Modelado Estructural de Puentes
Modelado Estructural de Puentes
Modelado Estructural de Puentes
00 PRESENTACIÓN Y MOTIVACIÓN
0.1 OBJETIVOS
0.2 MODELOS MATEMÁTICOS PARA LOS ELEMENTOS ESTRUCTURALES SIMPLES
0.3 EL MODELADO ESTRUCTURAL Y LAS FORMAS RESISTENTES DE LOS PUENTES
<ÍNDICE>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
<ÍNDICE>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
<ÍNDICE>
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Salvador Monleón Cremades
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Salvador Monleón Cremades
<ÍNDICE>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
BIBLIOGRAFÍA
<ÍNDICE>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
00 PRESENTACIÓN y MOTIVACIÓN
Salvador Monleón Cremades
0.1 Objetivos
0.2 Modelos matemáticos para los elementos estructurales simples
0.3 El modelado estructural y las formas resistentes de los puentes
<Módulos didácticos>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
00 Presentación y motivación
Directamente dirigido a los futuros de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, así como a los ingenieros estructuralistas
implicados en, o motivados por, el análisis de los puentes, este curso pretende proporcionar criterios claros y sólidos para
abordar correctamente el modelado estructural de los puentes y las acciones asociadas, derivadas de la aplicación de
la normativa vigente (IAP-11) y saberlo resolver técnicamente dentro de unos límites aceptables de complejidad
(pongamos L<200 m)
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Su contenido apunta a los siguientes objetivos específicos:
1) Exponer la conexión existente entre la abstracción de los modelos matemáticos para el análisis de estructuras simples,
la intuición implícita en el modelado estructural, así como presentar la estrategia de análisis de una construcción real,
que requiere en general el manejo de varios modelos, globales y locales, para reproducir adecuadamente el
comportamiento resistente del puente en sus distintas fases (construcción y servicio)
<0.1 OBJETIVOS>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
00 Presentación y motivación
2) Delimitar el ámbito de aplicación y la parametrización de los modelos estructurales básicos, más usuales en el
análisis de tableros de puentes: viga, emparrillado, losa y lámina plegada
3) Presentar los modelos locales requeridos para paliar las deficiencias del cálculo global procesado con algunos de los
modelos anteriores (viga y emparrillado)
4) Extender el modelado a tipologías más complejas, como los puentes arco y los puentes atirantados, para las cuales
resulta necesario incorporar la no-linealidad geométrica a la formulación
5) Por último, introducir la normativa de acciones vigente en puentes de carretera (IAP-11)
<0.1 OBJETIVOS>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
00 Presentación y motivación
LA ABSTRACCIÓN
Nuestra formación estructural se inicia invariablemente con el estudio de los elementos estructurales simples por
la vía más económica: el modelo físico-matemático. De ese modo, la respuesta frente a cargas estáticas de los
elementos esbeltos usualmente empleados en nuestras construcciones da lugar a la teoría de la estática lineal de
vigas, arcos, placas o láminas, dependiendo del desarrollo espacial del elemento y de si posee curvatura o no
Por esta vía, se puede obtener soluciones analíticas cerradas para determinadas geometrías y condiciones de
contorno sencillas (sección y curvatura constantes, apoyos rectos…)
Además, como nuestras estructuras consisten en general en armazones o ensamblajes de piezas simples, este
primer nivel de formación se complementa con la extensión de la formulación teórica al caso de los sistemas (de
barras, de placas, híbridos…) mediante formulación matricial
00 Presentación y motivación
LA ABSTRACCIÓN
Con estas herramientas básicas, nuestra capacidad de cálculo en el ámbito de los puentes resulta muy limitada si
se considera la extraordinaria riqueza formal de estas construcciones, originada tanto por la búsqueda de formas
resistentes más eficientes como por la creciente intencionalidad arquitectónica. Ello obliga a prescindir de soluciones
analíticas cerradas en beneficio de soluciones numéricas: las formulaciones unificadas mediante EF, que exigen un
tercer nivel de formación estructuralista
La abstracción en este proceso, consiste en adoptar un conjunto de modelos matemáticos para el análisis,
basados en la morfología de la estructura física o real, y podemos anticipar que el grado de abstracción decrece a
medida que el modelo se hace más sofisticado
00 Presentación y motivación
LA INTUICIÓN Y LA EXPERIENCIA
La elaboración de un modelo estructural que proporcione una buena estimación de la respuesta resistente de un
puente requiere intuición y experiencia. Como veremos en los próximos temas, en algunas ocasiones el proceso
tiene cierta dosis heurística (reglas empíricas…) que intentaremos minimizar
Una condición necesaria para el éxito consiste en estar familiarizado con los límites de aplicación de los modelos
simples. Solo así evitaremos errores en origen, que comprometan la validez de todos los resultados posteriores
Finalmente, la eficiencia del proceso de análisis así como las particularidades del procedimiento constructivo
requieren que tanto el modelado como el alcance de los resultados se organicen por niveles como veremos a
continuación
00 Presentación y motivación
01 SELECCIÓN DEL MODELO GLOBAL. Se adapta al esqueleto resistente del puente. Por ello suele configurarse como
sistema espacial de barras (una excepción: los tableros de pared delgada de gran anchura y luces moderadas)
02 DEFINICIÓN DE LOS MODELOS LOCALES COMPLEMENTARIOS. Se asocian a todos los fenómenos no captados por
el modelo global, siendo los más comunes:
Flexión local del piso (bajo la acción de los vehículos pesados de la SCU)
Difusión de las tensiones de membrana (arrastre de cortante)
Abolladura de las chapas comprimidas
00 Presentación y motivación
Fase de estudio o proyecto básico: modelado estructural global, requiere seleccionar los modelos más
adecuados para el sistema primario y las subestructuras, sin olvidar modelar los aparatos de apoyo (conexiones
elásticas y desconexiones). En esta fase todos los cálculos se realizan en régimen lineal
00 Presentación y motivación
00 Presentación y motivación
Organización estructural. Alzado del puente y planta del sistema resistente del
tablero: tres vigas cajón longitudinales y forjado reticular oblicuo en acero, con losa de
HA sobrepuesta
00 Presentación y motivación
1 2 3
2 3
00 Presentación y motivación
Sección 1
Sección 2
Sección 3
00 Presentación y motivación
Modelo para el cálculo global. Modelado del tablero mediante barras y nudos de
dimensión finita (NDF), procesado mediante STATIK. Vista general del mallado y posición
de los apoyos en pilas y estribos
00 Presentación y motivación
Modelo para el cálculo global. Modelado del tablero mediante barras y nudos de
dimensión finita (NDF), vistas en planta y alzado lateral
00 Presentación y motivación
00 Presentación y motivación
1.0 Motivación
1.1 Limitaciones del modelo
1.2 Análisis en servicio de puentes rectos
1.3 Secciones mixtas y paredes reticuladas
1.4 Predicción de la respuesta del tablero
1.5 Puentes oblicuos y puentes curvos
<Módulos didácticos>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
En el presente tema se presenta un primer modelo estructural apto para el análisis de tableros de puentes esbeltos,
atendiendo básicamente a las siguientes cuestiones:
Definición del ámbito de aplicación
Modelado del tablero y cálculo de la respuesta (plasmar y procesar el modelo)
Interpretación de los resultados
La primera cuestión requiere relacionar los parámetros de forma del tablero (h/L, B/L) con las hipótesis básicas
sobre las que se asienta el modelo viga, o modelo 1D, pero antes de abordar esta tarea conviene indicar que:
El modelo viga es el más laborioso de plasmar
En contrapartida, el modelo viga es sin ninguna duda el más sencillo de procesar
<1.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
Los requisitos fundamentales que debe satisfacer un tablero para validar su análisis mediante la teoría de vigas son:
Forma suficientemente alargada, para que las tensiones normales sx* puedan aproximarse mediante
distribuciones lineales en sección transversal
Sección transversal indeformable en su plano
En la práctica, la primera condición siempre se ve ampliamente satisfecha en alzado (en general h/L≤1/10) pero no
así en planta puesto que el ancho viene en general impuesto (dato funcional)
La segunda condición depende estrechamente de la morfología del tablero en sección transversal, siendo las
siguientes las más usuales en el contexto que nos interesa (tableros de puentes con L<200 m)
<1.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
bf
Sección en cajón. Puede ser de hormigón (a) o acero, o bien mixta (b),
unicelular o multicelular. En la actualidad el cajón unicelular es el más
frecuente por ser de forma más sencilla (importante si se ejecuta in situ) y
(a)
apto para proporcionar anchos de hasta 16 m (incluso más si se nerva o
apuntala la losa superior) para L≥50 m
(c)
<1.0 MOTIVACIÓN>
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Para relacionar el comportamiento de los tableros con los ya enunciados requisitos de esbeltez longitudinal y
rigidez de la sección transversal, comenzaremos por realizar un análisis cualitativo de la respuesta de un tablero en
cajón (de complejidad estructural suficiente para nuestros propósitos en el marco del modelo 1D), con el fin de
identificar las acciones directamente relacionadas con ambas propiedades
A continuación propondremos el denominado ámbito general del modelo viga, que justificaremos seguidamente
cuantificando el arrastre de cortante y la distorsión de la sección transversal del tablero en una viga cajón simple
Mostraremos con ello como el nivel de arrastre de cortante crece con el ratio bf /L, luego pierde intensidad cuando la
esbeltez en planta del tablero crece, mientras que la distorsión de la sección transversal del tablero se atenúa a medida
que la correspondiente esbeltez aumenta. Con ello, el ámbito del modelo previamente fijado quedará plenamente
justificado
R 2m
300 KN P1
P2
300 KN
9 o 2.5 KN/m2
1.2 m
0.5(P1+P2)
P1
P2
(b)
0.5(P1−P2)
mxhw/4Ω mxhw/4Ω
mxbf1/4Ω mxbf1/4Ω
0.5(P1−P2)
bf1
mxbf2/4Ω mxbf2/4Ω
h mxhw/4Ω mxhw/4Ω
(d) hw Ω
mxbf2/4Ω mxbf2/4Ω
mxhw/4Ω mxhw/4Ω
bf2
acción resultante:
mx=0.5(P1−P2)bf1
mxhw/4Ω
Ω=0.5(bf1+bf2)h mxbf1/4Ω mxbf1/4Ω
(*) La luz efectiva Lef ≡βL se especificará más adelante, por ahora bastará suponerla igual a la luz de vano (β=1)
bf
Caracterización estática del arrastre de cortante. Supongamos aplicadas densidades lineales de cargas verticales q(x)
según las líneas de unión alma-losa superior de una viga en cajón simplemente apoyada. La forma de la distribución de
tensiones normales a lo largo de la fibra media de la sección transversal será análoga a la representada en (a), con picos
acentuados en las uniones alma-losa pero con leyes bastante lineales en las almas (esta última observación solo es
cierta en el ámbito de los tableros de puente, cuya esbeltez longitudinal suele seleccionarse en torno a los valores
L/h∼20 a 25), contrastando con la forma tradicional (b), prevista por la teoría de vigas
q(x) q(x)
q(x) q(x)
σbf1
*
σbw
*
(a) (b)
−σ b1*
σbf2
* σb2*
Caracterización cinemática del arrastre de cortante. La observación anterior puede justificarse de manera sencilla, así
como la denominación escogida para este fenómeno, si recurrimos a la ilustración propuesta por E.C. Hambly en su libro
“Bridge deck behaviour” (en nuestra opinión, sería más apropiado hablar de arrastre de rasante)
γxs*
unión ala-alma
u1
u1
u2
u2
(a) Estudiaremos vigas con sección unicelular doblemente simétrica, prescindiendo de la existencia de voladizos
laterales. Supondremos que en sus secciones extremas (x=0,L) la viga está simplemente apoyada y dispone de
diafragmas transversales perfectamente rígidos. En cuanto a las cargas, nos centraremos en distribuciones lineales
aplicadas a lo largo de la unión ala-alma
(b) Supondremos que la lámina plegada asociada no desarrolla trabajo de flexión de placa en ninguno de sus
elementos, computando exclusivamente el trabajo de membrana y aproximaremos este último en las almas, que
supondremos suficientemente esbeltas, por la teoría de vigas
Nss
Nxs
b Nxx
ef M w1
ew ew h Nxx
ef
M w1
Nxx
(a) (b)
De acuerdo con las restricciones de comportamiento adoptadas para este modelo de lámina plegada y las condiciones de carga, de simetría
y de sustentación de la pieza, los esfuerzos de membrana longitudinales en las losas superior e inferior pueden darse en la forma:
∞
N xx ( x , s ) = ∑ (n1N chβ N ζ + n2N ζshβ N ζ )senα N x
N =1
Las ecuaciones de equilibrio interno del estado membrana proporcionan entonces expresiones similares para los restantes esfuerzos:
∂N xx ∂N xs
+ =0
∂x ∂s
∂N xs ∂N ss
+ =0
∂x ∂s
por lo que tras integrar:
∞ ⎡
⎛ 1 ⎞⎤
N xs ( x , s ) = − ∑ ⎢n1N shβ N ζ + n2N ⎜⎜ ζchβ N ζ − shβ N ζ ⎟⎟⎥cosα N x
N =1 ⎢
⎣ ⎝ βN ⎠⎥⎦
∞ ⎡
⎛ 2 ⎞⎤
N ss ( x , s ) = − ∑ ⎢n1N chβ N ζ + n2N ⎜⎜ ζshβ N ζ − chβ N ζ ⎟⎟⎥senα N x
⎢
N =1 ⎣ ⎝ βN ⎠⎦⎥
Um = 1
L
∫ ∫
b/ 2
2 x =0 s = − b / 2
1
Eef
2
[
N xx − 2νN xx N ss + N ss
2
]
+ 2( 1 + ν )N xs
2
dxds
Las fórmulas obtenidas para el campo de esfuerzos de membrana así como las propiedades de ortogonalidad de las funciones
trigonométricas permiten transformar esta expresión de la energía en una forma cuadrática de los coeficientes n1N y n2N:
1 + ν bL
∑ (A )
∞
Um = N n12N + 2BN n1N n2N + CN n 22N
2 Eef N =1
con
shβ N
AN =
βN
β chβ N − 3shβ N
BN = N
2β N2
β N2 shβ N − 2(3 β N chβ N − 4shβ N + β N ) 1 shβ N + β N
CN = +
4β N
3
1+ν β N3
Energía de deformación desarrollada por las almas. En base a las hipótesis de comportamiento de la viga cajón adoptadas, esta será
simplemente:
L Mw2 1
U b = 2U b1 , U b1 = 1
∫
2 x =0
EIw 1
dx
donde Mw1(x) representa la parte resistida por cada alma del momento flector My(x) que solicita a la sección transversal de la viga, e Iw1 es el
momento de inercia del alma:
1⎡
N ( x , s )ds ⎤
b/ 2
M w 1( x ) = M y ( x ) − h∫
2 ⎢⎣ s = − b / 2 xx ⎥⎦
Para las condiciones de contorno adoptadas, la distribución longitudinal de momentos flectores admite un desarrollo en serie del tipo:
∞
2 L
My ( x ) = ∑m
N =1
yN senα N x , myN =
L ∫x =0
M y ( x )senα N xdx
luego
1 ∞ ⎧⎪ bh ⎡ βN ⎛1 β 1 β ⎞⎤ ⎫⎪
M w 1( x ) = ∑ ⎨m yN − 2
2 N =1 ⎪⎩
⎢n1N sh
β N ⎣⎢ 2
+ n 2N ⎜⎜ ch N −
βN
sh N ⎟⎟⎥ ⎬senα N x
⎝2 2 2 ⎠⎦⎥ ⎪⎭
2
L ∞ ⎧⎪ bh ⎡ βN ⎛1 β 1 β ⎞⎤ ⎫⎪
Ub = ∑ ⎨myN − 2
8EIw 1 N =1 ⎪⎩
⎢n1N sh
β N ⎢⎣ 2
+ n2N ⎜⎜ ch N −
βN
sh N ⎟⎟⎥ ⎬
⎝2 2 2 ⎠⎥⎦ ⎪⎭
Los coeficientes n1N y n2N se determinan minimizando el potencial U=2Um+Ub, esto es:
∂U ∂U
=0 , =0
∂n1N ∂n2N
3 Af
obteniendo el siguiente sistema, con la constante k = (Af y Aw representan el área del ala y del alma respectivamente):
1 + ν Aw
⎡ k k ⎛ shβ N chβ N − 1 ⎞ ⎤ β
⎢ AN + 2 (chβ N − 1) BN + 2 ⎜⎜ − ⎟⎟ ⎥ ⎧
sh N
⎫
⎢ βN βN ⎝ 2 βN ⎠ ⎥ ⎧ n1N ⎫ = k myN ⎪⎪ 2 ⎪⎪
⎨ ⎬ ⎨1 β 1 β ⎬
⎢ k ⎛ shβ N chβ N − 1 ⎞ k ⎛ chβ N + 1 shβ N chβ N − 1 ⎞⎥ ⎩n2N ⎭ bh β N ⎪ ch N − sh N ⎪
⎢BN + 2 ⎜⎜ − ⎟ CN + 2 ⎜ − + ⎟ ⎥
βN ⎝ 2 β N ⎟⎠ β N ⎜⎝ 4 βN β N2 ⎟⎠⎥⎦ ⎪⎩ 2 2 βN 2 ⎪⎭
⎢⎣
La ecuación anterior permite calcular los coeficientes n1N y n2N para cada armónico N, quedando así totalmente caracterizada la distribución de
los esfuerzos de membrana en sección transversal y en particular los longitudinales en las losas, Nxx. Para la misma solicitación exterior, la
teoría de vigas hubiera previsto para estos un valor constante a todo lo ancho N xx igual a:
1 b/ 2
b ∫s = − b / 2
N xx ( x ) = N xx ( x , s )ds
∞
2 ⎡ βN ⎛1 β 1 β ⎞⎤
=∑ ⎢n1N sh + n2N ⎜⎜ ch N − sh N ⎟⎟⎥senα N x
N =1 β N ⎣ ⎢ 2 ⎝2 2 βN 2 ⎠⎦⎥
Con este valor medio, podemos definir los esfuerzos longitudinales en forma adimensional como:
N xx ( ξ ,ζ )
n xx ( ξ ,ζ ) =
N xx ( ξ )
siendo ξ=x/L y ζ=y/b. Adjuntamos los coeficientes de Fourier correspondientes a los momentos flectores inducidos en una viga simplemente
apoyada por una carga transversal P repartida uniformemente entre las secciones x1=ξ1L y x2=ξ2L:
SECCIÓN ESTUDIADA para tableros de hormigón Esfuerzos longitudinales normalizados nxx en (ξ=0.5, ζ=±0.5) computando 100 armónicos
L/b 1 2 3 4 5 6 10
b
h=1 m , b=1, 3 y 5 m δ/L=1.00 2.333 1.369 1.165 1.092 1.059 1.041 1.015
ef
ef =0.2 m
ew ew h ew =0.2 m 0.10 3.527 1.932 1.503 1.319 1.222 1.164 1.068
ef
L=15 m
0.01 4.364 2.349 1.778 1.524 1.385 1.298 1.145
P/2 P/2
1.75 1.75
0.20 0.2
y
b/L=1/3
1.50 1.5
0.15
0.15
1.25 1.25
b/L=1/5
1.00 1
b/L=1/15
0.10 0.1
0.75 0.75
0.50 0.5
0.05
0.05
0.25 0.25
ζ
-0.4 -0.2 0.2 0.4
ξ
0.2 0.4 0.6 0.8 1
Momentos flectores My(ξ) para una carga transversal P Esfuerzos longitudinales normalizados nxx
repartida sobre un intervalo δ/L=0.1 centrado con la luz (factor PL) en la sección central de la pieza (ξ=0.5) para δ/L=0.1
Conclusiones respecto al arrastre de cortante (la luz efectiva Lef ≡βL se especificará más adelante, por ahora bastará tomar β=1)
(1) Esbeltez geométrica en planta y disipación del fenómeno. A la vista de los resultados anteriores, resulta evidente que el arrastre
de rasante se atenúa a medida que la esbeltez geométrica en planta de la viga L/b aumenta, siendo prácticamente imperceptible
para esbelteces iguales o superiores a 10
(2) Influencia de la distribución longitudinal de las cargas. Al factor geométrico anterior se suma la influencia de la distribución de
las cargas que inducen la flexión de la viga, siendo mayor el efecto en estudio cuanto más concentrada está la carga vertical. En este
sentido, conviene observar que las acciones permanentes tienen carácter repartido luego tendrán el efecto asociado a δ/L=1
(3) Validación del ámbito general del modelo viga. Ya se enunció con anterioridad el denominado ámbito general del modelo viga
como Lef/bf ≥6. Como el arrastre de rasante producido por los vehículos pesados de la IAP-11 (para los cuales δ/L≥0.01 si L<200m)
siempre vendrá mitigado por el debido a las cargas permanentes, los resultados obtenidos permiten consolidar el ámbito enunciado
(4) Ancho efectivo de los voladizos laterales. Si el tablero posee voladizos laterales de ancho v, en virtud de los resultados
anteriores solo podremos computar la fracción efectiva de los mismos, dada por vef =min{v, Lef /12}
Caracterización estática de la distorsión. Volvamos a la acción torsora, que induce, según se vio, la parte antisimétrica de la
respuesta longitudinal de la viga cajón
(d.1) Acción que da lugar a la torsión del tablero
mxhw/4Ω mxhw/4Ω
bf2 Comprobación:
H-h
⎧ m (b − b ) m h
acción resultante: ⎪ ∑F = x 2f 1Ω f 2 − Ωx w sen α = 0
⎪⎪
y
mx=0.5(P1−P2)bf1
⎨ ∑F = 0
Ω=0.5(bf1+bf2)h ⎪
z
⎪ mx bf 1 m b
⎪⎩ ∑M = x
2Ω
H − x f 2 ( H − h ) = mx
2Ω
puesto que senα=(bf1-bf2)/2hw y Ω=Hbf1/2-(H-h)bf2/2, por diferencia de áreas de triángulos
Caracterización estática de la distorsión. Acción auto equilibrada que da lugar a la distorsión del cajón, proporcional a mx
h
(d) hw Ω
mxhw/4Ω
mxbf1/4Ω mxbf1/4Ω
Comprobación:
bf2
acción resultante:
⎧
⎪
∑ F = ∑F = 0
z y
⎨ mx bf 2 m b
mx=0.5(P1−P2)bf1 ⎪
⎩
∑M = − x 2Ω
H + x f1 ( H − h ) =0
2Ω
Ω=0.5(bf1+bf2)h
puesto que las fuerzas Fy en juego son las mismas y H/bf1=(H-h)/bf2, por semejanza de triángulos
Caracterización estática de la distorsión. Un último comentario, exigido por la unicidad de la descomposición de la acción torsora
bf2
La acción de distorsión así definida está auto equilibrada, pero con factor k. Sin
acción resultante: embargo, en el caso de almas verticales y losas extremadamente flexibles a flexión, la
mx=0.5(P1−P2)bf1 descomposición propuesta para la acción torsora (que ahora es coplanaria con las
almas) en torsión y distorsión exige que k=1, de tal forma que los rasantes finales se
canalicen solo por las almas, como si de dos vigas independientes se tratara
b
modelo 2D
b f1
tablero de pared delgada
e f1
ew α h
hw e f2
b f2
b bf 1 s
ρ= ρ=
bf 2 bf 2 x η
b
η
b f1
x
s
hc η
ew h x
hw α s
e f2
b f2
(1) Geometría de los tableros en cajón unicelular, de hormigón y mixtos (2) Coordenadas naturales de los tableros de pared delgada
Caracterización cinemática de la distorsión. La descomposición de la acción torsora que origina la distorsión, empuja a cada una
de las paredes del tablero, originándose (A) una flexión transversal (flexión del marco) y (B) una flexión de tipo laja (en el plano de cada cara)
v1 u1
w1
u1
w1 u2
v2 v1
w2
w2
v2 u2
(A) Desplazamientos en sección transversal como desplazamientos (B) Alabeos como desplazamientos iniciales del estado membrana,
iniciales del marco, que inducen la flexión transversal que provienen de la flexión de cada pared en su plano
Caracterización cinemática de la distorsión. Dada la antisimetría de la distribución de los alabeos de las secciones u*, tal y como
se representa en (B), propondremos la siguiente fórmula para estos:
u ∗ ( x ,s ) = ωD ( s )ϕ D ( x )
u1 ρϖ1 /ρ
u2
−ϖ 1
ϖ1
−ρϖ 1 /ρ
(a)
u2
−βϖ 1 βϖ1
(B) Alabeos como desplazamientos iniciales del estado membrana, (C) Forma de la distribución del alabeo unitario
que inducen flexión de cada pared en su plano de distorsión ωD(s), β=|u2/u1|, módulo ϖ1
Caracterización cinemática de la distorsión. Para determinar el valor de la constante β basta observar la semejanza resultante entre
la distribución de alabeos y la de tensiones longitudinales, propia de las teorías de vigas:
∂u ∗
σ x∗ = Eε x∗ = E
∂x
= ωD ( s )[Eϕ D′ ( x )]
Teniendo en cuenta que la solicitación de distorsión está auto equilibrada, las tensiones σx*(x,s) (D) heredarán esta propiedad, y en particular
los momentos respecto al eje de simetría de la sección deberán cancelarse, obteniendo entonces:
ρσ1* /ρ
−σ1* ( ρ 2 / ρ )α 1 + 2 ρ + 1
β=
σ1* α2 + ρ + 2
−ρσ1*/ρ
Caracterización cinemática de la distorsión. La constante ϖ1, introducida para escalar convenientemente el patrón de alabeo, está
todavía por determinar. Sin embargo, podemos visualizar el estado membrana inducido por los alabeos (B) como la respuesta de la viga si
suponemos que las uniones de las almas a las losas están perfectamente articuladas, cancelándose de ese modo el desarrollo de flexiones
transversales en las paredes del cajón
Bajo este supuesto, la distorsión de la celda γD(x), será una
w1 v1
función lineal de los desplazamientos nodales en el plano de la
w1 v1
sección transversal, definidos en (E):
v2
uD ( x ) = {v 1( x ) w 1( x ) v 2 ( x ) w 2 ( x )}
T
w2
w2
v2 1 T
γ D( x ) = Γ .uD ( x )
hw
(E) Distorsión libre de flexiones transversales,
geometría deformada de la celda ⎧ hw hw ⎫
ΓT = ⎨cos α − senα cosα + senα ⎬
⎩ bf 1 bf 2 ⎭
En consecuencia, también existirá una relación lineal entre distorsión y desplazamientos transversales, que podemos resumir como:
v*(x,s)=ηD(s)γD(x)
siendo v* el desplazamiento tangente a la fibra media de la sección transversal (flexión en su plano de cada una de las paredes del tablero) y
ηD(s) el patrón de distorsión
∂u ∗ ∂v ∗
γ xs
∗
= + = ωD′ ( s )ϕ D ( x ) + η D ( s )γ D′ ( x )
∂s ∂x
se deduce que una teoría de distorsión enmarcada dentro de los modelos 1D exige que ηD sea proporcional a ωD´, con el fin de mantener la
estructura de variables separadas propia de la teoría de vigas. Además, la flexión tipo laja sin deformación por cortante correspondería a
cancelar γxs*, por lo que ϕD=γD´ si adoptamos ηD=−ωD´
Caracterización estática de la distorsión. La evaluación del trabajo virtual de la tensiones longitudinales sobre la sección
transversal de la viga proporciona de forma natural la definición del esfuerzo consistente con la intensidad de alabeo:
= δϕ D BD
Donde BD = ∫A ωDσ x dA se denominará bimomento de distorsión. Los resultados anteriores permiten entonces expresar las tensiones
∗
Caracterización estática de la distorsión. Recurriendo al patrón de alabeos adoptado (C), se obtiene una fórmula de cálculo para
esta nueva constante estática:
1 ⎡ ⎛ρ ⎞
2
1+ β 3 ⎤
ID = Awϖ 12 ⎢α 1 ⎜⎜ ⎟⎟ + 2 + α2β 2 ⎥
3 ⎢⎣ ⎝ ρ ⎠ 1+ β ⎥⎦
Además, las resultantes de tensiones longitudinales en cada una de las paredes de la viga pueden determinarse exclusivamente en función de
los bimomentos y del módulo de alabeo.
cara b hw bf2
1− β B
N(e) 0 Awϖ 1 D 0
2 ID
s =ζ b α 1ρ α2β
O B 1+ β B BD
M(e) bAwϖ 1 D hw Awϖ 1 D bf 2 Awϖ 1
6ρ ID 12 ID 6 ID
M f1
σx*
Distribución de axiles y momentos flectores en el plano de las paredes
x
de la viga cajón debidos a la distorsión
(F) Resultante de las tensiones normales en losa superior
Caracterización estática de la distorsión. La distribución de tensiones longitudinales y las ecuaciones de equilibrio de membrana
permiten a su vez caracterizar las distribuciones de rasantes en cada pared y con ellos los esfuerzos cortantes correspondientes:
∂N xx ∂N xs
+ =0
∂x ∂s
e/ 2 e/ 2
siendo N xx = ∫ σ x∗ dη y N .xs = ∫ τ ∗ η . Integrando ahora estas distribuciones a lo largo de cada cara, se obtienen los cortantes R(e)
d
η = −e / 2 η = − e / 2 xs
cara b hw bf2
2ρ 2ϖ 1
μ= , q= ( 1 + ρ )( 1 + ρ β )
1+ ρ μ 2Ω
(G) Distribución de esfuerzos de membrana Nxs y sus resultantes R(e)
Caracterización cinemática completa de la distorsión. Observando finalmente que al parámetro q es proporcional a la constante
ϖ1 introducida para escalar convenientemente el patrón de alabeos y que esta última puede escogerse libremente, en lo sucesivo
adoptaremos q=1, por lo que:
1 2 Ω
ϖ1 = μ
2 ( 1 + ρ )( 1 + ρ β )
Este resultado permite determinar las unidades del alabeo unitario como [L2] mientras que intensidad de alabeo y bimomento son [L−1, FL2]
respectivamente
Caracterización de la flexión transversal. La caracterización de la respuesta tipo placa de las paredes de la viga se plantea
computando únicamente su flexión transversal, aproximada mediante la flexión antisimétrica del marco. Esta a su vez se evalúa
despreciando la deformación por cortante y por axil del conjunto de barras que lo configuran
1 T ⎛ 1 1 ⎞ 2ŵ ⎛ 1 + ρ ⎞ 2 ŵ
w
γD = Γ .uD = ŵ ⎜⎜ + ⎟⎟ = ⎜⎜ ⎟⎟ =
hw ⎝ bf 1 bf 2 ⎠ bf 2 ⎝ 2 ρ ⎠ μ bf 2
w
Caracterización de la flexión transversal. La resolución del marco proporciona los momentos finales siguientes
⎧ mw 1 ⎫ 6k w μγ D ⎧ κ 1 + ( 2 + ρ )κ 1κ 2 ⎫ ⎧ mf 1 ⎫
⎨ ⎬= ⎨ ⎬ = −⎨ ⎬
⎩mw 2 ⎭ ρ 1 + 2( κ 1 + κ 2 ) + 3κ 1κ 2 ⎩ ρ κ 2 + ( 2 ρ + 1)κ 1κ 2 ⎭ ⎩mf 2 ⎭
2 2
EAw ⎛ ew ⎞ EAfi ⎛ efi ⎞ k
con k w = 2 ⎜
⎜ ⎟⎟ , k fi = 2 ⎜
⎜ ⎟⎟ y κ i = fi
12( 1 − ν ) ⎝ hw ⎠ 12( 1 − ν ) ⎝ bfi ⎠ kw
Energía de flexión transversal. La energía de flexión transversal del modelo, que denominaremos Ub(x), se calcula mediante la integral
2
mss
Ub = 1
2 ∂Ω∫ D
ds
Formulación unificada de la distorsión. Si los desplazamientos de membrana son u*(x,s,η)≡u(x,s) y v*(x,s,η)≡v(x,s) pondremos:
d∗m = h m ( s ).u( x )
⎧u ∗ ( x , s )⎫ ⎡ 0 ωD ( s )⎤ ⎧γ D ( x )⎫
⎨ ∗ ⎬= ⎢− ω ′ ( s ) ⎨ ⎬
⎩v ( x , s )⎭ ⎣ D 0 ⎥⎦ ⎩ϕ D ( x )⎭
siendo γD(x) y ϕD(x) las intensidades de distorsión y de alabeo del modelo, mientras que ωD(s) es el alabeo unitario, o patrón de alabeo por
distorsión, basado en la Figura (B)
Esfuerzos generalizados. La definición estática de los esfuerzos generalizados f(x) proporciona en este caso las componentes
siguientes:
⎧M ( x )⎫
∫h .t ∗dA = ⎨ D
T
f( x ) = m ⎬
A
⎩ BD ( x ) ⎭
M D ( x ) = ∫ − ωD′ ( s )τ xs
∗
dA , BD ( x ) = ∫ ωD ( s )σ x∗ dA
A A
mD ( x ) = ∫ − ωD′ ( s )q s ( x , s )ds
∂Ω
bD ( x ) = ∫ ωD ( s )q x ( x , s )ds
∂Ω
correspondientes a densidades lineales de bicortantes y bimomentos de distorsión, repartidas sobre la directriz de la pieza. Las fuerzas de
volumen, por la forma simétrica de la sección transversal, no inducen acciones de distorsión y por lo tanto las únicas cargas consideradas
para la evaluación de Q(x) han sido las presiones longitudinales y transversales aplicadas sobre la fibra media ∂Ω(s) de la sección de la pieza:
mx h w mx h w
4Ω 4Ω
cara b hw bf2
mx b f2 mx b f2
4Ω 4Ω
q x ( x ,s ) 0 0 0
mx b f1
mx h w mx h w
mx b f1 q S ( x ,s ) −mx bf2/2Ω mx hw/2Ω −mx bf1/2Ω
4Ω 4Ω
4Ω 4Ω
Cargas generalizadas. Teniendo en cuenta las distribuciones (a) del alabeo unitario de distorsión ωD(s) y particularmente (b) de su
derivada, sobre la fibra media de la sección transversal, se obtiene finalmente para las componentes de Q(x):
ρϖ1 /ρ
mx m m
−ϖ 1 mD = − bf 2 [− ωD′ ]b − x bf 1[− ωD′ ]bf 2 + x hw [− ωD′ ]hw
ϖ1 2Ω 2Ω Ω
−ρϖ 1 /ρ m ⎛ 1 ⎞ μm x
(a) = x ϖ 1 ⎜⎜ + β ρ + 1 + β ⎟⎟ =
−βϖ 1 βϖ1
Ω ⎝ρ ⎠ 1+ ρ
bD = 0
2ϖ 1 / b f1
Por último, una fuerza puntual PA={PxA , PsA}T aplicada en el punto A(xA,sA) de la fibra media de la sección transversal, producirá una carga
generalizada igual a:
⎧− ω ′ ( s )P ⎫ ⎧M ⎫
Q A = hTm ( s A ).PA = ⎨ D A sA ⎬ ≡ ⎨ A ⎬
⎩ ωD ( s A )PxA ⎭ ⎩ B A ⎭
Estado membrana: matrices de deformación. Si las deformaciones de membrana son εx*(x,s,η)≡εx*(x,s) y γxs*(x,s,η)≡γxs*(x,s)
tendremos:
∂u ∗
ε x∗ = = ωDϕ D′
∂x
∂u ∗ ∂v ∗
γ xs
∗
= + = ωD′ (ϕ D − γ D′ )
∂s ∂x
luego
e ∗m = B 0m ( s ).u( x ) + B1m ( s ).u′( x )
⎧ ε x∗ ( x , s ) ⎫ ⎡0 0 ⎤ ⎧γ D ( x )⎫ ⎡ 0 ωD ( s )⎤ ⎧γ D′ ( x )⎫
⎨ ∗ ⎬= ⎢0 ω ′ ( s )⎥ ⎨ϕ ( x )⎬ + ⎢− ω ′ ( s ) ⎨
0 ⎥⎦ ⎩ϕ D′ ( x )⎭
⎬
⎩γ xs ( x , s )⎭ ⎣ D ⎦⎩ D ⎭ ⎣ D
A partir de esta estructura de las deformaciones, se puede evaluar los operadores rigideces locales Drsm, que constituyen la matriz de la forma
cuadrática densidad lineal de energía de deformación de membrana:
D mrs = ∫B
mT
r .C.B sm dA
A
m ⎡0 0 ⎤ m ⎡ 0 0⎤ m ⎡GWD 0 ⎤
D 00 =⎢ ⎥ , D01 =⎢ ⎥ , D11 =⎢
⎣0 GWD ⎦ ⎣− GWD 0⎦ ⎣ 0 EI D ⎥⎦
1 ⎡ ⎛ ρ ⎞2 1+ β 3 ⎤
EI D = EAwϖ 1 ⎢α 1 ⎜⎜ ⎟⎟ + 2
2
+ α2β 2 ⎥
3 ⎢ ⎝ρ⎠ 1+ β ⎥
⎣ ⎦
Estas rigideces son características del estado membrana y en estos términos nos referiremos a ellas en alguna ocasión. Finalmente, el
funcional de acción o densidad Lagrangiana Lm(x,u,u´) se expresa como:
Lm ( x ,u,u′ ) = 1
2
(u
T m
.D 00 .u + uT .D 01
m
.u′ + u′T .D10
m
.u + u′T .D11
m
)
.u′ − uT .Q
Formulación del problema completo. La expresión de la energía de deformación asociada a la flexión transversal fue obtenida en
líneas anteriores y permite deducir de forma directa la composición del único bloque D00b no nulo:
⎡EI 0⎤
b
D 00 =⎢ b
⎣ 0 0⎥⎦
Por lo tanto, la matriz que define la forma cuadrática densidad lineal de energía de deformación del problema de distorsión completo
(membrana y flexión) es:
⎡EI b 0 0 0 ⎤
⎢ − GWD ⎥
0 GWD 0 ⎥
D = D +D = ⎢
m b
⎢ 0 − GWD GWD 0 ⎥
⎢ ⎥
⎣ 0 0 0 EI D ⎦
La Lagrangiana del problema completo vale L=Lm+½uTD00u y la definición energética de los esfuerzos nos proporciona de forma directa
relaciones constitutivas para el bicortante y el bimomento:
∂L
f= = D10u + D11u′
∂u′
⎧M D ⎫ ⎡0 − GWD ⎤ ⎧γ D ⎫ ⎡GWD 0 ⎤ ⎧γ D′ ⎫ ⎧GWD (γ D′ − ϕ D )⎫
⎨ ⎬=⎢ ⎨ ⎬+ ⎢ ⎨ ⎬=⎨ ⎬
⎩ BD ⎭ ⎣0 0 ⎥⎦ ⎩ϕ D ⎭ ⎣ 0 EI D ⎥⎦ ⎩ϕ D′ ⎭ ⎩ EI Dϕ D′ ⎭
Ecuaciones de la teoría de distorsión. El sistema de ecuaciones diferenciales que rige el problema puede escribirse en forma
canónica como siguiente:
d
E( x ) = W.E( x ) − F( x )
dx
con el vector estado E(x) que agrupa todas las variables del problema, desplazamientos y esfuerzos generalizados:
⎧u( x )⎫
⎬ = {γ D ( x ) ϕ D ( x ) M D ( x ) BD ( x )}
