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EL PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD Y DE DIGNIDAD DE LA PERSONACOMO PILARES

FUNDAMENTALES DEL ESTADO SOCIAL DE DERECHO


Jhimmy Marino Valdez Caldas

L a vulneración al derecho de la salud compromete otro derechos


fundamentales, como el derecho a la vida a la integridad física o libre
desarrollo de la personalidad, tal derecho adquiere carácter de fundamental, y,
por tanto su afectación merece acción de amparo.

Interpretación a la sentencia del tribunal constitucional del caso de


Azanca Alhelí Meza García
EXP.N.0 2945-2003-AA/TC
I.Introducción

Artículo 10 de la constitución política del Perú.

La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo


de la sociedad y del estado.

La persona humana o natural, es el ser pensante dotado de inteligencia y es


capaz de derecho y obligaciones desde su nacimiento. El derecho a la vida, a la
integridad física, a la libertad, al honor y demás inherentes a la persona humana
son irrenunciables solamente la muerte pone fin a la persona y la constitución
política consagra la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad,
sobre cualquier otra manifestación. Esto refiere a que el estado peruano
constitucional, defiende la persona humana sobre todas las cosas y que esa
defensa es la que le confiere el carácter de democrático y social. Y que toda
organización política gira en torno del ciudadano y de la defensa de sus derechos
humanos positivados en los derechos constitucionales que viene a ser el catálogo
de derechos, conocido como derechos fundamentales.

Artículo 20 inciso 10 de la constitución política del Perú.

Toda persona tiene derecho a la vida, a su bienestar, a su integridad moral,


psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de
derecho en todo cuando le favorece.
El derecho de la persona a la vida, a su identidad e integridad moral y física, a su
libre desarrollo y bienestar, significa la amplitud de derechos más elementales de
que goza todo ser humano, siendo primordial la vida, que es la manifestación y la
actividad del ser que orgánicamente existe, con sus costumbres y practicas dentro
del grupo social. Esta a su vez como movimiento innatamente comprende la
identidad, el conjunto de normas de conducta y la constitución y naturaleza de lo
físico.

Artículo 70 de la constitución política del Perú

Todos tienen derecho a la protección de su salud, la del medio familiar y la de la


comunidad así como el deber de contribuir a su promoción y defensa. La persona
incapacitada para velar por si misma a causa de una deficiencia física o mental
tiene derecho al respeto de su dignidad y a un régimen legal de protección,
atención, readaptación y seguridad.

La protección de la salud, la del medio familiar y la de la comunidad, es un


derecho constitucional, por lo tanto gozamos de ese amparo; para ello el estado
pone en movimiento políticas de salud en todo el territorio de la república, por
intermedio del ministerio de salud y todos los organismos colaterales tanto
nacionales como extranjeros, a fin de prevenir enfermedades en la niñez mediante
campañas de salubridad y conocer la etiología, evolución y pronóstico de las
enfermedades, que van a permitir un diagnostico eficaz.

Artículo 90 de la constitución política del Perú.

El estado determina la política de salud. El poder ejecutivo norma y supervisa su


aplicación. El responsable de diseñarla y conducirla en forma plural y
descentralizadora para facilitar a todos el acceso equitativo a los servicios de
salud.

El estado pone en movimiento políticas de salud, dictando leyes que hagan


posible su aplicación a todo el territorio nacional, tomando en cuenta el criterio de
una efectiva descentralización, a fin de llegar prontamente a las zonas endémicas.
Facilita el acceso a la población de los servicios de salud.

