Libro Mujeres en La Musica Chilena
Libro Mujeres en La Musica Chilena
Libro Mujeres en La Musica Chilena
ESCUELA DE PERIODISMO
Este libro corresponde al trabajo ganador de la quinta versión del Concurso “Publica tu Tesis”, de la Escuela de
Periodismo de la Facultad de Comunicaciones y Artes de UDLA – Universidad de las Américas.
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta puede ser reproducida, almacenada o
transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación
o de fotocopia, sin permiso previo de la autora o los editores.
Agradecimientos
Es difícil poder pensar a quien agradecer. Hay tanta gente que escuchó sobre
este proyecto cuando entusiasmada hablaba de él.
Agradecer antes que todo a mi hermana Camila, por atender mis ideas y
guiarme. Por no abandonarme cuando en algún momento pensé en desistir
de todo.
A mis padres, por escuchar mis historias, mis alegrías y tristeza en este pro-
ceso.
A mi amiga Karen Vera, porque siempre apoyó esta investigación cultural. Por
alentarme a seguir con mis ideales, por aclarar mis dudas. Por ayudarme y
darme palabras de aliento en este proceso.
A todos los que han aportado directa o indirectamente en este proyecto. Gra-
cias a los que se dieron el tiempo de escuchar, de aportar y de criticar.
Y a ti Felipe, por llegar a darme fuerzas, por llegar a darme una luz en este
camino que fue tan difícil. Gracias por darte el tiempo de escucharme, de leer-
me. Gracias por estar junto a mí.
Introducción 7
Bibliografía 85
MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
INTRODUCCIÓN
Pero ¿qué pasa con las voces invisibilizadas? En cada época musical han
existido mujeres que han aportado con su voz, su contenido, con su trabajo y
estilo a la historia de la música chilena. Se puede destacar la Nueva Ola, con
voces como Cecilia, quien con su actitud sobre el escenario ocasionó más de
un malestar, o Nadia Milton quien fue la primera en grabar un disco de Rock
and Roll en Chile y que dio paso a este movimiento, o sencillamente la primera
mujer rupturista que se sacó una fotografía desnuda para la portada de uno de
los primeros discos de rock sicodélico, Denise de Aguaturbia o Sol Domínguez,
quien mezclaba ritmos de rock con folclore.
Cuando comenzó el surgimiento del pop en los 80, Los Prisioneros fueron
los pioneros en este periodo, sin embargo, existen también grupos que dentro
de su formación participaban mujeres, como por ejemplo Cleopatras, Nadie y
Fulano, entre otros.
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gimiento de la música chilena, y con ello también las mujeres comenzaron a
darse a conocer. Sin embargo, como la sociedad chilena se considera machista,
la figura femenina queda opacada por la supremacía masculina. La música no
es la excepción.
Hoy en día existen tres festivales que fueron creados por y para mujeres,
para mostrar distintas áreas donde se desarrollan. Femfest, Udara Rock y Rui-
dosa Fest son los nombres de estos espacios. El primero lleva más de 10 años y
la autogestión es la protagonista del encuentro. Si bien el Ruidosa Fest, festival
creado por Francisca Valenzuela, es uno de los que más prensa ha acaparado,
esto se debe a que ella es una figura conocida.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
que Ruidosa es como aparte, porque Femfest tiene autogestión al 100%, Udara
auto gestión al 100%. En las dos fechas la mayoría del financiamiento ha salido
de mi bolsillo. Siento que es una siembra y que en unos años más Udara ya va
a estar consolidado, a diferencia de Ruidosa que ahí hay lucas, o sea, la Fran
Valenzuela por el puro nombre puede tener auspiciadores, le puede pagar a
las invitadas. Por ejemplo, para este Udara mandé la información y tuve una
muy buena acogida en varios medios, de hecho, cuando hice el primero invité
a Javiera Tapia, para una charla que se llamaba ‘El rol de la mujer en el rock’, y
ella fue la moderadora, y sacó una nota esa vez en el POTQ, y tuvo harta reper-
cusión, para esa instancia nos llamaron para el programa de la Valdebenito,
Café con Nata, en la radio. Entonces en los medios ha tenido buena aceptación”.
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Capítulo I
“Creo que las mujeres siempre han tenido una presencia muy importante
en la música chilena, tanto en la popular como en la folclórica. Hay aportes
indiscutibles, y algunos de los más importantes referentes de la canción chilena,
en diversos géneros, son mujeres”
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Desde tiempos remotos las mujeres han estado presentes en la cultura del
mundo, en distintas ramas relacionadas con el arte. Sin embargo, su papel
ha vivido a la sombra del rol masculino. Un ejemplo de ello es la época de la
Ilustración, donde el mundo presentaba al hombre como el ser completo.
Pilar Ramos, profesora de la Universidad de La Rioja en España, licenciada
en Musicología e Historia del Arte, expuso en su artículo Luces y Sombras
en los estudios de las mujeres en la música que “la musicología apenas ha
reflexionado sobre la escasa presencia femenina en la música de vanguardia
europea y norteamericana entre 1950 y 1980”. Sin embargo, estudiosas de
las artes plásticas han afirmado que el paradigma del artista modernista es
“eminentemente masculino”. En este sentido, el modernismo no supuso
ninguna ruptura, sino una continuidad, pues ya la Ilustración había favorecido
una visión del mundo que, excluyendo a la mujer, presentaba al varón como el
modelo del ser humano neutro o universal.
Clara Schumann, fue un ejemplo de esto. Si bien ella fue una mujer
concertista, solo compuso cuatro obras. Después que se casó, nunca volvió a
componer. Otro nombre que resalta es Fanny Mendelssohn. A diferencia de
su hermano Félix Mendelssohn, compositor y pianista de música romántica,
quien terminó sus estudios en música, ella se tuvo que conformar, como le dijo
su padre, con que la música sería un mero “ornamento”.
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esa canción la había compuesto su hermana.
Chile no ha sido la excepción. Desde la época colonial que las mujeres han
cumplido el rol de entretenimiento para los hombres, el cual fue naturalmente
asignados a ellas, ya que se daba por entendido que estaban marginadas a
la figura de estos. Presentes en el área cultural, donde cumplieron un rol
fundamental en el traspaso de la tradiciones, Guadalupe Becker, musicóloga
y músico, en su texto Las Mujeres en la música chilena: diálogos entrecruzados
con el poder expuso que “al igual que en el ámbito social, la mujer fue la
protagonista en el ámbito cultural y musical del bajo pueblo. Las cantoras,
mujeres campesinas que cantaban acompañadas por la guitarra, fueron
las responsables de reproducir músicas, textos, símbolos e ideas propias
de la cultura rural chilena, aportando con ello a la sobrevivencia de muchas
tradiciones rurales antiquísimas hasta bien entrado el siglo XX”.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Aires. Violeta Parra también cumple una labor importante en la historia de las
mujeres en la música chilena, fue una de las primeras en atreverse a incur-
sionar en el arte en general o, Margot Loyola quien aportó en la difusión del
folclor chileno.
Si bien no hay una fecha exacta del nacimiento del rock en Chile, el primer
acercamiento fue a mediados de los 50 con los discos del “Rey del Rock”, Elvis
Presley. Además, la exhibición de la película Semilla de Maldad, cinta pionera
en incluir un tema de Rock and Roll, donde Bill Haley y sus cometas interpreta-
ron Rock Around the Clock. Esto marcó un hito en nuestro país.
Los discos llegaban primero a Valparaíso, dado que los marinos traían
los LP de esta nueva música que nacía en Estados Unidos. Es por eso que los
primeros grupos de rock chileno nacieron en la ciudad puerto. Una de las
bandas pioneras fueron Los Mac’s. Si bien su sonido era más psicodélico, fue la
primera agrupación que dio paso al rock chileno.
Sin embargo, este estilo musical recibió críticas ya que los jóvenes can-
tantes pertenecientes a este movimiento interpretaban canciones extranjeras
y con seudónimos gringos y no representaban de cierta forma los sonidos de
nuestro país.
En la década del 70, Los Jaivas, una de las bandas más importantes en la
historia del rock de nuestro país, graba su primer LP titulado El Volantín. Pro-
venientes de Valparaíso, son los pioneros en mezclar sonidos latinoamerica-
nos con escencia de rock. Ellos dieron paso al rock con identidad nacional.
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el área cultural. Se prohibió cualquier tipo de manifestación de música rock
por ser considerada contestataria. La represión hizo que clandestinamente
se realizaran peñas, conciertos y reuniones para poder disfrutar un poco de
cultura. Todo esto hizo que la industria musical chilena sufriera una baja
significativa y llevara a la disolución de muchas bandas. Ya para mediados de
los 80 resurge el rock chileno con la aparición de Los Prisioneros, quienes serían
los líderes de esta nueva época.
