Afam
Afam
Afam
Revestimiento
AFAM
Morteros de
Revestimiento
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Autores:
Igone Azkárate
Paloma Ballester
Román Coll
José Ángel Lechuga
Doménec Masó
Marisa Millán
Pachi Moreno
Ernesto Navarrete
Álex de la Peña
Fernando Ríos
Óscar Rodríguez-Mora
José Román
Antonio Tébar
Diseño y maquetación:
AFAM
asociación nacional de fabricantes de mortero
Los textos e imágenes incluidos en esta guía muestran el estado tecnológico y normativo en el momento de
su edición. No puede excluirse que contenga inexactitudes. Afam declina cualquier responsabilidad deri-
vada de efectos no deseados o daños que pudieran derivarse de la interpretación de estos contenidos. El
usuario del documento acepta estas circunstancias.
2
Índice
Página
Presentación 5
1. Introducción 7
2. Propiedades 9
2.1. Resistencia 9
2.1.1. Definición 9
2.1.2. Tipos de mortero según su resistencia 10
2.1.3. Factores que influyen en la resistencia del mortero 10
2.1.4. Medición de la resistencia de los morteros
de revestimiento 10
2.2. Adherencia 15
2.2.1. Definición 15
2.2.2. Factores que influyen en la adherencia 16
2.2.3. Soportes para enfoscados 16
2.3. Estanqueidad 18
2.3.1. Tipos de morteros según su permeabilidad al agua 18
3. Durabilidad 23
Página
3.2. Eflorescencias 29
3.2.1. Mecanismo de formación 30
3.2.2. Recomendaciones 32
3.2.3. Limpieza de las eflorescencias 33
3.3. Fisuras y desprendimientos 33
3.3.1. Fisuras 33
3.3.2. Desprendimientos 38
3.4. Humedades 39
3.4.1. Generalidades 39
3.4.2. Causas de las humedades 39
3.4.3. Efectos de la humedad 40
4. Puesta en obra 43
4.1. Ejecución 43
4.2. Soporte 44
4.2.1. Definición 44
4.2.2. Tipos de soporte y características 44
4.2.3. Preparación del soporte 44
4.2.4. Exigencias del soporte para una buena colocación del
revestimiento 45
4.3. Criterios de diseño y tipos de acabado 46
4.3.1. Criterios de diseño 46
4.3.2. Tipos de acabados 49
4.4. Puntos singulares. Refuerzos, fijaciones 52
4.4.1. Zonas de mortero armado 52
4.4.2. Unión entre materiales de distinta naturaleza 54
4.5. Criterios de diseño y tipos de acabado 54
4.5.1. La pintura como revestimiento 56
4.5.2. Tratamiento de la superficie del mortero 56
5. Anexos 61
Bibliografía 63
Empresas de AFAM 65
4
Presentación
E sta guía completa la primera serie de monografías que AFAM ha dedicado al mortero
en sus diversos contenidos y aplicaciones; tras los tres volúmenes editados ante-
riormente:
Morteros de Revestimiento aborda una de las aplicaciones más extendidas de este material
en la construcción tradicional y actual. La guía parte de las propiedades más relevantes de
este tipo de morteros para examinar las solicitaciones a que, comúnmente, se ven someti-
dos. La parte final del texto atiende a un carácter práctico tratando los principales requeri-
mientos y factores relativos a la ejecución y puesta en obra del mortero, así como su interacción
con otros materiales.
El manual concilia la ejecución de estas técnicas tradicionales con los morteros más avan-
zados en este área. Las actuales exigencias de calidad y control constructivas encuentran
una excelente respuesta en los morteros secos por su alto nivel de control y adaptabilidad
de sus prestaciones.
5
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
6
1
Introducción
Con todo, esta norma supone una profunda revisión y marca la transición hacia los nuevos
morteros de revestimiento: introduce un sistema de designaciones novedoso y eleva unas
7
exigencias más consecuentes con la función de estos materiales.
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
8
2
Propiedades
2.1. Resistencia
2.1.1. Definición
Distinguimos dos tipos de resistencias relacionadas con las solicitaciones que deberá de
soportar el mortero: compresión y tracción.
La resistencia a compresión nos proporciona una idea de la cohesión interna del mortero.
Indica, así, su capacidad de soportar presiones sin disgregarse. La cohesión también se
relaciona con el grado de estanqueidad que será capaz de alcanzar una vez dispuesto.
La resistencia a tracción nos proporciona información sobre la dificultad que oponen las
partículas a separarse. Como en el resto de este tipo de materiales la resistencia a trac-
ción es baja, por lo que debe asegurarse que el material no estará expuesto a estas
solicitaciones.
Tabla 1
Categorías de Resistencia
para morteros para revoco
y enlucido (según UNE-EN
998-1:2003).
Los moteros de clases CS I y CS II, se destinan a uso interior. Son morteros menos cohe-
sionados, no adecuados para soportar cambios ambientales bruscos o extremos.
Los morteros de clase III y clase IV, son aptos para el uso exterior. Su dosificación rica en
conglomerante facilita una masa mejor cohesionada y mayor respuesta a cambios am-
bientales.
• Una adecuada elección de los materiales, con una distribución granulométrica de la are-
na que permita la correcta cohesión de la masa del mortero.
• Un amasado homogéneo del mortero que permita distribuir correctamente toda el agua
sin dejar partes secas por mezclar.
10
2. Propiedades
Figura 1
Ejemplo de curva
granulométrica de
arena para mortero.
Figura 2
Muestra de pasta de
mortero fresco
homogénea.
11
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Figura 3
Amasado mecánico de
mortero (para ensayo
de laboratorio).
Entre los factores que influyen negativamente en la resistencia del mortero, distinguimos:
• La existencia de aditivos aireantes que mejoran el aspecto de los morteros, así como su
manejo, pero a la vez debe valorarse que a mayor cantidad de aire incorporado en el
mortero (aire ocluido) menor resistencia de éste.
