Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Autoridad Delegada

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 9

LA

AUTORIDAD
17/07/2005

SEMINARIO DE CAPACITACIÓN XII

DELEGADA
LA AUTORIDAD EN LA IGLESIA
PARA DIRIGENTES CLASE 07/10

Ps. Andrés Eyzaguirre Ramírez

CARACTERÍSTICAS
LAS AUTORIDADES DELEGADAS DE DIOS EN SU PUEBLO:
- Todo HIJO de Dios, no solo debe RECONOCER la AUTORIDAD DIRECTA DE DIOS –Ministerio Quíntuple (Ef.
4:11-13)-, sino también a las AUTORIDADES DELEGADAS DE DIOS, designadas por este Ministerio y BUSCAR
siempre, en toda circunstancia, a aquellos a QUIENES SE DEBE OBEDECER (¡).
- Dios respalda a toda forma de AUTORIDAD que se establezca porque nos asegura que Él también está intervi-
niendo en estas designaciones:
“Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque NO HAY AUTORIDAD que NO PROVENGA DE
DIOS, y las QUE HAY, por DIOS HAN SIDO ESTABLECIDAS. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo
establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos”. (Ro.13:1-2)
- Siempre fue la Voluntad de Dios que así como Él sustenta todo el Universo con su Autoridad, de la misma manera
todos sus hijos dependan de las Autoridades que Él DELEGA en forma Directa o a través de sus Minsterios..
- Si alguno de sus hijos SUPONE que puede ser INDEPENDIENTE porque se siente “auto-suficiente”, muy capaz,
confiado en sí mismo, y no quiere sujetarse a las Autoridades Directas y Delegadas de Dios, EL TAL NO PODRÁ
JAMÁS REALIZAR LA OBRA DE DIOS EN LA TIERRA CONFORME A SU VOLUNTAD. Es necesario que todos y
cada uno de sus HIJOS, se ubiquen bajo la cobertura de sus autoridades civiles y religiosas respectivas, a las cua-
les obedezcan, para que estén bien coordinados unos con otros.
- Desgraciadamente, una buena parte, han fracasado en este punto.

- ¿CÓMO PODRÍAMOS MANDAR A OTROS SI NO SABEMOS A QUIÉN O QUÉ OBEDECER?


En la IGLESIA, gracias a Dios, HAY VARIAS CATEGORÍAS DE AUTORIDADES DIRECTAS Y VARIEDAD DE AU-
TORIDADES DELEGADAS a quienes les debemos SUMISIÓN. Pues, al someternos a ellas nos sometemos a Dios.
- Tampoco PODEMOS ESCOGER A QUIÉN VAMOS A OBEDECER -como algunos en su ignorancia y muy equivo-
cadamente suponen- ¡SÓLO NOS SOMETEMOS A TODO EL QUE SE ENCUENTRA EN AUTORIDAD!
- NADIE SERÁ APTO para ser AUTORIDAD DIRECTA O DELEGADA de Dios a menos que PRIMERO SEPA
ESTAR BAJO AUTORIDAD. ¡Nadie sabrá ejercer BIEN la Autoridad hasta que haya TRATADO con su PROPIA RE-
BELIÓN!
1
- Si en el pueblo de Dios, no hay testimonio de Autoridad, NO HAY IGLESIA NI OBRA. Simplemente será una reu-
nión social-religiosa de personas equivocadas que suponen que son “cristianos”, con una ausencia plena de la UN-
CIÓN y PODER que vienen de Dios. La Prueba más evidente de esta falencia será que estando abierta la Boca del
Hades por el espíritu de rebelión, prevalecerá contra la Iglesia (Mt.16:18) y su hedor de pestilencia –léase “enferme-
dad”- y muerte la afligirá.
- Esto ya representa un serio problema, por lo cual resulta imprescindible que aprendamos a someternos unos a o-
tros y a las Autoridades DIRECTAS Y DELEGADAS de Dios:
“Someteos unos a otros en el temor del Señor” (Ef.5:21)
“Sométase toda persona a las Autoridades superiores” (Ro.13:1a)
“Por causa del Señor someteos a toda Institución humana” (1Pe.2:13)

REQUISITOS PARA SER AUTORIDADES DELEGADAS:


