Lima Traves Prensa PDF
Lima Traves Prensa PDF
Lima Traves Prensa PDF
Daniel Morán
María Aguirre
Frank Huamaní
2
Colección historia de la prensa peruana; 2
ISBN: 978-9972-33-796-3
Impreso en el Perú
Portada: Plaza Mayor de Lima, Siglo XIX. En Juan Bromley: Las viejas calles de Lima.
Edición virtual.
Prohibida la reproducción parcial o total de este libro, sin el permiso expreso de los
autores.
Esta versión digital de abril 2010 en PDF, totalmente gratuita, está autorizada por
los autores para ser distribuida y utilizarse sin fines comerciales, únicamente para
intereses académicos. Les aclaramos que la versión impresa contiene en total 179
páginas que no coincide con esta versión digital que tiene sólo 155 páginas. Sin
embargo, ambas ediciones contienen todos los artículos.
3
Para todos aquellos que todavía creemos
que la historia es una ciencia que puede
ayudarnos a comprender nuestra propia
realidad con el objetivo de transformarla.
4
CONTENIDO
Presentación
La necesaria memoria de la prensa
Dr. Juan Gargurevich Regal
7
Introducción
La Colección Historia de la Prensa Peruana
Daniel Morán, María Isabel Aguirre y Frank Huamaní
9
5
Estado, empresarios y trabajadores.
Ley de relaciones colectivas de trabajo a través de la prensa de Lima en
1992.
María Isabel Aguirre
118
6
PRESENTACIÓN
Juan Gargurevich
Lima, UNMSM, junio del 2008.
8
INTRODUCCIÓN
9
páginas empolvadas y amarillentas de los periódicos y revistas que se
difundieron en nuestra capital.
El libro empieza con el estudio de Daniel Morán y María Aguirre sobre
la importancia de la prensa y el discurso político para la elaboración de la
historia. Los autores proponen en el artículo un marco teórico y metodológico
inicial para trabajar la fuente periodística, además de señalar diversos temas
que podrían ser analizados a través de la prensa.
En el siguiente capítulo el historiador Daniel Morán reflexiona sobre el
poder de la prensa, su difusión y la lectura que se realizó de ella en los años
de las Cortes de Cádiz. Los diversos canales de difusión y comunicación de
la información periodística son analizados en su complejidad para determinar
su alcance, influencia y el público lector que tuvo.
Por su parte, Jaime Pulgar Vidal en su trabajo, Discriminación en
blanco y negro, desarrolla los hechos conflictivos y contradictorios que
sucedieron en el primer partido jugado entre la Federación Universitaria y
Alianza Lima, el 23 de septiembre de 1928 en pleno régimen de Leguía. El
texto del autor demuestra que el discurso de la prensa escrita es
fundamental para entender las diversas opiniones de los actores sociales de
aquel enfrentamiento futbolístico, que esconden determinados intereses
políticos con un alto grado de exclusión social.
Por otro lado, el artículo de Christian Carrasco Celis nos abre un
panorama novedoso y poco estudiado en la historia del siglo XX peruano, la
relación existente entre la prensa, el poder político y las elecciones en
nuestro país. La coyuntura histórica analizada por el autor que se inicia con
el asesinato del presidente Sánchez Cerro, la inestabilidad política que sigue
a dicho suceso y las diferentes pugnas de los partidos políticos por acceder
al poder del Estado, confirman la tesis de Carrasco de la importancia de la
prensa y su discurso para aprehender la realidad política peruana de
aquellos años.
Frank Huamaní Paliza prosigue con sus estudios culturales del Perú
republicano de la segunda mitad del siglo XX. En esta ocasión el autor
rescata la importancia de los fanzines subterráneos para el conocimiento de
la sociedad limeña en 1985. Lo interesante del estudio es que Huamaní
complementa el análisis de los fanzines con revistas, periódicos y entrevistas
a los propios actores sociales de aquel tiempo. Surge así una nueva forma
de hacer historia cultural en el Perú que sería provechoso proseguir.
La historiadora María Aguirre reflexiona la relación existente entre el
Estado, los empresarios y los trabajadores en Lima durante el régimen de
Alberto Fujimori. En forma clara la autora explica como el Estado Fujimorista
fue restándoles derechos a los trabajadores y entregando, por su parte,
muchas libertades a los empresarios. Las páginas de la prensa de Lima
muestran en ese sentido todo un discurso en relación a dichos
acontecimientos.
10
José Salas en la sección final del libro nos entrega el catálogo de los
periódicos limeños existentes en la Biblioteca Nacional del Perú de los siglos
XVIII y XIX (segundo ejemplar). Con aquel esfuerzo Salas intenta que el
público interesado en el estudio de la prensa peruana posea un exhaustivo
material de consulta para la realización de sus investigaciones.
Finalmente, los editores de Lima a través de la prensa, queremos dejar
sentada nuestra idea del necesario manejo de los periódicos, revistas,
folletos y todo tipo de prensa escrita para el análisis de la historia peruana.
Nuestro objetivo es ofrecer a todos ustedes investigaciones que reflejen una
parte de la realidad peruana poco conocida que, sin embargo, resulte
provechoso y gratificante.
Por ello, la Colección Historia de la Prensa Peruana comunica su
intención de realizar hasta tres proyectos este año. En primer lugar, estamos
elaborando el tercer volumen de la colección con el título: La historia de la
prensa regional en el Perú, que contará con artículos de los editores y una
serie de especialistas en la materia. En segundo lugar, venimos terminando
el proyecto del Primer Congreso de Historia de la Prensa Peruana que
inicialmente está programado en realizarse a fines del mes de noviembre del
2008. Y, en tercer lugar, la publicación, en coedición con alguna editorial
interesada en estos proyectos, de la Tesis de Licenciatura de Daniel Morán
sobre la prensa limeña durante las Cortes de Cádiz.
Queremos agradecer al doctor Juan Gargurevich por la presentación
de este segundo volumen de la colección, a los historiadores, maestros y
amigos Waldemar Espinoza, Heraclio Bonilla y Carlos Lazo. El apoyo de
Claudia Rosas, Luis Miguel Glave, Carmen Villanueva, Francisco Quiroz,
Cristóbal Aljovín, James Matos, Jorge Moreno, Rubén Pachari, Melecio
Tineo, Juan Carlos Murrugarra, Eric Zolov, Maritza Urteaga, Ruth Borja,
Carlota Casalino, Laura Gutiérrez, Javier Pérez Valdivia, Luis Miguel
Cangalaya, a los investigadores que publican en este volumen y a todos los
integrantes del Taller de Estudios Históricos - Filosóficos.
11
LA PRENSA Y EL DISCURSO POLÍTICO COMO FUENTE PARA LA
HISTORIA: PLANTEAMIENTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS.1
INTRODUCCIÓN
Las sociedades humanas en el proceso de su desarrollo histórico han
plasmado todas sus manifestaciones y también sus ideas fundamentales de
sí mismas en algún tipo de evidencia material o de soporte oral. Dichos
testimonios nos permiten apreciar la forma de vida de aquella sociedad, las
relaciones de poder, los discursos y conflictos, por el cual pasan los hombres
en sus relaciones sociales que establecen entre sí. Estas evidencias
denominadas fuentes pueden ser de diferentes tipos y clases de acuerdo al
grado de desarrollo y las costumbres de las sociedades que expresan sus
ideas y su forma de vida. Es así, que su utilización requiere de distintas
técnicas y procedimientos que se encontrarán en estrecha relación al tema y
problema de investigación a la cual nos dediquemos.
En ese sentido, en esta oportunidad, nuestras indagaciones nos
obligan el necesario desarrollo de la forma cómo podemos manejar un
determinado tipo de fuente para la historia. Particularmente, nos interesa
ofrecer un modelo inicial para el análisis de la prensa escrita. No obstante,
sabemos que estamos planteando la reflexión de una de las fuentes para la
reconstrucción de la historia tal vez tradicional (pues casi la mayor parte de
historiadores lo han utilizado en alguna ocasión), pero que no ha sido
analizada a profundidad ni valorada realmente.
Por ello, creemos en la importancia de la prensa como fuente esencial
para reconstruir la historia de cualquier sociedad humana en un determinado
tiempo y espacio. Así, consideramos que los periódicos representan una
evidencia base de la vida inmediata de los hombres. Un medio a través del
cual se informa del acontecer diario y de los acontecimientos más resaltantes
1
Este trabajo fue expuesto en el XI Simposio Internacional de Estudiantes de Historia,
desarrollado en la Universidad de San Agustín de Arequipa en septiembre del 2006 y en
el XVII Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia realizado por la Pontificia
Universidad Católica del Perú en noviembre del 2007. Asimismo, debemos agradecer los
comentarios y sugerencias de los historiadores Waldemar Espinoza Soriano, Heraclio
Bonilla, Claudia Rosas Lauro, Luis Miguel Glave, Juan Gargurevich y Francisco Quiroz.
12
que se desarrollan a nuestro alrededor. Es decir, es una especie de
sociología de la realidad social.
Al respecto y rescatando la importancia de la utilización de nuevas
fuentes, el historiador francés Lucien Febvre afirmó:
“Hay que utilizar los textos, sin duda. Pero todos los textos. Y no
solamente los documentos de archivo [...] También un poema, un
cuadro, un drama son para nosotros documentos, testimonios de una
historia viva y humana, saturados de pensamiento y de acción en
potencia [...] Porque la historia se edifica, sin exclusión, con todo lo que
el ingenio de los hombres puedan inventar y combinar para suplir el
silencio de los textos, los estragos del olvido.” 2
2
Lucien Febvre. Combates por la historia. Barcelona: Editorial Planeta – De Agostini S.A.,
1986, pp. 29-30.
3
Juan José Pacheco Ibarra. Libertad de imprenta y prensa en Lima, 1884 – 1904. Tesis
(Lic. Historia). Lima: UNMSM, 2006.
4
Daniel Morán. Reformistas, fidelistas y contrarrevolucionarios. Prensa, poder y discurso
político en Lima durante las Cortes de Cádiz, 1810 – 1814. Tesis (Lic. Historia). Lima:
UNMSM, 2008
13
Gargurevich Regal y Claudia Rosas Lauro5, sino, además, existen trabajos
concretos y prometedores como el de Pacheco, Morán y el fuerte estímulo
de futuras investigaciones que se encuentran en proceso y algunas por
concluir de los nuevos historiadores de San Marcos.
Así, en el camino de estas nuevas investigaciones, presentamos a
continuación un esquema tentativo del marco teórico y metodológico que se
podría utilizar para el tratamiento de la prensa escrita. Igualmente,
realizamos un alcance historiográfico de algunos textos que indagan sobre
dicho aspecto de la prensa. Además, en la parte final del trabajo, explicamos
breves ideas de nuestras propias tesis en elaboración, y lanzamos algunos
posibles temas de indagación histórica en el cuál los periódicos son
esenciales e importantes.
5
Sobre el particular véase Claudia Rosas Lauro. Educando al bello sexo: La imagen de la
mujer en la prensa ilustrada peruana (1790 - 1795). Tesis (Mg. Historia). Lima: PUCP,
2007.
6
Jorge Basadre. Introducción a las bases documentales para la historia de la república
del Perú con algunas reflexiones. Lima: Ediciones P.L.V., tomo I, 1971.
7
Raúl Porras Barrenechea. El periodismo en el Perú. Lima: Ediciones del
sesquicentenario de la independencia del Perú, 1970.
8
Raúl Porras Barrenechea. Ideólogos de la emancipación. Lima: Editorial Milla Batres,
1974.
14
Por su parte, Juan Gargurevich Regal, investigador cuyo campo de
acción está fuertemente vinculado a la historia del periodismo peruano, nos
ha brindado, en sus diferentes libros, visiones generales de la prensa escrita
en el Perú.9 Incluso, recientemente, ha publicado un texto en donde realiza
un análisis detallado de uno de los periódicos claves en la segunda mitad del
siglo XX en nuestro país como fue Ultima Hora.10 Pero, en todo lo que hemos
podido observar en sus textos, no expone abiertamente un marco teórico y
metodológico base para el análisis de este tipo de fuente escrita (aunque en
algunos de sus trabajos deja ver algunos apuntes de referencia).
En forma contraria y llenando el vacío dejado por todos los
investigadores anteriores, Luis Miguel Glave, si ha insistido en la
importancia y el manejo adecuado de este tipo de fuente. El primer capítulo
de su libro, sobre la prensa regional en el Cuzco, nos presenta una
explicación de los periódicos y su lectura.11 El autor rescata esta forma
distinta de trabajar la historia de las sociedades. Los aspectos sociales,
culturales y políticos marcan la línea directriz de sus indagaciones. En ese
sentido, los periódicos ofrecen un manantial de informaciones
contemporáneas al hecho mismo que se describe y expresan una
determinada opinión sobre lo que se informa. Los periódicos vienen a
convertirse entonces en una especie de tribuna política en donde la clase o
grupo político que tiene el poder de la comunicación, por lo tanto de la
prensa escrita, expresan sus ideas fundamentales.
Otros investigadores como Pablo Macera, Ascensión Martínez Riaza,
Víctor Peralta Ruiz, Claudia Rosas Lauro, Carmen Mc Evoy Carreras,
también, en sus respectivos trabajos, han ofrecido algunos alcances en torno
al análisis de la prensa escrita como fuente para la historia. Por ejemplo,
Carmen Mc Evoy en un sucinto artículo reflexiona en torno a la prensa
republicana y el cambio social en Lima por aquellos años de transición de la
colonia a la republica.12 A pesar de las limitaciones y los errores que pueda
tener su investigación, rescato personalmente su idea relacionada al análisis
del lenguaje y su variación en la historia para entender el cambio social en un
determinado espacio. Por aquel motivo, Mc Evoy pone en evidencia que “la
historia del pensamiento político es la historia del idioma o de los idiomas
9
Juan Gargurevich Regal. Historia de la prensa peruana (1594-1990).Lima: La Voz
Ediciones, 1991; del mismo autor véase: Prensa, radio y TV. Historia crítica. Lima:
Editorial Horizonte, 1987; Mito y verdad de los diarios de Lima. Lima: Labor, 1972.
10
Juan Gargurevich Regal. Última Hora. La fundación de un diario popular. Lima:
Ediciones La Voz, 2005.
11
Luis Miguel Glave. La república instalada: formación nacional y prensa en el Cuzco,
1825-1839. Lima: IEP-IFEA, 2004.
12
Carmen Mc. Evoy. “Seríamos excelentes vasallos, y nunca ciudadanos: Prensa
republicana y cambio social en Lima (1791-1822).” Sobre el Perú. Homenaje a José A. de
la Puente Candamo. Lima: PUCP, tomo II, 2002, pp. 825-862.
15
políticos desarrollados a través del tiempo.” 13 Entonces, es explícito que en
la prensa escrita se va a materializar un discurso que utiliza un determinado
lenguaje, cuyo análisis es necesario para entender la historia política, sus
variaciones y cambios, en cualquier sociedad. De ahí, que la propuesta de la
autora es novedosa y a la vez provocadora.
Por su parte, Ascensión Martínez Riaza ahonda más en la relación de
los periodistas y los periódicos junto al poder estatal. Por ello, rastrea las
biografías de los principales redactores e intelectuales que expresaban sus
ideas y argumentos en las páginas de la prensa escrita, para entender,
precisamente, su discurso y los intereses por el cual escriben.14
Víctor Peralta Ruiz aborda la problemática a partir de las relaciones
políticas y culturales en que se encuentran las diferentes sociedades. Para él
son los espacios públicos los motores y la razón de ser de los discursos
contenidos en la prensa escrita. Pues es allí donde se difunde y se pone en
público las ideas antes privadas. Es un medio efectivo de socialización entre
los seres humanos. Dichos espacios como los cafés, las librerías, la
existencia de bibliotecas particulares, el teatro, las plazas, los parques, el
mercado y las chicherías, ayudan a formar una opinión pública que se puede
encontrar, muchas veces, fuera del control del gobierno. De ahí que su
análisis sea esencial para la comprensión del comportamiento de los actores
sociales de toda la sociedad.15
Últimamente, la historiadora peruana Claudia Rosas Lauro, también
viene reflexionando sobre la temática. Ella a través de sus investigaciones
señala la existencia de un periodismo moderno y, al igual que Peralta Ruiz, la
existencia de espacios públicos de socialización, en donde el contenido de la
prensa era difundido a una cantidad mayor de personas. En sus propias
palabras, el periódico se transforma en un soporte de memoria.16 Asimismo,
concuerda con Glave al señalar que el periódico puede ser analizado ahora
como objeto de estudio y verdaderos actores de la historia. No obstante, en
nuestra opinión personal, discrepamos con la autora cuando señala que las
clases bajas (para el caso del Cuzco) se apropian del discurso ilustrado, es
decir, de la cultura que supuestamente era patrimonio sólo de la elite. Así, en
su apreciación, la gente común tuvo una activa participación en la difusión
13
Ibid. p. 825.
14
Ascensión Martínez Riaza. La prensa doctrinal en la independencia de Perú, 1811-
1824. Madrid: Ediciones Cultura Hispánica-Instituto de Cooperación Iberoamericana,
1985.
15
Víctor Peralta Ruiz. En defensa de la autoridad. Política y cultura bajo el gobierno del
virrey Abascal. Perú, 1806-1816. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas-
Instituto de Historia, 2002.
16
Claudia Rosas Lauro. “La reinvención de la memoria. Los Incas en los periódicos de
Lima y Cusco de la colonia a la república.” Luis Millones (editor). Ensayos de Historia
Andina. Lima: Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM, 2005,
pp. 119-152.
16
del contenido de los periódicos de la época, y más aún, utilizan ese discurso
como medio de representación para expresar sus demandas sociales.
Aquella afirmación puede ser correcta, pero está todavía por probarse.17 Es
distinta en cambio la situación para el periodismo de fines del XIX y
comienzos del siglo XX en el Perú. Porque son años en los cuales aparece
la prensa obrera (que pertenece al pueblo) y que populariza un discurso
totalmente distinto al oficial.18
En el caso de Pablo Macera es interesante el alcance que hace sobre
el problema fundamental en el análisis de la prensa escrita. Para él dicho
obstáculo radicaba en que todavía no se podía averiguar y resolver la
procedencia de los capitales de operación de los periódicos, sus costos,
ganancias y sus beneficios si los hubo. Porque “de saberlo sería posible
detectar algunas vinculaciones entre las posturas ideológicas de cada
periódico y determinados grupos locales de presión.”19 Además, para Macera
los periódicos pueden ayudar a crear una conciencia nacional entre los
habitantes de una determinada sociedad.20
Con algunas consideraciones semejantes Gabriela Machuca, en su
investigación sobre la prensa popular en los inicios del siglo XX, ahonda en
las definiciones de aquella forma de periodismo de los sectores obreros.
