidades y habilidades corporales. Bajo la misma lógica de sus planteamientos sobre
el conocimiento y sobre la formación intelectual, sostiene que las capacidades y habilidades corporales más 103
elevadas son el compuesto de determinadas formas elementales de movimiento. Al respecto sostiene Pestalozzi:
“La formación de las habilidades físicas, que el Estado debería dar sin negligencia y proporcionar fácilmente
al pueblo, así como la formación de los conocimientos más esenciales, se basa, como toda formación de un
mecanismo profundo, en un ABC del arte; es decir, en unas reglas artificiales (Kunstregeln) generales, con
cuyo seguimiento se podría formar a los niños mediante una serie de ejercicios que, progresando gradualmente
de lo más simple a lo más complicado, tiene que lograr, con seguridad física, garantizarle a aquéllos una
facilidad, cada día en aumento, en todas sus destrezas y cuya formación ellos precisamente necesitan. Pero ese
ABC no se ha encontrado. Y es totalmente natural: rara vez se encuentra algo que nadie busca. No obstante,
era muy fácil de hallarlo: se tiene que partir de las manifestaciones más simples de las fuerzas físicas, las cuales
contienen el fundamento también de las destrezas humanas más complicadas […] Es evidente que el ABC de
las habilidades tiene que comenzar desde temprano con ejercicios de destrezas, psicológicamente seriados
[…] El mecanismo de las habilidades sigue totalmente la misma marcha que aquel del conocimiento, y sus
fundamentos son, desde el punto de vista de tu autoformación, quizá más profundos que los fundamentos de
los que parte tu conocimiento” (Pestalozzi, 1978: 183 y ss.; 1999: 114 y ss.).
Andrés Klaus Runge Peña
En ese contexto surge entonces el arte: “Kunst” que, como lo dice Quintana Cabanas
(traductor de la última versión en español del Canto del Cisne):
[…] es la palabra más difícil de traducir […] que Pestalozzi no usa nunca en el sentido
de las bellas artes, sino como algo que se opone a la ‘naturaleza’, en cuanto que ésta
es lo que nos viene dado y se hace por sí solo, según lo que es, mientras que –por
el contrario– ‘arte’ es lo que hace el hombre por su intervención intencionada con su
habilidad y su aplicación. De este modo el arte es la capacidad de ‘saber hacer’ o el
conjunto de las habilidades personales. (Quintana Cabanas en Pestalozzi, 2003a: 44)
22
“Je höher die Einseitigkeitkünste einer Nation hinansteigen, je tiefer sinkt sie in ihrer Verbildung” (Pestalozzi,
1978: 219).
23
“Aus dieser Darstellung erhellt, dass in jedem Falle, wo die Kunstbildung mit der wirklichen Anschauung der
Natur nicht Schritt geht, die Kunst durch ihre voreilende Wirkung auf den menschlichen Geist zur Quelle einer
sinnlichen Verhärtung wird, die Einseitigkeit, Schiefheit, Oberflächlichkeit und anmassungsvolle Irrtümer zu
ihrer unausweicchlichen Folge hat. Jedes Wort, jede Zahl, jedes Mass ist ein Resultat des Verstandes, das von
gereiften Anschauungen erzeugt wir” (Pestalozzi, 1978: 32). Luzuriaga traduce acá el término “Kunstbildung”
como “educación artística” con dos consecuencias: la primera, que invisibiliza la diferenciación pedagógica
entre formación y educación y la segunda, opaca el esfuerzo de Pestalozzi por distinguir entre lo natural y lo
artificial en el gran proyecto de formación y educación –de conformidad con la naturaleza– del ser humano.
A MODO DE CONCLUSIÓN
105
BIBLIOGRAFÍA
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