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Cable de Acero

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Cable de acero

Según la norma COVENIN 1611:1996 define el cable de acero como un producto flexible,
compuesto de un grupo de cordones de acero y un elemento central llamado alma

Es un tipo de cable mecánico formado un conjunto de alambres de acero o hilos de hierro


que forman un cuerpo único como elemento de trabajo. Estos alambres pueden estar
enrollados de forma helicoidal en una o más capas, generalmente alrededor de un alambre
central, formando los cables espirales.

Estos cables, a su vez, pueden estar enrollados helicoidalmente alrededor de un núcleo o


alma, formando los cables de cordones múltiples. Estos cables se pueden considerar como
elementos y también se pueden enrollar helicoidalmente sobre un alma, formando los cables
guardines, o bien acoplarse uno al lado del otro, para formar los cables planos.

Partes del cable de acero

El cable de acero tiene distintas partes que es importante conocer y diferenciar. Éstas son
tres, el alambre, el torón y el núcleo, también llamado alma. Todos ellos conforman,
finalmente, el cable:

Alambre: la parte más básica del cable de acero. Es gracias a la unión de varios alambres
que conseguimos la fuerza y la resistencia propia de este tipo de cables.

Torones: el torón es el lugar donde se enrollan los alambres.

Núcleo o alma: los torones se entrelazan alrededor del núcleo.

Cable: de la unión de alambres y torones en el alma obtenemos el cable de acero final.

Características fundamentales

Diámetro

Se considera diámetro de un cable a la circunferencia circunscrita a la sección del mismo,


expresado en milímetros (mm).

Cuando un cable nuevo entra en servicio, los esfuerzos que soporta le producen una
disminución del diámetro, acompañada de un aumento en su longitud, a causa del
asentamiento de los distintos elementos que forman el cable. Esta disminución de diámetro
es mayor cuanto mayor es la proporción de fibra textil que lo forma.

Composición

Combinando la disposición de los alambres y los cordones se obtienen cables de


composiciones muy diversas. Los fabricados con alambres gruesos resisten bien el desgaste
por rozamiento, pero tienen una gran rigidez y son poco resistentes a la flexión. Los cables
compuestos por un gran número de alambres finos no son muy flexibles, y poco resistentes
al rozamiento y a la corrosión.

Almas o núcleos

El alma del cable es el soporte de tamaño y consistencia apta para ofrecer un apoyo firme a
los cordones, de modo que, incluso a la máxima carga no lleguen a entallarse los alambres
de los cordones entre sí.

Generalmente, el alma de los cables es de fibra textil, siempre y cuando no se trabajen en


ambientes con un elevado porcentaje de humedad y elevadas temperaturas, ya que estos
factores difieren con la resistencia del alma, haciéndola débil hasta punto tal que se pueda
cortar. Para ello, se utilizan almas metálicas, que no se ven afectadas con estos últimos
factores.

Notación

La composición de un cable viene expresada por una notación compuesta de tres cifras, por
ejemplo 6x19+1 Seale. La primera indica el número de cordones del cable, la segunda el
número de alambres de cada cordón y la tercera el número de almas textiles. La palabra Séale
indica una disposición especial de los cordones, que veremos en las clases de arrollamientos.

Si el alma del cable es metálica formada por alambres, se sustituye la última cifra por una
notación entre paréntesis que indica la composición de dicha alma.

Arrollamiento

Los alambres de los cordones están colocados en forma de hélice alrededor de un alambre
central, formando una o más capas. El paso del cordón es la longitud que abarca una vuelta
completa del alambre alrededor de su núcleo central. Esta distancia se mide paralelamente al
eje del cordón. En los cables corrientes, las distintas capas de alambres que forman los
cordones tienen pasos diferentes.

Los cordones, a su vez están colocados en el cable en forma de hélice alrededor del alma. El
paso de hélice que describe un cordón es el paso del cable.

