Historia Del Tributo
Historia Del Tributo
Historia Del Tributo
“Las caballerías” Era el pago que se hacía anualmente para mantener todo lo
relacionado con las mismas (guerreros con su montura, equipo de armamento y
manutención de los animales)
“Las calumnias” o “calonias” Eran las multas que imponía la justicia en el
ejercicio de sus funciones. Junto con las PECHAS era el impuesto más extendido,
contribuyendo por ello a aumentar considerablemente las arcas de la Hacienda
pública.
“El carneraje” Era otro tributo que se aplicaba sobre los ganados trashumantes
que atravesaban las tierras del reino. La primera vez en la que se tiene noticia
de este impuesto es en 1105, cuando Alfonso I exime a los clérigos de San Esteban
y a sus bienes de “carnale et de fossatera”
“La cena” Era un tributo fijo que se pagaba para sufragar los gastos de una corte
real itinerante, pagada en un principio en especie, pero cuando la administración
real se asentó de una forma más o menos estable en una ciudad pasó a ser pagado
en dinero. Las aljamas judías eran las que con más frecuencia satisfacían esta
retribución.
“El diezmo” (o décimo) Era el impuesto o tributo por el que los fieles entregaban
a la Iglesia la décima parte de sus frutos o provechos para el mantenimiento del
culto y ejercicio del ministerio eclesiástico.
“La fonssadera” Era el tributo que debían pagar los hombres libres y vasallos en
concepto de contribución a la defensa del territorio, y también se llamaba así al
-trabajo personal- que dichas personas realizaban para mantener en buen estado
las construcciones defensivas; estos trabajos personales no generaban pago
alguno. Para el mantenimiento de los castillos se les pagaba directamente a los
tenientes de la Hacienda Real parte de los tributos obtenidos de las rentas de
una judería, generalmente del lugar donde se ubicaba el castillo.
“La fossatera” Era el impuesto que debían satisfacer los que debían ir a la
guerra, pero no concurrían a ella.