El artículo 120 del pacto internacional de derechos económicos, sociales y


culturales, reconoce el derecho de toda persona, al disfrute del más alto nivel de
salud física y mental, recomendando que los estados deben preocuparse de los
niños; la higiene en el trabajo y el medio ambiente; previene y trata las
enfermedades epidémicas, endémicas, profesionales y de otra índole, creando las
condiciones que aseguren una adecuada asistencia y servicios médicos.
Todos estos artículos son citados por la recurrente para que el tribunal declare
fundada su acción de amparo en contra del estado que no le presta los servicios
de salud. Como debería ser basada en el principio de respeto a la dignidad de la
persona humana, que los derechos sociales no son meramente programáticos
sino que se convierten en garantías para que controlar el poder político del estado;
y de esa forma el ciudadano se convierte en el centro de toda la legislación
nacional y supranacional; teniendo como fin supremo el respeto de la dignidad de
persona humana y con ellos el respeto de todos sus derechos civiles, políticos,
económicos, sociales, culturales y ambientales. Y todo el caso gira en torno a eso
que los derechos sociales o económicos cuando son vulnerados se convierten en
derechos fundamentales; siempre y cuando afecto a los de manera evidente y
clara a los primeros.

II.Antecedentes

El caso empieza cuando la recurrente, Azanca Alhelí Meza García, interpone un


recurso constitucional de amparo contra el estado peruano, representado por el
ministerio de salud, pidiendo que se le otorgue una atención médica integral y de
forma gratuita, por sufrir del SIDA, esto implica que se le proporcione de manera
constante los medicamentos necesario para su tratamiento y que se le practique
los exámenes médicos correspondientes (pruebas de CD4 y Carga viral), y que se
lleve su tratamiento a través del programa del hospital dos de mayo, aduce que
fue diagnosticada de esta grave (SIDA) enfermedad en el año de 1996 y que
desde ese entonces hasta ahora el estado no ha cumplido con otorgarle un
tratamiento integral y solo le han brindado medicinas para tratamientos menores y
que al no contar con recursos económicos para poder adquirir los medicamentos
para su tratamiento, el estado a través de ministerio de salud debe dárselos y que
como no ha sido así su estado de salud se ha ido agravando hasta que
actualmente además de tener SIDA tiene cáncer a la tiroides.

La recurrente exige al estado peruano que cumpla con su obligación de atender la


salud de toda la población de acuerdo con el principio del respeto a la dignidad de
la persona humana.1 Y de una atención integral para la enfermedad del VIH/SIDA
de acuerdo con el artículo 7 de la ley 26626.2 La procuradora publica del ministerio
de salud contesta la demanda pidiendo que se declare improcedente aduciendo
que no se ha vulnerado ningún derecho y que si bien en el artículos 1 y 2 de la
constitución política del Perú consagra los derechos fundamentales y el derecho al
respeto a la dignidad de la persona humana el estado no está en la obligación de
prestarle atención sanitaria o brindarle medicamentos a la recurrente, a excepción

1 Artículo primero de la constitución política del Perú 1993.


2 Ley del plan nacional de lucha contra el sida y las enfermedades de transmisión sexual.
de las madres gestantes infectadas y a los niños nacidos de estas en el caso que
también salga infectados.3 Y que los artículos 7 y 9 de la constitución política a las
que ella cita constituyen normas programáticas que representan tan solo un plan
de acción por parte del estado, mas no un derecho concreto.4 La sala en la civil
declaro fundada en parte argumentado que las limitaciones de los derechos se
establecen por ley y no por un reglamento, además la recurrente debe acogerse
excepcionalmente a la ley 26626 por ser madre de familia, enferma de cáncer y no
tener apoyo familiar.

