Máximo Décimo Meridio
Máximo Décimo Meridio
Máximo Décimo Meridio
HECHOS JURIDICOS: Son todos los acontecimientos productivos de alguna adquisición, modificación,
transferencia o extinción de una relación jurídica. Para que el derecho pueda operar, es menester que actúe
sobre algo, sobre un substractum factico.
CLASIFICACION DE LOS HECHOS JURIDICOS:
5. Naturales o humanos
6. Voluntarios o involuntarios.
7. Lícitos o ilícitos.
8. Simples y Complejos.
HECHOS CONSTITUTIVOS, IMPEDITIVOS Y EXTINTIVOS.
1. Todos los hechos son constitutivos ya que, en rigor, si son considerados por el derecho, producen
efectos jurídicos. Quien demanda por petición de herencia, a lo que aspira es a ser constituido o
declarado como heredero; quiere ser constituido en acreedor.
2. El demandado puede alegar un HECHO IMPEDITIVO, por ejemplo, en el caso de usucapión
alegando que la persona no tiene edad suficiente para adquirir la usucapión.
3. Finalmente por vía de defensa, el demandado en la hipótesis de una demanda de reconocimiento de
crédito puede alegar y probar un HECHO EXTINTIVO, tal seria, por vía ejemplificativa, la
presentación de un recibo de pago.
EFECTOS DE LOS HECHOS JURDICOS.
Los hechos jurídicos, estos pueden hacer adquirir, modificar o extinguir derechos.
1. Adquisición de derechos: El hecho jurídico lo que hace es generar los supuestos de hecho sobre
los que opera la norma jurídica y como consecuencia de ello se da el efecto de la adquisición. La
adquisición puede ser originaria y derivada.
2. Modificación del derecho: Tiene lugar cuando, permaneciendo lo esencial de un derecho, por la
ocurrencia de un hecho previsto en la ley, este se modifica en cuanto a su contenido o los sujetos.
Por ejemplo, en la avulsión o aluvión. Hechos de la naturaleza, previstos por la norma, que
determinan en un caso un aumento o disminución del contenido de derecho de propiedad de una
cosa.
3. Extinción del derecho: Tiene lugar cuando, producido el hecho, previsto en la norma, se existe la
relación jurídica existente. Las causas de la extinción puede provenir de un hecho titular del derecho
(ejemplo, el abandono de una cosa, derelictio), o de una omisión (ejemplo, dejar prescribir por el
transcurso del tiempo el derecho de exigir el pago de un crédito), de un hecho de la naturaleza
(ejemplo, el rayo que destruye la prestación prometida) o del hecho de un tercero (ejemplo,
usucapión de una cosa).
ACTOS JURÍDICOS: Caracteres del acto jurídico. La autonomía de la voluntad, fundamento y alcance de
este concepto. Clasificación de los actos jurídicos. A) Según su estructura: unilateral, bilateral o plurilateral,
simples y complejos, inter vivos y mortis causa. B) Según su forma: formales y no formales, solemnes y no
solemnes, causados y abstractos. C) Según su contenido patrimonial: onerosos y gratuitos, aleatorios y
conmutativos, de disposición, de administración y de conservación.
ACTOS JURÍDICOS: Se está en presencia de un acto jurídico cuando la modificación de una situación
jurídica de una persona ha sido querida por esa persona. Al contrario, hecho jurídico es un acontecimiento
que modifica una situación jurídica, pero sin que ese haya sido el resultado querido. “Son actos jurídicos los
hechos u omisiones humanos voluntarios lícitos que, teniendo por fin inmediato establecer entre las
personas relaciones jurídicas, producen por si mismos consecuencias que pueden consistir en la creación,
modificación, transferencia, conservación o extinción de derechos u obligaciones del derecho privado”.
