7 Manejo Agronómico PDF
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conocer todos los requerimientos de la planta, las características y necesidades de la siembra, así como las
buenas prácticas para prevenir, controlar y manejar plagas, malezas y enfermedades.
En este módulo de Manejo Agronómico, veremos cuales son las principales consideraciones que se deben de
tener en cuenta para realizar una buena operación de siembra de maíz y nos detendremos luego en los
temas de plagas, malezas y enfermedades de las que veremos sus fundamentos técnicos, su caracterización
y los monitoreos y controles integrados que deben hacerse para manejarlas y evitarlas.
Antes de comenzar con la primera lección de este módulo, veamos esta nota introductoria:
Como sabemos, un mal manejo agronómico del cultivo representa grandes riesgos y pérdidas económicas;
de ahí la importancia del desarrollo de tecnologías eficientes y adecuadas para las zonas productoras, así
como la integración de medidas desde la siembra y enfocadas al cuidado y prevención de plagas,
enfermedades y malezas, que buscan por supuesto, la mayor competitividad del cultivo.
Ahora si, empecemos con el tema de siembra, la primera lección del módulo.
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Para seleccionar el híbrido más adecuado, es importante conocer bien la información técnica disponible, las
características del material, su productividad, las zonas de adaptación, las exigencias de manejo, los
requerimientos de agua y fertilización y la tolerancia a plagas y enfermedades.
Igualmente, es importante revisar las experiencias anteriores con el material, en la zona donde se espera
sembrar. En el comercio se encuentra una buena gama de genotipos, variedades e híbridos aprobados por el
ICA para las diferentes regiones del país; por ejemplo híbridos transgénicos a los que se les ha incorporado
el Bacillus thuringiensis para el control de lepidópteros y otros con resistencia a la aplicación de los
herbicidas glifosato y glufosinato.
El empaque de la semilla también es importante: debe contener un marbete o rótulo donde se describan
características como porcentaje de germinación, fecha del análisis, tipo de grano (redondo, plano, grande o
pequeño), número de semillas por kilogramo y el tipo de tratamiento que tiene.
2
La siembra oportuna y dentro de las fechas determinadas para cada región hace que las plantas se
desarrollen normalmente y que el material sembrado pueda expresar su potencial de productividad. Es por
eso que la siembra en el momento correcto y la obtención de una población deseada de plantas, son dos
elementos que no tienen un costo financiero adicional, pero que son definitivas para lograr un óptimo
rendimiento.
En el caso colombiano donde un altísimo porcentaje de las siembras son de secano, la mejor época está
determinada por la estación de lluvias que se aprovecha para el desarrollo del cultivo, mientras que el
período seco se utiliza para la cosecha; situación que aplica para casi todo el país con excepción de algunas
zonas de la costa atlántica o el llano, donde se presentan precipitaciones de carácter unimodal y la cosecha
se hace durante el primer semestre del año. Como este periodo coincide con el de lluvias, no permite
recolectar el producto seco, razón por la que los agricultores recurren al secamiento artificial.
3. La profundidad de siembra.
En condiciones normales del suelo y humedad, la semilla debe colocarse a una profundidad promedio de 5
cm. y de una manera uniforme, así las plantas emergerán al mismo tiempo y no se presentará el factor de
dominancia. Cuando esto pasa, las plantas son más grandes y hacen que las más pequeñas tengan menores
rendimientos, es decir, se afecta el desarrollo y producción de todo el cultivo. Por eso, al momento de la
siembra, se deben usar chuzos y herramientas con tope o alguna marca que indique la profundidad
adecuada. Si se usa la siembra mecanizada siempre se debe calibrar la máquina previamente.
Entonces, la profundidad de siembra puede variar de acuerdo a las circunstancias del momento: si la semilla
es localizada a excesiva profundidad y en suelos húmedos, puede que no cuente con suficiente oxígeno para
germinar, o que al hacerlo, el coleoptilo tenga que recorrer un mayor espacio para alcanzar la luz; lo que
generará un aumento en el tiempo de emergencia y que las reservas de la semilla se agoten antes de brotar.
Ilustración 1:
Etapas de la germinación de una semilla de maíz hasta la emergencia de la plántula.
Fuente: http://www.agriculturadeprecision.org/cursos/IIITallerInternacional/Bragachini-
%20Dist%20maiz%20(INTA)%20Procisur%2017-19%20Dic%202002.pdf
Imagen 1 y 2:
Diferencias de tamaño de plantas debido a profundidad de siembra desuniforme. Se observan las plantas dominadas,
dominantes y por lo tanto, la caída del rendimiento.
Fuente: INTA Manfredi, 2006.
El cultivo del maíz es muy exigente en el manejo de la población puesto que su desarrollo vegetativo y
reproductivo se afecta severamente por la competencia intraespecífica entre plantas, es por eso que
determinar la población y su distribución por hectárea es básica para que la planta de maíz pueda expresar
todo su potencial de producción.
La densidad de siembra depende fundamentalmente del genotipo, de las condiciones ambientales y del sitio
de producción, mientras que la población que se puede usar del genotipo, la determina la precipitación y el
tipo de suelos. Si se siembra más de la población recomendada para el material y para la zona, se puede
presentar competencia entre las plantas, los tallos más delgados se caen (por debilitamiento o por la acción
de vientos fuertes), se reduce el número de granos por mazorca y el número de mazorcas por planta, lo que
finalmente afecta el rendimiento de todo el cultivo.
Los genotipos de porte bajo y hojas menos abiertas permiten mayor población, así mismo, en zonas con
suelos fértiles y con una adecuada precipitación se pueden usar altas densidades de siembra (recomendadas
por los genetistas para aprovechar el gran potencial del material), en contraste con zonas de suelos más
pobres y condiciones de humedad limitada, donde se hace necesario reducir la densidad de siembra para
lograr una buena producción.
El número de plantas de maíz por hectárea utilizado en Colombia es muy variable y depende de la región, la
altura y la arquitectura de la planta: los agricultores pequeños utilizan densidades de siembra entre 30.000
y 40.000 plantas por ha, con una distribución de cuatro plantas por metro lineal en el surco y una distancia
entre ellos de 1,0 a 1,2 m.
Actualmente los cultivares (obtenidos en el país o importados) son de porte bajo, poseen menos de 2 metros
de altura y tienen una distribución foliar que facilita la captación de energía solar, por lo que la densidad de
siembra puede llegar a ser hasta de 80.000 plantas por hectárea, la distribución espacial de 6 a 7 plantas por
metro lineal y 0,75 a 0,80 metros entre surcos.
Finalmente, la cantidad de semillas requeridas para sembrar una hectárea, depende de la densidad de
siembra recomendada (aunque muchas veces se pide sembrar un 20% más de lo indicado), el porcentaje de
germinación y de su tamaño (que va de 18 a 25 kg.). Algunas semillas de híbridos se venden más por el
número de semillas por bolsa que por su tamaño o peso.