12
2. Propiedades
Para la obtención de los resultados se deberán rellenar tres probetas con el fin de conseguir
seis valores, dos valores por probeta. El resultado final corresponde a la media de las roturas.
Figura 4
Presentación de tres
probetas en molde
prismático.
Para la conservación y curado de las probetas deberán colocarse en una cámara húmeda o
en una bolsa de polietileno, según la tabla de la página siguiente.
Finalmente se realizara la rotura de probetas en una maquina específica para estos ensa-
yos. El valor de la resistencia se expresa en N/mm2 y resulta de dividir la carga máxima
soportada entre la sección transversal de la probeta.
Figura 5
Rotura de probeta en
prensa.
13
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Tabla 2
Conservación y curado de
probetas de mortero.
14
2. Propiedades
2.2. Adherencia
2.2.1. Definición
Figura 6
Ensayo de adherencia.
La adherencia es una propiedad tanto del mortero fresco como del endurecido:
Para comprobarlo basta con aplicar una capa de mortero entre dos piezas a unir y separarlas
al cabo de unos minutos. Una buena adherencia del mortero se manifiesta al permanecer
adherida pasta del mismo a la superficie de las dos piezas una vez separadas. 15
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Cuando se coloca mortero fresco sobre la superficie del soporte, parte del agua de amasado
es absorbida por el mismo penetrando en su interior a través de sus poros. El fraguado del
mortero ocasiona procesos físico-químicos en su interior, responsables del fenómeno de
anclaje con el soporte.
Estos soportes deberán de reunir una serie de características que permitan la perfecta adhe-
rencia con el mortero así como la durabilidad de dicha unión.
• químico (no deberá reaccionar con ningún componente del mortero como ocurriría si
el soporte incluyese yeso que podría reaccionar con el cemento).
• mecánico (la resistencia del mortero y su coeficiente de dilatación no deben ser nun-
ca superiores a los del soporte, especialmente si éste es antiguo, para evitar fenómenos
de fisuración).
• Limpieza para evitar la falta de contacto con el mortero, debida a la existencia en la super-
• Rugosidad suficiente para facilitar la adherencia del mortero fresco permitiendo el ancla-
je del mismo.
• Un cierto grado de humedad por lo que, de ser necesario, se deberá mojar previamen-
te y esperar a que deje de estar saturado antes de aplicar el mortero.
Tabla 3
Clasificación de
soportes.
17
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Figura 7
Soporte ladrillo.
2.3. Estanqueidad
Con respecto a la elección del mortero para paliar los efectos derivados del agua, la Norma
UNE-EN 998-1:2003 clasifica, de acuerdo a tres intervalos, la permeabilidad al agua según la
siguiente tabla:
Tabla 4
Categorías de absorción de
agua por capilaridad (según
UNE-EN 998-1:2003).
18
2. Propiedades
Al mismo tiempo, un buen nivel de permeabilidad al vapor, permite la salida de agua del
interior de la estructura al exterior en forma de vapor, para evitar acumulaciones internas por
condensación con la consiguiente aparición de manchas por causas higrotérmicas. Esta
característica se tratará con más detalle en el apartado 3.4. relativo a humedades.
Figura 8
Manchas por acumulación
de humedad en el interior
del revoco-enlucido por falta
de permeabilidad al vapor
de agua.
El agua tiende a penetrar por capilaridad en un muro, recubierto o no, sometido a lluvia prolon-
gada o en zona de alta condensación de humedad. La mayor o menor permeabilidad depende
de la porosidad de los materiales (ladrillo, bloque, mortero, etc.), y el tipo de ejecución.
• Diseñar y construir, de forma que se mantenga lo más seca posible durante la construc-
ción y después, disponer elementos o detalles arquitectónicos, para evitar el contacto
directo continuado del revoco-enlucido con el agua, como en el caso de desagües.
• Aplicar capas bien compactadas de revoco-enlucido, con el objeto de reducir la red capi-
lar interna.
• En caso de aplicaciones en varias capas (caso de los morteros puros de cal hidratada),
es muy importante humedecer la capa anterior para evitar la aparición de fisuras por
retracción (falta de agua para un correcto fraguado del mortero) y que las capas hayan
sido bien compactadas.
19
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
• Utilizar morteros puros de cal hidratada o mixtos. La cal hidratada se carbonatará por
reacción con el anhídrido carbónico gaseoso existente en nuestra atmósfera, transfor-
mándose en carbonato cálcico, que también actuará como barrera de protección.
• Asegurar una suficiente retención de agua. Entre otros aditivos retenedores de agua, el
hidróxido cálcico, evitará un secado en exceso de la masa de mortero fresco, de forma
que todo el cemento presente pueda fraguar. Las causas de un excesivo secado del
revoco-enlucido fresco aplicado, se pueden deber a un alto grado de succión de los
elementos de albañilería, o por motivo de altas temperaturas, o un alto nivel de aireación.
Por tanto, una buena retención de agua, redundará en un óptimo nivel de plasticidad que
posibilitará una buena adherencia, de forma que se reduzca el número de microfisuras en
el interior de la estructura, además de alcanzar la resistencia esperada.
• Sellar, en caso de que se produzcan, fisuras y sobre todo grietas, en la superficie del
revoco-enlucido para impedir la entrada de agua.
Los morteros hidrófugos, monocapas o no, son aquellos que tienen mejorada considerable-
mente la impermeabilidad al agua. Los aditivos de la familia de los hidrofugantes colmatan
los capilares (hidrófugo en masa) y actúan en superficie del mortero dando lugar a un morte-
ro repelente al agua y/o menos humedecible. Los morteros hidrofugados no son morteros
impermeables (para ello hay que recurrir a imprimaciones especiales), sino que su capaci-
dad de absorción frente al agua a baja presión (agua de lluvia) es sustancialmente menor que
un mortero de cemento fabricado sin este aditivo.
Figura 9
Comportamiento de un
mortero mixto.