T
E( x ) = ⎨
⎩ f( x ) ⎭
y el término independiente o de carga F(x):
⎧ 0 ⎫
⎬ = {0 0 mD ( x ) bD ( x )}
T
F( x ) = ⎨
⎩Q( x )⎭
En cuanto al operador W, resulta de coeficientes constantes dada la naturaleza de la pieza y su composición, según la teoría unificada, es:
⎡ 1 ⎤
⎢ 0 1
GWD
0 ⎥
⎢ ⎥
⎡ −1
− D11 D10 D11−1
⎤ ⎢ 1 ⎥
W=⎢ −1 ⎥
= 0 0 0
−1
⎣D 00 − D01D11D10 D 01D11 ⎦ ⎢
⎢ EI D ⎥
EI 0 0 0 ⎥
⎢ b ⎥
⎢⎣ 0 0 −1 0 ⎥⎦
Anotando que la deformación por cortante en el plano medio de las diferentes placas que componen la estructura vale:
MD
γ xs
∗
= ωD′ (ϕ D − γ D′ ) = −ωD′
GWD
esta deformación se anulará cuando la rigidez frente al bicortante se considere infinita: GWD →∞. La evaluación de los autovalores de W
proporciona una interesante discusión sobre el comportamiento del modelo:
⎛ 1 K2 ⎞
W − KI = K 4 + EI b ⎜⎜ − ⎟
⎟
⎝ EI D GWD ⎠
EI b EI
K4 − K2 + b = 0
GWD EI D
Esta situación es propia de las vigas cajón metálicas o mixtas, para las cuales el espesor de pared de la piel metálica y el diseño al uso de las
uniones entre paneles (almas y tablas) proporcionan un sistema muy flexible frente a los momentos flectores transversales mss. En estas
condiciones, el único autovalor del sistema es K=0 con orden de multiplicidad 4, resultando un problema análogo al de flexión: los
correspondientes operadores W coinciden si se sustituye la rigidez a cortante GA por la de bicortante GWD y la rigidez a flexión EIz por la de
membrana EID, por lo que desplazamientos y esfuerzos generalizados cumplen la siguiente homología:
Al margen de posibilitar la rápida elaboración de soluciones E(ξ), esta propiedad brinda una útil interpretación de la forma en que actúan los
diafragmas transversales en estas estructuras puesto que al coaccionar la distorsión γD equivalen a apoyos elásticos en el problema análogo,
así mismo en el caso límite de diafragmas perfectamente rígidos resulta simplemente la condición (v=0) en la sección correspondiente
Esta situación corresponde a la formulación clásica desarrollada en otros trabajos y lleva asociada los autovalores siguientes:
EI b
K = ±4 (1 ± i )
4EI D
EI b
λ = L4
4EI D
Al suponer que la rigidez a bicortante adopta un valor finito, las raíces de la ecuación característica pueden reescribirse en la forma siguiente:
2
⎛λ⎞
K 2 = 2⎜ ⎟ ⎡α ± α 2 − 1⎤
⎝ L ⎠ ⎢⎣ ⎦⎥
α es un coeficiente adimensional que puede expresarse exclusivamente en función de las rigideces de membrana GWD y EID y de la esbeltez de
distorsión:
EI b EI D λ2 12EI D
α= = αD , αD =
2GWD 12 GWD L2
siendo αD el factor de bicortante. El rango de variación de α en función de la luz se ha representado en la Figura adjunta para una sección
con proporciones usuales en el ámbito de los tableros de puentes metálicos o mixtos en cajón
0.01
0.008
0.006
α
0.004
0.002
L (m)
50 100 150 200
donde G(ξ) es el operador fundamental del sistema y ξ=x/L, τ=t/L son valores adimensionales de la coordenada longitudinal. Subdividido
este en bloques
⎡G ( ξ ) Guf ( ξ )⎤
G( ξ ) = ⎢ uu ⎥
⎣ G fu ( ξ ) G ff ( ξ ) ⎦
⎡ L
⎢ cosλξchλξ (shλξcosλξ + senλξchλξ )⎤⎥
Guu ( ξ ) = ⎢ 2λ
λ ⎥
⎢ (shλξcosλξ − senλξchλξ ) cosλξchλξ ⎥
⎣L ⎦
⎡ 1 ⎛L⎞
3
1 ⎛L⎞
2
⎤
⎢ ⎜ ⎟ ( shλξcosλξ − senλξchλξ ) ⎜ ⎟ senλξshλξ ⎥
Guf ( ξ ) = ⎢
4EI D ⎝λ⎠ 2EI D ⎝ λ ⎠ ⎥
⎢ 1 ⎛L⎞
2
1 L ⎥
⎢ − ⎜ ⎟ senλξshλξ ( shλξcosλξ + senλξchλξ )⎥
⎣⎢ 2EI D ⎝ λ ⎠ 2EI D λ ⎦⎥
y
⎡ ⎛λ⎞
3
⎛λ⎞
2
⎤
⎢2EI D ⎜ ⎟ ( shλξcosλξ + senλξchλξ ) 2EI D ⎜ ⎟ senλξshλξ ⎥
Gfu ( ξ ) = ⎢ ⎝L⎠ ⎝L⎠ ⎥
⎢ ⎛λ⎞
2
λ ⎥
⎢ − 2EI D ⎜ ⎟ senλξshλξ EI D ( shλξcosλξ − senλξchλξ )⎥
⎣⎢ ⎝L⎠ L ⎦⎥
⎡ λ
⎢ cosλξchλξ (senλξchλξ − shλξcosλξ )⎤⎥
Gff ( ξ ) = ⎢ L
L ⎥
⎢− (senλξchλξ + shλξcosλξ ) cosλξchλξ ⎥
⎣ 2λ ⎦
EI b
λ = L4
4EI D
Finalmente, aprovechando la composición particular del término independiente F(ξ), la solución general también puede descomponerse en
bloques:
⎧u( ξ )⎫ ⎡Guu ( ξ ) Guf ( ξ )⎤ ⎧⎪u ξ =0 ⎫⎪ ξ ⎡Guf ( ξ − τ )⎤
⎨ ⎬= ⎢ ⎥⎨ ⎬−∫ ⎢ ⎥.Q(τ )Ldτ
⎩ f( ξ ) ⎭ ⎣ Gfu ( ξ ) Gff ( ξ ) ⎦ ⎪⎩ f ξ =0 ⎪⎭ τ =0 ⎣ Gff ( ξ − τ ) ⎦
El problema elemental. A modo de ejemplo, vamos a aplicar los resultados anteriores a un tablero simplemente apoyado sometido a una
acción torsora concentrada T en la sección x=t. Por simplemente apoyado, entenderemos que las distorsiones de las secciones extremas están
perfectamente coaccionadas (γD|ξ=0,1=0) y sus alabeos son libres (BD|ξ=0,1=0). La correspondiente determinación de las constantes de
integración E0 permite entonces definir completamente la solución. Esta queda recogida en la tabla adjunta para ξ<τ. Sobre el resto del
intervalo (ξ>τ), basta permutar ξ y τ por (1−ξ) y (1−τ) respectivamente, y cambiar el signo de las fórmulas resultantes para el alabeo y el
bicortante de distorsión
E(ξ) ξ<τ
[ ( ) ( )]
3
1 μT ⎛ L ⎞
γD(ξ) ⎜ ⎟ cosλξshλξ ϕ 0 + M 0 + senλξchλξ ϕ 0 − M 0
4EI D 1 + ρ ⎝ λ ⎠
( )
2
1 μT ⎛ L ⎞
ϕ D (ξ ) ⎜ ⎟ cosλξchλξ ϕ 0 − senλξshλξ M 0
2EI D 1 + ρ ⎝ λ ⎠
MD (ξ )
μT
1+ ρ
(
senλξshλξ ϕ 0 + cosλξchλξ M 0 )
B D (ξ )
μT L
1 + ρ 2λ
[ ( ) (
cosλξshλξ ϕ 0 − M 0 − senλξchλξ ϕ 0 + M 0 )]
Las funciones ϕ0 y M0 se definen más adelante
0.08
λ=0.1 0.4 λ=0.1
0.06
0.2
λ=2.5
0.04
0.2 0.4 0.6 0.8 1
λ=2.5 λ=5
-0.2
0.02
λ=5 -0.4
1 μTL3 μT
Distorsión γD(ξ) para torsor puntual T (τ=0.5). Factor Bicortante MD(ξ) para torsor puntual T (τ=0.5). Factor
4EID 1 + ρ 1 +ρ
-0.05
λ=5
0.1
-0.1
-0.1
λ=2.5 -0.2
-0.2
λ=0.1 λ=0.1
-0.25
1 μTL2 μTL
Intensidad de alabeo ϕD(ξ) para torsor puntual T (τ=0.5). Factor Bimomento BD(ξ) para torsor puntual T (τ=0.5). Factor
4EID 1 + ρ 1 +ρ
1 μTL2
4EI D 1 + ρ
Control de la distorsión. Los resultados anteriores muestran como los efectos de la distorsión están directamente relacionados con el
valor del parámetro λ, atenuándose estos al crecer la esbeltez de distorsión. Por lo tanto, el diseño eficiente de elementos tubulares no solo
va a requerir saber evaluar la distorsión; también exigirá controlarla limitando su efecto sobre la respuesta de la estructura, tanto en
desplazamientos como sobre todo en tensiones. Esta situación es especialmente crítica en piezas de reducida esbeltez de distorsión, como
suele suceder en tableros de puentes metálicos o mixtos de longitud moderada, por su baja rigidez de marco EIb. Para ello se puede actuar
sobre la forma de la pieza modificando los espesores de pared, pero la consecuente penalización del peso propio (y del coste) aconseja otra
medida más apropiada, que consiste en disponer diafragmas entre las secciones apoyadas. Ello exige resolver la incorporación a la
formulación de estos elementos estructurales y previamente definir sus características (rigidez a la distorsión) de acuerdo con su tipología
Acción de los diafragmas. Según hemos mostrado anteriormente, el esfuerzo (la acción) consistente con la distorsión es el bicortante. A
esta conclusión también se llega de forma directa evaluando el trabajo virtual de las tensiones tangenciales τxs* sobre la sección transversal:
∫τ δv *dA = δγ D ∫ − ωD′ τ xs
∗ ∗
xs dA
A A
= δγ D M D
Al estar dispuestos en planos ortogonales al tablero, los diafragmas resultan muy eficaces para coaccionar el cambio de forma de las
secciones (distorsión) sin apenas coartar su alabeo. Por lo tanto, la acción que compatibiliza el cambio de forma de ambos sistemas es un
bicortante exterior que denominaremos MD* y que tiene carácter de coacción hiperestática
(a) Diafragma continuo. Es el de mayor sencillez geométrica puesto que su rigidez frente a la distorsión KD depende solo de su espesor eD y
puede calcularse mediante la fórmula:
CL ρ −1 ⎡ 2 ⎛b ⎞
2
4ν ( ρ − 1) ⎤
K D = GΩeD ( 1 + δ ) , δ = ⎢( ρ + 1)⎜ f 2 ⎟ + ⎥
3( 1 − ν )( ρ + 1) ⎢⎣ ⎝ h ⎠ ( 1 − ν )( ρ + 1) ⎥⎦
2 ⎡ ρ − 1 1 + ν ⎤ M D∗
N yz = ⎢1 + ⎥
ρ + 1 ⎢⎣ 2 1 − ν ⎥⎦ ( 1 + δ )Ω
(b) Marco triangulado. Despreciando la colaboración de los rigidizadores transversales coplanarios con las diagonales (para incorporar su
efecto basta sumar la rigidez que se evalúa en el caso (c)) y denominando l a su longitud y AD al área de su sección, tendremos:
CL 2 2
8ρ ⎛ Ω ⎞ EAD
KD = ⎜ ⎟
(1 + ρ ) ⎝ l ⎠
4
l
l
La comprobación resistente de las barras se lleva a cabo con el axil ND
AD
soportado, igual a:
2
⎛ 1 + ρ ⎞ M D∗ l
ND = ⎜ ⎟
⎜ 2 ⎟ ρΩ
⎝ ⎠
(c) Marco porticado. Este caso se resuelve con la fórmula de la rigidez de marco EIb adecuadamente adaptada: basta sustituir la fibra media
de las paredes de la celda por la directriz del marco, determinada incorporando a la sección transversal de las barras del marco la parte
efectiva de la piel metálica (a), posteriormente la inercia de cada barra Ifi o Iw se calcula con la sección (b):
2 2
b*f1 48k w κ 1 + ρ κ 2 + 2( 1 + ρ + ρ )κ 1κ 2
KD =
( 1 + ρ )2 1 + 2( κ 1 + κ 2 ) + 3κ 1κ 2
(a)
x x
e
directriz del marco 12e
h*w El marco debe diseñarse para resistir los momentos en extremos de
(b)
x x barra inducidos por el bicortante que le transmite la viga:
b*f2
1+ ρ κ 1 + ( 2 + ρ )κ 1κ 2
Mw 1 = M D∗ = −M f 1
4 κ + ρ κ + 2( 1 + ρ + ρ 2 )κ κ
2
EI fi EI w k fi 1 2 1 2
k fi = , kw = , κi =
bfi* hw∗ kw 1+ ρ ρκ 2 + ( 2 ρ + 1)κ 1κ 2
Mw 2 = 2 2
M D∗ = −M f 2
4 κ + ρ κ + 2( 1 + ρ + ρ )κ κ
1 2 1 2
Determinación de la acción del diafragma sobre el tablero. Se trata ahora de evaluar los bicortantes MD* resistidos por los
diafragmas. El problema se puede formular en flexibilidad suponiendo que:
1) la viga está simplemente apoyada en sus secciones extremas (alabeo libre y distorsión completamente coaccionada en
x=0,L) y
2) los N diafragmas intermedios, que también denominaremos interiores, son todos idénticos
Bajo estos supuestos, la compatibilidad de distorsiones entre tablero y diafragmas proporciona la ecuación de flexibilidad siguiente:
L3 1 ∗
Γ 0D + Γ ∗.M∗D = − MD
4EI D KD
ΓD0 son las distorsiones que registra el tablero libre de diafragmas intermedios en las correspondientes secciones, bajo la
acción de las cargas torsoras
MD* son los bicortantes de distorsión que compatibilizan la distorsión de tablero con la del diafragma en cada una de las N
secciones arriostradas
KD es la rigidez del diafragma aislado
Γ* es la matriz de flexibilidad adimensional del tablero relativa a las coacciones seleccionadas
A continuación se facilita la solución del sistema anterior en MD* así como el detalle de la composición de la matriz de flexibilidad del tablero
para condiciones de simple apoyo :
M∗D = −
4EI D
L3
[Γ ∗
+η I ]
−1
Γ 0D [ ]
, Γ ∗ = Γij∗ i =1aN , j =1aN
, η=
4EI D
K D L3
Γij∗ =
( )
cosλξ i shλξ i ϕ 0 j + M 0 j + senλξ i chλξ i ϕ 0 j − M 0 j ( )
λ3
senλcos λ j shλ j chλ − sen λ j cosλshλchλ j
ϕ0 j =
sh 2 λ + sen 2 λ
cosλcos λ j shλshλ j + senλsen λ j chλchλ j
M0 j =
sh 2 λ + sen 2 λ
λ j = λ( 1 − ξ j ) , ξ i ≤ ξ j
Con esta herramienta es posible organizar el estudio de la influencia del número y rigidez de los diafragmas sobre la distorsión de tableros
metálicos o mixtos. Pero para ello, conviene definir secciones estándar, con el fin de relacionar los diferentes parámetros geométricos (b,
bf1×ef1, bf2×ef2, hw×ew, h, L…), así como algún cuantificador de la distorsión
Cuantificación de la distorsión. En lo sucesivo adoptaremos el siguiente cuantificador estático, expresado en % y para el punto (i) de
una sección ξ de la viga:
σ xD
∗
(i )
ε σ( Di ) = 100
σ xb
∗
( i ) + σ xD ( i )
∗
en el cómputo de esta función no se ha incluido el efecto de la torsión. Esta simplificación está totalmente justificada en el contexto de las
vigas en cajón y proporciona una estimación segura del efecto
(3) (1)
z h
G
h y G
(2)
b λ
b f1 6
b=10 m
e f1
b f1 e f1=5 0.25 m
+
ew α h 4
hw b f2 e f2=5 0.30 m
e f2
+
h=L/20 , e w=0.30 m
b f2
2
L (m)
50 100 150 200 250 300
ε σ( D2 )
hormigón simplemente apoyadas. Teniendo en cuenta que para los tableros 6
estudiados se verifica: 5
EI b
ε σD ≤ 4% si λ = L4 ≥6 4
4EI D biempotrado
3
b λ
1.6
b f1
b=10 m
hc b f1 e f1=5 0.02 m 1.4
+
b f2 e f2=5 0.03 m
+
ew h
hw α h=L/20 , e w=0.015 m
1.2
(∗) h c / n c = e f1
e f2
b f2 L (m)
50 100 150 200 250 300
70
60
ε σ( D2 )
50
criterio para el control de la distorsión. Las vigas cajón con artesa metálica biempotrado
demuestran poseer una baja esbeltez a la distorsión, resultando muy sensibles a este 40
fenómeno, incluso para luces elevadas. Con el fin de obtener un diseño estructural simple apoyo
más eficiente, deberemos incorporar diafragmas internos, con rigidez y número 30
suficientes para acotar la distorsión convenientemente. Esta acción se instrumenta a
continuación 20
10
L (m)
50 100 150 200 250 300
Cuantificador de la distorsión en un tablero mixto de sección estándar
500
500
-500 -500
-1000 -1000
-1500 -1500
Bimomentos de distorsión en un tablero mixto simplemente apoyado Bimomentos de distorsión en un tablero mixto biempotrado con
con 4 diafragmas interiores sometido a las acciones permanentes y al 4 diafragmas interiores sometido a las acciones permanentes y
tren de cargas de la IAP-11 (λ=1.37, η=0.98 10−3) al tren de cargas de la IAP-11 (λ=1.37, η=0.98 10−3)
Diseño frente a distorsión, de tableros en cajón metálicos o mixtos. Basándonos en los resultados obtenidos, articularemos
nuestra propuesta en torno a tres puntos cuyo orden no es arbitrario sino que plantea, bajo nuestro punto de vista, la secuencia lógica de
acciones para conseguir una guía eficiente de diseño a distorsión de tableros de puentes metálicos o mixtos:
Esquema para la aplicación de las condiciones de diseño ultrarígido frente a distorsión. Desarrollando con mayor detalle
los conceptos recogidos en la tabla anterior, procederemos como sigue:
μT μm x
P= , q=
1+ ρ 1+ ρ
Influencia de las condiciones de contorno. Aunque al presentar el problema elemental nos hemos limitado a resolver el caso de la
viga simplemente apoyada, otras condiciones de contorno pueden evaluarse sin ninguna dificultad, como la viga en ménsula o la viga
biempotrada, y una primera conclusión que se deduce de estos estudios es que existe una relación directa entre coacción al alabeo y
disipación de la distorsión: a menor coacción al alabeo mayor disipación de la distorsión, o lo que es lo mismo, mayor esbeltez aparente de
la pieza λ*. Esta propiedad cualitativa puede cuantificarse como sigue “La esbeltez aparente de una viga de longitud L será la que
corresponde a una pieza con la misma sección transversal en condiciones de simple apoyo y con idéntica cuantificación estática de la
distorsión”. Además, como esbeltez y longitud son proporcionales, esta definición equivale a asociar una luz efectiva Lef=βL a las
condiciones básicas (simple apoyo), por lo tanto tendremos finalmente:
λ* = βλ , Lef = βL
Obviamente, la esbeltez aparente depende de las cargas actuantes, sin embargo, si pretendemos generalizar la clasificación de los tableros
frente a la distorsión, puede resultar más operativo manejar los conceptos de esbeltez aparente y luz efectiva, ya que nos liberan de las
condiciones de contorno particulares de cada tablero continuo. Por último, en el caso límite de las secciones sin rigidez de marco, la analogía
con el problema de flexión permite identificar la luz efectiva con la distancia entre secciones de bimomento/momento flector nulo
(1) Esbeltez de distorsión y disipación del fenómeno. A la vista de los resultados anteriores, podemos afirmar que la distorsión se
atenúa a medida que la esbeltez aparente de la viga λD* aumenta, siendo prácticamente despreciable para esbelteces iguales o
superiores a 6
(2) Validación del ámbito general del modelo viga. Aunque al enunciar el ámbito general del modelo viga no se hizo mención
expresa a la distorsión, para poder aplicar el modelo viga es necesario garantizar la rigidez de la sección transversal (segundo
requisito fundamental de la teoría). Por lo tanto deberán adoptarse, en su caso (λD*<6), las medidas constructivas adecuadas para
tal fin, que consisten en disponer diafragmas transversales interiores (entre secciones apoyadas)
(3) Norma general. Como norma general, podemos afirmar que lo tableros celulares en hormigón no requieren disposiciones
específicas para asegurar la rigidez de la sección transversal, mientras que los tableros metálicos y los tableros mixtos se hallan en
el extremo opuesto, siendo siempre necesario dotarlos de al menos 4 diafragmas transversales entre las secciones de apoyo
Caracterización cinemática de la torsión. Sea r(s) el vector posición de la curva ∂Ω que define la fibra media de la sección
transversal y a3(s) su normal unitaria interior. Si r es la posición de cualquier punto de la sección, tendremos alternativamente:
⎧ r( y , z ) = yi 2 + zi3
⎨
⎩ r( s ,η ) = r ( s ) + ηa 3 ( s )
donde la coordenada η mide la distancia del punto en cuestión respecto a la fibra media
∂Ω(s )
y
a3 r C
z
a2
⎧ r ( s ) = y ( s )i 2 + z ( s )i3
⎪
⎪ dr
⎨ a2( s ) = = y ′( s )i 2 + z ′( s )i3
⎪ ds
⎪⎩ a 3 ( s ) = i1 × a 2 ( s ) = −z ′( s )i 2 + y ′( s )i3
luego
⎧a 2 ⎫ ⎡ y ′ z ′ ⎤ ⎧i 2 ⎫ ⎧i ⎫ ⎡ y ′ − z ′⎤ ⎧a 2 ⎫
⎨ ⎬= ⎢− z ′ y ′⎥ ⎨i ⎬ y ⎨ 2⎬ = ⎢ ⎨ ⎬
⎩a 3 ⎭ ⎣ ⎦⎩ 3 ⎭ ⎩i3 ⎭ ⎣ z ′ y ′ ⎥⎦ ⎩a 3 ⎭
Estas expresiones permiten pasar cómodamente del sistema de referencia general (x,y,z) al natural o local (x,s,η). En cuanto a cinemática se
refiere, la vía más directa para producir una hipótesis fundamental adecuada para la torsión consiste en formular los desplazamientos del
problema en ejes generales (x,y,z):
d∗ = u ∗i1 + θ x i1 × r
En esta ecuación θx(x) corresponde a la rotación de eje Cx de los puntos materiales de la pieza, cuya posición en sección transversal viene
dada por el vector r(y,z), mientras que u*(x,y,z) define el alabeo de la sección, que expresaremos como ωˆ (y,z)ϕ(x). La función ϕ(x) mide la
intensidad de alabeo en la sección x, mientras que ωˆ (y,z) es el patrón de alabeo o alabeo unitario de torsión
Formulación unificada de la torsión. Con las definiciones anteriores y denominando v*(x,y,z) y w*(x,y,z) a los desplazamientos
contenidos en la sección transversal, es sencillo deducir la siguiente hipótesis fundamental de la torsión:
d∗ ( x , y , z ) = h( y , z ).u( x )
⎧u ∗( x, y ,z ) ⎫ ⎡ 0 ωˆ ( y , z )⎤
⎪ ∗ ⎪ ⎢− z ⎧θ ( x )⎫
⎨v ( x, y ,z ) ⎬ = ⎢ 0 ⎥⎥ ⎨ x ⎬
⎪w ∗ ( x , y , z )⎪ ⎩ ϕ( x ) ⎭
⎢⎣ y 0 ⎦ ⎥
⎩ ⎭
Esfuerzos generalizados. La definición estática de los esfuerzos generalizados f(x) proporciona en este caso las componentes
siguientes:
⎧M x ( x )⎫
∫A
T ∗
f( x ) = h ( y , z ).t ( x , y , z )dA = ⎨ ⎬
⎩ Bωˆ ( x ) ⎭
M x ( x ) = ∫ yτ xz
A
∗
(− zτ xy
∗
)
dA , Bωˆ ( x ) = ∫ ωˆ σ x∗ dA
A
Conviene recordar que las coordenadas (y,z) están referidas al polo C, centro de esfuerzos cortantes de la sección transversal
Cargas generalizadas. En cuanto a las cargas generalizadas Q(x), como las fuerzas de volumen tampoco van a inducir acción torsora
por ser la sección simétrica, únicamente debemos computar el efecto de las fuerzas de contorno:
⎧m ( x )⎫
∫A h ( y , z ).q( x , y , z )dA = ⎨ x
T
Q( x ) = ⎬
⎩ bωˆ ( x ) ⎭
con las densidades lineales de momentos torsores y bimomentos
Matrices de deformación. Si las deformaciones de la viga son εx*(x,y,z), γxy*(x,y,z) y γxz*(x,y,z) tendremos:
∂u ∗
ε x∗ = = ωˆ ϕ ′
∂x
∂u ∗ ∂v ∗ ∂u ∗ ∂w ∗
γ xy
∗
= + = ωˆ ,y ϕ − zθ x′ , γ xz
∗
= + = ωˆ ,zϕ + yθ x′
∂y ∂x ∂z ∂x
luego
e ∗ = B 0 ( y , z ).u( x ) + B1( y , z ).u′( x )
⎧ ε x∗ ⎫ ⎡0 0 ⎤ ⎡ 0 ωˆ ⎤
⎪ ∗ ⎪ ⎢ ⎥ ⎧θ x ( x )⎫ ⎢ ⎥ ⎧θ x′ ( x )⎫
⎨γ xy ⎬ = ⎢0 ωˆ ,y ⎥ ⎨ ϕ ( x ) ⎬ + ⎢− y 0 ⎥ ⎨ϕ ′( x ) ⎬
⎪γ ∗ ⎪ ⎢0 ωˆ ,z ⎥ ⎩ ⎭ ⎢ z 0 ⎥⎩ ⎭
⎩ xz ⎭ ⎣ ⎦ ⎣ ⎦
Esta estructura de las deformaciones permite evaluar los operadores rigideces locales Drs, submatrices de la forma cuadrática densidad lineal
de energía de deformación:
∫A B r .C.Bs dA
T
D rs =
obteniendo
⎡0 0 ⎤ ⎡ 0 0⎤ ⎡GI 0 ⎤
D 00 = ⎢ ⎥ , D 01 = ⎢ ⎥ , D11 = ⎢ C
⎣0 GWC ⎦ ⎣− GWC 0⎦ ⎣ 0 EIω̂ ⎥⎦
IC = ∫ (y + z )dA , Iω = ∫ ωˆ dA
2 2
ˆ
2
A A
Las dos últimas coinciden con el momento de inercia polar (respecto a C) y el módulo de alabeo de la sección, demostrándose para la
primera, que denominaremos módulo de bicortante, que WC=IC−J, siendo J el módulo de torsión. Esta última propiedad permite expresar el
momento de inercia polar y el módulo de cortante en función del módulo de torsión con tal de introducir la constante adimensional κ siguiente:
WC J J κJ
κ= = 1− IC = WC =
IC IC 1− κ 1− κ
Relaciones energéticas. La matriz que define la forma cuadrática densidad lineal de energía de deformación del problema de torsión es:
⎡0 0 0 0 ⎤
⎢0 GW − GWC 0 ⎥⎥
D=⎢ C
⎢0 − GWC GIC 0 ⎥
⎢ ⎥
⎣0 0 0 EIω̂ ⎦
luego
L( x ,u,u′ ) = 1
2
[GW
C (θ x′ − ϕ )2 + GJ (θ x′2 ) + EIωˆ (ϕ ′)2 ] − (θ x m x + ϕbωˆ )
en virtud de las propiedades de la constante WC citadas anteriormente. Nuevamente, la definición energética de los esfuerzos nos proporciona
de forma directa relaciones constitutivas para el momento torsor y el bimomento:
∂L
f= = D10u + D11u′
∂u′
La primera de ellas muestra como el torsor se descompone en dos fracciones, siendo la segunda la prevista por la torsión pura
Ecuaciones de la teoría de torsión. Las ecuaciones diferenciales que rigen el problema ya pueden escribirse en forma canónica:
d
E( x ) = W.E( x ) − F( x )
dx
⎧u′( x )⎫ ⎡ − D11−1
D10 −1
D11 ⎤ ⎧u( x )⎫ ⎧ 0 ⎫
⎨ ⎬=⎢ −1 ⎥ ⎨ ⎬−⎨ ⎬
⎩ f ′( x ) ⎭ ⎣D00 − D01D11D10 D01D11 ⎦ ⎩ f( x ) ⎭ ⎩Q( x )⎭
−1
Esta situación es propia de las vigas metálicas o mixtas de sección abierta, para las cuales el módulo de torsión J varía con el cubo del
espesor de pared, resultando despreciable frente al módulo de alabeo Iω. En estas condiciones, el único autovalor del sistema es K=0 con
orden de multiplicidad 4, resultando un problema análogo al de flexión: los correspondientes operadores W coinciden si se sustituye la rigidez
a cortante GA por GWC y la rigidez a flexión EIz por la rigidez al alabeo EIω, por lo que desplazamientos y esfuerzos generalizados cumplen la
siguiente homología:
Esta analogía permite generar soluciones E(ξ) para condiciones de contorno y carga muy variadas, sin más que recurrir a los prontuarios de
cálculo de estructuras. También conviene indicar que el problema de flexión asociado es el de Timoshenko (con deformación por cortante). Del
mismo modo, la torsión alabeada pura sin deformación por cortante se asimilaría a la flexión de Navier, cumpliéndose entonces ϕ=θx´
Aunque esta situación no afecta al valor de los autovalores no nulos, una simple inspección del funcional de acción muestra que entonces la
intensidad de alabeo ϕ ha de ser igual al giro unitario de torsión θx´, propiedad que resulta común a la torsión alabeada pura y a la torsión de
Saint-Venant, o torsión pura, y que además exige imponer κ=1 en el sistema EDO.
La rigidez a bicortante adopta un valor finito, por lo que el momento torsor puede expresarse como:
M x = GWC (θ x′ − ϕ ) + GJθ x′
Si ahora eliminamos la intensidad de alabeo entre la primera y la cuarta ecuación del sistema EDO, resulta:
Este pseudo-esfuerzo, que denominaremos bicortante, resulta ser complementario del producido por la torsión pura, igual a GJθx´, y se debe
exclusivamente a las tensiones normales σx* al definirse como derivada del bimomento. Tendremos por lo tanto:
M x = GJθ x′ + Mωˆ
donde G(ξ) es el operador fundamental del sistema y ξ=x/L, τ=t/L son valores adimensionales de la coordenada longitudinal. En
componentes resulta:
GJ J
λ =L κ , κ = 1−
EIωˆ IC
El problema elemental: a modo de ejemplo, vamos a aplicar los resultados anteriores a un tablero simplemente apoyado sometido a una
acción torsora concentrada T en la sección x=t. Por simplemente apoyado, entenderemos que las rotaciones de las secciones extremas están
perfectamente coaccionadas (θx|ξ=0,1=0) y sus alabeos son libres (Bω|ξ=0,1=0). La correspondiente determinación de las constantes de
integración E0 permite entonces definir completamente la solución. Esta queda recogida en la tabla adjunta para ξ<τ. Sobre el resto del
intervalo (ξ>τ), basta intercambiar ξ y τ con (1−ξ) y (1−τ) respectivamente, y cambiar el signo de las fórmulas resultantes para el alabeo y el
momento torsor
E(ξ) ξ<τ
θx(ξ) TL ⎡ shλ( 1 − τ ) ⎤
GJ ⎢(1 − τ )ξ − κ λshλ shλξ ⎥
⎣ ⎦
ϕ (ξ ) T ⎡ shλ( 1 − τ ) ⎤
GJ ⎢1 − τ − shλ
chλξ ⎥
⎣ ⎦
Mx(ξ) (1 − τ )T
Bω(ξ) shλ( 1 − τ )
− κTL shλξ
λshλ
λ=1
0.6
0.2
λ=100 0.4
0.15
λ=3
λ=10
0.2
0.1
λ=10
λ=100 0.2 0.4 0.6 0.8 1
λ=3
-0.2
0.05
λ=1 -0.4
λ=3
0.4
λ=3
0.2
-0.1
λ=1 λ=1
0.2 0.4 0.6 0.8 1
-0.15
-0.2
-0.2
1 μTL2
4EI D 1 + ρ
Clasificación de la torsión. Del ejemplo anterior y otros similares, se deduce que para pequeños valores de la esbeltez torsional λ, la
carga exterior es resistida principalmente por torsión alabeada, pero al crecer λ , la torsión de Saint-Venant va cobrando más importancia,
hasta convertirse en el mecanismo resistente principal. En base a esta importante propiedad, puede establecerse una clasificación de los
tableros rectos simplemente apoyados, con el fin de orientar eficazmente su posterior modelado estructural. Para ello, conviene evaluar la
densidad de bicortante ρ(λ) en una sección característica de la viga x=αL (secciones en las cuales Bω=0), definida esta como:
⎡M (λ )⎤
ρ ( λ ) = ⎢ ωˆ ⎥
⎣ Mx ⎦ ξ =α
Para los casos de torsor concentrado en x=L/2 y torsor repartido
1.0 1
λ 0 1.5 10 ∞
0.8 0.8
Torsión alabeada
0.2 0.2
5 10 15 20 25
Influencia de las condiciones de contorno. En el problema elemental nos hemos limitado nuevamente a resolver el caso de la viga
simplemente apoyada, pero el tratamiento de otras condiciones de carga y de contorno no ofrece ninguna dificultad y proporciona
conclusiones idénticas al problema de distorsión: a menor coacción al alabeo mayor disipación del bimomento, o lo que es lo mismo,
mayor esbeltez aparente de la pieza λ*. Esta propiedad puede definirse como sigue “La esbeltez aparente de torsión de una viga de
longitud L será la que corresponde a una pieza con la misma sección transversal en condiciones de simple apoyo y con misma densidad de
bicortante”. Además, como esbeltez y longitud son proporcionales, esta definición equivale a asociar una luz efectiva a las condiciones
básicas (simple apoyo), por lo tanto tendremos finalmente:
GJ
λ∗ = β L κ
EIωˆ
El término βL= Lef se presenta como una longitud o luz efectiva, equivalente a la longitud de la viga simplemente apoyada con idéntica
disipación de bicortante que el tablero en estudio (misma densidad ρ) y se puede definir como la distancia entre secciones de bimomento
nulo
(1) Esbeltez de torsión, alabeo y disipación de las tensiones longitudinales. Los resultados obtenidos muestran como las tensiones
longitudinales σx* debidas a la torsión, derivadas de las condiciones reales de solicitación y de las condiciones de contorno, se
atenúan a medida que la esbeltez aparente de la viga λT* aumenta, cancelándose prácticamente para esbelteces iguales o superiores
a 10
(2) Aplicación al ámbito general del modelo viga. Aunque al enunciar el ámbito general del modelo viga no se mencionó la
torsión, para aplicar adecuadamente el modelo viga es necesario seleccionar correctamente el dominio que corresponde al tablero en
estudio y para ello, la esbeltez aparente de torsión λT* es el parámetro determinante
(3) Norma general. Como norma general, podemos afirmar que lo tableros celulares, de hormigón, metálicos o mixtos, desarrollan
torsión pura (libre de tensiones longitudinales σx*) mientras que los tableros de sección transversal abierta, metálicos o mixtos y
en general de doble viga, se hallan en el extremo opuesto, siendo necesario computar las tensiones σx* con un modelo de torsión
mixta (λT*∈]1.5,10[) o alabeada pura (λT*≤1.5)
Definición de la luz de vano efectiva en tableros de puentes. Para cada vano de un tablero continuo, será la longitud del mismo
sometida a flexión positiva bajo la acción de las cargas permanentes (∼ distancia entre secciones de momento flector nulo en cada
vano). Intuitivamente, estamos buscando longitudes de tablero en condiciones estáticas análogas a las adoptadas para los problemas de
arrastre de cortante y distorsión, pero este concepto puede establecerse de forma rigurosa a partir de las analogías existentes entre las
distintas respuestas básicas de las vigas (∼ longitud de pandeo…)
CL pila
CL pila
CLCpila
L pila
β 1 L1 βL
L1 L
Φ 1 +α3
A modo de ejemplo. Supongamos un tablero de tres vanos con sección constante, para este caso se tiene β = 1 − 2 Φ y β1 = 1 − 2 con Φ =
2α 3 + 2α
Esbelteces aparentes
Lef
(1) geométrica en planta λ*P = si λP*≥6 el modelo viga es aplicable
bf
Cálculo local. El modelo viga es incapaz de captar la flexión local de la losa superior bajo el efecto de las cargas de tráfico, en
particular de los vehículos pesados (este fenómeno es distinto de y adicional a la flexión transversal del marco por distorsión). Por lo tanto
requiere una evaluación específica con herramientas ad hoc
La materialización del modelo. Requiere dar respuesta a las cuestiones siguientes:
(1) Selección y subdivisión de la directriz. Escoger la directriz no es una cuestión obvia, por lo que volveremos sobre este punto
más adelante. La subdivisión de este dominio 1D, inherente al MEF, responde a una serie de factores que conviene revisar, como son
las conexiones a las subestructuras, la variación de la geometría de las secciones (pensamos habitualmente en el canto, pero los
espesores también se ajustan, tanto en las almas, por cortante y torsión, como en la losa inferior, por flexión negativa sobre
apoyos), la fisuración y la propia estrategia de comprobación de los EL
(2) Características mecánicas de las secciones. Deben determinarse en planos ortogonales a la directriz, y por lo tanto dependen
directamente de la selección de esta última. Si por esta misma selección, los momentos estáticos no se cancelan, aparece una
posible limitación debida al propio software (ANSYS si permite trabajar con Sy y Sz)
(3) Posibilidad de un modelo para el tablero que integre todas las respuestas. Aunque la flexión del tablero es la respuesta que
domina su diseño estructural, la incorporación de los efectos de las acciones asimétricas (torsión y distorsión) puede requerir un
cálculo complementario si el software principal no permite su cómputo. Así mismo el análisis de la flexión local de la losa superior
solo podría integrarse planteando un modelo híbrido, que de alguna manera desvirtuaría el concepto tradicional de viga
(4) La estructura puente. Además del tablero, también deberemos incluir en el modelo los restantes elementos estructurales del
puente, esto es: los aparatos de apoyo y las subestructuras, debiendo también valorar si las características geotécnicas del suelo
requieren su incorporación
aparato de apoyo
nodos del mallado de la pila modelo del tablero
NDF
ordenadas atendiendo a la exactitud del modelo. Las dos primeras reproducen el acoplamiento N-M
aparato de apoyo
nodos del mallado de la pila modelo del tablero
NDF
Caso particular de los aparatos de apoyo de neopreno zunchado. La rigidez de este tipo de apoyo puede representarse
mediante la matriz K(N) que relaciona los desplazamientos de los nudos 1 y 2 con las fuerzas consistentes aplicadas en los mismos (este tipo
de conexión elástica o link está en general disponible en los códigos de EF) :
B/A 1 1.2 1.25 1.3 1.4 1.5 1.6 1.7 1.8 1.9 2 2.5 10 ∞
K1 2.37 2.01 1.94 1.88 1.78 1.70 1.64 1.58 1.53 1.49 1.46 1.34 1.07 1.00