Fabio Salas en su ensayo Mira Niñita formuló que “(…) la cultura chilena
siempre ha asumido, bajo una especie de atavismo machista, una suerte de
predominio natural del varón, como si fuera algo natural e incuestionable la
supremacía de los hombres en el campo de las artes de la música, como si el
género masculino tuviese la responsabilidad rectora de tales espacios por un
mandato sobreentendido o aceptado socialmente sin previa revisión”.
Es raro que la sociedad asuma y normalice este papel masculino en las artes,
si la presencia de la mujer en ellas ha estado presente desde hace mucho tiempo.
María José Carreño, periodista de la Universidad de Chile, en su tesis Ser mujer:
ser rockera en Chile, una mirada a 60 años de rock femenino, explicó el fenómeno.
“Y aunque pudiera pensarse que el mundo de la cultura tiene las puertas más
abiertas a nivel de integración y de desarrollo de género, lo cierto es que el rock,
como muchas áreas, todavía es un territorio a conquistar. Lo paradójico de la
situación es que la presencia y por qué no decirlo, predominancia femenina en
la música proviene desde los más antiguos vestigios de nuestra historia, hasta
el más reciente siglo XIX, donde las chicas eran las que animaban las veladas
en casa con sus voces y talento para el piano o el arpa, siendo considerado un
valor agregado en sus posibilidades para casarse”, expuso.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Decir que estuvo bajo estos tres intérpretes es muy irresponsable, ya que
el periodista omite el aporte de otros músicos de la época como lo fue La Ley
que ha sido la única banda en ganar dos Grammy (Mejor Álbum Rock Latino
de 2001; Mejor Álbum Vocal Rock Dúo o Grupo de 2002 y Mejor Álbum Rock
Latino de 2004). No se trata de desmerecer el trabajo de nadie, pero la poca
evidencia y comentarios como estos cada vez marginan más la participación
de otras bandas.
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En los Premios Pulsar de 2017, el destacado artista Alex Anwandter,
intérprete que más premios ganó en la tercera versión, dio las siguientes
declaraciones sobre la poca participación y reconocimiento a sus pares
femeninas: “Mi comentario tiene que ver con lo mucho que me gusta el pop
como género que no se autoimpone límites de masculinidad ni de reglas cómo
vestirse, cómo presentarse. Me encanta la estética revolucionaria que pueden
tener desde ídolos que se han ido como Juan Gabriel o David Bowie o ídolos
locales como Jorge González, que ya en el Corazones hizo una canción que
a mí me inspiró muchísimo que se llama Corazones Rojos que es una fábula
feminista; estamos hablando del año 1991. Y hoy en el 2017 aún veo que esa
discriminación, ese machismo y el sexismo aún están presentes en todos los
ámbitos de la vida, incluso en la música”.
Otra de las artistas que hace un llamado de atención es Javiera Mena. Ella
hace referencia al trabajo de la mujer en la producción musical, que si bien
no es el tema en sí, pero va de la mano con la invisibilización del trabajo de la
mujer y de los temas que hoy se ponen en la palestra. En entrevista con el sitio
web Mujeres y Música la intérprete contó que “yo creo que en todos los lugares
de liderazgo siempre van a haber menos mujeres. Poco a poco está cambiando,
muy lentamente. Desde que empecé en los estudios, si yo agarraba una perilla
[regulador de sonido] era como ‘cuidado’, o gente que sabía mucho te decía
‘¡pero cómo!, ¡si a las chicas no les interesan los sintes!’. Creo que hay como
un inconsciente colectivo de que la mujer no tenía que tocar esos lugares, y
por eso a mí me daban más ganas de tocarlos, porque era como ‘¿por qué hay
solamente chicos en un estudio?’ y ‘¿por qué cuando yo digo que produje mi
disco no se me da el mérito y se habla todo el rato del productor que está detrás
de mí?’ (…) Pero yo tenía que hacer algo, tenía que armar la producción porque
quería ir en contra de eso y liderar una obra musical, una estrategia de sonido,
esos lugares en donde hay muy, muy pocas mujeres, poquísimas… pero cada
vez más”.
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ficó la Ley 19.280 que habla sobre el fomento de la música chilena. Uno de los
cambios fue que el día 4 de octubre (día del nacimiento de Violeta) se decretara
como el “día de la música y de los músicos chilenos”. La popular cantautora
ha sido una de las privilegiadas en poder ser rescatada por la sociedad y por los
medios de comunicación.
Existe una lista de mujeres que han marcado un hito en nuestra historia
musical como: Nadia Milton, la primera intérprete en grabar un disco de Rock
and Roll o Nicole, la primera en ser fichada por un sello de selección (Maverick
marca perteneciente a la cantante Madonna). Podemos nombrar a bandas
que sin la presencia de las féminas no hubiesen alcanzado la notoriedad que
tuvieron como: Denise en Aguaturbia, Javiera Parra y los Imposibles, Denise
Malebrán en Saiko, Cathy Lean en Malcorazón y un sinfín de otras bandas.
Fue en la época de los 90 cuando el espacio musical dio pie para que
las mujeres participaran más en bandas nacionales, sobre todo en el pop.
Comenzaría la era en que las mujeres tomarían puestos que generalmente
estaban ocupados por los hombres. Aquí aparecen las primeras bandas
compuestas exclusivamente de féminas. La primera en aparecer fue Venus
y posteriormente Mamma Soul. Esto da claras señales de que se quería
reivindicar la presencia femenina en la música.
Yorka Pastene, cantante nacional, vocalista del grupo chileno pop Yorka,
reflexiona sobre este punto: “Lamentablemente creo que con las mujeres
existe ese prejuicio, todo el tiempo es como un amor-odio constante de que
hace una música popera, que es vendida y que si no son ricas es difícil que les
vaya bien. Nosotras deberíamos cantar con la cara y una flor, para que nos
miraran más y nos diesen la oportunidad. Al final es brígido como tienes que
ser de atractiva en todos los aspectos, porque el más importante que es el
musical no es suficiente”.
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la noche en el hotel. Yorka recalca este estereotipo sobre la mujer “después
del Rock and Roll igual las mujeres vuelven a tomar este rol sexy o este rol de
ser atractivas visualmente, para poder llamar la atención. Pero tienes que ser
bonita, pero no tan sexual, tienes que cantar bien, pero ojo con lo que estás
cantando, como que siempre tiene que pasar todo por un filtro”.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Pero las ganas de seguir buscando espacios para las mujeres no descansaron.
Era marzo de 2016 cuando la cantante nacional Francisca Valenzuela, daba a
conocer su propuesta del Ruidosa Fest, el primer festival musical feminista
que promueve la participación de las mujeres en la industria musical. La
idea era quebrar el discurso patriarcal y escuchar las experiencias desde otra
perspectiva. A este evento, en comparación con el de siete años atrás, le fue
muy bien, llegando a realizar una versión en México y Las Vegas. En 2017 fue
Matucana 100 el lugar escogido para la segunda versión en Chile.
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Por su parte, María José Carreño explicó en su tesis que “ahora, más de un
siglo después, con todos los avances en derechos femeninos, en presencia de
mujeres que ocupan prácticamente todo el espectro de las profesiones a nivel
mundial, llegando incluso a la Presidencia como ocurrió en Chile. Es paradó-
jico en el espacio del Rock and Roll, pues desde sus comienzos marcó el deseo
de ser una tendencia que rompiese con los marcos establecidos para dar más
libertades a sectores reprimidos, donde aún existe una intensa lucha de sus
exponentes femeninas por ser escuchadas y no solamente miradas”.
Al consultarle a la intérprete pop si cree que el femicidio tiene que ver con
la visibilidad que ha tomado la mujer en la sociedad, es clara al responder que
“creo que el tema de la música es una pelea que pasa con cualquier trabajo, que
es como una discriminación ya como de capacidades o de habilidades, como
que lo otro es ver a la mujer como un objeto. El femicidio, siento que es como
enfocado en eso y tiene relación. Tiene que ver con las letras y en las actitudes,
yo creo que sí existe una conciencia mayor, pero también creo que es como una
consciencia que viene con la evolución social que estamos teniendo”.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
matan, que al final es la cima del problema. Nos matan si no hacemos tal cosa,
nos matan si no nos comportamos de tal forma, nos matan si no actuamos de la
forma en que la gente quiere que actuemos y al final nos sentimos rechazadas
como mujeres. A veces no nos matan, pero sí nos enjuician, nos discriminan y
nos rechazan tanto dentro de nuestro círculo familiar como de afuera, como
que es una pirámide, que la punta es la muerte, que es el femicidio. Creo que se
ve visibilizado por eso, por la evolución social que estamos teniendo. De aquí a
10 años más, 20 años más no sé qué pasará con nosotras”.