5. Sistemas de siembra.
Bajo cualquier método de preparación de suelo (labranza convencional o mínima labranza), el maíz se puede
sembrar en forma manual o mecanizada, considerando lo que se ha dicho hasta ahora a cerca de los
principios básicos para una siembra eficiente: la densidad de siembra (con base en el genotipo y las
condiciones ambientales del sitio), la distancia entre surcos, la distancia entre plantas y la profundidad de
siembra. Vamos entonces a ampliar un poco más el tema de los sistemas de siembra:
Siembra Manual:
La siembra manual requiere de mayor esfuerzo porque se debe garantizar la distancia entre los surcos y las
plantas y la profundidad de las semillas debe ser lo más uniforme posible. Lo primero que se debe hacer es
marcar los surcos, ya sea mediante un rayado del lote o con el uso de cuerdas (que deben estar marcadas
con la distancia a la cual deben depositarse las semillas: 30, 40 ó 50 cm.)
La distancia entre surcos recomendada es de 0,80 a 1.0 metros, pero si éste queda a una distancia superior,
se debe aumentar el número de sitios o semillas por metro lineal para lograr una población adecuada. Si la
siembra se realiza en forma intercalada, la distancia de siembra debe ajustarse al espaciamiento entre los
surcos del otro cultivo. En terrenos de ladera o con pendiente, los surcos deben trazarse a través de ella para
reducir pérdidas de población de plantas y/o la erosión del suelo.
Los huecos para colocar las semillas se hacen con la ayuda de un palo puntiagudo, “barretón”, “palita” o
“recatón” al que es recomendable hacer una marca o un tope para indicar la profundidad, que como ya se ha
dicho, debe estar entre 5 y 10 metros, dependiendo del tipo de suelo y humedad al momento de la siembra.
Una vez depositada la semilla hay que taparla y apretarla con el pie para que quede en contacto directo con
el suelo, facilite su germinación y evite que sea comida por aves o roedores. (1)
Para la siembra a mediana y gran escala en terrenos planos, se usan sembradoras mecánicas o neumáticas
de surcos múltiples, que permiten ajustar dentro de ciertos parámetros, la distancia entre surcos (estos
equipos incluyen también el aplicador de fertilizantes). Operan abriendo el surco con una especie de azada o
disco que puede ser sencillo o doble y depositando las semillas a distancias y profundidades reguladas (la
densidad de siembra se ha elegido previamente). Después de cubrir las semillas, una rueda compresora
asegura su contacto con el suelo.
6. Calibración de la sembradora.
En la siembra mecanizada la calibración de la sembradora es una labor que debe hacerse siguiendo todas las
recomendaciones del fabricante, así el quipo hará el trabajo de forma eficiente. Veamos los detalles de cada
una de las labores que deben realizarse:
Ajuste de los marcadores o pautas: En primer lugar debe definirse y ajustarse la distancia entre
surcos (con la ayuda de los marcadores) y luego establecer la distribución de la semilla (en granos
por metro lineal). Las sembradoras traen unos dispositivos que se ajustan fácilmente para que la
siembra se haga con el espaciamiento uniforme entre surcos. En cada pasada, un marcador traza
una línea que sirve de guía para orientar al operador del tractor en la próxima pasada, de tal manera
que la siembra se realiza con el espacio deseado entre surcos.
Imagen 3
Generalmente se acostumbra que sea el centro del tractor el que pase por la guía, pero también se puede
calibrar para que pase sobre ella una rueda delantera, así las pautas harán que los surcos queden rectos y
que exista uniformidad en su separación. Para realizar una calibración de las pautas o marcadores, es
necesario que el centro de la sembradora coincida con el centro del tractor.
Veamos la siguiente fórmula que indica como se calcula la longitud que debe tener el marcador o pauta, al
último surco sembrado:
Longitud del marcador ={(# de surcos x distancia entre surcos) /2)} + {(distancia entre surcos) /2-)}
Como ejemplo, apliquemos los siguientes datos a la fórmula: el número de surcos es 6 y la distancia entre
surcos es de 0.80 m.
Semillas por metro de surco: Para determinar el número de semillas que se deben sembrar por
metro lineal de surco de acuerdo con la población, existen dos formas de hacerlo: por el peso de las
semillas y por el número de semillas en una longitud de surco predeterminada (semillas/m). Para el
manejo de poblaciones el segundo método es el más recomendado.
Imagen 4.
Todas las sembradoras tienen un sistema motriz impulsado por ruedas metálicas o neumáticas que mediante
diversos mecanismos (cadenas, ejes, cardanes), transmiten el movimiento a unidades de dosificación (platos
perforados, copas, piñones) que regulan la descarga de la semilla en función de la velocidad de avance del
tractor.
El objetivo de la calibración es depositar una cantidad de semillas por metro de surco, tarea que igualmente
está en función de varios factores: la velocidad de avance, el número de semillas/kg., el genotipo, la
población de semillas deseada, la separación entre los surcos y el sistema mecánico de ajustes del equipo.
Inicialmente hay que establecer la longitud externa de la rueda, teniendo en cuenta que las ruedas
neumáticas deben estar a la presión de especificación. Un múltiplo de la longitud de la rueda (20 es
recomendable), nos dará un buen indicio de la descarga una vez que los mecanismos de la sembradora
entren en régimen de trabajo.
Para determinar el número de semillas que deben ir por metro de surco, y una vez se haya determinado la
población, se usa la siguiente fórmula:
Ahora, para determinar la cantidad de semilla por hectárea, se utiliza la siguiente fórmula:
Kg. /ha del genotipo= {(# semillas por m. x 10.000) (distancia entre surcos)} x índice de semilla
Si ya hemos definido la cantidad de semillas, lo que queda es evaluar (en un recorrido equivalente a una
longitud de 20 veces la longitud de la rueda motriz), la cantidad de semillas que descarga la sembradora y
realizar los ajustes mecánicos (piñones o cambio de platos dosificadores), hasta lograr la cantidad de
semillas deseada.
Cada unidad de siembra debe ser calibrada, labor que se hace en forma estacionaria (con tractor parado).
Además es necesario verificar en campo si hay diferencias con la calibración previa, porque factores como el
‘patinamiento’ del tractor y la velocidad de la operación pueden hacer variar la calibración preestablecida.
Se recomienda que la velocidad de operación esté entre los 6 y 7 Kg./hora. El factor velocidad es de mucha
importancia ya que generalmente se utilizan velocidades mayores, que generan siembras irregulares porque
varía la tasa de siembra y a la uniformidad de la misma. Los manuales técnicos de las sembradoras siempre
serán de gran ayuda para agricultores, técnicos y operadores de los equipos.
