STS 4 de Mayo de 1994
STS 4 de Mayo de 1994
STS 4 de Mayo de 1994
Id Cendoj: 28079110011994101357
Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Civil
Sede: Madrid
Sección: 1
Nº de Recurso: 1867/1991
Nº de Resolución: 408/1994
Procedimiento: Recurso de casación
Ponente: ANTONIO GULLON BALLESTEROS
Tipo de Resolución: Sentencia
Resumen:
IMPUGNACION ACUERDOS SOCIALES. AMPLIACION CAPITAL.
SENTENCIA
Visto por la Sala Primera del Tribunal Supremo, integrada por los Magistrados al margen indicados, el
recurso de casación contra la sentencia dictada en grado de apelación por la Sección Primera de la
Audiencia Provincial de Oviedo, como consecuencia de los autos de juicio declarativo de menor cuantía,
seguidos ante el Juzgado de 1ª Instancia nº 4 de Gijón, sobre impugnación de acuerdos sociales; cuyo
recurso ha sido interpuesto por Dª Concepción y por sus hijos D. Luis Antonio , Dª Patricia , D. Miguel y D.
Donato , representados por el Procurador D. Juan-Ignacio de Noriega Arquer, asistidos del Letrado D. Javier
Pinedo Noriega; siendo parte recurrida la entidad Manuel Meana Cana, S.A., representada por el
Procurador D. Federico Corral Moscoso y asistido del Letrado D. Jesús Riesco Milla.
ANTECEDENTES DE HECHO
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Antonio , Patricia , Miguel y Donato contra la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia nº 4 de
Gijón y confirmar la misma. Con expresa imposición de costas a los apelantes".
FUNDAMENTOS DE DERECHO
UNICO.- El motivo cuarto, único admitido del recurso, al amparo del art. 1692.5º LEC (por error se
escribe en el recurso 1707.5), se denuncia violación, por interpretación errónea, del art. 67 de la Ley de
Sociedades Anónimas de 17 de julio de 1951, por estimar que el acuerdo social impugnado "resulta lesivo
para los intereses de la sociedad, al lesionar gravemente los derechos de un grupo de accionistas: los que
no deseen realizar nuevas inversiones". En su fundamentación, se subraya que la emisión de las acciones
como consecuencia de la ampliación del capital social en 7.000.000 ptas por su valor nominal de 1.000 ptas
cada una y no por su valor patrimonial real, encubre el interés de los accionistas mayoritarios que votaron
favorablemente el acuerdo de obtener un lucro importante a costa de los accionistas que no puedan, o no
deseen, acudir a la suscripción. Siendo el precio de suscripción muy inferior al valor patrimonial real,
aquellos accionistas tienen la posibilidad de adquirir las acciones que no suscriban los segundos, con lo que
éstos, para evitar el perjuicio, se ven obligados a suscribir, transformándose el derecho de suscripción
preferente en una real e inexcusable obligación, para evitar que los mayoritarios refuercen su control de la
sociedad y, en definitiva, dueños de su patrimonio.
El motivo se desestima, porque en toda la larga y repetitiva exposición de sus razones no hay un
atisbo de lesión a los intereses de la sociedad, que es requisito esencial y básico para que prospere una
impugnación de acuerdos sociales, según el citado art. 67, que no se funde en infracciones legales o
estatutarias. Sólo se nos relata una lucha de bandos de accionistas rivales (los mayoritarios, recurridos, y
los minoritarios), pero nada respecto al tema básico: que el acuerdo social lesiona el interés social. La
posición de los recurrentes se revela incomprensible, en cuanto a ese forzamiento de su voluntad, porque, si
la inversión "obligada" carece de rendimiento según sostienen, no es lógico que el precio abonado por los
mismos meses antes del acuerdo para la adquisición de 101 acciones fuera de 72.655 ptas la acción (y aun
les parece ese precio ventajoso), y cuando hubieran estado dispuestos a aceptar el acuerdo de ampliación
si las acciones se hubiesen emitido al valor real, porque era indiferente al interés social, se escribe en el
motivo, "el hecho de que a esa cifra (7.000.0000 ptas) se llegue mediante la emisión de 7.000 acciones a
1.000 ptas, valor nominal cada una, o menos de 100 acciones a más de 70.000 ptas, cual sucedería si,
como alternativamente proponía esta parte, se emitiesen al valor patrimonial real".
Dado estos presupuestos, son extravagantes las acusaciones de ilicitud de causa del acuerdo y el
recurso a la doctrina del "alzamiento de velo" de la persona jurídica para prescindir de la misma cuando sea
un mero instrumento para eludir el cumplimiento de las leyes o responsabilidades del que se valen los que
se ocultan detrás de la personificación. La desmesurada extensión del recurso no logra llenar el vacío de la
posición que en él se mantiene.
Por lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español
FALLAMOS
Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la COLECCIÓN LEGISLATIVA pasándose al
efecto las copias necesarias, lo pronunciamos, mandamos y firmamos PUBLICACIÓN.- Leída y publicada
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fue la anterior sentencia por el EXCMO. SR. D. Antonio Gullón Ballesteros, Ponente que ha sido en el
trámite de los presentes autos, estando celebrando Audiencia Pública la Sala Primera del Tribunal Supremo,
en el día de hoy; de lo que como Secretario de la misma, certifico.