La Importancia de La Lectura en La Universidad
La Importancia de La Lectura en La Universidad
La Importancia de La Lectura en La Universidad
1
Licenciada en Educación. Máster en Desarrollo Social, Máster en Ciencias de la Educación. Departamento
Docente de Extensión Universitaria. Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca.
Cuba. judy@upr.edu.cu
2
Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesor Titular. Centro de Estudios de Ciencias de la Educación Superior
(CECES). Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca Cuba. ernest@upr.edu.cu
RESUMEN
Introducción: el artículo aborda los principales resultados de investigación de la autora sobre el proceso
de formación para la promoción de la lectura en la enseñanza universitaria y da respuesta a las
necesidades de desarrollo cultural a partir de la extensión universitaria. El problema científico está dado
en ¿cómo perfeccionar el proceso de formación para la promoción de la lectura en los estudiantes
universitarios?
Objetivo: fundamentar una concepción del proceso de formación para la promoción de la lectura en los
estudiantes universitarios.
Método: la lógica de la investigación transitó mediante diversos métodos de investigación, por el
diagnóstico inicial de este proceso de formación y la elaboración del marco teórico.
Desarrollo: en el trabajo se sistematizan conceptos y teorías relevantes al respecto, así como se enuncia
su sistema de principios rectorado por el del carácter transversal del proceso, su estructura sobre la base
de componentes personales donde se destaca el papel del profesor como mediador y del estudiante como
promotor y se argumentan las etapas de familiarización, desarrollo y consolidación por las que transcurre.
Conclusión: la concepción que se pretende es expresión de un conjunto de fundamentos, principios y
etapas así como las relaciones entre sus componentes personales, desde la extensión universitario como
proceso formativo universitario.
INTRODUCCIÓN
La lectura es reconocida como una capacidad indispensable del desarrollo delos ciudadanos a nivel
mundial. Organismos e instituciones trazan todo tipo de estrategias para incentivarla, toda vez que se
constata que cada día son menos los jóvenes lectores.
La necesidad de una educación nueva, más humanista, centrada en la personalidad del estudiante y el
respeto hacia este así como la necesidad de contar con profesionales con una formación lectora acorde a
la construcción de una sociedad donde adelantos teóricos y científicos, y la globalización de la información
y de la cultura nos envuelve cada día más, se hace imprescindible, mucho más si se trata de profesionales
que trabajarán en constante interacción con el hombre.
Emilia Gallegos enuncia que "en medio de este debate que involucrara incontables puntos de vista -
coincidentes y complementarios, antagónicos y excluyentes- acerca de un supuesto saber de la lectura, en
ocasiones más especulativo que riguroso es importante aprender a compartir un eje asequible y cabal que
nos permita girar con acierto y espíritu de conciliación".
En un primer acercamiento al tema se percibe que la manera en que está concebida la promoción para la
lectura desde la Extensión Universitaria presenta insuficiencias, que se manifiestan en una poca
participación de los estudiantes y profesores en programas, proyectos, actividades, acciones y tareas de
promoción de lectura a pesar de la importancia que reviste en el proceso de formación profesional, lo que
sin duda limita el proceso de formación profesional integral de los estudiantes universitarios.
En el contexto universitario un proceso de formación para promover la lectura concibe el profesor con un
papel protagónico, con una conducta eminentemente extensionista y sobre todo con una conducta lectora,
también al estudiante como promotor, con protagonismo, sobre las acciones que realiza.
La posición del profesor universitario exige hoy el uso de estrategias que se sustenten en sólidas bases
metodológicas; por eso, es tan importante que conozca y domine los recursos e instrumentos que le van a
ser necesarios para facilitar el acceso de cualquier lector universitario a todo tipo de lecturas.
Se debe partir entonces del análisis de tres elementos que los profesores deben tener presente y que al
relacionarse permiten estructurar la propuesta y comprender las relaciones que se establecen entre estos
y los componentes, son ellos: su papel como mediador, el tratamiento de la lectura con un fin en sí
misma, la alfabetización académica asociada a las TICs.
