Estrada 2003
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Dentro de cada una de estas fases existen incesantes interacciones entre los
miembros de la familia, que para fines prácticos Estrada los dividió en cuatro
grandes áreas:
c) Área de la economía: Esta área se divide entre las labores del proveedor y
de quien cuida el hogar. Se busca que la pareja sea capaz de adaptarse a
los cambios sociales, así como a los del propio proceso familiar.
d) Área del fortalecimiento del yo: Aquí la pareja debe aprender el papel de
esposo o esposa, además de la libertad para expresar la propia
personalidad y mantener así el sentimiento de identidad. Es necesario
reforzar mutuamente las defensas sociales adaptativas, es decir, la
interacción entre la familia y la sociedad.
1. Desprendimiento
2. Encuentro
3. Los hijos
4. La adolescencia
5. El reencuentro
6. La vejez
1. EL DESPRENDIMIENTO
Sabemos bien que, en el humano, todo desprendimiento es doloroso, sobre todo
si se trata de relaciones emocionales significativas que se extinguen o que
cambian su carga y su representación psíquica.
De no ser por la fuerza vital extraordinaria con que el niño viene dotado, tal vez
nunca tendría a desprenderse de su madre para lanzarse solo a la aventura de la
vida. De hecho, hay algunos que se quedan adheridos a ella para siempre.
Pues bien, lo mismo sucede en la adolescencia cuando el joven tiene que
abandonar el hogar paterno y salir en busca de un compañero(a) fuera de su
familia. Si el proceso resulta doloroso para la persona, no lo es menos para los
padres.
Supongamos que sus padres no están listos para dejarlo ir paulatinamente y que,
por medio del control o la dominación, intenten que el joven haga lo que ellos
quieren tanto en su trabajo o elección de carrera como en la selección de un
compañero marital.
Hay parejas que mediante esto, logran mantener por largo tiempo el mito “siempre
estar de acuerdo en todo”, sin saber que lo que va moldeando la identidad de la
nueva familia es la interacción, fusión, difusión y diferenciación de las
individualidades que forman las partes de la nueva pareja.
El matrimonio además cambia la relación que hasta entonces ha sido entre dos
seres, a una más panorámica y compleja al reunir oficialmente a dos familias,
situación que indudablemente agrega una dificultad más a la joven pareja.
En esta forma una relación puede empezar a presentar dificultades, por ejemplo,
al favorecer la progresiva necesidad de evitar la cercanía emocional, ya sea para
no recibir culpa o bien para no sentirse responsable. Desde luego, esto le quita
flexibilidad y movimiento a la relación, a la vez que reduce grandemente la
comunicación.
Citemos otro de los factores que amenaza esta primera fase del desprendimiento:
la idealización. Es bien sabido que en los primeros años persiste gran parte de la
idealización hacia la persona con quien se formará pareja, que aparece en el
noviazgo. Esta idealización se rompe bruscamente como a veces suele suceder,
ya sea por ligas emocionales de gran intensidad hacia los padres o bien por dudas
y temores hacia el compañero que no han podido ser detectadas y manejadas.
Entonces la ruptura brusca de esta idealización, que no es otra cosa que la señal
de alarma que invita a abandonar el proyecto de una nueva relación, da paso a la
desilusión y al desengaño produciendo muchas veces que se disuelva el joven
intento de formar una familia.
1) Área de identidad
Dentro de esta área vemos que resulta necesario que los jóvenes que forman una
nueva pareja se encuentren preparados y sean capaces de proveer un punto de
anclaje en la relación emocional que reemplace al de los padres. Es necesario que
cada uno por su parte haya resuelto en forma satisfactoria, la conflictiva edípica,
con objeto de que puedan ser cumplidos los siguientes requisitos:
2) Área sexual
a) Es conveniente que exista como meta lograr la armonía al encontrar en el
compañero un complemento biológico.
b) Lograr establecer un clima de permisibilidad en las experiencias sexuales
de tal forma que cada quien se pueda expresar según sus necesidades sin
que sea coartado por el otro, hasta encontrar una armonía.
c) Encontrar en la relación la promesa de continuarse a través de la
reproducción. Sabemos que los hijos complementan a los padres al
permitirles realizar sus funciones de paternidad, lo cual completa la
identidad consigo mismos.
3) Área de la economía
a) Capacidad para lograr dividir y en ocasiones intercambiar las labores de
trabajo y de la casa.
b) La promesa de lograr alguna seguridad, mediante la adquisición de bienes
que pueden ir desde lo más sencillo (cama, muebles, estufa, etc.) hasta los
más sofisticados.