Profundidad de la semilla: La profundidad promedio a la que debe estar la semilla de maíz para su
germinación es de 5 cm. Son diversos los sistemas que poseen los equipos para efectuar la
calibración, por ejemplo, los de mandos hidráulicos desde la cabina del tractor y los mecánicos
manuales que se hacen con sembradoras modernas.
En las sembradoras tradicionales se utiliza una tabla (que debe tener como grosor, la profundidad de siembra
deseada) por la que deben descender las ruedas motrices y luego, con el hidráulico del tractor, las cuchillas o
discos de entrega hasta que casi toquen el suelo. En este momento se debe fijar el hidráulico, asegurándolo
desde los mandos.
Selección de los platos: Se seleccionan en función del tamaño de la semilla, por ejemplo, para las
sembradoras neumáticas por succión, se debe ajustar adecuadamente la presión del aire y el
enrasador según el diámetro de la semilla (el enrasador es el encargado de dejar una sola semilla
por alvéolo); si éste es excesivamente agresivo puede provocar fallas por caídas y quedar alvéolos
sin semilla, en cambio, si es poco agresivo, puede llegar a instalar dos semillas por alvéolo, lo que en
ambos casos generará desuniformidad en la siembra.
Presión de tapado: Generalmente éste es el último ajuste a realizar y consiste en desalojar las
cámaras de aire que se forman en la siembra y apretar el suelo con el objetivo de que las semillas
queden en contacto con él, para lo que se utilizan ruedas especialmente diseñadas. Los equipos
modernos permiten realizar ajustes de acuerdo con el estado del suelo en el momento de la siembra
(terronosos o muy sueltos), haciendo que las ruedas hagan mayor o menor presión (las ruedas que
hacen presión en forma de “V” son preferibles a las que lo hacen en forma vertical).
1. Para seleccionar el híbrido más adecuado para la siembra, son necesarias, entre otras condiciones:
a. Conocer muy bien las características y requerimientos del híbrido, así como su tolerancia a ciertas
plagas y enfermedades.
b. Comprar muchos tipos de genotipos para ensayar y comparar a cual le va mejor en la siembra.
c. Dejarlo al aire libre para comprobar si es un híbrido de secano o de regadío.
a. así las plantas pueden crecer de diferentes tamaños y darle más variedad al cultivo.
b. así las plantas pueden emerger al mismo tiempo sin presentar el factor de dominancia.
c. así todas las plantas van a contar con la misma cantidad de oxígeno para emerger.
5. Una alta densidad de siembra, por ejemplo, puede ser usada en:
a. Zonas con suelos fértiles y adecuada precipitación.
b. Zonas de suelos pobres y humedad limitada.
c. Zonas en temporada de lluvias.
a. Todas las plantas del cultivo crecen grandes y fuertes, es decir, muy dominantes.
b. Las plantas del cultivo germinan a destiempo y crecen en tamaños desiguales.
c. Las mazorcas crecen unas más grandes que otras.
Muy bien. Ahora usted sabe que de unos buenos cuidados al momento de la siembra depende la eficacia del
cultivo y por lo tanto su producción.
Teniendo esto en cuenta, no se debe olvidar que la prevención, observación y los métodos y estrategias de
control son fundamentales para detectar la presencia de plagas. Veamos las categorías más importantes:
1. Control físico: Se refiere al uso de prácticas que actúan como barreras como la recolección,
destrucción manual de las plagas y el uso de trampas.
2. Control cultural: Son prácticas agronómicas que buscan crear ambientes contraproducentes para
las plagas sin que se requieran gastos adicionales, pudiendo así ser adoptadas fácilmente por los
agricultores, como por ejemplo la preparación del suelo, fechas de siembra y de cosecha oportunas,
destrucción de huéspedes alternativos, rotación de cultivos, uso de cultivos trampa y variedades
precoces, tolerantes o resistentes a plagas.
3. Control biológico: Se refiere al uso de agentes naturales autóctonos o introducidos como los
insectos parásitos y predadores, hongos y bacterias. También actúan como agentes naturales los
batracios, aves y otros animales depredadores.
4. Control químico: Los insecticidas son una herramienta poderosa de control, pero su aplicación
indiscriminada y excesiva puede dar lugar a problemas de contaminación y deterioro del medio
ambiente, así como también se corre el riesgo de que los insectos que se atacan lleguen a generar
resistencia a los productos que se aplican. Sin embargo, los insecticidas presentan muchas ventajas
si son usados correctamente y pueden marcar la diferencia entre obtener una buena producción o un
fracaso en el cultivo. Entre sus utilidades se pueden contar que son de acción rápida, de
disponibilidad y aplicación relativamente sencillas, son de amplio espectro y en términos generales,
económicos.
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6. Control genético: Se aplica tanto en los insectos como en las plantas. En el primer caso se usa la
hibridación o radiación para producir machos estériles que al ser liberados en gran cantidad,
compiten con los machos normales en la fecundación de las hembras, y logran así que la población
dañina disminuya de una generación a otra. Esta técnica se ha usado para el control de la mosca del
ganado y la mosca del mediterráneo (Ceratistis capitata).
En el caso de las plantas se está usando la ingeniería genética para obtener variedades resistentes. Por
ejemplo, un gen de la bacteria del suelo, el Bacillus thuringiensis que controla insectos lepidópteros, se ha
introducido en híbridos de maíz para controlar algunas de sus plagas más importantes, el barrenador y el
cogollero.
8. Manejo integrado de plagas: El concepto del Manejo Integrado de plagas consiste en el uso de
diversos sistemas de control que reducen las poblaciones sin causar daños económicos, evitando la
contaminación del medio ambiente. Se usan por ejemplo insecticidas de tipo correctivo basados en
sistemas de monitoreo de poblaciones, para tomar luego medidas de control con base en niveles de
daño económico. integrar
Veamos ahora cuáles son las principales especies dañinas para el cultivo de maíz de acuerdo con la época
que atacan, al igual que las recomendaciones de manejo y la relación de los parásitos y predatores más
importantes registrados en Colombia.
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Hormiga de 0.2 a 0.4 cm. de largo, de color amarillo o rojizo brillante que ataca el
embrión de las semillas de maíz. Cuando las poblaciones son altas, la plaga acaba
con toda la semilla, así que se tiene que sembrar nuevamente el lote.
Cuando las plántulas emergen, las hormigas empiezan a dañar el tejido
meristemático o zona de crecimiento (ubicada en la base del tallo), produciendo la
muerte de la planta. Cuando el daño se presenta cuando la planta tiene 6 ó 7 hojas
(a los 18 días aproximadamente), estas empiezan a macollar y se detiene su
crecimiento.
Cuando se presentan altas poblaciones de hormigas, los daños en la base del tallo
continúan hasta después de los 30 días de emergida la planta.