La necesidad de contar con profesionales con una formación lectora acorde a la construcción de una
sociedad donde adelantos teóricos y científicos, y la globalización de la información y de la cultura nos
envuelven cada día más, se hace imprescindible, si se trata de profesionales que trabajarán en constante
interacción con el hombre.
DESARROLLO
La lectura está en el centro mismo del quehacer universitario, donde la formación precisa de una
autonomía del estudiante, en este proceso juega un papel esencial la lectura y la necesidad de su dominio.
En las sociedades del conocimiento, un elemento central es la capacidad para identificar, producir, tratar,
transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios
para el desarrollo humano.
Ramírez Leyvaseñala que "las instituciones de educación superior deben formar lectores activos para
desarrollar en ellos las capacidades que les permitan hacer de la información el aprendizaje, los
conocimientos y las innovaciones, soluciones dirigidas hacia la elevación del bienestar social de todos". 2
Arguelles enuncia referido a los estudiantes universitarios y la lectura "que lean para aprobar los
exámenes no es lo mismo que lean para añadir algo más a su vida, para agregar a su existencia (y a su
profesión) mayores capacidades y experiencias(…) No hay nada más contradictorio que un universitario
que no lee o que únicamente lee cuando hay que hacer tarea o cuan-do tiene que examinarse". 3
La enseñanza universitaria requiere la puesta en juego de otros modos de lectura y por tanto de su
promoción. El conocimiento es personalizado y da cuenta de las posturas teóricas y de diferentes
programas de investigación, que los alumnos tienen que aprender a diferenciar a lo largo de la carrera. Ya
no existen manuales sino autores diversos a través de los cuales el estudiante universitario va
construyendo su conocimiento.
Principio del carácter transversal como rector de la formación para la promoción de la lectura.
Hablar de transversalidad en criterio de esta autora y a los efectos de esta tesis significa referirse a otra
forma de entender y organizar los aprendizajes desde promoción de la lectura en el contexto universitario.
Isabel Morales 5 desarrolla argumentos acerca del valor de la lectura, haciendo énfasis en la lectura
literaria como materia transversal para la formación integral del alumno universitario sea cual fuere la
especialidad elegida para su profesionalización y menciona la continuidad en el contexto universitario, de
la formación lectora más las exigencias particulares que ahora se extienden al ámbito digital que
considera llamar la atención sobre la necesidad de ejercer esa influencia para subrayar la importancia de
la formación transversal y de la presencia de materias especialmente útiles en dicha formación.
M Núñez, Campos Figares, M. Quilesde la Red internacional de Enseñanza universitaria es lectoras que
trabaja de forma transversal y multidisciplinar estas temáticas evidencian "que es incuestionable el
carácter transversal de la lectura (…) en cualquier universitario (…) no sólo de su materia disciplinar sino
de muchas otras cosas, y este espíritu transversal y omnicomprensivo". 6
El suponer el carácter transversal como principio rector está asociado a la extensión universitaria como
proceso formativo que atraviesa los demás procesos universitarios, el docente y el investigativo de forma
transversal, eso quiere decir que desde el proceso docente en sus dos dimensiones curricular y
extracurricular la extensión universitaria está presente.
Herrera Albrieu 7 argumenta que la extensión es el campo de la transversalidad, criterio con el que
coincide la autora de este trabajo, y conlleva a pensar que las acciones que se realicen desde lo curricular
tanto en lo académico como laboral e investigativo no sean vistas como acciones extensionistas
propiamente.
La visión transversal e integrada de la extensión universitaria aún es baja, por lo que todavía predomina el
trabajo vertical y muchas veces desarticulado.
Una de las características de la transversalidad es que posee un carácter multi, ínter y trandisciplinario.
En el caso de la propuesta que nos ocupa se hace necesario romper esquemas que crean barreras entre
disciplinas y, trabajar desde la promoción y la creatividad para unificar conceptos, métodos o datos que
existen en disciplinas distintas para crear una síntesis nueva.
Al mismo tiempo no excluye la utilización de mecanismos interdisciplinares desde las formas organizativas
del proceso docente fundamentalmente el colectivo de año quien puede fomentar relaciones
interdisciplinares a favor de la formación para la promoción de lectura.