Consideramos que esta investigación se acerca más al análisis teórico y
metodológico en la medida que aborda (a diferencia de otros textos) a la
prensa obrera en toda su magnitud. Es, realmente, el trabajo de Machuca un
intento por comprender un campo hasta ahora poco estudiado a profundidad
por la historiografía peruana y extranjera. Además, es interesante el
desarrollo que realiza sobre las conceptualizaciones del periodismo obrero, a
partir del cual establece una clasificación de acuerdo a la tendencia que
identifica en los escritos aparecidos en sus páginas. Para ello, recurre al
17
Algunas ideas interesantes de la autora lo encontramos en su último libro Del trono a la
guillotina: El impacto de la revolución francesa en el Perú (1789-1808). Lima: PUCP-IFEA-
Embajada de Francia, 2006; y, también, en su artículo: “El miedo a la revolución. Rumores
y temores desatados por la Revolución Francesa en el Perú, 1790-1800.” Claudia Rosas
Lauro (Editora). El miedo en el Perú. Siglo XVI al XX. Lima: Fondo Editorial PUCP, 2005,
pp. 139-166.
18
Véase sobre este tema el texto de Gabriela Machuca. La tinta, el pensamiento y las
manos. La prensa popular anarquista, anarcosindicalista y obrera-sindical en Lima 1900-
1930. Lima: Fondo Editorial de la Universidad de San Martín de Porras, 2006. Y la
reciente compilación de documentos realizado por César Lévano La Rosa y Luis Tejada
Ripalda. La utopía libertaria en el Perú. Manuel y Delfín Lévano. Obra completa. Lima:
Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2006.
19
Pablo Macera. “El periodismo en la independencia.” Trabajos de Historia. Lima: Instituto
Nacional de Cultura, 1977, tomo II, pp. 335-336. Publicado originalmente en El Peruano
de julio de 1971.
20
Pablo Macera. Tres etapas en el desarrollo de la conciencia nacional. Lima: Ediciones
Fanal, 1956.
17
análisis de contenido, pues a través de él intenta lograr enlazar el periódico
a su contexto social. Lamentablemente, Machuca no logra aquel objetivo por
completo. Lo que sí creo que debe destacarse de su estudio es el espacio
que dedica a cada uno de los periódicos objeto de su análisis. No obstante,
aquella labor es, realmente, por ahora, un gran aporte historiográfico.21
Finalmente, como hemos podido apreciar, a través de este breve
balance bibliográfico, es mínima la reflexión teórica y metodológica de la
prensa escrita como fuente para la historia en el Perú.22 Entonces, ante
aquella insuficiencia hemos tenido que recurrir al texto de Camilo Taufic,
Periodismo y lucha de clases, para poder diseñar y orientarnos en el manejo
adecuado de este tipo de fuente. La investigación de Taufic expone la base
teórica para el análisis de la prensa escrita.23 La relación entre el poder
político, el discurso, la prensa y los intereses de las diversas clases sociales,
que se encuentran inmersas en el desarrollo histórico de una determinada
sociedad, son claves para entender los diversos comportamientos de las
personas. El autor expone en su texto que el periodista es el agente difusor
de ideas y argumentos que expresan los intereses de una clase social
dominante, es el agente de enlace entre la vida social y los intereses puestos
en juego de los que producen y difunden el discurso en los periódicos. Más
adelante se ahondará al respecto. Solo deseamos indicar que no existe para
el caso peruano una explicación clara del manejo adecuado de los órganos
periodístico de prensa.24 Por ello, lo que viene a continuación, es sólo un
esbozo referencial de análisis de este tipo de fuente. Las limitaciones, así
como las ventajas de nuestro modelo de reflexión tienen que ser entendidas
como el resultado de un proceso de aprendizaje y desarrollo que se
encuentra en constante modificación y mejoramiento.
21
Gabriela Machuca. La tinta, el pensamiento y las manos…
22
Pueden consultar también para dicho tema los trabajos de Luis Facundo Antón.
Periodismo y proceso político en Lambayeque, 1846-1980. Tesis (Mg.). Lambayeque:
Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, 1996; James Matos Tuesta. Apuntes para una
historia de la prensa en Pucallpa, 1945-1980. Lima: Fondo Editorial de la Facultad de
Ciencias Sociales de la UNMSM, 2005; y en un plano continental véase el texto de Jesús
Timoteo Álvarez y Ascensión Martínez Riaza. Historia de la prensa Hispanoamérica.
Madrid: Editorial Mapfre, S.A., 1992.
23
Camilo Taufic. Periodismo y lucha de clases. Lima: Editorial Causachun, 1983.
24
Incluso hace un par de meses Alberto Varillas Montenegro publicó el libro El periodismo
en la historia del Perú. Desde sus orígenes hasta 1850. Lima: Fondo Editorial de la
Universidad de San Martín de Porres, 2008, en donde no muestra una marco teórico ni
una metodología para el análisis de la prensa.
18
reconstrucción de la historia. Procederemos a nuestra explicación en el
siguiente orden:
19
exterminador de los dominantes. Casi siempre son silenciados, censurados y
eliminados de la escena pública nacional. Esto sucede por su insistencia en
presentar una imagen distinta de la realidad social del que nos ofrecen los
medios oficiales o aliados al Estado.
26
Carlos Marx y Federico Engels. La ideología alemana. Montevideo: Ediciones Pueblos
Unidos, 1971, pp. 51.
21
periodistas no tienen otra posibilidad que tomar partido [...] los
periodistas no son ni pueden ser neutrales.” 27
27
Camilo Taufic. Periodismo y lucha de clases..., pp. 173-174.
22
integrantes. Por lo tanto, cualquier estudio que utilice a la prensa escrita
como fuente principal tiene que indagar por los dueños y propietarios de los
periódicos, la relación de estos con los periodistas y el poder político así
como del discurso que se materializa en el papel impreso.
28
Jacques Kayser. El periódico. Estudios de morfología, de metodología y de prensa
comparada. Quito – Ecuador: Ciespal, 1964, pp. 8-9.
23
opiniones e ideas del discurso de los periódicos en la elite y en las mismas
clases populares merecen un cuidado especial, pues nos pueden ayudar en
la comprensión de las relaciones entre la sociedad en que se difunde la
información y los generadores de aquellos argumentos pasmados en la
prensa.
29
Jorge Basadre. Introducción a las bases documentales..., tomo I, p. 11.
30
Raúl Porras Barrenechea. El periodismo en el Perú..., pp. 72-73.
24
grupo social. Como ellos mismos se representan y se ven en el desarrollo del
proceso histórico del cual son parte. Claro que esas ideas e imágenes para
que sean las más objetivas posibles, tienen que ser contrastadas con otros
periódicos y con otras fuentes que contrapesen las informaciones y opiniones
dadas. Además, se tiene que tener siempre presente que toda creación
discursiva e ideológica responde a la estructura económica y material de una
determinada sociedad. Refleja los intereses reales - que son a veces ocultos
en el discurso -, de los grupos de poder inmersos en la lucha social. Por
aquel motivo, los periódicos representan no solo un negocio empresarial,
sino netamente una tribuna política de poder.
Con estas opiniones previas, pasemos a enumerar algunos posibles
temas de investigación a través de la prensa escrita en el Perú:
25
de poder en el Perú que luchaban por reconquistar el dominio del
gobierno.
• La prensa de elite y la prensa popular en Lima durante la república
aristocrática. Tema realmente importante para entender la
confrontación ideológica que existió en Lima entre la elite limeña dueña
del poder político y económico, y los sectores populares
(especialmente los obreros).
31
El estudio de la región permitiría el mejor y mayor conocimiento de la historia local por
parte de los estudiantes del lugar. Así, no se les impondría una historia nacional en donde
no se incluya la historia de su ciudad o región.
26
vista, una de las nuevas claves para reconstruir la verdadera historia
nacional del país.
Entonces, en esta parte de nuestras reflexiones ¿Qué temas podemos
abordar a partir de la prensa escrita? La respuesta es ilimitada. Los
periódicos ofrecen información de gran parte de la realidad inmediata. La
reconstrucción de la historia, a través de la prensa, es como una sociología
de determinado período histórico. De ahí que su utilidad sea muy importante
para toda investigación.
Así, lo que todo investigador debe buscar como resultado final es la
historia de la propia prensa escrita, así como la historia de la región a través
de aquella fuente.
En forma particular, un tema interesante a trabajar es el relativo a la
invención de la Nación en el Perú. La historia regional es un marco
metodológico importante para ese fin. Averiguar, comprender y explicar el
imaginario y la formación nacional en cada región y luego relacionarlo de
manera general a todo el país, nos ayudaría al esclarecimiento de la realidad
peruana. Posteriormente, un análisis comparativo con otras regiones y
países hispanoamericanos brindaría luces en la oscuridad de la historia de
aquellas naciones.
Por otro lado, el siglo XIX ofrece épocas coyunturales fundamentales
para el estudio de nuestra historia. Períodos históricos de ruptura y cambios
aparentes, permanencias en las ideas y en el imaginario colectivo.
Por ejemplo, la guerra de Chile contra el Perú y Bolivia, es un
acontecimiento esencial que marcó un quiebre en la historia de los países
involucrados. Para el Perú fue la agonía de una etapa anterior y el inicio de
un tiempo distinto aunque incierto. Representa un período fructífero para
realizar una radiografía de la sociedad peruana y observar sus
contradicciones y problemáticas.32 Así, consideramos que la prensa jugó un
papel central en aquel tiempo de inestabilidad y crisis generalizada.
En años recientes, el estudio de la violencia política en el Perú ha
fascinado a gran cantidad de investigadores tanto nacionales como
extranjeros. Ayacucho, zona en donde se dejó sentir con mayor intensidad el
problema, ha sido la base de estas indagaciones. En un gran esfuerzo de
trabajo colectivo la Comisión de la Verdad elaboró un estudio de síntesis y
conclusiones sobre las dos décadas de violencia en el país. Además, un gran
archivo documental y audiovisual fue el resultado de aquella empresa.33
En este artículo, creemos necesario que para la mejor comprensión de
la violencia política, es imprescindible, también, la consulta de los periódicos
32
Jorge Basadre afirmó que los grandes problemas del Perú se sintetizarían en la
existencia de un Estado empírico y un gran abismo social.
33
Aquel archivo ofrecerá a los futuros investigadores sobre el tema nuevos enfoques y
planteamientos, así como una visión distinta del problema.
27
de la época. Ayacucho puede ser la región inicial de las indagaciones y así
ofrecer una imagen diferente de la historia regional en aquel lapso de tiempo.
Finalmente, los temas y aspectos de la realidad que se busque conocer, a
través de la prensa, dependerá de la necesidad que tenga cada región.
Olvidémonos de imponer a partir de los problemas limeños las directrices de
las investigaciones en las regiones. Hagamos una historia más completa que
incluya a todos los actores históricos, a cada uno de los pueblos olvidados
del país. Realicemos, en definitiva, “la historia del otro Perú, más pobre, más
marginado, más informal y acaso más lejano.” 34 Construyamos de una vez
nuestra historia real, la identidad nacional del Perú.
CONCLUSIONES
• La prensa escrita representa una fuente histórica fundamental para el
estudio de la historia peruana. En aquel sentido, consideramos a los
periódicos como un instrumento para informar, así como para formar
opinión según intereses determinados.
• Así, que para su estudio y sistematización, sería oportuno seguir los
pasos establecidos en el aspecto teórico y metodológico de esta
investigación.
• El campo de la realidad en el cual es útil el análisis de la prensa es
bastante amplio. Así se expresó en el trabajo sobre el análisis de los
periódicos durante la independencia, la era del Guano, la guerra con
Chile y de la historia de los conflictos sociales presentes en la prensa
de elite y obrera de comienzos del siglo XX. Además, se dejó abierta la
posibilidad de las investigaciones desde las regiones del Perú y a
través de la prensa escrita.
• En pocas palabras, los periódicos, las revistas y otras hojas impresas,
es decir, la prensa escrita, se convierte en un manantial de primera
mano para el estudio de las historias nacionales y regionales. La
imagen que podamos obtener de las páginas de aquellos impresos
serían, realmente, interesante y novedosas.
34
Wilson Jaime Barreto. El periodismo en Trujillo. Perú: Colegio de Periodistas del Perú,
1989, p. 9.
28
PRENSA, DIFUSIÓN Y LECTURA EN LIMA
DURANTE LAS CORTES DE CÁDIZ, 1810-1814. 35
Daniel Morán
INTRODUCCIÓN
La reflexión histórica dedicada al desarrollo y comprensión de la difusión y la
lectura de las fuentes impresas en el Perú colonial es un tema bastante
novedoso y poco estudiado. Más aún las pruebas documentales que
sustenten dicha propagación de las ideas y argumentos impresos en los
periódicos, folletos, sermones, pasquines, etc., son bastantes débiles y
escasas.
Recordemos, que durante el período colonial en el Perú, la información
se propagaba a través de la comunicación oral, en las conversaciones
llevadas a cabo en los espacios públicos de sociabilización. Pues, la
sociedad virreinal era eminentemente analfabeta. Solo una minoría podía
acceder a la educación y lograr así una formación superior. La gran mayoría
se tenía que conformar con una instrucción manual y práctica que le permita
solamente subsistir en el desarrollo de su vida. De ahí, se entiende la
dificultad de encontrar fuentes impresas o manuscritos que reflejen las
preocupaciones y los intereses de las clases populares en el Perú colonial.
Es decir, es realmente complejo poder escuchar la voz de los vencidos, del
pueblo que, en definitiva, sustenta todo el aparato y el sistema de gobierno.
35
Algunos avances de este trabajo fueron expuestos en el I Encuentro de Historia
Regional “Alberto Flores Galindo” de Estudiantes de Historia de la Universidad Nacional
de San Cristóbal de Huamanga en Ayacucho en julio del 2007; y en el XII Simposio
Internacional de Estudiantes de Historia, desarrollado en Santa Cruz de la Sierra en
Bolivia en el mes agosto del mismo año. Igualmente, esta investigación es un capítulo
revisado y aumentado de la segunda parte de nuestra Tesis de Licenciatura. Un
agradecimiento especial a los historiadores Heraclio Bonilla, Waldemar Espinoza, Luis
Miguel Glave y a las historiadoras Carmen Villanueva y Claudia Rosas Lauro por las
sugerencias y comentarios al manuscrito original de este trabajo. Merecen asimismo las
muestras de mi total gratitud mis contemporáneos y sinceros amigos historiadores de la
Universidad de San Marcos Frank Huamaní, Jorge Mendoza y la entusiasta, simpática e
inteligente compañera de oficio y de vida María Aguirre. A todos ellos les deseo muchos
éxitos y triunfos.
29
Por ello, creemos necesario la indagación de las opiniones y el
discurso que se crean por la parte de la elite y también la imagen que estos
construyen de los sectores sociales menos favorecidos de la sociedad.
Aquellos seres humanos que, al fin y al cabo, viven, sienten y realizan
acciones determinadas para sobrellevar los momentos de su existencia.
En ese sentido, la investigación que presentamos a continuación es un
primer intento de indagar la difusión y la lectura del discurso periodístico en
la ciudad de Lima colonial durante la época de las Cortes de Cádiz. Nos
interesa averiguar el papel de la prensa escrita en aquellos momentos de
crisis política. Como la misma distribuye su discurso a los diversos grupos
sociales de aquellos años. Comprender como la elite y las clases populares
de Lima, en una relación continua, se sumergen en la recepción de la
información impresa. Y mucho más interesante aún averiguar cómo ese
discurso y a través de qué medios logra llegar a la mayor cantidad posible de
personas.
Entonces, la difusión de los periódicos denominados
constitucionalistas, pues apoyan las disposiciones de las Cortes de Cádiz y
las reformas establecidas en la Constitución de 1812, lo vamos a poder
apreciar en las mismas páginas de aquellos impresos. Servirá de gran
ayuda, en la medida de nuestras posibilidades, la indagación del número de
ejemplares de cada uno de los periódicos limeños. Además, estableceremos
algunos indicios preliminares de la vinculación existente entre los periódicos
y los sermones que circularon en aquellos años en Lima.
Vinculado a ese objetivo, dejaremos sentado el argumento de la
difusión y lectura de estas hojas periodísticas a través de otros medios de
difusión pública como los sermones, la lectura en voz alta, la conversación
familiar, la propagación de pasquines, etc. El discurso político plasmado en
los periódicos limeños de esta etapa de la historia peruana evidencia las
ideas políticas dominantes de la clase gobernante colonial. Asimismo,
muestran la lectura y el interés de una parte de las clases populares por la
difusión de las máximas liberales del momento. No obstante, aclaremos que
no existió, o no lo podemos probar aún, una propagación extensiva del
discurso de los periódicos limeños a todos los grupos sociales de la sociedad
colonial peruana. Pero, la determinación de ciertos indicios o huellas
indicadas y trabajadas en esta investigación muestran la existencia de esa
práctica de circulación de la información en la ciudad de Lima colonial.
Empezamos nuestro estudio con la presentación de las características
de la prensa constitucionalista. Señalaremos en forma particular las ideas
centrales de cada uno de los periódicos limeños. En un segundo momento,
que representa el corazón de la investigación, describiremos y explicaremos
nuestras hipótesis de trabajo sobre la difusión y lectura de la prensa
constitucionalista limeña. A través del análisis de estos mismos impresos
más otros documentos y manuscritos ahondaremos en el estudio de la
30
circulación de la información periodística. Terminamos nuestras indagaciones
con las conclusiones respectivas.
36
“El D. López Aldana á la Excma. Junta de Buenos Aires en septiembre 13 de 1811.” El
Doctor D. Fernando López Aldana Ante la Historia. Lima: Imprenta de El Comercio, 1869,
documento N° 15, pp. 34 - 35.
37
Véase El Satélite del Peruano. Lima. 1812.
38
Memoria de Gobierno de José Fernando de Abascal y Sousa. Sevilla, tomo I, 1944, p.
435.
39
El Satélite del Peruano. Lima. Introducción. Febrero de 1812, p. IX.
31
cambios revolucionarios ni la independencia.40 Por las opiniones difundidas,
estos tres periódicos que circularon antes de la vigencia de la Constitución
de 1812, serán atacados y censurados por el régimen colonial. Reciben, en
nuestra percepción, el nombre de periódicos radicales mas no
independentistas.
