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Articulo Los Estándares de Clasificación y Areasmeq

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LOS ESTÁNDARES DE CLASIFICACIÓN ELÉCTRICA IEC 60079-10-1,

API RP 500 Y NFPA 497 Vs EL MODELO DE DISPERSIÓN AREASMEQ


-PARADIGMAS OBSOLETOS-

Por: Misael Eduardo Quintero Cañas

RESUMEN

En este artículo se hace un análisis técnico a las guías propuestas en los


estándares internacionales para la clasificación de áreas, tomando como
referencia el modelo de dispersión de gases AREASMEQ; el cual fue creado en
junio de 1994 y aplicado en más de dos centenares de proyectos industriales
hasta la fecha.

El uso actual de figuras con dimensiones que no han sido revisadas ni


cuestionadas en más de cincuenta años, carentes de explicaciones técnicas y de
origen desconocido; la recomendación de consultar códigos industriales que de
igual manera, no garantizan una base científica de las distancias sugeridas; la
formulación del cálculo de un volumen “Vz” para determinar cualitativamente el
grado de una ventilación, que ha sido tomado equivocadamente para calcular el
tamaño de las áreas peligrosas; la ambigüedad en la definición y la aplicación de
factores como el de la ventilación; los conceptos discutibles de la influencia del
viento en la dispersión de los gases; la afectación directa en los niveles de
seguridad e inversiones económicas derivadas de una clasificación poco confiable;
entre otras, son razones suficientes para replantear las bases de los documentos
en referencia.

La creación de modelos matemáticos para entender el comportamiento de


sistemas complicados de cualquier ciencia, ha tenido un desarrollo abrumador
desde la incorporación del computador como herramienta básica, para el
desarrollo de tecnologías que de otra manera serían imposibles; por esta razón los
avances en todas las ramas del conocimiento humano son indiscutibles. Por lo
anterior, es inaceptable que una importante rama de la ingeniería eléctrica esté
basada en criterios y postulados anacrónicos, que han servido como excusa para
evadir la responsabilidad de los profesionales encargados, por falta de una
exigencia manifiesta en los estándares, que obligue a estas personas a la
presentación de justificaciones técnicas, a través de memorias de cálculo o
algoritmos (software) que den como resultado de operaciones matemáticas, las
dimensiones y la forma de una clasificación.

INTRODUCCIÓN

Las directrices propuestas en los estándares internacionales para elaborar la


clasificación de los sitios con presencia de gases y vapores inflamables, están
muy lejos de ser una auténtica guía para los ingenieros que tienen la
responsabilidad de calcular las dimensiones, que se producen alrededor de una
fuente de liberación División 1, División 2, ó Zona 0, Zona 1 y Zona 2; porque
están presentando esquemas sin un fundamento técnico ni matemático; las
fórmulas propuestas no pueden determinar las distancias ni la forma de las áreas
peligrosas; y la explicación de los conceptos, no ayudan en la formulación de
parámetros para llegar a una modelación aceptable de la dispersión de los gases
en el medio ambiente.

Si bien es cierto que los estándares no pueden proponer fórmulas o modelos para
calcular la clasificación de las áreas, debido a que el análisis de los factores que
intervienen en el fenómeno es una tarea muy compleja, y todavía no hay acuerdos
definitivos en esa materia; una evaluación en la seguridad de las instalaciones
industriales clasificadas bajo los criterios actuales, definitivamente dejan mucho
que desear, porque los análisis técnicos y de ingeniería que deberían justificar el
dimensionamiento en los planos, brillan por su ausencia, tomando en su lugar
citas y referencias de esquemas cuyos fundamentos técnicos son completamente
desconocidos, o en el mejor de los casos, se presentan cálculos que vagamente
pueden explicar algunos datos de la dispersión. Con este panorama, los
ingenieros encargados ya no tienen ninguna responsabilidad, porque el
cumplimiento de su labor se limitará a lo propuesto en los documentos oficiales,
que servirá como excusa para un trabajo carente de juicios idóneos de ingeniería,
como se propone en el pasaje bíblico: “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?
¿No caerán los dos en un hoyo?”.

