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Arboles Filogeneticos y Evolucion Biologica

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Cómo construir un árbol filogenético

La lógica detrás de los árboles filogenéticos. Cómo construir un árbol a partir de la información
sobre las características presentes o ausentes en un grupo de organismos.
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Puntos más importantes:


 Los árboles filogenéticos representan hipótesis acerca de las relaciones
evolutivas entre un grupo de organismos.

 Se puede construir un árbol filogenético con las características


morfológicas (forma del cuerpo), bioquímicas, conductuales o
moleculares de las especies u otros grupos.

 Al construir un árbol, organizamos las especies en grupos anidados


basados en los caracteres derivados compartidos (las características
diferentes a las del ancestro del grupo).

 Las secuencias de genes o proteínas pueden compararse entre especies y


usarse para construir árboles filogenéticos. Las especies cercanas por lo
general tienen pocas diferencias en sus secuencias, mientras que las
menos emparentadas tienden a tener más.

Introducción
Todos estamos relacionados, y no me refiero solo a nosotros los
humanos, ¡aunque eso es más que cierto! Todos los seres vivos de la
Tierra pueden rastrear su ascendencia a un ancestro común. Cualquier
conjunto más pequeño de especies puede también rastrear su ascendencia
hasta un ancestro común, por lo general mucho más reciente.
Dado que no podemos regresar en el tiempo y ver cómo evolucionaron
las especies, ¿cómo podemos saber de qué manera se relacionan unas con
otras? En este artículo veremos los métodos básicos y la lógica usada
para construir árboles filogenéticos, árboles que representan la historia
evolutiva y las relaciones de un grupo de organismos.

Resumen de los árboles filogenéticos


En un árbol filogenético, las especies de interés se muestran en las puntas
de las ramas del árbol. Las ramas se conectan entre sí de manera que
representan la historia evolutiva de las especies, esto es, la manera en la
que pensamos que evolucionaron a partir de un ancestro común mediante
una serie de eventos de divergencia (separación en dos ramas). En cada
punto de ramificación se encuentra el ancestro común más reciente que
comparten todas las especies que descienden a partir de ese punto de
ramificación. Las líneas del árbol representan largas series de ancestros
que se extienden desde una especie hasta la siguiente.
Imagen modificada de Taxonomía y filogenia: Figura 2, de Robert Bear et al., CC BY 4.0

Para una explicación más detallada, lee el artículo sobre árboles


filogenéticos.

Una vez que te sientas cómodo leyendo un árbol filogenético, puede que
te preguntes: ¿cómo se construye una de estas cosas? En este artículo,
veremos con más detalle cómo se construyen los árboles filogenéticos.

La idea detrás de la construcción de árboles


¿Cómo construimos un árbol filogenético? El principio subyacente es la
idea de Darwin de "descendencia con modificación". Básicamente, al ver
el patrón de modificaciones (rasgos nuevos) en los organismos actuales,
podemos determinar —o al menos, proponer hipótesis de— su linaje a
partir de un ancestro común.

Como ejemplo, consideremos el árbol filogenético siguiente (que


muestra la historia evolutiva de un grupo inventado de especies parecidas
a ratones). Vemos que surgen tres rasgos nuevos en diferentes puntos
durante la historia evolutiva del grupo: una cola esponjada, orejas
grandes y bigotes. Cada rasgo nuevo es compartido por todas las especies
descendientes del ancestro en el que apareció la característica (indicado
por las marcas con forma de palomita), pero está ausente de las especies
que se separaron antes de que el carácter apareciera.
[¡Ese árbol es confuso! ¿Podemos analizarlo paso a paso?]
Cuando construimos árboles filogenéticos, las características que surgen
durante la evolución de un grupo y que difieren de las del ancestro del
grupo se llaman caracteres derivados. En nuestro ejemplo, una cola
esponjada, unas orejas grandes y los bigotes son caracteres derivados,
mientras que una cola delgada, orejas pequeñas y la falta de bigotes
son caracteres ancestrales. Un punto importante es que un carácter
derivado puede aparecer por pérdida o ganancia de una característica. Por
ejemplo, si hubiera otro cambio en el linaje E que resultara en la pérdida
de la cola, la falta de cola se consideraría un carácter derivado.

Los caracteres derivados compartidos entre especies u otros grupos en un


conjunto de datos son claves para ayudarnos a construir árboles. Como se
muestra arriba, los caracteres derivados tienden a formar patrones
anidados que proporcionan información acerca de cuándo ocurrieron los
eventos de ramificación en la evolución de las especies.

Cuando construimos un árbol filogenético a partir de un conjunto de


datos, nuestra meta es usar los caracteres derivados compartidos de las
especies actuales para inferir los patrones de ramificación de su historia
evolutiva. El problema, sin embargo, es que no podemos observar la
evolución de nuestras especies de interés y ver cuándo surgieron los
caracteres nuevos en cada linaje.

En su lugar, tenemos que trabajar en retrospectiva. Esto es, tenemos que


ver a nuestras especies de interés —como A, B, C, D y E— y averiguar
cuáles caracteres son ancestrales y cuáles derivados. Luego, podemos
usar los caracteres derivados compartidos para organizar las especies en
grupos anidados como los que se muestran arriba. Un árbol hecho de esta
manera es una hipótesis sobre la historia evolutiva de las especies,
generalmente, aquella con el patrón de ramificación más sencillo para
explicar sus caracteres.

Ejemplo: cómo construir un árbol


filogenético
Si fuésemos biólogos que construyen un árbol filogenético como parte de
nuestra investigación, tendríamos que elegir qué conjunto de organismos
organizar en un árbol. También tendríamos que escoger las
características de esos organismos en las que basaríamos nuestro árbol (a
partir de sus diversas características físicas, conductuales y bioquímicas
diferentes).
Si en cambio queremos construir un árbol filogenético para una clase (lo
que sería más probable para los lectores de este artículo), es posible que
nos dieran un conjunto de características, a menudo ordenados en una
tabla, que tendríamos que convertir en un árbol. Por ejemplo, esta tabla
muestra la presencia (+) o ausencia (0) de varias características:

Carácter Lamprea Antílope Águila calva Caimán Róbalo


Pulmones 0 + + + 0

Mandíbulas 0 + + + +

Plumas 0 0 + 0 0

Molleja 0 0 + + 0

Pelo 0 + 0 0 0
Tabla modificada de Taxonomía y filogenia: Figura 4, por Robert Bear
et al., CC BY 4.0

A continuación, necesitamos saber cuál forma de cada característica es


ancestral y cuál es derivada. Por ejemplo, ¿la presencia de pulmones es
un carácter ancestral o es derivado? Como recordatorio, un carácter
ancestral es el que pensamos que estaba presente en el ancestro común de
las especies de interés. Un carácter derivado es el que pensamos que
surgió en alguna parte del linaje que desciende de ese ancestro.