20
2. Propiedades
El aspecto más relevante, relativo a la estanqueidad, en relación con la puesta en obra del
mortero, radica en la buena ejecución del revoco o enfoscado, con una cuidada compactación
para facilitar la adherencia al soporte y evitar futuros problemas de humedades.
21
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
22
3
Durabilidad
3.1.1. Generalidades
De entre las agresiones que afectan a la durabilidad del mortero de albañilería por ataques
físico-químicos se han considerado aquí someramente las debidas a: ciclos hielo-deshielo,
iones sulfato, iones cloruro y dióxido de carbono.
Las otras agresiones se producen por difusión del agresivo en el mortero. En el caso de los
iones sulfato se produce además una reacción química expansiva. No así en los dos casos
restantes, que propician la corrosión de las armaduras.
23
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
La acción del frío en un mortero durante las primeras horas de su colocación es la de retardar
o incluso anular su endurecimiento al disminuir la velocidad de hidratación del cemento o,
incluso, destruir la incipiente red cristalina producida durante la hidratación, si el agua de
amasado llega al punto de congelación.
La acción destructiva de estos ciclos se debe al aumento de volumen que sufre el agua en
estado líquido contenida en los poros del mortero al pasar al estado sólido cuando descien-
de la temperatura. El agua en estado líquido puede provenir del agua de amasado sobrante
de la hidratación del conglomerante o provenir del exterior. Al congelarse el agua el aumento
de volumen que experimenta es del orden del 9% y tiende a ocupar los huecos accesibles
del mortero endurecido (poros), por lo que cuanto más saturado de agua esté el mortero con
más facilidad se producirá este tipo de agresión. La facilidad con que el agua al congelarse
ocupe los poros del mortero, depende de los citados poros en cuanto a su distribución (que
debe ser homogénea), de sus tamaños (que deben estar comprendidos en un estrecho
margen) y de su conectividad (que debe ser lo mayor posible).
La Figura 10 esquematiza distintos tamaños de poros con distintas conexiones entre ellos e
incluso aislados. Siendo el poro de trazo discontinuo de tamaño adecuado, al ser el de
mayor conectividad sería el más efectivo de cara a permitir que el agua al congelarse ocupe
ese espacio.
Figura 10
Esquema tamaño y
conectividad de los poros.
Los aditivos aireantes ayudan a conseguir el número, tamaño y distribución de poros ade-
24
cuada para resistir este tipo de agresión. El tipo de conglomerante empleado, el contenido
de agua, la edad, etc. influyen también en la estructura de poros del mortero.
3. Durabilidad
• moderado cuando las condiciones son intermedias entre las dos anteriores.
Estos iones pueden provenir de sales solubles en agua o de gases sulfurosos presentes en
atmósferas contaminadas. Tienen la propiedad de reaccionar con el aluminato del clinker de
cemento pórtland en presencia de iones calcio originando ettringita compuesto muy expan-
sivo (ver ilustraciones).
En este sentido el uso de cementos bajos en aluminatos (SR según UNE 80303) y el evitar
agua circulante en el mortero (evitar la evaporación o la acción capilar) ayudan a prevenir
este tipo de agresión. En morteros cuyo conglomerante no contenga aluminatos, no se
contempla la formación de ettringita .
También debe considerarse la posible expansión a que daría lugar la crist alización con gran
cantidad de agua por sobresaturación en los poros del mortero de sulfatos solubles en agua
(como por ejemplo el de sodio). La presión ejercida sobre las paredes del poro podría dar
lugar a fisuras en el mortero.
Figura 11
Expansión por ataque
por sulfatos.
25
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Figura 12
Cristal originado por
sulfato a través del
microscopio
electrónico.
Figura 13
Ataque por sulfato.
3.1.4. Acción de los iones cloruro y del dióxido de carbono sobre las
armaduras del mortero
Los iones cloruro procedentes de sales solubles en agua pueden provocar corrosión por
picaduras en las armaduras embebidas en el mortero al entrar en contacto con ellas. El
contenido máximo admisible de dichos iones en el mortero es del orden del 0,1% respecto
al contenido de cemento. Se determina experimentalmente en el mortero fresco o se calcula
mediante el contenido en cada uno de los componentes, teniendo en cuenta su proporción
en el mortero .
Parte o todos los iones cloruro, al avanzar a través del mortero, pueden combinarse con
algunos componentes del conglomerante, en especial con los aluminatos (presentes por
ejemplo en el clinker de cemento portland), con lo que quedarían prácticamente inmo-
vilizados.
En un instante dado, la concentración total del agresivo en el interior del mortero tiene un
cierto valor (Figura 14) en cada punto, aunque disminuye rápidamente al aumentar la distan-
cia al exterior.
Figura 14
Variación de la
concentración total del
agresivo en el interior
del mortero, en un
instante dado.
26
3. Durabilidad
Cuando en un punto dado se alcance una cierta concentración, los iones cloruro seguirán
penetrando en el mortero sin la indicada retención.
Las figuras 15, 16 y 17 ilustran lo anterior. Como la cinética de la difusión depende del tipo de
conglomerante se consideran dos distintos: A y B
La Figura 15 indica la cantidad de agresivo penetrado que pasa a través de un punto dado a
lo largo del tiempo.
Figura 15
Cantidad de agresivo
que atraviesa un
determinado punto del
interior del mortero.
La Figura 16 indica la cantidad de agresivo que se combina con algún componente del
conglomerante (en el caso del cloruro con los aluminatos provenientes, por ejemplo, del
clinker de cemento portland).
Figura 16
Cantidad de agresivo
combinado en un
determinado punto del
interior del mortero a lo
largo del tiempo.
En la Figura 17 (ambos ejes con igual módulo de escala) se observa que la cantidad de
agresivo penetrado es mayor que la combinada (ésta última podría ser igual pero no mayor)
y que ambas dependen del tipo de conglomerante.
27
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Figura 17
Agresivo penetrado y
combinado en un
determinado punto del
interior del mortero.