Por tanto queda claro, que la estructura y metodología de los estándares han
perdido vigencia, y que ello ha impedido fijar unas nuevas bases y parámetros
para el desarrollo de modelos matemáticos, que puedan ser comparados con otros
resultados para llegar a una metodología, modelo o software definitivo.

CONCEPTOS Y CRITERIOS QUE DEBEN SER REEVALUADOS

A continuación se presentan algunos conceptos y criterios que merecen un


replanteamiento, para que se ajusten a las nuevas tecnologías y requerimientos
en el cálculo de las dimensiones de las áreas clasificadas.

Propósito.

Los estándares de clasificación tienen como propósito general, la correcta


especificación de equipos y canalizaciones eléctricas, que evitarán la detonación
de una mezcla explosiva que se produzca en su sitio de operación; sin embargo
este objetivo debe extenderse más allá, a la identificación y control de cualquier
fuente de energía, que pudiera generar la ignición de una atmósfera peligrosa, y a
la evaluación de los procesos normales, de mantenimiento y planes de
emergencia de la planta, para que sean compatibles con el estudio de riesgos
realizado en las etapas tempranas del diseño. De lo contrario, no se justifican los
esfuerzos de ingeniería para determinar las distancias de afectación y
características de explosividad de la mezcla, y se interpretará como un acto no
responsable con el personal y los bienes de la empresa.

Presión y Temperatura del Medio Ambiente

Los cálculos de la clasificación, deben incluir la temperatura y la presión del medio


ambiente, ya que tienen una incidencia importante en el comportamiento de la
dispersión. Por ejemplo, en un desierto durante el día a 39°C una masa de aire
que ocupa un litro, en la noche a -5 °C tendrá un volumen de 0.86 litros; es decir
un 14% menos. De igual manera, un litro de aire en el nivel del mar, a 0.72
atmósferas (altura de Bogotá D. C.) se convierten en 1.39 litros; es decir un 39%
mayor.

En el Anexo B del estándar IEC 60079-10-1 [4], la ecuación B.1 usada para
calcular el caudal mínimo de aire limpio requerido para una fuente de liberación
máxima conocida, incluye un factor de afectación por temperatura del medio
ambiente en grados Kelvin (T/293); haciendo que el valor resultante aumente en
sitios cálidos superiores a los 293 °K, afectando en igual proporción el estimativo
del volumen “Vz” que determinará el grado de la ventilación. Este factor debe ser
el inverso (293/T), porque el fenómeno de reducir la temperatura, hace que en un
mismo volumen aumente la masa de gas, como resultado de la contracción del
espacio intermolecular; por tanto se puede hacer la siguiente analogía: Si una
pelota de golf (molécula de gas inflamable) necesita un litro de agua para guardar
la proporción (mínima cantidad de aire ó *LIE) en una bañera (atmósfera del sitio),
la cantidad de agua (aire) aumentará necesariamente en la medida que aumente
el número de pelotas de golf (masa de gas inflamable dentro de un volumen dado)
en la bañera (medio ambiente). En consecuencia, el estudio de áreas clasificadas
debe considerar la temperatura ambiente más baja promedio del sitio evaluado,
porque en esa circunstancia se produce la mayor distancia de la concentración y
por ende el mayor riesgo; esto debe conjugarse con la presión atmosférica, cuyo
valor depende básicamente de la altura sobre el nivel del mar.

