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1

LIMA A TRAVÉS DE LA PRESA

Daniel Morán
María Aguirre
Frank Huamaní

COLABORACIÓN DE JOSÉ SALAS, CHRISTIAN CARRASCO


Y JAIME PULGAR VIDAL

PRESENTACIÓN DEL DR. JUAN GARGUREVICH REGAL

COLECCIÓN HISTORIA DE LA PRENSA PERUANA; 2

LIMA / PERÚ / 2008.

2
Colección historia de la prensa peruana; 2

LIMA A TRAVÉS DE LA PRENSA


Autores: Daniel Morán, María Isabel Aguirre y Frank Huamaní.
Editor: Luis Daniel Morán Ramos (aedo27@hotmail.com)

Colaboradores: José Salas, Christian Carrasco y Jaime Pulgar Vidal.


Presentación: Dr. Juan Gargurevich Regal (UNMSM - PUCP).

Primera edición, junio del 2008


Tiraje: 300 ejemplares

ISBN: 978-9972-33-796-3

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú:


N° 2008 – 08128

Impreso en el Perú

Portada: Plaza Mayor de Lima, Siglo XIX. En Juan Bromley: Las viejas calles de Lima.
Edición virtual.

Prohibida la reproducción parcial o total de este libro, sin el permiso expreso de los
autores.

Esta versión digital de abril 2010 en PDF, totalmente gratuita, está autorizada por
los autores para ser distribuida y utilizarse sin fines comerciales, únicamente para
intereses académicos. Les aclaramos que la versión impresa contiene en total 179
páginas que no coincide con esta versión digital que tiene sólo 155 páginas. Sin
embargo, ambas ediciones contienen todos los artículos.

3
Para todos aquellos que todavía creemos
que la historia es una ciencia que puede
ayudarnos a comprender nuestra propia
realidad con el objetivo de transformarla.

Para nuestros padres que siempre


confiaron y confían en la importancia de lo
que hacemos en cada momento de
nuestra existencia.

Para nuestros maestros de siempre Carlos


Lazo García, Waldemar Espinoza Soriano
y Heraclio Bonilla

4
CONTENIDO

Presentación
La necesaria memoria de la prensa
Dr. Juan Gargurevich Regal
7

Introducción
La Colección Historia de la Prensa Peruana
Daniel Morán, María Isabel Aguirre y Frank Huamaní
9

La prensa y el discurso político como fuente para la historia:


Planteamientos teóricos y metodológicos
Daniel Morán y María Isabel Aguirre
12

Prensa, difusión y lectura en Lima durante las Cortes de Cádiz, 1810-


1814.
Daniel Morán
29

Discriminación en blanco y negro.


Jaime Pulgar Vidal
52

¿Y después del asesinato, qué sucedió? Prensa y nuevas elecciones


(1934-1935).
Christian Carrasco
83

Un fansin -ante mundo alterna en Lima.


Algunos apuntes sobre la sociedad limeña a través de los fanzines
subterráneos (1985).
Frank Huamaní
105

5
Estado, empresarios y trabajadores.
Ley de relaciones colectivas de trabajo a través de la prensa de Lima en
1992.
María Isabel Aguirre
118

Catálogo de los periódicos limeños de los siglos XVIII-XIX existentes


en la Biblioteca Nacional del Perú (Segundo ejemplar).
José Salas
136

6
PRESENTACIÓN

LA NECESARIA MEMORIA DE LA PRENSA

Lima a través de la prensa que nos ofrece la Colección Historia de la Prensa


Peruana nos da certezas de que persiste interés renovado e incluso
creciente por los procesos históricos en que estuvo involucrada la prensa o
la historia de la prensa misma.
Lo que llamamos “certezas” tiene que ver con preocupaciones surgidas
en las instituciones formadoras de comunicadores, y particularmente de
periodistas, por el abandono sistemático de los cursos de Historia de la
Comunicación o del Periodismo.
En la mayoría de los casos que conocemos se alega que la
especialización reclama más horas y créditos; y de hecho suele ser solo en
“Periodismo” que se trabaja la memoria de la especialidad (la Escuela de
Comunicación Social de San Marcos es una excepción).
Lo paradójico es que en la medida en que académicos de la
Comunicación abandonan su historia, son los historiadores profesionales
quienes rescatan el valor de la prensa, o de los medios en general, como
fuente indispensable para obtener información secundaria (y muchas veces
primaria) cuando se trabaja el contexto de un evento que merece ser
recogido para la posteridad.
Hace poco, un importante sector de académicos brasileños organizó
una Asociación de Historiadores de la Prensa (Niteroi, 2008) dando un
ejemplo de cómo se debe convocar a la interdisciplinariedad para temas
como estos. Allí concurrieron y llevaron ponencias periodistas, sociólogos e
historiadores, entre los principales, demostrando la riqueza del escenario
histórico, su enorme variedad y su importancia para el conocimiento de los
procesos históricos.
Otras instituciones están siguiendo el mismo camino, como la Red
Hispanoamericana de Historiadores de la Prensa, organizada por un grupo
de Guadalajara y que también apuesta por el trabajo interdisciplinario,
considerando que la complejidad del tema exige esfuerzos especializados.
Las investigaciones peruanas todavía son esfuerzos personales
aislados y de diferente envergadura pero ya contamos, felizmente, con
impulsos de jóvenes investigadores y editores como Daniel Morán, María
Aguirre y Frank Huamaní, historiadores interesados en la prensa, que están
7
impulsando la realización, y posterior publicación, de investigaciones que no
nacen de la vertiente de la comunicación sino que tienen su razón de ser en
la consideración de que la prensa y los periodistas tuvieron roles que no han
sido suficientemente estudiados.
El conjunto de textos que nos ofrecen esboza sus intereses, que son
los de todos aquellos que trabajan la historia de los medios, es decir, los
marcos teóricos, metodologías de trabajo, visión crítica y narración de
episodios, la sociedad y la prensa, las novedades en el mundo alternativo de
la comunicación.
Lima a través de la prensa es un esfuerzo memorable y sus autores
merecen ser incentivados para que persistan en su empeño histórico y
ayuden así a los comunicadores a conocer más y mejor su herramienta de
trabajo y considerar su gran importancia.

Juan Gargurevich
Lima, UNMSM, junio del 2008.

8
INTRODUCCIÓN

LA COLECCIÓN HISTORIA DE LA PRENSA PERUANA

Daniel Morán, María Isabel Aguirre y Frank Huamaní

Hace exactamente 9 meses apareció el primer volumen de la Colección


Historia de la Prensa Peruana bajo el título: Sociedad colonial y vida
cotidiana en Lima a través de las páginas de El Investigador del Perú, 1813-
1814, del historiador Daniel Morán y la colaboración de la historiadora María
Aguirre. Aquel primer esfuerzo significó el inicio de una nueva aventura
editorial y de investigación histórica que tuvo como responsable al autor del
libro y la intensa labor de los colegas María Aguirre y Frank Huamaní. Fue
para nosotros toda una odisea la publicación de dicho volumen de la
colección, pues pasamos serias dificultades tanto en la edición del texto
como en la financiación. Al final pudimos resolver aquellos inconvenientes
con recursos propios. De allí que afirmáramos en la introducción del primer
libro, que nuestra colección era una publicación independiente y con el
objetivo principal de revalorar el estudio de la prensa escrita como una fuente
para la historia.
En aquella oportunidad contamos con la valiosa ayuda y asesoramiento
del doctor Waldemar Espinoza Soriano, quien escribió la presentación del
libro, y del siempre polémico y crítico historiador Heraclio Bonilla. En realidad
si buscáramos el origen y la motivación para la materialización de esta
colección debemos señalar la figura esencial del historiador y maestro Carlos
Lazo García, quien en la década del 70 participó junto a Javier Tord Nicolini
de la Biblioteca Peruana de Historia, Economía y Sociedad. Ver editados
muchos textos por estos amantes de la historia nos impulsó a desarrollar
este proyecto de la Colección Historia de la Prensa Peruana que hoy
presenta su segunda entrega editorial con el título: Lima a través de la
prensa.
Con el prólogo del reconocido investigador de la historia de la prensa
peruana doctor Juan Gargurevich Regal, Lima a través de la prensa, es un
libro que busca ofrecer al público interesado en el tema, una serie de
investigaciones que reflexionan sobre la realidad de Lima vista a través de la

9
páginas empolvadas y amarillentas de los periódicos y revistas que se
difundieron en nuestra capital.
El libro empieza con el estudio de Daniel Morán y María Aguirre sobre
la importancia de la prensa y el discurso político para la elaboración de la
historia. Los autores proponen en el artículo un marco teórico y metodológico
inicial para trabajar la fuente periodística, además de señalar diversos temas
que podrían ser analizados a través de la prensa.
En el siguiente capítulo el historiador Daniel Morán reflexiona sobre el
poder de la prensa, su difusión y la lectura que se realizó de ella en los años
de las Cortes de Cádiz. Los diversos canales de difusión y comunicación de
la información periodística son analizados en su complejidad para determinar
su alcance, influencia y el público lector que tuvo.
Por su parte, Jaime Pulgar Vidal en su trabajo, Discriminación en
blanco y negro, desarrolla los hechos conflictivos y contradictorios que
sucedieron en el primer partido jugado entre la Federación Universitaria y
Alianza Lima, el 23 de septiembre de 1928 en pleno régimen de Leguía. El
texto del autor demuestra que el discurso de la prensa escrita es
fundamental para entender las diversas opiniones de los actores sociales de
aquel enfrentamiento futbolístico, que esconden determinados intereses
políticos con un alto grado de exclusión social.
Por otro lado, el artículo de Christian Carrasco Celis nos abre un
panorama novedoso y poco estudiado en la historia del siglo XX peruano, la
relación existente entre la prensa, el poder político y las elecciones en
nuestro país. La coyuntura histórica analizada por el autor que se inicia con
el asesinato del presidente Sánchez Cerro, la inestabilidad política que sigue
a dicho suceso y las diferentes pugnas de los partidos políticos por acceder
al poder del Estado, confirman la tesis de Carrasco de la importancia de la
prensa y su discurso para aprehender la realidad política peruana de
aquellos años.
Frank Huamaní Paliza prosigue con sus estudios culturales del Perú
republicano de la segunda mitad del siglo XX. En esta ocasión el autor
rescata la importancia de los fanzines subterráneos para el conocimiento de
la sociedad limeña en 1985. Lo interesante del estudio es que Huamaní
complementa el análisis de los fanzines con revistas, periódicos y entrevistas
a los propios actores sociales de aquel tiempo. Surge así una nueva forma
de hacer historia cultural en el Perú que sería provechoso proseguir.
La historiadora María Aguirre reflexiona la relación existente entre el
Estado, los empresarios y los trabajadores en Lima durante el régimen de
Alberto Fujimori. En forma clara la autora explica como el Estado Fujimorista
fue restándoles derechos a los trabajadores y entregando, por su parte,
muchas libertades a los empresarios. Las páginas de la prensa de Lima
muestran en ese sentido todo un discurso en relación a dichos
acontecimientos.
10
José Salas en la sección final del libro nos entrega el catálogo de los
periódicos limeños existentes en la Biblioteca Nacional del Perú de los siglos
XVIII y XIX (segundo ejemplar). Con aquel esfuerzo Salas intenta que el
público interesado en el estudio de la prensa peruana posea un exhaustivo
material de consulta para la realización de sus investigaciones.
Finalmente, los editores de Lima a través de la prensa, queremos dejar
sentada nuestra idea del necesario manejo de los periódicos, revistas,
folletos y todo tipo de prensa escrita para el análisis de la historia peruana.
Nuestro objetivo es ofrecer a todos ustedes investigaciones que reflejen una
parte de la realidad peruana poco conocida que, sin embargo, resulte
provechoso y gratificante.
Por ello, la Colección Historia de la Prensa Peruana comunica su
intención de realizar hasta tres proyectos este año. En primer lugar, estamos
elaborando el tercer volumen de la colección con el título: La historia de la
prensa regional en el Perú, que contará con artículos de los editores y una
serie de especialistas en la materia. En segundo lugar, venimos terminando
el proyecto del Primer Congreso de Historia de la Prensa Peruana que
inicialmente está programado en realizarse a fines del mes de noviembre del
2008. Y, en tercer lugar, la publicación, en coedición con alguna editorial
interesada en estos proyectos, de la Tesis de Licenciatura de Daniel Morán
sobre la prensa limeña durante las Cortes de Cádiz.
Queremos agradecer al doctor Juan Gargurevich por la presentación
de este segundo volumen de la colección, a los historiadores, maestros y
amigos Waldemar Espinoza, Heraclio Bonilla y Carlos Lazo. El apoyo de
Claudia Rosas, Luis Miguel Glave, Carmen Villanueva, Francisco Quiroz,
Cristóbal Aljovín, James Matos, Jorge Moreno, Rubén Pachari, Melecio
Tineo, Juan Carlos Murrugarra, Eric Zolov, Maritza Urteaga, Ruth Borja,
Carlota Casalino, Laura Gutiérrez, Javier Pérez Valdivia, Luis Miguel
Cangalaya, a los investigadores que publican en este volumen y a todos los
integrantes del Taller de Estudios Históricos - Filosóficos.

11
LA PRENSA Y EL DISCURSO POLÍTICO COMO FUENTE PARA LA
HISTORIA: PLANTEAMIENTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS.1

Daniel Morán y María Isabel Aguirre

INTRODUCCIÓN
Las sociedades humanas en el proceso de su desarrollo histórico han
plasmado todas sus manifestaciones y también sus ideas fundamentales de
sí mismas en algún tipo de evidencia material o de soporte oral. Dichos
testimonios nos permiten apreciar la forma de vida de aquella sociedad, las
relaciones de poder, los discursos y conflictos, por el cual pasan los hombres
en sus relaciones sociales que establecen entre sí. Estas evidencias
denominadas fuentes pueden ser de diferentes tipos y clases de acuerdo al
grado de desarrollo y las costumbres de las sociedades que expresan sus
ideas y su forma de vida. Es así, que su utilización requiere de distintas
técnicas y procedimientos que se encontrarán en estrecha relación al tema y
problema de investigación a la cual nos dediquemos.
En ese sentido, en esta oportunidad, nuestras indagaciones nos
obligan el necesario desarrollo de la forma cómo podemos manejar un
determinado tipo de fuente para la historia. Particularmente, nos interesa
ofrecer un modelo inicial para el análisis de la prensa escrita. No obstante,
sabemos que estamos planteando la reflexión de una de las fuentes para la
reconstrucción de la historia tal vez tradicional (pues casi la mayor parte de
historiadores lo han utilizado en alguna ocasión), pero que no ha sido
analizada a profundidad ni valorada realmente.
Por ello, creemos en la importancia de la prensa como fuente esencial
para reconstruir la historia de cualquier sociedad humana en un determinado
tiempo y espacio. Así, consideramos que los periódicos representan una
evidencia base de la vida inmediata de los hombres. Un medio a través del
cual se informa del acontecer diario y de los acontecimientos más resaltantes

1
Este trabajo fue expuesto en el XI Simposio Internacional de Estudiantes de Historia,
desarrollado en la Universidad de San Agustín de Arequipa en septiembre del 2006 y en
el XVII Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia realizado por la Pontificia
Universidad Católica del Perú en noviembre del 2007. Asimismo, debemos agradecer los
comentarios y sugerencias de los historiadores Waldemar Espinoza Soriano, Heraclio
Bonilla, Claudia Rosas Lauro, Luis Miguel Glave, Juan Gargurevich y Francisco Quiroz.
12
que se desarrollan a nuestro alrededor. Es decir, es una especie de
sociología de la realidad social.
Al respecto y rescatando la importancia de la utilización de nuevas
fuentes, el historiador francés Lucien Febvre afirmó:

“Hay que utilizar los textos, sin duda. Pero todos los textos. Y no
solamente los documentos de archivo [...] También un poema, un
cuadro, un drama son para nosotros documentos, testimonios de una
historia viva y humana, saturados de pensamiento y de acción en
potencia [...] Porque la historia se edifica, sin exclusión, con todo lo que
el ingenio de los hombres puedan inventar y combinar para suplir el
silencio de los textos, los estragos del olvido.” 2

Entonces, actualmente, es sorprendente apreciar en la Universidad


Nacional Mayor de San Marcos el interés historiográfico por trabajar y utilizar
un tipo de fuente particular como es la prensa escrita. Aquella incesante
búsqueda por el análisis de la prensa como fuente es evidente en la Escuela
de Historia de San Marcos. Los nuevos historiadores hemos empezado a
mirar otra vez con buenos ojos, pero ahora en forma más analítica, la
información, el discurso y el trasfondo de los periódicos que circularon por
todo el territorio de nuestro país.
En esa línea de análisis, en el 2006, fue sustentada la tesis de
licenciatura Libertad de imprenta y prensa en Lima, 1884-1904, de Juan José
Pacheco Ibarra.3 El autor en su tesis ubica más de 250 periódicos y detalla
en líneas generales la temática de muchos de dichos papeles impresos. Deja
sentada las bases iniciales para la investigación de diferentes temas de la
historia peruana de aquella etapa. Por su parte, el historiador Daniel Morán
acaba de sustentar su Tesis de Licenciatura en Historia Reformistas,
fidelistas y contrarrevolucionarios. Prensa, poder y discurso político en Lima
durante las Cortes de Cádiz, 1810-1814. En aquella investigación el autor
realiza un análisis detallado de la prensa de la época y del discurso político
que se difunde y debate en la ciudad de Lima colonial.4 Así, es como
apreciamos los esfuerzos de estos jóvenes historiadores de San Marcos por
comprender la historia a partir de los periódicos. Entonces, no solo contamos
ahora con los últimos trabajos de los ya conocidos Luis Miguel Glave, Juan

2
Lucien Febvre. Combates por la historia. Barcelona: Editorial Planeta – De Agostini S.A.,
1986, pp. 29-30.
3
Juan José Pacheco Ibarra. Libertad de imprenta y prensa en Lima, 1884 – 1904. Tesis
(Lic. Historia). Lima: UNMSM, 2006.
4
Daniel Morán. Reformistas, fidelistas y contrarrevolucionarios. Prensa, poder y discurso
político en Lima durante las Cortes de Cádiz, 1810 – 1814. Tesis (Lic. Historia). Lima:
UNMSM, 2008
13
Gargurevich Regal y Claudia Rosas Lauro5, sino, además, existen trabajos
concretos y prometedores como el de Pacheco, Morán y el fuerte estímulo
de futuras investigaciones que se encuentran en proceso y algunas por
concluir de los nuevos historiadores de San Marcos.
Así, en el camino de estas nuevas investigaciones, presentamos a
continuación un esquema tentativo del marco teórico y metodológico que se
podría utilizar para el tratamiento de la prensa escrita. Igualmente,
realizamos un alcance historiográfico de algunos textos que indagan sobre
dicho aspecto de la prensa. Además, en la parte final del trabajo, explicamos
breves ideas de nuestras propias tesis en elaboración, y lanzamos algunos
posibles temas de indagación histórica en el cuál los periódicos son
esenciales e importantes.

PRENSA ESCRITA Y DISCURSO POLÍTICO: APUNTES TEÓRICOS Y


METODOLÓGICOS.
BREVE REFLEXIÓN BIBLIOGRÁFICA
Es realmente difícil encontrar en los libros de historia, que se han dedicado al
análisis de la prensa escrita, un marco referencial para su manejo adecuado.
Solo podemos leer fragmentos o pequeños artículos referentes al tema. En
su gran mayoría las investigaciones solamente nos presentan la exposición
del contenido de la prensa y cuáles son las temáticas de la información
expuestas en las mismas.
Connotados historiadores como Jorge Basadre6 y Raúl Porras
Barrenechea7 en algunos de sus trabajos, han lanzado solo pequeñas ideas
para el manejo de la prensa como fuente histórica. Lamentablemente, estos
científicos sociales no han ahondado en su reflexión profunda y crítica.
Basadre señala el cuidado que deberíamos tener cuando se analiza este tipo
de fuente. Para él es provechosa su utilización si se trata de los aspectos
políticos e ideológicos de una determinada sociedad. Porras también ahonda
sobre el particular, en su caso realiza investigaciones en torno a los
ideólogos y personajes ligados al periodismo peruano para entender el
porqué de la manifestación de su discurso materializado en la prensa
escrita.8

5
Sobre el particular véase Claudia Rosas Lauro. Educando al bello sexo: La imagen de la
mujer en la prensa ilustrada peruana (1790 - 1795). Tesis (Mg. Historia). Lima: PUCP,
2007.
6
Jorge Basadre. Introducción a las bases documentales para la historia de la república
del Perú con algunas reflexiones. Lima: Ediciones P.L.V., tomo I, 1971.
7
Raúl Porras Barrenechea. El periodismo en el Perú. Lima: Ediciones del
sesquicentenario de la independencia del Perú, 1970.
8
Raúl Porras Barrenechea. Ideólogos de la emancipación. Lima: Editorial Milla Batres,
1974.
14
Por su parte, Juan Gargurevich Regal, investigador cuyo campo de
acción está fuertemente vinculado a la historia del periodismo peruano, nos
ha brindado, en sus diferentes libros, visiones generales de la prensa escrita
en el Perú.9 Incluso, recientemente, ha publicado un texto en donde realiza
un análisis detallado de uno de los periódicos claves en la segunda mitad del
siglo XX en nuestro país como fue Ultima Hora.10 Pero, en todo lo que hemos
podido observar en sus textos, no expone abiertamente un marco teórico y
metodológico base para el análisis de este tipo de fuente escrita (aunque en
algunos de sus trabajos deja ver algunos apuntes de referencia).
En forma contraria y llenando el vacío dejado por todos los
investigadores anteriores, Luis Miguel Glave, si ha insistido en la
importancia y el manejo adecuado de este tipo de fuente. El primer capítulo
de su libro, sobre la prensa regional en el Cuzco, nos presenta una
explicación de los periódicos y su lectura.11 El autor rescata esta forma
distinta de trabajar la historia de las sociedades. Los aspectos sociales,
culturales y políticos marcan la línea directriz de sus indagaciones. En ese
sentido, los periódicos ofrecen un manantial de informaciones
contemporáneas al hecho mismo que se describe y expresan una
determinada opinión sobre lo que se informa. Los periódicos vienen a
convertirse entonces en una especie de tribuna política en donde la clase o
grupo político que tiene el poder de la comunicación, por lo tanto de la
prensa escrita, expresan sus ideas fundamentales.
Otros investigadores como Pablo Macera, Ascensión Martínez Riaza,
Víctor Peralta Ruiz, Claudia Rosas Lauro, Carmen Mc Evoy Carreras,
también, en sus respectivos trabajos, han ofrecido algunos alcances en torno
al análisis de la prensa escrita como fuente para la historia. Por ejemplo,
Carmen Mc Evoy en un sucinto artículo reflexiona en torno a la prensa
republicana y el cambio social en Lima por aquellos años de transición de la
colonia a la republica.12 A pesar de las limitaciones y los errores que pueda
tener su investigación, rescato personalmente su idea relacionada al análisis
del lenguaje y su variación en la historia para entender el cambio social en un
determinado espacio. Por aquel motivo, Mc Evoy pone en evidencia que “la
historia del pensamiento político es la historia del idioma o de los idiomas

9
Juan Gargurevich Regal. Historia de la prensa peruana (1594-1990).Lima: La Voz
Ediciones, 1991; del mismo autor véase: Prensa, radio y TV. Historia crítica. Lima:
Editorial Horizonte, 1987; Mito y verdad de los diarios de Lima. Lima: Labor, 1972.
10
Juan Gargurevich Regal. Última Hora. La fundación de un diario popular. Lima:
Ediciones La Voz, 2005.
11
Luis Miguel Glave. La república instalada: formación nacional y prensa en el Cuzco,
1825-1839. Lima: IEP-IFEA, 2004.
12
Carmen Mc. Evoy. “Seríamos excelentes vasallos, y nunca ciudadanos: Prensa
republicana y cambio social en Lima (1791-1822).” Sobre el Perú. Homenaje a José A. de
la Puente Candamo. Lima: PUCP, tomo II, 2002, pp. 825-862.
15
políticos desarrollados a través del tiempo.” 13 Entonces, es explícito que en
la prensa escrita se va a materializar un discurso que utiliza un determinado
lenguaje, cuyo análisis es necesario para entender la historia política, sus
variaciones y cambios, en cualquier sociedad. De ahí, que la propuesta de la
autora es novedosa y a la vez provocadora.
Por su parte, Ascensión Martínez Riaza ahonda más en la relación de
los periodistas y los periódicos junto al poder estatal. Por ello, rastrea las
biografías de los principales redactores e intelectuales que expresaban sus
ideas y argumentos en las páginas de la prensa escrita, para entender,
precisamente, su discurso y los intereses por el cual escriben.14
Víctor Peralta Ruiz aborda la problemática a partir de las relaciones
políticas y culturales en que se encuentran las diferentes sociedades. Para él
son los espacios públicos los motores y la razón de ser de los discursos
contenidos en la prensa escrita. Pues es allí donde se difunde y se pone en
público las ideas antes privadas. Es un medio efectivo de socialización entre
los seres humanos. Dichos espacios como los cafés, las librerías, la
existencia de bibliotecas particulares, el teatro, las plazas, los parques, el
mercado y las chicherías, ayudan a formar una opinión pública que se puede
encontrar, muchas veces, fuera del control del gobierno. De ahí que su
análisis sea esencial para la comprensión del comportamiento de los actores
sociales de toda la sociedad.15
Últimamente, la historiadora peruana Claudia Rosas Lauro, también
viene reflexionando sobre la temática. Ella a través de sus investigaciones
señala la existencia de un periodismo moderno y, al igual que Peralta Ruiz, la
existencia de espacios públicos de socialización, en donde el contenido de la
prensa era difundido a una cantidad mayor de personas. En sus propias
palabras, el periódico se transforma en un soporte de memoria.16 Asimismo,
concuerda con Glave al señalar que el periódico puede ser analizado ahora
como objeto de estudio y verdaderos actores de la historia. No obstante, en
nuestra opinión personal, discrepamos con la autora cuando señala que las
clases bajas (para el caso del Cuzco) se apropian del discurso ilustrado, es
decir, de la cultura que supuestamente era patrimonio sólo de la elite. Así, en
su apreciación, la gente común tuvo una activa participación en la difusión
13
Ibid. p. 825.
14
Ascensión Martínez Riaza. La prensa doctrinal en la independencia de Perú, 1811-
1824. Madrid: Ediciones Cultura Hispánica-Instituto de Cooperación Iberoamericana,
1985.
15
Víctor Peralta Ruiz. En defensa de la autoridad. Política y cultura bajo el gobierno del
virrey Abascal. Perú, 1806-1816. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas-
Instituto de Historia, 2002.
16
Claudia Rosas Lauro. “La reinvención de la memoria. Los Incas en los periódicos de
Lima y Cusco de la colonia a la república.” Luis Millones (editor). Ensayos de Historia
Andina. Lima: Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM, 2005,
pp. 119-152.
16
del contenido de los periódicos de la época, y más aún, utilizan ese discurso
como medio de representación para expresar sus demandas sociales.
Aquella afirmación puede ser correcta, pero está todavía por probarse.17 Es
distinta en cambio la situación para el periodismo de fines del XIX y
comienzos del siglo XX en el Perú. Porque son años en los cuales aparece
la prensa obrera (que pertenece al pueblo) y que populariza un discurso
totalmente distinto al oficial.18
En el caso de Pablo Macera es interesante el alcance que hace sobre
el problema fundamental en el análisis de la prensa escrita. Para él dicho
obstáculo radicaba en que todavía no se podía averiguar y resolver la
procedencia de los capitales de operación de los periódicos, sus costos,
ganancias y sus beneficios si los hubo. Porque “de saberlo sería posible
detectar algunas vinculaciones entre las posturas ideológicas de cada
periódico y determinados grupos locales de presión.”19 Además, para Macera
los periódicos pueden ayudar a crear una conciencia nacional entre los
habitantes de una determinada sociedad.20
Con algunas consideraciones semejantes Gabriela Machuca, en su
investigación sobre la prensa popular en los inicios del siglo XX, ahonda en
las definiciones de aquella forma de periodismo de los sectores obreros.
Consideramos que esta investigación se acerca más al análisis teórico y
metodológico en la medida que aborda (a diferencia de otros textos) a la
prensa obrera en toda su magnitud. Es, realmente, el trabajo de Machuca un
intento por comprender un campo hasta ahora poco estudiado a profundidad
por la historiografía peruana y extranjera. Además, es interesante el
desarrollo que realiza sobre las conceptualizaciones del periodismo obrero, a
partir del cual establece una clasificación de acuerdo a la tendencia que
identifica en los escritos aparecidos en sus páginas. Para ello, recurre al

17
Algunas ideas interesantes de la autora lo encontramos en su último libro Del trono a la
guillotina: El impacto de la revolución francesa en el Perú (1789-1808). Lima: PUCP-IFEA-
Embajada de Francia, 2006; y, también, en su artículo: “El miedo a la revolución. Rumores
y temores desatados por la Revolución Francesa en el Perú, 1790-1800.” Claudia Rosas
Lauro (Editora). El miedo en el Perú. Siglo XVI al XX. Lima: Fondo Editorial PUCP, 2005,
pp. 139-166.
18
Véase sobre este tema el texto de Gabriela Machuca. La tinta, el pensamiento y las
manos. La prensa popular anarquista, anarcosindicalista y obrera-sindical en Lima 1900-
1930. Lima: Fondo Editorial de la Universidad de San Martín de Porras, 2006. Y la
reciente compilación de documentos realizado por César Lévano La Rosa y Luis Tejada
Ripalda. La utopía libertaria en el Perú. Manuel y Delfín Lévano. Obra completa. Lima:
Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2006.
19
Pablo Macera. “El periodismo en la independencia.” Trabajos de Historia. Lima: Instituto
Nacional de Cultura, 1977, tomo II, pp. 335-336. Publicado originalmente en El Peruano
de julio de 1971.
20
Pablo Macera. Tres etapas en el desarrollo de la conciencia nacional. Lima: Ediciones
Fanal, 1956.
17
análisis de contenido, pues a través de él intenta lograr enlazar el periódico
a su contexto social. Lamentablemente, Machuca no logra aquel objetivo por
completo. Lo que sí creo que debe destacarse de su estudio es el espacio
que dedica a cada uno de los periódicos objeto de su análisis. No obstante,
aquella labor es, realmente, por ahora, un gran aporte historiográfico.21
Finalmente, como hemos podido apreciar, a través de este breve
balance bibliográfico, es mínima la reflexión teórica y metodológica de la
prensa escrita como fuente para la historia en el Perú.22 Entonces, ante
aquella insuficiencia hemos tenido que recurrir al texto de Camilo Taufic,
Periodismo y lucha de clases, para poder diseñar y orientarnos en el manejo
adecuado de este tipo de fuente. La investigación de Taufic expone la base
teórica para el análisis de la prensa escrita.23 La relación entre el poder
político, el discurso, la prensa y los intereses de las diversas clases sociales,
que se encuentran inmersas en el desarrollo histórico de una determinada
sociedad, son claves para entender los diversos comportamientos de las
personas. El autor expone en su texto que el periodista es el agente difusor
de ideas y argumentos que expresan los intereses de una clase social
dominante, es el agente de enlace entre la vida social y los intereses puestos
en juego de los que producen y difunden el discurso en los periódicos. Más
adelante se ahondará al respecto. Solo deseamos indicar que no existe para
el caso peruano una explicación clara del manejo adecuado de los órganos
periodístico de prensa.24 Por ello, lo que viene a continuación, es sólo un
esbozo referencial de análisis de este tipo de fuente. Las limitaciones, así
como las ventajas de nuestro modelo de reflexión tienen que ser entendidas
como el resultado de un proceso de aprendizaje y desarrollo que se
encuentra en constante modificación y mejoramiento.

MARCO TEÓRICO Y METODOLÓGICO


En esta parte ofreceremos solo un resumen breve del marco teórico y
metodológico para el análisis de la prensa escrita como fuente para la

21
Gabriela Machuca. La tinta, el pensamiento y las manos…
22
Pueden consultar también para dicho tema los trabajos de Luis Facundo Antón.
Periodismo y proceso político en Lambayeque, 1846-1980. Tesis (Mg.). Lambayeque:
Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, 1996; James Matos Tuesta. Apuntes para una
historia de la prensa en Pucallpa, 1945-1980. Lima: Fondo Editorial de la Facultad de
Ciencias Sociales de la UNMSM, 2005; y en un plano continental véase el texto de Jesús
Timoteo Álvarez y Ascensión Martínez Riaza. Historia de la prensa Hispanoamérica.
Madrid: Editorial Mapfre, S.A., 1992.
23
Camilo Taufic. Periodismo y lucha de clases. Lima: Editorial Causachun, 1983.
24
Incluso hace un par de meses Alberto Varillas Montenegro publicó el libro El periodismo
en la historia del Perú. Desde sus orígenes hasta 1850. Lima: Fondo Editorial de la
Universidad de San Martín de Porres, 2008, en donde no muestra una marco teórico ni
una metodología para el análisis de la prensa.
18
reconstrucción de la historia. Procederemos a nuestra explicación en el
siguiente orden:

• Definir como se considera teóricamente a la prensa escrita.


• Ubicar el contexto histórico en el cual surgen y se desarrollan los
periódicos.
• Aproximación al tiempo histórico de estudio con la respectiva
explicación de la naturaleza y el carácter de la sociedad a la cual se
analiza.
• Ubicación y explicación de la tendencia ideológica de los periódicos,
relacionado a los intereses de cada uno de los que participan en la
producción de los mismos.
• Relación existente entre la línea del periódico, el periodista y el poder
político de turno, lo cual traería consigo la elaboración de un
determinado discurso de acuerdo a intereses particulares.
• Indagación del sustento económico del periódico, quienes lo financian
y permiten difundir las informaciones y opiniones materializadas en el
discurso escrito.
• Utilización de la técnica del análisis de contenido para la recolección de
la información. La finalidad es averiguar el trasfondo del discurso, lo
que quiso decir el redactor y de qué manera intenta influir y causar
acciones determinadas en el público lector.
• Se busca, además, la reflexión crítica del grado de circulación, difusión
y lectura del discurso periodístico en la sociedad en que se desarrolla.
• Finalmente, el contraste con otras fuentes: Dicha trabajo es esencial
para determinar las condiciones y el grado de veracidad de la prensa
escrita, pues la realidad social es compleja como para entenderla solo
a través de periódicos y otras hojas impresas.

LA PRENSA ESCRITA (CONSIDERACIÓN TEÓRICA):


Consideramos teóricamente a la fuente periodística como un catalizador de
las opiniones generadas en un espacio y tiempo determinado; y como un
instrumento para formar opinión. Instrumento que sirve, además, como una
tribuna de propaganda política e ideológica que permite la manipulación y el
acomodo de las informaciones que se plasman en el texto escrito. Es un
claro y efectivo mecanismo de control social que utiliza el gobierno y la elite
para dominar las conciencias y la práctica política de las personas. En forma
especial del movimiento social y revolucionario de las clases bajas.
No obstante, debemos señalar que puede existir y existen también
impresos de carácter popular y que están en una línea política contraria al
gobierno y al aparato de poder establecido. Como es obvio estas
publicaciones contestatarias al sistema recibirán la presión y el peso

19
exterminador de los dominantes. Casi siempre son silenciados, censurados y
eliminados de la escena pública nacional. Esto sucede por su insistencia en
presentar una imagen distinta de la realidad social del que nos ofrecen los
medios oficiales o aliados al Estado.

PRENSA ESCRITA Y CONTEXTO HISTÓRICO:


La ubicación de la coyuntura histórica en la que aparecen y a la que
responden los periódicos es realmente esencial en toda investigación que
utilice a la prensa como fuente. Sabemos que la prensa escrita se origina en
un tiempo y espacio dado. La contextualización de dicha época nos permitirá
caracterizar exactamente a los papeles periódicos y a las ideas y al
pensamiento de la sociedad que la produjo. En pocas palabras, es el
contexto que influye en la creación de un determinado discurso político. Los
acontecimientos y hechos diversos van a estampar su firma en la elaboración
de ideas y planteamientos que al final se materializarán en los periódicos y
que serán difundidos en los diferentes espacios públicos de socialización.
En apreciación de Van Dijk:

“En el estudio del discurso como acción e interacción, el contexto es


crucial. [...] El discurso se produce, comprende y analiza en relación
con las características del contexto. Por lo tanto, se interpreta que el
análisis social del discurso define el texto y el habla como situados:
describe el discurso como algo que ocurre o se realiza “en” una
situación social.”25

En líneas sencillas, el discurso que se plasma en la prensa escrita


responde a un contexto específico. Es, por lo tanto, un producto social,
pues, se produce y recrea en las relaciones establecidas entre los hombres
en sociedad.

CARÁCTER DE LA SOCIEDAD EN ESTUDIO:


En toda investigación de carácter histórico tiene, necesariamente, que
explicarse las consideraciones teóricas de la sociedad que se analiza. La
prensa escrita es producida por una sociedad determinada, la cual expone a
través del discurso sus principales ideas y argumentos. En ese sentido, para
apreciar un marco más real de las relaciones de los hombres es,
imprescindible, ahondar en el carácter de la sociedad que produce aquella
fuente escrita. Pues, en definitiva, aquella sociedad materializa en las
páginas de los periódicos su forma de pensar y en muchos casos su propio
25
Tean A. Van Dijk. “El discurso como interacción en la sociedad.” El discurso como
interacción social. Estudios del discurso: Introducción multidisciplinaria. Barcelona:
Editorial Gedisa, volumen 2, 2000, p. 32; Véase además del mismo autor Ideología. Un
enfoque multidisciplinario. España: Editorial Gedisa, S.A., 2000.
20
accionar político. Esto último lo tenemos que tomar con pinzas, porque no
todo lo que se escribe o se expresa al algún tipo de fuente es verdadero o se
realiza en la práctica realmente.
Además, como explicamos en el apartado anterior, el contexto influye
en la producción y en el contenido de los periódicos. La temática y las
preocupaciones de dicha prensa estarán sujetas a los hechos que se
desarrollan en aquel tiempo. Es decir, las consideraciones teóricas de la
sociedad que se analiza tienen que explicarse junto al contexto en el cual
esta se desarrolla. Esta premisa nos permitirá un análisis más coherente y
profundo del discurso plasmado en el papel impreso. Pues no se puede
desligar contexto, sociedad, prensa y discurso.

PRENSA ESCRITA, PERIODISTAS, PODER POLÍTICO E INTERESES EN


JUEGO:
La prensa escrita viene a representar un medio a través del cual se expresan
ideas y planteamientos de determinados grupos sociales en un tiempo y
espacio dado. En esa tarea de difusión de informaciones y discursos de
diferentes características encontramos a un personaje fundamental: El
periodista. Es él quien, al fin y al cabo, redacta y maneja las ideas y
argumentos que se expresarán, posteriormente, en los medios de
comunicación. Entonces, el periodista posee un gran poder de influencia
social y, por lo tanto, también política. El gran problema es que normalmente
se considera al periodista como un profesional imparcial, cuyo trabajo es
presentar, solamente, las informaciones de lo que pasa en la vida diaria de la
sociedad. Aquello es totalmente erróneo, debido a que esos hombres que
redactan los escritos pertenecen a una determinada clase social y, por ello,
plasman un discurso de acuerdo a los intereses de dicha clase. Así, en la
gran mayoría de medios escritos, se difunde un discurso político a favor de
la clase que se encuentra en el poder del Estado. Todas las páginas
expresan una tendencia ligada al régimen de turno. En consecuencia, los
periodistas a través del discurso que redactan en la prensa escrita, se
convierten en portavoces de la ideología dominante. Son los agentes que
sirven a los intereses de aquella clase social. Vienen a ser los productores de
las ideas que marcan toda una época histórica determinada. 26
En apreciación de Camilo Taufic todo periodista así proclame su
“imparcialidad” e “independencia”, es un político en acción:

“No se limita a reflejar la realidad; actúa sobre ella, contribuye a dirigirla


hacia uno u otro fin, sea por acción u omisión, diciendo o callando;
consciente o inconscientemente [...] Dentro de ese marco ineludible, los

26
Carlos Marx y Federico Engels. La ideología alemana. Montevideo: Ediciones Pueblos
Unidos, 1971, pp. 51.
21
periodistas no tienen otra posibilidad que tomar partido [...] los
periodistas no son ni pueden ser neutrales.” 27

Entonces, los periodistas son personajes políticos, pues participan


activamente en el accionar del poder. Mantienen una relación constante con
los poderes del Estado. Muchos de ellos trabajan para defender, no sus
ideales y principios propios, sino de la clase social que les paga por sus
servicios. En el caso peruano existen ejemplos diversos. Por ejemplo, en las
últimas elecciones presidenciales hemos podido apreciar el manejo político
de la prensa escrita y otros medios de comunicación de masas. La
parcialidad hacia uno y otro partido ha sido evidente. Las informaciones y
discursos contrarios y de desprestigio para aquel o tal candidato se han
mostrado abiertamente. Este hecho histórico peruano expresa las
contradicciones sociales presentes en nuestra sociedad. Los juegos del
poder político entre las clases sociales inmersas en este tiempo.
En pocas palabras, para realizar un análisis objetivo de la prensa
escrita como fuente para la historia, tenemos que tomar todas estas
recomendaciones y consideraciones teóricas. No podemos leer y analizar un
periódico o papel impreso cualquiera sin entender que todos ellos esconden
detrás de sus páginas intereses múltiples y disímiles.