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cional argentino, el rock brasilero o el español. Nunca ha sido capaz de abrir cuñas
para su difusión y consumo allende nuestras fronteras, y al menos hasta comienzos
de la presente década, tampoco señalaba un alto consumo discográfico en el mer-
cado nacional ni una alta emisión en las radioemisoras chilenas.
Respuesta a la primera pregunta: sí. A todas luces que sí. Afirmación que se pue-
de sustentar en numerosos ejemplos de bandas y agrupaciones que no hubiesen
logrado la relevancia que tuvieron en algún minuto sin el aporte de tales artistas.
Los ejemplos son abundantes: ¿Hubiese sido posible la relevancia que tuvo a fines
de los sesenta un grupo como Aguaturbia sin el peso protagónico, vocal e icónico de
su cantante Denise? ¿La música de Fulano en plenos años ochenta habría logrado
su estatus de culto que hoy posee sin los aportes vocales, instrumentales y escénicos
específicos de Arlette Jequier? ¿Es pensable el folk rock de los años ochenta sin la
aparición señera de Sol Domínguez y su grupo Sol y Medianoche? ¿Se puede omitir
el aporte silencioso y sustantivo de María José Levine en el pop electrónico de los
años noventa? ¿ No fue determinante para la resurrección musical y pública de Los
Jaivas la participación de la baterista Juanita Parra? Y en fin, ¿no resulta justo men-
cionar que bandas como Saiko, Mal Corazón, Sónica, Christianes lograron impactar
el medio local gracias a la presencia de sus integrantes femeninas? ¿Acaso Nicole no
es la única personalidad del rock chileno que logró fichar en un sello discográfico de
selección (Maverick, propiedad de la cantante italoamericana Madonna) fuera de
todos los malos augurios y dudas que se vertieron sobre su talento?
(…) En relación con la segunda pregunta formulada más arriba, hay que precisar
lo siguiente: la cultura chilena siempre ha asumido, bajo una especie de atavismo
machista, una suerte de predominio natural del varón, como si fuera algo natural e
incuestionable la supremacía de los hombres en el campo de las artes y de la músi-
ca, como si el género masculino tuviese la responsabilidad rectora de tales espacios
por un mandato sobreentendido o aceptado socialmente sin previa revisión.
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Capítulo II
“Yo siempre he pensado en Violeta Parra como una madre musical y de todos, de
los que hacemos arte en Chile”
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
A pesar de esta opacidad por parte de la figura masculina, las mujeres han
logrado hacer carrera siendo vistas como la excepción a la regla. Muchas de
ellas no han recibido el reconocimiento necesario. Sin embargo, la figura de
Violeta Parra se eleva como una de las más reconocidas, por su trabajo en
diferentes áreas de las artes y por ser una fuente de inspiración para las nuevas
generaciones, tanto de mujeres como de hombres. También por ser una mujer
con decisión, que supo plasmar el malestar de la sociedad en sus letras y por
sobre todo, ser una de las figuras más reconocidas en nuestro país y el mundo,
por su perseverancia y sus ganas de mostrar al mundo su arte.
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contingentes al igual que en 1953, año que se embarcó al rescate de las tra-
diciones chilenas provincianas. Fue figura de inspiración para muchos en la
década del 60 y también, para las generaciones actuales, no solo abarcando los
músicos de nuestro país, sino que el reconocimiento que expande por todo el
mundo.
Violeta no solo incursionó en la música, ella fue una artista completa. Quiso
mostrar su creación a través del arte en general, participando y creando en
teatro, poesía, en sus trabajos con arpillera, esculturas de alambre, pintura,
máscaras de arroz, lentejas y semillas, que la llevarían a exponer en el museo
de Louvre en París en 1964. Fue ella misma quien diseñó el afiche promocional
de su exposición.
Desde pequeña estuvo relacionada con la música. A los nueve años aprendió
a tocar guitarra y a los 12 escribió su primera canción. Vivió parte de su infancia
en Chillán, en la casa de su abuelo paterno, donde los días domingo su padre,
Nicanor Parra, su tía Isaura y su tío Adrián, realizaban unas entretenidas ter-
tulias, que dieron paso al dúo que lo componía doña Clarisa y don Nicanor,
ambos padres de Violeta, quienes interpretaban cantos campesinos.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
la urbe transcurren en los locales y cantinas del Barrio Estación, en los cuales
comienza su carrera musical interpretando los ritmos que la clientela del sec-
tor demandaba por aquellos años”.
El aporte que esta mujer realizó al folclor chileno tiene un valor incalcu-
lable. En 1953 comenzó la tarea de recopilar, rescatar las tradiciones y las ri-
quezas de este género musical. Promovida por su hermano Nicanor, Violeta
comienza el periplo por Chile recolectando historias, canciones y rescatando
lo puro de la tradición popular, de la cultura y de la música folclórica. Estas
experiencias las recogía de los campesinos ya mayores, quienes le transmitían
a Violeta todo el conocimiento y saber de la música tradicional.
A comienzos de la década del 60, Chile sufría cambios al igual que lo hacía
América Latina. Como explicó J. Patrice McSherry, doctora en ciencias políticas
The Graduate School, City University of New York, en su libro La Nueva Canción
chilena. El poder político de la música, 1960-1973 el contexto de la época “sur-
gieron movimientos políticos y sociales de estudiantes, trabajadores, campesinos,
pobladores y otros grupos que se movilizaban para exigir sus derechos e inclusión
política, cambios estructurales en los sistemas elitistas y mayor democratización”.
Este movimiento sirvió para unir a las personas en un mismo fin. Como
explicó la doctora “la música ayudó a motivar y a sostener la participación po-
lítica y cultural de cientos y miles de personas, dándoles voz a las crecientes
demandas sociales en Chile”.
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Violeta fue inspiración para los músicos que comenzarían con este movi-
miento. Su expresión se caracterizaba por entonar canciones con nuevos aires
de folclor, retratando el acontecer del país.
Como expuso Víctor Vergara, una de las personas investigadoras del tema,
en su tesis La Nueva Canción Chilena: Creación cultural y el avance de los acordes
hacia lo social y político, 1960-1973, el valor de Violeta en este movimiento “en
cuanto a la importancia de su obra musical, hay que señalar que el valor intrín-
seco de ésta es que sus versos fueron los de una mujer atrevida en denunciar
los abusos a su alrededor, y con ciertos enemigos que fueron cruzando toda su
obra: los burócratas, la injusticia, la estupidez, la insensibilidad de la gente,
la mediocridad y el abuso al más débil. Una de sus primeras composiciones,
por ejemplo, fue una canción de título elocuente: ‘¿Por qué los pobres no tie-
nen?’”.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
más social.
Algo parecido opinan las hermanas Pastenes, Yorka y Daniela, quienes son
parte de la banda de pop nacional Yorka. Las intérpretes pertenecen a la nue-
va camada de artistas chilenas, mujeres que lideran un proyecto musical, que
decidieron incursionar en este mundo, donde como ya se ha mencionado en el
capítulo anterior, predomina la presencia masculina.
Al consultarles a las cantantes sobre esta idea que hay alrededor de Violeta,
Yorka comenta “es que el término rockero es tan gringo. Si nos vamos a lo que
significa el rock mismo como rebeldía social que era el rock, yo creo que ella
tiene mucho más de rock que un hombre con pelo largo con púas y tocando la
guitarra metalera. No sé si el término rockera es, porque para mí el rock fue
eso, algo que rompió en un momento de la historia lo que se estaba haciendo y
ella rompió en un momento de la historia lo que se estaba haciendo”.
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odiado el Rock and Roll, y es bien probable que haya apreciado harto los discos
de los Beatles, pero sus intereses estaban en otro lugar, en una dimensión tan
profunda que es difícil pensarla como una rockera en el sentido más frívolo de
la palabra. O sea, si la Violeta no se hubiese suicidado, yo no sé si hubiese elec-
trificado con la guitarra como Bob Dylan, no lo tengo tan claro, a lo mejor sí,
pero le hubieran tocado los años 90 con 80 años y a lo mejor aún podría haber
hecho un disco y agregado algo electrónico, quién sabe, pero bueno, eso nunca
lo vamos a saber, lo que sí sabemos, es que es de tal profundidad que yo creo
que tiene poco que ver con la búsqueda cercana al Rock and Roll salvo por la
actitud que tenía ella”.
El capitalismo, el poderoso
Uno de los temas que representa esta actitud en esta mujer es El Gavilán,
canción que fue escrita para un ballet. En una entrevista realizada en 1960 para
la Radio Universidad de Chile de Concepción, junto al locutor Mario Céspedes,
le consultaron sobre su nueva creación, que en palabras del entrevistador, era
una composición de “música culta, música para un ballet”. Esta canción es
considerada la obra maestra de Parra.
