La Persona
La Persona
La Persona
Los romanos clasificaban a las personas en personas físicas, las que presentan signos
característicos de humanidad y personas morales, que son creaciones ideales y a las cuales
la ley les reconoce capacidad de derecho, ya que no poseen capacidad de hecho y, por
tanto, actúan jurídicamente por medio de representantes
En Roma son sujetos de derecho todas aquellas personas que pueden tener derechos y
ejercerlos, o sea, los dotados de capacidad jurídica.
titular. La capacidad de hecho se determina por vía de excepción, son incapaces de hecho,
aquellos que la ley señala como tales.
Es notorio que ya en Roma existían acepciones acerca de las personas o sujetos de derecho
y que aún hoy en día se han conservado.
La Persona
La expresión persona tiene en el derecho una connotación especial, cuyo alcance es
necesario precisar, pues sobre ella descansa toda relación jurídica, como sujeto que es del
derecho.
Etimología
Hay casi unánime coincidencia de la doctrina para determinar el origen de la palabra
persona.
Esta provendría de la conjunción de dos palabras: per y sonare, que era el nombre que se
daba a las máscaras del teatro griego, provistas de una especie de megáfono para aumentar
el volumen de la voz del actor, y servía además no para caracterizar al actor que llevaba
la máscara, sino a la función o rol que desempeñaba en la obra.
Sin embargo, el término ha adquirido numerosos significados desde su origen, atribuido
al latín, lengua de los romanos: persöna, probablemente una elaboración del vocablo
etrusco phersu y éste tal vez del término griego prósôpon. Este último vocablo significa
“máscara”, y se compone de pros, “adelante”, y opos, “rostro”: aquello que se coloca
delante del rostro, por lo general en las funciones teatrales que tanta importancia tenían
en la cultura griega antigua y luego en la romana.
Definición y concepto
Según Vélez Sarsfield preciso en forma clara lo que entendía por persona, diciendo que
es todo ente susceptible de adquirir derecho o contraer obligaciones (Art. Del código
civil argentino).
Esta definición fue tomada del esboco de FREITAS quien decía que para entender el
concepto de personalidad había que llegar al de ente, que va aún más allá del ser humano.
Ello fue duramente criticado sobre todo por la utilización de la palabra ente, que es un
concepto más filosófico que jurídico, pero fuerza es reconocer que aun con los defectos
que pueda tener, sus definiciones comprenden los caracteres principales de la persona: la
posibilidad de adquirir derechos o contraer obligaciones.
Entre los franceses, LANIOL dice que personas son todos los seres capaces de tener
derechos y obligaciones. Más adelante, en su obra conjunta con RIPER, dice
simplemente que persona es todo sujeto de derechos. CAPITANT por su parte la define
como ente al que se reconoce capacidad para ser sujeto de derecho.
División de la persona
El libro primero del código civil se ocupa en primer término de las personas. En él las
personas las personas están divididas en dos grandes grupos: las personas físicas y las
personas jurídicas.
Gran dificultad se ha presentado con los hermanos nacidos de un mismo parto y unidos entre
sí. A estos individuos se los llama hermanos siameses. Su situación jurídica ha provocado
opiniones al respecto de la doctrina.
Como hemos dicho anteriormente, la persona física es el ser humano. En nuestro código
tampoco lo define, así obvia la gran discusión doctrinaria que desato la definición de
VELEZ, al expresar que la persona de existencia visible es aquella que presenta signos
característicos de humanidad. Fundamentalmente esto nos obliga a determinar que son
los signos característicos de humanidad saber qué es lo que diferencia a una persona de
otras.
Pero esta definición del código argentino es más bien una rémora del derecho antiguo
cuando se creía en la posibilidad de que habría procreado hoy día ya no se cree en las
viejas leyendas de la mitología y las antiguas historias de los monstruos o vicios que tanto
es causaba a los jurisconsultos romanos. Todo ello ha quedado definitivamente sepultado
ante los avances de la ciencia, y una rama de la biología llamada teratología de patología
que estudia a los monstruos, llegó a la conclusión de que el hombre solamente puede
engendrar hombres, y que, si algunos nacen con deformidades, estas no son sino defectos
congénitos del embrión que no enviaron su calidad de ser humano.
Sin embargo, se ha pensado y discutido hasta el cansancio si la cabeza es requisito
indispensable para que el nuevo se puede reunir la cualidad de un, y se llegó a una
conclusión afirmativa, ya que ella es la que define realmente la condición humana.