Influencia del Viento en la Dispersión

Los modelos de dispersión propuestos para calcular las dimensiones de las zonas
clasificadas, se han empeñado en vincular factores de afectación por la presencia
de corrientes de aire natural o forzado, para determinar las distancias y lugares
donde la mezcla del gas inflamable con el aire está por encima del *LIE;
aumentando de esta manera la complejidad de los cálculos y las variables que se
deben conjugar para determinar las distancias alrededor de la fuente de liberación.
La velocidad del viento se debe sacar de la ecuación, porque el peor escenario se
produce cuando todo está en calma (velocidad cero), basta analizar tres datos: El
tamaño de una molécula de aire es en promedio de 3.5 x 10-10 m, el espacio
intermolecular en condiciones de referencia del aire es de 35 x 10 -10 m, y el
recorrido libre medio de una molécula es de 1000 x 10 -10 m; significa que una
corriente de aire que se encuentra con una masa gaseosa, resulta en una mezcla
forzosa reduciendo rápidamente la concentración de las moléculas de gas, antes
que el vector resultante de los choques empiecen a dirigir la masa en una
determinada dirección. El fenómeno se puede observar en la Figura No. 1, en la
cual se muestra la dispersión del modelo CFD (pluma) [7] [8] con una velocidad
del viento mínima de 1 m/s, y la dispersión del mismo gas en igualdad de
condiciones con el modelo AREASMEQ [3], pero con velocidad del viento igual a
cero.

Figura No. 1
AREASMEQ Vs CFD (Pluma): Isopentano, Tinterna: 90°C, h = 100 cm, Orificio: 0.2 cm2,
*LIE: 1.4%, Tambiente: 20°C, Pambiente: 1.0 Atm, Pinterna: 50 psi

La Figura No. 1 se puede explicar con un ejercicio mental, abriendo un frasco de


perfume en un sitio donde hay una corriente de aire, que puede estar a favor de un
“observador” que trata de detectar el olor, sin conseguir su objetivo, porque la
mezcla se diluye rápidamente con el movimiento; por otra parte, si todo está en
calma, el “observador” al cabo de un tiempo tiene la posibilidad de percibir el olor,
porque la mayor distancia de la concentración se logra por la dispersión natural del
perfume. El cálculo de las dimensiones de la clasificación es un tema de
seguridad, con el cual, se tiene la absoluta certeza de que el peor escenario ha
sido calculado, y cualquier brisa por leve que sea, va a contribuir a la reducción de
las distancias de la clasificación.

Factor de Ventilación “f”

En el Anexo B de la IEC 60079-10-1 [4] ecuación B.4, se propone un factor “f” para
simular la eficiencia de la ventilación, en el cual un valor de f=1 significa que la
fuente de liberación está en un sitio adecuadamente ventilado y la dispersión del
gas se efectúa sin obstáculos; para f=5 se asume de manera muy escueta y sin
mayores explicaciones una ventilación impedida. Este factor puede ser calculado
con toda precisión, llegando a simular fielmente la arquitectura aledaña (paredes,
diques, ventanas, puertas, accesos), objetos de tamaño representativo como
tanques, equipos o incluso accidentes geográficos que impiden la dispersión del
gas cuando ingresa a la atmósfera. Partiendo de la premisa de que el volumen
calculado con el Software AREASMEQ, corresponde a la mayor distancia
recorrida por una mezcla superior a la del *LIE, se propone calcular el volumen
División 1 identificado con el código GCE6-07 de la Figura No.2; en el cual se
conocen todos los datos requeridos por el Programa incluyendo el caudal de
inyección de vapores, que corresponde a la rata del llenado de líquido al tanque
(9,201.0 cm3/s), las condiciones atmosféricas del sitio y las características físicas y
químicas del petróleo crudo, y un Factor de Dispersión f=1 porque la evacuación
del venteo se realiza en un espacio abierto fuera del área del tanque, este ejercicio
tiene la virtud de que no se están haciendo suposiciones y todos los datos son
reales y comprobables.

