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ENSAYOmetodologia

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AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN Y LA IMPUNIDAD

FACULTAD DE CIENCIAS HISTÓRICO SOCIALES Y EDUCACION


ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGIA

ENSAYO:

“TAUROMAQUIA: ¿MALTRATO ANIMAL O EXPRESIÓN


CULTURAL?”

AUTORES:
Álvarez Tarrillo Melany Alessandra
Trauco Fernández Jimena
Torres Mendoza Daira Yamila
Ugaz LLontop Angelly Stephany
Hurtado Trujillo Brenda Dallana
INTRODUCCIÓN:

El maltrato a los animales comprende una gama de comportamientos que causan


dolor innecesario, sufrimiento o estrés al animal, que van desde la negligencia en
los cuidados básicos hasta el asesinato malicioso e intencional. Cada año, un
elevado número de animales son víctimas de maltratos indirectos o directos. El
mencionado abuso es un problema social de grandes dimensiones que no solo
afecta a aquellos animales víctimas de esta violencia sino a todos los miembros de
nuestra sociedad.

Muchos actos de violencia se realizan como diversión o deporte, un ejemplo de ello


seria las corridas de toros y las peleas de gallos.

"Entre las crueldades, la más repulsiva es aquella que tiene por fin la diversión”
según Dolores Marsans Comas.

Las corridas de toros en los últimos tiempos han tomado mayor interés por parte de
las sociedades en las cuales está “tradición” como algunos la llaman se ha venido
practicando, independientemente de si la muerte del animal se da dentro del
espectáculo o fuera de él, ya que de cualquier forma la muerte del toro se da, y en
las más indignas y crueles condiciones; este interés ha sido de dos tipos: uno, de
aquellas personas “incivilizadas” que disfrutan de la tauromaquia y el sufrimiento
que esto implica para el animal, y por otro lado grupos de personas que buscan una
relación más sincera y armoniosa con los animales y la naturaleza.

La corrida de toros es aquella donde se combina el ritual del sacrificio con la alegría
del juego.
“TAUROMAQUIA: ¿MALTRATO ANIMAL O EXPRESIÓN
CULTURAL?”

Según la RAE, una corrida de toros es "una fiesta que consiste en lidiar cierto
número de toros en una plaza cerrada". Por su parte, lidiar es "luchar contra el toro
hasta darle muerte". La tauromaquia es definida como "la ciencia del toreo". Toda
ciencia, incluso ésta, se estructura como un conjunto de reglas, observaciones y
maneras en que la corrida y la lidia de toros debe realizarse para cumplir su objetivo
final: la muerte del animal.

Muchos aficionados consideran que la corrida de toros es un deporte. Pero, decir


que el toreo es un deporte de competencia igualitaria entre dos rivales, es falso,
pues esta condición no se cumple. Los sucesivos escándalos por el afeitado de los
toros (cortar o limar la punta de los cuernos al toro para que su lidia resulte menos
peligrosa) o las investigaciones que han dejado ver la manera en que los toros
son preparados para la corrida en toriles; dejan mucho que desear a una afirmación
como que el enfrentamiento se da entre dos rivales en iguales condiciones. Hoy una
corrida de toros es un espectáculo de engaño y falsedad, donde los machos se
enfrentan a un animal completamente minado en sus facultades físicas mediante el
cansancio y el dolor.

Según María Álvarez y David Alonso, representantes de la “Asociación Liberación


Animal” manifiestan que “el toro y el torero nunca han luchado en igualdad de
condiciones”. De hecho, acusan que en ocasiones puntuales se les priva de agua y
comida, se les afeitar los cuernos y se les suministra laxantes entre otras actividades
para que el matador tenga más posibilidades en su favor durante la lidia. Y que
aunque son prácticas prohibidas por los taurinos, aseguran que aún se siguen
ejerciendo según han destapado algunos veterinarios y trabajadores taurinos.