De esta obra solo existen tres grabaciones: una de ellas fue la “primicia”
que realizó Violeta en esa entrevista; la segunda es a fines de los años 50, no
existe fecha exacta del hecho. Miguel Letelier, compositor, realizó una gra-
bación en la casa de la folclorista ubicada en La Reina; y en París, en 1964 el
director de Los Calchakis, grupo de fusión latinoamericana, grabó un registro.
Sin embargo, Violeta nunca realizó una versión de estudio de esta canción.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Otro de los temas que se convirtió en himno, para el mundo y los artistas es
la canción Gracias a la vida, parte de su último trabajo discográfico Las últimas
composiciones de 1966. Considerada como himno de la humanidad, ha tenido
varias interpretaciones de distintos artistas, entre ellos Los Bunkers, Camilla
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Gallardo y la argentina Mercedes Sosa.
Víctor Vergara, una de las personas investigadoras del tema, en su tesis an-
tes citada, expone que “Volver a los diecisiete y Gracias a la vida, otras dos obras
fundamentales que retratan, como lo expone Torres Alvarado, la tensión vi-
da-muerte, y en todo el espectro de su cruda contingencia, es donde instalará
radicales preguntas por lo humano y su sentido, que adquieren plena resonan-
cia en su canto Gracias a la vida, despedida y testamento existencial”.
Acá un extracto del tema que abre el disco Las últimas composiciones, su
último trabajo discográfico, Gracias a la vida
Violeta y su influencia
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
quien además participó del disco tributo Las Últimas Composiciones, declaró a
radio Cooperativa en marzo de 2017 que “por mi lado no es tanto un referente
estético, quiero decir: si bien me encanta su música, no se parece mucho al
tipo de música que hago yo, pero sí es un referente en cuanto a las letras y la
manera en la que ella se conectó con sí misma y con su contexto y profundizó
en ella y en los temas sociales de la época, que son los mismos que tenemos
hoy”.
Además, con el paso de los años, la figura de lo que fue Violeta se ha tratado
de resignificar, buscando y destacando sus aportes a la cultura chilena. Porque
a esta mujer no solo hay que encasillarla en la música, su trabajo traspasa esa
barrera, va más allá. Violeta expuso su pensamiento en distintas expresiones
artísticas.
Iván Valenzuela comenta esta resignificación. “Era una Violeta Parra híper
restringida, súper encapsulada y me da la impresión que las generaciones más
jóvenes, los que ahora están entre los 20 y los 30 tienen una visión de ella mucho
más certera, mucho más completa. Yo tengo la impresión que todo lo que se
hizo con la Violeta Parra en este centenario no habría sido posible en los años
80, no solo por la dictadura sino porque no había la suficiente distancia con
lo que Violeta Parra significa, y Violeta Parra ha sido resignificada de muchas
maneras, muy valiosa. Luis Advis la resignificó en un canto por la semilla, lo
hizo el propio Pato Manns en la Exiliada del Sur, la propia Isabel musicalizando
muchas de sus décimas, o sea tuvo muchos trabajos alrededor de Violeta que
pudo resignificarla”.
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Violeta versus Jorge González: atormentados y talentosos
Las calles vistas desde las ventanas altas son tan iguales
Pateando piedras y juntando monedas soy un simple auditor
Lunes, martes, miércoles, jueves en las paredes del metro
El metro cada día, ese soy yo
No salgo, me voy a acostar, estoy aburrido de caminar
La vida es tan cara, tan aburrida.
No estoy dispuesto a seguir mis días de oscuridad
De ser uno más de entre el público está bueno ya.
Tantos tipos posando en las revistas y yo no brillo ni en mi familia
La vida es cara y aburrida para darla por perdida.
Es cierto no tengo como ser un galán
Tampoco un aire solemne de intelectual.
Vivo con mi familia y no me drogo como ves no soy muy artista
Pero estar en los escenarios y en las fotos de los diarios.
Exijo ser un héroe
Exijo, exijo ser un héroe.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
esa candidatura”.
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sol; agitadores universitarios, en Me gustan los estudiantes. La motivaba una
incontenible indignación ante la persistente pobreza y malas condiciones de
vida en las que veía a la mayoría de sus compatriotas”.
Violeta tomó partido por denunciar las injusticias que ella observaba en
su entorno. La canción Arauco tiene una pena, al igual que otras letras de la
folclorista, siguen representando situaciones sociales actuales del país y
confirma lo que la periodista Marisol García comentó en su libro. Esta letra fue
grabada en París entre los años 1961-1963, no hay una fecha exacta. Se supo de
esta canción en Chile cuando en 1971 se editó el disco Canciones reencontradas
en París, a través del sello DICAP. Debe ser la mejor representación musical del
conflicto que aqueja a la comunidad mapuche.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Capítulo III
“Lo que está pasando es que las mujeres están cumpliendo con ciertas condiciones
de carácter y personalidades. Están logrando el objetivo. Como que gracias a
esa personalidad potente que tienen se les ha permitido hacerles el peso a los
hombres. Ellos por la testosterona tienen peso por sí solos, entonces las mujeres
tienen que hacer el triple de pega, que en este caso les favoreció su personalidad”
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Cabe destacar que el género rock alberga una variada rama de subgéneros:
blues rock, folk rock, psicodelia, entre otros.
Denise, la rupturista
Mientras los cantantes de la Nueva Ola la rompían con sus éxitos, aparece
en la escena nacional una chica de 15 años que lideraba un cuarteto de rock
psicodélico. Climene Solís Puleghini, el verdadero nombre de Denise, irrumpe
en la escena musical nacional después de ganar un concurso de voz en una
radio. Con su desplante y buen vozarrón ganó. De ahí que Denise nunca más se
alejó de los escenarios. “Entré al mundo de la música popular por un concurso
de radio al que fui con mi abuelo y gané. De ahí ya inmediatamente quería que
esa fuera mi vida”, asegura la cantante.
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En 1969, la intérprete se une a Aguaturbia, grupo nacional que incursionaba
en los sonidos de la psicodelia, con fuertes influencias tanto musicales como
estéticas de músicos como Jimi Hendrix y Janis Joplin. La duración de la banda
no pasó los cinco años, sin embargo, aun sigue en la memoria colectiva. Estuvo
compuesta por la suave y psicodélica voz de Denise, por el destacado, ya para
ese entonces, guitarrista Carlos Corales, quien ya contaba con distintas cola-
boraciones en grupos como Los Jockers, Los Tickets; Willy Cabada en batería y
Ricardo Briones en bajo.
Era el colmo. Presentar a una banda hippie, con una vocalista femenina y
mostrando una portada de desnudos. El álbum los llevó a ser portada del diario
La Segunda el 13 de marzo de 1970. Mostraba en página principal esta carátula
con el título “la carrera promocional para la venta de discos ha producido casos
extremos” (Jorge Leiva. Aguaturbia. www.musicapopular.cl/grupo/aguaturbia/).
Además, se ganaron los calificativos de “sucios” e “inmorales”.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
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grandes guías musicales fue Violeta Parra. Integrada por Jorge Soto en guita-
rra, teclados y bajo; Tito Pezoa en guitarra y Nelson Olguín en batería. En su
primer trabajo discográfico Madre Tierra (1983), incorporaron versiones de la
folclorista, pero con nuevos sonidos orientados al rock fusión. Los temas que
incluyeron fueron: Corazón Maldito, Casamiento de Negros y Gracias a la Vida.
El sello que dio Sol a esta banda fue su presentación sobre el escenario.
Como buscaban rescatar los sonidos del folclor, la cultura mapuche y la figura
de Violeta, la intérprete de Turrón de Amor se inmiscuyó en el corazón de la
cultura mapuche. Viajó a comunidades indígenas, para aprender e impregnarse
de las tradiciones, costumbres y poder ganar la confianza de esta etnia.
Recibió la venia espiritual de las autoridades de estas comunidades. Así, en sus
presentaciones, aparecía a pies descalzos, con vestimenta y joyas mapuches: un
trarilonco (es una joya de plata que se utiliza en la cabeza en forma de cintillo,
específicamente en la frente. Representa la claridad de un buen pensamiento,
sabiduría y reflexión) y trapelacucha (es un adorno femenino. Su función es
adornar el pecho de la mujer. Es una de las joyas más antiguas. Se representa la
esencia de la vida).