Figura No. 2
GCE6-07 Venteo tanque de techo fijo con descarga de vapores División 1 y Factor de
Dispersión f = 1

Comparando la clasificación del modelo matemático de dispersión AREASMEQ en


la Figura No. 2, con las dimensiones y el grado de riesgo propuesto en la Figura
No. 3 del estándar API RP 500 [5], se notan diferencias muy importantes en la
forma,

Figura No. 3
Esquema propuesto en el estándar API RP 500 nombrada en ese documento como
Figura 6
el tamaño y la localización de al menos una fuente División 2 identificada con el
código GCE6-09; esta última discrepancia se pone en evidencia porque la
metodología desarrollada con el software AREASMEQ, propone que cada
clasificación debe tener una justificación técnica, en donde la División 2 en la boca
de salida del desfogue no tiene explicación posible; el evento que puede justificar
una División 2 en el desfogue, es la salida accidental del líquido inflamable como
se ha previsto en los alrededores del tanque, solo que el origen de los vapores se
producirá desde el suelo cuando el líquido una vez depositado comience su
proceso normal de vaporización, tal y como está modelado en la Figura No.2.

Como se venía comentando en párrafos anteriores, el Factor de Dispersión “f”


puede ser calculado con precisión y puede reflejar fielmente la presencia de
obstáculos cercanos a la fuente evaluada; para ilustrar este cálculo, se
establecerá cómo es la División 1 del tanque de techo fijo, en lugar de evacuar los
vapores en un sitio alejado, lo hace en un venteo cuello de ganso justo en la mitad
del contenedor, como se muestra en la Figura No. 4.

Figura No. 4
Dimensiones de la clasificación División 1 GCE6-07A Venteo cuello de ganso y Factor de
Dispersión = 3.04

Para el cálculo del Factor de Dispersión “f” que afecta la clasificación GCE6-07,
debido a que todas las condiciones se mantienen excepto por la presencia del
tanque, que ocupa un espacio y no puede ser usado por los vapores inflamables
para mezclarse con el aire, se debe establecer el volumen que afecta (Vafecta) y no
permite la dispersión; este espacio puede ser dividido en dos volúmenes V1 y V2
del tanque virtual dibujado en la Figura No. 2, conformado por un cilindro y un arco
circular, una vez calculada la sumatoria de estos dos volúmenes (Vafecta) y de
conocer el volumen de la clasificación GCE6-07 (V (GCE6-07)AREASMEQ) de
AREASMEQ, el Factor de Dispersión “f” es igual a:

f = V (GCE6-07)AREASMEQ / (V (GCE6-07)AREASMEQ – Vafecta)

f = 50.25 m3 / (50.25 m3 – 33.73 m3) = 3.04

Ejecutando el software AREASMEQ en las condiciones originales del desfogue


pero con un Factor de Dispersión igual a 3.04, se obtiene la clasificación
identificada con el código GCE6-07A señalado en la Figura No. 4; mostrando con
esta metodología, que la simulación de objetos de cualquier forma o tamaño
puede ser modelada a través de un Factor de Dispersión calculado con precisión.

Características físicas y químicas de los gases en la modelación

Las características físicas y químicas de los gases y los vapores inflamables,


tienen una importancia decisiva en la forma y las dimensiones de la clasificación,
que no pueden bajo ningún punto de vista ser menospreciados o subestimados;
para mostrarlo se tomará el ejemplo No. 5 del Anexo C del estándar IEC 60079-
10-1 [4], cuyo esquema y dimensiones propuestas se observan en la Figura No. 5.

Figura No. 5
El esquema propuesto advierte que las distancias dadas corresponden a valores típicos
que son calculados para este ejemplo en particular

A pesar de la advertencia en el dibujo, lo único que se menciona de las


características de la sustancia, es que su Punto de Inflamación está por debajo del
proceso y del medio ambiente, y su densidad de vapor es mayor que la del aire.
Para comparar el modelo AREASMEQ se han escogido tres líquidos inflamables
que cumplen con las características previstas en el estándar, el Xileno, el Alcohol
Isopropílico y el Metanol en un proceso de mezcla idéntico al propuesto, en donde
los datos de las sustancias y las condiciones del medio ambiente, son conocidos;
el caudal de evaporación Zona 1 es calculado por el software para cada sustancia,
a través de un área expuesta de 57 cm de diámetro (Tambor 55 galones UN 1A2)
y una altura de 84 cm del contenedor más 35 cm de la plataforma (h = 119 cm);
los resultados se observan en la Figura No. 6.