Figura 18
Acción de un agresivo
sobre el mortero o la
armadura a lo largo del
tiempo.
La acción del dióxido de carbono presente, por ejemplo en la atmósfera, puede favorecer la
corrosión generalizada de las armaduras. Al penetrar este agresivo en el mortero, reacciona
con el hidróxido cálcico existente (proveniente por ejemplo de la hidratación del cemento)
disminuyendo la reserva alcalina y la basicidad lo que hace inestable al hierro de la armadura
en ese medio.
Similarmente al caso de los iones cloruro, las figuras 15, 16, 17 y 18 describen también el
proceso de penetración y agresión en el tiempo del dióxido de carbono.
28
3. Durabilidad
3.2. Eflorescencias
Figura 19
Eflorescencias.
El origen del fenómeno de las eflorescencias puede encontrarse no sólo en las característi-
cas de los materiales constructivos, sino también en otros elementos en contacto, como el
propio terreno donde se asienta la obra, que puede aumentar el contenido de las sales
solubles de la misma.
Figura 20
Eflorescencias en un
raseo.
29
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
4) Precipitación de las sales por evaporación del agua disolvente en la superficie y/o por
reacción con el CO2 atmosférico.
Figura 21
Esquema del proceso de
formación de
eflorescencias.
Según el proceso por el que se han formado podemos considerar varios tipos de eflorescencias:
• Eflorescencias del árido calizo: La probabilidad de aparición de este tipo es muy baja.
Con el CO2 y en presencia de humedad se forma una sal ácida soluble que posteriormen-
te se insolubiliza en forma de carbonato.
Los factores principales que inciden en la formación de eflorescencias son los siguientes:
Humedad
El agua es el medio que solubiliza y transporta las sales a través de los sistemas construc-
tivos hacia el exterior. Este agua puede provenir de varias fuentes:
• La lluvia y el viento, que al incidir en la obra pueden infiltrarse hacia el interior del muro
disolviendo las sales, incluso después de fraguado el mortero.
• Agua de condensación. Si bien los muros pueden estar aislados, a veces el agua se
produce por condensación intersticial dentro de los mismos.
• Tránsito capilar del agua de zonas en contacto con los materiales a través del sistema
poroso de los mismos. Estas zonas son el terreno, terrazas, salientes, etc.
Sales
Como se ha comentado anteriormente, son las sales las que transportadas a través de la red
porosa salen a la superficie donde vuelven a cristalizar al evaporarse el agua de arrastre. Las
eflorescencias puede provocarlas cualquier sal soluble en agua. El origen de estas sales es
muy variado:
a) Materiales cerámicos. Los mismos ladrillos, pisos y tejas pueden contener sales en
función de las materias primas utilizadas en su proceso de fabricación y de las tempera-
turas utilizadas para su cocción. Las eflorescencias provocadas por las sales de esta
procedencia son las más habituales y frecuentes.
b) Suelo. El terreno puede contener sales. El contacto directo entre el terreno y el muro
sumado a la humedad del suelo es otra de las causas frecuentes de eflorescencias.
31
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
d) Arena. Las arenas de playas y las procedentes de dragados suelen contener sal, ade-
más en ocasiones, la utilización de arenas con impurezas orgánicas provoca la aparición
de eflorescencias características de color pardusco. La cantidad de sales permitida en
las arenas para la fabricación de morteros para revoco se encuentra limitada en la corres-
pondiente normativa armonizada.
Porosidad
Condiciones ambientales
3.2.2. Recomendaciones
• Utilizar materiales con baja absorción de agua como morteros hidrófugos, ladrillos
32 impermeabilizados, etc.
3. Durabilidad
• Si el muro está en contacto con el terreno, disponer una impermeabilización del trasdós,
que inhiba el flujo de sales desde el propio terreno.
• Durante la ejecución del soporte se debe proteger éste de la lluvia y colmatar bien las
juntas para evitar oquedades que se conviertan en vías de penetración de agua.
3.3.1. Fisuras
Definición
Se denomina fisura a toda apertura longitudinal que afecta sólo a la parte exterior del ele-
mento constructivo. Por contra, grietas engloba la apertura que afecta al elemento en todo
su espesor.
Todos los problemas relacionados con fisuraciones, se derivan del hecho de que los materia-
les se mueven. Este movimiento puede deberse a causas mecánicas, higrotérmicas o quí-
micas. Si los materiales que trabajan juntos en un elemento constructivo tienen movimientos
armónicos, o sea del mismo tipo, orden y magnitud, como reacción a las causas citadas,
dicho movimiento será similar en todos ellos y no afectará su durabilidad; pero si los 33
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
movimientos son inarmónicos, los materiales del mismo elemento se moverán de diferente
modo y antes o después se producirá la fisura.
Figura 22
Diferentes tipos de fisuras.
• Acciones mecánicas.
• Esfuerzos higrotérmicos.
Acciones mecánicas
Consideramos aquí todos aquellos esfuerzos transmitidos al revoco desde el soporte al que
está unido, que como consecuencia de sus movimientos introduce esfuerzos de tracción en
el revestimiento. Estos movimientos pueden a su vez tener su origen en acciones mecáni-
cas sobre el propio soporte o en variaciones dimensionales del mismo por cambios de hu-
medad o temperatura.
i. Todas las acciones mecánicas que producen grietas en los cerramientos, afectan a los
revocos provocando fisuras (por ejemplo, deformaciones estructurales).
ii. Esfuerzos que no son capaces de romper un cerramiento sí lo son de romper un revoco,
(por ejemplo, pandeo fuera de plano cuando un cerramiento recibe empujes verticales).
iii. Movimientos de dilatación / contracción del soporte, que el revoco no es capaz de absor-
ber. Cuanto más rígido sea el revoco (por ejemplo por un alto contenido de cemento en su
composición) más probabilidad existe de que aparezcan fisuras.
34 Estas fisuras suelen ser de dirección única y aspecto rotundo. Suelen ser fisuras lineales,
sin ramificaciones, bien verticales, horizontales o en escalera.