Clases de arrollamiento

Considerando los sentidos de arrollamiento de los alambres en el cordón, y de los cordones


en el cable, se pueden distinguir:

Arrollamiento cruzado o corriente es aquél en que los cordones están arrollados en sentido
contrario al de los alambres que los forman.

Arrollamiento Lang, los alambres en el cordón y los cordones en el cable están arrollados en
el mismo sentido.

Arrollamiento alternado, con cordones que están alternativamente arrollados en el mismo


sentido que el cable y en sentido contrario.

Además estos tres grupos pueden estar arrollados a derechas o a izquierdas.

Preformado

En el proceso de fabricación de los cables corrientes, los alambres adoptan la forma de hélice
y ocupan sus posiciones respectivas gracias a una deformación elástica, que origina unas
tensiones internas en dichos alambres. Por causa de estas tensiones internas, al suprimir las
ligadas, o al romperse un alambre, los extremos tienden a recuperar su forma recta primitiva.

En los cables preformados, tanto los alambres como los cordones sufren durante el proceso
de fabricación una deformación permanente, adoptando la forma de hélice de acuerdo ya con
la posición que habrán de ocupar en el cable.

Al suprimir la deformación elástica se eliminan las tensiones internas existentes en los


alambres de los cables no preformados y que contribuyen a la rotura de dichos alambres por
fatiga.

Las principales ventajas de los cables preformados son:


Mayor flexibilidad, ya que al curvarse no se sumarán las tensiones internas de fabricación al
esfuerzo de flexión debido al arrollamiento en poleas y tambores. Esto equivale por tanto a
una reducción de los esfuerzos de flexión.

Evita efectos de cortadura, al no enredarse las puntas de alambre que se rompen por fatiga,
no quedan éstas aprisionadas entre el cable y las gargantas de las poleas, evitándose así que
corten otros alambres.

Mayor duración, consecuencia de las dos ventajas anteriores.

Fácil manejo. Al cortar un cable preformado los cordones y alambres permanecen en su sitio
al no tener tendencia a descablearse y desenrollarse formando cocas.

Facilita el uso del arrollamiento Lang, al reducir los inconvenientes más propios de dicho
arrollamiento, hace posible adaptarlo en mayor número de aplicaciones.

Material

El alambre trefilado que se utiliza para la fabricación de cables se obtiene partiendo de


fermachine de acero Martin Siemens o de acero al horno eléctrico. su contenido en carbono
varía generalmente del 0,3% al 0,8% obteniéndose dentro de esta gama los aceros dulces,
semiduros y duros.

El índice de pureza puede variar según las características requeridas; no obstante estos tipos
de acero no pueden contener más de un 0,04% de fósforo y un 0,04% de azufre.

Tipos de cables

Los cables también se pueden clasificar según su estructura y características más destacadas
en los siguientes grupos

 Cables espirales o cordones


 Cables normales
 Cables de igual paso
 Cables de cordones triangulares
 Cables antigiratorios
 Cables guardines
 Cables planos
 Cables semicerrados y cerrados

Usos del cable de acero


Podemos usar el cable de acero en infinidad de ocasiones. Su resistencia, fuerza, durabilidad
y los distintos grosores y flexibilidades son los aspectos clave para tener esta versatilidad tan
característica. Así, encontramos el cable de acero en lugares como:
 Bicicletas, principalmente en sus engranajes y frenos
 Lámparas halógenas
 Cables para aviones y aeronaves
 Cuerdas de ascensor
 Elevación de compuertas
 Tornos
 Excavadoras
 Teleféricos
 Grúas
 Puentes

Fallas comunes en los cables de acero

Fractura del cable

A este tipo de falla corresponden todos aquellos casos en los cuales se ha perdido la
continuidad mecánica del cable, es decir, se ha producido la fractura de todos los alambres
en alguna zona de él (Figura 3). La fractura del cable se puede dar de manera súbita o por
fatiga, mecanismos que se describen a continuación.
Fractura súbita