Figura No. 6
Forma y dimensiones de la clasificación Zona 1 de un proceso de mezcla con diferentes
líquidos inflamables

La forma y dimensiones de cada sustancia son diferentes, a pesar de que son los
mismos datos de la fuente y las mismas condiciones ambientales; estas
diferencias finalmente llevarán a condiciones de ventilación, inversión económica y
exigencia de equipos e instalaciones eléctricas muy diferentes, que dependerán
de las características físicas y químicas de cada sustancia; el caudal de
evaporación dependerá del área de la tapa que es abierta para la operación. La
Zona 2 del proceso ha sido prevista como un derrame accidental de 150x150 cm,
este valor debe estimarse a través del análisis de conjeturas subjetivas, y sobre
todo por datos históricos de sucesos ocurridos en el propio proceso o en otros
similares; véase Figura No. 7

Figura No.7
Dimensiones de la Clasificación Zona 2 calculada sobre un derrame accidental de
150x150 cm
Aunque la figura del Anexo C de la IEC 60079-10-1 [4], aclara que el ingreso y
retiro de los líquidos del contenedor se realiza a través de tuberías soldadas, el
espacio reservado de 2 m horizontales por 1 m de alto para la Zona 2, parece
pequeño porque el evento accidental que pudiera presentarse en este proceso, es
el derrame por rebosamiento del contenedor por falla en la parada de la bomba de
llenado, ocasionando un área de exposición del líquido inflamable de 150x150 cm;
en la Figura No. 7 también se puede observar, que las dimensiones calculadas
para la Zona 2 del Metanol son tan reducidas, que escasamente alcanzan a salir
de las dimensiones previstas por el estándar para la Zona 1, confirmando de esta
manera, que las características físicas y químicas de los vapores inflamables
tienen una influencia crítica en los cálculos de la clasificación. Adicionalmente, el
ejemplo propone que la operación se está realizando en el interior de una
edificación, lo cual significa que la proximidad a una pared que afecte la dispersión
de los vapores es altamente probable, que obliga el cálculo y aplicación de un
Factor de Dispersión, como el analizado en párrafos anteriores.

El Grado de Ventilación

El estimativo del Grado de Ventilación de una edificación a través del cálculo del
“Vz”, previsto en el Anexo B de la IEC 60079-10-1 [4] para determinar si una
ventilación forzada corresponde a una Ventilación Alta, Media o Baja, utiliza
cálculos y datos generales que pueden vagamente dar una idea cualitativa de la
calidad de dicha ventilación. El propósito de este estimativo es finalmente
determinar si la totalidad de la edificación es clasificada como zona 1 (División 1),
ó se tienen límites claros de la clasificación Zona 1 (División 1) y el resto del
espacio Zona 2 (División 2). En la Figura No. 8 se muestra el esquema propuesto
en la NFPA 497 [6] Figura 5.9.1(f), con la nota referente al tamaño de la fuga y el
de la construcción, para determinar si es en su totalidad División 1 ó no.