III.Fundamentos

Que la demanda en contra del estado peruano es para que éste otorgue una
atención médica integral a la recurrente pues padece de SIDA, brindándole
medicamentos indispensables para el tratamiento de su enfermedad así como la
realización de todas las pruebas que esta necesite o que el medico disponga. La
demandante señala que es obligación del estado brindarle asistencia médica
integral para la protección de su salud como lo disponen el articulo 7 y 9 de la
constitución y el artículo 7 de la ley 26626 y que no está siendo cumplido por el
estado generando así un atentado contra sus derechos fundamentales plasmados
en la carta política, generando un riesgo contra su vida y que contra este hecho
procede la acción constitucional de amparo que tiene por objeto proteger los
derechos establecidos en el artículo 24 de la ley 23506.5 En relación con el
artículo 11 de las disposiciones finales y transitorias de la constitución.6 Referida a
la exigencia de los denominados derechos económicos y sociales, y que por lo
tanto para que los ciudadanos puedan gozar de tales derechos merecen una
ejecución de políticas sociales por parte del estado. Pero que si bien el derecho a
la salud no se encuentra en el catálogo de derechos denominados
fundamentales, sino que pertenecen a los derechos sociales y económicos, el
tribunal constitucional al igual que el tribunal constitucional colombiano nos dice
que la vulneración al derecho a la salud implica otros derechos fundamentales,
como el de la vida; entonces tal derecho(a la salud) adquiere carácter de derecho
fundamental y que cualquier afectación a estos merece la acción de amparo y
cuando la procuradora del ministerio de salud argumenta que los derechos
sociales y económicos con programáticos; el tribunal cita a un precedente
vinculantes en el caso de Roberto Nesta Brero contra la presidencia del consejo
de ministros, dice que el estado peruano según la constitución de 1993 es un
estado social y democrático de derecho en el cual se requiere que se configure

3 Según la ley 26626 “Ley del plan nacional de lucha contra el sida y las enfermedades de transmisión sexual”.
4 Articulo 70 derecho a la salud, Articulo 90 política nacional desalud.
5 Ley de habeas corpus y amparo.
6 Las disposiciones dela constitución queexijan nuevos o ma yores gastos públicos seaplican

progresivamente.
dos aspectos básicos: la existencia de las condiciones materiales mínimas para
alcanzar sus presupuestos y la identificación del estado con los fines sociales.
Este mínimo busca garantizar la igualdad entre los ciudadanos y exige neutralizar
las situaciones discriminadoras y que vulneren la dignidad de la persona y que el
logro de estas condiciones mínimas debe motivar la intervención del estado y de
las personas que viven en la sociedad. Entonces cuando se habla de exigencia de
derechos económicos o sociales, denominados prestacionales, nos referimos al
derecho que tienen cada individuo de pedir al estado que adopte medidas para el
logro de los fines sociales, más aun cuando estas van encaminadas a proteger y
resguardar los derechos de las personas que se encuentran en una situación de
desventaja o que no vive de acuerdo con los estándares de calidad de vida.
Marcial Rubio Correa nos dice al respecto de derechos sociales: “son las reglas
dictadas por el estado para asegurar las condiciones de relación de los seres
humanos de una sociedad entre sí, y prestaciones que el estado regula y que en
algunos casos se deben prestar directamente a las personas cuando están en
discapacidad”.7 Pero el estado no solo debe brindar prestaciones, pues esto
condiciona a que las personas no puedan realizarse en comunidad, pues sus
derechos sociales y económicos se encuentran supeditados a la predisposición
política del estado de generar recursos y poder de esa manera proveer al
ciudadano de esos derechos. Sin embargo no se trata de meras normas
programáticas de aplicación mediata sino que su satisfacción representa
importante y valioso para el goce de los derechos civiles y políticos. Pues por
ejemplo no se podría hablar de igualdad y libertad sino se brinda una buena
educación al pueblo, una buena prestación de los servicios de salud. Para Germán
Bidart: “Los derechos sociales no son distintos de los derechos individuales sino
que consiste en una ampliación del alcance de estos”.8 Quiere decir que los
derechos sociales y económicos son parte en esencia de los derechos civiles y
políticos o fundamentales pues de estos derechos generales derivan los derechos
de prestación y que son resultado de la evolución del hombre y de sus derechos
fundamentales. Si bien es cierto que los derechos sociales dependen de la
actuación del estado y la sociedad en conjunto, es una obligación del estado
garantizar la prestación de estos derechos a toda la población y estos derechos
además de los civiles y políticos deben configurarse como garantías del ciudadano
frente al estado y que han sido planteados como deberes de solidaridad no solo
del estado sino de toda la sociedad y esta nueva visión de los derechos socia les
permite reconocer su contenido esencial como principios de solidaridad y el
respeto a la dignidad de la persona que a su vez constituyen pilares
fundamentales del estado social de derecho.

