La Inversion Del Platonismo en Nietzche
La Inversion Del Platonismo en Nietzche
La Inversion Del Platonismo en Nietzche
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En el presente trabajo intentaré explicitar qué es lo que debemos entender por “platonismo” en el
modelo de inversión del mismo que encontramos en la obra del filósofo alemán Friedrich
Nietzsche. Señalaré luego posibles momentos de contacto y discrepancia entre el
símil de la
Así hablaba Zaratustra.
caverna de Platón y las primeras secciones del prólogo de Por último
tomaré un fragmento de
El ocaso de los ídolos para dar notas acerca del “perspectivismo”
nietzscheano como alternativa al modelo metafísico de la tradición occidental.
Para comenzar la cuestión acerca de qué es lo que se pone en juego en la inversión nietzscheana
necesitamos pensar primero cual es la concepción del platonismo que nuestro filósofo recibe. El
“platonismo” que llega al s.XIX obviamente no es el modelo escéptico de Arcesilao, ni el
místicoteológico de los neoplatónicos. Aunque este último, no tiene problemas en prevalecer
como la visión canónica hasta el s.XV, manteniendo cierta tensión con la primera línea.
Esto comienza a cambiar en el s.XVI, con la paginación y edición de la obra platónica de
Henri Estienne1 que será la que permitirá a Jean de Serres2 poner finalmente un límite a la lectura
neoplatónica. La visión de Serranus será la que recuperará a finales del s.XVIII el historiador
alemán
Wilhelm Gottlieb Tennemann, que apoyándose en el estudio filológico, escribirá los
primeros grandes manuales de filosofía griega alemanes, ampliando las doctrinas, pero dando un
tinte kantiano a la filosofía platónica , y ofreciendo una postura intermedia. La comprensión de
Tennemann influirá en la postulación de la línea que trabaja Friedrich Schleiermacher. Este
buscará dotar de coherencia interna a toda la obra platónica, discutiendo el acercamiento a Kant.
Logrando por primera vez instalar, como buen padre de la hermenéutica, no sólo al contenido
dialógico sino a la forma y contexto de los diálogos platónicos como determinantes para la
comprensión de su doctrina, la cual desde su posición se ordena con criterios pedagógicos.
Esta será principalmente la interpretación del platonismo con la cual Nietzsche discutirá.
Sin embargo se pueden rastrear en los cursos sobre Platón en la Universidad de Basilea,
1
Impresor francés también conocido como Henricus Stephanus.
2
,
Pastor calvinista también de origen francés Ioannes Serranus.
1
elementos tanto de Schleiermacher como de Tennemann. Cabe señalar que el Platón3 que
Nietzsche recibe, dista mucho de ser ese autoritario que propone al filósofogobernante, ni el
apóstol fundamentalista de la Teoría de las Ideas. Estas figuras se construyen recién en la época
de las grandes guerras. Por otro lado, reducir la discusión a un simple ataque de Nietzsche a
Platón, no sólo pecaría de simplista, sino que sería en gran medida equivocado. En el desarrollo
de su inversión, Nietzsche toma formas platónicas para usarlas en favor de su posición4.
Podríamos preguntarnos por qué es necesario esbozar este derrotero antes de comenzar a
hablar del proyecto de Nietzche. Encuentro la respuesta a esto en el hecho de que es necesario
señalar que cuando hablamos de “inversión del platonismo”, no estamos haciendo alusión
directamente ni a la filosofía de Platón ni a la de sus continuadores cercanos. Más bien en una
forma más amplia a la matriz regente y determinante del pensamiento filosófico occidental hasta
el advenimiento de nuestro “maestro de la sospecha”5. Esta forma de la filosofía encuentra quizás
su más fuerte raigambre en el pensamiento de Platón. En pocas palabras: la metafísica.
Con el objetivo de ilustrar la inversión, señalaré algunas puntos análogas entre las
construcción del
símil de la caverna y las primeras secciones del prólogo de
Así habló
Zaratustra
, enunciando contrapuntos, para luego ir al punto fuerte de la divergencia.