En las zonas andinas, los pobladores afirman que la corrida de toros es una
tradición, y las tradiciones hay que mantenerlas, lo que nos lleva a
preguntarnos: ¿desde cuándo las apologías a la violencia y la destrucción son
dignas de perpetuamiento histórico?. Si tradiciones como la ablación femenina, que
persisten hoy en día, son capaces de horrorizarnos, ¿por qué no una tradición cruel
y sádica como la fiesta de los toros?. Porque se trata de animales,
seres autómatas para algunos, o medios al servicio de los fines humanos, para
otros. Las tradiciones sustentadas en la violencia y el aniquilamiento no hacen más
que perpetuar estos comportamientos como dignos de práctica y seguimiento: si
podemos matar un animal, ¿por qué no podremos matar también a nuestro enemigo
político?. Las tradiciones deben ser soporte de lo que nos define y construye, pero
también de lo que esperamos en el futuro. La pretendida racionalidad de nuestras
sociedades, y los nobles objetivos pacíficos en el mundo, están amenazados cada
vez que dejamos que este tipo de tradiciones sean fundamento formativo de las
nuevas generaciones.

En 1980, la UNESCO, máxima autoridad mundial en materia de cultura, emitió su


opinión al respecto: "La tauromaquia es el malhadado y venal arte de torturar y
matar animales en público y según unas reglas. Traumatiza a los niños y a los
adultos sensibles. Agrava el estado de los neurópatas atraídos por estos
espectáculos. Desnaturaliza la relación entre el hombre y el animal. En
ello, constituye un desafío mayor a la moral, la educación, la ciencia y la cultura"

Algunos aseguran que esta actividad es parte de la tradición religiosa, que honra a
la virgen y a algunos santos, este es un gravísimo error. La iglesia en varias
oportunidades, ha condenado la celebración de fiestas en que se torturen y maten
animales. El papa Pío V en 1567 promulgó una bula en que "condena estos
espectáculos torpes y cruentos", estableciendo pena de excomulgación para
clérigos, emperadores, reyes y cardenales que fomentaran dichos espectáculos. En
1920 el secretario del Estado Vaticano, cardenal Gasparri declaró que "la iglesia
continúa condenando en alta voz, tal como lo hiciera el papa Pío V, estos
sangrientos y vergonzosos espectáculos". Juan Pablo II, haciendo un estudio de la
Biblia dice que "el hombre, salido de las manos de Dios, resulta solidario con todos
los seres vivientes, como aparece en los salmos 103 y 104, donde no se hace
distinción entre los hombres y los animales".
Las corridas de toros no son un arte, el arte es un proceso de creación y
construcción, que da vida, no la quita. Algunos autores han definido al toreo
como seductor, en tanto niega lo absurdo y trágico de la muerte humana,
trascendiendo y humillando la animalidad del toro. Para Hilda Salmerón, “el torero
representa la trascendencia a su propia condición mortal, a su propia condición
animal. Sin embargo, lo que sucede no es el enfrentamiento de toro con torero, sino
un animal contra el arsenal del torero. Este destruye y aniquila, en búsqueda de la
ansiada "inmortalidad" que consigue efímeramente bajo el disfraz de la fama,
de salir por la puerta grande y de premiar al diestro a merced de las orejas y/o la
cola de un pobre animal que ha sido el fantoche en la farsa”. Este arte no construye
ni da valor. Antes bien, destruye todo lo enaltecedor del arte para la vida humana.

Los aficionados afirman que El toro muere dignamente y no sufre, pero nosotras
aseguramos que la dignidad es un valor y una categoría construida por los humanos
para simbolizarnos cosas. Pero acá es utilizada para describir desde la perspectiva
del toro lo que la muerte simboliza para él. Para un animal como el toro, el dolor es
el dolor y la muerte es la muerte, no son dignas ni indignas. La muerte es el fin de
su vida. Y mientras más rápido y de golpe suceda, mejor -al menos, esa sería para
los humanos una muerte ideal. Para un toro la corrida es la muerte inminente;
porque se diga o no, toro que pisa la arena termina en la sala de despiece, aún
los indultados que tras irse a la dehesa la mayoría muere por las heridas recibidas.
¿Es digna una muerte lenta, dolorosa, torturante, asfixiante?, ¿una muerte en la que
un toro es obligado a someterse a las torturas de un equipo de sádicos que
dicen amar y respetar a los toros?. Eso no es dignidad.