Sin la habilidad de mirar hacia el pasado (lo que sería útil, pero
imposible), ¿cómo sabemos cuáles caracteres son ancestrales y cuáles
derivados?

 En el contexto de una tarea o un examen, la pregunta que intentas


resolver puede decirte cuáles caracteres son derivados y cuáles
ancestrales.
 Si haces tu propia investigación, es posible que tengas el conocimiento
que te permita diferenciar entre caracteres ancestrales y derivados (según
el registro fósil, por ejemplo).

 Es posible que te den información acerca de un grupo externo, una


especie que está relacionada de manera más lejana a las especies de
interés de lo que están emparentadas entre ellas.

Si nos dan un grupo externo, este puede servir como un representante de


la especie ancestral. Esto es, podríamos asumir que sus rasgos
representan la forma ancestral de cada característica.
[¿Siempre es así?]

En nuestro ejemplo (por conveniencia los datos se repiten abajo), la


lamprea, un pez sin mandíbula que carece de un esqueleto verdadero, es
nuestro grupo externo. Como se muestra en la tabla, la lamprea carece de
todas las características listadas: no tiene pulmones, mandíbulas, plumas,
molleja ni pelo. Con base en esta información, supondremos que la
ausencia de estas características es ancestral y que la presencia de ellas es
un carácter derivado.

Carácter Lamprea Antílope Águila calva Caimán Robalo


Pulmones 0 + + + 0

Mandíbulas 0 + + + +

Plumas 0 0 + 0 0

Molleja 0 0 + + 0

Pelo 0 + 0 0 0
Tabla modificada de Taxonomía y filogenia: Figura 4, por Robert Bear
et al., CC BY 4.0
Ahora, podemos empezar a construir nuestro árbol agrupando los
organismos de acuerdo con sus características derivadas compartidas. Un
buen lugar para empezar es ver qué carácter es compartido por el mayor
número de organismos. En este caso, es la presencia de mandíbulas:
todos los organismos excepto la especie del grupo externo (la lamprea)
tienen mandíbulas. Así que podemos comenzar a dibujar el árbol con el
linaje de la lamprea que se separa del resto de las especies, de forma que
podamos ubicar la aparición de mandíbulas en la rama que lleva a las
especies distintas de la lamprea.

Imagen basada en Taxonomía y filogenia: Figura 6, de Robert Bear et al., CC BY 4.0

Ahora, podemos buscar el siguiente carácter derivado compartido por la


mayoría de los organismos. Este sería pulmones, el cual es compartido
por el antílope, el águila calva y el caimán, pero no por el róbalo. Con
base en este patrón, podemos dibujar el linaje del róbalo como una rama
que se separa y ubicar la aparición de los pulmones en el linaje que
conduce hacia el antílope, el águila calva y el caimán.
Imagen basada en Taxonomía y filogenia: Figura 6, de Robert Bear et al., CC BY 4.0

Siguiendo el mismo patrón, buscamos ahora el carácter derivado


compartido por la mayoría de los organismos. Este sería la molleja, que
comparten el caimán y el águila calva (pero que está ausente en el
antílope). Con base en estos datos, podemos dibujar el linaje del antílope
como una rama que se separa de la del caimán y el águila calva, y ubicar
la aparición de la molleja en esta última.
Imagen basada en Taxonomía y filogenia: Figura 6, de Robert Bear et al., CC BY 4.0

[Espera, ¿cómo supiste que debías poner el águila a la izquierda y el caimán a la derecha?]

¿Qué pasa con los rasgos restantes, las plumas y el pelo? Estos caracteres
son derivados pero no compartidos, ya que se encuentran en una sola
especie. Los caracteres derivados no compartidos no nos ayudan a
construir un árbol, pero los podemos colocar en la ubicación más
probable para ellos. En el caso de las plumas, esta sería en el linaje que
conduce al águila calva (después de separarse del caimán). Para el pelo,
sería en el linaje del antílope, después de su separación del caimán y el
águila.
Imagen basada en Taxonomía y filogenia: Figura 6, de Robert Bear et al., CC BY 4.0

La parsimonia y las dificultades en la


construcción de árboles filogenéticos
Cuando construimos el árbol de arriba, usamos un método
llamado parsimonia. Esencialmente, parsimonia significa que
escogemos la explicación más sencilla para nuestras observaciones. En el
contexto de la construcción de un árbol, significa que debemos elegir
aquel que requiera el menor número de sucesos genéticos independientes
(aparición o desaparición de caracteres) para su construcción.

Por ejemplo, también habríamos podido explicar el patrón de caracteres


que observamos con el siguiente árbol:
Imagen basada en Taxonomía y filogenia: Figura 6, de Robert Bear et al., CC BY 4.0

Esta serie de sucesos también nos da una explicación evolutiva de los


caracteres que vemos en las cinco especies. Sin embargo, es menos
parsimoniosa porque requiere que ocurran más cambios independientes.
Debido al lugar donde colocamos al róbalo, nuestra hipótesis dice que las
mandíbulas surgieron dos veces de manera independiente (una en el
linaje del róbalo y otra en el que conduce a los antílopes, las águilas
calvas y los caimanes). Esto da un total de 666 marcas o cambios en los
caracteres, contra los 555 del árbol anterior, más parsimonioso.

En este ejemplo, puede parecer muy obvio cuál es el mejor árbol y quizá
sea innecesario contar las marcas. Sin embargo, cuando los
investigadores construyen filogenias como parte de su trabajo, con
frecuencia usan un gran número de características, y los patrones de estas
rara vez concuerdan entre ellos al 100\%100%100, percent. Al contrario,
puede haber algunos conflictos en los que un árbol se ajusta mejor al
patrón de un carácter, mientras que otro árbol se ajusta mejor al patrón de
otra característica. En estos casos, el investigador puede usar la
parsimonia para elegir el árbol (la hipótesis) que mejor se ajuste a los
datos.

