Resumen La Celestina
Resumen La Celestina
Resumen La Celestina
Así empieza el argumento de La Celestina provocando el encuentro entre estos dos protagonistas. A causa
del rechazo de Melibea, Calisto se marcha a su casa repleto de frustración y dolor, un intenso drama es el
que siente este joven que confía a Sempronio, su criado, todo su pesar.
El criado, al ver lo mucho que está sufriendo su amo, le recomienda a Celestina, una hechicera que puede
conseguir que Melibea caiga rendido a sus pies. Calisto, desesperado, acepta este ofrecimiento. Entonces
es cuando conocemos a La Celestina ya que el criado acude a su casa (donde también vive Elicia, su
amante) para enviarle los deseos de Calisto. Sin embargo, el criado deja claras sus intenciones pues
pretende que la vieja y él se repartan el dinero que el noble pague por el trabajo de la alcahueta.
Pármeno es el otro criado de Calisto que advierte a su amo de los peligros de dejarse aconsejar por la
Celestina ya que tiene fama de ser una mujer hechicera, mentirosa e interesada. Nos presenta a la vieja
como una mujer a la que solo le interesa el dinero y que el honor y la moral no forman parte de su forma
de ver la vida. Sin embargo, Celestina conseguirá persuadir a Pármeno ya que le dirá que, si está de su
parte, podrá gozar de Areusa, la prima de Elicia de la que el criado está apasionadamente prendado.
La Celestina acude a casa de Melibea con unas madejas de hilo (que ha hechizado previamente) con la
falsa intención de vender el hilo a la familia de la nobleza. Cuando llega a esta casa, Melibe recibe a la vieja
con amabilidad pero, en cuanto ella le habla de Calisto, Melibea se enfurece al ver que sus intenciones no
eran las de simple vendedora sino las de alcahueta. Aquí asistimos a un apasionado diálogo entre las dos
mujeres que termina con el arrepentimiento de Melibea de haber tratado mal a la pobre vieja; la astucia de
la alcahueta finalmente triunfa.
En cuanto Melibea toca la madeja de hilo, empiezan a cambiar sus sentimientos hacia Calisto y, entonces,
habla con la alcahueta para conseguir una cita con su joven enamorado. Esa misma noche, a las doce, se
podrán ver a través de las rendijas del jardín de la muchacha.
Celestina acude a la casa de Calisto para explicarle la buena nueva y él, enloquecido y fuertemente
agradecido, le regala a la viaje su cadena de oro, una joya que tiene un enorme valor económico y que
nunca se quitaba de su cuello. Los dos criados se frotan las manos al ver el buen negocio que van a
conseguir con este enamoramiento ya que ambos acordaron con la alcahueta que se repartirían parte de la
ganancia.
En esta segunda noche, Calisto no podrá aguantar más su amor y terminará escalando el muro del jardín de
los padres de Melibea. Los dos entran en la alcoba de la joven y satisfacen su deseo de modo
carnal haciendo, así, que la joven pierda la virginidad con un hombre al que no quería libremente y cuyo
encuentro ha sido propiciado por el engaño de La Celestina. El dilema moral de Melibea entre su pérdida
de pureza e inocencia se verá aplacado por el fuerte deseo amoroso de los dos amantes.
Tras este "éxito", Sempronio y Pármeno, los criados de Calisto, acuden a La Celestina para repartirse las
ganancias pero la vieja se hace la loca y no quiere darles ni un centavo. Los dos hombres, repletos de
cólera, terminarán matando a la alcahueta por sus mentiras y sus engaños. La justicia terminará castigando
a los asesinos y, por esto, serán decapitados en medio de la plaza del pueblo.
Calisto vuelve a acudir a su tercera cita con Melibea y aquella noche, sin querer, se quedará dormido en su
regazo, por este motivo, a la mañana siguiente intentará huir para evitar que el padre de la joven lo
encuentre en su habitación. Tan rápida y precipitada será la huida que, al bajar por el muro del jardín,
perderá el equilibrio y se caerá, muriendo en el acto.
Cuando Melibea se entera de lo sucedido, decide terminar también con su viday, por eso, se tira desde lo
alto de su casa, no sin antes explicarle a su padre todo lo sucedido con Calisto, su virginidad y su llanto
desconsolado.
La obra de La Celestina termina con una escena en la que la madre y el padre de la joven lloran
desconsolados ante el cuerpo roto de su joven hija.
Calisto: es un joven de la burguesía que enloquece al ver Melibea. En aquella época, el amor era
considerado un estado que se movía entre la enfermedad y la locura, por este motivo, Calisto refleja esta
parte apasionada e incontrolable del amor que vuelve, incluso al más noble, un ser vulnerable y patético.
Este personaje vive ciegamente enamorado de Melibea y pierde la noción de la realidad de una forma que
roza lo cómico.
Melibea: es la coprotagonista de esta obra literaria. Se trata de una joven de la alta sociedad y que es
inocente, bella y buena, cumpliendo, así, un ideal de mujer. Sin embargo, tras el embrujo de Celestina, la
joven pierde totalmente sus formas y modales para entregarse, cuerpo y alma, a la pasión desenfrenada
perdiendo, incluso, su bien más preciado, es decir, su virginidad.
Celestina: es el personaje más elaborado de Fernando de Rojas puesto que se trata de una mujer fría,
calculadora e interesada. Humilde de condición, la alcahueta se ha tenido que buscar la vida en una
sociedad que solo está pensada para las clases más pudientes, por eso, no tiene moralidad alguna ni
remordimientos de conciencia.
En este resumen breve de La Celestina también tenemos que hablar de los otros personajes que forman
parte de la obra y que interpretan las tramas secundarias. Son los siguientes:
Sempronio: es el paje de Calisto y, desde el primer momento, quiere aprovecharse de la locura romántica
de su amo para sacar algo de provecho económico. Es un personaje sin valores que se junta con Elicia de
una forma muy apasionada que se mueve entre el deseo sexual y el odio.
Pármeno: es el otro criado de Calisto que sí que tiene valores y una fuerte moral. Advierte a Calisto de
Celestina para que no caiga en sus tejemanejes pero, finalmente, será más poderoso el deseo sexual que
siente por Areúsa que sus principios morales, por eso, terminará aliándose a Celestina. Además, Pármeno
es el hijo de una antigua amiga de Celestina, por tanto, sus orígenes están vinculados con el mundo de la
hechicería, la lascivia y la pobreza.
Elicia y Areúsa: son dos prostitutas que están bajo la protección de Celestina. En esta obra de teatro
reflejan la sexualidad, el libertinaje y la falta de moral.
Los padres de Melibea: Alisa y Pleberio son las figuras paternas de la joven hechizada que apenas tienen
protagonismo durante la obra y únicamente aparecen en la primera y última escena.