7 Estudio de la constitución política del Perú de 1993. Tomo 2, Lima: Fondo editorial de la PUCP, 1999, pág. 9.
8 Teoría general de los derechos humanos. Buenos aires: Astrea, 1991, pág. 335.
IV. Principio de solidaridad

Es evidente que la vida en comunidad se genera una organización en relación


con un fin compartido y cuyos logros alcancen a todas las personas que integran
la comunidad y es de ahí de donde nacen los derechos sociales así pues toda
persona o grupo intermedio debe regir sus relaciones de existencia bajo el
principio de solidaridad y es la solidaridad la que genera un nexo que une a los
que integran una sociedad, que vienen a ser los sentimientos que impulsan a los
hombres a ayudarse mutuamente. Y el principio de solidaridad genera ciertos
deberes: que los integrantes en sus actividades busquen el fin común a favor del
grupo social y que las personas que dirigen la política distribuyan adecuadamente
los beneficios del trabajo común a cada uno de sus integrantes. Esto quiere decir
que las personas que vivan en comunidad agrupadas deben regirse por el
principio de solidaridad y de esa manera alcanzaran sus metas como persona o
grupo y que la única manera de lograr el progreso es generando riqueza a través
del trabajo y que esa riqueza sea repartida equitativamente a cada uno de las
personas que integran el grupo y que estas deben ayudarse mutuamente
generando ese sentimiento de hermandad y confraternidad.

V. Principio de dignidad de la persona

Para Kant, la dignidad de la persona supone el respeto del hombre como fin en sí
mismo y esta debe ser la premisa para actuar por parte del estado dotando de
calidad de vida a las personas que es la esencia del respeto a la dignidad de la
persona. Y de esa manera el TC considera erróneo el argumento de la
procuradora pública del ministerio de salud que señala que el derecho a la salud y
la política nacional de salud son simplemente un mero plan de acción del estado ,
pues no es así son obligaciones que tienen como fin primordial el resguardo de los
derechos fundamentales y es por eso que los gastos para fines sociales no deben
considerarse como tal sino como una inversión social, pues de esa manera
asegura el respeto a la dignidad de la persona humana así pues aducir que los
derechos sociales y económicos son programáticos son una evidente distorsión en
cuanto al sentido y coherencia de la constitución. El principio de dignidad abarca
de igual manera a todo el catálogo de derechos, ya sean los derechos civiles y
políticos como los denominados sociales y económicos, estos derechos no
pueden verse de manera independiente unas de otras de otras o de manera
separada sino que conforma un todo que es la esencia del respeto a la dignidad
de la persona humana y que así esta pueda desarrollarse de manera libre a lo
largo de su vida y es irrefutable que la persona que padezca de SIDA y que no
cuente con recursos económicos que puedan costear su tratamiento no puede
tener una vida digna, puesto que además de tener una enfermedad incurable no
puede tratarla pues no cuenta con dinero para pagar las medicinas y los
exámenes que tal enfermedad requiere que el paciente se practique esto no
puede ser admitido de manera constitucional.

VI. Los derechos económicos y sociales como deberes de solidaridad

Teniendo en cuenta la concepción moderna de los derechos sociales podemos


deducir que estos no solo constituyen una obligación del estado sino que también
de las personas que viven en la sociedad y por ello la doctrina le ha denominado
como deberes de solidaridad, pues en una sociedad justa y democrática los más
necesitados son atendidos por todos no solo el estado sino también la sociedad
juega un papel importante y estos dos en conjunto trabajan para mejorar la
calidad de vida de cada individuo.