1).- CONOCIMIENTO PERSONAL DE LO QUE ES LA AUTORIDAD
- Toda persona llamada a ser autoridad debe recordar que “No hay autoridad que no provenga de Dios, y
LAS QUE HAY, por Dios han sido establecidas” (Ro.13:1b)
NADIE PUEDE POR SI MISMO HACERSE AUTORIDAD EN EL PUEBLO DE DIOS SI NO HAY QUIÉN SE
LA DELEGUE DE PARTE DE DIOS.
- Tan sólo la autoridad que viene de parte de Dios constituye AUTORIDAD y ordena la SUJECIÓN del hombre.
Algunos auto-exaltados, se proclaman autoridad, sin que nadie se la haya delegado; hasta inventan que han re-
cibido el “don” por “propia revelación” y ministran a ciertos incautos (¡?). Lamentablemente, siempre hay gente
ingenua y cándida que siguen a otros hombres. En la república Argentina, por ejemplo, no faltan los seguidores
del “dios” futbolero D. Maradona, le han constituido una “Iglesia” y construido Templos (?).
- Una Autoridad Delegada tiene que representar la legítima Autoridad de Dios; NADIE PUEDE PRESUMIR QUE
TIENE AUTORIDAD sino la ha recibido directamente de parte de Dios o por la Revelación profética en la Iglesia
y la imposición de las manos de sus Presbíteros:
“Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que, conforme a las PROFECÍAS que se hicieron an-
tes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia. Por desechar-
la, algunos naufragaron en cuanto a la fe”. (1Ti.1:18-19)
“No descuides el Don que hay en ti, que te fue dado mediante PROFECÍA con la IMPOSICIÓN DE LAS MA-
NOS DEL PRESBITERIO”. (1Ti.4:14)
“Por eso te aconsejo que avives el fuego del Don de Dios que está en ti por la IMPOSICIÓN DE MIS MA-
NOS”. (2Ti.1:6)
- NO PODEMOS CREAR AUTORIDAD POR NOSOTROS MISMOS. Nadie que pertenece a una congregación
sujeta a Autoridades establecidas por Dios, se puede constituir en autoridad sin el consentimiento y la autoriza-
ción de ellas. Usted, no puede hacerse UJIER o miembro del MINISTERIO DE MÚSICA por sí solo, MAESTRO
DE NIÑOS por si solo; PREDICADOR de Células, Cultos y Campañas espirituales de evangelización porque lo
desea; DIÁCONO, PASTOR o PROFETA porque así lo quiere. ¿QUIÉN LO AUTORIZA?
- Los que están puestos en Autoridad en la IGLESIA representan simplemente la Autoridad de Dios. Su autori-
dad se debe NO A QUE EN SI MISMOS TENGAN MÉRITO ALGUNO PARA EJERCER UN CARGO, MINIS-
TERIO, DON u OPERACIÓN, porque nadie puede ILEGÍTIMAMENTE desempeñar un cargo de autoridad; si no
está LLAMADO, NOMBRADO y UNGIDO. Este tipo de desobediencias son las que atraen la IRA de Dios con-
tra ciertos auto-exaltados. Por eso es tan importante que primero TENGAMOS un CONOCIMIENTO PERSO-
NAL de lo que ES la AUTORIDAD.
- La medida del conocimiento de la Voluntad de Dios que tengamos SERÁ LA MEDIDA DE NUESTRA AUTO-
RIDAD DELEGADA. Dios establece que una persona sea su AUTORIDAD DELEGADA exclusivamente en base
al conocimiento que tenga esa persona de su Santa y Perfecta Voluntad. Si este conocimiento aún es incipien-
te, la irá disciplinando y perfeccionando. Y dependerá de cada quién, cuanto permita sea respaldada por el Cie-
