Recursos Forestales
Recursos Forestales
Recursos Forestales
La legislación forestal establece que los recursos forestales son los bosques naturales, plantaciones
forestales y las tierras cuya capacidad de uso mayor sea de producción y protección forestal, y los
demás componentes silvestres de la flora terrestre y acuática emergente, cualquiera sea su
ubicación en el territorio nacional.
Sus principales funciones pueden agruparse en protectivas, reguladoras y productivas a nivel del
ecosistema, y adquieren valor económico según el uso que el hombre haga no sólo del recurso
forestal, sino de la totalidad de cada ecosistema. Así, según el estudio UNESCO-UNEP-FAO ya
citado, las funciones del bosque se clasifican en la forma siguiente:
Funciones protectivas
Protección del suelo por absorción y desviación de las radiaciones, precipitaciones y vientos;
conservación de la humedad y del dióxido de carbono al reducir la velocidad del viento; hábitat
natural, tanto para otras plantas como para los animales.
Funciones reguladoras
Absorción, almacenamiento y generación de dióxido de carbono, oxígeno y
elementos minerales;
Absorción de aerosoles y sonidos;
Captación y almacenamiento de agua; fitomasa:
Absorción y transformación de energía radiante y termal estimado
cuantitativo de la
Funciones productivas masa vegetal
Los productos forestales no madereros incluyen los alimentos (como bayas, setas, plantas
comestibles, y animales de caza), el forraje y las plantas medicinales. Estos productos realizan una
papel crucial en relación con las necesidades de subsistencia de una gran parte de la población
mundial que vive en zonas forestales o sus cercanías, y les proporcionan un medio suplementario de
obtener ingresos. Estos productos forestales no madereros suelen recolectarse para el consumo
doméstico o para el comercio local, aunque algunos se destinan al mercado de exportación.
Reducir la demanda de la madera mediante conservación, mejorando las estufas para el secado de la
madera y combustibles alternativos;
Hacer mayor uso de las especies forestales mediante la expansión de las tecnologías de procesamiento, y
el desarrollo de los productos y mercados;
Desarrollar las plantaciones para aumentar la producción de los recursos forestales igníferos;
Implementar programas forestales comunitarios y de reforestación, realizados por los propietarios de las
tierras, a fin de producir artículos de madera;
Desarrollar el ecoturismo como una manera rentable y sustentable de utilizar los bosques tropicales;
Fomentar el procesamiento local para aprovechar los beneficios adicionales, en vez de promover las
políticas que enfatizan la explotación, a corto plazo, de los árboles;
Utilizar, completamente, los árboles que se destruyen (que, a menudo, se desperdician) durante el desbroce
del bosque para otras actividades no forestales (p. ej. represas y reservorios, construcción de caminos,
desarrollo industrial y urbano, etc.);
Intensificar la producción agrícola y la reforestación en los suelos fértiles o en las áreas que hayan sido
desbrozadas, antes de abrir nuevos espacios del bosque para explotación.