K2 86.2 80.4 79.3 78.4 76.7 75.3 74.1 73.1 72.2 71.5 70.8 68.3 61.9 60
K3 0.141 0.165 0.171 0.177 0.187 0.196 0.204 0.211 0.218 0.224 0.229 0.250 0.312 0.333
Constantes estáticas de las secciones. Para el cálculo de los parámetros mecánicos del modelo, distinguiremos tres tipos de
tablero, de acuerdo con lo expuesto al principio de este capítulo:
(1) losas aligeradas de ala ancha
(2) tableros en cajón
(3) tableros de sección abierta, en general de doble-viga metálicos o mixtos
Para cada uno de ellos, propondremos fórmulas para el caso general (polos de flexión y torsión, constantes estáticas de la flexión incluyendo
el ancho efectivo de los voladizos laterales, distorsión y torsión) que aplicaremos a la sección en cajón unicelular de hormigón indicando los
patrones de alabeos unitarios de distorsión y torsión, así como a la sección doble-viga metálica o mixta
(1) Losa aligerada de ala ancha (2) Tablero en cajón unicelular de hormigón (3) Tablero doble-viga mixto
Constantes estáticas de flexión. Para los tres tipos de tablero seleccionados, propondremos fórmulas para el caso general (polo de
flexión y constantes estáticas de la flexión incluyendo el ancho efectivo de los voladizos laterales)
vef ⎧ Lef ⎫
(a) Ancho efectivo de los voladizos laterales: v ef = min⎨ v , ⎬
⎩ 12 ⎭
zG
y G Sy = ∫
A
zdA , Sz = ∫A
ydA
Sz Sy
(2) yG = , zG =
A A
z Iy = ∫
A
z 2 dA , I yz = ∫ yzdA , I z =
A ∫A
y 2dA
~
(c) Factor de cortante (en el plano horizontal, para by y Sz ver más adelante):
~ 2
1 A ⎛⎜ S z ⎞
⎟ dA
κ I z2 ∫A ⎜⎝ by
=
(3) ⎟
v ⎠
∂A
I yωˆ =
0 ∫ A
zωˆ 0 dA , I zωˆ = 0 ∫A
yωˆ 0 dA
I z I yωˆ − I yz I zωˆ I y I zωˆ − I yz I yωˆ
yC = − 0 0
, zC = 0 0
z ∂Ai Iy Iz − I 2
yz
2
I y I z − I yz
∂ ωˆ 0 ∂ ωˆ 0
2 2
+ = 0 ∀(y , z ) ∈ A (d) Determinación del módulo de torsión: J=IC−WC≡I0−W0
∂y 2 ∂z 2
1 d
2 ds
( )
y 2 + z 2 = ∇ωˆ 0 .n ∀(y , z ) ∈ ∂A IC = ∫ (ŷ
A
2
)
+ ẑ 2 dA WC = ∫ (∇ωˆ ) dA
A
2
−
1 d
( )
y 2 + z 2 = ∇ωˆ 0 .n ∀(y , z ) ∈ ∂Ai
(
= I 0 + y C2 + zC2 A ) = W0 + y C2 + zC2 A( )
2 ds
(yC, zC) son las coordenadas del centro de esfuerzos cortantes C
Losa aligerada de ala ancha. Parámetros de la torsión, formulación alternativa. Por la esbeltez torsional correspondiente a este tipo
de tableros, estaremos en el dominio de la torsión pura y podremos prescindir del alabeo en nuestros cálculos
y O
∂A
z ∂Ai
(a) Determinación del módulo de torsión. Se resuelve mediante la analogía de la (b) Determinación aproximada del módulo de torsión (la fórmula
membrana de Prandtl, integrando la ecuación de Laplace con condiciones de Dirichlet de Saint-Venant)
(Φ Cste sobre los contornos) y calculando el volumen encerrado por la membrana,
huecos incluidos:
∂ 2Φ ∂ 2Φ A4
+ = −2Gθ x′ ∀(y , z ) ∈ A J=
∂y 2 ∂z 2 40I 0
2V n
J= , V = ∫ ΦdA + ∑ Φ i Ai
Gθ x′ A
i =1
Tablero en cajón multicelular. Parámetros de la torsión, formulación exacta (alabeo uniforme sobe el espesor de pared)
O Ωi
y ωˆ s = ωˆ s 0 + y C z − zC y
∂Ω
r0 ωˆ s 0 = ϖ − ωs 0( m ) + ρ( m )α s( m )
s s ds
z r0 ∂Ωi ωs 0( m ) = ∫ r0 ds , α s ( m ) = ∫
0 0 e
ρ = {ρ ( i ) } = 2A −1Ω
(a) Determinación del módulo de torsión. Sea Ωi el área de la celda (i), de contorno ∂Ωi
y Ω el vector que las agrupa. Denominaremos Γij al segmento de fibra media del alma que ∫ [ω s 0( m ) ]
− ρ ( m )α s ( m ) eds
separa las celdas (i) y (j) ϖ = ∂Ω ∪ Γ
α ii = ∫
ds
, α ij = ∫
ds ∫∂Ω ∪ Γ
eds
∂Ω e
i ij Γ e
⎡ α 11 − α 12 0 0 ...⎤
⎢− α α 22 − α 23 0 ...⎥⎥ Contorno exterior: ∂Ωi»∂Ω almas interiores: Γij=∂Ωi»∂Ωj
T −1
J = 4Ω A Ω , A = ⎢ 12
⎢ 0 − α 23 α 33 − α 34 ...⎥ ρ(m)=ρ(i) ρ(m)=ρ(i)−ρ(j)
⎢ ⎥
⎣ . . . . ...⎦
y O
∂Ω
z ∂Ωi
(c) Determinación del centro de esfuerzos cortantes. Se resuelve nuevamente a partir (d) Módulo de alabeo. Se calcula a partir de su definición general:
de los momentos estáticos del alabeo unitario:
Iωˆ = ∫
∂Ω ∪ Γ
ωˆ s2 eds
I yωˆ s 0 = ∫
∂Ω ∪ Γ
zωˆ s 0 eds , I zωˆ s 0 = ∫∂Ω ∪ Γ
yωˆ s 0 eds Obteniendo en ejes principales de inercia:
I z I yωˆ s 0 − I yz I zωˆ s 0 I y I zωˆ s 0 − I yz I yωˆ s 0
yC = − , zC = ⎛ I y2ωˆ ⎞
Iy Iz − I 2 2
I y I z − I yz I z2ωˆ
yz Iωˆ = ∫ ωˆ s20 eds − ⎜ s0
+ s0 ⎟
∂Ω ∪ Γ ⎜ Iy Iz ⎟
⎝ ⎠
Tableros de sección abierta. Parámetros de la torsión, formulación exacta. Veamos el caso general, directamente aplicable a tableros
de doble-viga, mixtos o metálicos, suponiendo nuevamente que el alabeo es uniforme sobre el espesor
ϖ =
∫
Γ
ωs 0 ( s )e( s )ds
∫ e( s )ds
Γ
La “rigidez de las cajas negras”. En la actualidad, la opción de análisis más socorrida consiste en el empleo de códigos comerciales
de elementos finitos. Su evolución en las últimas décadas ha sido notable, ofreciendo una creciente adaptación a las necesidades específicas
de cada especialidad y limitando, en la práctica, la programación a tareas de pre y post proceso. En el marco que nos interesa, esta tendencia
tiene un doble efecto:
(1) proporciona herramientas cada vez más adaptadas a la casuística propia del análisis de las estructuras de puentes (tipologías,
simulación de los procesos constructivos, incorporación al cálculo de normativas de acciones y materiales, checking en teoría EL…
todo ello con el fin de mejorar el pre y post proceso)
(2) en general, el software funciona como una caja negra, en el sentido de que el propio motor de EF es opaco. En el otro extremo,
tenemos algunos códigos relativamente abiertos (programables) como ANSYS o ABAQUS, que pese a ser programas comerciales,
permiten la incorporación de otros grados de libertad, como los asociados al alabeo y a la distorsión, o bien definir matrices de rigidez
exactas para barras curvas, o programar cálculos mediante subestructuras…
La situación más usual es, sin embargo, disponer de un código de EF apto para procesar el modelo viga estándar (6 GDLs), por lo que el
análisis primario se ve limitado a la torsión pura y además excluye el cómputo de la distorsión. En consecuencia, los tableros continuos,
metálicos y mixtos, con esbelteces aparentes λT* o λD* insuficientes en alguno de sus vanos, requerirán un cálculo complementario, con
herramientas ad hoc (programas o aplicaciones específicas). Para ello, a continuación se proporcionan los elementos necesarios para una
evaluación en rigidez de este análisis complementario
Respuestas elementales y acoplamiento. Las soluciones de los problemas elementales de extensión, flexión y torsión pura dan lugar a
relaciones de rigidez sencillas y conocidas, pero subyace la cuestión del acoplamiento entre respuestas, debido a la elección de la directriz de
la viga:
(1) como es sabido, el desacoplamiento entre extensión y flexión se resuelve adoptando por directriz el lugar geométrico del centro de
gravedad de las secciones transversales
(2) en cambio, la torsión tiene un eje natural de referencia distinto, determinado por el centro de esfuerzos cortantes, por lo que ambas
respuestas resultan mecánicamente acopladas en el caso general
(3) sin embargo, la posible simetría de la sección transversal o la propia esbeltez torsional de la viga pueden justificar el análisis
desacoplado. Por ello, a continuación incorporaremos la distorsión y la torsión sin acoplamiento, a la formulación en rigidez:
Esta relación de rigidez puede ser de dimensión 18×18 si sumamos los alabeos torsionales y la distorsión a la formulación. En tal caso, los
valores nodales de desplazamientos u1=u|ξ=0, u2=u|ξ=1 y fuerzas f1=−f|ξ=0, f2=f|ξ=1 tienen por componentes:
u i = {u i vi wi θ xi θ yi θ zi ϕTi γ Di ϕ Di }T
fi = {Fxi BDi }
T
Fyi Fzi M xi M yi M zi BTi M Di
Matriz de rigidez para la distorsión. La particularización de la última forma de la solución general al extremo final de la pieza (ξ=1)
proporciona la denominada ecuación de transferencia del problema:
Esta relación facilita la resolución de problemas de contorno y permite a su vez establecer una relación de rigidez entre fuerzas y
movimientos en los extremos de la viga:
⎧ f1 ⎫ ⎡K11 K 12 ⎤ ⎧u1 ⎫
⎨ ⎬= ⎢KT K ⎥ ⎨ ⎬
⎩f2 ⎭ ⎣ 22 ⎦ ⎩u 2 ⎭
12
con los movimientos u1=u|ξ=0, u2=u|ξ=1 y las fuerzas f1=−f|ξ=0, f2=f|ξ=1 mientras que las submatrices de rigidez son:
⎡ 3
⎛ λD ⎞ shλD cosλD + senλD chλD ⎛ λD ⎞
2
shλD senλD ⎤
⎢− 4EI D ⎜ ⎟ 4EI D ⎜ ⎟ ⎥
[ ] sh 2 λD − sen 2 λD ⎝ L ⎠ sh λD − sen λD
2 2
D −1 ⎢ ⎝ L ⎠ ⎥
K12 = − Guf =
ξ =1 ⎢ ⎛λ ⎞
2
shλD senλD λD shλD cosλD − senλD chλD ⎥
⎢ − 4EI D ⎜ D ⎟ − 2EI D ⎥
⎝ L ⎠ sh λD − sen λD sh 2 λD − sen 2 λD
2 2
⎢⎣ L ⎥⎦
⎡ ⎛ λD ⎞ sh λD + sen λD ⎤
3 2
⎛ λD ⎞ shλD chλD + senλD cosλD
2 2
⎢4EI D ⎜ ⎟ 2EI D ⎜ ⎟ ⎥
[ ] .G sh 2 λD − sen 2 λD ⎝ L ⎠ sh λD − sen λD ⎥
2 2
D −1 ⎢ ⎝ L ⎠
K 11 = Guf =
⎢ λ shλD chλD − senλD cosλD ⎥
ξ =1 uu ξ =1 2
⎛ λ ⎞ sh λD + sen λD
2 2
⎢ 2EI D ⎜ D ⎟ 2EI D D ⎥
⎝ L ⎠ sh λD − sen λD sh 2 λD − sen 2 λD
2 2
⎢⎣ L ⎥⎦
⎡ ⎛ λ ⎞ sh λD + sen λD ⎤
3 2
⎛ λD ⎞ shλD chλD + senλD cosλD
2 2
⎢ 4EI D⎜ ⎟ − 2EI D ⎜ D ⎟ ⎥
[ ] sh 2 λD − sen 2 λD ⎝ L ⎠ sh λD − sen λD ⎥
2 2
K D22 = Gff . Guf
−1
=⎢ ⎝ L ⎠
⎢ λ shλD chλD − senλD cosλD ⎥
ξ =1 ξ =1 2
⎛ λD ⎞ sh λD + sen λD
2 2
⎢ − 2EI D ⎜ ⎟ 2EI D D ⎥
⎝ L ⎠ sh λD − sen λD sh 2 λD − sen 2 λD
2 2
⎢⎣ L ⎥⎦
que corresponde a despreciar la deformación por bicortante. La incorporación de fuerzas nodales iniciales, o de empotramiento perfecto,
debidas a la acción de las cargas repartidas Q(ξ)={mD(ξ) bD(ξ)}T no ofrece ninguna dificultad (ver bibliografía)
Matriz de rigidez para la torsión. Operando de forma idéntica al caso de la distorsión, obtendremos una matriz de rigidez K relativa a
los desplazamientos nodales o grados de libertad u={θx1 ϕT1 θx2 ϕT2}T:
⎡ λT λT ⎤
⎢ κL shλT chλT − 1 −
κL
shλT chλT − 1 ⎥
⎢ λT chλT − κshλT κshλT − λT ⎥
⎢ chλT − 1 L 1 − chλT L ⎥
GJ ⎢ λT λT ⎥
KT = ⎢ λ ⎥
λT λT
2(1 − chλT ) + shλT ⎢− T shλT 1 − chλT shλT 1 − chλ ⎥
κ ⎢ κL κL ⎥
⎢ chλ − 1 κshλT − λT λT chλT − κshλT ⎥
L 1 − chλ L
⎢⎣ T
λT λT ⎥⎦
La incorporación de fuerzas nodales iniciales, o de empotramiento perfecto, debidas a la acción de las cargas repartidas Q(ξ)={mx(ξ) bω(ξ)}T
ya es sistemática (ver bibliografía)
Caso particular de los tableros mixtos o metálicos de doble viga. Para esta tipología se suele cumplir {λD , λT →0} puesto que
tanto la rigidez de marco EIb como la rigidez a torsión pura GJ adoptan valores muy inferiores a los de la rigidez de membrana EID y la de
alabeo EIω
losa superior de HA
rigidizador
transversal del alma rigidizadores
longitudinales del alma
A continuación facilitaremos la composición detallada de las matrices de rigidez incluyendo la deformación por cortante, y los vectores de
fuerzas de empotramiento perfecto en algunos casos de cargas, a aplicar para el análisis de estas construcciones
Matrices de rigidez para tableros mixtos o metálicos de doble viga. Las analogías observadas permiten escribir directamente
la composición (idéntica) de las matrices de rigidez relativas a la distorsión y a la torsión del tablero
12EI D 12EI ωˆ
αD = , α ωˆ =
GWD L2 GWC L2
Además, en este caso particular todas las respuestas elementales resultan desacopladas entre sí
Vectores de fuerzas iniciales para tableros mixtos o metálicos de doble viga. Las fuerzas de empotramiento perfecto f0, o
fuerzas iniciales, a computar para los caso particulares de acciones puntuales T y B o uniformemente distribuidas sobre toda pieza mx y bω se
recogen en la tabla siguiente. En ella Mi y Bi corresponden a momento torsor y bimomento de torsión en extremos de barra (i=1 o 2)
Estos resultados son válidos para la distorsión sustituyendo momentos torsores por bicortantes de distorsión y bimomentos de torsión
por bimomentos de distorsión. Recuérdese que una acción torsora T produce simultáneamente una acción de distorsión μT/(1+ρ)
HOMOGENEIZACIÓN de las secciones mixtas. Esta debe realizarse atendiendo al tipo de deformación que se analice
(extensión o deformación angular) y siempre referida al acero. De ese modo, para las deformaciones de extensión
tendremos nc=Es /Ec mientras que para las deformaciones angulares tendremos* nc=Gs /Gc
b
nc constantes estáticas
b f1
Es /Ec AR con bR=b/nc
IyR con bR , IzR con hcR=hc /nc
hc
IωR con hcR
IDR con hcR , IbR con κ1R=κ1/nC
ew h
hw α
Gs /Gc αyR con hcR (factor de cortante/Qy)
JR con hcR
e f2 (*) sin embargo, a efectos prácticos conviene tener en cuenta
b f2 que para nc=Gs /Gc=(1+νc)Es /(1+νs)Ec≈0.923Es /Ec≈Es /Ec
PAREDES RETICULADAS. Estas también pueden incorporarse al modelo definiendo un espesor equivalente e* que garantice un
comportamiento equivalente del continuo (misma energía de deformación). Por ejemplo, para evaluar el módulo de torsión, se puede tomar:
a a a
AM
b AD b AD
d d
Af2 Af2
E ab E ab
eT* = eT* = 3
G 2d 3
b3 a3 G d a3
+ + +
AD 4 AM 6 Af 2 2 AD 6 Af 2
Otras disposiciones de barras o modos de deformación (como el alabeo por torsión o distorsión o bien la flexión del marco) pueden
tratarse de forma similar (ver bibliografía)
Del modelo a la viga física. EL cálculo de desplazamientos en el tablero o viga física se lleva a cabo de forma muy sencilla si se
recurre a la hipótesis fundamental del modelo:
d∗ ( x , y , z ) = h( y , z ).u( x )
y en componentes:
⎧ u( x ) ⎫
⎪ v( x ) ⎪
⎪ ⎪
⎪ w( x ) ⎪
⎪ ⎪
⎧ u ∗ ( x , y , z ) ⎫ ⎡1 0 0 0 z − y ωˆ ( y , z ) 0 ωD ( y , z )⎤ ⎪θ x ( x ) ⎪
⎪ ∗ ⎪ ⎢ ⎥ ⎪θ ( x ) ⎪
⎨ v ( x , y , z ) ⎬ = ⎢0 1 0 − ẑ 0 0 0 ηvD ( y , z ) 0 ⎥⎨ y ⎬
⎪w ∗ ( x , y , z )⎪ ⎢0 0 1 ŷ 0 0 0 η ( y , z ) 0 ⎥ ⎪θ ( x ) ⎪
⎩ ⎭ ⎣ wD ⎦⎪ z ⎪
⎪ ϕ( x ) ⎪
⎪ ⎪
⎪γ D ( x ) ⎪
⎪⎩ϕ D ( x )⎪⎭
despreciando los movimientos inducidos por las flexiones locales, incluidas las de distorsión (flexión del marco). Las coordenadas (x,y,z)
ˆ ˆ se
tienen su origen en el centro de gravedad G de la sección transversal inicial de la viga (ejes de flexión) mientras que el sistema (x,y,z)
asocia al centro de esfuerzos cortantes C de esa misma sección (ejes de torsión)
Del modelo a la viga física. Si el cálculo de desplazamientos y esfuerzos se desarrolla numéricamente mediante el MEF, la fórmula
anterior se aplicará con valores nodales u(i) de los desplazamientos generalizados u(x): u(i)=u(xi)
⎧ u( i ) ⎫
Sección apoyada: x=xA ⎪v ⎪
⎪ (i ) ⎪
O ⎪w( i ) ⎪
y ⎪ ⎪
zA ⎧ u ∗ ( x i , y , z ) ⎫ ⎡ 1 0 0 0 z − y ωˆ ( y , z ) 0 ωD ( y , z )⎤ ⎪θ x ( i ) ⎪
A ⎪ ∗ ⎪ ⎢ ⎥ ⎪θ ⎪
⎨ v ( x i , y , z ) ⎬ = ⎢0 1 0 − ẑ 0 0 0 ηvD ( y , z ) 0 ⎥⎨ y( i ) ⎬
⎪w ∗ ( x , y , z )⎪ ⎢0 0 1 ŷ 0 0 0 ηwD ( y , z ) 0 ⎥⎦ ⎪θ z( i ) ⎪
z ⎩ i ⎭ ⎣ ⎪ ⎪
⎪ ϕ( i ) ⎪
yA ⎪γ ⎪
⎪ D( i ) ⎪
⎪⎩ϕ D( i ) ⎪⎭
Esta fórmula permite determinar los movimientos espaciales (en ejes globales) de cualquier punto del tablero, como por ejemplo en un
aparato de apoyo o en una junta de dilatación, teniendo en cuenta la influencia de las rotaciones y de las intensidades de alabeos, además de
las traslaciones de las secciones transversales:
{
d∗A = h( y A , z A ).u( A ) = u A∗ v A∗ w A∗ }
T
Del modelo a la viga física. Propondremos fórmulas para las tensiones normales y tangenciales producidas por la flexión, la torsión y
la distorsión en un punto genérico P de la sección transversal, para los tres tipos de tableros seleccionados al principio de este capítulo
Fórmulas para el caso general. Las tensiones normales se evalúan a partir del axil, de los momentos
y
zP flectores y de los bimomentos de torsión y distorsión, mientras que las tensiones tangenciales quedan
P determinadas por los cortantes y los bicortantes de torsión (momentos torsores) y distorsión
(1) z
yP
y N x zP I z − y P I yz y P I y − zP I yz B B
σ xP
∗
= + 2
My − 2
M z + ωˆ P ωˆ + ωDP D
P A I y I z − I yz I y I z − I yz Iωˆ ID
(2)
R yP − M ωˆ ⎧ ⎫
z τ xyP
∗
=
by
[
+ ωˆ ,y P − (zP − zC ) ]M x
J
[
− ⎨ ωˆ ,y P ]W
M
+ [ω
ωˆ
D ,y P ]W
M D
⎬
⎩ C D ⎭
P
R zP M x − M ωˆ ⎧ M ⎫
y τ xzP
∗
=
bz
[
+ ωˆ ,z P + (y P − y C ) ] J
[
− ⎨ ωˆ ,z P ]Wωˆ
[
+ ω D ,z P ]W
M D
⎬
⎩ C D ⎭
(3)
z
(yC, zC) son las coordenadas del centro de esfuerzos cortantes C
Losa aligerada de ala ancha. La formulación exacta resuelve la estática de la torsión a través del gradiente de ωˆ , pero si prescindimos
del alabeo y de la distorsión, despreciables en este tipo de tableros, existe un cálculo alternativo más directo
(a) Tensiones en P. Tendremos directamente: (c) Determinación aproximada de la máxima tensión tangencial.
Si B×h son las dimensiones del núcleo rígido de la sección
transversal
N x zP I z − y P I yz y P I y − zP I yz Mx Mx
σ xP
∗
= + 2
My − 2
Mz τ xy
∗
max = , τ xz
∗
max =
A I y I z − I yz I y I z − I yz αBh 2 αB 2 h
R yP ∂Φ R zP ∂Φ
τ xyP
∗
= + , τ xzP
∗
= −
by ∂z P bz ∂y B/h 1 2.5 5 10 ∞
P
~
by A
(b) Momentos estáticos parciales. Se evalúan sobre las secciones
transversales parciales definidas en (a):
y O
~ ~ ~
P ∂A S y = ∫~ zdA , S z =
A ∫~
A
ydA
yP
(a) Rasante longitudinal en secciones verticales. Si damos una sección (c) Rasante longitudinal en secciones horizontales. Del mismo modo, si
longitudinal del tablero por el plano vertical y=Cste y denominamos by a su damos una sección longitudinal del tablero por el plano horizontal z=Cste y
intersección con la sección transversal, tendremos: denominamos bz a su intersección con la sección transversal, tendremos:
⎡S~ ~ ~ ~ ⎤ ~
⎡S ~ ~ ~ ⎤
y I z − S z I yz S z I y − S y I yz y I z − S z I yz S z I y − S y I yz
Ry = ∫
~
τ dz = q x −
∗
yx
⎢ 2
(Qz − my ) + 2
(Qy + mz )⎥ Rz = ∫ τ zx
∗ ~ −⎢
dz = q x 2
(Q z − my ) + 2
(Q y + mz )⎥
by
⎢⎣ I y I z − I yz I y I z − I yz ⎥⎦ bz
⎢⎣ I y I z − I yz Iy Iz − I yz ⎥⎦
~
~ A R yP = R y , R zP = R y
q x = q x − ∫ ~ q x ds y =yP z = zP
A ∂A − b y
~
A
(b) Momentos estáticos parciales. Se evalúan sobre las secciones
transversales parciales definidas en (a):
y O
zP
~ ~ ~
P ∂A S y = ∫~ zdA , S z =
A ∫~
A
ydA
bz z
(a) Rasante longitudinal en secciones verticales. Si damos una sección (c) Rasante longitudinal en secciones horizontales. Del mismo modo, si
longitudinal del tablero por el plano vertical y=Cste y denominamos by a su damos una sección longitudinal del tablero por el plano horizontal z=Cste y
intersección con la sección transversal, tendremos: denominamos bz a su intersección con la sección transversal, tendremos:
⎡S~ ~ ~ ~ ⎤ ~
⎡S ~ ~ ~ ⎤
y I z − S z I yz S z I y − S y I yz y I z − S z I yz S z I y − S y I yz
∗
yx
~
R y = ∫ τ dz = q x − ⎢ 2
(Qz − m y ) + 2
(Qy + mz )⎥ Rz = ∫ τ zx
∗ ~ −⎢
dz = q x 2
(Q z − my ) + 2
(Q y + mz )⎥
by
⎢⎣ I y I z − I yz I y I z − I yz ⎥⎦ bz
⎢⎣ I y I z − I yz Iy Iz − I yz ⎥⎦
~
~ = Aq −
q x
A
x ∫∂A~−by q x ds
Tablero en cajón multicelular. Por la esbeltez torsional correspondiente a este tipo de tableros, estaremos en general en el dominio de
la torsión pura. Por lo tanto, prescindiremos de bimomentos y bicortantes de torsión (Bω=Mω=0) en nuestros cálculos estáticos
⎡S~ ~ ~ ~ ⎤
y I z − S z I yz Sz I y − S y I yz
zP
y O Ωi
xs
~
N ( s ) = qx ( x ) − ⎢
(0)
2
(Q z − m y ) + 2
(Q y + m z )⎥
∂Ω ⎢⎣ I y I z − I yz I y I z − I yz ⎥⎦
P ∂Ωi ~ s ~ s
z Sy ( s ) = ∫
0
e( s )z( s )ds , S z ( s ) = ∫
0
e( s )y ( s )ds
yP
Nxs(0) s O
(a) Tensiones en P. Tendremos directamente:
N x zP I z − y P I yz y P I y − zP I yz B
σ xP
∗
= + 2
My − 2
M z + ωDP D
A I y I z − I yz I y I z − I yz ID
τ xsP
∗
=
e
[
1 (0) (1)
N xs + N xs ]
s = sP
[
− ωD′ s =sP
]WM D
Tablero en cajón multicelular. Por la esbeltez torsional correspondiente a este tipo de tableros, estaremos en general en el dominio de
la torsión pura. Por lo tanto, prescindiremos de bimomentos y bicortantes de torsión (Bω=Mω=0) en nuestros cálculos estáticos
Γij (d) Rasantes finales Nxs. Debemos distinguir dos caso, dependiendo
de la posición del punto de cálculo P
(1) P∈∂Ω (contorno exterior):
Ωi Ωj
(0) (1)
∂Ω N xs ( i ) ( s ) = N xs ( i ) ( s ) + N( i )
Tableros de sección abierta. Por la esbeltez torsional correspondiente a este tipo de tableros, estaremos en general en el dominio de
la torsión alabeada. La fracción debida al cortante y a la torsión se resuelve por estática
~
s A (b) Rasante en una s-sección. Si consideramos una sección longitudinal
del tablero por el plano ortogonal s=Cste y denominamos e(s) al espesor de
O pared su intersección con la sección transversal, tendremos:
y
zP
e/ 2
∫η τ xs dη
∗
N xs =
= −e / 2
yP z ~ Γ (s)
P ∂A ⎡~ ~ ~ ~ ⎤ ~
s=0 ~ − ⎢ S y I z − S z I yz (Q − m ) + S z I y − S y I yz (Q + m )⎥ + Sωˆ (M + b )
=q x 2 z y 2 y z x ωˆ
⎢⎣ I y I z − I yz I y I z − I yz ⎥⎦ Iωˆ
(a) Tensiones en P. Tendremos directamente: ~
~ = Aq −
q x
A
x ∫∂A~−e q x ds
N x zP I z − y P I yz y P I y − zP I yz B B
σ xP
∗
= + My − M z + ωˆ sP ωˆ + ωDP D
A 2
I y I z − I yz 2
I y I z − I yz Iωˆ ID ~ s
Sy ( s ) = ∫
0
z( s )e( s )ds
~ s
Sz ( s ) = ∫ y ( s )e( s )ds
τ xsP
∗ N
= xsP − ωD′
e
[ s =sP
]
MD
WD ~
0
s
Sωˆ ( s ) = ∫
0
ωˆ s ( s )e( s )ds
Puentes oblicuos. La oblicuidad de un tablero de puente siempre viene asociada a las condiciones de apoyo del mismo, tanto en pilas
como en estribos. En estos últimos, esta circunstancia impone una relación cinemática entre la rotaciones fuera del plano del tablero, que
viene acompañada de una condición de estática consistente, asociado a que en la junta de dilatación las tensiones normales han de
cancelarse, luego la suma de los momentos conjugados de las rotaciones θx y θy ha de ser nula:
−My2
−My1 x ⎧ θ xi − tanα i θ yi = 0
Mx1 Mx2 ⎨
⎩ tanα i M xi + M yi = 0
α1 α2
y y
De la ecuación de equilibrio se deduce entonces que la oblicuidad produce empotramiento a flexión del tablero. Como ejemplo, supongamos
que los bordes son paralelos y que se aplica una carga lineal uniforme qz sobre toda la longitud del modelo. En el caso de tablero de gran
esbeltez torsional, se obtiene entonces (κ=EIy/GJ):
⎧ q z L2
M y 1 = −M y 2 =
⎪
⎪ (
12 1 + κ ctan 2α)
⎨
⎪ ctg 2αq z L2
M x 1 = −M x 2 =−
⎪
⎩ (
12 1 + κ ctan 2α )
Puentes oblicuos. Conviene subrayar que no es posible resolver exactamente el problema de la viga “oblicua” si la rigidez torsional
del tablero es baja, ya que en este caso el alabeo resulta ser la única deformación efectiva de torsión, y la sección material de apoyo no
puede asociarse a un único valor de esta variable generalizada, definida en secciones ortogonales a la directriz
α1 α2
y
nodos interiores del mallado del tablero (*) el exigir la indeformabilidad de este elemento es consistente con
la teoría de vigas, sin embargo en el caso de tableros metálico o
mixtos, es frecuente disponer riostras extremas, en cuyo caso
bastaría asignar las características mecánicas de estas vigas físicas
transversales al las barras extremas (oblicuas) del modelo
En la práctica, como el tablero se modela mediante EF conectados en serie, la consideración de la oblicuidad se lleva a cabo de forma muy
sencilla si se incorpora al modelo barras transversales sobre apoyos. Además, con esta disposición también se puede analizar con garantía
suficiente tableros de débil esbeltez torsional, si se toma la precaución de desactivar el alabeo de los nuevos elementos
Puentes curvos. La curvatura en planta se traduce estructuralmente en el acoplamiento entre flexión y torsión del tablero, modelado este
como viga. Ello puede apreciarse a nivel local, tanto cinemática como estáticamente (ecuaciones de equilibrio interno), en las relaciones:
⎧ dθ s M dM s
⎪ = χθ y + s = χM y − m s
⎪ ds GJ ds
⎨ dθ y My
⎪ dM y
= − χθ s + = Qz − χM s − my
⎪⎩ ds EI y ds
Análisis por el MEF. La formulación de un elemento finito para vigas curvas requiere expresar las ecuaciones cinemáticas en
coordenadas curvilíneas y calcular la matriz de deformaciones B(ξ) de acuerdo con el algoritmo siguiente, donde N(ξ) son las funciones de
forma y ue los desplazamientos nodales del elemento:
s
u( s ) = N( ξ )ue , ξ = e
L
1 dN( ξ )
e ∗ ( ξ ) = B( ξ )ue , B( ξ ) = B 0N( ξ ) + B1
Le
dξ
⎡0 χz 0⎤ ⎡0 0 z ⎤
con 1⎢ 1⎢
B 0 = ⎢0 0 χz ⎥ , B1 = ⎢0 − z 0⎥⎥
⎥
μ μ
⎢⎣0 0 μ ⎥⎦ ⎢⎣ 1 y 0⎥⎦
Le
j
(e)
y μ=1−χy, χ=R−1. Entonces, la cuestión se reduce a si nuestro software
dispone de este tipo de elemento y en caso negativo, como proceder para
i obtener resultados válidos con elementos estándar (barra recta)
Δθ
Mallado de una viga curva modelada mediante barras rectas: χ=0 y μ=1
en las matrices Bi . El acoplamiento se localiza exclusivamente en los
nodos, por ello y con el fin de ajustar correctamente el comportamiento del
modelo, se debe adoptar una subdivisión adecuada (Δθ ≈2º)
Análisis por el MEF. Desarrollemos con más detalle el último concepto (acoplamiento nodal) y añadamos a la formulación los esfuerzos
asociados a los desplazamientos en el plano horizontal {u, v, θz}. Para ello evaluemos el equilibrio del nodo (i) supuesto libre de carga:
− N xi + cosΔθ i (N xi + Δ N x ) − senΔθ i (Qyi + Δ Qy ) = 0
− Qyi + cosΔθ i (Q yi + Δ Qy ) + senΔθ i (N xi + Δ N x ) = 0
− Qzi + Qzi + Δ Qz = 0
Δθi − M xi + cosΔθ i (M xi + Δ M x ) − senΔθ i (M yi + Δ M y ) = 0
Qzi
Nxi − M yi + cosΔθ i (M yi + Δ M y ) + senΔθ i (M xi + Δ M x ) − Δ s i (Qzi + Δ Qz ) = 0
Mxi Δθi − M zi + M zi + Δ M z + Δs i (Qyi + Δ Qy ) = 0
Mzi
Qyi+ΔQy y
barra recta Tras simplificar, reagrupar e introducir Δθi=Δsi /Ri resulta:
Myi Qyi
barra recta Myi+ΔMy Δ Qz Δ N x Qyi
nodo (i) =0 − =0
Mxi+ΔMx Δ si Δ si Ri
Δ M x M yi Δ Qy N xi
Mzi+ΔMz − =0 + =0
Nxi+ΔNx Δ si Ri Δ si Ri
z
Qzi+ΔQz Δ My M xi Δ Mz
+ − Qzi = 0 + Qyi = 0
x Δ si Ri Δ si
Parámetros de la flexión. Adoptaremos espesores medios para las distintas paredes así como parámetros adimensionales de área
αi=Afi /Aw, siendo Af1, Af2 y Aw las áreas de las losas superior e inferior y de las almas respectivamente
b f1
b bf 1
ρ= , ρ = , A = (α 1 + 2 + α 2 )Aw
e f1 bf 2 bf 2
ew α h
hw e f2
b f2
(A) Definición geométrica
1+ α 2
ςG = , IG = I y + I z
α1 + 2 + α 2
ζG h
1 + 2(α 1 + α 2 ) + 3α 1α 2 Aw h 2
h y G Iy =
α1 + 2 + α 2 3
[ ] A12b
2
( )
I z = α 1ρ 2 + 2 ρ 2 + ρ + 1 + α 2 w f2
<ANEXO A>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
Parámetros de la torsión. Nuevamente adoptamos espesores medios para las distintas paredes así como parámetros adimensionales
de área αi=Afi /Aw, siendo Af1, Af2 y Aw las áreas de las losas superior e inferior y de las almas respectivamente
1 ΛΨ − [2 ρ (ρ + 2) + α 2 (3 ρ + 1)]
ςC =
h
y C
ζC h
(
2 α 1ρ 2 + 2 ρ 2 + ρ + 1 + α 2)
hbf 2
J = Ψ (1 + ρ )Aw h 2 , Ω = (1 + ρ )
z 2
(C) Ejes para la torsión
IC = IG + (ς C − ς G ) (α 1 + 2 + α 2 )Aw h 2
2
α 1α 2 (1 + ρ )
2
⎛h ⎞ 3 ρρ
Λ = 1 − ρ + 2⎜⎜ w
3
⎟⎟ [2(ρ + 2) + 3α 2 ] + [α1ρ + 2(ρ + 1) + α 2 ] , Ψ =
⎝ bf 2 ⎠ α1 ⎛h ⎞
2
α 1 + 2α 1α 2 ⎜⎜ w ⎟⎟ + α 2 ρρ
⎝ bf 2 ⎠
<ANEXO A>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
ω1
−ω 1 ω3
−ω 3
−ω 2 1 ⎛ Ψ ςC ⎞
ω2 ωˆ 1 = ⎜ − ⎟ ρρ hb f 2
2 ⎜⎝ α 1 ρ ⎟⎠
(D) Alabeo unitario
1⎛ Ψ ⎞
ωˆ 2 = ⎜⎜ + ς C − 1 ⎟⎟hb f 2
2 ⎝ α2 ⎠
1 ⎛ς Ψ⎞
ωˆ 3 = ⎜⎜ C − ⎟⎟ ρρ hb f 2
2 ⎝ ρ α1 ⎠
I ωˆ =
1
3
[ ]
(2 + α 1 )ωˆ 12 − 2ωˆ 1ωˆ 2 + (2 + α 2 )ωˆ 22 + α 1 (1 − ρ / ρ )(ωˆ 3 − ωˆ 1 )ωˆ 3 Aw
<ANEXO A>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
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Parámetros de la distorsión. Adoptaremos espesores medios para las distintas paredes así como parámetros adimensionales de área
αi=Afi /Aw, siendo Af1, Af2 y Aw las áreas de las losas superior e inferior y de las almas respectivamente
ϖ1 ρ/ρ
ϖ1
α 1( ρ 2 / ρ ) + 2 ρ + 1
β=
α2 + ρ + 2
−ϖ1ρ/ρ 1 2 Ω 2ρ
ϖ1 = μ , μ=
−ϖ1β ϖ1 β 2 ( 1 + ρ )( 1 + ρ β ) 1+ ρ
1⎡ ⎛ρ⎞ ⎤
2
1+ β 3 ⎡α 1 ⎛b ⎞
2
⎤⎛ ϖ ⎞
2
I D = ⎢α 1 ⎜⎜ ⎟⎟ + 2 + α 2 β 2 ⎥ϖ 12 Aw , WD = 4 ⎢ 12 + ( 1 + β )2 ⎜⎜ f 2 ⎟⎟ + α 2 β 2 ⎥⎜⎜ 1 ⎟⎟ Aw
3⎢ ⎝ρ⎠ 1+ β ⎥ ⎢⎣ ρ 2 ⎝ hw ⎠ ⎥⎦⎝ bf 2 ⎠
⎣ ⎦
2 2 2 2
1 ⎛ μ ⎞ κ 1 + ρ 2κ 2 + 2( 1 + ρ + ρ 2 )κ 1κ 2 ⎛ ew ⎞ EAw ⎛ ew ⎞ EAfi ⎛ efi ⎞ k
Ib = ⎜⎜ ⎟⎟ ⎜⎜ ⎟⎟ Aw con k w = 2 ⎜
⎜ ⎟⎟ , k fi = 2 ⎜
⎜ ⎟⎟ y κ i = fi
1−ν 2 ⎝ρ ⎠ 1 + 2( κ 1 + κ 2 ) + 3κ 1κ 2 ⎝ hw ⎠ 12( 1 − ν ) ⎝ hw ⎠ 12( 1 − ν ) ⎝ bfi ⎠ kw
<ANEXO A>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
−2ϖ 1 / b f1
(1+ρβ)ϖ1 /ρ h
(1)
G (1) G −(1+ρβ)ϖ1 /ρ h
y y
(F) Patrón ηvD para v(y,z) (G) Patrón ηwD para w(y,z)
ϖ1 ϖ1
v (1) = ηvD ( y (1) , z(1) ) γ D ( x ) = −2 γD w (1) =η wD ( y (1) , z(1) ) γ D ( x ) = (1 + ρ β ) γD
bf 1 ρh
ϖ1 ϖ
v (2 ) = ηvD ( y (2 ) , z(2 ) ) γ D ( x ) = 2β γD w (2 ) = ηwD ( y (2 ) , z(2 ) ) γ D ( x ) = (1 + ρ β ) 1 γ D
bf 2 h
Debe tenerse en cuenta que los desplazamientos de los puntos materiales de la sección transversal v(y,z) y w(y,z) se miden ahora en el sistema de referencia
general, mientras que anteriormente se formularon en coordenadas locales (s,η)
<ANEXO A>
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Parámetros de la flexión. Adoptaremos espesores medios para las distintas paredes así como parámetros adimensionales de área
αi=Afi /Aw, siendo Af1, Af2 y Aw las áreas de las alas superior e inferiores y de las almas respectivamente
B
B bf 2
ef1 × B ρ= , β2 =
b b
ζG h A = [α 1 + 2( 1 + α 2 )]Aw
y G
ew × h h
ef2 × bf2 1 + 2α 2
z ςG = , IG = I y + I z
α 1 + 2( 1 + α 2 )
b
1 + 2(α 1 + 2α 2 ) + 6α 1α 2 Aw h 2
Iy =
α 1 + 2( 1 + α 2 ) 3
[ )] A12b
2
<ANEXO A>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
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Parámetros de la torsión. Nuevamente adoptamos espesores medios para las distintas paredes así como parámetros adimensionales
de área αi=Afi /Aw, siendo Af1, Af2 y Aw las áreas de las alas superior e inferiores y de las almas respectivamente
^
y C
ζC h
^
z
h
3 + 2α 2 ( 3 − β 22 )
ςC =
α 1ρ 2 + 6 + 2α 2 ( 3 + β 22 )
1
J= Aw ( 2ew2 + α 1ef21 + 2α 2 ef22 )
3
IC = IG + (ς C − ς G ) [α 1 + 2( 1 + α 2 )]Aw h 2
2
(B) Ejes para la torsión
<ANEXO A>
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Parámetros de la torsión (continuación). Las fórmulas propuestas corresponden a despreciar la colaboración de un posible plano
inferior de arriostramiento entre las vigas longitudinales
ω̂1
−ω̂ 2
ω̂ 2
−ω̂1
ωˆ 1 = ς C Bh / 2
−ω̂5
ωˆ 2 = ς C bh / 2
−ω̂ 4
ωˆ 3 = ( 1 − ς C )bh / 2
−ω̂3 ω̂3
ωˆ 4 = [1 − β 2 − ς C ( 1 + β 2 )]bh / 2
ω̂ 4 ωˆ 5 = [1 + β 2 − ς C ( 1 − β 2 )]bh / 2
ω̂5
Iωˆ = {
1 2
12
[ ]}
ς C ( α 1ρ 2 + 6 ) + 2( 1 − 3ς C ) + 2α 2 3( 1 − ς C )2 + β 22 ( 1 + ς C )2 Aw ( bh )2
<ANEXO A>
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Parámetros de la distorsión. En tableros de doble-viga, es usual disponer un plano de arriostramiento inferior, tanto por motivos
constructivos como resistentes. Su efecto sobre la torsión y la distorsión es apreciable y puede computarse transformando el sistema doble-
viga en un cajón equivalente utilizando el espesor ficticio e* correspondiente (ver sección 1.3) y aplicando las fórmulas de la sección
unicelular. En cualquier caso, el control de la distorsión siempre requerirá marcos o diafragmas transversales puesto que su esbeltez λD*
seguirá siendo muy baja, aún teniendo en cuanta este arriostramiento
Secciones mixtas. Su tratamiento se llevará a cabo de acuerdo con las indicaciones de la sección 1.3, homogeneizando las propiedades
de la losa superior a las del acero estructural, pero cuidando de respetar su posición espacial real (respetando el canto total h)
y O
marco transversal
arriostramiento inferior
<ANEXO A>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
02 EL MODELO EMPARRILLADO en el ANÁLISIS de TABLEROS
Salvador Monleón Cremades
2.0 Motivación
2.1 Modelado del tablero
2.2 Disposición de la malla para plantas más generales
2.3 Introducción de acciones e interpretación de resultados
<Módulos didácticos>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
Después del elemento 1D o viga, el siguiente modelo que se aborda es el sistema 1D o emparrillado de barras.