Los jóvenes tomaron a esta banda como una voz. Encontraron en ella ras-
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Con esta base, ya en el nuevo milenio, y con los nuevos actores sociales como
el feminismo, la presencia femenina se ha hecho notar más. Iván Valenzuela,
periodista, comenta que “lo que veo es que hay muchas mujeres en situación
de privilegio. O sea, donde está Gepe, Manuel García, Francisca Valenzuela y
Camila Moreno. Sí existen Pedro Piedra, Javiera Mena. Hay una cosa mucho
más equiparada, pero es porque las mujeres también desarrollaron algunas
herramientas que no estaban en los grupos anteriores, por ejemplo: en los 80
había un grupo que se llamaba Las Cleopatras que era un grupo producido por
Jorge González, pero donde entiendo que Jorge hacía todo. Yo no me acuerdo
muy bien, yo las vi actuar una vez y no me gustaron, pero entiendo que Jorge
hacía todo, era el compositor de las canciones, era el motor creativo. Francisca
Valenzuela es su propio motor creativo y la Javiera Mena también, y la Camila
Moreno ni que hablar, se entiende. Ahí me da la impresión de que en toda la
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música popular, a través de toda la historia siempre ha sido, como dice el dicho,
‘el que pone la música baila con las minas’. Porque el que crea la canción, el
motor creativo, siempre es el que manda, y dispone quién va a ser la figura, y
así es desde Paul McCartney hasta Javiera Mena y Camila Moreno”.
Sin embargo, si bien se ha mostrado más interés por descubrir nombres fe-
meninos en la música chilena, siguen existiendo tratos diferenciadores o sim-
plemente discriminatorios por ser mujer en un mundo liderado por los hom-
bres. Son ellas, las protagonistas, las que comentan las situaciones vividas en
su carrera.
Yorka Pastene, vocalista y guitarrista del grupo pop Yorka, hace la reflexión
de cómo ve a las mujeres actualmente en la música nacional. “Actualmente
existe como una especie de primera o segunda generación de mujeres traba-
jando constantemente en la música. Encuentro que recién hace muy pocos
años, me arriesgaría a decir que desde el 2009 en adelante, de a poco han ido
saliendo pequeñas agrupaciones o pequeñas mujeres libres que están hacien-
do música. Ahora, hace uno o dos años atrás el tema del feminismo está muy
presente y las mujeres están buscando sus derechos, su igualdad, sus espacios.
Por eso yo creo que se ha generado también una alianza entre nosotras mismas
que permitió también visibilizarnos más, pero a pesar de eso, yo creo que antes
del Ruidosa todavía no existía una consciencia de que en verdad nosotras no
estamos contadas”.
Lorena (Lou) explica cómo fue para la banda enfrentar el mundo musical.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
#MeToo
Dentro de este contexto, cada día salen a la luz nuevos casos de diferen-
tes tipos de agresión hacia el género femenino. En el último tiempo fueron los
casos de abuso sexual dados a conocer por distintas actrices de Hollywood,
quienes habían sido agredidas sexualmente por el productor Harvey Weins-
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tein. Como una forma de apoyar a las víctimas, la actriz Alyssa Milano viralizó
el hashtag #MeToo (#AmiTambién), alentando a que las mujeres contarán sus
episodios de acoso o violencia.
Este movimiento tiene existencia desde hace 10 años y fue impulsado por
la activista Tarana Burke en 1996. Esta corriente nace cuando Burke trabajaba
en un campamento de niñas y se enteró de un testimonio de abuso por parte
de un familiar. De esta forma nace Me too Movement (Movimiento yo también)
orientado para mujeres y niñas que han sido víctimas de abuso o de explotación
sexual.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
como mírenme, mírenme con el hombrito pa’ acá y pa’ allá’ sin haber conocido mi
cuerpo de trabajo ni ver que eso es un tremendo doble estándar; cuando me dijeron
una y otra vez, cálmate, a nadie le gustan las niñas enojonas o difíciles y no quieres
caer mal; o hazte la lesa no más, mira para el otro lado, si así son las cosas; cuando
te infantilizan o objetivizan; cuando nos siguen en la calle y/o te gritan cosas que no
hemos pedido; cuando te dicen ‘ay si total se juntan a quejarse nada más’ a la hora
de alzar la voz y visibilizar historias y testimonios de mujeres en mi industria de la
música (por ejemplo, cuando comento sobre mi intención y raciocinio tras Ruidosa
Fest)”.
“Yo creo -agrega- que desde el hoy, con mayor madurez, edad y experiencia
-y seguridad en mí misma- miro para atrás y puedo darme cuenta de cosas que
han pasado. Cosas que siguen pasando. Y yo he tenido mucha suerte y he tenido
a mi alrededor a familia, amigos, seres queridos y colegas que me han apoyado,
enseñado y protegido”.
“Pero hoy sí puedo identificar, ponerle nombre, decirlo con palabras. Muchas
veces pasaban cosas y me sentía confundida, incómoda y paralizada. No sabía qué
hacer. No sabía cómo decir, ‘no haga eso, etc.’ y defenderme y seguir adelante con
la reu/entrevista/conversación/concierto/etc. Y creo que esto pasaba porque sentía
que el problema era YO. Que la inadecuada era yo. Que la insuficiente era yo. Que
yo, la niña, la mujer, la debilucha, la miedosa, era la que no sabía y que tenía que
saberlo todo. Hacerlo todo. Y nunca equivocarse. Internalicé la cultura patriarcal
y justificaba la incomodidad, lo inapropiado, la sensación inseguridad e incerti-
dumbre con: esto lo hacen porque soy débil, porque soy un fraude, porque pueden
manipularme, porque me dejo manipular”.
“En fin. Estos son algunos ejemplos que se vienen a la cabeza mientras tipeo
esto en el compu después de ver los testimonios y comentarios de múltiples
mujeres alrededor del mundo -incluyendo mis familiares, amigas, y colegas. No
me sorprenden los testimonios. Me horrorizan, me dan rabia, me dan tristeza.
Pero no me sorprenden. Porque para nosotras, lamentablemente, es obvio que
esto pasa. Hemos aprendido a esquivar miradas, toquetones, gritos. A estar
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exigidas, ‘disponibles’ y desechables. Hemos aprendido a navegar conversaciones
inapropiadas. Muchas mujeres están en riesgo -por sus vidas y seguridad- día
tras día alrededor del mundo entero. No podemos dejar de escuchar y mirarlas y
AYUDARLAS. #niunamenos #vivasnosqueremos. Pero HOY, al ver el mundo digital
rebalsar con #MeToo y #Yotambién, soy recordada de cuánto me enorgullece,
emociona e inspira la valentía y fuerza de las mujeres. De las que conozco y las
de mi comunidad; las que no conozco y admiro de lejos; las que están todos los
días luchando y haciendo algo por sus familias, vidas, carreras, países y planeta.
Cuántas historias y realidades son aún invisibles. Esto es la punta del iceberg y de
lo que tenemos al alcance. Tenemos que ir cambiando y transformando la cultura
patriarcal, una historia a la vez”.
Otra intérprete nacional que se unió a este hashtag fue Denisse Malebrán,
vocalista del grupo pop Saiko, quien también a través de Facebook contó su
historia relacionada a acoso cuando adolescente y en su carrera como músico:
“He leído con mucho respeto y admiración cada uno de los relatos de destacadas
mujeres que han expuesto sus vivencias para personificar lo que significa ser mujer
en un espacio de constantes abusos y vulneraciones. Pues acá va el mío:
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
gusté a un niño que era objeto de seducción de otra vecina. También me inventa-
ron historias, en las que el final siempre era el mismo: todos habían tenido acceso
‘carnal’ desde muy temprana edad con una Denisse adolescente. Ya perdí la cuenta
de cuantos pololos, supuestamente, tuve. Cifra escandalosa en esos años, que sería
objeto de risa para cualquiera de esta generación.
He escuchado tantas veces que las canciones ‘me’ las hacía un otro de sexo
masculino. Primero fue uno (que por cierto sigue diciendo que es así JAJA), después
otro y a medida que ya no están dentro de mis proyectos, y sigo componiendo, van
asomando nuevas teorías de como llegué hasta donde llegué. ¡Por supuesto que la
explicación de SIEMPRE es que algo tuvieron conmigo! Y que embobados bajo mi
seducción, terminaron pasándome sus obras en agradecimiento a mis capacidades
amatorias. Tan simple que suena ;)
Sólo a mí eso sí, porque nunca he escuchado que hablen mal de mi compañero
por haberse involucrado con una chica 11 años menor y ver el ‘aprovechamiento’
que sí supieron detectar en mí. No. Sólo yo he sido la maraca, que no tuvo un hijo con
esa pareja de 5 años, no, tuve con todos (jajajaja) y es frecuente leer comentarios
que asocian mi carrera al éxito de otros (hombres) como si mi trayecto sólo depen-
diera de ese hecho puntual.
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y también de despreocupadas. Y vamos dándole patadas en el suelo, porque una
mujer que saca la voz es un peligro, si el grito menciona a uno de los suyos. Más aún
si es un varón.
#Metoo”
TRIGGER WARNING: This Open Letter contains stories involving mental health,
trauma, sexual assault and/or violence which may be distressing to readers.