Te preguntarás: ¿por qué no coinciden los árboles sin importar las


características en las que se basan? Después de todo, la evolución de un
grupo de especies sucedió de una manera en particular en el pasado. El
problema es que, cuando construimos un árbol, reconstruimos la historia
evolutiva a partir de datos incompletos e imperfectos, por ejemplo:

 No siempre somos capaces de distinguir las características que reflejan


una ascendencia compartida (características homólogas) de las que son
similares pero que surgieron de manera independiente
(características análogas que aparecen por evolución convergente).
[Mira un ejemplo.]
 Los rasgos pueden ganarse o perderse muchas veces durante la historia
de una especie. Una especie puede tener un carácter derivado y luego
perderlo (volver a la forma ancestral) en el curso de su evolución.
[Mira un ejemplo.]
Debido a fuentes de error como las anteriores, a menudo los biólogos
usan muchas características diferentes para construir árboles
filogenéticos. Aun cuando todas las características se escogen y analizan
cuidadosamente, existe la posibilidad de que algunas de ellas conduzcan
a conclusiones erróneas (porque no tenemos la información completa
acerca de los sucesos que ocurrieron en el pasado).

El uso de datos moleculares para la


construcción de árboles
Una herramienta que ha revolucionado, y sigue revolucionando, el
análisis filogenético es la secuenciación de ADN. Con ella, en lugar de
usar las características físicas o conductuales de los organismos para
construir árboles, podemos comparar las secuencias de sus genes o
proteínas ortólogos (relacionados evolutivamente).

El principio básico de esa comparación es parecida a la que analizamos


arriba: hay una forma ancestral de la secuencia de ADN o proteína y han
ocurrido cambios en ella a lo largo del tiempo evolutivo. Sin embargo,
un gen o una proteína no solo corresponde con una característica única
existente en dos estados.

Al contrario, cada nucleótido de un gen o cada aminoácido de una


proteína puede considerarse como una característica separada, una que
puede cambiar a varios estados (por ejemplo, A, T, G o C, en el caso de
los nucleótidos) mediante mutación. Así, ¡un gen
de 300300300 nucleótidos puede representar 300300300características
diferentes en 444 estados distintos! La cantidad de información que
podemos obtener de una comparación de secuencias, y por lo tanto, la
resolución que podemos esperar de un árbol filogenético, es mucho
mayor que si solo utilizamos caracteres físicos.

Para analizar la información de las secuencias e identificar el árbol


filogenético más probable, los biólogos por lo general usan programas de
computadora y algoritmos estadísticos. Sin embargo, cuando
comparamos las secuencias de un gen o proteína entre diferentes
especies:

 Una mayor cantidad de diferencias corresponde a


especies menosrelacionadas entre sí
 Una menor cantidad de diferencias corresponde a
especies másrelacionadas entre sí

Por ejemplo, supón que comparamos la cadena beta de la hemoglobina


(la proteína acarreadora de oxígeno en la sangre) entre humanos y varias
otras especies. Si comparamos las versiones de la proteína del humano y
el gorila, encontraremos solo 111 aminoácido de diferencia. En cambio,
si comparamos las proteínas del humano y el perro,
encontraremos 151515 diferencias. Entre el humano y el pollo
hay 454545 diferencias en los aminoácidos, y entre el humano y la
lamprea (un pez sin mandíbulas),
observaremos 127127127 diferencias^11start superscript, 1, end
superscript. Estos números reflejan que, entre las especies consideradas,
los humanos están más emparentados con el gorila y menos con la
lamprea.

Puedes ver cómo se analiza un ejemplo que involucra árboles


filogenéticos e información de secuencias en este video de preguntas de
respuesta abierta para biología AP.
Los árboles filogenéticos lo que hacen es representar la historia evolutiva y las relaciones de un grupo de
organismos

En esta ocasión hablaremos del árbol filogenético. Realmente todos estamos


relacionados y no solo los humanos, la totalidad de los seres vivos de este
planeta Tierra pueden encontrar su ascendencia que les llevaría a un ancestro
común, que normalmente es más reciente.
Como no podemos regresar en el tiempo al pasado y ver la evolución de las
especies, ¿cómo podemos saber de qué manera se relacionan unas con otras? Lo
cierto es que los árboles filogenéticos, son unos árboles que lo que hacen es
representar la historia evolutiva y las relaciones de un grupo de organismos.
Los puntos de mayor importancia
 Los árboles filogenéticos básicamente lo que hacen es representar hipótesis
sobre las relaciones a nivel evolutivo entre un grupo de organismos.
 Es posible construir un árbol filogenético que tiene las características
morfológicas, conductuales, bioquímicas o moleculares de las especies y
otra clase de grupos.
 Cuando se construye un árbol, vamos organizando las especies en una serie
de grupos anidados que se basa principalmente en los caracteres derivados
compartidos (las características diferentes a las del ancestro del grupo).
 Las secuencias de genes o proteínas se pueden comparar entre especies y se
utilizan para la construcción de árboles filogenéticos. Las especies
próximas generalmente suelen tener bastante pocas diferencias entre sus
secuencias, mientras que las que tienen menos parentesco tienden a tener
más.

Resumiendo los árboles filogenéticos


Estamos hablando de un tema bastante extenso que excede un simple artículo como
el que estás leyendo. Eso sí, debes tener claro que en un árbol filogenético. Las
especies de interés son mostradas en las puntas de las ramas del árbol en cuestión.
Las ramas van conectándose entre ellas, representando la historia evolutiva de las
especies, siendo la forma en la que pensamos que fueron evolucionando partiendo
de un ancestro común mediante varios eventos de divergencia (cuando se separan
dos ramas).
En cada punto de estas ramificaciones, se encuentra el ancestro común más reciente
que comparten la totalidad de la especies que descienden a partir del punto de la
ramificación en cuestión. Las líneas del árbol, son las que representan las largas
series de ancestros que se van extendiendo desde una especie hasta la siguiente.
Pocas ideas han cambiado tan profundamente nuestra
visión de la naturaleza como la misma idea de cambio que
implica la evolución de los seres vivos. Los organismos
biológicos se agrupan en unidades naturales de
reproducción que denominamos especies. Las especies
que ahora pueblan la Tierra proceden de otras especies
distintas que existieron en el pasado, a través de un
proceso de descendencia con modificación. La evolución
biológica es el proceso histórico de transformación de
unas especies en otras especies descendientes, y su
reverso es la extinción de la gran mayoría de las especies
que han existido. Una de las ideas más románticas
contenidas en la evolución de la vida es que dos
organismos vivos cualesquiera, por diferentes que sean,
comparten un antecesor común en algún momento del
pasado. Nosotros y cualquier chimpancé actual
compartimos un antepasado hace algo así como 5
millones años. También tenemos un antecesor común con
cualquiera de las bacterias hoy existentes, aunque el
tiempo al antecesor se remonte en este caso a más de
3000 millones de años.

La idea de evolución por modificación y derivación de


nuevas especies implica la existencia de antepasados
comunes para cualquier par de especies. Hay un
antepasado común del hombre y el chimpancé, y del
hombre y las bacterias.

