Magia
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Este aviso fue puesto el 1 de marzo de 2015.
Para otros usos de este término, véase Magia (desambiguación).
La magia, entendido como arte o ciencia oculta, es la creencia y prácticas que
buscan producir resultados sobrenaturales mediante rituales, conjuros e
invocaciones.
Índice
1 Etimología
2 Contextualización de la magia
2.1 Magia natural y magias no naturales o filosofías ocultas
2.2 Etiologías de la magia
3 La magia en la antropología
3.1 La magia según Frazer
3.2 La magia según Caro Baroja
3.3 Magia y religión
4 Historia de la magia
5 Criterios, términos y opiniones sociales sobre la magia
5.1 Criterios y estudios académicos hasta la actualidad
5.1.1 Términos relacionados con las magias y ocultismos
5.2 Opiniones sociales sobre la magia en la actualidad
6 Las magias y sus clases
6.1 Las magias «no naturales» en Europa
6.2 Manitu o la magia en América del Norte
6.3 Los chactas
6.4 Los alibamones
6.5 Las santerías
6.6 Magia blanca
6.7 Magia negra
7 Animismos
7.1 Chamanismo
7.2 Candomblé
7.3 Vudú
7.4 Umbanda
7.5 Quimbanda
7.6 Wicca
8 Magia clásica, teosofía y nuevas magias contemporáneas
8.1 Magia sexual
8.2 Thelema
8.3 Samael Aun Weor
8.4 Ordo Templi Orientis
8.5 Magia luciférica
8.6 Magia enoquiana
8.7 Magia musical
9 Un ejemplo descriptivo de la psicología, filosofía y rituales de la magia
9.1 La evocación
9.2 La invocación
9.3 Medios de contacto
9.4 Consagración de los utensilios del mago
9.5 El juramento del mago
10 Magia en la actualidad
11 Véase también
12 Referencias
13 Bibliografía
14 Bibliografía complementaria
Etimología
Proviene del latín magīa,1 derivado a su vez del griego μαγεία mageia (‘cualidad de
sobrenatural’),2 y del griego magiké (que presumiblemente se utilizaba en el
término «artes mágicas» junto con la palabra tekhné, ‘artes’), el cual es el
femenino de magikós (‘mágico’) que proviene de magos (‘uno de los miembros de la
clase sacerdotal y erudita’). Esta es la causa de la magia
Este término proviene del antiguo persa maguš (mágush), que posiblemente proviene
de una raíz protoindoeuropea *magh-, ‘ser capaz’, ‘tener la capacidad’.3
Desde esa antiquísima palabra protoindoeuropea (de mediados y fines del III milenio
a. C.) se produjo también el sánscrito māiā (‘ilusión’, ‘irrealidad’, ‘engaño’,
‘fraude’, ‘truco’, ‘hechicería’, ‘brujería’),4 que se menciona por primera vez en
el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.).
Esa palabra proviene de la raíz sánscrita māi (‘obrar’, ‘mover’).
Contextualización de la magia
Inversamente a la Teología, Filosofía , y a las ciencias ortodoxas que versan e
importan sobre las causas, la magia, para autoformularse y autodefinirse, se define
como la manifestación de la supuesta veracidad maravillante de algunos efectos que
no requiere averiguar sus causas. Conocer las causas o que el efecto no sea
maravilloso extingue la magia y el pensamiento mágico migra a otros tipos de
pensamiento, (de los supuestos «efectos mágicos» se deriva la metonimia histórica
con la medicina y la farmacología).
«(...) La Magia natural no has de entender, que es aquella en que se consultan los
infernales espíritus, con tan infame nombre como le han dado en las divinas y
humanas letras (...) Los maléficos son aquellos que usan sangre, víctimas y cuerpos
muertos, como la Pitonisa, que a Saúl le truxo el cuerpo de Samuel, para que le
respondiere. Verdad es, que ya el nombre de Magos, se va introduciendo por los que
exercitan lo que digo, como la Astrologia por abuso ha venido a ser vituperada,
siendo lo mismo que la Astronomia: y a si dicen algunos que Pitágoras, Empedocles,
Democrito y Platón fueron llamados Magos, a la manera de Zamolxis y Zoroastro, el
hijo de Oromasco. (...)»