Gran dificultad se ha presentado con los hermanos nacidos o de un mismo cuarto y unidos
entre sí. Se hay casos en que están unidos por la cabeza y no pueden separarse y a otros
los cuales tienen dos cabezas, pero están unidos en otra parte del cuerpo pudiendo
separarse quirúrgicamente.
A estos individuos se lo llamó hermanos siameses, por haberse hecho famoso el caso de
los hermanos nacidos encierran en estas condiciones.
En esta materia, nuestro código se ha apartado de los países que siguen la tesis romanista,
según la cual comenzaría la existencia de las personas recién consumas. En efecto, los
romanos consideraban al nasciturus - persona por nacer - como una parte de la madre
(pars viscerum matris), pero, sin embargo, no reconocían por medio de una ficción legal,
capacidad para adquirir ciertos derechos por donación o herencia.
Ahora bien, es cierto que la persona forma se obtiene así una personalidad diferente y
excepcional que ella se halla condicionada al hecho de que la persona más te conviene,
limitada a su vez a la adquisición de bienes por compasión, herencia o legado.
Es lo que nos dice el artículo 28 del código, que reza "la persona física tiene capacidad
de derecho desde su concepción para adquirir bienes por formación, herencia o legado.
Aquí cabría agregar que no interesa si el parto es natural, provocado o por vía quirúrgica
en cualquiera de estos casos lo que importa para determinar la personalidad es descrito
individuo nazca con vida.
La ciencia ha llegado a formar un embrión fuera del seno materno, extrayendo por
diversos métodos los espermatozoides del hombre, y el óvulo de la mujer por medio de
la laparoscopia. Al embrión se lo llama huevo o cigoto. Seguir este punto sería analizado
en profundidad al tratar la filiación. Sin embargo, queremos llamar la atención de que en
estos casos la concepción se produce fuera del seno materno, y es en ese instante en el
que comienza la vida humana y no posteriormente, cuando luego de estar fecundado el
óvulo se reimplanta al útero femenino. Aparte entonces vale la pena aclarar que nuestro
código al prescindir de la frase "en el seno materno", en la primera parte del artículo 28,
admite, quizás sin quererlo, la posibilidad de que ocurran casos de fertilización invito y
que esta vida humana ha sido sembrada podría tener la protección del derecho, pues puede
suceder que está concebido en el laboratorio el nuevo ser, fallezca el padre y que la
implantación en el seno materno se realiza después de hacerse es al parecer se desecha.
En ese caso debe proporcionarse a esa nueva vida la protección legal, aplicando por
analogía a los principios de la persona por nacer. Por eso debemos recordar, sin embargo,
que la Iglesia, a través de su máxima autoridad, el Papa Juan Pablo II, se ha expedido en
contra de este procedimiento con sosteniendo que la fundación sólo puede realizarse por
medios naturales. Ya lo hubiera hecho el Papa Pío XII, cuando en el año 1949 calificó
pura y simplemente ignorar la fecundación artificial, sentando ya en aquel entonces la
posición de rechazo por parte de la Iglesia con respecto a este proceder.
No obstante, el derecho no puede desconocer el hecho de que ello ocurra, y en caso de
generalizarse la situación de la prueba la solución a los distintos problemas que puede
suscitar.
La concepción
Resumen: Art. 4 Constitución Nacional.
“ES la fecundación de un nuevo ser humano dentro del seno materno; o excepcionalmente fuera de
éste, cuando se logra por medios artificiales en un laboratorio.”
El determinar la fecha en que se produjo la fecundación tiene gran trascendencia para el derecho, por
los siguientes motivos:
a. por razones de filiación;
b. por motivos de orden sucesorio;
c. para la protección de la maternidad.
En la hipótesis señalada en que la concepción se produzca fuera del seno materno, será
fácilmente determinaba el momento en que ella tiene lugar, mediante el informe de los
científicos encargados de unión en el laboratorio del espermatozoide del padre con el
óvulo de la madre.
Y así establece el artículo 29 del código civil el máximo de duración del embarazo es de
300 días, entre las cuales se incluye el día del matrimonio o su disolución, y el mínimo es
de 180 días, excluyendo el cómputo del día del nacimiento, el del matrimonio y el de su
disolución. La concepción se produce entonces entre el máximo (300 días), y el mínimo
(180 días), de la duración del embarazo.
El embarazo.