In recent weeks, as Hollywood carried the torch of Tarana Burke’s #MeToo mo-
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
vement and stories started breaking around the world, we found ourselves offering
strength to our friends and colleagues who had their own stories to share – both
publicly and in whispered circles. It’s become clear that the magnitude of #MeToo
extends to our own shores and to our own industry.
We are women who work in the Australian music industry. We are artists, mu-
sicians, managers, lawyers, booking agents, record label employees, publicists and
more.
We all have our own stories, or know someone who does. We are not whingers
or vibe-killers. We are passionate people dedicating our lives to music. In the face
of uncountable discrimination, harassment, violence, and the general menace of
sexist jargon, we have gritted our teeth and gotten on with the job. But today we
say, no more.
Here are just some of the stories we’ve been able to share. They range from the
tragic, to the horrific, to the every-day norm.
***
-My head has been pushed towards a colleague’s crotch and held there despite
me saying no.
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Somos mujeres que trabajamos en la industria musical australiana. Somos
artistas, músicos, gerentes, abogados, agentes de reservas, empleados de disqueras,
publicistas y más.
Estas son solo algunas de las historias que hemos podido compartir. Van desde lo
trágico, a lo horroroso y a lo “cotidiano”.
***
***
-Mi cabeza fue empujada hacia la entrepierna de un colega y fue mantenida ahí
a pesar de que dije incontables veces que no.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Capítulo IV
“Ahora se está hablando recién de cuando faltan las mujeres, que recién está
empezando ese diálogo de que faltan mujeres, ya estamos generando, estamos
perpetuando. Es un fenómeno no solamente de la música, sin duda, sino que
mundial y se ve reflejado aún más en otras áreas. Nosotras probablemente ya
estemos hablando desde un lugar de privilegio, porque somos personas que ya
nos estamos desempeñando en áreas creativas, pero sí creo que es un fenómeno
histórico desde siempre y Chile ha sido parte de eso igual que todas las otras
culturas del mundo también”
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Esto se debe a que los cargos más ocupados por mujeres en estas áreas se
remiten a: secretaria, compras o atención al cliente. Y en términos de sueldos,
la diferencia puede llegar a un 15% cuando se habla de la misma ocupación e
industria, incluso puede llegar a un 25% cuando son cargos de gerencia.
Las últimas cifras dadas a conocer por International Business Report en 2016,
realizado por la consultora Grant Thornton, arrojó a nivel mundial que la ocu-
pación de la mujer en cargos de alta dirección bordea el 24%, mientras que en
América Latina, la cifra cae a un 18%, y en Chile llega a un 15%.
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Jessica Sobhraj, presidenta de Women in Music (organización sin fines de lucro
que se encarga de promover la conciencia, igualdad, diversidad de la mujer en
distintas áreas) declaró a la Agencia AFP, en Miden, el salón internacional de la
industria celebrado en Cannes, que “la desigualdad entre hombres y mujeres,
tanto en términos de presencia, como a nivel de los salarios, sigue siendo un
problema en todos los sectores, incluyendo el de la música”. Además, agregó
que “estadísticamente, hay muchas menos mujeres presentes en los festivales
y al frente de las compañías de discos”.
Sin embargo, existen instancias de las que poco se habla y que vienen desde
hace más de diez años abriendo espacios y visibilizando el trabajo de la mujer
en la música, uno de ellos es Femfest, festival autogestionado en un principio
y que hoy ha postulado a crowdfunding para su realización. Su primera versión
se realizó en el ex cine Montecarlo de Santiago, en el año 2004.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
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ejemplo el aborto”, afirma.
Con las cifras dadas a conocer por Ruidosa Fest y por las experiencias de
ellas mismas siendo músicos, la coordinadora explica cómo ve el escenario de
la participación de las mujeres en festivales y cuál es el aporte de este “no-
sotras no solamente mostramos el trabajo de las bandas. El festival no es un
show, no es una productora, no buscamos ganar dinero, estamos intentando
mostrar música independiente y que no va a haber nadie que nos pague por lo
que tenemos, por lo que no tenemos que decir y trabajamos desde la autono-
mía, esta es nuestra moneda de cambio, creo que es posible. Yo he viajado a
otros festivales en el extranjero y se sabe del Femfest, y así es como se amplía
el circuito, ahora no es necesario ser de sello discográfico famoso para sonar
en las radios, hay otras formas de hacer música, obviamente no a la altura de
la industria masiva y explotada. El aporte es que no trabajamos con los este-
reotipos, aquí no te vas a encontrar con las mujeres de dos metros, así como la
Femme Fatale o la superhéroe, somos mujeres comunes y corrientes que hacen
música y eso yo creo que ha sido el aporte del Femfest, es crear otro camino,
otra ruta para la autonomía, y no depender de la lógica del mercado”, sostiene
Ozaus.
Carola Ozaus también cuenta que el festival ha sido referente para la creación
de otros espacios, como el Ruidosa Fest, pero que también han desconocido
su trabajo en la realización de otros espacios para la difusión. “En el primer
Ruidosa Fest, Francisca Valenzuela nos escribió y nos invitó. En el momento
en que nos reunimos, nos dejó súper en claro que éramos un referente. Se le
agradece que lo diga públicamente, porque tuvimos una experiencia, hace
mucho tiempo atrás, cuando se hizo el festival que se llamaba Sólo Ellas, en
realidad no lo realizaban ellas, sino que los sellos discográficos, y dijeron
que era el primer festival de mujeres. En ese tiempo teníamos un programa
en la radio Tierra y la directora manda un comunicado, nosotras no sabíamos
nada, pero después nos comentó que ‘cómo es posible que estos tipos se auto
denominen el primer festival de mujeres, cuando podrían investigar un poco
y saber que ustedes llevan siete años haciendo este encuentro’. Entonces se le
agradece a la Francisca Valenzuela”.
Ruidosa Fest
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Este festival ya cuenta con dos versiones en Chile, pero también ha llegado
a México y Estados Unidos. Al consultarle a la compositora sobre el protago-
nismo de la mujer en la música, comenta que “yo siento que siempre ha tenido
protagonismo y siempre ha habido oportunidad para que tengan protagonis-
mo, me refiero a que siempre ha habido canciones y artistas importantes para
tener ese protagonismo. Creo que por abc motivo, por no tener esa posibilidad
de estar en el espacio público no hay artistas tan conocidos, y yo creo que ha
habido referentes icónicos como Violeta Parra, sin duda siempre son contados
con una mano. Creo que hoy en día, en general, hay muchísima más visibili-
zación y democratización del espacio público en ese sentido, hay mucho más
acceso a demostrar las cosas que hacen”.
63
perspectivas y visiones diversas en la industria musical, en especial en aquellas
posiciones de poder que toman las decisiones y manejan las oportunidades.
Por otra parte, yo diría que otros problemas son: los estereotipos y el ‘deber
ser’ impuestos a las mujeres, las expectativas puestas en nosotras, el doble
estándar que existe al criticarlas en la esfera pública.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Si bien existen los otros dos festivales de música hechos por y para mujeres,
estaba la necesidad de mostrar a las féminas en un estilo más pesado, el rock.
Ilse Farías, coordinadora y guitarrista de la banda Aurora Voraz explica en qué
se diferencian unos de otros. “Femfest, por ejemplo, hablando netamente de lo
musical, abarca estilos punk o un rock punk. La Fran Valenzuela con Ruidosa
abarca a las mujeres más pop, faltaba un espacio. Udara nace antes que Ruidosa,
o sea, lo tenía en mente de antes y cuando lo vi dije que esto quería hacer.
Cuando lo vi en marzo por streaming me gustó, además porque era mediático,
por la Fran. Entonces Udara viene a tomar el espacio que queda huérfano, de
mujeres que son más rockeras y metaleras, que es un estilo musical más duro
con riff, más pesados. No es como el punk que es algo más desordenado. Udara
llega para acoger a las chiquillas más duras”.
Udara busca dar espacios donde la mujer sea la protagonista. Ante esto, la
coordinadora del festival es enfática al comentar si existe invisibilización de
la mujer en el rock y pop. Además, cuenta su experiencia en esta área. “Creo
que ahora es otra cosa, con todo lo del feminismo en los dos últimos años ha
cambiado en un 50%. Todavía hay cosas que cambiar, pero hay más espacios,
cada vez hay más mujeres, aunque siempre las ha habido, desde los 60, 70
como Denise, por ejemplo. Para eso también se trabaja, por eso también nace
Femfest y Udara. Nació por falta de espacio. Yo por tener bandas de mujeres de
repente nos marginaban de ciertas tocatas, porque éramos mujeres. De una u
65
otra forma siempre ha habido una discriminación, una competencia, demos-
trar que eres muy buena, para poder estar en los escenarios, y no pasa eso con
las bandas de hombres. O cuando iba a tocar a algún lado siempre me decían
‘tocas bien para ser mujer’, o ‘sabes prender el amplificador’, o ‘tocas como
hombre’”, asegura.