Para regular su aplicación al análisis de puentes debemos
Identificar los tableros aptos
Establecer las reglas para su correcto modelado como sistema de barras en el contexto de los puentes rectos
Extender su aplicación a otras geometrías en planta
Aplicar los resultados del cálculo del modelo a la comprobación de la construcción real (ELS y ELU)
Vamos a desarrollar todos estos aspectos aplicados del modelo en el marco actual del análisis estructural (gran
difusión de los códigos de EF y ordenadores eficientes y accesibles), marginando todas aquellas características
tradicionalmente presentadas en los textos pero que solo se justifican en un contexto seminal o histórico del método
<2.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
<2.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
En el contexto del análisis de puentes, determinados tableros muestran una gran proximidad morfológica a estos
sistemas: los tableros de vigas y losa con riostras transversales (1), pero también son frecuentes los tableros losa,
macizos (2) o aligerados (3)
(1) (3)
(2)
En cualquier caso, el análisis del tablero requerirá plasmar el modelo e interpretar los resultados del cálculo
<2.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
Trataremos en primer lugar los tableros de planta recta, dejando para más adelante las restantes geometrías en
planta e interesándonos en primer lugar por como plasmar el modelo, lo cual requiere satisfacer dos cuestiones:
Definir la geometría de la retícula
Establecer las características mecánicas de las barras
Para todas las tipologías adecuadas a la elección del modelo emparrillado, daremos reglas puestas al día (en el
contexto actual del cálculo de estructuras), a saber:
Tableros de vigas y losa
Tableros de vigas celulares
Tableros losa macizos
Tableros losa aligerados
El principal handicap del modelo emparrillado, aplicado al análisis de tableros de puentes, reside en su incapacidad
natural para captar adecuadamente la rigidez de membrana de estas construcciones, tanto si se trata de un tablero losa
como si es un tablero de vigas y losa. Comenzaremos por desarrollar las fórmulas adecuadas para la asimilación del
medio continuo (losa) al sistema discreto (emparrillado) cuando se consideran únicamente acciones contenidas en el
plano medio de ambos
SL
lL = sT , lT = sL
lL s
λ= = T
lT sL
lD = lL2 + lT2 = sT2 + sL2
λlD lD
lL = , lT =
AT , lT 1+ λ 2
1 + λ2
λ 2 AL AT
AL , lL Ω = lL lT = lD αL = , αT =
ST
AD , lD 1 + λ2 AD AD
v
⎡1 ν ⎤ ⎧εxx ⎫ ⎡1 ν ⎤ ⎧εL ⎫
∫ {ε εyy}⎢
Eh Eh
u u Us = 1
⎥ ⎨ε ⎬d Ω = 2
1 {εL εT }⎢ ⎥⎨ ⎬Ω
2
1 −ν 2 Ω xx
ν
⎣ 1 ⎦ ⎩ yy ⎭ 1 −ν 2 ⎣ν 1 ⎦ ⎩εT ⎭
2u 2v
εL = , εT = −
lL lT
EAD 1 + λ2 ν Eh █
2 2 =
ΔlD l u −l v ⎛l ⎞ ⎛ lT ⎞ lD 2λ 1 −ν 2
εD = ≈ 2 L 2 T = ⎜⎜ L ⎟⎟ εL + ⎜ ⎟ εT
lD lD ⎜l ⎟
⎝ lD ⎠ ⎝ D⎠
v ΔlD l u +l v l l ⎛ 2u 2v ⎞ Ω
v εD = ≈ 2 L 2 T = L 2T ⎜⎜ + ⎟⎟= γ
2
lD lD lD ⎝ lT lL ⎠ lD
v
d Ω = 21 ⎡⎢2 ∫ = EAD εD2ds ⎤⎥ = UG
lD
v Us = 1
2 ∫ Gh γ
Ω
2
xy
⎣ s 0 ⎦
EAD 1 + λ2 █
= Gh
2λ
2
u u ⎛Ω ⎞ lD
1
2
Gh γ 2 Ω = EAD εD2lD = EAD ⎜⎜ 2 ⎟⎟ γ 2lD
⎝ lD ⎠
G 1 + λ2 3 1 + λ2
AD = hlD = hlD
E 2λ 8 2λ
EAD 1 + λ2 ν Eh 1 + λ2 ν Eh Eh G 1 − νλ2 3 3 − λ2
= = Gh = ν=1/3 AL = hlL = hlL █
lD 2λ 1 −ν 2 2λ 1 − ν 2 2(1 + ν ) E λν 4 2λ
G λ2 − ν 3 3 λ2 − 1
AT = hlT = hlT
E λν 4 2λ
AL 3 3 − λ2 AD 3 1 + λ2 AT 3 3 λ2 − 1 █
ψL = = , ψD = = , ψT = =
hlL 4 2 λ hlD 8 2 λ hlT 4 2 λ
1.75 1.75
1.5
ψL 1.25
0.75 0.75
ψD 0.5
0.25
ψT 0
λ=1/√3 λ=1 λ=√3
0.6 0.8 1.2 1.4 1.6
En este apartado incluiremos los tableros formados por distintos tipos de vigas prefabricadas: en I (a), de ala ancha (b),
yuxtapuestas (c), contemplando además la posibilidad de riostras transversales (d)
(a) (b)
(c) (d)
Añadiremos que los tableros mixtos de vigas de acero estructural bajo calzada pueden modelarse del mismo modo que
los anteriores, del tipo (a) o (d)
Geometría del emparrillado de barras. Supondremos que, en principio, el tablero es del tipo (a), luego no posee riostras
transversales. En tal caso el emparrillado estará organizado en dos planos, asociando el superior a la acción de la losa y
el inferior a la acción de las vigas físicas
1) Plano inferior (acción de las vigas físicas)
(a) elementos longitudinales: según las vigas reales
2) Plano superior (acción de la losa)
(a) elementos longitudinales: según las vigas reales y a 0.3hc de los borde libres (nervios
de borde). Disponer elementos intermedios proporciona mayor refinamiento al modelado de
la losa superior y puede ser necesario en tableros de gran anchura, para mantener valores
aceptables del parámetro de malla λ o bien si sL≥L/6
(b) elementos transversales: sobre apoyos y divisiones intermedias hasta disponer un
mínimo de 9 barras transversales (en tableros estrechos puede ser necesario distribuir más
elementos para ajustar el parámetro de malla λ)
(c) diagonales: entre los nudos de la retícula superior. Se desconectará las rotaciones θx , θy
y θz en ambos extremos
sL
v* X Z
d
Grados de libertad: ue={u,v,w,θx,θy,θz}T
AD* v*=v−0.3hc
AT
sT
AT *
0.5AL* sT
0.5AT* 0.5AT AL AD
barra sobre apoyos
0.5(AL*+AL)
b=sL* b=bsT
sL
2 hc 3
hc (*) si sL≥L/6, b=0.5sL… (e) interiores extremos
d
Gb β 1 1/2
κ 1/6 1/4
Barras longitudinales Nervio de borde (se le asigna una sección de ancho hc/2)
1 y 4
plano inferior J=hc4/8, Iy=hc4/24
A=Ab, J=Jb, Iy=Iby, Iz=Ibz
Otros casos: tableros tipo (b). Se analizan como los anteriores (modelo biplano), incorporando las alas a la losa superior
(b)
sL bf1
h* hc (sL − bf 1 ) + Af 1
h* =
sL
área Af1
espesor hc
sL
Otros casos: tableros tipo (c). Su modelado se lleva a cabo de idéntica forma que en los tableros del tipo (a)
Otros casos: tableros tipo (d). Las riostras exigen otro plano de barras y condicionan el mallado en el plano superior
Modelo alternativo: para estos tableros, se puede optar por un sistema híbrido 1D(vigas)+2D(losa), que adicionalmente
permite captar de forma exacta la flexión local y el arrastre de cortante del piso del tablero
NDF
Abordemos ahora los tableros formados por dos o más vigas artesa, generalmente prefabricadas, unidas
transversalmente mediante una losa sobrepuesta hormigonada in situ. Supondremos que cada artesa se comporta como
una viga, para lo cual deberá controlarse la relación bf /L. Si la condición anterior no se ve satisfecha, se debe optar por el
modelo lámina plegada
bf
bf s bf s bf v s=sVA−bf
en general, se cumple s>bf
La gran rigidez torsional de las vigas celulares proporciona empotramiento a las bandas de losa entre artesas, lo cual
permite aumentar s. Este efecto aumenta si se disponen diafragmas transversales sobre apoyos
Geometría del emparrillado de barras. Supondremos que, en principio, el tablero no posee riostras transversales. En tal
caso el emparrillado estará nuevamente organizado en dos planos, asociando el superior a la acción de la losa y el
inferior a la acción de las vigas artesa
1) Plano inferior (acción de las vigas físicas)
(a) elementos longitudinales: según las vigas reales
2) Plano superior (acción de la losa)
(a) elementos longitudinales: según la unión alma-losa de las vigas reales, a 0.3hc de los
borde libres (nervios de borde) y al menos un elemento intermedio por banda de losa entre
artesas, por lo que nLmin=3nVA+1 (aquí se computa los nervios de borde). Más elementos
proporcionan mayor refinamiento del modelado de la losa y son necesarios en tableros de
gran anchura, para mantener valores aceptables del parámetro de malla λ o bien si s≥L/4
(b) elementos transversales: sobre apoyos y divisiones intermedias hasta disponer un
mínimo de 9 barras transversales (en tableros estrechos puede ser necesario distribuir más
elementos para ajustar el parámetro de malla λ)
(c) diagonales: entre los nudos de la retícula superior, adecuadamente desconectadas
v* Z
X
d
nervio de borde
Las áreas AL , AT y AD se determinan con λ=2sT/s,
AD* λ=3sT/s… y hc
AD Las áreas AL*, AT* y AD* se determinan con λ*=sT/v* y hc
siempre que λ*∈[1/√3,√3], para lo cual puede resultar
AT oportuno modificar el mallado principal
sT
AT * v*=v−0.3hc
(*) Banda entre vigas artesa: la separación entre barras
0.5AL* sT longitudinales será igual a s/2, s/3… en función de s/L y del
ajuste de λ y λ*
0.3hc 0.3hc
3 NDF
b=bs/2* o bv b=bsT
d
2 hc 3
1 2
(e) exteriores interiores (e) interiores extremos
hc
β 1/2 1 β 1 1/2
d κ 1/4 1/6 κ 1/6 1/4
0.3hc y Gb
Barras longitudinales Barras transversales
z J=kbhc3, Iy=bhc3/12 J=kbhc3, Iy=bhc3/12
Características mecánicas de las barras, “acción emparrillado”: en estos tableros, se prescinde sistemáticamente de
las riostras interiores. En cambio, disponer riostras extremas proporciona economía ya que permite reducir el canto de la
losa sobrepuesta o bien aumentar la separación entre artesas.
riostra extrema
Finalmente, indicar que los tableros mixtos con dos o más vigas artesa en acero estructural y losa de HA sobrepuesta
también pueden modelarse según las indicaciones de este apartado
En este apartado trataremos los tableros de sección maciza y espesor uniforme hormigonados in situ, para los cuales
el modelo emparrillado constituye tradicionalmente una herramienta eficiente para la estimación de la flexión, siempre que
la relación (B−2v)/Lef>1/4
v B−2v v
d h
en el plano neutro de la
sección transversal
0.3h sL sL sL sL 0.3h
Los voladizos laterales pueden modelarse en su posición espacial real, utilizando entonces nudos de dimensión finita
para conectarlos al plano medio de la losa, pero como en general el vuelo v es pequeño comparado con el ancho B,
resulta suficiente manejar un modelo de plano único
AT
sT
AT *
0.5AL* sT
0.5AT* 0.5AT AL AD
barra sobre apoyos
0.5(AL*+AL)
Características mecánicas de las barras, “acción emparrillado”. Grados de libertad: ue={u,v,w,θx,θy}T, desconectando
nodalmente las rotaciones coplanarias θz
v B− 2v v b=bsT
hv d h 2
h
Barras transversales
banda central
0.3hv (e) interiores extremos
0.3hv J=kbh3, Iy=bh3/12
0.3h (nL−1)×sL=B−(2v+0.6h) 0.3h bandas laterales (voladizos) b 1 1/2
J=kbhv3, Iy=bhv3/12 κ 1/6 1/4
v b=bsL b=bsL
1 3
h h
Barras longitudinales Nervio de borde (se le asigna una sección de ancho hv/2)
J=kbh3, Iy=ρbh3/12 J=hv4/8, Iy=hv4/24
(e) exteriores interiores
b 1/2+0.3h/sL 1 hv v 2v α (1 − δ )
δ = , γ = , α= δ , ε =
κ 1/4 1/6 h b B−2v 1+α
█
ρ 1+3ε2+γδ [δ2+3(1−ε−δ)2] 1+3ε2 d = (1 − ε )h / 2
Finalmente trataremos los tableros de sección aligerada y espesor uniforme. Estas losas suelen hormigonarse in situ,
moldeando los alvéolos mediante piezas especiales de poliestireno expandido (a) o encofrados perdidos de madera (b).
Menos frecuentes son los tableros a base de elementos prefabricados longitudinales, en los que la capacidad de reparto
transversal se proporciona en obra, mediante llaves de cortante (c) o losas superior e inferior (d)
v B−2v v
(a) (c)
(b) (d)
Para todos ellos, el modelo emparrillado también constituye una herramienta eficiente para la estimación de la
flexión, siempre que la relación (B−2v)/Lef>1/4
(a) y (b) modelan la rigidez (a) Elementos longitudinales: uno por aligeramiento
a flexión de la losa con Iy
(c) modelan la rigidez (b) Elementos transversales: obligatoriamente sobre apoyos,
de membrana de la losa
añadiendo barras intermedias separadas sT, hasta disponer un
mínimo de 9 barras transversales por vano
v* sL sL
nervio de borde
Las áreas AL , AT y AD se determinan con λ=sT/sL y h*
AD*
Si hv es el espesor medio de los voladizos laterales, las
áreas AL*, AT* y AD* se determinan con λ*=sT/v* y hv
AT siempre que λ*∈[1/√3,√3], para lo cual puede resultar
sT oportuno modificar el mallado principal
AT *
h*=h−∅ o ef1+ef2, según el tipo de aligeramiento
0.5AL* sT v*=0.5[B−(nL−1)sL]−0.3hv cuidando de excluir los dos
nervios de borde del número de elementos longitudinales nL
hv h
0.3hv
Características mecánicas de las barras, “acción emparrillado”. La presencia de aligeramientos induce una mayor
deformabilidad del sistema. Para ilustrar esta propiedad, resulta muy adecuado recurrir al ensayo representado a
continuación, tomado de la obra de E.C. Hambly “Bridge deck behaviour”
(1) y (2) inducen pérdida de eficacia a cambio del ahorro de peso propio
La distorsión detectada exige computar la deformación a cortante de las barras transversales, lo cual requiere definir un
área de cortante AQ para estos elementos
Características mecánicas de las barras, acción emparrillado. Grados de libertad: ue={u,v,w,θx,θy}T, desconectando nodalmente
las rotaciones coplanarias θz
(a)
El momento de inercia Iy de cada sección transversal se determina respecto al
plano neutro de la sección transversal completa, computando en su caso (vigas
y y exteriores) el ancho eficaz del voladizo:
b=sT [ ] [
α = 0.175 1 − 0.198(d / h )−1.7 , β = 0.981 1 − 0.095(d / h )4 ]
[
α ′ = 0.626 [1 − 1.015(d / h )] , β ′ = 0.055 1 − 0.838(d / h )− 2.2 ]
Barras extremas (riostras sobre apoyos): son invariablemente de sección maciza, por lo que las fórmulas a aplicar corresponden al caso (a)
con (α=0, β=1) y (α´=0, β´=0), siendo b el ancho de la viga riostra.
Parámetros de torsión
b
elementos longitudinales J
J= L
1+ q
b=sL JT / sT
q=
J L / sL
elementos transversales JT e* e*
J=
1+ q 4Ω 2
h1 JT =
ds
barras extremas:(riostras sobre apoyos): son siempre ∫e
de sección maciza, por lo que la fórmula a aplicar es b=sT
λ( 1 + ν )
J=κbh3 e* = ew
h12 ⎡ sL ⎛ 1 1 ⎞⎤
⎢1 + ⎜ 3 + 3 ⎟⎥
⎜ ⎟
y κ=0.25[1−0.63ρ(1−ρ4/12)] con ρ=h/b
ew2 ⎢⎣ 8h1 ⎝ α 1 α 2 ⎠⎥⎦
v
b*=0.5[B− (nL−1) sL]
Imprecisiones del modelo propuesto: en cambio, con un modelo espacial se cancelan todos estos inconvenientes
Nudos de
dimensión finita
Los voladizos laterales se modelan en su posición espacial real,
esto es con una excentricidad d respecto al plano neutro del cuerpo
central del tablero, igual a (h−hv)/2 si los aligeramientos son del tipo
(a), es decir alvéolos circulares centrados
Ello requiere emplear Nudos de Dimensión Finita, que conecten el
plano neutro del cuerpo central del tablero con el de los voladizos
Nuevamente hv es el espesor medio de los voladizos laterales. Las
áreas AL*, AT* y AD* se determinan con λ*=sT/v y hv siempre que
λ*∈[1/√3,√3], para lo cual puede resultar oportuno modificar el
mallado principal
Obviamente, como alternativa al emparrillado descrito se puede
adoptar un modelo 2D espacial (con NDF). Conviene anotar que con
d esta opción, la flexión local y el arrastre de cortante en las alas
laterales quedarán perfectamente caracterizados
Cuando la planta del tablero se hace más compleja, el único modelo viable a bajo coste es el emparrillado, salvo que la
relación ancho luz autorice un análisis como viga. Sin embargo, solo se obtendrá una respuesta plenamente fiable con
modelos de EF más sofisticados (híbridos o 2D)
(a) Normas particulares para tableros oblicuos con bordes paralelos (para los cuales existe más experimentación)
Las barras longitudinales deben ser paralelas a los bordes libres
Las barras transversales pueden ser
1) paralelas a las líneas de apoyo para α<20º
2) ortogonales a las barras longitudinales si α≥35º
3) los diafragmas intermedios, si existen, pueden condicionar el trazado transversal de la retícula
sT2 sT1
α α
nervio de borde*
(*) se le asigna una sección de ancho h/2 más el posible voladizo (con su bef)
Si se trata de un tablero de vigas prefabricadas, las barras longitudinales deben seguir la dirección de los
nervios físicos, generalmente paralelos a los bordes libres para evitar las zonas triangulares laterales, de
difícil solución
En losas aligeradas también manda el trazado de los aligeramientos, que suele ser entonces ortogonal a
las líneas de apoyo, macizando las citadas zonas triangulares
Además estas estructuras suelen ser losas hormigonadas in situ, macizas o bien aligeradas. Por ello es
suficiente ajustarse a los criterios establecidos anteriormente para tableros rectos, teniendo en cuenta que:
1) Las barras longitudinales deben seguir ahora el trazado de los bordes libres (curvos)
2) Las barras transversales deben disponerse paralelas a las líneas de apoyo en estribos (salvo si el
apoyo es radial), pudiendo ser necesario aumentar su número si la abertura de los segmentos
determinados sobre los ejes curvos longitudinales es excesiva (2 a 5º es lo recomendado, siempre
que no se disponga del software apropiado, es decir de elementos curvos)
El proceso constructivo es clave a la hora de computar las acciones permanentes, debiendo diferenciar los tableros de
vigas prefabricadas de los ejecutados totalmente apeados (losas). Las indicaciones siguientes corresponden a tableros
rectos con pretensado longitudinal
v B−2v v
(a) Viento transversal
tableros de vigas y losa
Fw,T
Empuje horizontal Fw,T y punto de aplicación según
heq h Art. 4.2.5.1.1 y 4.2.5.1.3 de la IAP-11
0.6heq
hc es el espesor de la losa de HA sobrepuesta a las
vigas prefabricadas
nT es el número de vigas transversales del modelo
h−(0.6heq+0.5hc) Fw,T h−(0.6heq+0.5hc) Fw,T F1T aplicado en cada uno de los nodos interiores
del nervio de borde situado a barlovento
B−2v nT −2 B−2v nT −2
d Fw,T
F1T=
nT −2
v B−2v v
(a) Viento transversal
tableros de vigas y losa
barlovento
Empuje vertical Fw,V y punto de aplicación según
heq h Art. 4.2.5.1.2 y 4.2.5.1.3 de la IAP-11
± Fw,v nL es el número de vigas físicas longitudinales del
sL 0.25B tablero
nT es el número de vigas transversales del modelo
i
F1V(i) aplicado en cada uno de los nodos interiores
dispuestos a lo largo de la viga física (i)
Fw ,V ⎡1 1 ⎛ v n − 1 ⎞⎟ ηi ⎤ y
± F1V(i) F1V ( i ) = ⎢ + ⎜⎜ + L ⎥ , ηi = i
nT − 2 ⎟
2 ⎠ ∑ηi ⎦⎥
2
yi ⎣⎢ nL 2 ⎝ sL sL
Fw,T
F1T=
nT −2
Fw ,V ⎡1 1 ⎛ v n − 1 ⎞⎟ ηi ⎤ y
± F1V(i) F1V ( i ) = ⎢ + ⎜⎜ + L ⎟ ⎥ , ηi = i
yi nT − 2 ⎣⎢ nL 2 ⎝ sL 2 ⎠ ∑ηi ⎦⎥
2
sL
F1L Fw ,L
F1L =
X Z nL nT
F1L
Sistema de referencia
del tablero
en contracción en dilatación
T0 es la temperatura inicial del elemento (temperatura media del tablero cuando se coarta su movimiento, ver Art. 4.3.1.1.3)
Te es la componente uniforme de la temperatura del tablero, con valores mínimo y máximo según Art. 4.3.1.1.2
Nieve (según Art. 4.4.2 de la IAP-11). Se aplica a las barras transversales del emparrillado
Conceptualmente, la acción sísmica debe ajustarse a la distribución real de masas del tablero
La respuesta del emparrillado nos proporciona una representación discreta del comportamiento continuo del
tablero. Desde un punto de vista práctico, ello exige transformar los esfuerzos en barras en esfuerzos en vigas
físicas+losa o en una losa maciza o aligerada
1) Tableros de vigas y losa. Los esfuerzos en las vigas físicas se deducen directamente de los
determinados en las correspondientes barras del emparrillado. En cambio, para la losa sobrepuesta,
un refinamiento insuficiente de la malla puede exigir un cálculo local adicional para la correcta
estimación de los efectos de las cargas concentradas (vehiculo pesado, anclaje de pretiles…)
2) Tableros losa. Los esfuerzos de flexión y de membrana pueden estimarse con las fórmulas siguientes
34
Mv-=-52.52
Mu-=38.96
MyL-=-140 MyL+=130
25 MxL-=-70 35 MxL+=66 45 X
Y
Mv+=50.98
Mu+=-28.3
v 36
v
sT=1.2
M xT = cos αM u − sin αM v X
M yT = sin αM u + cos αM v sL=1.0
u
α=30º Y
MyT-=-26
MxT-=60
MyL-=-140 MyL+=130
25 MxL-=-70 35 MxL+=66 45 X
Y
MyT-=30
MxT-=−50
35
MyL=135
45 ⎧⎪ M yL = 1
2
(M +
yL
−
− M yL )
MxL=68 ⎨
⎪⎩ M xL = 1
2
(M +
xL
−
− M xL )
MyT=28 ⎧⎪ M yT = 1
2
(M +
yT
−
− M yT )
⎨
MxT=-55 ⎪⎩ M xT = 1
2
(M +
xT −M −
xT )
mxx=135 ⎧⎪ m xx = M yL / sL , m xy = M xL / sL
35 mxy=68
45
⎨
⎪⎩ m yy = M yT / sT , m yx = M xT / sT
myy=23.3 m xy = 1
2
(m xy − m yx )
myx=-45.8
3.0 Motivación
3.1 Introducción al cálculo local
3.2 Técnicas de emparrillado y de elementos finitos
3.3 Métodos simplificados de evaluación de la flexión local del piso del tablero
<Módulos didácticos>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
Este tercer tema no se destina directamente (a diferencia de los anteriores) al modelado y análisis de determinados
tableros de puentes, sino que se dedica a complementarlo mediante el denominado cálculo local, siendo objetivos
prioritarios del mismo:
Establecer claramente los motivos y circunstancias del cálculo local
Exponer las técnicas de cálculo local en el actual ámbito del cálculo de estructuras
Comentar los métodos clásicos que fueron desarrollados con este mismo fin
El cálculo local es necesario cuando el modelo global seleccionado prescinde, total o parcialmente, de la
deformabilidad del tablero en sección transversal, tal y como sucede sistemáticamente con el modelo viga y en algunos
casos con el modelo emparrillado (quedan excluidos los tableros losa macizos o con aligeramientos circulares)
Estas deformaciones están principalmente originadas por las flexiones locales del piso bajo la acción de las
sobrecargas de uso (SCU) y principalmente de los vehículos pesados (Art. 4.1.2.1 a) de la IAP-11). A continuación y a
modo de introducción, se ilustran y comentan casos estándar que requieren cálculo local
<3.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
2×150 kN
2×150 kN
modelo viga: requiere el cálculo local del piso bajo la acción de las cargas permanentes G
9 kN/m2 2.5 kN/m2 y de la sobrecarga de uso QSCU , de posición y distribución variables. Para ello, la losa
superior puede suponerse simplemente apoyada a lo largo de las almas exteriores e
interiores (si existen). Este cálculo se duplica en el caso de los cajones metálicos, puesto
que la chapa superior también debe dimensionarse a flexión local entre rigidizadores
longitudinales
R 2m
modelo viga: como en el caso anterior, requiere el cálculo local de la losa superior para
G+QSCU , supuesta esta apoyada a lo largo de las dos vigas longitudinales. En el caso de
los cajones metálicos, vuelve a ser necesario comprobar la flexión tanto de los elementos
transversales (principalmente vigas de piso y cuchillos de voladizo) como de la chapa
superior, que debe dimensionarse a flexión local entre rigidizadores longitudinales
R 2m
modelo emparrillado: como en el caso anterior, requiere el cálculo local del piso salvo que
el mallado del plano superior sea muy fino. Nuevamente, supondremos la losa superior
simplemente apoyada a lo largo de las vigas prefabricadas, sometida a las acciones
G+QSCU. Alternativamente, puede modelarse únicamente las bandas tipo suponiendo sus
aristas longitudinales apoyadas/empotradas (salvo en voladizos laterales)
R 2m
modelo emparrillado: la posición de las barras longitudinales, fijada por las características
torsionales del tablero, y las características mecánicas asignadas a las barras transversales
(computando también la acción de las losa inferior), obligan a la evaluación adicional de la
flexión local. Esta se analiza por bandas tipo, con las condiciones de contorno ideales
definidas para los tableros de viga y losa sobrepuesta
Evidentemente, con este análisis adicional se pretende estimar la flexión del piso del tablero sin necesidad de
procesar un modelo global tipo lámina plegada, más costoso, cuando las características morfológicas del tablero permiten
su análisis como viga (tableros de luces medias con sección doble-viga o en cajón) o como emparrillado (caso de los
tableros de vigas y losa)
En el primer caso, la losa superior se supone simplemente apoyada sobre las almas, como simplificación del
problema. Una segunda aproximación, adecuada para los emparrillados que modelan tableros de vigas longitudinales y
losa sobrepuesta, o losas aligeradas, consiste en adoptar condiciones de contorno ideales para las bandas de losa
resultantes: simple apoyo/empotramiento+borde libre en bandas de voladizo
En todos los casos, la flexión local del piso se puede estimar mediante un modelo de barras, o emparrillado, o bien
mediante EF 2D tipo placa. A continuación, se muestran ejemplos para ambas posibilidades
Por último, recordar que el cálculo local no determina totalmente el estado tensional del piso del tablero. Solo
proporciona las flexiones locales de la losa de hormigón o del piso ortótropo metálico, que a su vez deben sumarse a los
esfuerzos de membrana debidos a la flexión global del tablero
Caso (I): tablero modelado como viga. Esta situación es la que menos dudas ofrece, puesto que el modelo global supone la sección
transversal perfectamente rígida y por lo tanto ignora totalmente los efectos locales
Estos pueden entonces evaluarse por dos técnicas alternativas, mediante emparrillado de barras (EF 1D) o como losa continua (EF 2D)
apoyada sobre las almas de las vigas físicas. Para ilustrar ambas opciones, nos interesaremos por un tablero en cajón unicelular de vano único,
de 30 m de luz, cuya sección transversal se representa a continuación. Lo supondremos simplemente apoyado y con diafragmas perfectamente
rígidos en las secciones extremas
12.00
6.00
Análisis mediante emparrillado de barras (EF 1D). Como primer ejemplo, se procesan dos emparrillados de barras, aumentando la densidad de la retícula con
el fin de observar la evolución de la respuesta en función del número y distribución de los elementos. Las barras transversales se toman de sección constante
3×100 kN
3×100 kN
30 m
3m
2m 6m
3m
3×100 kN
3×100 kN 30 m
3m
6m
2m
3m
Emparrillado 1 w=9,03 mm
3×100 kN
3×100 kN
Emparrillado 2 w=9,12 mm
2m
Emparrillado 1. Diagramas de momentos flectores en las barras transversales y longitudinales más solicitadas y valor de los esfuerzos máximos equivalentes en la losa
Modelo 1 Modelo 2
Myy=−42,15 kN
Mxx=20,77 kN
Myy=54,18 kN
Emparrillado 2. Diagramas de momentos flectores en las barras transversales y longitudinales más solicitadas y valor de los esfuerzos máximos equivalentes en la losa
Myy=−44,35 kN
Mxx=19,01 kN
Myy=53,12 kN
Análisis como losa continua (EF 2D). Se han procesado tres densidades de malla distintas, reduciendo progresivamente el tamaño del elemento para observar la
evolución de la respuesta según el grado de refinamiento del mallado. El resultado se muestra en forma de mapas de flechas (superficie deformada) y momentos flectores
3×100 kN 3×100 kN
3×100 kN 3×100 kN
3m 30 m
6m
2m 1.5 m 2m
3m
3×100 kN
3×100 kN
6m
3m
1.5 m 2m
3×100 kN
3×100 kN
6m
3m
1.5 m 2m
3×100 kN
3×100 kN
2m
3×100 kN
3×100 kN
2m
3×100 kN
3×100 kN
2m
3×100 kN
3×100 kN
1.5 m 2m
3×100 kN
3×100 kN
1.5 m 2m
3×100 kN
3×100 kN
1.5 m 2m
Caso (II): tablero modelado como emparrillado. Este segundo caso resulta menos claro que el anterior puesto que el modelo global
ya reproduce en cierta medida la flexión del piso. Por lo tanto, el grado de refinamiento de la retícula del plano superior del emparrillado
determinará la necesidad de un cálculo local complementario. Si así fuera, el plantear un modelo para el cálculo local que abarcara la totalidad
del piso carece de sentido (sería preferible refinar la retícula del plano superior del modelo global) y tendremos que conformarnos con una
aproximación mediante condiciones de contorno ideales (apoyo/empotramiento/libre) para las bandas de losa superior entre almas de las
vigas físicas. Los tableros físicamente organizados como emparrillado, tipo (e) según 3.1 es decir con riostras transversales o vigas de piso,
pueden exigir entonces analizar dos vanos consecutivos de piso, con el fin de reproducir con mayor exactitud el empotramiento debido a
cargas concentradas actuantes en vanos alternos
(1)
Cond. de contorno de los bordes long.
2×150 kN
2×150 kN
9 kN/m2 2.5 kN/m2
R 2m
Existen varios métodos, que denominaremos genéricamente históricos, diseñados hace décadas y con la misma
finalidad que las técnicas expuestas en la sección anterior: determinar las flexiones locales del piso bajo la acción de las
cargas puntuales de las ruedas de los vehículos pesados
Todos ellos se basan en la teoría de flexión de las placas delgadas y se presentan tradicionalmente en tres formatos:
Fórmulas analíticas. Se obtienen directamente de las soluciones clásicas para condiciones de borde y
casos de carga específicos. Destaca entre ellas el método de Westergaard
Tablas y ábacos, siendo los más conocidos los de Pigeaud, de escasa aplicabilidad a los casos que nos
interesan, y los de Bakht y Jaeger, específicos para los voladizos laterales
Superficies de influencia. Las de Pücher para losas de espesor constante y distintas condiciones de
contorno, y las de Homberg para losas de espesor variable y longitud infinita, especialmente adaptadas a la
casuística de los tableros de puente
Aunque hoy en día su uso carece de sentido, pueden consultarse en la referencia [42] Monleón, S., "Ingeniería de
puentes: análisis estructural", Ref. 2001-067, Editorial de la Universidad Politécnica de Valencia (1997), capítulo 7 y
fuentes bibliográficas asociadas
Ejemplo: aspecto de las superficies de influencia de Homberg en una losa en voladizo de canto variable (ancho infinito)
1 2
4.0 Motivación
4.1 Losa recta simplemente apoyada
4.2 Modelado mecánico de tableros losa
4.3 Modelado numérico de tableros losa
4.4 Comentarios finales
<Módulos didácticos>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
En el contexto actual del cálculo de estructuras (disponibilidad de equipos y códigos para procesar un método
unificado, el MEF) la selección del modelo solo debe tener en cuenta aspectos morfológicos, relegando a un segundo
plano las cuestiones de cálculo
Consecuentemente, si el modelo losa supone una distribución superficial uniforme de las propiedades mecánicas
(rigideces), será válido para aquellos tableros que más se ajusten a esta característica: los tableros macizos o aligerados
de gran anchura y espesor constante
<4.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
En cuanto a la evaluación de la respuesta, la elección entre la resolución analítica o numérica (MEF) no da lugar a
dudas dada la mayor eficiencia de los códigos de elementos finitos para abordar plantas y condiciones de sustentación
arbitrarias. Sin embargo, los programas de cálculo simbólico, aunque de aplicación limitada a condiciones de contorno
canónicas, permiten obtener soluciones exactas con poco esfuerzo y un alto nivel de interacción, lo cual favorece la
formación estructural del estudiante
Por este último motivo, comenzaremos por desarrollar la solución analítica para la flexión de un tablero de planta
recta, para posteriormente abordar el punto clave del tema: como plasmar el modelo, esto es, establecer sus rigideces a
partir de la geometría real del tablero y esencialmente de su sección transversal
<4.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
x Qx x
z=-h/2 txz* Mxy
tyz* sX* Qy
Mxx
z txy* Myy
tyx*
y y
sy* Myx
z=h/2
h/ 2 h/ 2 h/ 2
∫−h / 2τ xz dz ∫−h / 2 zσ x dz ∫−h / 2 zτ xy dz
* * *
Esfuerzos en una x-sección: Qx = M xx = M xy =
h/ 2 h/ 2 h/ 2
∫−h / 2τ yz dz ∫−h / 2 zσ y dz ∫−h / 2 zτ yx dz
* * *
Esfuerzos en una y-sección: Qy = M yy = M yx =
∂Q x ∂Qy ∂M xx ∂M yx ∂M xy ∂M yy
Ecuaciones de equilibrio interno: + + qz = 0 + = Qx + = Qy
∂x ∂y ∂x ∂y ∂x ∂y
⎧u∗ ⎫ ⎡0 z 0⎤ ⎧ w ⎫
⎪ ∗⎪ ⎢0 0 z ⎥ ⎪ϕ ⎪
⎨v ⎬ = ⎢ ⎥⎨ x ⎬
x ⎪w ∗ ⎪ ⎢⎣ 1 0 0⎥⎦ ⎪⎩ϕ y ⎪⎭
⎩ ⎭
z
w ∂w Deformaciones:
ϕx = −
w* ∂x
∂u ∗ ∂ϕ ∂v ∗ ∂ϕ y
ε x∗ = = z x = −zK xx , ε y∗ = =z = −zK yy
∂x ∂x ∂y ∂y
∂v ∗ ∂u ∗ ⎛ ∂ϕ y ∂ϕ x ⎞
γ xy
∗
= + = z⎜⎜ + ⎟⎟ = −z (K yx + K xy )
∂x ∂y ⎝ ∂x ∂y ⎠
∂w
u* En el plano (y,z): ϕ y = −
∂y
por lo que la condición de regularidad de la normal (hipótesis de Love-Kirchhoff), que requiere gxz*=gyz*=0, conduce a las definiciones de
las rotaciones ϕx y jy empleadas anteriormente
⎧⎪σ xx
∗
⎫⎪ 1 ⎡ E x ν y E x ⎤ ⎧⎪ε xx
∗
⎫⎪ z ⎡ E x ν y E x ⎤ ⎧K xx ⎫
⎨ ∗ ⎬= ⎨ ∗ ⎬=− ⎨ ⎬
⎪⎩σ yy ⎪⎭ 1 − ν xν y
⎢ν E
⎣ x y E y ⎦⎪
⎥
⎩ε yy ⎪⎭ 1 − ν xν y
⎢ν E
⎣ x y E y ⎥⎦ ⎩K yy ⎭
luego
M xy = −G xy (K xy + K yx )∫
h/ 2
z 2 dz
−h / 2
Gxy h 3
=− (K xy + K yx )
12
Ortotropía geométrica. En tableros de puentes, el modelo ortótropo puede utilizarse para tratar el caso de las losas alveolares o bien el
de las losas nervadas, siempre que aligeramientos y nervaduras estén suficientemente distribuidos. En tal caso, las relaciones anteriores
pasan a escribirse:
⎧M xx ⎫ ⎡Dxx D1 ⎤ ⎧K xx ⎫ ⎧M xy ⎫ ⎧Dxy ⎫
⎨ ⎬ = −⎢ ⎥ ⎨ ⎬ , ⎨ ⎬ = −⎨ ⎬(K xy + K yx )
⎩M yy ⎭ ⎣ D2 Dyy ⎦ ⎩K yy ⎭ ⎩M yx ⎭ ⎩Dyx ⎭
Ecuaciones de la losa ortótopa. Resultan de llevar a la ecuación de equilibro de fuerzas verticales, las relaciones entre cortantes y
campo de momentos derivadas del equilibrio local de momentos:
∂ 2 M xx ∂ (M yx + M xy ) ∂ M yy
2 2
+ + + qz = 0
∂x 2 ∂x∂y ∂y 2
Recurriendo entonces a las ecuaciones constitutivas se llega a:
∂ 4w ∂ 4w ∂ 4w
Dxx + 2H + D yy = qz
∂x 4 ∂x 2 ∂y 2 ∂y 4
con
2H = D1 + 2(Dxy + Dyx ) + D2
Condiciones de contorno. Se han de satisfacer en cada punto de la curva cerrada ∂Ω(s) que delimita la superficie media Ω(x,y) de la
placa:
∫∂Ω
(
⎡
) ∂ŵ ⎤ ∂Mνs
⎢ Vν − fz ŵ − (Mνν − mνν ) ∂ν ⎥ds = 0 , Vν = Qν + ∂s
ˆ
⎣ ⎦
Geometría y condiciones de contorno del problema. En esta fase, prescindiremos de posibles voladizos laterales
2b
Construcción de la solución. Para dominios Ω(x,y) rectangulares con simple apoyo en x=(0,L) la solución analítica del problema de
flexión puede darse en la forma: ∞
w ( x , y ) = ∑ sinα N x w N ( y ) , α N = Nπ / L
N =1
∂ϕ ∞ ∂ϕ y
K xy = − x = ∑ α N w N′ cosα N x = − = K yx
∂y N =1 ∂x
Campo de momentos
( )
∞
M xx = −(Dxx K xx + D1K yy ) = ∑ α N2 Dxx w N − D1w N′′ sinα N x
N =1
( )
∞
M yy = −(D2 K xx + Dyy K yy ) = ∑ α N2 D2w N − Dyy w N′′ sinα N x
N =1
∞
M xy = −Dxy (K xy + K yx ) = −2Dxy ∑ α N w N′ cosα N x
N =1
∞
M yx = −Dyx (K xy + K yx ) = −2Dyx ∑ α N w N′ cosα N x
N =1
∂M xy ∂M yy
[ ]
∞
Qy = + = ∑ α N2 (2Dxy + D2 )w N′ − Dyy w N′′′ sinα N x
∂x ∂y N =1
∂M xy
[ ]
∞
Vx = Q x + = ∑ α N α N2 Dxx w N − (2H − D2 )w N′′ cosα N x
∂y N =1
∂M yx
[ ]
∞
Vy = Q y + = ∑ α N2 (2H − D1 )w N′ − Dyy w N′′′ sinα N x
∂x N =1
Resolución. Determinadas las funciones wN(y) para todo N, los restantes desplazamientos y esfuerzos del modelo se calculan mediante las
series definidas en los puntos anteriores. Llevando la serie que proporciona w(x,y) a la ecuación de la losa ortótropa resulta:
∞ ⎡ d 2w N d 4w N ⎤
∑ ⎢α N Dxxw N − 2α N H
4 2
dy 2
+ D yy
dy 4 ⎦
⎥ sinα N x = q z
N= 1 ⎣
Multiplicando por la función ortogonal (2/L)sinaM x e integrando sobre la longitud de la losa, xŒ[0,L], se obtienen ecuaciones no triviales solo
cuando M=N:
d 4w N d 2w N
Dyy − 2α 2
N H + α N4 Dxx w N = q zN
dy 4 dy 2
Con las amplitudes del desarrollo en serie de la densidad superficial de carga qz(x,y) dadas por las funciones:
2 L
L ∫x =0
q zN ( y ) = sinα N x q z ( x , y )dx
Ecuación característica
Dyy m 4 − 2α N2 Hm 2 + α N4 Dxx = 0
⎡ 2 ⎤
⎢ H ⎛ H ⎞ D ⎥
m =α2 2
± ⎜ ⎟ − xx
⎢D N ⎜ ⎟ ⎥
⎢⎣ yy ⎝ Dyy ⎠ Dyy
⎥⎦
⎧ λ1 = α N r1 λ2 = α N r2
⎨
⎩ λ3 = −λ1 λ 4 = −λ2
(2) H2=DxxDyy: dos raíces reales dobles λ=±αN. Es el caso de las losas isótropas
1 1
(3) H2<DxxDyy: todas las raíces son complejas ⎡ ⎞⎤
2 ⎡ ⎛ ⎞⎤
2
1 Dxx ⎛⎜ H 1 Dxx H
r3 = ⎢⎢ 1+ ⎟⎥ , r4 = ⎢⎢ ⎜1 − ⎟⎥
2 Dyy ⎜ Dxx Dyy ⎟⎥ 2 Dyy ⎜ Dxx Dyy ⎟⎥
⎢⎣ ⎝ ⎠ ⎥⎦ ⎢⎣ ⎝ ⎠ ⎥⎦
Solución particular. Sea uN(y)={wN(y) ϕyN(y)}T los desplazamientos de los puntos materiales de una y-sección y fyN(y)={VyN(y) MyyN(y)}T los
esfuerzos consistentes. Tendremos entonces:
Mientras que ΦN(y) es un operador fundamental y Φ0N su valor en (y=−b). El primero puede obtenerse mediante el algoritmo siguiente:
⎧ wN ( y ) ⎫ ⎡ 1 0 0 0 ⎤ ⎧w N ( y )⎫
⎪ ϕ (y ) ⎪
⎪ yN ⎪
⎢ 0
⎢ −1 0 0 ⎥⎥ ⎪⎪w N′ ( y )⎪⎪
EN ( y ) = ⎨ ⎬= ⎨ ⎬
V
⎪ yN ( y ) ⎪
⎢ 0 α N (2H − D1 )
2
0 − Dyy ⎥ ⎪w N′′ ( y )⎪
⎢ 2 ⎥
⎪M yyN ( y )⎪
⎩ ⎭ ⎢⎣α N D2 0 − Dyy 0 ⎥⎦ ⎪⎩w N′′′ ( y )⎪⎭
El vector de derivadas del desplazamiento transversal se deduce directamente de la solución homogénea puesto que para esta
[
w N ( y ) = e λ1y e λ2 y e − λ1y ]
e − λ2 y {k i }i =1a 4
si H2πDxxDyy o bien
[
w N ( y ) = eα N y e −α N y ye α N y ]
ye −α N y {k i }i =1a 4
para losas isótropas
Aplicación a un caso de carga. Supongamos que actúa un densidad lineal de carga uniforme q a lo largo de (y=y0) para x∈[x1 , x2]
y0 (1) Los coeficientes de Fourier correspondientes a la carga considerada son:
2 L
y q zN = ∫ senα N x q z ( x )dx
L x =0
2q
= (cosα N x1 − cosα N x 2 )
x1 Nπ
q L El cuchillo de densidad q es adecuado para representar cargas concentradas
ideales aplicadas en la cara superior del tablero puesto que estas sufren una
x2 difusión a través del pavimento y del espesor de la losa (además la IAP-11
supone que se reparten sobre huellas rectangulares, de 0.4×0.4 m para los
vehículos pesados):
P
q q=P/(x2-x1)
y0 x a
eP
h |x2−x1|=a+(h+2eP)tanθ h x
a=0.4 m y θ≈45º
2b x2-x1
La solución tiene una convergencia muy sensible al valor de |x2-x1|, aunque variable para cada una de sus componentes, siendo esta más rápida cuanto más largo es este
segmento
Para esta ley de carga, las componentes del vector estado EN(y) del caso isótropo pueden expresarse empleando funciones adimensionales:
PL2 ∞
cosα N x1 − cosα N x 2
w( x, y ) =
D
∑ sinα
N =1
N x
α N (x 2 − x1 )
wN(y )
PL ∞ cosα N x1 − cosα N x 2
ϕy ( x, y ) = ∑
D N =1
sinα N x
α N ( x 2 − x1 )
ϕ yN ( y )
2P ∞ cosα N x1 − cosα N x 2
Vy ( x , y ) = ∑
L N =1
sinα N x
α N ( x 2 − x1 )
V yN ( y )
∞
cosα N x1 − cosα N x 2
M yy ( x , y ) = 2P ∑ sinα N x M yyN ( y )
N =1 α N ( x 2 − x1 )
Estas a su vez permiten evaluar directamente las restantes componentes de la respuesta. Por ejemplo para ϕx:
ϕ xN ( y ) = −α N w N ( y )
luego
PL ∞ cos α N x1 − cos α N x 2
ϕx ( x, y ) = − ∑
D N =1
Nπ cos α N x
α N ( x 2 − x1 )
wN(y )
2P ∞ cosα N x1 − cosα N x 2 ⎡1 − ν ⎤
∑ ⎢ 2 (Nπ ) w N ( y ) + M yyN ( y )⎥
2
Análogamente: Qx ( x , y ) = Nπcosα N x
L N =1 α N ( x 2 − x1 ) ⎣ ⎦
2P ∞
cosα N x1 − cosα N x 2 ⎡ 1 − ν
Qy ( x , y ) = ∑ sinα N x ⎢ (Nπ )2 ϕ yN ( y ) + V yN ( y )⎤⎥
L N =1 α N (x 2 − x1 ) ⎣ 2 ⎦
∞
cosα N x1 − cosα N x 2 ⎡1 − ν 2 ⎤
M xx ( x , y ) = 2P ∑ sinα N x ⎢ (Nπ )2 w N ( y ) + ν M yyN ( y )⎥
N =1 α N (x 2 − x1 ) ⎣ 2 ⎦
∞
cosα N x1 − cosα N x 2 1 − ν
M xy ( x , y ) = 2P ∑ Nπcosα N x ϕ yN ( y )
N =1 α N ( x 2 − x1 ) 2
Nπb y y0 3 +ν
Variables y funciones auxiliares: βN = , ς = , ς0 = PN = sh2β N + 2β N ch2β N
L b b 1−ν
3 +ν
QN = sh2β N − 2β N ch2β N
ς N = β N ( 1 + ς ) , ς 0N = β N ( 1 + ς 0 ) , η N = β N ( 1 − ς ) 1−ν
RN = ( 3 + ν )sh2β N + ( 1 − ν )2β N
PN U N ( ς 0 ) + 2β N sh2β NVN ( ς 0 ) S N = ( 3 + ν )sh2β N − ( 1 − ν )2β N
ω0N ( y ) =
R N SN
QNVN ( ς 0 ) − 2β N sh2β N U N ( ς 0 ) U N ( ς ) = 2chη N − ( 1 − ν )η N shη N
φ0 N ( y ) =
R N SN VN ( ς ) = ( 1 + ν )shη N + ( 1 − ν )η N chη N
y∈] y0 , b]
2chς N − ( 1 − ν )ς N shς N ( 1 + ν )shς N + ( 1 − ν )ς N chς N 1 − ( ς N − ς 0N )
wN ( y ) = ω0N − φ0 N − sh( ς N − ς 0N )
(Nπ )3
(Nπ ) 3
(Nπ )3
2chς N + ( 1 − ν )ς N shς N ( 1 + ν )shς N − ( 1 − ν )ς N chς N ς N − ς 0N
ϕ yN ( y ) = φ0 N − ω0 N + sh( ς N − ς 0N )
(Nπ ) 2
(Nπ ) 2
(Nπ )2
1−ν
[( 3 + ν )shς N − ( 1 − ν )ς N chς N ]ω0N (1 − ν )2 ς 1−ν
VyN ( y ) = − N shς N φ0 N − ch( ς N − ς 0 N ) + ( ς N − ς 0N )sh( ς N − ς 0N )
2 2 2
Ejemplo de aplicación. Losa maciza de dimensiones L×2b=20×20 m y 1m de espesor, cargada con 100 kN repartidos linealmente entre
las secciones x1=9.5 m y x2=10.5 m y excentricidad y0
Simulación de la carga
1 1
1
0.8 0.8
0.8
0.6
0.6 0.6
0.4
0.4 0.4
0.2 0.2
0.2
<4.1.6 EJEMPLO>
-0.29 -0.2
-0.2
-0.25 -0.3
-10 -5 5 10
-0.3 -0.4
-0.31
-0.5
-0.32 -0.35
-0.6
-0.33
-10 -5 5 10
-0.7
-0.34 -0.45
-10 -5 5 10
<4.1.6 EJEMPLO>
40
80
40
35
60
30
30
40
25
20
20
-10 -5 5 10
-10 -5 5 10 -10 -5 5 10
y0=0 , N=20 35
y0=b/4 , N=30 Myy=37.12 -10 y0=b , -5N=100 5 10
Myy=36.46
30
30
-2
25
20 20
-4
15
10 10
-6
5
Myy=−7.76
-10 -5 5 10
-10 -5 5 10
<4.1.6 EJEMPLO>
Modelado mecánico. Consiste en definir los coeficientes Dxx a Dyx a partir de la morfología de las secciones transversales más usuales
en esta tipología (suponemos espesor constante)
Eh 3
1 Losa maciza (caso isótropo) Dxx = Dyy = =D
12( 1 − ν 2 )
D 1= D2 = νD
h 1−ν
Dxy = Dyx = D
2
Eh 3 ⎡ 3πρ ⎛ d ⎞ 4 ⎤
2 Losa con aligeramientos Ø Dxx = ⎢1 − ⎜ ⎟ ⎥
12( 1 − ν 2 ) ⎢⎣ 16 ⎝ h ⎠ ⎥⎦
⎡ ⎛d ⎞ ⎤
4
Eh 3
h Dyy = ⎢1 − 0.95⎜ ⎟ ⎥
12( 1 − ν 2 ) ⎢⎣ ⎝ h ⎠ ⎥⎦
b D1 = D2 = νDyy
r=h/b
Gh 3 ⎡ ⎛d ⎞ ⎤
4
Voladizos laterales. No se consideran al determinar las rigideces del modelo, debiendo ser únicamente objeto de cálculo local
Elementos finitos para el análisis “espacial” de losas. En las secciones anteriores, nos hemos limitado a presentar el
problema de flexión de una losa ortótropa, pero en el análisis del tablero también deberemos dar solución al efecto de las
cargas horizontales, que activan la respuesta membrana. Por el rango de luces al que se aplica esta tipología, el control
de las flexiones constituye el objetivo principal del dimensionamiento. Además, el estado membrana está desacoplado de
la flexión en elementos estructurales sin curvatura, lo que habilita en todo caso un análisis individual de cada respuesta si
nos decantamos por soluciones analíticas.