La evolución es el gran principio unificador de la Biología,


sin ella no es posible entender ni las propiedades
distintivas de los organismos, sus adaptaciones; ni las
relaciones de mayor o menor proximidad que existen
entre las distintas especies. La teoría evolutiva se
relaciona con el resto de la biología de forma análoga a
como el estudio de la historia se relaciona con las ciencias
sociales. La famosa frase del genético evolucionista
Theodosius Dobzhansky que abre este tema, no es más
que una aplicación particular del principio más general
que afirma que el presente de un proceso temporal no
puede entenderse sin una perspectiva histórica.

La revolución darwiniana
Aunque la idea de la evolución tenía precedentes, no fue
hasta 1859, con la aparición de la obra El origen de las
especies del naturalista británico Charles Darwin, que la
idea de la evolución se estableció definitivamente. Darwin
recopiló e interpretó un gran número de observaciones y
experimentos de muy diversas disciplinas de investigación
y los presentó como un argumento irrefutable en favor del
hecho de la evolución. Pero Darwin suministró además un
mecanismo para explicar las adaptaciones complejas y
características de los seres vivos: la selección natural.
¿Qué significó la teoría de la evolución y de la selección
natural en el contexto de la biología del siglo XIX? En
1802 el teólogo W. Paley publica la obra Teología natural,
en donde arguye que el diseño funcional de los
organismos evidenciaba la existencia de un creador
omnisapiente. Según él, el ojo humano, con su delicado
diseño, constituía una prueba concluyente de la existencia
de Dios. Para los naturalistas que querían explicar los
fenómenos biológicos por procesos naturales, explicar la
adaptación, la maravillosa adecuación de los organismos a
su ambiente, constituía el problema fundamental.
El gran reto de Darwin era explicar las complejas
adaptaciones de los organismos vivos, como el
diseño funcional de un ojo, por mecanismos
naturales. La solución de Darwin fue proponer el
mecanismo de la selección natural

El argumento del diseño de Paley tenía una gran


influencia en los naturalistas del XIX, a pesar de que esta
visión intervencionista violaba flagrantemente el concepto
de naturaleza que se había establecido con el desarrollo
de la física en los siglos XVI y XVII. Los fenómenos del
Universo, según esta nueva concepción, eran explicables
por procesos naturales. La naturaleza, per se, era un
objeto lícito para preguntar y contestar científicamente.
Con el Origen de Darwin se introduce esta revolución en
la Biología. Lo verdaderamente revolucionario en Darwin
fue el proponer un mecanismo natural para explicar la
génesis, diversidad y adaptación de los organismos.
El naturalista británico Charles Darwin (1809-1882)
introdujo en su libro El origen de las especies (1859) dos
ideas revolucionarias: la evolución biológica y la selección
natural

El pensamiento poblacional

Hay grandeza en esta concepción de la


vida,... que mientras este planeta ha ido
girando según la constante ley de la
gravitación, se han desarrollado y se
están desarrollando, a partir de un
comienzo tan sencillo, infinidad de formas
cada vez más bellas y maravillosas

Charles Darwin

Para hacer asequible la teoría de la evolución y de


la selección natural, Darwin tuvo que introducir una nueva
forma de entender la variación en la naturaleza,
el pensamiento poblacional. En el tiempo de Darwin las
especies se consideraban entidades fijas e inmutables;
representaban a un tipo platónico, la idea perfecta de la
mente de su creador. Las diferencias en la forma, en la
conducta, o en la fisiología de los organismos de una
especie no eran más que imperfecciones, errores en la
materialización de la idea de la especie. En contraste con
esta visión esencialista dominante, la variación individual,
lejos de ser trivial, es para Darwin la piedra angular de la
evolución. La variación en el seno de las especies o
poblaciones es lo único real, es la materia prima de la
evolución, a partir de la que se va a crear toda la
diversidad biológica. Son las diferencias existentes entre
los organismos de una especie las que, al magnificarse en
el espacio y en el tiempo, producirán nuevas poblaciones,
nuevas especies, y por extensión, toda la diversidad
biológica.
Bajo la visión darwiniana, la variación es la
única realidad de las especies. No hay un color
de piel en la especie humana ideal o
arquetípico. Cada individuo con su variación
característica es un elemento esencial de
nuestra especie

El estudio de la evolución
Los estudios y afirmaciones acerca de la evolución
generalmente se refieren a uno de dos aspectos distintos:
(1) las investigaciones acerca del hecho de la evolución y
(2) las que se refieren al mecanismo de la evolución. Las
primeras abarcan las disciplinas biológicas, tales como la
paleontología, la clasificación, la biología comparada, la
biología de poblaciones,... que muestran de manera
inequívoca el hecho de la evolución. Las segundas, las
afirmaciones acerca del mecanismo de la evolución, son el
objeto principal de estudio de la genética de poblaciones,
y nos informan de los factores, fuerzas o procesos que
producen el cambio evolutivo, es decir, los mecanismos
naturales que causan la descendencia con modificación.
Una analogía cotidiana que ilustra esta distinción es la del
tiempo meteorológico. Las precipitaciones, los vientos, las
gotas frías, los tifones, son las evidencias que constituyen
las afirmaciones de hecho del tiempo atmosférico. Ahora
bien, si queremos explicar el porqué se dan los diferentes
fenómenos meteorológicos, entonces nos tenemos que
introducir en el ámbito de las afirmaciones del proceso o
de los mecanismos meteorológicos. Debemos proponer los
factores, tales como las diferencias de temperatura entre
distintas masas de aire, que producen los fenómenos
meteorológicos.
La evidencia de la evolución

La evolución que se da en una escala reducida, en el


interior de una especie y en el intervalo de unas pocas
generaciones, se denomina microevolución.
La macroevolución es la evolución a gran escala, y abarca
periodos considerables de tiempo, y grandes procesos de
transformación; en el caso más extremo comprendería
toda la evolución de la vida. Se pueden efectuar
experimentos y/o observaciones de poblaciones de
especies actuales a pequeña escala y obtener evidencia
directa de evolución. Hay muchos ejemplos en los que se
detecta la evolución en acción, como el clásico caso del
melanismo industrial que se comentará más adelante. La
selección artificial efectuada por el hombre en el perro o
el caballo son también claros ejemplos que muestran el
potencial de modificación de una especie. Por su propia
dimensión temporal, no podemos demostrar la
macroevolución directamente, exceptuando los casos de
creación de nuevas especies de plantas mediante
cruzamiento de especies distintas por el hombre. Aunque
la evidencia evolutiva que suministra el registro fósil, la
biología comparada, y la biología molecular es indirecta,
no por ello es menos concluyente a la hora de demostrar
la comunidad de origen de todos los organismos.
Las diferentes razas de perro que el hombre ha
obtenido por selección artificial ilustran el potencial
de cambio que tienen las especies.