Se asume en concepto que deviene de los estudios de Fiallo 12 que plantea que "la interdisciplinariedad es
un trabajo común teniendo presente la interacción de las disciplinas científicas, de sus conceptos
directrices, de su metodología, de sus procedimientos, de sus datos y de la organización de la enseñanza",
se refiere además a la transdiciplinariedad como "el nivel superior de las relaciones, ya que presupone la
construcción de un sistema total que no tuviera fronteras rígidas entre las disciplinas (…)
En la docencia el carácter transversal del proceso de formación para la promoción de lectura se sustenta
en la integración de proyectos, actividades, acciones y tareas como formas propias de la extensión
universitaria,que discurre de manera transversal en todo el proceso formativo a través de sus asignaturas
básicas, básicas específicas y del ejercicio de la profesión (de manera vertical) y a través de los años
académicos (de forma horizontal).
Unaformación transversal que garantiza el desarrollo de los modos de actuación profesional, como
resultado de las interrelaciones entre los contenidos de las áreas disciplinares y los contextos sociales.
El trabajo en equipo del colectivo pedagógico, para ejercer un sistema de influencias educativas en
función del proceso de formación de las competencias creativas.
La disposición, motivación y preparación del colectivo pedagógico para hacerlo.
El reconocimiento por parte de los profesores, empleadores y estudiantes de la necesidad del
desarrollo del proceso.
La aplicación de métodos problémicos y de proyectos, en el desarrollo de las actividades docentes,
investigativas y laborales.
Lograr el fomento del clima pedagógico en el desarrollo de todas las actividades que se realizan en
el currículo.
El reconocimiento en el proceso de enseñanza – aprendizaje de la diversidad para potenciar el
desarrollo de cada estudiante, de acuerdo con sus características y potencialidades y sin perder de
vista el encargo social en el que reflejan las aspiraciones de la sociedad respecto a la formación
ciudadana.
Implica la toma de conciencia del colectivo pedagógico y de los estudiantes de estar inmersos en
un proceso de formación.
Vincular los problemas presentes en la práctica social al proceso docente educativo, con el objetivo
de retroalimentar el desarrollo del proceso y en función de ello; corregir dificultades y movilizar las
necesidades, motivaciones e intereses de los estudiantes.
La articulación necesaria entre los objetivos, contenidos, métodos, formas, medios y evaluación con el
desarrollo de los elementos necesarios del proceso de formación de las competencias creativas, para
propiciar, como punto de partida del proceso de formación, los modos de conocimientos asociados a la
actuación del profesional; de manera que el estudiante, con un mayor nivel de definición, pueda otorgar
un significado a lo que aprende y relacionarlo con lo laboral.
Hablar de transdiciplinariedad de un proceso de formación para la promoción de lectura significa referirse
a otra forma de entender y organizar el aprendizaje a partir de la lectura en el contexto universitario. Ello
conduce, necesariamente, hacia la utilización de nuevas estrategias metodológicas y necesariamente
formas de organización de los contenidos.
El gran reto del proceso de formación para la promoción de lectura en la extensión universitaria como eje
transversal consiste, por tanto, en la posibilidad de estructurar todas las influencias educativas con un
carácter sistémico, flexibilizando el sistema de componentes didácticos para lograr el fomento de un clima
pedagógico creativo.
De esta manera se propicia la formación de futuros profesionales "autónomos, críticos, con criterios
propios y capaces de hacer frente a los problemas socioculturales que tiene planteados hoy la
humanidad". 15
Los estudiantes como promotores del proceso de formación para la promoción de lectura
El proceso formativo objeto de estudio se configura como un sistema en que cada elemento de análisis
está concatenado dialécticamente con los restantes, de manera que se expresan y se modelan en una
suerte de complicidad potenciadora del desarrollo social.
