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El Territorio Escolar Un Libro para Leer

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El territorio escolar, un libro para leer.

“El ambiente natural sufre la competencia invasiva de las “realidades virtuales” generadas
por los medios electrónicos, que une personas en cualquier parte del mundo a través de
Internet y la World Wide Web” [CITATION DeB02 \p 48 \l 2058 ]

Resumen.

Es necesario reconocer los espacios y territorios que los estamentos educativos,


construyen en sus escuelas. En el territorio escolar y en particular en las
territorialidades el estudiante recrea su historia personal, puede idealizar sueños y
construir esperanzas. Con base en lo anterior, es pertinente asumir la
comprensión de la escuela bajo unos nuevos parámetros como son las
territorialidades ya que ellas explicitan las relaciones que se dan en cada uno de
sus miembros.
Por lo tanto, leer y escribir la escuela, es una interpretación, comprensión y
búsqueda de sentido de categorías: La cultura escolar y la territorialidad. La
cultura observada desde lo escolar y el entorno, es decir las relaciones que tejen
los sujetos de la escuela en su espacio. Las territorialidades asumidas como los
espacios construidos socialmente y los sujetos que habitualmente los ocupan.

Palabras claves: Escuela, Leer, Territorio, Cultura Escolar.

La escuela

“Dentro de la escuela se ponen de manifiesto las contradicciones, conflictos y


exigencias de los distintos sectores de la sociedad (…) La escuela no existe cual
una isla separada de la realidad política, económica y social”. (Ibarra, 2006: s.p)

En la escuela se entretejen procesos desde una cultura institucional expuesta en


la normatividad expedida por el MEN (Ministerio de Educación Nacional) y la
reconstruida en el PEI (Proyecto Educativo Institucional); hasta una cultura
académica liderada por los docentes, una juvenil proyectada por los estudiantes y
una que se mueve entre lo tradicional y lo moderno liderada por otros actores que
tienen relación directa con la escuela como los padres de familia.

En el proceso de construcción social de la escuela y de interacción entre los seres


humanos y de estos con la realidad, es pertinente el diálogo que promueve la
reflexión desde el pensamiento y la construcción de tejido social. En esta
situación, los encuentros y desencuentros del pensamiento son humanos, no
dados por terceros, son productos de la relación consigo mismo y con el otro.
1 Sánchez Vargas. José Sídney. Catedrático. Universidad del Tolima. Miembro del grupo de Investigación:
Espacio Tiempo en Didáctica de las Ciencias Sociales. Universidad del Tolima.

1
Sin embargo, como lo expone Kosik, (1963: 39) “… las cosas no se presentan al
hombre directamente como son y el hombre no posee la facultad de penetrar de
un modo directo e inmediato en la esencia de ellas, la humanidad tiene que dar
un rodeo para poder conocer las cosas y la estructura de ellas”. En este proceso
se plantea la explicación objetiva y racional del territorio –la realidad- como la
fuente y la base para la comprobación del conocimiento.

Por lo anterior, la lectura debe liderar este proceso de interrelaciones en asocio


con disciplinas humanas, es decir debe avanzar en la construcción de un trabajo
cooperativo porque el interés es ofrecer a los estudiantes las herramientas de
pensamiento que les permitan identificar y comprender la complejidad de la
realidad social y a la vez la posibilidad de intervenir constructivamente en su
transformación para beneficio de toda la sociedad. Es básico que las diferentes
áreas del conocimiento asuman una actitud vital para que puedan desde el
espacio próximo ganar elementos para construir, reconstruir, interpretar,
comprender el territorio donde los seres humanos construyen sus vivencias.

El estudiante lee y comprende por las relaciones que establece con el otro y los
vínculos afectivos con el mundo que lo rodea. La lectura y la escritura del territorio
escolar posibilitan la construcción y restauración de los hechos sociales. Leer y
escribir la escuela es una estrategia para estudiar las vivencias humanas.

En los procesos culturales y sociales se re-construyen territorialidades manifiestas


como un estilo de vida que permite caracterizar la configuración territorial de la
escuela y la proyección que ejerce ésta en el mundo escolar y como se inserta en
los procesos culturales. Estas relaciones facilitan la observación y comprensión de
situaciones entre la cultura de la escuela y la del entorno.