Sin embargo, el análisis en rigidez mediante EF le resta sentido a este planteamiento, proporcionando la enorme ventaja de
poder utilizar un único modelo para cualquier tipo de acción exterior, además de habilitar el cálculo de tableros con
plantas no rectas, como los puentes oblicuos o curvos de apoyos paralelos en estribos, para los cuales ya no pueden
construirse soluciones exactas, pese a constituir casos geométricamente simples. Que decir tiene que formas en planta de
mayor complejidad o apoyos en pilas exigen invariablemente recurrir al MEF.
Además, la deformación por cortante puede incorporarse sistemáticamente al análisis, aspecto que como sabemos (ver el
modelo emparrillado), cobra particular relevancia en losas aligeradas.
Desplazamientos computados. Serán las funciones u(x,y)={u(x,y),v(x,y),w(x,y),ϕx(x,y) ,ϕy(x,y)}T es decir, los propios de elementos
tipo lámina o shell
elemento cuadrangular
y (e)
ui={ui,vi,wi,jxi ,jyi}T
i ue={ui}i=1 a 8 , 40 GDLs
elemento triangular*
(e)
i ui={ui,vi,wi,jxi ,jyi}T
ue={ui}i=1 a 6 , 30 GDLs
x
(*) este elemento permite variar la densidad del mallado rectangular en zonas
que lo requieren (en torno a apoyos por ejemplo)
(**) esta sería la disposición geométrica de elementos y espesores asignados
para un modelo losa plano.
Los voladizos se incorporan al modelo**
Mejora del modelo propuesto. El modelo plano planteado anteriormente puede refinarse todavía más, aprovechando que los GDL
seleccionando habilitan directamente el análisis espacial
Nudos de
dimensión finita
Los voladizos laterales se modelan en su posición espacial real,
esto es con una excentricidad d respecto al plano neutro del cuerpo
central del tablero, igual a (h−hv)/2 si los aligeramientos son alvéolos
circulares centrados y los voladizos tienen espesor constante
Ello requiere emplear Nudos de Dimensión Finita, que conecten el
plano neutro del cuerpo central del tablero con el de los voladizos
Si los voladizos laterales son de espesor variable, basta mallarlos
dentro de su plano medio, que resultará ligeramente inclinado en
sección
Con esta disposición, el modelo captará tanto la flexión local como
el arrastre de cortante en las alas laterales
Limitaciones del modelo. En la introducción de este tema se estableció como única limitación a la aplicación del
modelo que las losas tuvieran una distribución de rigidez en sección transversal lo más uniforme posible. Evidentemente,
esta cuestión solo afecta a las losas aligeradas y resulta lógico plantear algún criterio al respecto. En este sentido, se
suele exigir que el área aligerada sea menor del 60% del área total, restricción que suele satisfacerse sobradamente en
el caso de aligeramientos Ø
Cálculo local. En general, el cálculo local queda integrado en la flexión global de la losa salvo en el caso de
aligeramientos rectangulares, siempre que la separación entre almas sea excesiva (>1.20 m puesto que las cargas
concentradas de 150 kN se reparten sobre cuadrados de 0.40â0.40 m). Los voladizos laterales se suponen incorporados
al modelo de EF
Tratamiento de las acciones horizontales. En modelos 2D sin curvatura (placas) los estados membrana y flexión se
desacoplan. Por lo tanto, la solución analítica del estado membrana, producto de las acciones contenidas en el plano
horizontal, exigirá resolver un nuevo problema con u(x,y)={u,v}T, fx={Nxx,Nxy}T y fy={Nyx,Nyy}T. Sin embargo, como en
general el problema se resuelve por el MEF, basta seleccionar el elemento adecuado (tipo shell) para tratar
simultáneamente cualquier tipo de acción. Además, ello también permite tener en cuenta la posición real de los voladizos
laterales mediante nudos de dimensión finita, con lo que también se captará el arrastre de cortante en las alas
5.0 Motivación
5.1 Lámina plegada recta simplemente apoyada
5.2 Modelado mecánico de tableros de pared delgada
5.3 Modelado numérico de tableros de pared delgada
5.4 Comentarios finales
<Módulos didácticos>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
La lámina plegada es el modelo más sofisticado que cabe plantear en el contexto del análisis de tableros de puente y
genéricamente, este puede presentarse como un sistema espacial de elementos 2D
Al igual que para el modelo losa, la situación actual del cálculo de estructuras (disponibilidad de equipos y códigos para
procesar un método unificado, el MEF) conduce a que la selección del modelo solo debe tener en cuenta aspectos
morfológicos, relegando a un segundo plano las cuestiones de cálculo
Por ello, el contenido de este tema se ha estructurado de forma idéntica al dedicado al análisis de tableros losa:
Lamina plegada recta simplemente apoyada, solución exacta
Modelado mecánico de tableros de pared delgada
Modelado numérico de tableros de pared delgada
aunque en este caso, el interés por las soluciones analíticas, incluso con fines exclusivamente didácticos, se ve
fuertemente mermado por la mayor complejidad de la formulación simbólica derivada de la topología del modelo (sistema
espacial)
<5.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
La optimización de la distribución del material resistente en tableros de puente conduce naturalmente a la adopción de
formas estructurales más eficientes, que combinen ligereza y rigidez. En este sentido, las construcciones de pared,
delgada de gran aplicación en la ingeniería naval y aeronáutica, proporcionan indudablemente la mejor solución
<5.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
El análisis de este tipo de tableros requiere un modelo que conjugue las características de comportamiento de las
láminas (coexistencia de los estados de membrana y flexión) con las propiedades geométricas de la construcción, que
puede visualizarse como un sistema de placas o láminas unidas entre sí a lo largo de aristas longitudinales
2b
diafragma rígido
elemento de lámina
L plegada (e)
Por ello constituye el modelo más sofisticado y de aplicación más costosa, pero el más eficiente en la predicción de
la respuesta de las estructuras de pared delgada
<5.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
Tratándose de puentes, las secciones transversales afines a esta caracterización estructural pueden ser cerradas o
abiertas, homogéneas (de hormigón o metálicas) o mixtas
(a) (b)
(d)
(c)
Secciones transversales standard de tableros modelables como lámina plegada: cajón único en
HP (a) y mixto (b), cajón bicelular en HP (c) y sección abierta de doble viga o en p metálica (d)
<5.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
A la vista de estas secciones, resulta inevitable cuestionar la utilidad de un modelo mucho más sofisticado que la viga,
dada la aparente coincidencia de formas que ambos permiten abordar
Sección abierta de HP Sección multicelular en acero
Sección multicelular de HP
<5.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
En cuanto a la evaluación de la respuesta, la elección entre una resolución analítica o numérica (MEF) no da lugar a
dudas dada la mayor eficiencia de los códigos de elementos finitos para abordar plantas y condiciones de sustentación
arbitrarias, variación de canto o modelado de diafragmas y sobre todo por sus opciones de pre y post-proceso, cada vez
más adaptadas al modelado y chequeo de puentes. Los programas de cálculo simbólico permiten obtener soluciones
exactas, pero con un esfuerzo de programación notablemente superior al caso de las losas, y con unas restricciones
morfológicas todavía mayores, lo cual limita en gran medida su interés, exclusivamente didáctico
Por todo ello, la presentación de la resolución analítica de un tablero de planta recta, de pared delgada, simplemente
apoyado, mediante el modelo lámina plegada se ha sintetizado al máximo
En cambio, el apartado siguiente, destinado a como plasmar el modelo, resulta muy natural dada la extraordinaria
proximidad física entre estructura real y modelo (solo los paneles metálicos pueden plantear alguna duda a la hora de
establecer sus rigideces)
<5.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
Topología del modelo. Supondremos que el modelo está formado por paneles (e) de dimensiones 2b×L, apoyados en los diafragmas
extremos, y posee uniones rígidas entre placas a largo de los pliegues. Estas condiciones permitirán una formulación armónica, como en el
caso de la placa simple
y
2b
diafragma rígido
elemento de lámina
plegada (e)
x
x Nxx
z=-h/2 txz*
∂w
En el plano (y,z): v y ϕ y = −
∂y
Nuevamente hemos impuesto la condición de regularidad de la normal (hipótesis de Love-Kirchhoff), que requiere gxz*=gyz*=0 y conduce
a las definiciones de las rotaciones ϕx y jy empleadas
Ortotropía geométrica. En cada panel de un tablero de pared delgada, el modelo ortótropo puede utilizarse para tratar el caso de las
caras nervadas (rigidizadas), siempre que los rigidizadores estén suficientemente distribuidos. En tal caso, las relaciones constitutivas pasan a
escribirse:
⎧M xx ⎫ ⎡Dxx D1 ⎤ ⎧K xx ⎫ ⎧M xy ⎫ ⎧Dxy ⎫
⎨ ⎬ = −⎢ ⎥ ⎨ ⎬ , ⎨ ⎬ = −⎨ ⎬(K xy + K yx )
⎩M yy ⎭ ⎣ D2 Dyy ⎦ ⎩K yy ⎭ ⎩M yx ⎭ ⎩Dyx ⎭
⎧N xx ⎫ ⎡C xx C1 ⎤ ⎧e xx ⎫ ⎧N xy ⎫ ⎧C xy ⎫
⎨ ⎬= ⎢C ⎨ ⎬ , ⎨ ⎬= ⎨ ⎬(e xy + eyx )
⎩N yy ⎭ ⎣ 2 Cyy ⎥⎦ ⎩eyy ⎭ ⎩N yx ⎭ ⎩C yx ⎭
∂u ∂v ∂ϕ x ∂ 2w ∂ϕ y ∂ 2w
e xx = , eyy = K xx = − = , K yy = − =
∂x ∂y ∂x ∂x 2 ∂y ∂y 2
∂u ∂v ∂ϕ ∂ 2w ∂ 2w ∂ϕ y
e xy = , eyx = K xy =− x = = =− = K yx
∂y ∂x ∂y ∂y∂x ∂x∂y ∂x
(2) transformación de coordenadas consiste en expresar la ecuación de rigidez de cada panel, determinada en
coordenadas locales (x,y,z), en coordenadas generales (X,Y,Z)
(3) ecuación de rigidez del tablero se obtiene de imponer las condiciones nodales de equilibrio de fuerzas y
compatibilidad de movimientos entre todos lo paneles unidos a lo largo de
una misma arista
Ecuación de rigidez del panel aislado. Si los desplazamientos y esfuerzos primarios del problema son los asociados a una y-sección:
u(x,y)={u(x,y) v(x,y) w(x,y) jy(x,y)}T
fy(x,y)={Nyx(x,y) Nyy(x,y) Vy(x,y) Myy(x,y)}T
estos permitirán expresar directamente las condiciones de contorno (equilibrio de fuerzas y compatibilidad de movimientos) a lo largo de las
aristas (y=±b). Agrupados en el vector estado E(x,y) tendremos:
⎧ u( x , y ) ⎫
E( x , y ) = ⎨ ⎬
⎩fy ( x , y )⎭
u,x jy Qy
Nyy z,w
Myx
Nyx Myy
(a) (b)
Ecuación de rigidez del panel aislado. Para condiciones de contorno canónicas (paneles simplemente apoyados en los diafragmas
extremos), el vector estado puede expresarse como una serie del tipo Lévy:
∞ ∞
u( x , y ) = ∑ ΨN ( x ).uN ( y ) , fy ( x , y ) = ∑ ΨN ( x ).fyN ( y )
N =1 N =1
Bordes apoyados (x=0,L): y
⎡cosα N x 0 0 0 ⎤
v*=w*=0 , sx*=0 2b ⎢ 0 sinα N x 0 0 ⎥⎥
ΨN ( x ) = ⎢
⎢ 0 0 sinα N x 0 ⎥
⎢ ⎥
⎣ 0 0 0 sinα N x ⎦
L
Ex ⎛ ∂u ∗ ∂v ∗ ⎞
σ x∗ = ⎜ + ν ⎟
⎜ ∂x ∂y ⎟⎠
y
1 − ν xν y ⎝
Condiciones de contorno en las
x Ex ∞
∑ senα x[− α u N ( y ) + v N′ ( y )]
aristas simplemente apoyadas
= N N
1 − ν xν y N =1
Ecuación de rigidez del panel aislado. Bajo este supuesto, el vector estado E(x,y)={u(x,y),fy(x,y)} puede expresarse de la siguiente
forma:
⎧ u( x , y ) ⎫ ∞ ⎡ΨN ( x ) 0 ⎤ ⎧uN ( y ) ⎫
E( x , y ) = ⎨ ⎬ = ∑⎢ ⎨ ⎬
⎩fy ( x , y )⎭ N =1 ⎣ 0 ΨN ( x )⎥⎦ ⎩fyN ( y )⎭
En la fórmula anterior, el operador GN(y) es el operador fundamental del problema de equilibrio del panel (membrana y placa, 8×8), mientras
que el vector QN(y) contiene las transformadas de Fourier de las densidades superficiales de carga (4×1). Particularizando la solución general
de cada panel a lo largo de la arista (y=b) tendremos:
⎧⎪uN y =b
⎫⎪ ⎡GuuN GufN ⎤ ⎧⎪uN y =−b
⎫⎪ b ⎡G ( −t )⎤
⎬ − ∫t = − b ⎢
y =b y =b ufN
⎨ ⎬= ⎢ ⎥⎨ ⎥.Q N ( t )dt
⎪⎩fyN y =b ⎪⎭ ⎢⎣ GfuN y =b
GffN y =b ⎥
f
⎦ ⎪⎩ yN y =−b ⎪⎭ ⎣ GffN ( −t ) ⎦
Ecuación de rigidez del panel aislado. Sea ahora u1N=uN|y=-b , f1N=-fyN|y=-b , u2N=uN|y=b , f2N=fyN|y=b , despejando en la
ecuación anterior (transferencia) la fuerzas nodales fiN={TiN NiN ViN MiN}T en función de los movimientos uiN={uiN viN wiN jiN}T se llega a:
−1 −1
K 11N = GufN .GuuN K 12N = −GufN
−1 −1
K 21N = GfuN − GffN .GufN .GuuN K 22N = GffN .GufN
⎧ f 0 = −K b
e
⎧ f10N ⎫ ⎪ 1N 12 N ∫t = − b GufN ( −t ).Q N ( t )dt
Q =⎨ 0 ⎬ ,
N ⎨ 0 b
⎩f2N ⎭ ⎪⎩ f2N = K 21N ∫t = − b GufN ( t ).Q N ( t )dt
Ecuación de rigidez del panel aislado. Teniendo en cuenta el desacoplamiento membrana-flexión, la composición de la matriz de
rigidez del panel es:
⎡k11
m m
k12 0 0 ⎤ ⎡ k13
m m
k14 0 0 ⎤
⎢ m ⎥ ⎢ m m ⎥
k 0 0 ⎥ ⎢− k14 k 24 0 0 ⎥
K 11N =⎢ 22
K =
⎢ b
k11 b ⎥
k12
12 N
⎢ 0 0 b
k13 k14b ⎥
⎢ b
⎥ ⎢ b b
⎥
⎢⎣ k 22 ⎥⎦ ⎢⎣ 0 0 − k14 k 24 ⎥⎦
⎡k11 − k12
m m
0 0 ⎤
⎢ m ⎥
k 22 0 0 ⎥
K 21N = KT12N K 22N = ⎢
⎢ b
k11 − k12b ⎥
⎢ b
⎥
⎣⎢ k 22 ⎦⎥
En el caso isótropo, el cálculo explícito de los coeficientes de la matriz de rigidez (acciones membrana y flexión) conduce a fórmulas del
(bN=aN b):
μsh 4 β N − 4 β N 3 −ν Eh
m
k11N = Kα N ... μ= K=
(μsh2β N )2 − (2β N )2 1+ν ( 1 + ν )2
sh 4 β N + 4 β N Eh 3
N = Dα N
b 3
k11 ... D=
(sh2β N )2 − (2β N )2 12( 1 − ν 2 )
Transformación de coordenadas.
⎡1 0 0 0⎤
elemento (e) ⎡λ e
0⎤
⎢
⎢0 cosφ e sinφ e 0⎥⎥
λe = ⎢ 1 e
⎥ , λi = ⎢
⎣0 λ e2 ⎦ 0 − sinφ e cosφ e 0⎥
⎢ ⎥
1 z Y
⎣0 0 0 1⎦ i =1,2
Z
fe ~e ~ e ~e ~ e
fN = K N .uN − Q N
2
y
~e ~
fN = λ eT .fNe , Q eN = λ eT .Q eN
ue = λ e .~
N ue N
~
K eN = λ eT .K eN .λ e
Ecuación de rigidez del tablero. Formación de la matriz de rigidez del tablero y cálculo de las amplitudes de los desplazamientos
nodales ~
u*N = { ~u }
( i )N i =1 a n
~
K *
N .~
u *
N
~
− Q *
N = 0 , ~
u *
N
~
= K [ ]
*
N
−1 ~
.Q *
N
~a ~a ⎧~ ⎧ ~ ⎫
⎡K 11 K12 0 ... 0 0 ⎤ u( 1) ⎫ Q 1a
⎢~ a ~ a ~ b ~b ⎥ ⎪~ ⎪ ⎪ ~ ~ ⎪
⎪ u( 2 ) ⎪
a b
⎢K 21 K 22 + K11 K 12 ... 0 0 ⎥ ⎪ Q 2 + Q1 ⎪
~b ~b ~c ~h ~h ⎪⎪ ~ ⎪⎪Q~b ~c ~h⎪
⎢ 0 K 21 K 22 + K11 + K11 ... K 12 0 ⎥ u( 3 ) ⎪⎪ 2 + Q1 + Q1 ⎪
⎢ ⎥ ⎨ ⎬ = ⎨ ⎬
⎢ ... ... ... ... ... ... ⎥ ⎪ ... ⎪ ⎪ ... ⎪
⎢ ~h ~h ~i ~i ⎥ ⎪~ ~ ~
⎢ 0 0 K 21 ... K 22 + K11 K 12 u( 9 ) ⎪ ⎪ Q 2 + Q1 ⎪
h i
~ ~ ⎥ ⎪~ ⎪ ⎪ ~ ⎪
⎢⎣ 0 0 0 ... K i21 K i22 ⎥⎦ N⎩
⎪u( 10 ) ⎪⎭ N ⎪⎩ Q 2i ⎪⎭ N
~
u( 1) = ~
u a1 ~
u( 2 ) = ~
u a2 = ~
u1b ~
u( 3 ) = ~
u b2 = ~
u1c = ~
u1h ...
Evaluación de la respuesta de cada panel. Determinados los desplazamientos nodales ~uN∗ , se procede como sigue:
(1) Cálculo de las amplitudes de los desplazamientos nodales en coordenadas locales, para cada elemento (e) delimitado por
las aristas i y j:
ueN = λ e .~
uNe
0 ⎤ ⎧⎪~
e
⎡λ u( i ) ⎫⎪
=⎢ 1 ⎥ ⎨~ ⎬
⎣0 λ 2 ⎦ ⎩⎪u( j ) ⎪⎭N
e
⎧u1N ⎫
= [K11N K 12N ]
e e e
f1N ⎨ ⎬ − Q 1N
⎩u 2N ⎭
(3) Cómputo de las componentes del vector estado del elemento (e):
⎧ u( x , y ) ⎫ ∞ ⎡ΨN ( x ) 0 ⎤ ⎧uN ( y ) ⎫
E( x , y ) = ⎨ ⎬ = ∑⎢ ⎥⎨ ⎬
⎩fy ( x , y )⎭ N =1 ⎣ 0 ΨN ( x )⎦ ⎩fyN ( y )⎭
con
ϕx , N xx , N xy , Qx , Qy , M xx , M xy , M yx
Eh
C xx = C yy = =C
1−ν 2
C 1= C2 = νC
1−ν
C xy = C yx = C
Sección multicelular de HP 2
Este caso también puede aplicarse a los paneles de hormigón de las secciones mixtas, que en general coinciden con el piso de estos tableros
sL
C xx = Cf (1 + α RL ) , C yy = Cf (1 + α RT )
ef C 1= ν sCf (1 + α RT ) , C2 = ν sCf (1 + α RL )
1−ν s E e
IRL , JRL C xy = C yx = Cf , Cf = s f2
2 1−ν s
ARL A
Ix , Jx α RL = , α RT = RT
ef sL ef sT
Figura válida para una y-sección, poniendo sT , IRT , JRT para los rigidizadores transversales e Iy , Jy para el nervio transversal. Para el coeficiente R, ver 6.(2.24)
Desplazamientos computados. Serán las funciones u(x,y)={u(x,y),v(x,y),w(x,y),ϕx(x,y) ,ϕy(x,y)}T es decir, los propios de elementos
tipo lámina o shell
elemento cuadrangular
Y
(e)
X ui={ui,vi,wi,jxi ,jyi}T
Z
i ue={ui}i=1 a 8 , 40 GDLs
z
elemento triangular*
(e)
ui={ui,vi,wi,jxi ,jyi}T
ue={ui}i=1 a 6 , 30 GDLs
i
Modelado de la estructura puente. Las pilas, aparatos de apoyo, diafragmas transversales… deben incorporarse al modelo teniendo en
cuenta sus características mecánicas. Por ejemplo, los diafragmas transversales suelen tratarse como membranas, con ue={u,v,qz}T, mientras
que los aparatos de apoyo exigen computar exactamente sus características mecánicas, especialmente en el caso de apoyos de neopreno
zunchado (vuelve a tener un papel determinante el tipo de software disponible) y en algunos casos, introducir nudos de dimensión finita
aparatos
de apoyo
NDF
Modelo 1D para la pila
Toda sección apoyada requiere, en una construcción de pared delgada, la disposición de un diafragma transversal. Por lo tanto, pilas, estribos y diafragmas vendrán
siempre emparejados. Además, en tableros metálicos y mixtos, para contener la distorsión de la sección transversal, la insuficiente rigidez del marco se debe compensar
mediante diafragmas transversales interiores (entre apoyos)
Limitaciones del modelo. Al tratarse de un modelo sofisticado, luego costoso, conviene ser cauto en su elección,
teniendo en cuenta que va a competir directamente con el modelo viga (las normas de materiales aún no están a su nivel)
Distorsión de la sección transversal. Este fenómeno es claramente discriminatorio entre los modelos viga y lámina
plegada, la cual lo incorpora de forma intrínseca
Cálculo local. En general, el cálculo local queda integrado en la flexión global de cada panel salvo en el caso de los
pisos ortótropos, propios de los tableros metálicos, para los cuales el modelo propone una idealización que suaviza la
flexión transversal entre rigidizadores longitudinales
Tratamiento de las acciones horizontales. Aunque en elementos 2D sin curvatura (placas) los estados membrana y
flexión se desacoplen, la solución analítica de la lámina plegada es intrínsecamente espacial, y por lo tanto las acciones
horizontales resultarán naturalmente incorporadas al análisis. Además, si el problema se resuelve por el MEF, la simple
selección del elemento (tipo shell) permitirá tratar simultáneamente cualquier tipo de acción
6.0 Motivación
6.1 Descripción morfológica y modelado de elementos
estructurales en puentes arco
6.2 Descripción morfológica y modelado de elementos
estructurales en puentes atirantados
6.3 Análisis completo del puente
<Módulos didácticos>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
por otra parte, conviene subrayar que los modelos que se van a plantear son válidos tanto para el análisis estático
como dinámico
<6.0 MOTIVACIÓN>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
Desde una perspectiva estructural, nos interesaremos por los siguientes aspectos morfológicos de los puentes arco:
(1) Como se relacionan formalmente arco y tablero: posición relativa y forma en que se trasladan las
cargas de tráfico al sistema primario (el o los arcos en este caso)
(2) como condiciona el diseño del arco la concepción del tablero: forma de la sección transversal en
función del número y posición del o de los arcos
(3) Como se conectan mecánicamente a las subestructuras (rótulas o empotramientos) o entre sí (caso
del bowstring)
Para ello recorreremos una serie de ejemplos representativos, tanto en acero como en hormigón armado,
adecuadamente ordenados y someramente descritos
En lo estructural, la problemática se centra en como modelar la curvatura de los arcos, si se opta por el análisis
numérico mediante EF, y como comprobar su estabilidad
Rainbow Bridge, sobre el Niágara (entre EEUU y Canadá, 1941, Wadley y Hardesty)
Puente Bayonne, sobre el Kill van Kull (US-440, entre Staten Island y New Jersey, 1932,
O.H. Ammann)
Puente de la Barqueta, sobre el antiguo cauce del Guadalquivir en Sevilla (1989, Apia
XXI)
Arco atirantado unicelular con pies inclinados en acero (bowstring), luz de 168 m
Tablero inferior unido a los pies inclinados en las riostras extremas
Conjunto simplemente apoyado en cuatro pilas de hormigón armado
Diseño interactivo arco-tablero. A continuación, nos interesaremos a como condiciona el diseño del arco la concepción del tablero:
dicho de otro modo, como ha de conformarse la sección transversal del tablero en función del número y posición de los arcos. La discusión se
ha organizado considerando las opciones más usuales:
un solo arco (en mediana) dos arcos (exteriores o entre acera y calzada)
Tablero superior con vigas bajo calzada o multicelular con 2 vigas bajo calzada y riostras entre apoyos
Tablero intermedio cajón central y jabalcones o cuchillos transversales, dos vigas longitudinales atirantando los arcos, vigas
con riostras en apoyos* de piso y cuchillos laterales**
Bow-string cajón central y jabalcones o cuchillos transversales, 1) cajón central y jabalcones o cuchillos transversales,
con riostras en apoyos con riostras en apoyos y desviadores cajón-riostra
2) dos vigas longitudinales atirantando los arcos, vigas
de piso y cuchillos laterales**
0.200
Un solo arco. Tablero inferior
0.800
0.250
El arco se dispone en el plano de El tablero se configura
la mediana, siendo preferible las como tirante del arco y
configuraciones simétricas. Su en general se diseña
estabilidad lateral se consigue celular
por forma (sección ancha)
El ancho se completa
mediante cuchillos o
jabalcones transversales
1
13.635
VIGA CAJÓN: CUCHILLOS @ 2500 mm
ala superior: 2#2585.15 ala superior: #300.12
almas: 2#15 exteriores, #30 central alma: #15
5.000
ala inferior: 2#2592.30 inclinadas ala inferior: #200 @ 400.25
8.050 5.200 8.050
Dos arcos. Tablero inferior con dos vigas longitudinales atirantando los arcos, vigas de piso y cuchillos laterales
+7.58 12
13
9 10
celda C VENTANAS PARA PASO DE CONDUCCIONES
DE SERVICIOS, abiertas en alma de vigas de piso
Comportamiento de puentes arco. Viene caracterizado por dos propiedades geométricas inherentes al sistema primario (arco),
curvatura y esbeltez. La primera produce acoplamiento entre compresiones y flexiones, mientras que la segunda induce comportamiento
no lineal, amplificado por el estado de compresión del arco. De forma similar, para las configuraciones de arco atirantado o bow-string, en el
tablero, siempre esbelto, se acoplarán tracciones y flexiones. Todos estos aspectos se desarrollan a continuación, de acuerdo con el esquema
siguiente:
(2) respuesta no lineal de la viga-columna como primera aproximación al comportamiento no-lineal del arco, se analiza
el problema básico de la viga-columna
(3) respuesta no lineal de la viga-tirante se aplica el estudio anterior para valorar la influencia de la no-linealidad
sobre la respuesta de los tableros traccionados, situación que se produce
sistemáticamente en los bow-string
(4) análisis no-lineal del arco y del tablero se concluye presentando la matriz de rigidez no-lineal de un elemento
recto, de aplicación directa al análisis de arcos poligonales y tableros
esbeltos, y se proporciona criterios para la aplicación general del MEF
Objetivo del análisis no lineal del puente. Este es doble: consiste en comprobar la estabilidad de los elementos que capitalizan la no
linealidad geométrica del modelo global, el arco y los soportes comprimidos en configuraciones de tablero superior, así como validar la
comprobación lineal de los EL
Otros elementos constitutivos del modelo. Para completar la definición del modelo global, debemos revisar el tratamiento de los
restantes elementos constructivos que componen los puentes arco. En concreto:
Tablero: Para el modelado del tablero, es suficiente considerar sus propiedades lineales, puesto que normalmente está
apoyado a intervalos s/L≤1/10, resultando siempre luces moderadas y relaciones canto luz estándar. Este argumento pierde
consistencia con las configuraciones tipo bow-string, debido a la apreciable extensibilidad de las péndolas, pero al estar el
tablero traccionado, su rigidez resulta de nuevo favorecida
Soportes y péndolas: los soportes (pilas, pórticos o tabiques) corresponden a las zonas de tablero sobre arco y suelen
presentar esbelteces importantes a proximidad de los arranques (salvo en arcos muy rebajados, como el puente Alejandro
III). Esta circunstancia debe ser tenida en cuenta al plantear el análisis no lineal. En cuanto a las péndolas, propias de los
puentes arco de tablero intermedio e inferior, pueden ser cables o barras, y salvo en los casos en que se dispongan
inclinadas y posean gran longitud, se tratan como elementos 1D lineales
Desconexiones y aparatos de apoyo: han de quedar materializadas en el modelo, en particular las coacciones elásticas de
los aparatos de apoyo de neopreno. Los códigos estándar de EF suelen disponer de los elementos adecuados (tipo link)
Otros cálculos no lineales: pueden ser necesarios a nivel local y requieren modelos específicos (en general modelos de EF 2D)
Los elementos curvos. La curvatura se traduce estructuralmente en el acoplamiento entre respuestas elementales de extensión, flexión
y torsión del arco o del tablero, modelados estos como viga. En el ámbito del cálculo estructural, es usual analizar por separado las acciones
contenidas en el plano de curvatura (acción arco) y las acciones transversales al mismo (acción viga curva), pero ello es lícito si y solo si
los ejes neutros de flexión y torsión son coplanarios, lo cual exige que la sección transversal sea simétrica respecto al plano de curvatura.