El registro fósil

Los sedimentos que se han ido acumulando sobre la


corteza de la tierra durante su historia geológica dejan
una huella inestimable, generalmente en forma de huesos
o esqueletos duros petrificados, de organismos muertos
en el pasado: son los fósiles. El registro fósil es una
ventana maravillosa a la historia de la vida. Si no existiera
no podríamos inventarlo. Sin él, el vacío acerca de la
evolución de la vida sobre la tierra sería insustituible.
Podríamos especular, teorizar infinitamente, pero ¿quién
podría haber imaginado que la Tierra estuvo dominada
durante 150 millones de años por unos reptiles inmensos
y fantásticos, los dinosaurios, que desaparecieron en un
instante relativo de tiempo, si no hubieran existido fósiles
de dinosaurios que nos lo contasen? La desintegración de
los elementos químicos radiactivos que hay en las rocas
ha permitido estimar que la Tierra se originó alrededor de
hace 4600 millones de años. La Tierra, que era una esfera
caliente, se enfría gradualmente, iniciándose un periodo
de evolución química que culminará con la formación de
las primeras células. En Australia y África se han
encontrado sedimentos retenidos y fijados por bacterias
de hace 3600 millones de años, lo que hace que esta
fecha sea una estima mínima de la edad de inicio de la
evolución biológica. La magnitud del tiempo en el que ha
transcurrido la evolución se escapa completamente a
nuestra comprensión, no podemos siquiera imaginar,
limitados a la minúscula escala de nuestro tiempo vital, el
potencial de transformación que suponen 3600 millones
de años de evolución.

El tiempo geológico

El tiempo geológico se ha dividido en una serie de etapas


jerárquicas, las eras, los períodos, y las épocas, que no
siguen una cronología lineal, sino que es una crónica de
los momentos claves de la historia de la vida. Las
transiciones entre las cuatro eras, la Precámbrica, la
Paleozoica, la Mesozoica y la Cenozoica representan
grandes cambios en las fauna y flora de toda la Tierra. En
el primer período de la era Paleozoica, el Cámbrico, hace
570 millones de años, aparecen de golpe en el registro
fósil los animales pluricelulares que tienen partes duras,
como las conchas, y exoesqueletos,... El final del
Paleozoico coincide con la mayor extinción habida en la
Tierra, en la que desaparecieron el 96% de las especies.
Al final del Mesozoico, en la transición entre el período
Cretácico y Terciario, se da la conocida extinción de los
dinosaurios, junto a un 70% de las especies existentes.

Cronología de siete momentos estelares de la evolución


¿Qué nos enseña el registro fósil sobre la historia de la
vida sobre la Tierra? Esta es una lista de los
acontecimientos más importantes

 Origen de la célula procariota 3600 M (M=Millones de


años)
 Origen de la célula eucariota 1400 M
 Origen de la fauna de animales pluricelulares 650 M
 Fauna de la explosión cámbrica 570 M
 Origen de los vertebrados terrestres 360 M
 Extinción de los dinosaurios. La antorcha pasa de los
dinosaurios a los mamíferos 65 M
 Origen de Homo sapiens 0,1 M.

Si toda la historia de la Tierra la comprimiésemos en una


hora, a los 20 minutos aparecerían las bacterias, a los 55
los dinosaurios, los antropoides aparecen a 40 segundos
antes del final, y los humanos al cumplirse la hora.

Hay una coherencia entre el registro fósil y el origen


evolutivo de las especies y sus grupos correspondientes.
Si la vida se debiera a la creación espontánea e
independiente de especies, no tendríamos porqué esperar
que el hombre surgiera con los mamíferos, podríamos
haber surgido en cualquier momento, cuando aparecieron
los peces, o los dinosaurios, o antes de que surgieran los
primates.

La evolución no tiene dirección definida

La historia de la vida es una historia de extinciones y


muerte,... con unos pocos supervivientes. El 99,9% de las
especies que han existido alguna vez están hoy extintas.
Grupos enteros de organismos, como los dinosaurios
(exceptúando las aves), los trilobites, los ammonoideos,
se han extinguido para siempre sin dejar descendiente
alguno.
Como señala el reconocido paleontólogo S. Gould, el
registro fósil no es un relato convencional que conduce a
los diferentes linajes a más excelencia, más complejidad,
más diversidad. La historia de la vida no muestra un
rumbo definido, no tiene dirección ni sentido. La evolución
es una narración de eliminación masiva seguida de
diferenciación en el interior de unos cuantos
supervivientes. Es a priori imposible determinar la
dirección de la evolución porque la importancia de los
acontecimientos concretos, contingentes, como la
extinción o no de un grupo de organismos en el caso de
una extinción en masa, o la posesión o no de una variante
adaptativa adecuada cuando ésta es requerida, son los
verdaderos agentes de la historia.

Las extinciones en masa

Hay dos regímenes de extinciones: la extinción normal,


que afecta a las especies que dejan de seguir a su
ambiente en su lucha diaria por adaptarse, y la extinción
en masa, que son más rápidas y devastadoras en cuanto
a su magnitud. Al menos han ocurrido cinco extinciones
en masa, y han dejado muchos huecos ecológicos que han
permitido que sean ocupados por los descendientes de las
especies supervivientes. Esta ocupación del bioespacio
disponible suele ir acompañada de una rápida y extensa
diversificación morfológica que se denomina radiación
adaptativa. No se sabe con certeza la causa de las
extinciones masivas, aunque las causas físicas como el
impacto de asteroides o el cambio climático parecen más
probables que las biológicas. Según una hipótesis
reciente, hay ciclos de extinción masiva aproximadamente
cada 26 millones de años, y el impacto periódico de
lluvias de cometas sobre la Tierra podría explicar dicho
ciclo.

La fauna de Burguess Shale

Si tuviéramos la oportunidad de volver a un momento del


pasado, el período previo al Cámbrico sería sin duda uno
de los más atractivos. En el Cámbrico, hace 570 M, se
produce la gran explosión en el registro fósil de los
primeros animales pluricelulares con partes duras. Darwin
se preguntaba por qué estos primeros animales eran ya
anatómicamente complejos y sin precursores aparentes.
La respuesta está en el yacimiento de Burguess Shale,
situado en las montañas rocosas canadienses. Debido a
condiciones muy especiales de conservación, aquí se
encuentra la única fauna de cuerpo blando (sin
estructuras duras) que existe de un tiempo
inmediatamente anterior a la explosión cámbrica.