3. Durabilidad
Figura 23
Fisura escalonada.
Esfuerzos higrotérmicos
Las variaciones higrotérmicas afectan de una forma radical e inmediata a los revocos debido
a su situación más expuesta, de ahí que ésta sea una de las causas más importantes de la
aparición de las fisuras. Naturalmente, la variación dimensional por cambios de temperatura
y humedad dependerá, por una parte, de los coeficientes de dilatación de los materiales que
constituyen la capa de acabado y, por otra, de la situación climática, la orientación y la
exposición de la fachada en cuestión.
Figura 24
Fisura ramificada.
35
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
ii. Los cambios de humedad producen cambios dimensionales en el revoco que pueden
acabar provocando fisuras. La humectación de un material poroso produce dilatación,
mientras que la desecación provoca retracción, fenómeno por el cual pueden apare-
cer las fisuras. Las lesiones por este defecto suele ser localizadas y presentan la
forma de fisuras verticales sensiblemente paralelas y separadas entre sí entre 20 y 50
cm. Se suelen encontrar en arranques de cerramientos donde aparezcan humedades
de capilaridad y, sobre todo, en las coronaciones de fachadas con escasa protección
superior.
Las fisuras originadas en revestimientos por ausencia de juntas suelen ser de dirección
única y aspecto rotundo. Por lo general son de directriz lineal, sin ramificaciones y apa-
recen en cualquier punto intermedio.
Figura 25
Fisura lineal.
36
3. Durabilidad
1. Los materiales muy porosos, con alto coeficiente de absorción y, por tanto, con posi-
bilidad de variación dimensional por humectación, tienen mayor probabilidad de fisurar.
1. Mal curado, con insuficiente humedad que puede producir un afogarado en el revoco
con las consabidas fisuras en forma de mapa o cuarteo.
Figura 26
Fisura cuarteada.
2. Poca humectación del soporte sobre el que se aplica, en caso de que esté reseco o
sea muy absorbente, lo que dificulta la adherencia del acabado y, por tanto, su integri-
dad general. Resulta una capa sin sujeción al soporte, muy débil ante cualquier es-
fuerzo. Las fisuras suelen ser irregulares con ramificaciones repetidas de forma
aleatoria.
3. Mala ejecución de las juntas de dilatación: bien no se respetan las juntas de dilata-
ción de la estructura o del soporte, bien no debilitan lo suficiente su espesor en dichas
juntas o en las de retracción propia. Son fisuras de tipo lineal, verticales u horizonta-
les, que o se manifiestan en la junta del soporte en las primeras o en cualquier punto
intermedio en las segundas.
37
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
3.3.2. Desprendimientos
Figura 27
Desprendimiento.
Siempre están causadas por una falta de adherencia motivada por un proceso defectuoso en la
ejecución del revestimiento, que haya impedido la debida penetración de la pasta o del mortero,
en estado plástico antes del fraguado, por la red capilar del soporte. Esta falta de penetración se
puede deber a exceso de humedad, falta de limpieza o gran compacidad en la base.
Figura 28
Proceso de
desprendimiento.
38
3. Durabilidad
3.4. Humedades
3.4.1. Generalidades
La humedad afecta con mucha frecuencia a las construcciones y puede darse tanto porque
ascienda por capilaridad por las paredes, sobre todo en las plantas inferiores, como por
efecto de las condiciones climáticas, tanto en exteriores como en interiores, o incluso por
averías o problemas de fontanería. Es un problema que da lugar a procesos de tipo químico,
tales como manchas blancas o disgregación del material, o de tipo biológico, como por
ejemplo manchas blanquecinas o negras, que pueden debilitar la estructura y producir fisuras,
fracturas o desprendimientos de elementos constructivos.
Como ya hemos comentado las humedades en las edificaciones pueden deberse a varios
factores, como son:
Para solucionar los problemas derivados de este tipo de humedad pueden utilizarse mé-
todos de desecación, ya sea por procedimientos eléctricos, que consisten en aplicar
corriente eléctrica a través de una batería para equilibrar la diferencia de potencial que
existe entre el muro y el suelo, favoreciendo el ascenso de la humedad, o usando
electroósmosis, al introducir en la pared una serie de electrodos de cobre que actúan de
cátodo y colocando en el terreno un ánodo como toma de tierra. También podemos usar
39
barreras físicas, mediante cortes en el muro cada cierta distancia (barrera impermea-
ble-resinas, mezclas impermeables o membranas de PVC o polietileno-en huecos).
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Por último, se emplean barreras químicas que restablecen las barreras originales. Son
de naturaleza líquida o semilíquida y penetran en el muro por pequeños orificios impreg-
nando su masa para repeler la ascensión del agua y las sales.
Las infiltraciones son entradas de agua y se producen cuando la presión que ejerce el
agua para ocupar el espacio donde ahora está el sótano se encuentra con un defecto de
diseño o de construcción y las eflorescencias de sales, hinchamientos, manchas o des-
prendimientos de los revestimientos de la pared se producen cuando el agua en su reco-
rrido, desde el terreno natural hasta el interior del sótano, reacciona químicamente con
componentes de la pared.
Además de los factores comentados, pueden existir también problemas de humedad origi-
nados por entradas accidentales de agua como puede ser la rotura o colapso de una tubería
o de las uniones con codos, curvas, etc., dando como consecuencia el abultamiento o
ampollas en la pintura, eflorescencias y disgregación del material, entre otros.
Existen diversos efectos sobre las construcciones, entre los que se destacan los si-
guientes:
• Manchas blancas, producidas por las sales que contienen los materiales de construc-
ción y que son arrastradas desde el interior de la obra hacia fuera. Estas sales, en
contacto con el agua actúan de forma expansiva produciendo la desintegración del mate-
rial, siempre y cuando la cantidad de agua sea suficiente como para permitir la reacción
química.
40
3. Durabilidad
Figura 29
Humedades en la base
de un muro.