CARACTERES ESENCIALES DE LOS ACTOS JURIDICOS:
1. Constituyen actos jurídicos no solo las acciones, sino también las omisiones.
2. La acción o la omisión debe cumplirse con el fin inmediato de crear, modificar o extinguir un derecho.
3. La voluntad, por si misma, adquiere un poder jurídico fundamental.
LA AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD: La ley al no poder prever todas las situaciones que se presentan en
las relaciones humanas, confiere amplio valor a la voluntad como poder para regular los derechos de las
personas. El principio de la autonomía de la voluntad, consagrado en el artículo 715 del Código Civil: Las
convenciones hechas en los contratos forman para las partes una regla a la cual debe someterse como a la
ley misma, y deben ser cumplidas de buena fe. Ellas obligan a lo que esta expresado, y a todas las
consecuencias virtualmente comprendidas. En otras palabras, aquello que fue libremente acordado por las
relaciones en sus relaciones privadas, tiene el mismo valor que así lo hubiese expresado una ley.
CLASIFICACION DE LOS ACTOS JURIDICOS:
1. Actos jurídicos unilaterales o bilaterales: Son unilaterales cuando basta para formarlos la
voluntad de una sola persona, como el testamento. Son bilaterales cuando requieren el
consentimiento unánime de dos o más personas.
2. Los actos jurídicos son positivos o negativos: Según que sea necesaria la realización u omisión
de un acto, para que un derecho comience o acabe.
3. Actos plurilaterales: En los que intervienen varias personas y en los cuales, atendiendo a las
declaraciones de voluntad emitidas se puede distinguir actos en los que concurren coincidentemente
varias personas, tales como los condóminos que resuelven vender una propiedad.
4. Los actos jurídicos cuya eficacia no depende del fallecimiento de aquellos cuya voluntad
emanan: Se llaman en este código actos entre vivos, como son los contratos. cuando no deben
producir efecto después del fallecimiento de aquellos cuya voluntad emanan, se denominan
disposiciones de última voluntad, como son los testamentos.
OTRAS CLASIFICACIONES:
Actos formales: Son aquellos en los que la ley prescribe determinadas solemnidades que deben cumplirse
para su valida celebración. A este conjunto de solemnidades se le llama forma o formalidades de las que
deben estar revestidos determinados actos jurídicos.
Actos no formales: Son aquellos actos jurídicos en los que las personas tienen la más amplia libertad de
expresar su voluntad como quieran. Estos en nuestro derecho, son la mayoría de los actos, ya que rige la
libertad de formas, salvo que la ley hubiese establecido alguna.
DISTINCION ENTRE ACTOS Y NEGOCIOS JURIDICOS:
El acto jurídico: Es todo hecho humano voluntario que produce algún efecto jurídico.
El negocio jurídico: Es la voluntad individual amparada por el ordenamiento jurídico con la concreta
finalidad de producir un efecto jurídico. Es decir, el género y la especie.
LA CAPACIDAD: La capacidad puede ser considerada desde dos puntos de vista: capacidad de derecho, o
sea la posibilidad del sujeto de determinar por sí mismo sus propios intereses, sin ninguna restricción de
orden legal, y capacidad de obrar, vale decir, la aptitud física de regir por sí mismo, sin necesidad de alguna
tutela, sus propios derechos. En Roma eran absolutamente incapaces de derecho los esclavos, aunque
entre ellos hubiese existido hasta filósofos, como es el famoso esclavo Epicteto. La incapacidad de obrar es
la propia de los menores y locos, vale decir, personas que carecen de discernimiento.
La capacidad en Roma se asentaba sobre la posesión de ciertos status, de entre los cuales son
principales:
1. El status familiae: Determinaba si una persona se regía por sí misma en sus negocios o se hallaba
bajo la potestad de otra, vale decir, si era sui iuris o alieni iuris.
2. El status libertatis: Establecía si un hombre era libre o esclavo.
3. El status civitatis: Establecía si gozaba o no la ciudadanía romana, puesto que solamente a este
estaba reservada la realización de ciertos actos solemnes como la mancipatio o la primitiva stipulatio.