La gran sorpresa de Burguess Shale es que las pocas


especies analizadas contienen una disparidad de diseños
anatómicos que exceden, con mucho, la gama moderna
que hay en todo el mundo. En ninguna fauna posterior se
repite la riqueza anatómica de este yacimiento. De los
120 géneros analizados, 20 son diseños de artrópodos
únicos, y además de estar representados los 4 grupos de
animales que hoy existen, hay 8 diseños que no encajan
en ningún grupo animal conocido. La época de Burguess
Shale parece ser que fue un tiempo asombroso de
experimentación, una era de gran flexibilidad evolutiva,
que fue seguido de una gran extinción.

Opabinia: una vida extraña de un remoto pasado


Opabinia fue el fósil de Burguess Shale que reveló la caja
de sorpresas que había en este yacimiento. Su diseño
singular no pertenece a ningún grupo animal conocido.
¡Tiene 5 ojos!, trompa flexible formada por un tubo
cilíndrico estriado, un tubo digestivo en forma de U, un
tronco de 15 segmentos, con lóbulos delgados laterales.
Los 3 segmentos últimos forman una cola con tres pares
de hojas delgadas y lobuladas dirigidas hacia afuera.

Opabinia fue el primer fósil del yacimiento de


Burguess Shale que demostró la singularidad
morfológica de las primeras formas
pluricelulares. Tiene 5 ojos, trompa flexible,
tubo digestivo en forma de U, un tronco de 15
segmentos, los 3 últimos forman una cola.

Los dinosaurios

Durante el periodo Triásico surgen los dinosaurios de una


línea de los reptiles e inician una dinastía sobre el medio
terrestre que habría de durar 150 M. Se han identificado
más de 350 especies de dinosaurios, y se cree que esta es
una estima muy inferior a la de las especies que
realmente existieron. Entre los dinosaurios están los
animales más grandes que alguna vez hayan vivido sobre
la Tierra. El Seismosaurus, el mayor herbívoro conocido,
tenía unas 40 metros de longitud. El Tyrannosaurus
rex, uno de los mayores carnívoros, tenía 12 m de
longitud. Los dinosaurios se dividen en dos grandes
órdenes, los de pelvis de lagarto (Saurisquios), que
comprenden tanto especies carnívoras como herbívoras, y
los de pelvis de ave (Ornistiquios), cuyas especies eran
todas herbívoras. Los dinosaurios se extinguieron casi en
su totalidad, exceptuando una línea menor que dio lugar a
las aves, hace 65 M. Junto a ellos, desaparecieron en un
breve lapso de tiempo el 75% de las especies existentes.
Se ha propuesto que el impacto de un asteroide sobre la
superficie terrestre podría ser la causa de la extinción en
masa.

¿Quién podría haber imaginado que la Tierra estuvo


dominada durante 150 millones de años por unos reptiles
inmensos y fantásticos, los dinosaurios, que
desaparecieron en un instante relativo de tiempo, si no
hubieran existido fósiles de dinosaurios que nos lo
contasen?
Biología comparada: homología y analogía

Cuando uno observa similitudes entre especies, se pueden


distinguir entre dos tipos de semejanzas, la analogía y la
homología. El ala de un ave y el de una mosca forman
una extensión plana y tienen un movimiento de aleteo
similar; los peces, los delfines, o los pingüinos tienen una
sección transversal aplanada que les permite desplazarse
por el agua. Estas semejanzas, llamadas analogías, son
más bien superficiales y se deben a que estos organismos
están sometidos a las mismas restricciones funcionales o
adaptativas, y no son debidas a que posean un
antepasado común reciente.

En contraste con la analogía, una homología es la


similitud que hay entre caracteres de distintas especies
debido a que tienen un origen común, y no a la acción
directa de una presión funcional. Por ejemplo, todos los
tetrápodos (animales vertebrados terrestres con cuatro
extremidades) tienen la extremidad de cinco dedos, y
ésta se encuentra tanto en las alas de la aves y de
murciélagos como en la mano del ser humano, a pesar
que estas extremidades representan unos papeles
funcionales muy distintos. La razón de esta estructura
común es que todos los tetrápodos conservamos la misma
estructura básica de la especie ancestral original.
Homología: todos los tetrápodos tienen una
extremidad con cinco dedos, aunque tengan
diferentes funciones.

La homología es la base de la clasificación

La clasificación se basa en la comparación de los


caracteres de las especies, y los caracteres homólogos
son los elementos claves para establecer una clasificación
evolutiva. Si las especies proceden de otras especies por
evolución, y además no varían tan rápidamente como
para perder toda su herencia histórica, se esperaría que
los distintos seres vivos compartieran una serie de
caracteres homólogos. El análisis de los diferentes
caracteres fenotípicos, como la morfología, la conducta,
los cromosomas, la anatomía externa e interna, el
desarrollo embrionario, el metabolismo, la variación
genética y proteica muestran que las especies presentan
semejanzas homológas en todos los niveles del fenotipo.
Cuanto más próxima sean la especies, mayor será el
grado de semejanza, y lo contrario también es cierto,
cuanto más alejada estén menos semejanzas
encontraremos. Así, las diferencias que hoy vemos entre
las especies se deben a las nuevas variaciones que han
adquirido desde su separación del antepasado común. Las
similitudes que atribuimos a las homologías no podrían
explicarse si las especies se originasen
independientemente unas de otras.

Órganos vestigiales

Un caso especialmente significativo de homología es la de


los órganos vestigiales o residuales. La pelvis de los
tetrápodos es una estructura ósea cuya función es
articular las extremidades posteriores. Las ballenas son
tetrápodos cuyos antepasados mamíferos abandonaron la
tierra para habitar en el mar. En este nuevo medio las
ballenas perdieron sus extremidades inferiores, pero aún
conservan como huella acusatoria de su pasado
tetrápodo, la serie completa de los huesos de la pelvis. De
forma similar, las serpientes presentan vestigios de la
extremidad posterior que portaban sus antepasados.
La reducida pelvis de los cetáceos es un órgano
vestigial que prueba su origen tetrápodo.

Biología molecular y homología

La biología molecular ha suministrado la evidencia más


universal de homología. Todos los organismos vivos
compartimos el mismo material hereditario, el DNA, una
molécula helicoidal cuya información se encuentra
codificada en 4 letras o nucleótidos distintos. Igualmente,
el código genético es prácticamente Universal, todos los
organismos comparten el mismo diccionario que da el
significado a la secuencia de DNA. Ambos ejemplos son
pruebas muy robustas de la relación íntima que existe
entre lo viviente.
El DNA es una molécula helicoidal que tiene
información genética codificada a partir de cuatro
letras o nucleótidos distintos.