Control
Se realiza haciendo la aplicación dirigida a la base del tallo con los siguientes productos:
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Daños
Los géneros más importantes son los de la familia Elateridae (Melanotus Agriotes y
Dalopius) y Tenebrionidae (Eleodes spp.) y afectan principalmente las áreas sin
plántulas. Las señales más comunes de afecciones son entonces las plántulas
marchitas con macollos y el acame de las plantas más desarrolladas, aunque estos
síntomas también se asocian con otros insectos que viven en el suelo. Las
infestaciones intensas también reducen el sistema radicular de la planta.
Después de la eclosión, las larvas comienzan a buscar semillas y raíces para alimentarse. En varios meses (o
años), éstas se convierten en pupas suaves y blancas dentro de celdillas de tierra, de las que un día emergen
en forma de adultos. En este momento, se convierten en escarabajos (cuando se les pone boca arriba suelen
voltearse haciendo un ruido parecido a un chasquido) cuyo caparazón es duro, alargado y algo plano; miden
de 0,5 a 2cms de largo, vuelan y son de color café a negro.
Una búsqueda minuciosa en el suelo alrededor de las semillas o plántulas dañadas, revelará pequeños
gusanos (10 mm. de largo) blancos, delgados, cilíndricos y segmentados. Cuando están completamente
desarrollados miden 40 mm y son brillantes, de color amarillo o café, flexibles (aunque de movimientos
lentos) y con una textura lisa.
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Daños
Esta larva actúa taladrando las raíces de la planta, lo que hace que los tallos
crezcan inclinados y las plantas acamadas, momento que es notorio en la etapa de
verticilo medio y que continúa hasta la madurez. Las catarinitas, como también se
les conoce, consumen los márgenes foliares, perforan las hojas tiernas y a veces
cercenan la planta desde la base. El daño que producen al alimentarse de las hojas
de las plantas adultas rara vez tiene repercusiones económicas, no obstante,
durante la floración, se alimentan de los estigmas verdes y el polen, lo que si causa
una deficiente producción de granos o semillas.
Recientemente se informó que las especies D. virgifera y D. longicomis son vectores del virus que provoca el
moteado clorótico IMCMVl y el tizón bacteriano del maíz.
Después de mudar tres veces, las larvas se convierten en pupas suaves y blancas dentro de celdillas de
tierra, de las cuales emergen las catarinitas (de 6 a 9 mm.), de colores que varían de acuerdo a la especie.
Al depositar sus huevos, lo hacen a una profundidad aproximada de 10 cm., circunstancia que se repite tres
o cuatro veces al año, dependiendo de la especie y la latitud.
Los pequeños gusanos se encuentran cerca de las plantas infestadas y en las raíces de las mismas. Se les
reconoce porque son blancos, delgados y suaves, tienen tres pares de patas, cabeza café y un tamaño que
varía de 2 mm. a 1 cm. de largo.
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Descripción
Este insecto se ha convertido en un gran limitante para el desarrollo de cultivos de
maíz, sorgo y arroz en los departamentos de Córdoba, Antioquia, Meta, Caquetá y
Putumayo.
Control químico
En lotes que históricamente hayan tenido infestaciones de Eutheola Sp. o donde se hayan detectado altas
poblaciones, se deben hacer aplicaciones de insecticidas en las partes bajas o en las zonas afectadas, e
incorporarlos en la última rastrillada con dosis de 25 a 30 Kg. por hectárea.
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Cuando se presentan fuertes ataques de esta plaga y no se hace ningún control, el lote puede ser acabado
en 24 horas.
Daños.
La hembra deposita los huevos en el suelo cerca de la raíz, empezando por las
ninfas que se alimentan de las partes tiernas de ésta, causando puntos necróticos
que obstaculizan la absorción de nutrientes. Tanto ninfas como adultos se
dispersan, caminando por el suelo y causando los primeros ataques (que se
observan en los bordes del cultivo), entonces la planta se torna amarilla y después
se seca por la inyección de toxinas durante el proceso de alimentación. La mayor
actividad la desarrollan en la tarde y en días opacos.
En suelos arenosos y franco arenosos esta plaga causa grandes daños económicos durante los primeros 20
días de edad del cultivo, y cuando ya se ha establecido en él, la generación siguiente se desarrolla más
rápido y en mayor número. Este incremento se debe a que una hembra puede ovipositar en promedio 153
huevos, y cada germinación se forma en 20.9 semanas, aumentando tamaño 92.6 veces.
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Mantener el cultivo y bordes limpios de malezas y hospederos reduciéndolas al mínimo y destruir las socas
de maíz, arroz y sorgo alrededor de 15 a 20 días antes de la siembra.
Control Químico.
Una vez detectados los focos del insecto o el área de avance, se realiza el control químico localizado así: en
días soleados, se dirige la aplicación hacia el tallo o área foliar; el riego hace que el insecto emigre hacia la
parte superior de la planta, condición que puede ser aprovechada para su eficiente control tanto en cultivos
de maíz como de arroz.
Los insecticidas granulados de acción sintética aplicados en el momento de la siembra, pueden proteger
igualmente el cultivo durante los primeros días de los establecimientos.
Los muestreos hay que intensificarlos cuando se detecta el insecto – plaga, haciendo los monitoreos cada 4 a
5 días durante los primeros 20 días de edad del cultivo, pues es la época crítica en el establecimiento de la
plaga.
Daños
El gusano cogollero de maíz actúa como gusano tierrero, trozador, “gusano
ejército”, como bellotero (o perforador de fruto) y como masticador de follaje.
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Cuando la última hoja formada se ve afectada es un indicativo de “daño fresco o nuevo”, que expresado en
porcentaje (dentro de un total de plantas continuas revisadas por surcos), determina el nivel de daño
económico. Si el tiempo es seco y el daño fresco superior al 50%, se puede implementar una medida de
control.
La segunda generación de esta plaga puede presentarse entre los 20 a 30 días de desarrollo del cultivo y la
tercera generación generalmente ocurre en la etapa previa a la floración o durante la misma. Cuando los
niveles de daño en la segunda generación se encuentran dentro del cogollo, son del 60% con presencia de
larvas y excrementos húmedos.
Cuando la plaga es abundante (o los controles anteriores han sido insuficientes), se pueden observar las
larvas dañando mazorcas. Este daño se localiza en la punta del fruto y no revierte importancia económica.
(García Roa 1996).
Control
Si el tiempo es seco, un daño fresco superior al 50% durante la primera generación justifica el control. Se ha
comprobado que un período continuo de lluvias, durante los primeros días de la emergencia o en cada una
de las etapas de mayor infestación, puede bajar la plaga a niveles de poca importancia económica e interferir
en el hábito de oviposición de la polilla, especialmente si la lluvia ocurre en la noche.
