Ensayo Simce 1
Ensayo Simce 1
Ensayo Simce 1
Guía de ejercicios
Ilusiones de siempre
Soñaba obsesivamente con ser pájaro, como tantos hombres que desdeñan la rutina de la tierra y
sólo quieren evadirse, ir lejos, no trabajar, vivir en permanente jolgorio, sin obligaciones ni
deberes. Era un joven desgarbado, de ojos, cabello y tez oscura. En las noches, cuando el
cansancio del día lo vencía, el inconsciente abría los diques del absurdo. Y soñaba, soñaba con
aves del cielo, de distintos colores y tamaños, emergía su quimera personificada en avecilla. Los
sueños, hay que decirlo, contenían un brillo notable, con imágenes volátiles, en medio de flores
bellísimas, cuyo néctar le sabía a manjar y lo energizaba para continuar volando por el cielo de sus
ensoñaciones. No sabía cómo, pero se entendía perfectamente con las otras aves. Volaba por
amplias extensiones de terreno, sobre los árboles, sobre alfombrados potreros, sobre lagos, ríos y
océanos. No, sobre océanos no, era mucho espacio sin tierra y eso lo cansaba ostensiblemente. Y
él soñaba con ser pájaro, justamente, porque nunca había contemplado a uno cansado. Siempre
veloces, siempre con ganas, siempre piando. Lo que más agradábale era la facilidad con que se
despegaba del suelo, como subía con cierta rapidez, cómo su casa se empequeñecía al igual que
las figuras de sus padres, del perro, las gallinas, los animales. Su cuerpo desgarbado, sin ninguna
gracia, la misma que anhelaba para conquistar a sus compañeras de curso, quienes poco interés
en él prestaban, lo sentía liviano, etéreo, grácil, presto a cuanta pirueta aérea se le ocurría y
entonces sonreía socarronamente, pensando que las compañeras de curso se perdían un gran
espectáculo al no mirarlo, prefiriendo al imbécil de Andrés, rubio, con padres adinerados, auto en
la puerta y mucho dinero en el bolsillo. Pensaba en que el maldito no podía realizar ese zigzagueo
que realizaba a través de los árboles. Acá su maldito auto, su maldito dinero, su maldita figura, no
le servían de nada.
Un día despertó convertido en picaflor, tratando de romper los vidrios de su ventana. Al ruido de
los picotazos, apareció su madre quien, siempre solícita, abrió de par en par la ventana, dejando al
pajarillo perderse en la arboleda del frente...
EN: http://santi.cl/dev/criticas-de-
teatro/35-criticas-de-teatro. Adaptación
8-¿Qué aspecto del montaje permite que los actores saquen sus dotes?
A) La dirección.
B) La dramaturgia.
C) La escenografía.
D) La dirección musical
12-En el texto, el enunciado ¿Hasta dónde puede entrar el público en un espacio de ficción que no
representa una situación sino que la sugiere?, permite:
A) Criticar la puesta en escena.
B) Persuadir a los lectores a ver la obra.
C) Demostrar la audacia creativa de la dirección.
D) Cuestionar la capacidad de comprensión del público
Lee atentamente y responde :
LA TIERRA
13.¿Qué enunciado indica una invitación directa que hace el hablante al niño?
A) A oír las cascadas.
B) A jugar con la Tierra.
C) A tocar el tambor indio.
D) A llamar al tambor indio.
A) La naturaleza es sonora.
B) La Tierra responde a sus hijos.
C) Los hijos de la Tierra aman la naturaleza.
D) Los elementos de la naturaleza se comunican.
Considerando los elementos destacados,
A) Anáfora.
B) Antítesis.
C) Asíndeton.
D) Oxímoron.
La protesta
Calbuco es un pueblo pesquero a 50 km de Puerto Montt. Vive a duras penas
de la merluza y los mariscos. A fines de septiembre la protesta más insólita en
muchos años recorrió sus calles: ¡los pescadores marchaban contra sus colegas
lobos! “Maten a los lobos”, “Los lobos o la gente”, decían los carteles. Veinte
días después, el biólogo de Sernapesca, Pablo Katz, recibió un llamado
anónimo avisándole que una loba tuerta agonizaba cerca del muelle. Junto al
técnico Marcelo Villa batallaron durante tres horas para atraparla. Si le echaban
un lazo al cuello arrastraba a los funcionarios por la playa. Si le ponían una red
no sabían por dónde agarrarla. Si la dejaban ahí, moría. Hasta que consiguieron
meterla en una jaula.
Un lobo tuerto no vale nada. “Ni para choapino”, dice Silveira. Él ha salvado
a un centenar de lobos sin publicidad. Apaleados, atragantados con pedazos de
red, baleados o con heridas abiertas. En 2007 evitó que 185 lobos tragaran
petróleo tras un derrame en Talcahuano. Él se encargó de dirigir el rescate:
Al principio los rescatistas tenían miedo, no querían acercarse a los lobos. Pero
les dije cómo hacerlo, les mostré cómo alimentarlos hasta que sacaran la
mancha. Ante todo, había que evitar que los lobos nadaran. Fue fácil. Silveira
también ha participado en otros derrames en Magallanes, Iquique, San Antonio.
Los entrenadores que han visto su trabajo no saben cómo lo hace. En dos
días tiene a un lobo salvaje comiendo de su mano y obedeciendo su silbato. En
15 días el lobo equilibra una pelota en la nariz. En un mes el lobo responde,
ante una pregunta, sí o no con la cabeza.
19-Al inicio del reportaje, ¿qué percibe Silveira que nadie más ha notado?
A) Que la loba olió el mar
B) Que se aproxima la lluvia.
C) Que las olas son amenazantes.
D) Que la loba necesita ser rescatada.