En forma contraria, Abascal propiciaría la difusión de los periódicos que
hemos denominado de la concordia. Así, el propio virrey en sus memorias,
afirmó que fue necesario promover que “en otro papel intitulado Verdadero
Peruano [se] continuase la ilustración publica, la propagación de las maximas
más importantes á la sana moral, conformes al espiritu del Gobierno y del
Evangelio.” 41 Así, El Verdadero Peruano (1812 - 1813), fue el vocero directo
pero encubierto de Abascal. La réplica perfecta a El Peruano y a El Satélite
del Peruano, que en esos momentos había cuestionado el accionar del
virrey. A El Verdadero Peruano le seguirían otros periódicos más. Entre uno
de los más destacados tenemos a El Investigador (1813 - 1814). En sus
páginas se percibe la vida cotidiana de la ciudad limeña en los tiempos
finales de la época colonial. Es, en apreciación de Ella Dunbar Temple y Raúl
Porras Barrenechea, el periódico que da origen al periodismo local en el
Perú. Además, destacó por su constante preocupación por: “La educación
popular, la depuración administrativa y religiosa.” 42
Entonces, en sus páginas observamos como características más
evidentes: “su localismo y su anticlericalismo.” 43 De igual manera,
encontramos un discurso de crítica social a los principales problemas locales
de Lima. En pocas palabras, se convertiría El Investigador en el principal
medio de prensa de carácter social en aquella época de crisis política.44
Otros papeles impresos que circularán por la capital serán El Argos
Constitucional (1813), el cual defenderá y difundirá, incondicionalmente, el
contenido de la Constitución liberal de 1812. Buscará poner en práctica las
disposiciones de aquella carta magna. Por su parte, El Anti-Argos (1813), es
una réplica de El Argos en forma de diálogo. Expresará sus opiniones
defendiendo la libertad de imprenta y la soberanía nacional. Asimismo, El
Peruano Liberal (1813) y El Semanario (1814), a excepción de El Cometa
(1812 - 1813), defenderán fanáticamente el constitucionalismo y la
40
Daniel Morán. “Un periódico radical mas no revolucionario: El Satélite del Peruano,
1812.” Praxis en la Historia. Lima, N° 3, 2004.
41
Memoria de Gobierno de José Fernando de Abascal y Sousa. Sevilla, tomo I, 1944, p.
436.
42
Ella Dunbar Temple. “El Investigador, periódico de 1813 a 1814.” El periodismo en la
época de la emancipación americana. Lima: Instituto Sanmartiniano del Perú, 1936, p. 6.
43
Ibíd. p. 26. Véase además Raúl Porras Barrenechea. Ideólogos de la emancipación.
Lima: Editorial Milla Batres, 1974.
44
Daniel Morán. Sociedad colonial y vida cotidiana en Lima a través de las páginas de El
Investigador [del Perú], 1813 – 1814. Lima: Colección Historia de la Prensa Peruana. N°
1, octubre del 2007 [con la colaboración de María Aguirre].
32
integración de la monarquía española. Cumplen obedientemente las
disposiciones y los deseos del virrey y el gobierno colonial. Manipulan las
informaciones peligrosas, según ellos, para el mantenimiento del orden
establecido, creando así “una realidad artificiosamente tranquilizadora.” 45
Por su parte, El Cometa, cuyo redactor principal fue José Joaquín de Larriva,
muestra una escasa preocupación política. No obstante, fue un periódico de
corte liberal moderado.
Finalmente, aparecen La Gaceta del Gobierno de Lima (1810 - 1814),
El Clamor de la Verdad (1814) y El Pensador del Perú (1815). El primero es
parte de la prensa oficialista, a través de sus páginas, se informa desde
arriba a la opinión pública. Se imprimen en él documentos oficiales del
Estado y las autoridades diversas. Su periodicidad es constante lo que indica
que su consulta es importante si se toma las precauciones pertinentes. Así,
La Gaceta se convierte en una fuente valiosa para conocer las impresiones
desde la óptica dominante.
De tendencia similar es El Clamor de la Verdad. Sus escasos números
presentan información contraria a los movimientos revolucionarios
desarrollados en los territorios americanos. El componente religioso está
plasmado en sus páginas. Desarrolla, también, un discurso de unión entre
americanos y españoles para el progreso y la felicidad fraternal entre ambas
partes.46 Por su parte, El Pensador del Perú, es una especie de memorial de
defensa de las acciones desplegadas por el virrey y los ejércitos virreinales
contra los movimientos subversivos al interior y la periferia del Perú. Es
claramente un periódico para la defensa del régimen colonial y la figura de
Abascal.47
En síntesis, la prensa constitucionalista limeña ofrece los indicios
básicos para el análisis de las ideas y el discurso político de la elite, los
intelectuales y las autoridades coloniales. Asimismo, el manejo, la difusión y
la lectura de sus páginas en la ciudad de Lima.
45
Véase Ascensión Martínez Riaza. La prensa doctrinal en la independencia de Perú,
1811-1824. Madrid: Ediciones Cultura Hispánica-Instituto de Cooperación Iberoamericana,
1985, p. 40.
46
El Clamor de la Verdad. Lima. N° 1 y 2, del 9 de marzo y el 9 de abril de 1814,
respectivamente.
47
El Pensador del Perú. 1815. Lima.
33
los diferentes grupos sociales de la colonia. Esta circulación de las ideas
impulsado con mayor ímpetu por la reciente libertad de pensamiento
decretada por el Congreso en Cádiz, tuvo como centros de conversación y
diálogo político a los diversos espacios públicos de sociabilización. Es así
como en las pulperías, chicherías, cafés, tiendas, plazas, parques, calles,
mercados, iglesias, teatro, procesiones religiosas, centros de educación
superior, tertulias, bibliotecas, etc., la información se difundía a través de la
comunicación oral y los debates constantes entre los miembros de la
sociedad virreinal. Para un transeúnte regular el ambiente descrito era toda
una costumbre ya arraigada en Lima y en gran parte de los dominios
coloniales de España. Sobre el tema afirmaba: “Cansado estoy de oir á
muchos en los cafees, tiendas, plazas y calles, tratar de asuntos políticos en
tono imponente.” 48 Esta opinión muestra los diversos espacios de difusión y
circulación pública de la información en Lima durante los años de las Cortes
de Cádiz.
Ya para el siglo XVIII, Claudia Rosas Lauro ha indicado que las
conversaciones en estos espacios públicos se inclinaban a los asuntos
políticos.49 Incluso, podemos afirmar, que para nuestra etapa de estudio, se
incrementó las discusiones políticas, por el mismo hecho de estar en un
contexto de inestabilidad y crisis general. Las autoridades coloniales
necesitaban controlar y dirigir la opinión pública de la sociedad limeña. No se
podía dar el lujo de dejar propagar solamente ideas y discursos sediciosos
en estos territorios. Se tenía que combatir y ofrecer una alternativa coherente
contra esas opiniones subversivas. Fue así que se crearon
fundamentalmente los periódicos denominados de la concordia. Pues su
objetivo principal fue la búsqueda de la unidad entre España y sus colonias,
dicha unión se podía conseguir si se producía la rápida sumisión de los
americanos a la autoridad española y al rey Fernando VII. En apreciación del
periódico oficial: “Vuestra seguridad solo estriba en la subordinación, la
hermandad y la concordia.” 50 De igual manera, en un impreso suelto se
confirma dicho argumento de La Gaceta: “Americanos! de un débil hilo pende
48
El Investigador del Perú. Lima. N° 116, del martes 25 de octubre de 1814.
49
Véase de Claudia Rosas Lauro “La reinvención de la memoria. Los Incas en los
periódicos de Lima y Cusco de la colonia a la república.” Luis Millones (editor). Ensayos
de Historia Andina. Lima: Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales de la
UNMSM, 2005, pp. 119-152; “El miedo a la revolución. Rumores y temores desatados por
la Revolución Francesa en el Perú, 1790-1800.” Claudia Rosas Lauro (Editora). El miedo
en el Perú. Siglo XVI al XX. Lima: Fondo Editorial PUCP, 2005, pp. 139-166; y su texto
recién publicado en octubre del 2006 Del trono a la guillotina: El impacto de la revolución
francesa en el Perú (1789-1808). Lima: PUCP-IFEA-Embajada de Francia.
50
La Gaceta de Gobierno de Lima. N° 2, del sábado 20 de octubre de 1810.
34
nuestra existencia y solo la subordinación puede salvarnos. Nuestra divisa
sea la obediencia y la unión.” 51
En ese sentido, la circulación de las ideas dominantes de la época se
va a plasmar a través de la difusión de estos periódicos constitucionalistas
limeños. Aquella propagación del discurso político - que también contiene
ideas de carácter social -, en los espacios públicos lo podemos encontrar en
las mismas páginas de la prensa y otros documentos. Por ejemplo, en El
Investigador se afirma que: “Los habitantes de Lima conocen ya los
benéficos efectos del Diario.” 52 Incluso, con un tono poco humilde se
escribe: “y los pueblos del reyno claman por su lectura.” 53 Esta última idea
se refiere a la extensión que va a tener la publicación del periódico. A partir
del 1 de enero de 1814 El Investigador se llamará El Investigador del Perú,
nombre que adquiere debido a su amplitud en su espacio de circulación.
Desde aquel momento el papel impreso circulará por varias provincias del
virreinato y recibirá comunicados de dichas zonas. Por lo tanto, en el
periódico se hace implícito “el poder de convocatoria y lectura” de sus
páginas por los habitantes de Lima y ahora de una mayor cantidad de
nuevos territorios.
Tal es la referencia que en el mismo periódico se realiza por parte del
Ayuntamiento de Jauja al señor editor:
“Muchos son los discursos semejantes á este que se nos han remitido
de varias partes del reyno en prueba del entusiasmo general con que
ha sido recibida en todas las provincias la Constitucion de la
monarquía.” 55
55
El Argos Constitucional. Lima. N° 6, del 14 de marzo de 1813.
56
Archivo Arzobispal de Lima (en adelante AAL). Serie Comunicaciones. Legajo. II.
Expediente 132. La Paz, 28 de junio de 1814. A partir del documento se entiende que se
publicó dicha carta, contra la labor eclesiástica, en el número 18 y 19 del periódico. Y se
percibe, además, que en el número 25 del Investigador se vuelve al asunto pero esta vez
para rectificar las opiniones vertidas en los números anteriores. Todo ello no impidió que
Guillermo de Zarate enviara su denuncia contra la carta del Investigador hacia la máxima
autoridad religiosa del virreinato peruano.
36
eclesiásticos trasmitían las ideas básicas para defender y sujetarse a la
unidad con el creador y su enviado en la tierra el rey de España.
El ejemplo más notorio lo tenemos en la labor del clérigo José Joaquín
de Larriva a través de la creación y difusión de los periódicos
constitucionalistas.57 Y no solamente a través de la prensa, sino por medio
de los sermones que leía el párroco en la ciudad de Lima colonial.58
Porque considerar que los periódicos de Lima eran leídos por las
mismas clases populares en su gran mayoría, es una hipótesis tentadora,
pero que todavía no podemos probar totalmente, al menos para esta etapa
de nuestro estudio. Lo que sí, en cierta manera, hemos señalado,
parcialmente, es el acceso que tuvieron algunos miembros de las clases
populares a la lectura y la información de la prensa y otros documentos
públicos.
Igualmente, considero que la tesis de Roger Chartier de que era de uso
extendido la lectura en voz alta en las sociedades de antiguo régimen 59,
tiene que ser tomada con precaución, pues estamos en una realidad
diferente a la europea, incluso si consideramos la unidad y relación existente
entre España y sus colonias americanas. Y, a pesar, de algunas referencias
que hemos encontrado en los mismos periódicos limeños que indicarían la
existencia de aquella práctica. La lectura existe, pero no podemos
generalizar y afirmar que era de uso extendido y sobre todo en la mayoría
de las clases populares.
Sin embargo, es útil recordar la idea de Raúl Porras Barrenechea de
que la sociedad colonial era una sociedad en donde la comunicación oral era
fundamental.60 Más aún si en la ciudad el número de analfabetos era
realmente elevado. En apreciación de Pablo Macera, menos de un 20% de la
57
Colabora así en El Cometa (1812-1813), El Verdadero Peruano (1812-1813) y El Argos
Constitucional (1813). El mismo clérigo es el creador de El Investigador (1813-1814). De
igual manera, Larriva también incentivó y redactó en los periódicos de la década del 20.
Allí destacó en El Nuevo Depositario (1821), El Correo Mercantil, Político y Literario
(1821-1824), La Nueva Depositaria (1825), El Telégrafo (1827-1829) y El Mercurio
Peruano (1827-1830). Para un estudio más amplio véase nuestro libro Sociedad colonial y
vida cotidiana en Lima a través de las páginas de El Investigador [del Perú], 1813 – 1814.
Lima: Colección Historia de la Prensa Peruana, Nº 1, octubre del 2007 [con la
colaboración de María Aguirre].
58
José Joaquín de Larriva. Arenga [o sermón] que en presencia del Excmo Señor Virey
Don José Fernando Abascal, pronunció por la Real Universidad de San Marcos en el
besamanos del 27 de diciembre de 1812, el D. D. José Joaquín de Larriva. Lima: Imprenta
de los huérfanos, por D. Bernandino Ruiz, 1813.
59
Roger Chartier. El mundo como representación. Estudios sobre historia cultural.
España: Editorial Gedisa S. A., 1992.
60
Raúl Porras Barrenechea. El periodismo en el Perú. Lima: Ediciones del
sesquicentenario de la independencia del Perú, 1970.
37
población de Lima sabía leer y escribir.61 Entonces, para quiénes estaba
dirigido este tipo de publicaciones periódicas. Es obvio que el público lector
eran esencialmente miembros de las clases más acomodadas de la
población de Lima. Ello no deja de lado que los indígenas ilustrados, o en
palabras de Juan Carlos Estenssoro, la plebe ilustrada, accedieran también
con sus beneficios y privilegios al contenido de la prensa y su discurso.62
Pero, de que todos lo hicieran ya sea a través de la propia lectura o mediante
la lectura en voz alta aún no se ha podido probar totalmente.
Por ello, consideramos que los periódicos tal vez no llegaron
profusamente al pueblo en general. Pero lo que manejamos como hipótesis
es que a través de ellos los de la clase alta y los religiosos se enteraban de
la línea política del régimen español y colonial de Lima. Y de qué tenían que
realizar y exponer ellos mismos para el mantenimiento del sistema existente.
Fue, creemos, un medio de información y educación entre los de arriba. Con
el objetivo de conocer la mejor manera de dominar a las clases bajas del
virreinato peruano. Dicha dominación era imprescindible en aquellos
momentos de crisis política.
Así, en nuestra opinión, es posible comprobar, parcialmente, la
influencia de los periódicos entre los miembros de la elite y de la clase baja.
Tendríamos que indagar si existen ideas que se plasman en los periódicos y
que se expresan también en los sermones que los religiosos exponen a sus
feligreses y creyentes en las misas. Dicha comprobación sustentaría nuestra
hipótesis de la prensa como un medio de educación entre la clase alta y
como un medio indirecto de manipulación e influencia entre los sectores
dominados en la sociedad colonial del Perú. A lo largo de esta investigación
desarrollaremos esta hipótesis de trabajo.
Igualmente, la difusión del contenido de la prensa está, íntimamente
ligada, a otros espacios de contacto público.63 Para el caso específico de los
sectores populares serían las plazas, parques, tabernas, chicherías,
chinganas, parroquias, mercado, casas de juegos, fiestas religiosas y civiles,
plaza de toros, etc. En todos esos espacios públicos los miembros de las
clases bajas, estableciendo contacto en ocasiones con algunos hombres de
la elite, comentarían las ideas e informaciones de los periódicos. Se
61
Pablo Macera. “Noticias sobre la enseñanza elemental en el Perú durante el siglo
XVIII.” Trabajos de Historia. Lima: Instituto Nacional de Cultura, tomo II, 1977, pp. 215 –
282.
62
Juan Carlos Estenssoro. “La plebe ilustrada: El pueblo en la frontera de la razón.”
Charles Walker (Compilador). Entre la retórica y la insurgencia: Las ideas y los
movimientos sociales en los andes, siglo XVIII. Cuzco: Centro de Estudios Regionales
Andinos “Bartolomé de Las Casas”, 1996, pp. 33 – 66.
63
Sobre los espacios públicos en el Perú, las investigaciones de Charles Walker, Sarah
Chambers, Víctor Peralta Ruiz, Claudia Rosas Lauro, Luis Miguel Glave, entre otros, nos
han mostrado la presencia de discusión política en todos estos centros de socialización.
Véase sobre el tema los comentarios de estos autores en el capítulo anterior de este libro.
38
establecerían los rumores y la difusión de la información a través de la
comunicación oral.
En los lugares públicos, como en los establecimientos de juegos de
naipes, es en:
64
El Investigador del Perú. Lima. N° 22, del sábado 22 de enero de 1814.
65
El Satélite del Peruano. Lima. Introducción. Febrero de 1812, p. XI.
39
“Resolví aprovecharme de mi invisibilidad para recorrer la ciudad,
introduciéndome en las tertulias, tribunales y juntas secretas [...] para
observar de cerca quanto alli ocurre, y anunciar al público por medio
del PERUANO mis investigaciones. Anoche me introduxe en secreto en
la tienda de un mercader [...] [allí] se leyeron varias papeletas y
gazetas, y entre estas la de nuestro gobierno de 20 de setiembre, que
contiene una real órden manifestando la urgente necesidad de socorros
pecunarios, que tiene la metrópoli para el sostén de sus exércitos
contra el enemigo comun. Aquí fue donde empezaron á gritar algunos:
¿hasta quando quieren que contribuyamos? Estamos ya cansados de
dar... desde el principio de la guerra estamos dando [...].” 66
66
El Peruano. Lima. N° 7, del viernes 27 de septiembre de 1812.
40
Habia que ver V. Sr. Conciso, con que atención estaban todos; que
reflexiones se hacian al volver de cada hoja; cómo se irritaban al oir
que se les iba á acabar el privilegio de la libertad de imprenta [...] cómo
se escandalizaban, al ver el uso que los déspotas de todos los siglos
[...] habían hecho [...] cómo daban la razón á los escritores que
declamaban contra esos oscuros procedimientos [...].” 67
67
El Peruano. Lima. N° 30, del martes 14 de abril de 1812.
68
El Investigador del Perú. Lima. N° 58, del domingo 27 de febrero de 1814.
41
sociedades con alto índice de analfabetismo. Pues, en primer lugar,
tengamos en cuenta que el periódico tiene una intencionalidad de restarle
méritos a otras publicaciones periódicas que se difunden paralelamente. Por
ello, a través del discurso, buscaba acreditar y convencer a sus lectores que
sus informaciones eran cada día más leídas y comentadas por tener mayor
credibilidad que los otros impresos públicos. En segundo lugar, el término
indígena presente en las páginas del periódico no se estaría refiriendo
exclusivamente al indio, sino asume un significado más amplio. Es decir, era
el originario, el aborigen, o cualquier otro individuo de un determinado grupo
social.
Algo parecido está presente en las páginas de El Investigador cuando
se habla de la necesidad que muestran los propios “serranos”, a pesar de las
prohibiciones e ilegales censuras, por la lectura y las noticias de lo que
ocurre en el virreinato y el mundo. Al respecto se afirma:
“Muy señor mio: los pobres serranos ignoramos mucho; pero así como
hago esta confesión, aseguro que no es por falta de voluntad; nuestros
deseos se extienden mas allá de lo que se puede pensar de nosotros; y
la desgracia es, que quando por una parte se intenta ilustrarnos algo,
por otra se entorpece los conductos que nos pudieran comunicar las
luces.” 69
69
El Investigador del Perú. Lima. N° 96, del jueves 12 de mayo de 1814.
42
adquiriendo insensiblemente nociones generales sobre lo que conviene
al bien y prosperidad de la nación.” 70
74
El Investigador del Perú. Lima. N° 17, del lunes 17 de enero de 1814.
75
El Cometa. Lima. N° 6, del viernes 15 de octubre de 1813.