CAPACIDADES EN ROMA SEGÚN LA EDAD:
1. Hasta los siete años (infante mEnor): absolutamente incapaces de hecho, incapaces de obrar.
2. De 7 a 12 o 14 años (infantiae maior): aun siendo incapaz, podía realizar actos que le beneficiaran;
debiendo para todos los casos contar con las autoritas del padre o tutor, según los casos.
Subdivisión del infante maior:
Proximi infantiae: De 7 a 10 años, carecía de responsabilidad penal.
Pubertati proximi: De 10 a 14 años (mujeres doce), ya respondían de sus hechos delictuosos.
3. De 14 a 25 años (pubertad): Requería siempre la autoritas pudiendo realizar todos aquellos actos
que le beneficiaran, respondiendo a los delitos que cometiera y pudiendo realizar válidamente
numerosos actos, como por ejemplo el matrimonio.
4. Desde los 25 años (mayoría de edad): También se podía adquirir la mayoría de edad a traes de la
venia aetatis, otorgada por el príncipe.
EL OBJETO: Es el segundo elemento del acto jurídico, el objeto puede ser considerado desde dos puntos
de vista: Como contenido del acto y como referencia a las cosas que constituyen el substractum material.
LAS PREVISIONES DEL DERECHO ROMANO:
1. Los actos jurídicos deben tener un objeto lícito.
2. El objeto de los actos jurídicos debe ser posible, material y jurídico.
3. El acto puede tener por objeto una cosa que aún no exista pero que puede existir en el futuro.
4. Los actos jurídicos no pueden tener por objeto atentar contra la moral o las buenas costumbres, ni
cosas que se encuentran fuera del comercio.
5. El objeto de los actos jurídicos debe ser cosa que este en el comercio, o que por un motivo especial
no se hubiese prohibido que sea objeto de algún acto jurídico.
DECLARACION DE VOLUNTAD: Si no existe declaración de voluntad, puede afirmarse que no existe acto
jurídico. Esta voluntad debe manifestarse expresamente; de ahí que la ley establezca: “Ningún hecho tendrá
el carácter voluntario sin un hecho exterior por la cual la voluntad se manifieste”.
VALOR DEL SILENCIO: Los romanos tienen algunos casos en el que el silencio tiene un valor positivo
como forma de expresión de voluntad, como por ejemplo: Cuando una mujer, separada de su marido, le
denuncia un embarazo, el silencio de este es una confesión de paternidad. La doctrina moderna ha
establecido que ante el silencio debe considerarse tres situaciones que conducen a otorgar validez al
mismo:
1. Que exista la posibilidad de manifestarse expresamente.
2. Que la manifestación de voluntad no pueda sino interpretarse en forma positiva.
3. Que entre el silencio conocido y la declaración de voluntad desconocida, la relación sea asertiva.
LA INTERPRETACION: El problema de la interpretación adquiere relevancia más que nada en los negocios
consensuales o actos jurídicos en los que la ley dejo librada a la voluntad de los contrayentes la elección de
la forma. El problema es más arduo cuando nos hallamos ante una discordancia entre la voluntad real del
sujeto y lo que ha expresado en el acto.
La interpretación en la época primitiva: En esta época predominaban, los llamados actos jurídicos
formales, no cabía ninguna clase de interpretación, numerosos son los actos de esta naturaleza en el
antiguo derecho romano: la mancipatio, actos per aes et libram, in iure cesio, etc.
La interpretación en la época clásica: En esta etapa aparecen numerosos tipos de negocios en los que la
formas se utilizan con carácter simbólico en unos casos, y en otros se da amplia prominencia a la voluntad
expresada sin formalidad específica.
La interpretación en la época clásica o bizantina: Según el testimonio de todos los romanistas, media
una interpretación acusadamente subjetivista. Se entra a analizar el animus de las personas que intervienen
en el acto jurídico.