VII. El derecho a la salud y su relación indispensable con el derecho a la vida

La noción e idea de una estado social y democrático acarrea consigo que este
asegure el mínimo de las posibilidades para generar en los ciudadanos una vida
digna y son los poderes estatales los encargados de poner en ejecución los planes
del gobierno en esa materia; es estado está obligado a invertir los recursos que le
permitan garantizar sus compromisos sociales del derecho a la vida, la libertad, la
seguridad y la propiedad privada, esto se encuentra consagrado en nuestra carta
magna que ha determinado que la dignidad de la persona humana es el fin
supremo de la sociedad y del estado. La salud es un derecho fundamental por su
relación inseparable con el derecho a la vida; ya que la persona que presenta una
enfermedad tiene la posibilidad de perder la vida y es ahí donde la salud cumple
su función de tratar las enfermedades. Y es obligación del estado poder brindar
una salud de calidad a cada persona pues eso garantiza el respeto a la vida y de
esa manera el respeto a la dignidad de la persona humana.

VIII. El derecho a la salud

La demandante sostiene que es obligación del estado peruano brindarle un


tratamiento integral del SIDA, invocando en lo dispuesto en el artículo 7 y 9 de la
constitución y el artículo 7 de la ley 26626, la salud es una condición
indispensable que debe tener toda persona que goza del respeto a su dignidad,
pues no se puede hablar de vida digna si su salud se encuentra mellada y más
aún peor no recibe el tratamiento que debe. Y es la organización mundial de la
salud que impetra para que los estados promuevan y garanticen el derecho a una
prestación de salud de calidad proponiendo que se le asignen medidas sanitarias
y sociales para la prevención y tratamiento de las diversas enfermedades y
patologías. Y en el caso de la recurrente la exigencia judicial de un derecho social
dependerá de factores tales como la gravedad y la razonabilidad del caso y la
afectación o vinculación de derechos civiles y políticos.
IX. El sentido de la undécima disposición final y transitoria de la constitución
de 1993

La defensa del estado aduce que no se puede brindar cobertura de salud a la


recurrente pues no se encuentra en lo legal, pues no ha sido presupuestado; y
señala la undécima disposición final y transitoria que señala que las disposiciones
de la constitución sobre nuevas o mayores gastos se aplican de manera
progresiva. Y el tribunal responde que no es necesario que el estado asigne una
partida especial para el caso, pues en efecto no se encuentra presupuestado, pero
lo que este puede hacer es sumarla a algún plan de salud que pueda ayudarla en
su enfermedad, pudiendo destinarse la atención en este caso por ser priorizante la
atención de la recurrente, además no es argumento de fuerza suficiente, la falta de
presupuesto pues se encuentra en juego la vida de una persona. Además el
estado no puede eximirse de su obligación de prestación de servicios integrales de
salud a la población por la undécima disposición, pues no es un alegato a la
frecuente inacción. Además en el artículo 2.1 del pacto internacional de derechos
económicos, sociales y culturales, del cual es integrante el Perú, precisa que los
estados se comprometen a disponer del máximo de sus recursos para la lograr los
derechos reconocidos en el pacto, entre ellos la salud, y de eso tampoco puede
escapar el estado peruano, pues si bien es correcto el articulo undécimo de las
disposiciones finales y transitorias cita que se hace manera progresiva, debe ser
en plazos razonables y acompañados de acciones concretas, pues los derechos
sociales no deben aparecer como un mera declaración de buenas intenciones sino
como un compromiso con la sociedad basado en metas claras y concretas. Si bien
es cierto que en los casos de países en desarrollo como el nuestro resulta difícil
exigir una atención inmediata de las políticas sociales para la totalidad de la
población, claro ese argumento es válido solo cuando se observen acciones
concretas para el logro de resultados.

X. Sobre aspectos jurídicos relacionados con los derechos de propiedad


intelectual relacionados con el comercio y la salud pública en los países de
desarrollo

En el marco de organización internacional del comercio, del cual Perú es miembro


desde 1995, pues si bien se generan algunos problemas en la ejecución de los
objetivos nacionales referidos a la salud pública ,gracias a la resolución ministerial
con materia de propiedad intelectual y la salud, cabe la posibilidad de dejar de
lado lo que concierne con el derecho de la propiedad intelectual con el fin de que
se generan más medicinas y de esa manera el estado pueda proteger la salud
pública y particularmente pueda brindar medicina para todos, debido a la dificultad
para la distribución de medicinas indispensables para combatir el SIDA, es de
carácter obligatorio que el estado utilice al máximo de provisiones y medidas, que
con una interpretación flexible del tratado, le permita el cumplimiento de sus
objetivos propuestos en política de salud, y que respecto al acuerdo los países
menos adelantados no están obligados a aplicar las secciones 5 y 7 referido a las
patentes, para que de esa manera se pueda brindar medicina para toda persona
enferma que lo necesite.