Ilse es clara en ver la proyección de este proyecto. Cada versión ha ido me-
jorando y espera que en cinco años más ya pueda consolidarse y cumplir sus
metas. Comenta que es un tiempo prudente, para proyectarse. Además, habla
como ve el escenario para las mujeres en la sociedad. “Las cosas están cam-
biando, se vio reflejado cuando llegó Michelle Bachelet. El gabinete cambió,
trató de equiparar un poco, tal vez sería una buena forma para igualarlo en
todo lo demás, hasta en los grandes festivales. Pero además, se pasó a que todo
lo que dice las mujeres es más criticado, porque se han ido un poco los extre-
mos, un poco separatistas más que integradores. A muchos hombres les mo-
lestan por ejemplo que las chiquillas estén diciendo todas las cosas que le han
pasado en cuanto a los abusos, entonces yo siento que hay muchos hombres
que se sobresaltan muy rápido hablando de género, entonces si uno pide equi-
dad de los festivales puede pasar eso, puede quedar la cagá, pero puede ser una
buena forma para equiparar”.
En enero 2018 se realizó el Festival del Huaso de Olmué que contó con una sola
mujer, la artista nacional Camila Gallardo. Y en febrero se celebró el Festival
de Viña, que tuvo un dúo de mujeres como Ha*Ash y otro que cuenta con una
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Por otro lado, existen también los abusos que han tenido que sufrir las
mujeres en los festivales. En 2017, el festival sueco Bravalla se suspendió para
su próxima versión debido a denuncias de cuatro violaciones y 23 agresiones
sexuales. Este encuentro que se celebraba desde el año 2013, recibió en 2017
cerca de 45 mil jóvenes.
Es tal el nivel de impacto que causó el hecho, que el Primer Ministro del
país, Stefan Löfven, salió a dar declaraciones en el diario El País: “Es asqueroso.
Son actos repugnantes de hombres deplorables. Es terrible. Me afecta mucho.
Chicas jóvenes que van a escuchar música y pasarlo bien y que se encuentran
con esto”.
Sambhala Music Festival de Canadá. Este encuentro también cuenta con una
zona exclusiva de descanso para mujeres para las que no se sientan seguras de
dormir en el camping del festival.
Sin duda, todos estos espacios que se han creado para la difusión y ense-
ñanza del trabajo que realiza la mujer en la industria musical han sido prece-
dentes para que nuevas voces se reúnan, sigan creando y, a la vez, eliminando
las barreras que sufren al querer participar de esta.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Capítulo V
“Hay gente que está tratando de sumar y que está haciendo cosas, pero siento que
hay algo muy pajero y quizás falta de interés. Quizás solamente se cumple con que
corra por este canal la información. Yo tengo un pequeño rencor con los medios de
comunicación, siento que podrían ser mucho más jugados, ellos tienen la opción
de hacer que lleguemos a la gente”
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Y por último, el medio más creíble, la radio, en este mismo estudio obtenía
una audiencia del 72% en 2011.
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En Chile, la prensa ha dejado en evidencia el machismo y sexismo exis-
tente en la sociedad y en el medio. El 22 de agosto del año 2011, el diario Las
Últimas Noticias sacó como portada el siguiente titular: Camila Vallejo no quiso
mover la colita, siendo que para ese entonces la actual diputada era parte del
movimiento estudiantil. Tras la marcha realizada, el diario no encontró mejor
noticia que destacar la negativa de la ex dirigente estudiantil de bailar sobre el
escenario.
Otro hecho que causó repudio en la opinión pública fue una nota hecha por
el diario The Clinic. En 2011 mostraba un artículo con el siguiente titular: Cinco
lugares la raja para mirar culos en Santiago. Lo grave de esto es que aparecían
fotografías de distintos tipos de traseros femeninos tomados sin consenti-
mientos de las personas. Cabe recalcar que además este diario posee un bar
que en su carta aparecen distintos nombres de tragos donde se denosta la fi-
gura femenina: Maraca Negra, Maraca Flayte, Maraca Culiada, Maraca Gozadora,
entre otras.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Otra de sus portadas que dio que hablar fue la del caso de un femicidio en
Arica. El 14 de septiembre de 2015 el diario popular titulaba “Hizo anticucho con
la polola”.
Sin embargo, tras los cambios de paradigma que está sufriendo nuestra
sociedad es que este diario, La Cuarta, le dio fin a una de las secciones más
sexista y machista de la prensa chilena, la Bomba 4. El mismo director del
matutino declaró en su sitio web que “fue una humorada sensual que duró por
muchos años, pero que no corresponde a los nuevos tiempos. Estamos felices
de despedir a la Bomba 4 como se merece”. Su última edición fue el jueves 16 de
noviembre de 2017.
En ese entonces, el presidente (s) del Consejo, Oscar Reyes, declaró al diario
La Tercera que “en nuestros estudios aparece una fuerte crítica a los programas
de farándula y entretención principalmente, donde la mujer tiene una imagen
sobre-sexualizada, como objeto de atracción sexual (…) Nos preocupa que se
aproveche un acontecimiento masivo como lo es el Mundial de Fútbol -en el
que hay mucha gente expectante para ver televisión- para utilizar la imagen
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de la mujer”.
Otro de los programas que fue criticado por sexismo fue el conducido por
Juan Carlos Pollo Valdivia, Nessun Dorma. Según el diario La Cuarta, el diario
alemán se escandalizó por el contenido del programa, además, del alto con-
tenido erótico. El sitio web del semanario alemán, publicó un vídeo de un mi-
nuto, donde se resume el contenido del programa. Junto a este hay un texto
que lo acompaña “lo que suena como un escándalo, en ‘Nessun Dorma: Nadie se
duerma’ se encuentra casi normal”.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Esta situación, existente desde hace mucho tiempo, ha dado pie para la
creación de canciones irónicas frente al tema del sexismo y cosificación de la
mujer. Ejemplo de esto es la canción creada por Jorge González en los años 90,
Corazones Rojos. Donde explícitamente el ex vocalista de Los Prisioneros habla
del machismo y de la diferenciación en términos salariales entre hombre y
mujer, sin importar los estudios adquiridos por esta.
Acá un extracto del cuarto track del disco Corazones, titulado Corazones
Rojos
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(…)No importa baby, no importa
Que todos piensen que eres tonta
Con tu belleza les vas a demostrar
Que solo la imagen sirve para triunfar.
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MUJERES EN LA MÚSICA CHILENA: La invisibilización de un legado
Uno de esos temas que poco se aborda son las actividades de las mujeres
en la música. Un claro ejemplo de eso es la poca o nula cobertura que tienen
los festivales y espacios creados por y para mujeres. Al buscar en internet
información sobre Femfest, es muy escasa. Solo son medios independientes los
que abordan esta temática, así lo confirma su coordinadora, Carola Ozaus. “No
tenía muy buena relación con los medios de comunicación. Una vez el The Clinic,
que nosotros pensamos que podía hacer una entrevista buena por su discurso,
vinieron a hacernos una entrevista. Fue la entrevista más horrible que hemos
tenido en la historia del Femfest, porque al final puso puras tonteras. Desvirtuó
el contexto y el contenido del tema. Puso cuando llegamos, cuando llegó una
de las músicas con su pareja, y ella colocó que llegaron unas mujeres lesbianas,
que prefieren la marihuana ante la cocaína. Desvirtuó completamente la
entrevista y ni siquiera puso atención a lo que nosotros estábamos diciendo
que era importante. De hecho hemos tenido muy poca participación en los
medios. En el 2004 creo que fue, nos hicieron una breve reseña del diario La
Cuarta que fue muy decente, habló del primer festival feminista y nombró las
bandas. Hace poco El Mercurio nos llamó para preguntarnos sobre el festival,
pero ellos cubren lo más famoso, como nosotros hablamos de contracultura a
ellos no le interesa eso, por eso salió más Ruidosa que Femfest, era una nota de
festivales. Salió mucho de Ruidosa y de Femfest salieron como 3 líneas, igual
lo logramos entender porque era El Mercurio, no nos iban a poner en grande
Femfest. Pero bueno, los medios de comunicación en los cuales confiamos son
los independientes, los alternativos, los online. En su momento El Ciudadano
fue un gran medio para poder difundir nuestro festival”.
77
Como bien nombra Ilse, Javiera Tapia es una de las pocas periodistas que
escribe sobre el rol de la mujer en la música chilena. Redacta en distintos
medios independientes como Es mi fiesta, POTQ. En estos blogs destaca
actividades musicales y de otra índole relacionado con las mujeres. En uno de
sus artículos, Tapia expresó su malestar frente al sexismo e invisibilidad de la
mujer en la industria musical. En la reseña habla sobre la poca participación
de mujeres en el área de producción, como si por inercia este puesto estuviera
destinado a los hombres.