De lo contrario, las dos acciones quedarán acopladas. La condición de simetría anterior suele darse habitualmente en los arcos, pero
raramente en los tableros de puente
qy
Mz z, θ z z, w
Qz
Γ (s) Γ (s)
Ns s, u qz Ms s, θ s
Qy My
plano de curvatura
Los elementos curvos. Si admitimos que los ejes neutros de flexión y torsión son coplanarios, las respuestas se desacoplan. Si además
ambas líneas coinciden, las ecuaciones que gobiernan ambos equilibrios son las siguientes:
⎧ du N dN s ⎧ dw Q dQz
⎪ = χv + s = χQy − qs ⎪ = −θ y + z = −q z
ds EA ds ⎪ ds GA ds
⎪
⎪ dv Qy dQy ⎪⎪ dθ s M dM s
⎨ = − χu + θ z + = − χN s − q y ⎨ = χθ y + s = χM y − ms
⎪ ds GA ds ⎪ ds GJ ds
⎪ dθ z M z dM z ⎪ dθ y My dM y
⎪ = = −Qy − mz ⎪ = − χθ s + = Q z − χM s − m y
⎩ ds EI z ds ⎪⎩ ds EI y ds
qy
Mz z, θ z z, w
Qz
Γ (s) Γ (s)
Ns s, u qz Ms s, θ s
Qy My
En ellas, se aprecia claramente el acoplamiento cinemático y estático {u↔v / Ns↔Qy} o bien {θs↔θy / Ms↔My}. Este acoplamiento es de
carácter local , es decir continuo a lo largo de la curva directriz Γ(s)
Análisis por el MEF. La formulación de un elemento finito para el arco requiere expresar las ecuaciones cinemáticas en coordenadas
curvilíneas y calcular la matriz de deformaciones B(ξ) de acuerdo con el algoritmo siguiente, donde N(ξ) son las funciones de forma y ue los
desplazamientos nodales del elemento:
s
u( s ) = N( ξ )ue , ξ = e
L
1 dN( ξ )
e ∗ ( ξ ) = B( ξ )ue , B( ξ ) = B 0N( ξ ) + B1
Le
dξ
con 1 ⎡0 −χ 0⎤ 1 ⎡1 0 − y ⎤
B0 = , B1 = ⎢
μ ⎢⎣ χ 0 ⎥
− 1⎦ μ ⎣0 1 0 ⎥⎦
Le
j
(e)
y μ=1−χy, χ=R−1. La cuestión se reduce, como el caso de la viga curva, a si
nuestro software dispone de este tipo de elemento y en caso negativo, como
i proceder para obtener resultados válidos con elementos estándar (barra recta)
Δθ
Mallado de un arco modelado mediante barras rectas: χ=0 y μ=1 en las
matrices Bi . El acoplamiento se localiza exclusivamente en los nodos, por
ello y con el fin de ajustar correctamente el comportamiento del modelo, se
debe adoptar una subdivisión adecuada (Δθ ≈2º)
Análisis con EF estándar. Bajo el supuesto de que no disponemos del elemento finito adecuado, desarrollemos con más detalle el último
concepto (acoplamiento nodal), incorporando a la formulación los esfuerzos asociados a los desplazamientos {w θs θz}. Para ello evaluemos
el equilibrio del nodo (i) supuesto libre de carga:
Qyi − N xi + cosΔθ i (N xi + Δ N x ) − senΔθ i (Qyi + Δ Qy ) = 0
Δθi
− Qyi + cosΔθ i (Q yi + Δ Qy ) + senΔθ i (N xi + Δ N x ) = 0
Nxi Myi
− Qzi + Qzi + Δ Qz = 0
barra recta Mxi − M xi + cosΔθ i (M xi + Δ M x ) − senΔθ i (M yi + Δ M y ) = 0
z Qzi+ΔQz − M yi + cosΔθ i (M yi + Δ M y ) + senΔθ i (M xi + Δ M x ) − Δ s i (Qzi + Δ Qz ) = 0
Mzi nodo (i)
Qzi − M zi + M zi + Δ M z + Δs i (Qyi + Δ Qy ) = 0
Mzi+ΔMz
Myi+ΔMy Mxi+ΔMx Δsi es la longitud de cada elemento. Primera simplificación (senΔθi≈Δθi y
y Nxi+ΔNx cosΔθi≈1):
Qyi+ΔQy Δ N x − Qyi Δθ i = 0
barra recta Δ Qy + N xi Δθ i = 0
Δ Qz = 0
Δθi x
Δ M x − M yi Δθ i = 0
Δ M y + M xi Δθ i − Qzi Δ s i = 0
Δ M z + Qyi Δs i = 0
Análisis con EF estándar. Introduciendo ahora Δθi=Δsi /Ri , dividiendo todas las ecuaciones por Δsi y agrupando por separado las dos
acciones, se obtiene entonces:
Δ N x Qyi Δ Qz
− =0 =0
Qyi Δ si Ri Δ si
Δθi Δ Qy N xi Δ M x M yi
+ =0 − =0
Nxi Myi Δ si Ri Δ si Ri
Δ Mz ΔMy M xi
barra recta Mxi + Qyi = 0 + − Qzi = 0
Δ si Δ si Ri
nodo (i) z Qzi+ΔQz
Mzi
Qzi Estas ecuaciones detallan el acoplamiento local flexión-extensión en el
Mzi+ΔMz arco y flexión-torsión en la viga curva. Ambos requieren el adecuado
Myi+ΔMy Mxi+ΔMx control de Δθ. Además, puede comprobarse como el acoplamiento local se
y Nxi+ΔNx reproduce como corresponde, tomando límites en estas expresiones
cuando Δθi→0, o lo que es lo mismo, Δsi →0:
Qyi+ΔQy
dN s dQz
barra recta − χQy = 0 =0
ds ds
Δθi x dQ y dM s
+ χN s = 0 − χM y = 0
ds ds
dM z dM y
+ Qy = 0 + χM s − Q z = 0
ds ds
La viga-columna. Este ejemplo clásico de introducción al cálculo no lineal de vigas rectas muestra como el comportamiento a flexión de
la viga se ve afectado por el nivel de las compresiones actuantes. Para constatarlo, evaluaremos el operador D, que define la forma cuadrática
densidad lineal de energía de deformación relativa a los desplazamientos generalizados de flexión u(x)={v(x) θz(x)}T, partiendo de la expresión
de la densidad lineal de energía potencial del problema completo, incluyendo en ella la extensión de la directriz ε x = u ′ + 21 (v ′) donde u(x)
2
L= 1
2
{ EA[u′ + 1
2
(v ′)2 ]
2 2
}
+ GA(v ′ − θ z ) + EI z (θ z′ ) − (q y v + mzθ z )
2
siendo EA, GA y EIz las habituales rigideces axil, a cortante y a flexión de la pieza. La composición del operador D se obtiene bloque a bloque a
partir de las relaciones:
∂L
= D 00u + D 01u′ − Q
∂u
∂L
= D10u + D11u′
∂u′
Donde Q(x)={qy(x) mz(x)}T define las densidades lineales de fuerzas y momentos aplicadas al modelo. En cálculos sucesivos denominaremos
N0=EAεx a la fuerza axial aplicada en ambos extremos de la viga
El sistema de EDO que rige el problema puede entonces escribirse en forma canónica:
d
E( x ) = WE( x ) − F( x )
dx
⎧u′( x )⎫ ⎡ − D11−1
D10 −1
D11 ⎤ ⎧u( x )⎫ ⎧ 0 ⎫
⎨ =
⎬ ⎢ −1 ⎥ ⎨ ⎬−⎨ ⎬
⎩ f ′( x ) ⎭ ⎣D00 − D01D11D10 D01D11 ⎦ ⎩ f( x ) ⎭ ⎩Q( x )⎭
−1
con la definición energética de los esfuerzos que nos proporciona de forma directa relaciones constitutivas para el esfuerzo cortante y el
momento flector:
∂L
f= = D10u + D11u′
∂u′
⎡0 − GA⎤ ⎧ v ⎫ ⎡GA + N 0 0 ⎤ ⎧ v ′ ⎫ ⎧GA(v ′ − θ z ) + N 0v ′⎫ ⎧Qy ⎫
=⎢ ⎨ ⎬+⎢ ⎨ ⎬=⎨ ⎬=⎨ ⎬
⎣0 0 ⎥⎦ ⎩θ z ⎭ ⎣ 0 EI z ⎥⎦ ⎩θ z′ ⎭ ⎩ EI zθ z′ ⎭ ⎩M z ⎭
GA 1
Con κ = = . La ecuación característica y los autovalores de W son ahora:
GA + N0 1 + N 0 / GA
⎡ GA ⎤
W − KI = K 2 ⎢K 2 − (1 − κ ) ⎥
⎣ EI z ⎦
GA
K = 0 , K = ± (1 − κ )
EI z
GA N0
λ = L (1 − κ ) =L κ
EI z EI z
Solución de la viga-columna: a modo de ejemplo, vamos a aplicar los resultados anteriores a un tablero simplemente apoyado
comprimido (N0<0) y sometido a una carga transversal P en la sección x=t. La correspondiente determinación de las constantes de
integración E0 permite entonces definir completamente la solución. Esta queda recogida en la tabla adjunta para ξ<τ. Sobre el resto del
intervalo (ξ>τ), basta intercambiar ξ y τ con (1−ξ) y (1−τ) respectivamente, y cambiar el signo de las fórmulas resultantes para la rotación y
el cortante
E(ξ) ξ<τ
v(ξ) −
PL ⎡
⎢ (1 − τ )ξ − κ senλ(1 − τ ) senλξ ⎤⎥
N0 ⎣ λsenλ ⎦
θz(ξ) P ⎡ senλ( 1 − τ ) ⎤
−
N0 ⎢1 − τ − senλ
cosλξ ⎥
⎣ ⎦
Qy(ξ) (1 − τ )P
Mz (ξ ) senλ( 1 − τ )
− κPL senλξ
λsenλ
~ senλ( 1 − τ )
Q y = −M z′ κP cosλξ
senλ
Solución de la viga-columna. En la Tabla anterior se constata de inmediato que la solución es singular para λ=kπ con k=0, 1, 2…
obteniendo para el primer valor no nulo:
2
N cr ⎛ π ⎞ EI z
λcr = π = L κ cr , N cr = ⎜ ⎟
EI z ⎝ L ⎠ κ cr
Pero en este caso ⏐N0⏐=Ncr luego
1
κ cr =
1 − N cr / GA
Resolviendo en κcr y recurriendo a la definición del factor de cortante α , se llega a la siguiente definición de la carga crítica de Euler (con
deformación por cortante):
2
⎛π ⎞ EI z
N cr =⎜ ⎟ = NE
⎝ L ⎠ 1 + απ / 12
2
Poniendo κcr=1+π2α/12 se puede dar una expresión alternativa para la esbeltez de flexión de la viga columna:
κ N0
λ =π
κ cr N E
-0.02
λ=1 P
λ=1.5
-0.04
v(ξ ) -0.06
λ=2
-0.08
-0.1
-0.12
ξ
Desplazamientos transversales en la pieza comprimida
para distintos valores de la esbeltez λ con κ=1 y τ=1/3, factor PL/⏐N0⏐
Respuesta de la viga-columna. En cuanto a la estática, el esfuerzo cortante es el que presenta mayor interés si se tiene en cuenta que
ahora la variación de momentos flectores es solo una fracción del mismo, la denominada constitutiva, estando complementada esta por la parte
denominada geométrica, producida por el axil
λ=2
1
~ λ=1.5
Qy
0.75 λ=1
v ´ξ =1 N0
∼ 0.5
N0 Q y ξ =1
∼ Q y= −τ P Q y= −τ P
Q y ξ >τ N0 0.25
v ´ξ >τ N0
0.2 0.4 0.6 0.8 1
-0.25
Qy
Equilibrio de fuerzas en la pieza comprimida
entre las secciones ξ>τ y ξ=1 -0.5
ξ
Esfuerzos cortantes constitutivos en la pieza comprimida
para distintos valores de la esbeltez λN con κ=1 y τ=1/3, factor P
El tirante cargado transversalmente. Cuando la fuerza axial aplicada a los extremos de la pieza es de tracción, la solución se determina
de forma idéntica, pero el comportamiento de la viga cambia radicalmente. Ahora los dos autovalores no nulos son reales, y la base del espacio
de soluciones está formada por las funciones hiperbólicas en lugar de las trigonométricas. Para ilustrar esta propiedad, damos a continuación
los resultados para el tablero simplemente apoyado traccionado (N0>0) y sometido a la misma carga transversal P en la sección x=t
E(ξ) ξ<τ
v(ξ) PL ⎡
⎢ (1 − τ )ξ − κ shλ( 1 − τ ) shλξ ⎤⎥
N0 ⎣ λshλ ⎦
θz(ξ) P ⎡ shλ( 1 − τ ) ⎤
N0 ⎢1 − τ − shλ
chλξ ⎥
⎣ ⎦
Qy(ξ) (1 − τ )P
Mz (ξ ) shλ( 1 − τ )
− κPL shλξ
λshλ
~ shλ( 1 − τ )
Q y = −M z′ κP chλξ
shλ
Sobre el resto del intervalo (ξ>τ), basta intercambiar ξ y τ con (1−ξ) y (1−τ) respectivamente y cambiar el signo
de las fórmulas resultantes para la rotación y el cortante
El tirante cargado transversalmente. Esta es la situación que corresponde al tablero de un puente arco tipo bow-string. Como primera
e importante conclusión, conviene observar que el axil tiene un efecto estabilizador que se traduce en un aumento de la rigidez aparente del
elemento frente a la acción flectora de la carga transversal P, y a medida que la esbeltez de la viga crece, su comportamiento se aproxima más
al de un cable
λ=3
v(ξ )
λ=10
λ=100
ξ
Desplazamientos transversales en la pieza traccionada
para distintos valores de la esbeltez λ con κ=1 y τ=1/3, factor PL/N0
El tirante cargado transversalmente. En cuanto a la estática, se alcanzan análogas conclusiones. Puede observarse como a medida
que la esbeltez crece, el cortante geométrico va dominando la respuesta: v´N0→Qy tal y como corresponde a un cable, mientras que la
fracción constitutiva se va diluyendo
0.6
λ=1
0.4
∼ ~
Q y= −τ P Q y ξ=1 Qy λ=3
v ´ξ=1 N0 0.2
N0 λ=10
λ=100
N0
0.2 0.4 0.6 0.8 1
v ´ξ>τ N0
∼
Q y ξ>τ Q y= −τ P
-0.2
-0.4
Matriz de rigidez. La matriz de rigidez no lineal de la pieza recta de sección constante se deduce analíticamente a partir de la matriz de
transferencia G del operador W, para el caso plano y relativa a los desplazamientos u, v y qz:
⎡ EA ⎤ ⎡ EA ⎤
⎢ 0 0 ⎥ ⎢− 0 0 ⎥
⎢ L ⎥ ⎢ L ⎥
~ 12EI z 6EI z ~ 12EI z 6EI z
K 11 =⎢ 0 φ1 φ ⎥ K12 = ⎢ 0 − φ1 φ ⎥
⎢ ( 1 + α )L3 ( 1 + α )L2 2 ⎥ ⎢ ( 1 + α )L3 ( 1 + α )L2 2 ⎥
⎢ 6EI z 4 + α EI z ⎥ ⎥ ⎢ 6EI z 2 − α EI z ⎥⎥
⎢ 0 φ2 φ3 ⎢ 0 − φ2 φ4
⎣⎢ ( 1 + α )L2 1+ α L ⎥⎦ ⎢⎣ ( 1 + α )L2 1+ α L ⎥⎦
⎡ EA ⎤
⎢ 0 0 ⎥
⎢ L ⎥
~ ~ ~ 12EI z 6EI z
K 21 = KT12 K 22 =⎢ 0 φ1 − φ2 ⎥
⎢ ( 1 + α )L3 ( 1 + α )L2 ⎥
⎢ 6EI z 4 + α EI z ⎥
⎢ 0 − φ2 φ3 ⎥
⎢⎣ ( 1 + α )L2 1+ α L ⎥⎦
Las funciones f1 a f4 son funciones de estabilidad. Su representación se adjunta para el modelo de Navier (κ=ρ=1). Conviene tener en
cuenta que esta matriz puede aplicarse al análisis de piezas curvas fuertemente comprimidas, como son los arcos, cuando se opta por
modelarlas mediante elementos rectos (arco poligonal). En cambio, para el modelado del tablero de un puente tipo bow-string, el prescindir
de la no linealidad está del lado de la seguridad
Funciones de estabilidad. 6
φ4
1+ α ρ 2 λ3 shλ 1+ α ρ 2 λ3 senλ
φ1
12 2( 1 − chλ ) + ρλ shλ 12 2( 1 − cosλ ) − ρλ senλ 2
1+ α ρλ2 ( chλ − 1) 1+ α ρλ2 ( 1 − cosλ )
φ2
6 2( 1 − chλ ) + ρλ shλ 6 2( 1 − cosλ ) − ρλ senλ
φ2
1+ α λ( ρλ chλ − shλ ) 1+ α λ ( senλ − ρλ cosλ )
φ3 ⏐N0⏐/NE
4 +α 2( 1 − chλ ) + ρλ shλ 4 +α 2( 1 − cosλ ) − ρλ senλ -4 -2 2 4
1+ α λ( shλ − ρλ ) 1+ α λ( ρλ − senλ )
φ4
2 −α 2( 1 − chλ ) + ρλ shλ 2 −α 2( 1 − cosλ ) − ρλ senλ -2
φ1
N0 N0
ρ = 1+ ρ = 1−
GA GA
-4
2
N0 N0 κ N0 ⎛π ⎞ EI z pérdida de rigidez
λ =L κ =L =π , NE = ⎜ ⎟
EI z ρEI z κ cr N E ⎝ L ⎠ 1 + απ / 12
2
φ3
-6
Pieza traccionada
Si se desprecia la deformación por cortante resulta ρ=κ=κcr=1 y λ=π√⏐N0⏐/NE
Ámbito del cálculo no-lineal. De acuerdo con los EN 1993-2 (puentes metálicos), EN 1994-2 (puentes mixtos) Art. 5.2.1 y la EAE-11
Art. 23.2, se debe proceder a la comprobación no-lineal de la estructura si se cumple:
Fcr
α cr = < 10
FEd
Donde Fcr es la carga crítica de inestabilidad inicial y FEd es la carga de diseño. Por lo tanto, deberemos comenzar por combinar acciones
para llegar a la hipótesis de carga total para el elemento en estudio (en este caso el arco comprimido)
Método general de comprobación. En el contexto actual del cálculo de puentes (requisitos del proyecto según IAP-11 Art. 2.1 y
disponibilidad del SOFTWARE adecuado) entendemos que el análisis no-lineal debe realizarse por el primero de los procedimientos indicados
en las normas EN 1993-1 y EAE-11 Art. 24.1, que consiste en un análisis no-lineal completo en el que se dan imperfecciones iniciales tanto
a los elementos (imperfecciones locales) como a la estructura (imperfecciones globales). Si además se tiene en cuenta que los modelos
globales planteados en este curso proponen discretizaciones finas de los elementos estructurales (arco, tablero…) basta entonces introducir
estas imperfecciones a nivel global o nodal
(1) obtención del coeficiente de amplificación αcr Este coeficiente estará asociado a una determinada combinación de
que produce la inestabilidad inicial o elástica acciones o hipótesis de carga total previamente seleccionada
(2) definición de la imperfección o deformada inicial Dará lugar a tantas deformadas iniciales como modos de pandeo del
del elemento arco debamos chequear (siempre asociados a αcr<10)
(3) comprobación directa de ELU Resulta suficiente comprobar la sección con los esfuerzos
obtenidos del análisis no-lineal con imperfecciones iniciales
Consideraciones generales. El análisis no-lineal de un puente arco, desarrollado de acuerdo con el algoritmo propuesto, permite
comprobar la estabilidad del sistema primario (arco comprimido). Para ello, podemos utilizar los módulos de cálculo no-lineal de los códigos
comerciales (análisis P-Δ con SAP 2000…), aunque disponemos de la matriz no lineal descrita en la sección anterior, con la cual se puede
captar adicionalmente el efecto estabilizador de la tracción del tablero en configuraciones tipo bow-string
(1) Obtención del coeficiente de amplificación αcr que produce la inestabilidad inicial o elástica. Debemos calcular
sucesivamente NEd, esfuerzo axil de cálculo correspondiente a la hipótesis de carga total, y el esfuerzo axil crítico Ncr, este último a partir de
los módulos de evaluación de las cargas de pandeo de los códigos comerciales. El coeficiente de amplificación vale entonces:
N cr
α cr =
N Ed
(2) Definición de la imperfección inicial, método general. De acuerdo con el EN 1993-1 Art. 5.2.1 y la EAE-11 Art. 22.3.5, se puede
definir una imperfección geométrica afín a los modos de pandeo wcr como sigue:
λ − 0.2 1 − χλ 2 / γ M 1 M Rk
w init = ε 0w cr , ε0 = α
λ2 1 − χλ 2 EIw cr′′
αyχ coeficientes de imperfección y de reducción respectivamente, definidos en 35.1.2 Curvas de pandeo (EAE-11). La curva de pandeo se escoge a partir
de la forma de la sección transversal del elemento y el tipo de acero
MRk y NRk momento y axil resistentes característicos de la sección crítica. Se evalúan en función de la clase de la sección transversal (EAE-11 Art. 34.3 y 34.4)
γM1 coeficiente parcial para la resistencia de elementos estructurales frente a inestabilidad (γM1=1.10 según Tabla 15.3 de la EAE-11)
(2) Definición de la imperfección inicial, caso particular: arcos. De acuerdo con el EN 1993-2 Tablas D8 y D9 y la EAE-11 Art.
22.3.4, para el análisis de la estabilidad global de arcos bajo formas de pandeo en su plano o fuera de su plano, pueden utilizarse las
imperfecciones geométricas definidas a continuación:
Pandeo en el plano a b c d
Desde una perspectiva resistente, conviene anotar algunos aspectos tipológicos de los puentes atirantados:
(1) Poseen una forma característica en la que destaca la disposición y número de tirantes, la tipología de
las torres o pilonos y la morfología del tablero
(2) Si bien un adecuado diseño requiere considerar la fuerte interacción existente entre todos ellos,
estructural y formal, para el modelado resistente debemos considerar:
(2.1) La esbeltez de las torres y del tablero y como se conectan entre sí ambos elementos
(2.2) El comportamiento intrínsecamente no lineal de los tirantes
Para ilustrar estas cuestiones hemos seleccionado una serie de ejemplos, con tablero de acero o de hormigón
pretensado, cuidadosamente escogidos para barrer las distintas configuraciones estructurales usualmente utilizadas
En lo estructural, ya se ha indicado que la problemática consiste en como modelar elementos esbeltos como torres y
tablero, que por configuración resultan fuertemente comprimidos, y como reproducir el comportamiento intrínsecamente
no lineal de los tirantes
1 plano de tirantes sobre dos vano (el menor es de retenida). Disposición híbrida
Pórtico de atirantamiento de hormigón en Y invertida empotrada en la base, con
apoyo del tablero (cajón con voladizos apuntalados)
Puente Sancho el Mayor sobre el Ebro, cerca de Castejón (1978, 146 m de luz,
C.F.C.S.L.)
Diseño interactivo atirantamiento-torres-tablero. A continuación, mostraremos como la disposición de los tirantes condiciona la
concepción del tablero y el diseño de las torres. Dicho de otro modo, indicaremos como ha de conformarse de la sección transversal del
tablero y la geometría de las torres en función del número de planos de tirantes y de su inclinación, en el caso de tener más de un plano. La
discusión se ha organizado considerando las opciones más ortodoxas:
un solo plano de tirantes (en mediana) dos planos de tirantes (verticales o inclinados)
Tablero cajón central uni o multicelular, en función de su tableros metálicos: dos vigas bajo calzada, de alma llena y más
anchura, y jabalcones o cuchillos transversales. frecuentemente en cajón, alineadas con los anclajes de tirantes.
Riostras en secciones de apoyo en estribos Riostras* en secciones de anclaje de tirantes y de apoyo en
pilas o estribos
tableros de hormigón: losa maciza o nervada transversalmente
con dos nervios laterales longitudinales, dos cajones laterales y
riostras* o bien cajón multicelular, en función de la luz
Torres ménsula empotrada en el tablero, o pórtico en “Y” planos verticales: ménsulas empotradas en tablero o en
invertida o diamante con ménsula superior, según la cimientos, en función de la luz del vano principal, pórtico recto o
luz del vano principal en “H” con patas inclinadas…
planos inclinados: pórtico en “A” en “Y” invertida o diamante
con ménsula superior, según la luz del vano principal
(*) Si los planos de tirantes están entre calzada y aceras voladas, estás se resuelven con jabalcones o cuchillos transversales en prolongación de
las vigas de piso y las riostras
+32.000
Comportamiento de puentes atirantado. Los aspectos particulares que deben ser tenidos en cuenta a la hora de plantear el análisis de
un puente atirantado son los siguientes: los tirantes tienen un comportamiento intrínsecamente no-lineal, mientras que los tableros son
formidablemente esbeltos (de ahí la economía de esta tipología, adoptándose con gran frecuencia valores de la relación h/L<1/100) y están en
general comprimidos debido a la inclinación de los tirantes. Finalmente, las torres o pilonos también poseen formas esbeltas y siempre están
fuertemente comprimidas. Desarrollaremos todos estos aspectos de acuerdo con el guión siguiente:
(1) respuesta de los tirantes se analiza el problema de la catenaria elástica como punto de partida para
la elaboración de herramientas mejor orientadas al análisis de sistemas de
barras
(2) respuesta no lineal de torres y tablero el estudio de la viga-columna, desarrollado en la sección dedicada a puentes
arco, es de aplicación directa para cuantificar la influencia de la no-
linealidad sobre la respuesta de las torres y tableros comprimidos,
situación que se produce sistemáticamente en los puentes atirantados
(3) análisis no-lineal del sistema completo la matriz de rigidez no-lineal de un elemento recto deducida anteriormente,
puede aplicarse al análisis del sistema formado por torres y tablero,
debiendo especificar como proceder con los tirantes en el marco general de
aplicación del MEF
Objetivo del análisis no lineal del puente. Al igual que en los puentes arco, consiste en comprobar la estabilidad de los elementos
que capitalizan la no linealidad geométrica del modelo global, torres y tablero en el caso de los puentes atirantados, así como validar la
comprobación lineal de los EL
Propiedades de los elementos. Revisaremos el tratamiento de los elementos constructivos que componen los puentes atirantados. En
concreto:
Torres y tablero: ambos sistemas se modelan con elementos 1D, ajustando la posición y conexiones de las barras a la
morfología del esqueleto resistente de las torres y del tablero. El cómputo de la no linealidad se basa en la matriz de
rigidez de la viga-columna presentada anteriormente
Tirantes y soportes: como mostraremos a continuación, los tirantes se modelan como elementos 1D solicitados a axil
(desconectados a rotaciones nodales) con un módulo de elasticidad aparente función de la tracción soportada, y ello
tanto para cálculos lineales como no lineales. En cuanto a las pilas bajo tablero, su altura es la que determina su
sensibilidad al comportamiento no lineal y por lo tanto la forma de tratarlas en el modelo
Desconexiones y aparatos de apoyo: nuevamente deberán quedar materializadas en el modelo (coacciones elásticas de
los aparatos de apoyo de neopreno mediante elementos tipo link…)
Otros cálculos no lineales: pueden ser necesarios a nivel local, en particular en las zonas de anclaje de los tirantes de las soluciones
metálicas, y requieren modelos específicos (en general modelos de EF 2D)
La catenaria elástica. Denominando W al peso del cable, L0 a su longitud inicial (libre de tensiones) y definiendo su configuración actual
por la posición P(l,h) de su extremo final, tendremos las siguientes ecuaciones de estado
l
O x
(1) Equilibrio del cable. Si s y p definen las longitudes de arco en configuración inicial y
actual, tendremos en cualquier configuración dp2=dx2+dz2 y:
dx
T =H
dp
dz s
T =V − W
dp L0
h P
z
V (2) Ecuación constitutiva. Si A0 corresponde al área inicial de la sección transversal del
cable, tendremos:
x ⎛ dp ⎞
T = EA0 ⎜ − 1⎟
H θ ⎝ ds ⎠
(3) Tracción en el cable.
1
⎡ ⎛ s ⎞ ⎤
2 2
f T = ⎢H 2 + ⎜⎜V − W ⎟⎟ ⎥
z ⎢ ⎝ L0 ⎠ ⎥
⎣ ⎦
T
(4) Geometría inicial del cable. Se puede caracterizar combinando adecuadamente las ecuaciones de equilibrio y la relación constitutiva. El resultado es:
dx H ⎛ T ⎞
= ⎜⎜1 + ⎟
⎟
ds T ⎝ EA0 ⎠
dz V − sW / L0 ⎛ T ⎞
= ⎜1 + ⎟
ds T ⎜ EA ⎟
⎝ 0 ⎠
(5) Geometría actual del cable. El sistema anterior se puede integrar si expresamos la tracción T en función de sus componentes en el origen y el peso del cable, según
se estableció en (3):
H HL0 ⎛ V V − sW / L0 ⎞
x= s+ ⎜ ash − ash ⎟
EA0 W ⎝ H H ⎠
⎧⎡ 2
⎡ ⎛ V − sW / L ⎞ 2 ⎤ ⎫⎪
2
⎛V ⎞ ⎤
2
W ⎛V s ⎞ HL0 ⎪
z= s ⎜⎜ − ⎟+
⎟ W ⎨⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ − ⎢1 + ⎜
0
⎟ ⎥ ⎬
EA0 ⎝ W 2L0 ⎠ ⎪⎩⎢⎣ ⎝ H ⎠ ⎥⎦ ⎢⎣ ⎝ H ⎠ ⎥⎦ ⎪
⎭
(6) Posición del extremo final. Basta particularizar en s=L0 , obteniendo:
HL0 HL0 ⎛ V V −W ⎞
l= + ⎜ ash − ash ⎟
EA0 W ⎝ H H ⎠
⎧⎡ 2
⎡ ⎛ V − W ⎞ 2 ⎤ ⎫⎪
2
⎛V ⎞ ⎤
2
WL0 ⎛ V 1 ⎞ HL0 ⎪
h= ⎜ − ⎟+ ⎨⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ − ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ ⎬
EA0 ⎝W 2 ⎠ W ⎪⎩⎣⎢ ⎝ H ⎠ ⎦⎥ ⎢⎣ ⎝ H ⎠ ⎦⎥ ⎪
⎭
(7) Matriz de flexibilidad tangente. El sistema anterior es de tipo implícito y requiere soluciones numéricas, lo cual por otra parte no supone ninguna dificultad. En
cambio, sí se puede construir una relación explícita entre variaciones de desplazamientos y fuerzas. Basta diferenciar las fórmulas anteriores para obtener la relación
tangente correspondiente:
⎡ ∂l ∂l ⎤
⎧ δl ⎫ ⎢ ∂H ∂V ⎥ ⎧δH ⎫ = ⎡f11 f12 ⎤ ⎧δH ⎫
⎨ ⎬= ⎢ ∂h ∂h ⎥ ⎨⎩δV ⎬⎭ ⎢⎣f21 f22 ⎥⎦ ⎨⎩δV ⎬⎭
⎩δh ⎭ ⎢ ⎥
⎣ ∂H ∂V ⎦
⎧ −
1
−
1
⎫
V −W V ⎡ ⎛V ⎞ ⎤ 2 V −W ⎡ ⎛ V − W ⎞2 ⎤
2 2
∂l L0 L0 ⎪ V ⎪
f11 = = + ⎨ash − ash − ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ + ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ ⎬
∂H EA0 W ⎪ H H H ⎢⎣ ⎝ H ⎠ ⎥⎦ H ⎢⎣ ⎝ H ⎠ ⎥⎦ ⎪
⎩ ⎭
⎧ −
1
− ⎫
1
L0 ⎪⎡ ⎛ V ⎞ ⎤ 2 ⎡ ⎛ V − W ⎞ ⎤ 2 ⎪
2 2
∂l
f12 = = ⎨⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ − ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ ⎬
∂V W ⎪⎣⎢ ⎝ H ⎠ ⎦⎥ ⎢⎣ ⎝ H ⎠ ⎦⎥ ⎪
⎩ ⎭
⎧ −
1
−
1
−
1
− ⎫
1
∂h L0 ⎪⎡ ⎛ V ⎞ ⎤ 2 ⎡ ⎛ V − W ⎞ ⎤ 2 ⎛ V ⎞ ⎡ ⎛ V ⎞ ⎤ 2 ⎛ V − W ⎞ ⎡ ⎛ V − W ⎞ ⎤ 2 ⎪
2 2 2 2 2 2
f21 = = ⎨⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ − ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ − ⎜ ⎟ ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ + ⎜ ⎟ ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ ⎬
∂H W ⎪⎢⎣ ⎝ H ⎠ ⎥⎦ ⎢⎣ ⎝ H ⎠ ⎥⎦ ⎝ H ⎠ ⎢⎣ ⎝ H ⎠ ⎥⎦ ⎝ H ⎠ ⎢⎣ ⎝ H ⎠ ⎥⎦ ⎪
⎩ ⎭
⎧ −
1
− ⎫
1
∂h L L ⎪V ⎡ ⎛V ⎞
2
⎤ 2
V −W ⎡ ⎛V − W ⎞
2
⎤ 2
⎪
f22 = = 0 + 0 ⎨ ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ − ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ ⎬
∂V EA0 W ⎪ H ⎣⎢ ⎝ H ⎠ ⎦⎥ H ⎣⎢ ⎝ H ⎠ ⎦⎥ ⎪
⎩ ⎭
(8) Matriz de rigidez tangente del cable. La ecuación anterior se puede invertir, obteniendo de ese modo una relación de rigidez tangente entre variaciones de fuerzas y
desplazamientos:
⎧δH ⎫ ⎡ k k ⎤ ⎧ δl ⎫
δF = KT δu , ⎨ ⎬ = ⎢ 11 12 ⎥ ⎨ ⎬
⎩δV ⎭ ⎣k 21 k 22 ⎦ ⎩δh ⎭
Con las componentes:
f22 − f12
k11 = k12 =
f11f22 − f12 f21 f11f22 − f12 f21
− f21 f11
k 21 = k 22 =
f11f22 − f12 f21 f11f22 − f12 f21
Con este operador, se puede implementar códigos numéricos basados en el método de rigidez para sistemas no-lineales (por técnicas iterativas tipo Newton-Raphson) y
así resolver sistemas estructurales en los que intervengan cables sin ninguna restricción de forma. Sin embargo, en el caso de los tirantes de puentes, su baja relación f/L
permite un planteamiento más sencillo y directo que se expone a continuación
El tirante elástico. Supongamos que el cable tiene ambos extremos a nivel (z=0). Si su longitud L es ligeramente superior a la cuerda l
(caso del tirante) el peso por unidad de longitud w=W/l puede suponerse linealmente distribuido y justifica una aproximación parabólica para la
forma del cable
(1) Longitud del tirante. Si s define la longitud de arco en configuración actual,
tendremos ds2=[1+(z´)2]dx2, z=4fξ(1−ξ) , ξ=x/l y la longitud L será:
V l V 1 + (z ′) dx
l
∫
2
L=
x =0
x
H H ⎡ 8 ⎛ f ⎞2 ⎤
f ≈ l ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥
w ⎣⎢ 3 ⎝ l ⎠ ⎦⎥
z
w L = L0 + ∫
L0
s =0
T
EA0
ds = L0 +
H
EA0 ∫
x =0
l
[1 + (z′) ] dx
2
Hl ⎡ 16 ⎛ f ⎞ ⎤
2
= L0 + ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥
EA0 ⎣⎢ 3 ⎝ l ⎠ ⎦⎥
(4) Comportamiento estático del cable. Supongamos dos configuraciones del tirante, a las que corresponden longitudes y fuerzas dadas por l1, L1, T1 y l2, L2, T2. Para
cada una de ellas se cumplirá exactamente:
H l ⎡ 16 ⎛ f1 ⎞ ⎤ ⎡ 8 ⎛ f ⎞2 ⎤
2
L1 = L0 + 1 1 ⎢1 + ⎜⎜ ⎟⎟ ⎥ = l1 ⎢1 + ⎜⎜ 1 ⎟⎟ ⎥
EA0 ⎢ 3 ⎝ l1 ⎠ ⎥ ⎢⎣ 3 ⎝ l1 ⎠ ⎥⎦
⎣ ⎦
H l ⎡ 16 ⎛ f2 ⎞ ⎤ ⎡ 8 ⎛ f ⎞2 ⎤
2
L2 = L0 + 2 2 ⎢1 + ⎜⎜ ⎟⎟ ⎥ = l 2 ⎢1 + ⎜⎜ 2 ⎟⎟ ⎥
EA0 ⎢ 3 ⎝ l2 ⎠ ⎥ ⎢⎣ 3 ⎝ l 2 ⎠ ⎥⎦
⎣ ⎦
Restando ambas ecuaciones y sustituyendo las flechas fi por su expresión en función de la componente horizontal de la tracción Hi se obtiene:
H 2 l 2 − H1l 1 1 W 2 ⎛ l2 l ⎞ W2 ⎛ l2 l ⎞
+ ⎜⎜ − 1 ⎟⎟ = l 2 − l 1 + ⎜ 2 − 12 ⎟
EA0 EA0 12 ⎝ H 2 H1 ⎠ 24 ⎜H H ⎟
⎝ 2 1 ⎠
Por lo que el cambio de longitud de la cuerda resulta valer:
H 2 l 2 − H1l1 W 2 ⎛ l 1 l ⎞ W2 ⎛ l2 l ⎞
l 2 − l1 = + ⎜ 2 − 22 ⎟ + ⎜⎜ − 1 ⎟⎟
EA0 24 ⎜⎝ H1 H 2 ⎟⎠ 12EA0 H
⎝ 2 H 1⎠
Pero el tercer sumando del miembro de la derecha es despreciable frente al que le precede. Basta comparar 24H2 con 12EA0H y comprobar que su cociente es equivalente
a 2σ/E<<1. Por lo tanto:
H 2 l 2 − H1l1 W 2 ⎛ l 1 l ⎞
l 2 − l1 ≈ + ⎜ 2 − 22 ⎟
EA0 24 ⎝ H1 H 2 ⎟⎠
⎜
(5) Módulos de elasticidad aparentes. Estos pueden definirse para el tirante mediante fórmulas del tipo 1/E*=Δε /Δσ=(Δl/l)/(ΔT/A0). Por lo tanto, sobre la base de la
última expresión deducida, podemos proponer dos módulos de elasticidad:
1 1 A W 2 ⎛ H1 + H 2 ⎞
= + 0 ⎜ ⎟
ES E 24 ⎜⎝ H12 H 22 ⎟
⎠
5.2 Módulo tangente. Haciendo ahora H1=H2=H se obtiene:
1 1 AW2
= + 0 3
ET E 12H
Si el tirante está inclinado un ángulo φ, como sucede sistemáticamente en un puente atirantado, debemos sustituir w por su proyección sobre la normal a la cuerda, igual a
w cosφ, por lo que las fórmulas anteriores adoptan la expresión final siguiente:
E
ES =
EA0 (wl 0 ) ⎛ T1 + T2 ⎞
2
1+ ⎜ 2 2 ⎟
24 ⎜T T ⎟
⎝ 1 2 ⎠
E
ET =
EA0 (wl 0 )
2
1+
12T 3
En estas últimas, T corresponde a la proyección sobre la cuerda de la tracción en el tirante (constante) y l0 es la proyección horizontal de la cuerda
Análisis no lineal. En puentes atirantados de luces moderadas (por debajo de 200 m), pese a la esbeltez de torres y tableros, se observa
que la respuesta es dominantemente lineal, por lo que el análisis no lineal vuelve a tener por finalidad esencial el chequeo de la estabilidad
del sistema y en particular de las torres. El estudio de la viga-columna es de aplicación directa para cuantificar la influencia de la no-linealidad
sobre la respuesta de las torres y tableros comprimidos, situación que se produce sistemáticamente en estas estructuras. Además, en el
apartado anterior hemos obtenido módulos de elasticidad aparentes para los tirantes, que permiten incluir a estos elementos en la formulación
no lineal desarrollada para los elementos viga. Finalmente, en los códigos comerciales, se suele disponer de módulos para la determinación de
modos y cargas críticas de pandeo (inestabilidad elástica) y para el cálculo no-lineal (Buckling Analysis y análisis P-Δ con SAP 2000, Statik…)
Método general de comprobación. Sus etapas se vuelven a esquematizar a continuación. La imperfección inicial winit se determina, en
el caso de puentes atirantados metálicos o mixtos, por el método general descrito en la sección anterior
(1) obtención del coeficiente de amplificación αcr Este coeficiente estará asociado a una determinada combinación de
que produce la inestabilidad inicial o elástica acciones o hipótesis de carga total previamente seleccionada
(2) definición de la imperfección o deformada inicial Dará lugar a tantas deformadas iniciales como modos de pandeo
del elemento debamos chequear (siempre asociados a αcr<10)
(3) comprobación directa de ELU Resulta suficiente comprobar la sección con los esfuerzos
obtenidos del análisis no-lineal con imperfecciones iniciales
Consideraciones generales: modelos globales y locales. Para las tipologías abordadas en este tema, esencialmente compuestas
por elementos esbeltos, lo usual es plantear un modelo global de barras y desarrollar modelos de EF 2D para los análisis locales
complementarios, con el fin de captar aquellos efectos que no reproducen los esqueletos de barras, como la difusión de los esfuerzos de
membrana, las flexiones locales del piso o la abolladura de chapas esbeltas. Además, conviene subrayar que al modelar los tableros de estos
puentes, se debe aplicar todos los conceptos y conocimientos adquiridos en los temas específicos de esta materia, en particular los dos
primeros (modelos viga y emparrillado). Por su parte, los modelos híbridos resultan en general mucho más pesados y solo son adecuados
para algunas tipologías singulares como la mostrada en la diapositiva siguiente, correspondiente al viaducto de la línea T2 del tranvía de
Valencia. Finalmente, comentar que además del chequeo del diseño en servicio, se deben realizar todas las comprobaciones requeridas por el
proceso constructivo
Análisis lineal y no lineal (I). Los puentes se diseñan en régimen lineal, y no solo los puentes: otras estructuras como los automóviles,
las embarcaciones o las aeronaves también. Ello se explica por el hecho de que en servicio, las sensaciones transmitidas por estas
construcciones han de ser amables
Análisis lineal y no lineal (II). Por ello, la metodología estándar de comprobación sistemática de los EL se basa en el principio de
superposición y puede desarrollarse en régimen lineal. En este marco, el análisis no lineal no solo tiene por finalidad comprobar la
estabilidad de los elementos esbeltos comprimidos, como arco o torres y tablero. También debe validar la estrategia general de
comprobación lineal de la estructura. Además, algunas comprobaciones locales, como los impactos contra elementos estructurales, solo
pueden evaluarse fiablemente en régimen no-lineal, geométrico y del material
Puente del acceso sur a Cullera, sobre el Júcar (2007, vano central de 90 m de luz, S. Monleón y CMD Ingenieros)
Diseñado como arco atirantado, o "bowstring", el nuevo puente es una evolución de los puentes metálicos históricos existentes en la zona.
Consta de tres vanos, apoyado sobre dos estribos y sobre dos parejas de pilas intermedias, que no interfieren con el cauce, según las
condiciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Las luces son de 22.5 m en los vanos laterales y de 90 m en el vano central. La
estructura principal del puente está formada por un arco compuesto atirantado por el tablero en el tramo central
El tablero, de sección mixta, se suspende del arco en su vano principal. Es continuo más allá de los apoyos intermedios y vuelve a apoyarse
simplemente sobre estribos. El arco compuesto está formado por dos arcos tubulares de acero Ø914, inclinados y arriostrados entre si
El singular diseño de estos arriostramientos, de morfología orgánica debido a la red de nervaduras dispuestas en su cara inferior, crea un
particular ambiente de inspiración neogótica en los accesos al arco
Puente del acceso sur a Cullera (I). Para el análisis global de la estructura en servicio, así como
para el chequeo de su estabilidad, se desarrolló un modelo espacial de barras, procesado mediante SAP
2000. El tablero, formado por un cajón mixto bicelular, se asimiló a una viga única, a la que se conectaron
los jabalcones, los arriostramientos interiores y el sistema horizontal de puntales y tirantes (en las figuras
adjuntas, no se visualizan los NDF). La flexión local del piso, así como la difusión de esfuerzos membrana
en los arriostramientos entre arcos se estudiaron mediante modelos locales 2D
Puente del acceso sur a Cullera (II). Así mismo, el singular proceso constructivo adoptado exigió
otro modelo de barras para el arco y la parte central del tablero, con la incorporación del marco provisional
de apoyo en el flotador, el cual no se materializaba en la sección de unión arco-tablero sino en la sección de
la primera péndola, generando una situación de funcionamiento singular para el conjunto durante esta fase
Puente del acceso sur a Cullera (III). Para complementar el análisis global en servicio, llevado a
cabo con el modelo espacial de barras descrito anteriormente, se desarrolló, entre otros, un modelo local
para el análisis de la difusión de tensiones en las paredes de los arriostramientos entre arcos tubulares. Por
su singular morfología y proporciones, las piezas situadas en la parte más baja de los arcos (creando un
claro efecto portal) eran susceptibles de abollar y también de presentar concentraciones de tensiones por
arrastre de cortante, en las uniones del alma o piel con los rigidizadores longitudinales, dispuestos a modo
de nervaduras orgánicas. Estos efectos se estudiaron con un modelo EF 2D generado y procesado con SAP
2000, del que se adjuntan algunas vistas
Puente sobre el Turia, entre Manises y Paterna (2009, vano principal de 90 m de luz, S. Monleón y CMD Ingenieros)
Pieza clave en el diseño del nuevo bulevar Paterna-Manises, su tipología y geometría resuelven adecuadamente trazado vial e interacción
hidráulica y crean un magnífico portal sobre el río Turia, símbolo perfecto del abrazo entre dos municipios vecinos que han compartido
historia, cultura y tradición. Las luces de los vanos atirantados son de 90+55 m, para un ancho total B=22.4 m
El atirantamiento está formado por dos planos tumbados de 7+2×5 tirantes de acero de alta resistencia envainados en PADE blanco
Las torres, de 30.9 m sobre tablero, conforman un pórtico en A de canto creciente hacia el vértice superior. Altura total: 41.4 m (para una
nueva rasante situada a +42.5, frente a los +38 de la inicial)
El tablero es mixto en el vano principal, con artesonado de #corten en cajones y vigas de piso, y de hormigón armado/pretensado en el vano
corto, con moldes en #corten para los nervios prolongación de los cajones
Puente sobre el Turia (I), entre Manises y Paterna. Nuevamente, el análisis global de la
estructura en servicio y en construcción (retesado-desapeo), así como el chequeo de su estabilidad, se
desarrollaron con un modelo espacial de barras, procesado mediante SAP 2000. El tablero, formado por
un emparrillado mixto con dos vigas cajón longitudinales y vigas de piso+cuchillos en voladizo para el
vano principal, y una losa maciza de HP con espesor variable transversalmente en el vano menor, se
asimiló a dos emparrillados consecutivos, de diferente topología para adaptarlos a la situación real de las
vigas físicas (tramo mixto), a la uniformidad de la rigidez de losa (tramo de HP, en las figuras adjuntas no
se visualizan los NDF) y a la posición de los anclajes de los tirantes. Estos últimos se procesaron con su
módulo de elasticidad tangente, mientras que la flexión local del piso así como los ELU de rotura de torres
y estribo de retenida se comprobaron con modelos específicos (placa y bielas y tirantes
respectivamente). Adicionalmente, la estabilidad inicial de los anclajes de los tirantes en el tramo mixto
se chequeó con modelos de EF 2D generados y procesados con ANSYS
Puente sobre el Turia (II). Análisis local de los anclajes de tirantes: mallado, distribución de tensiones y análisis linealizado del pandeo mediante ANSYS
<Módulos didácticos>
CURSO de MODELADO ESTRUCTURAL de PUENTES
Salvador Monleón Cremades
07 Presentación de la IAP-11
Esta Instrucción tiene por objeto la determinación de las acciones, los coeficientes de ponderación y las combinaciones de acciones
que deben tenerse en cuenta en el proyecto de puentes y otras estructuras de la red de carreteras del Estado (RCE). Además, se incluyen
algunos criterios funcionales que deben cumplir los puentes, con independencia de los materiales que los constituyen.
También será de aplicación esta Instrucción al proyecto de estructuras asimilables a los puentes (tales como falsos túneles, pontones o
tajeas), a pasarelas para peatones, ciclistas o ciclomotores y a las obras de acompañamiento, como son las escaleras, rampas de acceso y
muros.
Asimismo, esta Instrucción podrá aplicarse en las comprobaciones correspondientes a la evaluación, ampliación o refuerzo de puentes
existentes, con las especificaciones complementarias, o modificaciones de las prescripciones aquí recogidas, que la Dirección General de
Carreteras (DGC) establezca específicamente para cada caso.
Para el proyecto de puentes de uso mixto, que además de la carretera soporten por ejemplo tráfico ferroviario, se considerarán las acciones
correspondientes a cada uso, de forma independiente o combinada, según resulte más desfavorable. En estos casos, se someterán siempre a
la aprobación de la DGC, las acciones, coeficientes y combinaciones que el proyectista considere oportuno aplicar.
El cumplimiento de esta Instrucción será condición necesaria para autorizar el paso de otras carreteras sobre las vías de la RCE.
Esta Instrucción se aplicará de forma complementaria con el resto de la normativa vigente que tenga en su ámbito de aplicación los
puentes y sus materiales constituyentes.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
Para alcanzar los niveles de seguridad adoptados en esta instrucción, además de las prescripciones en ella establecidas, deberán cumplirse los
principios siguientes:
Los puentes serán proyectados por ingenieros con capacidad y experiencia suficientes
La construcción será realizada por técnicos y operarios con los conocimientos y la experiencia necesarios
Los materiales y productos utilizados cumplirán las prescripciones establecidas en los correspondientes reglamentos técnicos o, en
su defecto, normas
Existirán controles de calidad adecuados durante todo el proceso de proyecto y ejecución de la estructura
La estructura estará destinada al uso para el que haya sido proyectada y construida
La estructura será conservada adecuadamente
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
Situaciones persistentes, que corresponden a las condiciones de uso normales de la estructura durante su vida útil.
Situaciones transitorias, que se producen cuando las condiciones de uso o estado de la estructura son temporales como, por
ejemplo, durante su construcción o reparación, y para las que se considerará el correspondiente período de duración. A falta de
estudios más detallados se podrá aceptar como tal un año
Situaciones accidentales, que corresponden a condiciones excepcionales aplicables a la estructura como, por ejemplo, las
provocadas por un impacto o por el fallo de algún elemento. Se consideran instantáneas (salvo que dicho fallo pueda permanecer sin
ser detectado).
Situaciones sísmicas, que corresponden a condiciones excepcionales aplicables a la estructura durante un evento sísmico. La
situación sísmica se distingue del resto de situaciones accidentales debido a que en ella se establecen diferentes niveles de la
magnitud de la acción en función de los requisitos de seguridad o de servicio.
07 Presentación de la IAP-11
ELU de equilibrio (EQU), por pérdida de estabilidad estática de una parte o del conjunto de la estructura, considerada como sólido
rígido (resistencia de los materiales no determinada).
ELU de rotura (STR), por agotamiento resistente o deformación plástica excesiva (resistencia de los materiales determinada).
ELU de fatiga (FAT), relacionado con los daños que pueda sufrir una estructura o cualquiera de sus elementos como consecuencia de
solicitaciones variables repetidas.
Los estados límite últimos de tipo geotécnico, cuya ocurrencia está controlada principalmente por las características del terreno, tales como
socavación, inestabilidad global o hundimiento por falta de capacidad portante del terreno, entre otros, no son objeto de esta Instrucción.
07 Presentación de la IAP-11
Los estados límite de servicio se pueden clasificar en reversibles o irreversibles. Los primeros son aquellos que dejan de ser superados
cuando desaparece la acción que los provoca. Los estados límite de servicio irreversibles son aquellos que, una vez superados, se mantienen
de forma permanente, incluso si se elimina la acción que los ha provocado.