XI. La ejecución del presupuesto en el caso de los derechos económicos,


sociales y culturales como inversión estatal

Es obligación del estado la recaudación de dinero e invertirlo en la aplicación de


sus planes, la ejecución de presupuesto en políticas sociales debe dejar de verse
como un gasto, y se piense más bien en una inversión social, pues con el
cumplimiento de estos derechos se garantiza el bienestar de la persona y del
respeto a su dignidad; para que puedan desarrollarse satisfactoriamente y de esa
manera brindar un aporte importante a la sociedad. En el caso de la persona con
SIDA, como es el caso de la recurrente, no solo se le debe brindar atención en
contra de su enfermedad, sino que se extienda en toda la población un plan de
prevención de las enfermedades en general, pues resulta más costoso al estado
tratar a una persona enferma que promover campañas de prevención de
enfermedades, en el caso del SIDA mediante programas de educación sexual e
información general al público sobre las consecuencias de esta enfermedad en las
personas y en la sociedad.

XII. La provisión de tratamiento para los enfermos de VIH/SIDA según la


legislación nacional

En la constitución de 1993, en sus artículos 7 y 9 y la ley 26626 artículo 7, en cuyo


texto se reconoce a toda persona con VIH/SIDA el derecho a la atención integral y
a la prestación previsional que el caso lo requiera, o sea que se debe brindar
medicamentos que el paciente lo necesite y además de los exámenes que el
medico convenga realizar, es por ello que el TC no comparte el argumento de la
procuraduría del ministerio de salud que cita que en el reglamento, no solo se
encuentran personas gestantes infectadas y los hijos de estas reciban el antiviral
de forma gratuita, además la ley 28243 que modifica a la 26626 establece que la
atención es integral, continua y permanente, indicando que el tratamiento
antirretroviral es gratuito pero de manera progresiva para personas en extrema
pobreza y vulnerabilidad, disposición que se ajusta más a los principios de
equidad y justicia en la cual se enfoca el estado. Basados en esa perspectiva el
ministerio de salud ha iniciado campañas de tratamiento gratuito de tratamiento
antirretroviral para personas de bajos recursos económicos, para hacer respetar
su dignidad humana, brindándoles una atención médica integral
Re s o l u ci ó n

Es necesario recomendar al estado acciones concretas para satisfacer estos


derechos a través de acciones legislativas o ejecución de políticas, para la lucha
contra el SIDA.

El pronunciamiento a favor de la recurrente se fundamenta por la afectación de su


derecho a la salud y este de una manera influye en su calidad de vida y de esa
forma no se respeta el principio del respeto de la dignidad humana, además de la
legislación vigente como la ley 28243 que modifica la ley 26626, promocionando
de manera gratuita el tratamiento antirretroviral para personas de bajos recursos,
grupo en la cual debe ser considerada la recurrente. Y ordena que el hospital que
la trate de cuenta cada seis meses al tribunal del estado de la paciente.