Diferentes tipos de productos se utilizan para controlar el cogollero, entre ellos están: El Lorsban, Inhibidores
de quitina , cipermetrinas y el Bacillus thuringiensis.
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En las etapas más avanzadas del desarrollo de la planta, los barrenadores causan
otro tipo de daños como el macollamiento y el “achaparramiento" que suceden al
perforarse el tallo (por lo general donde la hoja se une a éste). También pueden
taladrar las nervaduras centrales y alimentarse en la sección de la hoja que
envuelve al tallo. Cuando están muy infestados los tallos se llenan de túneles, lo
que hace que se rompan con facilidad y se acamen.
Durante la floración, la segunda generación de gusanos se alimenta de las espigas tiernas (panojas) y
perforan el tallo, provocando su acame. Así mismo, cuando el daño es intenso, pueden penetrar en los
pedúnculos de las mazorcas (y en las mazorcas mismas), haciendo que se desprendan de la planta.
Además del daño directo que ocasionan, los barrenadores también dan paso a la invasión de hongos que
pudren el tallo y las mazorcas.
Estos gusanos se caracterizan por mostrar dos series de puntos negros con pelos y
dos bandas ahumadas sobre el dorso. Cuando están en estado larvario, mudan
varias veces antes de formar pupas (igualmente de color café), estado que ocurre
en cualquier lugar donde las larvas se alimenten (tallos, pedúnculos de la mazorca
o en las mazorcas mismas).
Las larvas totalmente desarrolladas que se alimentan del tallo, preparan la salida de la palomilla haciendo
una "ventanilla" circular al final de la galería. Estas palomillas (que se identifican por tener dos líneas oscuras
y oblicuas y un punto en el centro de las alas delanteras) suelen depositar masas de huevecillos blancos y
ovalados, semejantes a escamas, en hileras traslapadas en el envés de las hojas. Al acercarse el momento
de la eclosión los huevos rojizos se tornan negros.
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Daños
Al hacer un examen minucioso de los estigmas o de las brácteas tiernas, es posible observar los diminutos
huevecillos blancos (de apariencia brillante) depositados por palomillas café claro y robustas. Las larvas en
desarrollo y las maduras presentan una coloración que varía mucho, desde café hasta verde o una
combinación de éstos. Debido a que son caníbales, es raro que haya más de una larva en cada mazorca.
Cuando están completamente desarrolladas, las larvas (de 4 a 5 cm. de largo) caen al suelo y forman pupas
en celdillas de tierra, a pocos centímetros bajo la superficie del suelo. (Cimmyt).
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La perforación de las hojas y la succión de los jugos de la planta causan el moteado amarillo, que
afortunadamente carece de importancia desde el punto de vista económico. Las gotitas azucaradas que los
pulgones excretan favorecen el desarrollo de hongos saprófitos, por lo que las plantas también se vuelven
pegajosas.
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1. Parasitoides.
De huevos:
Chelonus insularis Cresson (Himenoptera: Branconidae).
Telenomus pos. Remus Nixon (Himenoptera: Scelionidae).
De larvas:
Meteorus laphygme Viereck (Himenoptera: Braconidae).
Apanteles sp. (Himenoptera: Branconidae).
Eiphosoma sp. pos Viticola Cresson (Himenoptera: Inchneumonidae).
Exasticolus fuscicornis (Cameron) (Himenoptera: Branconidae).
Euplectrus planthypenae Howard (Himenoptera: Eulophidae).
Winthemia rufopicta (Bipot) (Diptera: Tachinidae).
Winthemia sp. pos. Sinuata Renhard (Diptera: Tachinidae).
Incamya sp. (Diptera: Tachinidae).
Eucelatoria sp. (Diptera: Tachinidae).
Gonia crassicornis (F.) (Diptera: Tachinidae).
Acroglossa vetuca Rein (Diptera: Tachinidae).
Lespesia archippivora (Riley) (Diptera: Rachinidae).
Sarcophaga sp. (Diptera: Sarcophagidae).
De pupas:
Archytas mamoratus Townsend (Diptera: Tachinidae).
Archytas sp. (Diptera: Tachinidae).
2. Depredadores.
3. Entomopatógenos.
Bacillus thuringiensis
Nomuraea rileyi (Farlow) Sampson (Moniliales: Moniliaceae)
Virus Poliédrico Nuclear (VPN)
Steinernema carpocapsae Weiser
Hexamermis sp.
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Muy bien, ahora vamos a realizar una corta actividad para recordar lo que vimos en la lección.
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En este ejercicio lo que usted debe de hacer relacionar las opciones de la columna A con su correspondiente
de la columna B.
COLUMNA A. COLUMNA B.
2. La plaga que más afecta los cultivos de b. El uso de diferentes sistemas de control que no
maíz en Colombia es... causan daños económicos y evitan la contaminación
del medio ambiente.
3. El control etológico...
c. El gusano cogollero.
4. El control cultural consiste en...
d. El uso de prácticas que pueden ser adoptadas por
los agricultores fácilmente y que crean ambientes
contraproducentes para las plagas, como la
preparación del suelo.
Ahora usted sabe que para el manejo de plagas se deben aplicar periódicamente controles integrados al
cultivo, para evitar así graves consecuencias económicas.
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Son muchos los factores que pueden causar enfermedades en las plantas, como los agentes bióticos
(hongos, bacterias, virus), abióticos o la combinación de ambos, así como también contribuyen a su
desarrollo las condiciones ambientales o el tipo de suelo, por ejemplo. Para reducir su impacto es necesario
entonces conocer bien los tipos de patologías, así como las técnicas y las buenas prácticas que se deben
aplicar para controlarlas y combatirlas, de esta manera se puede diagnosticar una enfermedad a tiempo.
En esta lección veremos algunos de los aspectos centrales del documento técnico realizado por el ICA y
producido por el Ministerio de Agricultura y Fenalce, “Enfermedades del maíz y su manejo”, cuyo objetivo es
darle a los productores y demás participantes de la cadena de maíz, herramientas para mejorar y fortalecer
su actividad con respecto al manejo de enfermedades que afectan este cultivo.
Vamos a dar un breve repaso por las enfermedades causadas por hongos, cromistas, bacterias y carbones.
Veremos igualmente las enfermedades causadas por virus, espiroplasmas y fitoplasmas, la manera de
diagnosticarlas y su manejo. Recuerde que para ampliar la información puede hacerlo desde el documento
base, que se encuentra en el vínculo de lecturas complementarias de este módulo.
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Estas enfermedades dependen en gran parte de las condiciones ambientales, así como de la susceptibilidad
del genotipo. Dentro de las de mayor incidencia y que representan por lo tanto grandes pérdidas económicas
están:
Mancha parda.