PRENSA, DISCURSO Y PODER ECONÓMICO:


Después de saber la coyuntura histórica a la que responden los periódicos y
tener bien preciso el marco teórico sobre la sociedad que se estudia, es útil
averiguar, también, quienes detentan el poder efectivo de los medios
periodísticos. En pocas palabras, quien o que clase social está detrás de las
páginas de la prensa escrita. En qué medida esta depende de ellos y en que
afecta la línea informativa, editorial y política del periódico. Al descubrir, tal
vez, la procedencia social y económica de los periodistas así como de los
dueños de la prensa, averiguaremos a que partido o clase social pertenecen
y, por ello, sabremos el por qué de su discurso y su pensamiento plasmado
en sus escritos.
Aquello es importante porque toda creación discursiva que se plasma
en la prensa escrita responde a una base económica y social. El discurso es
producido en función de intereses que se defienden y el grado de opinión
que se quiere formar y manipular. Entonces, no es solo con el objetivo de
informar por informar, sino de utilizar esa información para conseguir
adherentes que lleven a cabo ciertas acciones en la línea política dominante.
En pocas palabras, los que tienen el poder efectivo de la base material de la
sociedad, buscan a partir de dicho poder controlar el aparato político del
Estado y, de igual manera, dominar el aspecto cultural e ideológico de sus

27
Camilo Taufic. Periodismo y lucha de clases..., pp. 173-174.
22
integrantes. Por lo tanto, cualquier estudio que utilice a la prensa escrita
como fuente principal tiene que indagar por los dueños y propietarios de los
periódicos, la relación de estos con los periodistas y el poder político así
como del discurso que se materializa en el papel impreso.

EL ANÁLISIS DE CONTENIDO COMO TÉCNICA DE INVESTIGACIÓN:


En el proceso de investigación se emplean diferentes métodos y técnicas
para lograr aprehender la realidad social. En el caso del análisis de la prensa
escrita, poseemos a la técnica del análisis de contenido como la más
importante para debelar esa complejidad que es el discurso y su significado.
La finalidad del análisis de contenido es averiguar el trasfondo del
discurso, lo que quiso decir el redactor y de qué manera intenta influir y
causar acciones determinadas en el público lector. Es decir, a través de esta
técnica se busca determinar la influencia que los medios de comunicación de
masas, en nuestro caso la prensa, ejercen sobre la conducta humana.
Revelar, también, lo que un periódico ha querido comunicar a sus lectores.28
Apreciar lo no explícito del contenido mismo de la prensa, las intenciones,
deseos y actitudes que se manifiestan en el documento. Además, esta
técnica es esencial para el estudio de la sociedad en momentos de crisis y
problemas de cambios sociales y políticos.
Igualmente, la técnica del análisis de contenido se enlaza con las
interrogantes, los objetivos y las hipótesis de nuestra investigación, la cual a
su vez representa al índice general de la tesis. De acuerdo a la temática que
se desarrolla se relaciona el discurso que se encuentra en la prensa y el
contexto histórico en que se plasma.
Por lo tanto, nuestra técnica es parte del método histórico, pues
pretendemos ligar el contexto, los hechos que suceden dentro de él y el
discurso que se expresa en la prensa escrita, resultado de las relaciones
establecidas entre las personas de una determinada sociedad.

CIRCULACIÓN, DIFUSIÓN Y LECTURA DE LA PRENSA ESCRITA:


Las vías de circulación de la información que se plasma en los periódicos y
otras fuentes impresas nos ofrecen las evidencias necesarias para
desarrollar y conocer los mecanismos por los cuales el discurso político se
difunde en una sociedad determinada. Los cafés, las chicherías, los salones,
las bibliotecas, el parque, la plaza, los centros religiosos, las ceremonias, el
teatro y todo espacio público sirven como medio en donde las
comunicaciones amplían su radio de circulación. Se debe, por lo tanto,
averiguar si existen indicios de la presencia del discurso de la prensa en
aquellos espacios de difusión de la información. La recepción de las

28
Jacques Kayser. El periódico. Estudios de morfología, de metodología y de prensa
comparada. Quito – Ecuador: Ciespal, 1964, pp. 8-9.
23
opiniones e ideas del discurso de los periódicos en la elite y en las mismas
clases populares merecen un cuidado especial, pues nos pueden ayudar en
la comprensión de las relaciones entre la sociedad en que se difunde la
información y los generadores de aquellos argumentos pasmados en la
prensa.

EL CONTRASTE CON OTRAS FUENTES:


Los clásicos historiadores peruanos como Jorge Basadre y Raúl Porras
Barrenechea afirmaban la necesidad de contrastar las fuentes periodísticas
con otras de igual valor histórico. Los temas y las líneas de investigación
deben encontrarse comparadas en su contenido con una diversidad de
fuentes, para ofrecer así una imagen más real de la sociedad y que refleje
mejor las relaciones sociales establecidas entre los hombres.
En aquel sentido, Jorge Basadre señalaba sobre los periódicos que:

“No se trata de creer sumisamente lo que ellos opinan, salvo en cuanto


se quiere entender los argumentos, las ideas, los intereses o las
pasiones de determinados partidos, grupos, clases, personas o
épocas.”29

Por su parte, Raúl Porras Barrenechea agregaba:

“En lo que respecta a la historia política, el testimonio de los periódicos


generalmente apasionado o banderizado, tiene que ser sometido a una
rigurosa crítica histórica y ser comparado con otros testimonios
contemporáneos.”30

Solo así podríamos conocer el trasfondo real del discurso contenido en


las páginas de la prensa escrita. El contraste de esta fuente con otras es de
vital importancia para la materialización de una investigación seria y
científica.

ALGUNAS REFLEXIONES PARA LA INVESTIGACIÓN DE LA PRENSA


ESCRITA EN EL PERÚ
La prensa como fuente para la historia tiene un campo de investigación muy
amplia y que se encuentra todavía por realizar. En ese sentido, considero
que los periódicos son una de las fuentes históricas de mayor importancia
para el estudio del Perú republicano, y más aún del siglo XIX. Estos textos
nos ofrecen una especie de sociología de un tiempo histórico determinado.
Pues permiten que se puedan extraer las ideas y la manera de pensar de un

29
Jorge Basadre. Introducción a las bases documentales..., tomo I, p. 11.
30
Raúl Porras Barrenechea. El periodismo en el Perú..., pp. 72-73.
24
grupo social. Como ellos mismos se representan y se ven en el desarrollo del
proceso histórico del cual son parte. Claro que esas ideas e imágenes para
que sean las más objetivas posibles, tienen que ser contrastadas con otros
periódicos y con otras fuentes que contrapesen las informaciones y opiniones
dadas. Además, se tiene que tener siempre presente que toda creación
discursiva e ideológica responde a la estructura económica y material de una
determinada sociedad. Refleja los intereses reales - que son a veces ocultos
en el discurso -, de los grupos de poder inmersos en la lucha social. Por
aquel motivo, los periódicos representan no solo un negocio empresarial,
sino netamente una tribuna política de poder.
Con estas opiniones previas, pasemos a enumerar algunos posibles
temas de investigación a través de la prensa escrita en el Perú:

• La prensa escrita en la independencia peruana. En esta etapa


Daniel Morán ha ofrecido recientemente un estudio analítico de los
periódicos limeños durante los críticos años de las Cortes de Cádiz.
Queda aún por averiguar el papel de la prensa en la coyuntura final de
la dominación española (1820 – 1826). Un análisis especial estaría en
comprender la confrontación ideológica entre republicanos y
monárquicos.
• Los periódicos en los inicios de la república en el Perú. Los años
del caudillismo militar ofrecen un panorama interesante para entender
la relación entre la prensa, su discurso y el poder político. Cada grupo
que quería conseguir el poder del Estado buscó crear una tribuna
política para difundir sus ideas e intereses y que mejor que la
circulación de los periódicos.
• Prensa, Guano y poder político en Lima. Durante los años de la
explotación del Guano en el Perú se estableció una cierta estabilidad
en el país. Por ello, resultaría esencial un estudio de la relación de los
periódicos, el poder político y los grupos inmersos en la escena
nacional. ¿el dinero del Guano financió la circulación de la prensa?
• El periodismo en la guerra del Guano y el salitre. Estos años de
guerra y crisis no han sido aún abordados por la historiografía.
Entonces la indagación del periodismo y sus tendencias e intereses
políticos nos podrían ofrecer un terreno novedoso para comprender
más a fondo esta etapa de la historia peruana.
• Reconstruyendo el Perú: Prensa, discurso y opinión pública en
Lima a fines del siglo XIX. Pacheco en su Tesis abordó el problema
de la libertad de imprenta y prensa después de la guerra con Chile.
Ahora lo que nos debería interesar es el desarrollo del discurso que se
crea para poner en práctica lo que se denominó como la etapa de la
reconstrucción nacional. Asimismo, los juegos políticos de los grupos

25
de poder en el Perú que luchaban por reconquistar el dominio del
gobierno.
• La prensa de elite y la prensa popular en Lima durante la república
aristocrática. Tema realmente importante para entender la
confrontación ideológica que existió en Lima entre la elite limeña dueña
del poder político y económico, y los sectores populares
(especialmente los obreros).

Otros temas que estarían en la agenda de investigación serían:

• La prensa y la patria nueva de Leguía.


• El papel de la prensa en el tercer militarismo.
• La prensa y el Estado: Odría, Prado y Belaunde en el poder.
• Ni capitalista ni comunista. La prensa y el poder del discurso político en
Lima durante el régimen militar, 1968-1980.
• La relación entre la prensa y el poder político en el Perú, 1980-2000.

Finalmente, es básico y necesario un análisis reflexivo del papel de la


prensa en el Perú durante el siglo XX. Las tendencias, los grupos de poder
que las financian, la asociación de la prensa y los gobiernos de turno, la
difusión y manipulación del discurso en la opinión pública peruana. Todo ello
es aún una tarea pendiente y que esperamos en algún momento realizar.

LA HISTORIA REGIONAL COMO PROPUESTA DE INVESTIGACIÓN


Consideramos que junto a la propuesta de utilizar a los periódicos como una
fuente novedosa para la historia – los ejemplos desarrollados anteriormente
son ilustrativos -, tenemos también a las historias regionales como marco
metodológico casi inexplorado y virgen en la elaboración de la historia del
Perú republicano. Pues, es realmente interesante estudiar una región no sólo
para llenar una vacío historiográfico, sino para realizar una historia en
contacto con la historia del resto del país. Averiguar ese conglomerado de
relaciones sociales y de distintas formas que se establecen entre los
hombres, en donde la ciudad urbana es el centro de esas relaciones. No es
historia aislada y fragmentada sino historia local que une y crea vínculos de
identidad y solidaridad.31
Así, creemos que las investigaciones que se hagan a partir de historias
regionales tendrán como una fuente histórica esencial a los periódicos.
Prensa escrita e historia regional representan ahora, desde nuestro punto de

31
El estudio de la región permitiría el mejor y mayor conocimiento de la historia local por
parte de los estudiantes del lugar. Así, no se les impondría una historia nacional en donde
no se incluya la historia de su ciudad o región.
26
vista, una de las nuevas claves para reconstruir la verdadera historia
nacional del país.
Entonces, en esta parte de nuestras reflexiones ¿Qué temas podemos
abordar a partir de la prensa escrita? La respuesta es ilimitada. Los
periódicos ofrecen información de gran parte de la realidad inmediata. La
reconstrucción de la historia, a través de la prensa, es como una sociología
de determinado período histórico. De ahí que su utilidad sea muy importante
para toda investigación.
Así, lo que todo investigador debe buscar como resultado final es la
historia de la propia prensa escrita, así como la historia de la región a través
de aquella fuente.
En forma particular, un tema interesante a trabajar es el relativo a la
invención de la Nación en el Perú. La historia regional es un marco
metodológico importante para ese fin. Averiguar, comprender y explicar el
imaginario y la formación nacional en cada región y luego relacionarlo de
manera general a todo el país, nos ayudaría al esclarecimiento de la realidad
peruana. Posteriormente, un análisis comparativo con otras regiones y
países hispanoamericanos brindaría luces en la oscuridad de la historia de
aquellas naciones.
Por otro lado, el siglo XIX ofrece épocas coyunturales fundamentales
para el estudio de nuestra historia. Períodos históricos de ruptura y cambios
aparentes, permanencias en las ideas y en el imaginario colectivo.
Por ejemplo, la guerra de Chile contra el Perú y Bolivia, es un
acontecimiento esencial que marcó un quiebre en la historia de los países
involucrados. Para el Perú fue la agonía de una etapa anterior y el inicio de
un tiempo distinto aunque incierto. Representa un período fructífero para
realizar una radiografía de la sociedad peruana y observar sus
contradicciones y problemáticas.32 Así, consideramos que la prensa jugó un
papel central en aquel tiempo de inestabilidad y crisis generalizada.
En años recientes, el estudio de la violencia política en el Perú ha
fascinado a gran cantidad de investigadores tanto nacionales como
extranjeros. Ayacucho, zona en donde se dejó sentir con mayor intensidad el
problema, ha sido la base de estas indagaciones. En un gran esfuerzo de
trabajo colectivo la Comisión de la Verdad elaboró un estudio de síntesis y
conclusiones sobre las dos décadas de violencia en el país. Además, un gran
archivo documental y audiovisual fue el resultado de aquella empresa.33
En este artículo, creemos necesario que para la mejor comprensión de
la violencia política, es imprescindible, también, la consulta de los periódicos

32
Jorge Basadre afirmó que los grandes problemas del Perú se sintetizarían en la
existencia de un Estado empírico y un gran abismo social.
33
Aquel archivo ofrecerá a los futuros investigadores sobre el tema nuevos enfoques y
planteamientos, así como una visión distinta del problema.
27
de la época. Ayacucho puede ser la región inicial de las indagaciones y así
ofrecer una imagen diferente de la historia regional en aquel lapso de tiempo.
Finalmente, los temas y aspectos de la realidad que se busque conocer, a
través de la prensa, dependerá de la necesidad que tenga cada región.
Olvidémonos de imponer a partir de los problemas limeños las directrices de
las investigaciones en las regiones. Hagamos una historia más completa que
incluya a todos los actores históricos, a cada uno de los pueblos olvidados
del país. Realicemos, en definitiva, “la historia del otro Perú, más pobre, más
marginado, más informal y acaso más lejano.” 34 Construyamos de una vez
nuestra historia real, la identidad nacional del Perú.

CONCLUSIONES
• La prensa escrita representa una fuente histórica fundamental para el
estudio de la historia peruana. En aquel sentido, consideramos a los
periódicos como un instrumento para informar, así como para formar
opinión según intereses determinados.
• Así, que para su estudio y sistematización, sería oportuno seguir los
pasos establecidos en el aspecto teórico y metodológico de esta
investigación.
• El campo de la realidad en el cual es útil el análisis de la prensa es
bastante amplio. Así se expresó en el trabajo sobre el análisis de los
periódicos durante la independencia, la era del Guano, la guerra con
Chile y de la historia de los conflictos sociales presentes en la prensa
de elite y obrera de comienzos del siglo XX. Además, se dejó abierta la
posibilidad de las investigaciones desde las regiones del Perú y a
través de la prensa escrita.
• En pocas palabras, los periódicos, las revistas y otras hojas impresas,
es decir, la prensa escrita, se convierte en un manantial de primera
mano para el estudio de las historias nacionales y regionales. La
imagen que podamos obtener de las páginas de aquellos impresos
serían, realmente, interesante y novedosas.

34
Wilson Jaime Barreto. El periodismo en Trujillo. Perú: Colegio de Periodistas del Perú,
1989, p. 9.
28
PRENSA, DIFUSIÓN Y LECTURA EN LIMA
DURANTE LAS CORTES DE CÁDIZ, 1810-1814. 35

Daniel Morán

INTRODUCCIÓN
La reflexión histórica dedicada al desarrollo y comprensión de la difusión y la
lectura de las fuentes impresas en el Perú colonial es un tema bastante
novedoso y poco estudiado. Más aún las pruebas documentales que
sustenten dicha propagación de las ideas y argumentos impresos en los
periódicos, folletos, sermones, pasquines, etc., son bastantes débiles y
escasas.
Recordemos, que durante el período colonial en el Perú, la información
se propagaba a través de la comunicación oral, en las conversaciones
llevadas a cabo en los espacios públicos de sociabilización. Pues, la
sociedad virreinal era eminentemente analfabeta. Solo una minoría podía
acceder a la educación y lograr así una formación superior. La gran mayoría
se tenía que conformar con una instrucción manual y práctica que le permita
solamente subsistir en el desarrollo de su vida. De ahí, se entiende la
dificultad de encontrar fuentes impresas o manuscritos que reflejen las
preocupaciones y los intereses de las clases populares en el Perú colonial.
Es decir, es realmente complejo poder escuchar la voz de los vencidos, del
pueblo que, en definitiva, sustenta todo el aparato y el sistema de gobierno.

35
Algunos avances de este trabajo fueron expuestos en el I Encuentro de Historia
Regional “Alberto Flores Galindo” de Estudiantes de Historia de la Universidad Nacional
de San Cristóbal de Huamanga en Ayacucho en julio del 2007; y en el XII Simposio
Internacional de Estudiantes de Historia, desarrollado en Santa Cruz de la Sierra en
Bolivia en el mes agosto del mismo año. Igualmente, esta investigación es un capítulo
revisado y aumentado de la segunda parte de nuestra Tesis de Licenciatura. Un
agradecimiento especial a los historiadores Heraclio Bonilla, Waldemar Espinoza, Luis
Miguel Glave y a las historiadoras Carmen Villanueva y Claudia Rosas Lauro por las
sugerencias y comentarios al manuscrito original de este trabajo. Merecen asimismo las
muestras de mi total gratitud mis contemporáneos y sinceros amigos historiadores de la
Universidad de San Marcos Frank Huamaní, Jorge Mendoza y la entusiasta, simpática e
inteligente compañera de oficio y de vida María Aguirre. A todos ellos les deseo muchos
éxitos y triunfos.
29
Por ello, creemos necesario la indagación de las opiniones y el
discurso que se crean por la parte de la elite y también la imagen que estos
construyen de los sectores sociales menos favorecidos de la sociedad.
Aquellos seres humanos que, al fin y al cabo, viven, sienten y realizan
acciones determinadas para sobrellevar los momentos de su existencia.
En ese sentido, la investigación que presentamos a continuación es un
primer intento de indagar la difusión y la lectura del discurso periodístico en
la ciudad de Lima colonial durante la época de las Cortes de Cádiz. Nos
interesa averiguar el papel de la prensa escrita en aquellos momentos de
crisis política. Como la misma distribuye su discurso a los diversos grupos
sociales de aquellos años. Comprender como la elite y las clases populares
de Lima, en una relación continua, se sumergen en la recepción de la
información impresa. Y mucho más interesante aún averiguar cómo ese
discurso y a través de qué medios logra llegar a la mayor cantidad posible de
personas.
Entonces, la difusión de los periódicos denominados
constitucionalistas, pues apoyan las disposiciones de las Cortes de Cádiz y
las reformas establecidas en la Constitución de 1812, lo vamos a poder
apreciar en las mismas páginas de aquellos impresos. Servirá de gran
ayuda, en la medida de nuestras posibilidades, la indagación del número de
ejemplares de cada uno de los periódicos limeños. Además, estableceremos
algunos indicios preliminares de la vinculación existente entre los periódicos
y los sermones que circularon en aquellos años en Lima.
Vinculado a ese objetivo, dejaremos sentado el argumento de la
difusión y lectura de estas hojas periodísticas a través de otros medios de
difusión pública como los sermones, la lectura en voz alta, la conversación
familiar, la propagación de pasquines, etc. El discurso político plasmado en
los periódicos limeños de esta etapa de la historia peruana evidencia las
ideas políticas dominantes de la clase gobernante colonial. Asimismo,
muestran la lectura y el interés de una parte de las clases populares por la
difusión de las máximas liberales del momento. No obstante, aclaremos que
no existió, o no lo podemos probar aún, una propagación extensiva del
discurso de los periódicos limeños a todos los grupos sociales de la sociedad
colonial peruana. Pero, la determinación de ciertos indicios o huellas
indicadas y trabajadas en esta investigación muestran la existencia de esa
práctica de circulación de la información en la ciudad de Lima colonial.
Empezamos nuestro estudio con la presentación de las características
de la prensa constitucionalista. Señalaremos en forma particular las ideas
centrales de cada uno de los periódicos limeños. En un segundo momento,
que representa el corazón de la investigación, describiremos y explicaremos
nuestras hipótesis de trabajo sobre la difusión y lectura de la prensa
constitucionalista limeña. A través del análisis de estos mismos impresos
más otros documentos y manuscritos ahondaremos en el estudio de la
30
circulación de la información periodística. Terminamos nuestras indagaciones
con las conclusiones respectivas.

CARACTERÍSTICAS DE LA PRENSA CONSTITUCIONALISTA LIMEÑA


El contexto histórico en el cual aparecen los periódicos constitucionalistas
limeños se inscribe en la crisis política abierta por la invasión francesa a la
península española en 1808. La necesidad de conseguir el apoyo de la elite
colonial limeña y de la opinión pública de aquella ciudad peruana impulsó al
gobierno y a algunos particulares a la publicación de los periódicos
constitucionalistas. Su creación responde entonces a razones de defensa del
sistema colonial y a la urgente medida de formación de la opinión pública a
favor de las ideas y planteamientos disertados y aprobados en las Cortes de
Cádiz. En ese sentido, la promulgación del decreto de la libertad de
pensamiento en noviembre de 1810, ayudaba a una mayor difusión de estas
hojas impresas. No obstante, en Lima antes de la publicación de dicha
libertad, ya se difundía un documento manuscrito, El Diario Secreto de Lima
(1811), calificado de subversivo y contrario a los intereses de España.
Incluso, se atrevía a expresar que: “Si Lima no ha alzado el grito de la
independencia, no es porque deje de desearlo, sino porque no puede, según
es grande la opresión y debilidad en que está constituida.” 36
Algunos meses después, en plena vigencia formal de la libertad de
imprenta, aparecerá El Peruano (1811 - 1812), con claro carácter liberal y
defendiendo las reformas establecidas en Cádiz. En palabras de Fernando
López Aldana, El Peruano es el “primer periódico en la era de la naciente
libertad del Perú [...] es el primer ensayo de la imprenta libre en un país que
nunca ha respirado sino en la esclavitud y la baxeza.” Asimismo, es un “astro
luminoso y radiante”, que introduce la “benigna y agradable luz de la libertad,
de la firmeza [...] y de los pensamientos útiles y liberales.” 37
Por otro lado, como un texto más amplio, pero de circulación mensual,
recorrerá las calles limeñas El Satélite del Peruano en 1812. Las
autoridades coloniales con el virrey a la cabeza manifestarán que éste era el
“papel [...] más incendiario y subversivo que há salido de las prensas de esta
ciudad.” 38 Entre sus objetivos principales estuvo la ilustración pública del
pueblo como un arma eficaz para el progreso de la sociedad colonial
americana y peninsular.39 Era radical en sus afirmaciones, pero no buscaba

36
“El D. López Aldana á la Excma. Junta de Buenos Aires en septiembre 13 de 1811.” El
Doctor D. Fernando López Aldana Ante la Historia. Lima: Imprenta de El Comercio, 1869,
documento N° 15, pp. 34 - 35.
37
Véase El Satélite del Peruano. Lima. 1812.
38
Memoria de Gobierno de José Fernando de Abascal y Sousa. Sevilla, tomo I, 1944, p.
435.
39
El Satélite del Peruano. Lima. Introducción. Febrero de 1812, p. IX.
31
cambios revolucionarios ni la independencia.40 Por las opiniones difundidas,
estos tres periódicos que circularon antes de la vigencia de la Constitución
de 1812, serán atacados y censurados por el régimen colonial. Reciben, en
nuestra percepción, el nombre de periódicos radicales mas no
independentistas.
En forma contraria, Abascal propiciaría la difusión de los periódicos que
hemos denominado de la concordia. Así, el propio virrey en sus memorias,
afirmó que fue necesario promover que “en otro papel intitulado Verdadero
Peruano [se] continuase la ilustración publica, la propagación de las maximas
más importantes á la sana moral, conformes al espiritu del Gobierno y del
Evangelio.” 41 Así, El Verdadero Peruano (1812 - 1813), fue el vocero directo
pero encubierto de Abascal. La réplica perfecta a El Peruano y a El Satélite
del Peruano, que en esos momentos había cuestionado el accionar del
virrey. A El Verdadero Peruano le seguirían otros periódicos más. Entre uno
de los más destacados tenemos a El Investigador (1813 - 1814). En sus
páginas se percibe la vida cotidiana de la ciudad limeña en los tiempos
finales de la época colonial. Es, en apreciación de Ella Dunbar Temple y Raúl
Porras Barrenechea, el periódico que da origen al periodismo local en el
Perú. Además, destacó por su constante preocupación por: “La educación
popular, la depuración administrativa y religiosa.” 42
Entonces, en sus páginas observamos como características más
evidentes: “su localismo y su anticlericalismo.” 43 De igual manera,
encontramos un discurso de crítica social a los principales problemas locales
de Lima. En pocas palabras, se convertiría El Investigador en el principal
medio de prensa de carácter social en aquella época de crisis política.44
Otros papeles impresos que circularán por la capital serán El Argos
Constitucional (1813), el cual defenderá y difundirá, incondicionalmente, el
contenido de la Constitución liberal de 1812. Buscará poner en práctica las
disposiciones de aquella carta magna. Por su parte, El Anti-Argos (1813), es
una réplica de El Argos en forma de diálogo. Expresará sus opiniones
defendiendo la libertad de imprenta y la soberanía nacional. Asimismo, El
Peruano Liberal (1813) y El Semanario (1814), a excepción de El Cometa
(1812 - 1813), defenderán fanáticamente el constitucionalismo y la
40
Daniel Morán. “Un periódico radical mas no revolucionario: El Satélite del Peruano,
1812.” Praxis en la Historia. Lima, N° 3, 2004.
41
Memoria de Gobierno de José Fernando de Abascal y Sousa. Sevilla, tomo I, 1944, p.
436.
42
Ella Dunbar Temple. “El Investigador, periódico de 1813 a 1814.” El periodismo en la
época de la emancipación americana. Lima: Instituto Sanmartiniano del Perú, 1936, p. 6.
43
Ibíd. p. 26. Véase además Raúl Porras Barrenechea. Ideólogos de la emancipación.
Lima: Editorial Milla Batres, 1974.
44
Daniel Morán. Sociedad colonial y vida cotidiana en Lima a través de las páginas de El
Investigador [del Perú], 1813 – 1814. Lima: Colección Historia de la Prensa Peruana. N°
1, octubre del 2007 [con la colaboración de María Aguirre].
32
integración de la monarquía española. Cumplen obedientemente las
disposiciones y los deseos del virrey y el gobierno colonial. Manipulan las
informaciones peligrosas, según ellos, para el mantenimiento del orden
establecido, creando así “una realidad artificiosamente tranquilizadora.” 45
Por su parte, El Cometa, cuyo redactor principal fue José Joaquín de Larriva,
muestra una escasa preocupación política. No obstante, fue un periódico de
corte liberal moderado.
Finalmente, aparecen La Gaceta del Gobierno de Lima (1810 - 1814),
El Clamor de la Verdad (1814) y El Pensador del Perú (1815). El primero es
parte de la prensa oficialista, a través de sus páginas, se informa desde
arriba a la opinión pública. Se imprimen en él documentos oficiales del
Estado y las autoridades diversas. Su periodicidad es constante lo que indica
que su consulta es importante si se toma las precauciones pertinentes. Así,
La Gaceta se convierte en una fuente valiosa para conocer las impresiones
desde la óptica dominante.
De tendencia similar es El Clamor de la Verdad. Sus escasos números
presentan información contraria a los movimientos revolucionarios
desarrollados en los territorios americanos. El componente religioso está
plasmado en sus páginas. Desarrolla, también, un discurso de unión entre
americanos y españoles para el progreso y la felicidad fraternal entre ambas
partes.46 Por su parte, El Pensador del Perú, es una especie de memorial de
defensa de las acciones desplegadas por el virrey y los ejércitos virreinales
contra los movimientos subversivos al interior y la periferia del Perú. Es
claramente un periódico para la defensa del régimen colonial y la figura de
Abascal.47
En síntesis, la prensa constitucionalista limeña ofrece los indicios
básicos para el análisis de las ideas y el discurso político de la elite, los
intelectuales y las autoridades coloniales. Asimismo, el manejo, la difusión y
la lectura de sus páginas en la ciudad de Lima.

REDES DE COMUNICACIÓN Y LECTURA DE LA PRENSA


CONSTITUCIONALISTA LIMEÑA
Lima, capital del virreinato peruano, sería el escenario principal para la
circulación de la información política durante el tiempo de las Cortes de
Cádiz. En aquellos años de crisis en la península y en los mismos territorios
americanos se comienza a propagar la utilización de la prensa como un
instrumento esencial para comunicar las ideas, opiniones y argumentos de

45
Véase Ascensión Martínez Riaza. La prensa doctrinal en la independencia de Perú,
1811-1824. Madrid: Ediciones Cultura Hispánica-Instituto de Cooperación Iberoamericana,
1985, p. 40.
46
El Clamor de la Verdad. Lima. N° 1 y 2, del 9 de marzo y el 9 de abril de 1814,
respectivamente.
47
El Pensador del Perú. 1815. Lima.
33
los diferentes grupos sociales de la colonia. Esta circulación de las ideas
impulsado con mayor ímpetu por la reciente libertad de pensamiento
decretada por el Congreso en Cádiz, tuvo como centros de conversación y
diálogo político a los diversos espacios públicos de sociabilización. Es así
como en las pulperías, chicherías, cafés, tiendas, plazas, parques, calles,
mercados, iglesias, teatro, procesiones religiosas, centros de educación
superior, tertulias, bibliotecas, etc., la información se difundía a través de la
comunicación oral y los debates constantes entre los miembros de la
sociedad virreinal. Para un transeúnte regular el ambiente descrito era toda
una costumbre ya arraigada en Lima y en gran parte de los dominios
coloniales de España. Sobre el tema afirmaba: “Cansado estoy de oir á
muchos en los cafees, tiendas, plazas y calles, tratar de asuntos políticos en
tono imponente.” 48 Esta opinión muestra los diversos espacios de difusión y
circulación pública de la información en Lima durante los años de las Cortes
de Cádiz.
Ya para el siglo XVIII, Claudia Rosas Lauro ha indicado que las
conversaciones en estos espacios públicos se inclinaban a los asuntos
políticos.49 Incluso, podemos afirmar, que para nuestra etapa de estudio, se
incrementó las discusiones políticas, por el mismo hecho de estar en un
contexto de inestabilidad y crisis general. Las autoridades coloniales
necesitaban controlar y dirigir la opinión pública de la sociedad limeña. No se
podía dar el lujo de dejar propagar solamente ideas y discursos sediciosos
en estos territorios. Se tenía que combatir y ofrecer una alternativa coherente
contra esas opiniones subversivas. Fue así que se crearon
fundamentalmente los periódicos denominados de la concordia. Pues su
objetivo principal fue la búsqueda de la unidad entre España y sus colonias,
dicha unión se podía conseguir si se producía la rápida sumisión de los
americanos a la autoridad española y al rey Fernando VII. En apreciación del
periódico oficial: “Vuestra seguridad solo estriba en la subordinación, la
hermandad y la concordia.” 50 De igual manera, en un impreso suelto se
confirma dicho argumento de La Gaceta: “Americanos! de un débil hilo pende

48
El Investigador del Perú. Lima. N° 116, del martes 25 de octubre de 1814.
49
Véase de Claudia Rosas Lauro “La reinvención de la memoria. Los Incas en los
periódicos de Lima y Cusco de la colonia a la república.” Luis Millones (editor). Ensayos
de Historia Andina. Lima: Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales de la
UNMSM, 2005, pp. 119-152; “El miedo a la revolución. Rumores y temores desatados por
la Revolución Francesa en el Perú, 1790-1800.” Claudia Rosas Lauro (Editora). El miedo
en el Perú. Siglo XVI al XX. Lima: Fondo Editorial PUCP, 2005, pp. 139-166; y su texto
recién publicado en octubre del 2006 Del trono a la guillotina: El impacto de la revolución
francesa en el Perú (1789-1808). Lima: PUCP-IFEA-Embajada de Francia.
50
La Gaceta de Gobierno de Lima. N° 2, del sábado 20 de octubre de 1810.
34
nuestra existencia y solo la subordinación puede salvarnos. Nuestra divisa
sea la obediencia y la unión.” 51
En ese sentido, la circulación de las ideas dominantes de la época se
va a plasmar a través de la difusión de estos periódicos constitucionalistas
limeños. Aquella propagación del discurso político - que también contiene
ideas de carácter social -, en los espacios públicos lo podemos encontrar en
las mismas páginas de la prensa y otros documentos. Por ejemplo, en El
Investigador se afirma que: “Los habitantes de Lima conocen ya los
benéficos efectos del Diario.” 52 Incluso, con un tono poco humilde se
escribe: “y los pueblos del reyno claman por su lectura.” 53 Esta última idea
se refiere a la extensión que va a tener la publicación del periódico. A partir
del 1 de enero de 1814 El Investigador se llamará El Investigador del Perú,
nombre que adquiere debido a su amplitud en su espacio de circulación.
Desde aquel momento el papel impreso circulará por varias provincias del
virreinato y recibirá comunicados de dichas zonas. Por lo tanto, en el
periódico se hace implícito “el poder de convocatoria y lectura” de sus
páginas por los habitantes de Lima y ahora de una mayor cantidad de
nuevos territorios.
Tal es la referencia que en el mismo periódico se realiza por parte del
Ayuntamiento de Jauja al señor editor:

“OFICIO del ilustre ayuntamiento de Jauja, al señor editor del


Investigador. Es imponderable el regocijo que anima á los individuos
del ayuntamiento de esta villa al ver francas las puertas de la
instrucción, de la reforma, y de la observancia del órden político de la
sociedad. Felices se contarán desde hoy dia los habitantes de este
jaujino suelo, que deponiendo la antigua incultura, no dudamos se
prestarán afectuosos con la proporción que se les franquea á la lectura
y versacion de los periódicos, y consiguiente á lograr de sus utilísimos
efectos, en cuyo fomento desde luego nos prometemos quanto sea
posible de nuestra parte, á llenar los buenos deseos de U.
ministrándole todas las ocurrencias de este pais, dignos de ocupar
lugar en el INVESTIGADOR.” 54

La información que ayuda a la instrucción y la posterior reforma política


son elementos que están presentes en las preocupaciones de las personas
de la época. Asimismo, la labor y la importancia que adquiere la lectura y
circulación de los periódicos es más que evidente en las páginas de El
51
Reflexiones Filantrópicas sobre el espíritu, nulidad y resueltas de las Juntas de
América. Lima, 1 de diciembre de 1810.
52
El Investigador del Perú. Lima. N° 1, del sábado 1 de enero de 1814.
53
Ibid.
54
El Investigador del Perú. Lima. N° 38, del lunes 7 de febrero de 1814.
35
Investigador. La oscuridad y la ignorancia ceden a la luz y el resplandor de la
cultura y la educación de la sociedad. Los periódicos cumplen con dicho
objetivo, con lo cual van extendiendo su campo de circulación y difusión de la
información. Así, la prensa escrita no solamente se circunscribe al ámbito
local y limeño, sino que llega a diferentes zonas regionales de América.
Por ejemplo, en El Argos Constitucional en torno a la jura de la
Constitución de 1812 en la ciudad de La Paz, se señala:

“Muchos son los discursos semejantes á este que se nos han remitido
de varias partes del reyno en prueba del entusiasmo general con que
ha sido recibida en todas las provincias la Constitucion de la
monarquía.” 55

Es evidente la influencia del periódico y la recepción del mismo en


diversas regiones del territorio americano.
Incluso, este argumento lo probaríamos aún más a partir del
documento oficial que el gobernador y vicario general de La Paz Guillermo
Zárate desde esa ciudad envía al obispo de Lima Bartolomé María de Las
Heras el 28 de junio de 1814. En aquel documento se remite el ejemplar
número 18 del periódico El Investigador (que no hemos podido encontrar en
el mismo expediente) en donde se incluye la carta de un supuesto sacerdote
en el cual se hacen injurias contra la autoridad de la Iglesia y la religión
católica en la Diócesis de La Paz. El mencionado Zárate denuncia las
apreciaciones contenidas en el periódico. Y pide la censura del mismo de
manera inmediata. Así, este documento nos daría un indicio de la difusión y
lectura del periódico en el espacio regional y no solamente en Lima.56
Incluso, defendería la hipótesis nuestra de que los eclesiásticos del virreinato
accedían a la lectura de los periódicos constitucionalistas. Pues, a través de
ellos, se informaban de las principales noticias e ideas políticas que luego
debían trasmitir a sus feligreses, especialmente, los sectores indígenas.
Entonces, los religiosos, al estar en contacto con las clases populares,
representaban un agente difusor, esta vez en forma oral, del discurso
plasmado en la prensa limeña. Aquella labor era muchas veces más efectiva
que la propia lectura de los periódicos. Pues, en los sermones, los

55
El Argos Constitucional. Lima. N° 6, del 14 de marzo de 1813.
56
Archivo Arzobispal de Lima (en adelante AAL). Serie Comunicaciones. Legajo. II.
Expediente 132. La Paz, 28 de junio de 1814. A partir del documento se entiende que se
publicó dicha carta, contra la labor eclesiástica, en el número 18 y 19 del periódico. Y se
percibe, además, que en el número 25 del Investigador se vuelve al asunto pero esta vez
para rectificar las opiniones vertidas en los números anteriores. Todo ello no impidió que
Guillermo de Zarate enviara su denuncia contra la carta del Investigador hacia la máxima
autoridad religiosa del virreinato peruano.
36
eclesiásticos trasmitían las ideas básicas para defender y sujetarse a la
unidad con el creador y su enviado en la tierra el rey de España.
El ejemplo más notorio lo tenemos en la labor del clérigo José Joaquín
de Larriva a través de la creación y difusión de los periódicos
constitucionalistas.57 Y no solamente a través de la prensa, sino por medio
de los sermones que leía el párroco en la ciudad de Lima colonial.58
Porque considerar que los periódicos de Lima eran leídos por las
mismas clases populares en su gran mayoría, es una hipótesis tentadora,
pero que todavía no podemos probar totalmente, al menos para esta etapa
de nuestro estudio. Lo que sí, en cierta manera, hemos señalado,
parcialmente, es el acceso que tuvieron algunos miembros de las clases
populares a la lectura y la información de la prensa y otros documentos
públicos.
Igualmente, considero que la tesis de Roger Chartier de que era de uso
extendido la lectura en voz alta en las sociedades de antiguo régimen 59,
tiene que ser tomada con precaución, pues estamos en una realidad
diferente a la europea, incluso si consideramos la unidad y relación existente
entre España y sus colonias americanas. Y, a pesar, de algunas referencias
que hemos encontrado en los mismos periódicos limeños que indicarían la
existencia de aquella práctica. La lectura existe, pero no podemos
generalizar y afirmar que era de uso extendido y sobre todo en la mayoría
de las clases populares.
Sin embargo, es útil recordar la idea de Raúl Porras Barrenechea de
que la sociedad colonial era una sociedad en donde la comunicación oral era
fundamental.60 Más aún si en la ciudad el número de analfabetos era
realmente elevado. En apreciación de Pablo Macera, menos de un 20% de la