76
El Investigador del Perú. Lima. N° 8, del sábado 8 de enero de 1814.
77
Matías Terrazas. Sermón que en la solemne de acción de gracias, que se celebró en la
santa iglesia Metropolitana de Charcas, con motivo de haberse recibido en esta ciudad de
la plata el dia 2 de noviembre de 1814, la plausible y deseada noticia de la restitución al
trono de las Españas a nuestro amado monarca el señor don Fernando VII. Lima: 1815,
pp. 8 – 10.
44
El mencionado sermón fue dicho a una numerosa concurrencia de
feligreses y luego impreso para difundir aún más las ideas religiosas y
políticas necesarias en aquel período. Entonces, apreciamos ideas
semejantes entre el contenido del sermón y del periódico consultado. Esa
unión de la Iglesia y el Estado, así como la recurrencia al poder divino de
Dios en el desarrollo de los acontecimientos sociales, evidente tanto en los
periódicos como en los sermones es una realidad y un discurso que se
propagaba en Lima y otras regiones del virreinato peruano. En palabras de
un periódico de la época:
78
Argos Constitucional. Lima. N° 7, del 21 de marzo de 1813.
79
Fr. Ignacio Gonzalez Bustamante. Sermón de Acción de Gracias, por la instalación del
Ilustre Regimiento de Concordia del Perú, que en la misa solemne, que la religión de
Santo Domingo celebró en el altar de nuestra Señora del Rosario patrona jurada de las
armas, el tres de junio del presente año: Dixo el R. P. Regerente Fr. Ignacio Gonzalez
Bustamante [...]. Lima: Real Casa de los Niños Expósitos, 1811.
45
“Para que todos y cada uno de por si persuadan por los medios que las
prudencia les dicte, y en los confesionarios y púlpitos á los feligreses,
ilustrándolos sobre la conveniencia y obligación en que estan de
concurrir en quanto esté de su parte no solo á mantener la union y
sosiego publico, sino á descubrir á qualquier individuo que se haga
sospechoso por su conducta [y] conversaciones [...] denunciandolo
secretamente al juez respectivo con legal exposicion de los motivos y
causas [...] Cuidando igualmente de que dentro de los claustros se
guarde la circunspección y disciplina monástica, no menos que alguno
se tengan conversaciones perjudiciales al buen orden [...]” 80
80
AAL. Serie Comunicaciones. Legajo 1. Expediente 247. De José de Abascal al
Arzobispo de la Iglesia de Lima. 23 de diciembre de 1810. Lima.
81
AAL. Serie Papeles Importantes. Legajo 27. Expediente 37. Borrador que prohíbe la
lectura de los periódicos “Español Constitucional” y “Gabinete de Curiosidades Políticas y
Literarias de España e Yndias.”, pues fomentan la insubordinación a las autoridades
Constituidas y la revolución de los pueblos. 8 de mayo de 1815. Lima.
46
la Constitución, para que luego el párroco principal disertara y convenciera a
los fieles de los beneficios y felicidades que brindaba la carta española. Todo
ello lo relacionó con la mano divina de Dios. El cual nos ha permitido llegar a
esta época feliz. Allí juraron la Constitución. Pasaron después a la Plaza
Mayor en donde todo el pueblo comenzó a repetir: “Viva el Rey, Viva la
Constitucion, y Vivan las Cortes Generales […].” 82
Otra ejemplo parecido sucedió cuando se abolió la Inquisición en Lima,
en 1813, por mandato de las autoridades se ordenó que se leyera el
manifiesto que las Cortes elaboraron al respecto por tres domingos seguidos
“en todas las parroquias de todos los pueblos de la monarquía, antes del
ofertorio de la misa mayor.” 83
En estos ejemplos, otra vez aparecen los religiosos en la labor de
comunicar las máximas políticas del Estado colonial a la muchedumbre. De
igual manera, se recurre a los preceptos divinos para convencer a los
feligreses de su necesaria adhesión a la causa del gobierno y, por lo tanto,
de Dios.
Es obvio que las autoridades coloniales utilizaron todos los medios
posibles para difundir las ideas dominantes del momento a las clases
populares. Era la mejor forma de buscar la conservación de sus propios
intereses de elite gobernante.
En síntesis, como se explica en nuestra investigación, la prensa
constitucionalista de Lima tuvo como espacio principal de circulación los
lugares en donde concurría la elite y las autoridades coloniales. Sin embargo,
es posible que su contenido se extendiera a un público más amplio de lo que
tradicionalmente se señala. Los otros espacios públicos mencionados
también jugaron un papel importante para la difusión de estos periódicos.
Más interesante aún, en nuestra opinión, es apreciar la similitud de ideas y
argumentos entre los sermones y los periódicos constitucionalistas de Lima.
Así, consideramos esencial la labor de los eclesiásticos como agentes de
difusión de la información de los periódicos limeños.
82
Guillermo Durand Flórez (ed.). “El Perú en las Cortes de Cádiz.” Colección Documental
de la Independencia del Perú. Lima, tomo IV, volumen 2, 1974, pp. 254 – 257.
83
El Investigador. Lima. N° 16, del viernes 16 de julio de 1813.
47
sus suscriptores. En total se contabiliza 133. De ellos: “22 eran eclesiásticos,
39 nobles, 66 individuos del estado llano, 4 instituciones limeñas y dos
extranjeros.” 84 También se puede apreciar que el periódico se difundía en
provincias como Arequipa, Cuzco, Puno, Guayaquil, y regiones como
Santiago de Chile y lo que hoy es Bolivia.85 Sin embargo, es posible que
tuviera mayor difusión a través de la venta suelta de cada número. Porque la
cantidad de suscriptores no es igual al número de ejemplares impresos.
Menos aún, representaría el total de lectores.
El periódico oficial del gobierno también muestra en su primer número
la lista de sus suscriptores. En total señala que son 106 entre autoridades
coloniales, instituciones y demás personas interesadas en la difusión y
lectura de sus informaciones.86
De los otros periódicos constitucionalistas limeños no poseemos datos
completos. Pero sí podemos lanzar como hipótesis que El Peruano y El
Investigador pudieron haber tenido la misma o parecida cantidad de
suscriptores que El Verdadero Peruano y La Gaceta de Gobierno de Lima.
En cambio, el resto de periódicos por la importancia atribuida, por los pocos
números publicados y su corta vida, creemos que no se igualaron a los
impresos precedentes.
Solamente debemos agregar que tres de ellos nos proporcionan
pequeños datos sobre la cantidad de sus suscriptores y una posible cantidad
de números publicados. El Clamor de la Verdad de Ignacio Alonso de
Velasco, impreso y difundido en 1814, señalaba en sus páginas que:
84
Víctor Peralta Ruiz. “Prensa y redes de comunicación en el Virreinato del Perú, 1790 –
1821.” Tiempos de América. España, N° 12, 2005, pp. 119 – 120.
85
Véase el prospecto del Verdadero Peruano y el artículo de Víctor Peralta Ruiz. “Prensa
y redes de comunicación...
86
La Gaceta del Gobierno de Lima. N° 1, del sábado 13 de octubre de 1810.
87
El Clamor de la Verdad. Lima. N° 2, del 9 de abril de 1814.
48
de aquel diario (sólo tres).88 Entonces, El Argos Constitucional habría tenido
una cantidad mínima de lectores, aunque ello no indicaría que su difusión se
haya quedado solamente en ese número de personas. Además, recordemos
que El Anti-Argos buscaba desprestigiar a su oponente, de allí que pudiera
haber exagerado las cifras de los impresos del otro. Sin embargo, estas
referencias mínimas, nos indican algunas posibles evidencias del tiraje y la
difusión del impreso criticado. Finalmente, en el número 2 del Satélite del
Peruano del 1 de abril de 1812, encontramos la lista de los suscriptores de
aquel papel impreso. En total se señala la existencia de 46 afiliados al
Satélite, destacando hombres con cargos públicos y el Tribunal del
Consulado de Lima.
Todas estas informaciones mínimas que poseemos nos proporcionan
pequeños testimonios de la producción y circulación de la prensa
constitucionalista de Lima. Esperamos, en otras investigaciones, profundizar
más estas primeras reflexiones sobre el tema.
CONCLUSIONES
En esta investigación hemos apreciado como la prensa constitucionalista de
Lima sirvió como un instrumento de control social importante para el período.
La difusión del contenido de sus páginas tuvo diversos canales de expansión
y circulación. Todo ello permitió que su contenido no solamente llegará a los
hombres de elite y a las principales autoridades coloniales. También es
apreciable que sus informaciones e ideas se difundieron en los sectores
mayoritarios de la sociedad peruana colonial. Sin embargo, recalquemos que
se utilizaron otros medios para que esa circulación de ideas se materializara.
Ahí encontramos a los religiosos y sus disertaciones en las misas y otras
festividades religiosas. En ese sentido, el estudio y la comparación del
contenido de los sermones con los periódicos de Lima arrojan argumentos
interesantes. Las mismas opiniones de la prensa limeña, mostrados en las
páginas precedentes, nos permiten probar parcialmente la difusión de estos
impresos. El artesano, el indígena, los negros y los serranos pudieron
acceder (aunque manipuladas por intereses de la elite) a las informaciones
de la prensa constitucionalista de Lima. Claro que esta recepción no se
puede generalizar por el solo hecho de citar varias referencias sobre aquella
circulación y lectura de los periódicos. Por ello, afirmamos que al menos un
grupo nada despreciable de estas personas que pertenecen a las clases
populares si tuvo acceso a las páginas periodísticas. Mayor circulación e
influencia debió producirse en la disertación de los sermones y en los
diálogos que se producían entre los indígenas y los eclesiásticos. Las
conversaciones en las plazas, parques, chicherías, en las mismas casas y
88
El Anti-Argos. Lima. N° 2, del lunes 22 de febrero de 1813.
49
otros lugares públicos y privados ayudaron a extender las afirmaciones y las
ideas expuestas en la prensa limeña.
MANUSCRITOS
SERMONES
51
DISCRIMINACIÓN EN BLANCO Y NEGRO
89
Periodista desde 1988, especializado en deportes. Bachiller en la carrera de Historia en
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Autor de reportajes de televisión referidos
a la historia del fútbol peruano, ha incursionado en artículos historiográficos sobre el
mismo tema, los cuales han sido presentados en diferentes coloquios académicos
realizados en la Universidad San Marcos y en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
90
Susan Stokes. “Etnicidad y clase social: Los afroperuanos de Lima, 1900 – 1930.” Steve
Stein (ed.). Lima obrera. 1900 – 1930. Lima: Ediciones El Virrey, 1987, tomo II, p. 243.
52
hablando, una elevada mayoría en las profesiones de albañil, carretero y
cochero, sobre blancos, mestizos, indígenas y asiáticos.91
Para la elite limeña aquellas profesiones realizadas fuera de un centro
laboral y sin un horario predeterminado –es decir con mecanismos de
control- eran percibidas como propias de vagos, indisciplinados
laboralmente, de sectores plebeyos poco apegados al trabajo útil y
provechoso. La idea previa corresponde a Carlos Aguirre, quien agrega que
“los sectores plebeyos buscaban asegurar ingresos que los eleven por
encima del nivel de subsistencia, pero lo hacían sobre todo a través de
oficios que les permitan disponer de tiempo para, a continuación, ejercitarse
en aquellas conductas y manifestaciones propias de su ámbito social.” 92 Una
de estas manifestaciones era el fútbol. Pero no aquel jugado por
afroperuanos obreros de fábrica, como por ejemplo los del Sport Progreso.
Sino aquel que jugaban los albañiles y choferes del Alianza Lima, aquellos
que, tras los partidos, continuaban con otras prácticas sociales que incluían
la jarana, la abundante comida y la bebida.
En las siguientes páginas, cuando hagamos referencia a sectores
“plebeyos”, hablamos de sujetos de ascendencia afroperuana percibidos por
la elite como vagos e indisciplinados.
Para la historiadora Alicia del Águila el fomento del fútbol dentro de una
fábrica hacía que los obreros se vinculasen con la jerarquía empresarial.
“Esa intervención del patrón tenía mayormente un efecto positivo, en
términos de fidelidad. El patrón pasaba de la esfera laboral y –sea que
aceptara la invitación o tomara la iniciativa- entraba a colaborar en el tiempo
libre de sus obreros”.93 Queda claro, entonces, que la elite limeña fomentaba
el fútbol entre los afroperuanos que laboraban dentro de una fábrica. Estos
obreros, al realizar labores profesionales útiles y provechosas, eran mejor
percibidos por la misma elite que denigraba a aquellos otros afroperuanos
dedicados a la “vagancia” y que laboraban como albañiles o choferes de
plaza. Es a estos últimos que cierta elite ataca cuando realizan sus prácticas
futbolísticas.
En tal sentido, se analizará el primer partido jugado entre Alianza Lima
y el equipo de la Federación Universitaria, que terminó en medio de un
escándalo, el que además motivó que los diarios de Lima publicaran crónicas
totalmente opuestas entre sí. En dichas crónicas veremos que, aunque
durante el Oncenio los medios de comunicación tenían poca libertad para
expresar sus opiniones políticas; sí expresaban, en cambio, aquellas que
91
Ibíd. p. 199.
92
Carlos Aguirre. Agentes de su propia libertad. Los esclavos de Lima y la desintegración
de la esclavitud. 1821 – 1854. Lima: Fondo Editorial de la PUCP, 1995, p. 169.
93
Alicia Del Águila. Callejones y mansiones. Lima: Fondo Editorial de la PUCP, 1997, p.
129.
53
tenían que ver con temas estructurales, como la inclusión o no de
determinados grupos sociales y la discriminación.
El lunes 24 de septiembre de 1928 los limeños despertaron
sobresaltados. Los niños que vendían los periódicos voceaban titulares que
hablaban de escándalo, de agresiones, de incorrecciones y de golpes a
palos y a puño limpio. La comidilla del día fue el final escandaloso que tuvo el
primer enfrentamiento entre los equipos de Alianza Lima y la Federación
Universitaria, partido que se jugó por la fase final del campeonato de fútbol
de primera división de 1928. Destacaba la primera plana del diario la Prensa
que titulaba: “Ayer en el estadio Nacional: bochornoso escándalo”.94
Cada una de las personas que fue al estadio Nacional el día anterior,
domingo 23 de septiembre de 1928, pudo tener su propia versión de lo que
allí había ocurrido. El problema lo tuvieron aquellos que no asistieron al
estadio. Cada uno de los diarios ofrecía no sólo una interpretación diferente
sino que, en algunos casos, eran contradictorios aún en reseñar los hechos
que se habían producido en el partido. Entre estas incongruencias destacaba
la asignación de culpas: mientras unos decían que la culpa del escándalo la
habían tenido los jugadores universitarios, disculpando a los aliancistas;
otros decían que habían sido los de Alianza los iniciadores de los sucesos
escandalosos; y otros más, aunque hablaban duramente acerca del
comportamiento de los jugadores de Alianza, los excusaban culpando de su
reacción a los yerros del árbitro. Incluso, hubo un diario que culpó a los
jugadores de Alianza, pero no a todos, exculpó a los que siempre
mantuvieron un comportamiento caballeroso.
Creemos que las crónicas sobre el partido entre Alianza y la
Federación Universitaria reflejan tres cosas: la cercanía del periódico o no
con el régimen de Augusto B. Leguía, presidente de la República; ideas
enraizadas en la sociedad limeña de entonces, evidentemente también
instaladas en los cronistas deportivos, vinculadas con la discriminación; y la
idea que sobre el deporte y sobre quién debía practicarlo tenían los
miembros de la elite.
Unos más que otros fueron capaces de ocultar o disimular la
discriminación que sentían hacia un equipo mayoritariamente formado por
albañiles y choferes de plaza de ascendencia afro peruana. Los que no lo
hicieron, fueron severos críticos de los aliancistas. Como sostiene Gonzalo
Portocarrero en “El fundamento invisible: función y lugar de las ideas racistas
en la República Aristocrática”: “A partir de principios de siglo […] el racismo
tiende a ser reprimido. No es que hubiera una polémica ideológica que
desembocara en el aislamiento y el retroceso de las doctrinas racistas. El
94
La Prensa. Lima, 24 de septiembre de 1928.
54
racismo y la discriminación continúan, por no hablar de la dominación
étnica”.95
No es que ya no hubiera discriminación contra sectores populares.
Ocurría más bien que esta era disimulada pero salía a la luz cada vez que
ocurría un evento en donde los participantes cometían excesos o
inmoralidades en el decir de los pobladores “blancos”.96
100
Sinesio López. Ciudadanos reales e imaginarios. Concepciones, desarrollo y mapas de
la ciudadanía en el Perú. Lima: Instituto de Diálogo y Propuestas, 1997, p. 219.
101
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia. La crisis del Estado republicano.
Lima: Foro Democrático, 2003, p. 134.
102
Como afirma Sinesio López “El Estado en manos de los civilistas desplegó una serie
de medidas y actividades que le permitieran tener en sus manos todos los recursos
necesarios para llevar a cabo el proyecto educativo de integración.” Ciudadanos reales e
imaginarios..., p. 220.
56
Leguía mantuvo, de manera velada, la discriminación propia de su
tiempo. Ocurría que, como sostiene la historiadora Margarita Guerra, el
presidente Leguía era un hombre práctico.103 Mantenía sus ideas racistas
pero quería incluir las acciones lúdicas y festivas de toda la sociedad civil
para que, en palabras de Eric Hobsbawm, el Estado aparezca como “el
marco de las acciones colectivas de los ciudadanos en la medida en que
eran reconocidas oficialmente.” 104
Aceptamos que decir que la población negra es apta para jugar fútbol
es ya de por sí una discriminación, en tanto que se les relaciona a
determinadas actividades de carácter físico, mas no intelectual. Sin embargo,
aceptar que la población negra pudiera jugar fútbol era ya un avance en
relación a la marginación a la que aún se veían sometidos en las primeras
décadas del siglo XX.
103
Margarita Guerra. “La ‘Patria Nueva’ de Leguía”. Boletín del Instituto Riva Agüero.
Lima, Nº 16, 1989. En dicho artículo la autora sostiene que Leguía no era un doctrinario,
sino un hombre con mentalidad empresarial, manejada políticamente, amante del
autoritarismo.
104
Eric Hobsbawm y Terence Ranger. La invención de la tradición. Barcelona: Editorial
Crítica, 2002, p. 275.
57
cumplido con abnegación y entusiasmo. Y esto es lo que precisa que
hagan los demás.” 105
105
El Comercio. Lima, 26 de septiembre de 1928.
106
El Comercio. Lima, 26 de septiembre de 1928.
107
Fanni Muñoz. Diversiones públicas en Lima 1890-1920. La experiencia de la
modernidad. Lima: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, 2001, p.
203.
108
Herbert Spencer. Educación intelectual, moral y física. Buenos Aires: Editorial Albatros,
1946, p. 273.
