Agregado Fino
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LABORATORIO Nº 2
2. FUNDAMENTO TEÓRICO
Como áridos para la confección de hormigones pueden emplearse arenas y gravas naturales ó
provenientes del machaqueo, que reúnan en igual o superior grado las características de resistencia y
durabilidad que se le exijan al hormigón.
Desde el punto de vista de durabilidad en medios agresivos, deben preferirse los áridos de tipo silíceo (
gravas y arenas de río ó cantera ) y los que provienen del machaqueo de rocas volcánicas ( basalto,
andesita, etc. ) ó de calizas sólidas y densas; las rocas sedimentarias en general ( calizas, dolomias, etc. ) y
las volcánicas sueltas ( pomez, toba, etc. ), deben ser objeto de análisis previo, no deben emplearse áridos
que provengan de calizas blandas, feldespatos, yesos, piritas ó rocas friables, ni porosas.
La arena suele dividirse a partir de los 2 mm en arena gruesa y arena fina, llamándose polvo ó finos de la
arena a la fracción inferior a 0,08 mm.
Al emplear árido rodado suelto, se tiene la garantía de que se trata de piedras duras y limpias, salvo
contaminación de la gravera. Pero si se encuentra mezclada con arcilla es imprescindible lavarlo, para
eliminar la camisa que envuelve a los granos y que haría disminuir grandemente su adherencia con la pasta;
este lavado debe ser enérgico, realizado con máquinas de lavar, no sirviendo de nada el simple rociado en
obra.
Análogamente el árido machacado debe estar desprovisto del polvo de machaqueo, que supone un
incremento de finos en el hormigón y por tanto, mayor cantidad de agua de amasado, menor resistencia y
mayor riesgo de fisuras en las primeras edades.
Por último los áridos deben cumplir las siguientes condiciones físico – mecánicas, absorción de agua no
superior al 5%, friabilidad de la arena no superior a 40 y resistencia al desgaste en la grava no superior a 40.
LA ARENA:
Las mejores arenas son las de río, ya que salvo raras excepciones, son cuarzo puro, por lo que no de
que preocuparse acerca de su resistencia y durabilidad; la arena de mina suele tener arcilla en exceso, por
lo que generalmente es preciso; las arenas de mar, si son limpias pueden emplearse en hormigón armado
previo lavado con agua dulce.
Las arenas que provienen del machacado ó machaqueo de granitos basálticos y rocas análogas, son
también excelentes, con tal de que se trate de rocas sanas que no acusen un principio de descomposición.
Deben rechazarse de forma absoluta las arenas de naturaleza granítica alterada (caolización de los
feldespatos).
Las arenas de procedencia caliza son de calidad muy variable, siempre resultan más absorbentes y
requieren más cantidad de agua en el amasado que las silíceas; su resistencia al desgaste es baja, por lo que
los hormigones sometidos a este efecto (por ejemplo en pavimentos, etc.), deben confeccionarse con
arena silícea, al menos en un 30 por ciento de la totalidad de la arena.
La humedad de la arena tiene gran importancia en la dosificación de los hormigones, sobre todo
cuando se dosifica en volumen, por ello es siempre necesario tenerla en cuenta.
La arena no debe contener sustancias perjudiciales al hormigón, debe ser limpia.
Un árido tiene una importancia decisiva en las características del hormigón; el estudio de dicha
distribución suele efectuarse mediante la curva granulométrica, que se determina cribando el árido a través
de una serie normalizada de cribas y de tamices.
Las cribas y tamices normalmente empleados corresponden a las series ISO – 565, UNE – 750 ó serie
americana Tyler, cuyas aberturas están en progresión geométrica de razón dos. Sus valores en milímetros
vienen dados en la siguiente tabla:
Una vez efectuado el cribado del árido, puede dibujarse su curva granulométrica tomando en
abscisas las aberturas de los tamices y en ordenadas, los porcentajes que pasan por cada tamiz, en volumen
absoluto.
Los áridos empleados en la preparación se obtienen normalmente, mezclando gravas con arenas en
proporciones adecuadas, ó mejor aún, tres ó más grupos de distintos tamaños; no es posible establecer de
una manera general, una curva granulométrica óptima única, debido a que en cada caso hay que tener en
cuenta diversos factores; las resistencias y propiedades exigidas al hormigón, los medios de transporte,
puesta en obra y compactación del hormigón; las propiedades y forma de los granos, el tipo y dimensiones
del elemento estructural, etc.