Se dice que el cable ha fallado por fractura súbita cuando todos sus alambres han colapsado
mediante este mecanismo, lo cual se da al sobrepasarse en servicio su última resistencia, es
decir, que se ha sobrecargado. Todos los alambres ante la carga se fracturan con la formación
de un cuello cuya magnitud depende de la ductilidad del material de los alambres,
obteniéndose así una fractura de tipo copa–cono o con desgarre a 45º aproximadamente

Fractura por fatiga

En este modo de falla los alambres se van fracturando progresivamente en la medida en que
se carga y descarga el cable durante su vida útil, progresando esta situación hasta que los
alambres remanentes fallan de manera súbita. Sin embargo, se considera que en su conjunto
el cable falla por fatiga. Los alambres fatigados rompen sin cuello, o sea, sin deformación
plástica a gran escala, pudiendo darse la fractura perpendicular al eje del alambre o formando
45° con este.

La fatiga es inherente a la naturaleza de operación de los cables, ya que los procesos de carga
y descarga son cíclicos y el enrollado y desenrollado del cable sobre poleas o tambores induce
una flexión cíclica, lo cual llevará a la fractura progresiva de los alambres.

Desgaste del cable

Los cables en movimiento son susceptibles de desgastarse como consecuencia de su paso por
tambores o poleas, pero además pueden experimentar roces con otros elementos o abrasión
con partículas, desencadenándose una pérdida progresiva del material de los alambres. Esta
pérdida de material disminuye la resistencia a tracción del cable y su resistencia a fatiga,
limitando su capacidad de carga (Kuruppu et al., 2000 y De Silva et al., 2002). El desgaste
se puede dar por dos mecanismos básicos: adhesivo y abrasivo, los cuales se describen a
continuación.
Desgaste adhesivo

Este se da cuando durante el movimiento propio de su operación el cable roza con otros
cuerpos metálicos, por ejemplo, en grúas de helicópteros puede rozar con el fuselaje o los
patines del mismo, o deslizarse sobre poleas mal lubricadas, lo cual lleva a que los alambres
que entran en contacto con el cuerpo exterior pierdan material superficialmente, obteniéndose
la disminución de la resistencia a la tracción y a la fatiga (Figura 9).
El desgaste adhesivo también se puede presentar de manera interna en un cable, es decir, por
desgaste entre los alambres, lo cual sucede cuando la lubricación del mismo no es apropiada
o es inexistente. Son críticas las aplicaciones de cables que deben pasar por poleas, ya que la
flexión del cable sobre este elemento lleva a que los alambres deslicen entre sí.

Desgaste abrasivo

En ambientes de trabajo polvorientos como algunos puertos, la industria de la construcción


o en minería, las partículas abrasivas como la arena (sílice), pueden penetrar entre los
alambres y generar desgaste abrasivo entre ellos, especialmente cuando el cable entre en
contacto con una polea, por lo que es deseable mantener la superficie de estos elementos
libres de partículas (Figura 10). El desgaste abrasivo, al igual que el adhesivo, se traduce en
una disminución de la resistencia a tracción del cable y en una vida fatiga corta.

Corrosión

La corrosión, al igual que el desgaste, lleva a la pérdida de material superficial de los


alambres del cable, disminuyendo su resistencia a tracción y a fatiga. Se presenta cuando por
acción química directa o por vía electroquímica, iones metálicos de la superficie de los
alambres se desprenden para formar con otros elementos del medio un compuesto químico
producto de la corrosión. Cada metal es susceptible de corroerse ante una sustancia química
específica pero ante otra no; por ejemplo, lo que corroe al acero inoxidable puede no corroer
al aluminio o el cobre bajo determinadas condiciones de presión, temperatura y potencial
eléctrico, por lo que se deben considerar estos factores para escoger el material apropiado en
la aplicación dada de un cable. La corrosión en los cables puede ser generalizada o por
picadura lo que se describe a continuación.