Figura No. 8
NFPA 497 figura 5.9.1(f). Fuente de liberación interior que deja abierta la posibilidad de
una División 1 completa
La metodología desarrollada con el modelo de dispersión AREASMEQ para
determinar la clasificación de un recinto, está basada en primer lugar, en el cálculo
de los caudales de liberación de los gases o vapores inflamables de todas las
fuentes catalogadas como Zona 1 (División 1); lo cual se puede hacer con el
propio Software, o calcular estos datos con las fórmulas propuestas en la literatura
técnica correspondiente, o medir en campo si se tiene esta opción disponible; en
segundo lugar, se debe calcular el caudal de aire mínimo requerido para
considerar el sitio adecuadamente ventilado, diluyendo la mezcla inflamable de
todas las fuentes Zona 1 (División 1) por debajo del 25% del *LIE (NFPA 497 [6]
Definición 3.3.1, API RP500 [5] Definición 3.2.47 e IEC 60079-10-1 [4] Ecuación
B.1 (k=0.25)), si no se logra el suministro mínimo de aire, la totalidad de la
edificación sin importar sus dimensiones es catalogada como Zona 1 (División 1);
en caso contrario, se debe sumar el volumen contenido de cada fuente calculada
con el Software en metros cúbicos, y el resultado no debe sobre pasar el 25% del
volumen del recinto, para determinar una frontera entre la Zona 1 (División 1) y el
resto del espacio Zona 2 (División 2); pero si es mayor al 25%, la totalidad del
espacio se considera Zona 1 (División 1). Por ejemplo, la Zona 1 (División 1) del
proceso de mezcla en el contenedor de la Figura No. 6, el caudal de evaporación y
el volumen calculado con el Software AREASMEQ para el caso del Xileno es:
Qvapor = 2,337.1 [cm3/s] y el Vcontenido = 26.97 [m3]; por tanto, el caudal de aire
mínimo requerido será:

Qaire = Qvapor / (0.25 * LELxileno)

Qaire = 2,337.1[cm3/s] / (0.25*0.009)

Qaire = 1,038,711.1 [cm3/s] = 2,200.9 [cfm]

Este flujo de ventilación es para cada unidad mezcladora idéntica que se tenga en
el salón; si este proceso se realiza dentro de una edificación de 10 m de ancho, 15
m de profundidad y 6 m de alto (900 m 3), se entiende que el volumen máximo que
puede ser ocupado por la mezcla inflamable es de 225 [m 3], por consiguiente el
número máximo de unidades que pueden operar en el sitio son 225 [m 3] / 26.97
[m3] = 8 unidades, siempre y cuando se tenga un sistema de ventilación que
renueve el aire a razón de 17,607.2 [cfm], condiciones en las cuales se tendrán
definidos claramente los límites de la Zona 1 (División 1) y la Zona 2 (División 2)
del recinto. Si hay más de 8 unidades o no se alcanza el caudal mínimo de aire, la
totalidad del encerramiento es Zona 1 (División 1).

El mismo criterio puede ser aplicado para un recinto que no tiene fuentes de
liberación Zona 1 (División 1), tomando los datos que produzcan la mayor
presencia eventual o accidental del proceso bajo estudio, cuyo volumen sobre
pase el 25% de la edificación, dará como resultado una clasificación Zona 2
(División 2) de todo el encerramiento; en caso contrario, se tendrán límites claros
entre las zonas no clasificadas y aquellas con riesgo intermedio (Zona 2 ó División
2). Con esta propuesta queda planteada una metodología que tiene en cuenta
todos los factores que intervienen en un estudio de áreas clasificadas, dejando
unos pocos datos bajo el análisis de criterios para predecir sucesos,
especialmente para determinar la clasificación de zonas con riesgos eventuales
(Zona 2 ó División 2).

CONCLUSIONES

➢ Aunque los principios básicos de un estudio de clasificación eléctrica, se


definen claramente en los estándares vigentes; los análisis de los conceptos,
los ejemplos y los esquemas con el dimensionamiento, usados con el propósito
de brindar una ayuda a los ingenieros encargados de esta labor, están
produciendo un efecto adverso. La razón, es que no se está usando un modelo
de dispersión con los factores físicos, químicos y ambientales que intervienen
en el fenómeno, mostrando comportamientos parciales de la masa gaseosa,
que no representan la forma y las dimensiones de una mezcla explosiva, que
terminan por generar más dudas y confusión, que a establecer principios y
postulados para el cálculo de la clasificación.

➢ Por lo anterior, los estándares vigentes no están aportando la información


técnica suficiente, para la aplicación de los criterios sanos de ingeniería
exigidos a los profesionales expertos y a los grupos interdisciplinarios que
intervienen; por tanto, los análisis que se realicen en estas condiciones serán
solamente conjeturas, sobre las cuales se tomarán decisiones muy importantes
en la seguridad del personal, las instalaciones e inversiones económicas.