58
asimismo de disciplina moral.” 109 Es decir, la educación moral es una
combinación de trabajo intelectual y trabajo físico. Por ello termina diciendo
que la educación debe ser una combinación de sus formas antigua y
moderna. Es decir, de aquella que sólo se dedicaba a educar al cuerpo y de
aquella otra que sólo se dedicaba a educar al intelecto.
Los civilistas ya habían entendido que el deporte no es, por sí solo,
instrumento de educación. Sabían que era, más bien, un complemento de la
educación. Por eso consideraban que el fútbol, que es un deporte en donde
se ponen en práctica reglas y roles, sólo podía ser jugado por individuos
disciplinados. Esta distinción que hacían los civilistas con respecto a un
deporte complejo es hecha notar por la misma Fanni Muñoz cuando analiza
el Reglamento General de Instrucción Media, publicado en 1912. En él se
afirma que "en la adolescencia dominarían los juegos deportivos como
carreras de velocidad, lucha, lanzamiento de bala, natación, cricket, esgrima,
etc." Para la primaria se recomendaban juegos simples que "favorecieran el
dominio de la libertad." 110
Si para los civilistas el fútbol debía ser practicado por aquellos sujetos
previamente disciplinados, quiere decir que los que podían jugarlo eran
personas que habían recibido una educación moral. Por ello, cada vez que
ocurría un incidente violento dentro de las canchas de fútbol, el diario El
Comercio decía que sus participantes habían cometido actos inmorales. Esta
idea está referida a escándalos protagonizados por los jugadores de Alianza
Lima, en un partido contra el Association en 1924; y en 1928, en un partido
frente al Progreso y semanas después, en el primer partido jugado por ellos
ante el equipo de la Federación Universitaria. En la edición de El Comercio
del 16 de octubre de 1924, al referirse al escandaloso partido jugado entre
Alianza Lima y el Association se señala que no referir los hechos “sería dar
margen a que estos escándalos se repitieran con grave desmedro de la
moral deportiva.” 111
La disciplina a la que hacía referencia Spencer y también los civilistas
no tenía que ver con castigos ni privaciones. Era más bien una cuestión de lo
que Norbert Elías llamaría autocoacción, una disciplina autoimpuesta que,
para Spencer y los civilistas tenía que ver con el uso de la razón. Por ello, en
1892:
“El maestro Nicolás Hermoza sostuvo que los premios y castigos eran
preocupaciones de la pedagogía ‘antigua’ pero no de la ‘moderna’. La
enseñanza tradicional era contraria a la naturaleza del niño, ya que era
memorística y lo forzaba a permanecer inmóvil y en silencio y, por lo
109
Herbert Spencer. Educación intelectual, moral y física. Valencia: F. Sempere y
Compañía Editores, s/f, pp. 68 – 69.
110
Fanni Muñoz. Diversiones públicas en Lima..., p. 208.
111
El Comercio. Lima, 16 de octubre de 1924.
59
tanto, únicamente podía ser controlado a través del miedo. En cambio,
la instrucción moderna debía enseñar a través del diálogo y la reflexión,
de manera que el estudiante aprendiera a razonar.” 112
112
Antonio Espinoza. “Moldeando a los ciudadanos del mañana: el proyecto educativo
disciplinador en Lima, entre 1850 y 1900”. Paulo Drinot y Garofalo Leo (ed.): Más allá de
la dominación y la resistencia: estudios de historia peruana, siglos XVI – XX. Lima: IEP,
2005, p. 254.
113
Gerardo Álvarez, en su tesis “ La difusión del fútbol en Lima”, sostiene que en Lima, a
comienzos del siglo XX, los clubes se formaron básicamente en los centros educativos y
en menor medida en los centros laborales y en los espacios barriales. El Atlético Unión, El
Sportivo Alianza y el Sport Alianza, luego Alianza Lima. Descubre que de los tres, el único
que sobrevivió hasta nuestros días es el Alianza Lima. Nosotros creemos que Alianza
Lima pudo sobrevivir debido al apoyo que le dio Augusto B. Leguía al apadrinar a un
equipo barrial.
114
La Prensa. Lima, 15 de abril de 1928.
115
Citado por Gonzalo Portocarrero en Aldo Panfichi y Felipe Portocarrero (editores):
Mundos interiores. Lima: Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, 1995, p.
226.
60
la inteligencia” de los sujetos de ascendencia afro peruana, Leguía pretendía
incluirlos en su proceso de modernización capitalista, convirtiéndolos en
trabajadores útiles.
Habría que hacer, sin embargo, una salvedad. Cuando Leguía
pronuncia las palabras que citamos en 1928, Alianza Lima no era el único
equipo que incluía jugadores de ascendencia afro peruana. Había jugadores
de esta procedencia en otros equipos, como en el Sport Progreso.116 Aún
más, Alianza no sólo tenía jugadores de esa ascendencia en el equipo. Por
ejemplo, estaban en el plantel Jorge Koochoy, de ascendencia china, y el
arquero Juan Valdivieso, que hoy podría ser considerado mestizo. A nuestro
entender, la característica principal de Alianza era que la mayoría de sus
jugadores de ascendencia afro peruana realizaban labores que en el sentir
general de la época se consideraban propias de individuos de esa
ascendencia: eran albañiles o choferes de plaza.117 Augusto Ruiz Zevallos
afirma que “la construcción podía brindar empleo, pero también podía
significar un descenso de categoría laboral.” 118
Estas dos labores eran propias de sujetos que estaban, en relación a
los obreros, por debajo en el estatus, debido a su trabajo independiente. Era
a este tipo de individuos a los que Leguía quería incluir. Tanto choferes como
albañiles trabajaban en la calle. Cuando eran contratados, tenían cierto
manejo de su tiempo, por lo que no podía controlárseles como a alguien que
trabajaba dentro de una fábrica. Por ello, casi no sufrían los castigos
naturales que, de acuerdo a Spencer, proporcionaban moral.
116
Por ejemplo, en una caricatura publicada por la revista Mundial en 1925, los jugadores
del equipo obrero Sport Progreso, aparecen retratados de la misma manera en que esa
revista retrata a los de Alianza, es decir, jugadores de ascendencia afroperuana. En otras
palabras, no repara en que haya diferencias en el color de la piel de los jugadores.
117
Del equipo que jugó el primer partido frente a la Federación Universitaria, Juan Segalá
y Miguel Rostaing eran albañiles, Domingo y Filomeno García y Koochoi eran choferes,
Koochoi también fue obrero junto a otros tres. Villanueva fue adobero y chofer. Había un
empleado.
118
Augusto Ruiz Zevallos. La multitud, las subsistencias y el trabajo. Lima, 1890 – 1920.
Lima: Fondo Editorial de la PUCP, 2001, p. 71.
119
Herbert Spencer. Educación intelectual, moral y física. Valencia: F. Sempere y
Compañía Editores, s/f, pp. 154 – 155.
61
La idea de Leguía estaba referida a la inclusión de poblaciones
“plebeyas” apelando a la práctica deportiva. No es coincidencia que en la
revista Perricholi, que informaba sobre cada actividad del presidente de la
República de entonces, se alabara el uso del deporte para educar a los
indios.
“Es posible que, en un principio, falte a las clases inferiores una parte
de las autocoaciones y tabús que se originan en las clases medias por
su necesidad de ‘distinguirse’, de alcanzar cierto prestigio superior y
también es posible que, a causa de su mayor dependencia social, las
clases sociales inferiores no estén obligadas a alcanzar el mismo grado
de contención emocional y previsión permanente que ha de poseer la
clase superior.” 121
120
Revista Perricholi. Lima, N° 5, del 21 de enero de 1926.
121
Norbert Elías. El proceso de la civilización. Investigaciones sociogenéticas y
psicogenéticas. México: Fondo de Cultura Económica, 1994, p. 467.
62
En el Perú, los sujetos de grupos sociales bajos que habían sido
alcanzados por el proceso civilizatorio se “blanqueaban” al alcanzar la misma
contención de sus impulsos que los sujetos de grupos altos. Era muy
probable, aunque ciertamente difícil, que estos sujetos “blanqueados”
pudieran evitar la discriminación. Una prueba de que no se discriminaba,
necesariamente, por el color de la piel es el hecho de que en el mundo del
fútbol participaba como autoridad un individuo de ascendencia afro peruana.
Nos referimos al árbitro Alberto Benites. De acuerdo a Julio Portocarrero,
Benites:
EL COMERCIO Y LA PRENSA
El periodismo anterior a la época del Oncenio se identificaba con cierta
claridad con alguna corriente política.
“Debemos considerar que, quizá más que hoy, los lectores manejaban
bien los códigos del periodismo, es decir, sabían diferenciar posiciones
122
Julio Portocarrero. Sindicalismo peruano: primera etapa 1911-1930; Lima: Editorial
Amauta, 1987, p. 96.
123
El Comercio. Libro de Oro de Alianza Lima. Lima: Empresa Editora El Comercio, 2001,
p. 79.
63
políticas con comodidad pues conocían a los propietarios de los
periódicos, reconocían las posiciones políticas; y ubicaban bien a los
periodistas, siguiendo de cerca su trayectoria, como en el caso
particular de Mariátegui y Valdelomar.” 124
126
La Prensa. Lima, del 10 de septiembre de 1919.
127
La Prensa. Lima, del 10 de septiembre de 1919.
65
daños ocasionados por la revuelta no frustraran la salida de la edición
del 11 de septiembre...” 128
128
Érika Guarniz. “En pos de la lectoría..., pp. 68 – 69.
129
Carlos Miró Quesada. Historia del periodismo peruano..., p. 221.
130
Érika Guarniz. “En pos de la lectoría..., p. 97.
131
Jorge Basadre. Historia de la República del Perú..., vol. XIV, p.3452.
132
Ibid.
133
Gonzalo Portocarrero. “El fundamento invisible..., p. 225.
66
El caso de La Crónica es especial. Como hemos señalado, su director
era un diputado del régimen y antes había sido civilista. Sin embargo, el
apoyo de este medio de comunicación hacia algunos personajes del
gobierno no fue pleno. Juan Gargurevich sostiene que “No era La Crónica
demasiado incisiva en política tratando más bien de distanciarse del debate.
Nunca llegó al nivel de influencia de La Prensa o El Comercio. Sin embargo
se comprometió con Leguía durante el ‘Oncenio’ aunque sin asumir
totalmente un rol oficialista.” 134 Hay que aclarar que los ataques de Palma
nunca se dirigieron contra la figura de Augusto B. Leguía.
Entre las actitudes de independencia de Clemente Palma en lo que
respecta al régimen, Pedro Planas cita la vez que “protestó contra el
desacato de Leguía y Martínez al Poder Judicial, condenó la creación de
jueces ad hoc y fue el indudable promotor de la manifestación obrero-
estudiantil de 1923 contra la Consagración del Perú al Sagrado Corazón de
Jesús.” 135 Esta última situación la analizaremos luego.
El diario El Tiempo fue leguiísta aún antes de que se iniciara el
Oncenio. Este diario fue anticivilista y por ello oposición de José Pardo. De
acuerdo a Juan Gargurevich:
“Víctor Raúl cree que lo más importante es tener una o dos imprentas
para la propaganda escrita. Alguien informa que ha conversado con el
Dr. Clemente Palma, Diputado leguiísta por Lima, quien se ha
manifestado francamente adverso al plan del gobierno. Haya de la
Torre propone el siguiente procedimiento: Que la primera voz que sea
lanzada por Palma desde Variedades o La Crónica, a fin de que un
leguiísta fuera el que inicie la protesta...” 137
137
Felipe Cossío del Pomar. Víctor Raúl. Biografía de Haya de la Torre. 1era parte; Lima:
Ediciones Enrique Delgado Valenzuela, 1977, p. 183.
138
Pedro Planas. La República Autocrática..., p. 190.
139
Jorge Basadre. Historia de la República del Perú..., vol. XIV, p.3452.
140
Juan Gargurevich. Historia de la prensa en el Perú..., p. 154.
68
sólo fue liberado al ser depuesto Leguía (25-VIII-1930).141 Por su parte,
Carlos Miró Quesada sostiene que “Ignacio Brandariz se puso al frente de ‘El
Sol’, hoja de la mañana; y Ezequiel Balarezo Pinillos fundó ‘La Noche’, que
tuvo mejor suerte, ya que mientras ‘El Sol’ se eclipsó muy pronto, ‘La Noche’
continuó apareciendo durante largos años.” 142
Todas estas incongruencias se complican aún más cuando uno se da
cuenta que en las hemerotecas del país quedan muy pocos ejemplares de
ambos diarios, sobre todo los correspondientes a la época del Oncenio. Los
pocos que quedan en la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) fueron los que se
salvaron del incendio de 1943. Los ejemplares de El Sol de 1926, de los que
quedan sólo diez números, están literalmente partidos a la mitad y sólo se
salvó una de las mitades. Los de 1928 aún muestran sus bordes
chamuscados. Por su parte, del diario La Noche, se mantiene en la
hemeroteca de la BNP ejemplares de entre los años 1929 y 1950.
Haciendo una comparación entre los pocos ejemplares de El Sol y los
de La Noche de la época del Oncenio nos pudimos dar cuenta que mientras
el primero informa profusamente acerca de las actividades del presidente
Leguía, el segundo muestra total indiferencia con respecto a ellas. Así, de
acuerdo a nuestra clasificación, el primero parecería ser un diario leguiísta
mientras que el segundo sería uno de oposición.
Hemos podido establecer con certeza que quien fundó el diario El Sol
fue Cipriano A. Laos con su compañía Editorial Perú. Este personaje publicó
un libro que tituló Lima, la ciudad de los virreyes. (El libro peruano) 1929-
1930.143 Por los años que ubica en el título, parecería que la publicación fue
editada en alguno de esos años. Como en el interior del libro no figura el año
de edición, nos hemos basado en una comunicación sostenida entre el autor
y el Touring Club Peruano, auspiciador del libro, y aparecida en la primera
página, en donde se lee que el autor editó la publicación en 1926. Es más, el
prólogo firmado por el propio Laos, está fechado en París en 1927.
Tras las cartas y el prólogo mencionado, aparece una imagen a todo
color del presidente de la República, Augusto B. Leguía, quien es ensalzado
en muchas de las páginas del libro de Laos. Con ello confirmamos el
leguiísmo del propietario del diario El Sol. Pero entre 1926 y 1927 parece ser
que aún no existía el diario La Noche. El libro de Laos viene a ser algo así
como un anuario. Entre sus diferentes secciones, hay una referida a los
diarios que se editaban en Lima. Entre ellos está El Sol, pero no figura La
Noche, que debe haber sido fundado después de 1927.
141
Alberto Tauro del Pino. Enciclopedia ilustrada del Perú. Lima: Peisa, vol. III, 2001, p.
396.
142
Carlos Miró Quesada. Historia del periodismo peruano..., p. 227.
143
Cipriano Laos. Lima. La ciudad de los virreyes. (El libro peruano). Bajo el Alto
Patronato del Touring Club Peruano. 1928-1929. Lima: Editorial Perú, ¿1927?
69
En la edición de la revista Mundial del 2 de marzo de 1928, se lee que
Ezequiel Balarezo Pinillos era columnista tanto en el diario El Sol como en La
Noche. En el primero firmaba sus notas como “Don Pedro” y en el segundo
aparecía como “Gastón Roger”. Aunque en la nota de Mundial no menciona
quién fundó el diario La Noche sí dice que este medio de comunicación era
“ágil, oportuno, simpático” 144 Recién a partir de 1930, durante el gobierno de
Luis Sánchez Cerro, Balarezo Pinillos aparece como director de La Noche. El
Sol, para ese entonces, ha dejado de aparecer.
Queda demostrado que ambos diarios pertenecieron a una misma casa
editora cuando en la edición de El Sol del 3 de agosto de 1928 se lee que el
periodista Oscar Morales fue el enviado especial de ambos periódicos para
las olimpiadas de 1928 realizadas en Ámsterdam. “El público lector de ‘El
Sol’ y ‘La Noche’ ha podido apreciar las interesantes instantáneas
fotográficas remitidas por el señor Morales para nuestros dos periódicos” 145
Creemos, finalmente, que el asunto merece una mayor investigación, la
que escapa, por ahora, a los objetivos del presente trabajo. Parece ser que el
propietario de la casa editora eligió antónimos por nombres de sus diarios no
sólo por una cuestión estética sino también por una de línea informativa. Por
lo que hemos leído en los ejemplares revisados de El Sol y La Noche vamos
a considerar al primero como un diario apegado al leguiísmo y al segundo
como uno de oposición.
¿Qué pasó, por último, con todos los diarios que hemos reseñado? Ya
hemos dicho que El Comercio y La Noche, los diarios de oposición al
régimen continuaron editándose tras el final del Oncenio. El diario El Tiempo
“cesó de publicarse en 1930 a la caída de Leguía. Ya se había convertido en
una hoja decrépita, sin importancia, pagando así el precio inexorable del
oficialismo genuflexo” 146 De acuerdo a Tauro del Pino, El Sol tampoco
sobrevivió al Oncenio. Lo mismo ocurrió con el diario El Mundo. Ejemplares
de este diario figuran en la hemeroteca de la BNP sólo hasta julio de 1930.
Leguía fue derrocado en agosto. Por último, “Clemente Palma debió dejar La
Crónica que pasó luego a manos de Larco Herrera […] La Prensa fue
devuelta a la familia Durand.” 147
148
Casi un año después, el 14 de septiembre de 1929, el diario El Comercio informa que
el jugador Filomeno García fue suspendido por un mes debido a las incorrecciones
cometidas en un partido jugado por el torneo de ese año.
71
expirar la hora reglamentaria el jugador Rostaing primero, cometió un
foul penal de suma gravedad contra el jugador universitario Ruiz, por
tal causa sancionó un penalty, a la vez que indiqué que se retirara del
campo al jugador causante. Sin embargo no hice ejecutar la pena
porque, de acuerdo con la reglamentación internacional, no puede
continuarse un partido con menos de siete jugadores por bando. Como
el jugador Rostaing, que acabo de mencionar, era el quinto expulsado
del team del Alianza, éste quedaba sólo con seis jugadores, razón por
la cual dí por terminado el match, continuando el score de uno a cero a
favor de la Universidad.
Creo oportuno dejar constancia que en el trascurso de este halftime, el
jugador Souza conquistó un goal más a favor de la Universidad que
anulé por foul de este jugador a un zaguero contrario.
Cuando dí por terminado el match, varios jugadores del "Alianza" al
abandonar el campo provocaron incidentes con el público de las
tribunas de preferencia, como es notorio.
Es cuanto tengo que informar a usted, señor presidente.
Julio Borrelli, árbitro.”
Para el árbitro, entonces, los que provocan los incidentes del final
fueron los jugadores de Alianza. En esto, sólo coincidirá con el diario El
Comercio. Conviene decir aquí a qué se dedicaban los jugadores de Alianza
que fueron expulsados. El primer jugador expulsado, Miguel Rostaing, era de
profesión albañil. Julio Quintana, quien fue a defender a Rostaing de los
golpes de De las Casas por lo que también fue expulsado, era obrero en la
fábrica El Progreso. El tercer expulsado, Alberto Soria, era cobrador del
servicio de agua potable; y el cuarto, Alberto Villanueva, era adobero y
chofer. El último de los aliancistas en salir expulsado, Juan Rostaing, era de
profesión albañil.