En los territorios y territorialidades escolares se pone de manifiesto como los


procesos globales afectan lo local y regional. El estudiante, asume ciertas
posturas que son evidentes en otros espacios y las traslada a su diario vivir. Los
medios masivos de comunicación se convierten en modeladores de actitudes, de
procesos culturales, ideológicos, sociales y políticos. La escuela en este caso
asume (copia) lo que se vive en otras latitudes.

¿Qué Leer?: Territorio y cultura escolar2.

Territorio

2 Sánchez Vargas. José Sídney. (2011). Tesis Maestría Territorio Conflicto y Cultura. Escuela oculta:
territorialidades invisibles un aporte a la construcción social de la escuela. Universidad del Tolima. Ibagué.

2
De acuerdo con Goueset, (1998), el territorio debe ser entendido como un espacio
geográfico con pertenencia jurídica, es decir autoridad política sobre una escala
determinada; la territorialidad corresponde al modo de apropiación y las relaciones
sociales en un espacio terrestre, es el vínculo visible e invisible de la interacción
social; por ende lo estudiantes además de tener un acercamiento próximo a los
conocimientos, debe hacerse partícipes en la construcción de territorialidad, es
decir a esos lugares frecuentados, a esas relaciones que se construyen, a los
valores psicológicos, representaciones e imaginarios que se tejen en el espacio
geográfico.

Así mismo, retomando los postulados de Montañez Gómez y Delgado Mahecha,


(1998) para el análisis del Territorio, se puede indicar que en el territorio de la
escuela se expresan las relaciones sociales, no solamente el marco espacial que
delimita el poder, donde existen grupos, personas, con mentalidad, con intereses
diferentes, percepciones distintas que pueden generar relaciones
complementarias, cooperativas y de conflicto; de hecho el territorio de la escuela
no es fijo, es mutable, es cambiante y permanentemente se re-significa.

Cultura Escolar

“El campo de la educación no tiene una definición clara y consistente de cultura


escolar. El término se ha usado junto con una gran cantidad de conceptos, tales
como "clima", "ethos", y "saga" (Deal, 1993, citado por Stolp, 1994: 1)

Retomando las ideas de Geertz (citado por Stolp,1994) sobre cultura, al hablar de
patronos de significados transmitidos históricamente, la cultura escolar será lo que
la gente piensa y lleva a la praxis; por lo tanto se incluye en el término las normas,
los valores, las creencias, las ceremonias, los rituales, las tradiciones, y los mitos
comprendidos, quizás en distinto grado, por los miembros de la comunidad
escolar.

En diferentes estudios, la categoría cultura escolar la asumen según el estamento


que la caracteriza. Para Poblete, (2006: 186) “la cultura escolar propone e impone
no solo formas de pensar, sino comportamientos dentro de los centros y las aulas,
de acuerdo con ciertas normas éticas que regulan la interacción entre sujetos”. En
el mismo sentido (Olivera Rivera, 2006: 10) expresa que “La cultura escolar indica
lo que los adultos quieren que los niños y jóvenes aprendan en la escuela” . En
estos documentos la cultura escolar implica una situación que genera
controversia, es una mirada desde el plano de lo institucional, de lo político,
orientado por el MEN.

La cultura escolar asume características según el punto de vista de los actores y


aquí es pertinente preguntar: ¿cómo la escuela se relaciona con el mundo
circundante? La cultura escolar es la forma como cada uno de los estamentos

3
interactúa con el otro y el contexto. Esta conceptualización permite comprender
que la escuela es dinámica y se construye desde la cotidianidad; trasciende el
aula de clases y el centro educativo, tiene incidencia en el medio y a su vez el
medio la reconfigura. Sin embargo, la escuela no es un concepto definitivo porque
está en permanente construcción.

La escuela refleja las relaciones y las representaciones sociales que se


construyen en los espacios urbanos, como lo describe Bustamante Bohorquez y
Diaz F (2007: 38), “desde la amabilidad hasta la violencia, el robo y en general lo
que termina uniendo a maestros y a estudiantes así como a todos los miembros
de la sociedad: la desconfianza de los unos en los otros, el temor ya mencionado y
los fantasmas de la inseguridad que perforan cada uno de nuestros espacios
vitales”.