➢ En este punto, bien vale la pena preguntarse por la responsabilidad de quienes


elaboran la clasificación, porque los estándares a la sombra del título: “Práctica
Recomendada”, se están “lavando las manos” depositando en los ingenieros
expertos toda la carga de los deberes y obligaciones (responsabilidad). Por su
parte, los profesionales se escudarán en la aplicación de los criterios
propuestos en los documentos oficiales, creando un círculo vicioso que diluye
los efectos de cualquier reclamo en esta materia.

➢ Se debe hacer una reestructuración a fondo de los estándares de la


clasificación eléctrica IEC 60079-10-1 [4], API RP 500 [5] y NFPA 497 [6], para
eliminar el análisis de los conceptos, los ejemplos y sobre todo los esquemas
que no hacen ningún aporte científico ni de ingeniería, para establecer nuevos
principios y postulados que estén orientados en la búsqueda de ecuaciones,
metodologías o software, que determinen a través de operaciones matemáticas
la forma y dimensiones de una mezcla potencialmente explosiva; de igual
manera, se deberán establecer los criterios mínimos que deben cumplir las
memorias de cálculo utilizadas para este fin y las responsabilidades derivadas
de esta tarea en los ingenieros involucrados.
*LIE: Límite Inferior de Explosividad. Es la cantidad mínima en porcentaje con
respecto al aire, que requiere un gas o un vapor inflamable para reaccionar en
presencia de una fuente de ignición.

REFERENCIAS

[1] QUINTERO CAÑAS, Misael Eduardo. Estudios de Clasificación de Áreas


(Informes Documentales). 1997 – 2017. Bogotá D. C.

[2] QUINTERO CAÑAS, Misael Eduardo. Manual de Instalaciones Eléctricas en


Sitios con Riesgo de Incendio o Explosión. 1998. Bogotá D. C. Sin editar.

[3] QUINTERO CAÑAS, Misael Eduardo. Soporte Lógico (software) AREASMEQ:


Modelo Matemático de la Dispersión de Gases y Vapores Inflamables, para la
Clasificación de Áreas en Ambientes Potencialmente Explosivos. Dirección
Nacional de Derechos de Autor. Bogotá D. C. 1995.

[4] INTERNATIONAL ELECTRO TECHNICAL COMMISSION. IEC 60079-10-1


Classification of areas – Explosive gas atmospheres. Edition 1.0. 2008-12.

[5] AMERICAN PETROLEUM INSTITUTE. API RP 500 Recommended Practice


for Classification of Locations for Electrical Installations Classified as Class I,
Division 1 and Division 2. Third Edition. December 2012.

[6] NATIONAL FIRE PROTECTION ASSOCIATION. NFPA 497 Classification of


flammable liquids, gases or vapors and of hazardous (classified) locations for
electrical installations in chemical process areas. 2012 Edition.

[7] RANGEL JUNIOR, Estellito. Area Classication is Not a Copy – and – Paste
Process. Pages 28–39. IEEE Industry Applications Magazine. Jan / Feb
2016. Www.ieee.org/ias.

[8] C. SCHLEGEL, A. PFUETZENREITER, and J. COSTA, “Reliability on area


classification studies,” in Proc. 13th Brazil Automation Congr., São Paulo,
Brazil, 2009, pp. 87–101.

MISAEL EDUARDO QUINTERO CAÑAS

Ingeniero Electricista egresado de la Universidad Nacional de Colombia, consultor


experto y conferencista internacional en instalaciones eléctricas industriales para
el manejo y almacenamiento de sustancias combustibles e inflamables, autor del
libro inédito “Manual de instalaciones eléctricas en sitios con riesgo de incendio o
explosión”, autor del software AREASMEQ usado para calcular la dispersión de
gases y vapores inflamables en el medio ambiente, asesor en seguridad eléctrica.
Actualmente Gerente de MEQ Ingeniería SAS. E-mail meqingenieria@yahoo.com

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