• Verdín. Se produce cuando una cantidad de agua permanece durante un largo período de
tiempo acumulada en materiales con alta porosidad y en zonas poco expuestas al sol o
poco ventiladas.
• Manchas sobre las piedras, proceso que se da cuando la humedad que está en el interior
de las piedras provoca reacciones químicas que expulsan sales hacia el exterior.
Figura 30
Abultamientos por
humedad.
41
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
42
4
Puesta en
obra
4.1. Ejecución
Como criterio general, el mortero se extenderá con un espesor máximo de 1,5 cm. En caso
de que el enfoscado tenga un espesor mayor, éste se realizará en varias pasadas teniendo
especial cuidado de no aplicar una segunda capa de mortero sin haber empezado el endu-
recimiento de la capa anterior. La capa de mortero deberá quedar suficientemente rugosa en
los casos de que el enfoscado vaya a recibir posteriormente otra capa. Transcurridas 24
horas desde la colocación del mortero se deberá proceder a mantenerlo húmedo hasta su
total endurecimiento.
En tiempo lluvioso se deberá suspender la ejecución y cubrir con lonas o plásticos la super-
ficie recién enfoscada.
43
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
4.2. Soporte
Tal y como se ha expuesto en esta guía, las características del mortero son fundamentales
para asegurar la durabilidad de un revestimiento, pero debemos tener siempre presente que
el soporte sobre el cual se aplica el mortero es esencial para obtener un revestimiento de
calidad y durable.
4.2.1. Definición
Se entiende por soporte «aquella superficie sobre la cual se va a aplicar el mortero para
conformar un revestimiento, revoco o enlucido». En algunos casos este soporte puede com-
binarse con guías que, además de servir como maestras para la ejecución del revestimiento,
quedan embebidas en él, formando parte misma del soporte y aportando sostenibilidad y
anclaje al propio revestimiento.
Los soportes metálicos no deben utilizarse en ningún caso sin ser forrados por piezas cerámi-
cas o de otro tipo, previamente a la colocación del revestimiento. Asimismo, las superficies de
yeso no deben usarse como soporte, debido a la incompatibilidad de éste con los componen-
tes liberados en la hidratación del cemento cuando está en estado fresco. En general, los
soportes deben presentar una superficie limpia y rugosa para favorecer una correcta adheren-
cia y adaptación a las irregularidades del mismo, así como también deben tener una estabili-
dad y resistencia mínima que permita al revestimiento su correcta aplicación.
Las condiciones que deben cumplir los soportes para obtener una correcta colocación del
revestimiento son:
• Limpieza.
• Succión.
• Resistencia-estabilidad.
Limpieza
La superficie debe estar limpia de polvo y material deleznable de forma que se garantice
una completa adherencia entre el mortero y la superficie del soporte. En caso contrario
pueden presentarse faltas de adherencia, debidas a la existencia de películas de polvo en
la interfase soporte-mortero o a la inestabilidad de partículas deleznables en su unión con
el mortero.
Todo soporte que no posea esta característica de limpieza debe someterse a un tratamiento
de preparación mediante hidrolavado a presión o chorro de agua-arena.
Succión
Debido a que es bastante complejo humectar paños en altura es frecuente pasar por alto
esta recomendación. Se provocan entonces los conocidos revestimientos «afogarados»,
fisuraciones y descuelgues.
Caso contrario al descrito ocurre con los soportes que han sido sometidos a ciertos trata-
mientos de hidrofugación, ya que se dificulta la entrada del agua del mortero y los compo-
nentes del cemento a la red porosa del soporte. En estos casos es necesario un tratamiento
previo a fin de mejorar la adherencia del revestimiento al soporte o la utilización de un morte-
ro de mayor poder adherente que el aportado por el cemento.
45
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Resistencia-estabilidad
Antes de proceder a aplicar el mortero debe evaluarse la estabilidad y resistencia del sopor-
te, de forma que se asegure una correcta aplicación sin alterar la estabilidad del mismo. La
reglamentación actual indica que el soporte no será válido para su revestimiento si posee
una resistencia igual o inferior al paramento de yeso.
En la fase de proyecto de la obra el prescriptor debe definir las características que deben
tener los revestimientos de la misma; para ello procederá a definir las diferentes caracterís-
ticas que quiere posean dichos revestimientos así como su naturaleza, estructura, capaci-
dad portante y especificaciones técnicas. Las variables que deben definir el diseño del reves-
timiento son:
4.3.1.1. Composición
El fabricante del mortero para estos revestimientos cuenta con una amplia gama de materia-
les componentes, de forma que diseñará los morteros con aquellos conglomerantes (ce-
mentos y cales), adiciones (cenizas volantes, fílleres y humo de sílice), aditivos (aireantes,
retardantes, plastificantes, polímeros, etc.) y áridos de manera que satisfaga las necesida-
des de los morteros de revocos y enlucidos según la norma UNE EN 998-1. El control de
46 este parámetro para morteros hechos en obra es prácticamente imposible .
4. Puesta en obra
4.3.1.2. Temperatura
La temperatura del mortero no deberá ser inferior a 2 ºC. La temperatura ambiente debe estar
comprendida entre los 5 ºC y los 30 ºC . En caso contrario se deberá suspender el enfosca-
do o se tomarán medidas adecuadas para la aplicación y curado del mortero. En tiempo
caluroso de deberán tomar las medidas adecuadas para evitar la evaporación del agua de
amasado y reducir la temperatura de la masa.
4.3.1.3. Soportes
En este apartado el prescriptor deberá definir diversas variables de su diseño, tales como si
el revestimiento que desea para su obra debe llevar fibras de refuerzo bien metálicas o de
polipropileno, que aporten al enfoscado una mayor adherencia y prestaciones mecánicas o
de durabilidad. Esta prescripción conlleva la transmisión al fabricante de la fibra para que
ésta sea incorporada al mortero en el momento de su fabricación. Igualmente el prescriptor
puede diseñar sus revestimientos con la incorporación, durante su ejecución, de listones y
arriostramientos metálicos, que incorporados al soporte con funcionalidad de maestras re-
sulten finalmente embebidos, vistos o no, en el revestimiento final. Existen listones de acero
inoxidable, galvanizados o de cinc y en ningún caso deben utilizarse otros listones metáli-
cos susceptibles de oxidación.