El árbol de la vida: filogenia

Si la historia de la vida es cambio y ramificación por


descendencia, entonces su representación sería la de un
árbol o filogenia, en la que el tronco y las ramas internas
se corresponderían a los antepasados de las especies
actuales y los extremos de las ramas externas serían las
especies actuales. ¿Como se establece una filogenia?
Ordenando las especies actuales atendiendo a la
similaridad morfológica y/o genética de sus caracteres
homólogos.

El sistema linneano

El botánico sueco Carolus Linnaeus (1707-78) ideó el


sistema de clasificación que se utiliza, con algunas
modificaciones, hoy en día. Hay siete niveles inclusivos de
clasificación, que son, de menor a mayor, la especie, el
género, la familia, el orden, la clase, el tipo o Phylum y el
reino. El nombre científico de cada especie tiene dos
partes, el león, por ejemplo, se denomina Panthera leo.
La primera parte se refiere al género y la segunda a la
especie. Consideremos un ejemplo de como se agrupan
las especies actuales en las distintas categorías linneanas.
El león, la pantera, el tigre, pertenecen al género
Panthera, que junto al género Felix (el gato doméstico) y
otros se agrupan en la familia de los felinos. Los felinos,
con los cánidos y úrsidos, constituyen el orden de los
carnívoros. Primates, roedores, carnívoros, ... se reúnen
en la clase mamíferos. Estos organismos comparten
características como el amamantar a sus crías con leche,
gestarlas en el útero mediante un órgano complejo, la
placenta. Su piel está protegida por pelaje o pelos.
Mamíferos, aves, reptiles, anfibios, y peces se reúnen en
un solo tipo o phylum, porque todos tienen columna
vertebral, un máximo de cuatro miembros, y sangre roja
con hemoglobina, son los cordados. Los insectos, las
arañas, los crustáceos, y los ciempiés, se clasifican en
otro tipo, los artrópodos. Las almejas, caracoles y
calamares se agrupan en los moluscos, y así
sucesivamente. El tipo cordado, artrópodo, molusco y
otros forman el reino Animal. El árbol de la vida se ordena
siguiendo divisiones que van de características generales
a aspectos más específicos.
El botánico sueco Carolus Linnaeus (1707-78)
creó el sistema de clasificación que se utiliza
hoy en día.

Significado de los niveles jerárquicos de clasificación

¿Por qué se ordena la diversidad biológica en diferentes


niveles jerárquicos? Los rasgos de las divisiones más
generales corresponderían a adaptaciones básicas o
principales que surgieron en los momentos iniciales de la
evolución de los especies progenitoras de estos grupos.
Por ejemplo, hay cinco grandes reinos, las moneras, los
protistas, los hongos, las plantas y los animales, que se
corresponden con las cinco diferenciaciones principales de
la vida sobre la Tierra. El Phylum o tipo es la siguiente
unidad básica de diferenciación entre reinos, y podrían
entenderse como proyectos básicos fundamentales de
anatomía. En el reino Animal estos planos fundamentales
serían las esponjas, los anélidos (gusanos), los artrópodos
(insectos, crustáceos,...), los cordados, .... A partir de
estas adaptaciones principales surgen posteriormente
nuevas variaciones o subadaptaciones diversas, que por
tener un menor tiempo de evolución, tienen un rango
clasificatorio menor.

La clasificación de la diversidad biológica es una prueba


de la evolución

El hecho que la diversidad de la vida esté jerarquizada es


un fuerte argumento en favor de la evolución. El que las
especies compartan estructuras anatómicas y
adaptaciones básicas puede explicarse fácilmente si
suponemos que las especies actuales compartieron
antepasados, pero no esperaríamos dicho patrón si las
especies hubieran sido creadas independientemente.

Filogenia molecular

La universalidad de la molécula portadora de la


información genética hace que el DNA sea un carácter
muy apropiado para el estudio comparativo y filogenético
de las especies. Morfológicamente no es posible comparar
una bacteria con un hombre, sin embargo si que es
posible establecer una comparación con moléculas de DNA
de ambos organismos, ya que están formadas por el
mismo lenguaje de bases. Con datos de secuencias
podemos comparar cualesquier grupo de organismos, por
distantes que sean. Los datos moleculares tienen otras
propiedades adicionales que todas juntas los convierten
en el carácter ideal de estudios filogenéticos. Muchos
trabajos obtienen y analizan las secuencias de genes y
proteínas de diferentes especies para resolver cuestiones
todavía dudosas de relaciones entre organismos. Los
datos moleculares han demostrado que nuestra especie
está mucho más cerca del chimpancé y el gorila de lo que
creíamos.

Árbol filogenético Universal

El análisis molecular de secuencias también nos ha


enseñado que hay una división en la raíz misma del árbol
de la vida que es más fundamental que la división de 5
reinos que se enseña normalmente. En lugar de los dos
tipos celulares canónicos, los procariotas y eucariotas, hay
tres tipos principales de células, las arqueobacterias, las
eubacterias y los eucariotas. Este nuevo árbol recibe el
nombre de árbol filogenético universal.
Árbol filogenético universal

La sexta extinción en masa

El destino natural de cada especie es su extinción. Pero la


vida continúa porque muchas especies dejan especies
descendientes antes de morir. La diversidad biológica es
un proceso dinámico que resulta del equilibrio entre la
extinción y la producción de especies. Ninguna de los dos
puede predominar por mucho tiempo. Una extinción que
fuese superior a la producción de especies durante
muchas generaciones conduciría a la pérdida de la vida
sobre la Tierra, mientras que una situación inversa
llevaría al agotamiento de los recursos y por tanto a la
extinción. Actualmente desaparece una especie cada 15
minutos. El crecimiento desmesurado de la especie
humana ha aumentado en mil veces la tasa normal de
extinción, creando una situación que es análoga a la de
una gran catástrofe. Estamos frente a la sexta, y quizá
definitiva, gran extinción de la Tierra.