lo su Autoridad Delegada o lo desperdicie con un mal ejercicio. Por eso la Palabra nos advierte claramente, que
el DIACONADO son puestos A PRUEBA (1Ti.3:8-10),
- Y esto no tiene nada que ver con nuestra experiencia de vida, con cuántas buenas ideas o las muy variadas y
acertadas opiniones que tengamos o con que pensamientos nobles nos identifiquemos. Y mucho menos con
cuanto maniobremos, complotemos, nos rebelemos y traigamos con ello la división de nuestra Iglesia:
2
“Que no sea un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación de diablo” (1Ti.3:6)
“Considerad, pues, hermanos, vuestra VOCACIÓN y ved que NO hay muchos SABIOS según la CARNE,
ni muchos PODEROSOS, ni muchos NOBLES: sino que lo NECIO del mundo escogió Dios para AVER-
GONZAR a los SABIOS; y lo DÉBIL del mundo escogió Dios para AVERGONZAR a lo FUERTE; y lo VIL
del mundo y lo MENOSPRECIADO escogió Dios, y lo que NO ES, para DESHACER lo que ES, a fin de
que nadie se jacte en su Presencia”. (1Co.1:26-29)
“Al contrario, los miembros del Cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; y a aquellos
miembros del Cuerpo que nos parecen menos dignos, los vestimos más dignamente; y los que en noso-
tros son menos decorosos, se tratan con más decoro, porque los que en nosotros son más decorosos
no tienen necesidad. Pero Dios ordenó el Cuerpo DANDO MÁS ABUNDANTE HONOR AL QUE MENOS
TENÍA, para que no haya divisiones en el Cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos
por los otros”. (1Co.12:22-25)
- EN REALIDAD, ESAS PERSONAS QUE SON FUERTES EN SÍ MISMAS SON DE TEMER DENTRO DE UNA
IGLESIA. Toda auto-suficiencia, nos aleja cada día más de la dependencia de Dios. Y Dios nos asegura que Él
mira de muy lejos toda altivez humana (Sal.138:6):
“¿Por qué se enorgullece el que es tierra y ceniza? ¡si ya en vida es su vientre podredumbre!” (Si.10:9)
- En el ejercicio de la AUTORIDAD DELEGADA se requiere que PRIMERO CONOZCAMOS LA VOLUNTAD
DE DIOS y después actuemos en el Nombre del Señor. Entonces, nuestra acción recibirá la aprobación Divina.
Todo lo que procede del hombre es totalmente carente de autoridad, porque sólo representa al hombre mismo.
TODA AUTORIDAD DEPENDE DE LO QUE HAYAMOS APRENDIDO DELANTE DE DIOS.
- Hemos visto que Dios no se fundamenta en el TALENTO para DELEGAR su Autoridad. Dios mira fundamen-
talmente la FIDELIDAD. Todo el que traiciona o tiene uno o varios antecedentes de abandonar la Obra de Dios
en la que Él lo puso, por su dudosa conducta, será siempre una persona observable:
“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a HOMBRES FIELES que sean idóneos para
enseñar también a otros” (2Ti.2:2)
- Muy distinto es el caso de aquellos que son expulsados de una Iglesia justa o injustamente. Pues, no han teni-
do la mala INTENCIÓN DE ABANDONARLA. Dios los respaldará de todas maneras si se conservan en SUJE-
CIÓN y OBEDIENCIA a su Voluntad: “El Ángel de Jehová acampa alrededor de los que lo temen y los de-
fiende” (Sal.34:7).