El Enfoque Histórico Cultural 17 enuncia que la educación conduce al desarrollo, se refiere a las influencias
positivas con altas dosis de responsabilidad, respeto y confianza entre los actores del proceso, por lo que
al retomar los componentes personales del proceso formativo, cuando enfatiza en que la enseñanza es
vista como un proceso a través del cual el profesores orientador y guía, que estimula a los estudiantes en
su desarrollo y crecimiento personal sobre la base de contenidos, métodos, medios y formas de organizar
el espacio y de evaluar, con lo que estará facilitando una perspectiva más integradora del proceso, que
trasciende lo puramente académico y lleva la enseñanza al escenario de social en continuo diálogo con lo
profesional.
El aprendizaje, por otra parte, es apreciado como un proceso activo, desarrollador, en cuya esencia está
que el estudianteadquiera conocimientos, habilidades y valores que tiren de su desarrollo a favor de la
configuración y formación integral de su personalidad, de la autorregulación del aprendizaje, su autonomía
y del desarrollo de una actitud positiva hacia aquellos contextos donde ya no cuente con la ayuda del
maestro o de otro estudiante.
Se pretende a partir de este análisis, enfatizar en el rol protagónico del estudiante universitario en torno al
proceso de formación para la promoción de lectura. No se trata de un estudiante que espera pasivamente
por un profesor que modele para él un proyecto de promotor; sino también más bien de un estudiante
"que participe de forma activa en la autogestión de su formación como promotor". 18
En tanto se transforma y crece, en paralelo con el desarrollo de su capacidad para transformar la sociedad
en que vive. Todo ello, acompañado del profesor como mediador que ejerce un rol orientador, así como de
acompañamiento durante su formación.
Enel proceso de formación para la promoción de lectura es necesario establecer importantes motivos que
lo dinamizan y le compulsan a adoptar posiciones más conscientes, autodeterminadas e independientes de
afrontar su vida y las exigencias sociales. Por lo que dado su nivel de protagonismo, se considera núcleo
en el análisis de los componentes personales del proceso en estudio.
Uno de los modos esenciales para que el estudiante logre ser consciente y protagonista del proceso que se
pretende es una educación más personalizada, que responda a sus necesidades, motivos, aspiraciones y
que le ofrezca pautas de acción que le permitan hacer el trazado a su medida para llegar a sus metas,
reconociendo y venciendo con objetividad los obstáculos que se presenten.
Los estudiantes como centro del aprendizaje y transformador de la realidad, deben tener conciencia de
que serán sujetos activos de su propio proceso de formación, donde es imprescindible una formación
lectora adecuada a este nivel, mucho más si se trata de incidir en el entorno como futuros profesionales,
adquiriendo actitudes, intereses y valores que le faciliten los mecanismos precisos para regirse a sí
mismos y ayudar a los demás, lo que los llevará a la responsabilidad hacia su aprendizaje, con
independencia de criterios, capacidad para pensar, trabajar, y decidir por sí mismo.
El estudiante universitario, como sujeto activo, protagonista de un proceso como el que pretendemos, se
constituye en el motor impulsor de la construcción de sus conocimientos, habilidades, actitudes y valores
hacia sus lectura, de manera activa, creativa, reflexiva e independiente; aprende a aprender, a buscar
información; aprende a ser, a convivir en colectivo; aprende haciendo, trabajando en y a través de las
diferentes actividades de promoción que se realice desde las diferentes formas organizativas de la
extensión que se planifiquen, con flexibilidad e independencia.
La promoción de la lectura y la utilización del libro en la formación universitaria no solo ha sido labor de
docentes sino que ha sido difundida y fomentada ya sean por bibliotecarios, padres o cualquier adulto
responsable de su formación,en el caso de las enseñanza universitaria es cubanas ha sido además
responsabilidad del proceso de extensión universitaria.
En criterio de Cerrillo 19 la mediación lectora exige hoy el uso de estrategias que se sustenten en sólidas
bases metodológicas; por eso, es tan importante que el mediador conozca y domine los recursos e
instrumentos que le van a ser necesarios para facilitar el acceso de cualquier lector a todo tipo de
lecturas.
Larrosa 20 ofrece un enfoque novedoso acerca del tratamiento de la lectura desde lo pedagógico cuando
infiere de nuestras prácticas pedagógicas "que leer no es solo comprender el texto, quizá pensar no es
solo argumentar, y es posible que dar no sea solo ofrecer un instrumento para conseguir con los ciertos
efectos previstos y prescritos".