DISCORDANCIA ENTRE VOLUNTAD Y SU DECLARACIÓN: En la vida práctica puede ocurrir que una
persona quiera un efecto jurídico determinado, y sin embargo, al celebrar el acto, declare cosa diversa. A
resolver la cuestión se dirigen las dos teorías que a continuación enunciamos:
Teoría de voluntad: Para esta teoría debe primar la voluntad real de las personas que concurren a celebrar
el acto jurídico, se fundamenta en este razonamiento: Si el acto jurídico es un acto voluntario, está dicho que
cuando media una discordancia entre lo querido y lo declarado no nos hallamos ante la presencia de un acto
voluntario, este no existe, es simplemente nulo.
Teoría de la declaración: Si el legislador quisiera que solo se produjesen los efectos jurídicos
correspondientes a la voluntad interna, daría lugar a las mayores injusticias en los negocios del comercio
jurídico, y especialmente en los contratos de la vida diaria, puesto que la parte contraria solo puede
responder ateniéndose a la voluntad de exteriorizada. En otros términos, la teoría de la voluntad mira tan
solo el interés de quien hace una declaración de voluntad, sin brindar suficiente tutela jurídica al otro posible
contratante.
Teoría de la responsabilidad: En el caso de tener que interpretarse una declaración de voluntad, se
atiende a la voluntad real de quien la emitió, pero no de una manera libre, sino deduciéndola de lo declarado
y de las circunstancias del caso. La única situación en que se está a lo declarado frente a la voluntad real,
es en el caso de que quien emite una declaración de voluntad lo hace dolosamente.
Teoría de la confianza: Si quien recibió a declaración de voluntad de buena fe, según las circunstancias del
caso, creyó en lo declarado, debe ser amparado, salvo caso, también debe existir dolo. En otros términos
quien recibió la oferta o declaración de voluntad debe ser amparado so pena de inferírsele inmotivadamente
perjuicios de consideración.
DECLARACIÓN DE VOLUNTAD IOCANDI GRATIA: La que se hace por broma y sin querer su contenido.
Tal lo que ocurre cuando en una escena teatral dos actores, en ejecución de sus respectivos papeles, se
prometen en matrimonio. Se dice en este caso que han querido la declaración, pero no su contenido.
LA SIMULACIÓN: Es la declaración de un contenido de la voluntad no real, emitida conscientemente y de
acuerdo entre las partes, para producir con fines de engaño la apariencia de un negocio jurídico que no
existe o es distinto de aquel que realmente se ha llevado a cabo. Una declaración deliberadamente
disconforme con la intención, para engañar a terceras personas.
FORMAS DE SIMULACIÓN:
Simulación absoluta: Se da cuando las partes se proponen producir la apariencia del acto que no quieren
realmente. Ejemplo: Se simula la venta de una propiedad cuando las partes no se proponen tal cosa: se
inscribe la transferencia en los registros, pero su propietario continúa disponiendo de ella. Vale decir, bajo el
negocio simulado no existe ningún negocio real.
Simulación relativa: Cuando las partes realizan un negocio real con apariencia de otro. Ejemplo: Se simula
un contrato de comodato cuando en realidad se celebra un contrato de locación. Es decir, bajo el negocio
simulado existe un negocio real.
Simulación por interposición: Cuando se quiere engañar acerca de quienes participan realmente en el
negocio, se busca un titular fingido (testaferro), quien posteriormente completa el acto jurídico. Ejemplo: El
caso frecuente de transferencia de bienes a hijos naturales a través de una interpósita persona. En el
LA RESERVA MENTAL: Al igual que la Simulación se declara una cosa distinta de lo realmente querido,
pero con la diferencia de que quien incurre en la reticencia es uno solo de los intervinientes en el acto, con el
propósito de engañar a la contraparte. El otro ignora que la declaración no corresponde a la realidad de lo
querido. La reserva Mental no produce el efecto de invalidar el acto, puesto que este surte todos los efectos
como si ella no hubiera existido, tanto más cuando que la voluntad reservada ha permanecido en secreto, en
el fuero íntimo del declarante. Ejemplo: Un individuo que deseando copular con una mujer, en el acto del
matrimonio declaró un nombre diferente al suyo.