149
El Comercio. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
72
la provocación partieron de la tribuna de preferencia donde se hallaban los
partidarios del equipo universitario, y la actitud de éstos no puede ser más
censurable...” 150 La subjetividad propia del individuo está presente en los
cronistas que relataron lo ocurrido aquel 23 de septiembre de 1928. Más aún,
parece que el cronista de El Comercio hubiera sido hincha de los
universitarios, mientras que el de La Prensa lo habría sido de Alianza.
Sobre estos sucesos escandalosos del final del partido, el diario El
Tiempo, parece estar de acuerdo con El Comercio, aunque dice que el
causante de que el partido terminara con varios jugadores de Alianza
provocando “un formidable alboroto en el que menudearon palos, trompadas
y silletazos, y en el cual tuvo que intervenir la policía”, fue el árbitro para
quien pide a la Federación Peruana de Fútbol que le cancele el contrato
“pues en el fondo, son sus desaciertos continuos los que han dado asidero a
los lamentables sucesos que contra nuestra voluntad, nos hemos visto
obligados a comentar.” 151
Para el periodista de La Crónica, el pleito lo iniciaron dos espectadores
de la tribuna de a dos que, apasionados por los incidentes ocurridos en el
campo de juego, discutieron acaloradamente. El cronista no lo afirma pero es
de suponer que uno de estos aficionados era hincha de Alianza y el otro lo
era de la Federación. La discusión creció tanto que el público se arremolinó
provocando la intervención de la policía. “Imprudencia y temeraria la de
Filomeno García, Rostain (sic), Quintana y otros jugadores del Alianza que,
para contrarrestar la protesta del público, se treparon a las tribunas. El
público les repelió a puñadas y el escándalo cobró mayor intensidad y, para
muchos, mayor interés.” 152
Las incongruencias entre los relatos continúan. Mientras el de El
Comercio cree que el escándalo se inició cuando “el juego fue tornándose
brusco, (debido a que) las intervenciones del Alianza notoriamente eran mal
intencionadas...” 153; el de La Prensa afirma que todo se inició cuando el
árbitro “el señor Borelli demostró falta de energía al no obligar al jugador
universitario Galindo a que cumpliera la orden que le impartió de abandonar
la cancha, por haber cometido un foul y responderle en mala forma al
notificarle el castigo.” 154
Aquí, el periodista de El Tiempo concuerda con el de La Prensa:
155
El Tiempo. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
156
La Crónica. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
157
Ibid.
158
Otros obreros en ese equipo de Alianza eran Julio Quintana, Juan Bulnes y Jorge
Koochoi.
159
El Comercio. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
74
momento más de 20 bastones cayeron sobre este jugador, siendo
agredido, además, a puñadas con verdadero ensañamiento.” 160
Basta, por ahora, con los ejemplos citados para demostrar las
marcadas diferencias entre uno y otro relato.
El Libro de Oro, agrega que:
160
La Prensa. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
161
El Comercio. Libro de Oro de Alianza Lima..., p. 44.
75
notablemente y llegó a intensificarse aún más cuando desarrollaron el
partido.” 162
“el match del Alianza Lima con el Progreso defraudó las espectativas
(sic) que había despertado en la afición. El Progreso no repitió su
última performance, y por lo que hace al Alianza, tampoco se mantuvo
a la altura de sus antecedentes. Por ambas partes dieron la impresión
desde el primer momento de que reservaban sus energías...” 163
“algo hacían los del Progreso por dejar buena impresión en el público,
pero los de ‘Alianza’, en cambio, no se preocupaban y jugando de mala
gana, fallaban en sus tiros, no se entendían entre los delanteros;
viéndoseles jugar desordenadamente por todos lados, menos por el
que debían ocupar. Los fouls de parte de los del ‘Alianza’ se repitieron
y mientras tanto en las tribunas el desagrado por el mal partido y la
forma poco deportiva como se presentaban los fouls, se exteriorizó en
manifestaciones de descontento. [...] Poco a poco, comenzaron las
fallas, que parecían deliberadas, la bola era constantemente enviada al
out y el partido degeneró por completo. [...] Momentos después Loyo
incurrió en foul penal y Rosteing (sic) se encargó de cobrarlo, y sucedió
lo que ya se decía: Rosteing falló el tiro, enviando la pelota sobre el
arco, a notable altura. Esta actitud provocó aún más protestas de las
tribunas.” 164
“un numeroso grupo de entusiastas, entre los que la mayor parte eran
estudiantes, cargó en hombros a los jugadores, organizando un desfile.
[...] Llegados a las puertas de ‘El Comercio’, requirieron la presencia de
alguno de sus redactores. El jefe de redacción salió y recibió una
calurosa manifestación de simpatía. El señor De las Casas (jugador de
la Universidad) reveló el objeto de los manifestantes, quienes habían
querido venir a testimoniar su reconocimiento a este diario por la forma
cómo habían sido siempre estimulados en sus prácticas deportivas. Se
dieron tres hurras por ‘El Comercio’ y por la ‘Universidad’.” 166
166
El Comercio. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
77
campaña sobre la importancia del fútbol, de la educación física y la
necesidad de promoverlo a escala nacional a través de escuelas,
universidades y asociaciones en las que participan las clases populares.” 167
Los jugadores de la Federación Universitaria fueron a un diario que estaba
en manos de una familia civilista. Creemos que los universitarios del equipo
de fútbol de la Federación, concordaban con las ideas civilistas con respecto
a la educación moral y a la práctica del fútbol y eran excluyentes con quienes
no lo eran, tan igual como lo era el diario El Comercio.
Los vínculos de la familia Miró Quesada, propietaria del diario El
Comercio y la Universidad San Marcos son de larga data. También lo son los
vínculos entre San Marcos y la práctica deportiva. El 13 de setiembre de
1900, los alumnos de las facultades de Jurisprudencia, Ciencias Políticas y
Letras establecieron un centro permanente para la práctica deportiva,
creando el Club Carolino, para algunos el antecedente inmediato del equipo
de la Federación Universitaria. Uno de los secretarios de los “carolinos” fue
Luis Miró Quesada de la Guerra.
No es de extrañar, entonces, que por estos antiguos vínculos, el
cronista del diario El Comercio iguale a los deportistas universitarios con
aquel ideal de hombre helénico que era “la súper armonía […] El milagro se
ha operado y no debe extrañarnos; no puede extrañarnos para los que
sabemos y sentimos la elevación de los propósitos y la firmeza en las
convicciones, de la juventud que es orgullo de la Universidad y de la patria.”
168
167
Fanni Muñoz. Diversiones públicas en Lima..., p. 231.
168
El Comercio. Lima, del 26 de septiembre de 1928.
169
La Prensa. Lima, del 2 de noviembre de 1928.
78
EL SOL Y LA NOCHE Y LA REVISTA MUNDIAL
Como ya hemos anotado anteriormente, las colecciones que se guardan de
los diarios El Sol y La Noche están bastante incompletas. Por ello, no hemos
podido acceder a lo que opinaron con respecto al primer partido entre
Alianza Lima y el equipo de la Federación Universitaria. Ya hemos dicho
también que tanto La Prensa, El Tiempo como La Crónica, hablaron
duramente del árbitro del partido, el uruguayo Julio Borrelli.
Es interesante observar como el diario La Prensa insinúa que el juez
discriminó racialmente durante el partido. De acuerdo a este diario, el árbitro
no hizo nada cuando los jugadores universitarios Galindo y Denegri lo
trataron despectivamente. Por ello cree que:
“los que han tildado a Borrelli de incapaz, tal como muchas veces lo
hemos leído y visto, han cometido un error lamentable. Nadie más
capacitado para juzgarlo que los mismos referees nacionales, los que
han sido en su totalidad discípulos del ‘maestro’ Borrelli. En otras
ocasiones y otras oportunidades hemos conversado con muchos de
ellos y el criterio unánime siempre ha ido a favorecer al referee
uruguayo. Y aún hemos llegado más allá. Hemos asistido a las
lecciones ilustradas de Borrelli -a las que muy pocos cronistas han
concurrido- y de ellas hemos sacado en limpio que conoce a fondo la
materia y está perfectamente capacitado para dirigir un organismo de
esta índole.
170
La Prensa. Lima, del 24 de septiembre de 1928.
79
Si los discípulos son los primeros en declarar que vale el maestro, no
puede pedirse un mayor certificado de eficiencia. Gustosos, pues
anunciamos la rehabilitación del buen Borelli.” 171
171
La Noche. Lima, del 3 de noviembre de 1930.
80
Pero es el comentario del diario El Sol, publicado el 28 de julio de 1928
el que sirve de conclusión para el presente trabajo. Anticipamos que el
comentario en cuestión es totalmente discriminatorio con respecto a los
individuos de ascendencia afro peruana, pero lo que allí se escribe
representa un avance para lo que a los individuos de esa ascendencia les
estaba permitido hacer, por lo menos en el Perú de entonces. Además, el
comentario se ajusta a la idea leguiísta de que el deporte despereza y aviva
la inteligencia. Hay que recordar que Leguía quería incorporar a todos los
peruanos a su proyecto de modernización capitalista. Por ello, su idea de
inclusión de los individuos de ascendencia afro peruana a un pretendido
proyecto nacional no tenía que ver con que él mismo hubiese superado sus
propias ideas discriminatorias. Leguía no sólo quería la energía que podía
proporcionarle un trabajador cualquiera. Quería además, su inteligencia. El
comentario del diario El Sol dice:
“No cabe poner en duda que la práctica del deporte ha elevado física,
económica e intelectualmente a la raza negra. Veinte años atrás todo
ser humano que, para su fatalidad, hacía (sic) con la piel oscura,
estaba condenado irremediablemente a trabajar como un yunque,
durante el tiempo que permanecía en el mundo, más recompensa que
obsequiar todas sus energías y todas sus ilusiones al gamonal,
contratista o empresario que lo explotaba […] He aquí con los deportes
que el negro se emancipa. Dueño de una contestura (sic) fuerte y
vigorosa, entra de lleno a practicarlos. Busca el deporte más al alcance
de su mentalidad y se incorpora al boxeo […] Los negros no quisieron
limitarse, a ser boxeadores. Quisieron también jugar foot-ball, a pesar
que sabían que este deporte no les aumentaría mucho la bolsa. Pero
sabían que practicándolos se codearían con la gente bien y tendrían
esperanzas de conseguir mejor colocación. Así fue como vimos a
Lavalle el popular José María, en tierras centroamericanas, colmado de
festejos, concurriendo a los cabarets y bailando shimmy y pegando sus
labios con lindas pollitas […] Hoy no es raro tropezar con un negro a la
salida de un teatro o en la ventanilla de un Banco. Ya uno sabe que
lleva muchos pesos en la billetera y que han sido adquiridos con
fuertes trompadas y potentes patadas.” 172
172
El Sol. Lima, del 28 de julio de 1928.
81
REFLEXIONES FINALES
82
¿Y DESPUÉS DEL ASESINATO, QUÉ SUCEDIÓ? PRENSA Y NUEVAS
ELECCIONES (1934-1935).
Christian Carrasco173
El título del siguiente artículo tiene como objetivo presentar algunas ideas
que informarán y mostrarán las actitudes tomadas por algunos miembros del
Congreso Constituyente ante la inestabilidad política experimentada por el
país después de asesinato del presidente constitucional del Perú, el
comandante Luis M. Sánchez Cerro, que serán evidencia palpable de los
intereses concretos de los sectores representados en el parlamento,
posturas y planteamientos. El trabajo tendrá tres puntos de desarrollo que
nos ayudarán a guiar nuestra lectura y la concatenación de los
acontecimientos desarrollados. En el primer punto hablaremos del golpe de
Estado del año 30 y los hechos que se desarrollan hasta las elecciones de
1931. El segundo punto está constituido por los hechos concernientes a su
asesinato; y por último desarrollaremos algunas apreciaciones entorno a las
acciones que asumirán los miembros del parlamento y el cómo la prensa las
difunde, en el plano de la lucha de intereses por hacerse del poder algunas
agrupaciones.
Para entender el desenvolvimiento de los actores políticos en esta
coyuntura analicemos cada uno de ellos. Uno de los participantes de esta
lucha política es el Partido Comunista del Perú que según algunos autores lo
describen de la siguiente manera: Durante los años 30 la participación de “el
partido comunista que había hincado su acción política antes que el APRA,
que había logrado organizar sindicatos mineros en la región del centro ya por
los años 30, perdió pronto su preponderancia. Quienes han estudiado
proponen varias razones para explicar la caída comunista. Dicen que el PC
ha actuaba en términos de política internacional, dictados por la
KOMINTERN, mientras que Haya y Sánchez Cerro representaban objetivos
de tipo nacionalista, más de acuerdo con la mentalidad del pueblo. Dicen
también que al Partido Comunista le faltó un líder carismático, como los eran
el jefe del APRA y el sublevado de Arequipa. Influyó igualmente en su
173
Bachiller en Ciencias Sociales – Especialidad de Historia por la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. Actualmente viene desarrollando su Tesis de Licenciatura sobre la
historia republicana del Perú. Ha sido conferencista en eventos de historia y se
desempeña como investigador y docente en varias instituciones de Lima.
83
derrota la cruenta persecución de la fue victima el PC durante el primer
gobierno de Sánchez Cerro, quien destruyó la Confederación General de
Trabajadores (CGTP) así como los sindicatos obreros de inspiración
comunista. El PC fue desmantelado antes de que el APRA entrar en acción,
y las masas comunistas quedaron huérfanas de dirección. Por tanto hubo de
contentarse con intervenir en el proceso electoral de 1931 en forma simbólica
lanzando la candidatura de un obrero, más como bandera de lucha que con
la posibilidad siquiera remota de salir elegido. Por otro lado la antigua
oligarquía terrateniente, desplazada por la burguesía industrial encumbrada
por Leguía, aprobó el golpe que derrocara a su peor enemigo dedicándose
de inmediato a la conquista de quien detenta el poder. Además el Partido
Comunista, inmediatamente perseguido y sometido a graves problemas de
dirección tras la muerte de Mariátegui (16/4/1930), entró en un largo periodo
de crisis orgánica. La organización y orientación de los trabajadores pasó a
ser asumida principalmente por el APRA; el movimiento obrero quedó
limitado en sus bases por la recesión económica y la falta de dinamismo
industrial en el país. Los obreros participaron activamente en las luchas
contra el poder oligárquico, pero su organización, golpeada por la represión,
tuvo que seguir las vacilaciones políticas de los sectores medios y los
“virajes” del partido aprista”.174
La represión contra el Partido Comunista y los sindicatos fue alentada
por los gremios patronales y los órganos de derecha…En la región norte, los
obreros de la Internacional Petroleum Company enfrentaron también
represión, masacre y despidos masivos a fines de 1930. Al igual que los
mineros, los petroleros quedaron sin organización sindical prácticamente
hasta 1945.175
Alberto Flores Galindo al respecto, cuando hace referencia a la
participación de los trabajadores mineros indica:
174
Denis Sulmont. El Movimiento Obrero Peruano (1890-1980) Reseña Histórica. Lima:
Tarea Editores, 1980, p.53.
175
Ibid. p. 56.
84
ignoraron. Sólo en apariencia penetraron entre los mineros. Esto de
prueba por la rápida caída de los sindicatos ante la represión y por el
largo período de receso que sufrieron hasta 1945.” 176
CUADRO MINERO
En los picachos blanco
de estos Andes milenarios
existen grandes dolores
cual si fueran ¡Ay Calvarios !
Estribillo
Minero de estas regiones
triste “Paria Tributario”
siempre en las malditas minas
hallarás, tú, el martirio.177
176
Alberto Flores Galindo. Los mineros de la Cerro de Pasco 1900-1930. Lima: Editora
Popular, 1974, pp.112-114.
85
En el segundo sector indicado tenemos al APRA y a los grupos que
envolvían a la persona del comandante Luis M. Sánchez Cerro. Si es que se
creía a inicios de los 30 que el comandante Sánchez Cerro era la alternativa
de solución a las consecuencias de las crisis y a los cambios profundos que
iba experimentando el país, palabras que se expresarán con el mensaje de
que sólo el Ejército salvará al Perú, conclusión que expresará diciendo: “El
Perú se salvará haciendo de la nación armada y pacífica una verdad
viviente”. Cosa semejante sugerida por el jefe del APRA, conforme a la
estereotipada frase “solo el APRA salvará al Perú.” 178
Además Sánchez Cerro rechaza los postulados marxistas: “Hay
quienes predican la lucha de clases, el odio contra determinado grupo o
familia, o individuos”, atacando así, indirectamente la política anticivilista del
Apra, pero así mismo inclemente con los legistas: “Yo tengo el orgullo de
representar la revolución, limito mi repudio a quienes delinquieron y exijo su
apartamiento de la función pública”. También el antileguiísmo de los sectores
agro-exportadores y terratenientes se acentúo mucho más y pasaron a
organizar su derrocamiento.
“La pequeña burguesía radical que había roto con él hacía varios años,
radicalizada ante el relativo avance de la organización y movilización
obrera también tentaba al poder. El soporte que tenía con el capital
norteamericano se quebrantó cuando se produjo la crisis de octubre de
1929. Los sectores industriales de la burguesía debilitaron
notablemente sus alianzas ante la nueva correlación de fuerzas que se
venía gestando” 179
183
Víctor Villanueva. El Militarismo en el Perú. Lima: Empresa Gráfica T. Scheuch S. A.
1962, pp.19.
90
Artículo 145.- El ejercicio de la Presidencia de la República se
suspende:
1. Por mandar en persona el Presidente la fuerza armada;
2. Por incapacidad física temporal del Presidente, declarada por el
Congreso; y
3. Por hallarse sometido a juicio conforme al artículo 150.
91
En el diario “La Sanción”, Nº 1078 de fecha 18 de octubre de 1934,
pág. 4, en torno a la propuesta de nuevas candidaturas al Parlamento se
indica lo siguiente: “EL DR: JORDÁN Próximamente emprenderá viaje a Ica,
provincia por la que es postulante de U.R. este joven y distinguido abogado.
El doctor Jordán cuenta con muchas y efectivas simpatías en esa provincia.”
92
Por otro lado también se evidencia algunos inconvenientes para varios
votantes. En el diario “La Noche” se expresa que:
97
En el diario “La Prensa” del 7 de noviembre de 1934, página 10, se
informa sobre ánforas electorales encontradas en el Callao, en la oficina
donde antes funcionaba la Agencia de Aduanas.
El ambiente se va calentando de tal forma que las afirmaciones a
revueltas y acciones armadas se van desarrollando. En el diario “La Prensa”,
N° 16610 del lunes 25 de octubre de 1934, página 1, informa:
98
“EL SECRETARIO DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
RECTIFICA LOS CONCEPOS DEL SEÑOR PIÉROLA. En nombre del
Jefe del Estado rechaza la amenaza de revolución contenida en la
comunicación del Presidente de la Alianza Nacional. Dice que el
Gobierno deberá investigar los preparativos revolucionarios de la
Alianza para reprimirlos, cumpliendo así con su obligación de mantener
la paz pública”.