Se reconoce inicialmente por manchas amarillas redondeadas y pequeñas que se presentan en las
hojas y que más tarde se tornan púrpuras o negras. Esta enfermedad se presenta más comúnmente
en lotes cercanos a las riberas de los ríos o con nivel freático alto y tendencia al encharcamiento.
Mancha anular.
Se observan como manchas redondas y acuosas en las hojas del tercio inferior al superior de la
planta, que se distribuyen bajo condiciones de humedad, lluvias frecuentes y temperaturas entre 18
y 27 oC. Esta enfermedad disminuye la capacidad fotosíntetica de la planta, sobretodo durante los
primeros estados de desarrollo.
Mancha zonada.
Se reconoce inicialmente por las manchas pardas y ligeramente húmedas que luego se convierten en
lesiones pajizas que cubren gran parte de las hojas y que ocasionan la ruptura de la lámina foliar.
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Borde blanco.
Inicia cuando se observan zonas húmedas en los bordes de las hojas, que al secarse muestran una
zona blanda seca, con el borde igualmente húmedo. Sobre estas lesiones se desarrolla la
enfermedad, que es favorecida por los climas cálidos diurnos, las temperaturas frescas a frías en las
noches y precipitaciones altas.
Bandeado de la hoja.
Se caracteriza por manchas pardas que se desarrollan hacia la nervadura central en forma de
bandas concéntricas, que pueden abarcar toda la hoja y en estado avanzado afectar la mazorca. Se
desarrolla más fácilmente en ambientes cálidos con alta humedad relativa.
Royas.
La que más frecuentemente afecta al maíz es la roya común causada por Puccinia sorghi Schwein.
Aunque puede afectar el tallo y la envoltura de la mazorca, se presenta principalmente en las hojas.
Se reconoce inicialmente por las pústulas circulares (o alongadas) pardo amarillentas, esparcidas
sobre las hojas y se presenta sobretodo en temperaturas entre los 16 a 23 oC y alta humedad
relativa.
La roya “blanca tropical” se reconoce inicialmente por una mancha blanca amarillenta con superficie
plana y cuando avanza, se observan pústulas blancas o color crema, sobretodo en el haz de las
hojas. Se presenta sobretodo en climas cálidos y húmedos.
Cromista es la clasificación que se le ha dado al grupo de hongos Oomycetos, donde se ubican los patógenos
Pythium, Sclerophthora y Peronosclerospora. En Colombia se conoce más comúnmente el Mildeo Velloso, que
inicia si infección a través de Oosporas, que al germinar penetran en las raíces causando la infección
sistémica.
Sobre la superficie de las hojas se desarrolla el mildeo que puede causar infección
en otras plantas al ser diseminado por el viento.
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Ésta es una infección que puede desarrollarse fácilmente en días muy calurosos,
generalmente después de la lluvia o el riego.
ENFERMEDADES DE LA MAZORCA.
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Es una de las enfermedades que más afectan al maíz. Los síntomas iniciales se reconocen por la presencia de
un moteado leve en la base de las hojas jóvenes, luego toda la hoja se cubre, formándose un rayado
irregular y de manchas aceitosas de apariencia anular.
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Inicia con puntos cloróticos paralelos a la nervadura central y en la base de las hojas jóvenes, luego aparece
un rayado fino que puede llegar a cubrir toda la hoja, partiéndola o marchitándola.
También conocido como el virus de la hoja blanca. Se reconoce por el enanismo de las plantas y los
entrenudos cortos. Cuando afecta a las plántulas, el cogollo se dobla porque la mayoría de las hojas salen
muy juntas por el acortamiento de los entrenudos.
Se caracteriza por las rayas cloróticas en las hojas jóvenes, paralelas a la nervadura central. Este virus hace
que muchas plantas mueran prematuramente o que nunca lleguen a producir mazorcas.
Para finalizar esta lección, veamos un poco a cerca del diagnóstico de enfermedades
y las medidas de manejo. Recuerde que la información completa y más detallada a
cerca de las enfermedades del maíz, se encuentra en la lectura complementaria que
puede descargar en el vínculo correspondiente.
Lo más importante para diagnosticar la enfermedad y saber como manejarla es determinar si se trata de una
enfermedad causada por virus, espiroplasma o fitoplasma. Por ejemplo, cuando se trata de una enfermedad
viral, es necesario conocer los agentes vectores, es decir, los insectos que pueden adquirir el virus, retenerlo
y trasmitirlo a las plantas sanas como los áfidos o pulgones y el saltahojas o cigarrita.
Cuando las enfermedades son de origen fungoso, se pueden aplicar medidas culturales como:
Rotación de cultivos.
Eliminación o incorporac ión de los residuos de la cosecha.
Uniformidad de siembras.
Nunca sembrar en lotes con antecedentes de enfermedades.
Evitar lotes cercanos a las riberas de los ríos.
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Cuando las enfermedades son causadas por cromistas, es necesario erradicar las plantas antes de que se
presente necrosis de los tejidos. Igualmente, la rotación de cultivos contribuye a eliminar la aparición de
estas enfermedades.
Si es detectada a tiempo una enfermedad de carácter bacterial, es necesario erradicar inmediatamente las
plantas afectadas, evitar altas densidades de siembra y no regar en horas de intenso calor.
Lastimosamente las plantas afectadas con enfermedades de origen viral nunca se recuperan, por lo tanto, su
manejo está encaminado a la integración de medidas de tipo cultural y al uso de germoplasma con
resistencia a las enfermedades.
La presencia de estas enfermedades puede reducirse por ejemplo, mediante la rotación de cultivos, la
estandarización de las épocas de siembra y la eliminación de especies hospederas.
Hasta aquí la lección con respecto a enfermedades del maíz. Vayamos a un corto ejercicio para afianzar lo
visto.
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Lea atentamente cada una de las frases y relaciónelas con: Virus, Hogos o Cromistas
Royas
Mildeo velloso.
Mancha de asfalto.
Punta loca.
Muy bien, ahora usted sabe que para tratar las enfermedades es necesario identificar su causa, pues muchas
de ellas pueden ser manejadas si se detectan a tiempo.
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En esta lección describiremos las especies más comunes, los tipos de amenaza que pueden presentarse y los
métodos de control para un manejo eficiente.
Las malezas son uno de los factores bióticos de gran importancia en el cultivo de maíz pues influyen
considerablemente en los rendimientos y en los costos de producción al generar competencias por el agua, la
luz solar, los nutrientes, el espacio y el bióxido de carbono, que es necesario para el crecimiento y desarrollo
sano de la planta.
Algunas de las malezas encontradas en el cultivo de maíz son de carácter alelopático como el coquito, el
bledo, el guardarocío, el pasto Jonson, la verdolaga y la altamisa, entre otras. Esta relación de aleloquimia o
alelopatía no necesariamente indica competencia entre los vegetales involucrados, se diría mejor que su
relación es de interferencia, una definición más precisa del efecto químico que es liberado por una planta en
otra.