LOS NEGOCIOS FIDUCIARIOS: Se llama acto fiduciario a la transmisión de un derecho económico que no
exige tal transmisión. Ejemplo: En el mandato para el cobro de un cheque, se lo endosa, lo cual supone que
es su propiedad. El nombre de estos negocios deriva de Fiducia, fe; importan un acto de confianza.
La mancipatio fiduciae causa: Conocida como enajenación con fiducia. En el que a los efectos de
garantizar un crédito se realiza la transferencia (mancipatio) de una cosa, negocio normal al que se le anexa
el pacto de fiducia por virtud del cual pagado el crédito surge la obligación del acreedor (o fiduciario) a
restituir el objeto inicialmente transferido.
El fideicomiso: Es un instrumento de derecho sucesorio al que se apelaba dejando como heredero a un
amigo, con el encargo, de buena fe, de que transmita el patrimonio a un incapaz de heredar. Inicialmente
solo tenía una sanción moral que posteriormente se transformó en jurídica nombrándose al efecto al Pretor
Fideicomisario encargado de cumplir el acto de última voluntad.
VICIOS DE LA VOLUNTAD:
No puede hablarse de que un hecho es cumplido voluntariamente si el agente no lo ejecuta con
discernimiento, intención y deliberación, Ahora bien, para que una persona pueda actuar intencionalmente
en la celebración de un acto, es precisa que tal intención no sea viciada. El vicio que normalmente invalida
la intencionalidad es el error o también el dolo. La libertad de las personas, a su vez, es invalidada por la
violencia. Cuando se producen algunas de estas situaciones: existencia de error, dolo o violencia, el acto no
puede considerarse voluntario, consiguientemente el derecho no le confiere validez: son nulos o anulables,
según el caso.
EL ERROR: DISTINTAS ESPECIES: El error es el falso conocimiento de un objeto o de un hecho; la
ignorancia es la falta de todo conocimiento. Como quiera que el falso conocimiento de las cosas es lo que
con más frecuencia induce a obrar, así en los actos jurídicos se nombra con más frecuencia el error que la
ignorancia.
EL ERROR IMPROPIO U OBSTATIVO: Tiene lugar el llamado error impropio u obstativo cuando media una
discordancia entre lo querido y lo declarado al expresar la voluntad, de manera que cuanto hemos
expresado respecto a estos tiene perfecta cabida en este acápite. No obstante ello, analicemos los casos
que consideran los romanos.
1. Error in persona: el acto es válido o nulo según la consideración de la persona sea relevante o no;
así por ejemplo, cuando contrato para pintar un un muro al pintor Juan creyendo contratar a Pedro, el
hecho carece de mayor relevancia y no es invalidante del acto, pero si contrato a un pintor de brocha
gorda cuando lo que necesito es un artista para realizar un retrato, el error es relevante e invalida el
acto.
2. Error in sexo: anula el acto, poniendo Ulpiano el ejemplo de la persona que creyendo comprar una
esclava resulta que compra un esclavo.
3. Error in corpore: ya que el error sobre la identidad del objeto hace que se contrate respecto de una
cosa totalmente diferente a la querida. Recibe igual tratamiento que el error in sexo.
4. Error in quantitate: Posee dos soluciones, en la época clásica era invalidante del acto, en tanto que
en la época de Justiniano era admitida la posibilidad de convalidar el negocio hasta la cantidad en
que existía el acuerdo.
