Calidad en El Servicio
Calidad en El Servicio
Calidad en El Servicio
Mayo 2008
Resumen
El tema de la gestión de la calidad en los servicios es de interés actual, por lo que representa para la
competitividad y la diferenciación del producto o servicio que se oferta. Es por ello que se reflexiona sobre las
realidades y retos de la gestión de la calidad en las empresas de servicios, partiendo de un análisis histórico de
este importante proceso.
Abstract
The topic of the administration of the quality in the services is of current interest, for what represents for the
competitiveness and the differentiation of the product or service that it is offered. It is for it that one meditates
on the realities and challenges of the administration of the quality in the companies of services, leaving of a
historical analysis of this important process.
A medida que en la edad media surgieron los gremios, las normas de calidad se hicieron
explícitas. Esto pretendía, por un lado, garantizar la conformidad de los bienes que se
entregaban al cliente, y por el otro, mantener en algunos grupos de artesanos la
exclusividad de elaborar ciertos productos.
En el pasado se observa una clara relación del hombre con el resultado de su trabajo. Por el
contrario, la mecanización, la producción en serie y la especialización de los procesos
productivos han separado al hombre del producto de su esfuerzo e incluso se llega a
alcanzar el extremo de que éste ya no logra distinguir el valor que agrega y con alguna
frecuencia también ignora lo que produce la empresa donde presta sus servicios.
Desde esa perspectiva y con esos antecedentes que vinculan al hombre con su obra, Calidad
Total no solo reconoce la dignidad y el potencial intelectual del ser humano,
incorporándolo al autocontrol activo de la calidad de lo que hace, sino que adicionalmente a
través de este involucramiento lo pone en contacto estrecho con la naturaleza e importancia
de su labor.
Esto ha implicado entender que el concepto de calidad va mas allá que el simple
cumplimiento de ciertas especificaciones, pues esto no asegura que el cliente este
satisfecho: un producto o un servicio será de calidad cuando logre satisfacer las
necesidades, expectativas y requerimientos del consumidor; por ende, será él quien
establezca los parámetros a alcanzar. A su vez, el dinamismo implícito en este punto de
referencia significa que la calidad no debe concebirse como un status. Si no como un
proceso de mejora continua.
Calidad total se ha convertido en uno de esos conceptos que pueden significar todo o nada.
Cuando se tiene contacto con organizaciones interesadas en incorporar la calidad total,
estas tienen conceptualizaciones diferentes, lo que a representado un problema.
Esta acepción del término Calidad se utiliza ampliamente y con este enfoque trabajan
muchas organizaciones.
A lo largo de la historia el término calidad ha sufrido numerosos cambios que conviene
reflejar en cuanto su evolución histórica. Para ello, se describe cada una de las etapas el
concepto que se tenía de la calidad y cuáles eran los objetivos a perseguir.
Artesanal: Hacer las cosas bien sin importar los esfuerzos necesarios para ello, esto
presequía satisfacer al artesano por el trabajo bien hecho.
Revolución industrial: Hacer cosas no importando que sea de calidad, satisfacer una gran
demanda de bienes. Obtener beneficios.
Segunda Guerra Mundial: Asegurar la eficacia sin importar el costo, con la mayor y más
rápida producción (Eficacia + Plazo Calidad)
Postguerra Japón: Hacer las cosas bien a la primera, minimizar costos mediante la calidad,
satisfacer al cliente ser competitivo.
Posguerra (Resto del Mundo): Producir, cuanto mas mejor, satisfacer la gran demanda que
vienen causadas por la guerra.
Esta evolución nos ayuda a comprender de dónde proviene la necesidad de ofrecer una
mayor calidad del producto o servicio que se proporciona al cliente y, en definitiva, a la
sociedad, y cómo poco a poco se ha ido involucrando toda la organización en la
consecución de este fin. La calidad no se ha convertido únicamente en uno de los requisitos
esenciales del producto sino que en la actualidad es un factor estratégico clave del que
dependen la mayor parte de las organizaciones, no sólo para mantener su posición en el
mercado sino incluso para asegurar su supervivencia.