57
Colabora así en El Cometa (1812-1813), El Verdadero Peruano (1812-1813) y El Argos
Constitucional (1813). El mismo clérigo es el creador de El Investigador (1813-1814). De
igual manera, Larriva también incentivó y redactó en los periódicos de la década del 20.
Allí destacó en El Nuevo Depositario (1821), El Correo Mercantil, Político y Literario
(1821-1824), La Nueva Depositaria (1825), El Telégrafo (1827-1829) y El Mercurio
Peruano (1827-1830). Para un estudio más amplio véase nuestro libro Sociedad colonial y
vida cotidiana en Lima a través de las páginas de El Investigador [del Perú], 1813 – 1814.
Lima: Colección Historia de la Prensa Peruana, Nº 1, octubre del 2007 [con la
colaboración de María Aguirre].
58
José Joaquín de Larriva. Arenga [o sermón] que en presencia del Excmo Señor Virey
Don José Fernando Abascal, pronunció por la Real Universidad de San Marcos en el
besamanos del 27 de diciembre de 1812, el D. D. José Joaquín de Larriva. Lima: Imprenta
de los huérfanos, por D. Bernandino Ruiz, 1813.
59
Roger Chartier. El mundo como representación. Estudios sobre historia cultural.
España: Editorial Gedisa S. A., 1992.
60
Raúl Porras Barrenechea. El periodismo en el Perú. Lima: Ediciones del
sesquicentenario de la independencia del Perú, 1970.
37
población de Lima sabía leer y escribir.61 Entonces, para quiénes estaba
dirigido este tipo de publicaciones periódicas. Es obvio que el público lector
eran esencialmente miembros de las clases más acomodadas de la
población de Lima. Ello no deja de lado que los indígenas ilustrados, o en
palabras de Juan Carlos Estenssoro, la plebe ilustrada, accedieran también
con sus beneficios y privilegios al contenido de la prensa y su discurso.62
Pero, de que todos lo hicieran ya sea a través de la propia lectura o mediante
la lectura en voz alta aún no se ha podido probar totalmente.
Por ello, consideramos que los periódicos tal vez no llegaron
profusamente al pueblo en general. Pero lo que manejamos como hipótesis
es que a través de ellos los de la clase alta y los religiosos se enteraban de
la línea política del régimen español y colonial de Lima. Y de qué tenían que
realizar y exponer ellos mismos para el mantenimiento del sistema existente.
Fue, creemos, un medio de información y educación entre los de arriba. Con
el objetivo de conocer la mejor manera de dominar a las clases bajas del
virreinato peruano. Dicha dominación era imprescindible en aquellos
momentos de crisis política.
Así, en nuestra opinión, es posible comprobar, parcialmente, la
influencia de los periódicos entre los miembros de la elite y de la clase baja.
Tendríamos que indagar si existen ideas que se plasman en los periódicos y
que se expresan también en los sermones que los religiosos exponen a sus
feligreses y creyentes en las misas. Dicha comprobación sustentaría nuestra
hipótesis de la prensa como un medio de educación entre la clase alta y
como un medio indirecto de manipulación e influencia entre los sectores
dominados en la sociedad colonial del Perú. A lo largo de esta investigación
desarrollaremos esta hipótesis de trabajo.
Igualmente, la difusión del contenido de la prensa está, íntimamente
ligada, a otros espacios de contacto público.63 Para el caso específico de los
sectores populares serían las plazas, parques, tabernas, chicherías,
chinganas, parroquias, mercado, casas de juegos, fiestas religiosas y civiles,
plaza de toros, etc. En todos esos espacios públicos los miembros de las
clases bajas, estableciendo contacto en ocasiones con algunos hombres de
la elite, comentarían las ideas e informaciones de los periódicos. Se
61
Pablo Macera. “Noticias sobre la enseñanza elemental en el Perú durante el siglo
XVIII.” Trabajos de Historia. Lima: Instituto Nacional de Cultura, tomo II, 1977, pp. 215 –
282.
62
Juan Carlos Estenssoro. “La plebe ilustrada: El pueblo en la frontera de la razón.”
Charles Walker (Compilador). Entre la retórica y la insurgencia: Las ideas y los
movimientos sociales en los andes, siglo XVIII. Cuzco: Centro de Estudios Regionales
Andinos “Bartolomé de Las Casas”, 1996, pp. 33 – 66.
63
Sobre los espacios públicos en el Perú, las investigaciones de Charles Walker, Sarah
Chambers, Víctor Peralta Ruiz, Claudia Rosas Lauro, Luis Miguel Glave, entre otros, nos
han mostrado la presencia de discusión política en todos estos centros de socialización.
Véase sobre el tema los comentarios de estos autores en el capítulo anterior de este libro.
38
establecerían los rumores y la difusión de la información a través de la
comunicación oral.
En los lugares públicos, como en los establecimientos de juegos de
naipes, es en:

“Donde se amalgaman diariamente el militar, el empleado, el título, el


negociante, el clérigo, el frayle, el demandero, los hijos de familia, el
blanco, el moreno [...] y todos aquellos truhanes y hombres viciosos
[...].” 64

Es apreciable en la cita la relación que podía existir entre miembros de


diferentes grupos sociales. Los cuales podían, en el calor del juego,
establecer conversaciones que expresaran preocupaciones políticas del
momento. No obstante, ello no quiere decir que estos grupos sociales
compartieran los mismos intereses. Incluso, en la información del
Investigador, se puede deducir una intencionalidad política. Se trata de juntar
en el discurso del periódico a todos estos miembros de la sociedad para
presentar la degeneración en que Lima se encontraba. Así, El Investigador
muestra la problemática social de la Ciudad de los Reyes. Intentó este
impreso hacer evidente los desordenes y vicios sociales en que habían
caído hasta el más encumbrado grupo social del Perú colonial.
Por otro lado, en las mismas páginas de la prensa de Lima podemos
encontrar algunos indicios de la circulación y la lectura de estas hojas
impresas. Pero, dejemos en claro que este discurso pudo haber sido
manipulado y acomodado según los intereses de los redactores de la prensa
limeña. De ahí que debemos tomar todas las precauciones necesarias.
Por ejemplo, tal es el argumento del Satélite del Peruano de Fernando
López Aldana. En su apreciación, el periódico buscaba educar a todos los
miembros de la sociedad colonial, sin ninguna distinción de clase.65 ¿Es
posible esa intención? Aquella idea estaba sustentada más en un ideal que
en la misma realidad. López Aldana difunde un discurso popular con
intención política. Pues, a la vez que critica al régimen de Abascal podía
conseguir apoyo público por sus ideas liberales.
Por lo tanto, es difícil aceptar sin ningún tipo de crítica las
informaciones halladas en El Peruano en torno a la difusión y lectura de la
prensa escrita. Sobre este tema, en el mencionado periódico se inserta una
Carta del Invisible (que en realidad es Gaspar Rico y Angulo) sobre
donativos que se pide que realicen los habitantes de estos territorios para
socorrer a la madre patria. Así, en aquel periódico se señala que:

64
El Investigador del Perú. Lima. N° 22, del sábado 22 de enero de 1814.
65
El Satélite del Peruano. Lima. Introducción. Febrero de 1812, p. XI.
39
“Resolví aprovecharme de mi invisibilidad para recorrer la ciudad,
introduciéndome en las tertulias, tribunales y juntas secretas [...] para
observar de cerca quanto alli ocurre, y anunciar al público por medio
del PERUANO mis investigaciones. Anoche me introduxe en secreto en
la tienda de un mercader [...] [allí] se leyeron varias papeletas y
gazetas, y entre estas la de nuestro gobierno de 20 de setiembre, que
contiene una real órden manifestando la urgente necesidad de socorros
pecunarios, que tiene la metrópoli para el sostén de sus exércitos
contra el enemigo comun. Aquí fue donde empezaron á gritar algunos:
¿hasta quando quieren que contribuyamos? Estamos ya cansados de
dar... desde el principio de la guerra estamos dando [...].” 66

En el párrafo observamos, en un primer momento, la lectura que de la


prensa se hacía en la ciudad de Lima. Las gacetas eran comentadas e
incluso ocasionaban, como en esta oportunidad se afirma, disgustos por la
excesiva contribución que el gobierno colonial hacía sobre los miembros de
la sociedad limeña. Además, está bien clara en el discurso la idea de la
presencia de periódicos y otros impresos públicos y su lectura en las
tertulias, juntas secretas y establecimientos diversos. Es apreciable también
la reunión en secreto y a puertas cerradas para leer y discutir las ideas
plasmadas en los periódicos de Lima. Pero una aclaración importante al
discurso de Gaspar Rico y Angulo estaría en que dicha lectura estaba
presente solo en la elite limeña. Porque las personas que se mencionan
estaban en la capacidad de contribuir económicamente al régimen colonial.
Un mercader no tenía la misma condición económica ni social que un
indígena o un moreno. Además, las tertulias para el caso peruano reunían a
miembros de los grupos medianamente acomodados de Lima. Entonces, se
puede apreciar una intencionalidad en el discurso del Peruano.
Por otro lado, en el mismo periódico se informaba que el pueblo estaba
recibiendo con mucho agrado la ilustración a través de la prensa y, de igual
manera, mostraban su rechazo por las disposiciones que intentaban limitar
hasta querer eliminar la libertad de expresar las ideas en los papeles
públicos. Al respecto El Peruano afirma:

“Uno de estos dias entré en casa de un honrado artesano, y me


encontré con que él, su familia y otras personas, estaban oyendo leer
algunos de estos últimos periódicos, y otros papeles en que se
impugna el restablecimiento del tribunal de la Inquisición, por señas
que el mancebo de barbero que leía les daba tal sentido que me
admiró, y luego supe que estudiaba para cirujano latino.

66
El Peruano. Lima. N° 7, del viernes 27 de septiembre de 1812.
40
Habia que ver V. Sr. Conciso, con que atención estaban todos; que
reflexiones se hacian al volver de cada hoja; cómo se irritaban al oir
que se les iba á acabar el privilegio de la libertad de imprenta [...] cómo
se escandalizaban, al ver el uso que los déspotas de todos los siglos
[...] habían hecho [...] cómo daban la razón á los escritores que
declamaban contra esos oscuros procedimientos [...].” 67

Según el discurso del Peruano en la vida privada también se leían,


expresaban y difundían las ideas de la prensa limeña. Incluso, la recepción
de la información de los periódicos es tomado con diversos estados de ánimo
por parte de miembros de las clases populares de Lima. En el párrafo un
honrado artesano, su familia y otras personas se encontraban en plena
lectura y conversación de las principales noticias del momento. Según la
referencia no solamente escuchaban, sino, además reflexionaban y
mostraban sus opiniones por las noticias y las informaciones que leían y
escuchaban. Esta fuente probaría parcialmente la difusión y lectura de la
prensa constitucionalista en la ciudad de Lima colonial. Y lo más interesante,
según el discurso del Peruano, es que no es debatida únicamente por la
elite, sino el pueblo también participa de aquellas discusiones políticas.
¿Es creíble este tipo de informaciones? En la presentación de la
noticia se observa que el mismo redactor está difundiendo su opinión. De ahí
que su discurso podía estar acomodado a los intereses de su grupo social.
Es claro que no se trataba de un indígena o algún miembro de las clases
populares. En nuestra opinión, existe una manipulación de la información. La
intención política era hacer creer, a través del discurso, que hasta los
sectores sociales populares podían hacerse presente en las páginas de la
prensa limeña. Que el pueblo tenía acceso a las ideas liberales del momento
y que estaba conforme con los cambios establecidos en Cádiz. Así, el
periódico intentaba formar opinión pública a favor de las disposiciones del
Congreso. En pocas palabras, el discurso del Peruano estaba
deliberadamente manipulado, pues argumentaba un hecho ideal carente de
prueba objetiva en la práctica cotidiana.
Otro caso interesante es el mostrado en El Investigador cuando Ángel
Luque luego de criticar a los impresos incultos y perjudiciales que salen en
Lima, expresa que: “No así nuestro INVESTIGADOR DEL PERÚ, que
adquiriendo cada día nuevos creces de ilustración y concepto, no hay
indígena del virreynato que no desee su lectura.” 68 Es evidente la referencia
de la difusión y lectura del periódico entre las clases populares del virreinato
peruano. No obstante, aquella cita debe ser tomada con precaución, a pesar
de que indica una práctica del desenvolvimiento de la comunicación en

67
El Peruano. Lima. N° 30, del martes 14 de abril de 1812.
68
El Investigador del Perú. Lima. N° 58, del domingo 27 de febrero de 1814.
41
sociedades con alto índice de analfabetismo. Pues, en primer lugar,
tengamos en cuenta que el periódico tiene una intencionalidad de restarle
méritos a otras publicaciones periódicas que se difunden paralelamente. Por
ello, a través del discurso, buscaba acreditar y convencer a sus lectores que
sus informaciones eran cada día más leídas y comentadas por tener mayor
credibilidad que los otros impresos públicos. En segundo lugar, el término
indígena presente en las páginas del periódico no se estaría refiriendo
exclusivamente al indio, sino asume un significado más amplio. Es decir, era
el originario, el aborigen, o cualquier otro individuo de un determinado grupo
social.
Algo parecido está presente en las páginas de El Investigador cuando
se habla de la necesidad que muestran los propios “serranos”, a pesar de las
prohibiciones e ilegales censuras, por la lectura y las noticias de lo que
ocurre en el virreinato y el mundo. Al respecto se afirma:

“Muy señor mio: los pobres serranos ignoramos mucho; pero así como
hago esta confesión, aseguro que no es por falta de voluntad; nuestros
deseos se extienden mas allá de lo que se puede pensar de nosotros; y
la desgracia es, que quando por una parte se intenta ilustrarnos algo,
por otra se entorpece los conductos que nos pudieran comunicar las
luces.” 69

El discurso del periódico expresa la intención y la voluntad de


miembros de las clases populares por la ilustración y la lectura de los
papeles públicos. Sin embargo, otra vez se aprecia que existe una
intencionalidad por presentar esa argumentación. En nuestra opinión, el
hacer evidente el deseo de los serranos por la lectura de la prensa y de
ciertos personajes por frenar esas intenciones, tuvo como objetivo ofrecer las
razones suficientes para criticar a los grupos que se oponen a los cambios y
reformas liberales de las Cortes. A través de la manipulación del discurso se
buscaba formar la opinión pública de la sociedad limeña. Así, el argumento
del Peruano es revelador y contundente:

“Los escritores públicos y demas personas ilustradas comunican á sus


conciudadanos sus luces y conocimientos. Ya por medio de periódicos,
ya en papeles, folletos, libros [...] propagan en todas las clases del
estado las ideas mas liberales y útiles al bien general, y les proporciona
así un bien incalculable formando y dirigiendo la opinión pública que es
el alma de la sociedad. Todos los ciudadanos van de este modo

69
El Investigador del Perú. Lima. N° 96, del jueves 12 de mayo de 1814.
42
adquiriendo insensiblemente nociones generales sobre lo que conviene
al bien y prosperidad de la nación.” 70

Por su parte, El Verdadero Peruano señalaba que:

“La imprenta es el cauce mas á propósito para executarlo [se refiere a


la difusión de los beneficios que brinda la Constitución de 1812],
haciendo circular los periódicos. Estas pequeñas y continuadas obras
instruyen sin molestia, y forman algunos ratos útiles y entretenidos. Se
abandona el trabajo por la lectura, y la lectura surte de nuevos medios
para continuarlo con provecho.” 71

Entonces, es totalmente evidente la tendencia de los periódicos en


crear y manipular la información y el discurso que contienen en sus páginas.
Por ello, al analizar los remitidos o artículos comunicados de la prensa
debemos recordar que habrían podido ser inventados por los propios
redactores del periódico, con el interés de formar opinión a favor de las
reformas de las Cortes de Cádiz.
En ese sentido, otra forma de apreciar indicios de la difusión de la
prensa y al mismo tiempo de la manipulación de la información la
encontramos en las polémicas suscitadas entre los diferentes periódicos que
circulan por Lima. Eran diálogos que evidenciaban un intercambio de
opiniones. Tal es el caso de las críticas que el Anti-Argos realizó al Argos
Constitucional. Por ejemplo, en el segundo número del Anti-Argos se
destaca que El Argos critica a los lectores incautos que no saben leer ni
apreciar las obras de provecho. Incluso, se señala la supuesta “humildad” de
los editores del Argos, al afirmar que sólo ellos “son sabios y todos los
demas escritores y lectores de Lima son Bestias, frívolos, ó reboltosos.” 72
Así, es interesante apreciar que se está expresando ideas de los lectores
potenciales de los periódicos de la época, a pesar del tono negativo y
exagerado de algunos de ellos. En respuesta a las criticas hechas por El
Anti-Argos, El Argos Constitucional se defiende argumentando sobre la
libertad de imprenta y los abusos que se hace de ella. En aquel sentido,
afirma la desmesurada actitud de ciertos escritores charlatanes y “sin
vergüenza” que publican ideas e insultos contra los verdaderos escritores
útiles y que, por ello, tienen “mil admiradores entre las gentes de su clase.” 73
Otro caso visible en las páginas de la prensa son las fuertes críticas de
El investigador y El Cometa sobre el papel desempeñado por El Peruano
Liberal. A pesar que las críticas revelan una desvalorización de este
70
El Peruano. Lima. N° 22, del martes 17 de marzo de 1812.
71
El Verdadero Peruano. Lima. N° 1, del 22 de septiembre de 1812.
72
El Anti-Argos. Lima. Lima. N° 2, del lunes 22 de febrero de 1813.
73
El Argos Constitucional. Lima. N° 7, del 21 de marzo de 1813.
43
periódico, son interesantes, sin embargo, las anotaciones sobre los
suscriptores y lectores de aquel papel impreso. Así, en El Investigador se
señala el disgusto de varios de los suscriptores del Peruano Liberal por la
desaparición de dicho periódico. Uno de ellos expresaba que: “Yo por mi
desgracia fui del número de los bobos que se suscribieron á ese ridículo
papel [...].” 74
Las opiniones de El Cometa sobre El Peruano Liberal son también
críticas y satíricas. Sobre el particular expresa: “La libertad de imprenta nada
tiene que ver con esto. En todos tiempos se han escrito disparates.” 75
En definitiva, en las propias páginas de la prensa escrita podemos
apreciar el intercambio de la información y su manipulación. Existe un interés
de los redactores de la prensa por crear un ambiente propicio para el
desarrollo de las reformas establecidas por las Cortes.
Por otro lado, para la difusión de la información era imprescindible, en
nuestra apreciación, la figura del eclesiástico, el cual difundía a los feligreses,
en las misas y en privado, las ideas y opiniones del sistema religioso y
político existente.
Por ejemplo, en las páginas del Investigador, en enero de 1814, se
consideraba que Dios era el creador de todo lo existente y el único capaz de
regir el proceso de desarrollo de los hombres y la naturaleza: “La providencia
divina, ella sola es la criadora y conservadora de todos los seres [...] [Así]
Dios solo lo crió todo: Dios solo lo conserva todo.” 76 En forma semejante
tenemos el sermón de acción de gracias disertado por el párroco de Charcas
Matías Terrazas, el 2 de noviembre de 1814, por el regreso al poder de
Fernando VII. Ahí se expresa, claramente, otra vez, el dogma católico y la
labor de la providencia divina de Dios en el desarrollo de los acontecimientos
de la época:

“Todos los sucesos de nuestra vida dependen de una providencia


soberana que los dirige. Su sabiduría infinita es la regla que nivela los
acontecimientos. Lo grande y lo pequeño, lo favorable y lo adverso,
todo viene de su mano poderosa. [Así] la libertad de nuestro Monarca,
la independencia de nuestra nación y ese conjunto de ventajas que
admiramos, es obra de la mano del señor.” 77

74
El Investigador del Perú. Lima. N° 17, del lunes 17 de enero de 1814.
75
El Cometa. Lima. N° 6, del viernes 15 de octubre de 1813.
76
El Investigador del Perú. Lima. N° 8, del sábado 8 de enero de 1814.
77
Matías Terrazas. Sermón que en la solemne de acción de gracias, que se celebró en la
santa iglesia Metropolitana de Charcas, con motivo de haberse recibido en esta ciudad de
la plata el dia 2 de noviembre de 1814, la plausible y deseada noticia de la restitución al
trono de las Españas a nuestro amado monarca el señor don Fernando VII. Lima: 1815,
pp. 8 – 10.
44
El mencionado sermón fue dicho a una numerosa concurrencia de
feligreses y luego impreso para difundir aún más las ideas religiosas y
políticas necesarias en aquel período. Entonces, apreciamos ideas
semejantes entre el contenido del sermón y del periódico consultado. Esa
unión de la Iglesia y el Estado, así como la recurrencia al poder divino de
Dios en el desarrollo de los acontecimientos sociales, evidente tanto en los
periódicos como en los sermones es una realidad y un discurso que se
propagaba en Lima y otras regiones del virreinato peruano. En palabras de
un periódico de la época:

“La religion es el alma conservadora de los estados. Ella reviste á los


príncipes de autoridad y respeto: asegura los tronos: y prestando vigor
á la leyes, da al edificio de la sociedad una consistencia sin la cual
caería desplomado.” 78

En su esencia, los mismos postulados señalados en El Argos


Constitucional se expresan en el sermón de Acción de Gracias por la
Instalación del Ilustre Regimiento de la Concordia, que estuvo a cargo del
religioso Fr. Ignacio Gonzalez Bustamante el tres de junio de 1811:

“El espíritu de unidad, es el que principalmente inspira nuestra religion,


en todas sus santas leyes […] De aquí nace la obligación que tenemos,
de cortar las querellas, la discordia, y las disenciones […] [La religión]
Ella es órdenada para conservar la pública tranquilidad; para poner á
cubierto de todo insulto esta parte del rebaño del señor […] Para que el
tumulto, la insubordinación, y el atrevimiento, no desconcierten la dulce
consonancia de la armonía social […].” 79

Se insiste en que la religión es la conservadora del “orden y la


tranquilidad pública” de los Estados. Que la “armonía social” permite que las
relaciones entre las personas sean desarrolladas sin perturbaciones. Y, lo
que es más importante, que las intenciones subversivas y de insubordinación
a la autoridad no prosperan pues la religión permite vivir en concordia y en
paz social.
Por ello, las autoridades coloniales tanto civiles como religiosas
expresaban que:

78
Argos Constitucional. Lima. N° 7, del 21 de marzo de 1813.
79
Fr. Ignacio Gonzalez Bustamante. Sermón de Acción de Gracias, por la instalación del
Ilustre Regimiento de Concordia del Perú, que en la misa solemne, que la religión de
Santo Domingo celebró en el altar de nuestra Señora del Rosario patrona jurada de las
armas, el tres de junio del presente año: Dixo el R. P. Regerente Fr. Ignacio Gonzalez
Bustamante [...]. Lima: Real Casa de los Niños Expósitos, 1811.
45
“Para que todos y cada uno de por si persuadan por los medios que las
prudencia les dicte, y en los confesionarios y púlpitos á los feligreses,
ilustrándolos sobre la conveniencia y obligación en que estan de
concurrir en quanto esté de su parte no solo á mantener la union y
sosiego publico, sino á descubrir á qualquier individuo que se haga
sospechoso por su conducta [y] conversaciones [...] denunciandolo
secretamente al juez respectivo con legal exposicion de los motivos y
causas [...] Cuidando igualmente de que dentro de los claustros se
guarde la circunspección y disciplina monástica, no menos que alguno
se tengan conversaciones perjudiciales al buen orden [...]” 80

Los religiosos tenían la misión de difundir las ideas cristianas que


mostraban en realidad intereses políticos de la Iglesia vinculadas a las del
régimen virreinal. Se intentaba así evitar la propagación de opiniones e
informaciones disidentes y contrarias al sistema establecido por España.
En ese sentido, es interesante la disposición que se hiciera contra la
lectura de varios periódicos españoles, editados y publicados en Londres,
que se difundían por el virreinato peruano. Así, a través de la lectura del
borrador de un decreto encontrado en el Archivo Arzobispal de Lima,
podemos señalar que se prohibió la lectura del “Español Constitucional” y el
“Gabinete de Curiosidades Políticas y Literarias de España e Yndias.”
Incluso, se afirmó que estos periódicos:

“Los quales contienen especies subversivas dirijidas a trastornar el


actual sistema de gobierno y fomentar la revolución de los pueblos y la
insubordinación a las autoridades constituidas, con grave daño de la
religión y del Estado […] Por las presentes prohibimos su lectura a
todos.” 81

En la práctica cotidiana de la sociedad colonial del Perú se utilizó para


contrarrestar esas lecturas y opiniones subversivas, la transmisión y
comunicación oral de los decretos o anuncios del gobierno. Por ejemplo,
luego de recibida la noticia de la promulgación de la Constitución en Lima, el
virrey Abascal decide que en todos los pueblos del virreinato se difunda la
información y se celebre la juramentación de la Constitución. Es así como en
Paucartambo en plena misa, del 3 de enero de 1813, se ofreció la lectura de

80
AAL. Serie Comunicaciones. Legajo 1. Expediente 247. De José de Abascal al
Arzobispo de la Iglesia de Lima. 23 de diciembre de 1810. Lima.
81
AAL. Serie Papeles Importantes. Legajo 27. Expediente 37. Borrador que prohíbe la
lectura de los periódicos “Español Constitucional” y “Gabinete de Curiosidades Políticas y
Literarias de España e Yndias.”, pues fomentan la insubordinación a las autoridades
Constituidas y la revolución de los pueblos. 8 de mayo de 1815. Lima.
46
la Constitución, para que luego el párroco principal disertara y convenciera a
los fieles de los beneficios y felicidades que brindaba la carta española. Todo
ello lo relacionó con la mano divina de Dios. El cual nos ha permitido llegar a
esta época feliz. Allí juraron la Constitución. Pasaron después a la Plaza
Mayor en donde todo el pueblo comenzó a repetir: “Viva el Rey, Viva la
Constitucion, y Vivan las Cortes Generales […].” 82
Otra ejemplo parecido sucedió cuando se abolió la Inquisición en Lima,
en 1813, por mandato de las autoridades se ordenó que se leyera el
manifiesto que las Cortes elaboraron al respecto por tres domingos seguidos
“en todas las parroquias de todos los pueblos de la monarquía, antes del
ofertorio de la misa mayor.” 83
En estos ejemplos, otra vez aparecen los religiosos en la labor de
comunicar las máximas políticas del Estado colonial a la muchedumbre. De
igual manera, se recurre a los preceptos divinos para convencer a los
feligreses de su necesaria adhesión a la causa del gobierno y, por lo tanto,
de Dios.
Es obvio que las autoridades coloniales utilizaron todos los medios
posibles para difundir las ideas dominantes del momento a las clases
populares. Era la mejor forma de buscar la conservación de sus propios
intereses de elite gobernante.
En síntesis, como se explica en nuestra investigación, la prensa
constitucionalista de Lima tuvo como espacio principal de circulación los
lugares en donde concurría la elite y las autoridades coloniales. Sin embargo,
es posible que su contenido se extendiera a un público más amplio de lo que
tradicionalmente se señala. Los otros espacios públicos mencionados
también jugaron un papel importante para la difusión de estos periódicos.
Más interesante aún, en nuestra opinión, es apreciar la similitud de ideas y
argumentos entre los sermones y los periódicos constitucionalistas de Lima.
Así, consideramos esencial la labor de los eclesiásticos como agentes de
difusión de la información de los periódicos limeños.

EL PROBLEMÁTICO TEMA DE LA PRODUCCIÓN Y TIRAJE DE LA


PRENSA LIMEÑA
Un problema que lamentablemente nos ha sido difícil de conocer o precisar,
es la determinación de la cantidad de ejemplares que se imprimían de cada
número de los periódicos de Lima. Tenemos pocas referencias al respecto.
Además, sabemos que no era común expresar en la misma prensa la
cantidad de ejemplares que se producían. Una de las excepciones es el caso
del Verdadero Peruano, el cual en su prospecto señala los nombres de todos

82
Guillermo Durand Flórez (ed.). “El Perú en las Cortes de Cádiz.” Colección Documental
de la Independencia del Perú. Lima, tomo IV, volumen 2, 1974, pp. 254 – 257.
83
El Investigador. Lima. N° 16, del viernes 16 de julio de 1813.
47
sus suscriptores. En total se contabiliza 133. De ellos: “22 eran eclesiásticos,
39 nobles, 66 individuos del estado llano, 4 instituciones limeñas y dos
extranjeros.” 84 También se puede apreciar que el periódico se difundía en
provincias como Arequipa, Cuzco, Puno, Guayaquil, y regiones como
Santiago de Chile y lo que hoy es Bolivia.85 Sin embargo, es posible que
tuviera mayor difusión a través de la venta suelta de cada número. Porque la
cantidad de suscriptores no es igual al número de ejemplares impresos.
Menos aún, representaría el total de lectores.
El periódico oficial del gobierno también muestra en su primer número
la lista de sus suscriptores. En total señala que son 106 entre autoridades
coloniales, instituciones y demás personas interesadas en la difusión y
lectura de sus informaciones.86
De los otros periódicos constitucionalistas limeños no poseemos datos
completos. Pero sí podemos lanzar como hipótesis que El Peruano y El
Investigador pudieron haber tenido la misma o parecida cantidad de
suscriptores que El Verdadero Peruano y La Gaceta de Gobierno de Lima.
En cambio, el resto de periódicos por la importancia atribuida, por los pocos
números publicados y su corta vida, creemos que no se igualaron a los
impresos precedentes.
Solamente debemos agregar que tres de ellos nos proporcionan
pequeños datos sobre la cantidad de sus suscriptores y una posible cantidad
de números publicados. El Clamor de la Verdad de Ignacio Alonso de
Velasco, impreso y difundido en 1814, señalaba en sus páginas que:

“Esta obra compone diez números: hay setenta y dos suscritores, á


quienes se les entregará encuadernado y forrado conforme vayan
saliendo. […] La lista de Suscritores se dará en el decimo número,
Conclusión de la obra.” 87

No pudimos conocer esa lista, pues el periódico no concluyó su


publicación. Sólo conocemos los tres primeros ejemplares del mismo. Sin
embargo, la referencia citada nos indica una cantidad menor que del
Verdadero Peruano (133), pero superior a otros periódicos. Así, hemos
encontrado referencias en El Anti-Argos de la cantidad de ejemplares
impresos y del número de suscriptores de El Argos Constitucional. Para El
Anti-Argos este último periódico tuvo apenas 24 suscriptores. A ello se
sumaba la cantidad de periódicos que se habían vendido del primer número

84
Víctor Peralta Ruiz. “Prensa y redes de comunicación en el Virreinato del Perú, 1790 –
1821.” Tiempos de América. España, N° 12, 2005, pp. 119 – 120.
85
Véase el prospecto del Verdadero Peruano y el artículo de Víctor Peralta Ruiz. “Prensa
y redes de comunicación...
86
La Gaceta del Gobierno de Lima. N° 1, del sábado 13 de octubre de 1810.
87
El Clamor de la Verdad. Lima. N° 2, del 9 de abril de 1814.
48
de aquel diario (sólo tres).88 Entonces, El Argos Constitucional habría tenido
una cantidad mínima de lectores, aunque ello no indicaría que su difusión se
haya quedado solamente en ese número de personas. Además, recordemos
que El Anti-Argos buscaba desprestigiar a su oponente, de allí que pudiera
haber exagerado las cifras de los impresos del otro. Sin embargo, estas
referencias mínimas, nos indican algunas posibles evidencias del tiraje y la
difusión del impreso criticado. Finalmente, en el número 2 del Satélite del
Peruano del 1 de abril de 1812, encontramos la lista de los suscriptores de
aquel papel impreso. En total se señala la existencia de 46 afiliados al
Satélite, destacando hombres con cargos públicos y el Tribunal del
Consulado de Lima.
Todas estas informaciones mínimas que poseemos nos proporcionan
pequeños testimonios de la producción y circulación de la prensa
constitucionalista de Lima. Esperamos, en otras investigaciones, profundizar
más estas primeras reflexiones sobre el tema.

CONCLUSIONES
En esta investigación hemos apreciado como la prensa constitucionalista de
Lima sirvió como un instrumento de control social importante para el período.
La difusión del contenido de sus páginas tuvo diversos canales de expansión
y circulación. Todo ello permitió que su contenido no solamente llegará a los
hombres de elite y a las principales autoridades coloniales. También es
apreciable que sus informaciones e ideas se difundieron en los sectores
mayoritarios de la sociedad peruana colonial. Sin embargo, recalquemos que
se utilizaron otros medios para que esa circulación de ideas se materializara.
Ahí encontramos a los religiosos y sus disertaciones en las misas y otras
festividades religiosas. En ese sentido, el estudio y la comparación del
contenido de los sermones con los periódicos de Lima arrojan argumentos
interesantes. Las mismas opiniones de la prensa limeña, mostrados en las
páginas precedentes, nos permiten probar parcialmente la difusión de estos
impresos. El artesano, el indígena, los negros y los serranos pudieron
acceder (aunque manipuladas por intereses de la elite) a las informaciones
de la prensa constitucionalista de Lima. Claro que esta recepción no se
puede generalizar por el solo hecho de citar varias referencias sobre aquella
circulación y lectura de los periódicos. Por ello, afirmamos que al menos un
grupo nada despreciable de estas personas que pertenecen a las clases
populares si tuvo acceso a las páginas periodísticas. Mayor circulación e
influencia debió producirse en la disertación de los sermones y en los
diálogos que se producían entre los indígenas y los eclesiásticos. Las
conversaciones en las plazas, parques, chicherías, en las mismas casas y

88
El Anti-Argos. Lima. N° 2, del lunes 22 de febrero de 1813.
49
otros lugares públicos y privados ayudaron a extender las afirmaciones y las
ideas expuestas en la prensa limeña.

PERIÓDICOS Y FUENTES IMPRESAS

• La Minerva Peruana, 1805-1810.


• El Diario Secreto de Lima, 1811.
• El Peruano, 1811-1812.
• El Satélite del Peruano, 1812.
• El Verdadero Peruano, 1812-1813.
• El Argos Constitucional, 1813.
• El Anti-Argos, 1813.
• El Peruano Liberal, 1813.
• El Cometa, 1812-1813.
• El Investigador, 1813; y El Investigador del Perú, 1814.
• El Semanario, 1814.
• El Clamor de la Verdad, 1814.
• La Gaceta del Gobierno de Lima, 1810-1814.
• El Pensador del Perú, 1815.
• Reflexiones Filantrópicas sobre el espíritu, nulidad y resueltas de las
Juntas de América. Lima, 1 de diciembre de 1810.
• La Constitución de Cádiz, 1812.
• Diario de las Discusiones y Actas de las Cortes, 1810-1813.
• El Doctor D. Fernando López Aldana Ante la Historia. Lima: Imprenta
de El Comercio. 1869 [contiene documentos valiosos].
• Memoria de Gobierno de José Fernando de Abascal y Sousa. Sevilla,
tomo I, 1944.
• Guillermo Durand Flórez (ed.). “El Perú en las Cortes de Cádiz.”
Colección Documental de la Independencia del Perú. Lima, tomo IV,
volumen 2, 1974.
• Ella Dunbar Temple (ed.). “Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX.
La revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812.”
Colección Documental de la Independencia del Perú. Lima, tomo III,
vol. 5, 1974.

MANUSCRITOS

• Archivo Arzobispal de Lima. Serie Comunicaciones. Legajo 1.


Expediente 247. De José de Abascal al Arzobispo de la Iglesia de
Lima. 23 de diciembre de 1810. Lima.
• Archivo Arzobispal de Lima. Serie Comunicaciones. Legajo. II.
Expediente 132. La Paz, 28 de junio de 1814.
50
• Archivo Arzobispal de Lima. Serie Papeles Importantes. Legajo 27.
Expediente 37. Borrador que prohíbe la lectura de los periódicos
“Español Constitucional” y “Gabinete de Curiosidades Políticas y
Literarias de España e Yndias.”, pues fomentan la insubordinación a las
autoridades Constituidas y la revolución de los pueblos. 8 de mayo de
1815. Lima.

SERMONES

• Pedro Loaysa. Oraciones que se pronunciaron el diez y el diez y seis


de julio del presente año: La una en la iglesia Catedral de Lima en la
misa de acción de gracias por la victoria que reportaron las armas del
Perú sobre los insurgentes del Río de la Plata. [...]. Lima: Imprenta de
los Huérfanos, 1811.
• Pedro Loaysa. Oraciones que se pronunciaron el diez y el diez y seis
de julio del presente año: La una [...] y la otra en el santuario de
nuestra patrona Santa Rosa con ocasión de colocarse en el una de las
banderas del ejército derrotado. [Se está refiriendo a los de Buenos
Aires]. Lima: Imprenta de los Huérfanos, 1811.
• Ignacio Gonzalez Bustamante. Sermón de Acción de Gracias, por la
instalación del Ilustre Regimiento de Concordia del Perú, que en la
misa solemne, que la religión de Santo Domingo celebró en el altar de
nuestra Señora del Rosario patrona jurada de las armas, el tres de
junio del presente año: Dixo el R. P. Regerente Fr. Ignacio Gonzalez
Bustamante [...]. Lima: Real Casa de los Niños Expósitos, 1811.
• José Joaquín de Larriva. Arenga [o sermón] que en presencia del
Excmo Señor Virey Don José Fernando Abascal, pronunció por la Real
Universidad de San Marcos en el besamanos del 27 de diciembre de
1812, el D. D. José Joaquín de Larriva. Lima: Imprenta de los
huérfanos. Por D. Bernandino Ruiz, 1813.
• Matías Terrazas. Sermón que en la solemne de acción de gracias, que
se celebró en la santa iglesia Metropolitana de Charcas, con motivo de
haberse recibido en esta ciudad de la plata el dia 2 de noviembre de
1814, la plausible y deseada noticia de la restitución al trono de las
Españas a nuestro amado monarca el señor don Fernando VII. Lima:
1815.