EL ERROR PROPIO SOBRE LA NATURALEZA DEL ACTO (IN SUBSTANTIA): No se trata aquí de que
una persona adquiera una cosa y diga otra, sino que, teniendo en mira ciertas condiciones con relación a un
negocio u objeto, presta su consentimiento al acto posteriormente resulta que los hechos no se compaginan
con la intención del sujeto. En el error impropio la voluntad y lo declarado discrepan, aquí lo querido y lo
declarado coinciden formalmente, aunque lo querido realmente sea otra cosa.
1. Error sobre la naturaleza del acto: por ejemplo, queriendo celebrar una compraventa se celebra una
locación.
2. Error in sustancia: en este caso el que lo padece tiene la falsa apreciación respecto de una cualidad
considerada esencial en la cosa, objeto del contrato. Las fuentes registran numerosos casos de error
in sustancia, tales por ejemplo el caso del vinagre que se compra creyendo que es vino.
EL DOLO: El dolo no es sino variante del error, porque la intencionalidad del acto está viciada por el
engaño, aunque en aquel engaño provienen de quien padece el error y en este media una actividad
encaminada a inducir en engaño a dicha persona por parte de orar. El dolo es toda astucia, falacia o
maquinación con el fin de engañar, sorprender o defraudar al otro.
LA VIOLENCIA: La violencia es la acción ejercida sobre quien emite la voluntad de una manera tan
irresistible que inválida totalmente su libertad de determinación. Se distinguen dos tipos de violencia: vis
absoluta o corpora illata (violencia física) y la vis impulsiva o anima illata o timor(violencia moral). En ambos
casos el factor atacado es la libertad de la persona, con lo que el acto pierde su carácter voluntario.
A fin de que la violencia sea relevante para el derecho, es menester que concurran los siguientes
requisitos:
Debe ser injusta (vis injusta), no ejerce violencia el acreedor que amenaza con demandar a su deudor.
Debe ser grave, amenazar la vida, la integridad personal de la víctima.
Irresistible e inminente, es decir, que está vedada la posibilidad de obtener auxilio para defenderse de ella.
LA REPRESENTACIÓN: La representación es la emisión o recepción de una declaración de voluntad para
otro en nombre de este, es decir de tal modo que los efectos repercuten directamente sobre el representado.
No se debe confundir los casos de gestiones a través de otro con lo que no es lo mismo gestión en nombre
de otro.
CLASES DE REPRESENTACIÓN.
1. Representación necesaria o legal: Por imperio de la ley se otorga a los incapaces de hecho. Tal es
el caso de la tutela y la curatela. En la imposibilidad de obrar el menor impúber o el demente, la ley
provee la gestión de sus actos jurídicos en la persona de sus representantes, y como se trata de una
situación excepcional, busca que sean los padres los que otorguen la tutela y la curatela.
2. Representación voluntaria: En este caso no existe ningún imperativo legal, pero de ella se valen
las personas en diversas circunstancias de la vida para satisfacer sus necesidades, por la simple
voluntad de las personas.
La representación voluntaria se subdivide en:
1. Representación propia o directa: tiene lugar cuando el representante actúa en nombre del
representado a quien automáticamente transmite todos los efectos de su gestión, el representante
debe actuar en virtud de un poder.
2. Representación impropia o mediata: que tiene lugar cuando una persona a nombre propio realiza
actos o negocios jurídicos, adquiriendo derecho y contrayendo obligaciones que posteriormente
transmite a la persona representada. Es la forma como actuaban los administradores de sociedades
romanas y aun los mandatarios en general.
CASOS DE REPRESENTACION EN ROMA:
Cognitor: Es el antecesor de la institución del procurator, remotamente el cognitor podía verse involucrado
en los casos en donde un ciudadano fuese llamado a las armas y debiere hacer frente a un proceso que
mediando palabras solemnes podría valerse de los servicios de un cognitor.