Magia natural: Fueron definidos como «la magia natural» todos los fenómenos
naturales observables en los cuales interviniera o estuviera presente la materia
aunque fueran inexplicables. Así fue considerada y desarrollada la astrología por
los persas, cuyos artífices eran llamados «los mágicos o magos», esta devino en la
astronomía. Aún en el siglo XVII el célebre pedagogo y físico alemán Gaspar Schott
(jesuita) titulaba sus textos de física (que él mismo elaboraba y luego impartía a
su alumnado) «magia acústica y magia óptica» (escritos en latín), en clara alusión
al recuerdo del significado etimológico arcaico de la «magia natural», frase
reservada en latín para aludir a la fenomenología física todavía inexplicable
científicamente en su tiempo, como la luz y el sonido.
La magia en la antropología
La magia según Frazer
Los evolucionistas distinguieron notablemente las profesiones públicas bajo las que
se constituía una u otra sociedad;
Magia y religión
Según Caro Baroja, durante mucho tiempo se sostuvo la tesis de que el pensamiento
mágico era más antiguo o primitivo que el pensamiento religioso y que los
procedimientos mágicos (benéficos o maléficos) "eran anteriores, en conjunto, a los
procedimientos propios de las sociedades con una religión organizada y con ritos
adecuados para impetrar el favor de la Divinidad o de las divinidades. Del conjuro
con que se expresan la voluntad y el deseo... se pasó a la oración, que implica
acatamiento y vasallaje". Frazier fue el autor que acabó de perfilar esta teoría,
aunque era consciente de que los hechos que se reputaban como mágicos muy a menudo
se daban asociados a los considerados como religiosos. En ese caso daba por sentado
que los primeros correspondían a una fase diferente y anterior a la de los
segundos.8
Frazer consideraba que el primer golpe que transformó a la humanidad, para desistir
de la magia como regla de fe y práctica, fue reconocer «su impotencia para manejar
a placer ciertas fuerzas naturales que hasta entonces se habían supuesto dentro de
su mandato».[cita requerida] Dentro de esta concepción es posible entender que la
inteligencia de los hombres comenzaba a percibir que la práctica de la magia no
producía precisamente los resultados esperados, que con anterioridad significaban
una realidad. A esto le siguió un largo período de un pensamiento reflexivo que
hizo la transición hacia la religión de manera gradual, por el mayor conocimiento
de las fuerzas con un poder superior al del hombre y el desarrollo del
conocimiento. Frazer concluyó que el paso definitivo de la magia a la religión se
da en «la confesión de la entera y absoluta dependencia del hombre con respecto a
lo divino»,[cita requerida] culmina con la sumisión del hombre ante la inmensidad
del universo.
Julio Caro Baroja afirma, por el contrario, que religión y magia en el mundo
antiguo formaban parte de un único sistema. Señala que a Frazer y a sus
continuadores ya les resultó muy difícil "separar lo estrictamente mágico de los
religioso, en sistemas tales como el de la religión de los egipcios, caldeos y
otros pueblos antiguos. Y lo que se deducía a la postre de su inmensa colección de
datos y de otras colecciones parecidas era que no solamente los ritos religiosos
estaban unidos con enorme frecuencia a los actos mágicos, sino que también cada
grupo de creencias religiosas contaba con su Magia particular". Para respaldar su
afirmación Caro Baroja demuestra que la magia y la religión en Grecia y en Roma
formaban parte de un único sistema.9
En Grecia y Roma los adivinos y magos no tenían ya nada que ver con los chamanes,
aunque eran consultados sobre todo por los poderes de adivinación de los que se
creía estaban dotados.
Debe señalarse que ninguna de las grandes religiones acepta las prácticas de la
magia (sí consideran que la magia existe como tal), tampoco otras creencias
cristianas. En lo que respecta a las religiones judeocristianas en particular, se
encuentran bastantes referencias negativas a los magos en el Antiguo y Nuevo
Testamento.