Otra de las posibilidades que el prescriptor debe tener en cuenta es la utilización de mallas
de sujeción, que aportan una mayor calidad de soporte del revestimiento. Generalmente
estas redes se utilizan como conectores del revestimiento cuando se cambia de calidad de
soporte (encuentro de pilares, canteados de forjados, etc.). Las mallas soportes pueden ser
de material metálico no oxidable tales como mallas de acero inoxidable, galvanizadas o de
cinc y de material plástico resistente a los álcalis del mortero.
4.3.1.4. Juntas
El prescriptor deberá definir los criterios para las juntas en el revestimiento. Siempre se
ejecutarán juntas en aquellos lugares donde el soporte las tenga (i.e. juntas estructurales,
juntas de dilatación del soporte, etc.), respetando el enfoscado el mismo grado de libertad
que posea la junta del soporte. Cuando el soporte presente grietas o fisuras hay que consi-
derar que las mismas se trasmitirán al revestimiento si éstas no están estabilizadas, por lo
tanto, antes de un revestimiento se ha de realizar una inspección del soporte y verificar que
éste es estable dimensionalmente o en su defecto que las fisuras existentes se han estabi-
lizado. Las juntas del revestimiento deberán rellenarse con material adecuado tipo mastic,
caucho, siliconas o similar.
47
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
4.3.1.5. Goterones
Con el objeto de evitar el paso de agua de lluvia o riegos a los techos exteriores, se cortará
el paso de agua en estos revestimientos horizontales u oblicuos mediante la realización de
goterones eficaces. Estos se ubicarán siempre en las zonas inferiores de aleros, voladizos,
huecos, etc.
Para el caso de los morteros monocapa, como su propio nombre indica, la aplicación se
efectúa en una sola capa y el espesor no debe ser inferior a los 10 mm.
4.3.1.7. Planeidad
Es otra de las especificaciones que el prescriptor debe definir en su proyecto como elemen-
to del diseño de sus revestimientos. Consiste en medir la diferencia de nivelación de un
revestimiento horizontal o vertical, mediante una regla de longitud determinada. Para ello se
diferencian dos tipos de planeidades, el revestimiento cara vista o enfoscado sin maestrear
y el revestimiento o enfoscado maestreado. Para el revestimiento sin maestrear, la superficie
revestida no tendrá un defecto de planeidad superior a 5 mm medido con regla de 1 metro.
Para el revestimiento maestreado, la superficie revestida no tendrá un defecto de planeidad
superior a 3 mm medido con regla de 1 metro.
48
4. Puesta en obra
Figura 31
Medida de planeidad.
Según el aspecto exterior del revestimiento el prescriptor debe indicar el tipo de acabado que
desea en su obra. Entre los más frecuentes se encuentran:
Según sea la granulometría de la arena del mortero, las marcas y rugosidad serán mayo-
res o menores.
Figura 32
Terminación con llana.
49
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
• Buena vista. Revestimiento ejecutado sin maestras ni listones guía. Planeidad inferior a
5 mm.
Figura 33
Revestimiento
monocapa.
50
4. Puesta en obra
Figura 34
Proyectado.
• Tallado. Revestimiento cuya capa final de acabado se trabaja con útiles de talla, de
forma que antes de que el mortero haya endurecido se procede a cortar, rallar o moldear
el mortero dando lugar a formas determinadas por la mano del escultor. Finalmente el
revestimiento moldeado se pinta a criterio del artista.
Figura 35
Acabado mediante
tallado.
51
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
A la hora de la aplicación de los revocos aparecen una serie de puntos singulares como
pueden ser juntas estructurales, unión entre materiales diferentes, dinteles, forjados y pila-
res, asientos de marcos de ventanas, etc.; además, será necesario llevar a cabo una prepa-
ración del soporte para evitar problemas posteriores en el revestimiento.
Una solución adecuada es el empleo de algún tipo de armadura en zonas tales como, unio-
nes entre distintos tipo de materiales, forjados, pilares, cajas de persianas, en los ángulos
de los marcos de puertas y ventanas, etc. El armado debe llevarse a cabo con materiales
resistentes a la alta alcalinidad del mortero como pueden ser mallas de fibra de vidrio espe-
cialmente tratada o de poliéster y con resistencia a tracción superiores a 2,5 N/mm 2.
En las zonas donde se coloca algún tipo de armado son frecuentes los siguientes problemas:
Figura 36
Delimitación de zonas
de trabajo. Juntas.
52
4. Puesta en obra
a) Antes de revestir con el mortero, se extenderá una banda del material de 4-6 cm de
ancho y 10-16 mm de grosor. Sobre la banda todavía fresca y, con la ayuda de un nivel, se
colocará el junquillo introduciéndolo parcialmente en banda de mortero. Al acabar de
revestir el paño se retirará el junquillo quedando marcada la junta, que tendrá un espesor
mínimo de 8-10 mm.
b) Clavando el junquillo directamente a la fábrica, para una vez revestido el paño levantarlo y
rellenar el surco con la pasta en un espesor de 8-10 mm.
Figura 37
Despiece de fachada.
53
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Son frecuentes en la obra las uniones entre materiales distintos (asientos de ventanas,
forjados, etc.). Estos materiales por su distinto comportamiento físico pueden dilatar y con-
traer de manera diferente provocando tensiones que fisuren el revestimiento.
Antes de revestir una zona en la que se encuentren dos materiales de distinta naturaleza, se
recomienda la colocación de malla de poliéster. Dicha malla irá clavada al soporte y se
extenderá 10-15 cm a ambos lados de la discontinuidad. A veces es recomendable asegurar
la adherencia mediante adhesivos acrílicos o epoxy.