Procurator: Luego de una profunda transformación propiciada por las guerras púnicas, la sociedad romana
eminentemente agrícola y pastoril necesitaba figuras en materia de representación, aparece la figura del
procurador, donde aparentemente un liberto con la obligación de prestar servicios a beneficio del patrón
daría lugar a relaciones más concretas, como el cuidado de los cultivos de su ex patrón o de ciertos
edificios. En general jurídicamente se regulaba por la actio negatorium gestio. Con el correr del tiempo el
procurator también se encarga de negocios particulares de ahí deriva la palabra procurador como agente
judicial.
Actio instintoria: Quien hubiese contratado con un factor de comercio, vale decir, la persona libre o esclava
que se encuentra al frente de un establecimiento comercial, tenía acción directa contra el propietario del
negocio o institor.
Actio exercitoria: Para hacer frente a las necesidades de comercio marítimo. Exercitor era el patrón o
persona que comandaba una nave, y quien contrataba con él no podía saber si era dueño o no. De ahí que
por la vía de la actio exercitoria tenía acción contra el dueño de la nave.
ELEMENTOS ACCIDENTALES DE LOS ACTOS JURIDICOS:
LA CONDICIÓN: La condición es todo evento, futuro o incierto, al cual está referido el nacimiento o
extinción de un derecho.
CLASES DE CONDICIONES:
5. Positivas y negativas: Siendo las primeras las que hacen consistir la condición en un hecho
positivo: “Si llueve dentro de tal fecha te daré X ” y negativas en caso contrario.
6. Potestativas, causales y mixtas: Son condiciones potestativas aquellas en que la realización de un
hecho depende exclusivamente de la voluntad de una persona: Ej: Si te recibes de abogado, te
regalaré tal cosa. Son causales aquellas en que el hecho en que consiste es absolutamente
independiente de la voluntad de las personas. Ej: Si cayera granizo, te liberare de tal obligación.
Mixtas cuando interviene la voluntad pero no de una manera determinante.
7. Condición suspensiva: Se da cuando mediante la condición nace un derecho y entra en vigor el
acto jurídico.
8. Condición resolutoria: Es aquella en que producido el evento, se extingue, cesa un determinado
derecho o facultad.
EFECTOS DE LAS CONDICIONES:
Pendiente conditione: No se tiene certeza si ocurrirá o no el evento condicionante.
Condición cumplida: El acto produce todos los efectos previstos.
Condición frustrada o defecta conditione: Momento en que se sabe, con certeza, la imposibilidad de
producirse la situacion eventual prevista.
EL TÉRMINO, DIFERENCIA CON LA CONDICIÓN: Su diferencia de la condición es que el término debe
llegar fatalmente, en consecuencia se habla de un término suspensivo y término resolutorio, que daban lugar
a los llamados negocios o ex die o a término. En la caracterización de los romanos distinguimos en
consecuencia el dies a quo (día o plazo a partir del cual) y el dies ad quem (hasta tal dia). El dies incertus,
que se da cuando no se sabe cuándo llegará el día (por ejemplo, la muerte de una persona) se sabe con
certeza que llegará, lo que diferencia claramente de la condición. También reconocen el dies cedit, o sea, el
día desde el cual comienza a correr el plazo y el dies venit o sea el momento en que el plazo se cumple. En
resumen hablamos de un término suspensivo cuando cumple un término y nace un derecho, o termino
resolutorio cuando llegado el término, dies venit, se resuelve o perece un derecho.
NEGOCIOS O EL MODO O CARGO: El modo o cargo es otro de los elementos accidentales de un acto
jurídico que suele insertarse tan solo en los actos de liberalidad, o al título gratuito , como la donación o el
legado, y que consiste en imponer al beneficiario del acto la obligación de dar un determinado destino a todo
o parte de los bienes que se otorgan. Si el beneficiario no cumple con el modo, el acto es pasible de
anulación o revocación de la liberalidad.