Muchas malezas son hospederos de insectos plagas y patógenos que posteriormente afectan notoriamente al
maíz. Diversas especies de lepidópteros como el Spodoptera spa., Mocis sp. y Diatraea sp. son transmisores
de virus como el Rhophalosiphun, Myzus, Peregrinus mydis, y Dalbulus maydis. A su vez, la caminadora, el
liendrepuerco, el guardarocio y el coquito son hospederos de enfermedades como el mildeo velloso.
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1. Eleusine indica, hospedera del hongo Scleropthora macrospora causante de la punta loca del maíz.
2. Sorghum halepense, hospedero de patógenos como el mildeo lanoso (Peronosclerospora sorghi), la
mancha zonada (Gloeocercospora sorghi), la mancha gris (Cercospora zeae maydis), la mancha
alargada (Exzerohilum turcicum) y el virus del mosaico.
3. Panicum maximun y Cyperus rotundus son hospederos de los carbones del maíz (Ustilago sp.)
4. Sorghum halepense y Rottboellia exaltata son reservorios del virus del mosaico del enanismo del
maíz (MDMV).
Las malezas también pueden causar serios problemas al limitar ostensiblemente los rendimientos, calidad y
recolección de la cosecha. Algunas especies de malezas de hábito trepador, como la batatilla (Ipomoea sp),
amarran los tallos de diferentes plantas y dificultan notablemente la recolección y calidad del grano.
La mayoría de las malezas gramíneas nocivas en maíz están clasificadas como C-4, son fisiológicamente muy
competitivas y presentan una alta eficiencia fotosintética, lo que se traduce en rápido crecimiento,
adaptabilidad a ambientes de stress, altas temperaturas y alto índice de eficiencia y productividad en el uso
del agua.
Estas especies suelen disponer además de una gran habilidad, pueden mantenerse ocultas en el suelo
durante largos periodos y en diferentes niveles, tanto que después de ser controladas pueden volver a
reaparecer, afectando las semillas que estén germinando. Son tan persistentes que pueden adaptarse
también a las prácticas agronómicas y métodos de control, pues son especies que tienen mecanismos
reproductivos que tienden a predominar.
Es por eso que es necesario aplicar un control integral y sistemático a las malezas ya que cuentan con
distintos hábitos de crecimiento y grandes diferencias morfológicas y fisiológicas. Igualmente es
indispensable la integración de varios métodos y sistemas programados a largo plazo, en los que se incluyan
medidas de prevención, erradicación y restricción de su crecimiento durante las etapas del cultivo sensibles a
la competencia.
Ahora para complementar este tema, veamos cuáles son las épocas de interferencia de malezas con el
cultivo de maíz.
La época critica para que el cultivo se vea afectado ocurre durante los primeros 30 días de germinado
(pudiendo aparecer incluso a los 40 y 50 días), sobretodo en las zonas de clima cálido y clima medio; así que
para evitar reducciones en el rendimiento es recomendable mantenerlo libre de malezas especialmente
durante el primer tercio del ciclo.
Veamos este cuadro comparativo en el que se presentan las primeras 16 semanas del cultivo con y libre de
malezas, paralelamente al rendimiento.
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En la siguiente tabla podemos comparar la disminución del rendimiento en el cultivo con respecto a los días
en que este se ha visto afectado por la presencia de malezas.
Tanto en especies anuales como perennes, la propagación de las malezas en maíz ocurre por la diseminación
de la semilla sexual (sobretodo cuando son semillas no certificadas) y por la distribución de partes asexuales
(bulbos, raíces, rizomas, estolones, tubérculos, etc.) que ocurre de manera imprevista cuando se transportan
animales y maquinaria, por ejemplo. Otros factores de dispersión también son el agua de riego contaminada
por los canales de conducción, la fauna silvestre y el viento.
Se clasifican botánicamente y de acuerdo con el ciclo de vida, el hábito de crecimiento, el grado de nocividad
y los requerimientos de variables como el suelo y el clima, veamos:
1. Botánicamente. Es decir, según el tipo de hojas y raíces, que las clasifican en malezas gramíneas y
malezas de hojas anchas.
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Anual: Cuando las malezas cumplen su ciclo de vida en menos de un año. Son de rápido crecimiento
y se propagan principalmente por semilla sexual.
Perenne: Cuando las plantas viven más de un año. Se pueden propagar tanto por semilla de origen
sexual como por propágulos vegetativos (asexual) siendo ésta la forma principal de dispersión.
Semiperenne: Se refiere a las especies que pueden vivir un año o más. Son de porte bajo y su
reproducción es por semilla sexual.
Erectas: Como su nombre lo indica, son plantas con tallos de crecimiento erecto.
Trepadoras o volubles: Plantas con tallos capaces de crecer sobre las plantas de cultivo.
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Nocivas: Plantas de crecimiento agresivo. Se presentan en altas densidades y en todas o casi todas
las regiones productoras de maíz.
Hidrófitas: Presentan altos requerimientos de agua (no existen en el cultivo del maíz).
Mesófitas: Requerimientos intermedios de agua. A este grupo pertenecen la mayoría de las malezas
presentes en las siembras de maíz.
Xerófitas: Plantas tolerantes o resistentes a sequía.
Higrófitas: Plantas que requieren alta humedad relativa.
Las de mayor incidencia en las zonas por debajo de los 1600 m.s.n.m. son:
NOMBRE
MALEZA FAMILIA PROPAGACIÓN CLASIFICACIÓN
CIENTÍFICO
Coquito Cyperus rotundus Cyperáceas Asexual Nociva
Caminadora Rottboellia exaltata Gramíneas Sexual Nociva
Batatilla Ipomoea spp Convolvulàcea Sexual Nociva
Sorghum
Pasto Johnson Gramíneas Asexual y sexual Nociva
halepense
Digitaria
Guardarocìo Gramíneas Sexual y asexual Nociva
sanguinalis
Barba de indio Cynodon dactylom Gramíneas Sexual y asexual Nociva
Lechosa Euphorbia spp Euphorbiaceae Sexual Median. Nociva
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Batatilla.
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Hay varios objetivos que no deben perderse de vista cuando se habla de los métodos de manejo:
Es por eso que implementar un programa de control de malezas requiere conocer previamente los aspectos
particulares de las especies, las interacciones con el cultivo y su manejo. Para el caso específico del maíz, se
debe mantener el cultivo libre de malezas por lo menos los primeros treinta días, realizando prácticas de
control desde antes de iniciarlo y al momento de la siembra; de lo contrario los daños que se producen son
irreversibles.
Los métodos más usados para maíz son: preventivo, cultural, manual (con uso de herramientas menores),
mecánico (con empleo de implementos agrícolas) y químico (mediante la aplicación de herbicidas).