99
En el diario “La Nación”, N° 144 del jueves 25 de octubre de 1934,
página 4, informa sobre
101
Todo esto varía con la nueva prórroga del proceso electoral, siendo la
quinta de vez, aprobada por el Congreso Constituyente por 56 votos a favor
contra 21 en contra. Esta tarea será asumida por el Poder Ejecutivo
designará la fecha una vez que se haya depurado el Registro Electoral. El
diario “La Crónica” del 8 de noviembre de 1934, página 2, informa sobre el
término del pacto de derecha, “Unión Revolucionaria declara terminado el
pacto electoral con los partidos Nacional y Nacionalista, con lo que la U.R. se
aparta del pacto de derecha y propone un nuevo frente con el Partido
Nacional Agrario y de los Nacionalistas del señor Revilla. A su vez el diario
“La Tribuna” opina sobre las consecuencias de la prórroga de las elecciones.
Por otro lado, después de tantos vaivenes, se reitera el pacto electoral
entre los partidos que componen la Alianza Nacional. Pero actuando cada
uno independientemente. A su vez se reconocía la política represiva contra
los opositores, militares del APRA.
AMADEO DE PIÉROLA
102
Ante la preocupación de la postergación de las elecciones se comienza
a informar que para evitar las protestas y la realización de las próximas
elecciones, se optaría por recesar el Congreso Constituyente a partir del 28
de Febrero, hecho que se concretó a las 12 a.m. del día indicado, afirmando
que iban a volver a legislar hasta el 28 de julio de 1935.
De tal forma culmina el proceso iniciado por el Congreso Constituyente
y los grupos representados en él para poder acceder a una curul.
CONCLUSIONES
103
FUENTES DE PRIMARIAS
Boletín de la Alianza.
Diario El Comercio.
Diario La Crónica.
Diario La Tribuna.
Diario LA NOCHE.
Diario La Nación.
Diario La Sanción.
Diario El Callao.
Diario El Telégrafo.
Diario Ahora.
Diario La Trinchera.
Diario La Prensa.
Diario La Semana.
Diario El Heraldo.
104
UN FANSIN – ANTE MUNDO ALTERNA EN LIMA. ALGUNOS APUNTES
SOBRE LA SOCIEDAD LIMEÑA A TRAVÉS DE LOS FANZINES
SUBTERRÁNEOS. (1985)184
EXORDIO
Lima en la década de los 80 experimentó diversos cambios en sus diversas
esferas sociales, económicas, culturales y políticas, consecuencia que nos
dejó la migración, el gobierno militar, los primeros efectos de la globalización,
el renacimiento de los partidos de derecha, centro e izquierda, la caída de los
principales paradigmas establecidos en los 70, dejando un gran vacío en los
184
Quisiera agradecer a mi mamá, mi papá, mis hermanas y sobrinas por el apoyo en la
realización de este pequeño artículo, a Daniel Morán y César González por su amistad, a
mis colegas del INC por el tiempo compartido, a Eric Zolov y Maritza Urteaga por su
ayuda intelectual, a la familia Dueñas Castro por su estima y en especial a mi Jenny por
compartir su tiempo a mi lado.
185
En esta oportunidad se analizará solo 2 fanzines que aparecieron por esos años, como
son “Averock” y “Rockola” ambos de tintes comerciales, pero que aún así abordaron la
temática subte de esos años
186
Entre ellas “Macho Cabrío” “Taxi” “El Zorro de abajo” y complementada con
información de la revista cultural “Flecha en el Azul”
105
jóvenes que fue difícil de llenar en los años siguientes. Complementado con
el aumento de la masa juvenil que se vio reflejado en las diversas encuestas
publicadas de la época.
En consecuencia, en década de los 80 se dio diversas particularidades
en la capital que modificó las costumbres y la vida cotidiana de los
ciudadanos. En especial se empezó a formar un movimiento contracultural
que buscó una ruta paralela a la establecida por la sociedad, una vía que sea
una alternativa a la impuesta normalmente por la sociedad, un camino que
sea opuesto, diferente o propio de la acción de un grupo de adolescentes
poco que no encontraron cabida en la sociedad convencional, me estoy
refiriendo al movimiento subterráneo de los 80. Sobre este punto Juan Carlos
Murrugarra nos dice:
ESPECIFICACIONES
En este acápite se analizará algunos términos que se usará en el presente
ensayo, tal como son los términos de “fanzines”, “rock subterráneo”, “punk”
etc., primeramente empezaré con la palabra fanzine que según la Real
Academia de la Lengua (RAE) significa: “Revista de escasa tirada y
distribución, hecha con pocos medios por aficionados a temas como el
cómic, la ciencia ficción, el cine, etc.”188
Obviamente que esta definición resulta muy escasa y vaga, así que
usaremos otras definiciones que nos da los diversos autores referidos a la
temática.
Según Daniel F,
187
Juan Carlos Murrugarra Cerna. La “estética de lo precario”, aproximaciones al
panorama rockero “subte” de finales de los 90 en Lima. Lima: PUCP, 2001, p. 3.
188
Real Academia Española. Diccionario de la Real Academia Española. España, 2002.
106
considerarla pionera y primera en el arte de comunicar fuera de los círculos
convencionales.” 189
189
Daniel Valdivia. Sumergidos pasos del amor. Lima: Martínez Compañón Editores,
2007.
190
Juan Carlos Kreimer, Punk, la muerte joven. Buenos Aires: Distal, 1993, p. 6.
191
Pedro Cornejo Guinassi. Alta Tensión, los cortocircuitos del rock peruano.” Lima:
EMEDECÉ, 2001.
192
Daniel F. Pa' Comenzar. Divagaremos. Lima: Tarántula, 1994.
107
“Ser subte es ser parte de un colectivo “identitario” conformado por
emisores / músicos y receptores / público, cultores de una estética
“socializada” democratizada” que “ostenta” bienes culturales (música,
fanzines, collages, etc.) creados según la lógica de lo autentico. A su
vez, lo “autentico” se jacta de la fidelidad demostrada, en su proceso de
creación, a su propia “ideología” que cobra sentido en el “goce” que
resulta de la “transgresión” a la normatividad de la “cultura dominante”
y del enfrentamiento a un “arte comercial” interesado a la rentabilidad
más que en la creatividad; y que se encuentre estrechamente ligado a
la cultura dominante”.193
Vemos que el autor tiene una definición muy específica y exacta sobre
el punk, específicamente muy acorde a lo que se quiere reflejar en este
ensayo
Otro de los autores que define al punk es Daniel F y nos dice
193
Juan Carlos Murrugarra Cerna, La “estética de lo precario”…, p. 123.
194
Ver el DVD “Grito Subterraneo” opinión vertida por el psicoanalista Baltazar Caravedo,
aproximadamente el año 1985 en pleno boom del rock subterráneo en Lima.
195
Eduardo Guillot. Historia del rock. Valencia: La Mascara, 1997, p. 84
108
““Punk” significa “cosa de poco valor”, “porquería”, “desperdicio”, como
también “gangster joven”, “maleante de segundo rango”, akel ke pretende
serlo pero ke le falta la fuerza y la experiencia para conseguirlo……. El
punk fue más ke una variante en el rock. No solo fue un recapturar el
espíritu de los 50 o el retrotraer la fuerza y el dinamismo de la primera
oleada beat de principio de los 60. El punk fue una corriente ke abrió el
camino hacia nuevas formas musicales y a una nueva manera de encarar
la música.” 196
Vemos que el autor no da aun una definición mucho más exacta de las
diversas singularidades y especificaciones que genera el punk en sus diferentes
vertientes, ya que se puede apreciar que el autor simpatiza con dicha ideología.
Para efectos del estudio se usará ambas definiciones –Guillot y Daniel F- ya que
reflejan las temáticas a usar en el presente ensayo.
CONTEXTO POLÍTICO
Luego del gobierno militar tanto el APRA, Acción Popular y los partidos de
izquierda tuvieron por esos años un auge y una caída muy peculiar dentro de
la política nacional, los 3 partidos llegaron a tener y ocupar lugares claves
dentro de la política nacional, pero dicho apoyo tuvo un carácter inflado197 en
las preferencia electorales, ya que respondieron a diversos contextos
específicos.
Los partidos tradicionales y de izquierda coparon el poder en los años
que hemos abarcado (1982-1985) y tuvieron en común las crisis que
atravesaron en diversos contextos, además, tuvieron en común los malos
gobiernos y políticas aplicadas. Es por ello que los jóvenes se desencantan
de la política en general, además es en esta época cuando se gestaría,
según Martín Tanaka, la “caída de los sistemas de partidos en el Perú”198, es
decir, los partidos en esta etapa afrontaron la mayor crisis política y social en
toda la historia Republicana tal como lo analizaremos en el siguiente párrafo.
CONTEXTO SOCIAL
Se observa que la informalidad y la ilegalidad se hicieron un aspecto
cotidiano en la vida civil199, además se nota la ausencia de paradigmas en
196
Daniel Valdivia, Sumergidos pasos del amor…
197
Martín Tanaka. Los espejismos de la democracia. El colapso de los sistemas de
partidos en el Perú. Lima: I.E.P. 1era Edición, 1998.
198
Loc. Cit.
199
José Matos Mar Desborde Popular y crisis del estado: Veinte años después. Lima:
Fondo Editorial del Congreso, 2004, p. 92.
109
los jóvenes limeños200. Estos últimos ya no se identifican con los códigos
civiles, por lo que ven sus sueños y anhelos cada vez más lejos debido a la
crisis y los diversos acontecimientos que le ocurrían en sus vidas201. Los
jóvenes buscan asociaciones, nuevos códigos y patrones de conducta para
tener un espacio de identidades comunes y buscar formas de asociaciones y
grupos con los mismos intereses202.
Apreciamos, que tal como lo señala Matos Mar, los 80 significó más
que en cualquier época el “Desborde Popular” donde las clases populares al
ver la crisis y fracasó de la sociedad legal; recurren a estrategias propias de
sobrevivencia fuera de la legalidad y del código civil peruano.
ASPECTO CULTURAL
Lima en los 80 concentró a una gran masa juvenil producto de las múltiples
migraciones internas que se produjo en los años anteriores, estos jóvenes
crecieron sin específicos paradigmas y tuvieron en los 80 un gran confusión
de caracteres y conductas pre establecidas, además vemos que el país en el
aspecto político y cultural estaba en una aguda crisis endémica que genero
que los jóvenes se desencanten de la política y de su sociedad, por ello
buscaron nuevos códigos de conducta “alternativas” que pudieses servirles
como catalizadores de sus energías y anhelos propio de las juventudes. Es
por ello que la música se convirtió en sus diversas expresiones en un medio
ideal de expresión para las diversas colectividades urbanas limeñas,
específicamente hablando del rock subterráneo, este movimiento fue seguido
por los jóvenes de las clases media baja de los diversos barrios clase
medieros de la ciudad. Grompone señala que los jóvenes buscaron nuevos
lenguajes, asociaciones, patrones de conducta, etc. y una de estas
manifestaciones vendría a ser el movimiento subterráneo que se dio por esos
años.
200
Luis W. Montoya “Distancias y ruptura, poder, jóvenes y CCSS en el Perú”,
publicación inédita.
201
Romeo Grompone. El velero en el viento, Política y sociedad en Lima. Lima: IEP,
1991, 1era Edición, p. 23.
202
Grompone. El velero en el viento…, p. 54.
203
José Matos Mar. Desborde Popular y crisis del estado…
110
establecido en el Perú, todo ello generó diversas conductas alternativas al
sistema establecido, unas pacíficas, otras violentas, etc. Una de esas
conductas alternativas vendría a ser el movimiento subterráneo que se gestó
en Lima a inicios de la década de 1980, a pesar de su importancia y arraigo,
no es abordado como se merece, tal como lo señala Luis Montoya.
204
Luis W. Montoya “Distancias y ruptura…
111
EL ROCK Y SU VISIÓN DE LA SOCIEDAD
Los rockeros subterráneos anhelaban una nueva sociedad que sea acorde
del fondo y la forma de las cosas205, o sea que sus acciones debe estar
acorde con el discurso que se manejaba. Muestra de ello se puede leer en la
revista Averock:
“Es por esos días ke aparece «Ave Rok» dirigida por Alfredo Rosell,
una revista de corte abiertamente comercial pero ke jugó un papel -valgan
verdades- crucial para lo ke después se conocería como rock subterráneo
o movida subterránea.” 208
“Al inicio fue dura la pelea para cantar en castellano, era una pelea
contra la incomprensión, contra la cuadratura de toda esa gente
acostumbrada a oir rock solo en ingles. Ya me imagino lo duro que
habrá sido para aquellos que cantaban en castellano a finales de los 70
209
Del LP “Leusemia 1985”. Lima: El Virrey, 1985.
210
Dicha afirmación coinciden prácticamente todos los analistas y críticos de rock del
Perú, por ejemplo, Pedro Cornejo Guinassi, Oscar Malca, Juan Carlos Murrugarra, etc.
211
Posteriormente serian un cuarteto con el ingreso de Raúl Montaña
212
Así lo afirman Narcosis, Guerrilla Urbana, Zcuela Crrada, Voz Propia, etc.
213
Rock editores. “Entrevista a Saúl Cornejo”. Rock, Lima, N° 1, 1970.
114
e inicios de los 80…. Todavía estaba latente ese axioma que decía que
el rock no se podía cantar en castellano… y algunos nos daban su
aprobación y otros nos pifiaban”.214
“Así como existen grupos nacionales con un acceso más o menos fácil
a los conciertos y medios de comunicación masiva, también existe los
214
David Novoa. Conversaciones con Daniel F. Lima: Contracultura, 2002, p.18.
215
Averock editores. “Rock subterráneo, la verdad”. Averock, Lima, N° 6-7, 1985.
216
Rockola. “Historia del rock”. Rockola, Lima, N° 2, 1985.
217
Daniel Valdivia. Sumergidos pasos del amor…
115
malditos. Vienen de distritos pobres y se empeñan en alentar el
surgimiento de un circuito musical subterráneo, verdaderamente
alternativo para los jóvenes de los 80” 218
218
“La República” Año 4, N° 1132, Suplemento VSD del 8 de Febrero de 1985, p. 2.
219
Cuyo seudónimo es Sigfrido Letal
220
Que tuvo una efímera existencia, pero que fue uno de las primeras revistas en salir a la
palestra, además de enfocar el movimiento subterráneo como una particularidad
importante y esencial.
116
CONCLUSIONES
• Los fanzines subterráneos fueron los principales vehículos informativos
de este singular movimiento musical y cultural.
• Este movimiento subterráneo fue una propuesta alternativa a la
impuesta por la sociedad occidental, este movimiento gozó de vitalidad,
originalidad y peculiaridad, es por ello que tuvo un avance muy
acelerado.
• Los actores sociales de este movimiento son en su mayoría jóvenes
que no estaban de acuerdo con las reglas establecidas en la sociedad,
no actuaron violentamente en contra de la sociedad establecido, sino
simplemente plantearon una alternativa a la cultural formal de la
sociedad.
• Los fanzines subterráneos reflejan mejor que ningún otro documento,
las principales ideas, pensamientos, ideologías, posturas, etc. de los
actores sociales de este importante movimiento.
117
ESTADO, EMPRESARIOS Y TRABAJADORES: LEY DE RELACIONES
COLECTIVAS DE TRABAJO A TRAVÉS DE LA PRENSA DE LIMA EN
1992.221
María Aguirre
INTRODUCCIÓN
El estudio del mundo laboral peruano requiere la identificación de un
determinado marco temporal y espacial, el cual, nos va permitir, esclarecer y
conocer sus características específicas (su situación y desenvolvimiento).
En ese sentido, consideramos de gran importancia la descripción general del
contexto histórico al que vamos a adentrarnos. Estableciendo a partir del
mismo el papel que los distintos actores sociales asumen en la reproducción
del mencionado mundo. Nos interesa, por lo tanto, determinar la participación
que el Estado adquiere en la relación empleador y trabajador. Recordemos,
que es, precisamente, la participación de los actores antes aludidos la que
planteará por primera vez en la historia peruana la problemática del mundo
laboral a principios del siglo XX. Entonces, el contexto y el papel de los
sujetos son los elementos claves para entender las evoluciones y retrocesos
que se presentan en el ámbito del trabajo.
Bajo esta perspectiva buscamos reconstruir el mundo laboral dentro del
gobierno fujimorista. Establecer, principalmente, el marco legal que nos
permita fijar el compromiso asumido por el Estado en la regulación de las
relaciones laborales, su comportamiento frente a los empresarios y
trabajadores. Igualmente, en una segunda etapa del ensayo se pretende
analizar la imagen que la prensa brinda del fenómeno, determinando
además la importancia que le asignan.
De esta forma, queremos evaluar el papel de los medios periodísticos
en la difusión e información de la situación laboral ante la opinión pública. Al
abordar dicho medio de comunicación buscamos comprender su compromiso
221
Este trabajo fue expuesto en el I Encuentro de Historia Regional “Alberto Flores
Galindo” de Estudiantes de Historia de la Universidad Nacional de San Cristóbal de
Huamanga en Ayacucho en julio del 2007, y en el I Congreso Internacional de
Estudiantes de Historia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en junio de este
año. El análisis del mismo es un primer avance de una investigación mayor. Sin embargo,
es útil señalar que en el proceso de indagación y redacción del artículo aportó con sus
comentarios y sugerencias el historiador Daniel Morán. A él un agradecimiento enorme
por el tiempo empleado.
118
en la orientación de la opinión y el grado de relación que establece frente a
la política del gobierno (las noticias y editoriales que ofrece nos serán de
gran utilidad en esta finalidad).
Consideramos que el contexto propicio y relevante para nuestros
propósitos, se inscribe en la coyuntura de 1992. Porque es en esta etapa
donde se van a presentar un conjunto de medidas gubernamentales que
modifican considerablemente la regulación laboral y que además buscan de
modo directo golpear a las organizaciones gremiales. Es aquí en donde la
actitud autoritaria de la figura presidencial comienza a operar al margen de
un respaldo constitucional. De esta manera el elemento al que se recurre
para reglamentar en los distintos asuntos (especialmente en el tema laboral)
está centrado en el decreto ley que posee el mismo poder que una ley o
decreto legislativo. Este panorama de operación presidencial se genera
producto del autogolpe del 5 de abril de 1992, a partir del cual las decisiones
políticas evidencian el compromiso del gobierno con determinados sectores.
Con esta finalidad hemos elegido el decreto ley que regula las relaciones
colectivas. Que nos va ha permitir reconocer el papel que el Estado asume
en la relación laboral. Asimismo, aprehender la forma como la prensa enfoca
el acontecimiento y, finalmente, como explica a la sociedad limeña las
acciones tomadas por el Ejecutivo.