2).- VIVIR EJERCITÁNDONOS EN LA SUJECCIÓN A TODA AUTORIDAD DELEGADA


- Desde el Hogar, tenemos que ser enseñados que nos ejercitemos en el reconocimiento de la SUJECIÓN a la
Autoridad de los padres y mayores en nuestra familia; en la educación, con nuestros maestros y compañeros de
estudio; en la vida social con los jefes y colegas del trabajo o con nuestros vecinos y amistades; política y judi-
cialmente con las autoridades y legislaciones estatales, nacionales o internacionales..
“Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución pero los
malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo Engañados”. (2Ti.3:12-13)
3).- NEGARNOS A NOSOTROS MISMOS
- NO debemos ejercer la Autoridad de Dios descuidadamente. Porque mientras no conozcamos la Voluntad Su-
ya, debemos guardar silencio. El que ha de representar la Autoridad de Dios tiene necesariamente que aprender
en lo positivo, el conocer lo que es la AUTORIDAD de DIOS, y en lo negativo, el NEGARSE a SI MISMO.
- Dios nunca podrá utilizar a una persona llena de opiniones, ideas, pensamientos o con maledicencia en su co-
razón; es decir, rica en argumentos para representar su Autoridad. Por eso es que si corrompe luego, Dios im-
pone una severa Corrección y Castigo inmediatos.
- ¿QUIÉN EMPLEARÍA A UN DERROCHADOR PARA QUE LE LLEVE SUS CUENTAS?
Dios nos llama a REPRESENTAR su Autoridad, no a SUSTITUIRLA.
- Dios es Soberano en su Personalidad y Posición. Su voluntad es sólo Suya. Jamás consulta al hombre ni per-
mite que nadie sea su consejero. En consecuencia, uno que representa su Autoridad no puede ser una perso-
na subjetiva o independiente. ESTO SIGNIFICA QUE DEBE SER UN HOMBRE VERDADERAMENTE QUE-
BRANTADO, humillado delante de su Presencia y esperando sólo en Él.
3
- Es decir, que su inteligencia, pensamientos, opiniones y acciones, todos deben ser quebrantados. Los que por
naturaleza son locuaces, testarudos y presumidos (Sólo hablan de sí, pregonan ser “espirituales y santos” y de
sus logros “en el Señor”) necesitarán un tratamiento radical, un cambio básico:
“En las muchas palabras no falta pecado; el que refrena sus labios es prudente”. (Pr.10:19)
“El que ahorra palabras tiene SABIDURÍA; prudente de espíritu es el hombre inteligente. Aún el necio,
cuando calla, es tenido por sabio; el que cierra sus labios es inteligente.” (Pr.17:27-28)
- Esto es algo que no puede ser ni doctrina ni acomodo, deben ser heridas en nuestra carne. Si no reacciona-
mos a tiempo, los azotes que recibamos de parte de Dios en nuestra corrección, continuarán hasta que comen-
cemos a vivir en TEMOR y TEMBLOR delante de Él. Si no es un cambio radical, de corazón y nuestra expe-
riencia solo se reduce a una mera doctrina, actuación y acomodo las HOJAS DE NUESTRA HIGUERA SE SE-
CARÁN y REAPARECERÁ NUESTRO ESTADO ORIGINAL AGRAVADO
- No es necesario aconsejarle que camine despacio a uno que se le ha apretado un pie. Solo con prácticas de
vida muy dolorosas es que SEREMOS LIBRADOS DE NOSOTROS MISMOS.
- COMO AUTORIDADES DELEGADAS NO PODEMOS EXPRESAR NUESTRAS PROPIAS OPINIONES NI
DESEAR, ENJUICIAR ni ALIGERAR CONDENACIÓN o DESCALIFICACIÓN, INTERVINIENDO EN LOS ASUN-
TOS DE LOS DEMÁS.
- Algunos, erróneamente, se consideran a sí mismos FISCALIZADORES y JUECES de la Iglesia sin que nadie
los haya nombrado (¡). Tienen una lista de opiniones y enjuiciamientos, dispensando sus enseñanzas como si
fueran el Evangelio. Este tipo de personas subjetivas no han aprendido a DISCIPLINARSE y no han tratado se-
riamente la búsqueda del encuentro con la Autoridad. Suponen que lo saben todo y también pueden hacerlo to-
do, atendiendo a “cuán incapaces son los demás”. Olvidan en su necedad lo que nos advierte la Palabra:
“Considerad a los demás como superiores a vosotros mismos”. (Flp.2:3)
Son críticos muy ácidos de cuanto se haga o se intente hacer en la Obra de Dios.
- TALES PERSONAS SON BÁSICAMENTE INCOMPETENTES PARA SER AUTORIDAD, ya que el requisito
básico para ser AUTORIDAD DELEGADA de Dios es no abrigar ningún pensamiento ni opinión en la mente:
“¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio Señor está en pie, o cae; pero estará firme,
porque poderoso es el Señor para hacerlo estar firme.
…Tú, pues ¿Por qué JUZGAS a tu hermano? O tú también, ¿Por qué menosprecias a tu hermano?, por-
que todos compareceremos ante el Tribunal de Cristo…De manera que cada uno de nosotros dará a Dios
cuenta de sí”. (Ro.14:4,10y12)