Entonces para poder ejercer un apropiado manejo de malezas en el cultivo de maíz, es necesario integrar
esta serie de medidas de control y además estar informado previamente por el agricultor, su ayudante o
colaborador inmediato. Igualmente es necesario hacer visitas previas al lote que se va a sembrar, para saber
directamente el tipo de malezas presentes.
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Se hace usando medidas que eviten el establecimiento e introducción de malezas nocivas para el cultivo
como la utilización de semillas certificadas, la limpieza de la maquinaria e implementos (eliminando residuos
vegetales que vengan de fincas infestadas con malezas) y la destrucción temprana de las malezas antes de
que produzcan semillas.
2. Control cultural.
Son todas aquellas prácticas que dan al cultivo las mejores condiciones de manejo agronómico favoreciendo
su desarrollo inicial y brindándole una mayor habilidad competitiva.
Para este propósito se debe realizar una adecuada y oportuna preparación de los suelos, utilizar genotipos
(híbrido o variedad) adaptados para la localidad respectiva y óptimas densidades de siembra, realizar
rotación de cultivos y fertilizar el lote oportunamente (antes o al momento de la siembra) al lado y debajo de
la semilla.
3. Desyerba manual.
Se hace removiendo las malezas alrededor de las plantas de maíz usando las manos o machete y/o azadón.
Este método se utiliza principalmente por pequeños agricultores y en pequeñas extensiones de cultivo y es
muy común entre productores medianos que siembran en ladera y en asocio.
Las limitantes son el elevado costo de la mano de obra y la duración de la tarea, lo que puede llegar a
representar que aparezcan malezas rápidamente en el cultivo.
4. Control mecánico.
Básicamente este método consiste en cortar, arrancar y cubrir las malas hierbas usando medios mecánicos.
Inicialmente se hace la preparación y el acondicionamiento del suelo usando arados, rastras u otros
implementos y posteriormente se pasan las cultivadoras mecánicas acopladas al tractor.
Cuando se usa este control una vez establecido el cultivo, sucede que las malezas se controlan
eficientemente en las calles pero persisten dentro de las hileras junto al maíz, dependiendo además de la
época del año en que se realice esta labor. Generalmente esto ocasiona daños mecánicos en las raíces y la
rotura de algunos tallos. Igualmente si se ha realizado la aplicación de un herbicida preemergente se rompe
la película y se presenta un rebrote permanente de malezas.
5. Control Biológico.
Se usan organismos vivos (insectos, hongos y virus) que se han desarrollado para controlar malezas.Este
método debe manejarse con mucha prudencia y evitando que estos organismos afecten o ejerzan su función
de control sobre las especies cultivadas.
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Se hace utilizando productos de síntesis química como herbicidas, sin necesidad de remover el suelo ni
afectar sus propiedades físicas; así se evitan sobre costos de mano de obra, siendo entonces un método
eficiente, económico y rápido, aunque no se debe considerar como solución única si se tiene en cuenta un
manejo integral.
La elección del tipo de producto y dosis a emplear está condicionada por el cultivo, las malezas presentes, su
desarrollo, las características edafo-climáticas y el manejo del sistema de producción. Ocupan un lugar
preponderante los llamados ‘preemergentes’ pues garantizan rapidez y efectividad en el control,
especialmente en regiones y/o en épocas donde las abundantes precipitaciones impiden o prolongan por
mucho tiempo el control manual, haciendo imposible el control mecánico.
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De acuerdo a la selectividad:
Encontramos los no selectivos, que pueden hacerle daño al cultivo (como el Paraquat), los selectivos que
controlan las malezas sin hacer daño al cultivo (como la Atrazina) y los esterilizantes que impiden el
desarrollo de vegetales (como el Haloxifop).
De Contacto:
De acción foliar pero que no se translocan. Pueden ser no selectivos (que atacan cualquier especie vegetal,
como el Paraquat) y selectivos (Bentazón).
Veamos por último esta tabla que nos muestra las mezclas más comunes para uso de herbicidas en cultivos
de maíz:
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Falso Verdadero
1. Las pérdidas en el cultivo de maíz por efecto de las malezas se
deben a que estas compiten eficientemente con este cereal por agua,
luz solar, nutrientes, espacio y bióxido de carbono.
Muy bien. Es fundamental tener en cuenta que las malezas son un factor determinante en la producción,
rendimiento y calidad del cultivo.
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Después de pasada la crisis y recuperado mi cultivo, empecé a ser más disciplinado con todo el manejo
agronómico que le estaba dando al cultivo. Seguí haciendo controles preventivos, mejoré el sistema de
siembra que estaba utilizando, la calidad de las semillas, las labores de labranza y las condiciones
químicas, físicas y biológicas del suelo.
Ahora siempre hago una vez por semana el monitoreo de plagas cuando mis plantas están en la etapa
vegetativa, y dos veces por semana cuando pasan al estado reproductivo.
Muchas gracias a nuestro invitado, esperamos que estas lecciones contribuyan al mejoramiento de la
competitividad y la producción en el tema del maíz.
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Alaclor: (Lazo, Alanex). Herbicida para aplicar en presiembra y preemergencia, selectivo en cultivos
de maíz para el control de malezas gramíneas anuales y cyperáceas. Es absorbido por los puntos de
crecimiento de las malezas en las que actúa inhibiendo la síntesis de las proteínas, lípidos, ácidos
grasos, pigmentos y algunas sustancias promotoras del crecimiento.
Atrazina: Herbicida selectivo que puede ser aplicado en preemergencia o en emergencia temprana
de las malezas, controlando las de hoja ancha y algunas gramíneas anuales. Es absorbido por las
raíces pero también por las hojas, inhibiendo la fotosíntesis.
Bentazón: (Basagrán) Herbicida selectivo post-emergente de contacto por las partes verdes de la
planta. Controla malezas de hoja ancha y cyperáceas.
Metolaclor: (Dual Gold 960 EC) Herbicida selectivo en cultivos de maíz, para ser usado tanto en la
presiembra como pre-emergente en el control de malezas gramíneas anuales y algunas de hojas
anchas. Es absorbido principalmente por los puntos de crecimiento de las malezas
(hipocotilo/coleoptilo) inhibiendo el metabolismo de los lípidos e impidiendo su utilización durante la
germinación. Destruye la membrana e inhibe la elongación y división celular.
2,4 –D: (Anikilamina) Herbicida hormonal y selectivo sistémico, indicado para el control de malezas
de hoja ancha y ciperáceas. Se puede aplicar en forma total cuando el cultivo tiene de 3 a 4 hojas o
dirigido cuando tiene de 15 a 25 centímetros. El compuesto se trasloca a los tejido jóvenes ya sean
embrionarios o meristemáticos, produciendo malformación.
48
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