51
DISCRIMINACIÓN EN BLANCO Y NEGRO

Jaime Pulgar Vidal 89

Las diversas páginas deportivas de los diarios de la época son, a nuestro


juicio, la mejor manera de acceder a los hechos ocurridos en el primer
partido de fútbol jugado entre los equipos de la Federación Universitaria y
Alianza Lima, el 23 de septiembre de 1928. Como veremos, cada uno de
estos medios de comunicación era seguidor de alguna tendencia política.
Además reflejaban posturas con respecto a diversas cuestiones sociales,
entre ellas las prácticas deportivas así como la discriminación.
La sociedad limeña de la época del Oncenio de Leguía estableció con
la población afro peruana relaciones de inclusión y exclusión, estableciendo
distinciones basadas en cuestiones socioculturales y no sólo genéticas, es
decir, con el color de la piel.
Susan Stokes hace referencia a que en un partido de fútbol “la
aparente igualdad de razas dentro de la cancha era ilusoria, o simbólica; una
vez terminado el conflicto racial del clásico “U” – Alianza, por ejemplo, los
blancos seguían perteneciendo a la clase de los opresores, los negros a la
de los oprimidos.” 90 Con esta investigación queremos demostrar que los
diarios de la época mostraban con claridad que en el fútbol, la elite, o
aquellos “blancos” que comulgaban con sus costumbres, hacían distingos
dentro de la población afroperuana. Por un lado estaban los obreros que
laboraban en una fábrica y por otro, aquellos que mantenían profesiones
que, históricamente, la misma elite asociaba con la población afroperuana.
Entre estas profesiones estaban las de albañil y cochero o chofer.
La misma Susan Stoke publica un cuadro con respecto al censo
realizado en la ciudad de Lima en 1908. En él se aprecia que entre todos los
grupos raciales consignados en la época, los negros tienen, porcentualmente

89
Periodista desde 1988, especializado en deportes. Bachiller en la carrera de Historia en
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Autor de reportajes de televisión referidos
a la historia del fútbol peruano, ha incursionado en artículos historiográficos sobre el
mismo tema, los cuales han sido presentados en diferentes coloquios académicos
realizados en la Universidad San Marcos y en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
90
Susan Stokes. “Etnicidad y clase social: Los afroperuanos de Lima, 1900 – 1930.” Steve
Stein (ed.). Lima obrera. 1900 – 1930. Lima: Ediciones El Virrey, 1987, tomo II, p. 243.
52
hablando, una elevada mayoría en las profesiones de albañil, carretero y
cochero, sobre blancos, mestizos, indígenas y asiáticos.91
Para la elite limeña aquellas profesiones realizadas fuera de un centro
laboral y sin un horario predeterminado –es decir con mecanismos de
control- eran percibidas como propias de vagos, indisciplinados
laboralmente, de sectores plebeyos poco apegados al trabajo útil y
provechoso. La idea previa corresponde a Carlos Aguirre, quien agrega que
“los sectores plebeyos buscaban asegurar ingresos que los eleven por
encima del nivel de subsistencia, pero lo hacían sobre todo a través de
oficios que les permitan disponer de tiempo para, a continuación, ejercitarse
en aquellas conductas y manifestaciones propias de su ámbito social.” 92 Una
de estas manifestaciones era el fútbol. Pero no aquel jugado por
afroperuanos obreros de fábrica, como por ejemplo los del Sport Progreso.
Sino aquel que jugaban los albañiles y choferes del Alianza Lima, aquellos
que, tras los partidos, continuaban con otras prácticas sociales que incluían
la jarana, la abundante comida y la bebida.
En las siguientes páginas, cuando hagamos referencia a sectores
“plebeyos”, hablamos de sujetos de ascendencia afroperuana percibidos por
la elite como vagos e indisciplinados.
Para la historiadora Alicia del Águila el fomento del fútbol dentro de una
fábrica hacía que los obreros se vinculasen con la jerarquía empresarial.
“Esa intervención del patrón tenía mayormente un efecto positivo, en
términos de fidelidad. El patrón pasaba de la esfera laboral y –sea que
aceptara la invitación o tomara la iniciativa- entraba a colaborar en el tiempo
libre de sus obreros”.93 Queda claro, entonces, que la elite limeña fomentaba
el fútbol entre los afroperuanos que laboraban dentro de una fábrica. Estos
obreros, al realizar labores profesionales útiles y provechosas, eran mejor
percibidos por la misma elite que denigraba a aquellos otros afroperuanos
dedicados a la “vagancia” y que laboraban como albañiles o choferes de
plaza. Es a estos últimos que cierta elite ataca cuando realizan sus prácticas
futbolísticas.
En tal sentido, se analizará el primer partido jugado entre Alianza Lima
y el equipo de la Federación Universitaria, que terminó en medio de un
escándalo, el que además motivó que los diarios de Lima publicaran crónicas
totalmente opuestas entre sí. En dichas crónicas veremos que, aunque
durante el Oncenio los medios de comunicación tenían poca libertad para
expresar sus opiniones políticas; sí expresaban, en cambio, aquellas que

91
Ibíd. p. 199.
92
Carlos Aguirre. Agentes de su propia libertad. Los esclavos de Lima y la desintegración
de la esclavitud. 1821 – 1854. Lima: Fondo Editorial de la PUCP, 1995, p. 169.
93
Alicia Del Águila. Callejones y mansiones. Lima: Fondo Editorial de la PUCP, 1997, p.
129.
53
tenían que ver con temas estructurales, como la inclusión o no de
determinados grupos sociales y la discriminación.
El lunes 24 de septiembre de 1928 los limeños despertaron
sobresaltados. Los niños que vendían los periódicos voceaban titulares que
hablaban de escándalo, de agresiones, de incorrecciones y de golpes a
palos y a puño limpio. La comidilla del día fue el final escandaloso que tuvo el
primer enfrentamiento entre los equipos de Alianza Lima y la Federación
Universitaria, partido que se jugó por la fase final del campeonato de fútbol
de primera división de 1928. Destacaba la primera plana del diario la Prensa
que titulaba: “Ayer en el estadio Nacional: bochornoso escándalo”.94
Cada una de las personas que fue al estadio Nacional el día anterior,
domingo 23 de septiembre de 1928, pudo tener su propia versión de lo que
allí había ocurrido. El problema lo tuvieron aquellos que no asistieron al
estadio. Cada uno de los diarios ofrecía no sólo una interpretación diferente
sino que, en algunos casos, eran contradictorios aún en reseñar los hechos
que se habían producido en el partido. Entre estas incongruencias destacaba
la asignación de culpas: mientras unos decían que la culpa del escándalo la
habían tenido los jugadores universitarios, disculpando a los aliancistas;
otros decían que habían sido los de Alianza los iniciadores de los sucesos
escandalosos; y otros más, aunque hablaban duramente acerca del
comportamiento de los jugadores de Alianza, los excusaban culpando de su
reacción a los yerros del árbitro. Incluso, hubo un diario que culpó a los
jugadores de Alianza, pero no a todos, exculpó a los que siempre
mantuvieron un comportamiento caballeroso.
Creemos que las crónicas sobre el partido entre Alianza y la
Federación Universitaria reflejan tres cosas: la cercanía del periódico o no
con el régimen de Augusto B. Leguía, presidente de la República; ideas
enraizadas en la sociedad limeña de entonces, evidentemente también
instaladas en los cronistas deportivos, vinculadas con la discriminación; y la
idea que sobre el deporte y sobre quién debía practicarlo tenían los
miembros de la elite.
Unos más que otros fueron capaces de ocultar o disimular la
discriminación que sentían hacia un equipo mayoritariamente formado por
albañiles y choferes de plaza de ascendencia afro peruana. Los que no lo
hicieron, fueron severos críticos de los aliancistas. Como sostiene Gonzalo
Portocarrero en “El fundamento invisible: función y lugar de las ideas racistas
en la República Aristocrática”: “A partir de principios de siglo […] el racismo
tiende a ser reprimido. No es que hubiera una polémica ideológica que
desembocara en el aislamiento y el retroceso de las doctrinas racistas. El

94
La Prensa. Lima, 24 de septiembre de 1928.
54
racismo y la discriminación continúan, por no hablar de la dominación
étnica”.95
No es que ya no hubiera discriminación contra sectores populares.
Ocurría más bien que esta era disimulada pero salía a la luz cada vez que
ocurría un evento en donde los participantes cometían excesos o
inmoralidades en el decir de los pobladores “blancos”.96

LA PRENSA DURANTE EL ONCENIO


Estamos concientes que es un lugar común decir que la prensa del Oncenio
fue gris. Es decir, estuvo maniatada por el régimen leguiísta por lo que no
pudo expresar opiniones políticas. Érika Guarniz, en su artículo “En pos de la
lectoría”, titula la sección correspondiente a la prensa del Oncenio como “Los
grises años veinte”.97 Por su parte, Carlos Miró Quesada, en la Historia del
periodismo peruano, sostiene que:

“No es mucho lo que se pueda escribir sobre periódicos nuevos


durante el largo gobierno del señor Leguía. Las trabas puestas al
pensamiento escrito dificultaban enormemente la labor de la prensa.
Bajo el pesado clima imperante, el periodismo se acostumbró a no
escribir y a no opinar. Las plumas se enmohecían por falta de ejercicio.
Los periodistas protestaron repetidas veces contra la persecución pero
sin conseguir nada práctico. El destierro o el confinamiento en la Isla de
San Lorenzo eran los argumentos de que se valía el gobierno para
silenciar la voz de la opinión.” 98

Jorge Basadre señalará que “después de 1921 se esfumó todo atisbo o


destello de oposición. Los diarios no fueron en aquella época, salvo en
excepcionales momentos hasta 1925, una expresión de las pugnas de la
opinión pública.” 99
La investigación demostrará que esa prensa expresó opiniones más de
fondo. Las opiniones políticas suelen tener que ver con cuestiones
coyunturales. Éstas, aunque importantes en una sociedad que pretende ser
democrática, no son las únicas que se pueden expresar en la esfera pública.
95
Gonzalo Portocarrero. “El fundamento invisible: función y lugar de las ideas racistas en
la república aristocrática.” Aldo Panfichi y Felipe Portocarrero (editores): Mundos
interiores. Lima: Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, 1995, p. 253.
96
Más adelante veremos cómo esta discriminación se hizo evidente en algunas notas
periodísticas aparecidas al día de jugarse el primer partido entre Alianza y la Federación
Universitaria.
97
Érika Guarniz. “En pos de la lectoría.” Raúl Vargas Vega (ed.): La pluma en la belle
epoque. Lima: Universidad de San Martín de Porres, 1999.
98
Carlos Miró Quesada. Historia del periodismo peruano. Lima: Librería Internacional del
Perú, 1957, p. 231.
99
Jorge Basadre. Historia de la República del Perú. Lima: La República, vol. XIV, p.3452.
55
También están aquellas que tienen que ver con cuestiones estructurales, que
marcan el funcionamiento de la sociedad, por ejemplo, la inclusión y
exclusión de amplios grupos poblacionales.
Uno de estos últimos temas tiene que ver con la construcción de
ciudadanía y la discriminación. Como sostiene Sinesio López:

“En un país con una enorme heterogeneidad cultural como el Perú no


bastan las estrategias políticas para construir la ciudadanía. Ha sido
necesario apelar también a las estrategias específicamente culturales,
que han permitido ciertos acercamientos y el establecimiento de
algunas políticas de reconocimiento.” 100

Por lo menos en lo que respecta al fútbol, la prensa durante el Oncenio,


ofreció opiniones marcadamente opuestas, que reflejaban el sentir de los
propietarios o directores de los diarios, divididos entre aquellos que
aceptaban la inclusión de grupos sólo moralmente educados y sus opuestos
que, por lo menos en el discurso político, aceptaban, además, la inclusión de
grupos “plebeyos” con el fin de vincularlos a un proyecto nacional orientado a
un “proceso de modernización capitalista en el contexto del modelo
exportador y dependiente.” 101 No era que los segundos no tuviesen un
proyecto educativo. Todo lo contrario. Queremos decir que adicionalmente al
proyecto educativo, los segundos añadían un discurso político de inclusión.
En pocas palabras, hablamos de los civilistas102 y de los leguiístas.
Los primeros aceptaban que el fútbol sólo podía ser para aquel sector
de la población con estatus o previamente educado y disciplinado, como los
empleados, los estudiantes y los obreros. Los segundos aceptaban, además,
la incorporación para el fútbol de individuos “plebeyos”, considerados
indisciplinados, por lo que ocupaban una posición inferior en el estatus de la
Lima del Oncenio, debido además a su ocupación laboral y a que
adicionalmente tenían la piel de color negro. No era que los leguiístas no
aspirasen a lograr individuos moralmente educados. Sin embargo, su
practicidad y sus planes políticos hicieron que apurasen la inclusión
pretendiendo “educar” a sectores “plebeyos”, empleando para ello
únicamente al deporte.

100
Sinesio López. Ciudadanos reales e imaginarios. Concepciones, desarrollo y mapas de
la ciudadanía en el Perú. Lima: Instituto de Diálogo y Propuestas, 1997, p. 219.
101
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia. La crisis del Estado republicano.
Lima: Foro Democrático, 2003, p. 134.
102
Como afirma Sinesio López “El Estado en manos de los civilistas desplegó una serie
de medidas y actividades que le permitieran tener en sus manos todos los recursos
necesarios para llevar a cabo el proyecto educativo de integración.” Ciudadanos reales e
imaginarios..., p. 220.
56
Leguía mantuvo, de manera velada, la discriminación propia de su
tiempo. Ocurría que, como sostiene la historiadora Margarita Guerra, el
presidente Leguía era un hombre práctico.103 Mantenía sus ideas racistas
pero quería incluir las acciones lúdicas y festivas de toda la sociedad civil
para que, en palabras de Eric Hobsbawm, el Estado aparezca como “el
marco de las acciones colectivas de los ciudadanos en la medida en que
eran reconocidas oficialmente.” 104
Aceptamos que decir que la población negra es apta para jugar fútbol
es ya de por sí una discriminación, en tanto que se les relaciona a
determinadas actividades de carácter físico, mas no intelectual. Sin embargo,
aceptar que la población negra pudiera jugar fútbol era ya un avance en
relación a la marginación a la que aún se veían sometidos en las primeras
décadas del siglo XX.

LA PRENSA Y EL VALOR DEL FÚTBOL


En las primeras décadas del siglo XX se manejaban dos concepciones con
respecto a qué y para quienes debía ser el fútbol. Una propia de civilistas,
representados a través de las opiniones aparecidas en el diario El Comercio
y la otra de los leguiístas, representados por las opiniones aparecidas en el
diario La Prensa y por las palabras del propio presidente de la República,
Augusto B. Leguía.
Tres días después de que se jugase el primer partido entre Alianza
Lima y la Federación Universitaria, el diario El Comercio, en su edición del 26
de setiembre de 1928, explicaba de esta manera el por qué del triunfo
universitario:

“Cuantos quieran figurar en las grandes contiendas deportivas deben


estar dispuestos a someterse a la disciplina y privaciones que para ello
es necesario. El buen estado físico, que tiene principal rol en las
acciones del deporte, sólo es posible conservarlo a fuerza de
sacrificios. De nada vale el poseer condiciones si ellas no se ven
acompañadas por un cuidado y preparación especiales. De nada el
nombre y el prestigio de las consagradas figuras, si éstas no
responden en el momento preciso a este prestigio y a ese nombre.
Los muchachos universitarios han comprendido perfectamente lo que
el deporte exige; igualmente lo comprenden todos; mas, ellos lo han

103
Margarita Guerra. “La ‘Patria Nueva’ de Leguía”. Boletín del Instituto Riva Agüero.
Lima, Nº 16, 1989. En dicho artículo la autora sostiene que Leguía no era un doctrinario,
sino un hombre con mentalidad empresarial, manejada políticamente, amante del
autoritarismo.
104
Eric Hobsbawm y Terence Ranger. La invención de la tradición. Barcelona: Editorial
Crítica, 2002, p. 275.
57
cumplido con abnegación y entusiasmo. Y esto es lo que precisa que
hagan los demás.” 105

Es decir, para practicar el fútbol la disciplina es fundamental. Uno no la


adquiere practicando el deporte. Uno la requiere para someterse a las
privaciones que exige el deporte. Porque este deporte, así como todos los
otros, no sólo significa presentarse en un campo deportivo. También exige
muchas horas previas de entrenamiento. El fútbol requiere buen estado físico
y para adquirirlo se requiere disciplina.
El diario El Comercio expresó luego la forma en que los universitarios
han adquirido la disciplina: “La mayor parte del elemento universitario,
estudia y trabaja. Tienen la doble tarea del que se preocupa y del que aspira.
La del hombre que se contrae a las diarias labores del trabajo y la del
estudioso que se esfuerza para ser más y por saber más.” 106
La disciplina se adquiere, entonces, de dos maneras, estudiando o
trabajando. Pero el trabajo debe ser aquel que se realice dentro de un centro
laboral, con jefatura y con horario determinado. Por ello El Comercio habla
de contraerse “a las diarias labores del trabajo”. Por lo tanto, quedan
excluidos como trabajos que disciplinan los que se realizan en la calle, donde
el trabajador tiene relativa independencia en lo que se refiere al horario y no
hay una jefatura estable. Dentro de esos trabajos están los que realizan los
albañiles y los choferes de plaza, es decir profesiones sin mecanismos de
control.
Como ya lo ha sostenido Fanni Muñoz en su libro Diversiones públicas
en Lima. 1890-1920. La experiencia de la modernidad, en el tema educativo,
el civilismo estuvo muy influenciado por el positivista Herbert Spencer y su
obra Educación moral, intelectual y física.107 En ella, Spencer centra su
atención en el tema moral. Sostiene que “no hemos comprendido aún la
verdad de que, puesto que la vida física sirve de sostén a la moral, no
debemos desarrollar ésta a expensas de la primera.” 108 Parecería que afirma
que el deporte es el único vehículo importante para adquirir moralidad. De allí
las afirmaciones populares que indican que el deporte educa. Sin embargo,
en los primeros capítulos de su obra, Spencer había sostenido que “La
ciencia, que constituye el mejor instrumento de disciplina intelectual, lo es

105
El Comercio. Lima, 26 de septiembre de 1928.
106
El Comercio. Lima, 26 de septiembre de 1928.
107
Fanni Muñoz. Diversiones públicas en Lima 1890-1920. La experiencia de la
modernidad. Lima: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, 2001, p.
203.
108
Herbert Spencer. Educación intelectual, moral y física. Buenos Aires: Editorial Albatros,
1946, p. 273.
58
asimismo de disciplina moral.” 109 Es decir, la educación moral es una
combinación de trabajo intelectual y trabajo físico. Por ello termina diciendo
que la educación debe ser una combinación de sus formas antigua y
moderna. Es decir, de aquella que sólo se dedicaba a educar al cuerpo y de
aquella otra que sólo se dedicaba a educar al intelecto.
Los civilistas ya habían entendido que el deporte no es, por sí solo,
instrumento de educación. Sabían que era, más bien, un complemento de la
educación. Por eso consideraban que el fútbol, que es un deporte en donde
se ponen en práctica reglas y roles, sólo podía ser jugado por individuos
disciplinados. Esta distinción que hacían los civilistas con respecto a un
deporte complejo es hecha notar por la misma Fanni Muñoz cuando analiza
el Reglamento General de Instrucción Media, publicado en 1912. En él se
afirma que "en la adolescencia dominarían los juegos deportivos como
carreras de velocidad, lucha, lanzamiento de bala, natación, cricket, esgrima,
etc." Para la primaria se recomendaban juegos simples que "favorecieran el
dominio de la libertad." 110
Si para los civilistas el fútbol debía ser practicado por aquellos sujetos
previamente disciplinados, quiere decir que los que podían jugarlo eran
personas que habían recibido una educación moral. Por ello, cada vez que
ocurría un incidente violento dentro de las canchas de fútbol, el diario El
Comercio decía que sus participantes habían cometido actos inmorales. Esta
idea está referida a escándalos protagonizados por los jugadores de Alianza
Lima, en un partido contra el Association en 1924; y en 1928, en un partido
frente al Progreso y semanas después, en el primer partido jugado por ellos
ante el equipo de la Federación Universitaria. En la edición de El Comercio
del 16 de octubre de 1924, al referirse al escandaloso partido jugado entre
Alianza Lima y el Association se señala que no referir los hechos “sería dar
margen a que estos escándalos se repitieran con grave desmedro de la
moral deportiva.” 111
La disciplina a la que hacía referencia Spencer y también los civilistas
no tenía que ver con castigos ni privaciones. Era más bien una cuestión de lo
que Norbert Elías llamaría autocoacción, una disciplina autoimpuesta que,
para Spencer y los civilistas tenía que ver con el uso de la razón. Por ello, en
1892:

“El maestro Nicolás Hermoza sostuvo que los premios y castigos eran
preocupaciones de la pedagogía ‘antigua’ pero no de la ‘moderna’. La
enseñanza tradicional era contraria a la naturaleza del niño, ya que era
memorística y lo forzaba a permanecer inmóvil y en silencio y, por lo
109
Herbert Spencer. Educación intelectual, moral y física. Valencia: F. Sempere y
Compañía Editores, s/f, pp. 68 – 69.
110
Fanni Muñoz. Diversiones públicas en Lima..., p. 208.
111
El Comercio. Lima, 16 de octubre de 1924.
59
tanto, únicamente podía ser controlado a través del miedo. En cambio,
la instrucción moderna debía enseñar a través del diálogo y la reflexión,
de manera que el estudiante aprendiera a razonar.” 112

La otra perspectiva acerca del fútbol la ofrecen los leguiístas. El diario


La Prensa, manejado directamente por el gobierno, mostró en muchas
oportunidades su apego al equipo de Alianza Lima. Nosotros entendemos
que este apego se debió a que Leguía, durante su primer mandato (1908-
1912), apadrinó al equipo barrial 113 de Alianza, iniciando, de este modo, la
inclusión de sectores “plebeyos”.
Años más tarde, durante el Oncenio, el presidente Leguía recibió un
homenaje de parte de los directivos de la Federación Peruana de Fútbol. En
su discurso de agradecimiento dijo que el deporte es salud al desperezar a
los pueblos de la apatía y alejarlos de los vicios. Agregó que “el aire y el
campo tonifican el espíritu de los pueblos avivando su inteligencia” 114 Como
se aprecia, lo fundamental del deporte es que despereza y aviva la
inteligencia de los pueblos. Es decir, el deporte por sí solo es capaz de
brindar valores. Leguía quería incluir con rapidez a poblaciones plebeyas y,
para ello, apeló, además de la educación, a otros elementos, como los
deportes y las prácticas religiosas, como la procesión del Señor de los
Milagros.
Clemente Palma, diputado leguiísta durante el Oncenio, escribió en
1897 El porvenir de las razas en el Perú, que presentó como tesis para optar
el grado de bachiller en la Facultad de Letras. Allí sostuvo que “la raza negra,
raza inferior, importada para los trabajos de la costa desde las selvas feraces
del África, [es] incapaz de asimilarse a la vida civilizada, trayendo tan
cercanos los atavismos de la tribu y la vida salvaje.” 115 Así, esta raza
incapaz de asimilarse a la civilización, podrá desperezarse y avivar su
inteligencia a través de la práctica del deporte. “Desperezándolos y avivando

112
Antonio Espinoza. “Moldeando a los ciudadanos del mañana: el proyecto educativo
disciplinador en Lima, entre 1850 y 1900”. Paulo Drinot y Garofalo Leo (ed.): Más allá de
la dominación y la resistencia: estudios de historia peruana, siglos XVI – XX. Lima: IEP,
2005, p. 254.
113
Gerardo Álvarez, en su tesis “ La difusión del fútbol en Lima”, sostiene que en Lima, a
comienzos del siglo XX, los clubes se formaron básicamente en los centros educativos y
en menor medida en los centros laborales y en los espacios barriales. El Atlético Unión, El
Sportivo Alianza y el Sport Alianza, luego Alianza Lima. Descubre que de los tres, el único
que sobrevivió hasta nuestros días es el Alianza Lima. Nosotros creemos que Alianza
Lima pudo sobrevivir debido al apoyo que le dio Augusto B. Leguía al apadrinar a un
equipo barrial.
114
La Prensa. Lima, 15 de abril de 1928.
115
Citado por Gonzalo Portocarrero en Aldo Panfichi y Felipe Portocarrero (editores):
Mundos interiores. Lima: Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, 1995, p.
226.
60
la inteligencia” de los sujetos de ascendencia afro peruana, Leguía pretendía
incluirlos en su proceso de modernización capitalista, convirtiéndolos en
trabajadores útiles.
Habría que hacer, sin embargo, una salvedad. Cuando Leguía
pronuncia las palabras que citamos en 1928, Alianza Lima no era el único
equipo que incluía jugadores de ascendencia afro peruana. Había jugadores
de esta procedencia en otros equipos, como en el Sport Progreso.116 Aún
más, Alianza no sólo tenía jugadores de esa ascendencia en el equipo. Por
ejemplo, estaban en el plantel Jorge Koochoy, de ascendencia china, y el
arquero Juan Valdivieso, que hoy podría ser considerado mestizo. A nuestro
entender, la característica principal de Alianza era que la mayoría de sus
jugadores de ascendencia afro peruana realizaban labores que en el sentir
general de la época se consideraban propias de individuos de esa
ascendencia: eran albañiles o choferes de plaza.117 Augusto Ruiz Zevallos
afirma que “la construcción podía brindar empleo, pero también podía
significar un descenso de categoría laboral.” 118
Estas dos labores eran propias de sujetos que estaban, en relación a
los obreros, por debajo en el estatus, debido a su trabajo independiente. Era
a este tipo de individuos a los que Leguía quería incluir. Tanto choferes como
albañiles trabajaban en la calle. Cuando eran contratados, tenían cierto
manejo de su tiempo, por lo que no podía controlárseles como a alguien que
trabajaba dentro de una fábrica. Por ello, casi no sufrían los castigos
naturales que, de acuerdo a Spencer, proporcionaban moral.

“Si el joven que entra en la vida pierde el tiempo en la ociosidad o llena


mal y con lentitud las funciones que le son confiadas, no se hace
esperar el natural castigo; pierde su empleo y sufre, durante cierto
tiempo, los males de una relativa pobreza. El hombre que carece de
puntualidad, que falta de continuo a sus citas para asuntos o
distracciones, soporta las consecuencias, que se traducen en pérdida
de dinero o de goces.” 119

116
Por ejemplo, en una caricatura publicada por la revista Mundial en 1925, los jugadores
del equipo obrero Sport Progreso, aparecen retratados de la misma manera en que esa
revista retrata a los de Alianza, es decir, jugadores de ascendencia afroperuana. En otras
palabras, no repara en que haya diferencias en el color de la piel de los jugadores.
117
Del equipo que jugó el primer partido frente a la Federación Universitaria, Juan Segalá
y Miguel Rostaing eran albañiles, Domingo y Filomeno García y Koochoi eran choferes,
Koochoi también fue obrero junto a otros tres. Villanueva fue adobero y chofer. Había un
empleado.
118
Augusto Ruiz Zevallos. La multitud, las subsistencias y el trabajo. Lima, 1890 – 1920.
Lima: Fondo Editorial de la PUCP, 2001, p. 71.
119
Herbert Spencer. Educación intelectual, moral y física. Valencia: F. Sempere y
Compañía Editores, s/f, pp. 154 – 155.
61
La idea de Leguía estaba referida a la inclusión de poblaciones
“plebeyas” apelando a la práctica deportiva. No es coincidencia que en la
revista Perricholi, que informaba sobre cada actividad del presidente de la
República de entonces, se alabara el uso del deporte para educar a los
indios.

“Los deportes y la instrucción


[...]
El indio que por naturaleza es apático, triste, requiere la expansión al
aire libre. Sin ella su desarrollo mental tiene que ser lento.
Considerémoslo por ser la mayoría de nuestra población escolar.
En la infancia no conoce la alegría, los juegos al aire libre. Solamente
estudia de memoria unos centímetros de texto que el preceptor le
señala. Y él aprende, más por timidez al palmetazo, que por aspiración.
Y así se despide de la escuela después de tres o cuatro años, sin
haberse reído, sin haber tenido infancia. Es necesario implantar en las
escuelas el deporte obligatorio...” 120

La exclusión que existía durante las primeras décadas del siglo XX no


surgía sólo por una cuestión racial. Debido a que la sociedad limeña de esa
época no estaba conformada por ciudadanos iguales sino que mantenía
diferencias estamentales, es que no se puede hablar de racismo basado en
lo genético, en el color de la piel. Por eso nosotros preferimos hablar de
discriminación social, que es aquella que discrimina a sujetos que no
comparten el comportamiento que la gente de elite de una sociedad
considera moralmente adecuado. Se discriminan vestimentas y
comportamientos de sujetos de estatus inferiores. Se discrimina a sujetos
que no han sido alcanzados por el “proceso civilizatorio”.

“Es posible que, en un principio, falte a las clases inferiores una parte
de las autocoaciones y tabús que se originan en las clases medias por
su necesidad de ‘distinguirse’, de alcanzar cierto prestigio superior y
también es posible que, a causa de su mayor dependencia social, las
clases sociales inferiores no estén obligadas a alcanzar el mismo grado
de contención emocional y previsión permanente que ha de poseer la
clase superior.” 121

Es a estos sujetos emocionales a quienes se discrimina.

120
Revista Perricholi. Lima, N° 5, del 21 de enero de 1926.
121
Norbert Elías. El proceso de la civilización. Investigaciones sociogenéticas y
psicogenéticas. México: Fondo de Cultura Económica, 1994, p. 467.
62
En el Perú, los sujetos de grupos sociales bajos que habían sido
alcanzados por el proceso civilizatorio se “blanqueaban” al alcanzar la misma
contención de sus impulsos que los sujetos de grupos altos. Era muy
probable, aunque ciertamente difícil, que estos sujetos “blanqueados”
pudieran evitar la discriminación. Una prueba de que no se discriminaba,
necesariamente, por el color de la piel es el hecho de que en el mundo del
fútbol participaba como autoridad un individuo de ascendencia afro peruana.
Nos referimos al árbitro Alberto Benites. De acuerdo a Julio Portocarrero,
Benites:

“ya era referí oficial de la Liga de Fútbol en Lima: arbitraba muchos


matches en Santa Beatriz los días domingos. Y como trabajaba en
Vitarte, también era el referí que arbitraba estos matches [refiriéndose
a los partidos que se jugaban durante la Fiesta de la Planta]. Era un
referí recto, conocedor del reglamento. No era de los que pitaban una
cosa que no era justa. Cuando sonaba su pito, era porque había habido
alguna falta en el juego y era necesario dar el pateo de la bola al que
había sido afectado. “ 122

Los jugadores de Alianza eran discriminados porque a diferencia de los


universitarios, que estudiaban y trabajaban y, por lo tanto, eran disciplinados,
ellos eran mayoritariamente de ascendencia afro peruana y realizaban
labores y tenían un comportamiento que la gente de elite consideraba propio
de los individuos de “raza negra”. Es decir, trabajaban como albañiles y
choferes de plaza, inferiores en el estatus con respecto al obrero, y gustaban
de las fiestas, jaranas y beber cerveza, es decir, no habían logrado
autocoaccionar sus impulsos. “Las famosas fiestas de los aliancistas se
hacían en las peñas de La Victoria, en la casa del Loco Quintana, que vivía
en El Rímac, o donde José María Lavalle, en Lince, que preparaba muy ricos
potajes. Era un gran cocinero y le ponía un candado grande a la puerta de su
casa para que nadie se saliera de la fiesta”, cuenta el periodista Varleiva.123

EL COMERCIO Y LA PRENSA
El periodismo anterior a la época del Oncenio se identificaba con cierta
claridad con alguna corriente política.

“Debemos considerar que, quizá más que hoy, los lectores manejaban
bien los códigos del periodismo, es decir, sabían diferenciar posiciones
122
Julio Portocarrero. Sindicalismo peruano: primera etapa 1911-1930; Lima: Editorial
Amauta, 1987, p. 96.
123
El Comercio. Libro de Oro de Alianza Lima. Lima: Empresa Editora El Comercio, 2001,
p. 79.

63
políticas con comodidad pues conocían a los propietarios de los
periódicos, reconocían las posiciones políticas; y ubicaban bien a los
periodistas, siguiendo de cerca su trayectoria, como en el caso
particular de Mariátegui y Valdelomar.” 124

Los lectores de periódicos de antes de 1919 sabían, por ejemplo, que


La Prensa era el diario de los liberales y El Comercio lo era de los civilistas.
Los diarios, durante el Oncenio, pueden dividirse, a grandes rasgos, entre
aquellos que apoyaban al presidente Leguía y aquellos que se le oponían.
Los primeros eran cajas de resonancia de cada una de las actividades del
presidente de la República. Los segundos, por el temor a sufrir un cierre de
parte del gobierno; por el miedo a perder sus imprentas a través de actos
vandálicos, también patrocinados por el gobierno; o por la persecución contra
sus periodistas; sólo se limitaban a informar de asuntos generales y evitaban,
en lo posible, referirse a las actividades banales del presidente.
Una segunda característica de los diarios del Oncenio es que mientras
los que apoyaban a Leguía dejaron de imprimirse o cambiaron de propietario
tras la caída del régimen, los opositores continuaron con su actividad tras la
salida del mandatario.
Entre los diarios que apoyaban a Leguía estaban La Prensa, El
Tiempo, La Crónica, El Mundo y El Sol. Los principales diarios opositores
fueron El Comercio y La Noche.
El 4 de julio de 1919, luego de dar un golpe de estado, Augusto B.
Leguía llegó a la presidencia de la República, convirtiéndose en Presidente
Provisorio. Pese a que el resultado de las elecciones que se habían realizado
previamente parecía que iba a serle favorable, Leguía dio el golpe para tener
“mayor control del estado […] El parlamento se renovaba cada cuatro años y
solamente por tercios. Así hubiera ganado Leguía las elecciones, no habría
tenido mayoría en el parlamento. Como Presidente provisorio pudo en
cambio disolver el Congreso y llamar a otro, que lo apoyase.” 125
Tras el golpe del 4 de julio, el régimen dio a conocer su intención de
instalar una Asamblea Nacional que tendría como propósito redactar una
nueva Constitución. Las elecciones para elegir a los integrantes de la
Asamblea se realizaron el 31 de agosto de 1919. Entre el 4 de julio y la
primera semana de septiembre el régimen de Leguía se mostró como uno en
el que las fuerzas políticas podían confiar. Desde el diario La Prensa, en
manos de Augusto Durand, líder del partido Liberal, se publicaba el 10 de
septiembre:
124
Juan Gargurevich. “Valdelomar, el mejor Nuevo Periodismo.” Ponencia presentada al
Coloquio “Abraham Valdelomar y los orígenes de la modernidad. Congreso de la
República, 20 al 23 de mayo de 2002.
125
Carlos Contreras y Marcos Cueto. Historia del Perú Contemporáneo. Lima: IEP - Red
para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, 2000, p. 219.
64
“Todos creíamos ser cierta la impresión de serenidad y confianza que
el gobierno provisional venía propalando como suya y como universal
en el país, y entendíamos que hasta la visible pasividad con que los
elementos políticos del régimen anterior presenciaban el desarrollo de
los acontecimientos contribuirían a que fuera realmente efectiva la
quietud. […] A la hora en que se quiere empujar al país a la
normalidad, que es interés patriótico y cuando nadie, absolutamente
nadie, hace hasta hoy otra cosa que dejar en libertad a quienes
gobiernan, no podía pensarse en que se trajera a los espíritus una
alarma tan peligrosa como la que se desprende de las numerosas y
sorpresivas prisiones realizadas ayer.” 126

La parte final del comentario se refiere a que el 9 de septiembre el


régimen leguiísta empezó a mostrarse como uno que no respetaría los
derechos civiles. Ese día, y siguiendo con el relato de La Prensa, fueron
apresadas sin ningún motivo, las siguientes personas:

“Señores Luis Pardo, Juan Durand, Ramón Aspíllaga, Felipe Barreda y


Laos, Carlos Heeren, Samuel Sayán y Palacios, Miguel Echenique,
coronel Fernando Sarmiento, comandante Leonidas Nalvarte, mayor
Detena, Alejandro Revoredo, Germán Arenas, comandante Alfredo
Miró Quesada, José A. Letona, Julio Chávez Cabello, Carlos Concha,
comandante Flórez.” 127

Todos ellos pueden ser considerados como enemigos políticos del


régimen. Los principales diarios, como La Prensa y El Comercio fueron
incluidos también en el grupo de los enemigos del régimen.
Por ello, la noche del 10 septiembre fueron atacadas las imprentas de
esos dos diarios. El local de La Prensa fue incendiado, por lo que no pudo
salir a la circulación el 11 y el 12 de septiembre. Las instalaciones de El
Comercio fueron defendidas.

“Los gendarmes se mostraron indiferentes ante la horda salvaje que


invadía las instalaciones del diario para prenderle fuego. Luis Miró
Quesada, junto a sus hermanos Aurelio, Miguel y Oscar se encargaron
de defender, pistola en mano, el patrimonio de su familia. Fueron 17
personas, entre amigos y empleados del diario, las que lograron disipar
a los atacantes [...] El personal del diario trabajó fuerte para que los

126
La Prensa. Lima, del 10 de septiembre de 1919.
127
La Prensa. Lima, del 10 de septiembre de 1919.
65
daños ocasionados por la revuelta no frustraran la salida de la edición
del 11 de septiembre...” 128

A partir de ese día, miembros de la familia Miró Quesada -propietarios


de El Comercio-, y periodistas de esa casa editora fueron constantemente
hostigados por las fuerzas del régimen por lo que, de acuerdo a Carlos Miró
Quesada, “el periodismo entró en una noche que parecía sin esperanza.” 129
Volviendo con el diario La Prensa, el 23 de enero de 1921, las fuerzas
del régimen capturaron al director, Luis Fernán Cisneros y a algunos de los
periodistas, como Víctor Andrés Belaunde. Tomaron la imprenta y días
después el diario volvió a aparecer pero ahora como un medio de
comunicación gobiernista, dirigido por el amigo de Leguía, el colombiano
Guillermo Forero Franco. “El 14 de septiembre de 1927 el gobierno realizó la
compra formal del diario. La Dirección General de Hacienda obtuvo La
Prensa mediante un contrato de compra venta con Emilia Dyer de Durand,
esposa del caudillo liberal...” 130

OTROS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Durante el Oncenio, hubo otros medios de comunicación que se mantuvieron
sin alteraciones; algunos otros, que ya existían previamente, cambiaron de
dueño y, con ello, de línea informativa, y otros más fueron apareciendo. Entre
los primeros podemos citar a La Crónica, que apareció por primera vez el 7
de abril de 1912, promovida por Manuel Moral. Entre los segundos está El
Tiempo, fundado por Pedro Ruiz Bravo en 1916 el que, sin embargo, debió
vender sus acciones desde el destierro a Luis Bustamante “y éste las
traspasó hacia 1927 a Fernando Reusche, Foción Mariátegui y Celestino
Manchego Muñoz.” 131 Entre los últimos tenemos los diarios El Mundo,
fundado por Carlos Paz Soldán y Sebastián Lorente –este último un
personaje del régimen-, El Sol fundado en 1926 por Cipriano Laos y La
Noche, diario iniciado en 1927 por Ezequiel Balarezo y Pinillos.132
Entre 1912 y 1929 el diario La Crónica fue dirigido por un diputado
leguiísta, Clemente Palma, hijo del tradicionista y, como ya hemos visto,
autor del trabajo El porvenir de las razas en el Perú, que de acuerdo a
Gonzalo Portocarrero “puede ser considerado como el manifiesto del racismo
radical.” 133 Palma también fue director de la revista Variedades, que editaba
la misma casa editora que imprimía La Crónica.

128
Érika Guarniz. “En pos de la lectoría..., pp. 68 – 69.
129
Carlos Miró Quesada. Historia del periodismo peruano..., p. 221.
130
Érika Guarniz. “En pos de la lectoría..., p. 97.
131
Jorge Basadre. Historia de la República del Perú..., vol. XIV, p.3452.
132
Ibid.
133
Gonzalo Portocarrero. “El fundamento invisible..., p. 225.
66
El caso de La Crónica es especial. Como hemos señalado, su director
era un diputado del régimen y antes había sido civilista. Sin embargo, el
apoyo de este medio de comunicación hacia algunos personajes del
gobierno no fue pleno. Juan Gargurevich sostiene que “No era La Crónica
demasiado incisiva en política tratando más bien de distanciarse del debate.
Nunca llegó al nivel de influencia de La Prensa o El Comercio. Sin embargo
se comprometió con Leguía durante el ‘Oncenio’ aunque sin asumir
totalmente un rol oficialista.” 134 Hay que aclarar que los ataques de Palma
nunca se dirigieron contra la figura de Augusto B. Leguía.
Entre las actitudes de independencia de Clemente Palma en lo que
respecta al régimen, Pedro Planas cita la vez que “protestó contra el
desacato de Leguía y Martínez al Poder Judicial, condenó la creación de
jueces ad hoc y fue el indudable promotor de la manifestación obrero-
estudiantil de 1923 contra la Consagración del Perú al Sagrado Corazón de
Jesús.” 135 Esta última situación la analizaremos luego.
El diario El Tiempo fue leguiísta aún antes de que se iniciara el
Oncenio. Este diario fue anticivilista y por ello oposición de José Pardo. De
acuerdo a Juan Gargurevich:

“los jóvenes liberales, incluyendo a los periodistas, estaban en su


mayoría a favor de Leguía, que representaba renovación […]
Evidentemente en posesión de un capital, Ruiz Bravo (su fundador)
tentó a los mejores periodistas del medio, especialmente de La Prensa
y José Carlos Mariátegui, César Falcón, Ladislao Meza y otros se
trasladaron a la nueva trinchera para combatir al pardismo. Lo que no
pudieron controlar los dueños fue el sesgo obrerista que tomó el diario
[…] Fue así como El Tiempo resultó abanderado de las luchas
sociales…” 136

Por este motivo, el diario El Tiempo publicó el 22 de mayo de 1923 la


convocatoria a la Gran Asamblea Universitaria que realizaron los alumnos de
la Universidad San Marcos y otras Escuelas Especiales para pronunciarse
sobre la consagración del Perú al Corazón de Jesús. Otro diario leguiísta que
publicó la convocatoria fue La Crónica. Ellos dos se sumaron al diario de
oposición El Comercio, que también la publicó. En cambio, en el gobiernista
La Prensa la convocatoria pasó totalmente desapercibida.
Creemos entender que el motivo que llevó a El Tiempo a publicar la
convocatoria fue que, pese a que ya desde 1919 Mariátegui y Falcón no
134
Juan Gargurevich. Historia de la prensa en el Perú, 1594 –1990. Lima: La Voz
Ediciones, 1991, p. 121.
135
Pedro Planas. La República Autocrática. Lima: Fundación Friedrich Ebert, 1994, p.
190.
136
Juan Gargurevich. Historia de la prensa en el Perú..., p. 124.
67
laboraban en el diario –ahora lo hacían en La Razón-, mantenía esa línea
liberal a la vez que anticlerical. Igualmente anticlerical fue Clemente Palma,
el director de La Crónica.
Felipe Cossío, en un libro biográfico sobre Haya de la Torre, escribe
que:

“Víctor Raúl cree que lo más importante es tener una o dos imprentas
para la propaganda escrita. Alguien informa que ha conversado con el
Dr. Clemente Palma, Diputado leguiísta por Lima, quien se ha
manifestado francamente adverso al plan del gobierno. Haya de la
Torre propone el siguiente procedimiento: Que la primera voz que sea
lanzada por Palma desde Variedades o La Crónica, a fin de que un
leguiísta fuera el que inicie la protesta...” 137

Todo ello refiriéndose al plan contra la Consagración de Perú al


Corazón de Jesús.
Pedro Planas afirma que “la primera crítica (sobre la consagración)
apareció en Variedades, el 12 de mayo de 1923. La sugerente caricatura de
portada presenta a Rada y Gamio disfrazado de Arzobispo. Palma
desvincula a Leguía de la iniciativa…” 138 Así, dos medios leguiístas, El
Tiempo y La Crónica, mostraron cierta independencia con respecto al
régimen, por lo menos en algunos temas puntuales.
En 1927, uno de los propietarios de El Tiempo era Foción Mariátegui,
uno de los más ilustres personajes del régimen leguiísta, pues tenía mucha
cercanía con el presidente Leguía además de ocupar la presidencia de la
Cámara de Diputados entre los años 1923-1925 y 1928-1930. Mariátegui fue
el administrador del stud que Leguía tenía ya desde su primer mandato
(1908-1912) y apareció como el padrino de los jugadores de Alianza Lima.
Los casos de los últimos diarios que consideraremos, El Sol y La
Noche, son especiales. De acuerdo a Jorge Basadre, Ignacio A. Brandariz
estuvo involucrado en la fundación de ambos, El Sol en marzo de 1926 y La
Noche en 1927.139 Juan Gargurevich dice que Brandariz era director de La
Noche en 1925, año en que fue apresado por el régimen.140 Alberto Tauro
del Pino consigna que Brandariz fundó ambos periódicos en 1925, los que
fueron clausurados “debido a las críticas que en sus columnas eran
consagradas al régimen imperante y, apresado en la Isla de San Lorenzo,

137
Felipe Cossío del Pomar. Víctor Raúl. Biografía de Haya de la Torre. 1era parte; Lima:
Ediciones Enrique Delgado Valenzuela, 1977, p. 183.
138
Pedro Planas. La República Autocrática..., p. 190.
139
Jorge Basadre. Historia de la República del Perú..., vol. XIV, p.3452.
140
Juan Gargurevich. Historia de la prensa en el Perú..., p. 154.
68
sólo fue liberado al ser depuesto Leguía (25-VIII-1930).141 Por su parte,
Carlos Miró Quesada sostiene que “Ignacio Brandariz se puso al frente de ‘El
Sol’, hoja de la mañana; y Ezequiel Balarezo Pinillos fundó ‘La Noche’, que
tuvo mejor suerte, ya que mientras ‘El Sol’ se eclipsó muy pronto, ‘La Noche’
continuó apareciendo durante largos años.” 142
Todas estas incongruencias se complican aún más cuando uno se da
cuenta que en las hemerotecas del país quedan muy pocos ejemplares de
ambos diarios, sobre todo los correspondientes a la época del Oncenio. Los
pocos que quedan en la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) fueron los que se
salvaron del incendio de 1943. Los ejemplares de El Sol de 1926, de los que
quedan sólo diez números, están literalmente partidos a la mitad y sólo se
salvó una de las mitades. Los de 1928 aún muestran sus bordes
chamuscados. Por su parte, del diario La Noche, se mantiene en la
hemeroteca de la BNP ejemplares de entre los años 1929 y 1950.
Haciendo una comparación entre los pocos ejemplares de El Sol y los
de La Noche de la época del Oncenio nos pudimos dar cuenta que mientras
el primero informa profusamente acerca de las actividades del presidente
Leguía, el segundo muestra total indiferencia con respecto a ellas. Así, de
acuerdo a nuestra clasificación, el primero parecería ser un diario leguiísta
mientras que el segundo sería uno de oposición.
Hemos podido establecer con certeza que quien fundó el diario El Sol
fue Cipriano A. Laos con su compañía Editorial Perú. Este personaje publicó
un libro que tituló Lima, la ciudad de los virreyes. (El libro peruano) 1929-
1930.143 Por los años que ubica en el título, parecería que la publicación fue
editada en alguno de esos años. Como en el interior del libro no figura el año
de edición, nos hemos basado en una comunicación sostenida entre el autor
y el Touring Club Peruano, auspiciador del libro, y aparecida en la primera
página, en donde se lee que el autor editó la publicación en 1926. Es más, el
prólogo firmado por el propio Laos, está fechado en París en 1927.
Tras las cartas y el prólogo mencionado, aparece una imagen a todo
color del presidente de la República, Augusto B. Leguía, quien es ensalzado
en muchas de las páginas del libro de Laos. Con ello confirmamos el
leguiísmo del propietario del diario El Sol. Pero entre 1926 y 1927 parece ser
que aún no existía el diario La Noche. El libro de Laos viene a ser algo así
como un anuario. Entre sus diferentes secciones, hay una referida a los
diarios que se editaban en Lima. Entre ellos está El Sol, pero no figura La
Noche, que debe haber sido fundado después de 1927.

