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Ensayo México

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“SALUD MENTAL EN MÉXICO”

Claudia Soledad López Pérez.


Se entiende por salud mental el estado de bienestar que una persona experimenta
como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y
conductuales, y, en última instancia, el despliegue óptimo de sus potencialidades
individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación. Los siguientes datos son
una introducción fundamental para comprender la problemática que sufrimos en
nuestro país hacia el tema de salud mental, cuáles son los que más nos afectan y
cómo actúan los programas de secretaria salud. El siguiente trabajo será un artículo
elaborado para la materia de enfermería psiquiátrica. En México existen alrededor de
15 millones de personas que padecen algún trastorno mental y sólo existen 3 mil
médicos. Estos padecimientos ocupan el quinto lugar como carga de enfermedad y
vuelven dependiente a una tercera parte de los pacientes, por lo que se ubican entre
los diez más discapacitantes. En México, como en otros países, se ha observado un
incremento de los trastornos mentales entre la población general: las mujeres,
presentan una prevalencia de depresión del 6.5% (en el último año), padecimiento
que ocupa el primer lugar como carga de enfermedad; mientras que en los hombres
es el consumo de alcohol (4.8%). La depresión y los trastornos de ansiedad son los
trastornos psiquiátricos más prevalentes, con un aumento desproporcionado entre la
población general, mientras que en la atención primaria se atienden diez veces más
a pacientes depresivos. La prevalencia del trastorno depresivo es del 10-14% entre
los pacientes hospitalizados por problemas médicos y del 9% al 16% entre los
pacientes ambulatorios. Se ha observado un aumento importante en la demanda de
atención por trastornos mentales en las unidades de atención primaria de la Ciudad
de México, sin que la capacidad de los servicios de salud se haya incrementado. Lo
anterior, favorece que la atención de estos padecimientos permanezca relegada, por
considerarse indebidamente como no prioritaria ni urgente su atención; es hasta
cuando se expresan de forma crítica y aguda que son motivo de consulta en los
centros de salud mental, o bien en la consulta de medicina general de donde son
referidos, por la severidad de los síntomas, al área correspondiente; o bien, los
pacientes acuden directamente a un segundo o tercer nivel de atención. Así, la
oportunidad de recibir una atención especializada es pobre y tardía, lo que hace que
el usuario acuda a solicitar ayuda a un tercer nivel de atención, manifestando
síntomas crónicos y de mayor severidad, o comorbilidades con otros padecimientos.
La promoción de la salud y la prevención de enfermedades constituyen el eje
fundamental de la salud pública, por ello, son componentes esenciales del modelo de
atención a la salud en México. Un elemento sustantivo de la promoción de la salud
es su carácter anticipatorio, el cual busca atender, no a la enfermedad directamente,
sino a los determinantes sociales de la salud. Se trata de crear y fortalecer
determinantes positivos y delimitar o eliminar los negativos. Está demostrada la
influencia que en la salud mental ejercen factores sociales como el tamaño del grupo
primario de pertenencia, el apoyo social recibido, y las características del ambiente
laboral. La percepción de mayor confianza y reciprocidad en la comunidad donde se
vive está asociada a una mejor salud mental. Todo esto demuestra que los
problemas de salud mental que presenta la población, requieren, además del
tratamiento de la enfermedad, de un trabajo de prevención y promoción en conjunto
con múltiples factores sociales. La importancia que tiene la salud mental para el
mantenimiento de una salud física adecuada y para la recuperación de
enfermedades físicas es hoy una realidad bien establecida. Existe mucha interacción
entre factores de riesgo del ambiente emocional y psicosocial y la aparición y/o
pronóstico de las más diversas enfermedades físicas. El objetivo principal de las
acciones en atención primaria para salud mental, está dirigido a mitigar los
determinantes sociales que afectan la salud, incrementar las habilidades para la vida
de la población y realizar detección e intervención precoz y efectiva sobre los
trastornos mentales y factores de alto riesgo. Dependiendo del contexto social,
algunas personas pueden tener un riesgo mayor a sufrir problemas de salud mental,
como es el caso de las personas con problemas de salud crónicos, los menores
expuestos al maltrato o abandono, las personas que por su condición de preferencia
sexual u origen cultural estén sometidas a discriminación, o las personas víctimas de
desastres naturales o emergencias humanitarias. Además de elementos
macroeconómicos como la crisis financiera, que aumentan las dificultades de
muchas familias generando trastornos mentales relacionados al maltrato, violencia y
exceso de trabajo. Los trastornos mentales con frecuencia arrastran a los Individuos
y las familias a la pobreza y desintegración por el costo de los tratamientos y el
acceso a los servicios, que muchas veces no están disponibles en todas las