El movimiento creacionista

A pesar de la resistencia inicial a la visión darwinista, a


principios del siglo XX la idea de la evolución de la vida
era ya aceptada por la mayoría de las confesiones
cristianas. Sin embargo, en el sur y el medio oeste de los
EE.UU., numerosos grupos de cristianos evangélicos muy
activos han intentado repetidamente prohibir la
enseñanza de la evolución en las escuelas o compartirla
en tiempo y reconocimiento científico con el relato bíblico
del Génesis. En tiempos recientes, los creacionistas se
han renovado y organizado a través del movimiento del
diseño inteligente, ganando adeptos de otras confesiones.
Los fundamentalistas dan un valor supremo a un texto
escrito hace más de 2500 años en un contexto histórico y
cultural que nada tiene que ver con el actual, y que aún
así lo consideran más creíble que todo el cuerpo de
conocimientos, datos empíricos y estructuras teóricas que
millares de mentes dotadas de nuestra especie han
desarrollado trabajando en colaboración durante los
últimos 150 años. La universalización de la práctica de la
ciencia no se ha traducido en la adopción de una
cosmovisión común del Universo y la vida. La
persistencia, un siglo y medio después del Origen de las
especies, de creencias abiertamente anticientíficas es una
gran paradoja de nuestro tiempo. La consecución de un
credo universal de base darwiniana conduciría a un plano
superior de conciencia de la especie humana y sería, sin
duda, el mayor legado de Darwin. (Véase el
artículo Darwinismo - Creacionismo escrito por el autor)

Evolución humana
Las semejanzas morfológicas, bioquímicas, y genéticas
sitúan al ser humano en el orden de los primates de la
clase mamíferos. Dentro de los primates, son el
chimpancé, el gorila y el orangután, sus parientes más
próximos. Los datos de comparación de secuencias
muestran que hay una similitud del 98,5% entre el DNA
humano y el del chimpancé. Esta semejanza es mayor
que la que existe entre el chimpancé y el gorila o el gorila
y nosotros, por lo que el chimpancé y los humanos
compartimos un antecesor común más reciente que
ambos con los gorilas. Esta cercanía, que se ha estimado
en 5M de años, es mucho mayor de lo que se había
inferido sólo con datos morfológicos, y muestra la
capacidad de los datos de DNA para desvelar relaciones
de parentesco. En la evolución humana existen dos
grandes adquisiciones, la marcha bípeda, y el desarrollo
extraordinario del cerebro. El registro fósil nos muestra
que la postura erguida precedió al desarrollo cerebral y
que África es la cuna de la humanidad.
El Australopithecus, de una antigüedad de 1,5-5M de años
es el primer mono antropoide de marcha bípeda. Su
capacidad craneal era similar a la del chimpancé y gorila
actual. El Homo habilis y el Homo erectus son las líneas
que siguen cronológicamente hasta la llegada de nuestra
especie, Homo sapiens, hace 100.000 años.
Filogenia actual del humanos y antropomorfos
modernos que integra los datos moleculares y
morfológicos. H: hombre, C: Chimpancé, G: Gorila,
O: Orangután y G: Gibón.

DNA del hombre de Neandertal

En 1997 se publica la secuencia de un trozo del DNA del


primer fósil que se encontró del hombre de Neandertal,
una subespecie extinta de la especie humana. Es la
primera vez que se obtiene la secuencia molecular de un
fósil humano. Cuando la secuencia se comparó con
secuencias homólogas de DNA humano actual se dedujo
que el antepasado común de nosotros y el hombre de
Neandertal vivió hace 500.000 años, de lo que se
concluyó que el hombre de Neandertal se extinguió sin
mezclarse con el hombre actual.

P.S.: La publicación de la secuencia completa del genoma


de Neandertal en mayo de 2010 ha revelado
que hubo cierto flujo genético tras un primer contacto
inicial en Asia Menor, de modo que entre el 1-4% del
genoma de la humanidad actual (exceptuando los
africanos subsaharianos) procede del hombre de
Neandertal.

El análisis de la secuencia genómica de DNA del


hombre de Neandertal indica que entre el 1-4%
del genoma de la humanidad actual
(exceptuando los africanos subsaharianos)
procede de esta especie humana.

El futuro de la evolución
Con la aparición del cerebro humano se produce un
hecho singular: el surgimiento de la conciencia
objetiva en la biosfera. Somos chispas de conciencia
en un Universo que hasta nuestra irrupción era ciego
y sordo a su devenir. Por primera vez, y en un
sentido recursivo, el universo se piensa a si mismo
cuando descubrimos su existencia de igual forma
que nosotros nos pensamos y descubrimos con
nuestro cerebro. Esto constituye el momento más
trascendental de toda la evolución. El pensamiento
científico que resulta de la actividad de mentes que
trabajan en colaboración para entender la realidad
física, biológica y mental de nuestro universo nos
conduce a niveles de conciencia superiores. Como
señala Mosterín (2005), nos dirigimos hacia a una
conciencia cósmica, donde se alcanzarán planos
superiores de empatía, alegría y lucidez.

La evolución científica y cultural no se limita a las


leyes de la selección natural y la herencia genética.
Sigue un proceso de transmisión horizontal (entre
individuos de una generación) y vertical (entre
generaciones) que es mucho más veloz que los
procesos de evolución biológica típicos. El ser
humano está en el umbral de poder dirigir la
evolución en la dirección que el crea conveniente.
Podrá limitar enormemente los azares de la
mutación y de la segregación genética y unión de
gametos. Genes mutados que causan graves
enfermedades a la especie humana podrán ser
sustituidos por sus contrapartidas no deletéreas,...
Pero paradójicamente la humanidad se enfrenta hoy
a los retos de su propio éxito evolutivo. El
crecimiento explosivo de su población, con las
necesidades de espacio y recursos que genera,
provoca la eliminación o reducción hasta tamaños
insoportables de los hábitats de las especies. La tasa
de extinción actual no es sostenible. Es posible que
el ser humano pueda mantener la diversidad
biológica en forma de semillas o células congeladas,
e incluso que pueda compensar la pérdida de
especies con la creación de nuevas mediante
ingeniería genética. Pero la reducción drástica de
espacios naturales limitará inevitablemente la
diversidad. Los grandes retos de la humanidad son el
control del crecimiento de la población, la
eliminación de las desigualdades socioeconómicas, el
mantenimiento de un desarrollo sostenido y viable y
la conservación de hábitats naturales y de especies.
El éxito frente a tales desafíos precisa del desarrollo
de una conciencia ética universal basada en el
respeto a la diversidad de pueblos y culturas de
nuestra especie. Dicha conciencia debe extenderse
hasta abarcar a la totalidad de la vida, al conjunto
precioso de formas orgánicas que nos han
acompañado, desde la primera célula antecesora
común, en este fascinante periplo singular e
irrepetible que es nuestra historia biológica.
La humanidad pronto podrá substituir genes
mutados deletéreos por sus contrapartidas
sanas

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