141
Alberto Tauro del Pino. Enciclopedia ilustrada del Perú. Lima: Peisa, vol. III, 2001, p.
396.
142
Carlos Miró Quesada. Historia del periodismo peruano..., p. 227.
143
Cipriano Laos. Lima. La ciudad de los virreyes. (El libro peruano). Bajo el Alto
Patronato del Touring Club Peruano. 1928-1929. Lima: Editorial Perú, ¿1927?
69
En la edición de la revista Mundial del 2 de marzo de 1928, se lee que
Ezequiel Balarezo Pinillos era columnista tanto en el diario El Sol como en La
Noche. En el primero firmaba sus notas como “Don Pedro” y en el segundo
aparecía como “Gastón Roger”. Aunque en la nota de Mundial no menciona
quién fundó el diario La Noche sí dice que este medio de comunicación era
“ágil, oportuno, simpático” 144 Recién a partir de 1930, durante el gobierno de
Luis Sánchez Cerro, Balarezo Pinillos aparece como director de La Noche. El
Sol, para ese entonces, ha dejado de aparecer.
Queda demostrado que ambos diarios pertenecieron a una misma casa
editora cuando en la edición de El Sol del 3 de agosto de 1928 se lee que el
periodista Oscar Morales fue el enviado especial de ambos periódicos para
las olimpiadas de 1928 realizadas en Ámsterdam. “El público lector de ‘El
Sol’ y ‘La Noche’ ha podido apreciar las interesantes instantáneas
fotográficas remitidas por el señor Morales para nuestros dos periódicos” 145
Creemos, finalmente, que el asunto merece una mayor investigación, la
que escapa, por ahora, a los objetivos del presente trabajo. Parece ser que el
propietario de la casa editora eligió antónimos por nombres de sus diarios no
sólo por una cuestión estética sino también por una de línea informativa. Por
lo que hemos leído en los ejemplares revisados de El Sol y La Noche vamos
a considerar al primero como un diario apegado al leguiísmo y al segundo
como uno de oposición.
¿Qué pasó, por último, con todos los diarios que hemos reseñado? Ya
hemos dicho que El Comercio y La Noche, los diarios de oposición al
régimen continuaron editándose tras el final del Oncenio. El diario El Tiempo
“cesó de publicarse en 1930 a la caída de Leguía. Ya se había convertido en
una hoja decrépita, sin importancia, pagando así el precio inexorable del
oficialismo genuflexo” 146 De acuerdo a Tauro del Pino, El Sol tampoco
sobrevivió al Oncenio. Lo mismo ocurrió con el diario El Mundo. Ejemplares
de este diario figuran en la hemeroteca de la BNP sólo hasta julio de 1930.
Leguía fue derrocado en agosto. Por último, “Clemente Palma debió dejar La
Crónica que pasó luego a manos de Larco Herrera […] La Prensa fue
devuelta a la familia Durand.” 147

ALIANZA FRENTE A LA FEDERACIÓN UNIVERSITARIA Y LA


DISCRIMINACIÓN
El 23 de setiembre de 1928, el equipo de Alianza Lima tenía dos puntos más
que el de la Federación Universitaria. Los blanquiazules estaban en el primer
lugar de la tabla de posiciones de la liguilla –un mini torneo final donde
jugaron los cinco mejores equipos- con cuatro unidades. Mientras el cuadro
144
Revista Mundial. Lima, del 2 de marzo de 1928.
145
El Sol. Lima, del 3 de agosto de 1928.
146
Juan Gargurevich. Historia de la prensa en el Perú..., p. 125.
147
Ibid. p. 146.
70
aliancista había obtenido los títulos de 1918, 1919 y 1927; el de la
universidad debutaba en un torneo oficial.
El encuentro lo ganó la Federación por un gol a cero. Sin embargo, lo
que más se recuerda no es que el jugador Pablo Pacheco haya anotado el
gol. Lo que ha quedado registrado es que al final, el árbitro debió concluir el
partido antes del tiempo oficial porque Alianza se había quedado con seis
jugadores, tras sufrir la expulsión de cinco. En tales circunstancias y, de
acuerdo al reglamento, un equipo no puede continuar jugando, dando como
resultado final la victoria de la Federación.
Mientras los jugadores de Alianza salían de la cancha, los aficionados
universitarios reclamaron al aliancista Filomeno García, de profesión chofer,
por su juego excesivamente brusco.148 Algunas frases duras surgidas desde
la tribuna contra el jugador García hicieron que éste reaccionase,
generándose una gresca. Cuando todos los aliancistas fueron en defensa de
su compañero, los aficionados rivales les lanzaron bastones, lo que hizo que
años después este primer partido entre Alianza y la Federación Universitaria
fuera conocido como el “Clásico de los Bastonazos”.

EL INFORME DEL ÁRBITRO


Aunque algunos diarios dicen que el juez del partido, el uruguayo Julio
Borrelli, se había parcializado con los universitarios, creemos que su versión
puede considerarse la más imparcial. Por considerarlo de interés, incluimos
el informe en su totalidad:

“Al iniciarse el segundo tiempo pudo notarse que el juego empezaba a


degenerar, lo que me obligó a amonestar a varios jugadores,
previniéndoles q' (sic) de continuar en esta forma tendría que aplicar
castigos. Más o menos a los 25 minutos de este tiempo el jugador
Miguel Rostaing embistió a puntapiés al jugador de las Casas, quien
repelió el ataque, produciéndose un pugilato, en el que intervino
también el jugador Quintana que la emprendió a golpes contra de las
Casas. Con tal motivo expulsé del fiel (sic) a los tres jugadores que
intervinieron en el incidente. Por esta causa se suspendió el juego por
4 minutos. Reiniciado el partido los jugadores del "Alianza" parecían
preocuparse más de malograr físicamente a los contrarios que de jugar
fútbol. Les hice diversas reconvenciones para ver si era posible
encausar el juego a la normalidad; no obstante lo cual me ví obligado a
expulsar primero al jugador Soria y luego al jugador Villanueva, por
cometer ambos faltas muy graves. Cuando faltaba diez minutos para

148
Casi un año después, el 14 de septiembre de 1929, el diario El Comercio informa que
el jugador Filomeno García fue suspendido por un mes debido a las incorrecciones
cometidas en un partido jugado por el torneo de ese año.
71
expirar la hora reglamentaria el jugador Rostaing primero, cometió un
foul penal de suma gravedad contra el jugador universitario Ruiz, por
tal causa sancionó un penalty, a la vez que indiqué que se retirara del
campo al jugador causante. Sin embargo no hice ejecutar la pena
porque, de acuerdo con la reglamentación internacional, no puede
continuarse un partido con menos de siete jugadores por bando. Como
el jugador Rostaing, que acabo de mencionar, era el quinto expulsado
del team del Alianza, éste quedaba sólo con seis jugadores, razón por
la cual dí por terminado el match, continuando el score de uno a cero a
favor de la Universidad.
Creo oportuno dejar constancia que en el trascurso de este halftime, el
jugador Souza conquistó un goal más a favor de la Universidad que
anulé por foul de este jugador a un zaguero contrario.
Cuando dí por terminado el match, varios jugadores del "Alianza" al
abandonar el campo provocaron incidentes con el público de las
tribunas de preferencia, como es notorio.
Es cuanto tengo que informar a usted, señor presidente.
Julio Borrelli, árbitro.”

Para el árbitro, entonces, los que provocan los incidentes del final
fueron los jugadores de Alianza. En esto, sólo coincidirá con el diario El
Comercio. Conviene decir aquí a qué se dedicaban los jugadores de Alianza
que fueron expulsados. El primer jugador expulsado, Miguel Rostaing, era de
profesión albañil. Julio Quintana, quien fue a defender a Rostaing de los
golpes de De las Casas por lo que también fue expulsado, era obrero en la
fábrica El Progreso. El tercer expulsado, Alberto Soria, era cobrador del
servicio de agua potable; y el cuarto, Alberto Villanueva, era adobero y
chofer. El último de los aliancistas en salir expulsado, Juan Rostaing, era de
profesión albañil.

LOS DIARIOS TOMAN PARTIDO


Por aquel entonces, hacia el final del Oncenio de Leguía, los diarios La
Prensa, El Comercio, La Crónica y El Tiempo mantenían una importante
página deportiva. Los dos primeros diarios coincidieron en darle la página
completa a los sucesos escandalosos del clásico. Pero eso fue en lo que
único que coincidieron.
Mientras para El Comercio “Los footballistas (sic) atacaron a los
espectadores y se trabó un recio pugilato con ellos, sin reparar que en los
palcos había elemento femenino, digno del más alto respeto” 149; La Prensa
sostenía que “No podemos aceptar que se diga que los jugadores del Alianza
provocaron al público, porque hemos sido testigos del hecho. Los insultos y

149
El Comercio. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
72
la provocación partieron de la tribuna de preferencia donde se hallaban los
partidarios del equipo universitario, y la actitud de éstos no puede ser más
censurable...” 150 La subjetividad propia del individuo está presente en los
cronistas que relataron lo ocurrido aquel 23 de septiembre de 1928. Más aún,
parece que el cronista de El Comercio hubiera sido hincha de los
universitarios, mientras que el de La Prensa lo habría sido de Alianza.
Sobre estos sucesos escandalosos del final del partido, el diario El
Tiempo, parece estar de acuerdo con El Comercio, aunque dice que el
causante de que el partido terminara con varios jugadores de Alianza
provocando “un formidable alboroto en el que menudearon palos, trompadas
y silletazos, y en el cual tuvo que intervenir la policía”, fue el árbitro para
quien pide a la Federación Peruana de Fútbol que le cancele el contrato
“pues en el fondo, son sus desaciertos continuos los que han dado asidero a
los lamentables sucesos que contra nuestra voluntad, nos hemos visto
obligados a comentar.” 151
Para el periodista de La Crónica, el pleito lo iniciaron dos espectadores
de la tribuna de a dos que, apasionados por los incidentes ocurridos en el
campo de juego, discutieron acaloradamente. El cronista no lo afirma pero es
de suponer que uno de estos aficionados era hincha de Alianza y el otro lo
era de la Federación. La discusión creció tanto que el público se arremolinó
provocando la intervención de la policía. “Imprudencia y temeraria la de
Filomeno García, Rostain (sic), Quintana y otros jugadores del Alianza que,
para contrarrestar la protesta del público, se treparon a las tribunas. El
público les repelió a puñadas y el escándalo cobró mayor intensidad y, para
muchos, mayor interés.” 152
Las incongruencias entre los relatos continúan. Mientras el de El
Comercio cree que el escándalo se inició cuando “el juego fue tornándose
brusco, (debido a que) las intervenciones del Alianza notoriamente eran mal
intencionadas...” 153; el de La Prensa afirma que todo se inició cuando el
árbitro “el señor Borelli demostró falta de energía al no obligar al jugador
universitario Galindo a que cumpliera la orden que le impartió de abandonar
la cancha, por haber cometido un foul y responderle en mala forma al
notificarle el castigo.” 154
Aquí, el periodista de El Tiempo concuerda con el de La Prensa:

“Los continuos errores que el profesional Borrelli, importado por la


Federación, viene cometiendo, partido a partido, desde su segunda o
tercera presentación como referee, ha llevado al ánimo de nuestros
150
La Prensa. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
151
El Tiempo. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
152
La Crónica. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
153
El Comercio. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
154
La Prensa. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
73
jugadores una exaltación malsana, desaparecida de nuestro medio
hace ya algunos años, que culminó ayer con los bochornosos
escándalos que dio el equipo del Alianza en el segundo período del
match que jugó con el de la federación Universitaria.” 155

El periodista de La Crónica, por su parte, tildó de criminales a los


jugadores de Alianza y aunque duda de la capacidad del árbitro Borrelli, no
justifica la actuación de algunos jugadores de Alianza. Algunos aliancistas
fueron salvados de las críticas por el cronista al decir que “los buenos
elementos del Alianza Lima no pueden, no deben admitir en su seno a esos
malos compañeros que ayer en medio a la protesta de un público que hasta
ayer mismo los aclamó, cometieron acciones impropias de hombres que van,
por el camino del honor, a conquistar un trofeo para sus colores y un título
para su equipo.” 156
Entre los jugadores que La Crónica salva de las críticas está
Montellanos. “Exceptuemos a Montellanos. Y con Montellanos –el
caballeroso y pulcro jugador – a unos pocos del Alianza. (Otros olvidaron) el
deber y la obligación de mantenerse, (controlando sus pasiones y sus
instintos) en el terreno deportivo, leal y noble...” 157 Cabe recordar que
Montellanos era obrero de la fábrica textil La Victoria. Imaginamos que los
otros jugadores a los que se refiere el cronista, también lo eran.158 El
comentario del cronista, a nuestro entender, está referido a que un obrero,
debido a la disciplina a la que estaba sometido en la fábrica, sí era capaz de
controlar sus pasiones e instintos. No ocurría lo mismo con los albañiles y
choferes, que el diario asume como inmorales.
El Comercio escribe que tras la expulsión del jugador aliancista
Filomeno García, éste “se dirigió a las tribunas de preferencia y como uno de
los espectadores le dirigiera algunas frases duras, saltó sobre la valla que
separa los palcos y tribunas acometiendo a los espectadores. Los
espectadores castigaron al jugador”159; La Prensa, en cambio, señala que:

“cuando algunos de los jugadores del Alianza abandonaban la cancha,


luego que el referee dio por terminado el partido, fueron objeto de
insultos de parte de un grupo de partidarios de los universitarios, y
estos insultos se concretaron al jugador Filomeno García, quien
exasperado se lanzó contra la persona que le insultaba. En ese

155
El Tiempo. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
156
La Crónica. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
157
Ibid.
158
Otros obreros en ese equipo de Alianza eran Julio Quintana, Juan Bulnes y Jorge
Koochoi.
159
El Comercio. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
74
momento más de 20 bastones cayeron sobre este jugador, siendo
agredido, además, a puñadas con verdadero ensañamiento.” 160

Basta, por ahora, con los ejemplos citados para demostrar las
marcadas diferencias entre uno y otro relato.
El Libro de Oro, agrega que:

“resulta imposible, a estas alturas, saber las razones exactas que


llevaron al cronista deportivo del diario El Comercio a introducir dentro
de una nota puramente informativa la siguiente advertencia: ‘Bien
saben los futbolistas que el público no quiere ver malos modales,
gestos antideportivos, ni acciones innobles. Los aficionados van a los
estadios a ver competencias de football y no permiten que los malos
jugadores hagan gala de sus instintos malévolos, proscritos por las
leyes del juego’. La nota salió publicada en la página 20 de la edición
matutina de El Comercio correspondiente al domingo 23 de septiembre
de 1928, horas antes del partido inaugural en la historia de los
enfrentamientos entre Alianza Lima y Universitario.” 161

Nosotros creemos que las razones que llevaron al cronista a escribir


tales palabras se deben a la creencia por parte de ciertos grupos de elite que
los jugadores aliancistas no reunían las condiciones para jugar al fútbol
debido a su comportamiento inmoral y a su indisciplina.
Con respecto a comportamientos inmorales, baste por ahora citar el
partido que protagonizó Alianza Lima contra Progreso el 9 de setiembre de
1928. Es pertinente decir que en la crónica de ese partido, mientras El
Comercio ataca duramente a los de Alianza, el cronista de La Prensa parece
tratar de excusarlos.
El partido entre Alianza y Progreso terminó con el marcador de 2-1
favorable a los primeros. Lo que destaca El Comercio, sin embargo, no es el
fútbol sino que:

“no solamente jugaron pésimamente, sino que con sus modales


antideportivos disgustaron aún más al público. Bien lo comprendieron
ellos cuando el referee se vio obligado a expulsar del campo a dos
jugadores –uno de cada bando- ya que sus intenciones no eran nobles
ni caballerescas. Antes del partido de estos clubs (sic), se hablaba de
un posible arreglo entre ambos equipos. El rumor se difundió

160
La Prensa. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
161
El Comercio. Libro de Oro de Alianza Lima..., p. 44.
75
notablemente y llegó a intensificarse aún más cuando desarrollaron el
partido.” 162

La crónica del pro-leguiísta diario La Prensa, en cambio, habla de que:

“el match del Alianza Lima con el Progreso defraudó las espectativas
(sic) que había despertado en la afición. El Progreso no repitió su
última performance, y por lo que hace al Alianza, tampoco se mantuvo
a la altura de sus antecedentes. Por ambas partes dieron la impresión
desde el primer momento de que reservaban sus energías...” 163

Mientras que el periodista de La Prensa se siente defraudado por la


presentación de ambos equipos, el de El Comercio cree que:

“algo hacían los del Progreso por dejar buena impresión en el público,
pero los de ‘Alianza’, en cambio, no se preocupaban y jugando de mala
gana, fallaban en sus tiros, no se entendían entre los delanteros;
viéndoseles jugar desordenadamente por todos lados, menos por el
que debían ocupar. Los fouls de parte de los del ‘Alianza’ se repitieron
y mientras tanto en las tribunas el desagrado por el mal partido y la
forma poco deportiva como se presentaban los fouls, se exteriorizó en
manifestaciones de descontento. [...] Poco a poco, comenzaron las
fallas, que parecían deliberadas, la bola era constantemente enviada al
out y el partido degeneró por completo. [...] Momentos después Loyo
incurrió en foul penal y Rosteing (sic) se encargó de cobrarlo, y sucedió
lo que ya se decía: Rosteing falló el tiro, enviando la pelota sobre el
arco, a notable altura. Esta actitud provocó aún más protestas de las
tribunas.” 164

La precisión en los detalles de cómo fallaron los de Alianza es


llamativa, y más aún cuando exculpa a los del Progreso. Es conveniente
notar que Progreso era un equipo compuesto íntegramente por obreros,
muchos de ellos de ascendencia afro peruana. En cambio, el de La Prensa
termina culpando a los dos diciendo que “debemos recordar a los jugadores
de ambos equipos, la obligación moral que sobre ellos pesa de actuar
siempre en la cancha, aportando sus mayores esfuerzos por salir airosos,
vale decir por corresponder al prestigio de que gozan y a las simpatías que la
afición les dispensa.” 165 La Prensa apela a la moral, no porque tuviese ideas
similares a la de los civilistas con respecto a la educación moral a través del
162
El Comercio. Lima, del 10 de septiembre de 1928.
163
La Prensa. Lima, del 10 de septiembre de 1928.
164
El Comercio. Lima, del 10 de septiembre de 1928.
165
La Prensa. Lima, del 10 de septiembre de 1928.
76
físico y el intelecto; sino porque, como ya hemos dicho con respecto a
Leguía, creía que el deporte por sí mismo podía educar moralmente a
individuos excluidos de un sistema educativo de calidad.
Una muestra adicional de la cercanía del diario La Prensa con los
individuos que participaban de las actividades de Alianza nos la ofrece una
columna de ese diario en la que el protagonista era un novelesco chofer de
ascendencia afro peruana. Este personaje compartía las páginas con el
propio presidente Leguía. No tenemos la certeza de ello, pero debe haber
sido una de las primeras veces, si no la primera, que un personaje de estas
características -chofer de ascendencia afro peruana y, por lo tanto, de
estatus inferior-, apareciera en un diario como La Prensa.
Esta aparición no significaba que los que estaban a cargo de este
diario hubieran dejado de lado los prejuicios discriminatorios contra los
individuos de ascendencia afro peruana y que laboraban como choferes de
plaza. Basta saber el nombre del personaje para darnos cuenta que el que
escribía la columna mantenía estos prejuicios. El personaje se llamaba
Juancito Resaca. La columna en cuestión, creemos, pretendía ser algo así
como un homenaje para un grupo numeroso de peruanos que por fin
aparecía en los periódicos alejados de las noticias policiales. El autor creyó
ser realista al momento de crear el personaje, sin darse cuenta que se había
dejado ganar por sus propias percepciones prejuiciosas de lo que debía ser
un chofer de ascendencia afro peruana.

LA FEDERACIÓN UNIVERSITARIA Y EL APOYO DE EL COMERCIO


El apoyo total del diario El Comercio a las actividades deportivas de los
universitarios queda demostrado cuando al final del primer enfrentamiento
entre Alianza Lima y el equipo de la Universidad:

“un numeroso grupo de entusiastas, entre los que la mayor parte eran
estudiantes, cargó en hombros a los jugadores, organizando un desfile.
[...] Llegados a las puertas de ‘El Comercio’, requirieron la presencia de
alguno de sus redactores. El jefe de redacción salió y recibió una
calurosa manifestación de simpatía. El señor De las Casas (jugador de
la Universidad) reveló el objeto de los manifestantes, quienes habían
querido venir a testimoniar su reconocimiento a este diario por la forma
cómo habían sido siempre estimulados en sus prácticas deportivas. Se
dieron tres hurras por ‘El Comercio’ y por la ‘Universidad’.” 166

El estímulo que los redactores del diario El Comercio brindaron a las


prácticas deportivas que los universitarios realizaban en 1928 no era
novedoso. Fanni Muñoz sostiene que “en 1910, El Comercio emprende una

166
El Comercio. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
77
campaña sobre la importancia del fútbol, de la educación física y la
necesidad de promoverlo a escala nacional a través de escuelas,
universidades y asociaciones en las que participan las clases populares.” 167
Los jugadores de la Federación Universitaria fueron a un diario que estaba
en manos de una familia civilista. Creemos que los universitarios del equipo
de fútbol de la Federación, concordaban con las ideas civilistas con respecto
a la educación moral y a la práctica del fútbol y eran excluyentes con quienes
no lo eran, tan igual como lo era el diario El Comercio.
Los vínculos de la familia Miró Quesada, propietaria del diario El
Comercio y la Universidad San Marcos son de larga data. También lo son los
vínculos entre San Marcos y la práctica deportiva. El 13 de setiembre de
1900, los alumnos de las facultades de Jurisprudencia, Ciencias Políticas y
Letras establecieron un centro permanente para la práctica deportiva,
creando el Club Carolino, para algunos el antecedente inmediato del equipo
de la Federación Universitaria. Uno de los secretarios de los “carolinos” fue
Luis Miró Quesada de la Guerra.
No es de extrañar, entonces, que por estos antiguos vínculos, el
cronista del diario El Comercio iguale a los deportistas universitarios con
aquel ideal de hombre helénico que era “la súper armonía […] El milagro se
ha operado y no debe extrañarnos; no puede extrañarnos para los que
sabemos y sentimos la elevación de los propósitos y la firmeza en las
convicciones, de la juventud que es orgullo de la Universidad y de la patria.”
168

Pero así como queda demostrado el vínculo entre El Comercio y los


jugadores de la Federación Universitaria con la visita que los segundos
hicieron al local del primero al final del partido del 23 de setiembre de 1928,
es bueno decir que tras el tercer partido jugado entre Alianza y los
universitarios, el 1 de noviembre de 1928, y que dio el título de ese año a los
aliancistas, los hinchas y jugadores de Alianza fueron a la redacción del
diario La Prensa. “Centenares de aficionados condujeron en hombros por las
calles a los jugadores del Alianza Lima, después que se les hizo entrega de
la copa que los acredita como campeones en la presente temporada,
visitando LA PRENSA con el objeto de exteriorizar su aplauso por la forma
cómo hemos establecido la verdad de las cosas en orden a la situación de
dicho club, y por parte de sus dirigentes dejaron constancia de su
agradecimiento.” 169

167
Fanni Muñoz. Diversiones públicas en Lima..., p. 231.
168
El Comercio. Lima, del 26 de septiembre de 1928.
169
La Prensa. Lima, del 2 de noviembre de 1928.
78
EL SOL Y LA NOCHE Y LA REVISTA MUNDIAL
Como ya hemos anotado anteriormente, las colecciones que se guardan de
los diarios El Sol y La Noche están bastante incompletas. Por ello, no hemos
podido acceder a lo que opinaron con respecto al primer partido entre
Alianza Lima y el equipo de la Federación Universitaria. Ya hemos dicho
también que tanto La Prensa, El Tiempo como La Crónica, hablaron
duramente del árbitro del partido, el uruguayo Julio Borrelli.
Es interesante observar como el diario La Prensa insinúa que el juez
discriminó racialmente durante el partido. De acuerdo a este diario, el árbitro
no hizo nada cuando los jugadores universitarios Galindo y Denegri lo
trataron despectivamente. Por ello cree que:

“es necesario tener en cuenta que en el deporte no se pueden


establecer distingos de raza ni posición social. Todo el que viste el
uniforme de deportista y sale a la cancha a competir, se halla colocado
en el mismo plano de los demás, y por consiguiente, el señor Borelli,
debió castigar las primeras faltas que fueron cometidas por los
universitarios.” 170

Debido a tanta crítica, el señor Borrelli, que fue contratado por la


Federación Peruana de Fútbol para que organice una Escuela de Referees,
fue inhabilitado en 1929. En ese año, en cambio, fue nombrado entrenador
de la selección peruana de fútbol que participó en la Copa América de
Argentina. En 1930, el 3 de noviembre, el diario La Noche publicó una nota
en la que anunciaba, casi con júbilo, que el señor Borrelli ha sido
rehabilitado. La nota señalaba que:

“los que han tildado a Borrelli de incapaz, tal como muchas veces lo
hemos leído y visto, han cometido un error lamentable. Nadie más
capacitado para juzgarlo que los mismos referees nacionales, los que
han sido en su totalidad discípulos del ‘maestro’ Borrelli. En otras
ocasiones y otras oportunidades hemos conversado con muchos de
ellos y el criterio unánime siempre ha ido a favorecer al referee
uruguayo. Y aún hemos llegado más allá. Hemos asistido a las
lecciones ilustradas de Borrelli -a las que muy pocos cronistas han
concurrido- y de ellas hemos sacado en limpio que conoce a fondo la
materia y está perfectamente capacitado para dirigir un organismo de
esta índole.

170
La Prensa. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
79
Si los discípulos son los primeros en declarar que vale el maestro, no
puede pedirse un mayor certificado de eficiencia. Gustosos, pues
anunciamos la rehabilitación del buen Borelli.” 171

Igual de racista resultó siendo la caricatura que publicó la revista


Mundial en su edición del 28 de setiembre de 1928. Aunque Carlos Miró
Quesada sostiene que esta revista, fundada por Andrés Avelino Aramburu,
fue políticamente plural, lo cierto es que en sus ediciones de 1928 sirvió
como caja de resonancia de cuanta actividad realizase el Presidente Leguía.
Así, nosotros, la consideramos afín al régimen. Incluso, cuando Leguía fue
depuesto y encarcelado, Aramburu solicitó se le dejara en libertad. Por ello,
el mismo Aramburu fue deportado y su revista, corrió la misma suerte que
todos los otros medios que habían apoyado al régimen del Oncenio, dejó de
publicarse.
La caricatura de este medio, que apoyaba las prácticas deportivas de
Alianza, grafica los momentos previos al partido que terminó a punta de
golpes de bastón y puño limpio. Mientras los jugadores universitarios llevan
en sus manos bastones y sólo uno lleva pistolas, propias de combates a
duelo realizados por caballeros que defendían su honor; los de Alianza llevan
entre dientes y en sus manos afilados cuchillos, machetes y combas. Es
decir armas de agresión.

FUENTE: Revista Mundial, edición del 28 de setiembre de 1928

171
La Noche. Lima, del 3 de noviembre de 1930.
80
Pero es el comentario del diario El Sol, publicado el 28 de julio de 1928
el que sirve de conclusión para el presente trabajo. Anticipamos que el
comentario en cuestión es totalmente discriminatorio con respecto a los
individuos de ascendencia afro peruana, pero lo que allí se escribe
representa un avance para lo que a los individuos de esa ascendencia les
estaba permitido hacer, por lo menos en el Perú de entonces. Además, el
comentario se ajusta a la idea leguiísta de que el deporte despereza y aviva
la inteligencia. Hay que recordar que Leguía quería incorporar a todos los
peruanos a su proyecto de modernización capitalista. Por ello, su idea de
inclusión de los individuos de ascendencia afro peruana a un pretendido
proyecto nacional no tenía que ver con que él mismo hubiese superado sus
propias ideas discriminatorias. Leguía no sólo quería la energía que podía
proporcionarle un trabajador cualquiera. Quería además, su inteligencia. El
comentario del diario El Sol dice:

“No cabe poner en duda que la práctica del deporte ha elevado física,
económica e intelectualmente a la raza negra. Veinte años atrás todo
ser humano que, para su fatalidad, hacía (sic) con la piel oscura,
estaba condenado irremediablemente a trabajar como un yunque,
durante el tiempo que permanecía en el mundo, más recompensa que
obsequiar todas sus energías y todas sus ilusiones al gamonal,
contratista o empresario que lo explotaba […] He aquí con los deportes
que el negro se emancipa. Dueño de una contestura (sic) fuerte y
vigorosa, entra de lleno a practicarlos. Busca el deporte más al alcance
de su mentalidad y se incorpora al boxeo […] Los negros no quisieron
limitarse, a ser boxeadores. Quisieron también jugar foot-ball, a pesar
que sabían que este deporte no les aumentaría mucho la bolsa. Pero
sabían que practicándolos se codearían con la gente bien y tendrían
esperanzas de conseguir mejor colocación. Así fue como vimos a
Lavalle el popular José María, en tierras centroamericanas, colmado de
festejos, concurriendo a los cabarets y bailando shimmy y pegando sus
labios con lindas pollitas […] Hoy no es raro tropezar con un negro a la
salida de un teatro o en la ventanilla de un Banco. Ya uno sabe que
lleva muchos pesos en la billetera y que han sido adquiridos con
fuertes trompadas y potentes patadas.” 172

172
El Sol. Lima, del 28 de julio de 1928.
81
REFLEXIONES FINALES

Los diarios de la época del Oncenio si discutían ideas, aunque no políticas y


coyunturales, más bien estructurales y de fondo, como la inclusión de grupos
sociales.
Al igual que el presidente Leguía, para quien el fútbol avivaba la
inteligencia, el periodista del diario El Sol está convencido que este deporte
eleva intelectualmente. Una opinión totalmente opuesta a la de los civilistas,
para quienes el fútbol, era un deporte que debían practicarlo aquellos
previamente disciplinados. Para estos civilistas, los jugadores de Alianza, por
provenir de determinadas actividades laborales propias de sujetos inferiores
en estatus en relación a los obreros, y además por ser sujetos que no eran
capaces de contener sus impulsos, eran vistos como individuos sin la moral
apropiada para jugar fútbol. No tenían la educación requerida para participar
de un deporte con reglas y roles.
Para que un individuo totalmente marginado por la sociedad pueda
practicar el boxeo, sólo necesita sus puños, unos guantes baratos y que
alguien le acepte el reto. Pero para que once individuos “plebeyos” puedan
jugar al fútbol en un torneo oficial, necesitan acceso a una cancha de fútbol,
algo sumamente costoso para sujetos empobrecidos y también requieren de
la aceptación de los que conducen los destinos del balompié. Por ello, para
lograr ambas cosas necesitaron un padrino. Es aquí donde Augusto B.
Leguía jugó un papel primordial.

82
¿Y DESPUÉS DEL ASESINATO, QUÉ SUCEDIÓ? PRENSA Y NUEVAS
ELECCIONES (1934-1935).

Christian Carrasco173

El título del siguiente artículo tiene como objetivo presentar algunas ideas
que informarán y mostrarán las actitudes tomadas por algunos miembros del
Congreso Constituyente ante la inestabilidad política experimentada por el
país después de asesinato del presidente constitucional del Perú, el
comandante Luis M. Sánchez Cerro, que serán evidencia palpable de los
intereses concretos de los sectores representados en el parlamento,
posturas y planteamientos. El trabajo tendrá tres puntos de desarrollo que
nos ayudarán a guiar nuestra lectura y la concatenación de los
acontecimientos desarrollados. En el primer punto hablaremos del golpe de
Estado del año 30 y los hechos que se desarrollan hasta las elecciones de
1931. El segundo punto está constituido por los hechos concernientes a su
asesinato; y por último desarrollaremos algunas apreciaciones entorno a las
acciones que asumirán los miembros del parlamento y el cómo la prensa las
difunde, en el plano de la lucha de intereses por hacerse del poder algunas
agrupaciones.
Para entender el desenvolvimiento de los actores políticos en esta
coyuntura analicemos cada uno de ellos. Uno de los participantes de esta
lucha política es el Partido Comunista del Perú que según algunos autores lo
describen de la siguiente manera: Durante los años 30 la participación de “el
partido comunista que había hincado su acción política antes que el APRA,
que había logrado organizar sindicatos mineros en la región del centro ya por
los años 30, perdió pronto su preponderancia. Quienes han estudiado
proponen varias razones para explicar la caída comunista. Dicen que el PC
ha actuaba en términos de política internacional, dictados por la
KOMINTERN, mientras que Haya y Sánchez Cerro representaban objetivos
de tipo nacionalista, más de acuerdo con la mentalidad del pueblo. Dicen
también que al Partido Comunista le faltó un líder carismático, como los eran
el jefe del APRA y el sublevado de Arequipa. Influyó igualmente en su
173
Bachiller en Ciencias Sociales – Especialidad de Historia por la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. Actualmente viene desarrollando su Tesis de Licenciatura sobre la
historia republicana del Perú. Ha sido conferencista en eventos de historia y se
desempeña como investigador y docente en varias instituciones de Lima.
83
derrota la cruenta persecución de la fue victima el PC durante el primer
gobierno de Sánchez Cerro, quien destruyó la Confederación General de
Trabajadores (CGTP) así como los sindicatos obreros de inspiración
comunista. El PC fue desmantelado antes de que el APRA entrar en acción,
y las masas comunistas quedaron huérfanas de dirección. Por tanto hubo de
contentarse con intervenir en el proceso electoral de 1931 en forma simbólica
lanzando la candidatura de un obrero, más como bandera de lucha que con
la posibilidad siquiera remota de salir elegido. Por otro lado la antigua
oligarquía terrateniente, desplazada por la burguesía industrial encumbrada
por Leguía, aprobó el golpe que derrocara a su peor enemigo dedicándose
de inmediato a la conquista de quien detenta el poder. Además el Partido
Comunista, inmediatamente perseguido y sometido a graves problemas de
dirección tras la muerte de Mariátegui (16/4/1930), entró en un largo periodo
de crisis orgánica. La organización y orientación de los trabajadores pasó a
ser asumida principalmente por el APRA; el movimiento obrero quedó
limitado en sus bases por la recesión económica y la falta de dinamismo
industrial en el país. Los obreros participaron activamente en las luchas
contra el poder oligárquico, pero su organización, golpeada por la represión,
tuvo que seguir las vacilaciones políticas de los sectores medios y los
“virajes” del partido aprista”.174
La represión contra el Partido Comunista y los sindicatos fue alentada
por los gremios patronales y los órganos de derecha…En la región norte, los
obreros de la Internacional Petroleum Company enfrentaron también
represión, masacre y despidos masivos a fines de 1930. Al igual que los
mineros, los petroleros quedaron sin organización sindical prácticamente
hasta 1945.175
Alberto Flores Galindo al respecto, cuando hace referencia a la
participación de los trabajadores mineros indica:

“No obstante estos cambios-los mineros comenzaron a plantear sus


luchas teniendo presente a la policía nacional y éstas eran más
organizadas-, las luchas mineras seguían siendo propolíticas en la
medida en que los mineros carecían todavía de una ideología moderna,
de rudimentos tácticos o estratégicos. Los comunistas, en 1930,
trataron de cubrir este vacío. Emprendieron la tarea de construir los
sindicatos y una Federación minera. Pero llevados por una tendencia
ultraizquierdista, que en esos momentos dominaba al interior de toda
la Internacional, pensaron que estos podían hacerse rápidamente, en
meses. No atendieron a las peculiaridades de los mineros. Las

174
Denis Sulmont. El Movimiento Obrero Peruano (1890-1980) Reseña Histórica. Lima:
Tarea Editores, 1980, p.53.
175
Ibid. p. 56.
84
ignoraron. Sólo en apariencia penetraron entre los mineros. Esto de
prueba por la rápida caída de los sindicatos ante la represión y por el
largo período de receso que sufrieron hasta 1945.” 176

Como podemos observar el momento histórico se presentaba para el


Perú muy complejo, que se dividían en dos sectores; el primero constituido
por aquellos que querían cambiar la sociedad y el segundo formado por
aquellos que querían mantenerla como estaba, aunque plantearan cambios
aparentes pero en esencia mantenían las formas y estructuras
socioeconómicas. Pero para cerrar con el análisis de esta condición del
minero, citemos la siguiente poesía que mostrará en parte el error de algunos
estudiosos en el planteamiento de sus estudios.

CUADRO MINERO
En los picachos blanco
de estos Andes milenarios
existen grandes dolores
cual si fueran ¡Ay Calvarios !