Para empezar, en ambos relatos encontramos a una persona que ha decidido salir de la
caverna en la cual se encontraba y ya en esto radica la primer diferencia: Al prisionero de la
caverna no sé le ha permitido decidir si deseaba estar allí, puesto que se encuentra en ese lugar
desde niño6, mientras que Zaratustra al cumplir sus 30 años, voluntariamente abandonó su patria
y se fue a su caverna en las montañas.7El hecho de que la reclusión de Zaratustra sea voluntaria
no es menor debido al papel que juega la voluntad en la propuesta nietzscheana. Podríamos decir
que ya desde la primera oración de la obra se está ensalzando a la acción que escucha a los
instintos. También está presente la cuestión de la niñez. El prisionero está en la cueva desde
niño, sólo cuando crece y se convierte en adulto, accede al mundo exterior, cuando es liberado y
forzado por la razón a salir de la “ignorancia”, Zaratustra por su lado, que tiene cuarenta años
3
Aunque resulte problemático hablar de un sólo Platón habiendo una pluralidad de lecturas.
4
Particularmente nos centraremos en el análisis de algunos puntos presentes en la alegoría de la caverna.
5
En palabras de Paul Ricoeur.
6
República
Platón, , VII, 514a, ll.4.
7
§1,
Ibid. Nietzsche, F.(1891), Prólogo,
2
cuando decide bajar, es identificado como un niño por el anciano del bosque, y es por eso que se
despierto8
lo juzga como a un . Veo en este contraste entre la niñez y la adultez un claro alegato
por parte Nietzsche en favor de lo “dionisíaco” por sobre lo “apolíneo”.
Tanto el hombre de Platón (que ya ha accedido a la contemplación del Sol y por lo tanto
es sabio) como Zaratustra, deciden volver a bajar, volver al contacto con el resto de los hombres,
pero mientras que para el sabio esto implica el retorno a la caverna movido por compasión a sus
congéneres aún cautivos por las apariencias; para Zaratustra el abandonar su ermita y volver a
ser un hombre con los hombres no es causado por ningún imperativo moral, lejos de eso, es
movido por una sobreabundancia visceral que busca derramarse sobre la humanidad. El hecho de
que la cueva de Zaratustra está situada en las montañas y la caverna de Platón sea subterránea
tampoco debe ser pasado por alto. Zaratustra siempre ha estado cerca del Sol, el hombre del
ateniense ni siquiera sabía de su existencia y mientras se maravilla cuando luego de penurias
logra contemplarlo al menos una vez, con los ojos doloridos, Zaratustra recibe la visita del astro
todos los días durante diez años, e incluso lo increpa:
¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a
aquellos que iluminas!9 Encuentro en esta oración una metáfora clave que permite explicar en
gran medida el carácter de la inversión: mientras que el “mundo verdadero” y la “idea del bien”
sui generis
que el Sol representa, en la ontología metafísica platónica no sólo existen sino que de
su existencia se desprende la verdad de todas las otras cosas, lo que nos dice Nietzsche es que
ese mundo verdadero en última instancia es sostenido por aquellos que erróneamente creen en él.
En este sentido si bien se han invertido las cargas, pareciera que Nietzsche no puede salvarse de
mantener el esquema binario, pareciera que no puede escapar a la dupla verdad/noverdad.
Aunque podríamos decir frente a esto, concordando con la recuperación que Vernal10 hace de
Heidegger sobre el tema, que en última instancia la inversión si busca la expulsión de uno de los
términos, para terminar dando por tierra con los dos, y planteando cómo únicamente válida a la
valoración perspectivista11 que nos propone Nietzsche al decir que la verdad pertenece a la vida
8
§2.
Nietzsche, F.(1891), Prólogo,
9
Idem 6.