Corrosión generalizada

En este caso la corrosión ataca de manera relativamente homogénea la superficie de


los alambres en áreas grandes sin concentrarse en una región en especial, lo cual en el tiempo
va disminuyendo el diámetro de los alambres, con el agravante de que los productos de la
corrosión generados (óxidos, sulfuros, cloruros, etc.) son sustancias en general más duras que
el material de los alambres, lo que desencadena además la contribución del desgaste abrasivo
(Figura 11a).

Corrosión por picadura

En este caso la corrosión ataca de manera selectiva la superficie, acentuándose en


zonas anódicas, y en otras zonas llamadas catódicas es menos severa, llevando a que en los
puntos más atacados se generen peligrosas cavidades que disminuyen de una manera muy
severa la resistencia a la tracción y a la fatiga de un cable. Un determinado metal es
susceptible de corroerse por picadura ante un medio específico y ante otro no: el aluminio
ante agua pura se pasiva, es “ inoxidable” , pero en agua salada o ambiente salino (corrosión
atmosférica cerca de las costas) puede corroerse por picadura. Las picaduras también pueden
acentuarse en ambientes tipo rendija, es decir, zonas de traslapes de láminas, debajo del
encauchetado de un cable, etc., ya que en estas zonas se pueden generar gradientes de
concentración de especies químicas que promuevan la corrosión localizada (Figuras
11b y 11c).

Descarga eléctrica

Este modo de falla se presenta en cables de conducción eléctrica, aunque también se sucede
en cables de transmisión de potencia mecánica cuando operan con máquinas eléctricas
(motores o generadores) que presentan problemas en los aislamientos de los bobinados. La
descarga eléctrica genera temperaturas muy elevadas en los materiales de los cables en las
zonas donde se generan los arcos, por ejemplo entre superficies de grieta, haciendo que se
fundan o evaporen progresivamente, desembocando finalmente en la fractura del cable
cuando este sea incapaz de seguir soportando la carga. Generalmente las superficies de
fractura quedan total o parcialmente fundidas y en zonas aledañas se deposita parte del metal
evaporado, especialmente si el cable está encauchetado. En los cables de media y alta tensión
eléctrica el problema es muy frecuente ocurre cuando por un problema de corrosión o de
fatiga en los alambres (ante el medio ambiente agresivo o cargas cíclicas como el viento) se
generan picaduras o fracturas de alambres, lo cual lleva a que se creen pequeños arcos entre
las partes separadas, retroalimentándose así el proceso de corrosión– fatiga– descarga
eléctrica, hasta que el cable finalmente se fractura (Figura 12).

Deformación

Cuando sobre los cables se aplican cargas para las cuales no están diseñados, tales como de
aplastamiento, momentos torsores o flectores excesivos, se generan sobre los alambres
deformaciones permanentes que lo inutilizan, ya que en estas zonas deformadas disminuye
su resistencia a tracción y su resistencia a fatiga (Chaplin, C.R., 1998). Las dos formas
básicas de deformación que se pueden dar sobre un cable son la indentación y el doblado, los
cuales se describen a continuación.
Indentación

En este caso un objeto presiona severamente el cable, donde dicho objeto puede ser incluso
él mismo, como cuando el cable enrolla sobre un tambor. El objeto también puede ser un
cuerpo extraño sobre una polea, la cabeza de un tornillo en la zona de apoyo de un cable
sobre una superficie, etc. La presión obliga a que los alambres se indenten o entallen dejando
zonas de deformación plástica superficial, a partir de las cuales puede crecer una grieta de
fatiga (Figura 13).