Son calvarios estas minas


donde los tristes mineros
buscando un mendrugo de pan
viven días lastimeros.

Hasta las tristes mujeres,


del infeliz proletario,
rinden sus débiles fuerzas
por un mísero salario.
(muliza)

Por un mísero salario


marido, mujer e hijo.
trabajan sin descanso,
sin luces sin regocijo.

Estribillo
Minero de estas regiones
triste “Paria Tributario”
siempre en las malditas minas
hallarás, tú, el martirio.177

176
Alberto Flores Galindo. Los mineros de la Cerro de Pasco 1900-1930. Lima: Editora
Popular, 1974, pp.112-114.
85
En el segundo sector indicado tenemos al APRA y a los grupos que
envolvían a la persona del comandante Luis M. Sánchez Cerro. Si es que se
creía a inicios de los 30 que el comandante Sánchez Cerro era la alternativa
de solución a las consecuencias de las crisis y a los cambios profundos que
iba experimentando el país, palabras que se expresarán con el mensaje de
que sólo el Ejército salvará al Perú, conclusión que expresará diciendo: “El
Perú se salvará haciendo de la nación armada y pacífica una verdad
viviente”. Cosa semejante sugerida por el jefe del APRA, conforme a la
estereotipada frase “solo el APRA salvará al Perú.” 178
Además Sánchez Cerro rechaza los postulados marxistas: “Hay
quienes predican la lucha de clases, el odio contra determinado grupo o
familia, o individuos”, atacando así, indirectamente la política anticivilista del
Apra, pero así mismo inclemente con los legistas: “Yo tengo el orgullo de
representar la revolución, limito mi repudio a quienes delinquieron y exijo su
apartamiento de la función pública”. También el antileguiísmo de los sectores
agro-exportadores y terratenientes se acentúo mucho más y pasaron a
organizar su derrocamiento.

“La pequeña burguesía radical que había roto con él hacía varios años,
radicalizada ante el relativo avance de la organización y movilización
obrera también tentaba al poder. El soporte que tenía con el capital
norteamericano se quebrantó cuando se produjo la crisis de octubre de
1929. Los sectores industriales de la burguesía debilitaron
notablemente sus alianzas ante la nueva correlación de fuerzas que se
venía gestando” 179

Entre 1929 y 1930 la sociedad peruana se va polarizando en dos


frentes. Por un lado, el movimiento popular que avanza, las huelgas se
suceden insistentemente, la pequeña burguesía se radicaliza; y por otro lado,
y ante la presión popular, el conjunto de la burguesía se pliega, aunque con
177
Gamaniel R. Blanco (Alcides Marín). ¿?-1931. Trabajador minero y luego en la
enseñanza. Dirigente sindical y escritor revolucionario morocochano. Autor de Apuntes
Monográficos de Morococha y la obra teatral Gloria a la Madre. Precursor de la canción
protesta de corte clasista. Tuvo destacada actividad en los sucesos conocidos por el
levantamiento de Malpaso en 1930. Murió con las entrañas destrozadas en la carceleta de
Guadalupe del Callao el 16 de Abril de 1931.
178
Las referencias al programa aprista han sido tomadas del folleto El plan del Aprismo.
Editorial APRA, Guayaquil, Ecuador, 1932; las que se refieren al programa de Sánchez
Cerro son extractadas del libro de Pedro Ugarteche: Sánchez Cerro: Papeles y
Recuerdos. Editorial Universitaria, tomo II, pp. 181-210.
179
Baltasar Caravedo Molinari. Clases, lucha política y gobierno en el Perú (1919-1933).
Editorial Retama, 1977, p 97.
86
problemas en una línea de acción, para ello la burguesía en su conjunto
realiza una alianza con el Ejército en el levantamiento de Sánchez Cerro en
Arequipa en agosto de 1930. Fue el Ejército, el arma menos considerada por
Leguía dentro del conjunto de instituciones armadas, el instrumento que
utilizó la clase dominante para derrocar al hombre del Oncenio, y para frenar
los sectores populares. Es necesario tener en cuenta a todos los actores
sociales nombrados; ya que para el periodo estudiado surgirán algunas
variaciones. Después y de manera paralela vino el golpe de Estado con los
golpistas recibiendo un sustantivo apoyo de la oligarquía (burguesía civilista
para otros). A la vez Sánchez Cerro ganó un multitudinario respaldo de las
clases bajas que se identificaron con su color y procedencia social, que
hablaba su mismo lenguaje y fue finalmente captado por el sector gran
burgués al que se subordinó políticamente, este mismo hombre constituyó
durante un tiempo la esperanza de los sectores marginados. Este hecho
demuestra hasta qué grado había llegado la desorientación política del
pueblo, cuánta falta hicieron los partidos políticos durante el Oncenio, cuán
ausente estaba la conciencia de clase en los sectores trabajadores.180 Por
otro lado, en 1930, los marinos pretendieron defender a Leguía contra la
revolución de Sánchez Cerro y aun los mismos cadetes de la Escuela Naval
tomaron una actitud política a favor de dicho personaje 181; pero todo ya
estaba definido producto del equilibrio de fuerzas resultantes en aquel
momento, aunque es sabido que hubieron más de una ocasión en la que
Leguía trató de mantenerse en el poder por medio del movimiento de sus
últimas fuerzas, por ejemplo la constitución del grupo organizado por
Samanéz Ocampo tuvo apoyo leguiísta.

“La oposición militar estallo el 20 de febrero de 1931 con el


levantamiento del general Pedro Pablo Martínez en el Callao; el saldo
fue de 40 muertos. El mismo día, por la tarde, se sublevo la guarnición
de Arequipa, apoyado por la Guardia Civil, logrando dominar la ciudad.
Al día siguiente (21/2/1931) se levantaron las guarniciones de Puno y
Cuzco, con apoyo de la Guardia Civil. Acordaron organizar una Junta
de Gobierno presidida por Samanéz Ocampo.” 182

Pero lo que debemos de rescatar de esta afirmación realizada por


Víctor Villanueva es que da muestra de las contradicciones castrenses; ya
que la elite militar no podía permitir que un oscuro comandante, carente de
títulos intelectuales, fuera elegido presidente –comprueba la imagen
estamental y nada acorde con una sociedad moderna de los actos jefes
180
Víctor Villanueva. El APRA en busca del poder. Lima: Editorial Horizonte, 1975, p 31.
181
Víctor Villanueva. Ejército Peruano: Del Caudillismo anárquico al militarismo reformista.
Lima: Editorial Juan Mejía Baca, p.195.
182
Ibid. p. 202.
87
militares-, unos u otros habían sufrido ya la humillación de tener que
obedecer a un simple mayor que desempeñaba el cargo de Ministro de
Guerra. En menos de quince días se produjeron siete pronunciamientos de
cuartel. Durante algunos días hubo dos gobiernos, uno en el Sur y otro en
Lima. En este mismo sector vemos al APRA, que se presentaba en la
confrontación política como de “extracción marxista”, enarbolando banderas
reformistas, burguesas, es verdad, pero que no convenían a los dueños del
país, que no pudieron percibir, claro está, que años más tarde el Partido
Aprista habría de convertirse en el mejor defensor de esa clase que en ese
instante los rechazaba. El ingreso del APRA al escenario político, su prédica
revolucionaría bien que de tipo burgués, su insurgencia contra la dictadura,
sus enunciados socializantes, pusieron sobre la “mesa política” modernas
concepciones ideológicas-programáticas, despertando una nueva visión en la
conciencia social del Perú. No eran ya los años iniciales del siglo XX bajo
“aristocráticos gobiernos paternalistas”, tampoco la dictadura leguiísta sin
libertades públicas ni contenidos sociales. Las fuerzas militares que la
sostuvieron no han de enfrentarse ya a grupos caudillistas sin ideología ni
doctrina, que sólo trataban de derrocar al gobierno; ahora tienen que luchar
contra vastos sectores del pueblo organizado que están en proceso de
cambio, imbuido de una doctrina política-social, con mística revolucionaria
que se fortalece en una lucha a la que la dictadura no da cuartel.
En segundo lugar, a lo que concierne al proceso electoral de 1931 y al
asesinato de Luis M. Sánchez Cerro, expresaremos las siguientes ideas.
Antes de las elecciones del 11 de Octubre de 1931 se evidencia que la crisis
social se encontraba en el orden del día ya que había quedado en el
“cuadrilátero político” la Junta de Lima y la Junta de Arequipa. Después de
algunos ajetreos, el 5 de marzo de 1931, llegaron al acuerdo de que
Samanéz Ocampo seria el presidente de la nueva Junta de Gobierno. En las
mismas circunstancias, en el regreso de Jiménez a la capital hubo algunos
enfrentamientos verbales entre Elías y éste, quedándose Jiménez con el
control de la capital. Para el 10 de marzo fue persuadido por Samanéz
Ocampo, quien llegó a Lima y organizó la Junta Nacional de Gobierno, con el
comandante Jiménez como Ministro de Guerra. También el 23 de marzo de
1931 se sublevo el regimiento de infantería Nº 5 acuartelado en Lima y en el
mes de junio de 1931 se sublevaron varias unidades de la 4ª División
acantonada en el Sur. En el mes de diciembre, antes que Sánchez Cerro
asumiera el cargo de Presidente, se dieron más de 4 levantamientos
militares con el apoyo del APRA para impedir que el 8 de diciembre de 1931,
asumiera el cargo. Se evidencia que la vigencia de los partidos “históricos”
había terminado. El gobierno de Leguía (1919-1930) imposibilitó todo intento
de organización política. Desplazados los civilistas del poder, Leguía formó
su propio movimiento teñido de una aureola personal. Pero, hacia el final de
su gobierno, surgieron en la escena política peruana dos partidos de masas:
88
El Partido Aprista y el Partido Comunista. Ambos participaron en las
elecciones presidenciales de 1931 disputándose el poder con la Unión
Revolucionaria. El candidato del P.A.P. fue Víctor Raúl Haya de la Torre,
apoyado sustancialmente por la pequeña burguesía provinciana y limeña. El
P.C.P. lanzó al indígena puneño Eduardo Quispe apoyado por la clase
obrera y campesina. Candidato de la U. R. fue Sánchez Cerro con el auspicio
de la oligarquía tradicional y de los sectores populares desplazados Si en un
primer momento en el ascenso al poder, por parte de la agrupación
encabezada por Sánchez Cerro y a la que representaba, los movimientos
sociales en ascenso tratan de organizarse en busca de reconfigurar –
organizar la realidad de tal forma que puedan cumplir los objetivos dirigidos a
concretar sus intereses mas no la transformación de la realidad- el nuevo
espectro socio-político peruano la situación es distinta después de varios
meses de asesinado el dictador-populista. Pero una vez asumido el mando
Sánchez Cerro fue ganado por la clase dominante a cuyo servicio se entregó
en forma total, civiles, no importa, pero que le prestaban toda clase de
facilidades, incluyendo apoyo económico, social y de prensa, a más de la
infaltable asesoría política. Víctor Raúl Haya de la Torre (APRA), Luis M.
Sánchez Cerro (Unión Revolucionaria), fueron los dos principales candidatos
a las elecciones programadas para el 11 de octubre de 1931. Mientras que el
APRA con el PAP formuló su “programa mínimo” coherente a la realidad
sociopolítica del país y Haya de la Torre pronunciaba vibrantes y enérgicos
discursos por el interior del país, por su parte, la Unión Revolucionaria de
Sánchez Cerro seguía una tendencia nacionalista con su lema: “El Perú ante
todo”. Aunque para algunos las elecciones se realizaron en un ambiente de
sosiego y asombroso orden, propio de una madurez cívica, cosa que hay que
dudar. Sánchez Cerro obtuvo la mayoría de votos, ganando largamente a
Haya de la Torre, quien por sus partidarios fue nombrado, por razones
obvias, “el presidente moral del Perú”. Luego de establecido Sánchez Cerro
en el poder, promulgó la Ley de Emergencia destinada a restablecer el orden
interno y controlar los desmanes que el APRA promovía tanto en el
Parlamento como en las calles. Se apresaron y deportaron apristas, se
clausuraron sus locales y el periódico la Tribuna. Esta violencia generó más
violencia, llegándose incluso al asesinato de Sánchez Cerro, luego de 16
meses de gobierno, por parte de un joven aprista el 30 de abril de 1933.
En tercer lugar y cumpliendo con lo anunciado líneas arriba
hablaremos de los sucesos posteriores a la muerte del Presidente
Constitucional comandante Luis M. Sánchez Cerro. En palabras de Víctor
Villanueva después de

“la muerte de Sánchez Cerro, la oligarquía atemorizada por la lucha


social que amenaza sus intereses, impotente para triunfar con sus
propios medios, se replegó prudentemente entregando el poder a otro
89
general que, no lo dudaban, sabría defender esos privilegios y luchar
contra el Apra, el partido político que más odiaban y temían…, sin
darse cuenta que, sabiéndolos sobornar podrían haber convertido a
ese movimiento en el mejor instrumento para defender a la oligarquía,
tal como lo consiguiera Manuel Prado años más tarde y en el plano
actual de su segundo gobierno, ya no a la oligarquía pero si a los
grupos de poder actuales.” 183

La Asamblea Constituyente eligió Presidente para terminar el periodo


inconcluso de Sánchez Cerro, al general Oscar R. Benavides, que ocupaba
el cargo de Inspector General de la Defensa Nacional. La elección violaba la
Constitución, pues ella prohibía en su artículo 137 que se pueda elegir
Presidente a los miembros de las fuerzas armadas que se hallen en servicio:

“Artículo 137.- Son inelegibles Presidente de la República:


1. Los Ministros de Estado y los miembros de la fuerza armada que
hallen en servicio, sino han dejado su cargo un años antes de la
elección;
2. El ciudadano que, por cualquier título, ejerce la Presidencia de la
República al tiempo de la elección;
3. Los parientes en cuarto grado de consaguinidad o segundo de
afinidad del que ejerce la Presidencia de la República o la ha ejercido
dentro del año anterior a la elección.
4. Los miembros del Poder Judicial; y
5. Los miembros del Clero.”

Además hay que tener en cuenta los siguientes decretos que en la


práctica no se llevaron a cabo, pero que algunos quisieron hacer valer:

“Artículo 144.- La Presidencia de la República vaca, además del caso


de muerte:
1. Por permanente incapacidad física o moral del Presidente declarada
por el Congreso;
2. Por la aceptación de su renuncia;
3. Por sentencia judicial que lo condene por los delitos enumerados en
el artículo 150.;
4. Por salir del territorio de la República sin permiso del Congreso; y
5. Por no reincorporarse al territorio de la República vencido el permiso
que le hubiere concedido el Congreso.

183
Víctor Villanueva. El Militarismo en el Perú. Lima: Empresa Gráfica T. Scheuch S. A.
1962, pp.19.
90
Artículo 145.- El ejercicio de la Presidencia de la República se
suspende:
1. Por mandar en persona el Presidente la fuerza armada;
2. Por incapacidad física temporal del Presidente, declarada por el
Congreso; y
3. Por hallarse sometido a juicio conforme al artículo 150.

Artículo 146.- Mientras se llena la Presidencia vacante, o mientras


dura la suspensión de su ejercicio, ejercerá el Poder Ejecutivo el
Consejo de Ministros.

Artículo 147.- En los casos de vacancia de la Presidencia de la


República, el Congreso elegirá Presidente para el resto del período
Presidencial.
Si, al producirse la vacante, el Congreso está en funciones, la elección
de Presidente se hará dentro de tres días. Si el Congreso está en
receso, debe reunirse en sesiones extraordinarias para el solo efecto
de elegir
Presidente y recibirle juramento. la elección, en este caso, se hará
dentro de los veinte días contados a partir de aquel en que se produjo
la vacante.
La convocatoria al Congreso a reunirse en sesiones extraordinarias
para elegir Presidente de la República, la hace el Presidente del
Senado o, en defecto de éste, el de la Cámara de Diputados.”

Por necesidad debemos de realizar la siguiente interrogante: ¿qué les


importa, a los grupos oligárquicos, las consecuencias de infligir una
prescripción constitucional? Acabar con las alternativas de avance del
enemigo era lo central. Poner coto a las reivindicaciones sociales que ya se
venían llegar era lo fundamental y Oscar R. Benavides era el hombre
perfecto para llevar a cabo esa tarea; ya lo había demostrado en el golpe de
Estado pro-oligárquico en 1914. Además tengamos en cuenta, según Víctor
Villanueva, que el asesinato de Sánchez Cerro fue producto de un pacto
entre el Apra y Benavides a cambio de algunas libertades y el posterior
llamado a las elecciones, que nunca cumplió; ya que se sustentó en su
elección legal-parlamentaria por lo que ya no necesitaba del apoyo del Apra.
Por último proceso que a continuación pasaremos a analizar y describir a
cada uno de sus actores, que a su vez van a configurar u contexto complejo
de luchas interminables y de persecución en el periodo estudiado (1934-
1935).

91
En el diario “La Sanción”, Nº 1078 de fecha 18 de octubre de 1934,
pág. 4, en torno a la propuesta de nuevas candidaturas al Parlamento se
indica lo siguiente: “EL DR: JORDÁN Próximamente emprenderá viaje a Ica,
provincia por la que es postulante de U.R. este joven y distinguido abogado.
El doctor Jordán cuenta con muchas y efectivas simpatías en esa provincia.”
92
Por otro lado también se evidencia algunos inconvenientes para varios
votantes. En el diario “La Noche” se expresa que:

“AYER 500 ciudadanos, esparcidos en pueblos y haciendas del valle


de Chimbote, encuéntrense imposibilitados para llenar los requisitos
de cambio de residencia, por cuanto no disponen de tiempo ni de
dinero para recorrer doscientos kilómetros de ida y vuelta que media
hasta Casma, donde deben subsanar legalmente su situación.”

La situación política era de total desconcierto; ya que se realizaban


elecciones en varias partes del país (Casma, Trujillo, Chimbote, Callao,
Puno, etc.) por el desconocimiento de la prórroga que había aprobado el
Congreso. Por ejemplo en el diario

“La Noche” del 18 de octubre de 1934, pág. 1, se informa: “Se siguen


recibiendo informes de elecciones parciales realizadas en algunos
lugares de la república, por no haber llegado a tiempo la noticia del
aplazamiento. A lo mejor, la prórroga no se conoce aún. Y el 11 de
noviembre no se realizarán uniformemente los comicios.”

En la página 6, del mismo diario y fecha, se informa sobre la prisión del


señor Arístides Guillen Valdivia. Siendo preguntado Arístides Bendezú,
candidato por la Alianza Nacional a la senaduría por el departamento de
Ayacucho, manifestó que desconocía sobre este hecho e indicó que “esto es
únicamente la culminación de los atropellos que se están realizando en mi
departamento para obstaculizar nuestro descontado triunfo. A pesar de todo
eso, nosotros y nuestro pueblo estamos dispuestos a dar la batalla electoral”.
También se realizaron elecciones en Pataz, donde los medios informaron
que

“por documentaciones electorales enviadas de las provincias de Pataz


y Bolívar, se viene a confirmar la versión de que e dos distritos de esas
provincias, se habían realizado elecciones el 30 de setiembre último
[1934]…donde no llegó oportunamente el aviso del aplazamiento de las
elecciones y por lo tanto se realizaron los comicios, con todas las
formalidades del caso.”

En el “Boletín de la Alianza” de 18 de octubre de 1934, página 1, se


consigna, tomando una noticia de “El Telégrafo” del 09 de octubre de 1934,
lo siguiente:

“Lima, 5 de Octubre.- Tanto las elecciones legislativas como las de


Delegados a los Consejos Departamentales han sido prorrogadas. Las
93
primeras hasta el 11 de noviembre próximo, y las segundas hasta julio
del año entrante [1935]. Las razones esgrimidas por el Gobierno para
la prórroga de las elecciones legislativas se fundan en que no ha sido
posible terminar con la depuración de los Registros Electorales. Pero,
si bien es cierto que esto ha ocurrido, la dilación para poner expedita la
maquinaria electoral forma parte del plan civilista, para alejar lo más
posible la realización de las elecciones, a fin de sortear el peligro de
una derrota segura.”

Como es visible, el mecanismo como la prensa informa sobre los


acontecimientos de 1934, más de un año después de la muerte del ex
Presidente Luis M. Sánchez Cerro, comprueba la dura crisis por la lucha de
intereses existente por aquellos años; cosa contraria a lo que afirman
muchos historiadores con renombre, que por su experiencia en el estudio de
aquel periodo deberían de haber investigado, por lo que preguntaríamos
¿qué sucedió para que no se dieron cuenta o que intereses escondían por lo
que no se interesaban a referirse a esos acontecimientos; ya que las fuentes
estaban ahí? Res- puesta que ellos deberían dar.
En palabras del mismo boletín:

“esta nueva prórroga significa una nueva derrota para el Gobierno,


cuyas indecisiones frente a los numerosos problemas que se le
presentan, acusa su poca seriedad y su falta de orientación para
afrontarlos, …. Se trata de prorrogar indefinidamente las elecciones: El
nuevo pretexto sería un conflicto con el Ecuador; plan en que el
civilismo labora activamente, y cuyos síntomas pueden observarse
claramente en la campaña sistemática que viene realizando al respecto
la prensa civilista, “El Comercio” y la “Crónica” ”.

Como demuestran las citas anteriores no solamente se reprime a los


opositores sino que se hace uso de los medios periodísticos para legitimar
una práctica. Además, según las noticias propaladas por aquel entonces, se
tomaron medidas represivas como la prisión y el decomiso de volantes. Por
ejemplo en el “Boletín Alianza” se informa la detención hace más de dos
meses de Federico Gluksman, miembro del Partido Aprista, en el Frontón, en
la playa de aislamiento. En el diario “La Noche”, N° 714 del viernes 19 de
octubre de 1934, página 5, se hace referencia a la prisión de Arístides
Guillen Valdivia, candidato por la Alianza Nacional a la representación por
Ayacucho, atribuyéndole la culpabilidad de estar en prisión a las maniobras
de José Parodi, hermano del tesorero de la Constituyente, que es Presidente
de la Junta Pro-Desocupados; ya que sobre Guillen pesa la denuncia de
auditoria de la aparición de unos volantes en los que se descubre
malversaciones de fondos en la administración de la Junta Pro-
94
Desocupados. Otro ejemplo es la prohibición de la propaganda aprista y la
continuación de la clausura del diario “AHORA” de Chiclayo, órgano oficial de
la Alianza Nacional.
Es de saber, que después de asumir la presidencia Oscar R.
Benavides, se realiza el cambio de autoridades que de una u otra manera
tratarán de impedir todo acto de manifestación en contra del gobierno. Por
ejemplo se tiene registrado que el nuevo Subprefecto de Casma, alegando
que tiene instrucciones superiores, procedió a impedir toda la propaganda
electoral que realizaba el Comité de Casma, notificando al Secretario
General del Comité Aprista para que se abstenga de realizar charlas,
actuaciones y propaganda escrita. Había llegado a amenazar con hacer
abandonar el lugar a los que insistan en la propaganda política.
Se ha hecho referencia mayoritariamente a autoridades públicas y
candidatos de la pequeña burguesía, o como otros los llaman la clase media,
pero dónde están los otros actores sociales: estudiantes, campesinos y
obreros. De los dos últimos nos encargaremos en las siguientes líneas.
Aparece por aquel entonces el “Frente Obrero y Campesino”, que tenían
como candidato para el Congreso al trabajador de mar Lucio Benavente, que
según las notas periodísticas siempre ha batallado hasta el extremo de haber
estado, por ese motivo, muchas veces en el Frontón. El Comité Pro-
Candidaturas Obreras y Campesinas Independientes, hizo llegar su saludo al
proletariado chalaco. A su vez, como las demás agrupaciones, fueron
perseguidos y encarcelados. Por ejemplo, la detención y encarcelamiento de
los militantes del Frente Obrero y Campesino son prueba de la política
represiva del gobierno de Benavides; ya que Zozimo Moreno, trabajador y
Secretario General del Comité del Frente Único electoral de Junín y
candidato a una delegación para el respectivo Consejo Departamental, no
fue puesto en libertad. Tampoco Sixto Miguel y Pablo Robles, que fueron
trasladados a Huancayo en vez de ponerlos en libertad. Y muchos señalan a
Benavides como el propiciador de todos los problemas existentes por aquel
entonces. El diario “La Trinchera”, N°26, sin fecha, de octubre de 1934,
página 1, señala que

“en todos los pueblos de la Republica una serie de atropellos y actos


dictatoriales de las autoridades entorpecen el proceso legal que debe
anteceder a las elecciones, Prefectos y Subprefectos exprofesamente
nombrados por Benavides hostilizan abiertamente a los candidato de la
Alianza Nacional pretendiendo imponer a los pueblos los repudiados
candidatos derechistas… SIN EMBARGO LOS ELEMENTOS
CIVILISTAS LEJOS DE trabajos por captarse habilidosamente la
voluntad ciudadana, apelan al terror y al plomo homicida como en el
caso de Sayán y el atropello cobarde respaldado en la fuerza como en
el caso del c. Guillen Valdivia…”
95
Continuando don el análisis de la participación de obreros y
campesinos el diario “La Sanción” difunde una denuncia presentada por el
Comité de Frente Único Pro-candidaturas Obreras y Campesinas de Yauli,
en contra de las cobardes maniobras apristas y expresa su más enérgica
protesta, por los atropellos que se están desencadenando contra su acción
independiente e las elecciones que se iban desarrollando. Pero debemos
que indicar que el Apra es el partido acusado de comunistas y marxistas, en
el diario “La Prensa”, N° 16607, del 22 de octubre de 1934, página 10, se
expresa lo siguiente: “La Alianza Popular Revolucionaria Americana nos
debe un servicio. En una serie de artículos hemos divulgado su ideología y
su táctica. El pensamiento sincero de sus líderes ha quedado aquí expresada
por ellos mismos. El marxismo de que alardean el marxismo “filosófico”
según le ha placido calificarlo al líder máximo, ha sido expuesto desde estas
columnas…” Pero con la denuncia presentada por el Comité de Frente Único
Pro-candidaturas Obreras y Campesinas de Yauli, citado anteriormente, se
evidencia la lucha política entre el Apra y este sector:

“El Jurado Departamental de Elecciones de Huancayo, compuesto en


su gran mayoría por elementos apristas, ha rechazado la inscripción de
nuestro candidato independiente Nicolás Terreros; los señores
Márquez, Aguilar y Santamaría apristas que integran el Jurado, han
sido los más rabiosos atacantes de la inscripción de nuestro candidato”

Por lo que podemos observar que la lucha no era sólo contra el


Gobierno sino que también entre los grupos en contienda. La respuesta de
obreros y campesinos será por la vía legal. El diario “La Sanción”, N° 1070
del jueves 25 de octubre de 1934, página 1, informa que El Frente electoral
Obrero-Campesino, ante las diversas negativas de impedimento a la
inscripción de sus candidatos optan por designar a el jurisconsulto doctor
Juan Antonio Fernández para que lleve acabo los trámites legales ante el
Jurado Nacional de Elecciones para poder cumplir con su cometido.
Por otro lado, en el diario “La Nación”, N° 143 del martes 23 de octubre
de 1934, página 4, informa según su titular COMENTARIO DE DÍA. EL
JURADO NACIONAL DE ELECCIONES Y LAS CALUMNIAS DEL BOLETÍN
APRISTA, dice que “Con el torvo propósito de perseverarse en su delictuosa
labor de desorientar la opinión del país, deliberadamente, “El Boletín”, órgano
virulento de la liga aprista, después de atribuir al Jurado Nacional de
Elecciones una serie de responsabilidades imaginarias, con referencia a
pretendidos atropellos a la ley electoral, ataca, groseramente,-lo que importa
un desacato,- al Presidente de dicho Poder del Estado, doctor Ernesto Araujo
Álvarez; y al Delegado del Congreso Constituyente, señor Reynaldo
Saavedra Pinón; manifestando, además, que se han arrogado,
96
arbitrariamente, la personería del Jurado, realizando, sólo dos miembros de
ese alto cuero, las funciones que corresponden a seis. Como consecuencia
de este proceso el Apra será atacado, como los demás partidos, por medio
de la persecución de sus candidatos. El “Boletín de la Alianza”, N° 20 del
sábado 20 de octubre de 1934, página 2, informa:

“EL NUEVO SUBPREFECTO DE CASMA INICIO PERSECUCIÓN


CONTRA EL APRISMO. Se han confirmado los temores que tenía el
pueblo de Santa, cuando hizo conocer su extrañeza de que, en pleno
proceso electoral se procediera a cambiar autoridades El nuevo
Subprefecto, alegando tener instrucciones superiores, ha procedido a
impedir toda la propaganda electoral que realiza el Comité de Casma,
notificando al Secretario Central del Comité Aprista para que se
abstengan de realizar charlas, actuaciones, propaganda escrita. Ha
llegado hasta a amenazar con hacer abandonar el lugar a los que
insisten en la propaganda política. El Subprefecto ha pasado una nota
diciendo que procede así de orden superior. Es de suponer que esa
orden superior. Es de suponer que esa orden emane del ministro de
Gobierno y sería bueno que este funcionario hiciera una declaración.”

La represión no sólo era militar sino que también se utilizan a los


trabajadores públicos para realizar propaganda y defender a los candidatos
del Gobierno. Además de ser fuerzas de choque contra los opositores. En el
“Boletín de la Alianza”, de la misma fecha, página 2, se denuncia que

“LOS AGENTES POLÍTICOS DE BRANDARIZ PIDEN EL CAMBIO DE


LA POLICÍA Y DENUNCIAN A LOS PROPAGANDISTAS DE LOS
OTROS PARTIDOS. Se nos informa que algunos agentes del
candidato Ignacio Brandariz, que son empleados públicos en Tumbes,
no sólo se dedican a la labor de propaganda de su candidato sino que,
aun más, están haciendo gestiones para que se cambien a los 10
hombres de la Guardia Civil de esa ciudad. También nos informan que
por denuncia de esos mismos agentes, se ha decomisado propaganda
enviada por los demás partidos en pugna. Estos mismos agentes se
muestran desconcertados por el auge que ha tomado la candidatura
del señor Octavio Feijóo H., proclamado por la Alianza Nacional”.

También se evidencian prácticas nada santas, que actualmente


también se han realizado, como es la falsificación del Registros Electoral. Por
ejemplo en el diario “El Comercio”, N° 47952, del 24 de octubre de 1934,
página 3, se muestra una noticia eferente a lo que se ha afirmado.

97
En el diario “La Prensa” del 7 de noviembre de 1934, página 10, se
informa sobre ánforas electorales encontradas en el Callao, en la oficina
donde antes funcionaba la Agencia de Aduanas.
El ambiente se va calentando de tal forma que las afirmaciones a
revueltas y acciones armadas se van desarrollando. En el diario “La Prensa”,
N° 16610 del lunes 25 de octubre de 1934, página 1, informa:
98
“EL SECRETARIO DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
RECTIFICA LOS CONCEPOS DEL SEÑOR PIÉROLA. En nombre del
Jefe del Estado rechaza la amenaza de revolución contenida en la
comunicación del Presidente de la Alianza Nacional. Dice que el
Gobierno deberá investigar los preparativos revolucionarios de la
Alianza para reprimirlos, cumpliendo así con su obligación de mantener
la paz pública”.

Pero a su vez expresa la conformidad con las informaciones emitidas


por el Gobierno, que afirma la realización de las elecciones.

99
En el diario “La Nación”, N° 144 del jueves 25 de octubre de 1934,
página 4, informa sobre

“la clarinada revolucionaria de don Amadeo de Piérola. Con el aleve


propósito de intensificar su propaganda revolucionaria y desorientar la
opinión del país, los grupos anárquicos que preside don Amadeo de
Piérola, en los últimos tiempos, han venido repitiendo, hasta la
saciedad, la burda especie de que no se verificarían las elecciones
para senadores y representantes, en la fecha determinada por la ley. Al
amparo de esta falsedad, los dirigentes del Apra han recorrido las
diversas circunscripciones territoriales de la república, soliviantando los
ánimos, socavando las instituciones y provocando falsas alarmas con
el fin de preparar la captura del poder; y entronizar, después, un
sistema de gobierno marxista…”.

Otro ejemplo de la represión es la detención de Manuel Bedoya,


candidato a la senaduría por el Callao. En el diario “La Noche”, N° 720 del 26
de octubre de 1934, página 5, se informa:

“Ayer a las 7 de la noche fue detenido e profesor Bedoya, destacado


periodista y candidato de la Alianza Nacional a la senaduría por el
Callao. No hemos podido conseguir dato oficial alguno acerca de la
prisión del señor Bedoya, ni el lugar en que se encuentra alojado.
Según rumores que hemos recogido, la prisión de éste caballero
obedecería al hecho de haberse anunciado una conferencia que el
candidato por el Callao ofrecería en el local de los Estibadores, que se
encuentran actualmente en huelga”.

Por otro lado el diario “La Semana” del 27 de octubre de 1934 se


anuncia que “¡NO HABRÁN ELECCIONES EN NOVIEMBRE!” y para
interpretar el momento electoral el diario “El Heraldo”, de la misma fecha,
señala:

“El país está poseído de curiosidad por comprobar el desenlace del


reto que la Alianza Nacional, por labios de don Amadeo de Piérola, ha
lanzado al Ejecutivo. O elecciones el 11 de noviembre o revolución
inmediata: tal es el dilema planteado por el jefe de aquella pintoresca
agrupación…Si se postergan las elecciones, don Amadeo de Piérola se
verá en un tremendo aprieto. Tendrá que hacer la revolución o quedará
como un hombre sin palabra…”.

Después de tantos inconvenientes, en el diario “La Crónica” del 31 de


octubre de 1931, página 5, se informa sobre la imposibilidad de las
100
elecciones, que traerá como consecuencia una nueva configuración del
contexto en los se verán inmersos los grupos en contienda:

“DECLARA EL PRESIDENTE DEL JURADO NACIONAL DE


ELECCIONES QUE NO SERÁ LEGALMENTE POSIBLE REALIZAR
EL PROCESO ELECTORAL EL PRÓXIMO 11 DE NOVIEMBRE. PARA
CONTINUAR LA DEPURACIÓN DE LAS INSCRIPCIONES, QUE
ADOLECEN DE MUCHOS DEFECTOS SE REQUIERE DE UN PLAZO
MÁS DILATADO, DICE EN LA EXPOSICIÓN QUE PRESENTA A LA
CONSIDERACIÓN DEL CONGRESO CONSTITUYENTE”.

No todo es Alianza Nacional, APRA o el P.C.P. sino que también la


actitud que tomó la Unión Revolucionaria (U.R.). En el diario “El Heraldo” del
31 de octubre de 1934 informa: “La protesta del candidato de la Unión
Revolucionaria en Junín, Dr. López Gutiérrez, por la actitud del Delegado del
Partido Nacionalista” por medio de una carta que dirige al diario. Todo esto
traerá la ruptura del pacto de derechas y la cisión de la mayoría. La nación
dirá.

101
Todo esto varía con la nueva prórroga del proceso electoral, siendo la
quinta de vez, aprobada por el Congreso Constituyente por 56 votos a favor
contra 21 en contra. Esta tarea será asumida por el Poder Ejecutivo
designará la fecha una vez que se haya depurado el Registro Electoral. El
diario “La Crónica” del 8 de noviembre de 1934, página 2, informa sobre el
término del pacto de derecha, “Unión Revolucionaria declara terminado el
pacto electoral con los partidos Nacional y Nacionalista, con lo que la U.R. se
aparta del pacto de derecha y propone un nuevo frente con el Partido
Nacional Agrario y de los Nacionalistas del señor Revilla. A su vez el diario
“La Tribuna” opina sobre las consecuencias de la prórroga de las elecciones.
Por otro lado, después de tantos vaivenes, se reitera el pacto electoral
entre los partidos que componen la Alianza Nacional. Pero actuando cada
uno independientemente. A su vez se reconocía la política represiva contra
los opositores, militares del APRA.

AMADEO DE PIÉROLA

102
Ante la preocupación de la postergación de las elecciones se comienza
a informar que para evitar las protestas y la realización de las próximas
elecciones, se optaría por recesar el Congreso Constituyente a partir del 28
de Febrero, hecho que se concretó a las 12 a.m. del día indicado, afirmando
que iban a volver a legislar hasta el 28 de julio de 1935.
De tal forma culmina el proceso iniciado por el Congreso Constituyente
y los grupos representados en él para poder acceder a una curul.

CONCLUSIONES

• La lucha es emprendida en un contexto difícil, lleno de contradicciones,


en los que se evidencia la lucha de intereses por parte de los grupos
de derecha y de izquierda.
• El P.C.P. fue reprimido de tal manera, que le impidió desarrollarse para
poder emprender una lucha con mayor fuerza. No como dicen otros
actores que fue producto de que las otras agrupaciones los
desplazaron del ambiente político producto de su mala táctica.
Tendríamos que preguntar ¿qué agrupación no se replega después de
tantos años de matanza de sus dirigentes?
• La violación a la legislación peruana por los grupos de poder para
perennizarse en el Estado es una práctica común que desencadenará
un tipo de práctica política futura.
• Ni aún apelando a las elecciones, los militares darán pie a la
participación de las “agrupaciones democráticas” en el “juego político
democrático”.
• La creación de grupos de choque, pertenecientes a las instituciones
públicas son muestra de una práctica que no se ha perdido.
• La recesión de las actividades constituyentes son la salida más rápida
a la crisis.
• Se observa el papel de la prensa en este contexto cumpliendo el papel
de receptor de protestas, instrumento de denuncia de los grupos
reprimidos y medio de defensa de las propuestas grupales. Además de
defensa de las acciones gubernamentales.

103
FUENTES DE PRIMARIAS

Boletín de la Alianza.
Diario El Comercio.
Diario La Crónica.
Diario La Tribuna.
Diario LA NOCHE.
Diario La Nación.
Diario La Sanción.
Diario El Callao.
Diario El Telégrafo.
Diario Ahora.
Diario La Trinchera.
Diario La Prensa.
Diario La Semana.
Diario El Heraldo.

104
UN FANSIN – ANTE MUNDO ALTERNA EN LIMA. ALGUNOS APUNTES
SOBRE LA SOCIEDAD LIMEÑA A TRAVÉS DE LOS FANZINES
SUBTERRÁNEOS. (1985)184

Frank David Huamaní Paliza

Este pequeño artículo intentará darnos una visión de la sociedad limeña de


inicios de 1980 a través de una fuente inédita, los fanzines subterráneos que
aparecieron por esos años185. Complementado con las más importantes
revistas culturales de aquel contexto186 (inicios de 1980) y contrastado con el
análisis de alguna de las letras de canciones emblemáticas de la época y
entrevistas a personajes directos de aquel movimiento subte.
En primer lugar daré una pequeña explicación de diversos términos
que usaré en este ensayo, posteriormente se empezará a describir cómo era
el contexto en los cuales se desarrollaron dichos eventos, posteriormente
pasaré a describir las características particulares de los fanzines que
usaremos como fuente; Se intentará buscar su tendencia, su descripción
general, así como su forma de apreciar la sociedad a través de esta fuente
inédita, su postura como juventudes, sus tendencias políticas, sus opiniones
públicas, sus religiones, etc., finalmente se esbozará algunas conclusiones al
presente trabajo.