4).- VIVIR EN LA COMUNIÓN PERMANENTE CON EL SEÑOR


No sólo debe haber COMUNICACIÓN con Dios, sino también COMUNIÓN: es decir, COMÚN-UNIÓN
“La Gracia del Señor Jesucristo, el Amor de Dios y la COMUNIÓN del Espíritu Santo sean con todos vo-
vosotros. Amén”. (2Co.13:14)

- Todo aquel que expresa sus opiniones libremente hablando sin cuidado y “en el Nombre del Señor” (¡), está
muy lejos de Dios. El que menciona a Dios como argumento, manifestando algo que no está de acuerdo con lo
establecido por Él mismo en su Palabra, nos demuestra más bien lo lejos que se halla de ÉL. NADIE PUEDE
CONTRADECIR A DIOS EN SU VOLUNTAD Y PRETENDER DARNOS CONVICCIÓN DE QUE NOS HABLA
DE SU PARTE (?¡).
- Hay falsos ministros y profetas dentro del pueblo de Dios que ministran sandeces que contradicen a la Escritura
en actividades diversas de sus Iglesias. Los entendidos se dan cuenta de estas contradicciones, hacen ver sus
desatinos y a veces son las mismas autoridades que no proceden a silenciarlos a pesar de su magra condición
espiritual (¡?). Lo mismo ocurre con ciertos predicadores y equivocados maestros.
- Los que están cerca de Dios tienen un Temor piadoso; saben lo contaminador que es expresar descuidada-
mente sus opiniones. Por tanto, LA COMUNIÓN con Dios, es requisito fundamental del que está en autoridad.
Cuánto MÁS CERCA estemos del Señor, con tanta más claridad veremos NUESTRAS PROPIAS FALTAS…
CUÁNTO MÁS ALEJADOS, ¡SÓLO LAS FALLAS DE LOS DEMÁS!
- Al tener un verdadero encuentro con el Señor, no nos atreveremos de allí en adelante a hablar con tanta liber-
tad y firmeza. Ya no tendremos confianza en lo razonable, en nuestra carne; comenzaremos a tener temor de
errar. Por otra parte, los que HABLAN DESCUIDADAMENTE SE EXPONEN CADA VEZ MÁS A ALEJARSE DE
DIOS.
4
- Y es que no podemos engañarnos a nosotros mismos. NO SE PUEDE APARENTAR TENER TEMOR de DIOS.
DIOS. El verdadero Temor nace de no intentar hacer algo que Dios prohíba. Eso sólo lo inspira el ESPÍRITU
SANTO, cuando vivimos en su Comunión (Is.11:2y3a). Solo poseen esta virtud los que siempre esperan en el
Señor y desconfían de sus propias razones.
- SOLAMENTE LOS QUE VIVEN EN LA PRESENCIA DE DIOS Y APRENDEN DE ÉL, SON COMPETENTES
PARA HABLAR ANTE LOS HERMANOS.
- El problema de hoy consiste en que muchos de los siervos de Dios son demasiado osados, demasiado estrictos
o demasiado arrogantes. ¡SE ATREVEN A DECIR COSAS QUE NO HAN OÍDO DE DIOS!
¿Qué Autoridad podemos tener si desconocemos que lo que estamos diciendo NO es CONFORME a la Palabra
de Dios?
- Nunca debemos olvidar que nuestra autoridad es sólo REPRESENTATIVA. Y por lo tanto, debemos servir sólo
en la Presencia de Dios en todo instante. Jamás debiéramos equivocarnos si ministramos de parte de Dios.
- Lamentablemente, por todas estas equivocaciones, es que la Palabra nos advierte:
“Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y rivalidad; pero otros lo hacen de buena voluntad…
los unos anuncian a Cristo por rivalidad, no sinceramente,… pero los otros por amor.
¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en
esto me gozo y me gozaré siempre”. (Flp.1:15-18)
“No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. EXAMINADLO TODO y retened lo BUENO.
(1Ts.5:19-21)
“Asimismo, los profetas hablen dos o tres, Y LOS DEMÁS JUZGUEN LO QUE ELLOS DICEN… Los espíri-
tus de los profetas están sujetos a los profetas, pues Dios no es Dios de CONFUSIÓN, sino de PAZ”.
(1Co.14:29y32)
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos
rapaces. POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS”. (Mt.7:15-16)
- Cuando la Autoridad pasa de Dios hacia nosotros, entonces puede pasar de nosotros hacia los demás. Lo que
nos hace diferente de otros es Dios y no nosotros mismos. TEMAMOS A DIOS Y ABSTENGÁMONOS DE HA-
CER LAS COSAS DESCUIDADAMENTE.

5).- LA PRINCIPAL CREDENCIAL DE TODA AUTORIDAD DELEGADA: LA REVELACIÓN:


- ¿Cómo reaccionaríamos cuando alguien desacatando nuestra autoridad, la ridiculizara, la tergiversara, la con-
tradijera o se opusiera a ella sin motivo aparente?
Por demás decir, que por su incompetencia lo descalificaríamos como nuestro representante ¿Verdad?
- Lo más distintivo de un verdadero representante de Dios es su Sabiduría. No lo que ha aprendido de otros y lo
vuelca a los demás –instrumento común de la incompetencia espiritual-, sino lo que le ha sido REVELADO por
Dios mismo. Eso que exalta el ánimo, que quita el aliento, que nos da gozo, que acelera los latidos de nuestro
corazón porque sentimos como si Dios mismo nos estuviera hablando y lo aplaudimos, removiéndonos en nues-
tros asientos y nos hace lanzar gritos de júbilo (¡).
- Y es que aunque seamos prontos para reprender y hasta intrépidos para ofender, en nuestro interior somos dé-
biles y un tanto inútiles, aunque unos se esfuercen mejor que otros para disimularlo. No podemos soportar una
prueba, y cuando lo intentamos nos atemorizamos y huimos a la soledad. Solo sabios en la Verdad de Dios re-
sisten confiadamente todas las vicisitudes de esta vida, porque están convencidos de que Dios está intervinien-
do de todas maneras y los constituye siempre en más que vencedores en Cristo Jesús (¡).
- Por esto es que también todos los que desean ser portavoces del Señor y quieren ayudar a los demás deben
aprender a NO escuchar denuestos. Hoy el Internet con sus Redes Sociales está inundado de verdaderas tonte-
5
rías, hoy cualquiera que se dice ministro escribe un libro u opina barbaridades en cualquier publicación; hoy se
sienten muchos con el valor de levantar su voz y altaneramente mostrar su desacuerdo, alzar su protesta. DE-
JEMOS MÁS BIEN QUE DIOS MÁS NOS ESCUCHE, PARA QUE ÉL NOS HABLE:
“Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. (Jer.33:3)
- No hay cosa más preciosa que RECIBIR algo de parte de Dios,… ¡TODOS SE ESTREMECEN Y TIEMBLAN!
- Asimismo, no hay que prestar atención a como los demás se ocupan de nosotros, de cómo nos critican. No e-
nojarnos por las palabras de otros. Los que se anonadan, se molestan y andan quejándose, según ellos por las
palabras calumniosas e injuriosas, DEMUESTRAN QUE SON INEPTOS PARA SER AUTORIDADES DELEGA-
DAS de Dios. Incapacitados para recibir Revelación de lo Alto, de poder ser sabios. Todo lo que hacemos en la
carne nuestra es opuesto al Espíritu (Gl.5:17).
- LA VINDICACIÓN, DEFENSA O CUALQUIER OTRA REACCIÓN DEBEN PROCEDER de DIOS NO de SU
AUTORIDAD. El que se vindica así mismo no conoce a Dios. La AUTORIDAD y la DEFENSA PROPIA SON IN-
COMPATIBLES. Y es que aquel de quién usted se defiende se convierte siempre en juez suyo. SE PONE POR
ENCIMA DE USTED CUANDO LE EMPIEZA A RESPONDER A SUS CRÍTICAS. El que habla a favor de sí mis-
mo está bajo juicio; por lo tanto carece de autoridad espiritual. CADA VEZ QUE TRATAMOS DE JUSTIFICAR-
NOS o ANDAR QUEJUMBROSOS, CARECEMOS DE AUTORIDAD. En cuanto tratamos de dar explicaciones,
caemos ante el juicio de la persona que nos está imputando. Solo démosla si alguien nos la pide y si la aceptan
o no, ya no es nuestro problema. Queda en las manos del Justo Juez. Pronto, todos verán los FRUTOS. A quién
es que Dios sigue Bendiciendo y a quién es que permite la adversidad lo aflija.
- Pero, todos cometemos errores. Tenemos que darnos cuenta también que podemos haber errado alguna vez.
Y es que DIOS NO PUEDE CONSTITUIR AUTORIDAD A UN TESTARUDO. Y si en algún momento vemos que
así está ocurriendo con alguien, tampoco seamos tan inocentes de pensar que la persona siempre fue así, pues,
hasta las malas conversaciones corrompen la buenas costumbres (1Co.15:33).
- DIOS NO DELEGA su AUTORIDAD en NINGÚN ARROGANTE. ÉL PONE su AUTORIDAD SOBRE los MAN-
SOS y TIERNOS; con los se SUJETAN siempre, los estén favoreciendo o no. Si la persona se corrompe con el
cargo y hace mal uso de la Autoridad que se le Delegó, nadie lo dude, se ha expuesto a la corrección del Señor:
“Ciertamente con tus ojos mirarás y VERÁS LA RECOMPENSA DE LOS IMPÍOS. Porque has puesto a Je-
hová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal ni plaga tocará tu mora-
da”. (Sal.91:8-10)
- Los “HOMBRES de GUERRA” por eso tratan siempre de usurpar la Autoridad con sus maniobras y empleando
la fuerza de sus razones y argumentos o la astucia para mentir y victimizarse y ésta no es la mansedumbre ordi-
naria, la Mansedumbre de Dios.
CUÁNTO MÁS INTENTEMOS ESTABLECER NUESTRA PROPIA AUTORIDAD MENOS APTOS SEREMOS PA
RA EJERCERLA