ciudades, además muchos de estos servicios no cuentan con los Profesionales
suficientes, y en otros casos los centros de atención carecen de redes con mayor
nivel de especialización. Lamentable el país ocupa el segundo sitio en el mundo en
discriminación hacia los enfermos mentales y solo uno de cada 5 mexicanos tiene
acceso a un tratamiento psiquiátrico, es decir que existe un ineficiente programa de
salud para estos pacientes donde sus posibilidades para recibir un tratamiento son
casi imposibles debido a su alto costo, una consulta psiquiátrica privada en México
oscila entre los 500 y los 1.500 pesos (entre 25 y 75 dólares), inaccesible para un
país con más de 53 millones de pobres y más de 27 millones de trabajadores que
ganan dos salarios mínimos al mes (5300 pesos, 265 dólares) o menos, según datos
oficiales. Los seguros médicos privados casi nunca cubren estos padecimientos y los
que pueden pagar un especialista son los menos favorecidos. La mayoría de las
personas que sufren de una enfermedad psiquiátrica, alrededor de un 17% de los
mexicanos según el grueso de las estimaciones, tienen que acudir a los servicios
públicos de salud. La salud mental es una bomba de tiempo, no se le ha dado la
importancia que merece y aunque se empieza a voltear a ver más al problema de la
Psiquiatría, las necesidades se hacen cada vez más urgentes, sobre todo ante
desastres naturales como los sismos que azotaron al país el año pasado y la ola de
violencia que ha hundido a México en el periodo más sangriento de las últimas tres
décadas. La depresión es el próximo gran reto. En dos años será la principal causa
de discapacidad en México y la segunda en el mundo, según la OMS. Las
especialistas concuerdan en que la solución no solo pasa por dar más recursos al
sector, sino en fortalecer los primeros niveles de atención y la prevención, integrar la
Psiquiatría al sistema general de Salud y acabar con la desinformación y los
prejuicios que aún permean en la sociedad mexicana. "En el centro de la discusión
está nuestra calidad de vida y cómo podemos garantizar una vida digna para
millones de personas" Se estima que para los próximos años se aumente el
presupuesto al sector de salud mental para mejorar y capacitar a personales de
medicina psiquiátrica, se realicen centros de atención médica tanto para primer nivel
donde sería de orientación y prevención para evitar ciertas enfermedades mentales y
también para crear centros médicos psiquiátricos con profesionales capacitados para
ofrecer una adecuada atención a los usuarios.
En la actualidad, el estado de bienestar y la salud mental en México están a cargo
del sistema de seguridad social que vela por intereses privados, por los banqueros y
por políticos sin política. Un problema inherente a la salud mental es la pobreza, en
donde la incidencia de estos padecimientos exige de los afectados destinar una gran
proporción de los pocos ingresos que generan, llevándolos a crisis económica,
Humana, de valores, etc.
De otro lado, el contexto del trabajo en México es un lujo. La situación laboral de
nuestro Estado se basa en una simple utopía marginal impregnada de un sentido
Neoliberal que alimenta la ilusión del mexicano por medio del consumo, esto es,
entre más tienes más eres. No se persigue el bien social y mucho menos el Estado
de bienestar mencionado en distintas leyes, un fracaso de nuestra Revolución
mexicana. La salud mental de un individuo se define por factores internos y externos,
y es demasiado frágil para que nuestro sistema no la tome en cuenta. Es clara la
necesidad de un cambio en la manera en que se atienden las enfermedades
mentales en el país por ello se deben se debe iniciar con medidas fundamentales
como implicar a la atención primaria y a la especializada en tareas de promoción y
prevención, promover prácticas de vida saludables, apoyo a los padres y madres
durante la críanza y en las edades iniciales de la vida ya que cuando es un paciente
pediátrico quién sufre una enfermedad mental los padres desconocen por completo
sobre como apoyarlos o qué actividades realizar para controlarlos y en propósito por
ayudarlos hacen todo lo contrario, también se debería promover la salud mental en
las escuelas y el trabajo ya que en México existe el tabú de que una persona con
una enfermedad mental es una persona “loca” incapaz de realizar alguna actividad
sin comprender lo complicado y difícil que es este proceso para ellos y aún más si
los grupos sociales lo rechazan y el más importante punto sería atender a los grupos
de riesgo para presentar trastornos mentales ya que previniendo, orientando y
detectando los grupos vulnerables se podrían evitar que estos la padezcan en un
futuro si reciben ayuda profesional tanto terapéutica como farmacológica según el
médico lo indique, ya que con una detección oportuna se podrían disminuir la tasa de
crecimiento en trastornos mentales en México tanto en hombres como en mujeres.

Referencias Bibliográficas:

 (Becerra-Martín L. México: Pelicano; 2014).

 (Robles-Gutiérrez L. México: Lima; 2014).

 (Constitución Política México: ASPE 2013).

 (Comunicado de prensa OMS/48. (2001).

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