07 Presentación de la IAP-11
2.3.3 VERIFICACIONES
2.3.3.1 Verificaciones en ELU
Para verificar el ELU de equilibrio, se debe satisfacer la condición siguiente: Ed,dst ≤ Ed,stb
siendo:
Ed,dst valor de cálculo del efecto de las acciones desestabilizadoras
Ed,stb valor de cálculo de las acciones estabilizadoras
Para verificar el resto de los ELU, salvo el de fatiga, se debe satisfacer la condición siguiente: Ed ≤ Rd
siendo:
Ed valor de cálculo del efecto de las acciones
Rd valor de cálculo de la resistencia correspondiente
La verificación del ELU de fatiga se efectuará de acuerdo con los criterios recogidos en la normativa específica de cada material estructural.
El valor de cálculo de las acciones se obtendrá de acuerdo con lo indicado en el capítulo 6. Bases para la combinación de acciones.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
Acciones permanentes de valor constante (G): actúan en todo momento y son constantes en posición y magnitud (peso propio y
cargas muertas).
Acciones permanentes de valor no constante (G*): actúan en todo momento pero varían en magnitud (reología, pretensado,
asientos).
Acciones variables (Q): son acciones externas a la estructura y pueden actuar o no, y, si lo hacen, pueden tener diferentes valores
(sobrecargas de uso, acciones climáticas).
Acciones accidentales (A): son acciones de corta duración cuya probabilidad de actuación durante la vida útil de la estructura es
pequeña, pero cuyos efectos pueden ser considerables (impactos de vehículos, sismos, avenidas de período de retorno importante).
De acuerdo con esta clasificación, en los capítulos 3 a 5, se establecen los valores de las acciones a considerar en el proyecto de puentes de
carretera, que se tomarán como valores característicos.
El valor característico de una acción, que es su principal valor representativo, puede venir determinado por un valor medio, un valor nominal
o, en el caso en que se fije mediante criterios estadísticos, por el correspondiente a una determinada probabilidad de no ser superado durante
un período de referencia teniendo en cuenta la vida útil de la estructura y la duración de la situación de proyecto.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
Salvo justificación expresa, se tomarán para los materiales de construcción más usuales los siguientes pesos específicos:
Fundición 72.5
Acero 78.5
Aluminio 27.0
Madera seca 6.0 a 9.0
Madera húmeda 10.5
Hormigón en masa 23.0 a 24.0
Hormigón armado y pretensado 25.0
Elementos de basalto, pórfidos y ofitas 31.0
Elementos de granito y caliza 30.0
Materiales granulares y rellenos (zahorras, gravas y arenas) 20.0
Pavimentos de mezcla bituminosa 23.0
Material elastomérico 15.0
Poliestireno expandido 0.3
Vidrio 25.0 Tabla 3.1-a
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Pavimento de la calzada y aceras. El espesor máximo del pavimento bituminosos proyectado y construido sobre tableros de puentes,
incluida la preceptiva capa de impermeabilización y la eventual capa de regularización, no será en ningún caso superior a 10 cm, salvo
aprobación expresa de la DGC.
No obstante, a efectos de cálculo, para la acción debida al pavimento se deberán considerar dos valores extremos:
(1) Valor inferior {Gk,inf}, determinado con los espesores teóricos definidos en el proyecto.
(2) Valor superior {Gk,sup}, obtenido incrementando un 50% los espesores teóricos definidos en el proyecto.
Este valor no permite, en modo alguno, la rehabilitación del pavimento por extensión de nuevas capas. Por tanto, el proyecto no sólo
definirá con suficiente precisión la tipología de la impermeabilización y de los pavimentos, estudiando con detalle la funcionalidad de estos
últimos compatible con la deformabilidad del tablero y su conservación a medio y largo plazo, sino que también, a efectos de la correcta
explotación y conservación del puente, incluirá criterios sobre la rehabilitación de los pavimentos en lo referente a espesores, deformabilidad,
características, y cualquier otro aspecto técnico que el proyectista considere importante para la seguridad o funcionalidad de la estructura.
El valor que se considere para el peso del pavimento, Gk,inf o Gk,sup, será el mismo para toda la estructura.
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Conductos de servicios. Para el peso propio de tuberías y otros servicios soportados por el puente, se tomarán también dos valores
extremos, Gk,inf y Gk,sup, considerándose una desviación respecto a su valor medio de ±20%.
El peso del agua contenida en una canalización soportada por un puente se tomará en principio como carga muerta y se considerarán los
pesos de las canalizaciones tanto vacías como llenas.
Rellenos. El peso de los rellenos sobre elementos estructurales (losas, dinteles, zapatas, etc.) se considerarán también como carga muerta.
Este peso se determinará aplicando al volumen de terreno que gravite sobre la superficie del elemento horizontal, el peso específico del relleno
vertido y compactado. Si no se dispusiera de datos reales de este peso específico, se podrán adoptar los definidos en la Tabla 3.1-a para
materiales granulares y rellenos.
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3.2.1 PRESOLICITACIONES
En el término presolicitaciones, se considerarán incluidas todas las formas posibles de introducir esfuerzos en una estructura antes de su
puesta en servicio, con el fin de mejorar su respuesta frente al conjunto de solicitaciones a las que posteriormente se verá sometida.
3.2.1.1 Pretensado
A efectos de aplicación de esta Instrucción se considerarán dos tipo de acción del pretensado:
a) Tipo P1: es la inducida por elementos colocados dentro del contorno de la sección estructural de hormigón (pretensado
interior), o fuera de la sección pero dentro del canto de la estructura (pretensado exterior). A todos los efectos se
considerará y tratará de acuerdo con lo especificado en la vigente Instrucción de hormigón estructural (EHE-08) o normativa
que la sustituya.
b) Tipo P2: es la inducida a través de elementos diferenciados en el esquema estructural (tirantes, péndolas, pretensado
exterior fuera del canto, etc.).
Las acciones del tipo P2 varían en función de la magnitud de las cargas permanentes de valor constante, por lo que deben ser consideradas
ambas conjuntamente y no de forma independiente.
07 Presentación de la IAP-11
El pretensado extradosado es un tipo de presolicitación que se encuentra entre los pretensados tipo P1 y P2 aquí definidos. Su semejanza a
uno de los dos depende de la rigidez de la estructura y de su esquema estructural. En función de estas características, el proyectista justificará
en el proyecto el tratamiento adoptado para el pretensado extradosado.
07 Presentación de la IAP-11
Cuando la actuación del empuje sea desfavorable para el elemento y efecto estudiado, su valor nunca será inferior al empuje hidrostático de
un fluido de peso específico igual a 5 kN/m3.
Cuando existan incertidumbres sobre la actuación efectiva del empuje de tierras y su acción sea favorable para el elemento y efecto en
estudio, no se considerará su actuación.
07 Presentación de la IAP-11
A falta de estudios más precisos, los coeficientes de rozamiento μa y μr se considerarán según se indica a continuación:
μ a = 0.5 μ max (1 + α )
μ r = 0.5 μ max (1 − α )
donde:
μa coeficiente de rozamiento adverso
μr coeficiente de rozamiento favorable
μmax máximo coeficiente de rozamiento del aparato de apoyo (según UNE-EN 1337-2). Para apoyos deslizantes con PTFE, se
considerará un coeficiente de rozamiento máximo del 3%, independientemente de la presión a la que esté sometido el apoyo.
α factor que depende del número parcial de apoyos (n) que ejercen bien una coacción favorable o bien una coacción desfavorable
para el elemento en estudio. A falta de estudios más precisos, se puede determinar de acuerdo con la Tabla 3.2-a. Este factor
adoptará generalmente valores distintos según se esté calculando μa o μr
07 Presentación de la IAP-11
n α
≤4 1
16 − n
4<n<10
12
≥10 0.5 Tabla 3.2-a
En general, el rozamiento producido en fase de construcción por procesos de empuje, lanzamiento, ripado, etc. sobre apoyos deslizantes
provisionales, suele ser mayor que el producido por los aparatos de apoyo deslizantes definitivos. Por este motivo, el proyectista deberá
justificar el valor adoptado para los coeficientes de rozamiento adverso y favorable en las comprobaciones del proceso constructivo,
estableciendo además en los planos y pliego de prescripciones del proyecto las medidas oportunas para el control de las fuerzas de rozamiento
generadas.
07 Presentación de la IAP-11
4.2 VIENTO
4.4 NIEVE
07 Presentación de la IAP-11
A efectos de aplicación de la componente vertical de la sobrecarga de uso sobre el tablero del puente, la plataforma, de ancho w, se dividirá en
n1 carriles virtuales, de anchura w1 cada uno, con el criterio que se define en la Tabla 4.1-a.
07 Presentación de la IAP-11
ANCHURA DE LA PLATAFORMA NÚMERO DE CARRILES VIRTUALES ANCHURA DEL CARRIL VIRTUAL ANCHURA REMANENTE
(w) (n1) (w1)
En el caso de que la plataforma esté dividida en dos o más partes separadas por una mediana:
Si en la mediana se dispone una barrera fija e infranqueable, cada parte de la plataforma (incluidos arcenes, marcas viales, etc.) se
dividirá de forma independiente en carriles virtuales.
Si en la mediana se dispone un elemento móvil o rebasable, se tratará toda la plataforma del puente, incluida la mediana, como un
único elemento.
07 Presentación de la IAP-11
La ubicación y numeración de cada carril virtual se determinará conforme a los criterios que se exponen a continuación:
Para la comprobación de cada estado límite, se considerarán cargados los carriles que sean desfavorables para el efecto en
estudio. El carril que genere el efecto más desfavorable se denominará carril 1, el segundo más desfavorable se denominará carril 2,
y así sucesivamente (Figura 4.1-a).
Se empleará una única numeración de carriles para todo el tablero, aunque la plataforma soporte dos o más calzadas separadas
por barreras fijas y no rebasables. Así pues, para el cálculo del tablero sólo habrá un carril 1, un carril 2, etc.
Cuando existan varias calzadas soportadas por tableros separados, cada uno de ellos tendrá una numeración de carriles
independiente, a efectos de las comprobaciones de los estados limite del tablero así como de la subestructura, si esta es
independiente para cada tablero. Si dichos tableros están soportados por la misma subestructura, pilas y estribos, a efectos del
cálculo de esos elementos, se considerará una numeración única para el conjunto de tableros.
07 Presentación de la IAP-11
carril virtual 1 w1
carril virtual 2 w1
w
carril virtual 3 w1
área remanente
Figura 4.1-a
Al carril virtual 1 también se le llama vía pesada. Esta denominación quedará justificada en el epígrafe siguiente.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
a) Uno o más vehículos pesados, según el número de carriles virtuales. Cada vehículo pesado estará constituido por dos ejes,
siendo Qik la carga de cada eje, indicada en la Tabla 4.1-b, correspondiente al carril i.
En cada carril virtual se considerará la actuación de un único vehículo pesado de peso 2Qik.
La separación transversal entre ruedas del mismo eje será de 2.00 m. La distancia longitudinal entre ejes será de
1.20 m (ver Figura 4.1-b)
Las dos ruedas de cada eje tendrán la misma carga, que será por tanto igual a 0.5Qik.
A efectos de las comprobaciones generales, se supondrá que cada vehículo pesado actúa centrado en el carril virtual
(ver Figura 4.1-b)
07 Presentación de la IAP-11
Para las comprobaciones locales, cada vehículo pesado se situará, transversalmente dentro de cada carril, en la
posición más desfavorable. Cuando se consideren dos vehículos pesados en carriles virtuales adyacentes, podrán
aproximarse transversalmente, manteniendo una distancia entre ruedas mayor o igual que 0.50 m (ver Figura 4.1-c).
Para las comprobaciones locales, la carga puntual de cada rueda de un vehículo pesado se supondrá repartida sobre
una superficie de contacto cuadrada de 0.4 m×0.4 m (ver Figura 4.1-c). Se considerará que esta carga se reparte con
una pendiente 1:1 (H:V), tanto a través del pavimento como a través de la losa del tablero, hasta el centro de dicha losa.
b) Una sobrecarga uniforme de valor qik según la Tabla 4.1-b, con las consideraciones siguientes:
En el área remanente, se considerará la actuación de una sobrecarga uniforme de valor qrk según la Tabla 4.1-b.
La sobrecarga uniforme se extenderá, longitudinal y transversalmente, a todas las zonas donde su efecto resulte
desfavorable para el elemento en estudio, incluso en aquellas ya ocupadas por algún vehículo pesado.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
1.20 m
área remanente
Figura 4.1-b
07 Presentación de la IAP-11
eP 1.20 m
2eP+h+0.40 m
2.00 m
≥0.50 m
detalle
0.40 m
2.00 m
0.40 m
07 Presentación de la IAP-11
1 FLEXIÓN LONGITUDINAL
en centro de vano
Ejes de los vehículos pesados Sobrecarga uniforme en
CL E1 CL P1 en carril virtual 1, 2… plataforma y aceras CL P2 CL E2
07 Presentación de la IAP-11
1 FLEXIÓN LONGITUDINAL
disposición en sección transversal
11.00
3.10 6.20 3.10 Disposición de vehículos pesados y sobrecarga uniforme para la sección de
centro de vano (máxima flexión positiva del tablero) y en la sección de apoyo
en pila 1 (máxima flexión negativa del tablero)
07 Presentación de la IAP-11
carril virtual 1 parcialmente cargado área remanente carril virtual 2 carril virtual 1 carril virtual 3 área remanente
3.00 1.00 3.00 3.00 3.00 1.00
Posible disposición de vehículo pesado y sobrecarga uniforme para la En esta primera configuración del modelo de cargas verticales, para la
máxima flexión transversal de la losa sobre viga longitudinal. En realidad, flexión en el centro de la losa, se ha centrado el carril 1, mientras que los
la distribución más desfavorable de esta última requiere el conocimiento vehículos pesados de los carriles 2 y 3 se han descentrado al máximo y la
de la superficie de influencia correspondiente. sobrecarga uniforme se ha extendido a las zonas desfavorables (a estima).
07 Presentación de la IAP-11
área remanente carril virtual 2 carril virtual 1 carril virtual 3 área remanente área remanente carril virtual 2 carril virtual 1 carril virtual 3 área remanente
1.20 3.00 3.00 3.00 0.80 1.50 3.00 3.00 3.00 0.50
Con la segunda configuración, se busca maximizar el efecto del carril 1 Para la tercera configuración del modelo de cargas verticales, se ha
dándole una leve excentricidad respecto al eje de la losa, que permita colocado el vehículo pesado del carril 1 en la posición más desfavorable,
incrementar la acción del vehículo pesado, sin que el efecto de la después se ha situado el carril 1 y a continuación los carriles restantes. Se ha
sobrecarga uniforme se vea excesivamente reducido. prescindido del vehículo pesado del carril 3, de efecto favorable.
07 Presentación de la IAP-11
En las zonas de uso peatonal de los puentes (aceras, rampas y escaleras), se supondrá aplicada una sobrecarga uniforme de 5 kN/m2 en las
zonas más desfavorables, longitudinal y transversalmente, para el efecto en estudio.
En puentes en los que sean de prever aglomeraciones de personas, se considerará la actuación de la sobrecarga uniforme de 5 kN/m2 en
lugar de las cargas verticales debidas al tráfico de vehículos definidas en el apartado 4.1.2.1 anterior, para aquellos casos en que sea más
desfavorable para el elemento en estudio. Esta carga, prevista a efectos de comprobaciones generales, estará asociada únicamente a
situaciones de cálculo transitorias.
El frenado y arranque o cambio de velocidad de los vehículos, dará lugar a una fuerza horizontal uniformemente distribuida en la dirección
longitudinal de la carretera soportada por el puente, y se supondrá aplicada al nivel de la superficie del pavimento.
En el caso de que la vía disponga de carriles de sentidos opuestos de circulación, se considerará como de sentido único si esta hipótesis
resulta más desfavorable.
07 Presentación de la IAP-11
El valor característico de esta acción Qlk será igual a una fracción del valor de la carga característica vertical que se considere actuando sobre
el carril virtual número 1, de acuerdo con la expresión:
Siendo L la distancia entre juntas contiguas, o longitud del puente si estas no existieran, y el significado de las demás variables el definido en el
apartado anterior.
Para el caso de carril virtual de 3 m de anchura, esta expresión queda como sigue:
Qlk=360+2.7L
180 kN≤Qlk≤900 kN
07 Presentación de la IAP-11
En puentes de planta curva, los vehículos generan una fuerza transversal centrífuga Qtk de valor:
La fuerza Qtk así definida se considerará como una fuerza puntual, en la superficie del pavimento, que actúa horizontalmente en dirección
perpendicular al eje del tablero y en cualquier sección transversal del mismo.
Además, en puentes curvos de radio menor de 1500 m, se tendrá en cuenta el efecto del derrape durante el frenado mediante una fuerza
transversal Qtrk, en la superficie del pavimento, igual al 25% de la fuerza de frenado o arranque Qlk, definida en el apartado 4.1.3.1, que actúa
simultáneamente con ella.
07 Presentación de la IAP-11
La concomitancia de las distintas componentes de la sobrecarga de uso, definidas en los apartados anteriores, se tendrá en cuenta
mediante la consideración de los grupos de cargas de tráfico indicadas en la Tabla 4.1-c.
Los valores de las acciones que figuran en los apartados 4.1.2 y 4.1.3 son valores característicos de esas acciones consideradas
individualmente. Cuando dichas acciones entran a formar parte de un grupo de cargas de tráfico, lo hacen con los valores que se recogen en
la Tabla 4.1-c.
Se considera que estos grupos, que son excluyentes entre sí, definen el valor característico de la sobrecarga de uso cuando se combina
con el resto de las acciones (cargas permanentes, viento, etc.).
Se considerará la combinación de cada uno de los grupos de cargas con el resto de las acciones cuando sean pertinentes para el efecto en
estudio.
07 Presentación de la IAP-11
PLATAFORMA ACERAS
CARGAS VERTICALES FUERZAS HORIZONTALES
vehículos sobrecarga aglomeración frenado y fuerza centrífuga CARGAS VERTICALES
GRUPO DE CARGAS(1) pesados uniforme de personas arranque y transversal
Peatones 4.1.2.2
gr 4 - - Valor caracter. - - Valor caracter.
(1) La denominación de los grupos de carga hace referencia a la componente dominante del grupo Tabla 4.1-c
(2) Se define como valor reducido el que corresponde al valor frecuente que figura en la Tabla 6.1-a, es decir:
ψ1=0.75 para los vehículos pesados
ψ1=0.40 para la sobrecarga uniforme
07 Presentación de la IAP-11
Para la comprobación del estado límite último de fatiga se considerarán las acciones variables producidas por la acción del tráfico que se
prevé que actúen a lo largo de la vida útil del puente.
El efecto de estas cargas repetidas puede ser representado por el modelo de cargas para fatiga consistente en un vehículo de 4 ejes, de
dos ruedas cada eje, que se representa en la Figura 4.1-d. La carga en cada eje será de 120 kN y la superficie de contacto de cada rueda se
tomará igual a un cuadrado de 0.40×0.40 m. La separación entre ejes y entre las ruedas de un mismo eje será la que se indica en la Figura
4.1-d. A efectos de comprobación a fatiga no se considerará ninguna carga horizontal.
Para el cálculo de las tensiones máximas y mínimas que se produce el modelo de cargas de fatiga se considera la actuación de un solo
vehículo como el definido en el párrafo anterior. Este vehículo se supondrá centrado en el carril virtual 1 (el más desfavorable para el efecto
estudiado).
El modelo de cargas definido incluye el coeficiente de impacto correspondiente a una superficie de rodadura de buena calidad (según ISO
8608). Para la comprobación de aquellos elementos estructurales que estén a una distancia menor de 6 m de una junta de calzada se
tomará un factor de amplificación dinámico adicional de 1.3.
07 Presentación de la IAP-11
detalle
0.40 m
Figura 4.1-d
07 Presentación de la IAP-11
Alternativamente al vehículo definido anteriormente, para la comprobación del estado límite de fatiga, se podrán emplear datos reales de
tráfico, ajustados o extrapolados, en su caso, por métodos estadísticos apropiados, previa autorización de la DGC. Estos datos de tráfico
deberán ser multiplicados por el correspondiente factor de amplificación dinámico, que tendrá en cuenta entre otros aspectos la regularidad
superficial del pavimento.
Para el cálculo de empujes del terreno sobre elementos de la estructura en contacto con el (estribos, muros, etc.), se considerará actuando
en la parte superior del terraplén, en la zona por donde pueda discurrir el tráfico, el modelo de cargas verticales definido en el apartado 4.1.2.
Alternativamente, podrá adoptarse el modelo simplificado consistente en una sobrecarga uniforme de 10 kN/m2.
Esta sobrecarga se tendrá en cuenta únicamente en los casos en que las cargas producidas por el tráfico actúen a una distancia, medida en
horizontal, menor o igual a la mitad de la altura del elemento de la estructura sobre el que actúe el empuje.
A efectos de la aplicación de los coeficientes parciales que figuran en el capítulo 6, se considerará como una misma acción la componente
gravitatoria de esta sobrecarga y el empuje a que da lugar. Además, esta acción se considerará con su valor característico como único valor
representativo (ver apartado 6.1.2).
07 Presentación de la IAP-11
Las fuerzas transmitidas por la barandilla al tablero dependerán de la clase de carga de la barandilla proyectada, según EN 1317-6. En
puentes y pasarelas, se adoptará una clase de carga tal que la fuerza horizontal perpendicular al elemento superior de la barandilla sea
como mínimo 1.5 kN/m.
Esta fuerza horizontal se considerará actuando simultáneamente con la sobrecarga uniforme definida en el apartado 4.1.2.2.
Para la determinación de los efectos estáticos de la sobrecarga de uso debida al tráfico de peatones, se considerará la acción simultánea
de las cargas siguientes:
07 Presentación de la IAP-11
Ambas cargas se consideran como una acción única, cuyo valor constituye el valor característico de la sobrecarga de uso cuando se
combina con el resto de las acciones (cargas permanentes, viento, etc.).
La fuerza horizontal Qflk será en general suficiente para asegurar la estabilidad horizontal longitudinal de la pasarela; no así la estabilidad
horizontal transversal, que deberá asegurarse mediante la consideración de las acciones correspondientes.
A efectos de las comprobaciones locales, se considerará una carga vertical puntual Qfwk de valor igual a 10 kN/m2, actuando sobre una
superficie cuadrada de 0.10 m de lado.
Cuando, de acuerdo con el capítulo 8, sea necesario efectuar un análisis dinámico, se tendrá en cuenta lo indicado al respecto en dicho
capítulo.
07 Presentación de la IAP-11
4.2 VIENTO
En general, la acción del viento se asimilará a una carga estática equivalente, salvo que, de acuerdo con el apartado 4.2.9, sea necesario
además considerar los efectos aeroelásticos.
Para la obtención de la carga estática equivalente a la acción del viento, se seguirán las indicaciones que figuran en los apartados 4.2.1 a
4.2.8.
El proyectista podrá adoptar valores o expresiones distintos de los aquí indicados, previa autorización de la DGC, siempre que los justifique
adecuadamente por disponer de medidas de velocidad de viento en el lugar durante un periodo de tiempo representativo para la situación de
proyecto considerada, por el conocimiento de la intensidad de la turbulencia y su repercusión sobre las ráfagas de viento, o por las cualidades
aerodinámicas de los elementos del puente y el conocimiento experimental de su coeficiente de fuerza (también llamado coeficiente de
arrastre).
07 Presentación de la IAP-11
La velocidad básica fundamental del viento vb,0 es la velocidad media a lo largo de un periodo de 10 minutos, con un periodo de retorno de
50 años, medida con independencia de la dirección del viento y de la época del año en una zona plana desprotegida frente al viento, equivalente
a un entorno tipo II (según se define en el apartado 4.2.2), a una altura de 10 m sobre el suelo.
A partir de la velocidad básica fundamental del viento vb,0, se obtendrá la velocidad básica del viento vb mediante la expresión:
07 Presentación de la IAP-11
Velocidad básica
del viento [m/s]
Zona A: 26
Zona B: 27
Zona C: 29
Figura 4.2-a
07 Presentación de la IAP-11
Para un periodo de retorno diferente de 50 años, la velocidad básica del viento vb(T) será:
vb(T) = vb cprob
1
⎧ 1 − 0.2 ln[− ln( 1 − 1 / T )] ⎫ 2
c prob =⎨ ⎬
⎩1 − 0.2 ln[− ln( 1 − 1 / 50 )]⎭
Para situaciones persistentes, a falta de estudios específicos, se considerará un periodo de retorno de 100 años (cprob=1.04)
Para situaciones transitorias, se tomarán los periodos de retorno indicados en la Tabla 4.2-a salvo que se justifiquen adecuadamente otros
valores.
07 Presentación de la IAP-11
≤3 días 2
3 días< ≤3 meses 5
3 meses< ≤1 año 10
La velocidad media del viento vm(z) a una altura z sobre el terreno dependerá de la rugosidad del terreno, de la topografía y de la velocidad
básica del viento vb, y se determinará según la expresión siguiente:
07 Presentación de la IAP-11
donde:
⎛ z ⎞
c r ( z ) = k r ln⎜⎜ ⎟⎟ para z ≥ zmin
⎝ z0 ⎠
c r ( z ) = c r ( zmin ) para z < zmin
siendo:
z altura del punto de aplicación del empuje del viento respecto del terreno o respecto del nivel mínimo del agua bajo el puente [m]
kr factor del terreno, según Tabla 4.2-b
z0 longitud de la rugosidad, según Tabla 4.2-b
zmin altura mínima, según Tabla 4.2-b
07 Presentación de la IAP-11
0 0.156 0.003 1
I 0.170 0.01 1
II 0.190 0.05 2
07 Presentación de la IAP-11
El empuje producido por el viento se calculará por separado para cada elemento del puente, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
El área expuesta al viento o las características aerodinámicas del elemento pueden resultar modificadas por la materialización de
otras acciones actuando en la estructura (nieve, sobrecargas de uso, etc.)
En situaciones transitorias, algunos elementos pueden presentar superficies de exposición al viento diferentes a las definitivas
(por ejemplo, cajón abierto frente a cerrado). Además, los elementos auxiliares de construcción pueden añadir superficies adicionales
a tener en cuenta
⎡1 ⎤
Fw = ⎢ ρv b2 (T )⎥c e ( z )c f Aref
⎣2 ⎦
07 Presentación de la IAP-11
siendo:
⎡ ⎛ z ⎞ ⎛ z ⎞⎤
c e ( z ) = k r2 ⎢c 02 ln 2 ⎜⎜ ⎟⎟ + 7k l c 0 ln⎜⎜ ⎟⎥ para z ≥ zmin
⎟
⎢⎣ ⎝ z0 ⎠ ⎝ z0 ⎠⎥⎦
c e ( z ) = c e ( zmin ) para z < zmin
kl factor de turbulencia, que se tomará igual a 1.0. Parámetros c0, z0 y zmin según el apartado 4.2.2
07 Presentación de la IAP-11
B
B/h ≤0.2 0.4 0.6 0.7 1.0 2.0 5.0 ≥10
W
h cf 2.0 2.2 2.35 2.4 2.1 1.65 1.0 0.9
W W W W
W W W
07 Presentación de la IAP-11
(*) se tomará siempre superficie rugosa excepto si la rugosidad superficial equivalente resulta menor de ∅10−5
El producto cf Aref se calculará según las reglas que se exponen a continuación o bien mediante ensayos en túnel aerodinámico, lo cual será
recomendable en puentes de gran luz. En este caso deberán considerarse tres ángulos de incidencia respecto a la horizontal: −6º, 0º y +6º
07 Presentación de la IAP-11
El empuje del viento se aplicará sobre el centro de gravedad del área de referencia del elemento Aref.
Se supondrá que el efecto de la sobrecarga de uso equivale a un área expuesta cuya altura se considerará igual a:
2 m en puentes de carretera
1.25 m en pasarelas
Dichas alturas se medirán desde la superficie del pavimento y se tendrán en cuenta para el cálculo tanto del coeficiente de fuerza, como del
área. En el caso de coexistir distintos tipos de carga sólo se considerará la de altura más desfavorable.
H=2 m
07 Presentación de la IAP-11
Cuando sea necesario considerar el efecto del ocultamiento sobre cualquier elemento no expuesto directamente a la acción del viento (por
quedar oculto tras la sombra o proyección de otro situado inmediatamente a barlovento de éste), el coeficiente de fuerza del elemento oculto
se multiplicará por el coeficiente de ocultamiento η definido en la Tabla 4.2-c, donde λ es la relación de solidez, definida como:
λ=An/Atot
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
área neta An
hp
Fw s
Siempre que el viento actúe simultáneamente con las sobrecargas de uso, el valor resultante de la fuerza equivalente del viento se combinará
con el resto afectado por los correspondientes factores de simultaneidad ψ, definidos en el apartado 6.1 de esta Instrucción, y deberá
aplicarse sobre la longitud ocupada por vehículos que resulte más desfavorable, independientemente de la zona de aplicación de las
acciones verticales debidas a la propia sobrecarga de uso.
07 Presentación de la IAP-11
Para evaluar la acción del viento sobre la estructura se considerará su actuación en dos direcciones:
Perpendicular al eje del tablero: dirección transversal (X). Esta componente podrá ir acompañada de una componente asociada en
dirección vertical (Z)
Paralela al eje del tablero: dirección longitudinal (Y)
Si el tablero es de planta curva, se supondrá que la dirección longitudinal es la de la cuerda que une los dos extremos del puente y que la
dirección transversal es su perpendicular. Para cada dirección, el sentido de aplicación de la fuerza del viento será el que resulte más
desfavorable para el elemento y efecto en estudio.
Alternativamente, para el cálculo del efecto del viento sobre el tablero, se podrá considerar, siempre que la amplitud angular del arco definido
en planta no supere 90º, lo siguiente:
Un viento radial, normal a la superficie lateral del tablero en cada punto, cuyo valor característico será el mismo que el definido para
el viento para el viento transversal sobre el tablero en el apartado 4.2.5.1
Un viento tangencial a la directriz en cada punto, cuyo valor característico será el mismo que el definido para el viento longitudinal
sobre el tablero en el apartado 4.2.5.2
07 Presentación de la IAP-11
Análogamente, en las pilas de puentes de tablero curvo en planta, y siempre que la amplitud angular del arco definido por el tablero no
supere 90º, se podrá considerar que las dos direcciones del viento son:
Perpendicular a la directriz del tablero en cada pila, que se considerará concomitante con el viento transversal sobre el tablero
Tangente a la directriz del tablero en cada pila, que se considerará concomitante con el viento longitudinal sobre el tablero
En general, se considerará que la acción del viento en las direcciones transversal y longitudinal no es concomitante. La componente vertical
del viento (Z) se considerará concomitante sólo con la dirección transversal del viento.
En el caso particular de que las características topográficas del emplazamiento produzcan habitualmente vientos en dirección oblicua al eje
del tablero, o cuando la estructura pueda ser especialmente sensible a vientos oblicuos, se comprobará además la seguridad estructural para
estos vientos. Para ello se determinará la presión de la velocidad básica del viento, ½ ρ vb2(T), correspondiente a la dirección oblicua, se
descompondrá vectorialmente esta presión en las dos direcciones, longitudinal y transversal, se calcularán independientemente los empujes
correspondientes y ambos se considerarán aplicados simultáneamente sobre la estructura.
07 Presentación de la IAP-11
cf,X=2.5−0.3(B/heq)
B anchura total del tablero [m]
heq altura equivalente [m] obtenida considerando, además del propio tablero (en el caso de un tablero de vigas o varios cajones, se
considerará únicamente el elemento de mayor canto), la altura de cualquier elemento no estructural que sea totalmente opaco frente al
viento o, si se tiene en cuenta la presencia de la sobrecarga de uso, la altura de ésta, en caso de ser más desfavorable.
07 Presentación de la IAP-11
En cualquier caso, el coeficiente cf,X se considerará limitado por los valores siguientes:
Si los elementos no estructurales (sistemas de contención, barandillas o pantallas) son permeables al viento, no se considerarán en la
determinación de esta altura equivalente heq, y el empuje que soportan y transmiten se calculará de forma independiente, según se indica en el
apartado 4.2.7.
ei
hw heq
07 Presentación de la IAP-11
El valor del coeficiente cf,X, y sus límites inferior y superior se podrán modificar en función de la forma de la sección transversal del tablero,
aplicando los siguientes criterios:
Si una de las caras expuestas al viento está inclinada respecto a la vertical en el sentido favorable a la circulación del viento, se
puede reducir su coeficiente de fuerza en un 0.5% por cada grado sexagesimal de inclinación, con una reducción máxima de un
30%.
Si las caras expuestas al viento tienen distinta inclinación, la reducción a aplicar será la media ponderada de las reducciones
relativas de las distintas superficies en función de sus áreas respectivas.
hi
ai
ρ=
∑h ρ i i
, ρ i = 0.005α i ≤ 0.3
∑h i
en (º)
07 Presentación de la IAP-11
El empuje se calculará de forma independiente para cada celosía, en función del área sólida expuesta al viento.
En las celosías no expuestas directamente al viento, se multiplicará, si procede, su coeficiente de fuerza por el coeficiente de ocultamiento η
anteriormente definido en el apartado 4.2.3. El empuje total obtenido no será mayor que el de un tablero de sección rectangular del mismo
canto y anchura.
Al igual que para los tableros de alma llena, si los elementos de contención o las barandillas son permeables al paso del aire, el empuje que
soportan y transmiten se calculará de forma independiente, según se indica en el apartado 4.2.7.
Las sobrecargas de uso se tendrán en cuenta, para el cálculo del empuje horizontal del viento, de la misma forma que en tableros de alma
llena, sin reducir su área sólida expuesta por la presencia de celosías, aunque el tablero esté embebido en las propias celosías.
07 Presentación de la IAP-11
⎧n M n ⎫
Fw , X = 21 ρv b2 ⎨∑ (c f 0 Aref ,0 )e + ∑∑η e (c fi Aref ,i )e ⎬
0 i
⎩ e =1 i =1 e =1 ⎭
07 Presentación de la IAP-11
El coeficiente de fuerza dependerá de la sección de los perfiles de la celosía. A falta de datos específicos se tomará:
siendo vb(T) la velocidad básica y ce(z) el coeficiente de exposición, definidos en los apartados 4.2.1 y 4.2.3, respectivamente.
⎡1 ⎤
Fw ,Z = ⎢ ρv b2 (T )⎥c e ( z )c f ,Z Aref ,Z
⎣2 ⎦
07 Presentación de la IAP-11
dimensiones en planta
del tablero: B¥L [m2]
+Fw,Z
−Fw,Z
En el caso de disponer de ensayos de la sección transversal del tablero en túnel aerodinámico, se considerará el empuje vertical máximo del
viento obtenido para los tres ángulos de incidencia respecto a la horizontal definidos en el apartado 4.2.3.
07 Presentación de la IAP-11
El empuje transversal está aplicado a la altura que se indica a continuación, medida respecto a la base del tablero:
a) En tableros de alma llena, el 60% de la altura del primer frente máximo adoptado en el cálculo del área expuesta a la
componente horizontal del viento transversal, incluyendo, en su caso, el área correspondiente a la sobrecarga de uso
b) En tableros de tipo celosía, la media ponderada de las alturas de los centros de gravedad de las diferentes áreas que
compongan el primer frente máximo adoptado en el cálculo del área expuesta a la componente horizontal del viento
transversal, incluyendo en su caso, el área correspondiente a la sobrecarga de uso
El empuje vertical está aplicado a una distancia del borde de barlovento igual a un cuarto de la anchura del tablero.
a) B b) B
Fw,X Fw,X
heq
0.6heq h*
07 Presentación de la IAP-11
25% para los elementos sólidos (tableros tipo cajón, losa o vigas, sistemas de contención no permeables, pantallas anti-ruido,
sobrecarga de uso, etc.). Para el cálculo de este empuje longitudinal no se considerará la reducción debida a la inclinación de las
almas en los tableros de alma llena
50% para los elementos que presenten huecos (tableros tipo celosía, sistemas de contención permeables, barandillas y, en su caso,
sobrecargas de uso)
07 Presentación de la IAP-11
donde:
c0 factor de topografía definido en el apartado 4.2.2
Φ [L/L(z)]=0.230+0.182ln[L/L(z)]
siendo: 0≤Φ[L/L(z)]≤1
L longitud sobre la cual actúa el empuje longitudinal [m]. Se tomará igual a la longitud total del puente
L(z) longitud integral de la turbulencia [m] definida por:
z altura del punto de aplicación del empuje de viento respecto del terreno o de la cota mínima del nivel de agua bajo el puente [m]
z0, zmin coeficientes definidos en la Tabla 4.2-b
α coeficiente definido en la Tabla 4.2-d
07 Presentación de la IAP-11
TIPO DE ENTORNO α
0 0.38
I 0.44
II 0.52
III 0.61
07 Presentación de la IAP-11
El empuje se obtendrá en función del área de referencia y el coeficiente de fuerza adecuado a la forma de su sección transversal. En la
Figura 4.2-b se indican los coeficientes de fuerza de las secciones de cálculo más usuales.
En pilas de sección rectangular con aristas redondeadas mediante acuerdos de radio r, se podrá reducir el coeficiente de fuerza
multiplicándolo por el factor κ :
κ =1−2.5 r/h ≥0.5
Para secciones de pila no incluidas en la Figura 4.2-b, se adoptará un valor del coeficiente de fuerza cf contrastado por la experiencia u
obtenido mediante ensayos en túnel aerodinámico. Para secciones sin superficies cóncavas, se podrá adoptar un valor de cf=2.2 sin
necesidad de justificación mediante ensayos.
Las pilas de sección variable, o aquellas en las que el coeficiente de exposición ce(z) varíe apreciablemente a lo largo de su altura, se
dividirán en tramos, adoptando en cada uno el valor correspondiente del coeficiente de exposición ce(z), del área de referencia Aref y del
coeficiente de fuerza cf.
07 Presentación de la IAP-11
Se tomará como área de referencia la proyección del área sólida expuesta sobre el plano perpendicular a la dirección del viento.
Cuando en las pilas no se puedan despreciar las solicitaciones de torsión debidas al viento, se considerará que el empuje sobre la superficie
considerada actúa con una excentricidad respecto a su eje de 1/10 de la anchura de dicha superficie.
La dirección del viento a considerar en los cálculos será la que se indica en el apartado 4.2.4.
El empuje del viento sobre sistemas de contención y barandillas permeables, se obtendrá a partir del área de referencia y del coeficiente
de fuerza específico de cada uno de sus elementos. Para las secciones no incluidas en la Figura 4.2-b, el coeficiente de fuerza de cada uno de
ellos cf,X se tomará igual a 2.2 salvo que se justifique adecuadamente otro valor más preciso.
Se tomará como área de referencia la proyección del área sólida expuesta sobre el plano perpendicular a la dirección del viento.
El cálculo del empuje de viento sobre otros elementos del puente tales como cables, péndolas o los sistemas de iluminación y señalización,
se realizará también a partir de las áreas de referencia y los coeficientes de fuerza indicados a la Figura 4.2-b. En este caso será necesario
tener en cuenta el empuje sobre todos los elementos sin considerar posibles efectos de apantallamiento.
07 Presentación de la IAP-11
En puentes de menos de 40 m de luz (medida entre ejes de apoyo) y de menos de 20 m de altura máxima de pila, podrá considerarse
únicamente el viento transversal, con los valores de empuje unitario Fw/Aref indicados en las Tablas 4.2-e y 4.2-f, siempre que se cumplan
las condiciones siguientes:
cf,X≤1.8 en tableros
cf,X ≤2.2 en pilas
c0=1.0
cprob ≤1.04
Para alturas de tableros y pilas comprendidas entre 10 m y 20 m, se podrá interpolar linealmente entre las dos tablas anteriores.
En la elaboración de la tablas anteriores, no se ha considerado la acción del viento sobre la sobrecarga de uso; para tener en cuenta este
efecto, se seguirán los criterios indicados en el apartado 4.2.3 respecto al aumento del área expuesta.
07 Presentación de la IAP-11
<7.4.2.8 Empujes unitarios en puentes con altura de pila: Hmax ≤10 m>
07 Presentación de la IAP-11
<7.4.2.8 Empujes unitarios en puentes con altura de pila: Hmax ≤20 m>
07 Presentación de la IAP-11
A efectos de aplicación de esta Instrucción, no será necesario comprobar los efectos aeroelásticos en puentes y pasarelas que cumplan las
tres condiciones siguientes:
Aunque no se cumpla alguna de las tres condiciones anteriores, tampoco será necesario comprobar los efectos aeroelásticos en puentes o
pasarelas en los que concurran las dos circunstancias siguientes:
Luz menor de 80 m
Frecuencia fundamental de flexión vertical mayor de 2 Hz
07 Presentación de la IAP-11
Las comprobaciones a realizar para cada uno de estos efectos serán las siguientes:
Divergencia torsional. La velocidad crítica de inestabilidad deberá ser superior a dos veces la velocidad media de proyecto a la
altura del tablero, 2vm(z)
Desprendimiento de torbellinos. No se considerará este efecto si la velocidad crítica de desprendimiento de torbellinos es superior
a 1.25vm(z). Si no se cumple esta condición, será necesario determinar la amplitud máxima de las oscilaciones resultantes y
comprobar que los desplazamientos, las aceleraciones y los esfuerzos no sobrepasan los valores permitidos en estado límite de
servicio para la sobrecarga de uso. Además, será necesario comprobar la seguridad de la estructura frente a la fatiga producida por
estas oscilaciones
Vibraciones divergentes por galope. La mínima velocidad crítica de inestabilidad deberá ser superior a 1.25vm(z)
Vibraciones divergentes por flameo. La mínima velocidad crítica de inestabilidad deberá ser superior a 1.25vc(z), siendo la
velocidad punta:
v c ( z ) = c e ( z )v b (T )
07 Presentación de la IAP-11
Bataneo. Se determinará los valores máximos de desplazamientos, aceleraciones y esfuerzos y se comprobará que no se
sobrepasan los valores permitidos en estado límite de servicio para la sobrecarga de uso. Además, será necesario comprobar la
seguridad de la estructura frente a la fatiga producida por estas oscilaciones
La determinación de todos los valores citados anteriormente deberá hacerse por cálculos numéricos suficientemente contrastados o
ensayos en túnel de viento.
El ensayo en túnel de viento será en cualquier caso preceptivo en puentes de más de 200 m de luz y en pasarelas de más de 100 m de luz.
También será preceptivo cuando, mediante los análisis efectuados, no se confirme la ausencia de efectos aeroeláticos de importancia. El
proyectista deberá definir el alcance de los ensayos en túnel de viento de forma que sirvan para verificar la seguridad y funcionalidad de la
estructura. La utilización de métodos numéricos para modelizar el flujo de aire sólo será admisible si éstos se restringen a la obtención de
conclusiones de tipo cualitativo o si se han contrastado o calibrado con ensayos en túnel de viento para la misma sección de tablero (salvo
modificaciones de detalle) y en las condiciones de turbulencia correspondientes al proyecto.