10
Vermal, J.L.(2010)pp.101
11
Cfr.Sánchez, S.A.(1991),pp.77
3
misma, no por ser ontológicamente verdadera, sino porque en ella se da la voluntad de poder,
que lúdicamente se hace proyecto.12
Como claramente señala Vernal13, la forma en la que Nietzsche se planta frente a la
metafísica, y en conección con el platonismo, es la de una inversión de la relación entre el
El ocaso de los ídolos
“mundo verdadero” y el “mundo aparente”. En Nietzsche nos ofrece un
recuento de la caída, nos habla acerca de
cómo terminó convirtiéndose en fábula el mundo
verdadero,
el cual a pesar de haber sido prometido por Platón al sabio, no se ha encontrado.
Tampoco luego de haberse vuelto sutil por el cristianismo pudo ser demostrable, y es para los
tiempos de Kant una mera idea pálida, que en el mejor de los casos funciona como consuelo,
quizás como ideal regulativo, pero aún totalmente desconocido.
Luego del despertar de la razón, el ”mundo verdadero”, el “reino de las ideas” platónicas,
el “paraíso” de los cristianos o el “ser en sí” kantiano, en palabras de Nietzsche:
ya no sirven
para nada.14 Aquí el primer momento de nihilismo.
La pregunta ahora: ¿Si eliminamos el
¡No!
“mundo verdadero”, qué nos queda?¿El “mundo aparente”? enfatiza nuestro autor. El fin de
la inversión es mostrar que ya no tiene sentido seguir manteniendo el “mundo aparente”. La
apariencia en el perspectivismo de Nietzsche deja de ser una cosa a la cual falsamente le
atribuimos verdad.15 Ya no estamos frente a las sombras de la caverna, hemos llegado al término
del gran error de la filosofía. No buscamos la verdad, solamente nuestra valorización de las cosas
episteme como aitias logismos,
es real. En este sentido no podemos seguir hablando de la el
conocimiento solamente puede ser la sensación
y si el verdadero nombre de lo real es apariencia,
esto no se debe a que hace referencia a un mundo verdadero, sino a que es totalmente opuesta a
la identidad del ser que a esta se le atribuía.16 La verdad ha sido fragmentada en el pluralismo de
las perspectivas. Este nihilismo no niega la realidad de lo mundano en pos de la alabanza de lo
suprasensible, ese es el nihilismo de los “últimos hombres”. Este es el gran nihilismo:
que no
haya verdad
.
Existen solamente el ver y conocer perspectivistas, y entre más perspectivas haya
sobre una cosa, cuántos más y distintos ojos la miren, más completo será nuestro concepto de
12
Cfr.
Vermal, J.L.(2010)pp.106
13
Vermal, J.L.(2010)pp.101
14
El ocaso de los ídolos s
Nietzsche, F.(1889), , trad. J.Labata, Barcelona, Tusquets, 1998.
15
Cfr.
Vermal, J.L.(2010) pp.100.
16
Idem. pp.110.
4
ella, esa será nuestra objetividad. No la “idea de la cosa” ni “la cosa en si”17. Zaratustra ha
llegado para anunciarnos el rayo.
BIBLIOGRAFÍA
Así habló Zaratustra
Nietzsche, F.(1891), , trad.A.Sanchez Pascual, Madrid, Alianza, 1972.
El ocaso de los ídolos
Nietzsche, F.(1889), , trad. J.Labata, Barcelona, Tusquets, 1998.
La genealogía de la moral
Nietzsche, F. (1887), , trad.A.Sanchez Pascual, Alianza, Madrid,
1972
República
Platón, , trad. M.Divenosa y C.Mársico, Buenos Aires, Losada, 2005.
Acerca de la inversión del platonismo en Nietzsche y Heidegger
Vermal, J.L.(2010), , Estudios
Nietzsche, 10, pp. 97112.
La “inversión del platonismo” y el perspectivismo
Sánchez, S.A.(1991), , en Revista Nombres,
Año I, N° 1, Córdoba, Diciembre de 1991, pp. 7184.
17
Cfr.Nietzsche, F. (1887),pp.155.
5