EXORDIO
Lima en la década de los 80 experimentó diversos cambios en sus diversas
esferas sociales, económicas, culturales y políticas, consecuencia que nos
dejó la migración, el gobierno militar, los primeros efectos de la globalización,
el renacimiento de los partidos de derecha, centro e izquierda, la caída de los
principales paradigmas establecidos en los 70, dejando un gran vacío en los

184
Quisiera agradecer a mi mamá, mi papá, mis hermanas y sobrinas por el apoyo en la
realización de este pequeño artículo, a Daniel Morán y César González por su amistad, a
mis colegas del INC por el tiempo compartido, a Eric Zolov y Maritza Urteaga por su
ayuda intelectual, a la familia Dueñas Castro por su estima y en especial a mi Jenny por
compartir su tiempo a mi lado.
185
En esta oportunidad se analizará solo 2 fanzines que aparecieron por esos años, como
son “Averock” y “Rockola” ambos de tintes comerciales, pero que aún así abordaron la
temática subte de esos años
186
Entre ellas “Macho Cabrío” “Taxi” “El Zorro de abajo” y complementada con
información de la revista cultural “Flecha en el Azul”
105
jóvenes que fue difícil de llenar en los años siguientes. Complementado con
el aumento de la masa juvenil que se vio reflejado en las diversas encuestas
publicadas de la época.
En consecuencia, en década de los 80 se dio diversas particularidades
en la capital que modificó las costumbres y la vida cotidiana de los
ciudadanos. En especial se empezó a formar un movimiento contracultural
que buscó una ruta paralela a la establecida por la sociedad, una vía que sea
una alternativa a la impuesta normalmente por la sociedad, un camino que
sea opuesto, diferente o propio de la acción de un grupo de adolescentes
poco que no encontraron cabida en la sociedad convencional, me estoy
refiriendo al movimiento subterráneo de los 80. Sobre este punto Juan Carlos
Murrugarra nos dice:

“El arte subte por su parte se enfrenta a los patrones culturales


“implantados” por la estructura neoliberal, mantiene “oposición” a un
sistema de producción cultural exento de ideología, y arguye criticidad
a todo lo que se observa” 187

ESPECIFICACIONES
En este acápite se analizará algunos términos que se usará en el presente
ensayo, tal como son los términos de “fanzines”, “rock subterráneo”, “punk”
etc., primeramente empezaré con la palabra fanzine que según la Real
Academia de la Lengua (RAE) significa: “Revista de escasa tirada y
distribución, hecha con pocos medios por aficionados a temas como el
cómic, la ciencia ficción, el cine, etc.”188
Obviamente que esta definición resulta muy escasa y vaga, así que
usaremos otras definiciones que nos da los diversos autores referidos a la
temática.
Según Daniel F,

“La palabrita fanzine proviene de las voces inglesas ‘fan’ (aficionado o


fanátiko) y ‘zine’ ke viene de «magazine» (revista), vale decir, una revista
hecha por aficionados. Por otro lado ‘paskín’ es como se denomina en
español a akellas publicaciones -ke también son artesanales- cuyas
características principales son el anonimato, su contenido crítico y satírico
y sus ganas irrefrenables de joder a todo el mundo. Dentro de la movida
subte, por el contrario, se reivindica esta palabrita («paskín») por

187
Juan Carlos Murrugarra Cerna. La “estética de lo precario”, aproximaciones al
panorama rockero “subte” de finales de los 90 en Lima. Lima: PUCP, 2001, p. 3.
188
Real Academia Española. Diccionario de la Real Academia Española. España, 2002.
106
considerarla pionera y primera en el arte de comunicar fuera de los círculos
convencionales.” 189

Otra definición de fanzine nos la da Juan Carlos Kreimer y afirma que


es: “contracción de fan y magazine. Revistas de punk rock hechas a
mimeógrafo y especializadas en determinado grupo o estilo” 190
O sea revista específicamente para el movimiento punk, como vemos
un buen concepto aun muy limitado y con poca ampliación semántica.
Para este ensayo se usará preferentemente la definición dada por
Daniel F, ya que, describe de una manera más precisa y efectiva la amplitud
y significado de fanzine. Esto debido a que Daniel F ha tenido participaciones
en diversos fanzines subterráneos de la capital limeña (Ej. Saund, Tarántula,
etc.). En motivo que la definición de la RAE tiene escaso margen de
definición y no abarca el término en toda su real amplitud.
El término subterráneo tiene diversos significados o connotaciones,
incluso es dicho de diversas maneras, algunos lo llaman “alternativo” otros lo
conocen como “Underground” otros como “no comercial”, etc. En lo que se
refiere a significados específicamente Pedro Cornejo afirma que

“la música subterránea se refiere fundamentalmente a todas aquellas


expresiones musicales que no circulan a través de los grandes medios de
comunicación, las grandes cadenas de radio y televisión. ‘Underground’ no
hace alusión a un tipo de música sino a una determinada ubicación frente a
lo masivo.” 191

Daniel F nos amplia el panorama y nos dice:

“El rock subterráneo es la música de compromiso social quee se


desenvuelve al margen de los canales comerciales y de las normas
establecidas, manteniendo una total autonomía con respecto a sus
producciones y una relación estrecha entre la música y el ambiente socio-
político en el cual el músico actúa, desarrollándose como una opción a la
música comercial y a toda la industria de la cultura en general”.192

Juan Carlos Murrugarra nos amplia esta definición y le da un nombre a


esta particularidad “Estética de lo precario” y afirma:

189
Daniel Valdivia. Sumergidos pasos del amor. Lima: Martínez Compañón Editores,
2007.
190
Juan Carlos Kreimer, Punk, la muerte joven. Buenos Aires: Distal, 1993, p. 6.
191
Pedro Cornejo Guinassi. Alta Tensión, los cortocircuitos del rock peruano.” Lima:
EMEDECÉ, 2001.
192
Daniel F. Pa' Comenzar. Divagaremos. Lima: Tarántula, 1994.
107
“Ser subte es ser parte de un colectivo “identitario” conformado por
emisores / músicos y receptores / público, cultores de una estética
“socializada” democratizada” que “ostenta” bienes culturales (música,
fanzines, collages, etc.) creados según la lógica de lo autentico. A su
vez, lo “autentico” se jacta de la fidelidad demostrada, en su proceso de
creación, a su propia “ideología” que cobra sentido en el “goce” que
resulta de la “transgresión” a la normatividad de la “cultura dominante”
y del enfrentamiento a un “arte comercial” interesado a la rentabilidad
más que en la creatividad; y que se encuentre estrechamente ligado a
la cultura dominante”.193

Afirma que lo subterráneo es lo verdaderamente autentico y que su


esencia se basa en la simetría del fondo y la forma194, o sea actitud y
discurso deben estar articulados a su compromiso en su vida cotidiana, para
los efectos de este ensayo se tomará la definición tanto de Daniel F como del
sociólogo Juan Carlos Murrugarra, ya que reflejan las temáticas y
definiciones que quiere abarcar estos escritos.
Otra de las palabras que se usara en este presente ensayo es la de
“punk” que fue una corriente musical que se gestó en EEUU en la década de
los 60, nació en contraposición del glamour y ostentosidad que tenía el rock
progresivo y sicodélico de inicios de los 60. En los barrios marginales
apareció un tipo de rock básico, nihilista que buscó el minimalismo, la
simplicidad y la despreocupación a lo formal, este movimiento musical creció
rápidamente y gestó un modo de vida alternativo a lo establecido por la
sociedad y que devolvió el rock a la calles, volviendo a tener ese significado
social y cultural que tuvo en sus inicios.
Eduardo Guillot define así al punk

“El punk propone el individualismo furioso y la transgresión del tabú,


critica el trabajo, la familia y la educación, busca la provocación, se
autodefine nihilista y adopta como lemas identificativos el “No futuro”, el
“hazlo tu mismo”, propagando la creación de medios de prensa
alternativos (fanzines) y sellos independientes autogestionados….” 195

Vemos que el autor tiene una definición muy específica y exacta sobre
el punk, específicamente muy acorde a lo que se quiere reflejar en este
ensayo
Otro de los autores que define al punk es Daniel F y nos dice
193
Juan Carlos Murrugarra Cerna, La “estética de lo precario”…, p. 123.
194
Ver el DVD “Grito Subterraneo” opinión vertida por el psicoanalista Baltazar Caravedo,
aproximadamente el año 1985 en pleno boom del rock subterráneo en Lima.
195
Eduardo Guillot. Historia del rock. Valencia: La Mascara, 1997, p. 84
108
““Punk” significa “cosa de poco valor”, “porquería”, “desperdicio”, como
también “gangster joven”, “maleante de segundo rango”, akel ke pretende
serlo pero ke le falta la fuerza y la experiencia para conseguirlo……. El
punk fue más ke una variante en el rock. No solo fue un recapturar el
espíritu de los 50 o el retrotraer la fuerza y el dinamismo de la primera
oleada beat de principio de los 60. El punk fue una corriente ke abrió el
camino hacia nuevas formas musicales y a una nueva manera de encarar
la música.” 196

Vemos que el autor no da aun una definición mucho más exacta de las
diversas singularidades y especificaciones que genera el punk en sus diferentes
vertientes, ya que se puede apreciar que el autor simpatiza con dicha ideología.
Para efectos del estudio se usará ambas definiciones –Guillot y Daniel F- ya que
reflejan las temáticas a usar en el presente ensayo.

CONTEXTO POLÍTICO
Luego del gobierno militar tanto el APRA, Acción Popular y los partidos de
izquierda tuvieron por esos años un auge y una caída muy peculiar dentro de
la política nacional, los 3 partidos llegaron a tener y ocupar lugares claves
dentro de la política nacional, pero dicho apoyo tuvo un carácter inflado197 en
las preferencia electorales, ya que respondieron a diversos contextos
específicos.
Los partidos tradicionales y de izquierda coparon el poder en los años
que hemos abarcado (1982-1985) y tuvieron en común las crisis que
atravesaron en diversos contextos, además, tuvieron en común los malos
gobiernos y políticas aplicadas. Es por ello que los jóvenes se desencantan
de la política en general, además es en esta época cuando se gestaría,
según Martín Tanaka, la “caída de los sistemas de partidos en el Perú”198, es
decir, los partidos en esta etapa afrontaron la mayor crisis política y social en
toda la historia Republicana tal como lo analizaremos en el siguiente párrafo.

CONTEXTO SOCIAL
Se observa que la informalidad y la ilegalidad se hicieron un aspecto
cotidiano en la vida civil199, además se nota la ausencia de paradigmas en

196
Daniel Valdivia, Sumergidos pasos del amor…
197
Martín Tanaka. Los espejismos de la democracia. El colapso de los sistemas de
partidos en el Perú. Lima: I.E.P. 1era Edición, 1998.
198
Loc. Cit.
199
José Matos Mar Desborde Popular y crisis del estado: Veinte años después. Lima:
Fondo Editorial del Congreso, 2004, p. 92.
109
los jóvenes limeños200. Estos últimos ya no se identifican con los códigos
civiles, por lo que ven sus sueños y anhelos cada vez más lejos debido a la
crisis y los diversos acontecimientos que le ocurrían en sus vidas201. Los
jóvenes buscan asociaciones, nuevos códigos y patrones de conducta para
tener un espacio de identidades comunes y buscar formas de asociaciones y
grupos con los mismos intereses202.
Apreciamos, que tal como lo señala Matos Mar, los 80 significó más
que en cualquier época el “Desborde Popular” donde las clases populares al
ver la crisis y fracasó de la sociedad legal; recurren a estrategias propias de
sobrevivencia fuera de la legalidad y del código civil peruano.

ASPECTO CULTURAL
Lima en los 80 concentró a una gran masa juvenil producto de las múltiples
migraciones internas que se produjo en los años anteriores, estos jóvenes
crecieron sin específicos paradigmas y tuvieron en los 80 un gran confusión
de caracteres y conductas pre establecidas, además vemos que el país en el
aspecto político y cultural estaba en una aguda crisis endémica que genero
que los jóvenes se desencanten de la política y de su sociedad, por ello
buscaron nuevos códigos de conducta “alternativas” que pudieses servirles
como catalizadores de sus energías y anhelos propio de las juventudes. Es
por ello que la música se convirtió en sus diversas expresiones en un medio
ideal de expresión para las diversas colectividades urbanas limeñas,
específicamente hablando del rock subterráneo, este movimiento fue seguido
por los jóvenes de las clases media baja de los diversos barrios clase
medieros de la ciudad. Grompone señala que los jóvenes buscaron nuevos
lenguajes, asociaciones, patrones de conducta, etc. y una de estas
manifestaciones vendría a ser el movimiento subterráneo que se dio por esos
años.

SINGULARIDADES DEL MOVIMIENTOS SUBTERRÁNEO


Lima en la década de los 80 experimentó diversos cambios en su vida
cotidiana y cultural, todo ello producto de la migración que produjo un cambio
de paradigmas en las cuales los habitantes impusieran sus propios códigos
de conducta, transgrediendo a veces el marco legal peruano, ya que estos
se habían vuelto ineficientes y de poco alcance203. Es por ello que en la
década de 1980 la población en general experimentó diversas connotaciones
políticas y sociales que degeneró en la apatía y la desconfianza del poder

200
Luis W. Montoya “Distancias y ruptura, poder, jóvenes y CCSS en el Perú”,
publicación inédita.
201
Romeo Grompone. El velero en el viento, Política y sociedad en Lima. Lima: IEP,
1991, 1era Edición, p. 23.
202
Grompone. El velero en el viento…, p. 54.
203
José Matos Mar. Desborde Popular y crisis del estado…
110
establecido en el Perú, todo ello generó diversas conductas alternativas al
sistema establecido, unas pacíficas, otras violentas, etc. Una de esas
conductas alternativas vendría a ser el movimiento subterráneo que se gestó
en Lima a inicios de la década de 1980, a pesar de su importancia y arraigo,
no es abordado como se merece, tal como lo señala Luis Montoya.

“Sobre las juventudes rockeras no han habido trabajos dedicados a


ellas. Lo cual también sorprende considerando que dichas expresiones
juveniles se han multiplicado aceleradamente. Algunos calculan por
ejemplo que existe actualmente un aproximado de 500 bandas sólo en
Lima (Tomado de la declaración de Anibal Psicosis dada el 21 de
Marzo del 2002 en CPN Radio). Algo parecido ocurre con los trabajos
dedicados a expresiones musicales como la Chicha, Cumbia Andina o
Tecno Cumbia practicada también principalmente por juventudes
urbanas, uno de los pocos estudiosos del tema ha sido por largo
tiempo Arturo Quispe (1993). Igualmente los grupos juveniles de
música tradicional andina no han sido estudiados, uno de los pocos
trabajos sobre el tema ha sido el de Ruth Timana (1993). ¿Por qué a
pesar de ser expresiones de gran presencia entre las juventudes de las
ciudades no se las ha estudiado con el mismo interés que en otros
casos? ¿Es que también al interior de los propios sectores urbano/
moderno/ occidentales se prioriza el conocer y reconocer las culturas
de algunos más que de otros?204

Las preguntas de este autor son interesantes, en estas líneas se


intentará desarrollar con respecto a la primera pregunta del autor, conocer un
poco más sobre este movimiento subterráneo que se gestó en Lima y que
buscó una alternativa de vida y conducta a la impuesta por la sociedad. Todo
ello a través de los diversos fanzines, pasquines, revistas culturales que
salieron por esas épocas.
El gobierno de Belaunde se inició con gran esperanza para los limeños,
luego de la larga dictadura militar que trajo consigo diversos cambios en las
variadas esferas político-administrativas. Luego de 2 años de gobierno de
Acción Popular, las medidas no fueron las adecuadas y esto generó una
crisis económica que se vio reflejado en las diversas huelgas que se
registraron por esos años, la gente se desencantó del gobierno, busco otras
formas de afrontar la crisis y la sociedad. Una de estas alternativas fue el
movimiento subterráneo limeño, mencionaremos algunas peculiaridades de
este movimiento subterráneo.

204
Luis W. Montoya “Distancias y ruptura…
111
EL ROCK Y SU VISIÓN DE LA SOCIEDAD
Los rockeros subterráneos anhelaban una nueva sociedad que sea acorde
del fondo y la forma de las cosas205, o sea que sus acciones debe estar
acorde con el discurso que se manejaba. Muestra de ello se puede leer en la
revista Averock:

“El rock and roll genuino puede enorgullecerse a lo largo de estas


últimas tres décadas de haber sido perseguido y malentendido por
haber canalizado actitudes rebeldes y asumido posiciones que
cuestionaban valores obsoletos y tradicionales” 206

Esta revista Ave Rock de tintes subtes y convencionales, se inicio


como una propuesta netamente comercial y convencional dirigido por Alfredo
Rossel y Franklin Jáuregui que buscaba dar una mirada general al panorama
rockero del mundo y Latinoamérica, pero que posteriormente jugaría un
papel fundamental para el boom de rock subterráneo que se dio en 1985 (es
en estos años que el rock fue tomado y analizado por casi todos los medios
comerciales, académicos y hasta políticos)207. Con respecto a esto, Daniel F
nos dice

“Es por esos días ke aparece «Ave Rok» dirigida por Alfredo Rosell,
una revista de corte abiertamente comercial pero ke jugó un papel -valgan
verdades- crucial para lo ke después se conocería como rock subterráneo
o movida subterránea.” 208

Esta revista solo tuvo pocos números en su haber, los primeros 4


números los dedicó a rock comercial y formal tal y como lo hacen todas las
revistas que salen de música, solo se limitan a entrevistas y reseñas de los
grupos más conocidos a nivel mundial. En sus páginas anuncian que se está
gestando una “escena rockera en el Perú” formada por Micky Gonzáles,
Chachi Luján, etc. Pero no toman postura a ninguna recurrencia social o
política, solo se limitan a describir los principales actores rockeros a nivel
mundial y latinoamericano. Pero a partir del número 5, se puede apreciar que
las temáticas empiezan a tornarse más locales y apoyan a diversos grupos
nacionales que recién salían, tales como Micky Gonzáles, TV Color, Del
Pueblo, Narcosis, prueba de ello es el “Primer concierto Ave rock” donde
participan dichas bandas, obviamente que el contraste entre dichas
205
Ver el DVD “Grito Subterráneo” …
206
Averock editores. “Rock subterráneo, la verdad”. Averock, Lima, N° 6-7, 1985.
207
Frank Huamaní Paliza. “El rock a través de la prensa oficial y la prensa subterránea en
la sociedad Limeña (1982-1985).” Illapa, Lima, N° 1, 2007.
208
Daniel Valdivia. Sumergidos pasos del amor…
112
agrupaciones es lo que resalta la revista, ya que el grupo TV Color fue
abucheado al final del concierto, esto debido a que la recién movida subte se
estaba gestando y nació fuerte y cohesionada, lo que permitió que se
expandiera rápidamente, por ello que los pocos conciertos donde eran
invitadas las diversas bandas de la movida subterránea, contaban con el
apoyo de su admiradores y seguidores de dicho estilo y movida musical. El
siguiente número 6-7 la revista sorprende por ser una presentación casi o
enteramente subterránea, dejan relativamente de lado los diversos grupos
comerciales que apoyaban en sus inicios (Chachi Luján, TV Color, etc.) y se
dedican a apoyar y difundir enteramente el rock subterráneo en todos sus
ámbitos y esferas sociales ¿Oportunismo?, ¿Cambio de actitud?
¿Sinceridad?, etc. lo cierto es que la revista se llega a presentar con un
fanzine subte adoptando muchas de sus formas y estilos, en este
impresionante doble número se aprecia el apogeo del rock subterráneo con
sus 4 grupos bandera (Leusemia, Guerrilla Urbana, Autopsia, Zcuela Crrada)
el único grupo importante y enigmático que no aparece es Narcosis que justo
por esos meses se había desintegrado, pero a pesar de todo ello, se
continuó hablando del apogeo del rock subterráneo. En las páginas de esta
revista se puede apreciar una especie de glosario donde nos definen los
principales términos, conceptos y diversidades del rock subterráneo en Lima.
Pero a pesar de su cambio de orientación, se aprecia que aun seguían
usando a grupos tradicionales y comerciales para aprovechar sus ganancias,
-por ejemplo en uno de sus conciertos hicieron tocar a Leusemia, Guerrilla
Urbana, Micky Gonzáles y Los Shapis juntos- siendo esto la demostración
que el cambio de dicha revista no fue sincera ni se hizo realmente
subterránea, sino que aprovecho la coyuntura y el contexto de dichos
acontecimientos para sacar su parte.
Para escenificar el sentimiento de esos jóvenes subterráneos
analizaremos la siguiente canción:

Hedores que emanan dentro de la piel


en un infinito va y vén
El cielo que se abre escupiéndote
sobre tu terraplén
Poetas suburbanos, folklor emanado
en callejuelas sucias te veré
Guitarras callejeras, eternas melopeas
colgando de un muro los veré

¿¡Peruanicemos la patria? dicen


si nunca te oyeron cantar
Empero la hora del relevo se acerca
y al fin oirán tu voz
113
Cantando en plena calle, cantando en reuniones
junto a ti me veré
Guitarras callejeras alzaran su voz...(alzaran su voz)
cantando naaaaaaaa.............
cantando naaaaaaaa.............
oirán nuestra voz oh.....
Oirán nuestra voz…………..209

Esta canción es tocada por “Leusemia” que es considerado el iniciador


del movimiento musical subte en Lima210, este grupo apareció en 1983 y sus
integrantes eran Daniel F, Leo Scoria y Kimba Vilis211, fueron etiquetados
como un grupo punk y sus primeras tocadas (1984) influenció la aparición de
muchos grupos que posteriormente daría auge al movimiento subterráneo en
Lima212, la canción que analizaremos se llama “Oirán tu voz, oirán nuestra
voz” y fue grabada en 1985 y tocada en casi todos los primeros conciertos
subtes de la época, la letra refleja un cambio generacional muy propia de las
finales de alguna determinada etapa, si analizamos la historia del rock
peruano vemos que los años 70 se caracterizaron por ser años donde el rock
era casi inexistente como género de masas, prácticamente todos los grupos
se dedicaban a hacer covers de grupos extranjeros y sobre todo a cantar sus
propios temas en ingles, tal como lo afirma Saúl Cornejo:

“Cantamos en Ingles, porque es mas adaptable a nuestra música,


hasta el momento; puede que si una composición nuestra necesita el
castellano o el árabe lo apliquemos, como también pueda ser que no le
pongamos ni un sola palabra” 213

Apreciamos en estas declaraciones que los actores rockeros de los 70


buscaban interpretar sus letras en ingles ya que les resultaba más fácil
ingresar a las radios, estos grupos no intentaron hacer nada novedoso en lo
que se refiere a ritmos musicales, es por ello que el movimiento subterráneo
de los 80 afirmaba:

“Al inicio fue dura la pelea para cantar en castellano, era una pelea
contra la incomprensión, contra la cuadratura de toda esa gente
acostumbrada a oir rock solo en ingles. Ya me imagino lo duro que
habrá sido para aquellos que cantaban en castellano a finales de los 70

209
Del LP “Leusemia 1985”. Lima: El Virrey, 1985.
210
Dicha afirmación coinciden prácticamente todos los analistas y críticos de rock del
Perú, por ejemplo, Pedro Cornejo Guinassi, Oscar Malca, Juan Carlos Murrugarra, etc.
211
Posteriormente serian un cuarteto con el ingreso de Raúl Montaña
212
Así lo afirman Narcosis, Guerrilla Urbana, Zcuela Crrada, Voz Propia, etc.
213
Rock editores. “Entrevista a Saúl Cornejo”. Rock, Lima, N° 1, 1970.
114
e inicios de los 80…. Todavía estaba latente ese axioma que decía que
el rock no se podía cantar en castellano… y algunos nos daban su
aprobación y otros nos pifiaban”.214

Vemos como reivindicaban el cantar en castellano, la originalidad, la


coherencia entre la forma y el fondo de las cosas, etc. este tipo de
pensamiento fue muy típico entre los jóvenes subterráneos, se apreció esto
no solo en las letras de sus canciones, sino también en los fanzines que
editaron, por ejemplo la revista Ave rock dice:

“La convicción indubitable de tener que cantar en castellano es


sintomática y el intento de fusión es evidente en 3 de las 4 bandas
presentadas –se refiere a TV Color, Del Pueblo, Miki Gonzales,
Narcosis” 215

Otra de la revista que toma en cuenta este nueve fenómeno de cantar


en castellano es la revista “Rockola”216 que entre sus miembros contaba con
Juan Enrique Krateill que es un iniciador de esto que llamamos fanzines
subterráneos tal como lo afirma Daniel F217:

“Con el resurgimiento del rock en nuestro país a principio de los 80,


aparecen algunos intentos revisteriles como la efímera «Saund» dirigida
por Juan Enrike Krateill, ke combinaba música de avanzada con cine,
teatro y deportes “arriesgados”.

La revista Rockola es una publicación casi netamente comercial, ya


que sus páginas se ocupa de artistas conocidos y consolidados, como por
ejemplo Charlie García, Rolling Stone, Madonna, etc. lo rescatable de esta
publicación es ese pequeño balance que hace sobre los principales grupos
de rock en el Perú, y que a decir verdad es muy valioso como fuente de
reconstrucción histórica. Esto se puede explicar porque tiene de redactor a
Juan Enrique Krateill que como decimos líneas arriba; es uno de los primeros
iniciadores en esto de las revistas musicales y fanzines subtes.
Vale la pena acotar que también diversos diarios de la época enfocaron
el rock subterráneo de diversas maneras, por ejemplo el periódico “La
República” nos dice:

“Así como existen grupos nacionales con un acceso más o menos fácil
a los conciertos y medios de comunicación masiva, también existe los
214
David Novoa. Conversaciones con Daniel F. Lima: Contracultura, 2002, p.18.
215
Averock editores. “Rock subterráneo, la verdad”. Averock, Lima, N° 6-7, 1985.
216
Rockola. “Historia del rock”. Rockola, Lima, N° 2, 1985.
217
Daniel Valdivia. Sumergidos pasos del amor…
115
malditos. Vienen de distritos pobres y se empeñan en alentar el
surgimiento de un circuito musical subterráneo, verdaderamente
alternativo para los jóvenes de los 80” 218

Al leer estas líneas resulta extraño que un medio periodístico formal


como es “la República” pudo darse cuenta de las reales dimensiones de lo
que se estaba gestando en dicho periodo, pero al analizar el discurso y sobre
todo ver quién es el autor del artículo no damos cuenta que lo escribe Oscar
Malca219 que por esas épocas era el llamado “Periodista subte por
excelencia” ya que uno de los principales propulsores del movimiento,
además director de uno de los primeros fanzines subtes de la época como
fue “Macho Cabrío220”.
Como vemos el movimiento subterráneo fue enfocado desde distintas
aristas, estos fanzines subterráneos tuvieron una muy efímera existencia,
pero a pesar de ello, lograron destacar la importancia de este movimiento
cultural y musical, y sobre todo dejaron en claro su postura y forma de
afrontar la vida y la sociedad, sus conductas propias y autenticas, sus puntos
de vista, sus ideas, su legado, su postura, etc., esto rockeros subterráneos
buscaron una alternativa a lo impuesto por la sociedad, una salida al caos
político y social que se vivía por esas épocas, todas estas propuestas fueron
reflejadas en sus fanzines, en las letras de sus canciones, y en algunos
periódicos oficiales de la época, pero como vemos, tuvo una muy efímero
existencia y lamentablemente el año 1986 muchos de estos grupos bandera
cayeron por contradicciones internas y conflictos dentro del mismo
movimiento, a pesar de ello este movimiento fue la piedra angular para la
creación y consolidación de un movimiento alternativo en Lima, un
movimiento que proponía una conducta paralela a la formal y que en la
actualidad es tomada por muchos jóvenes y adolescentes.
Es posible reconstruir parte de los ochenta en Lima a través de estos
fanzines subterráneos, ya que refleja un sector muy importante y dinámico de
esas épocas, es por eso que es necesario rescatar esta fuente inédita y
dispersa que no es de fácil acceso, pero que refleja mejor que ningún
documento las diversas singularidades de este movimiento que existe hasta
hoy.

218
“La República” Año 4, N° 1132, Suplemento VSD del 8 de Febrero de 1985, p. 2.
219
Cuyo seudónimo es Sigfrido Letal
220
Que tuvo una efímera existencia, pero que fue uno de las primeras revistas en salir a la
palestra, además de enfocar el movimiento subterráneo como una particularidad
importante y esencial.
116
CONCLUSIONES
• Los fanzines subterráneos fueron los principales vehículos informativos
de este singular movimiento musical y cultural.
• Este movimiento subterráneo fue una propuesta alternativa a la
impuesta por la sociedad occidental, este movimiento gozó de vitalidad,
originalidad y peculiaridad, es por ello que tuvo un avance muy
acelerado.
• Los actores sociales de este movimiento son en su mayoría jóvenes
que no estaban de acuerdo con las reglas establecidas en la sociedad,
no actuaron violentamente en contra de la sociedad establecido, sino
simplemente plantearon una alternativa a la cultural formal de la
sociedad.
• Los fanzines subterráneos reflejan mejor que ningún otro documento,
las principales ideas, pensamientos, ideologías, posturas, etc. de los
actores sociales de este importante movimiento.

117
ESTADO, EMPRESARIOS Y TRABAJADORES: LEY DE RELACIONES
COLECTIVAS DE TRABAJO A TRAVÉS DE LA PRENSA DE LIMA EN
1992.221

María Aguirre

INTRODUCCIÓN
El estudio del mundo laboral peruano requiere la identificación de un
determinado marco temporal y espacial, el cual, nos va permitir, esclarecer y
conocer sus características específicas (su situación y desenvolvimiento).
En ese sentido, consideramos de gran importancia la descripción general del
contexto histórico al que vamos a adentrarnos. Estableciendo a partir del
mismo el papel que los distintos actores sociales asumen en la reproducción
del mencionado mundo. Nos interesa, por lo tanto, determinar la participación
que el Estado adquiere en la relación empleador y trabajador. Recordemos,
que es, precisamente, la participación de los actores antes aludidos la que
planteará por primera vez en la historia peruana la problemática del mundo
laboral a principios del siglo XX. Entonces, el contexto y el papel de los
sujetos son los elementos claves para entender las evoluciones y retrocesos
que se presentan en el ámbito del trabajo.
Bajo esta perspectiva buscamos reconstruir el mundo laboral dentro del
gobierno fujimorista. Establecer, principalmente, el marco legal que nos
permita fijar el compromiso asumido por el Estado en la regulación de las
relaciones laborales, su comportamiento frente a los empresarios y
trabajadores. Igualmente, en una segunda etapa del ensayo se pretende
analizar la imagen que la prensa brinda del fenómeno, determinando
además la importancia que le asignan.
De esta forma, queremos evaluar el papel de los medios periodísticos
en la difusión e información de la situación laboral ante la opinión pública. Al
abordar dicho medio de comunicación buscamos comprender su compromiso

221
Este trabajo fue expuesto en el I Encuentro de Historia Regional “Alberto Flores
Galindo” de Estudiantes de Historia de la Universidad Nacional de San Cristóbal de
Huamanga en Ayacucho en julio del 2007, y en el I Congreso Internacional de
Estudiantes de Historia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en junio de este
año. El análisis del mismo es un primer avance de una investigación mayor. Sin embargo,
es útil señalar que en el proceso de indagación y redacción del artículo aportó con sus
comentarios y sugerencias el historiador Daniel Morán. A él un agradecimiento enorme
por el tiempo empleado.
118
en la orientación de la opinión y el grado de relación que establece frente a
la política del gobierno (las noticias y editoriales que ofrece nos serán de
gran utilidad en esta finalidad).
Consideramos que el contexto propicio y relevante para nuestros
propósitos, se inscribe en la coyuntura de 1992. Porque es en esta etapa
donde se van a presentar un conjunto de medidas gubernamentales que
modifican considerablemente la regulación laboral y que además buscan de
modo directo golpear a las organizaciones gremiales. Es aquí en donde la
actitud autoritaria de la figura presidencial comienza a operar al margen de
un respaldo constitucional. De esta manera el elemento al que se recurre
para reglamentar en los distintos asuntos (especialmente en el tema laboral)
está centrado en el decreto ley que posee el mismo poder que una ley o
decreto legislativo. Este panorama de operación presidencial se genera
producto del autogolpe del 5 de abril de 1992, a partir del cual las decisiones
políticas evidencian el compromiso del gobierno con determinados sectores.
Con esta finalidad hemos elegido el decreto ley que regula las relaciones
colectivas. Que nos va ha permitir reconocer el papel que el Estado asume
en la relación laboral. Asimismo, aprehender la forma como la prensa enfoca
el acontecimiento y, finalmente, como explica a la sociedad limeña las
acciones tomadas por el Ejecutivo.

JUSTIFICACIÓN
La reflexión de los problemas sociales así como su compresión son
imprescindibles en la actividad de los científicos sociales en especial de los
historiadores. En este sentido, consideramos que el estudio de la sociedad
por estos últimos, no solo debe interesarse en procesos mediáticos, es
necesario también abrir el campo de análisis a los acontecimientos
inmediatos. Es, a partir de ellos, como se logrará conformar una identidad y
memoria del proceso sobre todo en los actores sociales implicados teniendo
como precedente la proximidad del suceso. De esta forma, todo estudio
histórico que se oriente bajo esta perspectiva creemos que contribuye a la
construcción de una sociedad que se interese por sus problemas actuales,
sin dejar de lado nuestro pasado.
Recordemos y apliquemos la frase que durante nuestra preparación
intelectual hemos aprendido: Conocer el pasado para comprender el
presente y conocer el presente para comprender el pasado. Se requiere
estudiar temas que por su significado social nos pongan en la capacidad de
comprometernos con nuestros problemas sociales y que busquen explicar
desde su base misma determinado proceso.
En este caso, queremos estudiar la reforma laboral acontecida durante
la coyuntura de 1992 con el objetivo principal de comprender el nuevo
panorama que se impone al elemento trabajador como resultado de la
regulación que se aplica a las relaciones colectivas. Y que terminarán
119
inclinando la balanza a favor del empleador. De este modo mostrar el tipo de
violencia que sobre ellos recae con la vulneración de sus derechos laborales.

ESTADO Y POLÍTICA NEOLIBERAL: EL FUJIMORISMO DURANTE LA


PRIMERA ETAPA. CONTEXTO HISTÓRICO Y CARACTERÍSTICAS
GENERALES.
La década de los noventa presenta cambios significativos a nivel económico
y político, es aquí en donde se van consolidando y poniendo en práctica una
serie de medidas encaminadas hacia dos objetivos específicos: El ajuste
estructural y la reforma estatal. Bajo estos puntos centrales el gobierno
fujimorista desde sus inicios va a orientar la figura del Estado hacia un nuevo
papel de participación, como parte de la lógica neoliberal, buscando reducir
al mínimo su presencia. Constituyéndose de esta manera lo que se
denomina una política liberal de carácter extremo “[...] (que) significó el fin del
paradigma del Estado redistributivo y el arribo del imperio de la economía de
mercado como organizador de las relaciones sociales.” 222
En esta sección, nos interesa caracterizar el ámbito político y
económico de los primeros años de gobierno con la finalidad específica de
comprender el significado que adquiere en este período la reforma laboral
que se propicia a través de las distintas medidas emprendidas como parte de
las reformas económicas.
Consideramos que identificar cada uno de los elementos importantes
que forman parte del programa nos permitirá entender el porqué de la
situación laboral de los noventa.223 Así, lo que se viene en los primeros años
de este proceso es la justificación a través del discurso de dichas medidas
para la aplicación de la propuesta económica y política.
Apreciamos entonces cómo no solo el presidente, sino otros actores
involucrados e interesados en la aplicación de las medidas neoliberales van
lanzando un conjunto de ideas centradas en la crítica al Estado
intervencionista. El mismo, según ellos, ocasionó problemas a las economías
de los países que hicieron suya esta propuesta de gobierno. Para el caso
peruano se sirven de la situación dejada por el gobierno aprista que al caer
en el populismo rompió relaciones con el entorno externo. Se plantea de este
modo la idea de una modernización del aparato estatal acorde con lo
expresado por el consenso de Washington que:

222
Carlos Contreras y Marcos Cueto. Historia del Perú Contemporáneo. Lima: Red para el
Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, 2000, p. 342.
223
En este punto queremos señalar la bibliografía consultada que nos dilucidó las
características del proceso: Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia. La crisis
del Estado republicano. Lima: 2004; Efraín Gonzáles de Olarte. Neoliberalismo a la
peruana. Economía política del ajuste estructural, 1990 – 1997. Lima: IEP, 1998; Carlos
Contreras y Marcos Cueto. Historia del Perú Contemporáneo...; y Peter Klaren. Nación y
sociedad en la historia del Perú. Lima: IEP, 2004.
120
“[...] sostiene que la crisis en América Latina se debe a dos razones: La
excesiva intervención del Estado en la economía [...] y la aplicación de
políticas económicas populistas.” 224

Se va creando así, ante la opinión pública, la idea de un gobierno


intervencionista que afectó el desarrollo económico del país al caer en
prácticas políticas marcadas por la corrupción. De esta forma, se construye
la imagen de un Estado que debe asumir un papel reducido en la
administración de las empresas públicas. Con ello se busca limitar en el
plano económico la presencia del mismo y justificar el programa de ajuste
estructural dirigido a otorgar una mayor relevancia a los capitales privados.
Unido a este objetivo económico, en el plano político se busca
aumentar la figura presidencial apelando a la idea de un aparato institucional
(partidos, congreso, poder judicial, entre otros) en crisis y que, por tanto
debía ser reformado:

“[...] Fujimori, enfocó sus críticas cada vez más hacia los partidos
políticos, el congreso y el poder judicial [...] [Así] al denunciar las
débiles instituciones representativas (que estaban controladas por sus
opositores), Fujimori no solamente contribuyó a restarles importancia
sino que acopio un considerable respaldo político.” 225

Entonces, es en esta etapa inicial del gobierno fujimorista donde se


van a construir los elementos que legitimen la nueva propuesta de acción
tanto en el plano económico como en el ámbito político. Se quiere, de esta
manera, por intermedio del discurso, y ayudados por la situación en el que
estaba sumido el país al término del gobierno aprista, construir una opinión
negativa de las instituciones políticas con la finalidad de restarle importancia
pública a cualquier oposición.
La construcción de esta imagen permite finalmente justificar el
autogolpe de Estado del 5 de abril de 1992, así como, también, el
establecimiento de una nueva Constitución en octubre de 1993. El primero
de estos hechos marca el inicio del predominio presidencial, siendo el último
el soporte legal y escrito que consolida definitivamente esta situación:

“El respaldo doctrinario se obtiene con la nueva Constitución [...] que


concentra el poder en el presidente de la República mediante el
refuerzo de sus facultades en menos cabo de las del congreso y de los

224
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia..., p. 283.
225
Peter Klaren. Nación y sociedad..., p. 492.
121
poderes locales y regionales. Restringe [además] la independencia del
poder judicial y permite la intervención [presidencial].” 226

Nos interesa explicar las reformas producidas en los primeros años de


gobierno, principalmente las económicas, con el objetivo de entender las
condiciones que se crean en el mundo laboral. Asimismo, debemos tener en
cuenta que la lógica asumida por el Estado está orientada a reducir sus
funciones económicas a favor del capitalismo extranjero. Mientras que en el
aspecto político se produce el predominio de la acción presidencial. De este
modo, se intenta consolidar un ambiente político favorable, y es el presidente
quien actúa de manera considerable para crear una situación, que facilita la
libre acción de la inversión extranjera. Este doble juego se percibe también
en el mundo del trabajo. El Estado retira su intervención en la relación de
negociación laboral. Sin embargo, inicia una política de fuerte intervención
que se dirige a la flexibilización laboral reduciendo la capacidad de acción de
los trabajadores.
Las reformas, entonces, apuntan a mejorar las condiciones económicas
internas con el objetivo principal de reanudar a nivel externo las relaciones
internacionales. Lo que se busca es superar la situación de crisis económica
marcada por la hiperinflación y a ello obedece la aplicación del shock, el cual
tiene como finalidad estabilizar la economía. A partir de esta medida se inicia
un conjunto de reformas que conforman la política neoliberal extrema que se
aplica en el país. Las mismas, como dijimos, tienen como hilo conductor
disminuir las funciones del Estado y en contraposición favorecer la libre
actuación de las inversiones extranjeras: “[...] El Estado pone su voluntad
coactiva a favor de las empresas en detrimento del interés social y de la
soberanía nacional.” 227
Es a partir de esta idea como debe entenderse la privatización que
busca reducir la presencia estatal y favorecer la inversión considerada como
un elemento económico importante. Así, en este proceso iniciado en 1991 se
brindan todo tipo de facilidades a las empresas trasnacionales en desmedro
del capital nacional. La privatización se encamina a desnacionalizar los
sectores productivos y de servicios públicos que permite el ingreso de las
compañías extranjeras a la minería, el comercio, la banca, industria,
comunicación y el transporte.228 La contraparte de esta medida es el daño
que ocasiona al mercado laboral, en la medida que para el inicio de las
privatizaciones se busca reducir la fuerza de trabajo. Esta reducción se
produce desde dos frentes; por un lado, el gobierno que se orienta a brindar
las mejores condiciones para la inversión, eliminando, además todo tipo de

226
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia..., pp. 255 - 256.
227
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia..., p. 317.
228
Carlos Contreras y Marcos Cueto. Historia del Perú Contemporáneo..., p. 354.
122
obligación laboral. Y, por el otro, la empresa con finalidad de aumentar su
productividad y beneficios.229
Las privatizaciones representan uno de los elementos que se
emprenden con la finalidad de reinsertar al Perú en la economía mundial.
Además, se impulsa las desregulación comercial y financiera que favorece
los intereses y ganancias de los sectores que controlan el comercio y la
banca. Uno de los elementos que va fortalecer la presencia de relaciones
internacionales, está comprendido en el pago de la deuda a los agentes
acreedores. A este objetivo se inclina la intervención en los entes
recaudadores para mejorar su funcionamiento. Y que conduce finalmente a
reducir el número de impuestos existentes e incrementar los impuestos
individuales. Todas estas modificaciones en la recaudación del fisco estatal
buscan la reintegración al sistema financiero internacional en concordancia
con lo estipulado por el Fondo Monetario Internacional. Este último juega un
papel importante en la aplicación de las reformas económicas, es por ello
que al revisar los periódicos y revistas de los primeros años del gobierno
fujimorista aparece involucrado en reuniones y acuerdos con los ministros de
economía.
Por otro lado, nos interesa señalar a grandes rasgos como se vive a
nivel de la población estas reformas. En estos primeros años desde la
aplicación del shock se afecta la economía familiar por la disminución de los
salarios y los despidos intempestivos tendientes a favorecer la condición
empresarial. Sin embargo, a pesar de esta precariedad económica el
gobierno logra obtener una popularidad alta. Claro no se debe negar el
reclamo que ante esta situación surge desde algunos sectores sociales.
Consideramos que dicho respaldo popular se explica por la coyuntura que se
vive principalmente en 1992. Primero con la caída de la inflación que de
cierta manera aligeran las condiciones socioeconómicas de la población, y
ligado a este punto, la campaña de gasto social emprendidas por el gobierno
de las ganancias obtenidas por las privatizaciones. Un segundo hecho es la
captura del líder de Sendero Luminoso Abimael Guzmán, y que se justifica
por el aumento de la violencia senderista en el área urbana. A partir de dicha
captura se reduce significativamente el clima del temor que se vive en
Lima.230
Otro hecho que se convierte en importante y consolida la figura
presidencial es el golpe del 5 de abril. Que obtiene el apoyo popular, gracias
al recurso de crítica a las instituciones políticas (principalmente los partidos
políticos) que poseían poca legitimidad y representatividad. Así, se usa el
logro económico (marcado por la reducción de los índices de inflación) para

229
John Carbtree y Tin Thomas (editores). El Perú de Fujimori: 1990 – 1998. Lima:
Universidad del Pacífico – IEP, 2000, p. 280.
230
Carlos Contreras y Marcos Cueto. Historia del Perú Contemporáneo..., p. 348.
123
atacar la figura del congreso atribuyéndole el actuar en contra del programa
que empieza a obtener resultados favorables. Además, es también objeto de
crítica el poder judicial al mostrarlo como una institución que perjudica la
lucha antiterrorista. Nos interesa destacar el ataque a estos entes políticos
en la medida que es a partir de una acción presidencial directa en el aspecto
económico y en el defensivo (se designan fueros militares para los casos de
terrorismo) como se explica la popularidad obtenida:

“[...] El autogolpe resultó ser sumamente popular entre la mayoría de


los peruanos, que parecían estar de acuerdo en que el país necesitaba
un gobierno más fuerte para enfrentar la crisis.” 231

En esta coyuntura de 1992 queremos enmarcarnos debido que es en


ella donde se inician las reformas económicas con la acción directa del
presidente. Quien comienza a dictar una serie de decretos ley sin respaldo
del elemento constitucional, es precisamente en este escenario donde se
regula uno de los puntos importantes de las relaciones laborales, nos
referimos a la ley de relaciones colectivas de trabajo (LRCT) del que nos
ocuparemos en este ensayo recurriendo a los medios de información como la
prensa periódica de mayor influencia en la opinión pública y de algunas
revistas comprometidas en los temas laborales.