Co m e n t a ri o

En el caso de la profesora Azanca Alhelí Meza García, podemos ver como su


salud se encontraba mal, era portadora del SIDA desde ya hace seis años, y no
recibía un tratamiento adecuado para ese tipo de enfermedad entonces eso derivo
a que su situación se agrave, pues ya no solo tenía SIDA sino que también tenía
cáncer a la tiroides, y así pues es que interpone un recurso constitucional de
amparo, exigiendo al estado peruano que le brinde un tratamiento integral y no
solo eso sino que le proporcione todos los medicamentos y exámenes que
necesite por su enfermedad puesto que su situación económica era precaria e
insuficiente para costear los gastos del tratamiento, madre de familia, sola sin
ayuda ni apoyo por parte de su familia, y es así como la recurrente cita el articulo 7
y 9 de la constitución y el artículo 7 de la ley 26626; sobre el derecho a la salud, el
plan nacional de salud pública y que toda persona con SIDA debe recibir
tratamiento gratuito respectivamente y esos son sus fundamentos de derecho para
interponer la demanda. Esta había ya sido declarada infundada con anterioridad,
luego fundada en parte por el juzgado en lo civil de Lima, pero llego al tribunal
constitucional y veremos con los magistrados que la integran hacen una
interpretación interesante sobre las normas y como vinculan los derechos civiles y
políticos con los prestacionales o programáticos que vienen a ser los derechos
económicos y sociales.

De esa manera vemos como el tribunal constitucional cita el principio del respeto a
la dignidad de la persona humana, argumentado que una persona en la que se
encuentra vulnerada su salud y no reciba tratamiento no puede tener una vida
digna, pues no puede considerarse una vida digna si su salud se encuentra
disminuida y ni recibe ningún tipo de tratamiento; es por eso que el derecho a la
salud; correspondiente a los derechos programáticos; se convierte en derecho
fundamental pues la vulneración al derecho de la salud compromete otro derechos
fundamentales, como el de la vida digna y es ahí donde se involucra el principio de
respeto de la dignidad de la persona humana pues una persona que se encuentra
enferma y no recibe un tratamiento de acuerdo a su patología entonces no se
puede decir que tiene vida digna; esa es la interpretación del tribunal
constitucional valiéndose de su similar de Colombia (legislación comparada) que
determino: “la vulneración al derecho de la salud compromete otro derechos
fundamentales, como el derecho a la vida a la integridad física o libre desarrollo de
la personalidad, tal derecho adquiere carácter de fundamental, y, por tanto su
afectación merece acción de amparo”. Además también en los fundamentos de la
sentencia podemos señalar que nos mencionan el principio de la solidaridad que
refiere que no solo el estado es el encargado de velar por el bienestar social sino
que también toda la población en general; y son los derechos fines esenciales de
todo grupo o persona que vida en sociedad y por ende se riga bajo el tal principio;
el estado cumple su parte del trabajo recaudando los impuestos de manera
eficiente y los ciudadanos pagando conscientemente lo que deben pagar; para
que luego ese dinero que se ha recaudado sea invertido en el cumplimiento de los
derechos sociales y económicos en favor de toda la sociedad. Así es pues como
actúa el principio de solidaridad en favor de todos los ciudadanos; que
conjuntamente con el principio de respeto a la dignidad de la persona humana son
los pilares de un estado social de derecho. Y después de analizar cada uno de los
fundamentos en tribunal decide; declarar fundada la acción de amparo en favor de
la recurrente, puesto que la legislación en la materia actualmente así lo permite;
pues en ese entonces el gobierno estaba promoviendo campañas gratuitas de
tratamiento antirretrovirales para las personas vulnerables y en estado de extrema
pobreza y que además había una nueva ley 28243 que modifica la anterior
brindando un tratamiento a toda la población no solo a las madres gestantes y a
los hijos de estas, y es con esa coyuntura que el tribunal pide que se le incluya a
la demandante entre el grupo de personas beneficiadas por el programa social de
salud y además exhorta al estado para que realice campañas de prevención del
SIDA y además disponga más dinero para cuidar de la salud de toda persona que
sufre de esta penosa enfermedad; que el hecho que no esté presupuestado no es
una justificación para su ineptitud y falta de políticas claras en esa materia; quizá
lo fuese si se viera la voluntad del estado de querer mejorar las cosas pero no se
observa en querer asumir su obligación como estado social como versa la
constitución; parece no querer asumirla como un objetivo de gestión mas no como
un sueño utópico ni mucho menos como un ideal o una promesa de campaña en
las elecciones; puesto que es su obligación cumplirla siempre en plazos
razonables y concretos.

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