Esta reflexión con la que concuerda esta autora precisa ser tenida en cuentapor el profesor ante la
necesidad de promover la lectura desde una posición de mediador del proceso de formación para la
promoción de lectura. Es decir, la lectura no solo como una actividad cognoscitiva sujeta a exigencias
institucionales, ya que esta no puede ser solo relacionada con los requerimientos de un programa
determinado de estudios sino con un interés personal de formarse para la vida.
Precisa en el docente de una conducta lectora elaborada por sí mismo con conocimiento a fondo de los
supuestos teóricos, de los usos posibles, poseer un conocimiento profundo sobre lo que debe enseñar y
ser capaz de perfilar los conocimientos de sus alumnos, tomándolos en consideración para favorecer la
adquisición, afirmación y enriquecimiento de los mismos.
Rita Marina Álvarez 21 afirma que la comprensión del carácter multilateral de la educación nos remite a la
adopción de una postura abierta y consciente frente a sus problemas. Hoy día no puede abordarse la labor
docente desde posiciones empíricas. Han pasado los tiempos en que, apoyados en determinado
conocimiento o inspirados en las dotes artísticas, algunos devenían educadores.
Se coincide con dicha investigadora que afirma que cada vez más la educación se concibe como
interacción de la escuela con la vida, de la enseñanza con la sociedad. La educación, el maestro, tiene que
hacerse cargo de la realidad local y nacional, y de sus alumnos como sujetos del proceso educativo, y
aprender a conocer estas realidades para que en su interrelación se transformen y desarrollen.
La profundización de la vida científica pasa a exigir del estudiante una postura de auto-actividad didáctica
que será, sin duda, crítica y rigurosa. La actividad de estudio en la enseñanza universitaria depende del
propio esfuerzo del estudiante y requiere de su formación como lector y escritor autónomo y crítico.
El comienzo de los estudios universitarios es un ámbito y un momento en el que debe efectuarse esta
alfabetización académica del adulto con el fin de brindarle los elementos para acceder a los textos, a la
información, al vocabulario propio de la vida universitaria.
Las herramientas que el estudiante va a necesitar en su carrera deben ser enseñadas, como contenidos
procedimentales, para poder disponer de su uso, en las distintas circunstancias académicas que el alumno
debe enfrentar.
El proceso de formación para la promoción de lectura en la extensión universitaria, como parte del
proceso formativo, trata de proporcionar al estudiante una independencia lectora que resulta
imprescindible para el desarrollo de las capacidades cognoscitivas y creadoras, con las que el estudiante
se apropia de conceptos, leyes y teorías que le permiten profundizar en la esencia de los fenómenos.
El profesor universitario, dígase mediador del proceso, con un papel protagónico fundamental al
constituirse eje dinamizador de este, debe ser ejemplo dentro del grupo para lograr la multiplicación que
el proceso necesita.
El profesor educa con lo que es y con su propia formación lectora promueve un alumno-lector. Por lo tanto
este proceso no puede ser inconsciente sino que esta posición de coordinador del proceso tiene que ser
formada a partir de la capacitación.
Los profesores universitarios son modelos y por ello, desempeñan un papel determinante en la posición de
los estudiantes frente a la lectura, su estimulo e influencia posibilitan que los alumnos adopten una actitud
positiva hacia ella por lo que aunque su propia formación lectora es esencial.
El profesor universitario precisa sistematizar o reflexionar sobre su práctica docente relacionada con la
lectura, de ahí que en la investigación se plantea la necesidad de recuperar la experiencia educativa de los
profesores con miras a promover el interés y el compromiso hacia la lectura y la promoción de ella
fundamentalmente desde el aula.
El profesor como principal gestor del proceso de formación para la promoción de lectura, asume su
preparación como función extensionista relacionada con la lectura teniendo en cuenta la pertinencia de:
• Indagar sobre las prácticas lectoras de sus estudiantes en los diferentes escenarios de actuación y los
niveles de competencias alcanzados con relación a la lectura.