La escuela vincula la cultura escolar con la vida cotidiana, de acuerdo con Ibarra,
(2006) “El estudiante llega a la escuela no sólo con la cultura familiar sino también
con un fuerte influjo cultural, proveniente no solo de la cultura local sino
internacional, producto de la globalización en la que estamos insertos” (pag.. 23) .

La escuela cumple una doble finalidad: una individual en cuanto a la producción de


una subjetividad determinada por los postulados constitucionales en especial el
modelo de sociedad que se busca construir y la otra se refiere a mantener un
orden social. A continuación se relacionan algunos elementos claves de la cultura
escolar, de acuerdo al trabajo de Martinez Otero, 2003,

Tabla 1. Aproximación a la cultura escolar.

-Se basa en aspectos complejos de orden cognitivo, afectivo, ético, estético, social,
conductual por lo tanto la cultura es unitaria y plural, por cuanto es un entramado
heterogéneo de conocimientos, creencias, sentimientos, actitudes, valores, gustos,
relaciones, costumbres, rituales, etc.
-Entre cultura y escuela hay una estrecha relación. La cultura escolar es educativa en el
sentido de que cala en la personalidad. Por otro lado, cada miembro de la
comunidad contribuye con su sello a generar esa cultura.
-Depende de las personas que constituyen la comunidad educativa, pero también de la
sociedad en que se encuentra la institución.
-La cultura escolar es el resultado de significados que se seleccionan, intercambian y
propagan.(es dinámica).
-Cada comunidad educativa posee su propia cultura escolar. Por más que haya ciertos
“universales culturales”, cada institución escolar tiene su idiosincrasia, es decir, su
“singularidad cultural”.
-La cultura escolar penetra por todos los rincones del centro educativo. Ejerce, de
hecho, un impacto (patente y latente) en el proceso formativo.

Siguiendo con Martinez Otero (2003), se pueden rastrear algunos elementos de la


cultura escolar:

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Tabla 2. Elementos de la cultura escolar

Normas.- Ya sean de tipo Estatal (MEN) y/o normas desarrolladas al interior de cada
Escuela.
Mitos.- Eventos extraordinarios sucedidos en la escuela.
Símbolos.- Son representaciones convencionalmente aceptadas por los miembros de la
institución educativa y que contribuyen a la construcción y el fortalecimiento de la
identidad colectiva. Los símbolos (insignias, escudos, logotipos, etc.) permiten atraer la
atención, al tiempo que condensan y difunden la filosofía del centro educativo. También
la forma de vestir, el diseño del mobiliario y la configuración del espacio tienen un valor
simbólico.
Ritos.- Es el conjunto de reglas establecidas por la comunidad educativa en los
ceremoniales. Estas formalidades patentes en determinados actos, v. gr., apertura del
curso, aniversarios, graduaciones, etc., refuerzan los sentimientos de pertenencia y
posibilitan el encauzamiento de la cultura organizacional
Lenguaje y comunicación.- El lenguaje y el estilo de comunicación propios de los
miembros de un centro educativo constituyen una de las señas de identidad del mismo.
Producciones.- Los diversos materiales (vídeos, libros, revistas...) producidos por el
centro educativo llevan el cuño de la cultura escolar.
Valores.- Con frecuencia los miembros del centro educativo comparten un sistema
axiológico que modula y guía sus acciones
Supuestos básicos.- Son en cierto modo los cimientos de la cultura escolar. Aunque
sean invisibles orientan el comportamiento. Son ideas implícitas o creencias
subyacentes sobre las personas y la organización.

La cultura escolar se aborda como los espacios de aprendizaje dentro y fuera del
aula de clases, las relaciones que se establecen y las pautas de comportamiento
de cada estamento educativo. La escuela es un territorio que se construye
socialmente. De acuerdo con Ruiz Botero (2006), ella es un espacio socializado y
culturalizado; se da una permanente configuración desde la experiencia de sujetos
y contextos, asociados a los usos y apropiación que las comunidades hacen de su
espacio físico, así mismo, de las relaciones y representaciones sociales que se
tejen para la vida; es decir, el territorio escolar funda, reúne y une.