Para la determinación de estos casos, no son comunes a todos los códigos, se ha recurrido
a lo que nos enseña la observación científica, y así algunas legislaciones como la alemana
dieron el paso hasta 302 días, en tanto que la plata peruana de 1936 ya derogada lo eleva
a 304 días.
La boliviana establece el plazo de 10 meses, lo cual hace a veces por el número de días
que tenga los meses que este plazo pueda acortarse o alargarse según en que fecha del
año sea l nacimiento, pudiéndose llegar hasta los 305 dias.
Con respecto a este punto, nuestro código se ha inspirado en el derecho romano, en las
partidas, en el código napoleónico y en muchos otros códigos de nuestro siglo, y la
experiencia del código derogado de Vélez nos enseña que la disposición fue acertada,
pues no se conocen litigios en nuestro país sobre el plazo de duración del embarazo.
- Reconocimiento del embarazo. Controversias. El artículo 30 dispone "Se tendrá
por conocido el embarazo de la madre, soltera o casada, por su sola declaración, la del
marido o de otras personas interesadas en el nacimiento del concedido, cuya filiación no
podrá ser impugnada, ni ser objeto de pleitos antes de que el nazca.
Se ve entonces que la sola declaración que haga la mujer - soltera o casada de que se
encuentra embarazada es suficiente para que así quede acreditado. La disposición que,
vamos sano con la discusión centenaria que, si se excluía o no a la mujer soltera al hablar
de la madre, pues el código derogado por la vía expresa mención de este respecto del
artículo 65 código civil argentino. Por consiguiente, se extendía que el artículo excluía a
la mujer soltera, por lo cual ésta podría ser sometida a medidas de seguridad para que el
parto escuelas efectivos y que ha tenido lugar en el tiempo. La jurisprudencia se encargó
luego del incluir a la mujer soltera en la disposición del artículo 65 mencionado, de
acuerdo con la mayoría de la doctrina.
La declaración también puede ser hecha por el marido o por otras personas que puedan
tener interés en que el barco haya sido efectivo, y que ha tenido lugar dentro de los plazos
como para que el niño hijo pueda ser reputado como matrimonial o extramatrimonial.
¿Quiénes son las otras personas interesadas? Nuestro código nada dice al respecto, pero
debe entenderse, en primer lugar, que son, además de los padres, los parientes de las
personas por nacer hasta el cuarto grado, es decir hasta tanto que tengan vocación
hereditaria pues ahí el interés jurídico que tutelar (ver art. 2992). Puede ser también
alguien que tenga un derecho subordinado a la persona más o no cumplidas, como
acreedor de la herencia, o incluso el juez de menores ya que este es el encargado de velar
por los intereses de los mismos.
Presunción: El artículo 32 del código civil nos dice - reputarse como cierto el
nacimiento, con vida, cuando las personas que asistieron al parto hubieren podido la
respiración por la voz del nacido o hubieren observado otros signos de vida". Es una
transcripción literal del código deroga derogado de Vélez, que en su artículo 73 traía la
misma disposición. Del presente artículo se desprende que no son todos los requisitos
exigidos en el nacimiento y la vida.
Al respecto, el código establece una presunción Juris tantum, que admite prueba en contra
reputándose que, toda criatura nace viva, salvo prueba en contrario.
Prueba: El nacimiento es un hecho natural, y, por lo tanto, sujeto a prueba. El código nos
da algunas pautas a seguir por la determinación de si nace o no con vida el nuevo ser,
como "si se hubieran oído la respiración o la voz de nacido hubieran observado otros
signos de vida".
Todos los medios de prueba admitidos por el derecho son válidos. Es indudable que la
prueba testifical será de mayor importancia, pues nadie mejor que quienes asistieron al
barco para darse designación con vida o no la criatura.
La discusión doctrinaria de los comentaristas del código derogado de si deberían ser una
o más personas que asistieron al nacimiento es irrelevante. Lo importante es que el juez
se forma en la convicción inequívoca de que el nacimiento se produjo, y, en caso
afirmativo, de si fue o no.
De ahí entonces que la prueba pericial de médicos especializados será también decisiva,
ya que los profesionales podrán determinar a través de la autopsia si la criatura tuvo o no
vida propia, independiente de la madre.
