Mitos
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Mitos
Dicen que el duende se robaba a las mujeres bonitas y jóvenes. Hoy, cuando una mujer cree
haber visto el duende debe decir “recuerda la música del cielo” para que éste se espante y se
vaya.
El duende amedrenta a una mujer, tirando cosas a la ventana de su casa. Cuando el duende se
lleva a las mujeres, más nunca se vuelve a saber de ellas.
2- La Sinaguaba
Es la historia de una muchacha muy linda, que aparece cerca de un río a medianoche ante los
hombres que traicionan a sus esposas o novias. Ella los encanta y los enamora, pero cuando
éstos le aceptan las insinuaciones, ella se transforma en un ogro.
Según versa la leyenda, solo se le aparece a los hombres que son infieles a sus esposas y a los
jovencitos “donjuanes”.
3- El Sisimite
El Sisimite es otra de las versiones de las criaturas gigantes que aparecen de la nada y
desaparecen del mismo modo.
Este monstruo también es llamado Itacayo y deambula por las altas montañas buscando las más
remotas cavernas para habitar. Estos monstruos secuestran a las mujeres y se las llevan a sus
cuevas. Se dice que de esta unión nacen hombres-simio.
Esta historia es usada todavía para asustar a jovencitas que se van muy lejos de sus casas,
aunque existe una historia que narra que una mujer logró escapar del escondite en donde el
Sisimite la tenía presa.
4- El comelenguas
En una época los finqueros hondureños empezaron a quejarse por la pérdida del ganado vacuno.
Las vacas aparecían muertas tiradas en el pasto como si hubiesen sido atacadas por una criatura
salvaje. Les aparecían las lenguas cortadas de raíz y las quijadas partidas, dislocadas.
Existen fotos de animales muy raros que parecen prehistóricos y que fueron acusados de ser los
comelenguas.
Sin embargo, todavía no se tiene certeza alguna de que estos animales hayan existido, aunque
en los años 40, época en la que ocurrieron la mayoría de los casos, se recogieron datos de
criaturas semejantes en Goias, Brasil.
5- El cadejo blanco
Se trata de un perro mítico que solo aparece ante las personas que deambulan por la calle a
altas horas de la noche. Según las versiones, el perro tiene dos formas: una blanca, que es la
buena; y otra negra, que es la mala.
El perro negro está asociado con el mal y dicen que persigue a las personas que andan borrachas
saliendo de fiestas, carnavales o juegos de azar y cantinas.
El perro blanco protege a los que no andan en vicios pero que también tuvieron que deambular
por la calle de noche por alguna razón diferente.
6- La Sucia
Este relato es muy parecido al de La Llorona o La Sayona en el resto de Latinoamérica. Ésta era
una muchacha muy hermosa que tenía un prometido, el amor de su vida.
Sin embargo, el cura se negó a efectuar la boda porque la joven no estaba bautizada. El
casamiento no se dio y ella entró en una depresión, razón por la cual el novio la dejó.
Cuando se enteró de que su ex prometido se iba a casar con otra, impactada por la noticia, entró
en demencia y se lanzó por un precipicio. Por eso su espíritu deambula por las riberas de los
ríos, lanzando alaridos horribles y espantando a los hombres y jóvenes.
8- La mula herrada
Es un cuento aterrador sobre otra hermosa joven que falleció al enterarse de la muerte de su
madre, causada por los puñetazos que una mula “chúcara” le había dado cuando ella la había
dejado sola.
A la joven la enterraron y al tercer día se paró de la tumba convertida en mula negra “herrada”:
mitad mujer, mitad mula. Dicen que ese fue el castigo por abandonar a su madre.
Algunos dicen haberla visto a medianoche cabalgando cerca de algún sitio en donde se reúnen
personas de la mala vida, instándolos a cambiar su actitud.
El origen supersticioso de este fenómeno se debe a la historia del padre Subirana. Este fue un
religioso que visitó Honduras entre 1856 y 1864.
Al encontrar mucha gente pobre y hambrienta, oró durante tres días y tres noches pidiendo a
Dios un milagro que ayudara a los pobres a conseguir alimento.
Esta leyenda tiene apenas 40 años para la fecha. Según el registro oral, en la cima del cerro se
tenía pensada la construcción de una residencia, la cual no se llevó a cabo porque un hombre
gigante apareció en el lugar mientras unas personas trabajaban.
¿Pudo haber sido el Sisimite? Después de este hecho la obra se paralizó por miedo a que el
gigante apareciera de nuevo. Por eso bautizaron la zona como “El cerro brujo”.
Él vivía cerca de la laguna Seca, pero viajó hacia la costa atlántica en compañía de un brujo. Allí
encontró a una tribu de antropófagos que poseían un solo ojo.
Julián fue capturado y estuvo prisionero junto con tres ladinos (blancos y mestizos) para ser
engordados. Julián Velásquez logró escapar de la infame tribu. Nunca más se ha oído hablar de
tales cíclopes.