JUSTIFICACIÓN
La reflexión de los problemas sociales así como su compresión son
imprescindibles en la actividad de los científicos sociales en especial de los
historiadores. En este sentido, consideramos que el estudio de la sociedad
por estos últimos, no solo debe interesarse en procesos mediáticos, es
necesario también abrir el campo de análisis a los acontecimientos
inmediatos. Es, a partir de ellos, como se logrará conformar una identidad y
memoria del proceso sobre todo en los actores sociales implicados teniendo
como precedente la proximidad del suceso. De esta forma, todo estudio
histórico que se oriente bajo esta perspectiva creemos que contribuye a la
construcción de una sociedad que se interese por sus problemas actuales,
sin dejar de lado nuestro pasado.
Recordemos y apliquemos la frase que durante nuestra preparación
intelectual hemos aprendido: Conocer el pasado para comprender el
presente y conocer el presente para comprender el pasado. Se requiere
estudiar temas que por su significado social nos pongan en la capacidad de
comprometernos con nuestros problemas sociales y que busquen explicar
desde su base misma determinado proceso.
En este caso, queremos estudiar la reforma laboral acontecida durante
la coyuntura de 1992 con el objetivo principal de comprender el nuevo
panorama que se impone al elemento trabajador como resultado de la
regulación que se aplica a las relaciones colectivas. Y que terminarán
119
inclinando la balanza a favor del empleador. De este modo mostrar el tipo de
violencia que sobre ellos recae con la vulneración de sus derechos laborales.
222
Carlos Contreras y Marcos Cueto. Historia del Perú Contemporáneo. Lima: Red para el
Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, 2000, p. 342.
223
En este punto queremos señalar la bibliografía consultada que nos dilucidó las
características del proceso: Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia. La crisis
del Estado republicano. Lima: 2004; Efraín Gonzáles de Olarte. Neoliberalismo a la
peruana. Economía política del ajuste estructural, 1990 – 1997. Lima: IEP, 1998; Carlos
Contreras y Marcos Cueto. Historia del Perú Contemporáneo...; y Peter Klaren. Nación y
sociedad en la historia del Perú. Lima: IEP, 2004.
120
“[...] sostiene que la crisis en América Latina se debe a dos razones: La
excesiva intervención del Estado en la economía [...] y la aplicación de
políticas económicas populistas.” 224
“[...] Fujimori, enfocó sus críticas cada vez más hacia los partidos
políticos, el congreso y el poder judicial [...] [Así] al denunciar las
débiles instituciones representativas (que estaban controladas por sus
opositores), Fujimori no solamente contribuyó a restarles importancia
sino que acopio un considerable respaldo político.” 225
224
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia..., p. 283.
225
Peter Klaren. Nación y sociedad..., p. 492.
121
poderes locales y regionales. Restringe [además] la independencia del
poder judicial y permite la intervención [presidencial].” 226
226
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia..., pp. 255 - 256.
227
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia..., p. 317.
228
Carlos Contreras y Marcos Cueto. Historia del Perú Contemporáneo..., p. 354.
122
obligación laboral. Y, por el otro, la empresa con finalidad de aumentar su
productividad y beneficios.229
Las privatizaciones representan uno de los elementos que se
emprenden con la finalidad de reinsertar al Perú en la economía mundial.
Además, se impulsa las desregulación comercial y financiera que favorece
los intereses y ganancias de los sectores que controlan el comercio y la
banca. Uno de los elementos que va fortalecer la presencia de relaciones
internacionales, está comprendido en el pago de la deuda a los agentes
acreedores. A este objetivo se inclina la intervención en los entes
recaudadores para mejorar su funcionamiento. Y que conduce finalmente a
reducir el número de impuestos existentes e incrementar los impuestos
individuales. Todas estas modificaciones en la recaudación del fisco estatal
buscan la reintegración al sistema financiero internacional en concordancia
con lo estipulado por el Fondo Monetario Internacional. Este último juega un
papel importante en la aplicación de las reformas económicas, es por ello
que al revisar los periódicos y revistas de los primeros años del gobierno
fujimorista aparece involucrado en reuniones y acuerdos con los ministros de
economía.
Por otro lado, nos interesa señalar a grandes rasgos como se vive a
nivel de la población estas reformas. En estos primeros años desde la
aplicación del shock se afecta la economía familiar por la disminución de los
salarios y los despidos intempestivos tendientes a favorecer la condición
empresarial. Sin embargo, a pesar de esta precariedad económica el
gobierno logra obtener una popularidad alta. Claro no se debe negar el
reclamo que ante esta situación surge desde algunos sectores sociales.
Consideramos que dicho respaldo popular se explica por la coyuntura que se
vive principalmente en 1992. Primero con la caída de la inflación que de
cierta manera aligeran las condiciones socioeconómicas de la población, y
ligado a este punto, la campaña de gasto social emprendidas por el gobierno
de las ganancias obtenidas por las privatizaciones. Un segundo hecho es la
captura del líder de Sendero Luminoso Abimael Guzmán, y que se justifica
por el aumento de la violencia senderista en el área urbana. A partir de dicha
captura se reduce significativamente el clima del temor que se vive en
Lima.230
Otro hecho que se convierte en importante y consolida la figura
presidencial es el golpe del 5 de abril. Que obtiene el apoyo popular, gracias
al recurso de crítica a las instituciones políticas (principalmente los partidos
políticos) que poseían poca legitimidad y representatividad. Así, se usa el
logro económico (marcado por la reducción de los índices de inflación) para
229
John Carbtree y Tin Thomas (editores). El Perú de Fujimori: 1990 – 1998. Lima:
Universidad del Pacífico – IEP, 2000, p. 280.
230
Carlos Contreras y Marcos Cueto. Historia del Perú Contemporáneo..., p. 348.
123
atacar la figura del congreso atribuyéndole el actuar en contra del programa
que empieza a obtener resultados favorables. Además, es también objeto de
crítica el poder judicial al mostrarlo como una institución que perjudica la
lucha antiterrorista. Nos interesa destacar el ataque a estos entes políticos
en la medida que es a partir de una acción presidencial directa en el aspecto
económico y en el defensivo (se designan fueros militares para los casos de
terrorismo) como se explica la popularidad obtenida:
231
Peter Klaren. Nación y sociedad..., p. 498.
232
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia..., p. 405.
124
participación laboral fomentando la flexibilización que permite incrementar las
facultades del empleador dentro de las relaciones de trabajo.
Es esta la dirección que asume el gobierno fujimorista en cuanto a la
política laboral. Sus propósitos generales se enmarcan, pues, a brindar las
facilidades al capital privado, quien es considerado como el elemento positivo
que posibilita el crecimiento económico. Lo que se vive en estos primeros
años es un ataque desde los decretos ley a toda acción defensiva de los
trabajadores. Pues debemos considerar, a partir de aquí, que si bien la
protección a los trabajadores en gobiernos anteriores en la práctica no fue
efectiva ello, sin embargo, no involucró el desarme legal que sobre
relaciones laborales existía. Caso contrario sucede en esta etapa donde
desde las mismas leyes se producen recortes al derecho laboral. Es decir, se
vive un ambiente que tanto en la teoría como en la práctica evidencia una
regulación cuyo objeto se orienta a reducir las facultades de acción y
organización de la fuerza de trabajo. Además, a esta situación se suma la
presencia de una acción reguladora sin respaldo constitucional alguno.
A partir de estas ideas es cómo podemos entender la cita que da inicio
a este acápite. La misma resume de manera clara la opción política del
Estado en materia laboral. Nos interesa identificar principalmente algunas
características del contexto que, de acuerdo a nuestras hipótesis, permitieron
que los cambios operados en el asunto no recibieran el rechazo de gran
parte de la población. Consideramos que juegan un papel importante los
ataques de sendero (dirigidos ahora principalmente al ámbito urbano) y el
papel que cumplen los medios de información (específicamente la prensa
periódica) al momento de abordar las medidas laborales emprendidas por el
gobierno de facto.
Como se puede apreciar en el título de nuestro acápite nos
centraremos en la coyuntura de 1992. Etapa que es clave para entender los
propósitos políticos del gobierno. Es aquí en donde se produce el autogolpe
que hace patente el interés por hegemonizar la figura presidencial así como,
también, la alianza cívica militar. Este último hecho marca el papel que
asume la institución militar al mostrar su decidido respaldo a las decisiones
del ejecutivo. Nos concentraremos, pues, en el estudio de una medida
laboral que muestra de forma evidente el intento político por reducir y afectar
la participación activa de los trabajadores. Nos referimos a la ley de
relaciones colectivas de trabajo que regula los tres pilares del derecho
colectivo del trabajo: la sindicalización, la negociación colectiva y la
huelga.233
Antes de empezar debemos hacer algunas aclaraciones, sobre la
temática de reforma laboral. Las investigaciones que estudian el proceso
233
Alfredo Silva. “Las diez plazas del movimiento sindical.” Cuadernos Laborales. N° 84,
diciembre de 1992, p. 30.
125
acaecido en los noventa se inclinan más a los aspectos políticos y
económicos que caracterizan a esta etapa. En ese sentido, se discuten
cuestiones ligadas a los partidos, los empresarios, la industria, la prensa,
entre otros. El problema laboral, desde esta perspectiva analítica, es
abordado de modo tangencial. Por ello, resultó una ardua tarea hallar
referencias exactas al respecto. Que nos impedían identificar concretamente
un hecho a partir del cual analicemos el papel del Estado en el mundo del
trabajo. En esta medida fueron de gran utilidad las revistas que en esa época
circulan y que se ocupan de la temática laboral. Es a través de su lectura
como pudimos establecer los hechos coyunturales que van a marcar las
relaciones de trabajo, así como, también, comprender los efectos de la ley
que es objeto de nuestro estudio.
Lo que se vive en 1992 a partir de abril es una decidida actitud política
de poner al Perú al ritmo de la economía de libre mercado. Es desde estos
momentos en que se eliminan los entes opositores desde la práctica
(recuérdese que desde su campaña presidencial se recurrió al discurso de
crítica a los partidos e instituciones estatales) encaminándose a un régimen
autoritario y presidencialista. Que busca ampliar los márgenes de actuación,
al permitir al jefe de Estado participar en cuanto asunto considere de su
interés.234 El golpe logra captar el apoyo popular al asentar su legitimación
en la crítica al congreso, principalmente, que al estar copado por los “partidos
tradicionales” dificultan que el gobierno asumiera una postura más fuerte
para enfrentar la crisis (idea que gran parte de la población compartía).
Además, como mencionamos en otra parte, a ello favorece el leve
crecimiento que se produce en la economía. Y que se deja sentir por el uso
de las políticas sociales que cuentan con el apoyo publicitario de los medios
de información. Todo ello favorece que las medidas adoptadas no obtengan
el rechazo general. De ahí que debamos entender porqué es, precisamente,
en esta coyuntura que se decide normar los derechos colectivos de los
trabajadores. Sin oposición de por medio se atacó de modo directo los
elementos legales que le permitían a los grupos sindicales actuar frente a los
empresarios:
234
Agustín Haya de la Torre. Dictadura y democracia..., p. 348.
235
Amalia Mendoza Arroyo. “Obituario para el derecho laboral.” Cuadernos Laborales. N°
84, diciembre de 1992, p. 20.
126
sindicales. Así, se aprecia un doble problema de carácter externo para estos
grupos: las políticas del Estado y las acciones senderistas que junto a la
crisis por la que atraviesan agravan aun más su situación y respaldo social.
El ataque de sendero se manifiesta de dos formas. Por un lado, se busca
desprestigiar a los sindicatos al recurrir al asesinato de empresarios de los
centros laborales donde existen encontrados conflictos. Y, por otro lado, se
ataca a los trabajadores y dirigentes que no acaten sus directivas.
El problema de la violencia política actúa como un mecanismo que de
cierta manera favorece las medidas del ejecutivo. El presidente asume una
política de mano dura con relación a este tema, al dirigir SL una campaña de
asesinato a los empresarios deja la posibilidad abierta de una actitud
violentista asumida por los gremios sindicales. Que, en vista del rechazo
general a este tipo de acción, conducen a desprestigiar aun más la imagen y
el arraigo público de dichas instituciones. De esta forma se explica porque
obtienen poca acogida y apoyo popular el paro nacional convocado como
una forma de rechazo a la Ley de Relaciones Colectivas:
236
La República. Lima. Miércoles 23 de julio, p. 2.
237
Juan Carlos Cortes y Hernando Burgos. “Nueva Legislación laboral. La ley del
desamparo.” Quehacer. N° 78, julio – agosto de 1992.
127
Si los factores que mencionamos anteriormente actúan de modo
indirecto a incrementar esta situación es la ley la que revela explícitamente el
propósito del Estado.
En ese sentido, el análisis de la Ley de Relaciones Colectivas de
Trabajo (en adelante LRCT), nos permite apreciar el doble juego que asume
el Estado. Al flexibilizar el mercado de trabajo que trae como consecuencia
que retire su papel protector. Interviene, sin embargo, debilitando a los
organismos sindicales a través de normas que limitan su accionar:
129
con la regulación que se aplica a los sindicatos y huelgas (que como
explicamos limitan los derechos que los obreros poseen). Temáticas en las
que el gobierno interviene para reducir su importancia dentro de la relación
laboral.
242
El Comercio. Lima. Viernes 3 de julio de 1992.
131
el derecho constitucional a la huelga fuera utilizado como uno de los
instrumentos fundamentales para la llamada “guerra de clases” que
debía desembocar en la utópica “dictadura del proletariado”. [...] En
este contexto, avanzar a una regulación eficiente de los sindicatos y de
las relaciones entre trabajadores y empleados, tiene que ser aceptada,
en principio, como algo positivo.” 243
243
El Comercio. Lima. Sábado 4 de julio de 1992.
244
El Comercio. Lima. Viernes 3 de julio de 1992.
245
Expreso. Lima. Viernes 3 de julio de 1992.
132
En forma contraria, de lo señalado en las editoriales del Comercio y
Expreso, en el diario La República se presenta solamente las noticias de
aquella promulgación de ley. No se ofrece una línea editorial explícita. Es
decir, el periódico no ofrece su posición abierta y clara en torno a la medida
tomada por el Estado. Lo que sí es útil rescatar y se diferencia de la imagen
que construyen los otros dos diarios más ligados al Estado, es que La
República informa sobre los movimientos de los trabajadores a lo largo de
1992. Retrata las huelgas, paros y luchas que esta clase trabajadora
emprende. Asimismo, en el periódico se ofrece los testimonios de ambas
partes que se encuentran en la lucha de intereses: los empresarios y los
trabajadores. No existe silencio sobre estos movimientos, a pesar que el
periódico a través de sus noticias deja implícito su conformidad a la nueva
ley. El caso del Comercio y Expreso es distinto, pues ambos medios
informativos no comentan ni ofrecen información de las acciones sindicales.
Solo toman la pluma y la tinta para retratar su posición sobre la ley ya
promulgada. Recién allí abren sus páginas al mundo laboral, pero como
hemos visto, lo hacen resguardando los intereses de la clase política y, por
ende, de los grupos de poderes económicos extranjeros y nacionales. Para
nada se insinúa salvaguardar los derechos de los trabajadores. Es más se
critican ciertas actitudes, aunque las mismas no tengan sustento.
Solo pongamos un minúsculo ejemplo de la información de la prensa
producida a raíz de dicha ley y su anteproyecto. En la página editorial de
Expreso se señala:
246
Expreso. Lima. Sábado 4 de julio de 1992.
133
Quispe, presidente de la Confederación General de Trabajadores del
Perú (CGTP). [...] Pacho afirmó que el anteproyecto es ilegal porque
constituye una imposición, al no haber sido debatido y al no haberse
consultado a las organizaciones sindicales.” 247
247
La República. Lima. Martes 9 de junio de 1992.
134
PERIÓDICOS Y REVISTAS
• El Comercio, 1992.
• La República, 1992.
• Ojo, 1992.
• Expreso, 1992.
• El Peruano, 1992.
• Caretas, 1992 – 1993.
• Oiga, 1992 – 1993.
• Quehacer, 1992 – 1993.
• Cuadernos laborales, 1992 – 1993.
• Coyuntura Laboral, 1992 – 1993.
• Asesoría Laboral, 1992 – 1993.
• Análisis Laboral, 1992 – 1993.
• Actualidad Laboral, 1992 – 1993.
• Argumentos, 1992 – 1993.
BIBLIOGRAFÍA
135
CATÁLOGO DE LOS PERIÓDICOS LIMEÑOS DE LOS SIGLOS XVIII – XIX
EXISTENTES EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ (SEGUNDO
EJEMPLAR).248
José Salas249
CATÁLOGO HALL
Desde años atrás, en la Biblioteca Nacional del Perú existía un catálogo
conocido solamente por los investigadores antiguos me estoy refiriendo al
Catálogo Hall. Esta herramienta manual publicada en 1970, me permitía
hacer la búsqueda de todos los títulos de periódicos y revistas tanto de Lima
como de provincias, publicaciones oficiales de instituciones públicas como
memorias, boletines, anuarios, censos y por último sobre planos, todos
ordenados en forma alfabética de la A hasta la Z.
Este catálogo con el transcurrir de los años y las nuevas exigencias
actuales empezó a mostrar ciertas limitaciones:
Sólo se puede hacer la búsqueda por títulos de las publicaciones.
248
Este catálogo es la primera parte de uno mayor que se encuentra terminado y que
puede ser consultado en la Hemeroteca de la BNP. En ésta oportunidad solamente
publicamos lo referente a los siglos XVIII y XIX. Toda la prensa del siglo XX será impresa
próximamente en otro volumen de la colección.
249
Es Licenciado en Bibliotecología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Actualmente, trabaja en la Biblioteca Nacional del Perú. Ha elaborado varios catálogos de
periódicos y revistas peruanas que se encuentran en la BNP.
136
Existía tan solo un tomo disponible, es decir, si llegaba otro usuario
tenía que esperar que se desocupe dicho catálogo.
No estaban divididos los periódicos de las revistas y viceversa ni de las
publicaciones oficiales, todo estaba comprimido en uno solo y esto
demandaba más tiempo en buscar el título deseado.
El Catálogo Hall se publicó en 1970, las exigencias de aquella época
no eran las mismas que las que tenemos actualmente, existen números
extraviados, o dados de baja (deteriorado) y esa situación causaba malestar
en los usuarios que exigían al referencista las fuentes señaladas en el
Catálogo Hall.
No se puede buscar por años, intentarlo era como buscar una aguja en
un pajar, es decir, tenía que empezar su búsqueda desde la primera página
hasta la última, lo cual demandaba al usuario muchas horas de trabajo.
145
Siglo. Periódico científico y
literario de la sociedad
1875 Ene-Oct (N.3-12) amantes del saber, El
1875 Jul,Set-Oct Sociedad, La
1875 Ene-Feb,Abr-Dic Comercio, El
Ene-Mayo (Nº17,20- Unión Militar. Periódico
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1900 Ene-Jun País, El
153
Lima a través de la prensa
De Daniel Morán, María Isabel Aguirre y Frank Huamaní
Se terminó de imprimir el sábado 12 de Julio del 2008.
Celulares: 990864081 / 999418209
Lima-Perú.
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