Para gestionar la calidad es esencial saber ¿qué es la calidad?. Las definiciones y conceptos
se pueden obtener de diferentes especialistas que se ocupan de la Gestión de la Calidad,
[Aragón, 2001] selecciona un conjunto de definiciones de calidad entre las que se destacan:
[Deming, 1986] "predecible grado de uniformidad, a bajo costo y útil para el mercado";
[Juran 1974; 1983] plantea "aptitud para el uso o propósito". Quien en 1993 aporta dos
definiciones, refiriéndose al producto “calidad es el conjunto de características de un
producto que satisfacen las necesidades de los clientes y en consecuencia hacen
satisfactorio el producto” y a la organización “la calidad consiste en no tener deficiencias”.
Otros como [Feigenbaum, 1971] la define [1996][1997] como "un sistema eficaz para
integrar los esfuerzos de mejora de la gestión de los distintos grupos de la organización
para proporcionar productos y servicios a niveles que permite la satisfacción del cliente".
Por su parte [Bernillon; Cerutti, 2000] la definen como: hacer bien su trabajo desde el
principio y, por lo tanto sin defecto, reducir a los costos inútiles: demasiado stock es un
ejemplo de costo inútil, preventiva: es entre otras cosas evitar averías, responder a las
necesidades de los clientes, por ejemplo respetando las demoras, administrar óptimamente.
Hace falta pues una buena y rápida circulación de la información mediante un
procedimiento preciso, conciso y utilizable para todos los interesados evitando de esta
manera la redacción de papeleos inútiles.
Como se observa, las definiciones más antiguas consideran la calidad referida al producto y
dependiente de sus atributos, las más modernas consideran que la calidad no es solamente
atribuible al producto, sino a una entidad.
Para las condiciones específicas del actual modelo económico vigente en Cuba es necesario
precisar que el concepto de Calidad, si se utiliza el de la [Norma ISO 9000:2000] será:
“Capacidad de un conjunto de características inherentes de un producto, sistema ó proceso
para satisfacer los requisitos de los clientes y otras partes interesadas.”
Esta definición corrobora que para alcanzar el mejoramiento de la calidad de los procesos
es necesario actuar sobre la calidad de la organización y sus componentes, para que esta
laborando eficientemente obtenga productos excelentes que satisfagan los requerimientos y
necesidades de los consumidores.
En todas las definiciones antes mencionadas se resalta de una manera u otra el hecho de que
la calidad está en función de la percepción del cliente. La experiencia demuestra que los
clientes perciben la calidad de una forma mucho mas amplia que el simple hecho de
percibir la calidad en el producto adquirido, de ahí que urge la necesidad de que las
empresas definan la calidad de la misma manera que lo hacen los clientes.
Satisfacción. Percepción del cliente, sobre el grado en que se ha cumplido sus requisitos.
En la ISO 8402 – 1994 citada por Pérez C, R (2005) la calidad es “La totalidad de
características de una entidad que determina su aptitud para satisfacer necesidades
expresadas o implícitas”.
Los bienes capaces de satisfacer las necesidades del cliente son, de acuerdo con su
contenido, de dos clases: tangibles e intangibles. Los bienes tangibles suelen conocerse con
el nombre de productos. Tienen una consistencia material. Se trata de objetos físicos cuya
utilización por el cliente resuelve una necesidad sentida.
1.2.- Servicio
- El servicio es algo que va más allá de la amabilidad y de la gentileza. Claro que una
sonrisa nunca esta de más. Hace además que esa sonrisa proporcione una buena
información que oriente hacia el interlocutor idóneo o que no permita impacientarse. Se
trata de un problema de métodos y no de simple cortesía.
- Servicio no significa servilismo. Sin cliente no hay empresas y sin servicios no hay
empresas.
Al revés que los productos los servicios son pocos o nada materiales. Sólo existen como
experiencias vividas. En la mayoría de los casos el cliente de un servicio no puede expresar
su grado de satisfacción hasta que lo consume. El servicio de los servios comprende dos
dimensiones propias: La prestación que buscaba el cliente y la experiencia que viven en el
momento en que buscaba el servicio.
El servicio es un término capaz de acoger significados muy diversos. En el caso que nos
ocupa hay que entender el servicio como el conjunto de prestaciones accesorias de
naturaleza cuantitativa o cualitativa que acompaña a la prestación principal, ya consista ésta
en un producto o en un servicio.
En la medida en que las organizaciones tengan más dificultades para encontrar ventajas con
las que competir, mayor atención tendrán que dedicar al servicio como fuente de
diferenciación duradera.