Doblado

Durante el almacenamiento, la operación o el mantenimiento de un cable se pueden generar


doblados del mismo, verbigracia, cuando el enrollado de un cable sobre su tambor se haga
de una manera desordenada, o cuando el cable se salga de su polea o sea presionado por otro
elemento, etc. Estos doblados dañan su geometría generando momentos flectores que,
aunados con el daño propio de la deformación, disminuyen la resistencia a tracción y a la
fatiga del mismo (Figura 14).
Conservación y mantenimiento

Revisiones Periódicas

Los cables deben ser sometidos a un programa de revisiones periódicas conforme a


las recomendaciones establecidas por el fabricante y teniendo presente el tipo y condiciones
de trabajo a que se encuentre sometido. Este examen debe extenderse a todos aquéllos
elementos que pueden tener contacto con el cable o influir sobre él. Fundamentalmente debe
comprender: los tambores de arrollamiento, las poleas por las que discurre, los rodillos de
apoyo; y de forma especial debe comprobarse el estado de los empalmes, amarres, fijaciones
y sus proximidades.

El Art. 103.3 de la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo dispone


que los cables de izar deben ser revisados a fondo, al menos, cada trimestre.

Mantenimiento

En general el mantenimiento se concreta a operaciones de limpieza y engrase. Para el


engrase es conveniente proceder previamente a una limpieza a fondo y seguidamente
engrasarlo por riego al paso por una polea, pues se facilita la penetración en el interior del
cable.

Por la incidencia que tiene el engrase respecto a la duración del cable es conveniente seguir
las instrucciones del fabricante y utilizar el lubricante recomendado.

Sustitución de cables

Para cables de gran responsabilidad como ascensores, pozos de mina, teleféricos para
personas, etc. existen reglamentos especiales que fijan tanto las inspecciones como las
condiciones de sustitución.

En los casos no sometidos a Reglamentaciones específicas, la sustitución de un cable debe


efectuarse al apreciar visiblemente:

● Rotura de un cordón.

● Formación de nudos.
● Cuando la pérdida de sección de un cordón del cable, debido a rotura de sus alambres
visibles en un paso de cableado alcance el 40% de la sección total del cordón.

● Cuando la disminución de diámetro del cable en un punto cualquiera del mismo alcance el
10% en los cables de cordones o el 3% en los cables cerrados.

● Cuando la pérdida de sección efectiva, por rotura de alambres visibles, en dos pasos de
cableado alcance el 20% de la sección total.

Existen aparatos de control especiales, que detectan los defectos, tanto visibles como
interiores de los cables. Ello permite determinar con certidumbre la conveniencia o no de la
sustitución.

Inspección y recepción

Este capítulo ha sido elaborado con el criterio de ofrecer una guía al consumidor para
determinar la calidad de lotes aislados a ser comercializados y en caso de litigio. A menos
que exista acuerdo previo entre productor y comprador, la inspección y recepción se
realizará según lo indicado a continuación.

7.1 Lote

El lote consistirá en el número de rollos de cable de características similares o que son


fabricados bajo condiciones de producción presumiblemente uniformes y que se someten a
inspección como un conjunto unitario.

7.2 Muestreo

La cantidad de muestras a tomar será establecida por convenio previo entre comprador y
productor.

7.2.1 Selección de la muestra

Para las pruebas en alambres individuales, cuando sean requeridas, y del cable completo, se
tomará una muestra de éste, no menor de 3,5 metros de longitud, proveniente del extremo
de un cable no usado ni dañado. Esta muestra se debe ensayar dentro de los primeros 30
días de producido el cable.
En caso de que haya que ensayar los alambres individualmente, de cada cordón se
seleccionará un número de alambres de acuerdo con lo siguiente:

a) El número total de alambres a ensayar será igual al número de alambres que constituyen
el cordón.

b) Los alambres provendrán de todos los cordones del cable.

c) Las muestras se deben tomar de todas las capas y posiciones en el cordón, de manera tal
que pueda construirse un cordón similar a uno cualquiera del alambre ensayado.

d) Las muestras de ensayo se deben tomar en lo posible, de alambres colocados


simétricamente en el cordón.

e) Los alambres de relleno no se consideran.

7.3 Criterio de aceptación y rechazo

El lote será aceptado si los ensayos realizados reportan valores acordes con lo establecido
en los requisitos de esta Norma.