- El Señor dijo que su Reino no es de este mundo y, por lo tanto, SUS SIERVOS NO TIENEN POR QUÉ PELE-
AR POR ÉL. LA AUTORIDAD QUE SE CONSIGUE PELEANDO JAMÁS PUEDE SER DE DIOS (¡).
- Es frecuente que la persona que tiene menos probabilidades de que le den Autoridad sea la misma que se con-
sidera “autoridad”, la que más se va a esforzar de predicar a los demás CUÁN ESPIRITUAL ES: “que él y su casa
sirven al Señor” (¡?)…¿Alguien se lo estará preguntando? ¿Qué no se dará cuenta que todo el Infierno también lo
está escuchando y que va a multiplicarle sus legiones de demonios para propiciar su caída y avergonzar una vez
más a un miembro del pueblo de Dios sellándole la boca?
- ¡CUANTA MÁS AUTORIDAD CREE TENER una PERSONA, TANTO MENOS la TIENE REALMENTE!
EL INSTITUIR LA AUTORIDAD PERTENECE A LA JURISDICCIÓN DE DIOS; AL HOMBRE NO SE LE PERMI-
TE ENTROMETERSE, NI PUEDE LO PERVERSO DE ÉL, SU CALUMNIA o SU INJURIA DESECHAR NINGU-
NA AUTORIDAD.
- YA QUE NINGUNA PERSONA PUEDE INMISCUIRSE EN LO QUE DIOS HA ESTABLECIDO. EL VALOR DE
UN HOMBRE DELANTE DE DIOS NO SE DECIDE POR EL CRITERIO DE OTROS NI SIQUIERA POR EL SU-
YO PROPIO. ¡SE CALCULA POR LA UNCIÓN, POR EL PODER, LAS BENDICIONES Y LA REVELACIÓN QUE
RECIBE DE PARTE DE DIOS!, es decir, por su FRUTO.
- Si Dios da REVELACIÓN, su VISIÓN a un hombre, se establece la Autoridad; pero cuando Él la retira, es que
ha rechazado a ese hombre. Y lo ADVERSO que lo AFLIJA -pues quedó solo-, será el más claro TESTIMONIO
CELESTIAL de este RECHAZO.
SI queremos aprender a ser autoridades, debemos prestar atención a nuestro estado espiritual delante de Dios.
6
¿QUIÉN PODRÍA OFENDERNOS O EXCLUIRNOS SI SOMOS DE LOS QUE HABLAMOS CARA A CARA CON
DIOS?
UN CIELO ABIERTO DERRAMANDO SUS BENDICIONES EN NUESTRAS VIDAS ES EL SELLO DE DIOS Y
EL TESTIMONIO DE NUESTRA FILIACIÓN DEPENDIENTE DE ÉL.
- Aflicción en este mundo siempre va a ver, y todo siervo del Señor la va a experimentar, pero le va a durar poco,
mientras que a los demás no: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os EXALTE a
su debido tiempo. Echad toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros. Sed so-
brios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar. Resistidlo firmes en la fe, sabiendo que los MISMOS PADECIMIENTOS se van cumpliendo en
vuestros hermanos en todo el mundo. Pero el Dios de toda Gracia, que nos llamó a su Gloria Eterna en
Jesucristo, después que hayáis padecido UN POCO DE TIEMPO, Él mismo os perfeccione, afirme, forta-
lezca y establezca” (1Pe.5:6-10).
- LA REVELACIÓN ES, POR LO TANTO, LA EVIDENCIA DE LA AUTORIDAD.
Por eso es que Dios no puede guardar Silencio y Habla Fuertemente cuando sus siervos son calumniados. SE
VENGA DE LOS DETRACTORES ¿DE QUÉ NOS SERVIRÍA HABLAR EN NUESTRA DEFENSA SI NO ES
DIOS QUIÉN TOMA LA INICIATIVA?
- SI HAY QUIÉNES HABLAN CONTRA NOSOTROS, DEJEMOS QUE DIOS LES CORTE EL SUMINISTRO DE
SUS BENDICIONES Y LES SELLE SU REVELACIÓN, PROBANDO ASÍ QUE ÉL NOS DESIGNÓ:
“Deléitate asimismo en Jehová y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu ca-
mino, CONFÍA EN ÉL Y ÉL HARÁ. Exhibirá tu justicia como la luz y tu derecho como el mediodía.
Guarda silencio ante Jehová y espera en Él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por
el hombre que hace lo malo. Deja la ira y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo ma-
lo, porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová heredarán la Tierra, pues den-
tro de poco no existirá el malo; observarás su lugar, y ya no estará allí. Pero los mansos heredarán la Tie-
rra y se recrearán con abundancia de Paz.
Maquina el impío contra el justo y rechina contra él sus dientes. El Señor se reirá de él, porque ve que
viene su día. Los impíos desenvainan espada y tensan su arco para derribar al pobre y al menesteroso,
para matar a los de recto proceder. Su espada entrará en su mismo corazón y su arco será quebrado”.
(Sal 37:4-15)

- Todo aquel que ofende a las Autoridades Delegadas de Dios, ofende al que ellas representan. Pronto hallará
un Cielo cerrado para sí, desconcertado verá que SU PETICIÓN ES INÚTIL y tendrá que reconocer humildemen-
te a las Autoridades que Dios ha establecido.
- Dios no permitirá que nadie menoscabe su autoridad. Si se impugna su Autoridad, se encenderá su Ira y se a-
partará de ellos. Entonces las PUERTAS DEL HADES QUEDARÁN ABIERTAS y PREVALECERÁN.
- Y es que la Autoridad ha sido establecida también para ejecutar las Órdenes de Dios, no para que nadie se au-
to-exalte a sí mismo porque la ostenta y atropelle a otros: “¡Yo mismo soy!” (?)
- LA AUTORIDAD ES PARA DARLES A LOS HIJOS DE DIOS UN SENTIDO DE DIOS, NO UN SENTIDO DE SÍ
MISMOS. LO IMPORTANTE ES AYUDAR A LA GENTE A SOMETERSE A LA AUTORIDAD, porque eso le trae
BENDICIÓN a sus vidas. Librarlos de todo odio, resentimiento, rencor y falta de perdón, porque esos males per-
judican las cosas de Dios y le atará sus manos. Nadie puede socavar la Autoridad de Dios y menos ¡CONSTITU-
IRSE EN PROPICIADOR DE SU CAÍDA! “Pues conocemos al que dijo: ´Mía es la venganza, yo daré el pa-
go´ -dice el Señor-. Y otra vez: ´El Señor juzgará a su pueblo". ¡HORRENDA COSA ES CAER EN MANOS
DEL DIOS VIVO!” (Heb.10:30-31).
LA VERDADERA AUTORIDAD NO TIENE NINGÚN SENTIMIENTO PERSONAL, ARBITRARIEDAD, FAMILIA-
RIDAD o FAVORITISMOS, PORQUE NO VIVE EN SÍ MISMA SINO EN DIOS