La "Calidad del Servicio" según Malcom Peel; a quien señalamos por la claridad de su idea,
puede ser descifrado como "aquella actividad que relaciona la empresa con el cliente a fin
de que éste quede satisfecho con dicha actividad"
La calidad del servicio y satisfacción son conceptos que están íntimamente relacionados
puesto que una mayor calidad del servicio llevará a aumentar la satisfacción del
consumidor, es decir, que la primera debe ser tratada como un antecedente de satisfacción.
Calidad objetiva y calidad percibida: el siguiente concepto distingue entre calidad mecánica
y humanística. La primera tiene que ver con aspectos objetivos. La segunda, la humanística
o percibida, se refiere a la respuesta subjetiva de las personas con respecto a los objetivos y
es, por ello, un fenómeno totalmente relativo que define entre los juicios de valor.
La posibilidad de opción.
La disponibilidad
El ambiente.
El entorno.
Prestación.
El servicio de los servicios no solo es importante para reforzar los beneficios que el
comprador busca en la prestación, sino que se ha convertido también en un arma
competitiva básica e indispensable en todos los sectores en los que el servicio no se ha
convertido en algo trivial.
Dentro del punto de vista del ciclo comercial, un mismo individuo suele catalogarse en
diferentes categorías, que van desde el pertenecer al "público objetivo" de la empresa o
institución, pasando por ser "cliente potencial", luego "comprador eventual" y hasta llegar a
ser " cliente habitual" o "usuario". Los entes clasificados como "público objetivo", no se
interesan de forma particular por el servicio o producto, que ofrece la empresa. El " cliente
potencial", sí se interesa, pero todavía no se decide comprar o acudir al servicio, el
"comprador eventual", ya se ha decidido y el " cliente habitual" o "usuario" incorpora a su
vida las consecuencias de la compra o el acudir al servicio.
• Correspondencia
• Reclamos y cumplidos
• Instalaciones
La razón de la existencia de las empresas son los clientes. Ellos son los que hacen posible
que se paguen los sueldos, las vacaciones y el seguro social, entre otros beneficios. Los
clientes son los que deciden el futuro de una organización. A pesar de que algunos
empleados piensen que su jornada laboral sería mas agradable sin la “interrupción” de los
clientes. Los clientes ya no son fáciles, antes aceptaban servicios mediocres a precios altos.
Hoy los clientes demandan mayor
calidad en el servicio pero a precios razonables. Compran servicios personalizados que los
hagan sentir diferentes. Buscan una eficiente gestión del tiempo empleado en cada
prestación del servicio que se les brinda. Para las empresas el futuro no será cuestión de
hacerlo todo en un segundo, sino en hacerlo un segundo menos que la competencia.
Además, los clientes quieren divertirse y disfrutar de cada transacción dentro del poco
tiempo libre que disponen. Les aburre y les molesta ir a comprar. Quieren sentir que las
empresas,
además de venderles, deseen entretenerlos. Como se puede ver, mantener a los clientes
satisfechos es una tarea cada vez más complicada.
Éste es un concepto erróneo, debido a que si una empresa sólo valora a sus clientes por lo
que van a aportar durante un determinado tiempo, puede caer en la trampa de crear una
cultura de servicio orientada a buscar constantemente clientes nuevos más que a retener a
los actuales. En realidad, el valor objetivo y mensurable de un cliente es, lo que le costará a
la empresa reemplazarlo por otro de las mismas características de consumo. Dicho valor es
el resultado de sumar lo invertido en tiempo, folletos, publicidad y promociones, entre
otros, para conquistar a un nuevo cliente que sea capaz de reemplazar al perdido. En
función de esta perspectiva para determinar el valor de un cliente, las empresas pueden
comprender fácilmente el concepto de que siempre es mejor y menos costoso invertir en
esfuerzos para mantener a un cliente que, reemplazar o recuperar a uno perdido. El costo de
reposición es casi siempre mayor al que se puede invertir en acciones de retención, debido a
que para atraer a un cliente nuevo hay que recomenzar todo un costoso proceso de
seducción. Además, se suma el hecho de que los clientes no tienen un comportamiento de
compra en común. Algunos compran más que otros. A veces sucede que el cliente que
abandonó a la empresa es del segmento de clientes que más compra, y puede ser que se
necesite más de un nuevo cliente para reemplazarlo. En consecuencia, la inversión para
atraer a los nuevos reemplazantes será aún mayor que la que se requería para mantenerlo
como cliente de la empresa.