Figura 38
Disposición de malla
de refuerzo.
4.5. Pinturas
La pintura es, por definición, un producto líquido de diferentes viscosidades que puede llegar
a secar por diferentes métodos (evaporación del agua, evaporación del disolvente, reacción
química interna o externa, reacción con el soporte o incluso mezcla de las anteriores),
formando una capa fina seca que protege y embellece.
Los componentes de una pintura son los llamados pigmentos y cargas, ligantes, solventes
y agentes auxiliares o aditivos.
54
Las propiedades a tener en cuenta a la hora de seleccionar la pintura son:
4. Puesta en obra
• El rendimiento que mide la cantidad de metros que se puede pintar con una determinada
cantidad de pintura.
• El brillo o impresión sensorial que se origina por la reflexión más o menos dirigida por los
rayos de luz sobre una superficie.
• La nivelación que determina la capacidad de igualar la superficie sin dejar las marcas de
la brocha o minimizándolas.
• Su finura que determina los gruesos que aparecen en una pintura, ya sea por grumos o
por aglomerados, la viscosidad y densidad.
Figura 39
Pintura exterior.
55
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Los principales tipos de pinturas que podemos encontrar en el mercado y seleccionar según
sus características de aplicación y uso son:
Antes de elegir el tipo de pintura, habrá que tener en cuenta las condiciones del soporte y las
condiciones a las que va a estar sometido.
Consideraciones Previas
• Limpieza
Los revocos terminados se limpiarán por cepillado en seco o lavado con chorro de agua a
presión. Antes de la limpieza, si ha crecido algún hongo, alga o compuesto orgánico
deberá eliminarse. Las eflorescencias de viejos revocos se eliminarán por cepillado.
56
4. Puesta en obra
Figura 40
Manguera a presión.
• Consolidación
Si se trata de obra nueva, la superficie a pintar deberá estar libre de polvo o partículas
sueltas que impidan la adherencia de la capa de pintura.
Para comprobar la adherencia del film en ese paramento a rehabilitar, se puede realizar
una prueba rápida consistente en una serie de cortes, en una superficie de 10 cm2 con
una separación aproximada entre línea de corte de 2 mm, formando pequeños cuadrados
de 4 mm2.
Figura 41
Cuadrícula.
57
MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
• Reconstrucción de elementos
• Tratamiento de humedades
La humedad en exceso puede causar problemas serios a las pinturas, por tanto, no debe
iniciarse un trabajo de pintura en tanto haya humedad en el soporte. Numerosas veces la
causa de humedad puede ser pérdidas en tuberías, filtraciones de agua de lluvia, etc.
Otras veces la humedad es causada por mala ventilación de los locales con presencia de
agua, como baños y cocinas. De cualquier manera, las causas de humedad deben ser
resueltas antes de comenzar a pintar.
• Reparación de grietas
Cuando sólo haya grietas muy finas y el trabajo parezca firme a pesar de ellas, pueden
disimularse por:
Las grietas individuales más anchas que no llegan al soporte y en las que no exista falta
de adherencia al soporte pueden ser reparadas con un débil rascado ensanchándolas y
rellenando el hueco.
Cuando las grietas aparecen no sólo en el revoco sino también en el soporte, la causa
58
del cuarteo deberá averiguarse y tratarse antes de proceder a la reparación. El soporte
deberá ser reparado primero. Cuando no sea posible efectuar la reparación completa
4. Puesta en obra
del soporte , el revoco deberá eliminarse a ambos lados de la grieta. El revoco nuevo
deberá ser aislado del soporte y/o reforzado. Este método aunque tal vez no sirva para
una prevención total de las grietas adicionales disminuirá su importancia.
• Pintado de la superficie
Es una buena práctica, dependiendo del tipo de pintura y siempre siguiendo el modo de
empleo indicado, la aplicación de una primera capa diluida, para conseguir posibles des-
igualdades en la capacidad de absorción del soporte, muy importante para lograr la ho-
mogeneidad de los colores. Existen otros revestimientos que no se deben diluir en el
acabado final, tales como el mortero acrílico y los revestimientos para impermeabilizar
paramentos horizontales.
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MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
Figura 42
Obra acabada con
pinturas.
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5
Anexos
Los morteros para revoco y enlucido se designarán conforme a las características de resis-
tencia a compresión y absorción de agua por capilaridad.
Ejemplo 1: Un mortero de albañilería para revoco y enlucido con una categoría de resisten-
cia a compresión a 28 días entre 3,5 a 7,5 N/mm2 y un coeficiente de absorción de agua por
capilaridad de 0,30 kg/m2 min 0,5 se designará como:
CS III W1
Ejemplo 2: Si además tuviera requisitos térmicos, con una conductividad térmica de 0,15
w/m ºK se designará como:
CS III W1 T2
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MORTEROS DE REVESTIMIENTO AFAM
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Bibliografía
• Martín Sisí, Mónica; Azconegui Morán, Francisco y García i Conesa, Oriol. Guía prác-
tica de la cal y el estuco. Editorial de los Oficios. León, 1998.
• Serexhe, Bernhard. Reparar daños causados por la humedad. Tikal Ediciones. Barce-
lona, 2001.
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Empresas de
AFAM
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Vía Int. Cueva Bermeja, Esq. 2ª Transv. Dique Este C/ Torrenteres, 20-22
38180 Sta. Cruz de Tenerife 08754 El Papiol (Barcelona)
Telf.: 922 59 76 27 • Fax: 922 59 79 82 Telf.: 93 673 20 30 • Fax: 93 673 06 01
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Morteros de Revestimiento
Esta guía completa la primera serie de
monografías que AFAM ha dedicado al
mortero en sus diversos contenidos y
aplicaciones.
La guía aborda una de las aplicaciones
más extendidas de este material en la
construcción tradicional y actual. En su
primera parte describe las propiedades
más relevantes de este tipo de morteros.
Revestimiento
AFAM