LA REFORMA LABORAL A PRINCIPIOS DE LOS NOVENTA: EL


GOBIERNO DE FACTO FRENTE A LOS TRABAJADORES.

“[...] La flexibilización del mercado de trabajo ha reducido


sensiblemente los beneficios de los cuales gozaban los trabajadores. Al
retirarse el Estado de sus labores de protección y de arbitraje, el
trabajador negocia individualmente el contrato de trabajo con el
empresario.” 232

La situación del mundo de trabajo, en la perspectiva neoliberal, debe


ajustarse, también, a la economía de mercado. La misma requiere que el
aparato productivo se incline hacia una desregulación de toda legislación
intervencionista por parte del Estado. De esta manera, se busca debilitar a
uno de los participantes de la relación laboral: el trabajador. Quien al ser
considerado como un factor más debe procurar maximizar el rendimiento
productivo del centro donde labora, sin que ello represente un costo para el
empleador. Para ello se necesita, entonces, cortar los canales de

231
Peter Klaren. Nación y sociedad..., p. 498.
232
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia..., p. 405.
124
participación laboral fomentando la flexibilización que permite incrementar las
facultades del empleador dentro de las relaciones de trabajo.
Es esta la dirección que asume el gobierno fujimorista en cuanto a la
política laboral. Sus propósitos generales se enmarcan, pues, a brindar las
facilidades al capital privado, quien es considerado como el elemento positivo
que posibilita el crecimiento económico. Lo que se vive en estos primeros
años es un ataque desde los decretos ley a toda acción defensiva de los
trabajadores. Pues debemos considerar, a partir de aquí, que si bien la
protección a los trabajadores en gobiernos anteriores en la práctica no fue
efectiva ello, sin embargo, no involucró el desarme legal que sobre
relaciones laborales existía. Caso contrario sucede en esta etapa donde
desde las mismas leyes se producen recortes al derecho laboral. Es decir, se
vive un ambiente que tanto en la teoría como en la práctica evidencia una
regulación cuyo objeto se orienta a reducir las facultades de acción y
organización de la fuerza de trabajo. Además, a esta situación se suma la
presencia de una acción reguladora sin respaldo constitucional alguno.
A partir de estas ideas es cómo podemos entender la cita que da inicio
a este acápite. La misma resume de manera clara la opción política del
Estado en materia laboral. Nos interesa identificar principalmente algunas
características del contexto que, de acuerdo a nuestras hipótesis, permitieron
que los cambios operados en el asunto no recibieran el rechazo de gran
parte de la población. Consideramos que juegan un papel importante los
ataques de sendero (dirigidos ahora principalmente al ámbito urbano) y el
papel que cumplen los medios de información (específicamente la prensa
periódica) al momento de abordar las medidas laborales emprendidas por el
gobierno de facto.
Como se puede apreciar en el título de nuestro acápite nos
centraremos en la coyuntura de 1992. Etapa que es clave para entender los
propósitos políticos del gobierno. Es aquí en donde se produce el autogolpe
que hace patente el interés por hegemonizar la figura presidencial así como,
también, la alianza cívica militar. Este último hecho marca el papel que
asume la institución militar al mostrar su decidido respaldo a las decisiones
del ejecutivo. Nos concentraremos, pues, en el estudio de una medida
laboral que muestra de forma evidente el intento político por reducir y afectar
la participación activa de los trabajadores. Nos referimos a la ley de
relaciones colectivas de trabajo que regula los tres pilares del derecho
colectivo del trabajo: la sindicalización, la negociación colectiva y la
huelga.233
Antes de empezar debemos hacer algunas aclaraciones, sobre la
temática de reforma laboral. Las investigaciones que estudian el proceso

233
Alfredo Silva. “Las diez plazas del movimiento sindical.” Cuadernos Laborales. N° 84,
diciembre de 1992, p. 30.
125
acaecido en los noventa se inclinan más a los aspectos políticos y
económicos que caracterizan a esta etapa. En ese sentido, se discuten
cuestiones ligadas a los partidos, los empresarios, la industria, la prensa,
entre otros. El problema laboral, desde esta perspectiva analítica, es
abordado de modo tangencial. Por ello, resultó una ardua tarea hallar
referencias exactas al respecto. Que nos impedían identificar concretamente
un hecho a partir del cual analicemos el papel del Estado en el mundo del
trabajo. En esta medida fueron de gran utilidad las revistas que en esa época
circulan y que se ocupan de la temática laboral. Es a través de su lectura
como pudimos establecer los hechos coyunturales que van a marcar las
relaciones de trabajo, así como, también, comprender los efectos de la ley
que es objeto de nuestro estudio.
Lo que se vive en 1992 a partir de abril es una decidida actitud política
de poner al Perú al ritmo de la economía de libre mercado. Es desde estos
momentos en que se eliminan los entes opositores desde la práctica
(recuérdese que desde su campaña presidencial se recurrió al discurso de
crítica a los partidos e instituciones estatales) encaminándose a un régimen
autoritario y presidencialista. Que busca ampliar los márgenes de actuación,
al permitir al jefe de Estado participar en cuanto asunto considere de su
interés.234 El golpe logra captar el apoyo popular al asentar su legitimación
en la crítica al congreso, principalmente, que al estar copado por los “partidos
tradicionales” dificultan que el gobierno asumiera una postura más fuerte
para enfrentar la crisis (idea que gran parte de la población compartía).
Además, como mencionamos en otra parte, a ello favorece el leve
crecimiento que se produce en la economía. Y que se deja sentir por el uso
de las políticas sociales que cuentan con el apoyo publicitario de los medios
de información. Todo ello favorece que las medidas adoptadas no obtengan
el rechazo general. De ahí que debamos entender porqué es, precisamente,
en esta coyuntura que se decide normar los derechos colectivos de los
trabajadores. Sin oposición de por medio se atacó de modo directo los
elementos legales que le permitían a los grupos sindicales actuar frente a los
empresarios:

“El interés del gobierno ha estado centrado en debilitar a los gremios y


han sido constantes sus ataques a los sindicatos, llegando incluso a
intentar vincular a dirigentes sindicales con el terrorismo.” 235

Otro aspecto que debe considerarse siguiendo la cita es la violencia


política que vive la población urbana y particularmente los órganos

234
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia..., p. 348.
235
Amalia Mendoza Arroyo. “Obituario para el derecho laboral.” Cuadernos Laborales. N°
84, diciembre de 1992, p. 20.
126
sindicales. Así, se aprecia un doble problema de carácter externo para estos
grupos: las políticas del Estado y las acciones senderistas que junto a la
crisis por la que atraviesan agravan aun más su situación y respaldo social.
El ataque de sendero se manifiesta de dos formas. Por un lado, se busca
desprestigiar a los sindicatos al recurrir al asesinato de empresarios de los
centros laborales donde existen encontrados conflictos. Y, por otro lado, se
ataca a los trabajadores y dirigentes que no acaten sus directivas.
El problema de la violencia política actúa como un mecanismo que de
cierta manera favorece las medidas del ejecutivo. El presidente asume una
política de mano dura con relación a este tema, al dirigir SL una campaña de
asesinato a los empresarios deja la posibilidad abierta de una actitud
violentista asumida por los gremios sindicales. Que, en vista del rechazo
general a este tipo de acción, conducen a desprestigiar aun más la imagen y
el arraigo público de dichas instituciones. De esta forma se explica porque
obtienen poca acogida y apoyo popular el paro nacional convocado como
una forma de rechazo a la Ley de Relaciones Colectivas:

“Paro convocado por centrales solo fue acatado por gremios en


conflicto. Paso casi inadvertido para la mayoría de la población. En
ciudades del interior del país la paralización fue parcial.” 236

Por otro lado, un hecho que involucra directamente a la actividad


sindical está referido a la crisis por la que atraviesan los gremios como
resultado de la política económica liberal adoptada. En esta dirección se
encuadran: la pérdida del empleo, perdida de la capacidad adquisitiva y
restricción de la estabilidad laboral que facilita el despido, entre otros. Todos
estos factores debilitan a las organizaciones sindicales que ven reducida
significativamente el número de sus afiliados. En una situación donde prima
el desempleo es difícil que se prefiera asumir acciones sindicales. Es,
precisamente, esto lo que caracteriza al mundo laboral en estos años, el
trabajador prefiere mantener su empleo, único medio de sustento familiar, a
involucrarse en actividades que pudieran afectar su permanencia en el centro
donde laboran:

“Esto es muy difícil para quienes afrontan su sobrevivencia con varios


trabajos y cuyo salario es ya bastante reducido como para soportar los
descuentos que sobrevienen a los paros y huelgas.” 237

236
La República. Lima. Miércoles 23 de julio, p. 2.
237
Juan Carlos Cortes y Hernando Burgos. “Nueva Legislación laboral. La ley del
desamparo.” Quehacer. N° 78, julio – agosto de 1992.
127
Si los factores que mencionamos anteriormente actúan de modo
indirecto a incrementar esta situación es la ley la que revela explícitamente el
propósito del Estado.
En ese sentido, el análisis de la Ley de Relaciones Colectivas de
Trabajo (en adelante LRCT), nos permite apreciar el doble juego que asume
el Estado. Al flexibilizar el mercado de trabajo que trae como consecuencia
que retire su papel protector. Interviene, sin embargo, debilitando a los
organismos sindicales a través de normas que limitan su accionar:

“[...] Lo que se ha hecho [...] cuando se ha hablado de flexibilización, ha


sido simplemente una desregulación que consiste en imponer por ley
por decreto una desmejora del nivel de protección.” 238

De este modo, la flexibilización se convierte en una medida que tiende


a inclinar la balanza a favor del empleador. Porque es implementada en
momentos en que el otro sujeto social de la relación laboral se encuentra sin
solidez, sus canales de organización no son representativos. Este clima lo
grafica claramente la LRCT que apunta a eliminar todo tipo de oposición y
resistencia por parte de los trabajadores. Y que al ser aplicada en una etapa
de recesión difícilmente puede generar un rechazo contundente de los
grupos populares. Quienes, como señalamos, frente a un ambiente de
desempleo y reducido salario prefieren permanecer en sus puestos de
trabajo. Es esta característica coyuntural la que debe tomarse en cuenta para
entender también la poca concurrencia al paro que se convoca:

“La Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo no puede comentarse sin


dejar de señalar que se ha dictado en el marco de la más profunda
recesión que ha conocido la economía peruana, y que ha sido
precedida de sustantivas modificaciones al régimen de protección de la
estabilidad [...] De este modo, la “liberalización” propuesta por la
dictadura se da en el contexto del profundo socavamiento de la base
material de organización del sindicalismo.” 239

El objetivo principal de la LRCT es obstruir el desenvolvimiento


organizativo y participativo del elemento sindical en toda relación laboral.
Siguiendo esta perspectiva se busca controlar la libertad sindical, restringir el
derecho a huelga y, finalmente, fortalecer el poder del empleador en la
238
Oscar Ermida Uriarte. “No es posible ejercer derechos laborales sin un clima de
democracia y libertad.” Entrevista de Martín Carrillo Calle.” Cuadernos Laborales. N° 77,
mayo de 1992, pp. 12 – 13.
239
Javier Mujica Petit. “El DL 25593 y el golpe. Una ley para la guerra.” Cuadernos
Laborales. N° 79, julio de 1992, p. 11.
128
negociación. En cuanto, a la libertad sindical se quiere tener el control de su
funcionamiento a partir de normas que regulan la elección de sus
autoridades y su estructura organizativa. Es este último punto el que recibe
explícitamente una restricción considerable. En la medida que se obliga a los
sindicatos a presentar y emitir informe a la autoridad gubernamental que lo
solicite. Además, se reducen los objetivos de su funcionamiento atacando
gravemente la razón de ser de los órganos sindicales. Al impedirle dedicarse
a los asuntos políticos. Cuando se sabe que la finalidad de los mismos
apunta a la participación política de los trabajadores en los asuntos que
consideren de su interés. Entonces, lo que se quiere es debilitar al sindicato
de manera que este no pueda ejercer una participación activa durante la
negación colectiva:

“[...] La LRCT se encuentra lejos de haber establecido garantías


suficientes que respalden el ejercicio de la actividad sindical.” 240

Una segunda medida esta referida al desarrollo de la huelga, principal


elemento de fuerza para la defensa de los intereses de los trabajadores. De
este modo, se establecen un conjunto de requisitos para su legitimidad y
ejercicio. Así, se prohíbe toda modalidad de huelga, su realización durante el
trato directo y en áreas y actividades consideradas importantes. Para su
declaración se obliga entre otros puntos, el de informar con cinco o diez días
de anticipación al empleador. Con lo que se resta importancia a dicho
recurso de presión, pues garantiza a este último la posibilidad de no verse
afectado:

“Mayores garantías no podía tener el empleador para que la huelga lo


perjudique lo menos posible. La huelga es un instrumento legítimo de
presión. Si resulta inocua para el empleador, pierde todo sentido.” 241

Finalmente, se modifica los términos de la negociación colectiva. El


Estado se retira para dar paso a la relación entre el empleador y los
trabajadores. Es, precisamente, en este proceso que los órganos
representativos laborales llegan debilitados. De este modo, es difícil que
puedan obtener beneficios que mejoren sus condiciones de trabajo. A ello se
suman la disposición que obliga a la revisión integral de todos los pactos
vigentes (que implica la pérdida de derechos reconocidos). Realizada así la
negociación colectiva queda en manos del empleador quien se ve favorecido
240
Guillermo Boza Pro. “El fuero sindical en la ley de relaciones colectiva de trabajo.”
Asesoría Laboral. Año 2. N° 20, agosto de 1992, p. 11.
241
Amalia Mendoza Arroyo. “Decreto ley 25593. Las relaciones colectivas de trabajo del
liberalismo.” Cuadernos Laborales. N° 79, julio de 1992, p. 32.

129
con la regulación que se aplica a los sindicatos y huelgas (que como
explicamos limitan los derechos que los obreros poseen). Temáticas en las
que el gobierno interviene para reducir su importancia dentro de la relación
laboral.

LA LEY DE RELACIONES COLECTIVAS Y LAS REACCIONES


SINDICALES VISTA DESDE LA PRENSA DE LIMA.
ALGUNAS CONSIDERACIONES PARA EL ESTUDIO DE LA PRENSA
ESCRITA
En esta parte nos interesa anotar cuestiones que son necesarias
considerarlas al momento de desarrollar el análisis de la prensa escrita como
fuente para la reconstrucción de la historia. Así, la importancia de dicho
medio radica en la información que presenta en sus páginas. La misma nos
permite conocer y reconstruir una diversidad de hechos y procesos sociales.
En ese sentido, es a partir de su estudio como conoceremos su propio
desenvolvimiento logrando relacionarlo a la actividad de los hombres de un
determinado contexto.
Por otro lado, al momento de tratar a la prensa (en la investigación
histórica) se debe tener en cuenta que ella no solo presenta la información
de los distintos acontecimientos que se suceden. Pues, unida a esta función
se halla el trasfondo de lo representado en sus páginas que refleja la opinión
de un determinado grupo social en este caso se trata de los propietarios. De
esta manera se plasma un discurso sobre la realidad que responde a los
intereses sociales de los mismos quienes poseen una particular forma de
concebir la sociedad y, por ende, el lugar que le corresponde a cada uno de
sus actores. Este segundo aspecto que permanece muchas veces encubierto
es el que busca orientar la opinión pública. Entonces, es preciso considerar
al momento de utilizar la prensa de qué manera intenta influir y causar
acciones en su público lector a través de cada uno de sus escritos.
Recordando, además, que su finalidad no sólo es la información por la
información.

LA LEY DE RELACIONES COLECTIVAS Y LAS REACCIONES


SINDICALES VISTA DESDE LA PRENSA DE LIMA EN 1992
En ese sentido, al revisar las páginas periodísticas cada una desde su
respectivo enfoque presenta la aprobación de la Ley de Relaciones
Colectivas de Trabajo y las acciones que esta provoca en los trabajadores,
los cuales resultan gravemente perjudicados en su capacidad de acción.
Dicho acontecimiento se produce específicamente durante los primeros
días del mes de julio. Es el 3 de aquel mes en donde se publica el decreto
ley 25593, aunque en meses anteriores se aprecia en los periódicos algunas
referencias del anteproyecto. La noticia se refleja en la prensa de acuerdo a
lo que cada medio juzga como esencial. Así, el diario El Comercio informa de
130
manera descriptiva los puntos de la ley que se refieren a la reglamentación
que a partir de ella va a darse a los sindicatos y a las huelgas. Al revisar la
forma como se dan a conocer las noticias observamos que su intención es
mostrar una explicación de los aspectos considerados importantes. Y a partir
de los mismos ofrecer a la opinión pública una imagen positiva de los
cambios operados. Junto a esta presentación de la ley recurre a la crítica
abierta a las organizaciones gremiales y sus acciones. Este doble juego
informativo tiene como objetivo dar solidez a las afirmaciones que figuran en
su interior para finalmente provocar la aceptación de sus lectores. En este
sentido destaca el siguiente titular:

Ley de Relaciones Laborales / Notario refrendará acuerdo para ir a la


huelga/ La decisión deberá ser comunicada al empleador y a la
autoridad de trabajo, por lo menos con cinco días útiles de antelación o
con diez tratándose de servicios públicos esenciales.242

Este titular sólo puede entenderse por la editorial que se plasma


posteriormente. Que mira de manera positiva la aplicación de la mencionada
ley. En la medida que apunta favorablemente a disminuir el mal uso de los
recursos de presión que las agrupaciones obreras realizan. Las mismas que
en la visión del diario están conformadas por un reducido grupo de
trabajadores que bajo la influencia de ideas marxistas caen en estas
prácticas de carácter negativo. Entonces, con esta ley se da término y se
destruye al poder adquirido por estas minorías que carecen de
representatividad social y, por ende, de legitimidad. Es de esta forma como
El Comercio desde su perspectiva presenta y explica lo que considera
beneficioso para el mundo laboral peruano al eliminar los intereses
particulares de lo que llama las cúpulas gremiales.

“El gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional, acaba de


promulgar una nueva ley de Relaciones Laborales que, en esencia,
implica un cambio sustantivo del Derecho sobre materia de trabajo en
el Perú. [...] con este conjunto de disposiciones se está dando un paso
fundamental en la regulación de las relaciones laborales, después de
una larga aventura socializante que desde época de la dictadura militar,
estuvo orientada a sembrar la confrontación entre empresarios y
trabajadores. [...] la estabilidad laboral mal entendida, la comunidad
industrial y una frondosa legislación inequitativa para con el interés
nacional, abrieron las puertas a una especie de dictadura de ciertas
cúpulas y gremios sindicales. [...] las relaciones laborales no sólo se
fueron desnaturalizando, sino que también se llegó al extremo de que

242
El Comercio. Lima. Viernes 3 de julio de 1992.
131
el derecho constitucional a la huelga fuera utilizado como uno de los
instrumentos fundamentales para la llamada “guerra de clases” que
debía desembocar en la utópica “dictadura del proletariado”. [...] En
este contexto, avanzar a una regulación eficiente de los sindicatos y de
las relaciones entre trabajadores y empleados, tiene que ser aceptada,
en principio, como algo positivo.” 243

Asimismo, otra característica que hallamos en la representación que


dicho medio hace de la información es su preferencia a mostrar en sus
páginas personajes que opinan a favor de la medida laboral tomada por el
gobierno. De esta manera los que principalmente se encuentran opinando
son los empresarios e industriales: “[Sociedad Nacional de Industriales] SNI
califica de justa la ley que regula relaciones laborales.” 244
Por su parte en el diario Expreso la opinión a favor de la
reglamentación a las huelgas se manifiesta de un modo encubierto. Porque
lo que encontramos en sus informaciones trata de manera más amplia el
asunto laboral. En esta perspectiva se escuchan las voces desde dos sujetos
sociales con intereses diferentes. En este caso opinan por el lado de los
empresarios órganos como la CONFIEP y el SNI. Y por el lado de los
trabajadores destacan la CGTP y la CTP. Sin embargo, consideramos que su
posición a favor se hace evidente por dos aspectos que notamos en su modo
de abarcar la noticia. Uno de ellos se explica por dar cabida a un grupo de
laboralistas que ven positivamente lo acontecido. Creemos que es este uno
de los medios que se utiliza para manipular y controlar la opinión pública. Y
es, finalmente, en la editorial en donde se plasma claramente sus intereses:

“[...] en plena eclipse de la democracia parlamentaria, se dicta una


medida que instaura – por primera vez en la historia del Perú - la
democracia sindical. Se trata del decreto ley 25593 [...] Con esta norma
si es que se la aplica estrictamente, se acaba el manejo de las masas
por cúpulas sindicales que las manipulaban y aterrorizaban a través de
las asambleas donde se votaba a mano alzada y cara descubierta. El
terror impuesto por esas camarillas o por las que competían con ellas
desde los partidos rivales o las sectas violentistas, debe terminar [...]
Esta columna de EXPRESO, que es la que con mayor terquedad venía
insistiendo desde 1980 [...] para que la democracia llegase al ámbito
sindical, tiene que manifestar su agrado. Ya era tiempo.” 245

243
El Comercio. Lima. Sábado 4 de julio de 1992.
244
El Comercio. Lima. Viernes 3 de julio de 1992.
245
Expreso. Lima. Viernes 3 de julio de 1992.
132
En forma contraria, de lo señalado en las editoriales del Comercio y
Expreso, en el diario La República se presenta solamente las noticias de
aquella promulgación de ley. No se ofrece una línea editorial explícita. Es
decir, el periódico no ofrece su posición abierta y clara en torno a la medida
tomada por el Estado. Lo que sí es útil rescatar y se diferencia de la imagen
que construyen los otros dos diarios más ligados al Estado, es que La
República informa sobre los movimientos de los trabajadores a lo largo de
1992. Retrata las huelgas, paros y luchas que esta clase trabajadora
emprende. Asimismo, en el periódico se ofrece los testimonios de ambas
partes que se encuentran en la lucha de intereses: los empresarios y los
trabajadores. No existe silencio sobre estos movimientos, a pesar que el
periódico a través de sus noticias deja implícito su conformidad a la nueva
ley. El caso del Comercio y Expreso es distinto, pues ambos medios
informativos no comentan ni ofrecen información de las acciones sindicales.
Solo toman la pluma y la tinta para retratar su posición sobre la ley ya
promulgada. Recién allí abren sus páginas al mundo laboral, pero como
hemos visto, lo hacen resguardando los intereses de la clase política y, por
ende, de los grupos de poderes económicos extranjeros y nacionales. Para
nada se insinúa salvaguardar los derechos de los trabajadores. Es más se
critican ciertas actitudes, aunque las mismas no tengan sustento.
Solo pongamos un minúsculo ejemplo de la información de la prensa
producida a raíz de dicha ley y su anteproyecto. En la página editorial de
Expreso se señala:

“[...] Lo que llama la atención es que ellos [los gremios] hallan


demorado tanto tiempo en levantar su voz de protesta, pues el
anteproyecto de esta norma fue publicado [...] el pasado 8 de junio.
Hace casi un mes. Y no hubo entonces reacción.” 246

En la cita se ve que para el Expreso no hubo protestas ni


disconformidades cuando se propuso el anteproyecto, eso mostraría la
aprobación de la misma por todos los involucrados.
Sin embargo, en La República podemos leer y probar que dicha
afirmación señalada en El Expreso no es tan cierta. Se verifica en las
páginas de La República la existencia de testimonios de protesta por varias
instituciones gremiales. Así, se afirma que:

“La nueva ley sobre el derecho de huelga y negociación colectiva no


debe dictarse hasta que esté lista la nueva Constitución, de lo contrario
será una imposición que no aceptaremos, afirmó ayer Valentín Pacho

246
Expreso. Lima. Sábado 4 de julio de 1992.
133
Quispe, presidente de la Confederación General de Trabajadores del
Perú (CGTP). [...] Pacho afirmó que el anteproyecto es ilegal porque
constituye una imposición, al no haber sido debatido y al no haberse
consultado a las organizaciones sindicales.” 247

Estas referencias nos permiten apreciar las diversas informaciones


presentadas en la prensa de Lima. En general, la ley fue recibida como un
beneficio para todos los grupos sociales tanto trabajadores como
empleadores. Esa es la visión de este tipo de fuente periodística. Sin
embargo, en la realidad para los trabajadores esa medida fue perjudicial y
funesta, pues limitaba, peor aún los dejaba a la merced de los grandes
empresarios extranjeros, sus derechos laborales conquistados en varias
décadas de lucha.
Se buscaba a través de la prensa justificar y aprobar en la opinión
pública dicha ley. Se trataba de convencer a los trabajadores y a la población
en general que ello era lo mejor. La coyuntura y las características del mundo
de trabajo (donde primaba el desempleo, subempleo, los trabajos
eventuales, la informalidad, etc.) ayudaron a que los mismos trabajadores se
inclinaran a aceptar dichas medidas en una forma de complicidad “pasiva.”
Más exacto, sería señalar que se vieron obligados, por las mismas
condiciones materiales de existencia, a acatar las leyes promulgadas.
Finalmente, debemos afirmar que la aprobación de la ley ocasionó la
respuesta de las organizaciones sindicales, las cuales han quedado
plasmadas en los periódicos de aquellos años. Es contundente el rechazo a
dicha ley. Se produce así el paro de 24 horas el 21 de julio en donde los
medios periodísticos retratan aquella medida de presión y de rechazo a esos
cambios. Incluso, los periódicos vinculan aquel paro con el decretado por
Sendero Luminoso para el 22 y 23 del mismo mes. Todo este análisis se
realizará en un trabajo posterior.

247
La República. Lima. Martes 9 de junio de 1992.
134
PERIÓDICOS Y REVISTAS

• El Comercio, 1992.
• La República, 1992.
• Ojo, 1992.
• Expreso, 1992.
• El Peruano, 1992.
• Caretas, 1992 – 1993.
• Oiga, 1992 – 1993.
• Quehacer, 1992 – 1993.
• Cuadernos laborales, 1992 – 1993.
• Coyuntura Laboral, 1992 – 1993.
• Asesoría Laboral, 1992 – 1993.
• Análisis Laboral, 1992 – 1993.
• Actualidad Laboral, 1992 – 1993.
• Argumentos, 1992 – 1993.

BIBLIOGRAFÍA

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republicano. Lima: 2004.
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Lima: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, 2000.
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1998. Lima: Universidad del Pacífico – IEP, 2000.
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política del ajuste estructural, 1990 – 1997. Lima: IEP, 1998.
• César Arias Quincot. La modernización autoritaria. La nueva
institucionalidad surgida a partir de 1990. Lima: Fundación Friedrich
Ebert, 1994.
• Juan Nunura. Salarios y negociación colectiva, 1960 – 1992. Lima:
Asociación Laboral para el Desarrollo ADEC – ATC, 1993.
• Sylvia Torres Morales. Sindicatos, negociación colectiva y huelga.
Lima: Revista Peruana de Derecho a la Empresa, ASESORANDINA
SRL Editores, 1992.

135
CATÁLOGO DE LOS PERIÓDICOS LIMEÑOS DE LOS SIGLOS XVIII – XIX
EXISTENTES EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ (SEGUNDO
EJEMPLAR).248

José Salas249

Cuando empecé a laborar en la Biblioteca Nacional del Perú en el año 2003


y específicamente en la Sala de Investigaciones Hemerográficas, me percate
que en la Base OPAC (Catálogo público de acceso en línea), no se podía
ubicar las existencias de las publicaciones antiguas, en forma particular a los
periódicos y revistas del siglo XVIII y XIX. Este problema o limitación se viene
arrastrando hasta la fecha. Por ello, empecé a entender la poca demanda de
los usuarios investigadores, solamente contaba con usuarios antiguos que
siempre eran los mismos y era poco la concurrencia de los usuarios nuevos
como estudiantes, egresados, titulados y extranjeros. Incluso, pude observar
que los nuevos usuarios que venían lo hacían por la recomendación de algún
conocido o por el simple hecho deductivo de que en una Biblioteca Nacional
debe haber “todo.”

CATÁLOGO HALL
Desde años atrás, en la Biblioteca Nacional del Perú existía un catálogo
conocido solamente por los investigadores antiguos me estoy refiriendo al
Catálogo Hall. Esta herramienta manual publicada en 1970, me permitía
hacer la búsqueda de todos los títulos de periódicos y revistas tanto de Lima
como de provincias, publicaciones oficiales de instituciones públicas como
memorias, boletines, anuarios, censos y por último sobre planos, todos
ordenados en forma alfabética de la A hasta la Z.
Este catálogo con el transcurrir de los años y las nuevas exigencias
actuales empezó a mostrar ciertas limitaciones:
Sólo se puede hacer la búsqueda por títulos de las publicaciones.

248
Este catálogo es la primera parte de uno mayor que se encuentra terminado y que
puede ser consultado en la Hemeroteca de la BNP. En ésta oportunidad solamente
publicamos lo referente a los siglos XVIII y XIX. Toda la prensa del siglo XX será impresa
próximamente en otro volumen de la colección.
249
Es Licenciado en Bibliotecología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Actualmente, trabaja en la Biblioteca Nacional del Perú. Ha elaborado varios catálogos de
periódicos y revistas peruanas que se encuentran en la BNP.
136
Existía tan solo un tomo disponible, es decir, si llegaba otro usuario
tenía que esperar que se desocupe dicho catálogo.
No estaban divididos los periódicos de las revistas y viceversa ni de las
publicaciones oficiales, todo estaba comprimido en uno solo y esto
demandaba más tiempo en buscar el título deseado.
El Catálogo Hall se publicó en 1970, las exigencias de aquella época
no eran las mismas que las que tenemos actualmente, existen números
extraviados, o dados de baja (deteriorado) y esa situación causaba malestar
en los usuarios que exigían al referencista las fuentes señaladas en el
Catálogo Hall.
No se puede buscar por años, intentarlo era como buscar una aguja en
un pajar, es decir, tenía que empezar su búsqueda desde la primera página
hasta la última, lo cual demandaba al usuario muchas horas de trabajo.

SURGIMIENTO DEL LISTADO CRONOLÓGICO


Ante estas dificultades y limitaciones mencionadas anteriormente surge el
listado cronológico de periódicos de Lima en su primera etapa que abarca de
1744 hasta 1900. En ella podemos ubicar fácilmente por años todos los
títulos que pueden existir en la Biblioteca Nacional del Perú, es más,
adicionalmente se detalla los meses, días y números que existen.
Esto me da una idea clara y precisa de las herramientas con que
necesita contar la Biblioteca Nacional del Perú para brindar ayuda efectiva a
los usuarios investigadores. Por ello, presento a continuación dicho catálogo.

AÑOS MESES TÍTULOS


1744 Solo resumen Gazeta de Lima
1745 Solo resumen Gazeta de Lima
1746 Solo resumen Gazeta de Lima
1749 Solo resumen Gazeta de Lima
1750 Solo resumen Gazeta de Lima
1751 Solo resumen Gazeta de Lima
1752 Solo resumen Gazeta de Lima
1753 Solo resumen Gazeta de Lima
1754 Gazeta de Lima
1756 Abr-Dic Gazeta de Lima
1757 Ene-Dic Gazeta de Lima
1758 Ene-Dic Gazeta de Lima
1759 Ene-Dic Gazeta de Lima
1760 Ene-Dic Gazeta de Lima
1761 Ene-Dic Gazeta de Lima
137
1762 Ene-Dic Gazeta de Lima
1763 Ene-Dic Gazeta de Lima
1764 Ene-Dic Gazeta de Lima
1765 Ene-Dic Gazeta de Lima
1766 Solo resumen Gazeta de Lima
1767 Solo resumen Gazeta de Lima
1793 Set-Dic Gazeta de Lima
1794 Ene-Jun Gazeta de Lima
1805 Mar-Dic (N.1-44) Minerva Peruana
1808 Ago-Dic Minerva Peruana.
1809 Ene-Jun Minerva Peruana.
Ene,Abr-
1810 Mayo,Ago,Oct Minerva Peruana.
Jueves-1-Octubre
1812 (Nº2) Verdadero Peruano
Satélite del Peruano ó
1812 Mar-May (Nº1-3) Redacción Política, El
1813 (N.1) Anti-Argos.
1813 Jul-Ago,Nov-Dic Investigador, El
1814 Abr,Jun-Jul,Set-Nov Investigador, El
1816 Ene-Dic Gaceta del Gobierno de Lima
1817 Ene-Dic Gaceta del Gobierno de Lima
1818 Ene-Dic Gaceta del Gobierno de Lima
Gaceta de Gobierno de Lima
1821 Ene-Dic Independiente
1821 Mayo (Nº27) Depositario, El
1821 Abr-Set (Nº1-13) Pacificador del Perú, El
(Ago-Oct,Dic) (Nº1-
1821 6) Nuevo Depositario
(24-Jul.N.1-Dic)
1821 (Nº1-16) Andes Libres, Los
Correo Mercantil, Político,
1821 Diciembre (Nº1-3) literario.
1821 Julio (Nº1-3) Americano, El
1822 2-Noviembre (Nº1-5) Imparcial, El
Gaceta de Gobierno de Lima
1822 Ene-Dic Independiente
1822 Mar-Jun (Nº1-10) Sol del Perú, El
1822 Setiembre (Nº1-2) Loquero, El
1822 30-Ago-Oct (Nº1-6) Loro, El
Ene-Dic (Nº4-28,30- Correo Mercantil. Político,
1822 62) (Nº1) literario.
138
Tribuno de la Republica
1822 Nov-Dic (Nº1-2) Peruana, El
Gaceta del Gobierno del Perú.
1823 Ene-Dic (Gobierno de Simón Bolívar)
Gaceta de Gobierno de Lima
1823 Ene-Dic Independiente
1823 Julio (Nº2-3) Semanario de Lima, El
1823 Mar,May (Nº1-2) Corneta de la Guerra, El
1823 Enero (Nº1-3) Vindicador, El
1823 5-Marzo (Nº1) Cotorra, La
1823 Mayo (Nº82) Depositario, El
Correo Mercantil. Político,
1823 Feb-Mayo,Ago-Dic literario.
Gaceta del Gobierno del Perú.
1824 Ene-Dic (Gobierno de Simón Bolívar)
Gaceta de Gobierno de Lima
1824 Ene-Dic Independiente
1824 May.(Nº1) Centinela en campaña
1824 Nº2-96 Triunfo del Callao, El
1824 3-Ago (Nº17) Desengaño, El
Gaceta del Gobierno del Perú.
1825 Ene-Dic (Gobierno de Simón Bolívar)
Gaceta de Gobierno de Lima
1825 Ene-Dic Independiente
1825 1-Mayo (Nº1) Nueva Depositaria
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1826 Jun-Dic (Nº1-23) Republica Peruana
1826 Febrero (Nº7,16) Diario de Comercio
Gaceta del Gobierno del Perú.
1826 Ene-May (Gobierno de Simón Bolívar)
1826 Ene-May Gaceta de Gobierno de Lima
1826 May-Dic Peruano, El
Cernícalo persiguiendo a la
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Ene,Abr-May,Dic Registro Oficial de la
1827 (Nº1-6,1) Republica Peruana
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Grito en Cuello. Periódico
1828 Nov-Dic (Nº1-7) Accidental
1828 Set,Nov (Nº20,27) Atalaya contra vitalicios
1828 Sin mes Despertador Injenuo, El
1828 Abr-Jun,Ago-Set Mercurio Peruano
1828 Ene-Dic (Nº1-111) Prensa Peruana
Ene-Dic(Nº 112-
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1831 Ene-Dic Conciliador, El
1831 (Nº355) Miscelánea, La
1831 Julio (Nº2-4) Observador Imparcial, El
Ene-Mar (Nº52,54-
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1832 Ene-Dic Conciliador, El
Nov-Dic (Nº52-
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Ene-Ago,Oct (Nº8-
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1833 Ene-Dic Conciliador, El
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1834 Ene-Dic Redactor Peruano, El
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1862 Ene-Dic Comercio, El
1862 Abr-Dic América, La
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Ene-Mar (Nº175-
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1862 Ene-Dic Época, La
1862 Set-Dic Cosmos
1863 Ene-Abr Cosmos
1863 Ene-Dic Peruano, El
1863 Ene-Dic Mercurio
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1864 Ene-Ago,Nov-Dic Comercio, El
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1865 Ene-Dic Peruano, El
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1865 Mar,Ago (Nº1,12) Boletín de la Revolución
Ene-Jun (Nº148-
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1866 Ene-Dic El Peruano
1866 Ene-Mar,May-Jun Bien Publico
1866 Ene-Dic Comercio, El
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1868 Ene-Dic Comercio, El
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1871 Ene-Dic Sociedad, La
1871 Ene-Jun Nacional, El
1871 Ene-Dic Peruano, El
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1872 Jun-Dic Nacional, El
1872 Ene-Dic Peruano, El
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Oct-Dic (Nº1,3,5-
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Ene-Abr (Nº11-
1873 16,18-21,23) Cascabel, El
1873 Ene-Dic Peruano, El
1873 Diciembre Opinión Nacional
1873 Ene-Dic Comercio, El
1873 23-Enero (Nº1) Bala Roja, La
1873 Marzo (Nº1,3) Butifarra, La
1873 Mar-May (Nº1-4) Artesano, El
1873 Ene-Dic (Nº1-51) Correo del Perú
1873 Jul-Dic Sociedad, La
1873 Feb-Mar (Nº1-2) Campana, La
1873 Ene-Dic Nacional, El
1873 Ene-Jun Patria, La
1873 29-Marzo Linterna, La
1874 Ene-Dic Peruano, El
Siglo. Periódico científico y
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Lima a través de la prensa
De Daniel Morán, María Isabel Aguirre y Frank Huamaní
Se terminó de imprimir el sábado 12 de Julio del 2008.
Celulares: 990864081 / 999418209
Lima-Perú.

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