Un buen servicio al cliente puede llegar a ser un elemento promocional para las ventas tan
poderosas como los descuentos, la publicidad o la venta personal.
Atraer un nuevo cliente es aproximadamente seis veces más caro que mantener uno. Por lo
que las compañías han optado por poner por escrito la actuación de la empresa.
Se han observado que los clientes son sensibles al servicio que reciben de sus
suministradores, ya que significa que el cliente obtendrá a las finales menores costos de
inventario.
Malcom Peel, por ejemplo, destaca entre los principales puntos del servicio al cliente que
"La Dirección ejecutiva debe ser responsable funcional de todos los aspectos del servicio al
cliente "; "La formación debe ser especial en todo el personal que esté en contacto con el
cliente ", "El vestuario tiene que ser impecable de quienes entren en contacto con el cliente
" y "La autoridad expresa, debe en el personal de las sucursales para solucionar problemas
de servicio"; puntos en los cuales descansan las principales situaciones que caracterizan al
servicio al cliente.
Teniendo los elementos más significativos del servicio al cliente y consientes de que es
necesario en su uso, el adquirir un propósito para el modelo vemos que a medida que los
negocios en general –y el sector de servicios en particular- se vuelven más competitivos; se
agudiza la necesidad de una diferenciación competitiva significativa. Por ello, asumimos el
propósito propio del servicio al cliente, cuya diferenciación se aboca en la determinación de
actividades dirigidas a la satisfacción del cliente. Cada vez más esta diferenciación incluye
una búsqueda de un desempeño superior, no sólo del servicio fundamental, sino de los
elementos complementarios del servicio. El logro de esto requiere la formalización y la
integración de las actividades del servicio al cliente en una función profesionalmente
administrada, cuyo propósito según Charles Lamb, no sólo nos conducirá a satisfacer las
necesidades de los clientes, sino más bien a incrementar la rentabilidad y prestigio de la
empresa.
El papel creciente del servicio al cliente en todas sus dimensiones, posee una estructura
fácilmente deducible y demostrable en cualquier tipo de empresa. Obviamente partimos de
nuestra posición sobre "comunicación", la que permitirá empleados satisfechos, quienes
aplicando el uso de los elementos, conseguirán el cumplimiento de los eslabones.
La cadena del servicio al cliente adoptada básicamente en este trabajo, y la cual queremos
contrastar con el modelo debe partir desde la Gerencia y los niveles más altos de decisión
en el banco.
La calidad, además de ser definida por los clientes externos de la empresa, tiene que tomar
en cuenta la propia visión empresarial que parte del seno mismo de la organización. Por
ello es importante que el clima interno fluya de manera satisfactoria para todos.
Cómo pueden ser motivados los empleados, sino es con una entera satisfacción de sus
propias necesidades, por ello ciertos motivadores, además de su remuneración tienen que
ser puestos en marcha para conseguir el compromiso del personal.
Quién sino el mismo empleado de la organización, puede brindarle mayor valor al servicio
que presta a sus clientes, apoyándose en su responsabilidad, pulcritud y sobre todo en su
propia motivación. Esta motivación será factible si el flujo de comunicación interna es
dinámica y real dentro de la organización.
No sólo Lovelock cree que un cliente se comunica con un "No – Cliente", indudablemente
y de acuerdo con ultimas investigaciones de Rom Zemke, se ha demostrado teóricamente
que un cliente satisfecho, además de serle fiel a una organización, impulsa las utilidades de
ésta y atrae más clientes. La explicación de este procedimiento se brinda con el simple
hecho de la existencia de la "comunicación en el mercado" citada ya en este capítulo pero
principalmente este eslabón se cumplirá con la creación de un flujo de comunicación
adecuado con el mercado a través del uso de las herramientas racionales del servicio al
cliente.
Las empresas, dentro de su plan estratégico, posicionan a sus clientes por encima de todo,
muchas veces esta sentencia no se cumple.
1.- El cliente por encima de todo. Es el cliente a quien debemos tener presente antes de
nada.
2.- No hay nada imposible cuando se quiere. A veces los clientes solicitan cosas casi
imposibles, con un poco de esfuerzo y ganas, se puede conseguirlo lo que el desea.