7.4 Remuestreo

7.4.1 En caso de que solamente una de las muestras falle en alguno de los ensayos, se deben
tomar dos nuevas muestras del lote en cuestión y se procederá a realizar nuevamente el
ensayo en el cual la muestra anterior falló.

7.4.2 Si las dos muestras arrojan resultados satisfactorios, el lote se considerará aceptado.

Recomendaciones para el manejo, uso y cuidado de los cables de acero

Almacenamiento: Los cables deben ser almacenados en lugares libres de polvo y


humedad, con temperaturas moderadas y constantes para prevenir condensaciones.

No deben ser almacenados en lugares con posibles emanaciones de gases ácidos, vapor u
otros agentes corrosivos, ni estar en contacto con el piso.

Manejo: Una buena vida útil del cable de acero para ascensores, depende en gran parte de
la destreza en el manejo de quienes ejecutan el trabajo.
Los cables deben desenrollarse, colocando el carrete o rollo preferiblemente en una mesa
giratoria y/o banco con eje giratorio; con suficiente tensión y en linea recta.

Nunca debe ser desenrollado el cable tirando las vueltas del rollo o carrete al piso.

Durante el manejo se debe prevenir la deformación del cable por cocas, lo que causa dailos
permanentes y acorta la vida útil.

Los cables arrollados lang son más propensos a deformaciones durante su instalación. Este
tipo de falla se presenta con mayor grado en longitudes largas.

Fijación de terminales: Estos deberán ser compatibles con el cable, correctamente fijados,
ensayados y certificados cuando sea aplicable.

La fijación y los terminales de los cables deben cumplir con las Normas COVENlN 622.

Instalación: Es recomendable que durante el montaje y/o Instalación de los cables, éstos
sean tomados de una misma producción o carrete.

Antes de Instalar un nuevo cable se debe examinar las poleas y tambores para asegurar que
sus ranuras no tengan desgastes ni desperfectos; y verificar que las dimensiones y tipo sean
las correctas para el cable a ser montado.

Cuando se encuentre desgaste en las poleas, éstas deberán ser rectificadas al diámetro y
perfil requeridos por el cable nuevo.

Un cable nuevo montado en una polea o tambor con desgaste sufrirá daños y reducirá su
vida útil.

Durante la Instalación se debe evitar el giro o rotación del extremo libre del cable, por que
puede causar desentorchamiento de los cordones en el cable. (Esto es particularmente
importante en los cables lang).

Los terminales y/o accesorios no pueden ser instalados o removidos sin asegurarse de que
se mantenga el entorchado del cable.

Cuando se Instalan cables múltiples, se debe asegurar ajustes en sus longitudes y deben
tener igual tensión en todas las líneas.
Mantenimiento: El mantenimiento deberá comprender Inspecciones, lubricación y
limpiezas de frecuencia regular, con registros de ajustes realizados, defectos notados o
incidentes relativos al desempeño del cable.

La Inspección debe siempre incluir la fijación de los terminales, con énfasis en el punto de
entrada.

El mantenimiento debe cumplir con los requisitos de la Norma Venezolana COVENIN 621.
Parte 4.

Lubricación: Una lubricación adecuada prolonga la vida útil del cable ya que reduce la
corrosión, así como la abrasión de los alambres, torones y del cable contra la polea.

La frecuencia de la lubricación depende de los siguientes aspectos:

Lubricante retenido por el cable durante su fabricación.

 Uso del ascensor.


 Factor de seguridad.
 Temperatura de trabajo.

Existe un método práctico para determinar la necesidad de lubricación de un cable. Este


método consiste en pasar el dedo por el canal de la polea, el cual deberá quedar levemente
manchado e impregnado de lubricante; si por el contrario éste queda seco y limpio, es
necesario relubricar el cable.

Referencias Normativas:

COVENIN 1611:1996. CABLES DE ACERO DE USO GENERAL (1era Revisión)

COVENIN 1720: 1998. CABLES DE ACERO PARA ASCENSORES Y


MONTACARGAS (2da Revisión)

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