4) Área de las funciones del Yo
a) La presencia de una ayuda mutua para aprender los roles del cónyuge: lo
cual irá completando y madurando el aprendizaje de los roles de hombre y
de mujer al mismo tiempo.
b) Será conveniente buscar la libertad suficiente para expresar la
individualidad, sin que en ningún momento esto sea percibido como un
detrimento del otro.
c) Será necesario el apoyo mutuo y decidido para mantener y fortalecer las
defensas sociales adaptativas.
2. EL ENCUENTRO
Esta es la fase en la que se formaliza la relación de la pareja, por lo que los
involucrados, casados o no, deben aprender a vivir juntos. Sin embargo, esto no
es nada fácil y se requiere contar con la disponibilidad emocional y física
necesaria, para formar una familia.
Cuando las necesidades de ambos miembros de la pareja son sanas existe entre
ellas una relación basada en la objetividad, propiciando una comunicación directa
y asertiva, por lo tanto los conflictos se solucionan con rapidez y facilidad. Sin
embargo en ocasiones esto no sucede así, pues como ya lo vimos, muchos
individuos inician su relación de pareja partiendo de ellos mismos, creyendo que el
otro aceptará los modelos de vida que uno trae, situación que pone en peligro la
relación pues pronto provoca conflictos que llevan a vivir una situación de
malentendido, la cual engendra y promueve agresión entre las partes y el
sentimiento de no ser reconocidos por lo que la comunicación se ve afectada con
prácticas comunicativas que limitan el crecimiento afectivo de los involucrados.
1) Área de identidad
Aprender a vivir juntos teniendo una fuerte disponibilidad emocional y física para
formar una familia, internamente es necesario integrar un sistema de seguridad
emocional en donde se incluya la persona misma y su compañero.
2) Área sexual
Se debe dar un clima de permisibilidad en donde cada uno exprese sus
necesidades sexuales hasta lograr la armonía y por otra parte es necesario
encontrar en su relación sexual la satisfacción de continuarse a través de la
reproducción.
3) Área de la economía
En esta área es necesario que aprendan a organizarse en el trabajo dentro y fuera
del hogar, así como tener sentido de responsabilidad para afrontar la economía
familiar.
3. LOS HIJOS
En esta etapa se vive la llegada de los hijos por lo que los padres necesitan estar
preparados emocionalmente, así como también contar con el espacio físico
adecuado. Por otra parte, el nacimiento de los hijos precisa también una
reestructuración de la relación y de las reglas con que se regía la pareja. Es en
esta etapa en donde más se hace necesario hacer cambios en las áreas de
interacción, tales como:
1) Área de identidad
Aquí la pareja necesita nuevos soporte para su relación emocional con el hijo, así
como apoyo mutuo para no perder el anclaje emocional de ambos al enfrentar la
aparición del nuevo ser. Suele suceder que la madre se relaciona con el hijo de
una manera muy simbiótica por lo que el padre se siente desplazado. Cuando esto
sucede la comunicación de la pareja suele dañarse y la relación de pareja entra en
conflicto. Generalmente en esta fase se dan las infidelidades del cónyuge
desplazado. Es necesario reforzar la comunicación conyugal, para apoyarse y
reforzar su relación de pareja.
2) Área sexual
En esta etapa es muy importante que la pareja sea capaz de planificar los hijos
que pueden tener, tomando en cuenta sus aptitudes emocionales para ejercer su
paternidad.
3) Área de la economía
Requiere de una estabilidad y capacidad de responsabilidad que pueda dar
respuesta a las demandas de seguridad que requieren los hijos como son: casa,
educación, vestido, relaciones, entre otras.
1) Área de identidad
a) Aparecen rivalidades de padres a hijos cuando el o los padres tiene
sentimientos de inferioridad porque uno de ellos o los dos consideran al
hijo(a) más bello(a), fuerte o inteligente:
b) Los padres se enfrentan a la salida de los hijos que se preparan para
emprender su propio vuelo y con ello los padres deben reconocer la pérdida
de su juventud por lo que se requiere de un fuerte apoyo mutuo para iniciar
su climaterio.
c) Se dan grandes sentimientos de pérdida, por una parte está la pérdida por
ver a los hijos independientes, y por la otra la de la juventud, por lo que es
necesario que la pareja se pueda dar mutuamente la seguridad de seguir
compartiendo interés el uno en el otro,
d) La ancianidad de los abuelos, la preocupación por su salud y los cuidados
que necesitan en contraste con la juventud de los hijos adolescentes,
enfrentan a los adultos a una difícil situación, pues suelen ver con
desilusión una futura ancianidad.