• Revisar planes de estudio y las áreas de contenidos a considerar donde pueda promoverse de forma
integrada la lectura.
• Explorar la percepción de sus estudiantes en relación con el deber ser en su labor cotidiana y como
coordinador del proceso.
• Determinar necesidades de todo tipo que imposibiliten el mejor desenvolvimiento del proceso.
• Evaluar las condicionantes capaces de favorecer el proceso de formación para la promoción de lectura.
El profesor facilita una relación activa entre el estudiante y la lectura, teniendo en cuenta en este proceso
la autogestión, la participación y la integración a las instituciones que tiene a la lectura como principal
(instituciones lectoras) dentro y fuera de la enseñanza universitaria.
El profesor como mediador del proceso debe ser capaz de relacionarse y establecer un intercambio
recíproco con las instituciones lectoras evitando actuar de forma aislada y propiciando la interacción con el
resto de los agentes sociales que de una forma u otra inciden en la comunidad: bibliotecarios, libreros, y
personal de instituciones afines.
La enseñanza universitaria necesita ser consciente de la función fundamental de aprendizaje que la lectura
ejerce en la formación de sus estudiantes, en cuanto instrumento privilegiado de comprensión, de acción y
de evaluación por lo que la relación con el libro debe ser de profundidad, de razonamiento de investigación
de búsqueda de nuevas formas de acceso a nuevos conocimientos, hay que promover la lectura con un fin
en ella misma y no como parte de una determinada asignatura.
Pero no es solo función del profesor, la institución educativa también tiene una influencia crucial en la
práctica lectora. La institución debe tener entre sus prioridades el programa de formación para la
promoción de la lectura.
El profesor debe dejar la interpretación de texto al estudiante y no ser paternalista a la hora de su análisis
por pretender ayudar al estudiante, promover el libro y no un fragmento de él, no una fotocopia de sus
parte, hay que promover el todo y no la lectura fragmentada, minimizando así la participación de los
estudiantes en la búsqueda del significado porque puede entonces reproducirse la interpretación del
maestro y no se está promoviendo la independencia cognoscitiva del estudiante.
Paula Carlino expresa la más completa y actualizada conceptualización sobre Alfabetizar académicamente
equivale a "hacerse cargo de enseñar a leer y a escribir en la enseñanza universitaria es ayudar a los
alumnos a aprender." 23
Las nuevas demandas sociales han profundizado en el concepto de alfabetización, que ahora se relaciona
más estrechamente con los usos sociales, es decir, con la aptitud de comprender y usar la información
escrita en todos los ámbitos y con el fin de conseguir objetivos personales y extender los conocimientos y
capacidades.Lo que resulta particularmente viable a partir de la extensión universitaria si se tiene en
cuenta el concepto de González referido al objetivo esencial de la extensión "promover de la cultura intra
y extra universitaria para contribuir a su desarrollo". 24
Si se tiene en cuenta esto el profesor universitario tiene que ser eminentemente extensionista, es para
sus estudiantes ejemplo , debe instruir con el conocimiento que posee, pero educar con su
comportamiento y su visión del mundo, su estimulo e influencia posibilitan que los alumnos adopten una
actitud de independencia frente a la lectura, entonces es preciso que se promueva por ellos la lectura, que
la utilicen en el aula y fuera de ella, de esa manera estarán enseñando que los libros son parte importante
del quehacer educativo y que tiene un papel preponderante en la formación intelectual y humana.
Las TICs han provocado una mutación en la sociedad y su impacto en el fomento de la lectura es
irreversible. En la sociedad de la información se transita hacia nuevos modos y formas de adquirir y
transmitir el conocimiento, y la multiplicación de soportes de lectura entrega una serie de herramientas,
pero a la vez una cantidad importante de desafíos.
En criterio de Ramos Curd 27esta se relaciona con las desigualdades sociales antes que con las barreras de
acceso tecnológico, por lo tanto es una forma de exclusión social; es decir es la segregación que existe
entre las personas, comunidades, estados, que utilizan las TICs como parte fundamental de su vida
cotidiana y quienes no tienen acceso a ellas, o aunque las tengan, no saben cómo o para qué utilizarlas.