De ahí entonces que la prueba pericial a cargo de los maestros especializados para la
ciencia médica es decisiva el comienzo de la actividad respiratoria. En este sentido, según
NERIO ROJAS, el color del pulmón es muy importante. Si mantiene un color rojo
vinoso, es porque la criatura no ha respirado, pero si es color rosa así es porque el pulmón
oxigenado.
La viabilidad
Resumen: La viabilidad es una expresión que viene del latín vita habile, que significa tener aptitud
para la vida.
La viabilidad “Es la aptitud para tener vida propia e independiente de la madre por un tiempo variable
según las legislaciones”.
“A NUESTRA LEGISLACIÓN NO LE INTERESA LA VIABILIDAD. SOLO QUE NAZCA CON VIDA.”
Viabilidad es una expresión que viene del Latin Vita Habile, que significa en aptitud para
la vida completando el concepto podemos decir que viabilidad es la actitud para tener
vida propia e independiente de la madre por un tiempo variable según las legislaciones,
las antiguas leyes españolas exigían que los recién nacidos debían vivir por lo menos 10
días para consolidar su personalidad. Códigos modernos exigen también este requisito, y
así lo dispone el francés su artículo 725, el español en su artículo 30 y el boliviano en su
artículo 507, entre otros.
A nuestro código no le interesa la viabilidad, sino simplemente que la criatura nazca con
vida, aunque sea unos instantes después de separada de la madre. La solución nos parece
correcta, ya que el principio fundamental sobre el que reposa la viabilidad consiste en que
no es suficiente el haber nacido con vida, sino que los recién nacidos pueda desarrollar su
propia vida fuera del seno materno.
El argumento de la realidad que emplean los que defienden la viabilidad no nos parece
decisivo, pues no encontramos diferencia en que el niño pueda vivir 10 minutos o tres
días. Lo que interesa es el hecho real de nacimiento con vida para que de él pueda derivar
una serie de derechos a favor del recién nacido y en los casos de que no pudiere vivir por
mucho tiempo, pueda a su vez transmitirlos a quienes por la ley están llamados a suceder.
Puede ser también que el nacimiento con vida lo haga acreedor de derechos que estaban
sujetos a esta condición y que se consolida al tiempo de aprobarse solamente el
nacimiento, lo que acarrea problemas en legislaciones que admiten los requisitos de la
viabilidad.
Mellizos
Resumen: Art. 33.cc.
“Los nacidos en un solo cuarto tendrán la misma edad”, escribe textualmente el artículo
33 del código. Se trata principalmente en el caso de los mellizos, en el que una vieja
tradición popular dice que quien más el primero es más joven porque lo ha sido concebido
en segundo término todo ello lógicamente nunca pudo ser comprobado científicamente
con exactitud, y mucho más prudente es la solución del código. Por otra parte, la cuestión
tiene más interés teórico que práctico, ya que en nuestro derecho no existe el mayorazgo,
propio de las antiguas legislaciones. Hoy día todos sus hijos tienen igualdad de derechos
quizás podría tener alguna escasa importancia cuando se hablará de la tutela del caso que
tenga que dicen discernirse un hermano mayor, o cuando se hubiera hecho de al hijo
mayor, o sea lo referente al servicio militar obligatorio. No diferencia el código si el
nacimiento de uno y otro se produce como en un solo día o dos días distintos. En efecto,
puede ocurrir que el primero haya nacido cerca de la medianoche y el segundo minutos u
horas después, ya en el otro día. Al no haber distingo, ambos tienen la misma edad
debiendo considerarse que nacieron el primer día. Es, a nuestro criterio, la solución
correcta.
Se desprende también del artículo 33 de esta esa disposición igualmente sin nacen tres o
más criaturas de un sólo parto.
b. suposición de partos;
c. supresión de partos.
Los tres casos citados son los llamados fraudes con relación al parto y que se verifican cuando las
madres tienen algún interés especial en que alguna criatura que nace sin vida-por ejemplo- la tenga,
sustituyéndola por otra que hubiera nacido viva, para no compartir la herencia del marido.
Los tres casos citados son los llamados fraudes con relación al parto y que se verifican
cuando las madres que tienen algún interés especial en alguna en que alguna criatura que
nace sin vida - por ejemplo - la tenga, sustituyéndola por otra que hubiera nacido vivo
ya que en este caso la madre no compartiría la herencia del marido muerto con los padres
de este, quedándose de hecho con toda la herencia ya que sólo la partiría con el menor
recién nacido sobre cuyos bienes ella será la administradora.