LA DELEGACIÓN DE AUTORIDAD EN EL MINISTERIO PÚBLICO DEL SEÑOR


JESÚS
- El Señor Jesús nos dio claras muestras de lo importante de DELEGAR AUTORIDAD en su Iglesia. Sus discípulos
coadyuvaban por ejemplo en la ministración de Bautismos de Agua. En el Evangelio de San Juan encontramos:
7
“Cuando, pues, el Señor supo que los fariseos habían oído decir: "Jesús hace y bautiza más discípulos que
Juan" (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),salió de Judea y se fue otra vez a Galilea” (Jn.4:1-3)
- Asimismo, no solo Él predicaba la Buena Nueva del Reino, enviaba también a sus discípulos a hacerlo; el evange-
lista Marcos nos relata:
“Pero Jesús les dijo: -No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, entre sus parientes y en su casa.
No pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos poniendo sobre ellos las manos.
Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos.
Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando. Después llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en
dos, y les dio autoridad sobre los espíritus impuros”. (Mr.6:4-7)
- El Evangelio según San Lucas también nos da el mismo alcance:
“Reuniendo a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfer-
medades. Y los envió a predicar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos. Les dijo:
-No toméis nada para el camino: ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas. En cualquier
casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid. Dondequiera que no os reciban, salid de aquella ciudad y sa-
cudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos.
Y saliendo, pasaban por todas las aldeas anunciando el Evangelio y sanando por todas partes”. (Lc.9:1-6)
“Después de estas cosas, el Señor designó también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante
de Él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
Y les dijo: ´La mies a la verdad es mucha, pero los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que
envíe obreros a su mies. Id; yo os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa ni alforja ni cal-
zado; y a nadie saludéis por el camino. En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: ´Paz sea a es-
ta casa´. Si hay allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. Quedaos
en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den, porque el obrero es digno de su salario. No os
paséis de casa en casa”. (Lc.10:1-7)
- Y en el Evangelio según San Mateo, nos incluye también a todos nosotros, instándonos a lo mismo:
“Jesús se acercó y les habló diciendo: ´Toda potestad me es dada en el Cielo y en la Tierra. Por tanto, id y
haced discípulos a todas las naciones, Bautizándolos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo´. Amén”. (Mt.28:18-20)

LA DELEGACIÓN DE AUTORIDAD EN LA IGLESIA APOSTÓLICA


- La Iglesia del primer siglo o apostólica, también se caracterizó por la DELEGACIÓN DE AUTORIDAD:
"Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Se-
ñor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de
entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho con nosotros testigo de su Resurrección. Entonces pro-
pusieron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.
Y orando, dijeron: ´Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogi-
do, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, del cual cayó Judas por transgresión, para irse a
su propio lugar´. Entonces echaron suertes sobre ellos, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los
once apóstoles”. (Hch.1:21-26)
- Asimismo, siguiendo los mismos pasos del Señor Jesús (Lc.8:1-3), organizaron el Servicio de las Mesas, la otra
modalidad de Gobierno en la Iglesia, para resolver sus necesidades materiales:
“En aquellos días, como crecía el número de los discípulos,[2] hubo murmuración de los griegos[3] contra
los hebreos,[4] que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria.
Hch 6:2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron:
--No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir a las mesas.
Hch 6:3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete hombres de buen testimonio, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.
Hch 6:4 Nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la Palabra.
- Y la evangelización, también era enviándolos de dos en dos:
“Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la Palabra de Dios, en-
8
víaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, una vez llegados, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu
Santo”. (Hch.6:1-15)
- El apóstol Pablo, al instruir a su discípulo amado Timoteo, nos dio también la clave a la Iglesia, para DELEGAR
autoridad -que NO es distinguiendo al talento sino basados en la Fidelidad-::
“Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la Gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos tes-
tigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”. (2Ti.2:1-2)
etc., etc.

¡DIOS ES BUENO Y PARA SIEMPRE ES SU MISERICORDIA!


Ps. Andrés Eyzaguirre Ramírez

También podría gustarte