El edificio está situado en el centro histórico de Como, localidad cercana a Milán, frente a la catedral. Proyectada por el arquitecto italiano Giuseppe Terragni, se construyó entre 1932 y 1936. Sede del partido fascista local, tras la caída de la República Social Italiana pasó a llamarse Casa del Popolo, retirando de su interior toda la decoración fascista realizada por el artista Mario Radice.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
457 vistas3 páginas
El edificio está situado en el centro histórico de Como, localidad cercana a Milán, frente a la catedral. Proyectada por el arquitecto italiano Giuseppe Terragni, se construyó entre 1932 y 1936. Sede del partido fascista local, tras la caída de la República Social Italiana pasó a llamarse Casa del Popolo, retirando de su interior toda la decoración fascista realizada por el artista Mario Radice.
El edificio está situado en el centro histórico de Como, localidad cercana a Milán, frente a la catedral. Proyectada por el arquitecto italiano Giuseppe Terragni, se construyó entre 1932 y 1936. Sede del partido fascista local, tras la caída de la República Social Italiana pasó a llamarse Casa del Popolo, retirando de su interior toda la decoración fascista realizada por el artista Mario Radice.
El edificio está situado en el centro histórico de Como, localidad cercana a Milán, frente a la catedral. Proyectada por el arquitecto italiano Giuseppe Terragni, se construyó entre 1932 y 1936. Sede del partido fascista local, tras la caída de la República Social Italiana pasó a llamarse Casa del Popolo, retirando de su interior toda la decoración fascista realizada por el artista Mario Radice.
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 3
Jeferson Rivera 2016-0964
Giuseppe Terragni: La Casa del Fascio
El edificio está situado en el centro histórico de Como, localidad cercana a Milán, frente a la catedral. Proyectada por el arquitecto italiano Giuseppe Terragni, se construyó entre 1932 y 1936. Sede del partido fascista local, tras la caída de la República Social Italiana pasó a llamarse Casa del Popolo, retirando de su interior toda la decoración fascista realizada por el artista Mario Radice. Volumétricamente es un prisma perfecto de base cuadrada de 33,20 metros de lado y 16,60 metros de altura, es la mitad de un cubo. Cada una de las cuatro fachadas es única y diferente de las otras, en respuesta a la distribución interna y a la rítmica entre espacios abiertos y cerrados.
Giuseppe Terragni no sólo promovía el Movimiento Moderno sino que también
defendía que éste debía combinarse con la tradición clásica. En este edificio vemos como el arquitecto busca ese acercamiento entre lo clásico y lo moderno. El acceso al edificio queda elevado respecto a la cota de la plaza, desde el exterior la secuencia de entrada es podio con escalinata, porche frontal, interior del edificio, rasgo característico de los templos clásicos. La zona central interior se vació formando un gran patio cubierto con iluminación cenital, resolviendo la cubierta con cristal a la altura de la segunda planta. Este espacio debió concebirse para la reunión de militares y masas, y para la organización de eventos varios; pudiéndose ampliar hacia la plaza exterior cuando fuese necesario, ya que las puertas de acceso podían retirarse por completo. Las diferentes estancias se organizan alrededor de este patio interior. Las fachadas están estudiadas y proporcionadas matemáticamente. En la fachada principal, Terragni, se vio obligado a incluir un paño ciego, que pudiese contener la propaganda del partido; aprovechando esta imposición, revistió este paño de mármol blanco, en alusión, una vez más, a la arquitectura clásica. La estructura del edificio está totalmente racionalizada, se compone de una retícula de pórticos de hormigón armado que se extiende en las tres direcciones espaciales; es como si el volumen de medio cubo se construyese a partir de cubos más pequeños. Este edificio ha sido considerado como la aportación al Movimiento Moderno más destacada de Italia. Moderno y clásico relacionados, vanguardia sin olvidar la tradición clásica del país.
Terragni logra racionalizar la estructura al máximo. Crea una maya de pórticos
de hormigón armado, pero no sólo esparce esta cuadricula por las dos direcciones del plano horizontal, sino que lo hace en las tres direcciones del espacio, como si el medio cubo que es el volumen del edificio se descompusiese a su vez en cubos más pequeños. La estructura se compone de ocho pórticos en cada fachada que se repiten a lo largo de los cuatro pisos de altura que tiene el edificio. Los materiales principales que Terragni utilizó fueron pocos, pero todos ellos escogidos con alguna finalidad simbólica, además de solucionar, evidentemente, los aspectos prácticos del uso diario del edificio. La estructura es de hormigón armado en su totalidad. Paredes y suelos se revistieron de mármol con distintos tratamientos. Son abundantes los cerramientos de vidrio, dando esa sensación de transparencia que funde el interior del edificio con el exterior, haciendo de esa fortaleza del poder un lugar “accesible” para todos.