La colita
Otra forma de sexismo tiene que ver con la prensa. Denise Rosenthal mueve la
colita en Instagram, publicado por El Dínamo, en abril del 2014. “Mientras inter-
preta una canción, baila y menea su trasero de tal manera que hizo a muchos suspi-
rar”. El infartante meneo de la colita de Denise Rosenthal, publicado el 21 de marzo
del 2014 por The Clinic Online. El sexy regalo que le entregó Denise Rosenthal a
todos sus seguidores, publicado por El Dínamo el 26 de diciembre del 2015. “Más
delgada y mina que cuando apenas cruzaba la veintena”, decía Marcelo Contreras
sobre Javiera Mena, el 11 de octubre del 2015. Analizar todas estas frases sería dar
vueltas en círculos, pues se entienden de inmediato por sí mismas.
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quieren a pesar de todas las dificultades que existen, a todas las compositoras que
trabajan en su arte sin dejarse amedrentar por la violencia y la discriminación. Una
manera de reconocimiento a todas ellas, las que además de entregar testimonios a
través de sus canciones, instan a otras para que las acompañen. Este 8 de marzo es
también de ellas. Es de todas.
Otro de sus artículos publicados en este sitio donde Tapia es editora, habla
sobre la última versión del festival Glastonbury (festival inglés que reúne
distintos tipos de artes escénicas) donde por primera vez este año se hizo un
escenario por y para mujeres, el The Sisterhood. La idea de este espacio fue
concentrar a todos quienes se identificaran como mujeres: artistas, público,
equipo técnico.
Hace un mes un inglés que podría ser mi padre, encargado de una de las marcas
que patrocinaban el evento, intentaba obligarme a tomar algo con él en medio de
la barra de un festival. Detrás de mí otros tres hombres que lo acompañaban me
tocaban el hombro y me decían “pero por qué no, toma esto, ¿te da miedo?”. “Sí,
miedo y asco” le dije en inglés. No oí su respuesta completa, pero incluía un “cunt”.
“Viejo culiao”, le grité en chileno”.
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En relación con la iniciativa del encuentro, la periodista comenta que “la
industria musical, al igual que todas las demás, está hecha por y para hombres,
algo natural si pensamos que los puestos de poder y representación están
utilizados por varones mayores y heterosexuales. Dentro de este panorama
es muy importante el desarrollo de espacios en el que las mujeres puedan
congregarse, conocerse, compartir experiencias y planear líneas de acción.
Frente a la pregunta de ¿Qué hacer en caso de?, siempre será mucho más
enriquecedor y efectivo para una mujer poder encontrar soluciones rodeadas
de otras, con diferentes experiencias”.
“Por otra parte -agrega- el hecho de que las organizadoras, artistas y téc-
nicas sean mujeres, también ayuda en otro nivel: la representación. Guardias
de seguridad, roadies e ingenieras de sonido no son imágenes que estamos
acostumbradas a ver. De hecho, hace algunos días Chini Ayarza (Chini and the
Technicians) me decía en una entrevista (disponible en los próximos días) que
ella seguía sorprendiéndose cuando veía a una mujer en ese tipo de posición,
precisamente, porque sigue siendo algo excepcional. Vivimos en un mundo al
que se le olvida que Javiera Mena es productora, además de música y composi-
tora, por dar un ejemplo. ¿Qué más valioso para una mujer joven que ver a otra
con más experiencia cubrir campos en los que jamás pudo verse representada?
Eso pasó en The Sisterhood”.
Cristóbal Galleguillos, editor y creador de este blog, comenta que los medios
de comunicación le dan más espacio a las actividades masculinas: “No creo que
los medios den cobertura a materiales que son hechos por hombres solo por
ser hombres, va más allá. Simplemente que los medios les da flojera investigar
o es cosa de la línea editorial. No creo que digan ‘este material es de una mujer,
no publiquemos’, no creo que esa sea la idea, espero. Pasa lo mismo con los
festivales, no se dan el tiempo para buscar lo que están haciendo las mujeres
acá en Chile en la música, que no vean más allá. Es investigar y buscar”.
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y necesidades de mujeres relacionadas a la música. Constanza Rifo, directora
y conductora de Picnic TV, y una de las cinco cabecillas de esta organización
comenta que “nuestra idea es poder agruparnos como mujeres que trabajamos
en la música. Hablar de lo que pasa en nuestro contexto y colaborar con otras
redes y organizaciones. Cualquier cosa que apunte a la colaboración y a la
sororidad entre nosotras mismas como un acto político”. Además, esperan
poder constituirse legalmente y así poder realizar talleres, conversatorios, etc.
Dentro de sus proyectos se encuentra la formación y capacitación de guardias
de discotecas y bares nocturnos para crear un ambiente seguro. Porque como
asegura la periodista al diario online El Desconcierto “de repente en un bar
eres acosada y nadie es capaz de ayudarte. Los guardias son incompetentes y
las mismas organizaciones no te dan respuesta”.
Otro hito importante para destacar para 2018 es la convocatoria que realizó
el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través de su programa
“Escuela de Rock y Música Popular”. De manera inédita, hizo un llamado a
todas aquellas agrupaciones y/o solistas que participen en la creación de
composiciones originales dentro del género “música popular”. Lo particular
de esta instancia es que solo fue para mujeres. Es la primera vez de “Escuelas
de Música Popular Mujeres”.
Una de las bandas seleccionadas para participar del festival que se realizará
en la Región Metropolitana y en Cosquín Rock fue “Sin Lencería”. Esta
agrupación de punk rock está compuesta por Adelen, guitarra y voz; Paulina,
batería y voz; Kenia, bajo y voz. Estas mujeres a pesar de su corta edad, el
promedio es de 23 años, ya han sufrido discriminación dentro de su ambiente
musical. Cuentan que “ha habido situaciones donde hay hombres que no creen
que nosotras hacemos música o que tenemos un setlist completo de temas
propios. Nos han tratado de cabras chicas o ‘y a estas quién las invitó’, pero
nosotras nos miramos y decimos, ‘esperen que nos vean tocar, ya van a ver’ y
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eso ha pasado. Nos subimos al escenario, tocamos con todas nuestras ganas y
power. Cuando nos bajamos los tipos se nos acercan y nos dicen ‘chicas tocan
bacán, me gustaron mucho, me taparon la boca’”.
Sin embargo, poco a poco las cosas van cambiando. Poco a poco las voces
se han comenzado a escuchar y más espacios se están abriendo para equiparar
la participación femenina en los escenarios. Uno de ellos es el festival “La
Cumbre”, que para el 2019 promete ser el primer festival nacional que tendrá
la misma cuota de participación femenina y masculina. La versión de 2018
contó con un 38% de participación de agrupaciones o solistas femeninas,
siendo así, según las propias palabras de la organización, uno de los festivales
a nivel mundial con la cuota más alta en participación de mujeres de ese año.
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Bibliografía
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Carreño, María José. Ser mujer: ser rockera en Chile. Una mirada a 60 años
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dismo Universidad de Chile. Chile. 2010.
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Webgrafía
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Tapia, Javiera, junio 2016, “Sisterhood: el escenario hecho por y para mu-
jeres de Glastonbury”. POTQ.
www.potq.net/articulos/sisterhood-el-escenario-hecho-por-y-para-muje-
res-de-glastonbury/
Tele 13, septiembre 2016, Presidenta Bachelet: “Hay mucho sexismo, pese
a que uno piensa que la sociedad ha mejorado”.
www.t13.cl/noticia/politica/presidenta-bachelet-hay-mucho-sexismo-pe-
se-uno-piensa-sociedad-ha-mejorado
Valls, L, mayo 2017, Javiera Mena: “Se habla todo el rato del productor que
está detrás de mí”. Mujeres y música.
http://mujeresymusica.com/javiera-mena-se-habla-del-productor-que-es-
ta-detras/
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pulsar-me-ha-anonadado-la-falta-de-mujeres-en-este-escenario/
POTQ Magazine, julio 2017, Camila Moreno: “justicia para Valentina Hen-
ríquez, Nabila Riffo y todas nuestras mujeres maltratadas”.
www.potq.net/noticias/camila-moreno-justicia-valentina-henriquez-nabi-
la-riffo-todas-nuestras-mujeres-maltratadas/
Castaño, Daniel, julio 2017, “Un festival de música sueco cancela su próxi-
ma edición por violación y abusos”. El País.
https://elpais.com/cultura/2017/07/04/actualidad/1499159365_270309.html
EFE, OCTUBRE 2017, “‘Me too’ (Yo también): el movimiento de una década
que creció con el escándalo Weinstein”.
www.theclinic.cl/2017/10/23/me-too-tambien-movimiento-una-decada-cre-
cio-escandalo-weinstein/
https://www.theindustryobserver.com.au/me-no-more/
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