3. - Cumple todo lo que prometas. Son muchas las empresas que tratan, a partir de engaños,
de efectuar ventas o retener clientes, pero ¿qué pasa cuando el cliente se da cuenta?
4. Solo hay una forma de satisfacer al cliente darle más de lo que espera.
Cuando el cliente se siente satisfecho al recibir mas de los esperado ¿Cómo lograrlo?
Conociendo muy bien a nuestros clientes enfocándonos en sus necesidades y deseos.
5.- Para el cliente tú marcas la diferencia. Las personas que tiene contacto directo con los
clientes tienen un gran compromiso, pueden hacer que un cliente regrese o que jamás
quiera volver. Eso hace la diferencia.
6.- Fallar en un punto significa fallar en todo. Puede que todo funcione a la perfección, que
tengamos controlado todo, pero que pasa si fallamos en el tiempo de entrega, si la
mercancía llega accidentada o si en el momento de empacar el par de zapatos nos
equivocamos y le damos un número diferente, todo se va al piso.
Los empleados propios son " el primer cliente " de una empresa, si no se les satisface a
ellos como pretendemos satisfacer a los clientes externos, por ello las políticas de recursos
deben ir de la mano de las estrategias de marketing.
8.- El juicio sobre la calidad de servicio lo hace el cliente l a única verdad es que son los
clientes quienes, en su mente y su sentir lo califican, si es bueno vuelven y de lo contrario
no regresan.
9.- Por muy bueno que sea un servicio siempre se puede mejorar
1.4.- Satisfacción
Es claro que es muy importante conocer la satisfacción del cliente ya que hay relación
directa entre la satisfacción del cliente y su fidelidad, y por tanto, con los ingresos de la
organización.
Obviamente, si los clientes están más satisfechos, serán más fieles y por tanto nos darán
mayores ingresos y durante un mayor periodo de tiempo.
Las organizaciones deben crear valor para sus clientes de tal manera que los accionistas
obtengan beneficios por sus inversiones. Si la organización mantiene la satisfacción de los
clientes durante el tiempo, aumentará su eficiencia. Los clientes satisfechos son los que
generan la entrada de capital a través de sus pedidos y de referencias para nuevos clientes.
Por el contrario, los clientes insatisfechos transmiten su insatisfacción al mercado y el coste
de reemplazar su pérdida y de conseguir otros nuevos es muy alto.
El futuro de una organización depende de la satisfacción y lealtad de sus clientes. La
satisfacción es uno de los pilares de la lealtad y viene determinada por lo que podemos
llamar “los momentos de la verdad”: el futuro de la relación con un cliente depende de la
impresión que éste obtiene en cualquier situación en la que se pone en contacto con algún
miembro de la organización (comercial, administración, telefonista, conductor,…). Cuando
la persona que atiende a un cliente parece distraída, mirando un ordenador, leyendo,
hablando por teléfono o con algún compañero, transmite un mensaje de desinterés, más
potente que el que pueda comunicar con sus palabras y que será decisivo para conformar la
valoración del cliente.
1. Que los clientes reiteren sus compras a pesar de las atractivas ofertas que pueda realizar
la competencia. No obstante, hay que tener en cuenta la influencia que el precio puede tener
en esta relación, es decir, lo que se denomina sensibilidad ante el precio. Dado el nivel de
competitividad de las organizaciones de transporte, es muy difícil buscar la diferencia por
precio ofreciendo un servicio de igual calidad.
Por ejemplo, un cliente de una empresa de transporte, no puede ser considerado fiel a la
misma por el simple de hecho de que solicite un servicio al mes. Es necesario que el
número de servicios solicitados crezca, al menos al ritmo de crecimiento del negocio del
cliente. Ello da lugar a la denominada tasa de retención, que exige que sea cada
organización, en función del sector y especialidad en los que opere, la que determine
cuándo un cliente puede ser considerado fiel.
3. Atraer hacia la organización nuevos clientes a través de las referencias. Los clientes
fieles, que se sienten muy satisfechos con el trato que ofrece la organización, trasladan sus
sentimientos a todos aquellos que les rodean y crean los cimientos para el desarrollo de
nuevas relaciones de servicios.