2) Área de la sexualidad
El adolescente y los padres sufren cambios en sus funciones sexuales. También
es frecuente que exista cierta atracción física y sexual de los padres a los hijos,
situación que aunque se oculte, se percibe y crea en los hijos una conducta de
rebeldía y rechazo. Por otra parte, en esta etapa a algunos padres se les dificulta
dejar partir a sus hijos por lo que a veces usan como táctica de retención algunos
mecanismos de seducción. No es fácil ceder la propia creación a una persona
extraña. Sin embargo es indispensable saber soltar a tiempo a los hijos para que
el desprendimiento sea equilibrado. Y finalmente refiriéndonos a la relación de la
pareja, hay que restablecer el "anclaje emocional" para poder tolerar las
regresiones pasajeras por las que cada miembro de la pareja tendrá que pasar.
3) Área de la economía
Esta es una etapa en que los padres generalmente ya tienen una estabilidad
económica y sus gastos han disminuido con la salida de los hijos, por lo que ya
pueden realizar planes que no pudieron lograr en la etapa de los hijos, como
viajes, pasatiempos, etc. Sin embargo muchas veces la pareja se siente
desubicada con esta etapa de libertad y no encuentra cómo vivirla.
4) Área del fortalecimiento del Yo
Aquí se hace necesario que la pareja esté muy dispuesta a prestarse apoyo y
ayuda mutua pues muchos de sus roles cambian, lo cual da a la pareja otra
dimensión, por lo que necesitan seguirse ayudando y restablecer una
comunicación más abierta, pues requieren replantearse sus necesidades, deseos
y estar dispuestos y unidos para adaptarse a su nueva realidad en una sociedad
siempre cambiante.
5. EL RE-ENCUENTRO
A esta fase también se le conoce como el "síndrome del nido vacío". Se dan
fuertes cambios para los que hay que estar preparados, como es el admitir nuevos
miembros en la familia como son los cónyuges de los hijos, el nacimiento de los
nietos. Enfrentar la muerte de los parientes ancianos. También es época de
jubilaciones. Las capacidades físicas se sienten más afectadas, aparecen
enfermedades propias de la edad como diabetes, colesterol, hipertensión, y otras.
Los conflictos con las nuevas generaciones se hacen más evidentes. En esta fase
es necesario enfrentarse con uno mismo y con el compañero para reorientar las
cuatro áreas.
1) Área de identidad
En esta etapa se necesita más que nunca el apoyo mutuo que ayude a la pareja a
encontrar nuevos estímulos y nuevas metas para seguir su relación, por lo que es
necesario fortalecer su comunicación interpersonal, para ser capaz de: a) permitir
al compañero expresar su ser tal como es; b) que cada cual pueda ejercer su
derecho a ser más libre en todas las áreas sin que el compañero lo sienta como
ofensa o rechazo; c) seguridad de seguir recibiendo cariño y cuidado del otro aun
cuando cada uno tenga intereses diferentes.
2) Área de la sexualidad
Aquí se requiere de apoyo incondicional para superar las dificultades que trae la
edad misma, una buena forma puede ser el reconocerse mutuamente como
formadores de una nueva generación y ver en ella los logros y evolución de la raza
humana.
3) Área de la economía
Admitir los fuertes cambios como lo es la jubilación, así como también aceptar el
manejo de menores responsabilidades tanto en lo laboral como en el hogar y tener
la capacidad de enfrentar temores y deudas económicas.
Otro problema al que se enfrentan los ancianos es que los hijos no les permitan
una intimidad adecuada (sobreprotección), lo que ocasiona sentirse aprisionados,
lo cual puede desarrollar estados depresivos.
La mejor etapa de esta fase es la de ser abuelos porque da a los ancianos nuevos
horizontes de vida. Nietos y abuelos son pasado y futuro que se funde en el
presente. Se enciende en los ancianos el deseo de sobrevivir, al aceptar su propia
mortalidad. Se abre la posibilidad de vivir una relación diferente a la de padre con
los nietos.
La descripción del ciclo vital con o sin las variables que pueda tener en el
transcurso de su evolución, nos permite ver a la familia como un sistema en donde
todos sus miembros se influyen unos con otros y en donde las crisis son
constantes por ser necesarias para el proceso de cambio.
Integración de información y diseño de presentación por los participantes del Proyecto PAPIME PE307816 Blog: el
abordaje de la familia, desde el Trabajo Social, con el financiamiento de la Dirección General de Asuntos del Personal
Académico (DGAPA) de la UNAM.