Se llama compacidad de un árido a la relación entre su volumen real y su volumen aparente; cuanto
mayor sea su compacidad menor será el volumen de huecos que deja el árido, y por tanto, será menor la
Las composiciones granulométricas de elevada compacidad dan lugar a masas poco trabajables y
que disgregan con facilidad, pero si se disponen de medios adecuados para su correcta puesta en obra y
compactación, puede obtenerse hormigones muy resistentes de mucha durabilidad y poca retracción.
Por otra parte, para que una masa de hormigón sea dócil y trabajable, y no se disgregue durante el
transporte, puesta en obra y compactación, debe tener un contenido óptimo de granos finos.
Al aumentar el contenido de los granos finos, disminuye la compacidad del árido y será necesario
aumentar las cantidades de cemento y agua en el hormigón. En cada caso, habrá que adoptar una solución
de compromiso que satisfaga a ambos aspectos, parcialmente contradictorios: la compacidad del árido y el
contenido óptimo de finos.
Como se ha dicho anteriormente, no se puede establecer de una manera general una curva
granulométrica óptima; existen varios métodos para obtener curvas adecuadas a cada caso, cada una de las
cuales tiene su propio campo de ampliación.
a.) Parábola de Fuller; en hormigón armado, con áridos redondeados cuyo tamaño máximo sea de
50 20 milímetros y contenido de cemento no inferior a 300 kg/m3, se obtienen buenos
resultados mediante granulometrías continuas que siguen la parábola; cuando se emplean áridos
de machaqueo, en piezas de pared delgada ó en secciones muy armadas, pueden adoptarse la
parábola de Fuller, aumentando los finos convenientemente.
b.) Parábola de Bolomey; en ésta curva granulométrica se considera incluido el cemento y su campo
de aplicación es mucho más amplio que el de la parábola de Fuller.
Su ecuación es:
P = a + (100 – a)* d/D
Donde:
P = porcentaje en peso que pasa por cada tamiz.
d = abertura (diámetro) de cada tamiz
D = tamaño máximo (diámetro) del árido.
d.) Dominios Granulométricos; en los dos diagramas que se incluyen a continuación tomados de la
norma DIN-1045, aparecen dibujadas curvas granulométricas utilizables.
Estos dominios correspondientes a dos tamaños máximos del árido, se incluyen también en el
Código Modelo CEB – FIP.
3. MATERIALES
Tamices Nº 4, N° 8, N° 16, N°30, N°50, N°100, N° 200.
Balanza de precisión de 0.01gr.
Espátula.
Vibrador mecánico ó eléctrico.
Base y tapa.
Horno de secado.
4. PROCEDIMIENTO
Una vez agitada la muestra del agregado fino se pesa cada tamiz con la parte de de agregado que
quede en el mismo. Se resta de los pesos de los tamices vacíos para obtener el peso de la muestra
retenida en cada tamiz.
Seguidamente se pesa nuevamente 500 gr dentro de un plato pero antes pesando también el plato.
Se coloca dentro del recipiente agua y se lo mueve constantemente, para luego vaciarlo en el tamiz
Nª200 y que todas las partículas como limo y arcilla pasen por el tamiz.
Se introduce agua al plato y se hace lo mismo como un lavado tantas veces sea necesario hasta que
una vez mezclando el agua con el agregado fino el agua esté cristalina, habiendo pasado el limo y la
arcilla existentes en la muestra por el tamiz Nº200.
Luego la muestra lavada se la introduce dentro del horno para que se obtenga el secado del mismo.
Una vez seca la muestra se pesa para determinar cuánto pasó por el tamiz Nº200.
Por último se debe guardar los materiales utilizados y se limpia el área de trabajo.
peso del plato (gr.) peso de la muestra (gr) peso del plato + peso de la muestra seca(gr)
124,82 500 613,76
6. CÁLCULOS
500+485.94
%= = 1.97%
500
* Es muy importante este estudio debido a la información que se puede obtener del mismo para la
elaboración de obras en él o con ese suelo.
* Que para que resulte un buen cálculo de la práctica se debe realizar una buena limpieza de los
tamices por lo que de lo contrario los cálculos finales que se obtendrán no serán los verdaderos.
* Se concluye también que siempre donde va a tener a existir una falla con pérdida de material en la
práctica será del material que quedara en la base por lo parte de este material que debe pasar a la
base se irá perdiendo en el proceso de la practica por tratarse de un material de granos
8. BIBLIOGRAFÍA
www.arqhys.com/construccion/concreto-granulometria.html
http://www.construaprende.com/Lab/19/Prac19_1.html