Con los mismos fines la mujer puede inventar o suponer un embarazo, o un parto o desea
o, aunque sea raro, se conocen casos de madres que han eliminado a sus hijos también
con evidentes propósitos hereditarios.
El artículo 35 del código civil dispone "el nacimiento y la muerte de las personas se
probarán por los testimonios de las partidas y los certificados auténticos expedidos por el
registro del estado civil de las personas”
Por razones de método, trataremos en este lugar solamente lo relativo al nacimiento.
Contenido de la partida
También en la ley del registro civil se diferencia bien claramente entre denuncia y
declaración de nacimiento.
- La denuncia del nacimiento - puede inferirse, aunque la ley no lo diga
expresamente tiene más sentido estadístico que jurídico, ya que no vale como
inscripción. Dice la ley que estamos obligados a denunciar el nacimiento:
1°) Los administradores o directores de hospitales, sanatorios, maternidades
penitenciarias y establecimientos o casas de atención de la salud o de reclusión de
personas;
2°) Los facultativos, parteras o cualesquiera de las personas que hayan asistido al
nacimiento en domicilios particulares o en otros lugares.
En su defecto el dueño de la casa donde ocurrió el parto.
- Declaración del nacimiento, es considerada como el acto mediante el cual los
obligados a hacerlo atribuyen al recién nacido la calidad de persona, ya que hasta
ese momento, como no está inscrita no puede acreditar su existencia. Están
obligados a declarar a los efectos de su inscripción:
1°) el padre o la madre, y a falta o incapacidad de ellos el pariente mayor de edad que
reside en el lugar del nacimiento:
2°) el apoderado con poder especial del padre o de la madre, o de la persona a cuyo
cuidado haya quedado el recién nacido; y
3°) La persona que haya hallado un recién nacido. En este caso deberá acompañar las
ropas u objetos encontrados por él mismo y dará información a la comisaría policial más
próximas.
En el caso de los hijos matrimoniales, deberá ser hecha obligatoriamente en primer
término por uno de los padres. Por ausencia, incapacidad o inexistencia de ambos, por el
miembro de la familia o pariente mayor de edad, en grado más próximo que tenga
conocimiento del hecho. A falta de éstos por algún vecino de la casa donde haya ocurrido
el alumbramiento o a quien conste personalmente tales circunstancias (art. 60).
La declaración del nacimiento de los hijos extramatrimoniales se hará por cualquiera de
los padres por sí mismos o por mandatario con poder especial.
finalmente tratándose de hijos matrimoniales o extramatrimoniales huérfanos, de padres
desconocidos o paradero ignorado, y faltando las personas ya mencionadas para declarar,
la inscripción podrá efectuarse:
Los obligados a denunciar el nacimiento tienen un plazo de siete días para ello y los
obligados a declarar tienen 30 días.
b) Otros medios de prueba. Finalmente, el artículo tiene una solución para el caso
de faltar los registros o asientos, o cuando no estuvieran llevados en debida forma
en esas circunstancias puede recurrirse a otros medios de prueba. ¿Cuáles serían
estos? Entendemos que el artículo entraña grandes dificultades, pero debería
recurrirse a otros documentos que pueden concordar entre sí, al testimonio de
personas que pudieran tener conocimiento de los hechos, o a cualquier otra prueba
que fuese suficiente como para formar en el ánimo del juez la convicción de la
veracidad del hecho
Nos hemos ocupado del comienzo de la vida de las personas, que tiene lugar por la
concepción, y del periodo que comprende de allí en más del nacimiento, y es la etapa del
embarazo, dijimos que en el embarazo queda comprobado por la simple declaración que
hayan de las personas interesadas señalamos asimismo que durante el embarazo no se
puede iniciar litigio alguno ni hacer verificar si el mismo ha sido efectivo o no pero que
si pueden tomarse medidas para evitar delitos y fraudes en materia de partos de acuerdo
con las leyes penales, como asimismo hicimos notar que también podrían tomarse algunas
medidas de carácter patrimonial en el ámbito civil.
A las personas, o sea, a los posibles sujetos de derecho, se contraponen las cosas,
las cuales sólo pueden llegar a ser objetos de derechos. Entre esas cosas no se
incluyen en la actualidad a los seres humanos. En cambio, la expresión comprende
tanto las llamadas cosas corporales, como las incorporales.
Las personas en Derecho, o sea, las personas jurídicas en sentido lato, se clasifican
en: Personas Naturales y Personas Jurídicas