La comprobación de los efectos aeroelásticos deberá hacerse también para los estados de construcción del puente, siguiendo los mismos
criterios expuestos en este apartado y teniendo en cuenta que la velocidad básica del viento, la configuración estructural (y, por tanto, las
frecuencias) y el amortiguamiento pueden ser diferentes respecto a los correspondientes a la estructura completa.
07 Presentación de la IAP-11
Divergencia torsional
En un tablero de puente, o en cualquier otro obstáculo parecido a una placa plana, sometido a una corriente incidente con un ángulo de ataque
pequeño, las acciones del viento sobre el perfil se traducen en una fuerza (cuyas componentes en la dirección de la corriente y en una
dirección perpendicular a esta son la resistencia aerodinámica y la sustentación, respectivamente) y un momento torsor, o momento de
cabeceo, que se supone positivo cuando tiende a levantar el borde de ataque del perfil. Por lo tanto, un momento positivo tenderá a aumentar el
ángulo de ataque, lo que a su vez provocará el aumento del momento torsor, de modo que si la estructura no tiene suficiente rigidez a torsión
para equilibrar el momento torsor de cabeceo, las deformaciones continuarán hasta que se produzca el colapso.
Este mecanismo divergente es semejante al galope, que presentaremos más adelante, pero considerando en este último las oscilaciones
transversales en lugar de la torsión.
Desprendimiento de torbellinos
El flujo corriente bajo un cilindro circular situado perpendicularmente al viento uniforme incidente se caracteriza por el desprendimiento
alternado y periódico de torbellinos: la denominada calle de torbellinos de Kármán. El desprendimiento de torbellinos genera sobre el cilindro
fuerzas laterales periódicas, causando vibraciones laterales en las estructuras esbeltas en general, cualquiera que sea su sección.
Las cargas aerodinámicas alternadas generadas por la calle de torbellinos desprendidos
pueden ser peligrosas si la frecuencia de desprendimiento, controlada por el número de
Strouhal, coincide con alguna de las frecuencias propias de la estructura, en particular con
la primera, pudiendo aparecer un fenómeno de resonancia que amplifique la deformación del
puente hasta provocar su colapso por fatiga.
07 Presentación de la IAP-11
Bataneo o Buffeting
Los diferentes tipos de inestabilidad descritos anteriormente (ver apartados 4.2.9.3.1 a 4.2.9.3.3) tienen en común que son fenómenos
inducidos por la propia estructura y pueden aparecer incluso aunque la corriente incidente sea poco turbulenta.
Las oscilaciones por bataneo son de carácter irregular y se producen por causa de las turbulencias del viento atmosférico u otras
perturbaciones de la corriente, exclusivamente. Además, también pueden producirse inducidas por la estela de un primer obstáculo.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
m
7.3ωθ r ≥ 2v m
ρB 2
07 Presentación de la IAP-11
B ωw2 B
Sc ≥ 2600 , Sc ≥ 2100
l g
δs amortiguamiento logarítmico estructural, cuya relación con la tasa de amortiguamiento ξ (ver Tabla 4.2-g), expresada como porcentaje
respecto del amortiguamiento crítico es el siguiente:
2π
δs = ξ
100
07 Presentación de la IAP-11
Mixta 0.6
07 Presentación de la IAP-11
mδ s
ωw ≥ 1.25v m
ρh
Siendo los parámetros m, δs, ωw, ρ y h los que se definen en el apartado 4.2.9.3.2
c) Se podrá descartar el riesgo de oscilaciones divergentes acopladas de flexión y torsión (flameo clásico) si se cumple la condición:
mr ⎡ ⎤
2
⎛ω ⎞
1.8ωθ B ⎢1 − 1.1⎜ w ⎟ ⎥ ≥ 1.25v c
ρB ⎢
3 ⎜ω ⎟ ⎥
⎣ ⎝ θ ⎠ ⎦
con el significado de las variables definido en los apartados 4.2.9.3.1 y 4.2.9.3.2
07 Presentación de la IAP-11
L( z )
ωw ≥3
vm
En caso de no cumplirse la condición anterior será necesario estudiar el efecto dinámico de las ráfagas en combinación con los efectos de su
tamaño en relación con la longitud del puente sometida a la acción del viento.
07 Presentación de la IAP-11
Tipo 1: tableros de acero con sección transversal en cajón, viga armada o celosía
Tipo 2: tableros mixtos compuestos por acero estructural y hormigón armado o pretensado (conectados de forma que ambos
materiales trabajan de forma solidaria)
Tipo 3: tableros de hormigón armado o pretensado, sean losas, vigas o cajones
Los valores representativos de la acción térmica se evaluarán considerando la componente uniforme de temperatura y las componentes
de la diferencia de temperatura vertical y horizontal.
07 Presentación de la IAP-11
El valor característico de la temperatura máxima del aire a la sombra Tmax depende del clima del lugar y de la altitud y, para un periodo de
retorno de 50 años (lo que equivale a una probabilidad anual de ser excedido de 0.02), será el que se indica en el mapa de isotermas de la
Figura 4.3-a.
Como valor característico de la temperatura mínima del aire a la sombra Tmin se tomará, para un periodo de retorno de 50 años, el que se
deduce de la Tabla 4.3-a en función de la altitud del emplazamiento y de la zona climática invernal que se deduce del mapa de la Figura 4.3-b.
Para periodos de retorno diferentes de 50 años, se deben de ajustar los valores Tmax,p y Tmin,p según las expresiones siguientes:
Para situaciones persistentes se tomará un periodo de retorno de 100 años (p=0.01). Para situaciones transitorias, se tomarán los
periodos de retorno indicados en la Tabla 4.2-a, salvo que se justifiquen adecuadamente otros valores.
07 Presentación de la IAP-11
Figura 4.3-a
07 Presentación de la IAP-11
Figura 4.3-b
07 Presentación de la IAP-11
Tmin valor característico de la temperatura mínima del aire a la sombra en el lugar del emplazamiento del puente con el ajuste
correspondiente al periodo de retorno según se indica en el apartado 4.3.1.1.1
Tmax valor característico de la temperatura máxima del aire a la sombra en el lugar del emplazamiento del puente con el ajuste
correspondiente al periodo de retorno según se indica en el apartado 4.3.1.1.1
Con los valores de ΔTe,min y ΔTe,max indicados en la Tabla 4.3-b.
En el caso de celosías y vigas armadas de acero, el valor de ΔTe,max definido en la Tabla 4.3-b para tableros Tipo 1, puede reducirse en 3º.
Para la determinación de los efectos debidos a la componente de temperatura, se emplearán los valores del coeficiente de dilatación térmica
lineal indicados en la Tabla 4.3-c, a menos que, mediante ensayos o estudios más detallados, se justifiquen otros valores.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
A partir de los valores característicos máximo y mínimo de la componente uniforme de temperatura y a partir de la temperatura inicial T0
(temperatura media del tablero en el momento en que se coacciona su movimiento), se obtendrán los rangos de variación térmica que
permitan determinar la contracción y la dilatación máximas el tablero, según lo indicado en los párrafos siguientes.
07 Presentación de la IAP-11
En el caso de que no sea posible establecer la temperatura inicial T0 del elemento en el momento de coaccionar su movimiento, esta se tomará
igual a la temperatura media de dicho elemento durante el periodo de construcción y, en ausencia de esta información, podrá tomarse un
valor T0=15ºC.
El dimensionamiento de los aparatos de apoyo y de las juntas de dilatación se realizará considerando como máxima variación de
contracción de la componente uniforme de la temperatura del puente el valor de (ΔTN,con+15)ºC, y como máxima variación de la dilatación el
valor de (ΔTN,exp+15)ºC.
Podrá considerarse como máxima variación de contracción de la componente uniforme de la temperatura del puente el valor de (ΔTN,con+5)ºC
y como máxima variación de dilatación el valor de (ΔTN,exp+5)ºC, en los casos siguientes:
En los apoyos, cuando el proyecto especifique la temperatura de colocación, o bien cuando esté previsto reajustar, una vez
concluida la ejecución, las holguras de los apoyos para una temperatura igual a T0
En el caso de la junta de dilatación, cuando el proyecto especifique la temperatura de colocación, o bien cuando esté previsto
realizar una operación de reglado de la misma previamente a su colocación
En el cálculo de los recorridos de apoyos y de juntas se tendrán en cuenta las posibles variaciones de sustentación horizontal del tablero a
lo largo de la construcción, puesto que pueden afectar a la magnitud y al sentido de los desplazamientos horizontales a considerar en función
de la ubicación del punto fijo en cada fase de construcción.
07 Presentación de la IAP-11
El efecto de la diferencia vertical de temperatura se debe considerar mediante el empleo de una componente lineal equivalente de la
diferencia de temperatura con ΔTM,heat y ΔTM,cool. Estos valores son diferencias de temperatura entre las fibras superior e inferior del tablero.
Para tableros de acero (Tipo 1) o tableros de hormigón (Tipo 3), los valores ΔTM,heat y ΔTM,cool serán los que figuran en la Tabla 4.3-d.
La diferencias de temperatura está muy influenciada por el tipo y espesor del pavimento. Los valores dados en la Tabla 4.3-d corresponden a
un espesor de pavimento de 50 mm. Para espesores diferentes, será necesario aplicar un factor corrector ksur dado en la Tabla 4.3-e.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
A efectos de aplicación de esta Instrucción, se considerarán condiciones de calentamiento aquéllas que originan una ganancia de calor de la
sección parcial de acero respecto de la de hormigón. Por el contrario, condiciones de enfriamiento serán las que dan lugar a una pérdida de
calor de la sección parcial de acero respecto de la de hormigón.
En general, en una sección mixta, se producen diariamente las dos condiciones, independientemente de la estación del año. Durante el día,
las secciones parciales de acero están más calientes que las secciones parciales de hormigón, exista o no soleamiento, y durante la noche
sucede lo contrario, las secciones parciales de acero presentan menor temperatura que las secciones parciales de hormigón.
En las condiciones de calentamiento, se considerará que la sección parcial de acero tiene un incremento ΔTM,heat=+18ºC respecto a la
sección parcial de hormigón (ya sea losa superior u hormigón de fondo).
En las condiciones de enfriamiento, se considerará que la sección parcial de acero tiene un incremento ΔTM,cool=−10ºC respecto a la
sección parcial de hormigón (ya sea losa superior u hormigón de fondo).
07 Presentación de la IAP-11
En ambos casos, calentamiento o enfriamiento, la diferencia de temperatura ΔTM,heat ó ΔTM,cool supone sobre la sección mixta completa una
componente uniforme y una componente equivalente lineal de diferencia de temperatura vertical. El valor de la componente uniforme de
temperatura producido por ΔTM,heat ó ΔTM,cool no se debe tener en cuenta en ninguna comprobación, al haberse incluido ya en el rango de
variación de la acción definida en el apartado 4.3.1.1, por lo que sólo se considerará el efecto de la diferencia vertical de temperatura lineal
equivalente.
Para la determinación de los efectos debidos a la componente lineal equivalente de la diferencia vertical de temperatura producida por
ΔTM,heat ó ΔTM,cool en una sección mixta, se emplearán los valores de los coeficientes de dilatación lineal αT definidos en la Tabla 4.3-c,
considerando para el acero estructural un coeficiente de dilatación lineal de αT=12×10−6 ºC−1.
Componente uniforme. Actúa sobre la sección mixta completa y no debe tenerse en cuenta en este apartado. En un tablero isostático,
produce las deformaciones longitudinales siguientes:
Nx A
εx = = εc + (εs − εc ) s
E s AR AR
Componente de diferencia vertical lineal. En un tablero isostático, produce los cambios de curvatura siguientes:
My As
χy = = ( ε s − ε c )( zGs − zGR )
EsIR IR
07 Presentación de la IAP-11
La diferencia de soleamiento entre un lado y otro de la sección transversal del tablero puede dar lugar a una diferencia horizontal de
temperatura. Este hecho se produce en tableros que presentan una orientación próxima a la este-oeste, con mayor soleamiento general en la
cara sur, pero también se produce en puentes con orientación próxima a la norte-sur, con mayor soleamiento en el lado este al amanecer con
un máximo en los meses de verano, y en el lado oeste al atardecer con un máximo en los meses de invierno.
En aquellos casos en que esta acción pueda dar lugar a efectos estructurales o funcionales significativos, se considerarán los valores
característicos de la diferencia de temperatura entre las dos caras laterales extremas del tablero definidas en la Tabla 4.3-f, donde lv es la
longitud del voladizo y ha es la proyección del paramento lateral del tablero sobre el plano vertical.
07 Presentación de la IAP-11
En los grandes puentes de hormigón con sección cajón, en los que pueden aparecer diferencias significativas de temperatura entre las caras
interior y exterior de las almas del cajón (por ejemplo, los situados en emplazamientos donde puedan producirse cambios bruscos de la
temperatura ambiente exterior), se tendrá en cuenta dicho efecto considerando una diferencia lineal de temperatura entre ambas caras.
Text Tint
07 Presentación de la IAP-11
Si debido al esquema estructural, es necesario tener en cuenta la actuación simultánea de la variación de la componente uniforme, ΔTN,exp o
ΔTN,con, y la diferencia de temperatura, ΔTM,heat o ΔTM,cool, ambas componentes se combinarán de acuerdo con las expresiones siguientes:
Estas expresiones dan lugar a ocho posibles formas de considerar la concomitancia de las distintas componentes de la acción térmica, de las
que se elegirán las que den lugar a los efectos más desfavorables para el elemento en estudio.
07 Presentación de la IAP-11
Se deberán considerar los efectos de las acciones térmicas en pilas, cuando puedan dar lugar a la aparición de reacciones o movimientos
en los elementos adyacentes o en la propia pila.
Cuando las diferencias de temperatura puedan dar lugar a efectos significativos, se considerará, para pilas de hormigón tanto huecas como
macizas, una diferencia lineal de temperatura de 5ºC entre caras externas opuestas. Para los tabiques de las pilas de hormigón huecas, se
considerará, además, una diferencia lineal de temperatura entre las caras interna y externa de 15ºC.
En pilas metálicas o mixtas, el proyectista analizará la necesidad de considerar una diferencia de temperatura entre caras externas
opuestas y una diferencia de temperatura entre la cara interna y externa de la sección hueca.
Cuando las diferencias en la componente uniforme de temperatura de diferentes tipos de elementos estructurales puedan producir efectos
adversos, se tendrán en cuenta según lo indicado en este apartado.
Los efectos de la diferencia de temperatura entre distintos elementos estructurales se considerarán simultáneamente con los producidos
por la variación de la componente uniforme de temperatura de todos los elementos.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
4.4 NIEVE
En general, solo será necesario considerar la sobrecarga de nieve en puentes situados en zonas de alta montaña o durante la construcción.
De no existir datos específicos suficientes de la zona en que se ubica el puente, se tomará como valor característico de la sobrecarga de
nieve el que se indica en el apartado 4.4.2. Los valores recogidos en esta Instrucción no serán de aplicación en puentes situados en lugares
conocidos por sus condiciones extremas de viento o nieve. En el caso de altitudes superiores a 2200 m, será necesario un estudio
específico para determinar la sobrecarga de nieve.
En la Tabla 4.4-b figura la altitud y los valores característicos de la sobrecarga de nieve sobre un terreno horizontal en las capitales de
provincia y ciudades autónomas.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
qk=0.8sk
donde sk es el valor característico de la sobrecarga de nieve sobre un terreno horizontal, según el apartado 4.4.1.
07 Presentación de la IAP-11
1500≥H≥1000 2.7
1000≥H≥800 2.0
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
Para situaciones persistentes, se adoptará un periodo de retorno de 100 años. Si se considera necesario evaluar este empuje para periodos
de retorno mayores de 100 años, la acción se considerará como accidental.
En el caso de que exista alguna posibilidad razonable de que algunos elementos flotantes puedan quedar retenidos por las pilas o el tablero del
puente, se considerará su influencia a efectos de determinar el valor del coeficiente de fuerza cf y el área de la superficie proyectada.
Se tendrán en cuenta todas las acciones debidas a equipos, maquinaria, material almacenado, etc., que sea previsible que actúen durante
la construcción o durante algún periodo de la vida en servicio de la estructura, considerando siempre su actuación sobre el esquema
resistente que corresponda en ese momento.
El valor de las sobrecargas de construcción consideradas en los cálculos deberá figurar expresamente en los planos del proyecto, así
como la exigencia de que ese valor no sea superado.
07 Presentación de la IAP-11
5.1 IMPACTOS
07 Presentación de la IAP-11
5.1 IMPACTOS
5.1.1 IMPACTO DE VEHÍCULOS DE CARRETERA CONTRA UN ELEMENTO ESTRUCTURAL DEL PUENTE O PASARELA
A efectos de aplicación de esta Instrucción, el impacto de un vehículo de carretera contra las pilas o elementos de sustentación del puente o
pasarela se asimilará a la actuación de una fuerza estática cuya resultante se encuentra situada a la altura más desfavorable entre 0.5 m y
1.5 m sobre la superficie del pavimento. Esta carga podrá considerarse aplicada sobre una superficie o zona de choque de 0.5 m de altura por
1.5 m de anchura (o la anchura del propio elemento si es menor). El valor de la fuerza estática horizontal equivalente será:
No será necesario considerar la acción del impacto de vehículos contra un elemento de sustentación del puente cuando la distancia entre
este y el borde de la calzada sea superior a lo indicado al respecto en la reglamentación relativa a barreras de seguridad de la DGC, o
cuando, de acuerdo con esta misma reglamentación, se disponga la protección adecuada.
07 Presentación de la IAP-11
5.1.1 IMPACTO DE VEHÍCULOS DE CARRETERA CONTRA UN ELEMENTO ESTRUCTURAL DEL PUENTE O PASARELA (continuación)
El impacto contra el tablero, producido por camiones o las cargas por ellos transportadas, se asimilará a una fuerza estática de 500 kN
aplicada sobre una superficie cuadrada de 0.25 m de lado. Esta fuerza se considerará horizontal y paralela a la dirección del tráfico, si el
impacto se produce sobre una superficie vertical. Sobre la cara inferior del tablero, se considerará la fuerza con el mismo valor y con una
inclinación de 10º sobre la superficie del pavimento en sentido ascendente.
Fk 10º
Fk 10º 500 kN Eurocódigos
Fk
Fk
0 kN
h
No será necesario considerar el impacto de un vehículo contra el tablero si la altura libre bajo el mismo es mayor o igual que el gálibo vertical
mínimo reglamentario o si se disponen elementos de protección dimensionados para soportar las cargas del párrafo anterior sin que se
produzca afección al tablero.
07 Presentación de la IAP-11
Las fuerzas máximas que el sistema de contención puede llegar a transferir a la estructura a través del sistema de anclaje serán las
correspondientes al fallo último del pretil producido por cualquier impacto concebible y serán, normalmente, superiores a las medidas durante
los ensayos de impacto de vehículo a escala real definidos por la normativa vigente (UNE-EN 1317).
Se tomará para esta acción el valor nominal de las fuerzas y momentos máximos, que facilitará a estos efectos el fabricante del sistema de
contención, definidos según el párrafo anterior y determinados, mediante cálculos o mediante ensayos específicos, de acuerdo con la
normativa correspondiente. Si no se conociera dicha información, se tomará el valor característico de la resistencia del sistema de anclaje
del pretil.
Para el dimensionamiento transversal del tablero, se considerará que, simultáneamente con esta acción accidental, actúa una fuerza
vertical debida a la presencia del vehículo de valor igual a 0.75Q1k, situada próxima a los anclajes del sistema de contención en la posición
más desfavorable, siendo Q1k la carga por eje del vehículo pesado correspondiente al carril virtual 1, indicada en la Tabla 4.1-b. Estas acciones
no se combinarán con ninguna otra acción variable.
07 Presentación de la IAP-11
Además, el fabricante del sistema de contención adoptado deberá garantizar que el sistema de fijación del pretil al tablero dispone de un
dispositivo fusible que permita la sustitución o reparación del sistema de contención dañado durante el impacto sin afectar al tablero y que
asegure que las fuerzas transmitidas al mismo por los anclajes no superan las indicadas en este artículo.
07 Presentación de la IAP-11
En el caso de los puentes que crucen cursos de agua navegables, será necesario tener en cuenta las acciones a que pueda dar lugar la
colisión de una embarcación contra los elementos estructurales.
Estas acciones serán función de las características geométricas (eslora, manga, calado) y másicas de la embarcación de cálculo, de su
deformabilidad, de su velocidad, de la velocidad de la corriente, de la deformabilidad de la estructura y de los sistemas de defensa que se
adopten.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
Puentes situados en las calzadas principales de la red de alta capacidad (autovías y autopistas) y en las carreteras
convencionales y vías de servicio cuya IMD sea superior a 7000 vehículos/día.
Puentes que soportan líneas de servicios básicos (conducciones eléctricas, de agua, etc.)
Puentes situados en los accesos principales a núcleos urbanos y puentes urbanos situados en arterias o vías
principales.
Puentes situados en vías (incluyendo los pasos superiores e inferiores sobre las mismas) que den acceso a los
siguientes tipos de instalaciones:
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
El valor representativo de una acción es el valor de la misma para la verificación de los estados límite.
El principal valor representativo de las acciones es su valor característico, que figura en los capítulos 3, 4 y 5 de esta Instrucción. Para las
acciones variables, se considerarán, además, otros valores representativos, según se especifica en este apartado.
Para las acciones permanentes se considerará un único valor representativo, coincidente con el valor característco Gk o Gk*.
En el caso del peso del pavimento y de las tuberías u otros servicios situados en el puente, se tomarán dos valores característicos, Gk,sup y
Gk,inf, definidos en el apartado 3.1.2.
Para las acciones permanentes de valor no constante, definidas conforme al apartado 3.2, el valor característico será el correspondiente al
instante t en el que se realiza la comprobación.
07 Presentación de la IAP-11
Para cada una de las acciones variables, excepto el tren de carga de fatiga, además de su valor característico, indicado en el capítulo 4, se
considerarán los siguientes valores representativos, según la comprobación de que se trate:
Valor de combinación ψ0Qk: será el valor de la acción cuando actúe con alguna otra acción variable, para tener en cuenta la
pequeña probabilidad de que actúen simultáneamente los valores más desfavorables de varias acciones independientes.
Este valor se utilizará en las comprobaciones de estados límite últimos en situación persistente o transitoria y de estados límite de
servicio irreversibles.
Valor frecuente ψ1Qk: será el valor de la acción tal que sea sobrepasado durante un periodo de corta duración respecto a la vida
útil del puente. Corresponde a un periodo de retorno de una semana.
Este valor se utilizará en las comprobaciones de estados límite últimos en situación accidental y de estados límite de servicio
reversibles.
Valor casi-permanente ψ2Qk: será el valor de la acción tal que sea sobrepasado durante una parte de la vida útil del puente.
Este valor se utilizará también en las comprobaciones de estados límite últimos en situación accidental y de estados límite de
servicio reversibles, además de en la evaluación de los efectos diferidos.
07 Presentación de la IAP-11
ACCIÓN ψ0 ψ1 ψ2
(1) El factor de simultaneidad ψ2 correspondiente a la sobrecarga uniforme se tomará igual a 0, salvo en el caso
de la combinación de acciones en situación sísmica (apartado 6.3.1.3), para el cual se tomará igual a 0.2 Tabla 6.1-a
07 Presentación de la IAP-11
ACCIÓN ψ0 ψ1 ψ2
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
ACCIÓN EFECTO
ESTABILIZADOR DESESTABILIZADOR
COEFICIENTES PARCIALES PARA LAS ACCIONES γF (PARA LAS COMPROBACIONES DE EQUILIBRIO) Tabla 6.2-a
07 Presentación de la IAP-11
ACCIÓN EFECTO
FAVORABLE DESFAVORABLE
COEFICIENTES PARCIALES PARA LAS ACCIONES γF (PARA LAS COMPROBACIONES DE RESISTENCIA) Tabla 6.2-b
07 Presentación de la IAP-11
ACCIÓN EFECTO
FAVORABLE DESFAVORABLE
COEFICIENTES PARCIALES PARA LAS ACCIONES γF (PARA LAS COMPROBACIONES DE RESISTENCIA) Tabla 6.2-b (continuación)
07 Presentación de la IAP-11
(1) Los valores de 0.9 y 1.1 podrán sustituirse por 0.95 y 1.05 respectivamente, si se prevé la colocación de sistemas de control que permitan conocer, durante la
ejecución de la obra, el valor de las fuerzas de desequilibrio y si se pueden adoptar las medidas correctoras necesarias para mantener este valor dentro de los límites que
garanticen la seguridad de todos los elementos de la estructura afectados por esta acción. Los equipos y sistemas de control deberán ser definidos y valorados en los
diferentes documentos del proyecto, de forma que sea preceptiva su instalación en la obra, incluyéndose una descripción detallada de las medidas correctoras que deberán
adoptarse caso de ser necesarias.
(2) Por acciones climáticas se entiende la acción térmica, el viento y la nieve.
(3) El coeficiente γG*=1.2 será de aplicación al pretensado P1 en el caso de verificaciones locales como la transmisión de la fuerza de pretensado al hormigón en zonas de
anclajes, cuando se toma como valor de la acción el que corresponde a la carga máxima (tensión de rotura) del elemento a tesar
(4) El coeficiente γG*=1.3 se aplicará al pretensado P1 en casos de inestabilidad (pandeo) cuando esta pueda ser inducida por el axil debido a un pretensado exterior.
(5) El coeficiente γG*=1.35 corresponde a una evaluación de los efectos de los asientos mediante un cálculo elasto-plástico, mientras que el valor γG*=1.2 corresponde a
un cálculo elástico de esfuerzos.
Para aplicar los diferentes valores de los coeficientes γF se tendrán en cuenta las prescripciones siguientes:
Para las acciones permanentes de valor constante G, los coeficientes γF=1.0 y γF=1.35 se aplicarán a la totalidad de la acción del
mismo origen, según su efecto total sea favorable o desfavorable, respectivamente.
En el caso de la carga de pavimento, se considerará para la totalidad de la sección:
El valor representativo inferior Gk,inf ponderado por γG=1.0 cuando su efecto sea favorable.
El valor representativo superior Gk,sup ponderado por γG=1.35 cuando su efecto sea desfavorable.
07 Presentación de la IAP-11
Cuando la comprobación resistente pueda ser muy sensible a variaciones de las acciones permanentes de una a otra parte de la
estructura (como por ejemplo, en un puente en construcción mediante voladizos sucesivos), se considerará además el criterio
complementario siguiente:
Para la parte favorable de la acción: γG,inf Gk,inf con γG,inf=0.9
Para la parte desfavorable de la acción: γG,sup Gk,sup con γG,sup=1.1
Se considerará la acción hiperestática producida por el pretensdo P1, teniendo en cuenta el valor de la fuerza de pretensado Pk,t en el
instante t en que se realiza la comprobación, aplicando los coeficientes parciales aquí especificados.
Para la acción del pretensado P2 que, según el apartado 3.2.1.1, se trata como acción asociada a las cargas permanentes, además
del criterio de mayoración de la Tabla 6.2-b (según el cual se aplica a la acción del pretensado los mismos coeficientes que a las
acciones permanentes que se quieren contrarrestar), se considerarán los siguientes criterios complementarios:
Criterio complementario 1: γG*=0.95 para la acción del pretensado P2
γG=1.05 para las acciones permanentes contrarrestadas por P2
Criterio complementario 2: γG*=1.05 para la acción del pretensado P2
γG=0.95 para las acciones permanentes contrarrestadas por P2
Se adoptará para el cálculo el resultado más desfavorable de los obtenidos aplicando los tres criterios aquí definidos.
07 Presentación de la IAP-11
Los dos últimos criterios complementarios no serán aplicables para aquellos casos en que la flexibilidad del tablero sea tal que un
desequilibrio entre las acciones mencionadas produzca deformaciones apreciables que puedan ser detectadas y corregidas mediante
un adecuado control. Este hecho deberá ser debidamente justificado en el proyecto.
Para todas las acciones debidas a movimientos impuestos (retracción, fluencia, asientos, efectos térmicos…) se deberá considerar,
al evaluar los esfuerzos producidos por las mismas, su posible reducción debido a la pérdida de rigidez de la estructura.
El efecto de las acciones debidas a movimientos impuestos podrá ignorarse en ELU cuando, de acuerdo con la normativa específica
correspondiente a cada material, la estructura tenga suficiente ductilidad y así se acredite en el proyecto.
Teniendo en cuenta que las comprobaciones de fatiga están profundamente vinculadas al material estructural, los coeficientes parciales
serán los recogidos por la normativa específica que corresponda.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
ACCIÓN EFECTO
FAVORABLE DESFAVORABLE
(1) Para la acción del pretensado se tomarán los coeficientes de la EHE-08 o normativa que la sustituya. En la tabla figuran los valores que la EHE-08 recoge para el caso
de estructuras postesas. En el caso de estructuras pretesas, los coeficientes parciales son 0.95 y 1.05 para efecto favorable y desfavorable respectivamente.
07 Presentación de la IAP-11
ACCIÓN EFECTO
FAVORABLE DESFAVORABLE
07 Presentación de la IAP-11
Para la acción del pretensado P2 que, según el apartado 3.2.1.1, se trata como acción asociada a las cargas permanentes, además del
criterio de ponderación de la Tabla 6.2-c (según el cual se aplica a la acción del pretensado los mismos coeficientes que a las acciones
permanentes que se quieren contrarrestar), se considerarán los siguientes criterios complementarios:
Se adoptará para el cálculo el resultado más desfavorable de los obtenidos aplicando los tres criterios aquí definidos.
Los dos últimos criterios complementarios no serán aplicables para aquellos casos en que la flexibilidad del tablero sea tal que un
desequilibrio entre las acciones mencionadas produzca deformaciones apreciables que puedan ser detectadas y corregidas mediante un
adecuado control. Este hecho deberá ser debidamente justificado en el proyecto.
07 Presentación de la IAP-11
Para cada situación de proyecto se identificarán las hipótesis de carga críticas y, para cada una de ellas, el valor de cálculo del efecto de las
acciones (ver apartado 2.3.3) se obtendrá combinando las acciones que puedan actuar simultáneamente, según los criterios generales que se
indican en este apartado.
Las combinaciones de acciones para las comprobaciones de fatiga serán las indicadas en la normativa específica correspondiente a cada
material estructural.
∑
j ≥1
γ G , j Gk , j + ∑ γ G ,mGk∗,m + γ Q ,1Qk ,1 + ∑ γ Q ,iψ 0 ,i Qk ,i
m ≥1
∗
i >1
07 Presentación de la IAP-11
donde:
Gk,j valor característico de cada acción permanente
G*k,m valor característico de cada acción permanente de valor no constante
Qk,1 valor característico de la acción variable dominante
ψ0,iQk,i valor de combinación de las acciones variables concomitantes con la acción variable dominante
γG , γQ coeficientes parciales
Deberán realizarse tantas hipótesis o combinaciones como sea necesario, considerando, en cada una de ellas, una de las acciones variables
como dominante y el resto como concomitantes.
Al combinar las diferentes acciones variables, se tendrán en cuenta las prescripciones siguientes:
La sobrecarga de uso estará representada, para su combinación con el resto de acciones, mediante los grupos de cargas definidos en
la Tabla 4.1-c, que son excluyentes entre sí.
Cuando se considere la sobrecarga de uso como predominante, se considerará el viento concomitante correspondiente, con las
indicaciones que figuran en el apartado 4.2.3.
07 Presentación de la IAP-11
Cuando se considere el grupo de cargas de tráfico gr 2 (fuerzas horizontales con su valor característico), no se considerará la
actuación del viento ni de la nieve.
Cuando se considere el viento transversal sobre el tablero, se considerará la actuación simultánea de la componente vertical del
viento y el momento de vuelco correspondiente, definidos en al apartado 4.2.5.1.
Cuando se considere el viento longitudinal sobre el tablero, según el apartado 4.2.5.2, no se considerará la actuación simultánea del
viento transversal, ni el empuje vertical, ni el momento de vuelco correspondiente.
Cuando se considere la acción del viento como predominante, no se tendrá en cuenta la actuación de la sobrecarga de uso.
La concomitancia de la componente uniforme de temperatura y de la componente de diferencia de temperatura se regirá por lo
expuesto en el apartado 4.3.1.3.
En general, no se considerará la acción simultánea de la carga de nieve y de la sobrecarga de uso salvo en zonas de alta montaña,
en cuyo caso se estudiará para el proyecto concreto la distribución espacial y la concomitancia de ambas acciones.
07 Presentación de la IAP-11
∑G
j ≥1
k,j + ∑ Gk∗,m + ψ 1,1Qk ,1 + ∑ψ 2,i Qk ,i + Ad
m ≥1 i >1
donde:
Gk,j valor representativo de cada acción permanente
G*k,m valor representativo de cada acción permanente de valor no constante
ψ1,1Qk,1 valor frecuente de la principal acción variable concomitante con la acción accidental
ψ2,iQk,i valor casi-permanente del resto de las acciones variables concomitantes
Ad valor de cálculo de la acción accidental
07 Presentación de la IAP-11
∑G
j ≥1
k,j + ∑ Gk∗,m + ψ 2,1Qk ,1 + AEd
m ≥1
donde:
Gk,j valor representativo de cada acción permanente
G*k,m valor representativo de cada acción permanente de valor no constante
ψ2,iQk,i valor casi-permanente de la sobrecarga de uso (según Tabla 6.1-a)
AEd valor de cálculo de la acción sísmica
07 Presentación de la IAP-11
∑γ
j ≥1
G, j Gk , j + ∑ γ G ∗ ,mGk∗,m + γ Q ,1Qk ,1 + ∑ γ Q ,iψ 0 ,i Qk ,i
m ≥1 i >1
Esta combinación, que coincide formalmente con la combinación fundamental de ELU, se utiliza en general para la verificación de ELS
irreversibles.
Combinación frecuente:
∑γ
j ≥1
G, j Gk , j + ∑ γ G ∗ ,mGk∗ ,m + γ Q ,1ψ 1,1Qk ,1 + ∑ γ Q , jψ 2 ,i Gk , j
m ≥1 j >1
07 Presentación de la IAP-11
Combinación casi-permanente:
∑γ
j ≥1
G, j Gk , j + ∑ γ G ∗ ,mGk∗ ,m + ∑ γ Q , jψ 2 ,i Gk , j
m ≥1 j >1
Esta combinación se utiliza también para la verificación de algunos ELS reversibles y para la evaluación de los efectos diferidos.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
Se deberá verificar que la flecha vertical máxima correspondiente al valor frecuente de la sobrecarga de uso no supera los valores
siguientes:
L/1000 en puentes de carretera
L/1200 en pasarelas o en puentes con zonas peatonales
Siendo L la luz del vano.
Podrán admitirse valores ligeramente superiores a los valores límite anteriores si, mediante un estudio de comportamiento dinámico de la
estructura, se comprueba que la amplificación de las deformaciones estáticas y el nivel de vibraciones del tablero, bajo el paso de sobrecargas
móviles, se mantienen dentro de los valores admisibles (ver apartado 7.2)
En tableros con voladizos laterales importantes, o con flexibilidad transversal en secciones coincidentes con junta de dilatación, se
deberá comprobar que la flecha vertical máxima en la sección transversal de junta, bajo la acción de la sobrecarga de uso frecuente, es
menor que 5 mm o que el valor especificado por el fabricante de la junta.
07 Presentación de la IAP-11
En puentes metálicos y mixtos, y en puentes de hormigón con luces importantes o montajes evolutivos, así como en aquellos en los que
se produzcan deformaciones instantáneas o diferidas que puedan afectar a la apariencia o a la funcionalidad de la estructura, el proyecto
deberá definir unas contraflechas de ejecución tales que, para la totalidad de la carga permanente y la mitad de los efectos reológicos, la
geometría de la estructura se ajuste al máximo a la rasante teórica de proyecto.
Las contraflechas de ejecución serán en general verticales aunque en ciertos casos puede ser necesario definir, además, contraflechas
horizontales o contragiros transversales de la sección (en puentes curvos por ejemplo).
En las secciones de apoyo y en las secciones de unión entre tramos de montaje evolutivos, el proyecto deberá definir los contragiros de
ejecución que permitan garantizar, respectivamente, la adecuada nivelación de los aparatos de apoyo y sus cuñas y la correcta ejecución de
las uniones, soldadas o atornilladas, entre tramos.
El proyecto definirá las distintas fases de montaje y puesta en carga de la estructura para las que se han obtenido las contraflechas y
contragiros de ejecución. Cualquier variación del proceso o secuencia de montaje respecto de lo establecido en proyecto, exigirá una nueva
evaluación de las citadas contraflechas y contragiros.
07 Presentación de la IAP-11
Las deformaciones parásitas debidas al soldeo, en puentes metálicos y mixtos, o las condiciones reales de ejecución del puente, deberán
contrarrestarse mediante el seguimiento y adopción de medidas correctoras, durante las diferentes fases de ejecución, para minimizar las
desviaciones de la geometría final (longitudinal y transversal) de la estructura respecto de la rasante teórica de proyecto.
Se comprobará que, bajo la actuación de la totalidad de las cargas permanentes y de las deformaciones diferidas, la geometría final del
puente será tal que no se producen zonas de acumulación de agua, teniendo en cuenta el sistema de drenaje proyectado para la plataforma.
07 Presentación de la IAP-11
Queda fuera del ámbito de este apartado el estudio de los efectos dinámicos inducidos por el viento en tableros, cables, péndolas. Etc. En
el caso de elementos cuya seguridad resistente o a fatiga pueda ser sensible a estos efectos, su comprobación se efectuará en el marco de
la verificación de los estados límite últimos.
En general, se considerará verificado el estado límite de servicio de vibraciones cuando las aceleraciones máximas que puedan producirse
en cualquier zona transitable por peatones no superen ciertos valores límite.
En tableros con voladizos laterales esbeltos, además del comportamiento dinámico general de la estructura, será necesario tener también
en cuenta el comportamiento local de los voladizos y la posible interacción entre ambos.
Para los análisis dinámicos de puentes y pasarelas en condiciones de servicio, se adoptarán, salvo justificación específica alternativa, los
valores medios del índice de amortiguamiento que figuran en la Tabla 4.2-g.
07 Presentación de la IAP-11
En general, con las salvedades indicadas en este apartado, se considerará verificado el estado límite de servicio de vibraciones si se cumple
el criterio de limitación de las flechas verticales establecido en el apartado 7.1.1.
Será necesario comprobar mediante estudios dinámicos el nivel de vibraciones en puentes de carretera con zonas peatonales, en los
siguientes casos:
Cuando se proyecten tableros en los que no se satisface el estado límite de deformaciones según el apartado 7.1.1
Aunque se cumpla el estado límite de deformaciones según el apartado 7.1.1:
en puentes urbanos con condiciones de tráfico peatonal intenso
En puentes con voladizos laterales transitables esbeltos
En puentes de tipologías estructurales singulares o nuevos materiales
En estos casos se comprobará, mediante un análisis dinámico, que la aceleración vertical máxima bajo el paso de un camión de 400 kN de
peso sobre la plataforma, a distintas velocidades: de 20 a 80 km/h con incrementos de 10 en 10 km/h, no supere los valores límite, función
del nivel de confort exigido, que se establecen para el caso de pasarelas.
07 Presentación de la IAP-11
En el caso de tableros de puentes con voladizos laterales esbeltos sometidos a tráfico peatonal intenso, se deberán asimismo cumplir los
límites de confort establecidos para las pasarelas bajo los efectos inducidos por el tráfico peatonal según el apartado 7.2.2.
En general, con las salvedades indicadas en este apartado, se considerará verificado el estado límite de servicio de vibraciones si sus
frecuencias naturales se sitúan fuera de los rangos que figuran a continuación:
En aquellas pasarelas cuyas frecuencias naturales se encuentren dentro de estos rangos, será necesario efectuar estudios dinámicos
específicos para asegurar los requisitos de confort de los peatones.
07 Presentación de la IAP-11
En cualquier caso, con independencia del valor de las frecuencias naturales, también será necesario comprobar mediante estudios
dinámicos la adecuada respuesta vibratoria de las pasarelas cuando se produzca alguna de las circunstancias siguientes:
Luz superior a 50 m
Anchura útil superior a 3 m
Tipología estructural singular o nuevos materiales
Ubicación en zona urbana donde sea previsible un tráfico intenso de peatones o exista riesgo de concentración de personas
sobre la propia pasarela
Los requisitos de confort se establecerán en el proyecto de forma razonada en función de la categoría de la pasarela (zona urbana con tráfico
peatonal intenso, uso medio, baja utilización en zona rural, etc.) y de la situación de proyecto considerada (tipo de tráfico peatonal asociado
a probabilidad de ocurrencia). Como referencia, podrán adoptarse los valores límite de aceleraciones que figuran en la tabla siguiente.
Los modelos de carga dinámica considerados deberán ser representativos de las condiciones de tráfico previstas para las distintas
situaciones de proyecto analizadas, contemplando la densidad de los flujos peatonales, el ritmo de sus movimientos, la sincronización entre
peatones, etc.
07 Presentación de la IAP-11
07 Presentación de la IAP-11
Todo puente proyectado de acuerdo con esta Instrucción deberá ser sometido a pruebas de carga antes de su puesta en servicio, según lo
indicado en el preceptivo anejo que sobre la materia incluirá todo proyecto aprobado por la DGC.
Tales pruebas de carga podrán ser estáticas o dinámicas. Las primeras serán obligatorias para aquellas obras en que alguno de sus
vanos tenga una luz igual o superior a 12 m. Para luces inferiores, se podrá decidir la realización de la prueba de carga en función de las
circunstancias específicas de la estructura.
En caso de ser necesario, el proyecto de la prueba de carga será revisado y adaptado una vez finalizada la construcción del puente, para
tener en cuenta los medios de carga realmente disponibles, así como para recoger en la modelización de la estructura las variaciones que se
hayan podido producir con respecto a lo inicialmente considerado en el proyecto.
Las pruebas de carga dinámicas serán preceptivas, y así quedará recogido en el proyecto, en puentes de luces superiores a 60 m o en
aquellos cuyo diseño sea inusual, se utilicen nuevos materiales o contengan zonas de tránsito peatonal en las que se prevea que las
vibraciones puedan causar molestias a los usuarios. En estos casos, en el proyecto se determinarán los parámetros dinámicos estructurales
(modos principales de vibración y sus frecuencias correspondientes).
En pasarelas, las pruebas de carga dinámicas serán preceptivas cuando, de acuerdo con lo indicado en el apartado 7.2.2 de esta
Instrucción, sea necesario efectuar en el proyecto un estudio específico que contemple las solicitaciones dinámicas ejercidas por los
peatones. En estos casos, además de dicho estudio, el proyecto de la pasarela incluirá el proyecto de prueba de carga dinámica (parámetros
dinámicos estructurales, casos de carga, puntos de medida y valores esperados).
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