La utilización de las TICs como parte de las estrategias cotidianas de trabajo es un desafío para los
promotores de lectura, y para hacer frente en forma exitosa a esto es imprescindible comprender que
ellas son sólo herramientas, no un fin en sí mismas, ya que no debemos olvidar que el objetivo
fundamental del accionar de los docentes son los estudiantes, es decir favorecer el perfeccionamiento de
la formación profesional de sus educandos.
Por lo tanto el desafío consiste en apropiarse de este sistema comunicacional e interactuar con los
estudiantes, que éste enriquezca con su conocimiento nuestras estrategias, programas y servicios,
internalizar los canales y formas de comunicación y aplicarlos a los servicios, crear nuevos espacios para
los lectores, para que formen redes entre ellos y con los integrantes de los equipos de promotores, para
que puedan juzgar, apreciar, hacer preguntas y eventualmente entregar respuestas.
Para llevar a término un proceso de formación para la promoción de lectura a partir de la promoción
cultural y que tenga en cuenta las nuevas formas de leer asociadas a la sociedad del conocimiento se
precisa una alfabetización, que permita enseñar a entender lo que se lee, a resumirlo e interpretarlo, a
poder aplicar, utilizar o rechazar lo que se lee, analizar textos para que los universitarios accedan a la
cultura específica de cada disciplina, incluso las transversales, motivando la lectura de los autores clásicos
o más relevantes dentro de la cultural de su profesión.
La etapa de desarrollo requiere la capacitación constante de los profesores, con vistas a que sus acciones
de obtengan en los estudiantes el efecto positivo deseado. Se caracteriza por su multiplicidad, no solo en
cuanto a la diversidad de variantes de ayuda que se pueden ejecutar por los orientadores de manera
individual y grupal, también por la posibilidad de aprovechar los diferentes escenarios que la enseñanza
universitaria ofrece y en los que se producen los contactos cotidianos entre los coordinadores y los
multiplicadores, en este caso, los estudiantes.
El proceso docente educativo es un espacio ideal y la clase puede convertirse principales espacios para el
proceso de formación para la promoción de lectura. De igual forma los profesores, capacitados y con la
información aportada en el proceso de familiarización de sus estudiantes, estarán en condiciones de
desarrollar de conjunto actividades, acciones y tareas extensionistas como parte de dicho proyecto
extensionista.
La consolidación se convierte en una etapa fundamental para revisar los resultados alcanzados a través de
la coordinación de actividades, acciones y tareas extensionistas de formación para la promoción de
lectura, permite la sistematización de mediadores y promotores del proceso, repetir algunas técnicas que
han ofrecido resultados favorables, corregir otras que no han tenido buena aceptación y/o repercusión en
los estudiantes.
CONCLUSIONES
En la actualidad se le atribuye gran interés a la lectura, la que constituye un tema ligado al desarrollo
intelectual, espiritual y social de los individuos. Un proceso formativo dirigido a este fin en la enseñanza
universitaria dentro de una propuesta integrada y sistémica en la extensión universitaria que contribuya al
perfeccionamiento de esta función sustantiva y de la Educación Superior en general, que tenga en cuenta
a profesor como mediador constituye una necesidad, dada la importancia de preparar a los futuros
profesionales para su desarrollo en una sociedad en constante transformación.
El aula constituye el espacio por excelencia para suscitar determinadas inquietudes relacionadas con la
cultura de su profesión o como simples inquietudes culturales, las que se irán adecuan y complejizan en
dependencia de la disciplina o año académico correspondiente, sin embargo no puede limitarse esta labor
al marco docente sino que se dinamiza en proyectos acciones o tareas extensionistas de formación para la
promoción de lectura que pueden incluir dinámicas sociales donde los estudiantes como multiplicadores
pueden incidir.
De igual modo no debe faltar en el mediador una conducta lectora, porque la construcción de
conocimientos y de aprendizaje deben ser una actitud ante la vida, por lo que no podría acometer su
trabajo sino actualiza constantemente sus saberes desde la lectura.
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