La norma ISO 9001 hace especial hincapié en la orientación hacia el cliente para conseguir
su satisfacción y pide explícitamente que la organización mida la satisfacción y haga su
seguimiento. La satisfacción depende de la percepción que el cliente tiene del
cumplimiento de sus requisitos o de sus necesidades y expectativas. La expresión de los
requisitos del cliente puede ser adoptar dos formas.
Explícita: información (definida por el cliente o por la propia organización) que puede
ser detallada, codificada, procesada, compartida, elaborada,…
Tácita (supuesta): conocimiento experimental, ambiguo e informal que se crea y
transmite entre personas y que incide en sus propósitos, comportamientos y actividades
(trato correcto y amable, agilidad en la comunicación de incidencias,…).
• De equilibrio o inferioridad (la organización deberá esforzarse para que el rendimiento del
servicio ofertado exceda las expectativas del cliente).
Se llama negociación al proceso de aproximación que tiene lugar entre dos partes
discrepantes, con posiciones no dominantes, interdependientes y con voluntad de llegar a
un acuerdo.
Es decir, que cada una necesita de la otra para conseguir unos objetivos o para conseguirlos
a mejor precio o en menos tiempo o con más calidad. Las partes pueden ser la organización
y un cliente o clientes internos y sus proveedores y pueden producirse tres posibles
escenarios de interacción; comercial, de satisfacción de necesidades y de gestión de
conflictos o reclamaciones.
Un resultado que beneficie a las dos partes (dos ganadores en vez de un ganador y un
perdedor).
Ser capaces de mantener la relación activa entre las dos partes, incluso si no se pueden
alcanzar los dos primeros.
2. Empresas que se han certificado debido más a circunstancias “externas” que por su
compromiso con la calidad total.
El problema de este segundo enfoque es que, en general, tienen sistemas de calidad bastante
poco desarrollados y adecuados a la empresa y que han resultado ser un “pegote” dentro de
los procesos de la empresa. En este caso, en lugar de mejorar los resultados de los procesos
y la empresa, han acabado empeorándolos. ¿Por qué?
La respuesta es sencilla. En la mayoría de estos casos, los sistemas han sido desarrollados
totalmente enfocados a conseguir la certificación y no como un medio para llegar a la
mejora de los procesos y resultados de la empresa siguiendo los principios de la calidad
total.
La solución a este problema sólo puede ser una aunque sea drástica: rediseñar el sistema de
gestión de la calidad empezando la casa por los cimientos y no por el tejado.
Partiendo de diagnóstico profundo que contemple las siguientes acciones: los procesos de la
empresa, las ineficiencias que genera el actual sistema de calidad, el sistema de
información existente y cómo interactúa con el sistema de calidad y con los procesos de
negocio, conocimiento y motivación de los integrantes de la empresa al respecto del
sistema de calidad, grado de enfoque al cliente de la organización, gestión de recursos
humanos
Tras ello, definir un plan de acción que conlleve a que el sistema de gestión de la calidad
sea un primer paso para la mejora de los resultados empresariales y que, en muchos casos,
acabarán empleando el modelo de la EFQM como herramienta básica para la evaluación de
la gestión y sus resultados.
Los criterios de gestión de los sistemas de calidad son de aplicación a cualquier empresa,
tanto para empresas Industriales, como de servicios y en todos los aspectos de gestión de
las mismas.
El modelo de Gestión de Calidad EFQM está basado en 9 criterios. Sobre la base de estos
nueve criterios se realiza una evaluación y una puntuación. Uno de los mayores beneficios
de este sistema de gestión es que estudia y da una metodología para mejorar en los aspectos
siguientes: procesos operativos de manufactura o procesos de prestación de servicios,
procesos empresariales o de gestión, que no influyen directamente en la calidad del
producto, pero tienen un enorme potencial de mejora. Se han llegado a documentar
experiencias que cifran su potencial de mejora entre el 50 y el 70% de los costos totales.
• Oriente
• Centro
• Occidente.
En este centro contable no existe ningún estudio anterior sobre el tema tratado, debido a
que es una organización de muy joven creación. Por su parte la Empresa de Servicios
Generales en su casa matriz a dado algunos pasos al respecto, con la intención de aplicar un
sistema de gestión de la calidad que se adecue a las necesidades de esta empresa, pero es
algo muy incipiente que todavía no han podido aplicar, el objetivo futuro de nuestra
investigación es generalizar este sistema de gestión, una vez aplicado en el centro contable
y comprobar sus resultados, a toda la empresa en general.