Síntesis

Leer el territorio escolar es una posibilidad pedagógica para conocer el territorio


escolar, La escuela entreteje una serie de espacios que van desde lo cercano (lo
íntimo) hasta los macro territorios, todos estos atravesados hoy día por las
tecnologías de la comunicación y que en cada espacio sellan características
particulares. Sólo es posible encontrar significado a la academia cuando se
vincule el estudiante con la realidad.

El territorio, cobra vigencia, no como un espacio físico, ni biológico, sino como un


espacio social, cultural, construido, que debe interpretarse, relacionarse para
obtener una visión global y local de lo que acontece en la cotidianidad; como

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hecho favorable que facilita este acercamiento se enlazan los procesos de lectura
y escritura que desarrollan los seres humanos para propiciar un reconocimiento a
la realidad. Por lo tanto cada escuela construye su territorio acorde a su contexto,
la cultura y relación con los procesos locales y globales, situaciones que ofrecen
las herramientas donde se construye la cultura escolar de una población que
proviene de diferentes estratos socio-económicos.

La lectura y la escritura deben ser concebidas como estrategias de comunicación,


Se lee en las calles, en los medios, en el campo, en las caras de las personas e
incluso en las nuevas tecnologías, es inalienable a nuestras sociedades. La
escuela se vuelve dinamizadora de la riqueza cultural que comparten los
diferentes estamentos educativos (Docentes, Estudiantes, Padres de familia)

“Al parecer, la experiencia escolar se ancla en las tensiones entre las


continuidades y las rupturas: entre la vida barrial y la escuela, entre los
discursos y prácticas familiares y las producidas en esta organización
social, entre los roles definidos desde sectores marginales a jóvenes
hombre y mujeres y el lugar como sujetos sociales con derechos que se
gesta en la escuela, entre las acciones violentas y la palabra que dirime
el conflicto, entre la realidad de la vida y la ficción de la institución
educativa. (Ruiz Botero: 2006 pág. 14)

REFERENCIAS

Bustamante Bohórquez, B. & Díaz F,A. (2007). Pedagogías urbanas. Bogotá:


Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

De Beaugrande, R. A. (2002). La agenda del Ecologismo para el estudio del texto


y el discurso. En I. C. Universidad Nacional de Colombia, Curso Internacional:
Análisis del Discurso en las Ciencias Sociales, la Cultura y el Territorio. Memorias
(págs. 31-207). Bogotá: Imprenta Patriótica del Instituto Caro y Cuervo,
Yerbabuena.

Goueset, V. (1998). El territorio colombiano y sus márgenes. Territorios, (001): 77-


94.

Ibarra, M.L. (2006). El rol del profesor. [Internet].Recuperado de:


http://www.psicologia-online.com/articulos/2006/rol_profesor.shtml.

6
Kosik, K. (1963). Dialéctica de lo concreto. México: Grijalbo.

Martínez Otero, V. (2003). Cultura escolar y mejora de la educación. En: Revista


complutense de educación, (14): 57-82.

Montañez Gómez, G.& Delgado Mahecha, O. (1998). Espacio, Territorio y Región


conceptos básicos para un proyecto nacional. (U. N. Colombia, Ed.) Cuadernos de
Geografía, VII: 1-2.

Olivera Rivera, E. (2006). La escuela pública como representación simbólica


popular. Una lectura interpretativa desde el interaccionismo simbólico en
Iberoamérica. En: Revista Iberoamericana de Educación, 4(40): (s.p). ISSN: 1681–
5653. Recuperado de: http://www.rieoei.org/deloslectores/1527Olivera.pdf

Poblete, M.R. (2009). Educación Intercultural en la Escuela de Hoy: reformas y


desafíos para su implementación. En: Revista latinoamericana de educación
Inclusiva, 3(2): 181-200. ISSN: 1989-0397. Recuperado de:
http://www.rinace.net/rlei/

Ruiz Botero, L.D. (2006). La escuela: territorio en la frontera. Tipología de


conflictos escolares según estudio comparado en Bogotá, Calí y Medellín.
Medellín: IPC, Instituto Popular de Capacitación, Corporación de Promoción
Popular. ISBN: 958-97830-2-3. Recuperado de:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/colombia/ipc/ruiz.pdf

Stolp, S. (1994). Liderazgo para la cultura escolar.[Internet]. Recuperado de:


http:www.ericdigests.org/2003-3/escolar.htm

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