Como cualquier animal cefalizado y con un sistema nervioso central, sí siente: si


vemos a una mosca posarse sobre el lomo de un toro, apenas la percibe este trata
de espantarla. ¿Cómo no sentirá un toro la puya, las banderillas o la espada?

El toro bravo fue criado y predeterminado por los criadores para este destino. Fue
un capricho y una voluntad humana, movida por diferentes intereses para los que el
animal era un medio, lo que selló su suerte con ese destino. Fue el hombre quien lo
manipuló y lo llevó a la medida de sus deseos. ¿Es justo darle vida a un animal para
quitársela en un acto pleno de dolor y crueldad?

"El que quiera ver los toros que los vea; el que no, que se vaya". Podría decirse lo
mismo de la pedofilia: el que quiera hacerlo que lo haga, los otros, que hagan vista
gorda y sigan su vida. Las temporadas taurinas, las escuelas y las ganaderías se
financian con dineros públicos a través de donaciones, exenciones de pago de
tasas, subsidios. Un porcentaje importante de personas que están contra las
corridas de toros no querrían que sus dineros fueran a dar al fomento de esta cruel
tradición. Es fácil vivir la vida no mirando lo feo que ésta tiene. El regocijo en la
tortura y la muerte de un animal son símbolos inequívocos de cierta decadencia.
Habemos quienes no podemos mirar hacia cualquier lado cuando un animal sufre,
y no tenemos reparo en reclamar frente a esto, tenga la tortura forma de torero,
matarife, maltratador, vendedor de mascotas o empresario de entretenimientos
que exploten animales.
CONCLUSIONES:

 Muchas veces el maltrato animal se realiza por que las personas tienen la
necesidad de sentirse superior a los animales. Y tratan de hacerlo mediante
el maltrato, esto causa el estrés del animal y muchas veces hasta su muerte.

 La violencia es un acto intencional que puede ser único o recurrente y cíclico,


dirigido a dominar, controlar, agredir o lastimar a otros. Casi siempre es
ejercida por la persona con mayor jerarquía, es decir, los que tienen el poder.

 Estos animales son maltratados de manera directa e indirecta, pero ambas


influyen en sus vidas. El maltrato a los animales, aparte de influir en ellos,
influye en la vida de las personas, ya que un niño que observe un maltrato
animal puede crearse un trauma psicológico o hasta imitar el acto.

 Los toreros disfrutan causarle daño físico al toro, porque ni siquiera lo matan
en el instante, son personas totalmente insensibles, sabiendo que el toro
siente muchas veces más dolor que un humano.

 Los toros están totalmente indefensos antes los toreros porque no tienen
nada con que defenderse, además estas ya son personas entrenadas para
hacerles daño.
Referencias:
 Gil Pérez, L. (s/f). Presunta raza de lidia. Recuperado de
http://www.animanaturalis.org/704
 Illera, J. C. (2007). Regulación Neuroendocrina del Estrés y Dolor en el toro
de lidia (Bos Taurus L.
 Kidstar Magazine, Portal Taurino, España Roja.
 Zaldivar Laguía, J. E. (2008). Informe técnico veterinario sobre las corridas:
por qué el toro sí sufre. (pp. 1-5). Madrid, España: Ilustre Colegio de
Veterinarios de Madrid
 Trabajo de Investigación preparado para la Fundación Argentina de
Bienestar Animal (FABA) por Maria Vaca-Guzman .MS en Animales y
Políticas Tufts University School of Veterinary Medicine Universidad
Católica Argentina Mayo de 2004
ANEXOS:

FOTOGRAFÍAS

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